”LA NGVELA DE LA WGLE‘NCiA
EN mwmm

Thesis fist fizz» Degree 0% M. A.
MiCHiGA?€ STATE SRWERSITY
3.30% S. Marfin
1964

.TH ES!S

LIBRARY

Michigan State
University

 

LA NUVELA.DE LA.VIOLENCIA
EN’COLOMBIA

by

Leona S. Martin

A THESIS

Submitted to
Michigan State University
in partial fulfillment of the requirements
for the degree of

MASTER OF ARTS

Department of Foreign Languages
SPANISH

1964

INDICE

Pagina
INTRODUCCION O........OOOOOOOOOOOOOOOOOOO00.0.0.0... l

CAPITULO I. RESUMEN HISTORICO DE LA EPOCA DE LA
VIOLENCIA ......OOOOOOOOOOOO0.000.... 1"

CAPITULO II. LA TRUCULENCIA EN LAS NOVELAS DE LA

VIOLENCIA 0............OOOOOOOOOOO... 13

CAPITULO III. EL VALOR DOCUMENTAL DE LA NOVELA DE LA
VIOLENCIA ......OOOOOOOCOOO0.0.0.0.... 32

CAPITULO IV. EDUARDO CABALLERO CALDERON Y LA NOVELA
ARTISTICA O......OOOOCOOOO0.00.0.0... 1+8

CAPITULO V. LA.VIOLENCIA DESDE LA CIUDAD ......... 80

CAPITULO VI. OTRAS NOVELAS DE MENUS IMPORTANCIA ... 91

CONCLUSIONES .....OOOOOOOOOOOOOOOO.....OOOOOOOOOOOOOO 100

BELIOGRAFIA 000.........00............OOOOOOOOOO... 107

INTRODUCCION

Cuando un colombiano oye las palabras, ”la violencia",
piensa inmediatamente en la tremenda ola de matanzas y de
terror que han abatido a su patria durante las dos ultimas
decades. De este periodo sombrio de la historia oolombia-
na han sido victimas centenares de miles de campesinos, mu-
chos de ellos asesinados, y otros innumerables mutilados,

desterrados o desamparados.

"La violencia" ha causado hondas preocupaciones entre
los dirigentes del pueblo colombiano, especialmente 105 in-
teleotuales. Entre los primeros en reaccionar ante 1a bar-
barie que iba minando el bienestar y la tranquilidad de los
campos colombianos, eran los novelistas. En poco mas de
diez afios han aparecido alrededor de treinta novelae sobre
”la violencia', hecho muy significativo, especialmente si se
toma en consideracidn el numero reducido de novelas publica-

das al afio en el pats de Santander.

La reaccidn del novelista colombiano frente a la violen-
<=ia es caracteristica del novelista hispanoamericano en gene-
Ifial. Con fervor casi evangelico, la mayoria de estos litera-
t<os se dedioan en sus obras a presentar 1os problemas mAS
aggobiadores de las sociedades en que viven. Por consiguien-

te, la novela hispanoamericana ofiece un amplio lienzo en

que esta grabado todo el proceso social, politico y econo-
mico en el mundo hispano al través de los ultimos 150 afios.
En esta literatura se pueden estudiar las grandee dictadu-
ras, como la de Rosas en.la Argentina; las revoluciones, co-
mo la mexicana de 1910; el aburguesamiento de la sociedad y
la llegada de la era industrial; e1 problema indigena, es-
tudiado por numerosfsimos novelistas; la explotacidn impe-
rialista del hombre y de las riquezas naturales; la reali-
dad geografica, tal como se presenta en las novelas de la
selva y de las llanuras; y multiples otras facetas de la vi-

da y del proceso histdrico de la América Latina.

Por ocuparse tan estrechamente de la realidad que les
circunda, los novelistas hispanoamericanos han escrito y si-
guen escribiendo obras que tienen especial valor como docu-
mentos. En el caso de la novela colombiana de la violencia,
es natural que sea de caracter principalmente documental,

puesto que trata de una especifica época historica.

El aspecto documental de esta literatura tiene mucha
importancia ya que, como veremos mas adelante, e1 fendmeno
de la violencia es muy complejo y todavfa falta analizarse
y explicarse satisfactoriamente. Es indudable que el his-
toriador 0 el socidlogo encuentra en estas obras una magni-
fica fuente de informacidn para formar conceptos que expli-
quen cdmo principio y de qué manera se manifesto 1a violen-

cia en Colombia.

Aunque en nuestra evaluaciOn de este grupo de nove-
las no puede faltar una consideracidn de sus valores do-
cumentales, nuestro interés primordial es literario. Es-
peramos averiguar si, entre las novelas que tratan de la
violencia, hay una o varias que tienen suficientes méri-
tos literarios para poderlas considerar como verdaderas

obras de arte.

CAPITULO I
RESUMEN HISTORICO DE LA EPOCA DE LA VIOLENCIA

En todo el mundo, el siglo XX ha sido testigo de grany
des y, frecuentemente, violentos trastornos sociales y po-
liticos. Cuando en Colombia se puso a prueba e1 sistema so-
cio-politico, se comprobo su inestabilidad y surgid lo que
se conoce como "la violencia”. A continuacion.vamos a dar
una breve resefia de los afios recientes de la historia co-
lombiana con la finalidad de mostrar que as y cdmo se desa-'

rrolld la violenCia.

Durante el periodo comprendido entre los afios de 1930
y 19#6, los liberales dominaron la politica colombiana. Con
la excepcidn de algunos episodios sangrientos provocados por
la exaltacion sectaria de los liberales en los primeros me-
ses de la presidencia de Olaya Herrera (1930 - 1934) el pe-
riodo de la dominacion liberal trascurrio con relativa tran-

quilidad.

Poco antes de las elecciones presidenciales de l9h6,
aparecid en el escenario politico Jorge Eliécer Gaitan, hom-
bre destinado a eaercer gran influencia sobre el futuro de su
pats. GaitAn, un intelectual de origen.humilde, despertd

gran entusiasmo entre las clases menos favorecidas y, a po-

co tiempo, se convirtio en Jefe espiritual de los libera-
les mAS progresietas. Su actuacion en el campo politico
ocasiond 1a division del Partido Liberal, hecho que permi-
tid que los conservadores ganaran las elecciones a pesar

de no contar con una mayoria del voto electoral.

Como consecuencia de las elecciones, en las poblacio-
nes rurales hubo incidentes provocados por miembros de los
partidos politicos dominantes. Poco a poco se iba sembran-
do el odio sectario. Ya para el afio de 1948 1a situacion en
los campos se habfa agravado bastante y en no pocos lugares.
habian ocurrido asesinatos y estuproe inepirados por odios

politicos.

En el afio de l9n8 ocurrio un incidente que dio mayor
impetu a la diecordia. El dia 9 de abril, durante loe mismoe
dias en que se convocaba la Conferencia Panamericana en Bo-
gotA, fue asesinado en plena calle Jorge Eliécer GaitAn. La
muerte de Gaitan.fue motivo para venganza instantanea por
parte de las clases bajas. Antes del anochecer del 9 de
abril, las calles de Bogota se habian convertido en campo

de batalla:

By 3:15 the army was out in force, and property
destruction gave way to death. In various
parts of the city, mobs were ordered to dis-
perse, then simply to stop. Invariably the
response was a concerted charge by the rioters.

Shots would be fired in the air to no effect,
and then the marksman took dead aim. Several
thousands died before nightfall, and countless
more in the dark hours that followed.

1

Beta suceso, conocido con el nombre de "El Bogotazo",
provoco sublevaciones en todo el pais. En algunas partes,
como en Cali, capital del Departamento del Valle del Cauca

y sede tradicional del liberaliemo, loe insurgentes logra-

ron apoderaree de los Organoe publicoe.

Las sublevaciones fueron claro indicio del descontento'
que existia en el pats y de las ilusionee frustradas de las

claees bajas que habian perdido a su lider:

El [Caitan] abanderaba la esperanza de solu-
cion de toda una problematica secular. Su
voz era e1 grito de la ruralia que, cuando
lo supo extinguido, recordo su consigna hie-
torica:

"Si avanzo, seguidme;
si retrocedo, empujadme;
si 08 traiciono, matadme;
si muero, vengadme."

2

El presidente, Mariano Ospina Pérez, logro tranquili-

 

i John D. Martz Colombia: A Contemporary Political Survey,
(Chapel 3111, 19623,‘BZE. 56.

2 German Guzman, Orlando Fals Borda y Eduardo Umafia Luna,
La violencia en Colombia, Segunda Edicion, Ediciones Tercer

Mundo (Bogota, Colombia, 1963), pag. 37.

zar 1a nacidn después de acudir a las fuerzae militares y
de declarar un estado de eitio. E1 estado de sitio tuvo
resultadoe calamitosos para el pais. Las victimas princi-
pales fueron loe campesinos. Los humildes del agro, que
aun antes del 'Bogotazo” se habian encontrado sin amparo de
la Justicia, ahora se veian mas indefensos ante un estado
de sitio que permitio a caciques rurales llevar a cabo cri-

menes atroces por loe cualee no tenian que responder.

Ante 1a avalanche de miedo y terror, muchas familias
campesinae tuvieron que refugiarse, algunas en las ciudades,
otrae en el monte. Empezaron a aparecer grupos de guerri-
lleros. Algunoe lucharon con.la finalidad de proteger a
los campesinos y sus tierrae. Desafortunadamente hubo mu-
chos hombres que ingresaron a las filas de la guerrilla con
el motivo de buscar venganza 0 de enriqueceree a base de la
expropiacion de bienes agenos. Como consecuencia, 1a actua-

cidn de la guerrilla muchas veces era eanguinaria y cruel.

Mientras tanto, loe coneervadoree iban preparando e1
camino para la elecciones presidenciales de 1950. Los diri-
gentes politicos se aprovecharon de la situacion precaria
en el campo para asegurar la victoria coneervadora. Martz
llama la atencion a1 siguiente articulo que aparecio en.L;gg,

e1 12 de diciembre de 1950:

They recalled strong man.Leureano deez ...

The main feature of his campaign was a reign
of terror in the interior. Liberal towns were
shot up. In the last two months 2,000 Liberals
were killed, and hundreds Jailed and other
hundreds fled their towns.

3

Segdn muchos testigos, las elecciones de 1950 fueron
fraudulentas. A.Laureano Gomez, quien asumid la presiden-
cia, se 1e consideraba como el hombre fuerte del Partido
Conservador, y con fama de ser discipulo de la politics fa-
langista de Franco, religioso fanAtico, defensor de las cla-
ses adineradas y del viejo orden econdmico, enemigo acé- ’
rrimo del liberalismo. Durante este periodo Colombia se vio
sometida a un.auténtico reino de terror. Aumento la violen-
cia en el campo, lucha que todavia se caracterizaba por su
exagerado sectarismo. Sin embargo, en esa época se sembra-
ron las semillas de la consolidacidn del campesinado, que
poco a poco iba uniéndose en contra del enemigo comfin: e1

Gobierno.

La ola de violencia se volvid cada dia mas incontrola-
ble. Se acudid a1 ejército para poner fin a la racha des-
tructora. Pero aun las fuerzae militares, a pesar de su fama
tradicional de imparcialidad en las luchas politicas, se con-

tagiaron del sectarismo, con el resultado de que en algunas

 

3 Martz, pag. 96.

9

partes 1a persecucidn.politica aumento en vez de dieminuir.

Un grupo de militaree de alto rango se cpuso a1 Gobier-
no y llevd a cabo un golpe de estado en el afio de 1953. Asu-
mio e1 cargo del pais e1 Teniente General Gustavo Rojas
Pinilla, quien en un principio fue aclamado con gran entu-
siaemo por la ciudadania colombiana. En el primer afio de la
presidencia de Rojas Pinilla, las luchas se apaciguaron, a
los guerrilleros ee les otorgd amnistia, y los campesinos
empezaron a regresar a sus tierrae. A.pesar de la tranquili-
dad aparente que volvid a reinar en el pale, los afios de vio-
lencia habian.obrado cambioe profundos en la psicologia de

los campesinos afectados:

Es ya una masa con una asombrosa disponibilidad
para la contienda, aunada a una casi enfermiza
irritabilidad, agravada por cierta desconfianza
hacia las medidas oficiales, muy propia de la
psicologia campesina.

Rojas Pinilla, hombre de quien el pueblo colombiano ha-
bIa esperado tanto, termind por convertirse en dictador. El
pais entrd en una nueva época de violencia, aun mas barbara

e intensa que la anterior.

En el afio de 1957 ocurrio otro golpe de estado, dirigi-

do nuevamente por los militaree. Este suceeo abrio el camino

 

u
Guzman, pag. 100.

 

10

a1 eetablecimiento del gobierno actual, e1 gran experimento
de los colombianos que se conoce baJo el nombre del 'Frente
Nacional', y que se basa en el principio de “la alternacidn',
es decir e1 cambio obligatorio del partido en poder cada
cuatro afios, Junto a “la paridad' en las posiciones gubernaé
{mentalee. Gracias a1 acuerdo entre las dos partidos politi-
cos y al reestablecimiento del orden pdblico, desde 1958
para aca ha habido una rapids dieminucidn de la violencia en

lbs campos colombianos.

A.raiz de la violencia han.surgido numerosos problemas _
de dificil solucién. Muchos hombres, especialmente los 36-
venes que ingresaron.a 1a guerrilla a muy temprana edad, se
hicieron.a la vida sangrienta y siguen viviendo fuera de la
ley:

Por guerrillero se entiende hoy a1 hombre que
lucha por un ideal y ahora se dedica a1 trabe-
Jo, sometida a la ley. Bandolero es sinonimo
de quien luchd otrora, pero hogafio no quiso o
no pudo permanecer en paz y decidid vivir a1
margen de toda norma legal.

5

Debido a1 terreno montafioso de Colombia, no ha sido po-
Siblfi capturar a todos los bandoleros. Hoy en die eiguen
atenorizando a los habitantes rurales con sue asaltos a ve-
hiculoe; eus robos acompafiados frecuentemente de aeesinatos;

y por las contribuciones que exigen.a los agricultores a

 

"T
WI), 1348. 1&5.

ll

cambio de proteccidn, especialmente en las zonas cafete-

ras.

Otro problema grave es el aumento en la poblacidn ur-
bana, ocasionada por la migracion de campesinos en busca de
un lugar seguro para vivir. Las ciudades estAn llenas de
hombres y mujeres procedentes del campo y desorientadoe en
el ambiente citadino. Con frecuencia acuden a1 hurto para
sostenerse, creando asi graves dificultades para las auto-
ridades civiles. Asimismo, 1a violencia dead un numero con-
siderable de huérfanos y viudas desamparadas, dando lugar
a un incremento en la prostitucion y la mendicidad, espe-

cialmente entre Jovenes de muy poca edad.

Incalculables son las pérdidas econdmicas que han su-
frido algunas regiones del pais como consecuencia de 108 sa-
queos, 1a destruccion de ganados y cultivos, la desocupacion
de las tierras, los robos e incendios de implementos de tra-
baJo y de edificios. E1 numero de vidas humanas perdidas

durante la violencia se calcula en 200,000.

La violencia tuvo ciertas caracteristicas peculiares
que deben tenerse en cuenta. A pesar de que la violencia
fue fomentada parcialmente por dirigentes politicos resi-
dentes de las ciudades, 1a destruccidn de vidas y bienes

se realize casi exclusivamente en el campo. Hubo, sin

 

6 GuzmAn, pAg. 292.

12

embargo, algunas regiones rurales escasamente afectadae,
como los litorales del Atlantico y el Pacifico. Este he-
cho se puede atribuir a1 caracter alegre, abierto y exento

de prejuicios de los habitantee costefios.

Los crimenes cometidos durante la violencia fueron
crueles an extreme. Notorios eran los crimenes sexuales;
la violacion de muJeres y nifias; 1a emasculacion de los
hombres; las torturas empleadas para matar a las victimas;
1a desfiguracion de los cadaveres; y toda clase de estupros

sadicos.

Aunque e1 estudio definitivo de las caueae de la vio-
lencia no se ha hecho, podemos sefialar algunos factores
contribuyentes. Ademas del descontento social y de los
odios sectarios, agudizados por la situacion politics, pa-
rece que la corrupcion era lugar comun entre los Organos
pdblicos, especialmente las cortes, las fuerzae de policia
y el ejército. Es indudable que lo que mas contribuyd a la
Violencia fueron los intereses personales de muchos indivi-
duos que aprovecharon de la situacidn precaria para fines
economicos o politicos. Varias entidades oficialee del
Gobierno Colombiano estan actualmente estudiando e1 proble-
ma de la violencia para evitar e1 resurgimiento del terror

y de la muerte en los campos.

CAPITULO II
LA TBUCULENCIA EN LAS NOVELAS DE LA VIOLENCIA

La caracteristica tal vez mes sobresaliente del gru-
po de las novelas de la violencia es su truculenciax la
presentacidn de escenas escabrosas que hieren 1a sensibili-
dad del lector. En estas novelas los caddveres mutiladoe
de los colombianos riegan e1 suelo o tifien.con su sangre

el agua de los rioe.

La impresidn escalofriante que dejan estas novelas no
se debe finicamente a la inclusion en ellas de escenas tre-
mebundas, sino también a que los actos bdrbaros ee cometen
casi siempre en contra de una persona inocente, que general-
mente es el protagonista. No hay parenteeco entre estas
obras y muchas novelas de tema helico, en.1as cuales e1 h6-
roe, a1 cometer actos violentos, suscita la admiracién del
lector que loe cree Justificados y que ve en la violencia el
camino hacia el triunfo. En estas novelas colombianas, los
actos de violencia eon, con raras excepciones, injustifica-
bles. No conducen a1 triunfo del heroe, sino a la destruc-

cidn de la victima inocente.

La truculencia y la barbaridad no son elementos nuevos

1n

dentro de la literatura hispanoamericana. Al contrario,
podriamos afirmar, como lo hacen Raymond L. Grismer y John
R. Flanagan, en su estudio intereeante sobre el cuento yla
narracidn corta hispanoamericana, que la violencia es una

de las caracteristicas principales de la prosa narrative:

We have analyzed several hundred short stories
and novelettes, representing the products of
Latin American writers for a century and more,
and we have found their most impressive feature
to be their reflection of a cult of violence.
It is not only that the dramatic events of
these stories are likely to involve combat and
bloodshed; it is rather the obvious preference
for the gory and the sensational ... Indeed the
violence is likely to linger in the reader's
mind long after the focus and.meaning of the
story have dimmed.

7
A1 buscar antecendentes de la novela de la violencia en
las letras hispanoamericanas, resalta inmediatamente el pa-
recido que hay entre estas obras colombianas y una de las
primerae.manifestaciones novelescas del mundo hispano, E;
Matadero, de Esteban Echeverria. Aunque dicha obra quedo
inconclusa, en las paginas que Echeverria pudo terminar es-
ta e1 episodic de la torture y la muerte de un hombre ino-
cente por motivoe politicos, 0 sea el mismo tema que predo-

mina en las novelas de la violencia.

La novela hispanoamericana del siglo XX contiene la

 

 

7 “The Cult of Violence in.Latin American Short Fiction,”
His ania, Vol. XXVI, 1943, pag. 161.

15

brutalidad y la violencia en una concentracion mucho mayor
que las obras del décimonono. Esto se debe en parte a1
surgimiento, con la edad industrial, de graves y violentos
problemas sociales que se refleJan en la novela. Otro fac-
tor es la libertad de expresidn que el realismo y el natu-
ralismo brindaron a1 autor. La violencia ee presenta en
obras de tema muy diverso: las novelas de la eelva, como
Dona Barbara y La voragine; 1a novela de la ciudad, por ejem-
p10 E1 roto; las que tratan de la revolucidn.mexicana como
Los de abajo; y do manera muy especial se nota este elemen-
to en las obras que tratan del indigena, como Los perrog hamf
brientos, E1 res landor, Raza de bronce o Huasi 0, para

citar s61o algunos eJemplos.

Con la posible excepcidn de la novela contemporanea
ecuatoriana,8 no conocemos, sin embargo, otra literatura que
contenga tanta brutalidad y tantos episodios escalofriantes
como este movimiento de la novela de la violencia en Colom-
bia. .A primera vista, resulta un poco dificil explicar e1
fendmeno de la truculencia tan.abundante en estas obras, es-
pecialmente cuando setnma en consideracidn la fama que han
tenido los literatoe colombianos por su mesura, su apego a
la tradicidn, sue preocupaciones'humanisticas y su culto a1

buen gusto. {A continuaciOn.vamos a mencionar algunos fac-

 

j

Nos referimos a autores como Jorge Icaza, cuya novela
Euasipgggo estremece por su brutalidad y franqueza en la
presentacidn de detalles escabrosos.

l6

tores que tal vez ayuden a explicar esta aparente paradoja.

Como ya hemos explicado en.pdginas anteriores, la epo-
ca de la violencia en Colombia se caracterizo por el sadis-
mo y la brutalidad. Como las novelas que se han eecrito so-
bre 1a época son primordialmente realietas y, con.pocas ex-
cepciones documentales, es muy natural que estos elementos
queden reflejados en ellas. Otro factor contribuyente es que
la gran.mayoria de estas obras se han eecrito en funcidn de
protesta, y para que la protests tenga mAXima efectividad
los autores suelen extraer de la violencia los episodios mAS_
brutales. Asi, a pesar de lo desagradables que resultan sue
obras, esperan despertar a1 publico, especialmente a los ha-
bitantes citadinos, a la tragica realidad de 103 sucesoe en

las regiones rurales del pais.

0tra causa de la truculencia es la falta de perspecti-
va historica. Estas obras se escriben cuando los dolores
personales estan todavia punzantes. Se nota, ademAs, que
cuanto mAS intimo ha sido e1 contacto del novelista con la
violencia, mes amarga y truculenta es su interpretacion de
ella.

La novela de la violencia pertenece a1 nuevo rumba que
tomo la novela colombiana a partir de la publicacidn.de Lg
voragine en el afio de 1924. Anota el critico Ricardo
Latcham que I'Colombia ha experimentado ... un notable cam-

1?

bio en sue costumbres literarios que ha influido en el pro-
ceso de su novelistica. Desde Lagvoragine ... se siente un
clima distinto y un potente sOplo que barre con las conven-
ciones y preJuicios dominantes.' Desde la fecha de la pu-
blicacion de La voragine, Colombia, pais en que la honda rai-
gambre de la tradicidn moral no habia permitido un desarro-
llo pleno al realismo y aun.menos a1 naturaliemo, ha sido
testigo del cultivo cada vez mes entueiasta de la novela en
que se estudian los problemas y los abusos sufridos por las

claees bajas.

La corriente que esta siguiendo la novela colombiana
contempOranea tiene, sin duda, un caracter reaccionario. Pa-
ra probar que se han librado de loe vieJo prejuicioe mora-
les, los novelistas frecuentemente exageran el uso de de-

talles feistas.

En resumen, creemos que se puede atribuir 1a truculen-
cia que tienen las novelas de la violencia a tree factoree
principales: 1) 1a naturaleza brutal de la violencia como
fendmeno histdrico; 2) e1 deseo del autor de eetremecer a1
lector con la finalidad de que actde para terminar con la
violencia; y 3) el hecho de pertenecer loe autores a una co-

rriente literaria reaccionaria en que el feismo se emplea

 

9 ”Perspectivas de la literatura hispano-americana con-
temporanea,' Atenea, Tomo CXXXI, Afio XXXV, Abril - septiem-
bre, 1958, pag. 317.

l8

como arma en contra de las restriccionee impuestas anterior-

mente por la tradicidn eclesiastica-moral.

En este capitulo eetudiaremos aquellas obras en que la
truculencia esta mas notoria. Mostraremos cuales elementos
ee emplean para lograr e1 ambiente espeluznante que es tan
comfin en las novelas de la violencia, y al mismo tiempo eva-

luaremos el uso de la truculencia como recurso literario.

10
Viento seco

La violencia se manifesto de una manera especialmente
brutal en el Valle del Cauca, regidn de tierrae fértiles y
bellos panoramas que antafio. sirvieron de eecenario a1 idi-
1io entre Maria y Efrain y que hogafio han sido regadas con

sangre humana.

En las novelas de la violencia escritas por vallecau-
canoe se hacen resaltar 1a brutailidad y el sadiemo. Viento
eggg, de1.médico Daniel Caicedo, es la novela en que la vio-
lencia queda mas impresionantemente descrita. Comenta
Ricardo Latcham: "... Caicedo reveld ... lo que nadie se ha-

11
bia atrevido a describiir.‘l

 

10 Daniel Caicedo, Viento seco, Editorial Nuestra America
(Buenos Aires, 1954).

l "Perspectivas de la literatura,“ pag. 319.

19

Viento seco se eecribid a raiz del incidente que Mons.

German Guzman describe con estas palabras:

E1 mes de octubre marca uno de 103 periodos
mas nefandos de la descomposicion colombiana.
Es asaltado, incendiado y saqueado e1 caserio
de Ceilan en Bugalagrande (Valle), donde los
bandidos dejan cerca de 150 victimas, algunas
de ellas incineradas.
' 12
E1 protagonists de Viento seco es Antonio Gallardo,

oriundo de Ceilan. Un dia Antonio y su esposa, Marcela, re-
greean de sus faenas en el campo para encontrar su casa en
llamas y a su familia moribunda. Logran salvar del incendio'
a su hiJa pequefia, que ha sido violada. Huye e1 matrimonio
de Ceilan, llevando en brazos a su hija estuprada, que expi-
ra antes de recibir atencidn médica. Se dirigen a Cali, don-
de encuentran refugio en la Casa Liberal, recinto que alo-

ja sin comodidad alguna a los campesinos liberales desterra-

dos.

Pocos dias después la Casa Liberal es asaltada por hom-
bres incognitos del “Detectivismo'. Marcela muere en el
atentado y Antonio es encarcelado. Por algfin milagro, aun
después de sufrir las torturas mas horrendas que se pueden
concebir, incluso la castracion, Antonio no muere. Arroga-
do a1 rio por los policias que lo creen muerto, Antonio

vuelve en si. Un barquero negro lo recoge y lo lleva a su

 

12 GuzmAn, pAg. an.

20

casa en donde lo atienden y logran salvarlo de las garras

de la muerte.

Antonio es ya un.hombre sin esperanzas, que ha perdi-
do todo. No Is queda.mas remedio que buscar venganza. Se
une a la guerrilla donde se destaca por su valentia y su ha-
bilidad para capitanear. Un dia cae victima de una embosca-

da y es fusilado.

Viento seco esta dividida en tree partes: la primera,
intitulada ”La noche del fuego”, e introducida por la cita
biblica, ”Mirad, y ved si hay dolor como mi dolor que me ha
venido ..." En la segunda parte, "La noche del llanto", e1
relato llega a su mAximo punto de dramatismo y horror.
Caicedo introduce esta parte con.una cita.muy apropiada de
La divina comedia: ”Abandonad toda esperanza, oh, vosotros,
los que entrAis!" La tercera parte se llama ”La noche de la
venganza" y concluye con la muerte de Antonio Gallardo. En
esta parte la accidn se vuelve mas paulatina y la muerte del
protagonista es casi anticlimatica a todos los horrores que

habian ocurrido en las dos primerae partes.

Los episodios horribles y las descripciones nauseabun-
das que se incluyen en esta novela estan descritae con una
franqueza desvergonzada y con gran objetividad. El atrevi-
miento y la objetividad que Caicedo demuestra a1 relatar los

sufrimientos humanos proceden tal vez de su experiencia como

21

médico. Recordemos, por ejemplo, que estas mismas cuali-
dades se dan en la obra de Mariano Azuela, novelista por
excelencia de la Revolucidn Mexicana, aunque lo truculento
esta mas abundante en Viento seco que en las obras de
Azuela. Para darle a1 lector una idea de loe horrores que
relata Caicedo, vamos a citar e1 pasaje que describe lo que

Marcela Gallardo encuentra a1 penetrar en su hogar ardiendo:

Penetro en el amplio recinto de la sala y al-
canzo a oir e1 lamento de su nifia, mezclada a
los gritos desgarradores de los peones, ama-
rrados con lazos y amontonados en un rincon.

A la nifia seguramente 1a habian dejado por
muerta fuera del grupo, bajo la ventana. La
recogio y apreto contra su pecho y salio en-
loquecida, sin poder hacer nada por los otros,
a quienes devoraban las llamas. E1 viejo Joeé
Gallardo habia sido cegado y otro enorme tajo
dejaba salir los intestinos. Los peones habian
sido castrados y de sue bocas arrancadas las
lenguas. Las dos muJeree presentaban en vez
de pechos dos heridae que manaban trenzas de
sangre. Ambas habian sido violadas y hendi-
das con bayonetas.

19
Mediante una sucesidn de escenas y descripciones como
la que acabamos de citar, Caicedo logra captar e1 tremendo
dolor que la violencia causd en el alma de sus victimas.
El hecho de que el lector conoce 1a violencia a1 través de
las vidas de Antonio y Marcela, dos victimas que sobreviven

por lo menos algfin tiempo, hace que la impresidn que recibe

sea aun mas punzante. E1 lector se identifica con ellos y

 

Caicedo, Viento seco, pag. 58.

 

llllllll‘lllll'lllli'l

22

por este motivo las tragedies que lee acontecen asumen.pro-
porciones de un significado mucho mes personal, y por lo

tanto mes doloroso.

A1 hablar de su novela, e1 doctor Caicedo admite que

en pereonaje'no es el hombre, sino 1a violencia mismas

Mi personaje no es el hombre, es la violenp
cia. Por eso no hay lugar para que el hombre
aparezca, porque si aparece la violencia lo
aplasta. Ese hombre, Antonio Gallardo, e1
personaJe de Viento seco, no cuenta frente a1

torbellino de Ia violencia. h
1

AdemAs de incluir escenas detalladas de la violencia,
Daniel Caicedo usa ciertas imagenes repetidas veces para
captar e1 dolor de sus personajes. Por ejemplo, cuando
muere 1a hija, Antonio 1a entierra en pleno campo dentro de
una fosa cavada por 61 a mano limpia, situada cerca de un

guayacan florecido. El recuerdo del guayacAn florecido vol-
vera.muohas veces a atormentar a Antonio y a Marcela:

...tenia e1 recuerdo amargo de la hiJa. Alli
estaba delante de sus oJos, livida y exangne
en el amanecer ... y, luego, e1 guayacdn.flo-
recido y la tumba pequefiita, y esa mirada ado-
lorida de la hiJa afrentada ...15

 

‘11;

Joeé Raimundo 8030, 'El autor de 'Viento eeco',"§1
Iiempo, Suplemento literario (Bogota, Colombia), 5 de sep-
tiembre de 19 , p g. ,

15 Caicedo, Viento seco, peg. 87.

N

23

En esta obra no hay interés en describir e1 paisaJe
a menos que esta intimamente relacionado con el dolor que
sienten los personajes. Todo el paieaje respira 1a violen-
‘cia. En‘zignto seco los rios estAn tefiidos del roJo de la

sangre humana y el viento es “seco“. Refiriéndose a1 titu-

lojde.la obra, Caicedo ha dicho:

Leyendo y releyendo las paginas de la Biblia
supe de un viento, especie de simdn, un vien-
to seco que lo arrasa todo. Asi es la violenp

cia que yo conoci, y que quise refleJar en mi
libro o '

16

Ademés de tener un titulo de procedencia biblica, en
Viento seco 1a prosa a veces ee torna evangelica, algunas
veces para refleJar e1 dolor de los personajes, y otras ve-

ces para describir 1a destruccidn en tonos proféticos y re-

sonantes:

La caravans. avanzd. La caravans. atravesd el
pueblo y empezd e1 descenso hacia el valle,
iluminada por el incendio que se propagaba
a las huertas, cafetales, potreros y maize-
lee. E1 fuego calcinaba la tierra, y la
tierra echaba humo y esparcia e1 viento. I
e1 viento también.ardia. Y todo se consu-
mia. I las sombras que proyectaban las 11a-
mas también se consumian.

1?

La prosa de Caicedo es muy sencilla, casi exenta de

 

I6
8030, ”E1 autor de 'Viento seco',“ pag. 2.

Caicedo, Viento seco, peg. 67.

24

adornos y de artificios estilisticos. Su léxico es limita-
do, aunque adecuado para el asunto. Escribe con frases cor-
tas, cuya brevedad puede resultar toeca a1 oido castellano,

acostumbrado a frases y periodos més largos.

Cuando Viento seco aparecio por primera vez en el afio
de 1953, suscito un gran furor entre los criticos y el pd-
blico colombiano. A poco tiempo de publicarse se convirtio
en ”best-seller" y en menos de un afio se habian agotado
27,000 ejemplares, tirados en cuatro ediciones distintas,

hecho inaudito en el mundo de las letras colombianas.

Los criticoe estan muy en desacuerdo con relacion a1
valor de Vignto seco. Algunoe la han achacado de ”sensacio-
nalista", mientras otros como, por ejemplo, el prologuista,
Antonio Garcia, 1a han comparado con obras de tanta trascen-
dencia como §;_extran1ero de Camus. Viento seco no esta
exenta de ciertas implicaciones universales por ser un.re-
trato tan impresionante del dolor humano. La obra, sin em-
bargo, no demuestra grandeza de concepcion. Falta 1a imagi-
nacion creativa en la construccidn del argumento. La prosa
peca de pedestre. Nos parece, ademas, que los detalles
tremebundos sobrepasan el limits entre lo artistico y lo pu-

ramente sensacional.

25

18
Tierra asolada

Esta novela de Fernando Ponce de Leon es otra obra

cuya accidn traecurre en el Valle del Cauca, y en cuyas pa-
ginas se revelan la misma crueldad, el sadismo y loe crime-
nes sexuales que quedan descubiertos en.1ignto seco. Hay en
Tierra asolada un estudio mucho mes complete que en Viento
Eggg_de los antecedentes y las caueas de la violencia. En
Tierra asolada Ponce de Leon estudia e1 proceso histdrico

de la violencia en un lugar especifico a1 través de la vida‘
de una de sue victimas. La discordia se presenta como re-
sultado del afAn por el poder politico y econdmico que mo-
tivd a algunos dirigentes del pueblo: e1 alcalde, los poli-
cies, algunos comerciantes, varios politicos y el cura pa-

I‘TOCO.

E1 protagonista de la obra, Jose, es el duefio de un.pe-
quefio almacén de viveres. Al igual que la mayoria de los
protagonistas de las novelas de la violencia, Jose es un
hombre honrado, que vive tranquilamente con su esposa,
Carmelita, sin mayores preocupacionee politicas. Juan, e1
primo de Jose, le guards cierto rencor basado en la envidia.

Juan, como Jofe de Policia, aprovecha de la violencia para

 

W— ‘
Fernando Ponce de Leon, Tierra asolada, Editorial
Iqueima (BogotA, 195“).

26

destruir a su primo. En una escena verdsderamente espeluz-
nante, e1 autor describe como Juan prende fuego a1 hogar de
su primo y después viola s Carmelita, estando ella a1 mismo
tiempo en el proceso de dar s luz. Cuando Jose regress a

su casa, Carmelita ya ha muerto. Decide vengarse, se diri-
ge a la casa de su primo y, con rabia incontenible, lo des-

troza a machetazos.

E1 desenlace de la obra, 0 sea 1s venganza cumplids,
represents uno de los raros eJemplos en este grupo de nove-
las cuando 1a violencia se emplea de una manera, si no admi-

rable, por lo menos Justificable.

E1 argumento de la novela es compleJo y esta bien desa-
rrollado. El autor sostiene e1 interés del lector a1 través
de la obra. E1 climax se prepare logicamente y ocurre casi
al final de la obra. Actdan.en e1 argumento muchos persona-
Jes que ayuden.a dar uns vision bastante complete de todos
los factores que contribuyeron.a 1a violencia en el pueblo
donde vivia Jose. Adamas de loe motivoe politicos, economi-
cos y personales que condujeron a la violencia, se describen
los efectos deeastrosos que tuvo e1 alcohol sobre los propa-

gadores de la contienda.

Ocurre frecuentemente en estas novelas de la violencia
que, para mostrsr los vicios que produjeron ls violencia, los

autores crean ciertas personaaes que, por ser tan.malos y

27

perversos, resultan poco veridicoe. Este es el casa de gig-
rra asolada. Aunque loe 'malos' de esta novels estAn retra-
tados nitids y claramente, dudamos de que tantos seres per-
versos se pudieran reunir en un lugar especifico todos a1

mismo tiempo.

Ponce de Leon demuestra muchs habilidad para presentsr
a las humildes victimas del pueblo.. Las retrata con trazos
realistss sin intentar ideslizarlss. Aunque no logra pene-
trar en la psicologds de sus personajes, e1 autor capta
ciertos gestos furtivos que descubren e1 caracter de 108 in-
dividuos que aparecen en la novela. Para dar un ejemplo, I
citamos el siguiente passje en que se describe a1 maestro de

escuels:

Volvid a chupar su cigarrillo, se acerco a una
puerta de la tienda, 1a entrecerrd y escupio
con decencis; sacd su pafiuelo limpio, por lo
menos ls parte que se veia, porque él acostum-
brabs doblar e1 pafiuelo en diferentes formss
para hacerlo ver siempre limpio...

19
La prosa de Ponce de Leon, como se puede apreciar en

lo arriba citado, es sencilla y directs, a veces bruscs.

En términos generales, 1s novels Tierra asolada tiene vs-

lor por su argumento bien construido y por su valiosa infor-

 

i9
Ponce de Leon, Tierra asolada, psg. 15.

28

macidn documental sobre el proceso de la violencia. Si 1s
prosa tuviera mayor soltura y si hubiera una interpretacion
menos estereotipada de algunos de los personajes, Tierra aso-

lada se podris considerar como una buena novels.

20
Los dias del terror

En esta obra de Ramon Manrique se relata una eerie casi
inacsbable de episodios cruentos que tuvieron lugar en diver-
sas regiones de Colombia. Los numerosos sucesoe estsn tenua-
mente ligados por la complicidad que tuvo en ellos un tal -
Jose Aministiado, seuddnimo de un.ministro que sirvio bajo
e1 Gobierno de Laureano Gomez, cuya verdadera identidad des-

conocemos o

En.Los dias del terror somos testigos de los crimenes
atroces cometidos por los "Pajaros' en el Valle del Cauca,
los 'Buscapleitoe' de Cundinamarcs, los 'Aplanchadores' en
Antioquia y Caldas, y los 'Chulavitas' en Boyaca. La perse-
cucion religiosa es uno de los temas principales de esta

Ohm.

La mayoriaéb 1s accion ocurre a1 través de la concien—

cia de Jose Amnistiado, hombre atormentado por el recuerdo

 

5° Ramon Manrique, Los dias del terror, Editorial A. B. c.
(BOSOtét 1955).

29

de los actos de violencia que fueron directs o indirectamen-
te sancionados por 61. Jose Amnistiado se encuentra a1 bor-
de dela locura. Durante sus ratos de lucidez sale a1 mundo
sdlo pars encontrarse rodeado de caras en que se ve refleja-
do e1 odio. Estas experiencias lo impresionan de tal forms
que se trastorna y vuelve a las regiones subconscientes en
donde lo persiguen los fantasmas de las victimas de la vio-

lenCIa.

Los dias del terror es una mezcls de fantasia y realis-
mo escabroso. E1 autor interprets 1a violencia como uns pla-
ga que se origind en Rusia, después pasd a Alemania, de ahi
a Espafia y, finalmente, a Colombia. La peste causa 1a meta-
morfosis de los hombres en lobos, animales de press que se

nutren de la sangre.

En sue narraciones y descripciones Ramon Manrique em-
plea ciertos eufemismos que aumentah e1 tono de fantasia dia-
bolica que tiene 1a obra. A.Laureano Gomez lo llama ”El Apren-
diz del Brujo'; 1a violencia se conoce como "la era inescrupu-
1osa'; cuando José Amnistiado no esta en la zona del 'SUB'
donde lo carcome e1 recuerdo, se escape a la zona de "NOPENA
DA' (no penssr en nada); los promovedores de la violencia 3e
tachan de 'Hombres-Lobos', etc. En.una parte del libro el
autor describe las tortures a que fueron sometidos los pre-
sos durante la violencia. Cits parte de un poems de T. 8.

Eliot, insinuando una interpretacidn siniestra de las pala-

3O

bras del poets:

Take the stone from the stone, take the skin
from the arms, take the muscle from the bone,
and wash them: Wash the stone, wash the bone,
wash the brain, wash the soul! Wash them,
Va 8h th em 0

21

Ramon Manrique es un buen prosista que manejs fecilmen-
te e1 idioms. Frecuentemente uss un lengnaJe literario y
sdornado para describir escenas terribles, recurso eufemis-
~tico que prests un tono irreal, a la vez que amarga, a la

obra:

E1 sol nuevecito alumbr6 una escena de sangre
y rescoldos. Ya no cantan las pequefias sves
que cantan siempre al amsnecer. Huyeron ssus-
tsdss de los psjaros siniestros que superaron
en garras y ferocidad a los staros Stafalinos
vencidos por la clsve de Hercules.

Huyeron las avecillas para csutelarse en
la frondosidad de la montafia recién despertsda
a1 dis. Como los hombres a sus casss, ellos
habian visto en llamas los pisamos y gualsnds-
yes familisres, y en ellos s sue picones cha-
muscados por el aletazo de los Psaaros Stafa-
linos.

22

En términos generales, Los dias del terror es una obra
demasiado confuss que no tiene trams ni asunto. Contiene un

conglomerado de escenas tremebundas que, por no estar ligadas

directamente a un personaje o a un lugar en particular, care-

 

"‘El
22

Manrique, Los dias delgterror, pag. 295.
Ibid., p48. 15#.

31

can de significado. Sirven dnicamente para eetremecer a1
lector. AdemAS, 1s obra da 1a impresidn de que el autor

esta fascinado por lo truculento y lo grotesco.

CAPITULO III
EL VALOR DOCUMENTAL DE LA NOVELA DE LA VIOLENCIA

Ls mayoria de las novelas de la violencia tienen es-
caso valor literario. Debido a que casi todas estas obras
tratan.muy de cerca a la realidad histdrica, les falta 1s
imaginacidn creativa, 1s objetividad y especialmente ese
ingredients que se puede llamar 1a originalidad de concep-
cidn. Muchos de los autores que han cultivado la novela
de la violencia no son literatos de profesion, y en sus
obras se nota 1a falta de eXperiencia y de pulimento artis-
tico. Escriben pars protestar en contra de la injusticia
que han presencisdo y sus obras tienen mas de testimonio per-

sonal que de novela creativa.

Advertimos, ademss , que la mayoria de estas obras pre-
sentan una vision bastante partidaria de la violencia, debi-
do a que sue autores comparten de las encendidas pasionee
politicas que fueron, en parte, causa y también resultado de
la época. Casi todas las novelas que hemos tenido la Opor-
tunidad de leer presentan 1a violencia desde el punto de
vista liberal, inculpando a los coneervadoree por la gran.ma-
yoria de los crimenes cometidos. Asi, a1 Juzgar 1a validez
de la interpretacidn histories que presentan estas obras, hay

que tener en cuenta que, en su mayoria, no son libros impar-

33

ciales ni objetivos.

Con todo, el grupo de las novelas de la violencia ofrece
una amplis fuente de informacidn documental que no se puede
menospreciar. Nuchisimoe de los episodios que se relatan co-
rresponden a la verdad. Es, inclusive, tan fuerte e1 deseo
de los autores de convencer a1 publico de que son veridicas
sue obras que frecuentemente incluyen estadisticas, documen-
tos y hasta fotografias para comprobar que lo que relatsn es
.verdad. Aunque es cierto que esta clase de documentacidn no
pertenece a1 género de la novela y que deevaloriza los meri-
tos artisticos de las obras producidas, tiene, sin embargo,.
mucho valor para el historisdor 0 e1 socidlogo que esté in-

teressdo en la época contemporanes de la historia colombiana.

Hay muy pocas novelas de la violencia que no son docu-
mentales. Todas las obras que estudiamos en el segundo ca-
pitulo, por ejemplo, pertenecen a sea categoria. A continua-
cidn vamos a estudiar algunas obras, que, arnuestro Juicio,
son especialmente valiosas como documentos, a1 mismo tiempo
que demuestran una interpretacion relativamente objetiva de

la violencia.

34

23
Sin tierra para morir

Esta novela de Eduardo Santa represents uno de los
estudios mas completos del proceso histdrico y social de la
violencia. Eduardo Santa es un Joven intelectual de muchs
vocacidn que haste la fecha ha publicado unos diez libros de
diverse indole: novelas, relatos, estudios historicos, in-

vestigaciones sociales y politicas.

Santa ha explicado los propdsitos que lo llevaron a es-

cribir Sin tierra para morir de la siguiente manera:

Lo que el autor se propuso fue sencillamente

tratar de dsr una explicacidn a1 fendmeno de

la violencia politics, interpretendo las cau-
ses o factores determinantes de este fendmeno
que azotd s1 pais en otrae épocas.

24
En su novels Santa presenta 1a violencia no como un he-
cho cumplido, sino como el resultado de un proceso gradual en
que los intereses personales ee sobreponen a1 bieneeter de
la sociedad en general. E1 producto de este proceso es la
desintegracidn de las estructuras que rigen 1a sociedad, dan-

do lugar a1 caos, 0 en el caso de Colombia, a "la violencia".

 

 

23 Eduardo Santa, Sin tierrs_para morir, Editorial Iqueima
(BOSOté’ 195“) o

24 Eduardo Santa, "Observeciones a la critics colombiana,‘

El Tiempo, Su lemento Literario (Bogota, Colombia), 6 de mer-
zo de 1955, pfig. 2.

35

Sin tierra pars morir trata de la violencia en uns po-
blacidn de los Llanos Orientsles que el autor llama Pueblo
Nuevo. En este lugar ciertos personajee simbdlicos implan-
tan y fomentsn 1a violencia para fines personales. Esta e1
“gamonal' que petrocina la violencia para meJorsr su situa-
cidn economics; el politico en ciernes que aprovecha del
miedo del campesinado pars esegurar su eleccidn a la Asam-
blea Departsmental; e1 Corregidor, que use su poder para sa-
tisfacer eu apetito sexual; y los que, motivados por resenti-
mientos personales, se valen de la violencia pare vengarse.
En contraposicion a todos estos esta 1e gran masa inocente
de campesinos, victimas indefensas de las pasionee desvastaé

doras de los que mandan.

Santa logra entreteJer a todos estas personajes dentro
de un argumento bien construido. E1 protagonista de la obra,
Antonio Quiroge, ganadero humilde, es perseguido porque cier-
tos elementos codicien sue tierrae y a su hiJa, Concepcion.
Aunque Antonio es de cuenta del peligro en que se encuentra,
rehdsa abandonar su hogar. Termina 1s novela con el asesina-
to de toda la familia, precedida por la violacidn de las mu-
Jeres. Los esesinoe echan los cuerpoe a1 rio, practice co-

mdn durante toda la época de la violencia.

Los personajes que promueven ls violencia, 0 see e1 “ga-
monal', los policies, e1 corregidor, e1 'cacique' y los demee

'meloe' carecen de veracidsd por ser retratos demasiado este-

36

reotipsdos. En cambio, 1s presentacidn de los humildes es
excelente por su penetracidn sociologica. Gracias a1 uso
efectivo del cuadro de costumbres, e1 autor capta con.mucho
colorido el mundo en que viven los campesinos. Son.muy in-
teresentes e informativas, por ejemplo, las descripciones de
la rifia de gallos, 1s becerrada, 1a serenata, y las numero-
sss reuniones familisres. No hay intento de idealizar e1
ambiente que rodee a1 campesino. Con.muchos detalles el en-
tor describe tsnto lo feo como lo hello. Veamos, por enem-
plo, la siguiente descripcidn de la fonds de Gabriel Duefias,

uno de los humildes 'buenos":

Adentro, detras del mostrador sucio, estaba
Gabriel Duefias 1eyendo un.per16dico viejo.
Ls fonds siempre estaba sucia; e1 piso cho-
rreado de cervezs; veinte o veintidds coli-
1las de cigarrillos, algunas demasiado pe-
quefias, haciéndole compsfiia a doe 0 tree es-
cupas resecas.

25
El personaje mes intereeante de la novels as "El Coro-
nel“, vieJo llanero parlanchin, buen trabajador, portavoz de
las 1eyendas y de la sabiduria popular del Llano. Habla con
frases pintorescss,ueando los modismos tipicos del llanero

colombiano:

Que tal si la contara que hace como unos tree
efios, cuando trabejabs en.La Esperanza de los

 

3 Eduardo Santa, Sin tierra para morir, peg. 61.

37

Santos, me picd una rays en la pate. Yo 1a
vide en la orilla del rio pero ls gedionds
parecia mes bien.una mierda de vaca. I ahi
fue ... 1e puss 1s pate encima. Casi ms
muero, por mi Dios. Haste curs me llevaron
pero como yo no creigo en cures no me quise
confesar 000 6

2

Santa escribe con frases breves y concisas, usando ima-
genes y vocablos sencillos. Aunque 3 veces recae en la ru-

dezs, generalmente su estilo es eXpresivo, como se puede apre-

ciar en las siguientes frases;

Hen tranecurrido varies semanas. Una lluvis
menuda golpes la tierra ardiente del llano.

El viento abanica las palmss y se arrestra
silbando. De la tierra se levanta un olor ve-
getal. El rio ha crecido bastante en los fil-
timos dias y el ruido que hoy hace es estrepi—
tOSOo

27

En Sin tierra para morir se nota e1 esfuerzo cuidadoso
y conoienzudo que ha hecho Eduardo Santa para incluir todas
las causes principales de la violencia. La novela esta es-
crita deeds un punto de vista bastante objetivo y se distin-
gue por la susencie de recriminaciones personales. Es una
obra bien pensada, de esquema riguroso y ldgico. Tiene mu-
cho mérito como documento de lo que peed en Colombia cuando

”... los cuerpos de aquellos hombres fueron errojsdos a1 rio

 

26' Santa, Sin tierra pars morir, peg. 126.
27. Ibid., peg. loo.

38

o colgados de éos arboles, negAndoles incluso la tierra pa-
2
rs morir ...”

29
Qgién dijo miedo

Esta obra de Jaime Sanin Echeverri, publicads en el efio
de 1960, es una de las pocss novelas de la violencia que pa-
rece ester escrita con complete objetivided. En ggién diJo
miggg e1 autor.muestra efectivamente, y sin comentarios per-
sonales ni resentimientos politicos, que la violencia fue re-
sultado de una aberrscion.mora1 sufrida por el pueblo en geé

neral, y no 3610 por algunos dirigentes politicos.

En Qgién dijo miedo e1 protagonista es un campesino anal-
fabeto, Juan de Dios Perez, hombre que se une a la guerrilla
liberal baJo coercion, a pesar de pertenecer a1 Partido Con-
servador. Una vez que Juan de Dios se ha entrenado en el arte
de mater, ss deja convencer de que el camino mes facil para
acumular dinero es el de la violencia. Huye de la guerrilla
liberal y se une a la contrschusma, 0 sea 1a ante-guerrilla
coneervadora. re se considers como asesino y 'eplanchador'
profesional. Se hace agents de la Policis. En.una épocs se

dedica sencillamsnte a1 robo, principalmente pars comprar e1

 

53 Santa, Sig tierra para morir, pag. 7.

29 Jaime Sanin.Echeverri, ggién diJo miedo, Aguirre
(Medellin, Colombia, 1960).

--<§

39

trago que ya la es indispensable. Aunque Juan tiene varies
oportunidedes para trebajar honrademente, siempre vuelve a1
crimen por lo facil que es. Su ectitud hacia su profesidn

se manifiesta en las siguientes cites:

Juencho quedd cesante, con su yegua La Pole,
unos centavos ahorrados y la profesidn de
aplanchador, por si acaso hacia felts esta
especialidad en otro municipio. Ni un solo
dis encontrd placer en este oficio. Cede
vez 1s debe mes tristeza de los horribles
dolores que producia su arms contundente,
nunca empleeda al menos como cortante. Lo
hizo porque tenis que hacerlo. LEn que otra
forms es hubiers podido genar la vida?

30

Queris ver a su muJer. Por ella eran todos
sus visjes, los crimenes, los horrores.31
Juan de Dios Perez es un hombre de fondo cristiano que

se da cuents de que su sctuacidn es inmoral. Sin embargo,
el camino que ha escogido 1e parece facil, y guiado por la
espectative de enriqueceree, no tiene 1a voluntad suficiente
para cambisr eu manera de vivir. Juan as 8610 uno de 103 mu-
chos hombres que hen escogido este camino. Como explica uno
de los personsJes cuando se le pregunten ddnde estdn todos
los agricultores: ”Nadia quiere sembrer porque 1es da mas

32
la guerrs.'

 

5° Senin Echeverri, Qgiég dijo miedo, peg. 100.
31 Ibldog P480 1150 '
32 Ibido , p43. 11]..

40

Durante su susencie 1a familis ds Juan de Dios se di-
suelve por completo. Cuando vuelve a encontrar a los suyos,
se da cuents de la manera radical en que todos hen cambiado.
Su muJer esta esperando un nifio ilegitimo. Su hiJs edorede
se ha convertido en prostitute. Y en hijo, Juan Felipe, as
agents de policia. Se refine la familia con.1a esperanza de
volver a sus tierrae y de captar de nuevo su entiguo modo de
vivir. Pero e1 vicio 103 ha corroido de tel manera que no
pueden reconstruir sus vidas. Le hiJa vuelve a1 prostibulo.
E1 hiJo se une a los bandoleros. Y Juan de Dios se entrega
a la policia, creyendo que el encsrcelamiento es la solucion
mas fecil para su problems. A1 través de la novels el au- ‘
tor nos indica que una vez que el hombre se ha entregedo a una

vide pecaminosa, no hay posibilidad de regeneracion.

Con raras excepciones, loe demas personajes que sctdan
en Qgién diJo miedo padecen de la misms flaqueza moral que
demuestra Juan de Dios Perez. Un eJemplo excelente es el
doctor Alquiles Gallo, descrito irdnicemente por sl autor con
estas palsbras: ”E1 doctor Alquiles Gallo, por su parts, as
uno de los ilustres colombianos cuyo valor tiene que res-
plendecsrse, an honor a la verdad, a todo lo largo de esta
historia.” Este hombre, igual que otros muchos sefiores de
las altes capes sociales, es enriquece graciss a la violencia,

siendo promovedor de la contra-chuema y beneficiario de los

 

 

33 Senin Echeverri, Quién dijo miedo, peg. 75.

41

assltos 4 saqueos de esta 'patridtica expedicidn punite-

tiva'.

A Senin Echeverri 1e interesa mes e1 paisaJe moral que
los espectos fisicos o psicoldgicos de sus personaaes. Hay
escasas descripciones de la apariencie exterior de 108 per-
sonaJes. Lo que mes aeombra en ellos es la felts casi com-
plete de une pugne interior entre e1 bien y el mal. Aunque
todos conocen 1a doctrine crietiane, ninguno de ellos sufre
en demeeie por los pecados que ha cometido. E1 autor es de-
muestra pesimista y haste cinico ante estos personajes que
se entregan con.tanta facilidad a1 crimen. Su cinismo se
percibe en la siguiente cits:

Asi empezeron su cerrera Alvaro, liberal, y
Juan, conservedor, caballero ahora en el Zo-
rro, e1 potro recisn amensado. De la noche
a la mafiane, hetelos a entrambos armados ca-
balleros, sin.mucho de ritual, ni muchs vels
de armas, pero tembién sin nada de voluntad.

35

En este obra no hay, en realidad, detalles escabrosoe ni
escenas muy fuertes. Sin embargo, debido sl clima amoral y
al tono pesimista, Quién dijo miedo causa una impresidn.m33

deeconsoledora que otrae obras en que hay mes truculencia.

 

3h Senin Echeverri, guién dijo miedo, peg. 90.

35 Ibldo, pég.'27.

O

I)

‘DO

0

42

A1 través de las endenzss ds Juan de Dios, Senin
theverri incluye muchas facetas de la violencia. Especial-
mente intereeantee son las descripciones de los guerrilleros,
hombres, en este caso, que no luchen por conviccidn sino por
conveniencia. Asimismo, es excelente 1e parte final de la
novels en que el autor demuestra a Juan de Dios y su familis
viviendo en una choze en un errabal s donde se hen refugiedo
numerosee families afectadae por la violencia. Aqui se ven
claramente las condiciones lamentables en que vivian los cam-

pesinos que habian buscado refugio en las ciudades.

Debido e1 continua muder de lugar de Juan de Dios y a
sus innumerables misiones especiales, e1 desarrollo del argu-
.nento es mes bien episddico, y a veces parece poco coherente.
Una vez que Juan.ha escogido e1 camino del mal, no hay ningdn
conflicto central en su vide, y por lo tanto la obra no tiene

un climax bien sefialsdo.

En este novela los personaJes, 1a geografia y la accidn
son ficticios. Senin Echeverri es uno de las pocos autores
que se ha deeligado suficientemente de la violencia como fe-
ndmeno histdrico para construir una novels en que los sucesoe,
los personajes y los lugares eon.producto de su imaginacidn.
Esta hecho constituye uno de los principales meritos de Qgigg
dijg miedo. No es un simple documento come 10 son.muchas de
las obras que eaten baJo muestra consideracidn. Tiene valor

documental, pero es mes que documento: es novela.

43

36
Lo gue el cielo no pardons

Una de las facetss mes lamentables de la violencia fue
1a actuacidn politics de algunos de los enoergados de la.
Iglesia Cetdlica. Aunque e1 Arzobispo de Bogota habis pro-
hibido toda actividad politics a los sacerdotes colombia-
nos,37 en algunos departamentos del pais se presentsron cs-

sos de c00peracion entre e1 Partido Conservador y la Iglesie

Catdl 168 o

F. Blanddn Berrio, autor de Lo ue el cielo no erdone,
figure entre varios sacerdotes entioquefios que fueron exile-
dos de Colombia por haber suministrado los sacramentos a los
guerrilleros y a 103 liberales.* Blanddn Berrio escribid el
libro con el prOpdsito de exonerar a los sacerdotes exilados
y de describir la violencia de.manera que ' ... los lectoree
veen haste que abismo habiamos llegado en estas horas de la
civilizacidn ..."38 Apsrecid el libro en el afio de 1954, pu-
blicado baJo e1 seuddnimo de Ernesto Ledn.Hsrrera.

E1 personaje central de Lo gue el cielo no pardons es
Gonzalo Jimenez Herrera, cure parroco de Ureme, pueblo cer-

56F. Blanddn Berrio, Lo ue e c elo no erdone, Edito-
rial Minerva (Bogotd, 1954).

3'7 vease Martz, page. 84 y 1&2.

38 Blanddn Berrio, Lo Que el cielo no pardons, peg. 27.

 

O

44

cano a Junta de Uramits, parroquie a cargo de Blanddn
Berrio. Es de suponer que exists mucho elemento autobio-
grafico en este obra, puesto que los dos sacerdotes sufrie-
ron el mismo destinoz e1 destierro. Todas las personas que
aparecen en el libro hen existido: ”Sacerdotes, militares,
policia, autoridades, ciudedsnos, guerrilleros y contrague-
rrilleros que aqui entren en accidn, todos hen sido mis ami-

39

8080.

El hilo principal de la obra trata de la actuacidn del
Padre Jimenez y de varios otros cures vslientes que defen-
dieron s sue feligreses, prescindiendo de sus creencias po-
liticas y sus antecedentes criminales. Vemos a1 Padre
Jimenez tratar ds pacificar a en grey; prestar auxilios a
todos los necssitados; rescatar,bejo gran peligro, los ca-
daveres de las victimas de la violencia pare enterrarloe en
el campo santo; reelizar excursiones a1 monte para adminis-
trar los sacramentos y syudsr a bien.morir a los guerrille-
ros y a sus familisres. edemas de ser un testimonio intere-
eante de cdmo actuaron.algunos sacerdotes frente a la vio-
lencia, Lg gue el cielo no perdona es una buena fuente de in»
formacidn sobre la guerrilla; sus modos de vivir y de luchar,

y su organizscidn social y militar.

En conjunto, Lo que el cielo no pardons es una serie de

 

59

Blanddn Berrio, Lo ue el cielo o erdone, peg. 29.

45

comentarios histdricos, impresiones y episodios que tienen
poce cohesion. De ninguna manera se puede clasificer de
"novela” aunque e1 autor Is he dado ese esignacidn. Sin
embargo, es una obra intereeantisima de leer y muy informa-
tive, puesto que trata de un especto poco conocido de la

violencia.

Como escritor, Blandon Berrio tiene excelentes dotes de
prosista. Eecribe con elocuencia, emplesndo lenguaje cestizo
y expresivo. A continuacidn citamos un pasaje de Lo Que el
cielo no perdons en que se nota 1a prosa artistica de Blanddn

Barrio:

I asi fueron quedando regados a lo largo de es-
te cemino de amergura por donde nadie que conoz-
cs este espantoso viacrucis ds Urame, volvers a
pesar sin horror y sin pavura. Ls natureleza
sintid un estremecimiento en sus entrafias y la
Petris llord sangre de sus hijos... Se ssntis
e1 ldgubreichas! de los machetes y el filo de
las armas hacia crujir los huesos. Los ayes ds
dolor eran ahogados porque e1 pecado es cobar-
de, y el viento peso sobre las cOpas de los ar-
boles trenzando un.miserere que respondian las
hoJas resscas en el suelo, bafiadas por el roJo
de la libertad, a1 compas de las fuentes que
fluian murmurando sue trinos de dolor y de
tristura.#

0

 

40 Blanddn Barrio, Lo gue g1 cielo no perdona, peg. 267.

46

41
GuerrillerosI buenos dias

La obra que mejor describe 1s actuacidn de la guerri-
lla es Guerrilleros, buenos dias de Jorge Vasquez Santos.
Esta obra, igual que Lo us el cielo no erdone, se puede
clasificer como un relato histdrico. La obra trats de la
rebelidn de los campesinos en la regidn noroeete de Cundi-

namarcs, Departamento en que esta situada BogotA.

Los personajee principales de GuerrillerosI buenos dias
son Drigelio Ogarte y Saul FaJardo, dos figures histdricae
que adquirieron fame en todo el territorio colombiano por
sue hazafias como guerrilleros. vasquez Santos capta muy bien
la personalidad de Fajardo, cabecilla que suscitaba en sus
subordinados gran.admirac16n y una lealted ciega.

En este obra se estudisn.muchas facetss de la guerri-
lla: 1s 'mistice' que sostenia los animos de los guerrille-
ros a pesar de las grandee privaciones que tenian que sufrir;
1s disponibilidad del campesino para la contiends; la orga-
nizecion militsr de la guerrilla; los métodos que empleaban
para abastecerse de comida, municiones y armes; e1 papel que
Jugsron las.mu3eres, "los oJos de la Guerrilla“; los efectos
que obraron loe afios de lucha incesante en la mentalidad de

los insurgentes; las relsciones entre la guerrilla y el

 

1 Joreb‘Vasquez Santos, GuerrillerosI buenos dias, Edi-
torial Arsra (Bogota, 1954).

4?

campesinado de la region.

Guerrilleros, buenos dias es un documento de mucho va-
lor histdrico, eecrito en defense de los hombres que se ar-
maron y se sacrificaron para defender su liberted y sus dere-

chos.

CAPITULO IV
EDUARDO CABALLERO CALDERON I LA NOVELA ABTISTICA

Segdn hemos indicado ya, la violencia he producido muy
pocss obras de valor verdaderamente artistico. El novelis-
ts de la violencia en cuyas obras se encuentran mayores me-

ritos literarios es Eduardo Caballero Calderon.

Caballero Calderon,.miembro de la Academia Colombians
de la Lengua y correspondiente de Is Real Academia Espafio-
1e, es uno de los escritores mes insignes de la Colombia ac-
tual. Nacid en Bogota en.marzo de 1910, y desde muy Joven

sintid vocacidn para las letras:

Creo que empecé a sentir 1a tentacion de es-

cribir deeds cuando estaba en el colegio y

tenis unos ocho o nueve afios.

42
Apsrecid su primer srticulo en la prensa cuando tenis

apenas dieciséis afios. Al afio siguiente, Caballero Calderon
fundd, en colaboracion con.algunos amigos, 1a revista,Ԥ;
w. Deeds entonces se ha dedicado a1 cultivo de las

letras y al periodismo.

 

i: g; giempo, Su emento terario (Bogota, Colombia), 26

de octubre de 95 , g. .

49

Poses Caballero Calderon una culture amplis baseda en
fuentes cIAsicas, especialmente los clasicos espafioles. Se
advierte en su obra una influencie muy marceda de la literaé
tura espafiols. Su aficidn por las letras espafiolas y an ad-
miracidn por la madre petria se revelan en las siguientes
palabras, sacadas de Anchs es Castille, libro de ensayos que
publicd después de pesar dos sfios (1946 - 1948) en Espafia co-
mo Encargsdo de Negocios de Colombia:

A1 entrar en Espafia por la rays de Portugal,
cuando venia de Colombia, me asaltd una emo-
cidn.tan.honda que no puedo menos de concre-
tarla en pelabras. No tuve 1e impresidn de
llegar, sino la de volver.

Era aquélla la tierra de loe molinos del Cam-
po de Montiel, que conocia intimamente a tre-
vés de los caminos polvorientoe de los libros
que me ensefiaron a amarle.

43
Gracias a sus excelentes conocimientos de las letras es-
pafioles, Caballero Calderon figurd como compiledor y prolo-
guiste de Cegzantes en Colombia (1948), coleccidn de articu-
loe contribuidos a1 IV Centenario de Cervantes por los criti-
cos colombianos. Caballero Calderon es, ademds, buen conoce-
dor de las letras inglesas y francesas. Entre sue traduccio-

44
nes del francés figuran las Cronices de Marcel Proust.

53 Anchs es Castilla Guis es irituel de Es afie, Tercere
Edicidn, Ediciones Guadarrame (Madrid, 1954), gags. 11 - 12.

“I N. B. Tenemos noticiae de este obra pero no hemos po-
dido encontrar detos especificos acercs de la fecha de publi-
cacidn o la casa editorial.

 

an".

50

Por encima del interés de Caballero Calderon por las
cultures extranjeras estAn sue preocupacionee y dedicacion
a los problemas americanos. Los libros que mencionamos a
continuacion contienen enssyos valiosisimoe en que Caballero
estudia a1 hombre y la tierra smericana: LatinosmériceI un
mundo_por hacer (1944), Americanos:y_europeos (1957) y Sugg-
méricaI tierra del hombre (1956). En este ultimo figuran en-
ssyos interesentisimos de temas muy.diversos. Algunos son:
”E1 alme de la selva', ”E1 hombre y el paissje", ”La ciuded

45
imperial del Cuzco", y ”Elepanoemérica en sus novelistas”.

Ests autor de intereses ten veriados también he eecrito.
una serie de cuentos historicos destinedos a lectores infan-
tiles. La eerie, publicads en 1955, se intitula Le historia

en cuentos y consts de cuatro volumenes.

En eu obra novelistice Caballero Calderon se ha pro-
puesto estudiar a1 hombre y la realidad colombiana. Siente
las enormes posibilidades novelisticas que ofrece su medio
ambiente y una y otra vez insists en la necesidad de retra-

ter s1 hombre americano. Dice, por eJemplo:

Hay, puss, para todo el mundo; hay materiel
novelistice para toda clase de novelas: la

 

1+5
Caballero Calderon, Suramérice tierra del hombre, Se-
gunde Edicioh, Ediciones Guadarrama (Madrid, I956).

51

filosofica, 1a psicologica, 1a social, la

de tesis, la picaresce, 1a policisce, la de
meses, la de tipo biOgrafico, 1e naturalis-
ts, la tremendieta, 1a urbane y la rural

mes otros goneros que podrian florecer entre
nosotros y cuya clasificecion literaria no
existe aunque sea uns autontics realidad co-
lombiana. Me refiero a la novela politics y
a la novela estatal... Con rezon escribia al-
guna vez Luis Alberto Senchez, e1 perusno, que
Américs es 'uns novela sin novelistss', pues
particularmente de Colombia es podria decir
que es una muchedumbre de personaaes noveles-
cos en busca de un autor.

Entre las novelas de Caballero Calderon figuran: ‘g;

arts dg Iiyzgsig gofiag (1943). La penflltima hora (1955),
E; Cristo de egpaldee (1952), Siervo sin tierra (1954) y
Magus; Pacho (1962). De éstas, las tree ultimas menciona-

 

des eston relacionedas con.1a violencia.

4?
g; Cristo de eepaldas es la primera novela que escri-

bio Caballero Calderon a raiz de la violencia. En este obra
e1 autor eleva el tema de la violencia por encima de sus cir-
cunstsncias historicas y geograficas, y lo convierte en inp
grediente para presenter en forms novelistice 1e lucha entre
e1 bien y el mal. La violencia se presenta como uno de los

resultadoe de la ignorancia y la ceguedad moral que caracteri-

 

4E54E; Tiempo (Bogota, Colombia), 26 de Julio de 1957,
P80 0

#7 Eduardo Caballero Calderon, E1 Cristo de es ldas, ”Pri-
mer Festival del Libro Colombiano", TeIleres Grzficas Torres
Aguirre (Bogota, sin fecha).

52

zen a los habitantes de un psquefio pueblo montafiés a don-

de llega un cure joven e idealista con la esperanzs de in-
troducir ls doctrine cristiana. Hay dos conflictos princi-
pales que se desarrollan dentro de la novela: el que se‘pre-
senta entre e1 curs, simbolo del amor cristiano, y sus feli-
greses, seres deformedos por el odio y la ignorancia; y el
conflicto que ocurre dentro de la conciencie del cure, donde
sus deseos de alcanzer 1a perfeccion espiritual se encuentran

en pugna con sus inclinaciones y flaquezas humanas.

E1 cure, a quien e1 autor nuncs da nombre, es un hombre
idealista y sensible que rechaza la vida contemplative y se-'
rena del seminario a favor del camino ascético de la humil-
dad. Pide a sus superiores que lo envien a1 "... ultimo cu-
reto del pais, e1 mas remoto y anoano ..."48 E1 pueblo a
donde lo asignan represents la vie de purificacion, camino
tortuoso que presenta todos los obstaculos que el asceta ne-
cesita vencer para ascender a Dios: 1a tsntacion, 1a soledsd,
1a dude y las privaciones materiales. En la figure del curs
hay muchas reminiscencias del misticismo tradicional espafiol,

cuya esencie se ha mentenido viva a1 través de los escritos

de los grandee misticos del siglo XVI.

E1 Cristo ds espaldes principle con el largo visas que

realize e1 cure para subir a su nueva perroquia, pueblo si-

 

48
Caballero Calderon, E1 Cristo de espaldas, peg. 19.

53

tuado en las cumbres de la montafia. A1 aproximarse al

pueblo una rays de luz ilumina e1 paiseje y el curs perci-

be:

Una meta de freilejon, peludo y gris como la

orejs de un burro, brotaba entre las grietes

del barranco. Su flor amarills tiritabs me-

cida por el viento. A la orilla de un rio

que espsjeaba en su lecho de rocas, resplen-

decia el pueblo en medio del valle, blanco,

limpio, luminoso. La torre de la iglesia era

1a flor del freilejon, apuntando a1 cielo 1e-

choso del paramo, que cernia la luz de las

primeras estrelles.

49
En este pasaje tan bellamente eecrito, e1 autor capta

con gran ecierto 1a sensacion del paisaje. Es un paisaje
intimamente ligado a la psicologia del protagonista. En
este momento reflejs e1 optimismo y las ilusionee de este
hombre de Dios que cree haber encontrado e1 lugar donde a1-

canzara 1a perfeccion.

Le imagen del frailejon es empleede una y otra vez pare
describir el pueblo: e1 frailejon, plante.montsraz de hojas
grisaceas, cuya vulgaridad contrasts con la belle flor que
engendra. Cuando al final de la novela e1 cure se aleja del

pueblo, vuelve la vista hacia atras:

 

R9 Caballero Calderon, El Crieto de espaldas, peg. 9.

54

Lo vio un memento como lo viera la primera
vez, dssde 1e rocs del Alto do la Cruz: blan-
co, limpio, luminoso, con la torrecita mocha
de laiglesia que se srguia como la flor del
frailsjon, epuntendo el cielo grisoso que
csrnie la luz ds las primeras estrelles.

50
Le primera conversacion que sostiene e1 cure establece
e1 tono que predominara en todos sue futuros intentos ds
comunicaree: la falta de comprsnsion. Se vs, ademds, en
las palebras del sacristén, a quien 61 sure so dirige, 1e he-

bilided del autor para evocar e1 sentimiento humilde popular:

-- AEs grands el pueblo? -- pregunto.

-- zone dice sumerco?

-- AEs grands el pueblo?

-- LQue!

-- AQus si es grands el pueblo?

-- E1 viento no me dejeba oir ... [sic. LGrande
el pueblo? ... [sicQ] A116 10 verd ustsd.

51
E1 secristen es conocido por todos como el ”Cericortado",
debido a que tiene la base abierta de oreje a oreja, como
consecuencia de un machetazo. La desfigurecion fisics del
'Cericortedo' y ds 1a mayoria de las otrae personas con quie-
nes tratara e1 cure, es un indicio siniestro ds 1a atrofis mo-

ral que el cure descubrira en sus corezonss.

 

"—55

Caballero Calderon, E1 C isto de es eldas, peg. 9.

51 Ibido, p43. 90

55

Cuando e1 cure entre en s1 pueblo, 1a lluvis vuelve a
caer. El frio, la neblina, la lluvis, 1a montafia, e1 frai-
lsjon: esto es s1 pueblo a que llega e1 curs recién egress-
do del seminario tranquilo y apecible. Pronto se da cuents
ds que la iglesia y el pueblo, que a primera vista aparente-
ban ser blancos, limpios y luminosos, son, en realidad, su-
cios, oscuros y de un.aepecto abandonado. Las siguientes li-
neas describen e1 estado desconsolador de la iglesia cuando

entre en ella por primera vez e1 Joven cure:

Y tropezando a veces con una banca que gemia
a1 despertar ds un suefio sepulcral, y otras
cayendo de bruces en las grades podridas de

un confesionario, con los brazos tendidos ha-
cia adelants para tentear los obstaculos, e1
cure ssguia en pos del sacristan ... Pasa-
ron por un tfinel largo y estrecho que olia a
moho y debia ser 1s sacristia, puss estaba 11s-
no ds trastos que crujian de pronto, cerrando
e1 peso. Por una puertecills tan baje ds um-
bralado que fue necssario agecharse para fran-
quearla, selieron a un corredor o pasedizo, de
tierra episonada y resbalosa. A trechos tsn-
dria charcos y hendeduras, porque los pies del
cure chepoteaben sonoramente entre e1 berro ...
Una canal rota goteaba sobre un tarro de late.
A1 final del corredor, tree una puerta de made-
ra cuyas hojas batian golpsadss por el viento,
se encontraba la alcoba destinada a1 perroco.

52

La came en donde e1 cure pass su primera noche huele
a sudor y esta infestada ds chinohes. Todo queds a oscuras,

puss no hay luz eléctrica, como tampoco hay ague corriente ni

 

52
Caballero Calderon, El Cristo de espalgss, peg. 12.

56

bafio. E1 cure no he probado bocado en todo el dia. Lo
atormenta 1a sed, pero no la es permitido tomar un refresco
porque a la madrugada tiene que celebrer miss. Para resis-
tir 1a tsntacion trata de identificaree con Jesus, pero la
sed puede mas y el curs bobs. E1 cure he frecssado en esta
primera prueba del espiritu contra 1a earns. Después de go-
zar de la embriaguez iniciel que produce e1 ague, e1 curs se

sobrecoge a1 dares cuents de la gravedad de su pecado:

... se levanto del suelo donde se hallaba
hincado de rodillas, a1 pie del cubo, y en-
tro a la alcoba y se arrojo sobre s1 lecho
para llorar con sollozos que 1e agitaban
convulsivamsnts las espaldas. No pensaba
en nada, como si no supiera hacer otra cosa
en esta vide que llorar.

53
Per encima de la lucha sspiritual que es sostiene en la
conciencie del cure se sobrspone 1a sensacion de la soledad.
Ese soledad angustiosa se vuelve aun.mas punzante cuando e1
cure entre en contacto con sus feligreses y es encuentra a
toda hora rodeado de seres con los cuales no tiene nada en

comdn.

E1 Cristo de espaldas es una obra muy condenseda. La
eccion ocurre en un lapso ds cinco dias. En menos de 150
paginas e1 autor rsconstruye toda una eerie de scontecimisn-

tos que llegan a su culminacion durante los mismos dias en

 

53 Caballero Calderon, E1 Cristo de espaldas, peg. 30.

57

que s1 cure esta en s1 pueblo. Dentro de un esquema magni-
ficemente squilibrado, e1 autor intercels episodios llsnos
de accion y de intriga con las cavilaciones introspectivas

del cure.

E1 pueblo del paramo ha sido e1 eecenario ds una lucha
feroz entre dos families: los Quinta Flschas, caciques li-
beralss de antafio, ahora vsnidos e menos a cause de la domi-
nacion conservadora ds ls politics nacional; y los Jefss con-

eervadoree, 1s familis de don Roqus Piraguas.

La noche de la llegada del cure, ocurre en otra parte
del pueblo e1 esesinato del csciqus coneervador, don Roqus
Pireguas, y el dia siguiente todas las pasionee partidaries
del pueblo se desatsn en contra ds los liberales. La culpa
se atribuye a Anacleta, hijo ds don.Roqus y sobrino ds don
Pia Quinta Flschas, criado par oste y converso a1 Partido
Liberal. Anacleto, el supussto parricide, acude a1 cure pa-
ra proteccion, declarandose inocente del crimen. E1 curails
reconoce s1 derecho a un Juicio imparciel y lo defiende ds
la chusma que lo quiers mater. Como consecuencia e1 curs
cobra fame ds “liberal”. E1 momenta supremo de su defense
de Anacleto ocurre cuando s1 cure se colocs entre e1 preso y
sus ercutores, abrisndo las brazos en forma de cruz para im-
pedir que lo fusilen. Este acto heroico y simbolico results

estoril tanta para el cure como para el pueblo.

58

E1 cure ha sufrido mucho por su inhabilided de alum-
brar e1 espiritu de sus pobres ovejes con "la tibia luz ds
1s mansedumbre cristiana”. 4 Siente compasion par sue ove-
Jss 'rudas y montsreces"55 pero no puede amarlas: “Pars’
comprendsr a las hombres hay que ssntirss coma ellos, pero
paraanerlos, es necesario vsrlos dssde 1a cruz, porque de
lo contrario eerie casi imposible perdonarlos.’ 6 E1 cure
lucha para ascender a la cruz, para alcanzer 1a perfeccion
que lo permitira amar a sus feligrsses. Parscs que la la-
gra cuando salve a Anacletc, asumiendo 1s posicion del Crista

crucificado. Pero e1 sure no muere, no es secrificado, y por

lo tanta e1 acto no tiene significado.

Cuando e1 curs recuerda la escena, se llsna ds orgullo,
sentimiento que él reconoce coma defecto moral. Se de cuents
de que no he alcanzedo 1a perfsccion y que todavia no puede

amsr ni perdonar a sus ovejas:

I él no podia sviterlo: estaba llsna de si
mismo, contento haste las lagrimas par aqusl
magnifico triunfo de su voluntad, no sabre
la flaquezs ds su earns, sino sabre 1a.mise-
ria del sspiritu adeno. En este mortificsnte
sentimiento de complacencia personal, tan im-
propio de quien aspire a ssr un senta, s1
principal ingredients are 1a comprsnsion cla-

 

3' Caballero Calderon, El Crista ds espaldas, peg. 72.
55 Ibido’ p58. 75.

56 Ibid., peg. 73.

59

re ds su evidents superiorided sabre los otros.
Me felts caridad, pensaba, porque no puedo co-
locarme dentro ds ellos mismas para comprendsr-
1os, ni me levanto de mi pobre orgullo mortal
hasta el ardiente corazon del Crista para per-
donarlos.

57
E1 problems que atormenta a1 cure no tiene solucion.
Pare amar el hombre hay que ssr psrfecto coma Jesds, pero el
hombre no es perfecto, y si la fuera dsJeria de ssr hombre.
E1 cure tsrmina sus cavilaciones con.una sols efirmecion:

58
'1 sin embargo, hay que salvar a1 hombre.“

A1 trevos del confesionerio s1 cure as informs de que
Anacleto es inocente y que el asesino verdadsro es el se-
cristan, e1 'Caricortedo'. E1 cure, que todo lo sabe, no
puede reveler la verdad y se siente incepaz de poner coto a
la lucha a tiros y machtezos que vs destruyendo 1e tranqui-

lidad del pueblo y ds 1a region circundante.

El lunss, apsnss cuatro dies después de su llegada a1
pueblo, s1 cure recibe una certs del Obispo, quien lo sens
sure por sue actividades politicas y la comunica su decision

de rstirarlo del pueblo. En su carts e1 Monsefior dice:

 

37 Caballero Calderon, E1 Crista de espgldas, peg. 94.

53 Ibid., peg. 141.

60

Aunque esta que voy a decirte, solo debes ta-
merla en sentido figurado, porque aqui no te
habla e1 obispo sino e1 padre, haz cuents,
hiJo mic, que se ts volvio e1 Crista de es-
paldas o

59
El cure decide cellarse, pero 1a contestacion que for-
mula en su interior es esta: "E1 Crista no se me volvio de
espaldas. Excslencis ... Vera su Excelenoia: lo que ocurre

60
es que los hombres 1e volvieron las espaldes a Crista.“

A1 rstirarse del pueblo s1 curs dice: 'lSefior, perdona-
los porque no sebsn lo que hacen!"61 Asi tsrmina ls novels‘
permitiéndole a1 lector varies interpreteciones. Si e1 cure
perdono a sus ovejes con sinceridad, se puede concluir que el-
canzo 1e psrfeccion a que habis aspirado. Es muy posibls que
ese psrfeccion solo se pudo lograr mediants 1a humillecion
complete, a sea e1 rechaza del pueblo y del Monsefior. En ss-
te casa, podriamos decir que el cure he triunfado. Y sin sm-
bargo, ahi ssto el pueblo, igual de ciego a la doctrine cris-
tiana que antes, a por lo msnos asi parece. No obstents, es

posibls que hayen quedado sembredas algunae semillas de ce-
ridad que después florscsran.

 

39 Caballero Calderon, E; Crista de espaldes, peg. 148.

60 Ibid., peg. 148.

61 Ibid., peg. 149.

61

Aunqus las circunstancies que componen e1 fondo histo-
rico ds E1 Crista de espelgag es pueden interpreter coma re-
flsjo ds la opoca de la violencia, no se limitsn.dnicamente
a1 periodo contemporAnso en Colombia, ni tampoco son splice-
bles solaments a see pais. El autor, por siemplo, nuncs in-
dica la fecha de las sucesoe ni hace alusiones a personali-
dades politicas. En el libro no es mencione ningdn lugar geo-
grafico; ni siquiera se da nombre a1 pueblo del poramo. La
violencia es manifissta solamsnte como un elemento de la co-
rrupcion e ignorancia que prevalecen en los sspiritus de los
habitantes del pueblo del paramo. E1 Crista de es aldas, mas
que una novela social 0 politics, es una obra de implicaciaé
nes.mora1es. E1 autor emplea ciertas ingredientss ds ls rea-
lidad colombiana pare dar forms concrete e1 problems sssncial
de su novela. Ese problems se puede resumir en forma de pre-
gunta: LLa religion cristiana, tel como la concibe y practi-
ce este cure idealista, tiene validez cuando se splice a una
sociedad ignorents s inmoral? Como ye indicemos, e1 autor no
resuelvs e1 problems y el lector puede suplir 1a reepuesta de

acuerdo con su prOpia conciencie.

Loe habitantes del pueblo son seres ignorantes que re-
chazan.el hombre que los quiers salvar. Hientras que s1 au-
tor 1ogre a veces penetrar con mucho scisrto en la psicolo—
gia del Jovsn cure, en su tratamisnto de las feligreses ss
demuestra mes un pintor ds carecteres que un psicologo. Las

del pueblo se presentan con trazos alga caricaturescos. Son

62

personajss de contornos que nos racuarden.a Quevedo. Los

dos autores describen los dafectos humanos con detalles muy
realistas, emplesndo las deformaciones fisicss pare indicer
las imperfeccionee moreles. Veamos, por ejemplo, la siguien-

te descripcion do Is criada que trabeje en la casa cural:

A1 reabrir 103 0308, via de pie frente a 61,
saludéndols con una sonrise mslose y estdpi—
da a una mujercits deforms, una especie de
vier-nifia, sin disntes, bizce, con.1os ojos
saltones y cuya coto, grusso como una naran-
3a, 1a levanteba 1a parte begs del cusllo.
Vestia una falda mugrienta que la llegaba e
la mitad de las pantorrillas. Las senos es-
cudlidos, recetados par una bluse ds parcel
y un pafiolon rota y grasoso, 1s chorrsaban
sabre a1 trozo ds lazo can que se eteba las
anaguas.6

2

Caballero Calderon es un excslents prosista. Su voca-
bulario as axtsnso sin ser rebuscado. Sin sacrificar 1a sane
cillsz de expresion, escribe con frases slocusntas, usando
imagnes acartsdas y originales. Espresa ideas profundas an
torminos sencillos. Selpica su prose una gracia fine y alga

burlona, elemento que se puede percibir en las siguientes ci-

tas:

A1 comenzar a predicsr es la escapaban las
ideas como un tropel ds oveJes asustedas...

63

 

E” Caballero Calderon, E1 Crista do as aldas, pég. 30.

63 Ibid., peg. 31.

63

Hey no funciona e1 telégrefo porque Gertru-
ditis amenecio con dolor da cebeze ... fsicJ'
(Cabs advertir que en los pueblos, los ssr-
vicios pdblicos no son entidades abstractes,
como en las ciudades, sino seres de carne y
hueso que a veces se 11amen Gertruditis.)

La gracia que poses 1a prosa ds Caballero Calderon esta

tefiida de lo macabre, elemento que es encuentra también en las

obras de Quevedo. Esta punto que tienen los dos autores en

comdn, edemas ds 1e ssmsjenze que hay entre la prassntecion

de sus parsenajas, indica una influencie bastante marceda del

clasico espefiol sabre Caballero Calderon. Comparsnee, per

ermplo, lee des pessjes que citamos e continuecion, e1 pri-

mera da Quavedo, y al segunda del autor de El Crista de es-

pgldss:

Empezaren luago a sentir su ebrigo, porque
habis pioJo con hambre canine, y otro que en
un bocado de uno de ellos quebreba ayuno do
echo dies.

65

E1 curs, esaeteedo per una legion da chiches
que habian practicedo ayuno con sbstinencia
durante varies dies, y un ejército ds pulgas
que tsnian hambra atrasada, no pagabe las
ojos.

64. CaEEIIsro CaIderon, E; Crista de espaldas, pég. 65.

65 Frandsco Quevsdo, Historia de la vide del Buscon, Es-
pasa-Calps (Madrid, 1962), g. 07-

65 Caballero Calderon, g; gzisto da espaldas, peg. 18.

...

64

E1 Crista de espaldas es la novels contemporAnsa ce-
lombisne que ha recibido mes alogios ds los critices nacio-
nales y extrenjsres. E1 siguiente comentario de Carlos
Hamilton as tipico ds 1e reaccion favorable ds lee critices:

El libro es una novela y una buena novels,
que es las de un tiron. Las descripciones
son magnifices y las persanajss vivientae.
Es tambion.una leccion moral, que no pass
come didectice, sine qua emana de la vida
dramatica, recraade magistrelments por el
autor. Una de las novelas closicas ds 1e
America hispanics.6

8

69
Sierve sin tierra

Con la aparicion de Sierve sin tierra an 1954 ss nota un
cambio definitivo en s1 enfoque de Caballero Calderon. Dice
s1 autor: "... an ella he procurado, prescindiendo de tede
velaided literarie, gelstar puntualmenta 1a vide de un.cem-

pseino colombiano.“

En sue obras anteriores, especialmente Iipgcogus (1942)

65 Historia de la literatura his neamaricena, Vol. II, .
Las Aericas Publishing Co. (New York, 196I), page. 112-113.
69 Eduardo Caballero Calderon, Sierve sin tierra, “Segundo

Festival del Libra Colombiano", Reproducciones Gericas, S. A.
(BogotA, sin fecha).

 

7° 'Autecritica”, E1 Tiampo, Su emsnte 1 terario (Bogota,
Colombia), 21 ds febrero de 1954, p g. 1.

65

y Diarie da Tipacogus (1950), Caballero Calderon habis mi-
rada a1 campesino deeds un punto de vista superior. En di-
shes obras hey una evocacion deliciesa de las ralecienas que
antes existian entre e1 patron caritative (e1 autor) y sus
arrendatarios o peones. Se nota claramente e1 carifie que
siente e1 autor hacia los campesinos; sin embargo, 103 vs

deeds arribs.

En Sierve sin tierra Caballero Calderon desciende e1 ni-
vel del campesino y se identifica can 61. Se mete dentro del
'psllsje' mismo ds su protagonista, Sierve Joye. Comparado
con El Crista de espalgag, Sierve sin tierra es destaca por'
su hondo sentido humane y per la sencillsz aparente con que

88w escrita.

Sierve Joya es un humilde campesino necido an al Depar-
tamento de Boysca, cerca del pueblo de Susecon ”... en la
misma orillita del Chicsmocha, e1 pie ds la Pefia Merede, en
un sitio que 11amen 1a vega del poze".71 Misntres que an
E; Crista ds espaldas Caballero Calderon no fiJa el lugar de
la accion, an Sierve sin tierra todos los sitios nombrados

corresponden fielmsnts a la realidad geogrdfice ds Beyaco.

Sierve as descendients ds una familis de pobres erran-

datarios que han estado vinculedes e la misma parcels ds

 

71 Caballero Calderon, Sierve sin tierra, peg. 9.

66

tierra per muchas afios. Siente un amor antrafiabla per la
tierra an donde nacio, y su dnice ilusion es llegar a ssr
dusfio do an solar. Sierve Joye es un campesino boyacsnse
ds pure cape: henrado, laboriose, anelfabsto con una manta-
lidad qua comprends solamante da les cultives y da 1a tis-
rra. Siembra y cosecha usando las mismas técnicas primiti-
ves que ampleaban sue bisabusles. Es liberal porque si:
"Yo soy liberal porque asi me crisron, y see es la verdad;

72

y como me llama Sierve qua moriro en mi lay."

Durante lee veinte afios que traecurren en la vide ds
Sierve a lo largo de la novela, lo vamos gestsr todos sue
ssfuerzos para comprar 1e parcalita de tierra: "Lo dnice
que vale en esta vide es la tierra, la tierra propia, puss
todo lo demos se scabs y no ds contento." Pare Sierve as
victims da las circunstancias. Es victims de su propia ig-
norancia, de los caciques politicos y los terratanientes
inescrupulesos, ds los que manden, hombres que pidan todo

pars si y que no den nada an cambio. Sierve as ds lee que:

... hacen, amen y.muaren come besties, y do
ellos 3610 se scusrdan las autoridadse cuan-
do ss avecinan las elecciones y as necesario
conducirlos, coma rebafio de ovaJas, a la pla-
za del pueblo mes cercene para que alli meten

 

72 Caballero Calderon, Sierve sin tierra, pag. 131.

73 Ibid., peg. 137.

67

a los maten an defense da una causa que ge-
nerelmante dasconocen.
74
Sierve llega varies veces a1 punto de reunir bastantes

pesos para comprar la tierra, para siempre es la presenta a1-
gdn obstoculo qua imposibilits la compra. Es ancercelado per
haber matado a un hombre, estando los dos barrachos. Perms-
nece mas de dos efios en la carcel sin que en case ss tramite.
Con el motive del ”Begotzo' ss abren las puertas ds las cer-
celes y Sierve huye, no con la intsncion ds robar come piensan
hacer los otros, sino ds rsgrasar a su solar. Cuando Transi-
to, en mujar, enfarma, Sierve tiene que gestsr todos sue aho-
rros para salvarla. Después llega “la violencia” y todos los
liberales tienen que huir frente e 1e ameneza de perdar sue

vidas y sus bienes.

Cuando termina la primera ola de violencia, Sierve re-
gress a sus tierras, habiendo reunido suficisnts dinsro para
pager las arras. Con la escritura firmsda, sa dirige Jubile-
so hacia su casa, para las efios ds privaciones lo hen dejado
an un estado da salud muy débil, y antes de llegar cae muer-

to en el camino.

Transito pids de vuelta las arras para pager e1 antis-

 

7“ Eduardo Caballero Calderon, E1 Tiampo, Su lemento Li-
terario (Bogota, Colombia), 21 de febrero ds 195E.

68

rro ds su esposa. Termine la novela con este comentario
que la hace un vscine: 'lAh vide osta, mane Trensito!

ICon que se qusdo en fin ds cuantae Sierve sin tierrat'

Sierve sin tierra es una novela sumsments conmovedora.
Si las trabajos, lee sufrimisntos y las desilueionss de Sierve
conmusven a1 lector, produce sun mes compssion 1s esposa del
protagonista, Trdnsito. E1 retrete ds Trdnsito es verdadera-
mente maravillaso. Reunidas en la figure de ella sstdn todae
las campasinas boyecanses, mujsrss sufridas ds espiritu inn
vencible. Transite acepta 1a tragedie, la muerte ds dos hi-
Jos y de su esposa, can see rssignacion estoica, tan tipice'
del indie americano. Aunque viva subyugada a la voluntad de
eu merido, Transito es mos astute que ol. Poses lo que en
Colombia ea conoce como la ”malicia indigena', sea habilidad
para Juzgar a las personas y las situaciense con gran scisr-

to, mediante 1e intuicion.

En cuento e1 ssqusma de la obra, lo que mes es destaca
an Sierve sin tierra es la aparente fluidez can que traecu-
rren los acontecimientes y la vida da 108 protagonistas. To-
do ocurrs con gran naturalided de acuerdo con el fluir ince-
sante del tiempo. E1 tiempo da unided a la obra, a la vez
Que represents 1s fuerze destructora que poco a pace as vs

interpeniendo entre el hombre y la realizacion de sus suefios.

 

:3 Caballero Calderon, Sierve sin tierra, peg. 190.

 

69

En ningdn.momanto se nota la mano del autor que dispo-
ne de sus personejss sagdn un plan ideado per 61. E1 argu-
mento parece ester regido unicemants per la realidad y el
tiempo. E1 orden cronologico en que ocurran lee sucesoe, la
felts de manipulecion ds los parsenaJss, y la susencie apa-
rente de técnicas literaries hacen de esta novela una obra

qua engsfia por su sencillez.

Les dialogos ds Sierve sin tierra estan selpicados con
gires pepulsras que dan un auténtice saber de campe a la ax-
preeion. No obstents, Caballero Calderon emplea lee pepuls-
riemos can suficisnts mssura para que a1 significado siempre

asto claro. Véese e1 siguiente ermplo:

Me parecio, con pardon del patron aqui pre-
sents, que en sees escritas no se mientan las
escurrejas ds 1s tema, y ese derechito lo ts-
niamos ganado dssde antes de que nos achsron
los godos. A yo me parece, can pardon ds su-
msrco, que sin eguite no vale la pena comprar
ese padregalon donde se pasan tentos trabajoe. 6
7

Como siempre, las descripciones de Caballero Calderon
son magistralss. En el passes citsdo a continuacion en que
es describe s1 escenso ds Transito par uns sends del mente,

es nota a1 talento que tiene s1 autor pars captar s1 ambian-

ta y a los pereonajes con imagenss eriginelss y acartsdas:

76f

 

Caballero Calderon, Sis ve sin tierra, peg. 182.

70

Una figure pequefiita, come one hormiga srrie-
re cergade ds un grane de trigo, trspebe per
s1 camino de la Pafia Morsda. A.vscss as per-
dis detras da une menche de cardonss que la-
vantaban el cielo ds un ezul intense los bra-
zos descarnedos y erizados de sspinas. Ree-
parecia mes cerca y mes arriba, y tras 1a d1-
tima ravuelta surgio dalante ds sue oJos un
bulto informs da trepes que es bambolaaba eo-
brs un par ds piernas musculosas.

77
Sierve sin tierra es une novela social qua retrata ob-
Jetivamanta la vida de un campesino. De esta obra s1 autor
he dicha: ”Es el libro que ellos [las campesinos] escribi-
rien si e1guien.lss hubiera ensefiado s escribir. No he has
cho otra cosa, puesé en mi novela, Sierve sin tierra, que se-

cribir per ellos.“

Sierve sin tierra es una ds las majores novelas que ha-
mos laido sabre sl campesino americano. Plasma la realidad
ds uns opoca definida de la historia y de un campesino, un
siervo sin tierra, que, como la mayoria de sus compatriotss,
muere sin nuncs realizer su dnice aspiracion: comprar su
percslite ds tierra. Con El mundo as anche a ene de Ciro
Alegrie, y Hussiguggo da Jorge Iceza, Sierve sin tierra com-
pone 1e trilegia de las novelas del campesinado en la Amori-

ce Latina.

 

 

77 Caballero Calderon, Sierve sin tierra, peg. 176.

 

78 E; Tiampo S lemento literario (Begets, Colombia), 21
ds febrero ds 9 , p g. .

71

De las obras da Caballero Calderon, Sierve sin tierra
muestra major que ningune a1 problems de la violencia. To-
do el sistema economico-politice que engendro ls violencia
sale a la luz a1 travos de la vida de Sierve Joys. Esta
hombre que es declare liberal haste la muerte, no esta ca-
pacitedo para participar active a inteligantamanta dentro
de un sistema verdaderamente democratice. Debido a su pobre-
ze y su ignorancia, Sierve no encuentra manera de defender
sue derechos. Tampoco lo defienden los organos pdblicos a
pesar ds qua su poder estriba en el vote del campesinado. Les
campesinos, que durante muchas afios habian side ensefiados u
obligades a voter ds acuerdo con la politics de sus patronas,
se sncentreron sin voz y sin representacion en el Gobierno,

y fua esta una da las causes principales da la violencia.

79

Manuel Pacho

Manuel Pacho (1962) es la obra mes reciente de Caballero
Calderon que hemos tenido 1e oportunidad da reviear. En una
parte e1 autor lo llama un "relato” y en etra lo clasifice
come "novela ejemplar“. En todo case, Manuel Pacho es una
obra breve de 160 pagines, en que la accion absrcs apanas tree

9
dies. Per su conetruccion Manuel Pacho es parece a El Crista

 

Eduardo Caballero Calderon, Manuel Pacho, Editorial Be-
dout (Medellin, Colombia, 1962).

72

ds aspaldas mes que a Sierve sin tierra. De las tree obras,
Manuel Pacho es la mas curiess per la originalided del tema
y per la naturalaze alga experimental de las tocnicas neve-

1isticas empleadas.

Caballero Calderon empiaza s1 libro con la que llama un
”Epigrafe', del cual dias: "... epilogo que ha pedido esrvir
de prologo...' ry en que explica:

He llegado a penssr que cualquier hombre per

humilde e insignificanta que sea, tiene algu-

na vez en la vida un memento de aproximacion

a1 oxtesis del mistico, a la intuicion del gs-

nio o al.sacrificio del horas.

80
Manuel Pacho, ls figure central de la novels, tiene a1-

go en comdn can a1 joven cure ds El Crista de espaldas en
cuento a que los doe parsonajss son axpresiones frustradss
del Crista. E1 cure as ofrece come sacrificio ante las mul-
titudes enfurecides, pero no lo maten. Manuel Pacho hace un
viaje de tree dias cargendo su cruz, e1 cadaver do an padre,
a cueetas y tampoco muere. E1 autor dice an al epilogo:
“Para haber side un horas ds verdad, y no apanas un pobre

81
disbla literario, a Manual Pacho 1e falto-morir.'

 

86 Caballero Calderon, Manuel Pacho, peg. 5.

81 Ibid., peg. 168.

...—L

in:

73

En todo lo demos a1 curs y Manuel Pacho son diametral-
mente opuestos, puss e1 cure es un hombre sensible, inteli-
gente y hondo pansador, mientras que Manuel Pacho ea parece
mas a un animal que a un ssr humane. Siempre qua describe a
Manual Pacho a1 autor emplea términos que lo comparan con un
animal: "Manuel Pacho sonrio con su anche beca ds dientas

82
amarilles. Tenés jets ds caballe ls decia e1 vieje;” "Te-

83
nia una vez renca y dssapacible come a1 mugido de un toro;"
'Tiene s1 llsna en las nericss come lee caballos y los pe-

84 .
rres;' "Si no fueras un puarceespin, ta podrie peinar', 1e

85
decia 1e mamita ...;” "Tania una delicadaze y una suavidad
incompatiblss con aquellas manazas da gerila que podian dee-

triper una nuaz da coco come si fuera una cascara ds huevo.‘

Haste las ultimas peginas de la novela, e1 dnico ssr vi-
vo an Manuel Pacho es Manuel mismo. Les otros vivan e1 tra-
vés del recuerdo ds 61. Come Manuel as media brute y no
comprends las cosas muy bien, hay ciertas impresionas que nos
llsgen confuses. Manual Pacho no sntiende claramente las re-

lacionss que existan entre 61, la mujer que él llama la

 

82 Caballero Calderon, Manuel Pacho, peg. 8.

83 Ibid., peg. l4.
8“ Ibid., peg. 39.
85 Ibid., peg. 40.
85 Ibid., peg. 82.

74

“Mamita' y el “viaje", hombre qua e1 considers come padre.
Todas tienen.los ojos azules, 1e marca del abuele, un cure
sspafiol que habis llegado a1 llsna, y que es habis acomodado
tanta que se dedico a criar ganado y a sngendrar hijoe. En
todo casa, los vinculos entre e1 “viaje” y la ”Mamita” pere-
can ssr anormeles, y al autor nos hace sospschar qua Manuel
Pacho es fruto ds relecionas incestuoeas entre padre a hija,
hecho que sxplicaria 1a extrefia conformacion fisics y la de-

ficisncie mental del protagonista.

Manuel Pacho es un llanero que sntiende solo del hate y
de la tierra: "Nadia, fuera del viaje, qua tenis s1 llane en
la palms de la mane y en la punts ds la lsngus, conocia major
e1 llsna que Manuel Pacho."87 Un die llega a la hacienda un
grupo de bandoleros y, mientras manual Pacho esta ascondido
en lo alto de un erbel, maten a todos sue familieres y a les
peones del hate. Con la excspcion del viaje, echan todos las
cedeveres e1 rie. Después ds huir las bandoleros Manuel Pa-
bho bajs del erbel. Carcena las piernas dsl viaje para po-
derlo cargar a cuastas. Con la cerrofia envuslta en un chin-
charro es ache a seminar llano adsntro con rumba s1 pueblo
mos carcane, Orocué. En Orecuo hey una iglesia y Manuel
Pacho instintivamsnte ss siente obligado a darle un entierra
cristiano a1 viejo que, segun sus elucubracienes, lo maracs

mes qua nadie puesto que es hijo de un cure.

 

7 Caballero Calderon, Manuel Pacho, pog. 138.

75

Le caminads a Orocuo dura tree dies, y durante su tre-
yscteria Manuel Pacho vs cavilando y rememorendo lo que ha
sido su vide haste la fecha. Tede ls novels es un campuse—
to ds los rscuerdos alge confuses y deeerdenades de Manuel

Pacho.

En este novela, lo mismo que en Sierve sin tierra el
tiempo jusga un papal muy importente. En aquélls es trats
del fluir netural del tiempo cronelogico, logrado magnifi-
camants per e1 autor. En Manuel Pacho el tiempo es un fe-
nomsno psiquico, que no obsdece a la crenologia, sino e 1e
importancie que tienen ciertas rscuerdos dentro del munde '
interior ds Manuel Pacho. Manuel vuelve numerosas veces e
rumiar un eucsso que tuvo lugar un die en las afueras de
Sogameso: su encuentra con una mujsr, una prostitute, ds
quien es anamoro y per quien trato de suiciderse. E1 oxts-
eis amoreso que experimento Manuel Pacho con aquella mujar

llsna eu recuerdo.

E1 autor sxplica s1 fsnomene del tiempo psiquico de

una manera Clara y fscilments comprensible:

Las hares lantas y fatigosas, mientras ss vi-
van, es vuelvsn raudss y casi es barren y
dessparecen en la msmorie muchas efios mas tar-
de. En cambio equollas que, de pure velacss

y felices, comprimsn 1e realidad en un ins-
tants, cuando se las rscuerds extiendsn su

76

mencha de ecsite sabre largos periodos in-
celores ds 1a vide paseda.
88
A madida que Manual Pacho ea eleja de su hogar, e1 cs-
devsr del viaje se vuelve mes pasado y smpiszs a dsscompo-
nersa. Ye a1 tercer dis cuando tiene Orecuo a la vista,
Manuel esta al punto de dares per vencido. Per primera vez

es de cuents de lo que signifies la muerte del viejo y de la

Mamite y se siente trsmandamsnts sole:

La memits are 1e conciencie da Manual Pacho,
e1 testimonio ds que Manual Pacho existis,
y ahora sin ella se sentie solo, indefenso,
dssamparade come cuando se mecis horas ants-
ras entre e1 chinchorro, sn.pafia1es, con los
ojos quietos y azulss come bolas de vidrio y
las gruesos labios chorreando babes.

89

He llegado e1 momenta ds crisis para Manual Pacho. Es-
ta ten fetigade y ten hambriento que fdcilmsnts podrie acos-
terse y morir. Sin embargo, reconoce eu cobardia a1 no da-
fender el viejo ds lee bandoleros y sabs que en dnica reden-
cion as seguir haste Orocuo. Para distraar los zemures y
para alivier s1 peso del cedever, Manuel Pacho ls certs los
brazos y emprende nuevamsnte su camino. Vencida 1e crisis,
Manuel Pacho logra llegar haste 1a plaza mayor del pueblo, se

ssegura ds que la daran un entierra ceremonioso e1 viaje, y

 

88 Caballero Calderon, Menus; Pacho, peg. 104.
89 Ibid., peg. 117.

v‘

77

ea desmaya, dando fin a la obra.

Dasde e1 punto de vista técnico, Manuel Pacho es tel
vez 1a novela mes intereeante de Eduardo Caballero Calderon.
En la presentacion psicologica del protagonista, en las meno-
leges interioras y en el mansjo del tiempo, se acusen ciertas
reminiscencias feulknarisnas. El autor domina parfactamanta
setos recursos tocnices, logrando que Manuel Pacho, a pesar
da lo tortuesa que es en cronelogia y lo dificiles algunae da
sue alusiones, see, an retrespecto, un relato logico y bien

construido.

En Manuel Pacho se destaca e1 papal qua juegs la natu-
ralaze sabre a1 alme de les hombres. El llsna tiene un en-
canto unico y muy peculiar que Caballero Calderon he capta-
de con gran masstria y con mucho colorido. En algunae de
sus descripciones es note 1e exuberancie de axpresion que se
encuentra en La voragins ds José Eustecio Rivera. Véanse

las siguientes lineas.

Manuel Pacho ... pensaba en sus cases del 11s-
no: las coralas, las cascabelas, las rabessco,
las verrugosas, las mapanAS verdss y amarillas
que morien lentaments an al slambre del corre-
dor; e1 cocli, las gallinetas y s1 pajil con
su pica azefranado y chillido estridente ...
Peneabe que ya hebrian cemenzado e1 rodeo y
los peones asterian tumbando, manaando y he-
rrendo novillos en la corralaja, o domando po-
tros llano adsntro. Un cielo derado y azul,

78

un airs calisnte y vibrants y s1 pajonal que

despide a media die un fulgor que hace deler

los ojos. A 108 1ejos, entre su debls ancie

de marafia vagatal, pasado y solsmna, el Mata

arrestrdndose como un csimAn.rugoeo, entre

verda y negro, con el cuere ondulante.

90
Lo que no convence ds esta obra es el uso ds Manuel
Pacho come simbolo del hombre ”... que ... per humilde a in-
significants que see, tiene alguna vez en la vida un.momente
de aproximacion a1 oxtasis del mistico, a la intuicion del
91

genie a el sacrificio del horas.“ Pueds que Manuel Pacho
see humilde a insignificante socialments, pero no lo as psi-
celogicaments. Manuel Pacho represents un casa de peicologie
enormel. Caballero Calderon he colocado a su protagonista
sabre un pleno casi animal. Al hacer seto, e1 autor destru-
ys toda posibilidad ds que Manual Pacho sea ecaptedo come sim-
bolo trascendsntel, puesto que es un parsonajss que nada tis-

ne en comun.cen 1s humanided an general.

En este relate 1s violencia es un elemento eecunderio.
Les bandoleros que maten e la Mamite y al viaje representan.
una facets de la violencia; sin embargo, los asasinates pu-
dieran habsrse atribuido a otro motivo cualquiara sin alte-
rar radicelmsnts s1 esqusma de la obra. Hey otrae referen-
ciae a la violencia que son intaressntes, para que tampoco

son indiepenssbles.

 

90 Caballero Calderon, Menus; Pacho, pag. 71

91 Ibid.,, p58. 5.

Io.

79

A1 camperer las tree novelas - E; Crista ds espal-

ggg, Sierve sin tierra y Manuel Pacho - que hemos estu-
diado, resalta en seguida 1a gran varisded de tema, do per-
eonajes y de técnicee que emplea e1 autor. Aunque Caballero
Calderon menejs la tonnica novelistice con gran habilidad,
la misma divsrsidad de las recursos empleadas indica una
actitud de experimentecion per parte del autor y nos lleva
a concluir que Caballero Calderon es un novelista que sstd

tedevie en formacion.

CAPITULO V
LA VIOLENCIA DESDE LA CIUDAD

Ya hemos mencionado que la lucha sangrienta que en-
gandro 1e época da 1a violencia se realizo casi exclusive-
manta an al campe, y que sin embargo 1e direccion da 1a con-
tienda procadie frecuentemante de las centres urbanos. Le
mayoria da las novelas que se hen escrita sabre 1a violen-
cia se desarrollan en las regiones rurales entre les campa-
sines. De las pecas novelas que se hen publicado acerca da
las ciudades y de la relecion qua tuvieron con la violencia,
hay dos obras qua tienen gran interés: El die del ogig da
Jose Antonio Oserie Lizeraze, y La ciudad y,al viento de
Clemente Airo.

92
E1;dia del edio

Jesé Antonio Oserie Lizeraze, autor da esta novels, as
une da 10s novelistes colombianos mas distinguides. Perta-
nace a la escuela realista y so he dedicado en su obra al
estudio de los problemas mas graves de la sociedad colombia-

na. Segun Charles N. Steubach, Oserie Lizaraze no he gozede

 

92 Jesé Antonie Oserie Lizeraze, E1 dis del edio, Edicio-
nae Lopez Negri (Buanoe Aires, 1952).

81

de la popularidad que maracs dentro de Colombia, debido a
que ha tratado en sus novelas da condiciones sociales que

93
muchas colombianos prefsririen no contampler.

Entrs lee obras mes conocidas de Oserie Lizerazo figu-
ran.L§ casa de vecinded (1930), obra que estudia lee ssfuer-
zos de un hombre humilde per regenerar a una mujer de male
fame; La cosecha (1935), novela de la vida en las cafeteles;
y El hombre bajo la tierra (1944) en que es sstudie la vida

de los mineros.

E; dis del edio (1952) es una de las novelas mos re—
cientes de Oserie Lizerazo. En este obra a1 autor trezs un
msgnifico cuadro de la vide de los barrios bajos ds Bogete
y de las condiciones sociales qua culminaren en el “Bogota-
ze' s1 die 9 de abril de 1948. Parts de la enorme veracidsd
que tiene esta obra se debe a1 hecho da que Oserie Lizerazo
en una opocs fue reporter da policia, posicion que lo llevo
a conocsr intimamente 1e vide del hamps ds la ciudad de
Bogota.

La figure central ds E1 die del edio as Trensito, sir-
vienta ds origen,cempesino, que por divsreos sinsabores se
encuentra sole, perseguids y dssamparade ants una sociedad
sxsnts de compssion. La viola un agents do policia y quads

inscrita para siempre en s1 registro ds mujerss pdblicas.

 

95 voese Steubach, “The Novels of J.A. Oserie Lizerazo,"
His nia, Vol. XXXII, 1949, pdg. 173.

82

Sin mas remedio acuda a la prostitucion y al través del pres-
tibule entre en contacto con el mundo del hamps. Pass a vi-
vir con un hombre infaliz que se dedica a1 hurto para ganarse

la vide.

Le trayectoria y los infortunies da Transito 1a sirven
a1 autor pare pintar todos les rinconss reconditos de las ba-
jss capes sociales de la ciudad. E1 tema de esta novela, que
es a1 dastino de la class social mas desvslida frente a los
organes publices y las claees adineradas, ss presenta simpli—
ficado y dramatizede en la vida ds Transits. Adamas da ssr
un simbolo de su class social, Transite as un.parsonajs vi-

viente y da parfiles muy humanos.

A pesar da 1a corrupcion del ambiente que la rodee,
Transito as basicaments una persona virtuesa. Desafortuna-
damants su virtud no puede triunfsr debido a que la sociedad
1s ha condsnado. E1 resultado es la frustracion, sentimien-
to qua encuentra su axpresion plane al die 9 da abril de
1948, fecha del “Bogotazo'. En ese dis, cuando se convul-
siona la ciudad de Bogota s raiz del esesinato de Jorge
Eliocar GaitAn, todos los humildes rompen sue lazos de ab-
nsgecion y se lenzen a las calles, robando, destruyendo, ma-
tando y poniende fusge a todo. En ese memento, Transite re-

presents 1a furia de la masa:

83

Transito se errenco a1 pefiolon y lo errojo 1e-

jos porque 1e trababe los movimientes y siguio

cerriendo y buscsndo en s1 suelo cualquier co-

se que la sirviera da instrumente de destruc-

cion, cuando tode su timidez se convirtio en

une furie homicide y gritaba y los sonides la

salien tromulos y estertoraos: I'lMuara, mue-

re!

94
La novela termina con a1 “Bogotazo” sin ofrece solu-

cion a los problemas de los protagonistas. A pesar de que
esta sublevacion es un hecho historico, ss puede interpreter
dentro de un plane mucho mes profétice y amplio: represents
la rsbalion ds 1a masa an centre del orden pfiblico, y tel
come 1a describe Oserie Lizerazo, ls rsbalion parece ssr
inevitable. A1 user a1 “Begotezo' como el climax dramdtico
da E1 die del edio, Oserie Lizerazo logra una eintesis muy

artistica entre las historico y lo ficticio.

E1 movimiento naturalists se interaso mucho en el tema
de la prostitucion. A.poco tiempo ds aparecer ngg del na-
turalists par excslencia, Emile Zola, vieren la luz en las
letras hisponicas une serie de mujsres caidas, hijas aspiri-
tualss de Nana: S ta, del maxiceno Federico Gamboa; ggapa
L care, del chilsno Augusto D'Hslmar; Nacha Ragulgg, del ar-
gentino Manuel Gdlvsz; Ls Melhore del maxicano Mariano
Azuela; y varies mos. Transito, la protagonista de El die

 

94 Oserie Lizeraze, E1 dis del edio. P58. 280.

ID

84

del edio, debs mucho a sus antscasores americsnes y francs-
ses. En este obra es nota sl predeterminismo naturalists
que imposibilits que la protagonista ss aloe per encima de
la sociedad que la he menchsdo y que la mentisne subyugada a
uns vide arrante. E1 predeterminismo de Oserie Lizerazo ss
base dnicemsnte en la influencie neciva del ambiente a de la
sociedad. En este novela no hay rsfsrsncies a dsfectos mo-

ralas o fisicos causedos par la herancia.

Oserie Lizerazo as un.apostol da 1a novela social. En
a1 siguiente resumen,que hace Charles Steubach del credo li-
terario de Oserie Lizerazo ss explicen claramente los moti-

ves que lo llevaron a escribir El die del edio:

The only legitimate contemporary form of the
novel is the sociological. Its function is to
create an awareness of social inequities. It
is not to preach solutions, but to develop
attitudes propitious for the later efforts of
philosophers and, still later, reformers ...
The novel is the form of artistic expression
best adapted to the pursuit of significant
social ends. It utilizes the most rudimentary
spiritual faculties of the multitude and
capitalizes on them for the purposes of social
transformation. Other artistic forms cannot
reach and effect the wide audience necessary
to give them social significance.

95

Hernando Tollez, uno de los literatos y criticos mes
ecudnimss que tiene Colombia actualments, hizo s1 siguiente

 

693 Steubach, “The Novels of J. A. Oserie Lizerazo." p48-
17 .

c.

85

comentario eobrs E1 die del edio: "James habis eecrito
Oserie con tanta dominio intelectual del tema ... Ademds
coneigue otre casa extraordinaria ...: arrencsr de la rea-
lided s infundirles otra vez 1a planitud de la vida, per

96
dalsgecion del arts, a las parsonajss."

El ggg del edio es una obra escrita con pincelsdes vi-
gorosas y rapidas. E1 argumento es intereeante, sencilla y
bien construido. La protagonista, Trensito, es un personejs
de earns y hueso, cuya recuerdo guardamos muoho tiempo dss-
puos de leer 1a novela. A.pasar de que la novela de tesis
as alga passda ds mode, E1 dis del edio contiene un.cuadro
excalente de las condiciones lamentablss en que vivia un

sector ds 1a peblacion begotane antes del 9 de abril de 1948.

97
Le ciudad y el viento

Clemente Airo, autor de La ciudad I s1 viento, es un
espafiol que ha residido an Colombia deeds 1941. Es direc-

tor y fundsdor do is revieta Espigal, y ocupa un lugar pres-
tigioso entre las oirculoe intelectuales de BogotA. .

 

96 §;_Iigmpg, Su smsnto itsrerio (Bogota, Colombia), 25
de octubre do 1953, g. .

97 Clemente Airo, La ciudad z a; viento, Ediciones Espi-
ral (Bogota, 1961).

86

La ciudad a que aluds a1 autor en el titulo de su no-
vels nuncs se nombre; sin embargo, es evidents que se refie-
rs a la capital colombiana, BogotA. Tampoco se fija con
cartsza 1a época sn.que traecurre 1a accion, pero para las
que conocen 1a situacion politics en Colombia durante s1 pe-
riedo contemporaneo, no quads dude ds que la accion compren-
ds lee ultimos afios do Is dictadura de Rojas Pinilla y los

primeros afies del Frsnta Necional.

Le ciudad 1 s1 viento difiera da las demos novelas que
hemos estudiade puesto que incluys entre sue parsonajss
a represententas de todas las claees sociales. En cuento e
la variedad ds los parsonajss que aparecen en la novela y la
técnica que emplea a1 autor para intreducirlos, La ciudedgy
a1 viento acusa ciertas reminiscencias de Manhattan Transfer
de John Doe Passes. Airo salts de un lugar a otro, presen-
tando un corta vertical ds 1a sociedad, compuesto de parso-
najss que, en un principio, no tienen relecion entre 31. Va-
mos e uns empleada da oficins, a un profasor de humanidadss,
a una maestra da piano, a un vendador ds la leteria, a un
aspirants a politice, y a muchas mas. Cede uno tiene sue
problemas personales, sue aspiraciones y sus limiteciones.
E1 autor a veces nos introduce directamante a1 mundo interior
de las parsonajss madiants a1 use ds la técnice del “stream
of consciousness". Ahmedida qua avanza 1a novela empszamos
e conecar lee relecionas qua existan entre los diversos psr-

sonsjes, y al final todos quedan ligados unes e otros. Hay

87

figures principales, pero en realidad no hay un.aolo pre-
tagonista de quien todos depandan a can quien todos sston

rslecionedoe.

Cede parsonsjs forja su vide ds acuerdo can sue ilusio-
nee, y s1 autor nos demuestra que cede cuel es deeilusiona o
fracase en la misms msdida que hays recurrido e la inescrupu-
losidad pare lograr sue aspiraciones. En la cite introducto-
ria a la novela esta 1e clsvs del desenlace que s1 autor da
a las vidas ds sue parsonajss: "Echa tu pen sabre las sgues;
que deepuos de muchas dias lo hallaras”. Netamoe que los
finices parsonajss que triunfan son los que eaten motivsdee
por el amor: a1 profasor de humanidedee y la oficinists por
su amor mutuo; la maestra de piano por su amor materno y
por su dsdicacion a la musica. Les qua buscan 1a fame, s1
poder a s1 dinsro, tarminan en el fracase e la desilueion.
A pesar de ser una novela da implicaciones moralss, Ls ciu-

dad 1 s1 viento no peca ds didACtica ni de morelizanta.

Varies ds las parsonajss que presents e1 autor tienen
relecion con la violencia. Ds ellos, e1.mAs intereeante es
Armando, un joven de origsn humilde que aspire al poder soo-
nomico y social. Su ambicion lo lleva e contreer matrimonio
con una mujsr poco honrada cuya padre es un negociente pros-
pero. Deepuoe de cesado ls teca dirigir un nagocio dashe-
nssto ds su suegro qus consists en epoyar 1e violencia en va-

ries regiones con la finalidad ds comprar a precioe reduci-

88

dos las tierrae daeocupadas. Armando ea encuentra cede dia
.mes amargade y.mas dasilusienado con la vida que ha ferjado,
pare ya que es esclavo ds sue ambicienes, no puede abandonar
e1 poder y la posicion social que ha alcanzedo. Tsrmins ese-
sinade par les mismas bandoleros que 61 habis apoyedo. Airo
capta maravilleeamente 1e psicelogie da este hombre y la lu-
cha que se desarrolla en su conciencie entre la ambicion y

la virtud.

Adamas ds los vinculos personales que unen a las diver-
sos parsonajss que aparecen en la novela, hey una fuerze co-
hesive en el ambiente citadino que avoca e1 autor con gran
maestria. A1 través de la plums ds Airo la ciudad edquiere
una personalidad propia. Msdianta pasajes descriptivos, co-
me el que citamos a continuscion, Airo nos hace sentir la

esencie de la ciudad:

E1 viento temo mas fuerze a msdida que la no-
che avanzaba hacia su muerte. Las nubas co-
rrien come gigantes ssustsdos. "E1 Chive" ra-
signsdo, cen tree a cuatro menedas dentro de
los bolsillos, recorrio cafés nocturnos. Tam-
bién tuvo male suarte. Mas tards eon, fue a
las calles donde a ninguna hers sa detenia e1
comercio del sexo, pero encontro tan solo me-
dia decena de mujsres arrimsdas a los marcos
da lee puertas. Dos, tree veces sonaron las
sirenss come aullidos. A1 amanaoer las nu-
bes se tornaron azulas ... Parecia que hubia-
ra pasado a1 presagio. La ciudad despertaba,
Las sirenss de las fabricee rempieron 1a bru-
me. La ciudad velvia a palpiter entre con-

89

fieds e indolente. Les vocsadoras ds 1e pren-
sa matutina corrisron para espercir s1 carge-
mento de neticies frasoes. Les relojss gira-
ron seguros de la calidsd ds sue engrenajes.

98
E1 viento qua Airo mansions en su titulo es una fuerze
que baja ds las montafiss y que rsvuelve toda la mugrs de la
ciudad, dascubriendo 1s sucisdad oculta en las calles yuan
loe habitantes: “E1 viento baja de las cerros, es filtra por
las resquicios, barre las calles y levante papeles, residues
y haste la tierra que trajsron tantos miles ds zapstoe, ds

betas, ds alpargatas.'

Clements Airo ascribe da la ciudad de Bogoto, 1a socie-
dad y la politics colombiana con gran objetivided y sin.apa-
sionamiante. Esta, sin dude, se debe en.parte a su calidsd
ds sspefiol. En La ciudad y a; Eisnto se nota ademds 1e inp
fluencis do 108 novalistss espefiolee contemporAnsoe, muche
mes marcads en la obra ds Airo que en las novelas de los eu-
toree netamants colombianos. En la conetruccion del argumen-
to y sn lee descripciones ds la ciudad, este novela tiene
alga en comdn, par sjsmplo, con Ls celmsne de Joso Camila

Cele.

 

9 .Airo, La ciudad e1 viento, peg. 201.

99 Ibid., peg. 191.

Q

90

En La ciudad y s1 viento Airo he logrado un equili-
brio perfecto entre la subjative y lo objetivo, entre la na-
rracion, e1 dialogo, s1 monologo interior y la descripcion.
Con la excepcion de cierto sentimentalisme que la sabre en
cuento e1 tratamisnto de algunos ds lee parsonajss, lee se-
res qus desfilan por las paginas ds esta novela son panetrsn-
te y realisticaments ratratados. En conclusion, Le ciudadgy
e1 viento ofrece una pintura amplis y excslentamente logrsda
de la ciudad de Bogota durante una opoca reciente, a1 mismo
tiempo que encierra un asunto que es suficisntsmenta tras-
cendental para intarssar a lectores de otrae partes dal mun-

do.

CAPITULO VI
OTRAS NOVELAS DE MENOS IMPORTANCIA

La gran mayoria de las novelas da 1e violencia no so-
breviviran.al memento actual. Muchas ya es hen agotado y
es muy probable que no es vuelvan a publicar. Per lo tens
to creemos que ears cenveniante, para fines bibliograficos,
incluir en el presents trabajo un resuman breve de todas las
novelas ds 1s violencia que hemos tenido 1a apertunidad ds
reviear. Queremos advertir que no nos ha sido posibls con-
ssguir todas las novelas ds 1a violencia, y por censiguian-
ta las obras qua consideramos an estas paginas no represen-
tan.una bibliografia complete. En la segunda parte de la
bibliografia, que se encuentra en la pagina 108, enumeramos
una liste ds aquellas obras que no hemos pedido localizar,
para que paracen ester ralacionadas con la violencia. Las
obras que aebozeremos a continuacion no tienen gran valor,
y sin embargo msrecen que las dediquemos per lo menes e1gu-

nas lineas.

100
21erra sin Dies

E1 eecenario principal ds Tisrra sin Dies, novela del

 

1°° Julie Ortiz Marquez, Tisrra sin DiOS. Edimex (México.
1954).

92

abogedo, Julia Ortiz Marquez, son las Llanos Orientalas. En
una opoca Ortiz Merqusz habis desempefiado e1 cargo de Juez de
Circuito, y en su obra sacs a la luz 1e cerrupcion da las

cortas, factor que contribuyo an gran.medids a1 aumento de la

violencia.

Tisrra sin Dies esta narrada an primera persons, par un
tel Mario Serrano, banquere oriundo de Bogota que ha pasado
a vivir a los Llanos Orientalas. Serrano as injustamante sn-
carcalado y ecussdo de syudsr a organizer la guerrilla. Ps-
se de cereal en carcel, sufre tortures, ss falsamsnta juzga-
do varies veces, y por fin logra escaper y es exile en Mexico.
Durante e1 afio en que Serrano permansca ancercelado entre en
contacto con numerosos preses que la van narrendo sus histo-
ries. A1 pesar a la cercel central del pais, 'El Panoptico
da la Piedad”, Serrano ss enters ds lo que ha ocurrido an to-

do el territorio colombiano.

Dentro ds este ssquema sencilla e1 autor incluys mdlti-
ples facstas de la violencia: 1a rsbalion del campesino y
su organizecion en grupos de rssistencie; s1 papal que jugs-
ron.los organes religiosos, politicos y judiciales; las tec-
ticae militares que se emplaaron para evacusr lee Llanos y
luchar contra lee guerrilleros; las condiciones que impera-
ban en las carcslss en donde, sin distincion alguna, so he-
cinsben preses criminales y politicos an condiciones verda-

deramente atroces; ls tragedie de las llaneros que tuvieron

93

que abandonsr sus tierrae sin tenar a donde ir ni de que vi-
vir. Sen especialmente imprasionantes los episodios qua
tratan del martirio de un pastor protestante, la persecu-
cion de los llaneros, y la suerta de las viudas y los huer-

fanoe que a menude parecian a cause del hambra.

Las narracienes en primera persona qua componen 1a ne-
vela tienen carecter da reporteje periodistico. Ortiz Mar-
quez tiene buenas dotes de narrader y hay algunos episodios,
come 1a fuga de Mario Serrano, que son verdaderamente amocio-
nantes. Desefortunadamente 1e obra esta tefiids muy obviamen—

ta de resentimientos politicos, hecho que rebajs considerable-

menta su valor.

101
Csrretara el mar

Esta novela da Tulio Bayer tiene lugar an al Departa-
mento da Antiequis. Se relate la historia ds Antonie Uribe,
médico recién graduado que se trsslads al pueblo da Dabaibe
para praster e1 afie obligatorio da Medicine Rural. Aunqua
Antonie prafiere no matsrss an asuntes politicos, pronto das-
cubre que en Dabaibe no hay lugar para el hombre que no esté

comprematido politicamenta. Por sus inclinaciones liberales

tiene que dejar a Dabaibe y es refugia en el mente donde

 

101 Tulio Bayer, Csrretara a1 mar, Editorial Iqueima (Be-
gOté’ 1960).

94

prests ssrvicios modicos a los obraros - 1e mayoria de
ellos, campesinos dssterrades - que estan construyendo la
carrstera el mar. Esta vie represents e1 eslabon entre
Medellin y el mar y signifies un gren.eds1anto para la eco-
nomie del Departamento ds Antioquie.

E1 argumento da gagrstsre el mar as alga confuse y en la
novela hay demasiadas rsfsrsncies e ciertas personalidadee
politicas. Puaeto que la obra trata del ejsrcicio de la pro-
fesion.modica en regiones severamente efligidas par la vie-
lencia, Csrretara a1 mar incluys muchas escenas de un realis-
mo muy fuerte. La novela tiene especial valor documental an
cuento describe las relecionas que sxistian en la region en-
tre lee policies y las militares. A1 mismo tiempo es una de
las pocss novelas sobre la violencia que termina de una mane-
ra optimists, ofreciendo une aolucion parciel al problems de
la violencia: a1 trebsjo rsdentor, en este case, ls termina-

cion de la carrstera a1 mar.

102
ngizentss cerrados

Parscs que el proposito principal de Fernan Mufioz
Jimenez, autor ds Horizontes cerrados, fue el de pinter e1

ambiente psicologice que la violencia produjo an un pequefio

 

105 FernAn Mufioz Jimenez, Horizontee corredos, Ediciones
Ceracol (Manizalss, Colombia, 9 .

95

pueblo ficticio del Valle del Cauca, San Bertelemé. En este
obra hey peca accion y no existe trams central. Predeminan
las cavilaciones de les habitantes de San Bartelemé frente a
la situacion precaria en que se encuentran. Apareca un.meca-
nice, un zapetere, varies mujsres snviudadas, un cemerciante
acomodado. E1 comerciants, don Cristobal Menteczume, es tel
vez e1 personaja mas importente. Aunqua es un.hombre de poli-
tics liberal, prafiere no perjudicar 1e posicion social y eco-
nomico ds que gaze an al pueblo. No quiere compromaterss.

Se ls cree un conflicto interior entre sue intereses economi-
cos y al dsber da luchsr para defender sus idealas contra el
rogimen coneervador. E1 casa de don Cristobal es analogs a

el ds casi tods la peblacion. Se lee presenta 1a gran incog-

nits: que hacer, come defenderse, a donde huir.

Mufiez Jiménez tiene un buen tema, pare he 10 desarrolle.
La obra es muy brave y consists de una saris de impresionas
y escenas que no conducan a ninguna conclusion. El autor es
un buen prosista y es muy habil pare captar a1 ambiente emo-
tive ds sus parsonajss. Creemos qua con mayor elaboracion

Horizontss cerrades hubisra side una buena novela.

103
Les cusrves tienen hambre

El argumento da esta novela large (436 paginas) no as

 

103 Carlos Esguerra Florez, Los cusrves tienen hambre,
Iqueima (Bogota. 195“)-

96

muy convincente. La obra se puede dividir an dos partes.

La primera tiene lugar en el Departamento da Santandar dens
de sn.una fines se rednen trss hombres da muy diverse pro-
cedencia. Durante e1 tranecuro ds varies semanas tienen 1a
oportunidad de conecsrsa bien, da discutir sue conceptos fi-
losoficos y politicos, y da presencier 1a llegada de la vie-
lencia. Tianen qua huir frente a la violencia y durante la
fuga 1s hija del duefio as secuestrada per bandidos. E1 mas
jeven de les tree hombres, un.abegado idealista y de contor-
nos muy romantices, huye a Bogota y treta ds buscar justicia
para la familia agraviada. Pronto se da cuents da que no
existe tal justicia y es encuentra ds un dia para otro per-
seguida per la policia secrets. Tarmina ls novels cuando 1a
policia prende a1 jeven baja 1a acusacion de haber matado a

la hije de su amigo.

Les cusrves tienen hambrs es una obra alga folletines-

cs qua contiene largos apertes filosoficos. En la primera
parte de la novels hay muchas descripciones costumbristas de
la vida santandersana, sn.que a1 autor es demuestra muy pro-
vinciano y alga pedants. En conjunto, Los cusrves tienen
hambre es una novela desigual. Aunque contiene algunae es-

cenas emocionantes, per lo general tiene poco interos.

97 .

104
Un campesino sin raggeso

 

Esta obra ds Euclides Jeremillo Arenge sstudia s1 pro-
ceso do Is violencia en un pueblo de Antioquis e1 travoe de
las vidas de una pareje ds novios, 1e maestra rural y un
jeven campesino. Se dssarrolla entre las dos un amor idi-
lico que es interrumpe cuando 1a pareje tiene que separarse
a cause de la violencia. Muertes cast todos lee habitantes
del pueblo, 1e maestra decide quadaree para ouidar da 1e
parcels de tierra donde los dos esperaben vivir despuoe da
cseerse. E1 novio, que ha tenido qua ingresar a1 ejorcito,
pass largos masee sin poder rsgrasar a su patria chics. Per
fin logra fugarsa del ejorcito, llega a su parcels de tierra
y encuentra a su novia moribunda. Se abrazan las dos y muse
ran, 1e novia por las privaciones que ha sufrido y el novia

por las bales que la disparan los soldedos que lo persiguen.

Un campesino sin rsggsso es una novela correctamsnte
escrita con un argumento intereeante. Los parsonajss y el
desenlace, sin embargo, obedecen a una ssnsibilidsd romen-

tics que dessntona con la opocs actual.

 

104 Euclides Jeremillo Arenge, Un cam ssino s n re ese,
Editorial Bedout (Medellin, Colombia, 1959).

98

105
Mares da rates

Se encuentran en esta novela todos los parsonajss qua
gsnerelments figuran en la novela de la violencia: s1 po-
litico, e1 curs psrroco, los militares, lee policies y las
victimas humildes. E1 autor, Echevsrri Mejia, desarrolls ls
accion an un pueblo de la costs habitado principalmente per
pascadoras. La heroine de Mares da rates, Nelly, trata de
salvar a su pueblo e1 ofrecarss a los ceprichos del CapitAn
del Ejorcito. Nelly aprende que el capitAn es homosexual y
que el objste da sue atencienss no es ella sino eu.hermano
manor. A1 final de la novels sa da s antendsr que Nelly y
su hermano se vengardn del capitdn.aunqua signifiqus repre-
sienes para todos los habitantes del pueblo.

Igual que la mayoria de las novelas da 1a violencia,
Mares ds rates presenta ls violencia deeds un punto da vista
muy liberal. Les parsonajss son buenos 0 males de acuerdo
con la politics qua prefesan. E1 estudio ds 1a psicelogia
enormsl del capitan es intereeante aunque e1 autor no pro-
fundiza lo suficisnts come pars crear un parsonajs da mucho
relieve. Per lo general, el argumento ds Mares de rates as

logico y bien logrado.

 

 

105 Arturo Echevsrri Mejia, Mares de rates, Creeciones
Graficas (Medellin, Colombia, 19 O .

99

106
Viernes nueva

Con la excepcion del ultimo episodic, esta novela da
Ignacio Gomez Devils tiene peca reslcion con la violencia.
Trata da las relecionas que es desarrollan entre un hombre
bastante mayor de sdsd y una mujer jeven y poco respetabls.
A1 través de esta aventura amoresa el hombre trete de esca-
parsa ds la rutins y s1 aburrimiento de su vide cetidiana
come padre de familis. Les dos daciden fugarsa a las Esta-
doe Unidos. En visparae de su viaje astelle a1 'Bogotszo',
acontecimiante que pone fin a sus proyactos. La novela
tiene especial valor per sue excelsntes descripciones ds 1a

sublevacion del 9 ds abril, a see ”viernss nueva”, de 1948.

107
Una semana da miedo

Esta obra da Danaro Cartagena trata de la violencia
madiants las sxperiencias de uns familis que esta veranean-
do sn un pueblo del Valle del Cauca. La obra este tan in-
correctamente redactada que results casi imposibla da leer.

 

106 Ignacio Gomez Devils, Viernes nueva, Imprssiones Mo-
dernas (Moxico, 1953).

107 Danaro Cartagena, Una semans de miedo, Editorial E1
Libsrtador (Bogota, 1960).

CONCLUSIONES

En general 1e novela de la violencia tiene poco valor
literario, salvo en ciertas cases sxcspcionslss, come s1 de
Caballero Calderon. La gran.mayoris ds las novelas da 1a
violencia eon testimonio o reportajae documentalss. A as-
te respecto cabs anotar que a1 tema do Is violencia en la
literature fue debatido ecaloredamants hace algunos afios en
la prensa colombiana. De todos los articulos qua aperacis-
ran, e1 mes valioeo es “Literature y testimonio“, de Harman!
do Tollez, quien dirigio lee siguientes observscionss a1 pd-

blico colombiano:

En primer lugar, convisns advertir que hay una
confusion de criteria respecto a lo que es li-
terature, obra de arte, y lo que as, simple-
ments, testimonio. Parscs, a uzgar por las 11-
bros editados en las ultimes enos, algunos de
las cuales hen marscido un vaste fever dd. publi-
co, que los autores supenan, con la major buena
fe del mundo, que el arts literario ea produce
some un dsrivado del documento. Que bests tes-
timonier para que la fuerza misms de las hashes
reletados, su stroz y vindicativa verdad, de-
tarminen 1e calidsd estética y s1 valor litera-
rio ds 1a obra correspondiente. Ni bests con
a1 documento, ni bests con el testimonio. Pe-
ra la creacion sa necesita muchas cases. Se
necesita ... [sicgl e1 arts literario. Esta
signifies, a su vez, que son impressindibles

101

una vocecion, una ssnsibilidsd, un estilo y
une culture.
108
Aunqus las novelas de la violencia demuestran poco vs-

1or artistico an si, es muy posibls que tengan un gran eig-
nificedo come peso iniciel de un movimiento que este toda-
vis per dassrrollerse. Le novels ds 1a violencia es una me-
nifestacion concrete ds 1a infusion del aspiritu nacional
dentro ds las letras colombianas. Represents 1a vinculecion
del artiste y el pueblo, y es en este lazo donde ss encuentra
su importancie literaria. Para comprendsr major esta fenoms-
ne, cenviene ssbozsr bravemants algunae caracteristices ds

1a tradicion literaria de Colombia y de Is América Latina.

Despuos da ls Guerra de la Independencia a principles
del siglo XIX, lee hispanoamericanes sintieron 1a necesidad
ds separarse ds su hersncie sspafiola tanta an al campe social
came an al cultural. Las corrientss culturalss que predomi-
naron en la América Latina haste e1 siglo XIX aren.una sx-
tension do la culture de la madre patria. Par lo tanto, no
existia una tradicion cultural suténticaments nacional en que
podian epoyersa los recion liberadoe. Les autores necesita-

ban modelos y, al rechazer los que tsnian dentro de la tradi-

 

10 8

El Tiem o Suglemento literario (Bogota, Colombia), 27
da junie de 1954, g. l.

\r‘

102

cion espafiole, tuvieron que volver los ojos hacia otros pai-

sss del mundo, principalmente hacia Francis.

Durante todo el siglo XIX una de las caracteristices de
la literatura hispanoamericana es la imitacion ds formss y
temas extranjsres. En s1 campe do Is novela, per ejemplo, sun
lee obras que tenian.como eecenario a las tierrae americsnes,
estebsn pebladas ds tipoe suropeos y correspondian.e gustos
literarios procedentes da ultramsr. Penssmos, per ejemplo,
en Cumenda, novelits romentica de Juan Leon Mere, cuyas pro-
tagonistas sen indies de las selves scustorianas que es expre-
ssn de una manera puramsnts continental. Marga, 1a obra cum-
bra del romanticismo sentimental sn Hispanoemérica, s pesar
ds sue descripciones raslistas ds paisejes y costumbres, de-
be muchisimo e 1e novela da tema idilico puesta an bogs por

los francssss, Chateaubriand y Saint Pierre.

Le msnifastacion.mos sobresalisnte de este tandencie en
busca ds motivoe s inspiracion an s1 exterior es el movimien-
to moderniste en el campe de la poesia. Les pastes, ciegos
a lo exotica y lo poetico que are su prepio ambiente ameri-
cano, buscsron a su muse poetics an Francis y crearon un.munp
do artificial, pobledo ds diosas griagos, centsuros, cisnss,
princesss, jerdines versellsscos y motivoe orientalas. No
hey dude da que la vision poetics da 103 modernistae are belle
y sumsments artistica. Sin embargo, no corraspondia a la rea-

lidad americsns, a los ssntimisntos y el aspiritu del hombre

4‘

L-L

103

americano.

Cuando a fines del siglo pasado, les novalistas, in-
fluides por s1 realismo y el naturalisme, enfocaron en in-
terés sobre los problemas sociales de eus raspectivos pai-
ses, nacio an Latinoamérics la novels nacionalista. En a1
siglo XX e1 novelists ha logrado penetrar.mas prefundamen—
ta en su ambiente native con la consiguiente produccion de
algunae obras maestras, tales come Den Segupdo Sombra, Dofia
Barbara 0 La voragina.

Colombia figure entre les paisss an donde los hombres
de letras ss han.mantsnide mas alejados da 103 problemas ne-
tamsnts nacionales, prefiriando dedicarse a la possia lirics,
a los estudios humanisticos y linguisticos y e 1e contempla-
cion ds los clasicos. Aunqus ciertas obras del siglo XIX,
come Eagle, de Jorge Isaacs y Manual§,de Eugenio Diaz, no es-
tan exentas da buenos cuadros sociales, no as haste bien en-
trado a1 siglo actual que el novelista sa vincula definiti—
vamente con su propia tierra y motives auténticamants colom-
bianos. La voragins, da Jeso Eustecio Rivera, publicads en

el afie da 1926, sefiela claramente e1 camino a seguir.

Les novelistes da 1a violencia pertenecen a la corrien-
te iniciada per Le veragine. muchas de ellos protestan con-
tra 1a actitud tradicienal del literate colombiano y claman

a favor de una literature nacional vinculada directamenta a1

104

pueblo. Una da sus portavecas principales as Eduardo San-
ta, autor da Tisrra sinégigs. De su articulo, "Reflexio-
nes sobre la literature y el arta colombianos”, hemos ex-
traido algunae lineas qua demuestran su actitud frente a lo
que él llama la “falta de autenticidad" en las letras colom-

bienes:

Pasaban los ejércites dis a die per nuastras al-
deas, caian centenaras y miles de hombres, mu-
jsres y nifies, ardian los campos, las cesachas,
las terres, las ciudades, mientras nuestros li-
teratos, en sus cestillos de marfil, hacian en-
decesilebes a la diose Tatis, agotaban en su re-
torica huecs todos les hombres del psrnaso y do.
1a mitologie, cantabsn las delicies del ejenjo ...
Y en el presenta siglo, depuastes las armas del
combats civil, volvimos los ojos hacia Eurepa y
otros continentes ajanes a1 nuestro para center
a la astepa, a las camalles, a los mexauitas y
a los asfodalos. Ahora pensamos an Proust, an
Moravia, an Largeviet, an Kafka, an Faulkner,
en el existencialisme, y astamos siempre aten-
tes a lo que sucade en ultramsr... Todas es-
tas consideracienes anterioras me sirven de pre-
mise pare confirmar que seguimos ls tradicion
de los inauténtico, y que en ella astamos en la
hora actual.

109

Estas ideas sen representatives de muchas intelectua-
lae qua desean profundizar en el ambiente nacional, as decir,
en lo que para Santa equivala a lo "auténtico" colombiano.
Para Santa, lo mismo que pare otros literatos y critices, las

novelas de la violencia son uns tentative hacia un mayor acer-

camiento entre e1 artists y al pueblo. Caballero Calderon,

 

109 Bolivar, Ndmeres 59 - 60, Enero - Junie da 1961. P388-
113 " ll 0

105

el mas ilustre de les novelistes de la violencia, interpre-
ts e1 9 ds abril da 1948, fecha del ”Bogotazo", come s1 um-
bral de la edad medarna an Colombia, hecho de gran signifi-

cado para la novelistice. Dice Caballero:

... la novelistice colombiena ... en los tree
a cuatro ultimos afios ha recibido un valsrose
impulse gracias a que nuastre siglo diecinua-
vs, moreso y astatico, dssambeco vielantemen-
ts e1 9 ds abril en un siglo veinte dinamico,
inconforma, inquisto, internscional y profun-
daments social. Nadia padre ignorar que en
Colombia a1 siglo diecinueva muere a1 9 de
abril do 1948, asi came an Francis paso a ma-
jor vide en egosto do 1914. El aspiritu de
les tiampos no se rigs estrictamenta per la
cronelogia y el del siglo diecinuave se pro-
longo entre nosotros casi haste madiades del
veinte, can sue costumbras timoretes, su ri-
gido criteria moral, su ideal ds vide burgue-
sa.
......ODOOOOOOOOOOO0.0.0.0000...00.0.0000...
En un.madio asi, quieto, retrasedo, convanci-
do ds que no habis de varier jamas, uns gran
novelistice da tipo social no podrie surgir
nunca .00

Del 9 da abril en adelants 1a sociedad co-
lombiana se desperto a una realidad nueva y
dssconecida. Se entero de que en el fondo de
ella misms farmentaban.morbos y gérmenas cuyo
estallido fugaz y violente are la revalacion
palmeria da que nos estabamos transformande.

110

Para nuastre criteria, todavia no se ha escrita "1a no-
vald‘de la violencia. Sin embargo, si tuviaramos que sefie-

lar al sports mas significativo hecho per la literature de la

violencia, aligiriames Sierve sin tierra, 1a obra de Caballero

 

110 "Divagaciones sobre la novela," E1 Tiem e, Suplsmento
Literario (Bogota, Colombia), 11 de octubre de 1953, peg. 3.

106

Calderon que capta con tanta realismo y tanta sencillez lo
que fue la vida de un campesino colombiano durante la opo-

ce de la violencia.

En las obras de Caballero Calderon, lo mismo que en las
numerosos documentos que ha producido 1a épeca ds 1a violens
cia, Hernando Tollaz encuentra una nota muy halagadore para
el future ds la novela an Colombia. Nos parece eportuno con-
cluir estas observaciones con a1 siguiente comentario da
Téllez: ”Bajo e1 impulse da una gran tragedie social nues-
trs literatura smpiszs a salir de su letarge. Alge come una
corriente viril ds rsbalion y do protests la fertilize. Po-
demos, puss, esperar. El arts siempre as mas largo que le vi-

111
da." .

 

111 Tollez,”Literatura y testimonIO". pee. 1o

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