José ENRIQUE 30136: MOTIVOS DE momo By .(1 I .4. l l Zidia 0.“Stewart A THESIS Submitted to the College of Arts and Letters Michigan State University in partial fulfillment of the requirements for the degree of NAME OF ARTS Department of Foreign Languages 1963 fNDICE DEL CONTENIDO INTRODUCCIGN ..................................... CAPfTULo I. II. III. IV. V. ROD6 Y SU fiPOCA ELNACIMIENTO DE UNA cams. momos DE PROTED: arm LAS PARKBOLAS EESTIm ........... ...... ................. CONCLUSIGN .0..................................... BmLImRAF‘I’A ................................0.... PKGINA 19 37 55 61 65 INTRODUCCIGN No es mi intencio’n escribir una biograffa de Jose’ Enrique Rodd ni haoer 1m estndio de su obra en general. Mi prep6sito es solamente estndiar y anaJJzar su obra maestra: Motivgs de mtg, publicada en 1909. Despue’s de haber lefdo Elfin publieado anteriorment en 1900, podenos notar desde luego que Rodd no podia de node alguno detenerse en esta obra: tenfa que desarrollar can mayor amplitud sue ideas; es- cribir una obra de caracter universal, dirigida no so'lo a la Juventud de Hispanoame’rica sine a la Juventnd de todo el undo, de todos los tienpos. De ah! snrgié su obra magistral, los MW. Una ohra complementa a la otra. Como afirma Jean’s Castellanos, “m the el Evangelio de la educacio'n espiritnal; MW the el EWangelio de la voluntad sirviendo a la vooaci6n."l E: m el propo’sito de Rodd es iniciar entre los 36venes de su e’poca cierto moviniento de ideas para que ellos orienten su espiritn y coordinen sus ideales dentro de las oondioiones de la.vida social e intelectual de la sociedad de su epoca. Rode? defiende la integridad de la persona banana, la superioridad de los valores del espfritu. m lJesfis Castellanos, dos optimistas; lgcturgs z opiniong ogticgs do at: (La Habanax Coleccio’n postma publicada per la Academia Nacional de Art’s y ““35, 1914), pige 1°30 MW estas ideas son estudiadas con mas amplitud y mayores detalles y esta’n matizadas de refleziones y consejos tendientes a to- mentar la formaci6n moral, intelectual y artistica de cada individuo en particular. E1 Motivgs de 30390 descubrimos ya al autor universal qne escribe impulsado no tanto por el sentimiento patriotico, como por el senti- miento humanitario, por el firme deseo de ayudar y gain a sus senejantes. Para mi, esta obra de casi quinientas paginas, es un manantial inagotable de ideas, do ensefianzas que merecen un estudio especial. Mi prop6sito en primer lugar es dar una idea general de la e'poca a la que pertenecio’ Rodé, de las tendencias literarias a la que se afilio y asf establecer su posicicn en la literatura mguaya, o nejor, en la literature. hispanoamericana. Luego tratare' de delinear 1a repercusién de su libro en el mundo intelectual y dar una idea general de los temas contenidos en la obra. Después de apuntar los varies temas, pasaremos a un estndio detallado y mas amplio de cada uno. Rodd ilustra sus mensajes con bellisimas paribolas que, ademas de estar intimamente ligadas a la obra, constitu’yen por sf mismas un magni- fico campc de estudio. Per eso, dedico uno de los capitulos de mi tesis al estudio de sus parabolas, tratando de explicar su correlacidn con el t6pico discutido. No se puede prescindir tampoco de un estudio del estilo rodoniano, ya que el gran maestro urnguayo me an verdadero cultcr del estilo, ya que e’ste ha sido sobradanente estudiado por peritos y no queda iii casi nada por decir; tan solo quiero hacer hincapie en algunas moda- lidades de su estilo parabélico, tan admirable por su belleza y per- fecta coordinacién dentro de la obra. Presupuesto este plan, tratare de dar una visién general de esta verdadera joya de la literatura hispanoamericana. PRIMER (:11me Bond I so bow. Jese’ alrique Rede’, e1 auter de W, fue no 8610 an artista incomparable de la ferma sine tambie’n un ensayista vigerese que nos habla de 1as potencias ereaderas que ceexisten en nesetres, de les sue‘fies, de 1as vecacienes, de 1as aptitudes, y de ese mode, trata de infimdirnes ideas de amor, de serenidad y de censuele. 8n obra refleja sabidurfa y ensefianza, entusiasme y esperanza: su peder de cenfianza del hombre duefie de sf, pene en su obra la ma's firme y bien intencienada virtud de persuasien. Redd rue 1m verdadero maestro que supe educar per medic de sus lihres y para 61 nada temia tanta impertaneia come un eSpiritu bien erientade hacia un future ven- turese. La influencia de Rode esta afin viva entre nesetros y sus libres se hacen ma’s y mas popular-es a medida que les lecteres descubren la sinceridad de su mecnsaje. é]. misme nos dije que dejarfa su personalidad en su obra y cerrespendencia y, en nna de sus cartas a su amigo Francisco Piquet, afirmez Trace’ mi destine en la vida: el de manejar la pluma. I a tal destine me atenge. Hay macho que hacer en America can on instrumente de trabaje y yo me debo a esta America dende mi nembre suele despertar rese- nancias que no son vulgares, eces que vuelven a mi en ferma que me estimula y me enaltece. 230s; Enrique Rede’, Obras cemgtgg, Meien y prdlege a flair Rodriguez Henegal (Madrid: Aguilar, 1957), pag. 1279. ’ Todas las citas de las obras completas seran de esta edicien. 2 Para sentir el mensaje de Rode es necesarie concentrarnes en nesetres mismes: para apreciarle es necesarie cenecer les impulses del ideal y para interpretarle y criticarle es necesarie un cenecimiente general del panorama literarie de su e’peca. Pedemes decir que Rode no tuve precurseres que ammciasen su aparicien en las letras uruguayas; tuve selamente cempafieres autedidac- tas que, come a, luchaban per transmitir sue ideales, sus anheles. A este grupe de escriteres se denomine’ la 'generacie’n del 9003' come cemponentes de esta generacien pedemos mencienar a1 critice Samuel Blizen, a1 novelists Carlos Reyles, al cuentista Javier de Viana, a1 dramaturge Florencia Sanchez, al filesefe Carlos Vaz Ferreira y a les peetas Julie Herrera y Reissig, Delmira Agustini y Maria mgenia Vaz Ferreira. Netames que tedes les integrantes de esta generacien "cen- cibieren su obra desde an plane universal, levantande e1 punte de mira nacienal, ineorperande la literatura nrnguaya a la gran tradieie’n lite- raria de Occidente."3 Bede fue une de les cempenentes de esta generacien, cempartio' de sns ideales, de su entusiasme, pere no se deje' influir per ningune de ellos . Cenviene tedavia apuntar su admiracien per escriteres platenses come Amirés Lamas y m principalmente Jose’ Maria Gutierrez. Une y etre 3Ib1d., pig. 76. 3 inspiraren en Redd el rumba de su carrera literaria. De ellos hered6 su eclecticisme y espiritu ceneiliader entre la tradicidn histdrica y las innevacienes de su e’peca, entre la libertad romantica y la gra- vedad cla’sica, entre la eriginalidad aute’ctena y la influencia de la culture eurepea. Luege con la madurez de su ingenie, descubre las huellas de les pensaderes eurepees y, encerrade en la biblioteca del Atenee, se fami- liarizd cen todas las ideas filese’ficas y sistemas de critica de les antigues y de les modernes. Alli se empape de cenecimiente y de ideas, y su mente, come un fertil suele prepicie al cultivo, empezd a dar bretes de su prepia ceseeha. E1 una de sus cartas a Francisco Piquet, Redd dice cen bastante ergulle: “Mi mayor satisfaccidn es peder decir que cuante soy y valge intelectualmente lo debe a mi esfuerze personal, a mi trate directo cen les libres."5 De un mode general, les auteres y las ideas que ejercieren influen- cia sebre su mentalidad fueren aque’lles que tenian intima afinidad con su indole o que respendieran a su temperamente. El genie de Redd ya habia trasPasade e1 limits de la inteligencia connin que le redeaba. Durante su vida el Uruguay ne pedia efrecer ningfin etre presista de tan gran relieve, un eseriter cuya obra interesara “Alberto Zum Felde, Free 0 t ctu del U (Montevideo: Editorial Claridad, 1941). pag. 2 . 530.16, pig. 1279. u an tede el munde de habla eSpafiela. Ne quiere decir que no habia.pre- duccien literaria digna de neta en el Uruguay'de su epoca; pere tal vez no hubiese una cabeza que pudiera cempetir con la de Redd, con su capacidad de plasmar ideas y pensamientes. Red6 misme recenece la importancia literaria de algunes de sus contemporanees come per ejemple con ecasi6n de un hemenaje postume a Samuel Blixen, afirmfi que E1.nembre do Blixen vivira en nuestra tierra.mientras quede en ella un rastre de interés per la cultura del espiritu y les deleites superieres del arte. Su acti- vidad continua y entusiastica en la propaganda del amer de la belle, de le selecte, de lo desinteresade, bastaria a asegurarle la perennidad del recuerdo, perque esa propaganda tiene, en sociedades come la nuestra, toda la significacién de un.ENangelie, casi siempre mal cemprendide y mal agradecide, pare de una eficacia civilizadera muche més radical y prefunda de lo que imagina 1a vulgaridad. Thmbién a1 criticar Nueveg ggsgzpa gg~cgitica.li§araria z filesdiicg de Alberto Nin Erias, afirma que en su 6peca ya se encentraban espiL ritus capaces de discurrir sebre temas de filesefia, de literatura e de arte, a pesar de lo limitado del ambiante; afiade que lo que les faltaba era la persistencia del interés y tal vez el estimule, e1 incentive. Despue’s del romanticisme, ya a fines del sigle m y principies del sigle XI.surge en.Hispaneamérica e1 gran.movimiente literaria, e1 modernisme, encabezade per e1 genial nicaragfiense Ruben Dario. Red6, en su estudie critice sebre Ruben Dario se recenece medernista y preelama la realidad de esta tendencia en la critica, en el ansaye y 6Ibid., pig. 611. 5 en el cuente filesafice, ademafs de hallarla en la peesia. Del moder- nisma se puede decir que es un mevimiente ecle’ctice, perque en 61 se reunen elementes y temas del remanticisme, del parnasianisme, realisme, naturalisme, simbelisme, decadentisme y etre movimientes del sigle XIX. En el pré'lege a Nmacigggs de Juan C. Blanca Acevedo, Redd reveld su criteria sabre e1 nueve mevimiente: La escuela que hay damina an America, come un cempuesto extrafie de mil influjes difermtes, nos lleva a una inmo- derada avidez de la sensacién desconecida, de la impresicn nunca gastada, de le artificial en el sentimiento y en la ferma; y este es tal vez su finice caracter de uniformidad.7 Una de les rasges del medernisme, segfin Sarah Belle, “as an ten- dencia metaffsicaz' y explica que 'estes artistas admiten un munde in- visible, de henda sugestie’n, a1 cual tienden y con el cual se ebseeionan. Para ellos 1a realidad no termina en la materia que se ve y se palpa, sine que mas alla’ hay regi6n en que les espiritus se liberan durante esta vida y deepue’s de la nmerte."8 Segfin sus ebservacienes, I'esa ten- dencia metafisica de les modernistas, de henda rafz barreca y de sigma rema’ntice, indicaba 1a superacidn del Positivismo en Ame’rica y la aperi- cie’n de un nueve idealisme, tal come lo precenizaba Redd an ”Rumbas nueves."9 Este es un articule de critica literaria en que Rade’ cements e1 libre W de Carlos Arturo Torres: 7Ibid., pig. 963. 8Sarah Belle, mode sme U (Montevideo: Impresera Uruguaya S. A., 1951 , pag. 01. 91b1d., Pig. 102. 6 El sitivisme, que es la piedra angular de nuestra forma- cien intelectual, no es la cupula que la remata.y corona; y asf came, en la esfera de la eSpeculaci6n, reivindicames, contra les mures insalvables de la indagaci6n positivista, 1a permanencia ind6mita, 1a sublime terquedad del anhele que excita a la criatura humana a ancararse con la fundamen- tal del misterie que la envuelve, asi, en la esfera de la -vida y en el criteria de sus actividades, tendemes a res- tituir a las ideas, come momma y ebjete de les Mhumanes prep6sites, muches de les fueres de la seberfl f0 que les arrebatara a1 desberdade empuje de la utilidad.o En el final del sigla XIX netamas en el ambiente literaria del Uruguay nuevas tendencias estéticas e ideol6gicas: e1 realisma lite- raria y el positivisme filas6fice. Arturo Ardae, en su estudie sabre e1 positivisme en el Uruguay nos afirma que el misne surgi6 deepués del 75, aunque antes tuviera ya algunas expresianes. Le iniciaren Angel Flare Costa y Jes6 Pedro Varela; le impulsaren eficazmante Jesé Arecha- valeta y Julie Jurkewski, prefeseres de la Facultad de Medicina; per- senific6 su hegemonia en la Universidad Alfrede‘Vésquez Acevedo, Rector casi sin interrupci6n desde 1880 hasta 1899, cansiderade e1 verdadero jefe del pasitivisma uruguaye de la 6peca.ll Pare e1 triunfe del posi- tivismo en el ambiente universitarie se censum6 s6le hacia 1890; Herbert Spencer, el nueve Arist6teles sistematizader del pesitivisme cientffice del sigle XIX, fue el pensader predeminante en las citedras de filesefia; 1°Rod6, pég. 504. - llArturo Ardae, filesefia on U a s 0 xx (Mexico: Fonda de Cultura Eccnemica, 195 , pag. 15. 7 an auteridad lleg6 a ser casi dogmatica y su dectrina de la eveluci6n, la ensefianza aficial de la Universidad de Montevideo. E1 critice Alberta Zum.Felde en su Precese intelectual del gzggggz,ebserva que desde entences y durante més de veinte afies, el svelucienisme spenceriane demin6 en la intelectualidad universitaria del pais. Afiade que mientras el pasitivisma spenceriane ha influide an 1a esfera politica, parlamentaria y juridica, el positivisme de indele socialists y el individualisme nietzcheane influyeren sabre la litera- tura an cuya campe actuaban les intelectuales autedidactas. Annque aute- didacta, Red6 fue adepte del pesitivisme spenceriane, para la super6 m6s tarde con su idealisme nato, influide par les pensaderes positivis- tas representantes de la final inflexi6n idealista del pesitivisme franc6s: Renén, Guyau, Taine. Red6 nos dice en sus Rumbas nueves que La iniciaci6n pesitivista dej6 an nesetres, para la espe- culative coma para la de la practica y la acci6n,m patents sentide de relatividad; 1a justa censideraci6n de 1as realidades terrsnas; la vigilancia e insistencia del aspiritu critice; la descenfianza para las afirmacienes abselutas; el reSpeta de las cendicienes de tiempe y de _ lugar; la cuidadesa adaptaci6n de les medias a les fines; e1 recenecimisnte del valor del heche minime y del es- fuerze lento y paciente an cualquier g6nere de obra: e1 desd6n de la intenci6n ilusa, del arrebate est6ril, de la vana anticipaci6n.13 6, pig. 27. 13923-31.» P580 505- I'més adelante afiade: Semes les neeidealistas, e precurames ssr, came e1 manta que, ysnde deSplegadas 1as velas, mar adentre, tisne can. fiade e1 timon a brazes firmes, y mmy a mane la carta de marear, y'a su gents muy disciplinada y sabre contra les sngafios de la enda.l Ebte tone idealista de Red6'ya estaba presents también en su‘Agigl cuande emprssa un ideal patri6tico; idealista en Mbtivgg d3 Pretgg cuande, independisnts de cualquisr patriatismo, demuestra su.preecu~ paci6n per la formaci6n moral de cada individuo. Red6 fue un maestro de idealismo y’de ess mode ser6 siemprs e1 guia eSpiritual ds 1as nusvas gsneracienes ann despu6s de que hayan desaparecido mmchas doctrinas eensagradas de la actualidad; 61 can. tinfia sisnde s1 maestro de les aspiritus j6vsnes perqus su obra ser6 duradsra; duradsra principalmsnts per la cenvicci6n de sus ideals: y en segunda lugar perque Jamie pretendi6 srigir con su esfuerze una desciplina rigida y'escelistica, ni una dectrina incenmovible, ni una capilla de arte, ni un r6gimsn para el sapiritu, ni una nerma invaria- ble para la conducts moral. 1“:o1o,, pég. 505. smtmao CAPI’TULO EL NACMENTO DE UNA OBRA Despu6s ds esta idea general de su persenalidad y de, su 6peca, cree m6s f6cil la comprensi6n del centsnide y del msnsajs de sus Memes ds Pretsg. Este libre fue sin duda alguna su obra maestra, escrita entre 1901+ y 1907 y en ella ss reflsja 1a intsligencia de este uruguaye ilustre. De acuerde can Red6 misme, 1a obra no time fin, es decir, siempre se puede dessnvelver m65 y I163 y la importante es que, a pesar de sus digresienss, mantisne siempre sl misme pensamiente capital y de ahi una magnifies ramifieaci6n ds ideas. . gauge; g2 getg puede ser censiderade un libre universal ya que les censejes y pr6dicas que centiene pedrian ajustarse. a cualquier Jeven del munde; esta obra no es una pr6dica social sine un libre de msditacienes y censejes individuales. “Es, dice Red6, un libre on per- petue devenir, un libre abierte sobre una perspective indefinida."15 ' Esta idea de renevaci6n persnns con que define la ferma del libre define tambi6n su espiritu, su fundamento files6fiee y sus conclusienes morales. La idea de escribir esta obra ya estaba arraigada en su mente desde su obra Arie; (1900) cuande ss dirigi6 a la juventud de Hispane- am6rica. fi 15mm. pig. 301. 10 & e1 Archive de Red6 en Montevideo se encuentran algunes manus- crites' y apuntss fechades hacia 1898 y que indican su intenci6n de escribir una obra titulada cartas a...” obra que seria el g6rmen cemun de £2111. y Motive; go @0399. No hay tedavfa una prueba cencreta de esta intenci6n pere pedemes cemprebarle en la simultaneidad de concep- ci6n de ambas obras. (Red6 misme hize resaltar esta cemunidad en una de sus cartas a min Frias (e1 29 de mayo ds 1909) on Is cual afirma: .. can mas amplie herizente y mas repose que m tisnde la mirada per parecides campes de meditaci6n y de pr6dica, aunque cencretandeme especialmsnts esta vez a la cultura del prepio ya, a la fermaci6n de la persenalidad, henda y firmmente dgssnvuelta msdiante una incesante y erganiea renevacien.l La correspondencia de Red6 es una valiesa fumte de infernacienes y a trav6s de ella pedemes seguir s1 nacimiente do sus §g§;123_gg_§;g§gg, Per ejemple, ya en una carta dirigida a Unamune (12 de octubre de 1900) nes da una idea de su intenci6n ds escribir alga came Mating: l'Prepare para dentre de pace un nueve epufseule sabre cuesti6n psical6gica que me interesa mche."17 Na queda duda que esta cuesti6n psicel6gica as re- fiere a las transfermacienes de la persenalidad que Red6 trata can bas- tante amplitud en su obra. Pedemes observar adem6s que en el afie 1901+ se dedic6 can ahinco a la preducci6n de su obra. Su sntusiasme per tal preducci6n se puede 1 6, pig. 1325. 17339.9 pig - 1305- ll comprebar en su correspondencia can sus amigos mafs intimes. Eh este misme afie escribi6 a Francisco Piquet (e1 3 de snore): "El tiempe que puede dispener le censagre a seguir ssculpienda mi Pretee. Tonga fe on 6sta que ser6 mi obra de més alisnte, hasta hey."18 En ssguida dis- curre sabre e1 esquema de la obra y dice que la parts literaria sera’ representada principalmente per cuentes aplicables a tal e cual pasaje te6rice, sin que esta quisra decir que no hays tambie’n literatura en la demsfs de la obra. E]. 6 de marze del misme afio, en etra carta a Piquet se eXpresa sabre Motives de figtgg y le clasifica de libre varie y mfltiple, libre que baje ciertas asPsctes, recuerda 1as de les ensayistas inglsses, per la mszcla de moral pr6ctica y files6fica ds la vida con el amene divagar, las expansionss de la imaginaci6n y 1as galas del estilo; pere tede ella animade y entsndide par un seple “meridional,“ 6tice e italiane del Re- nacimiente; y tede unificada, ademafs par un pensamiente fundamental que dar6 unidad erga'nica a la obra, la cual sera’. de un plan y de una indele snteramsnte nueves en la literatura de habla castellana, puss partici- par6 de la naturaleza de varies g6neres literaries distintes (la did6c- tica, les cuentes, la descripci6n, la expesici6n moral y psicel6gica, s1 lirisme) sin ser precisamsnte nada de este y si6ndele tede a la vets.l9 18Ibid, , pig. 1271+. 19mm... pig. 1275. 12 Cree que.ne puede haber interpretaci6n mas perfecta, honesta y sincera de Motives d2 ggotoo. Tambi6n muy interesants es o1 t6pice de su carta a1 misme Piquet (julie ds 1905) cuande nos da una idea de la labor ardua en la preparaci6n de la obra. Red6 cenfiesa que tenfa cuadernos snteres (10 e 12) llenes ds netas y detalles biograficos que habia reunide y erganizade durants larges meses, para ebtsner de ellos cenclusienes relativas a diverses puntes de su tesis. Esta sela tarea impert6 la censulta ds mas de cisn volumenes de obras biegr6ficas, en su biblieteca, en la del Atsnea, en la de la Universidad, etc. ‘Ia Emir Monegal, en el pr6lege de 1as Obras cemplstas ds Red6, eb- serva que Red6 acestumbraba censignar en estes cuadernos sus lectures del mes, transcribisnde las paginas m6s impertantss para su obra, misntras ensayaba baje titules distintes 1a ceardinaci6n do les temas prepuestos a su meditaci6n. Red6 extraia ds sus lecturas tede lo que pedria alimen- tar su pensamiente, pulia, refermaba y la hacia suya. Es interssants hacer resaltar que estes cuadernos eran titulades per el color de sus tapas (azuleje e garibaldine, per ejemple) y eran también repertories de citas y ejemples. Red6 us6 el sistema particular de signes, verdadero languaje cifrade cuya elave fue encentrada salamsnte muche més tards per Jes6 Etchsverry y publicade per Emir Mbnegal. Esta transcripci6n nos da unaidea de la variedad de temas de la obra; algunes signes estén en roje, etres en azul y les hay también en ambos celeres. Algunes de ellos tisnen una significaci6n sstrictamsnts local e interesante, came per ejsmplo, el que carreSpends a la simpatia es una pirémide que parsce aludir a1 pequefio A 13 cerre que enfrsnta a la ciudad ds Montevideo. Otre signo interesants es s1 que cerresPOnds a la intrOSpecci6n y parece aludir a la bandera nerteamsricana. dees estes signes merecian‘un estudie més detallade y ds ese mode pedria ser rsvelada la naturalsza visual de la imaginaci6n redeniana. Su ideal hubiera side publicar su libre fuera del pals, en mropa, tal vsz en.Madrid, Barcelona a Paris. Red6'misme cenfes6 este deseo: 'Cen este libre debaje del braze saldr6 de mi pais, cuande pueda, para smpezar una nueva etapa ds mi vida; para iniciar una marcha de Judie Errante per 1as sendas del munde, ebservande, sscribisnde en las mesas ds 1as pesadas e an les vagenes de les ferrecarriles, y lanzande asf mi alma a les cuatre vientes, coma ssas pslusas de carde que reveletsan en s1 airs, hasta disiparss en pelve y en nada."2° Pere 1as circunstancias no le permitisren salir de su patria y la obra fue publicada en el Uruguay misme a fines ds abril do 1909. E1 6xite supsr6 a todas las sxpsctativas hasta s1 punte ds que la sdici6n de les mil ejemplares qued6 agetada sn apenas mes y media. Eb curiesa que per toda su cerrs8pendsnoia, a1 mencienar s1 titule de la obra dice apenas Ezetgg y selamante en la publicaci6n de la misma obra nos explica: 20 a M! P38 0 12780 10 Ne publice una "primers parts" de Pretee; sl material que he apartade para estes Motixe § da, en cempsndie, idea gene- ral de la obra, harte sxtensa para ssr editada de una ves. Les clares ds este velumsn ser6n e1 centenide del siguisnte; y asi en les sucesives. I nunca Pretee se publicara de etre mode que ds 6ste; es decir, nunca 1e dar6 ”arquitsctura' cencreta, ni t6rmine ferzese; siempre pedra ssguir dessnvel- vi6ndese, ”vivisndo."21 La sslscci6n del nembre de Pretee para esta obra tisne bastants signifieaci6n y ligacién con el desarrelle ds la misma. Pretee es, en la mitelegia griega, un vieje prefeta marine que guardaba 1as fecas ds Peseid6n (Neptune). Sus prefecias se ebtsnian unicamsnte aprisienandele per serpresa came 10 hize Ulises per censsje ds Idetea, hija del misme Pretee, que traicien6 asi a su padre segfin.nos refiere Romero en la Qgigga. Para svadirse ds prefetizar, Pretee adoptaba todas las fermas imaginables pere, cuande per fin la hacia, era vsridice e infalible. De un.mode general pedemes decir que sn.§9§i32§_gg_§;g§gg alternan la filesefia moral y la presa descriptiva, s1 cusnte y'sl diche breve y sentenciese, la menci6n de tipes hist6rices per media de la an6cdeta sig- nificativa, les ejemples biegréfices y 1as ebservacienss psicel6gicas. Rad6 misme ha diche que su libre es tan variade came un parque inglés, e més came una selva americana.v La originalidad de la obra hace que ella sea no un libre sine muches libres an une, y une en muehes. La obra centian 158 capitulas y, schande un vistaze sabre ellos pedemes apuntar les siguientss t6pices: 21mm... pig. 301. 15 1. La necesidad de transfermaci6n personal en el tiempe. 2. E1 cenecimiente prapie come antecedents ds la accidn. 3. Ebtudie de la vecaci6n. 4. .Renevaci6n del ye per la lectura, les viajes, 1as conversa- cienes, el media, etc. 5. Disciplina de la renevaci6n y emancipaci6n. 6. La fuerza ds 1a veluntad. Su lama es 'refermarse es vivir.‘ Para 61, ese cambie constants no es selaments una transfermaci6n individual, came indican las aparien- cias, sine tambi6n un cambie selective per la radical diferencia que va de individue a individue. De ssa manera, Mat v 0 nos presents un campe inmsnse de estudies y reflexienes; Red6 deSpierta en nosetres 1as infinitas pesibilidades del aspiritu que nos guia en el dificil ea- mine de la busca ds la vecaci6n. Su estudie sabre 1a vecaci6n es s1 m6s original y'més documentade ds tede el libre (del capitule XL a1 LXXIX) y per ese merece més atenci6n que les etres t6pices. En primer lugar explica c6mo la vecaci6n puede qusdarse enserdecida per nueves elementes incerperades a la persenalidad; este rumba cierte puede ser recuperade tedavia si velvemos a les recuerdes de nuestra pri- meras vistas de1:munde. Les ssntimientes infantilss son a vecss sofecados no s6le per ebst6cules exterieres sine también.per expenténea derivacién del sentimiente y'de 1a veluntad. Pere si la aptitud persists siempre en el fende de nuestra alma, tensmos 1as llamadas I‘infancias pref6ticas' que 16 son las que surgen cuande semos nifios y deSpu6s ds un largo tismpo resurgen cuande ya fermada la persenalidad. Les que no dan muestras de una aptitud que sirva de bass para una vocaci6n future conservan todavia impresienes incerperades en su persenalidad que le darén 1a sustancia laberable y fermadera de la aptitud. Per ejemple, les per- fectes int6rprstes de la naturalsza sen les que vivisren en el campo durants su nifisz. Explica Red6: “La excitaci6n, el mavimiente de la vida, no es capaz de crear una aptitud que no tsnga su principie en la eSpOntaneidad de la naturalsza; pere es infinitamsnte capaz ds descubrir y revelar 1as que estén ocultas."22 Nadia, per eJemplo, pedria crear que Beethoven abominara la.mfisica en su infancia y que Federica e1 Grands detestara el ruide de las armas. Red6 tambi6n apunta la influencia del amor en la rsvelaci6n de la vocaci6n y dice que ”s1 llamade numen encarnade en forma de nifio sonrfe y mansja en la sambra mil hiles ds la.histeria humana.'23 Para Red6 s1 amor es un estimule y al misme tiempo es un peder ini- ciador en las mayeres vocaciones do Is energia y'de la inteligsncia. Nos pressnta un laberinte de ideas y de sugestienes a1 estudiar el pasa de una vecaci6n a otra: afirma que tal sucesi6n de aptitudes ss vs, particularmente, en la vida de les grandes historiaderss. También suele acentecer que la vecaci6n pasa ds les deminios ds un arts a los de 22R;d= , pafg. 31.80 23mm. pig. 353. 17 ‘ la ciencia e viceversa, sisnde que el transite de la ciencia a1 arts ya no es tan cemfin. Hay cases en que sl alma ha hallade su verdadero camine pero es aparta de 61 cedisnde a la tentaci6n ds un llamamiente false: e1 case del abandons de una vecaci6n verdadera per otra ficticia solamsnte por el af6n ds gloria. La finica ventaja de ssa dssviacién es que dilata e1 campe ds 1a ebservaci6n y de la sxpsriencia. Algunes aptitudes sen ignoradas a causa de les 'métedes de ense- fianza' calculades para sefocar la libre respiraci6n del alma, del 'magister dixit“ y muchas etras causas fundamentales; Red6 es de epi- ni6n que la renevaci6n del pensamiente humane debe busnes servicies a les “grandes autedidactas;” afirma que la ausencia do m6tedes que cen- tengan sus movimisntes, el ejsrcicie de originalidad ssponténsa y atro- vimiente sen causas que explican 1a eficacia ds la cultura personal y libre. Menciena a les que ss arriesgan a las indagacienss que no en- cuentran en libres y ds esta mansra marchan directaments a la verdad usande de instrumentes adecuades y'ds m6tedos segures. Adsm6s de varies ejsmples, considers a Rousseau an Francia y Sarmiento en Hispaneamérica les tipes de innovaderes sin letras disciplinadas. Per etre lade apunta e1 valor ds la lecture, la cenversaci6n y les viajes come instrumentos efioaces para s1 desarrollo ds la veca- ci6n; habla minuciosamente de les ebstéculos que tsnemos que veneer hasta sncentrar 1a verdadera vecaci6n, y cuande 1a sncentramos, las 18 causes de su malegre y enterpecimiente, sus derivacienes e influencias. Cree haber dado una idea general del t6pice principal de Motives de Pretgg aunqus para el cenecimiente perfecte de este libre ss necesita leer toda la obra; estoy segura ds que en el decurse de las p6ginas ds esta obra nada se pierds, tede tiene su finalidad. Est6 clare que en esta obra Rod6 puse tede su sntusiasme, toda su afén de transmitir ideas, do abrir les 0303 de la humanidad para les canines sxistentes dentre de nosetres mismos. En cuante a su mansra peculiar ds escribir estqy ds acuerde con s1 sefior P6rsz Pstit cuande afirma que la obra de Red6'no est6 a1 alcance ds todas las inteligsncias;2u pere ds tedes les libres que tratan de la vecaci6n, persenalidad, veluntad, 6sts es el m6s cemprensible y sl que m6s generaliza ideas filos6ficas y 1as pens al alcance de grupes de apti- tudes heteregéneas. 2“Victor Pérez Petit, Rog6I su zigg, an egg; (Montevideo: C. Garcia & 018., 193?), pag. “'90 TERCER CAPI'TULO MOTIVOS DE Psorso: EL rm Despu6s de haber dado una idea general del tema de les Motives de Pretee, pedemes observer que Bed6 no cre6 ninguna doctrine ni tuvo la intenci6n de construir un sistsme files6fico complete. Sn capacidad receptive, su inteligsncia brillante 1e permiti6 asimilar ideas do grandes figures de la historia del pensamiente y 61 supo transfermarles y amoldarlas de acuerde con sus conviccienes. Rod6 use en este libre un persenajs simb6lico para interpreter su doctrine: Pretee, e1 simbele del cambie perenne, el que poses s1 den de la prefecia y absolute cenecimiento ds todas 1as cesas y, como una ole, est6 en continue cambie. Se dice tambi6n que Pretee, adem6s de ser s1 dies de les mil fermas, fue un nuevo aspecte del mar en la imagi- naci6n de les antigues. Rod6 fue un enamerado del mar, "sl gran confidante do meditabun- dosz' este amor per s1 mar es nada m6s que el refleje de su aspiritu melanc61ieo y’su alma sensible; per censiguients no es de serprender que haya pueste baje la invocaci6n de Pretee su obra m6s perfecte y m6s reveladera. . Es casi imposible seguir s1 bile del pensamiente files6fice de Red6, ya que precisariamos de un cenecimiento prefunde de filesofia en general. Rad6 no ss limit6 a estudiar una carriente filos6fica sine varies, de ahi que no fue considerade un fil6sefo prepiaments diche perque no pudo (e no 20 quiso) pensar can rigida centinuidad files6fica. De todas modes pedemes decir que su msnsajs idsel6gica es sabre tede un mensaje de idealismo pristico, impregnade de esteticismo, ds latinismo y de americanisme. Eh.Mot;v9§ de 222322, Red6 nos presents un nueve cencepto ds vida y de pensamiente basade en la eveluci6n y en el cambie y se resume en las siguientes palebres: 'refermarse es vivir.‘I LQu6 quiere decir can estes palabrss? De un mode general, consists en una nueva rsalizaci6n potencial de nuestro yo; Red6 descubre mmndes desconocides hasta pars nosotres mismos. Cede individue poses una per- senalidad de la cual casi nada sabemas y’si tratamos de cenecerla a fendo, 1s descubrimes tan multiferme come Pretee. Esta persenalidad oculta viene a la luz a trav6s del cenecimiento prepie, nueves adeptacienes y sjustamiento; de ssa manera, la vida no es une lines inalterabls sino una continua evoluci6n. E1 esquema de una vida que se menifiesta en activi- dad bien ordenade eerie 'uns curve de suave y graciosa ondulsci6n. La severe recta sismpre iguel e si misme, tiende del mode m6s r6pide a su fin.'25 ‘ Eh otra palabras, Red6 quiere decir que uns vida en constants cambie, tiene mfis valor que una vida serene, en constants lines recte sin una tentative siquiera de descubrir nueves herizontss. 25M6, p53 0 306 e 21 Per cisrto que en esta filosefia de cambie, ds reforms, e1, tismpo es s1 sumo innovader: ”Su petestad, bajo la cual cabs todo lo crsado, ss ejsrce ds menera tan segura y continue sabre 1as almes came sabre 1as cesas.“26 En ssa concepci6n protsica de la personali- dad lo que lo imports es establscer 1as cendicienes en que ssa cre- acién incesante ss opera en la persenalidad individual. Nada acontece dentre de nesotros mismos que no produzca una rescci6n; ninguna case pass on vane, tede deja una huella que inevi- tablemsnts nos conduce a1 cambie. Red6 nos repite 1as palabras do S6necs que traduoen psrfectamente este precepte: “lo mismo, en el memento do decir que tede cambie, ya he cambiade.”z7 Para Rod6 s1 que vive racienalmsnte as equal que procure cada dia tener noci6n ds su estade interior y'ds 1as transfermeoienes ope- rsdss en las cosas que ls redeen, y do ssa mensre puede regir sus pone samientos y sus actes. Si la vida es una renevaci6n, l6gicamsnts, s1 cenecimiento es una constants sdquisici6n. Rod6 insists en que no de- bsmes nunca disminuir nusstre inter6s y curiosidad, ya que dentre de nesotros tenemos una reserve infinite - inagetable de potenoies varies. Esta doctrina'bésica de Motives d2 Protgg Greformerse es vivir") 22 no as original do Rod6. Victor P6rez Petit, sl gran amigo y bi6grsfe do Red6 dice que antes que Rod6, diverses escriteres repitieron, con etras palabras, o1 misme concepts; y explica que Rod6 misme no tuvo Jamis la pretensién de haber descubisrto un pestulade original. Al leer les capitulos sabre este tome do 'refermarse es vivir' pedemes comprebar que o1 gran.m6rite de Red6 as base en la manera clsrs y pro- else do desarrollar este pestulade, ademés de demostrar un notable op- timismo. Segfin Jesfis Castsllsnes, Rod6 fue en realidad, un 'meliorista3' esplics que les 'melioristas' sen les tipes de persenas que cenfiesen que el mundo es male pere podria ssr menos male 51 has prepusi6ramos roformarlo. Do ahf ores que Red6 ha presentsde una f6rmule sint6tica y bastants adscuada para este programs conseledar do optimisme. Puedo parecer paraddfiico censiderar a Red6 un optimists, teniende en cuente sus oxpresiones deprssivas, sus manifestaciones de mslancelia; pere sus desfallecimientes nunca llegan a la desespereci6n. Determinada esta premise do reformernos, Rod6 nos advierts que tel reforms, tal cambie debe ssr efectuede msdiante constants vigilancie do la veluntad y do la inteligsncia. Ls velunted debe regir s1 pasa del tiempo y ssi la sucesi6n rftmica y gradual do la vida. Psre la vida on si no es un lage serene y sstames sujetos a staques inesperados do les influencias sxteriores que Rod6 llama "sacudimientes revolucionaries" y sen nada m6s que intervenciones ds orden moral y fisiel6gice. 23 La volunted les usada come una petencia inventors para renovarnos y rshecernes y ayudarnes a discernir en nuestra alma lo que est6 muerto y lo que debe morir; este influjo do la volunted y do la educaci6n do 10. misme, Rod6 estudia con todo el detalle, y, ssgtin P6rez Petit, este estudia serfs per cierte desarrollade m63 amplismsnts si Rod6 no hubiers dessparecido tan tempranamente. Es bastants conecide en el mundo literaria hispaneamericano e1 lome do Red6: 'La esperanzs come nerte y 1112; 1a veluntad come fusrza; y por primer objetivo y aplicaci6n do esta fuerza, nuestra prepia por- senalidad a fin do reformarnos y ssr cede vsz 168 podoroses y mejeros."28 Con estes palabras quiere decir que la separansa nos guia, 1s veluntad nos fortifice y afiads que, per la pertinacia do la etenci6n, y del h6bite, quien quiere crssr, al fin croo. m dominie do 10. volunted es nada m6s que una de les caracteristicas del estoicisme, ya que la voluntsd vsnco al dolor y la aniquila. Rod6 clasifica les osc6ptices en superioros y a medias, caractori- zando a unes y s etres: Cabsn on o1 osc6ptico superior la amplitud alts y gonsresa; 1a benevolencia f6cil; el sentide do lo relative y transi- terie de toda f6rmuls do la verdad; la culture varia y reno- vabls; 1a gracia y movilidad del pensamiente. Deslucsnlo, come reverse do estes denos, 1a inoptitud para la acci6n; 1a fria ssterilidsd do ls duds; 1a limitaci6n y pebresa do lo que exige do la realidad; la influencia enorvadora y ' cerresive....: a les osc6pticos a medias les fascine aquel 28%! P580 473- come prestigio diabo’lice que nsco en el pleno oscepti- cisme, do 1a resistencia invariable do la dude y del slardo imp6vide do 1a irenis.29 Rod6 sefiel6 les correctives del escsptismo y lo ejemplifice con la historia de Pirr6n, padre de les ssc6ptices, cuyes amigos fueren "la lsaltad del juicia, de la ssnsibilidsd moral, e1 buen gusto, 1as fuersas ospont6nsas, muches vsees inconscientes, del alme que, llegade e1 memento, acuden a evitar o1 peligre crusade en el sentide do Is marcha, apert6ndola ds 1a roots fatal."30 La idea clave do todas estes reflexienes es la necosidad del cenecimiento do nesotros mismes y do ahi Red6 nos aconseja que pro— curemes cenecer a nuestra "ye” per media do un an6lisis dotsnido; al misme tismpe nos advierts del peligre do 1s contemplaci6n dentre do nesotros mismos cuande a vecss acentece que deeprsciamos les varies canines que el munde nos ofrece para el cenecimiento y la aeci6n. Cree tambi6n que vale la pena mencionar uns do 1as muchas digre- sionos do Red6; el estudia do 1e persenalidad on media do uns muche- dumbro: "La muchsdumbrs, que con su movimiento material to lleva adolante y fija el ritmo de tus pesos, gebierna, do .igual suerte, les movimisntos do tu_ sensibilidad y do tu veluntad.”31 290. A1barr6n Puents, W (Madrid: Edi- ciones Culture Bisp6nics, 1953 , peg. 390. 30332.91. Figs “’55. 313m“ p63. 318. 25 Despu6s afiado que a1 salir do la mmchedumbro volvemes a ser lo que antes y hasta nos ssombramos de lo que hicimos. Resslta todavia lo mis importante: 1s palabra "muchsdumbre' aqui’no quiere decir solamsnte esta mesa que nos domina; puede tambi6n significar la socio- dad humans a que sstames vinculados. Red6 quiere esclarecer que a vecos muchas cosas que juzgemos nusstras, ssencialss do nesotros mismos, no son m6s que la impesici6n de esta sociedad a que sstames vinculedes y esta intorfersncia do les dem6s explica les "varies aperiencias" do nuestra persenalidad, aperiencias que pusdon f6cilmente engafiarnos a nesotros y hasta a les que nos redean. Otre punte destscsde en la obra es un estudia sabre nuestra com- plsjidad, ls serpresa do un acto realizade que centradico con nuestres principles. Rod6 se rsfiere a ciertas luchas intimas que nos llevan a un memento culminanto do nusstras vidas. Tree una saris do sjomples, inclusive e1 do Jssfis en el Monte do les Olives: 'Lovant6mones e 1e cumbro sublime donde se tocan 1o divine y’lo humane. Subamos hasta Jesfis s intorrogu6mosle."32 Alli tuvo 1a luche intima que docidiria si o1 mundo iba a lovanp terse a la Inn 0 dosplomerss en la sombre. Eh todas estes grandes mementos do nuestras vidas tenemos que snfrentar o1 'hscho revelader" que a su vez fuerzs la selida, la aperici6n del I'hse'ho provocadar'; este hecho es el que en la persenalidad do cede uno ss manifissta bade 32Rod6, p6g. 32a. 26 une fez divergente e antit6tica do aquslle que predemina en su car6o- tor y mire s1 nerte do on vida. Despu6s do establscer lss premises do que debemos cenocornos a nesotros misme y roformernas, Red6 llsga a1 estudia do uno do les els- mentos del desarrollo do Is persenalidad: la vocaci6n. Le vocaci6n impone un car6ctsr definitive a nuestra persenalidad. A.veces la vocaci6n es une, persistento y clara dosds su principie; pere per lo general 1e vocaei6n so manifiosta do nuches menoras. Pueds me- durar dospacio e aparecer do repente come resultado do une fuerza em- torior, uns palabra; afirma Rod6’qus 1a vecaci6n es la cencioncia do une aptitmd determinede. Explica que el h6roo, o1 genie, presents a vscos, per o1 car6bter, une determinaci6n tan precise y estrecha que “rays en el monodeismo del obsosienado'; quien tieno aptitud para toda actividad no tiene, en rigor, m6s vecaci6n que s1 que no tiene aptitud ninguna. Pore estes figures mfiltiples do aspecte pueden oxistir aunqus muy reras. Como ejsmple tensmos s1 rey Salem6n, “s1 hombre que a1 misme tismpe inn vestiga, era, cents, gebierna, filosofa, sma y geza del vivir.'33 A.nodide que les sociodados svanzen, 1a tendoncie do este vocaci6n :miltiplo, universal, desspareco y'la nscosidad do la.vocaci6n una y pre- cise se hace m6s inminsnto. Les vocaciones personeles nacen cuande o1 hombre smpisza a ssr 6til y necesarie a sus semejentes. El impulse verdadero do una vecaci6n puede coder a fuerzas contrarias, ”Roda. pets. 33?. 2? obst6cules que es lo opensn. Hay, per ejsmple, cases en que estes fuerzas sen provenientes do les padres que muy sutilments tratan do emeldar en sus hijes una vecaci6n que es nada m6s que su propie vo- luntad. Hay etres que ni sigusn 1e vecaci6n original ni la que les fue inculoada en su ments: 63tes son los que viven en la mediocrided. A‘vecos tambi6n pedemes sentir una vocaci6n pere que do ella no tsnemos ningfin indicie do aptitud; apenas la sentimos como un presentimiento, una cortsza sin pruebas verdedsras; entonoos hey dude on nuestra juicio ya que les falsas vocaciones tambi6n suelen acompafierss do estes indi- cios. S610 s1 tismpe puede resolver este problems, puede discornir si la vocaci6n es realmente sincere. deo o1 hervor twmultuose do nusstras pasiones, dudes, adquiero ritmo si so les refiero a un principio: el amor, sobersne y tireno a1 misme tismpe. Al amor sngsndra, fortaleco y reforms nuestra persona- lidad. Dende hay amor tambi6n hay deseo y esperanze, admiraci6n y en- tusiasmo pere tambi6n visno guerrs, odio, furor, ire y envidis que surgen cuande obst6culos so interpenen en el camino. Rod6 dice muy ecertadamente que quien ame es, en lo intime de su imaginaci6n, poets y artiste, aunqus csrszca del don do plasmar on obra sensible ese divine aspiritu que lo poses. De shi’la vocaci6n es en vordsd forms do amor y coma tel improvisiblo e imperiese. Red6’discute del amor en sus rolecienss con el arts: 61 pletics sabre la pesi6n ameresa, o1 dessngafie y’la eSperanza, pere 1e felts e1 28 'fuego intorno,‘ come dice Pedro C6sar Daminicifi“ el verdadero son- timienta do quien padeci6 amor. En su vida, sebemes que Rod6 no cone- ci6 grandes pasienss ameresas; si tuve ameres, fueren del tipo do amor do edelescsntss. Es muy conecide 1a respussta que die a une do sus amigos cuande 6sts 1e intorrog6 sabre su seltoria: "les sofisderes, come les sabies, debsn mentsnerse c6libos. Si 1e major pretends llogar al nivol del sefiador o del sabie, nunca habr6 mesa servide on la casa; y si quiere mantenerso oxtrafie a les susfies e a la ciencia, ella mo- rir6 do sburrimiente o metar6 a disgustes a su msride."35 El. dospsrtar do la vocaci6n recenece casi siomprs came cause, sogu’n Red6, un hecho cualquiera que da al individue la noci6n do su capaoidad o inclinaci6n. Asi un cuadro do Rafael dospert6 on s1 Corro- gio, mucheche desconoeide y oscure, 1e pesi6n per la pinture que lo llevarie a ser c6lebrs m63 tards. "Anch’io sono pittere' es, dice Rod6, o1 grito que lanzan 1as almas al ssntirse tocades per o1 rayo do la alulaci6n; o1 grito con que confirms su capacidad. Pueds o1 'anch'io' ebrar do my diverses manoras: 1s cenversaci6n, la lecture, son, per ejemplo, fuentes do fecundas y prevsohoses sugos- tienos. En la vida do Rod6 pedemes decir que en 'anch'ie" mo Juan 3“Podro C6sar Deminici, 0 es s (Buenos Aires: Libreria 'La Faculted,‘ J. Rold6n, 1921+ , peg. 99. 351?.od6, p6g. 37. 29 Marie Guti6rrez a quienMRod6 sismprs die muestras do respete, admi- raci6n y carifio; Guti6rrsz fue para Rod6 lo que Rafael fue para el Corregio, lo que Beethoven fue pare wegner. Rod6'hace un estudia bastants detallade del 'anch'io' y menciene varies ojemples; dice per ejemple, que la lecture de la‘gliaga,die a Alejandro, para modslarss, sl arquotipe do Aquiles; en fin, para la revelaci6n do 1e aptitud del sabie, del oscriter 0 del pasta, 1a lecture es o1 media por que so menifiesta cemunmsnte 1s sstimuladora fuorza del I'anch'io." Les que canocon intuitivemente su vocaci6n, 1s busean per expe- riencias y eliminaciones sucesives. haste acerter con ella; o1 recheza- miento do 1as primores vocaciones tentadas uses a vocos do ropulsi6n e dosengafio. Tel vez la ras6n sea por que no satisfacsn a1 aspiritu ni celman ls idea que do ellas tsnomos. Como ejemple Rod6 cits la vida do Luciano que tent6 varies vocaciones pero no logr6 acerter con ninguna; considor6 instrumente servil el cincol del escultor, lo repugn6’la jurisprudencia, prefos6 la filesofis y gan6 fame en Gracia, en las Galias y en Macedonia; “pere debejo del filosofar do aquella.decsdsncia palp6 la vanided do la sofistica. Entences, do 1as hsces do esta dosi- 1usi6n pertinaz brat6, espont6nee y en su punte, o1 genie del satirice demoloder, bien preparado para fulminar la realidad que per tsntes dife- rentss sspsctos se lo presenters abominable y risible: y tal fue la vocaci6n do Luciano."36 36%. Pa’E- 365 . 30 A‘vsces tembi6n suele acentecer que llegemos a una encrucijada, nos sentimos atraidos par des o m6s vocaciones y tenemos que apslar al azar on tel decisi6n. Ssgfin.Rod6 esta spsleci6n a la fatalidad suele sncentrarse en almss religiosas can car6cter do providencialismo: para.mojor cemprensi6n menciena ol oJemplo do San Bernardo que fue 6r- bitre do les destines de la Iglesie, pere dosoch6, per espiritu do abnegaci6n, dignidsdes y honores. En.Mil6n, la muchedumbre 1e ruoga can insisteneia para que entre a ecupar 1e sills episcopal que lo afre- oen. El so remits a la indiceci6n divine, prevec6ndola en esta forms: si on caballe, abandenado e si misme, 1o conduoe a lo interior do 1e ciudsd, ecoptar6'1a prosminencis; 1a rehusar6 si ls lleva rumba s1 campo. Pas6 la iltimo: “Ls'vida del predicador do 1as Crusades sigui6 en sus t6rminos do gloriosa humildad."37 Red6, may ecortadamsnte, llsga a la cenclusién do que la cause principal do esta incertidumbro es la felts do una sociedad bien orga- nizada y sxplics que, sun cuande e1 espiritu sea consciente do on pecu- liar aptitud, tiende siemprs a rendirse, ya que no encuentra epoyo en su ambients. La p6rdids do 1a aptitud vions tambi6n_ds 1a voluntad insuficionto y enforme. Sen varies les fermss d6 la flaquesa do 1e voluntad: 1a abstonci6n per la renuncia do una obra y mucho m6s per la preducci6n nogligents del auter ya gloriose que so satisfaeo can vivir 37m: 1358- 366- 31 del reflojo del nembre ficticio. Si la preducci6n del auter no so adslanta on cualidad no quiere ~ decir que ya hays llegade a la cumbre de la perfscci6n sine que so he sxtsrminade la fusrza del estimulo. Otre factor que contribuyemuchisimo para el cambie do la dirocci6n . do una vocaci6n es s veces el‘sxegorado amor religieso que puede psr- fectamente malegrar una vecaci6n, on case do que esta religiosidad so arraigue sl punto de la veneraci6n supersticiosa; el deseo do querer alcenzar lo sublime, ls psrfecci6n inalcenzabls, lanes per tierra cual- quier indicie do vecaci6n verdadera. Conviene hacor rssalter que Rod6 no rschaza do tede sl ansia per la perfecci6n, solamsnte aconseja ls modereci6n. Rod6’menciens a grandes hombres come Flaubert, Tessa, Calimaco, que han perseguido con angustie la perfocci6n y'se hen hallado sin duds a1 bards del doseliento y desespsraci6n. E1.rumbe do la vecaci6n puede ser tambi6n determinade per la coope- rsci6n, e1 estudia comfin, acci6n conjunts come on o1 case do sociodadss literarias e artisticss que refinen dos o m6s persenas; la vecaci6n es entonoos come un solo llamade que eyon simult6nsamsnte dos e m6s almes y cuyo fin y prep6sito 8610 puede ssr desempefiedeentre estes aspiritus. Tel vez 1as facultades do ambes seen id6nticas en calidad y'la oficacia do 1a preducci6n se sxplics per la mayor cancurreneia do fuerzes hemog6- noes on o1 scte do preducir; tambi6n puede ser que hays entre les dos 32 aspiritus una cierta variedad do aptitudes y'do ese monera les dos so cempletan. Tambi6n existen amistsdes reveladoras de vocaciones per e1 intercambio do influencies, estimulos y sugsstiones: ls emis- tad do Coleridge fue para Wbrdsworth 1a reveleci6n do su vocaci6n. Otro estudia muy interesants es el pasa do une vecaci6n a etre: es lo que Rod6 llama el tr6nsito do Harts a Maria, quiere decir do la Vida do acci6n a la do contemplaci6n. Le inspireci6n po6tica, per ejemplo, puede ser s veces, uns sptitud que so manifiesta en o1 final do uns vida do acci6n, a cause de "les melanc6licos estimulos del ocio y del recuerda.“ Red6'menciens la doctrine do Saint-Sin6n, o1 ut0piste, que afirma que les doctrines del pensader no so cencretan sine en la vsjss dospu6s do haber pasade un largo periodo do accién. Una do 1as partes m68 belles do W as donde Red6 describe an angustis a1 pensar en les 'Dieses csidos, diosss do m6rmol y do bronco volcsdos per e1 ala del tismpe a s1 arrobate do les b6r- bares."38 Aqui ss rsfiers a les bellezss inc6gnitas que ost6n ooultas dentre do nesotros; observe que estes dispesiciones superieres son apa- gadas por el false ambiente, s1 dosampero de la ignerancia y la pebresa, adem6s do Is adapteci6n forzosa a una vocaci6n ficticis. Muohas‘vecos esta sujeci6n do 1as dispesicienes superiores cause une sxplosi6n in. terns traducida per la s6tira. Tenemos o1 ojomple do Larra que fue en 38Rod6, pég. 385. 33 on 6poce un gran rebelde contra la sociedad de su 6poce. En este estudia do la vecaci6n hay pasajes que mnestren su iden- tificsci6n con o1 positivism, principalmsnte en su estudia do la vocaci6n cientifics. Ardao hace rssalter que en este t6pice, Rod6 revels un dominio segura de la distribuci6n sistom6tice do 1as cisncias, do on metedelogia l6gica, de sus rolecienss reciprecss, do on ovoluci6n hist6rica, do sus grandes figuras. Rod6 afirma que la vocaci6n cientifica puede buscar inspiracién en la acci6n. Comparemos per ojemplo, ls existencia del ssbio y'oxo plorader que vivs on contacte con la neturaloza, con la vida del sabio recluido entre las cuatre parades ds su bibliotsca. Vemos que en o1 aspiritu del primere, adsm6s do les facultadss propias do 1e sabiduria, concurren muches do les cendicienes ssencialss del hombre do accién, tales come la voluntad resuslts, ls familiaridad con el peligre, 1e experiencia del munde, 1a dispesici6n y agilidsd pare 1as marches arduas y penesss. Rod6 sismpre so detiene on varies y minuciosas expliceciones do sus ideas, pero en el fondo do tede, su mensaje es siomprs, I'reformarss es vivir.’ El slma que rsslmente vive tiende neturalmente a renovarso, modificarso; cuanto m6s fuerte un sopiritu tanto m6s capaz do sdapterss y cuento m6s pujente es la vida, tanto m6s intense as o1 deseo do reno- varle. De ese deseo indefinido do renevaci6n visns lo que llamemos dilettantismo; e1 dilettantismo vibra per la inteligsncia, sensibilidad srtistice.y 1e fantasia, pore tieno inactive 1a voluntad. Esa incapacidsd 3“ do querer del dilettante, su incapacidad para dirigir su prepie psr- senelided, reducsn s1 movimisnto interior do la conciencia a un os- psct6cule en que ella so ofrocs e si misme come insgetabls panorama. El dilettante no cuida del desenvelvimiente do su.personalidad porquo ha rsnunciado a ella ds antemano. Este es une do les grandes peligros do renevaci6n sin 1a orientaci6n necssaria; do ehi’Red6 nos spunte les medias infaliblos para refermarnos: los viajes y la solodad, y afirma que 'reformsrss es vivir. Viejar es refermarss."39 Bay on nuestra persenalidad una parts difusa que radios on 1as oases que nos redeen, cases a que nos adeptamos dosde ol nacer; si trecamos per etre este lugsr en que so vive, propendoremos a modificar— nos en mayor e msnor grade. A veces este alsjamiento do ls patria, do 1as cases familiarss, nos cause la nostalgia que no es sine la resis- tencia de la persenalidad a les varies cambies. El viajar tambi6n dilata nuestra facultad do simpatia, nos ayuda a descubrir la realidad y también aumenta nuestra perspicacia. Rod6 es do epini6n que un gran artiste que viaja es o1 dies que ores ol mundo y vs que os buene; en fin, para o1 artists tede visje es un descubrimiento y para grandes artistas m6s que un doscubrimiento, una creaci6n. Per etre lsdo Rod6 nos aconssja: 'ayfidate de la solodad y del 39Rodé, p6g. 000. 35 silencie' ya que la solodad nos fuerza a reflexiansr, a descubrirnos; esta contemplaci6n en siloncie, en la solodad eerie un gran pasa para el perfeccienamiento do nuestra car6ctsr y nuestra inteligsncia. El.masstro nos aconsoje: Has una meditaci6n. Ponla baje do 1a majostad do 1e alts nacho,’ e vs con ella a1 campo abisrto y pure, libre do ficcion humans, a junta a1 mar, gran confidento do medita- bundes, cuande e1 viente enmudocs sobre la ends dormide.“o Adquirida una convioci6n, es mensster que trabsjemes sabre ella, la rolecionemos con nueves ideas, nueves ospsct6cules del teatro del mundo. La cenvicci6n m6s firms ser6 la que mantenga m6s ideas on terno suyo y les una m6s firmemente. Pore dobemos precavornos do ls vos del orgullo puss esta vaz puede emortiguer este enhele do libertad, este impulse do sinceridad. . E1 pensar idealista do Red6 est6 presents an oada p6rrafo do 1e obra. Dobemos tedavia hacsr rssalter que sl idealismo do que Red6 hace profesi6n no es el idealismo metefisico sine sl idealismo a que so elude en la vida cetidiane cuande so dice do alguien on vista do sus actos, que es un idealista. Rod6 celoc6 en su concepci6n do idealismo un fundamento do pr6c- tics y’de realidad, do vida y do sxperiencia, que le die un sentide carecteristice de su filosefia do les idoalss: les ideales que no tisnsn un fundamento a priori ni rscional ni tool6gico. Surgen do 1:: “Rod6, p6g. m6. 36 oxpsriencis, crsados per la vida en el some de la natursloza baje sl signe do ls eveluci6n. El ideal no recenece etra fusnto que la vida misme en su sccién incesante crsadera. Su idealismo ha tomede les rumbos do Is sst6tica y la moral do Guyau, y como ol pensador franc6s, Rod6 también afirm6 la necosided del bien sin premio ni castigo. Concebir y qusror lo mojor, tsntar la belle empress del ideal es convidar s 61, es arrastrar a 61 1as generaciones que nos sigusn. Este es uns idea general do uno do loo muchas pensamientos files6ficos do Guyeu y arse que traduce muy bien o1 made do pensar redeniana. En les Motives d3 Egeteo hay censtantos alusiones a1 misterie que envuelve la vida do la raz6n. Le duds rsligiosa do Rod6'ya sxistie dosde muy lejes y su cerrespondencis con Unsmuno nos atostigua este inter6s per legrar s1 acsrcamiente a un mundo distente, sembrio, hasta entoncos inalcanzabls: "lCu6nto deseo que apsrszce lo m6s pronto posiblo, su prometide obra sobre la religi6n.y la ciencia! Mo proocupa may in- tensemente e1 problems religioso, y lee can intsr6s toda la que sspsro que puede darme nueve luz sabre ella.”l Le duds asalt6 su ments no 3610 una vsz sine muchas y el hecho do dudar ls hize investigsr y profundizarse m6s y m6s en su campo do inter6s: 1s persenalidad. De ahi oss magnifies rocolocci6n do ideas que aunqus no seen pursments suyas, reflsjan un sello tipice rodenisno per su mode peculiar do reflexionar, do razenar y desarrollar doctrines haci6ndelas casi suyas. 41Rodo’ , p6g . 1312. CUARTO CAPI'TULo LAS PARKBOLAS "Todo so trata por paribolas Marcos, IV, 11.”2 Esto os ol lama adoptado por Rod6 al empezar loo Motivos d3 £32332, La técnica que usari el gran maestro sora transmitir toda la onsefianza do an libro a través do paribolas. Sus parfibolas son o1 punto culminanto do on obra y por lo general son motaforas broves y magistralos cmya finalidad os dosonvolvor on tosio y aclarar las posiblos dudas on nuestra monto. ll proposito, ol origon, los personajos, 1as situaciones, todo on ollas es do osoncia ideal y litoraria. Rod6 nos da una muostra no 3610 do erudicidn sino también do imaginacion fertil y artfstioa y mas que nada do la habilidmd do modolar la belloza pura y roveladora. La ternura do la mayoria do sus paribolas nos da la medida do su roino interior; son, por general, do un sentido conmovodor, tiorno y foooinanto, tienon un aconto musical, hablan sobro la piodra, dialogan con la naturaleza y con o1 ciolo, on fin, oon dignas do nota y merooon un ostudio dotallado. Trataré do agrupar estas paribolas do acuerdo con su posiblo fuonto do inspiraci6n y su ostructura ya que en cada nna do ellas Rod6 quOdO’ , pafg o 301 o 38 nos presents an topico original, nos transmite mensajos diferontoo; clasificarlas do acuerdo con los tomas, serfs labor ardua. Convieno hacor resaltar que hay en todas ollss un toque do viva imaginacidn, do originslidad, indopendiente do cualquiora alusion a la historia, a la mitologia o a la tradicion oral. No creo que so hays hecho un ostndio detallade do ostas paribolas y por consiguionte nada so sabe seguramonte sobro 1as fuentos do origon. Ia que Rod6 fue un gran admirador do Platon, do Goethe, Rénan, Taino, Guyau y Emerson, tal vez inconscientemento so hays imbuido del estilo parabolico do los viojos mitos, do los cuentos oxquisitos que abundsn on 1as obras do loo grandes maestros; pero quioro hacortdncApio on que la: psrfibolss do Rod6 tienon un tono may personal, may “rodoniano' y fueron oscritas do nna manors mny peculiar con la finalidad do sdaptarso a los varios t6picos do an narrativa. Después do leer sus paribolas cuidadosamonto, podrismos olssifi- carlas on cnatro grupos. En o1 primer grupo colocsriamos 1as do pure imaginaoi6n, do pura croacion do an espiritu inquioto sofiador y'éyido do compronsidn. [A este grupo portonecon."Mirando jugar a un.nifio,' "E1 barco que parto,” "En.monjo To6timo,‘ y "La pampa do granito." Eh.el segunda grupo podrismos considerar 1as mitologico-legondsrias, como 'Hylss' y"Ayax,' por su slusi6n constants a la mitologia. E1 torcor grupo abarcaris 1as paribolas do tono historico-tradicio- nal. En ollss so hace roioroncia a lugares o porsonajos historiooo 39 aunquo sea solamente para dar refuerzo s1 cuerpo de la parabola. De esta naturalezs son "La creaci6n del dibujo," "La respuesta do Leuconoe," 'El taro do Alojandrfs,I “E1 pensador y’ol osclavo' y Lucrecia y o1 mago." "Las doSpedida do Gorgiss' y 'Los seis peregrinos' formsn un grupo aparto por su tono bfblioo, tono profetico. No fueron copiadas oxaotsmonte do Is Biblis; apenas nos acuerdsn e1 tipico estilo bfblioo. Pasemos entoncos a un estudia detallsdo do cada uns, oxplicando su corrolacién con ol toms a que so refioren. Ia que mi clasificaoi6n esta heoha do acuerde con las posiblos fuontes do inspiracion.y su ostructura, no creo nocosario estudisrlas par grupos sino do acuerdo a1 orden que aparocen on ol decurso do la obra, sl dosarrollar los tapioca. “Miranda jugar a un nifio' express o1 pensamiente do Rod6 aooroa do la vocacion personal, afirméndonos que lss condicionos que dotorminan o1 fracsso do una vocacion podrisn servir do incentive a otra. Rodobnos ouenta que en una tsrdo limpida y rsdiante do sol via a un nifio que Ju- gaba en el jardin do on cssa. E1.nifio tonia en la mano una cops que golpoaba con un Junquillo y'do esa manera, sacaba do ella ol mas suave y moladioso son. Pero ya osnsado de este juego, llen6 ls oops do arena y asi o1 cristal qued6 mudo sin emibir 1as bellss ondas sonoras do antes. El nifio no so doj6 abatir y tomo uns flor do an cantera cercano y’la puso en la cops.. Do oss manera e1 nifio parabdlico supo obrar en un trance de su juego y'de la misma manera deborfamos actuar on ol juego do nuestra vida. Esta flor es ol simbalo do la consolaoidn en la buisquoda do nuevos ideales, do nuovas aptitudes que sustituyon lo por- dido. Rod6 ya nos dice que "a la vocacio’n que fracasa puede suaeder otra vocacion; al amor que porece, puede sustituirso un amor nuevo: a la folioidad desvanecida puede hallarse e1 reparo do otra manera do foliaidad";LF3 Su mensajo es inaltorado y canvinconto; soamas pues e1 nifio do la parabola y resolveremos muchas do nuestros problemas que so nos presentan en la vida. No so puede dejar do llamsr la atencidn a1 tono natural, fluido o inigualsble que emana en esta narraci6n. Tal vez Rod6 la hays sacado do 1as palabras do Schiller que sirven de punto inicial do 1. parabola: “A monudo so oculta un sentido sublime en un juego do nifioflm m desarrollo do la parabola es tfpico do la imaginacidn do Rod6 y las circunstancias so adaptan perfectamento a su oxplicacidn sobro 1a por- soverancia en la bfisquoda do la vocacion asf sea sustituyendo aptitudes. E1 cspftulos posteriores a su para'bola Rod6 nos trso el ejemplo do don Quijote que, vencido por el Caballero do la Blanca Luna, quod6 obligado a dosistir do sus endanzas y valvor a su pueblo; no so dojd abatir y “3Rod6, pig. 310. ““1b1d., pig. 308. 1&1 tratd do convertir su castiga en viotoria: docidid'dodicarse a la vida dol campo y ”cancertar una viva y deleitosa Arcadia on ol corszon do aquolla solodad amona.l La parabola siguiente también resume los fundamentas morslos mas intimos do la posibilidad do nuestra realizaci6n futura, basados en la firmo voluntad: "La rospuosta do Leuconoe.‘ Louconoe es la joven que on an hamenaje al gran Trajsno personi- fied el mundo ignorado entre las otras beldados que personificabsn las distintes tierras del mundo conocido. Ebtas ofrecieron a1 César todas lss riquezas, todo el lujo y bellezs que su tierrs daba. Par fin, Leuoonoe que no llevaba sino un trajo simple y blanoo lo ofreci6 e1 espacio, el ospacio que nos abre los horizontes do un futuro sofiado puos "dondo hay espacio hay cabids para.nuostra gloria.'u5 De ess manora e1 César dia proferoncia a la ofrenda do Leuconoo por su sonci- 11oz y sabiduria. Rod6 oxplica que este espacio os ol ospscio dentro do nosotros mismos, es lo que quads on nuestra slma cuando ls osperanza, el ideal y la fuerza nos abandonan. deos tenemos esta parte vacfa, des- conacida, que con firme voluntad, dobemos esforzarnos para conquistarla y nunca desmaysr en su conquista, pues nuestra ser es mucho mas hondo que la intuicidn do la concioncia. E1.fando histdrico do ls parfibola [+5Mi 0’ Pig. 3170 42 nos nuestra el conocimiento do Rod6 par la Edad Antigua y'su amor par ella. Su imaginacion vuola par tierras lejanas y nos ofreco un oopoo- taculo do belloza y doslumbramiento al doscribir lss muchas tierras: Roma, Grecia, Italia, Galia, Iberia, Germania, Brotafia, Iliria, Macedo- nia, las tiorrss asiiticas y varias otras. De todas estas habla con profundo conocimiento coma si 1as oono- ciera personalmente y entre ollss destacamos su sdmiracién a Roma por su poder absoluta y may principslmento por su anholo do ospacio, otra caracteristica del pueblo romano. Siguiendo a Roma viono Gracia que, para Rod6, es el simbolo del alma joven.y'o1 simbolo do la sorenidad. En esta misma para’bols Rod6 prodica la libertad do accion; este su amor a la libertad y a la accidn es un rasgo que viene de su aspiritu un tanto romantico, acentuado por su manifostacion modernista. EB inp teresante observar que on.§;;g;, Rod6'nas presents la psribola del ray hospitslario coma ojomplo do la conguista de la libertad interior, do Is razdn y el sentimiento. Su palacio estaba ooupado par la muchedumbro, pero ol roy tenia su colds interior preservando asi intimidad. E1.ospa- cio a que so refiore no es otro que esta colds intima para.nuestros suefias, moditaciones, conquistas. A La parabola siguiente trata do apuntar ol peligre do vsnas apa- riencias do nuestra personalidad y la nocosidad do conocer nuestra verdadero "yo." Nos habla S6strato, cuya anhelo do gloria le hizo cons- truir lo que es una do 1as maravillas del mundo: "E1 Faro do Alejandris.' #3 Al conoluir la obra magistral, el rey Tolomeo manifost6 el deseo do vor su nombre esculpido en la lipids. S6Strato, forzada a obedecer, pero también deseoso do que su nombre fuera canocido do todos los hombres, osculpi6 su nombre en el rigido marmol y cubri6 con una caps do cal y arena dejando esculpido el nombre del roy. Con el pasar del tiempo, e1 viento y la lluvia destruyeron la capa superficial y el nombre de S6strato surgi6 para conocimiento de la postoridad. Rod6 nos oxplica esta parabola do la siguiento manera: Un srranque do sinceridad y libertad que te lleve a1 fondo de tu alma, fuera del yugo de la imitsci6n y'la costumbre, fuera do la sugosti6n persistente que to impone mados do pensar, do sentir, do queror, que son como el ritmo is6orono del pasa del rebsno, puede hacer en ti lo que la obra jus- ticiera del ti iggpo verific6 en la inscripci6n de la torro do Alojandri a. La importanto es que conozcamos la verdad do nosotros mismos y que sepamos reohszar 1as sombras engafiosas que usurpan el sitio do nuestra personalidad. Par ley general, afirma Rod6, un alma humans puede dar do sizmas do lo que su conciencis creo y percibo, y mucho mas do lo que su.voluntad canvierte on obra; pero admito que lo que so refleja on.nuestrs canciencia.y so manifiosta par nuestros actos y sen- timientos es siempre alga que nace de un real desenvolvimiento de nuestro sor y*no un csracter adventicio. La parabola de "El osclavo y el pensador" nos oxplica la tooria 'Egbid,, pig. 320. Ml del oonacimiento propio. Un fil6sofo ateniense visitando una casa do campo on Mogara, scostumbraba salir por los jardines a1 caer do la tarde y moditsr. Corca del lugsr donde meditaba estaba un osclavo que sacaba agua de un pozo para vorterla en una acoquia. Una tardo o1 osclavo extenuado por su mon6tono trabajo, cay6 on ol suelo y dijo a1 fil6sofo: Compadéceme si ores capaz do lagrimas, y sabo, para compadecormo bien, que ya apenas queda en mi momoria rastro de haber vivido despierto, si no es en este mortal y lento castigo.47 Pero afiade que su mayor martirio era no poder apartar la mirada do on imagon reflojada on o1 agua, 1a imagen do la angustia, do la muerte que so acercsbso Efl.osclavo envidiaba a1 fil6sofo por su conoontracién y quietud.y creia que 6sto hablaba con los diosos para su doloite. ‘El meditadar contest6 que su objoto era Ver dentro do of mismo: guioro formar cabal idea y juioio do 6ste que soy ya, do este par quien morezco castigo o rooomponsa....; y'on tal obra me esfuerzo y pono mas que t6." Por fin llega a la conclusi6n do que ol osclavo agotara o1 pozo a1 pasa que el fil6sofo nunca agotara su alma; aquilRad6 nos ds una prueba do cuan complejos somos y cuantss veces nos sorprondemos can lss contra. » dicianos do muchas do nuestros actos. Hay casas en que olvidamos “71ml, , pig. 323. “8%, page 3230 “5 ciertas aptitudes escondidas en lo mas hondo do nuestra alma y éstss surgen inosporadamente afiadiendo grandes riquezas do conocimionto propio. Rod6 usa su imaginaci6n y nos cuenta la parabola del bsrco. Aqui trata do oxpresar su pensamiento por media do uns imagon.magnifica: compara 1as manifestacionos fugacos del ospiritu con un barco que de- saparoco on o1 horizonte y dospu6s vuelve s1 misma punto do partids oargado do tributos, riquezas inmensas. Lo misma pasa con un pensa- miento alvidado, una sensaci6n remota que, coma o1 barco, vuolve a nuestra monto llenando nuestra aspiritu do bienes inagotables. Esta parabola es una do 1as tipicss rodonianas, no 8610 por su significaci6n sino también por el tema rolscionado con el mar. La imaginaci6n do Rod6 siempre so dej6 llevar par la inmansidad del mar, por su mavimiento continua y su sensaci6n do profundidad. La parabola "La creaoi6n del dibujo" tieno un.fondo hist6rico- legendario y nos habla de la tradicidn antigua do c6mo surgi6 o1 arto del dibujo. Un mazo do Corinto tuvo que sepsrarso do su enamarada.y 6sts, deseando conservar su imagen en la mente, tuvo la idea do trazsr su porfil en la pared. Tom6 un alfiler y siguienda en.1a pared o1 perfil que delineaba la sambra, lo £136 en la pared. De osa manera, do acuerdo con la tradici6n oral, naci6 e1 dibujo. Con esta parabola Rod6 ompioza e1 estudia del amor coma desper- tsdor do aptitudes, coma fuerza impulsara on o1 campo do 1as artes. Refuerza su tooria can varios otros ejemplos, afirmando siempre que ol #6 amor es el mayor iniciador en las mayores vocaciones do la energia y do la inteligenoia. La parabola siguiente sigue la lines do la mitologia, do la leyenda: "Ayax." Rod6’mismo canfioss que su inepiraci6n para esta parabola 1a busc6 en la 6glogs tercera do Virgilio, cuando Menalcas prepone, coma enigma, a Palom6n, adivinar cual es la flor que lleva oscrito un nombre augusto. Aludo al hecho do que, con las dos letras del jacinto, da comionzo el nombre do Ayax, el héroe homérico que “envuelto par la niebla en densas sombras pide a los dioses luz, s6la luz, para luchar, sun cuando sea contra ellos.n49 Partiendo de este punto, Rod6 nos cuenta la historia do Urania, la hija del go6metra y fil6sofo romano. Urania nada sabia sobre el campo y cierto dis sali6 a conocer los alrededoros y via por primera vez 1as flares del jacinto: pero 1as flares no tonian sino dos letras do aquel nombre y entoncos trst6 do oncontrar on otras flares las letras que faltaban al nombre do Ayax. En la bisqueda intern6 campifia adontro mirando varias flo- res, pero toda on vana. La noche ya so apraximaba y la pobre Urania tuvo que volver a su casa dosilusionada y cansads. Del misma mado que Urania no pudo completar el nombre de Aysx, asi también en el mundo hay destinos incompletos, vidas risuefias cortadas en sus alboros, ol bien que promote y'no madura, esperanzas perdidas antes de alcanzar 1s meta sofiada. h9Rod6, pig. 392. 4? Rod6 inadvertidamente hablaba aqui do on propio destino; la muerte precoz del gran genio le priv6 do la oportunidad do seguir su carrera do maestro de la Juventud de la 6pocs. Saliendo del campo mitol6gico, Rod6 vuelve a la imaginaci6n en su parafbola “El monjo To6timo." To6timo fue un monje penitente que so apart6 do los hombres, do toda, y escogi6 para su morada 1a parts mafs alts y Erida do una montafia dondo ls solodad era mas triste. En esta vida do humildad, do ponitencia y do sacrificio, vivi6 To6timo par muchas s'r‘ios hasta que un dis fue a visitar 1a tumba do sus padres, donde la vegetaci6n era abundanto. Eh ol camino so sent6 a descansar y ompez6 por repsrar on 1as flares, los 6rboles, la naturaloza; una florecilla silvestre 1o llam6 1a atenci6n y dospu6s su pensamiento. To6timo descubri6 enton- cos que o1 cielo tambio’n ouidsba do aquel pequofio ser, tambie'n a ella destinaba un rayo do on amor. Ls robeli6n creci6 en su alma y pregunt6: Mada el amor do Dias no era entoncos para el alma del hombre? Un odio sordo llon6 su alma y toda la humidad do antes so desvaneci6. . Te6timo en un gesto do despocho o ira puso e1 pie sobre la flor indofonsa, destruye'ndola. Rod6 quiere probar que la solodad continua smpara y fomenta con- ooptos engafiosos. m ejomplo del monje To6timo es un aviso contra la solodad mal ompleada, mal omtendida; la solodad fitil, roparadora es la que so aplica a ciertas situaciones del alma y por determinado ospacio do tiempo. En o1 cspitulo ncn Rod6 nos cuenta la parabola do "Los sois porogrinas“ que aunque no sea sacada do la Biblia, por lo monas suona icoma las narracianes del Nuovo Tostamonto. La parébola nos cuonta que los poregrinas oran todas 36vonos y paganos pero la palabra del maestro Ehdimi6n los canyirti6 a1 cristianisma. Un.misma ponsamionto, que les pareci6 vocaci6n comfin, los llama un dis a predicar e1 Eran- gelio do Crista on ls ruts soguida a través del mmndo. Los seis dis- cipulos marchan a oncontrsrso con su maestro en el punto convenido para la partida, pero s6lo dos llegaron a1 tormino fijado. Custro dosistieron do su prop6sito a lo largo del camino: uno, par compasi6n do los hombres; otro, par amor del arte y'de la bellozs paganas; e1 tercero, por los afanes materiales; o1 cuarto, sin mativo aparento que clasificaremas do desongsfio, desilusi6n. S610 llegaron a1 lugsr convenido Agenar e Idomeneo. E1 primero sigui6 su ruta como un sonémp bulo, absorto en su fe, ciego y sordo a1 mundo y'a la vida y'ol segunda so detuvo solamsnte para ayudar a los que sufren y a los que trabajsn. E1 final de la parabola tiene un tono biblico mas acontuada, semojsnto a la Pesos Milagrosa. Aqui so refiere a Endimi6n (Jesfis en este casa) que puso a Agonar a su derecha y a su izquierda, a Idomeneo y: entonando uno do los salmas que csntan la felicidad del caminanto, march6 can ellos hacia ol mar. Nubes oxtrafias fingisn marsvillosas rutas en el confin.dol horizonte. La vela do la nave que los conducis palpitaba sabre 1as aguas turbiss e inquietas, a mado do un gran coraz6n blanco... 501bid,, pig. #19. 49 En esta parabola tenemos ol ejemplo porfecto do la porsoverancia del ideal, do una idea soberans y'muy'principalmonto del ojomplo do dos almas sinceras y distintas: ol ontusiasta inflexible, alma aus- tora o indiferente a lss cosas mundanas y o1 entusiasta flexible cuyo entusissma asumo 1as multiples formas do la vida sin porder de vista an ideal. Ls parabola siguiente es “Hylss,” basada en la mitologia y so adapts a1 ojemplo do la busca continua on cads espiritu humana. Hylas fue uno de los campafieros do Hérculos en la expedici6n do los argo- nautss. Llegando a las castas de la Misis, Hylas baj6 a tierra para traer agua a sus compafieros, pero hall6 uns fuente calmass y limpida y, al inclinarse sabre ella, ninfas misteriosas surgieron y'lo srreba- taron. Los compafieros on vana buscaron a Hylas que nunca apareci6; so dice que en la primavera, cuando e1 viente empieza s sor tibia y dulce, la juventud so dispersa a buscar a Hylas. Rod6 quiere apuntsr que dentro de cads uno hay un Hylas que buscamas y'no oncontramas; pero e1 sfén do buscarle ya es estimulo can que so mantiene ol saplo do la vida. Solamento esta idea do conocimionto, do cambio constants, cau- sado par la busca do alga sofiado, deseado, ya signifies vivir. "Ls despedida do Gorgias" es otra psrdbola con tono biblico; Rod6 no la sac6 directamente do Is Biblia, pero podemos natar ciertas paralelismos do ella con las paginas biblicas de la Ultima Cons. Gorgias vs a marir y so refine con sus discipulos, par la ultima vez. El diélogo entre e1 maestro y los discipulos también sigue casi el misma tono 50 biblico, pero lo mas importanto es ol mensaje cantenido en esta narra- ci6n. Gorgias, un fil6safo siciliano, va a marir par voluntsd y deter- minaci6n do los poderosos do on 6pocs. Escogi6 la.muerte par la cicuta que beberis a1 fin do la tarde; so rouni6 can sus discipulos por la filtima vez y cads una do ellos trat6 do ssegurar su fidelidad s1 maes- tro y a sus doctrinas. Una do ellos propane que todas juren seguir fielmente cads uns do sus palabras, pero Gorgias los intorrumpe y para demastrar on error al jurar on vana, les cuenta una snécdots do on nifiez. Cuando nifia, su bondad, hermasura y amor material hicieron que su madre desears que nunca dejase de ser nifia. Cierta ocasi6n, uns mujer do Tesalis, con fama do hechicera, lo indic6 un media do realizar tal deseo: dicienda cierta f6rmuls magica y sl misma tiompa poniondo sobre el coraz6n del nifia un corsz6n do psloma sfin tibia y mal dessn- grado, so borraria 1a huells del tiempo y oprimiendo ls flor del irido silvestre en la fuonte, mantendria el pensamienta limpio y puro. La madre estaba decidida s poner en pristica tal cansejo cuando aquells misma nacho tuvo un suefio. Safi6 que habis hecho oxactamonte lo que la mujor lo habia dicho y que con el pasar do los afias, su hijo permanocis e1 misma nifia oncantador, pero luego lleg6 un dis on que no hall6 ni una flor do irido ni un coraz6n do palama y via sl nifia transformado en un viejo, una criaturs que reflojsba irs y desoSperaci6n por haber perdido su nifioz, su macedad, su vida. Dospués de este suefio la madre dej6 do deplorar la fugscidad de la nifiez de su hijo. 51 Con este relsto Gorgias queria probar que su filasofia no era religi6n que debiera ser seguids a1 pie de la letra; queria apenas infundir el amor do la verdad, que para 61 as infinits. Afirma que en filosofis puede sorvir do guia para la conciencia de sus discipulos, pero que de ningfin mado debe detener su pensamiento. A través do todas estas bellas reflexiones Rod6 quiere hacer hinospi6 en la libertad do ponsamionto, en la inicistiva propis y sefiala lss palabras do Crista que confirman su tooria: "Afin tondris otras cosas que ensefiaros, mas no podrisis llovarlas."5l Eh otras palabras, no hay limits en el descubrimiento do la verdad.y solamonte a través do revelaciones en la marcha del tiempo podemas llegsr al seno do la infinita verdad. Is en su "Lucrecia y el maga,” en el ambiente hist6rico-tradicio- nsl, nos explica los secretos que yacon on o1 fondo do nuestra alma, nuestra doble personalidad. Lucrecia, una joven dotada do virtudes inimitables, vivia bajo 1a protocci6n de Artemia, corregidor do ls Augostolida do Egipto. Un dis, la llegada do un religioso do culto oriental y maestro en artes do adivinsciones y oncsntsmienta, despert6 on Artemia la curiosidsd do saber lo que so encerraba en el fondo del alma do Lucrecia. El mago declsr6 que precisaba 3610 do una cops que ella llenase do agua con su propis mano y en o1 cristsl del agua veris 51Ib1d, , pig. #52. 52 ol alma do Lucrecis. Satisfecho e1 deseo del mago, 61 pudo ver en el fondo del alma do Lucrecia un sbisma y en el fondo de este sbisma una figura do mujer complotamonto diferente do ls dulce y tranquila Lucrecia: via una cortesana adarmocids que 'visto toda do pfirpura, con o1 descefiimienta y transparencia que, mas que la propis desnudoz, sirven do dardo a la provocaci6n.' Por supuosto que este revolacidn caus6 la indignsci6n do Artemio y el maga oxplic6 que via otro sbisma, y en ol sefia do éste una luz y como onvuelts on la luz uns cristura suavisima y'do una blancura sin par, una diosa, uns ”mujor sin soxa,” puro espiritu que, como la cortesans, también dormis. E1 mensaje do Rod6 es que entre la variedad do fuorzss ooultas on nuestra alma, unas no despiertan nunCs y otras salon a la luz, so dojsn trssparecer on nuestrss actitudos. Por fin podemas ostudisr ls més famasa y la mas cantrovortida do lss paribolss do Rad6: 'La pampa do granito." Rod6 empioza con la descripci6n del ambiente y'do los personsjos. Era uns desolada y triste pampa do granito dondo oncontrsmas a un viojo gigantesco de ojos fries, mfisculos recios, acompsfisdo do tros nifias, flacos, miserables, ateridos. El viejo tom6 a una do los nifias par ol pescuezo y déndole uns simionto, lo dija que la plantars en el suelo duro. A.pesar de las protestas del nifia, el viejo poniendo el pie sobro o1 poscueza le hizo abrir un hueco en la pampa con sus propios diontes. Asi pas6 ol tiempo y concluids la tarea, el pobre nifia tonia la caboza 53 blanca. Luego el viojo orden6 a1 segunda nifia que juntara tiorrs para la simiento. E1 nifia cantest6 que no habia tiorrs y'ol viejo a su vez afirmo: "La hay en el desiorto, rec6gela.”52 Abriendo lss mandibulas del miserable nifia en la direcoi6n del viento, recogi6 toda la tierra que necesitsba con la misma impasibilidad do antes. E1.viojo och6 la semilla en la cavidsd do piodra y por fin orden6 a1 tercor nifia que la rogara. La misma infitil protests “pero..., oen d6nde hay agua? A.lo que el viejo contest6: 'Llors, la hay on tus ojos.“ I ssi le hizo llarar hasta que del hueco empez6 a nacor el tallo, lss primoras hojuelas y par fin un érbol robusto y copudo. Esto firbol fue una bondici6n para la firida pampa do granito, lss flares cambiaron on frutos deliciosos, on lss rsmas anidaron varios pijaros. Los tros nifios, ya entoncos encanecidos, tratsron do comer el fruto del irbol, do gozsr par fin de sus esfuerzos, pero ol viejo los impi- di6 y arrancando otra semilla, ompez6 el misma martirio do antes. Ls impresi6n do cruoldad es la que do pronto predomina en la psrébols, contrastsnda con el tono do dulzura tipico on Rad6; pero si consideramas cads personaje, no coma sores humanos, sino coma simbolos, entoncos podemas vor e1 esfuerzo tremenda do Rod6 para camprobar la fuerza y'la capacidad do nuestra voluntad. Algunos criticos coma CriSpa Acosta, en su libro Dario y;Rod6, afirma que “mas vale o1 ropaso 523329.... pig- l+75. 54 do la.muorte que ese tormonta dantesco del esfuerza sin slogris."53 Creo que una intorpretaci6n al pie do la letra no es sprapiada a esta parébols y do ahi la condenaci6n de la crueldad del viojo an- ciano. Rod6 misma en el capitulo 'CLII' explica e1 simbolismo de su narraci6n: la desolada pampa es nuestra vida, los trémdlos nifios son nuestras ontrafias y ol viojo tirsno es el poder do nues- tra voluntad. Todas estas psribalas constituyen un verdadero manantial do ensefianza y do ingeniosidsd y dan un tono original y amono a la prosa rodonisna, transformando un asunto irido en una narraci6n agradablo y deleitoss. 53Crispo Acosta, Dario z Rad6’(Montevideo: Editorial Masca Hermanos So Co, 1945), page l50o QUINTO CAPfTUIo EL ESTILO Jose Enrique Rad6 fue un verdadero cultor del estilo pero s6lamonte on Motives do Pretee su estilo alcanza su punto mis alto por la perfects manora do expresar ideas, a veces un tanto complejss, profundas y do dificil compronsi6n para el loctor cemdn. No imports, sin embargo, la profundidsd del pensamiente 01b presa; Rad6 sabo siempre describirlo do una manora clsrs, fluids y bells. Sabe ser breve, concise, sin dejar nada par decir, y al misma tismpe sabo ser prolijo sin ser suporflua. Eb un verdadero doleite seguir on uno do sus pdrrafos larges el hilo de sus pensa- mientos que, coma e1 hilo do Arisdns, nos conduco directamente s1 punto final, a la oonclusi6n clars y precisa do on monssjo. Desoa hacer un estudia do su estilo parsb6lico pero area can- veniente dar, on primer lugsr, una idea de su estilo on general. Fuera do sus psrfibolas, Rod6 es el educador, el hombre de letras, tratando do transmitir sus ideas; su estilo es riguresa, sorio, un estilo do erudite. Par otro lsdo, sl leer sus paribolas, notamos e1 cambie, aunqus a veces casi imperceptible, del erudite sl narra- dor més simple, mas tierno, més natural. Lo mas importante es que en un estilo erudite a natural esté siempre presente su instinto do ls.bellozs, bellezs do ls forms, do Is ides, do la palabra y a 56 veces, en sus pérrafos cartas, 1a bellezs del'siloncio. Al ritmo armanioso do on press sfiado o1 vocabulario rioo y matizado que lo permito hablar do todas lss cosss, enriqueci6ndolss con la msgia do on decir. Glicerio Albsrrén Puente en su libro E1 pensamiente g2 JI g, M6 nos presents un estudia complete do apreciaciones criticss del estilo do Rod6, coma lo hacen también Amadeo Almads, Andrsdo Coollo, Alberto Nin Friss, Gonzalo Zsldumbide y otras entusiastss do Rad6. Todos reconccen e1 poder de la plums rodonisns y los faltan addativos para expresar su sdmiraci6n y reopecto al estilo dol gran ensayista. No hay casi nada que sfiadir s estas apiniones exeepto tal vez spun. tar algunes reflexiones do on estilo parab6lico. Rod6, per cierto, tenis o1 poder do convertir sus ideas on imi- genes, y éstss en simbalos slog6ricos que luogo so convierton on psribolss. Una do los puntes que llamsn la stenci6n on o1 estilo psrab6lico do Rod6 es su tono madernista, cuando rampe con la frase hechs aspirando a uns completa renevaci6n no 3610 on o1 toms sino también en la farms. Como madernists, Rad6 fue en la prosa lo que Rubén Dario fue en la poesia. Ambos dieran nueves rumbos a la prosa y a la paesis, rospectivamente: color, musicalidad, exatisma, nove- dsd, agilidsd. Trstar6 do apuntsr en sus paribolss algunes observaciones que resfirman su titulo do adepte del madernisma literaria on Hispano- américa: 1s menci6n do obras de arte, la campsrsci6n do personsjos p 57 hist6ricos, biblicos y mitol6gicos pars ilustrsoi6n de sus ponsa- miontos es un rasgo bsstante acentusda en sus psrébolas; a veces su insgotsble conocimionto hist6rico se mozcla con la imaginaci6n, coma podemas observar en su parébola "La respuosta de Louconao”: Sofié uns vez que volvienda e1 gran Trajsno do una do one gloriosss conquistas... Is en su ”Les seis peregrines" ompieza: __gnt§g_loyendss que no estan escritas que Endimi6n...55 mas sdelante en ”Lucrecis y el msgo": Artemio, corregidor de la Augost6lids do Egipto,m tismpe que olegiras dentro del crepusculo do Rom‘oeoo56 Ebts.mozcls do historia e imaginacién afiade un tono simb6lice a sus personsjes scentuanda su participaci6n a la narraci6n. Debemas también hacer ressltar su ingeniosidad on ol use do imégenes y'motéforss que nos conducen a un mundo de fantasia, a un munda lleno de luz, do color, do misica. En su parfibela “Miranda Jugar a an aide" podemas ver en la simplicidsd do sus palabras, todas lss sensaoiones do color en lo tranSparonto do sus imégones: "cops do cristsl," "limpida ambiento," Irayo do sol." Luego 1as sensacio- nos do sonido: I'ondas sonoras,” ”trina do péjaro," "herido cristsl,‘ I'fresca resonancia.' 54Rod6, pig. 315. 55Ibid., pig. 414. 56m;g,, pig. 462. 58 His sdelante en su paribols ”E1.barca que parte" hay uns mez- cla do senssciones cuando nos habla del barco que vuelve cargado do tributes. Senssciones del olfsto: "aromas deleitsbles”; del gusto: 'dulces nsranjas"; de luz: "piedrss que lucen coma e1 sol“; do tacta: ”pieles susves.‘ Eh ”Ls pampa do granito" y "El monje To6timo" natsmas o1 6nfasis en la forms, en el cantacto del hombre con la natursleza; hay un cheque de lo humane con la material. Observsmos per ojemplo en su pérrsfo inicial do "La pampa do granito”: Era una inmonss pampa do granito; su color, gris: on on llsnezs, ni una srruga: triste y desiorts; triste y fria; bsjo un cielo do indiferencis, baja un cielo do ploma. 7 En estas pocas liness encontramas un conglomersdo do sensaciones: color, farms, espacio. Entonces introduce lo humane: I sobre la pampa estaba un viejo gigantesca; onjuto, livide, sin barbss; estaba un gggantosco viejo do pio, erguida coma un arbal desnudo. Notsmas ls sensaci6n do tamafio ("viejo gigantesco," gigsntesco viejo") ropetida coma para dsr 6nfasis a la supremacia do lo humane sobre la material, sobre la naturalezs. Par otro lsdo, en "El manje To6timo," ls descripci6n de la sole- dad puede hasta cierto punto ser equiparada a la de “La pampa do 57Rod6, pig. 475. 58$: Patg. “‘75- 59 granito"; ls ides do solodad, do desolaci6n esté prosonte aqui también: ...busc6 un refugio, bien alto, sobre la vana agitacidn do los hombres; y lo eligi6’donde 1s mantsfia era mis dura, donde 1s recs era mis irids, donde la solodad era mas triste.59 ' Las mismas imigenos do dureza, aridez, son ussdss para expresar solo- dad , aislamiento . En su parabola “Ayax” podemas ver 1s mozcla do estilo elevado, pulido, con el estilo simple, concise, carta: ...candorosa alma do invorniculo sobre la cual los ojos habian reflojsdo tan intonsamente la luz que psrte do 1as ideas increadas y bafia la terss fsz do los papiros, coma poco y en reducida ospacio la luz real que o1 sol derrama sobre la palpitaci6n do ls naturslozs.6O Después de este intrincado pérrsfo sigue otro brevisimo y muy simple: Nada sabis del cam.po.6l Asi es el estilo do Rod6, lleno do sorpresas, do antitosis: varis do ls bells ordonaci6n olisios, estilo bien cuidsdo a1 estilo llsna, carta. No podemas dejsr do observar también su estilo narrative do tono roméntica que fso acentfia ya casi sl final de W, en su descripci6n del otofia. Su imaginaci6n nos pints un cuadro do otafia 59Rod6, pig. #02. 60%! P580 392- 611b;g,, pig. 392. 60 llona do divagaciones, do conjeturas, una pigina que es una verdadera prosa pe6tics. Asi'hsbla Rad6: Caen, caen sin trogua, 1as hojss; y el alma del paisaje 6ntrase, on tanto, por las puertas del sentide, a1 amp biente do mi mundo interior.62 Aqui podemas sentir su,sensaci6n do sbsndono, do molancolia. Despu6s reflexiona: &D6nde esta shora, reSpecto do mi misma, e1 objeto do mi contemplaci62? aAdentra? aAfuera7...Caen, caen sin trogua, lss hojss...3 Luogo su desvsnocimiento cesa coma par msgis y nsce la esperanza do un future risuefia, florido, expresado en un estilo belle y llona do metiforas: ...sobre o1 desconciorto do lss hojas caidss so yerguo 1a armsz6n escuets de los arbolos, firme y desnuds coma la certidumbre, y'en el score claro del sire graham pramesa, simple y breve, do nueva vida. En esta pégina final, Rod6 so acerca mis a1 loctor, da s cenecer mis intimamente su lado contemplative, remintico que emana de su estilo brillante. Cree que, de un.mado general, flotizg§_dg_gggtgg, reflejs lo mis selecto del alma do Rad6 s1 misma tismpe que so reslizs el ideal del estilo literaria. 62R0gé, pa’g. 480o 63Ib1d., pig. 480. 61*IbE. ’ pig. 1480. CONCLUSIGN Mativo§ de Pretee es uns nueve Biblia de la esperanzs. Para lss innumerables victimas do la neurosis moderna, para los que so hsn sentide derrotados par un primer obsticula, este libro es uns dichosa panacea do redoncién. E3 la obra do un pensador Optimists que con una asambrasa fertilidad verbal y sensibilidsd vibrante, nos hace recenecer la gran dédivs del vivir. Nada tieno do obra filos6fics prepiaments dicho; su autor, siguiendo un razonsmiento inductive, apenas expone y dossrrolla tesis sicol6gicas que camprueban can numerosos ejemplos do oopiritus famases, came artistas, pensadores, inventores y hombres de ciencia. Tsl vez peque do no profundizsr sus pensamientos, de ser mis analitico que sintético, do demastrar sin probar, do persuadir sin canvencor. Pera par otro lado, sabo cancretar y ejemplificsr uns ensefisnzs, haci6ndola més interesante y accesible. Ls idea fundamental de la obra es la exaltsci6n de la voluntsd coma factor del porfeccionamiento do nesotros mismas, con el cono- cimionto prepie coma base. Rod6 exalta igualmente 1a fe, el ideal, el amor, coma fuersss propulsaras y disciplinadoras. De ahi podemas comprebar que es un maralists on alto grade. Sus doctrinas idealis- tas son bonéficss para todos y principlamente para los j6venes. Lo curioso es que en 1896, Rod6 escribi6 un articulo titulado 62 "E1.que vendri" en el cual express su gran preooupaci6n por un mundo mejor, por la venids de un revelador, de un guia pars lss almas inquietas, melanc6licss, indecisas. ‘Y pregunta: &Cual ser6, pues, e1 rumba do tu nave? iEn d6nde esti 1a ruta nueva? zDe que nos hablaras, rovelador, para que nesotros encantremos en tu palabra la vibracion que enciendo 1s fe, y la virtud que triunfa d3 ls indiferencia, y el calor que funde ol hastio? 5 Rod6 no so die cuenta de que afios mis tarde, 61 misma saris este revelador, este guia esporado, par la menos para la juventud hispanosmericsna. I en el decurse do su articulo, afiade: "to imagine otras veces coma un ap6stol dulce y afectuoso. En tu scento evang61ico resonsré ls nets de amor, ls nota do eSpersnzs.“66 Esta nets do espersnzs y’de amor podemas oncontrar en sus Motives do Pretee transmitida con la majestad do un sacordote, con la oficacia de un maestro que presiente que su palabra ser6 escu- chads can fervor por lss nuevas generaciones. No imparts que no hays side fil6sofo; el hecho de que no hays creado un sistema filos6fica no disminuye su valor literaria: los grandes pensadares no son solamente los que cresn 1as ideas sino también los que hanlogrado difundir en el coraz6n do los pueblos mayor sums do ideales, y mantener en la conscioncia universal formas 65Rodi, pig. 1u9. 66Ibid,, pig. 15o. 63 clarss do perfocci6n y do creencias. Listima que la muerte traicianera nos hays arrebatado a los 45 afios este cerebro brillante y emprendedor. Pore la semilla fue lsnzada y nos rests solamsnte eSporar que otras sembradores concluyan la tarea inscabsda do .1056 Enrique Rod6. 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