' LSES-‘éAR‘Y Michigan University \ i i i 2 i i PLACE IN RETURN BOX to remove this checkout from your record. TO AVOID FINES return on or betore date due. l DATE DUE DATE DUE DATE‘DUE l MSU Is An Affirmative Action/Equal Opportunity Institution cMMuna-DJ EL EXILIO INTERIOR HEXICANO EN LA NOVELA SONORENSE DE 1970 A 1980 By Francisco Gonzalez—Gaxiola A DISSERTATION Submitted to Hichizan State University in partial fulfillment of the requirements for the degree of DOCTOR OF PHILOSOPHY Depart-enet of Romance and Classical Languages 1991 ABSTRACT EL EXILIO INTERIOR MEXICANO EN LA NOVELA SONORENSE DE 1970 A 1980 By Francisco Gonzalez—Gaxiola This dissertation is an analytical work on four novels by four contemporary authors: La sierra y g1 vignto (1977) by Gerardo CorneJo, La creciente (1979) by Armida de la Vara, 2g oraculos dispares (1977) by Sergio Valenzuela y Pozo de crisanto (1975) by Leo Sandoval. The purpose is to trace the concept of 'inner exile' through the narrative of the seventies in Sonora, Mexico, and to prove that it constitutes the source of the conscious need for roots and identity which manifests itself on both the formal and thematic levels. On the formal level we study how the authors are trying to innovate the genre turning away from the traditional type of narrative discourse. In the thematic level we observe the peculiar ways in which the referential (autobiograpy, history, geograpy, social problems) transforms itself into various degrees of fiction. The author uses his creative writing activity to gain an identity and also, as a consequence, to show society in its identity features and hinting to particular manners of solving uprootedness. The first chapter emphasizes the unjustified central imposition of Mexico City as the obligatory center of culture. It underscores the rising of the marginal, regional and subliminal cultural and literary manifestations of the provinces which are geographically far away from the center. The second chapter is a historical and theoretical exposition of the concept of exile with its various manifestations in the sociological and literary levels. The following four chapters consist of the analysis of each novel made through the application of the exile as conceived by Simone Weil, Michael Ugarte, Paul Tabory, and Michael Seidel. Even when we prove that the concept of exile and quest for roots gives unity to the novel of the seventies, one of the most striking conclusions of this narrative that has come of age in the seventies points out radical propositions to recapture the lost roots: suicide, frustration, madness and at best a faded unconvincing hope in the future. Copyright by Francisco Gonzalez 1991 A Julian Socorro Alex Patricia y Juliana. A la memoria de mis profesores y amigos Georges Joyaux y Dennis P. Seniff. AGRADECIMIENTO Deseo expresar mi profundo agradecimiento a la profesora Pricilla Melendez por toda la ayuda que recibi de ella, direcciones, tiempos, paciencias, consejos, correcciones, alientos. De la misma manera quiero agradecer al profesor Malcolm Compitello por sus centrados Juicios, orientaciones y su siempre buena disposicion y persona, y al profesor George Mansour por la asistencia que me brindo en todas 133 ocasiones en todos los Ordenes. vi Introduccion. Capitulo I: Capitulo II: Capitulo III: Capitulo IV: Capitulo V: Capitulo VI: Conclusiones: Bibliografia. INDICE La literatura regional sonorense: un punto de vista marginal... ..................... E1 arraigo como manifestacién de identidad. La semAtica del exilio y el desarraigo..... El recuerdo y la nostalgia: recursos de identidad en La sierrggy e1 viento de Gerardo Cornejo.... ....... ................ El discurso genérico y la autobiografia La memoria recurrente en basqueda de arraigo............... ..... ......... ...... La diéspora de un pueblo sin identidad en La creciente de Armida de la Vara........ E1 'idilio' y el retorno en la construccion del genero................................. L88 raices en el pasado: un 'pharmakon’ de eficacia dudosa............................ El exilio y el encuentro de si mismo en 22 ozggulog dispares de Sergio Valenzuela. El recuerdo revolvente: acceso a una identidad perdida en Eggoggg_cri§§nto de Leo sandoval...‘OOOOOOOOOOOIOOOOOOOOOOOOOOO El desarraigo como medio de identidad en la literatura sonorense.................... 0.....0...OOOOIOOOOIOCOOOOOOOIOOCOIOOOOOOOOI vii 9 45 4a 72 83 102 129 129 153 189 231 259 271 INTRODUCCION El estudio comparativo de la literature necional mexicane con la literatura del Estado de Sonora intente caracterizar e1 desarrollo e imbricacibn de ambas literaturas en cuanto a sus relaciones de dependencia, independencia, o interdependencia tanto en el tratamiento de 1as diferentes tecnicas narratives como en lo correspondiente a1 sefialamiento de las principales tendencies temAticas. El presents estudio intents identificar e interpreter los rasgos distintivos de la novela contemporAnea de Sonora, Mexico, a traves de cuetro novelas representatives de la decade de los setentas.1 Para tal caso han sido seleccionadas De oréculos disperse (1975) de Sergio Valenzuela CalderOn (n. 1943), Pozo dg Crisantg (1977) de Leo Sandoval (n. 1922), Le gig;;§_x_g;_gigngg (1977) de Gerardo CorneJo (n. 1937), y L3 Egggigntg (1979) de Armida de la Vera (n. 1935). Los factores principales en el anAlisis de estas cuetro novelas son tanto de indole generics como temética. El factor generics elude a la problemética del discurso generico presents en la transformacién de la escritura autobiogrfifica a la autobiografia ficcional, asi como su lirismo abisrtamente manifiesto. Algunos criticos, como Luis A. Sbnchez, han llamado la atencibn sobre la notable ausencia de la autobiografia en los paises hispenoamericanos en oposicién a una evidente proliferaciOn de estas en los RE. UU. y en Europa.2 Cabe preguntarse cu61 ha sido e1 desarrollo de la autobiografie en Hispanoamérica en general, en Mexico en particular, y la imbricacibn generics de la historia (biografia y autobiografia) a1 convertirse en relato novelado. Por otro lado, en los textos que examinaremos aparece un tipo sui-generis de lenguaJe, el cual, por su abundancia en imégenes de variado tipo y sobre todo el uso de metAforas, recuerda el que se utilize en la novela posterior al movimiento modernista en Hispenoamérica.3 De esta similaridad se desprende la pertinencia de establecer lee respectivas relaciones entre los textos a estudiarse y esa corriente que prodriamos llamar post-modernista, ye se trate de influencia, refleJo, imitacién, anacronismo. El factor temAtico esta constituido por varios elementos. Tenemos primero la nostalgia y el desarraigo emparentados en cierta manera con la dimensiOn biogréfica y autobiogrAfica que aparece caracterizada tanto en la realided de los personaJes como en la del autor. Dicha temética esté presents en la vida de los personaJes y en la atmosfera general de la obra, y parece constituir un factor causativo de la produccién literaria del autor mediante una actualizaciOn de la nostalgia que apunta tanto a la realided temporal como a la realided geogrAfica. El protagonists y/o e1 narrador, desarraigados y viviendo en otro tiempo y lugar agobiantes, afioran una felicidad paradisiaca solo vislumbrade en el pasado 0 en el pequeflo pueblo donde nacieron. El telurismo hace referencia a los complejos problemas econOmicos y sociales de la region y a las contradicciones, que de distinto carActer, desembocan en un selo cauce, la tierra, como elemento explicativo de le existsncia de sus hebitantes. Un aspecto interesante que requiere ser exeminedo es el aparente enecronismo de este temética, respecto ds la asi conocida ”novela de la tierre” en Hispenoamérica que alcenze su auge en la década de los veintes.4 Se pretends estudier cuAl eerie la posible aportecibn de esta problemAtica de la tierre-—en teoria anacr6nica——dsntro de un nuevo contexto histérico—literario. Esto nos lleva e cuestionar la Justificacion y pertinencia que las novelas de autores sonorenses ofrecen de novedoso cuando aparecen en otro molds, contenido, tiempo y lugar. Como parts ds la Justificecion de este trabaJo pretendemos indagar en el vinculo existente o no entre estructures periféricas y su centro. Por eJemplo, la culture de provincia, eobre toda la geograficamente aleJeda del centre, as cesi desconocida. Iguelmente, es un hecho que les literaturas regionales de Mexico hen rscibido tradicionalments poca etencion de la critics. Tal efecto es comprensible tambisn porque las escasas producciones litererias del norts hen quedado marginadas de las principales corrientes necionales y letinoamericanas. Es incluso posible afirmar que en el Estado ds Sonora no he habido novela de problemas socieles, tampoco rsalismo magico, ni novela de la onda, ni antinovela. Es un hecho insoslayable-—positivo o negative-que, cualquiera que sate sea, 1a producciOn literaria debe pesar por el visto bueno del centralismo metropoliteno, especto muy similar al que ocurrs en otres manifestaciones sociales, particularmente en la politics. Esta papel lo he desempefiado la Ciudad de Mexico sscularmente: durants el periodo colonial (siglos XVI, XVII y XVIII), en el Mexico independiente (siglo XIX) y durants casi todo el siglo actual. Los artistes, por inconformistas que sean, ecepten como un hecho indiscutible e1 traelado geografico e intelectual hacia la metropoli como medio de trascender. Son muchos los artistes que hen recibido la merecida atencién por parte de los estudiosos selo cuando hen trenspuesto la provincia y unicamente dsspues ds haberse forJedo un expediente descollador en el embito citadino. Pongamos como eJemplo el caso de Edmundo Valadez, famoeo sscritor originario de Gueymas, pero emigrado a la capital desde su Juventud. Sin embargo, hey barruntos de que la situecion esté cambiando, que incluso boy se puede hablar de csntros cultureles de provincia en periodo de consolidaciOn, particulermente alrededor de universidades estatales. Asi lo demuestra 1a puJante iniciativa editorial de centres como Jelapa, Veracruz, en el litoral del Golfo de Mexico, Culiacén, Sinaloe, en el litoral del Pacifico y Hermosillo, Sonora, en el noroeste del peie. Por otro lado, respecto de la situaciOn del Area de Sonora en particular, encontramos que no son muchos los medios por los cuales pueden dares a conocer las eportaciones locales. Una de les mansras como nuestres literaturas regionales hen podido ser rescatedas del olvido ha sido a través ds la zigzagueante politics cultural de algunos gobiernos estatales que ultimamente se hen dedicedo e publicar obree de significativa importancia. Es comprensible que la publicacibn de estos textos results un factor importente pues constituye un paso fundamental en la sapresa de rs-valoraciOn de las aportaciones autéctonas, pero como la mayorie de éstas son rs-ediciones y no publicaciones de nusvos creadores, este merito queda circunscrito a un intento por fortalscsr la culture oficiel representente de un ’status quo' a ultranza. Otra manera difundidora de les aportaciones locales he venido a ssr la aperture de eecuelas o colegios de letras que despuss de cumplir con su obJetivo inmediato (formecién de cuadros docsntes para nivel medio y superior), y luego ds desentenderse de las autoridades literarias europeas, hen tornado a estudiar les manifestaciones artistices y literarias de sus respectivas regiones. Tal es el caso del Estado de Sonora, en donde se ha recurrido tanto a la publicaciOn y reedicibn ds textos como el examen critico de sus propias manifestaciones. Muy recientemente--no pasa de un lustro-—el Departamento de Humanidedes de la Universidad ds Sonora sento la incipiente formalizacion de un proyecto de investigacibn, cuyo obJetivo es escribir la Historia Social de la Literature Sonorense. Los snseyos producto de estas investigeciones son socializedos en los Coloquios de las Literaturas ngionales, auspiciados por el mismo Departamento de Humanidades, en sus Memories respectivas, y en la reviste del Departamsnto, iencia i e . Consecuentemente, e1 obJetivo de este 1nVOBt18¢C16n, e1 dedicarse a estudiar en profundided las novelas ds cuetro narredores sonorenses es la de aportar un conocimiento eussnte, necesario y que redundara en beneficio de la Historie de le Literature del Estado de Sonora. Las enteriorss consideracionss nos llevan a proponer un plan de trabeJo que incluya una contexualizecién histbrice que a su vez d6 cuenta del proceso historico pertinente a la producciOn literaria particular por estudiar. En ella se incluyen las relaciones que guarde e1 proceso histOrico particular de este regibn sonorense con el mundo y con la naciOn. Enseguida se aborda una contextualizacion de la literatura sonorense del siglo veinte, con especial atencion a la decade ds los setentes, estableciendo relaciones con les corrientes y movimientos literarios nacionalss, y tretendo de encontrar tambisn sus nexos de dependencia o interdependencie. Despuss se introduce un tratado del desarraigo que explica su natureleza, causes, manifestaciones y realizaciones en las variadas literaturas. A ello se ansxan las consideracionss teorices e histbricas sobre el arraigo como necesided espirituel humane y el modo como date se puede actualizar a traves del recuerdo y la nostalgia, de la referencia histOrico~sociel (refleJo de todo tipo de problemas socielss), geografica (diversas descripcionss de la naturaleza), personal (autobiografie): y por ultimo, le identidad conscientemente adquirida por el artiste y la manera de refleJarle en el plano temdtico como en el maneJo reflexive ds los instrumentos de creacion (innovaciones en el lengueJe y en el genero literario utilizados). Finalments analizemos s1 texto literaria estructurado en categories besicas formales en la que se describen entre otros: une voz narrative que intentera desentrefiar el funcionamisnto del narrador en relaciOn con la integracion del texto: la coherencia interne que describe la unided de ficcion en cuanto universe verosimil, abordando conjuntaments 1e adscuaciOn de los recurses literarios: e1 proceso narrative basedo en lineas tematices que fundamentan y explicitan el desarraigo come constants espiritual humane—~de la misma manera come lo son el amor, la muerte, la felicidad. La primera parte de cada una de las novelas sstudiadas es abordada deeds una perspective analitica en torno a1 genera narrative particular: carécter embiguo del discurso literario y la rupture consciente o inconsciente con el canon generico. Después se intenta sondser en ellas 1a autobiografia y la relacion texte/contexte. Esta primers parts descensa en el tratamiento del lenguaje peculiar utilizede en las obras. A travea de su enslisis respective se estudian les estructures raterices, su coherencia y funciOn en el discurso cenfesional sin olvidar per elle sus respectivos rsferentes o centextes. En la segunda perte ds los anAlisis de cada novela se aborda 1e perspective psicolégica que vincula la cenciencia de una necesided humane fundamental, la cenciencia ds une carsncia, le falta de arraigo y Junto a ella el exilie--su determinante—-sn cuelquiera de sus manifestaciones. En este apartedo no nos circunscribimos a ninguna corriente e escuela psicolOgica particular: mls bien nos apeyamos en una metedelogie eclectica besede principalmente en los estudios de Simone Veil, Michael Ugarte, Henry Levin y Paul Tabori. Nos hemes temado la libertad de integrar algunes terminos y conceptos derrridsanos pero sin intentar hacer un analisis literaria desde la perspective deconstruccionista. CAPITULO 1- LA LITERATURA REGIONAL SONORENSE: UN PUNTO DE VISTA MARGINAL Nos proponemos en el presents apartedo deJar sentade la base histories patria en el siglo veinte come sustento de la literatura, para ds ahi esteblecer les relaciones recirecas dictades en la constitueién de la provincia y lo marginal por un lado, y per otro la metr6poli, centre regidor de los valores, les tradicienes y les cultures que integran lo necional mexicane. Antes de abordar el tratamiento propiamsnte dicho ds este historia de la literatura sonorense y su relaciOn cenflictive con la literatura necional es importents deJar constencie de algunes problemas formales, metodologicos e incluso de nominalizacidn que seran besqueJados equi y ampliados unicamente en la medida en que afecten y efrszcen pertinencia a este estudio. Quiza el mayor problema a1 que nos enfrentamos cuando se intents escribir la historia de une literature, see data cual fuere, es une que incumbe directemente a la cemprensién conceptual y metodelOgica de los estudies historices. Dicho problems, cempartido per el rssto de les disciplines humanisticas (sociologia, psicolegie, filosefie) he llegado a la historia come repercusiOn de la crisis del conocimiento cientifico en general. Se manifiesto este problembtica cuando algunes critices files6ficas arroJaren un vale de incertidumbre a aquelle que mes apreciebamos en la ciencia: su pretendida obJetividad. Efectivamente, la ciencie he venido ofrscisndo e1 resultado de sus sorprendentes descubrimientos, haciendo que incluso e1 concepte de nuestre realided inmediate ss haya tambaleado ante los nuevos reclames fiIOBOfices. La historia come ciencie as he viste afectada también y he evolucionade a tel grade que pareciera que so he volcado sobre si misma. Pare explicar tel centienda se puede rscurrir al principio de indeterminaciOn, eplicado a las ciencias fisicas pero velido también en los estudies humenisticos si lo reconocemos come analogie.S El instrumental cisntifico aplicedo a la rsedided humane he recibido un rayo refrectado de su obJeto de estudio y he ebligado a relativizar 1a mayorie de sus postulados, rslegendo asi uno ds sus mes preciedos principios de la pretensien cientifica: le creencia de que la verdad es cengnoscibls en la medida ds que el queto conocedor no se involucre en el reconte de los heches.6 Les consecuencias de haber ebandenade s1 principio de ebJetividad--e major dicho, reletivizedo su alcance--han aide de gran trascendencia en el embito de les disciplines sociales a tel grade que no able as hen rsconsidsredo muches afirmeciones postuledas come verdades indiscutiblss sine qua también se ha tenide que re-escribir tode el supueste conocimiento que teniemes del desarrollo humane. Han proliferado asi infinidad de versienes opuestas y contradicteries para explicar un misme acentecimisnte histerico, dependiendo del enfoque, del punto de vista, de la reterica, de la ideologie, entre otros. Incluse la misma ficcion (en cualquiera de sus manifestaciones artistices). 10 que solia ser considerada la contrapartida natural de la verdad, he adquiride cer6ctsr ds legitimided para dar su prepia versiOn de les hechos, ya sea este una vsrsibn contraria a la oficialmente recenocida come es el caso de La vigién de lgg vencidos (1959), per Miguel Leon Portilla, ya se trats de una versiOn que arroJe un fatal deJo ds dude en las previas sxplicaciones como en Cgreng ds sombre (1943), del mexicano Rodolfo Usigli, y finalmente une desacralizaciOn de la figure del descubrider y abrisndo un nuevo proceso a la conquista como en El are; y la sgmbre (1979), del cubeno AlsJo Carpentisr. Latinoamerice es una ds les regiones cultureles que mes se ha viste fevorecide por el surgimiente de este nueva percspciOn, puss e1 parecer, la mayorie de los estudios que versan sobre elle se basan en parametros, criterios y mstodos europsos--en antropologia, seciologie, sstudies literarios. Como slles intenten ver practicamente una repeticion de la historia europee en el continents americano, son aJenes y ciegos a una Juste apreciacion del continents que parta dssds une comprensiOn de su peculiar problematica y ds su exclusive desarrollo, ya sea politice, cultural e ecen6mice.7 Escribir la historia del tenemeno literario haste hace poce requerie que la ebssrvecion de les hechos se centrare en alguna uniformidad: estudiar. per ermplo, les crsacionee literarias de la class sducade, 0 ds aqusllas ebras que reprodquran les velores ideolog1coa a. le class hegemonica. Per este rezon, dssds un punto ds viste mstodolégico, qusdaban ssparades del reste del corpus algunes molestee obstacules. 11 En este exclusiOn quedaban comprendides todos equslles elsmentes que por su irregularidad no se integreban a la hip6tssis propuesta ya fuera per rezones geograficas-—es decir--les rsgionales e de provincia, imposibilitadas de pugnar per una presencia a nivel necional: e per rezones sociales--la literature negra, la geuchesca, la literatura indigene. Su exclusiOn, no se cusstioneba per considerArsele normal en estudios de este car6cter. La situacion era grave perqus el guardar silencie sobre dichas manifestaciones artisticas y evitar su acceso a su divulgacion die per rssultado la psrdida de muches ebres. Esta situacién preblsmAtica no se reselvia ponderande 1e bonded de les conclusiones alcanzadas, puesto que les irregularidades persistian y afleraben cede vez que el sistema no legraba explicar el cemportemiento de elgdn elemente agazapade y perturbader. Asi puss, las irregularidades permanecian ehi come une evidente molestie, desdeflades por el investigedor, come si la culpa de su irregularidad residiere en la neturelsze misma del fenOmeno y no en la inteligencia de la propuesta per integrarles.8 Considerado lo anterior, debemos distinguir entre e1 intento ds explicaciOn cientifica qus relsga dates per la dificultad metedologica de integrarlos en una teeria, y otra muy distinta, aunque trate ds vestirse del mismo repeJe, la exclusion que es hace ds les mismos dates per rezones ideologicas.8 Les histories ds les literaturas en general aceptaban come algo fundementade y cerrscto excluir consciente o incenscientsmente las literaturas indigsnas y 12 les marginales o socielmsnte sub-estanderd para concentrarse finicamente en les manifestaciones de la literatura culte.9 Pare confirmar lo anterior pedemes examiner cualquier historia de la literatura letinoamericana, la que—-en e1 meJer de los cases y selo recisntemsnts--incluira un apartedo de literature precolonial, pero a la que se ls asigna un valor dubitativo entre entropOIOgico y literario. Se podrie considerar para este los cases de Mexico y Peru sobre todo, donds sl pensamiente de intelectualss come Gon261sz Freda, Jess Carlos Marietegui, José Maria Arguedas y Octavio Paz, ha influido muche en la rsvalorizacion de las literaturas eutectenas. La historia de la literature hispanoamericana que se acegia el precedimiento de exclusiOn de las irregularidades tsnia la ventaJa ds ganar consistencia en su metodologia a1 integrar un corpus homogeneo, pero desefertunademente tambisn perdia el ebJsto de la reflexibn. Preceder de este manera die come resultade que se considerara normal que la literatura culta fusre lo suficisntemsnte representative come para excluir la produccien literaria de les otros niveles socie-culturales. En unas erees geegréficas este seria mes patents que en otras, dependiendo de la mayor o menor presencia de las cultures marginales o indigenas y su asimilaciOn e refleJo en las ebras literarias del canon. Per otra parts, no es debs olvidar que ha habido intentes per buscar 18 incerporacien en el canon de las manifestaciones literarias ancilares: tenemos asi 1e literatura geuchesca, e1 negrisme y el indigenismo--distinguiendo, come dies 13 Marittegui, entre literatura indigsnista y literature indigena, eperte per supueste de la literatura indianista del siglo XIX.10 El concepte de uniformidad, regularided u homogensidad, tan preciade per la ciencia positiviste, requiere, con s1 ebJstivo de incluir les irregularidades y ser asi mes rsaliste, el concepte centrario. Antonie CorneJo Polar centrapone el concepte ds uniformidad el de pluralided, cuye funcien es el de snglebar les manifestaciones irreguleres o heterogenees que habian side excluidas de les dates significativos en la formulaciOn tradicional.11 Psro e1 proceso no termina con la inclusiOn de las irregularidades, ei recenecsmes e1 patren dialectico a1 que persce recurrir CorneJe, puss luego ambes conceptos (homogeneidad s irregularidad) son integrados en una unided mayor sintetice y abarcadore, conocida come 'totalidad centradictoria'.12 Aei CorneJo dice: "ParadOJicemente es la indele contradictoria del vincule la meJor garentia de solidez de la estructura resultante: a fin de cuentes selo 1a contradiccidn otorge necssidad a la ecciOn y sxistencia de les términos que la compensn” (CornsJo p. 128). Le afirmaciOn de CorneJo es valide para toda Latinoamérica e iguelmente para el sstudie de la literature necional msxicane y en especial el de la literatura regional del Estedo de Sonora en el norts de Mexico. Bate hecho mencionado nos oblige a ssr cautelesos en s1 alcancs de las generalizeciones a1 trater ds abercar globalments todas 1as manifestaciones y sviter 1a sngefladora y parciel homogensided. 14 Un obJetivo de este trabeJo es deJar censtancia de la literatura regional sonorense come une, entre muches, que conforma la literatura mexicana. Heblar ds literatura regional implica varies considereciones: el concepte de region y los varies criterios para snmercarla, como el de regionalismo y el de necionalismo, entre otros. RegiOn es un concepte intelectual de les ciencias sociales, aplicado a un Area especifice cuye homogeneided y cehesivided son etorgadas per la seleccion de los problemas definidorss relevantes a1 case, y desetendiendo otros rasgos por su irrelevancie. Les regiones pueden definirse en funciOn de uno o varies rasgos, siende los mes cemunes los rasgos étnicos, los cultureles o los linguisticos (per eJemplo, el caso de Cetalufie): les rasgos climaticos o topogréfices (come son las regiones articas e trepicales): les rasgos industriales e urbanos (come la regiOn capitalina), y los que definen 1as Areas peliticas internacienales (la region andina, per eJemplo, cempussta per Ecuador, Peru, Bolivia, y Chile). La faJa frontsrize del norte de Mexico, fermada per los sstades de BaJa California Sur y Norte, Sonora, Chihuahua, Ceahuila, Nueve Leon y Temaulipas, integra una regidn flcilments idsntificabls en cuanto que todos esos estedos-- incluide para muches efectes, la parts sur de los Estados Unides-—comparten una serie de problemas especificos de cerActer sociepolitice y cultural: mane de obra, movimiento migratorie, valorss cultureles, lengua, aparte de ester situades geogreficamente entre los perelslos 25 y 35 latitud norts. Una region tan vesta como la mencionada puede a su 15 vez conformarss en sub-rsgienes. Per sJemplo, s1 Estado de Sonora, come sntidad politics, persce poseer casi sxclusivaments une eerie ds problemas y contradicciones. Sonora es un estado del noroests ds la republics que se encusntra e1 sur de la frontsra con los Estades Unidos. Sue fronteras naturalss son la Sierra Madre Occidental a1 este y el mar ds Certez e1 esste. Carece de agua casi en su mayor parts y forme Junto con gran parte del estado de Arizona una extense regiOn desértica. Su poblacidn sigue siendo escasa, comparada con 1as Areas densamente pobladas del centre de la republics, sin embargo presenta un escaso pero interesante sustrate indigsna. Per fin, su caracteristice individualizedora desde une perspective politics, as su constants pugna sostsnida con s1 centre de la republics durante la mayor parts del siglo XX.13 A tel grade llegamos en este considereciOn que pedemes identificar la sntidad federative ds Sonora como una regiOn individual. Otre aspecto que surge casi automAticaments aunado el de regien, es sl concepte ds regionalismo, e cenciencia regional. Esta, viste come correlate idsoldgico del concepte que surge ds un ssntido ds identidad con la region, es importents sn muches estudios ds cerActer politico, sec1016gice o hist6rico. Ha side costumbre considerar—-sin definicionss estrictas ni precises salvo para la Part1C198610n en concurses literarias—~dsntre de la extensiOn del termine sonorense, a sscriteres que rssidsn en la region 0 heyan nacide en ella, aunqus heyan emigrado, puss come ssflala Manriqusz DurAn: ”1as relaciones establecidas con s1 16 tsrritorio original no as pisrdsn dsbido a la identidad ids016gico-simbolica surgide de los sventos de la regibn".14 A una conclusion mes sspscifica llega R. M. Ruiz cuando afirme que la asignacidn de regional que recibe un sscritor ve en relaciOn directs e 1e idsntificacion que este tsnga con el grupo social a1 que pertensce, en donde se entiende per idsntificaciOn ”la participeciOn active del individuo con su cempe de ecc16n o decision”.15 Sin embargo, creemos que los criterios utilizados para fiJer e1 significado ds este término come cualquier otro, son de valor operacionel y por lo tanto convencionales o arbitrarios en la medida en que es circunscriban a los obJetivos 0 planes que se tsnga pensedo hacer con sllos. Al observer la neturelsze ds les literaturas rsgionelss, surge come evidencie una pugna ds difersnciaciOn entre e1 centre y la periferia, a la cual el primero trate siempre de centrerrester. Csntro y periferie se complementen: no puede existir uno sin s1 otro: se definsn per negaciOn. Lo que no es uno es el otro y vicsvsrsa, e implicita en este oposiciOn exists una Jsrarquie. El centre ocupa sl polo superior y se adjudica per rezones ds orden psicoldgico, politico, econbmico e hist6rice, les bondadss y virtudss: ocuper e1 centre conllsva la fusrza, la sducaciOn, la tradicien, la culture, la posibilidad de ascenso social, 1e imposiciOn de la lsngue. La periferie sntonces aperece en el polo inferior Ocompafiedo ds 1as cuelidadss negatives: lo impropio, lo male, lo secunderio, lo derivative, lo edultsrado, lo degredado. Derrida he puesto en evidencie los fundamentos y principios 17 sobre los que descansan 1as varies metafisicas, concretamente e1 principio de binariedad que automatiza uno de los dos poles o extremes de una Jerarquialé. EB conveniente en este punto considerar un panorama histOrico de este oposicion. En 81 Mexico post—revolucionario fue comprensible——no necesariamente Justificable-—desde un punto de vista POlitico, el establecimiento de un programa de trabajo dirigido por un gobierno fuerte que impusiera 1as directrices pare abolir 1as diferencias y homogeneizar a la nacion. £110 ss d9b16 a que la Revolucion de Independencia del siglo XIX no habia hecho sine sancionar el ’status quo' y, ’mutatis mutandi', su funciOn se habia reducido a cambiar los dirigentes POliticos pero no sus estructures anquilosadas. Entonces todo precticamente permanecio igual: los trabaJadorss no eran ahora esclavos sine peones, los encomenderos eran caciques, y el indie, engaflado, usado, frustrado, siguio viviendo en sus reservaciones sin esperanza de redencion. Todo fue cosa de esperar otros cien afios para, una vez reunida suficisnts fuerza y congoja, buscar de nuevo un verdadero cambio. Curiosamente--en la opinion de Max Aub-—-la ReV01uC10n Mexicans de 1910, come movimiento armado que puso en contacto a gente de un lugar con la de otra region remote, se convirtio en un gran éxito: logro homogeneizar a la nacion a trevés de la lengua francs, e1 espafiol mexicano.17 Ese logro de relative homogenizacion ha tenide su continuacion en la preocupacion de los gobernantes surgidos de la Rsvolucion Mexicans. Primero fue necesaria la 18 homogenizacion politics para conseguir la paz, alcanzada a traves del sufrimiento de muches, de purges, de sofocamiento de esonadas y de movimientos alejados de la directriz central—~como e1 movimiento delahuertista (1924) y la guerra de los cristeros (1929—31). Estes acontecimientos trajeron come consecuencia un constants fortalecimiento del gobierno federal central, unificado alrededor del partido onico. Asi sucesivamente los presidentes Alvaro Obregon, Elias Calles, Lézaro Cérdenas usufructuaron 1a politics centralista y la heredaron una y otra vez cede seis afios a1 presidente en turno. Como apuntamos antes, la preocupacion de los gobernantes ha sido una y otra vez homogeneizar 1a naciOn; pero, come muches veces se ha hecho 8610 con buenas intenciones, con unilateral paternalismo y con patrones supuestamente Cientificos, su consecuente resultado ha venido a ser mes 1a derrote frecuente que los magroe logros. Les gobernantes hen logrado integrar 188 areas periféricas de tantas y diferentes cultures, aunqus no 8010 indigenas——recuérdese, por ejemplo, s1 caso ds Tomochic.18 A travea de la elevacion del sistema educative, se ha intentado limer 1as diferencias y former paulatinamente un ente social que se caracterice mes per la uniformidad. Varies son los intentos pero e1 éxito ha sido escaso. Un aspecto controversial es que muches veces este basqueda de homogenidad ha provocedo e1 deterioro de lo regional y euténtico en mes de un area periférica particular. Pongamos per eJemplo el tan citado caso de la marginacion indigena para el cual existen en términos generales tree 19 posiblss solucionss. ssgon shore epuntan los antropologos.l9 La primsre-que ha ds haber perscido mes obvia en su memento historico y por la que se inclineban los gobiernos recién egrssados ds la revolucion-consistie en que el indie deJare ds ser indie, que aprendiere sspafiol y es mudera a la ciudad. Se lo queria salvar de su ignorancia porque e1 indie no tenie culture, o si la tenia, se pensaba que era inferior y sobre todo que representeba une berrera e1 progreso. En sus oltimss consecuencias este alternative lleveba a una amQuilecion de la culture indigena. ya que se le dsspoJabe de la suya pare imponsrls otre. Le segunda proposicion gubernemsntal consistie en acsrcerse e1 indio.y, desde un snfequs antropologico, trater de descubrir los puntos que tenia a eu favor, extirpAndole los males y formendo asi una combinacion de dos cultures pero sin la imposicion total y definitive de une ds ellas y 81 con una comprension mes humans de la realided indigena. En este segunda solucion se buscaba 1e participacion active dsl indie en el establecimisnto de sus derschos economicos y sociales, su sducacion y su salud. For convincente que parezca este solucion no deJe de tener su vise patsrneliste, puss squivale a integrar una balanza donde e1 punto de vista del gobierno pssa mos. Todavia une tercera solucion que parecs le mes viable es la libre dsterminaciOn, la cual consists en reconocsr que seen los mismos indies quisnes formulen sus problemas y sus posiblss solucionss. Es muy etractive pero tembisn no deJa de tsnsr sus inconvenientes en lo que respects a enfatizer 1as separaciones y divisiones ya 20 pressntss. Exists un fenomeno denunciado per Rudolph Grossman rsspecto a les literaturas americsnas que se censtruyen bsjo 1e premise ds considerar e1 desarrollo de la literatura hispanoamericana como un apondice de la literatura europee y no sn funcion del desarrollo que el fenomeno literario ha experimentado per y en si en el continents.20 Algo parecido ocurrs, aunqus no del todo similar, con las literaturas regionelss o marginales y el canon de la literatura necional msxicana. A la pregunte de 31 los principios de creacion en la periferie y en el centre (canon) hen side idsnticos, se rssponderia con una rsspueste, si no del todo afirmetiva, si probablsmente con sus relativizeciones y condicionemisntos, los cueles a su vez conducen a una considerecion mes, que es svidsnciar otro fenomeno complementerio a la literatura misma come superestructure: la idsntificacion con une necionelidad.21 Hay varies procedimientos posiblss y complementarios sobrs los cueles es puede trebaJar para sstablecer un vincule correlative en s1 desarrollo continuado que ha sxpsrimentado la literatura. Se puede seguir a travea de tendencies o principales corrientes tsmoticas come lo hace Maria Luisa 22 Se Crests. pueden establscer periodos literarios mes o menos convencionalss ds dies 0 quince efios come lo hacen 23 o Brushwood24 para la historia de la narrative Menriquez sonorense e de la novela de la Revolucion Mexicans respectivaments. Se puede adsmes trater ds ver 1a literatura en funcion de los grandee acontecimientos politicos reunisndo 21 alrededor de cede uno de elloe 1as principales obras en cuanto a la pertinencia ds sus tocnicas o temeticaszs: o solo con criterio literario, colocende en el centre come lindsro obra seflera que a la vez que indique el afio, sirva de punto de referencia para la produccion literaria regional, necional y latinoamericana.26 En el presents estudio nos atendremos a une ceracterizacion temétice para el extenso periodo de mil novecisntos treinta e1 sesenta, sefialando corrientes y mencionendo 1as obras respectivas que se encuedren en cede una de ellas. Cuando ss habla ds la literatura necional del siglo XX es referencia obligade la narrative de la Rsvolucion Mexicans. Como hecho historico politico, la Revolucion Mexicans constituye tambien per fuerza el punto de referencia a1 que es elude en casi cualquier aspecto ds la vida cultural mexicane actual. De la misma manera, 1a narrative, producto directo o indirecto ds ese movimiento srmedo, es un punto de referencia obligado siempre que se intents indicar el dsssnvolvimiento ds la literatura mexicane. Si cronologicamsnte s1 siglo XX ss inicia con s1 cambio ds digito, historicamsnts—-el menos para Mexico—-1a aparicion del siglo he de esperar una decade. Le Revolucion Mexicans es erige en una especis de ’meter nutriens', puss a la vez que ha dado constitucion de mayorie de sded a1 pais, he sngsndrado todos los vicios y virtudes de los que se padece o goza en la patria mexicane actualmente. De mode que cuando consideremos los hitos que hen dsJedo huella y se hen viste refleJados en la literatura, no se encuentra hecho ds similar 22 '18h1f1CCCI6n. Tambion a tel grade llega la importancia de la narrative ds la Revolucion, considerada en cuelquiara de les stapes apuntadss per 8. Brushwood--la novela surgide en los hechos, 1a novela ds mitificacion, la novela de evaluacion y critics—~27. que as puede sfirmar que la narrative mexicane ds este siglo as divide an literatura que es sobre la Revolucion Mexicans y literatura que no es sobre la Revolucion Mexicans. En casi todo el pais hay manifestaciones literarias clasificablas come pertenecisntes a la narrative de la Revolucion pero quiza mos an al centre y en s1 norts per haber side sstes lugarss donde se gsstaron 1as meximas hazafies de los principales caudillos: Francisco V1118. Alvaro Obregon, Venustiano Carranza, originarios del norts. Per su parts, e1 sur cuente con Emiliano Zapata, quien deaempeflo un papal muy importants en la detarminacion de los destinos politicos del pais, pero como su ores de influencia estuvo rsstringida a1 nude montafloso central, su figure ha sido da escasa trescendencie en la construccion de mites de la narrative. Tsmoticemente hey puss un gran filon recurrente a1 que es vuslvs una y otra vez para snfocarlo dssds cambiantes psspsctivas, como en un calsidoscopio. Para Paloma Villages sl panorama ds 1a literatura mexicane entre 1910 y 1950 as rslativamsnts uniforms ya que todo ss circunscribs a trater la ReVOIUCIOn y sus dsrivados (indiganismo, relato rural, costumbrismo, folklore, antropologia). Dicha tamética que, segun Villages, tisns s1 morito de hebernos independizedo del rsalismo de la novela europee, se prolongo por mes ds 23 cuaranta afios y ”as convirtio an un circulo repetitive en el que solo variaba 1e locscion gaogréfice elli donds habia mos vitalided".28 En el Eetedo de Sonora este fue la temotica de la narrative ds los treintas a los cincuentas, eunque para nuestre caso tsndriemos que extender en uns déceda-—haeta los sesantas--e1 periodo sefielado per Villages. Antes ds abordar s1 comentario temAtico de este literature regional sonorense as conveniente var come as interconecta con la necional. John S. Brushwood sefiela que en la narrative mexicane se presentan dos grandee corrientes: lo universal y lo necional.29 Ambae corrientes ss sucsden COMO stapes primero Y dBBPUés se sntrelezan para dar inicio a la literature ds significativo valor universal, llamade por Langhorne, 'literature de la mayorie de eded.30 Primero este la que enfatiza e1 reflsJo ds la realided ein enriquecsr e1 tsxto con motives retoricos. Va acompefiada ds un tratamiento lineal del tiempo y carscs ds conflictoe internos puesto que rsconece que la prioridad reside en el dinamismo de los acontecimientos. Le segunda es aquella que se eleJa ds la realided inmsdiata para trater temas mes an consonancia con los valorss y problemas humanos. Se incline per la neturelsze formal ds la obra artistica y per lo tanto sue creedores son mes conscientes de eu habilidad y proctica literarias. Durante e1 periodo de los veintes a los cuarantas ambes movimientos contrarios, conocidos come nacienalismo y universalismo, ss sucsdisron uno tras otro, alternativaments. Todavia debemos considerar otro aspecto: a1 24 ‘IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIll-Il--------L_ desfesamiento temotico en la novelistice sonorense. Hay quisnee ea hen dado a la terse de hablar de une felts da correspondsncia entre los temes tretedos per la metropoli (la ciudad de Mexico) y la provincia de Sonora: “En Sonora, estas dos influencias (la corriente cultural nacienaliets, y la novela de la Revolucion Mexicans) es menifiestsn tardiaments con maticss diferentes mas con 1as mismss tendencies narratives y artisticas velidas en el pais en la decade ds los treintas” (e1 subreyado as mio).31 Aon tsniendo razon en ciertoe aspectos, existen para tal afirmecion mes de un metiz que se debs sefisler. Primsro, subyace a tal afirmacion de sparente simplicidad un Juicio de valor. Sagan este, an otro luger (centre) as origins un movimiento cuye influencia terde an ear recibida per lee rsgiones de la periferie. Es dscir, aiguiendo el modelo fisico ds les ondas, 1e innovecion surge en el centre y es desplsza poco a poco hacia efuere, hacia los extremes. Estariamos de acuerdo con dicho modelo explicativo pero sin e1 automotico esteblecimiento a priori de que tel centre debs ssr ocupado per la metropoli. Haste ahora se puede decir que a nivel necional, tel afirmacion sobrs s1 desfesamiento temotico as veledara, con quizo mas da alguna incomode excspcion. La critics reconoce al menos el ciclo narrative sobrs Chiapes come une excspcion, aunqus estari. per discutirse e1 significativo valor ds otras narratives estatales.32 Tsmbisn aparscs implicedo en la afirmscion anterior que una tendencia narrative y artistics as valida en un cierto tiempo, para a1 cual, sin embargo, no 25 ss mancionsn criterios da datermineciOn. A este reepscto, afirme Miguel Manriqusz en su explicacion del desfesamiento de les tendencies narratives qua: ellas se originan fundamentalmente en la natural y mercade diferencis de les actividades productivss, 1as formas de vida, el crecimiento urbane y la necesaria distincion entre las diferentes categories sociales tanto hegemonicss come subordinadae. Todoe estos elementoe propician, en consecuencia, una distite y deeigual participaciOn ds los grupoe en la generacion y control del uso de bienes cultureles de una necion: aliterando (sic) puss, los contenidos historicoe, es decir, la composicion y la actividad de los caractsras cultureles en un tiempo y especio especificog. (640) 0 dicho da etra manera, s1 desarrollo economico vs an consonancia con el crecimiento cultural, per lo tanto, dads la inclusion rslativamsnts tardie de la region sonorense en muches aspectos socio-econOmicos necionalss--como lo es la industrializacion-ss comprensible que los tsmas surJan una vez que la infrasstructura economics ha sido consolidede pare ofrscer distintas alternatives a1 tratamiento de nuevas problemeticas. Quizos todos sates aspectos mencionsdos per Manriqusz no son suficisntemsnte podsrosos pare explicar la ausencia ds algunes tsmas en la narrative sonorense: la persecucion rsligioea ds 1926 a 1929, la expulsion de los chines y el consecuente oportunismo ds quisnss los sustituysron, sl problems agrerio, 1e castsllsnizacion del indie y su voz eussnts d6 18 Problematica regional, la narrative sobre el proletariado,33 ls expropiecion petrolara, la industrializeciOn. Pareceria, puss, que aunada a sstos asuntos, e1 problems de les comunicaciones y les cuestiones 26 POlitices tanto locales come nacienales no eran ds msncion especial. Otro aspecto que es desprsnde de la explicacion anterior sobrs e1 desfesamiento sxperimentedo per la narrative sonorense de los treintas a los sssentas, es el de circunscribirls a una sole tsmética, la de la Revolucion Mexicans, sncuedrando en ella todos los varies eubtemas mancionados antes. Se considers lo mismo pars muches otros lugarss de la repOblice, puss 1a novels que hebria ds ssnter 1as bases para un nuevo tratamiento e1 menos en el maneJo de la forms, A1 filo de; agua (1947) ds Agustin Yefies, tardaria algOn tiempo en inepirar y eclimater dicha influencia en la narrative local. Otros hitos similarmsnte importentes tanto politicos (la expulsion de los chines o la expropiacion pstrelsra), come literarios, (la publicacion de £1 lute humane (1943) de Jose Revusltas, 0 mos tards, 1a novela de Carlos Fuentes, Lg muegtg de Artsmio Crgz (1966), tendrsn que esperar una docada pare declarar su influencia en la literatura sonorense. En el periodo mencionado de 1930—60 as publicaron en Sonora 21 obras, ds les cueles tree corresponden a relates y cuentes y el reste a novela. En cuanto a distribucion se presenta uns curiosa equitativided: cinco por docade, con la excspcion de la primera, a la que le corresponden seis. Cuatro ds 1as obras publicadas en este largo periodo corresponden a novelas ganedoras de concursos estetalss.34 A Bltfl POBPBCtO flltfi indagar donds qusdaron las otras obras, les que perdisren sl concurso, localizarlas y, si es posible, 27 hacer los rsspsctivos estudios sobrs ellas, ya que en Senora, donds este per escribires la historia de la literatura regional, todos los indicios repressntan un valor. Per otra parta, existen varies preguntee que competen e 1e sociologia ds la literatura: quiénes editeron, cuél fue el namero de stmplares ds 1a edicion, cuél e1 nomero ds sJemplarss vsndidos, a1 lugar ds publicscion, los incentives, entre otros.35 Dado que la base para al esteblecimiento de este primers steps de la literatura sonorense es fundamentelmente tsmotics, ofrscemos 1as principales corrientes literarias y sus obras respectivee. E1 enslisis de este conjunto ofrece los siguientss rssultados, los que no per evidentss, podrian hebsrss dado por supuestoe. La corriente predominante 1a ofrecs la novela romontice (13 cases), la cual se manifests normalmente en el amor imposible, pero aparece casi siempre con une ssnsiblilided superficial: a nz r na de as an a £22; (1930) y Almgg_;g§glgg§_(l932) ds Julion S. Gonzélez, Aggg (1960) de Manuel P. Munoz, y por ultimo Grigglga, I; gsscogocids (1968) ds Catalina Acosta ds Bernal: Junto e lo anterior vemos la tregadia: ligggg‘_§mgg_z_gglgg (1934) tambisn de GonzAlez. A veces este temotice suele vestirse de une admiracion vslada a sentimientos humenos estimulados por la religion, come lo son e1 misticismo y la sbnagecion extrema, tratados respectivamsnts en los cuentes ds Jose Enciso Ulloe. V d a no i s (1966) y en 11 a tine (1950) de Tina Vasconcelos ds Turner. Otras veces la lsyenda y la historia ofrscen sxcslsnte material novelabls en sets 28 terrano: los hechos que se narran pertenscen al dominio popular como an L; pringase Masrat (1954) de Enriqueta de Parodi, o as rsfieren nostolgicemente e acontecimientos historicos nacienales, por eJemplo, 1e conquists de México en Crgggs sobrs g1 teocalli (1955) ds Miguel Seenz Lopez Negrste, novela con tema onico o veriedo, como en los cuentes de Enriqueta ds Parodi, Le princess Masrat (1954). El segundo tema en importancia es la novela que toms come punto de preocupacion al indie. Esta aspecto no este muy aleJedo del tema romentico, puss el tratamiento que recibe e1 indie as parecido a1 de la novels romAntica indienista, 0 sea, squolla donds e1 indie as deecrito come sl noble salveje, con todas las cuelidadss positives correspondisntes, y los blencos, an cambio, como los depositarios ds los vicios. Sin embargo, es importants esperar el tema por tretarse ds uno qua sostiens uns interesante problemotica y copiosa bibliografia. A este respecto son comunss los extremes, el de alabanze 0 al de condena. Al indie as Is sxalte en los cuentes de Enrique Garcia SAnchez, gaggxg§_gitggg;igg (1960) y tambisn nggmg; govglg gs ingios (1948) de Armando Chevez Camacho. Casi neutral eunqus sspsranzedora per epoyerse en la posibilidad ds redsncion del indie, resultan ligggg¢_§mgg_z_gglgg ds Gonzolez, y los cuentes de Enciso Ulloa lig§g_ggonimgg, ambes ya msncionados a1 rsferirnos a la novela romant1ca. £1 extreme en este apartedo llega en el dssprecio hacia s1 indie, caso extraflo s infrscusnte, pero que en realided dicho dssprecio eerie manifestacion de les clesas de supueste 29 ebolsngo, deslumbrsdas por un passdo da grandeza en el que la superiorided del blanco sobrs s1 indigena no era tema discutibls, per ermplo en g; ggfigr del retire (1945). Podsmos considerar come tercera categoria a les obras que sostiensn une constants preocupacion por el lenguaJe utilizedo, e1 dsseo del autor de que la forma prive sobre el msnsaJe: Esto normalmente es observe en los mementos descriptivos de la novela, mementos en que el autor an general as abandons a1 lirismo. Represents una egudizscion ds la obra alienante que pretends alsJarse de la cotidianided pare strcitersa en el oficio narrative. Dicha corriente decorative, vilipendiada en los veintes y los treintas, se oponia--mes come snemiga que come contraria y necesaria-—a 1a evolucion de la corriente mimétice de los acontecimientos sociales. Tambion conocida come universalismo, este corriente fue eJercitade y difundida por el grupo ds los Contemporonaos, quienes, alsJondose ds les referencias a1 mundo ordinario, trasladaron su perspective poetics a la creacion narrative.36 A este apartedo pertenscen gigggg_gg cgmbres (1944) ds Maria Teresa Barragén, en la que es conjuntan, aparte de lo ye apuntado, les referencias al mundo clesico y una epsrente flagrante contradiccion: la historia tisns lugar en un ores inmsdiata y concrete del estado, e1 vslls del Yaqui. Tambisn en este apartedo es encuentran los cuentes de Jose Enciso Ullos, Vidas gnogimgg (1946), Ensgggs it r (1960) ds Enrique Garcia, 1 1 a a o o i a (1968) de Catalina Acosta ds Bernal. Se he hablsdo muche de la influencia del vasconcelismo 30 en la literatura sonorense, asi come de la influencia del grupo de les Contemporsneos mencionados antes. Cabs aclarar que la figure de Jose Vasconcelos no represents propiemente una influencia directs en la concepcion de la literature. Lo que Vasconcelos represents mes bien es uns manera de concebir 1a Revolucion Mexicans y ella si tuvo sus prosélitos tanto en el terrsno politico como an al literario. Asi, segon este particular punto de vista, e la literature se le sntendia come s1 medio que divulgeba la ides: 1a propaganda ideologies de la Revolucion, ls perspective del optimismo en el prograso y la esperanza ds que la sucasion de los hechos conducia necesariamente a una etapa superior de la evolucion social. Sus sentimientos optimistae y una confisnza casi cisgs en el positive desarrollo historico mercheban aunados a1 mismo grade ingenuo en que se habia hecho tel plenteemisnto en Europe a finalee del siglo XIX y principios del actual. En Sonora, 1a moxims representente del vasconcslismo, si no la Onica, lo es Enriqueta de Perodi e lo largo ds casi treinta aflos de su produccion literaria que especio en tree obras: sus cuentes Cugcto ds hgre (1936), L; pringgee Mgsrgt (1954), y flinsros, La hgelga de ananeg (1964). Otro apartedo que es manifisste en la veintsne de obras enlistedas es sl que es rsfisre a la critics de la Revolucion Mexicans, svidsntamsnts opuasto a1 anterior. Esta critics la encontremos en lss novelas ds Julian s. Gonzelez, 1.. primeras de los afios treintas, Alm§g_;gbg;ggg (1932) y srra mor o r (1934). Come are natural, despuss de unos cuentes aflos de reelizada 1a Revolucion, empazaron a 31 surgir dos bandos enconados en la lucha por demostrar, unos 1as bondadss del nuevo regimen y otros, desasperados per la tibieza o lsntitud en la transformacion de Justicis social, per vilipendiarla y disimular sus logros. Curioeamente se dio entre sstos dos extremes una critics que propendia a Isfialar los errores pero dentro de los cenones que psrmitie sl 'stetus quo'. Este es el tipo de novels ds ls critics y svaluecion del movimiento que nos habia dado el nuevo estado ds cosas. La critics as centre en la figure del cacique, centinuedor del sncomendero y el patrOn de los doe regimenss anteriores, e en lo que casi are lo mismo, 1a class social conocida come nusva burguesia, satirizada muy tempransmente per Mariano Azuele.37 En Oltima instancie este apartedo ea eintstiza baJo s1 rubro da dudes en la sfectividad de las bondadss ds la Revolucion. Encuedredas en este mismo apartedo quedarian las ya mencionadas sobre el tratamiento del indie. A pssar del escaso numero ds obras representatives no dsJa de ssr significativa 1a tsmstica de la oposicion cempo— ciudad, per ear une caracteristice dsfinidora da otras latitudes en la docade de los veintes, sobrs todo en Amorics del Sur, en la llamade 'novsla ds 1a tierre'. Las obras correspondisntas son Lgig_gg_gfl_ggg_gggg (1937) de Enriqueta de Parodi, la cual equivals a un cambio geogrofico en la perspective ds 1a narracion que ocurre en la ciudad de Héxico. Es mos evidente dichs oposicion en los cuentes de Jeso Enciso Ullos, gigg; gnonimgg (1946). En resumen, 10 mos significativo ds la narrative da este 32 steps entre 1930 y 1960 es la funcion que eJercan les obras come medios propagandisticos de una moral triunfalista basada en los principios revolucionerios de una nuevs class. Los personaJes ds les novelas no hacsn otra cosa sine servir de difundidores ds tales valorss: Justificer la accion revolucionerie, esperar une retribucion de Justicis, incorporer al progreso las clesas oprimidas, el pobre de la ciudad, e1 cempesino, e1 indie. La critics que es hace de los escasos rssultados ds la Revolucion quedan comprendidos todevia dentro de la creencia de que la critics podia ssr tomade an cuente para rsmedier vicios, corrsgir dirsccionas equivocadas y dsnuncier a los snsmigos del pueblo encrustados en les sillas del podsr. Considereae, por otro lado, que la onica critics permisible debia manifestarse en un tone Ocutnims, sin extremismos y epelendo a la posicion rsvolucionaria que privabe an s1 pais. Es algo similar a lo dsclarado per Fidel Castro en su discurso para consolider a1 triunfo ds la Revolucion Cubans en 1961: "Todo dentro de la Revolucion, nada fuera ds la Revolucion”.38 En general, e1 artiste sscritor de astos tiempos sre seguidor optimists de les peutas ideologicas dictedes por la nueva class rsvolucionsria y esperaba confiadamente contribuir a la selvacion del pais. A elle se conjuntebe la lucha ideologics del podsr establecido concretizada en la politics cultural del Estedo. Dicha manipulacion fue uns tectica eJercida a través de vsladas poeticas, concursos ds libros, cafes litersrios: en todos sllos ss espersba--como colofon, spilogo y moralst catsrtica—- que la recraacion estotics tuvisrs un 33 final feliz y los psrsonsts salieran adelante en les durss pruebas que el dastino les imponia. Deeds un punto ds vista ideologico lee obras de este extenso periodo pueden circunscribirse en tree simples apertados: a) propugnadores de la ideologia en el podsr, como en su caso extreme vsndrian s ear los vasconcslistas: b) impugnadores ds la ideologia dominante, como la mayorie de las obras que tretan directs o indirectemsnte 1a problemstics ds 1a Revolucion Mexicans: y c) una vertiente que, desentendiendosa del aspecto politico—~pero apoysndolo an rsalidad--es dedica a considerar la proctica literaria como un strcicio ds la eubJstividad, donds aparte del cuidado de 18 PFOPie forms artistica, 1as constantae se centran en las histories ds amor, 18! anecdotes personalse y los ambientes sofisticados.39 En cuanto a la forms que presenta 1a diegeeie, lee histories ss calcen sobrs un patron totalmente tradicional, con digresiones solamsnts dedicadas a smbellecer la nerrecion con escapes a1 lirismo an les deecripcionss, u otrse muches veces para apunter 1a moralidad de la situecion sefislads, a come tiempo antes lo habia realizsdo Fernondss de Lizardi en sus novelas moralizentss. Exists un pradominio de la novela mimetice que rsflerba un mundo cambiante y contradictorio pero esperanzador. La unica excspcion que percibimos a este rsgla ls encontramos en el escaso numero de novelas que conciben si no superior a1 manos de considerable importancia s1 srreglo da la forms sobre los mundanos problemas cotidisnoa. 34 E1 siglo XX represents pare al Estado de Sonora un duro y grave compromise en su diferenciacion con s1 centre de la republics sn casi todos los ordsnes. Deeds los inicios del siglo presents, Sonora, Junto con los otros estados del norts dirigio politics y militermsnts los destinos del pais, puss del norts surgisron los caudillos que enarbolarian la bandera del descentsnto y terminarian con la dictadura de Porfirio Disz.4o Con una culture y un mode da ssr que los diferencisn cualitativamente del habitants comon del centre de la republics, los nortsfios eaten leJoe de la caracterizecion que da ls psicologia del mexicano hace Octavio Paz on g; r nt d is sol d d, come trstemos de explicitarlo en s1 rstrato que de sllos se hace en las obras sxaminadas.‘l Les desavensncies ds todo tipo—-s incluso ectuelmsnte en s1 plano ertistico-—hacen que la narrative y la ficcion endan sobre la basquede da ls dsfinicion de la identidad, vislumbreda shore conscientemente y con orgullo por los habitantes del desisrte. 35 NOTAS "Sonora“, n c 0 ed Britannic : M cro esdia. Edicion da 1985: Sonora es un estado del noroests de Mexico. Limits a1 norts con los Estedos Unidos (Arizona), e1 este con Chihuahua, a1 sur con Sineloa y el oeete con Baja California y El Golfo de California. Colonizado por primera vez por los eapaflolss hacia 1530, Sonora pronto se convirtio en un importants distrito minero proveedor de cobra, oro y plats. Les condiciones climfiticae en su mayor parta oridas o semi— oridas necesitan irrigecion pare producir cereales y legumbres. Susle llemerse a Sonora e1 granero del pais. Su Area as de 182 052 kilometres cuedrados (970 291 millss cuedradae). Se convirtio en un estado de la Federacion an 1830 pero les tribus Yaquis no fueron soJuzgedes eino haste sl siglo XX. La poblacion del estado (astimada en 1 800 000 habitantss pare 1988) as concentra en las principales ciudsdes del estado: Le Heroics Nogales, en la frontera con Arizona: Hermosillo, la capital del estado: Gueymas, puarto pesquero de alts mar: y Ciuded Obrsgon en el Valle e1 Yaqui. 2 Luis Alberto SAnchez, P oceso contenido e e novela hispgnogmegicgng (Madrid: Grades, 1953) pp. 207-8. 3 El modsrnismo y el post-modernismo come corrientes literarias eaten relacionadae muy sstrechamenta, tanto per la contiguided temporal come per la continuacion en el tratamiento de algunes uses retor1cog. £1 modernigmo an America Latina se inicia con la publicscion de lgEQQILILQ (1882) do Jose Marti, llega a su mexima sxpresion con Ruben Dario y termina con sl mismo hacia 1915. El movimiento 36 literario posterior a1 modsrnismo, ecascido tanto an Espafla como an America despuss de la Primers Guerra Mundial, es conocido por el nombre generico da vanguardiemo. Sin embargo, aparece entre ambes un periodo de quince afioa, sproximsdamsnts, que no quads propiemente encuedrado dentro de ninguno de éstos dos. Ambas stapes, postmodernieta y vanguardiste, carecisndo de fronteras historicae bien dsfinidas, compartsn algunes aspectos, come son s1 rechezar mos o menos abisrtamsnte 1a retorice anterior, y sobrs todo el tratamiento especial que se da e 1e imagan. este rasgo an sl uso del lenguaJs ss observado por Ricardo GCiraldes an 293 Segundo ngbra (1926), Eustasio Rivera an L; vogsgine (1928) y por Mariano Azusla en Los ds abajo (1916) y otros. Considerase come ermplo e1 siguients de Gfliraldes: "Y habia tantas estrsllas que as me caian en los oJos come logrimas que dsbisren llorer pare adsntro” (cap. XIX). Var Giuseppe Bellini, Historia ds la literatura hispgnoamericena (Madrid: Cestslie, 1985) 345. 4 Per ”Novels ds 1e tiarre" se conocs a un conjunto ds novelas hispanoamericanes que es escribieron en la decade de 1920 s 1930, les cueles tisnen come singularidsd realzar la importancia da 1e neturelsze (salve, llsnura, agro) en el desarrollo de 18 Problsmotica argumental. Son considerados stmplos cllsicos de este tipo de novela Lg voroging (1924) ds J. Eustasio Rivera, Don Saggnde Somgrg (1926) de Ricardo Guiraldes y Qofie figrbaga (1929) de Romulo gallegos. Postsriormsnts a sea decade hen sparecido muches otres obras con similar anasis en el tratamiento del elemento telorico, 37 a les cueles suele rsferirsa la critica come "novela de 13 tisrra” tambion, eunqus se hace per ampliacion del término original. Plensesa per eJemplo en Pedro Pgramo (1955) de Juan Rulfo, e1 igual qua muches de sus cuentes. Iguelmente, guerdada la distencia, gran parts de la dsnominada "novela indigenista” es remonta al problems del agro americano. Tongase en cuente Huasipungo (1934) ds Jorge Icaza, o E; mundo as ancho y ejeno (1941) de Ciro Alegria, dentro de muches otros. Ver de Carlos Javier Alonso Velez, ”The 'novele de la tierra': The Discourse of the Autochtonous". DisertsciOn no publicade. Yale University, 1983. 5 Werner Heisslbsrg, The Uncertaingy Principle and Foundation; of Quantum Mechanics: A Fifty Xears Survey (New York: Uiley, 1977). 6 Vsr Hayden White, Tropics of discourse. Essays in Cultural Criticism (Baltimore and London: The John Hopkins UP, 1978) 121-34. El rsconocimiento de que le Historia es uno entre varies discursoe, no diferenciado cualitativamente de los denominados de ficcion, y que por lo tanto este contaminedo de les 'impurezas’, 0 see, da los recursos retoricos ds la narrative ficcional (mstsfore, metonimie, sinocdoque, e ironia) he modificado redicelmsnta 1as pretensionss ds obJetividsd tan tenazmsnts reclamsdas por los rsprasententss de la historiografia del siglo pasado. De la misma manera, rscisntemsnts as he despartado un intersa por un neohistoricismo en los estudios de la critics literaria, ponisndo en entredicho los aparentemante firmss principios ds la historiografia del siglo XIX. Dicho neohistoricismo 38 revelers 1as relaciones entre historia y ficcion (drama). Ver Edward Pechtsr, "The New Hietoricism and Its Discontents: Politicizing Renaissance Drama," 25;; 102.3 (1987): 292-303. Rudolph Grossman H storia roblemas de a literst re lptinopmsricenp (Madrid: Rsviste de Occidente, 1972) 30. 8 Vsr James Gleick Chaos, Making a New Science (New York: Penguin Books, 1987): o también de James P. Crutchfield, J. Doyne Farmer, Norman M. Packard, and Robert 3. Shaw, "Chaos," Scigngifig American vol. vi (1986): 46-57. En realided la 1nC1UB10n ds les irregularidades en la explicacion de la norms cientifica provisne del campo de les ciencias fisicas. Les avancss en la explicacion ds ciertes irregularidades an filtunas Areas del conocimiento cientifico-—las arritmias del corszon en fisiologia, ls prediccion del clima meteorologico o les turbulencies en fisica-han estado gestendo en los filtimos veinte aflos e1 principio ds una nueva ciencia. La creencia de que les manifestaciones artistices de la class social colocsda en s1 polo superior de une Jerarquia son naturalmsnts representatives ds toda la compleJe gems cultural ds una socisdad dads, dsscsnsa an un principio filosofico y politico, ni neutral, ni ingenuo, sine consciente de los valorss ideolog1co. de .33 class social particular a la que dsfisnds y proclama. Cf. Michael Ryan, Qecpngtrpcpipn gnd Marxigm (Baltimore: The John Hopkins UP, 10 JOIG Carlos Meriotegui, Siete gpggypg g; n ion a l ree a a (Lima: Amauta, 1963) 285-292. 39 11 Sobrs les literaturas interculturalss o heterogeneaa, cf. Angel Rama, "Les precesos de traneculturecion en la narrative hispanoamericana,” Rsviste de Literature flispanogmerigena 5 (1974): 28-63: 0 tambion a Antonio CorneJo Polar, "Les literaturas heterogeness: su dobls estatuto socio-cultural,” Rsviste de Critics Literaria Lstinoamgricana, 7—8 (1978): 75-87. 12 Antonio CorneJo Polar, "Le literatura latinoamericana y sus literaturas rsgioneles y nacienales come totalidades contradicteries,” Hacia ung higtoria ds la literatura lstinogmerigpna (Mexico: El Colegio de Mexico, 1987) 128. 13 El pradominio de la hegemonie politics sonorense a nivel necional durants los periodo. de gobierno de Ado1fo de la Huerta y Plutarco Elias Callas, fue cause ds que se acuflara e1 termino 'sonorismo'. Vsr Horacio Sobarzo, Vogabplapio Sonorgnee, (Hermosillo, Son.: Publicaciones del Gobierno dsl Estedo de Sonora, 1984). 14 Miguel Manriqusz Duron, "La narrative sonorense 1930— 1970”, Historig contemporgnea gg fiogora 1932:1984 (Hermosillo, Son.: El Colegio de Sonora, 1988) 640. 15 Rose Me. Ruiz, "Un estudio de caso: La crecigntg de Armida de la Vera,” pltprg z litepeturp (Hermosillo, Son.: El Colegio de Sonora, 1989) 167. 16 Jacques Derrida Of Grpmpatology Tresn. Gsyatri Chakraverti Spivak, (Baltimore: John Hopkins Press, 1976): tembien ”Limited Inc," Glyph g: Joppp Hopkipp Iexgupl Studies, Baltimore: John Hopkins Press, 1977) 236, 247—8. 17 Max Aub, ”De algunes aspectos de la Revolucion 4O :3" Mexicans," Cziiigg de 13 noysla de l; Revolugign Mexican; (Hfixico: UNAM, 1981) 67. 18 Tomochic es s1 nombre de un pueblo en el Estedo ds Chihuahua, el norts de Mexico, que sufrio una radical rsprssion ds parte del gobierno federal durante la dictadura d8 Porfirio Diaz. Heriberto Fries, quien participo come militer an 988 camPafle, escribio uns novela con el mismo nombre (1893-95) y es s quien es debs practicamente que dicho ecto reprssivo en contra ds 1a periferie no hays pasado desapsrcibido. 19 Se puede vsr para este tame a Margarita Nolssco ”La antr°P°1081a spliceda en Mexico y su destino final e1 indiganismo,” Eso gue llamgn antpopologia mexicgna (Mexico: Editorial Nuestro Mundo, 1970) 103-117: 0 a Maris Chantal Barre Ideologies indigenistas y mgvimientog ipdios (Mexico: Siglo XXI Editorss, 1983) 61-78. 20 Grossman, 33. En donds tambisn dice "Como lame podrie servir lo que expresara Ronald ds Carvalho poco despuss de la primers guerra mundiel en su Psguega historia gs literatura brpsilsipp: Lo srro pimordial de nossas elites eta agora, foi aplicar ao Brasil, srtificialments, a licao europee. Estamos do memento ds licso americsna. Chegemos so final, so nosso memento”. Grossman 34. 21 Fernando Ainsa, d tide c t a A r a Let a (Madrid: Grades, 1979) 102. 22 Maria Luisa Crests de Leguizamon, "Les caminos de la narrative mexicane ds hey”, Revistg gs flgganigpdgp 11—12 (1970): 117—127. 41 3 2 Miguel Manriqusz 640—685. 24 John S. Brushwood, ”Periodoa literarios en el Mexico del siglo XX: la trsnsformecion de 13 realided", Contemporary Mexico, (Los Angeles: UCLA Centre Lstinosmericano, 1976) o tsmbisn an Critics ds la novela mexicane mexicane contempopsnes (Mexico: UNAM, 1981) 157-173. 25 John S. Brushwood, Megico in it; Novel (Austin: U of Texas P., 1966) 7-54. 26 Brushwood, The Spanisg American Novel (Austin: U of Texas P., 1975). 27 Brushwood "Periodos” 157-173. 28 Paloma Villages, "Nueva narrative mexicane", an L Cglsurg en Mexico, 625, suplemento de Siam re‘, 30 enero, 1974, II-IX: o tsmbien en La grigica de la novela maxicpng 9233;922:332; (Méxice, UNAM, 1981) 225. Incluso Villages Aflads: ”En los demos cases, el eJercicio scadémico ds la prose, la deecripcion costumbrista insaciebls 0 s1 melodrama programotico produJaron obras casi imposibles de leer hoy die”. 29 Brushwood 160. Halter M. Langford, IDS Mexican Novsi gomes of Age (Notrs Dame: U of Notrs Dams P., 1971. 31 Miguel Manriqusz 640. Tambion Rita Plencerte as he 30 rsferido al desfesamiento temotico ds la literature sonorense en "La prOdUCC1On literaria (1975—1988). Continuidad y ruptua en la literatura sonorense”, Qigncig iiispprig 7 (1989): 28—30. 32 No tsmamos noticis ds la sxistancia de algon otro 42 ciclo de producciones similares al de Chiapes: simplemsnts interrogsmos la posibilidad da otres obras individualss de similar 0 diferente temstica les que, eunqus no conetituyan ciclos, tienen valor indiscutible. E1 Ciclo de Chiapes sets compuesto por un grupo de echo obras narratives cuye singularidsd es conformeda por la problemAtics indigena heredada de las consecuencias de la Revolucion Mexicans, y tratade per alguno COD Vifllbn antropologica. Dichae novelas BOD £989 Popez Joloie (1948) de Ricardo Pozes. E1 callado dole; de los tzotzilgg (1949) de Ramon Rubin, Log hgmbrea yprgagspos (1959) de Juan Antonio Castro, Bgnzulul (cuentes, 1959) de Hersclio Zepade, Le cplsbre tepo e1 rio (1962) de Marie Lombardo de Case, y tree novelas de Rosario Castsllenos: Balop Canaan (1957), Ciuded Res; (1960) y Oficio 92.512122lse (1962). 33 N18U°1 ADSBI Orentas Y JOOG Luis Trueba afirmen que "Results paradOgico y contradictorio la casi total ausencia de los mineros en la literatura necional y regional", an un estado que se caracteriza por haber rsslizado uno de los premonitorios eventos ds la Revolucion Mexicans, ls huslgs ds Cananea. ”Un acercamisnto a la novela histories de Enriqueta de Parodi”, Mgmppig del X Colpgpio de les litarpiuras dsl noroestg (Hermosillo, Son.: Imprenta ds la Universidad ds Sonora, 1989) 83. 34 Estes novelas son gig§;_Angnimpp (1946) de Jose Enciso Ullos, Asi iigmg g1 destipp (1950) de Tina Vasconcelos de Turner, re 1 on a d n as (1960), y r d a co c d (1968) de Catalina Acosta de Bernal. 43 35 En s1 dapartamento de Humanidadesdde la Universidad ds Sonora ss lleva a cabo dssds 1984 s1 estudio de la literatura regional sonorense beJo e1 Proyecto de la Historia Social da ls Literature Sonorenss, dirigido per Josefina de Avila y con la esssoria de Francoise Perua. 36 Son conocidos come Contemporeneoe un grupo de poetae que es rsunieron alrededor ds le revieta del mismo nombre hacia los aflos de 1928-31 en la ciudad de Mexico. Normalmsnte qusdan considerados en este grupo de poetas, que svantualmante publicaron tambien narrative: Carlos Pallicar, Jess Gorostizs, Javier Villaurrutie, entre otros. 37 Les denuncias contra el incumplimianto de les promssas de la Revolucion fueron hechas por varies autores, en la reforms agrarie, en lo politico y en lo obraro a través de g1 resplpngor (1937) de Mauricio Magdalene, Lp_ppgppg_gg1 caudiiio (1929) de Jose Vasconcelos y Nuevg pupguppia (1941) ds Mariano Azusla. 38 Citado per Danubio Torres Fierro Lpp_pgppipppipp_ggi fixiiig (Barcelona: La Gays Ciencia, 1979) 35. 39 var Manriqusz 655-9. 40 Ricardo Aguilar Camin, Lg frontpra nomads (Mexico: Fondo de Cultura Economics, 1978). 41 Octavio Paz, E; lpperinip gs is soieded (Mexico: Fondo da Culture Economics, 1989). 44 CAPITULO II: EL ARRAIGO COMO MANIFESTACION DE IDENTIDAD El sxsmen de cuetro novelas ds ascritores sonorenses contemporéneos: De orggulos disperse (1975) de Sergio Valenzuela (1943—), Pozo de crisanto (1977) de Leo Sandoval (1922—) La sierra y al viento (1977) ds Gerardo Cornejo (1937—) y La crecipnte (1979) de Armida de la Vere (1935-), intents probar que el exilio tanto come movimiento geogrofico come personal interior es el hilo conductor que da consistencia y unided a la produccion literaria ds ls novela sonorense de la decade de los satsntas. De sllo parecs desprsndersa que la cenciencia del desarraigo conduce a cada uno de los autoree mencionados a una basquads de su identidad. Es decir, muestran su daseo de reconocerse y do afirmerss a trevés de la tierre, a trevos ds une ocupacion, une tradicion, un ssntido da su sxistancia. El desarrollo PBiCOlOgico de los personeJes de sus novelas as propiciado no solo por su crecimiento fisico sine también por su cenciencia que emerge ds la afloranza de su pasado, come consecuencia directs de haber sufrido un treslado o dis-locsmianto geogrAfico ds la periferie e1 centre, 0 vicsverss. El exilio as producto ds la conciantizacion de un fenomeno concrete: la migrecion de Cetelufia a Pitic (De orgculps disperse), de la aldas ds pescsdores a un pueblo de la sierra (Eggp_gg crisanto): de la sierra sl vslle desertico (Lg gigrra 2 el viento) y del pueblo a la ciudad (Lg_gppgigppg). Per otro lado, no es casual que el exilio de los parsonaJes hays side tambien vivenciado per sus rsspsctivos autoree. Se 45 desprende de aqui, entonces, que le nostalgia del pasado idealizedo, va acompafiedo de un future en funcion y a condiciOn de que se esemeje e la felicidad idilica unicemente recenocida en el Jerdin edénico del pasado. En el apartedo anterior apuntamos hacia une hipotesis general en torno a la problemAtica del exilio que tendra que ser validade o invelidede en base a los resultados particulares y concretos que ofrezce e1 analiaia de cada una de les obras. Con elle se quiere puntualizar 1e importancia de partir de supuestos que, en la medida de lo posible, no refleJen postures preconcebidas y rigidas. Per el centrario. intentamos proponer efirmeciones de tipo general promovides per les carecterietices propias del texto y puestas de relieve per nuestre perspective y metodologia perticulares. El texto literario es un producto muy compleJo en el que confluyen multiplicided de factores, por lo que es necesario, pare su estudio, contextualizarlo histOrica y ertisticemente, aparte de ubicerlo dentro de une particular teorie critice. Para este particular suscribimos el pensamiente del critico frences Louis Althuser, quien considers que la obra literaria este formeda del pensamiente concrete sensible reproductor de 'lo reel’-—es decir, de les condiciones reales de existencia'-—a traves de etepes sucesives, les cueles eon 'el imaginerio'. o les llamades relaciones imagineries, y le ideologia.1 O dicho do otre manera, la literatura, la culture Y 18 14001081e vienen a constituirse en un Opifendmeno (un fenOmeno colecede a horceJades e per encima) de las relaciones de produccion. En un plano concrete de 46 certcter historico-social, el materielismo hist6rico postula la dicotomia estructura-superestructura, en la cual la primera, representada por las relaciones de produccion, genera 0 determine la aparicion de la segunda, que es a su vez representada per la literature, la filosofie, el derecho, le ciencia. entre otres.2 Desde este perspective, caracterizeremos nuestre acercamiento come materieliste, pero entendiendo por este termino no la posiciOn tradicienel que treslede a un plano insupereble de discusiOn la relacion entre estas dos faees antegOnices--este artificial calleJén sin salide se debe el hecho de que se les he solido colocer a1 margen de la prexis filosOfice y también en un plane que carece de alternatives 0 posibilidedes de dielege. HeJor, siguiendo les tesis de Gremscia. consideraremos come acercamisnto materielista, la unided dialectice entre estructura y superestructure, eliminando todo determinismo (sobredeterminaciOn) tanto en la dimensibn economica como en la ideolegice. Al enumerer les principales corrientes de enelisis literario, observamos una especie de vacie cuando son enumeredas les principales de ellas, segun se centren e preponderen uno de los principales factores que constituyen e1 fenOmeno artistice: autor, obra, sociedad, lector. Todas ellas relativizen e1 placer estetico de la lecture. hactdndolo depender de uno u otro factor-el ideolegico, per eJemplo--y en el peer de los cases ni se le menciona. Dichae corrientes se centren en el aspecto cognocitivo y descuidan el afectivo, el cual se le puede seguir une piste que 47 etreviese pervesivamente todos los factores del tenemeno literarie (texto, autor, contexto, lector). Tembien Pareceria haber un acuerdo implicito en eviter le mencibn de lo humane, de lo propie y caracteristice del individuo, equel remenente que persiste une vez consideredes las dimensiones diatOpicae, diacronices y diestréticas. Es decir, tanto e1 historicismo como el formalismo procuren merginar aquelle que explique Y d8 rezen suficisnte de por que, por eJemplo, los habitantes del siglo XX continaan interesedos en la lecture de los clasicos griegos 0 en la contemplecion de sus temples y escultures.4 Pare responder en parts a este preocupaciOn hebremos de recurrir e1 enseyo de Simone Veil, deserrolledo en Reiges dgl exisgir, en el que habla de les necesidades viteles del ser humane, ye seen conocides come necesidades espiritueles o simplemsnts humenes.5 LA SBHANTICA DEL EXILIO Y EL DESARRAIGO El origen de la palebre 'exilio'—-comen e muches leagues modernes--se remonta a1 verbo letino ’selire’ que significa 'salir', reforzedo por el prefiJo 'ex-’ pare denoter la neturelsze egresive del ecto: expulser, desterrer: le persona que sufre o pedece este accion es el ’exil(i)edo'.6 De hecho, ’exilio' es un galicismo moderno que ha sustituido casi totelmente al termino mes entiguo y castizo 'destierro', literalmente 'lepnrac16n del propie territorio' y por extension, un obligedo des-pleze-miento, o dis-loca-miento que pone enfasis en el caracter de 'desterrelidad' de la situecion. El nguefio Legoussg le esigne tree ascepciones 48 que equix dc algui Uh luga lugar dc alreded= his 0 m otros e variaci fendmen wm euroPeas Preponde ateriori van aaoc 'Refugia injultlc Comune. 'ishifgc repfiblic palebra: Tenemg. 303, Ga: en GECIr Dadi 5°”ilgv. que equivalen e1 ecto, la consecuencia y el lugar: expulsion de elguien fuera de su patria: obligecion de vivir aleJado de un lugar, e de une persona a quien es extrena; y por f1n, 91 lugar donds reside e1 exiliedo. Este termine forms a su alrededor un emplio campo Beméntico integredo per términos mes o menos sinbnimos, neologismos de reciente ecufiecien, y otros en fin, le mayorie, que hecen referencia a matices y variaciones especifices y concretas involucredes en este fenOmeno. Asi tenemos 'emigrante' e 'emigredo’, denominacien que en la reciente historia del hemisferio occidental la pedemes edscribir o relacioner a les constente migraciones europees con destino a los Estados Unidos y America del sur—- preponderentemente Argentine, Uruguay y Chile--con eteriorided e1 siglo veinte. Diches migreciones generelmente van esociedes a contextos personeles y econ6m1c03.7 'Refugiade', 'persona desplezeda', 'fugitivo de le inJusticie’, 'buscedor de asile', todos ellos son terminoa comunes e casi toda la esfere terrestre, y de muy significative conneteciOn entre la gente proveniente de les republicas de inestabilided econ6mica y politice, en poces palebras, provenientes de todos los paises letinoamericenos. Tenemos en seguide el neelogisme 'tresterredo’ (acufiado por Jose Gees y edeptado per Max Aub y otrose) uaado on contextoa filos6fices referentes a la lealtad el territorio espiritual, es decir la lengua meterne. Dadas les fuertes esociaciones politicaa e ideologicas que conllsva el significado de estos terminos, pareciere que su conceptualizecien estuviere determineda per les conneteciones 49 que se hen sobrepuesto a su representacion base 0 conceptual en el recorrido histOrice y geogréfico de su use linguistico. A diferencie de lo que se desprsnde de la cempleJe pero tembien muy rice experiencie espefiola producide por los acontecimientos politicos de 1939, el términe exilio en Mexico no se ha cargedo tanto de esociaciones o contradicteries: elle ocasionado per le ausencia de circunstancies anblogas en este pais americeno del siglo XX.9 Me refiero concretamente a les dos instencias espeflo1aa opuestes, para las que el situerse en el punto de viste del vencedor 0 del vencido es determinante para explicitar tales .sentimientos encontredos. Para el vencedor, e1 exilio es traiC16n a la patria, per lo que el exiliado se le hostilize 0 al menos se le V8 con desden mezclado con indiferencia. En cambio, en la mente del derrotado, exilio significa detenciOn en los cempos de concentracion, sufrimiento fisico come refugiado, e injustices durante e1 reestablecimiento en otro pais o la repatriaciOn después de la guerra. Faltan POT hacerse todevia especificeciones de extension e intensiOn sementica pertinentes para determiner e1 signifidado de los terminos del exilio. Lo sefielo aqui como una limitacion propie del trabeJo, puesto que no es posible BGSUIP una 8911C8C1On mecAnice de terminos previamente definidos: al menos en este caso sera 1e prop1a invegt1gac16n la que los constate baJo la forma que asumen en las obras per analizar. Consideraremos la polivelencia de los terminos y su elasticidad semantics mas bien como una ventaJa que come una desventeJa operacional. Queden enad1doa, gin embargo, 50 108 siguientss terminos: éxodo—-y complementerio sementico de éste, la permenencia o residencie ’in situ'-—como ls experiencia senerica mes amplia cuye estructura central puede abercar todas les formas de migrscion-—incluide la diaspora-- , ya sea psicOIOgica o fisice, especial o emocional, externe o interns. El exilio es uno de los fenomeno: ma. primitives en la historia social de le humenidad. Les griegos la conocieron baJo la forme de ostracismo, costumbre que consistia en deshecerse de los ciudedenos que representeban algon peligro reel 0 latente. A través de la historia, beJo cualquier forms que se eJerza, el significedo de exilio he ganedo conneteciones negatives que se hen sobreimpuesto a les esceses esocisciones positives que pudieran haber surgide en el exiliado que se enfrente en un pais huesped tanto a la posibilidad de ser recibido con emistad y conmiserecion come a la de ser rechszedo animosamente 0 al menos, ser tratado con deeden y suspicscis. Paul stori considers, desde ls perspective de la historia universal del exilio, que este aparece enmarcedo per dos poles extremes: se trate de uns historia de caridad y de compesiOn corriendo sl pareJo con la cruelded inhumane del hombre para con el hombre.10 Socielmente heblando, se puede considerar que el exilio consists o bien de une medida punitive o bien de protecciOn, impueste generalmente no per toda la sociedad sine per una facciOn de este, que no casuelmente es la que detenta el podsr. Dicha medida es eJercide sobre el individuo o sobre una parte del cuerpo social total. Pero aunque generelmente 51 ha sido valorada come costumbre cruel e inhumane del hombre pare con el hombre, debemos shadir que tel costumbre no es exclusive del 'homo sepiens', puesto que algunes especies snimales, come los coneJos, la eJercitan tembien para librarse de miembros de epsriencie perversamente ssesins. (Ilie 3) Desde e1 inicio de les primeras sociededes, asi como desde su constitucion vital, el exilio veluntsrio (es decir, motivedo por un desasosiego particular) como el exilio involuntarie hen estado mutusmente imbricados. Desde el punto de vista religioso y literario son lugarss comunss les cases de exilio de pueblos come de individuos: los Judios, los puritanos, Ovidio, Dante, Voltaire. En la historia hiflpbnica son bien conocidos les cases del conde Don Julian en el siglo VIII, 0 el de Rodrigo Diaz en el siglo XII, entre otros. Debemos hacer equi un parentesis para enfstizsr algunes variantes que el exilio, en su compleJa netureleze, esume desde el punto de viste de la eJecucion de 13 eccien. Se debe per una perte subraysr el caracter de volunterio e involuntarie pars trater de percibir que subyace e1 hecho de que, asi come muche gents asume el exilio para satisfacer sus necesidades o temores, igualmente muches otres personss no sbandonsn e1 pais en lee mismes circustenciss de carscter POlitico, econbmico 0 social. Tsmbien consideraremos squi el grade de cenciencia que sdquieren los individuos de la separacien, tanto en los que se van como en los que permanecen, Y POP ultimo, debemos tener en cuente los varies 52 grades d9 78h8b111t8C16n de aquélles que vuelven y la manera en que son aceptedos o no por su sociedad metriz. Les varies formas que asume sntonces el exilio son selida volunterie, expulsiOn, retire temporal, marginslidad, desplszamiento desde el centre. Existen dos perspectives de estudio pare abordar el exilio. La primers corresponds a1 enfeque que se centre en el fenomeno come treslado fisico y que es s1 que tradicionalmente se toca en los estudios de este carscter per la importancia que revisten les impliceciones historicas, demosrlfices y econemicae. Le segunda consists en considerar al exilio como una consecuencia —-aunque no necesariamente proveniente de la primers-~y corresponds e uns condicion mental integrede por sentimientos y creencies que lleva consigo el exiledo y que hacen mas grave su situacien ds desarraigo en el lugar hueeped. Deeds este segunda perspective se puede inferir que ese condiciOn mental no es propie ni exclusive del miembro sxtirpado (los que se van). También es igualmente sfectsda ls sociedad remanente o que permanece-el todo de donde se ha hecho e1 certs. Este conllsva sl rsconocimiento de une influencia mutua y a la postulaciOn de un principio de reversibilided. Entonces, si puede afirmerss que el exilio es un estado mental donde el treslado geogrsfice pass a un segundo plano, los valorss y les emeciones do see estado se corresponderian con uns separeciOn o rupture come condicienes en si mismas. Es este segunda CICOP616n del termino exilio (e1 exilio espiritual) come pretendsmos entender y meneJer e1 concepte de 53 'desarreigo' en este tratado, el cual puede llevar implicita el treslado fisico pero que pare eu censtitucion no lo requiere necesariamente. Aei tenemoe que tembién pedemes encontrar los refersntee e teles terminos en s1 interior del pais sto les siguientss formas: encercelemiento, clandestinided politics, ostraciemo sconémice (de una rsgién a otre, por eJemplo), repetriaciOn desilusionede. Todos estee elusivoe cemportemientos del paradigms del exilio y dsl desarraigo spuntan a interesantes srses de investigscion en 80C101081e, psicologia, historia, e incluso en critics literaria. Les terminoe normalmente eeociados con s1 exilio son treslado fisico, peregrinaJe, exotismo, y un sentimiento doloroeo dificilments explicable que surge del afiorer la tierra meterne. Este sentimiento reconocido y nombredo spenas e finalee del siglo XVII, fue bautizedo come 11 La nostalgia se 'nostslgia' por el medico Johannes Hofsr. puede presenter tanto per rezones temporslee: 'la meledie du eiecls’, une especis de incomodidad producide por el sentimiento de que se ha nacide en un tiempo equivocsdo: igualmente puede asumir caracter geogrAfico, ’le depsysement’, sentimiento en el que as extra“; shore no el tiempo sine el especio, otre region generalmente colecede leJos de aqui, per eJemplo, el cempo y la atmesfsrs maternas. Es precisamente ese sentimiento egobisnte de pertensncia perdide, d9 Bfioranza de tiempo, lugarss, personae y le nostalgia de lezos que nos incluien en un circulo lo que da origen e 1e afliccien del desarraigo. 54 Es ten fuerte e1 desarraigo y presenta tantas modalidedes en 10 intrinsecemente humane que se puede decir que uno y otro—-el desarraigo y lo humeno-—se corresponden. El desarraigo es la consecuencia 0 el producto de uns pérdida que presents varies facetas: e1 desarraigo metefisico ocurre cuando e1 ser humane slcenzs cenciencia de su soledsd en el universe, de su vida limitsda, de su carencie de eternidad. Este tipo de desarraigo constituye la modslided de meyer congoJa y frustrecion. Para curerss ds see engustia ontologics y existencial le humenidad he recurrido casi invariablements sl consuelo que le proves 1s religion.12 Otro punto ds vista es el psicolOgice, equel que se derive directemente de la interaccion del contorno social y el hombre. Erich Fromm y Nathaniel Branden definen la alienaciOn personal (desarraigo psicolégico) como la manipuleciOn del hombre per fuerzas sobrs las que e1 pienee que no tiene control, per eJemplo, la engustia, que ss derive de su soledsd y desarraigo.13 Desde un plano sociolegico s1 termino 'dsearraigo’ utilize come sinonimo sl vocsblo 'elienaciOn', cuyo significado--afirme Ernesto Giudici-—viens a ser econOmico antes que metafisico, puesto que 'slienetio' remite e 1e acciOn e sfecte de vendsr o venderse, y el hombre al venderse con el producto de su trasto lo que hace es 14 Segdn Barret el desarraigo del eneJenerse e si mismo. hombre contemporaneo se manifisste en varies ruptures: de su ssr con Dies, con la neturelsze, con la sociedad, y haste consigo mismo, puesto que con la masificecion actual s1 hombre ha identificedo su ”ssr” con su funcion secial.15 55 Simone "911 sfirms que, 88! come existen necesidades fisiOIOgices en el cuerpo humane que deben ser satisfeches, tales como la necesidad de alimento, sueflo, celer, de la misma manera s1 ssr humane se ve precisedo e satisfecsr otro tipo de necesidades en s1 plano espiritual, tales como la necesidsd de orden, libertad, responsabilided, entre otres.16 Una de sses necesidades que results muy dificil de determiner y definir, e1 igual que es poco cemprendide y sstudiede, es la necesidsd de arraigo: El arraigo 9' quize la necesidsd mes importants y mes desconecide del slme humane. Es une de les mes dificiles de definir. El ssr humane tiene una r812 per eu perticipecién reel, active y natural en la sxistancia de uns celectividad que conserve vivoe ciertes tesoroe del pasado y ciertes presentimientos del future. PerticipeciOn natural, es decir producide naturelmente por el lugar, el nscimiento, 18 profesien, e1 medio. Cede ssr humane tisns necesidad de maltiples reices. Tiene necesided de recibir ls casi totelided de eu vida moral, intelectual, espiritual, por intermedio de les ambientes de los que forms parts naturalmsnte. (Veil 57) fits adelante Usil express que "la pérdide del pasado colectivo 0 individual (el olvido) es la gran tragedia humane desespersdamente a le conquists" (127). Nosotros afiediriamos que aqusllo que stenta contra s1 arraigo-—come forms proteica--asums varies manifestaciones; se puede trater de progreso e civilizecion, modes 0 influencia extrenJera que amenazan la censervecion de costumbrss muy erraigedss y tradicieneles, 18 imposicien de la lengua oficiel sobre la VBPn‘cula en el case de la conquists cultural impuesta sobre los indigenas y—-sn ultima instancie y para perticularizsr-—, la ciudad, come representente concrete ds todos los males. 56 Siguiendo a Veil, e1 desarraigo grave en los individuos se puede presenter de dos maneras. Puede manifestarse come estupor o letarge, es decir, asumir une posicion pagiva, taciturne, dando a entender que les condicienes en que la sociedad se comporta no eatén bien pero que les alternatives de cambio no eaten a su alcancs. La otre manera es totelmsnte diferente ya que conllsva una accion agrea1va, 13 cual deserraigante en 81, producira el desarraigo también en aqusllos que tedavie no lo hen vivido.17 ‘ Pareceria cuestionable aplicar 1as conclusionee de Simone Veil a la realided hispanoamericana dado que la autora francese parte del conflictivo estado de cosas en la sociedad econdmice europee de la Segunda Guerrra Mundial. Sin embargo, 1as causes del desarraigo indicadas per elle son esencisles tambien e nuestre medio ambients hispanoamericsno. Como Beflale Marie Eugenia Vslentié en su ”Prelogo” el texto de Veil, la conquists militar, e1 podsr del dinero, y le dominaciOn economics constituyen una "enfsrmedad que este minando a occidente y que los occidenteles llevan con tents premura a los paises que invaden".18 Tomando en cuente les posiblss implicaciones que el exilio presenta, pedemes observer desde el punto de vista literario algunes varientes que es vienen a sumsr a las consideracienes ye mencionades. Siguiendo a Levin, tsnemes 01 EUY comnn case de aquellos escritores a los que se ha forzedo a abandonar la patria precisamente porque la autorided Juzga subversivos sus sscritos y actividades literarias. Aqui sncontrames los citados cases de Dents, 57 obligedo e emigrsr de su querida Florencia per haber participade en el partido perdedor: Ovidio, sxpulsedo per Augusto para permanecer el reste de sus diag con los Gedoe en las orilles del Mar Negro; Voltaire, a quien sus estsncias obligadas en Inglatsrra y Suiza parecen no haberle dafiade muche ya que e1 ss considerebe ciudedane del mundo; y Victor Hugo, quien pudo terminer el ciclo exilio-reterne en su lucha contra LU1B N890186n. Luego tenemoe s1 caso, menoe frecuente, de equellos escritores a los que se les prohibe abandonar su patria pero, sl mismo tiempo ss les coerts toda posibilidad de escribir y publicar. Tales son los cases de escritores rusos contemporeneos que hen diferido en opinion e se hen eleJedo de la lines central doctrinerie del partido (Solzhenitzin, per eJemplo). Tsmbien es muy celebre en la Rusia de los zares el caso del poets Pushkin. En une tercera categoria colecariemos sl caso menoe frecuente pero si mes Pfltético de aquellos escritores que, aparte de perder su patria, se han enfrentado ante la disyuntiva de escribir para un menguente enclave de refugiados. En viste de les ligeres esperanzes de ser leidoe per una peblacibn mayor en el territorio ebsndonado emprenden el uso de un nuevo instrumento con la finalidad de escribir lo meJor posible pare "“8 audiencie del Pals que se ha adoptado. El eJemplo reciente mes impectsnte en este terrsno lo tenemes en Vladimir Nabokov, sscritor ruse pero que, exilisdo en los Estedos Unidos, he publicado la mayor parts de su creacion en ingles. Igualmente, Joseph Conrad tuvo que abandonar su native Polonia para convertirse posteriormente en un 58 {;'.-’E ..s sd- ll, '- novelists ingle. de renembre. En cuente a1 uso de la lengua ss refiers, Levin apunta que sl sentimiento del exilio debs haber surgide con el rompimiento de la Europe en estados nacienales durants e1 Renecimiento y en el periodo que siguio, cuando se inicio 1a Politics de aboger por el uso de les lsnguas vern6culas en contrapoeicion a la lengua que haste sntonces habia side 1a 'lingus frenca', el letin. Para un verdadero hombre sabio, no podrie existir tel cose como el exilio. Hombres cultoe provenientes de diferentes paises no se mirarian unoe a otros come extranJeros en la medida en que todos poseyeren e1 passports del letin. E1 exilio no pudo obtener nunca el significado total sine hasta el surgimiento del nacienalismo, con la resultants confusiOn de lsnguae. (Levin 8: 1a treduccion es nuestre) Parece ser que toda migrecion, forzada o no, poses tanto una constants como un patron. La constants reside en un anhele per encontrar ese especio utopico que sera la proveedora de la felicidad perdide, y el patron subyace en uns reiz religiese de procedencia Judie que consists en el abendene del Jsrdin edénico para llegar a un nuevo parsiso. Levin hace referencia a los doe lugarss donds la humenidad busce encontrar la felicidad, e en el pasado, es decir, en el idilio original, 0 en el future, en la Tierra de Promision: En algfin lugar del oscure pasado, detras de todo, ee vislumbra el arquetipo de un Paraiso Perdide, una vision de un Jardin primitive 0 ds un reino ideal desde el cual le humenidad ha sido desterrada per sus pecedos. Le tradicion Judeo-criatiana constantemente he mirado ese idilio original en el pasado y el Pareiso regensdo en el future. (Levin 6-7; la treduccion es nuestre) L03 exilados roménticos—-Alexander Hernzen Junto con les 59 personas que los acompafiaben, lo misme que el anarquists flikhail Bekunin—-son los intelectuales que a mediados del siglo pasado se esmeraron mes por llevar a la prectica sus ideales de promision mediante una revolucion en su Rusia materne. El misme Karl Nerx, representente de los intelectuales que en su mayor parts fueron ideologos y 3610 eventualmente hombres de letrae, fue husaped exiledo en muches paises europees. Es tan frecuente ls constants del desarraigo en les distintas literaturas hispanoamericenee que nos enfrentamos ente la posibilidad y el peligro de ester afirmende en nuestre 9P09081C10n simplemsnts una tautolegia. Express Octavio Pez que en la historia de la literatura hispanoamericana existen dos constantee: el desarraigo y el cosmopolitismo, y que sobrs tode 1a primers no es accidental.19 Luego aflads que s1 inmigrante europee, en cuanto ss establecio en el continents americano rompio todo nexe con su pasado historico, 1o cual ls obligo a snfrentar la realided inmsdiata y a penser en su definicion prop1a 961° come proyecciOn hacia sl future. Ese americano——sin pasado, able sostsnide por el futuro-—era un ssr de poca solidez, ds escsse realided. Era, a fin de cuentes, ”el resultado de una cenciencia sxtranJere y el acaso de un proyecte historico" (ibidem). Respecto a la felts ds identidad, Agustin yafiez encuentra una constants bnsqusde de ells dssds la CrOQice flexigggg,de Tszozomoc, les gglggigggg y la fligtgglg Chicgimgga de Ixtlixochitl o la Rglggion de la gonguistg gel Z£L2.ds Titu Cussi Yupenqui haste les autoree mes 6O contemporaneos.20 Es probable, opina Susana Castillo, que el enssyo hays side e1 zonero literarie que mas claremente presents la centinuidsd e intensificscion de tel cuestionamiento, siendo los precursores Andres Belle, Domingo Faustino Sermiento y Jose Marti (Castillo 48). Pero con Jose Enrique Redo (Ariel, 1900) smpieze s presentaree uns 818t9Mltics tesis que propugne per la definicién de lo americano. Estes ensayos se caracterizsn per eu oposicion 31 movimiento cientificista y positiviste, y subreyan lo estetico, lo religioso y lo irrscional smericanos.21 Tales trebaJos 80“ L2_X$§169 del Anshusc (1917) de Alfonso Reyes: Seig enssxos en busce de nuestre sxpresion (1926), de Pedro Enriquez Urefia: Siete ensaxoe de la interpretacion de la rgglidad perugge (1928) do Jose Carlos Heribtegui: y Rediogrgfie gs la pampa (1923) de Ezequiel Martinez, entre otros. Asi puss hemes de abordar el sxsmen anelitico del exilio literarie y sus implicaciones con los creadorss rsspsctivos, considerando que no se trate de un descubrimiento sine de uns constetaciOn. Quizs, siguiendo 1e efirmecién de Octavio Paz— —indiceds antes-~la corriente literarie del exilio no solo se sums en la culture hisponica emericena sine se multiplique en base a la perdide primero del espsfiol que afiorabs su continents perdido y luego el autocteno americano qus sentia 18 melencolig ds sus imperios destruidos. Per lo tanto, cenfirmsremos que el sentimiento del desarraigo 0 del exilio ss tan coman en nuestre vida cotidisna que constantemente estéhos sxtrafiendolo, sufriendole y sspsrendolo. 61 For in ubicecion geogrefica, per sus carecteristicas Onicas, por su rel en la historia necional del siglo XX, la region, provincia o Estedo de Sonora manifisste un constants movimiento o cambio en casi todos los aspectos de su realided presents. Les principales fenOmenoe que se pueden observer son 18 formacion de nuevas capes sociales (permeabilidad social). reasrupaC16n de interssss politicos con sus consiguientss luches intestines, une economia répidamente cambiante que ha tresladado e1 centre de producciOn de la mineria, ls ganaderis y la agriculture en pequefia secsls a la gran produccion, los sensibles sfectes de un incipiente industrializaciOn y una alts migrecion. Este ultimo factor se puede presenter ds varies formas. Puede ssr interior, proveniente de la sierra e1 vslle, por eJemplo: o ssr del exterior el interior como la masiva migrecion de mexicanos QUB '9 reintegreron a Mexico deeds los Eetados Unides hacia el eflo de 1930, debido a la aplicecion de la lsy Box: y por fin, la endemice migrecion hacia la frontera nertefie. Todos estos factores, ten complsJos por su interdependencie. influyen ds una manera radical en la sociedad. Es el individuo consciente—~sl intelectual--quien puede moatrar y hacer explicita una insatisfaccion interior no exclusive de 61 eino compertide per todos. El pepel del intelectual es descifrar ese realided dssorisntadore per cambiante Y heterogsnga. En eea obstinads bdsqusde de identidad el sscritor revels e1 desarraigo comnn el hombre occidental no solo a nivel metefisice sine tambien socie- hiBtOrice, e incluso en su caso mes extreme y alarmante, en 62 e1 nivel de alisnecion personal, Es parts de nuestre premise e hipotea13 que 13 creacion literaria, primero come proceso ds creacion, y luego en su dimensiOn tsmatica, represents lee respuestas o reecciones del sscritor que tiene e1 obJetivo de concientizarse, de identificerss consigo misme, con la sociedad en que vive y con 31 memento historico en el que Is he tocado vivir. Asi tenemos que. aesOn e1 materialiemo historico, able la praxie o la participacion active y comprometida es la que vs a setisfecer tel demands de concientizacion. £1 compromieo del sscritor sera sntonces poner de relieve 1as contradiccionss que la sociedad reviste en todas sus formas pero, simultAnesmente y también come consecuencia de elle, vendra la lucidez y concisntizecion ds el mismo. Nuestro snfoque de estudio intents considerar la literatura dssds el punto ds vista de la sociedad refleJada en la literatura. Pars elle hebremos ds considerar la especificidad del fenOmeno literarie hispanoamericsno derivsdo de un nuevo lenguaJe y de un nuevo tipo de sociedad. Adsmss, partiende de le premise de une literatura necional constituida, hebremos ds scepter les manifestaciones cultureles locales come marginades, come rsgioneles, y dependientes de los centres hegemonicos. Luego delimitersmos el material de observecion mediante la constitucion del cempo de estudio, el cual hemes circunscrito a la literatura sonorense de la decade de los setsntas en nuestre siglo. Per Oltimo, felts mencioner la constitucion de lo que Alejandro Losade he llamade ’conJunto significativo’zz, con la 63 diferencie ds que no tenemos per finelidad abordar el estudio dssds una perspective sociologica aplicado sobre una amplia region gsogréfica del continents, sine sobre lo que constituye prscticamente una subregion dentro de la Republics Mexicans. Ess conJunto significativo ds textos literariee rsgioneles es sl formedo por les cuetro novelas sonorenses de los setsntas msnciensdas sl inicio de este capitule. Dicho conJunto ha sido ssleccionedo atendiende besicamente a1 rsconocimiento del publico, y entendemos por tal rsconocimiento, les rssdiciones de que han side obJeto, los premios que han recibido, y lee resefles y monografias que les comentan y estudian. No fue necesario enfrentarnos al problems ds diferencier entre e1 criterio eststico y sl criterio social pare su constitucion puesto que, come afirma Losade, se trate de une false disyuntiva, ya que ambes criterios coinciden en senalar ciertes fenomsnes particularments densos come los mas significativos (Losade 27). Otre razon para la ssleccion de este cfimulo de textos consists en partir de un Juicio evaluative previo sobre la produccion de la literatura sonorense contemporsnea, el cual esteblsce que en la decade de los setsntas dichs literatura se desprsnde tsmAtica y fermelments de la que haste sntonces es habia venido preducisndo. Surgen sntonces manifestaciones que pedemes denominar a priori, la nueve novels, caracteristicamsnte experimental y autorsferencial, la creacion con problematismo genérico, y principalmsnte la narrative sobre la cual se pueden elucubrar hipOtssis sxplicadoras y abercetivas e pertir de un 'leit motiv' 64 particular: el desarraigo, per eJemplo. COMO plan de trabaJo, 01 andlisis literarie debs dar cuente, en la medida ds lo posible, de los cuetro factores bosicos que intervienen en la constitucion del texto sin pretender de antemano sl predominio ds elguno de ellos, e1 autor o creador, la situacion de enunciacion y ds sus condicienes d9 PPOdUC01On, el funcionamisnto interior del texto, y el proceso ds lecture.23 Se trate sntonces de reconocsr e1 pspel del queto individual, e1 creador, quien con varisdoe grades de cenciencia es el que ha ordenado y compueste 81 texto, 88! come al queto transindividuel que lo trasciends y constituye el contexto sociocultural o marco de la prodUCC16n textual. Aunsdo a este marco se presentan otros sistemss coetAneos de eignificecion dentro de los cueles sobresale 81 Sénero literarie o convencion discursive empleede. La razon para subraysr su importancia reside en que a traves de eu estudio dstecteremos 0 el apego a une tradicion, a un discurso social preeetablecido, e la bfisquede més o menos consciente de innevar les formas atendiende a les necesidades de ese discurso particular. Es aqui donds qusde Justsmente veluado el papel del autor y de su 'estilo personal’: a1 misme tiempo se establecsn unas coordenadas con sl patrimonio cultural comun o contexto ds primers comunicaciOn del texto a partir ds la suposicion ds que una buena parte de los receptores de la obra pertenscen e la misma cemunidad sociocultural.24 El proceso de lecture descubrira primero les diferentes interpreteciones o realizaciones de la obra, luego, la capacidad para generar-— 65 en base a una indele congonscitiva y afective—-un dislogo con otres obras anteriores y subsscuentss por un lado, y por otro con los potencisles lectores de la obra. Per Oltimo, sl proceso de lecture revelers en aquelloe cases que logran trescender lo inmsdiato, la habilidad para reconocsr e idsntificarse con lo humane universal. 66 Notes 1 Cf. Luis Althuser, "El conocimiento del srte y la ideologia”, Literature 2 sociedad (Busnos Aires: Tiempo contemporsneo, 1974). 2 Angelo S. Reppoport, Dictionary of Socialism (London: T. F. Unwin, 1964). Antonio Gremsci, Cuadernos de la csrcel, 6 tomes, (Mexico: Editorial Juan Pablos, 1975). Véase eepecialmsnte el quinto tome, Literature 2 vida nacgonal 99-100. 4 Sagan s1 critico inglée Ramen Seldem, Contemporary Lgtepgrx Theorz (Kentucky: The UP of Kentucky, 1989) 26, Marx vecila en sus Qrupdisse en distinguir entre lo econom1co Y 10 artistico al reconocsr que la teragedia griega puede ofrscer un placer estetico y que ella debs ssr considerada come un"ideal estandar e inobtenible”, a pssar de haber side producide per una sociedad obsolete. El critico polaco Mukarovsky. del Circulo de Frags, siguiendo la orientacion msrxiste resuelve on parts el problems recurriendo a que el canon ds cualquier valor artistico este social e hist6ricamente determinedos y que cede sociedad debs eprenderlos per si misme cada vez. Jan Mukerovsky, Esggitos gs egtotiga x gagiotigg d3; arts, ed. Jordi Llovet (Barcelona: Editorial Gustavo 6111, 1977) 314-332. 5 Simone Veil, Reicee gs; enggir (Buenos Airss: SUGOMBP1CODO. 1954). carecteristicas universalmente humenes les llama Henry Levin en 5x11; gpd Literature. 67 Conviven en espaflel les formas 'exilar' y 'exilier' y sus derivados 'exilado' y 'exiliedo'. La razon para la presencia o ausencia de la vocal '1' en los mencionados elomorfos reside en que la forme francess carscs de tal vocal tanto en el nombre ('exil’) como en el verbo ('exiler') y la vacilacion ss produce come consecuencia de seguir 1a primitive forms francese e de derivar les nuevee formas con el sufiJo -iar, mos usual en espefiol. Considéreee también que el nombre original letino es 'exilium' con la vocal 'i' pero el verbo es 'exilare'. Fernando Ainsa, ”La tierra prometida come motive en la narrative ergentine", gispemorica 53—54 (1989): 4—23. 8 Citado per Paul Ilie, Litgrature and Inner Exile, Authoritarian Spgin. 1939—75 (Baltimore: The John Hopkins UP, 1978) 8. Es pertinente aclarar aqui que eunqus Mexico tambien tuvo una guerra civil, la Revolucion Mexicans, le migrecion de 18 fOCC10n psrdedore--los dstentedores del poder de la dictadura--fue minime y carscs ds todo parangon con el éxodo tanto a nivel ds poblacion come a nivel de intelectuales smigredos. Sin embargo, hebria que considerar algunes BIPOPGdicos cases de escritores que por temor a rsprsselias emigreron temporalmsnte a otros paiaea——Egpafia o as. UU., por eJemple--durente e1 periodo ds inestsbilidad politics que se siguio al estsllido revolucionerio. Conocides eJemplos son Martin Luis GuzmAn y Jose Vasconcelos. 10 Paul Tabori dice que sl exilio es "la historia del buen samariteno y le del ’homo homini lupus' combinedos". 68 Citado per Paul Ilie 1. 11 Citado per Henry Levin, "Exile and Literature”, Essays in Compgretive Litergtgrs (St. Louis Missouri: Committee on Publications, Usehinton University, 1961) 8. 12 Emmanuel Mouner, Lntroguccion a 103 sxistancialismos (Madrid: Guaderrama, 1968) 51. 13 Erich Fromm, The Art of Loving (New York: Harper and Row, 1974): Nathaniel Brenden, The Disowned Self (New York: Bantam Books, 1976). 14 Ernesto Giudici, AlienacionI marxismogy trabejg intelectug1, citado per Susana Castillo en ”El 'desarraigo' en el teatro venezoleno: marco historico y manifestaciones modernas”, Tesis no publicada, U of Hashington, 197B, 46. 15 William Barret, Irrational Men (New York: Doubleday, 1958) 31. 16 Simone Well. 1 es el existir (Buenos Aires: Editorial Sudsmericane, 1955) 19—55. Simone Ueil desarrolla les que ella considers son las necesidades del alma, ordenAndolae per psrsJes y en relacion de oposicion. Dicha oposicion, sin embargo, no quede clara en algunes pareJes. Ellas son: libertad, orden, obediencie, responsabilidad, igueldsd, Jerarquia, honor, castigo, libertad de opinién, seguridad, riesgo, propiedad privada, propiedada colectiva, y verdad. El arraigo, que seris la necesidad nomsro quince, es desarrollada aparte con un enfoque historico-goc1a1 y atendiende a le situacion politics prevelsciente en la Europe de la Segunde Guerra Mundial. Aunque Ueil fue durants un tiempo militants del partido comunista, su pensamiente puede 69 ssr considerada heterodoxo y aleJedo de todo credo y doctrine politics 0 religiosa. 17 Dice Veil textuslmente: "El desarraigo es sin lugar a dudes e1 mal mes peligroso de les sociedsdes humanse, pues se multiplica e si misme. Les seres verdaderamente dssarraigados casi no tienen mes que dos cemportemientos posiblss: o caen en una inercia del alme casi equivalents a la muerte ... e se precipitan en una actividad que tiende casi siempre a desarraigar a veces por los metodoe mes violentos a aquellos que no lo estan todavia, o que 1° estén en parts.” (60). 18 Eugenia Maria Vslentié, "Prologo" a Raices del existir, de Simone Veil (Buenoe Aires: Sudsmericane, 1954) 12. 19 Octavio Paz, "A Literature of Foundations,” Contemporary Lat;n Amepican Literaturg (New York: Dutton, 1969). Citado per Susan D. Castillo 47. 20 Agustin Yehez, El contenido_gocie1 de la literature emericena (Acapulco: Americana, 1967) 34. 21 Martin Stabb En bgsguegp de une identidad (Caracas: Monte Avila, 1969): citado per Castillo 48. 22 Alejandro Losada, Lg 1iterature en la sociedad de Amgpice Latina (Munich: Daniel Cane, 1987). Alejandro Losade maneJa los conceptos de ’conJunto significativo’, ’conJunto literario', ’corpus minimo', pero deeds 13 perspective de un estudio social, no de la manera en que la sociedad este refleJada en la obra (come aqui lo entendemos), sine atendiende a la manera en que se encuentran los factores 70 hifltorico-socislss y politico—cultureles en que surge la literatura, es decir, come "proyectos estetico—culturales que han forumulado diversos grupos de hombres come une forme de prectica social" (34-37). 23 GOmez Moriane critics severamente los cuetro sucesivos extremes en que han caido les corrientes que estudian el texto literarie. Designs con el nombre de 'fetichiemo’ a cede uno de los enfoques que absolutizan su metedologia y punto de vista, descuidando y, en el peer de los cases, olvidsndo los otros elementoe concurrentes del texto literarie. SBSOn 61 se hen presentado s1 fetichismo del autor que destace su podsr creador y su sstilo personal (critics historicists tradicienel): e1 fetichismo del contexto socio-econOmico e historico-social en que 'eurge' la obra come necedidad indiscutible de los llamados 'imperetivos histOricos’ (sociecritica determinista): e1 fetichismo del texto come unice obJeto pertinente del estudio literarie en cuanto tal (los varies formelismoe): Y por fin, e1 fetichismo del lector (’Rezeptionsasthetik'), segnn el cual el texto quede shore reducido a un conjunto de estimulos, a une potencialidad virtual, que necesitan del lector para concretizerse. Antonio Gomez Moriane, ”Especificided del texto vs. vocaciOn universal de la literature," Actp Pogtige 3 Mexico: UNAM (1981): 207—210. 24 Tambisn Gomez Moriane sefiala que le insistsncia en las condicienes de produccion del texto obligan a reintroducir les dimensiones diacronice, dietopica, diastrstica del misme, s igualmente en el estudio del proceso de recepcion del texto 71 CAPITULO III— EL RECUERDO Y LA NOSTALGIA: RECURSOS DE IDENTIDAD EN LA SIERRA Y EL VIENTO DE GERARDO CORNEJO La sierra y_gl_vignto (1977) de Gerardo Cornejo, es la rsconstruccibn de un viaJe que el autor, Junto con su familis, realizo en su infancia. La temétice ergumental es lineal y ssncille: un narrador adulto rememora con ingenuidsd y sensibilidad infantilss el forzsdo éxodo que su familia, s1 igual que muches otres, realizo siendo nifio dssds un pueblo minero en decadencis haste un lugar inhospito y srido del desisrto de Sonora. Este vslle desertico hebria de transformsrse mes tarde y gracias s1 trabaJo de los colonos, en el vergel del Valle del Yaqui. La large y lenta peregrinsciOn heche a lomo de mula dure varies dies. Este lapse es aprovechado pars intercslsr, entre los ordinarios episodios del descenso, cuentes, histories y leyendss del mundo geogrsfico que se vs perdiendo en las montefiae y tambien del mundo brumoso que igualmente se va borrando en los recuerdos. El protagonists—narrador rememora e1 asembro que le preducen los fen6menos ds une neturelsze cambiante: un monstruo fantsstico que corre por un camino de acero, 1as mssetas, y luego e1 desisrto por el que se le ’resbale la vista', les ciudsdes con las calles snchas y sus cases chstas, y el memento en que tome cenciencia ds ls fealdsd. Ya instalados en Ville de IrrigsciOn, lee certes episodios que siguen se centran en un topico distinte de la nueva vida: e1 tribute al padre que luchebe contra el 72 dssierto y la burocrecis, e1 cine traehumsnte, e1 Juego de la loteria, el desmonte de les tierrss y 1as primeras sismbras. El narrador testigo describe luego e1 crecimiento del municipio de Cajeme y ds Ciuded Obregon, Junto a la creacion de latifundios propiciados por funcionarios corruptes. Relate 1a creaciOn de fortunes a costa del sacrificio de otros hombres y describe y critics e1 abuse de la intervenciOn de los emporios capitalistas. Por rezones de estudio e1 personaJe emigre a la capital del estado, Hermosillo, y después per les mismss rezones emigre nuevamsnte para perderss, insatisfecho y frustrado, en la voragine de la gran capital, la ciudad de Mexico. Ls sier§g_y e1 vignto aparece dividide sn dos pertes, sin nombre. La primers este integrada per echo cepitulos y la segunda per trece. En el nivel tematico se puede intentar ssr mes precises en el rsconocimiento de partes y subpartes, e incluso bsBAndose en el pradominio argumental ssigner tentativamente un titulo. Ls primers parts puede ser denominada per nosotros ’El descense’ y la segunda ’El desisrto'. En 'El descenso’ se narra la razon que la familis tiene para ebsndonar 1e sierra, los preparativos para el éxodo, e1 inicio del misme, su transcurso en sus varies stapes, haste llegar al fin de la sierra, cruzer e1 rio Yaqui y vislumbrar e1 llano que se ebre como preludio de la civilizeciOn: una semblanza de ciudad y el ferrocarril. Les dos primeros cepitulos de ess primers parts y los dos ultimos de la misma constituyen 1a nerracion del viaJe de la femilie. Dichos cepitulos tienen come protagonists a un 73 nifio, quien es presentado por un narrador adulto que lo evocs. En ess evocacion (come sucede con Lezere en g1 lszarillo ds Togmss, per sJemplo) es s1 niflo recordedo quien cements, el que observe e1 cemportemiento del padre, la despedida de los familisrss, ls solidsridad de los sierrefios para la caravans. Intercaladas en este primers parts aparecen cuetro histories, completes come cuentes, que corresponden al folklore, a1 conocimiento comfin del pueblo; equivalen a anecdotsrios pueblerinos que heblen de costumbres. Dos de ellas "Toribio" y "Maximino Selayendia" tienen come refersntes a doe personsjes de la vida real, epitomes de entretenedores de la gente de pueblo que reunida en pequefios corros solia divertirse en sstos circules compartiendo informecion, deseos y mentiras. ”Toribio, arriero de lobes, cszedor de leones montaraces, escalsdor de cascades, habia hecho de la mentire un arts" (35). Maximino Seleyendie: visiteder ds pueblos y recorrsdor ds caminos, es artists similar e1 anterior. Ambas histories llevan e1 intento de dejer constancia ds ese personaje, siempre misterioso y solitsrio, que se cenvierte en el centre de reuniOn por su habilidad pars nerrar histories en que él misme es el protagonists. La tercera historia de les cuetro intercalsdss "Fue en los tiempos en que vslia mes la vida de un hombre...” es une anecdote narrada por un tie del protagonists, cuye temetice es la anteposicion de une vida humans sobre la perdide de un cargemente de oro. Y per ultimo, ”Les penas el rio" es une historia de certs romentico que habla de une parsJa de enamoradee a la que la tragica 74 neturelsze les impide la felicidad. Todas estas histories tienen la pretensiOn ds no ssr mere invencion. Son nerredes s intervelos del descenso per personas que participan en el vist, 0 per sus acompafiantes: un tie en la primera, la medre en la segunda, el padre o la medre en la tercera (queda indefinido sl narrador de este historia), y la filtima, narrade por un compadrs Abelerdo, emparentado s1 parscer con los viejsntes. En la segunda parte de La sierra y sl viento disminuye en muche el lirismo. En ella se narra la llegada a la tierra de promisiOn, la estancia, y 1as vicisitudes y padecimientos de los nuevos hebitantes de la incipiente colonia Megnus. Luego vamos a descubrir e1 desencento ante la neturelsze inh6spita--donde afin estaban por ser vencides todos los peligros para hacer de aquel lugar un centre habitsbls--el calor sbresedor, ls feuns (slimefias peligrosas), ls flora (los sshuares llenos de espinss, sl traicionero Jito), el desmonte interminable del persmo. El padre del protagonists espers, siempre optimists, alcanzsr en lo future ls doneciOn ds tierras per parts del gobierno federal. Su templanze-—a pruebe contra toda flequeza——rinde frutos al final, imponiéndose contra la debilidsd y dessrciOn de muches, 1e espere, la enfermeded, e1 hambrs, la burocrscia deselentadora y la corrupcibn pervasive. En el lento desarrollo del peso del tiempo y el crecimiento del pueblo, ss van imponiendo pequeflos incidentes que registran la historia concrete: la llegada del cine trashumante, les modes de atacer 1as horas ds ocio y 75 desocupaciOn (el billar, la lotsria, los naipes). La frecuencia ds histories intercalsdee con cepitulo independiente ss reduce a doe: "El indie Vidal" y ”El entierro de la sierra oscure". La primers ds estas histories es traide por los ties meternos en la tercera migrecion, e introducida en la diégeeis por el narrador con s1 snime de rememorar la sierra y la vida del antiguo pueblo. "El indie Vidal", ds tipo remontico, tiene per protagonists a un indie comprometido en un amor imposible per uns joven del pueblo de Tsrechi. Siendo rechazado con deeden decide terminar su vida srroJAndose por un cafibn. Vidal, que aparece desubicado complstamente de la sociedad, puss cerece de nexos, familia y amigos, dessparece tragsdo per la sierra y su cedsver no es sncontrado jamss. El cepitulo "Una decision heche“, es el de mayor extension de la segunda parts: contrasts con los aledafios que generalmente son breves. En 61 se narra e1 lento sucsder, casi desapsrcibido. de un pueblo que va cambiando. Aqui aparecen 1as primeras histories surgidas en el nuevo habitat que, sin embargo, suscitan escaso interes y debil asimilacibn per parte del narrador. Estes nuevas histories sen la de un brujo yaqui con sus supuestss transformeciones, Moroyoqui-—el atropelledo por un tropel fantssma-—, y luego nusvamente e1 recurso del retorno e le sierra a travea de una nueva arremetida de cuentes y anecdotes traidos por los nuevos inmigrantes: el snfrentamiento del tie Roberto a une Jauria de lobes y la cazs del tigre robevacas. Desde el punto de vista economico nos sntsramos de uns 76 rotaciOn ds cultivos promovida por el etractive interés de un meJor precio de garsntia para el nuevo cultivo. Asi es sustituye el srroz por el algodon y después se introduce e1 trigo. Dichae actividades son manifestaciones de politics asricole de une economia dependiente tanto de les necesidades ds los Estedos Unidos come ds ls situacion mundiel. El autor, Gerardo CornsJo, aproveche e1 periodo de mayor crecimiento econOmico en el que se rsdicalizs ls diferencie de claess sociales para incluir uns acerba critics a las practices de corrupcion y robe que prolifereban en oficinas de gobierno y companies dsspepitadorss. La altima historia independiente de la segunda parte de La sierra y el viento es ”E1 entierro de la sierra oscure”. En elle un visJo cepitan ex—revolucionario cuente el efrscimiento que en susflos ls hace un genie para rescatar un tesoro de oro. Es uns historia de certs fantasioso y msgico, cuye acciOn transcurre en el vslle, no en la sierra, y parecs, per lo tanto, dsssncajer con sl fondo reelista en el que es desenvuslve toda la obra, aspecto sobrs el que sbundarsmos mas adelante. Le novela termina con un epilogo no sefialado formelmente en la obra, salvo como cepitulo ”Csminos que llevan leJos". Podrie correspondsr a una tercera parts pero su brevedad y acci6n muy spursde la dsseutoriza. El protagonists se ve precisedo a salir del pueblo urgido del ansia de superecion personal que sOIo le puede preveer la sducacion. Asi emigre primero a la capital del estado, y dsspuea a la Ciuded de Mexico para terminar su formacion profesionel. 77 Ls primers pregunta que nos hicimos sobre la escritura de Gerardo CorneJo, fue considerar si tanto el llamade lirismo como la tsmetice de la novels de la tierra constituian un eJemplar aislade en la producccion sonorense o si formaban corriente junte con otres producciones. En el caso de ssr afirmative lo segundo nos preguntariamos sobre una corriente tsrdia--si es valido s1 adjetivo—-o una repeticibn s msdiados del presents siglo, en nuestre letitud, de lo que es conocs come novels modernista. En elle suslen ssr sncuedrados Demetrio Aguilers Melts, Ciro Alsgria, Ricardo GUiraldes, y uns de sus carecteristicas principales suele ssr el lirismo ds su lenguaje. Este fenomeno que sncontrsmos en la produccion de la literatura sonorense de los autoree ds 1e decade de les setsntas puede explicarse dssds dos puntos ds vista: 0 bien a través de un desarrollo autOctono gestado en el lugar, o bien como el producto de la influencia directs o indirecta ds los escritores sudsmsricsnos mencionados. Hay incluso una tendencia en algunes escritores mexicanos a escribir en un tone supuestsments lirico, es decir, donds 1as narrsciones ds hechos o accionss, lo mismo que les dsscripciones del paissje, ss inclinan por un predominio d6 figures retoricss, imagenss, metefores, prosopopeyas y exageraciones, entre otres. Algunos rsprssentsntss ds este corriente lo son Juan Rulfo y Jose Ruben Romero, quienss hen trascendido 1e novels regional y la hen universalizedo. Per lo que toce a influencia recibida ds autoree nacienales o sudsmsricsnos lo mes comun per parts de 78 los autoree sonorenses ha sido reconocerla explicitamente, puesto que sllos son conscientss de que no vs en dstrimsnto o minusvslie ds su creacibn literaria. En La sisrrguy g1 viento el carecter sutobiogrefico y la geografia son factores que Juntos determinan la presencia del lirismo. Per carecter autobiogréfico de este novels as entisnds ls svocscion por el narrador ds su propie infancia, a la sded ds seis sfios. La edad constituye en la rememoraciOn une variable del lirismo: de tal manera que misntres mes Joven es el nifio evocado, e1 lenguaje utilizado es mas poético. E1 aspecto geogrsfico——no independiente sine aunado sl autobiogrAfice-—es en la obra otre variable para determiner el lirismo. Se sigue que la estancia fisica en la sierra 0 s1 recuerdo de ella,'ss determinante del lirismo, en oposiciOn a la estancia en el vslle desertico. Dicho treslado geogrAfico disminuye e1 lirismo, pero nunca dessparece del todo. Vsremos asi que no imports que distencia tome sl narrador pare rememorar su vida, se ofrecs en la obrs uns constants plasmsda en la frecuencia e insistsncia en les construccionss liricas. El lsnguaJe utilizado en la sierra o que remite a ella cemo temetica (nerreciones interceledes, rsmsmbranzas, incluso varies recuerdos de la segunda parts) ss presenta con una sfectividad tierne, csrifiosa, reforzada per el uso del diminutive con valor expresivo. El vocabulario utilizado para las imAgenes es el naturalmente extreido de les actividades ordinariss de la sierra: agriculture, ganederia, mineria, y en todes ellas prive una constants referencia a 79 los ssntidos corporalss come medios para concretizar y trensparsntar les vivsnciae.1 Pars confirmar 1s hipotesis de que los factores geogrAfice y autobiogréfico son los determinantes del lirismo del lsnguaJe en La sierra y el viento, procedimos a comparar dos muestres de narrative que fueran lo mes representatives en cuanto a la presencia/ausencia del lirismo ss refiere. Tomando tambien en cuente la proporcion en la extensiOn de les muestras, hemes ssleccionedo de la primera parts (la estancia en la sierra y su descenso) solo un cepitulo, y de la segunda parts (1a estancia en el desisrto) ss ssleccioneron dos cepitulos debido a su relative brevedad. Atsndisndo a un principio ds squivalsncia armonica ss podrie pensar que results consecuente comparar los dos primeros cepitulos de ambas partes, pero hemes eptado de manera diferente excluyendo sl primer cepitulo de la segunda parts porqus ss trate ds un segmento ds trensicion, aparte ds que procuramos que la muestra ds ls segunda parts tuvisrs pradominio tsmstico del vslle desertico y que estuvieran eussntes les rsmsmbranzas y alusiones a la sierra. Pare llevar a cabo tal comparscion tomamos come herramienta de enslisis el concepte ds imagen poetics, que aqui entendemos en su ssntido mes amplio y que asignamos a cualquier construcciOn que alters e se aleJe de la automatizacion linxuistice. Seguimos pare elle la caracterizacibn que sobrs lenguaJe estandard y lenguaJe postico sxpene Jan Mukarovsky.2 Quederon excluidas, per lo tanto, construccionss automatizedas o anquilossdes por el uso que no provocan ninqon 80 extrefiamiento en el usuario de la lengua ("nudillos hechos flor per s1 merre y la barrsta” (13), pero si se incluysn fisuraa Poeticae del habla popular no automatizades lingflisticsmente todavis ("sus chispites ’pssaban un viaje’ " (15), y de la misma manera 1as reproducciones rsalistss del habla popular, si cumplsn con la condiciOn anterior: ("Te invite a comer tortillas rsllenas ds fs, Juvencio" (103). Atendisndo a les pressntes considereciones, en imsgen poetics queden incluidss 1as siguientss poeibilidsdes: a) imagen lexica (metafora) del tipo "paramo salpicado de chaparral" (97), b) construccionss que se inician con el comparative 'como’ "1as espines seltsban come avispes" (98), c) una imagen elargade o no, introducida por el verbo 'parecer', "Aquel conjunto de luchedorss... mes psrecien interrogaciones andsntes" (102): d) tambien puede tratarse de exageraciones, ”lenguaje ds insectos contestsdo sOIo por el cosmos" (12) s), o incluso personificaciones, ”La tierra fue smpezsndo s sscatimar sus tesoroe" (14). Somos conscientss de lo dificil que es llegar a una considerecion satisfactorie sobrs este tipo de enslisis. En ultims instancie, para acercarnros e une svalueciOn lo menoe subJetiva posible, dstmos a nuestre criterio de lector que conoce el dialecto del sspafiol sonorense, el caracterizar la ectuslizeciOn del lengusJe ds este novela. El primer cepitulo de la primers parts, "Una lucha entre dos tiempos", presents 38 imagenes y cuetro diminutivos de valor efectivo. Les dos cepitulos de la segunda parts (”Un psrame desértico” y ”La lucha per la tierra" ofrscen un total 81 de 17 figures y un solo diminutive expresivo. De elle se deduce que en porcentejs e1 lengueJe poetico disminuye en une frecuencia ds mes del cincuente per ciento, y el uso del diminutive casi deeaparecio. Con este compute ee confirms que el cambio ds sstilo es provocedo por la variable del cambio geogrsfico, dado que la frecuencia ds giros liricos fue afectada en grade considerable eunqus no desspareciO. E1 elsjemiento fisico de la sierra, sepsracion que implies rempimiento de nsxoe con gents y con lugarss, ee definitivsmente la variable causative a corto plezo del cambio ds lsngusje utilizado, dado que la otre variable, le de la eded, hsbrs ds ssr significativa cuando e1 narrador se alst dsl carécter evocative. La variable de le eded no veris considerablemente en toda la primers parts y sscssaments lo hace durants ls estancia del nifio en s1 vslle, lapse en que doble su eded pero el sstilo se mentisne rslativamsnts uniforms. Hey todavis uns filtima considerecion en la frecuencia del uso poetico del lengusje. Esta corresponds a las intromisionss del narrador adulto en las cueles dessparece la voz ds la primers persona y sl subjstivismo casi tsmbien se borre per complete, sxcepto sn aquellos cases en que sl narrador ds tercera persons as deJa gener per la indignecion provocada por las inJusticias que observe. Esperariemos que dichs explicitscion de sentimientos en terminos lexicos fuera mes bien propie de la primera persona en oposicion a1 tipo ds lsngueje impersonal que mas es identifica con el sstilo del FBPOFtEJG PBTIOdistico 0 del enesyo sociologico. Quizs 82 1e variable eded vengs s explicar la apariciOn de estas intromisionss que able prodrian representsr a un narrador adulto dusfio de una profesion que este evaluando lee logros y srrores de un 'stetus quo' poco cenvincsnts, o denunciando ls poce eficacia ds les politices gubernetives y los vicios de un gobierno que es mentisme rsvolucionsrio finicamente en la retorice ds los actos oficiales. EL DISCURSO GENERICO DE LA SIERRA 1 EL VIEEIQ UhO dB 108 aapectos mes sobresslientes que caracteriza una parts de la narrative sonorense actual es el problems que surge al memento de encasillar una obra come psrtsneciente a un genero. No pretendsmos adentrernos per shore en un analisie de la problemética de les distintas teerias y posicionss rscisntes que cusstionan le existencia tradicienel 3 Partimes del de los generos y sus respectivas divisiones. cuestionemisnto concreto--recientements expresado por la critica——respecto del género particular en que debs quedsr encuedrsds la obra de Gerardo CornsJo, Lg sierra yAg1 vigppp. Es decir, nos preguntsmos si dentro ds la narrative estamos sn presencia de una novela, un cuente largo, una cronica, un reporter psriodistico, 0 un enesyo sociologico. El caso trasciends lo particular s individual de este obra dado que indice uns ds 1as directrices que epuntalan nuestre hipotesis dirigida 8 18 CODEtitUCiOn de una cenciencia tanto en la actividad creative propie y en la prectica escritural come en los aspectos rslacionados que van mes ella del individuo. En ese intento per forJarss un lugar y un pepel come creador y 83 come intelectual, puede e1 sscritor logrsr su objetivo de dos mansres: o e traves de le lines argumental—-la concientizacion que en otros puede despsrtar su obra-—,o en sl nivel y grade de la incidencia en la presentecion dsl producto literarie: e1 gensro narrative. Salazar Mallen opins que se trate sencillaments de una novela: "...une novela dsl desarraigo ds J. Juvencio y su familia, errojados a otres tierras que no son suyss".4 Més adelante afirma que "la novela este mal conetruida y su estructura es dobil, pero interesa no 3610 por lo que tiene ds dsnuncis, sine tsmbisn por lo que tisns de nevelesco" (Salazar 6). Sergio Cordero tembién afirma que se trate de una novela pero sdsmss 1e adjudica casi indiscriminadamente la inclusiOn en otres géneros, épice, cuente, esbozo autobiogréfico e hist6rico, anecdoterio pueblerino, literature orel, tratado de economia y sociologia.5 Le portsda de le Editorial Lsegs para la Oltima edicibn de Mexico (1987), dice que es trate de una ”novela de anticipacion poetics“. La revieta scuatoriena Para Todos 1a denomine: testimonio y poems spice, novela que "alcanze los nivelse hermosos ds un poems, pero ds un poems spice que en la levsdad de la melancolia nos ofrsce un testimonio de intense solidarided humane".6 En la seccion cultural del psriOdice E1 Nacional se afirma que "...més que una eutebiografie, este libro es un testimonio, un canto al trebaJo, un posme a la voluntad y bravura del hombre y un rsconocimiento el progreso del Mexico moderno”.7 Alonso Vidal, mas consciente de la problemstica generics intents, en 84 lugar de snlistar un 'collage' ds denominacionss, former nsologismos que seen capacss ds rsvelsr lo que de compleJo tisns sea obra: "Su obra en el ssntido sstricto no es una novela. Es cronovsla, sugencia (sic) y sutosugsrencia... ."8 Hos adelante, como se da cuente de que algo no quedo encuedredo en su intento, ecspta reconocerla tambisn come "...testimonio que no admits discusion, viva, tsnez, llamsente" (Vidal 3). Van Horn 1e llama "cuente e le "9 bondadose belleze de la sierra... . De Avila 1e asigns un nombre muy sbarcador que adsmAs implica ya uns veloraciOn estetica: "creacion artistica que habla de la 10 En vida, que es la historia humans y s elle nos remite". grade descendente dsspuea de la denominacion ’creacion srtistics'--sl menoe dentro de los que ha recibido la obra—-, este simplemsnts el de 'narrscion', eunqus enseguida se le asigns sl sdJstivo ’teetimonial' u otro edJstivo especificativo. Alonso nos dice que se trate de una nerracion cuyo valor radica en haber side testigo de los acontecimientos que narra.11 Haste aqui les diferentes manifestaciones se han dedicedo a trater ds ubicsr la obra literaria dentro de un genero particular o uno csrcano a el en base a sxpectatives que de por si son asumidae por los receptorss en el rsconocimiento de tales obras. Les anteriores clasificecionss asumen dicho rsconocimiento con la idsntificaciOn generics pero sin cuestionar o problematizar le fundsmentsciOn para ess proceder. Hemos viste tambien que normalmente la obra no se ha quededo con un onico nombre, 85 sine que los critices se eienten en la necesidad de ssigner vocablos mes complejos a trevés de dsterminscionee come 'novsle tsstimonio', 'novels de intense lirismo', 'novela con tones periodisticos’. El finico critico que vislumbra 1a compleJidad generics, pero ya incluide o recenocida come novela, es Villassflor. Ssgfin ella, un critico riguroso vacileria en adjudicarle ten libremente la denominacion de novela en base a la ausencia de desdoblsmiento o multiplicaciOn de la accion, debido tembién a que los psrsoneJes carscsn de profundided psicolOgica y que por lo tanto la acercerian a1 cuente. Sin profundizar en la problsmAtica es decide per una sbstencion afirmando que independientsmsnts de virtudss estilistices es uns obra disfrutabls.12 E1 problems que surge sntonces es la evidente confrontacion con les carecteristicas convsncioneles que de antemano rsconocsmos en s1 modelo que tengamos de lo que es cuente, novela, u otro genero. Mes riguross que el critico anterior lo ss Elda Peralta el sfirmar que el ingenuo srgumsnto este deeequilibrado y que incluso ciertes materisles o sobrsn o podrian ester meJor ordenados.13 Concluimos haste aqui que en asignacion a1 génsro novels 0 cusnto--gensros de los mas inmsdietos y populares rsconocidos en nuestre medio-—qusda, si no negeda, al menos problematizade. Sin embargo, creemos que no dsbe bastarnos llamar la stencion sobre la problemetica de la inclusi6n generics ds una obra particular. Es posible avanzsr en tel circunscripciOn no solo por el método negative sine tembién atendiende a1 rsconocimiento de les carecteristicas positives 86 e de rasgos marcados. De lo anterior se desprsnde que qusde come ssdimento y quiza come verdad llena s1 que se reconezca a La sierra y g;,vi§p£p come obra literaria psrtsneciente a1 genero mayor de la narrative. Ahora pare deslindsrle ds la eutebiografia, de la cr6nica y del enesyo psriodistico necesitamos confirmar si ls corresponds y--en que medida-—1a frees especificativs, 'nerretive ds ficciOn', ante la cual estamos en presencia, en buena medida. Pare poderls sncasillsr dentro ds 1e cronica 0 ds la autobiografia tsndriemos que excluir la ficcion y exigir la referencia a lugarss concretos (que si lee hay) y que la secusncia temporal fuera lo mes apegada e la historia (los hechos cemo sucsdisron), incluyendo fechas y dates. Hayden Uhits, besandose en la premise de que incluso el discurso historico utilize un lenguaje que no as neutral para la snunciaciOn de los simples hechos, he llamade 1a etencion sobre la dificultad ds distinguir cualitativamente entre el discurso historico y el discurso ficcional.14 A nuestre parecer, sin embargo, es posible esteblscsr la diferencie entre ambes discursoe, ye si no en celidad al menos en grade, sun y a pssar de lo complsJo que puede resultar este terse. AdsmAe, la diferencie es necesaria no solo para la delimitacion de une y otro discurso sine adsmes para la diferenciacion entre si ds varies subgensros.cuya idsntificacion residiria en el grade 0 énfasis en elguno de los elementoe que conforman dichs nerretiva--lo refersnciel del date geogrAfico y la fecha, per eJemplo. En una entrsvists que Torres hace a CorneJo, declare este ultimo que 87 fue consciente ds la elusiOn del date y de la fecha para hacer uns obra literaria y no histOrica, aparte de buscar con este precedimiento lo atsmporal y la universelidad.15 En les anteriores dsclarecionee CornsJo intents deJar zanjada 1a problemetice de si su texto es 0 no de ficcion. El la reconoce come tel pero ha admitido que es trate de una cr6nica sobre el visJe que en su nifiez realize con su familia dssds la sierra al vslle. Entsndemos que la eutebiografia ya tisns necesariamente elementoe de ficcion: la informacion rscabeda y rsconstruide per la memoria del narrador-~1os materiales—-hsn side ssleccionedos y dispuestos por el autor en un orden que, si no es arbitrario, llena su sstisfacion personal, aparte del hecho de que la sxperisncie no es pura sine que se trate de une recraacion de ella. Afin mes, an L2 sierrg y s1 viento ls ficciOn aumsnta cuando e1 narrador deJa de ser e1 protagonists, concretemente en aquelles braves narrecionss intercaladas, cuentes y anecdotes. A pssar ds todo, hebria que hacer algunes consideraciones pues no todo en ellas es invencion, aspecto sobrs el que volveremos mes adelante. CornsJo he declarsdo varies veces sin vecilar que su obra es eutebiografica,16 que es efectivamente uno ds sus primeros sJercicios literariee y que les fellas que es ls adJudican provisnen posiblemente ds haber escrito 1a obra sin cuestionamientos literariee y como rsspuesta a una intense demands interns que 16 8X181a recobrsr ese vivencis.17 Le mayorie de los que han escrito sobrs Le sierra y el viento piensan que es una novela. Solamente dos la calificen 88 ds obra EUtObiosrefice y como cronica, entre sllos e1 autor: Yo termine per concluir que s1 libro es ambas cosas. Si, es uns cronica pero al misme tiempo es une novela porque es trate de la deecripcion del famoso viaJe a traves de la sierra heche per hombres y por personae reales. Psro en este deecripcion que se hace, alrededor y entrando y saliendo del viaJe se le enreden otres de ficcion y esto es lo que cenvierte sl libig en una novela y tambien en una obra de ficcion. Coincidimos con la dsclarecion de Cornejo en que en obra queds catelogada como une cr6nica que adsmes, come comparts elementoe de ficcion, puede ser incluide en el genero novela e pssar ds 1as deficiencies ssflelsdes per Villeeefior sobre la falta de desdoblsmiento o multiplicaciOn de la accion y a Is no profundided en la carecterizecion de los personaJes. Atsndisndo, sin embargo, a les carecteristicas mencionadas per Carlos Monsivais,19 observamos que en realided en este obra predomina la individualidad o subjetividsd del autor para recreer los acontecimientos por el vistos y vividos, nerredes en una rsconstrucciOn literaria cuyo empsfio formal domina sobrs lo informative. El predominio de la ficcion se centre en los cuentes intercalados en la nerraciOn, adsmes del heche de que squello que parecs tensr un origen rsfersnciel queds snmarcado y cobra vida dentro de una estructura ficcional. Le narrative eutebiogrefice En la narrative autobiograf1ca sl sscritor busce la idsntificacion con la referencia de una sociedad particular y una actividad profesional que realizar. Hemes afirmedo que le cenciencia del sscritor busce urgidamente encontrar en el 89 refleJo ds las problemeticas sociales su propie individualidad. Creemos que tal sctitud no es casual en la narrative que nos ocupa, y pretendsmos encontrar este caracteristice come propie y particular de la literatura de la mayorie de eded ds 1a produccion sonorense de los setsntas. El senero autobiogrefico parecs ester muy difundido en algunes paises europees (exceptuando a Eepafia), al igual que en los Estados Unidos. A este respecto Luis Alberto Sanchez opins que "America Latina no he practicado con exito el mode autobiogrefico, ni tan siquiera en la novela".20 Para dar un Juicio velsdero y confieble en lo que toca a les efirmacienss anteriores--qus mes parecen imprssionistee, y que dsrivan de dates Y Computes eussntes de uns sxigencis en la delimitacion ds generos cercanos (autobiografia y memoria, per eJemplo)—- ss necesitan estudios profundos y abarcadorss que cubran toda Is America Latina. Sin embargo, la compilacibn de Donovan Wood sobre la autobiografia en Mexico confirms en parts la efirmaciOn de Sénchez, pues para este pais Need registra 325 titulos en un periodo de 450 efios, misntres que--sn contrasts con la produccion de Estados Unidos-—el volumen de American Autobiography 1945-1980 reune la altisima sums de cinco mil titulos.21 Constata ls ausencia de autobiografia para Hispanoamerice Jorge Rufinelli, quien opine que son varies les rezones per explicar el no desarrollo de este genera: Cuando considsro a les autbiografiaa y las memories come articulaciones ds un misme edemen generico pienso en une reflexion, a veces profunda y otras superficial, a msnudo radical pero tambien anechtice, del sscritor que ante la invocacion 9O implicita ds Dents, es pone a revisar s1 pasado 'in mezzo del camin di nostra vita'. 0 para dscirlo en terminos de un personaje ficticio de Onetti, Eladio Linecero en El pozo (1939), "Este que escribo son mis memories. Porque un hombre debs escribir la historia ds su vida sl llegar a los cuarsnta 83°22 sobrs todo 81 1e sucsdisron cosas interesantss . Rufinelli vislumbra varies posibilidades para explicar ls ausencia ds discurso eutebiografico en America Latina: e1 sstigme de la modsstia o la vsnided, la azarosa formacion de les cultures nacienales hispanoamericanas en les que predominan les urgencias sociales sobrs s1 individuo, 1e csrencie de une tradiciOn donds inJertar este tipo de discurso, la lenta y tardie profesionalizacion del sscritor y, por filtimo y como consecuencia de la anterior, la felts de prestigio social de la literature. Asi concluye que: "A felts ds una culture mileneria, y a la vez borrados o negados los remanentes de une identidad autoctona (salvo cases do excspciOn como el ds Jose Maria Arguedas), 1e qusde a1 sscritor un presents y un pasado inmsdiato como escuelidas coordenadas dentro de les cueles hacer graviter su experiencia" (Rufinelli 513). Aunque el fenomeno de la autebiografia para Mexico es muy interesante y se pueden sxtrapolar algunes consecuencias para sl reste de America Latina, las posibilidades explicativas mencionedas por Rufinelli esten todavis por estudiarse a fondo y confirmarse. Per lo que respects a Espefia, senchez elude a los comentarios de Ortega y Gassst quien afirma que les neciones encogidas, tristss y derrotadss se rscetan de hablar de ellas mismas, e diferencie de aquellos paises donds abunden les ’memorias’ puss corresponds e hombres exhuberentss que dessen 91 que otros participsn ds su Job11o.23 Molloy contradice los comentarios de Ortega reconocisndo que les memories abundan pero ls eutebiografia este eussnte.24 Debemoe aclarar que la diferencie formal entre ambes subgeneroe reside en que en la ’memoria' predomina e1 carectsr informative en la relacion de eventos, misntres que en la eutebiografia prive e1 carectsr subJstivo y la mete es que sl autor hable de 81 misme. Molloy reconoce que explicar la abundancia de la une y la ausencia de la otra implicsrie hacer toda una I contextuelizeciOn histories, cultural y particularments literarie precise (Molloy 76). Per otro lado, e1 explicar 1e casi insxistencia de le eutebiografia en base a un pudor o reticsncie per sincsrarse, Molloy cuestiona a los criticos que dan por supueste la sinceridad recenocida a la primers persons. Opins que hablar en primers persona es lo menoe confiable y afiede -—citando a Oscar Wilde para epoyerse—— "Dadle une mascara y es dire la verdad".25 POP lo que toce a los Estedos Unidos Robert F. Sayre considers que la eutebiografia, asi come "'grubby' clothes, and three piece suits, old family mansions, and pick up trucks with campers” es forms caracteristice de la sxpresion estedounidense.26 Aunque efectivamente son escases 1as obras recenocidee formelmente come memories 0 eutobiogrsfiaa en la América Latina, hay que recorder que dssds los tiempos del descubrimiento, la conquists y la colonia se menifestsron diversas formas de eutebiografia, tales come 133 narratives de sxpediciones, cuentes ds viaJsros, bitecores, cartes, crOnicas de la colonia.27 Deepues tenemos la corriente 92 cenfesional que d638P8r8C16 casi para reaparecer disfrazada come novela sn s1 siglo XIX, sto la fechada de picaresca con E1 psriguillo ssrniento (1816) de Jose Joaquin Fernendsz de Lizardi, o beJo sl genero hibrido de la obra de Domingo Faustino Sermiento, Recuerdos de provincia (1850) o Fecundo, civilizsciOn y berbarie (1845). Parece ssr que s1 termine eutebiografia no tiene e1 misme referents en Hispsnoemerica del que se le adJudica en otres rsgiones. En Hispanoemerice no exists el genero pure porqus casi siempre este sirviendo a propositos especiales que trescienden la sols pressnteciOn del autor. Asi tensmos per ejsmplo que ”Respueste a Ser Filotse de la Cruz" (1690) as eutebiografia intelectual pero tambien es sutodefenss polemica, o Recuerdos de provincia de Sermiento, que es rsmsmoracion intima ds un pasado provinciano aparte de ser propaganda politics (Molloy 75). En contrasts, Molloy sefiels que la autobiobrafia en Europe he tenide diferentes manifestaciones y principios sstetices. Atendiendo a les condicienes histOrico-culturales del siglo XIX (cheque- perdida de armonia entre pasado individual y pasado colectivo con el detsnimiento de la sociedad industrial) ”entren en Jusgo come principios sstetico sstructurantee, diferentes recursos rememoretivos, dssds le alegorizecion extretemporal ds Baudelaire haste 1e memoria involuntarie ds Proust, con el fin de preserver una sxperiencie individual que es sisnte emsnezade per una alterided -los otros: ls mssa- poco reconfertante" (Molloy 80). Entences tensmos que la eutebiografia en Hispanoamerica 93 este aleJada de los cenones del genero propiemente dicho. Ademés de aparecer mezclsda con otros generos (novela, enseyo, testimonio). Le eutebiografia misme en su interior no se mantiene en un solo tiempo-—e1 pasado--sino que registra la realided presents y a veces incluys un aviseramiento del future (como se puede vsr, por sJemplo, en Facundo de Sermiento, en s1 plantesmiento de programas politicos). Le situacion en Mexico no es muy distinte de la que es presenta en otros Paises. Son muy escasas 1as obras en las que es transparenta le eutebiografia del autor y generalmente ssten imbuidas de ficcion o reconstruccion novelssca. Les mes importentes sJemplos de obras con rasgos eutebiogrefices en s1 siglo XX son 1as Memories (1923) de Pefirio Diaz, g; eguila y la serpiente (1925) de Martin Luis Guzmen, gliggg criollo (1928) ds Jose Vasconcelos, les Memories de Pancho Villa (1936) sscritas por Martin Luis Guzmen. En el Estado de Sonora del siglo XX son contados los eJemplos de eutebiografia: entre sllos pedemes considerar Ocho mil snllémetros en campsfie (1917) de Alvaro Obregen, y en el aspecto mes literarie tensmos Lg_§ppg£gggy_p1_pgppip (1954) ds Alfonso Zamora. En s1 tratamiento del desarraigo del siguients apartedo concretemos nuestre 9XP081C1On de la narrative eutebiogrefica haste shore expussta teorica e historicamente en les notes anteriores. Pertimos de la premise de que narrador y autor constituyen una scuaciOn y tambien del supueste de que les varies fecetas en eded que asume el narrador en la evocacion 94 de BU propie vida tambien el lo reconoce abisrtamsnte. La perspective del narrador y la construccion del genere Desde e1 punto ds vista narrative Le sierra y el viento es atraide per dos feces. En cuanto se cierra come cronica de un hombre, la del padre del protagonists, la obra es narrade en tercera persona, refiriendo y deJendo constancia del les hazefies del heros, e1 snfrentamiento a les pruebas, 1as penas, victories y sus alegories respectivee. Es un sstilo de tercera persons no omnicisnte, sine testimonial. Corresponderia per la grendeza epics del persenaje a lo que Northrop Frye reconoce en ”Fictional Modes” el nivel del romance y la lsyenda, aquellos cases en que "el heree es superior en grade a otros hombres y a su msdio embisnts".28 E1 PTOtBSOfliflta-niflo, evocado por el narrador adulto, es quien observe sl cemportemiento del padre y glorifica sus sccionss y cuelidadss: "Ye lo [s1 padre] mireba y me psrecia vibrante, csgado de entusiasmo."29 El heree ss quien conoce e1 cemino, o si no, lo intuye y no es equivoce, es ssguro ds si misme, 1e acompafian la altura y la fortaleza fisica, James se rinde, puede ser abandonado por los debiles pero nuevos proselitos se le unen, e1 ss encarge de regenerar su propie esperanza. Este es el padre del protagonists: Y se IBnZO aquello con sus hombres y brazos come equipo. (15) Y 8111 adelante, con su decision heche y su voluntad sin limits, iba mi padre, firms, callado, abriéndose peso per entre la vida. Me parscia un dies mirendo de frente el mundo, y es que are un 95 hombre tomendo posesiOn de su destino. (23) Me parecia un gigsnte que podia con tedo.... (24) Y alli ibe sin temor, con esperanza lente de la que no es ve y serenidad esteble de la que dura. Habie deJado todo etres sin saber lo que hebria hacia adelante y lo enfrentaba sin ensiedad y solo, sin s1 apeyo de predecesoree que le indicaran e1 cemino. (26) Es aqui donde se puede retomar el carecter epico de la obra. Considerese para este une somera comparscion con Lg 0disss, 0 con cualquiere de los clesicos del genero. Ambss obras, en lo que les singularize come epicas, coinciden en la superaciOn ds trabaJos y pruebas, e1 snfrentamiento a lo desconecide, la dominacion de la neturelsze agreste casi personificando a un enemigo. Juvencio, el heroe de La sierra y_gl viento, va todavis mes leJos, supera a los anteriores en lo que concierns a la fundaciOn de ciudades. Junto con otros, funds una colonia que despues hebria de convertirse en la prospera Villa de Juerez. A este respecto Sergio Cordero apunta que la presencia de trss escritores del norts ds Mexico he inicisdo un tipo de 'boom' de le literatura con la intencion de trescender la regionalizaciOn y universalizerle, a la manera como trascendisron lo regional los mexicanos ASUBtin Yefiez, Juan Rulfo y Juan Jose Arreola.30 Uno de 108 factores utilizados es precisaments la fundacion espiritual de ciudades, con la salvedad de que Juvencio no es un personaJe de ficcion y la ciudad es un evento historico. El otro foco lo constituye la voz del propie narrador, quien evoca ls mirade ingenua, stenta, libre de preJuicios, el mundo y le sensibilidad infantiles, con todos los ssntidos 96 abisrtos para BPPEBBP liricamente la realided maravilloee. EB importants Beflelar que el srtificio utilizado por el escriter--el de recurrir a un narrador adulto que es recuerda e si misme y trate de reproducir ls sensibilidad infantil s traves de la intense creetividad poetics mostrsde en la prolifersciOn de imegenes—-ha confundido a algunes criticos y comentaristss. Dice Edmundo Lizardi que "la vez que descubrs sus vetas mes rices es la voz del nifio que trsduce 1a cadencie Y sabiduri3 poeticas".31 Mes adelante el propie Lizardi afirma que la voz del nifie "contrasts con 1as dssafortunedes intervenciones del otro narrador: el adulto trsnsculturede" (Lizardi, p. 3). Tambien Vicente Francisco Torres BGflale que: ”En este memento (en la segunda parte de la obra) todavis es el nifio quien cuente y muestra los mscenismos de su mente".32 Para zaanr este problems ssguimos a Gerard Gsnstte a1 establecsr en sl punto ds vista une diferencie entre modo y 33 Entonces e1 punto de vista 0 perspective ssumide aqui voz. equivele a les diferentes distancias que asume e1 unico narrador, lo cual es lo que viens a provocar see erronea interpretecion. Considerese que el narrador adulto es quien ordsne s1 materiel, lo sslecciona, incluye dielogos, narra obJetivamente, e se proyecte emocionalmente en descripciones. Incluso a veces llega a convertirse en Juez: critics, velore, reprende, denuncis, o hace reportaJss informstivos. En todos sstos cases es sl narrador ds tercera persona el que predomina come punto de vista. Otras veces e1 narrador adulto trate de internarse en el niflo p3r3 cronicar 13 97 presencia del padre, comentar costrumbrss, cemportemiento de su familia, parientes, desconecidoe. Sin emgsrgo, e1 nine no hable narrativamente, es decir no tiene vez de sstilo directo, eunqus si interviene con su voz en contadas ocasiones, normalmente en dielegos brevisimos con su hermano, 0 en esporedices preguntee. Tembien en otres ocasiones suelen aparecer sus palsbras sn sstilo indirecto. Pero, lo principal que debemos deJar sentedo aqui es que el narrador no he rsproducido s1 hable del nifie—-selvedad heche del, en ocasiones, frecuente POliflindeton, con la epsrente intencion ds ssmeJer dichs habla. Lo que el autor si trate de reproducir es la sensibilidad infantil a traves de la intense capacidad ds asombro presentade en muches ocasiones y sustentada en la mirada ingenua: as sea vivencis del mundo infantil la que cubre e1 narrador con lenguaJs lirico, con predominio de imegenes, con mayor lirismo en cuanto mes querida y cercena aparece e le valoracion de la primers infancia del narrador. Asi sucede que cuando es eleJen de la sierra y se internan en el llano, los recuerdos del vslle desertico son de poco impacte emocional o incluso de rechazo. Dichae imegenes, eunqus no preliferan, tampoco dessparecen, pero si se vuelven egresivas, secss, eridas, alsJedas de le frescure del lengueJe utilizado en la sierra y en el descenso de la misma. Per stmplo, sabemos que el niflo rememorado tiene una eded ds 8818 aflos, conocemes su cemportemiento, sxpectatives, deseos y temores porque nos los refiere e1 finico narrador, e1 narrador adulto: Yo los escuchaba ampsredo por la oscuridad. Desde 98 sntonces tenia 1s mania de querer alerger los dies, POP 980 9P8 Uh BBPIa de sus preocupadae conversecionss nocturnas y al oirloe no pedia sviter e1 escape de mi imaginacion de 3313 afioe 3 los lugarss desconecidos y fescinsntes que msncionaban. (16) Adsmes se debe considerar la centinuidsd del sstilo tanto sl que es rsfisre a la sensibilidad infantil, como el de tercera persona, utilizados en las histories intercalsdas,-— pongemos Con elle amor per lengueJe Les per case "Les penas el rio", e "E1 indie Vidal". se trate ds concluir que es el adulto proyectando su la sierra y por el pasado lo que lo hace asumir el Poetico del narrador. intromisionss del narrador adulto cuando asume la facets ds tercera persona omnisciente vsrien en una gredeciOn que ve dssds 1a mes interior a la externs e impersonal. Le mes intima corresponds a la voz del narrador adulto en la narrecion o deecripcion ds la neturelsze, cuando sabemos que no este hablende dssds la perspective del nifio. Hebia deJado sus gsnados y sus spacibles pinares habian abierto una profunda herida en eu vientre pars former un canon que vierte agua de sus peredss todo el aflo. (11—12) En s1 siguients caso vemos cemo e1 narrador pass bruscamsnts dssds la perspective del nifio e 1e perspective de tercera persona omnisciente e traves de dos transiciones. La primers trensiciOn es la de un observador que conoce la situacion circundante. La segunda este snunciando el future: [PGPBPOCt1VO del niflo:] Era otre sensacion nuevs, no habia dude de que estabe smpezsndo e descubrir el mundo de sfusra. [Primers transiciOn:] Este pueblo estabe acestumbrado a ver baJar etsJos de mules y grupos de vaqusros de la cordillsra y hacia muche que se habia hechade a dormir. [Segunde transicion:] Afios mes tards, el certs del 99 rsmel del trsn, convertirie este suefio en muerte. (70) Otras gradeciones en este direccion son 133 evaluacienes o Juicios sstetices. Segfin nuestre parecer eon intromisionss del adulto proyectando sus principios srtisticos sobre la feelded o belleze del paiseJe. Tenemos, per sJemplo, "Ess dis cenoci la feelded” (81) expresedo por el nifio come en un monélogo, cuando se enfrenta disgustado a1 calor agobiante, a1 sol, el peremo desertico: o cuando dice que los cerros es iben convirtiendo en "lomas alergades, chatss, sin quiebre ni belleze" (93). Estes intromisionss anteriores aparecen cercs del protagonists, pero es vuelven impersonalee, con eubJetividad apenas reconocible en los cases en que habla come Juez, periodiste o denunciante de un 'status quo' repartidor ds injusticias, 1as cueles eunqus aparecen raras veces a lo largo de la obra, tienen une notabilided muy importants. Se puede presenter el caso centrario. la dsnuncia cargede ds subJstivismo y con imagenea conmovedoras, per ejemplo, e1 treslado del oro para los Estados Unidos-- aparecida al principio de la obra: Yo ya era grands cuando supe, per fin, que aquel ore ibe pare donds siempre: supe que cruzeba la frontera en Negales... Pero eunqus este, a los 8918 aflos no me importers, James pude olvidar les cares anutas y resecas ds los que extrai3n e1 metal y que, come Anselmo (y miles ds Anselmes) se fueron muriendo ds silicosis y desnutricion dBBPUés que un rio de oro eJeno gesto sus manos y sus vidas. (19) En la cite anterior aparece otra vez une inconsistencie del punto de vista. Hey une vacilacion en conservarse en el mismo nivel, ds ehi que el molesto sentimiento se le imponge 100 s1 narrador mediante uns clara queJa y una veleda protests de inJusticie social, eJercide por los podsrosos sobre los que 8610 tienen instrumentos humanos para operar. Existen por ultimo otro tipo de intromisionss que desnivelan s1 plano de la crOnica y del relato autobiogrefico. Estes inconsistencies se presentan cuando el narrador ss olvida de si misme y es la indignecion per les injusticies comstidas la que se impone. Desapersce e1 artiste y se impone 1a dsnuncia clara con lenguaJe Periodistico o sociologico. Dicho desfesamiento entre los distintos sstilos no hubiera ocurrido si sstos msnsaJss hubieran side plasmades, o hubieran surgide de entre los mismos psrsonaJee. Asi tensmos: Y sl modesto CaJeme fue convertido en la flemente Ciuded Obreson: en el centre mes grands de la agriculture necional: en el monstruo recolector del esfuerzo de todos los pueblos del vslle y en el mes tipico repartidor de desigualdadee. Aquellos funcionarios s ingenieros del plan Yaqui resultaron duefios de miles de hecterees sin esfuerzo alguno, y les families antiguas ds aquelles ereas ensancheron sus haciendss haste que todos sllos amasaron 1as enormes fortunes que, dominando la tierra, la bence y le compre ds producciOn, concentraron un podsr economice que les haria desarrollsr la mentalidad mes ferozmente resccioneria del pais. (137) Intentemos deJar clara constancia ds ssa especis de narrador de facets distinte al que nos hemes rsferido antes. Esta cite conste de dos partes, 1a primers todavis emperentada CO“ 8180 de retorice por el uso repetido de la preposicion, pero 1a segunda se pierde dsfinitivaments en la impersonalidad. No podriames determiner con precicien quien habla y que relacion guarde con el discurso. 101 Con este oltimo punto terminamos la exposicion de los PBOSOE estilisticos en el aspecto formal, concretemente en lo referents s1 lenguaJe utilizado y e 1e perspective del narrador. En ellas hemes tratado de zanJar les dificultades sobrs todo ds sus supuestas inconstancies e irregularidades formales, en nuestre intento per probar les innovaciones del zénero novelistice. LA MEMORIA RECURRENTE Y LA BUSQUEDA DE ARRAIGO Mucho afies despues, los dos tiempos VOlVBPIen a encontrarse en el llano y s1 olvido seria sacudido con rudeza per una avalanche ds recuerdos que se repetiria, a intervalos, para siempre, haste que ambes formeron en el desisrto un rsmolino con el viento ds nuestras vidas. (La sierra y_gl vignto) En el anelisis que hecemos de este novels nos proponemos sstudiar el sentimiento del desarraigo en la obra, e trave3 de varies instencias: el recuerdo, 1e cenciencia sstetica y el sstilo, s1 sensro literarie, el mundo rsfersnciel concretizado en el rsfleJo eutebiografico, la historia, y la deecripcion de la neturelsze, e1 csmpo y la ciudad. Les recursos del retorno La sierra y el viento de Gerardo CorneJo es una de les poces obras narratives que han tocado e1 problems de la migrecion en 91 interior del Pals. Ha side normal trater sl tema de los mexicanos que smigran a los Estados Unidos en busce de meJorss condicienes econOmices. Sin embargo, en esta obra el 102 autor expons no una ds sses corrientes migretorias que se dirigen 81 V8C1n0 Pais, sine une de les que, en busce de meJer vida, baJan de la sierra a los velles de la costa del Estado de Sonora. En efecto, a principios de los cuarsntas, Mexico 33 enfrentaba al grave problems social ds 1e migrecion de nficleos campssinos a les ciudades.34 Este fenomeno que se ha repetido (y eon se repite) en muches ereas del pais, no es sxclusivsmente mexicano. Varies paises de America Latina Padecsn el fenOmeno de le deepropercion en la distribucion poblacional surgide a consecuencia de migraciones de grandee grupos ds una regiOn a otre. Las causes son variedes pero 1a constants subyacente es la supervivencie. El agotamiento de las fusrzes ds trabeJo, les sscases posibilidades de meJoria economics, e1 empobrecimiento del campo y la falta de credito y tecnologie apropiads para operar hacen que la gents busque la ciudad, deslumbrsnte de riquszas y sspsranzedora, pero tambien ofrecedora de infinidad de problemas diferentes en celidad Y nfimsro a los ya vividos y conocidos. La problsmetice aqui presents no es la misma pero es muy similar. El patrOn sigue siendo sl misme: se trate de la migreciOn ds grupos ds una region a otre por rezones economicas, es decir, de supervivencie. Hey consenso en que el tema de L§_gip;;§_y_g1_yigppp es el desarraigo producide por el exodo forzado y pct 31 treslado geogrefico.35 Este constituye la base del plantesmiento de una PPOblemética iniciada en este facets del exilio que dsspues se mstamorfosea y actualize en un 103 sentimiento sngustioso y frustrante provocsdo por la carencia ds raicss. Dicho sentimiento oblige a la manifestacion express de un conflicte interior que necesita, a traves d3 13 .obra escrita, ssr contado, dicho, narrade. La primers manera concrete de trater de recuperer el arraigo en la memoria recreede y aplicada al reconto de los hechos, lo constituye la migrecion. Varies son les migraciones en este obra presents. Le migrecion vuslvs una y otra vez como ’leit motiv’, come constants retorno a la lines argumental que se produce y reproduce con cede aparicion: 13 nostalgie--e1 dolor per sl retorno-—le mslencolia, un dolor ds tristsza, y para el mes consciente, sl protagonists— narrador, la sfieranze de un pasado que se ssbe irrecupsrable. Le primers migrecion. narrade en la obra y vivenciads ya por el narrador—-ss decir, de la que tisns consciencia por el cambio de lugar y cambio de nsturaleza——la realize la familia (eunqus se enfetiza mes en el padre) cuando se ven forzsdos a emigrar del pueblo ds Tarechi a los alrededores de la mine la Carrilsfie: Hebie dsjado sus ganedos y sus spacibles pinares y aquel vallscito alto de Tarechi rodsado ds cuestss ascendentss y verdes que suben haste tocar los vientos fries... . (11) Y habia deJade todo aquello para venirse a les mines en busce ds ores escondidos. (12) El padre del protagonists, Juvencio, habi3 emigrado 3310 Y dBBPUGs su familia lo habia alcanzedo. A1 principio se habia dedicado s minero, actividad que treco luego por el de sbarrotsro. El narrador recuerde que los hebitantes ds sses latitudes tenien come agredabls paeatiempo reunirse a 104 pleticar y aflorer viejes histories e incluso algunes imaginarias, utilizando come forms introductoria "Te ecuerdas cuendo...", con el Animo de recapturar el pasado: Esteban contentos ds reunirse todss las nochss a pleticar sobrs vetas imaginsrias y a evocar aquellos mslencolicos "Te ecuerdas cuando...?" (16) EB importante Beflaler la primera migrecion debido a1 ssntido de continuacion y coherencia que sostiens con les constentes migraciones del reste de la obra, por el mode como la critics he enfocado 1a temetice de la migrecion, pareceris desprsnderse que se trate de un solo exede. El primer sentimiento consciente nacide del treslado fisico——e1 cambio d8 d1r8C610n, otro lugar donds vivir--ya habia side vivenciedo por el protagonists con antelacion al descenso ds la sierra. Le primers migrecion 33 habia realizado precticamente conservando el mismo habitat. El lugar a donde se mudan no ere lsJano, estabe empotrado dentro ds la misma sierra. Un aspecto notable en este primers migraci6n es el cambio de actividad economics realizada per e1 padre, de psqusfio ganedero e minero y comerciante. En esa primers migrecion, cempartids per algunes otros del pueblo, la perdida que sufren es la de los cempos luminosos y abisrtos, 1a libertad y enchura de les cumbres sustituide per la oscure gargante de los estrechos socavones: Habituados a los grandee especies de sus cumbres, el airs limpido y a la libertad de todos sus ssntidos, sufrian en silencie el tensr que meterse enteros en aquellos huscoe homedos y oscuros. Era como ver eves silenciosas, cerrsr sus propias Jaulss y perder sus horizontes. (13) La cenciencia del doloreso sentimiento que el 105 protagonists observe en los adultos sometidos a sufrir tan arduo y radical cambio en les condicienes de trebaJo es mes ilustretiva en sl simil que en la simple deecripcion que la entecsde. Para los adultos la segunda migrecion es todavis mes dolorosa--seg¢n el nerreder--por e1 consciente arraigo al lugar en el que hen vivido y del que ssben tienen que desprsnderse. Seben que tendren que cambiar de actividad en un mundo que, eunqus se ofrsce cargedo ds sspsranzas, otres veces se presenta incierto y amenazedor: El arraigo de los adultos ere mes profundo y por eso sufrian mes que nosotros (108 nifios) aquel inminente adios. (18) Pero eunqus lo digs e1 narrador no estamos de acuerdo con e1, e1 menoe en su carecter total y general. Quien mes sentia y estabe sufrisndo la perdida de los lugarss conocidos—-a pssar de que se presentaban en su mente una mezcle de sentimientos entre expectante esperanza por el future y dolor por lo que es sbandoneba--era el protagonists nifle. Aquel memento se me quedo intecto en la mente para hacerme dsseer toda la vida un rsgrseo que me hiciera ver aquel lugar con oJos de adulto y con otro mundo metido per dentro. (22) Este vive deseo expresado per una intromision meditative del narrador adulto en el transcurso de la narrecion, lo realize a trave3 de varies recursos--ds los cueles 1as migraciones sen uno-—de tel manera que la sierra esters siempre presents en el desarrollo de la historia a travs3 33 rstornos o regresos rspstidos con intenciOn sstetice y con el fin de producir una sensacion ds ubicuidad del origen y 106 fuente primaria de su desarraigo. Una ds eses maneras es snfatizer la sensacion de extrafiemiento ante las nuevas rsalidades, a ubicer en el pasado la felicidad pristine d3 13 Edad de Oro ds 1a infancia, come le llama Toussaint 36, por soliderizerse con elle y por lo tanto a snemistarss con lo presents y lo venidero sin muche cenciencia de les contradicciones en que incurri3 en su mentalidad infantil. Cuando desembocamos en la cells principal, en rude dssfils de censancie, senti 133 primsras miradas extreflas de mi vida. Vi cares que no conocia, de pronto me di cuente de que nunca habia estado en otro pueblo que no fuera Tarechi y que nunca habia viste gentss desconecidee. (69) Una segunda manera para hacer predominar ls sierra en su sensibilidad infantil consists en exprsser el desencento, la frustracion, e1 descontento ente supuestas novededes y ante e1 progreso. Diches novededes, cemperadas impli31t3m3nt3 con el perdido persiso de su infancia, no representen sine feelded:. No me era posible imaginar Tonichi, nunca habia viste un pueblo grands y me puss s deducir que tendria tiendss altas y una plaza hermesa, puss era la pusrta ds la sierra, sl leJano provesdor de marevillas, el punto de contacto con el mundo exterior... . Una hilsra ds cases de adobe sreeionedo y un celor para mi desconecide sentaren les bases de mi dssilueion. (69) Este rsmsmoraciOn del narrador en la perspective de la mentalidad infantil, lleva casi autometicemente a desembocar en un munde meniqueista. Dos extremes son los que esten en 09°81C1On, sin dar lugar a puntos intermedios e reconsideraciones de reletivizacion. El narrador se niege a eveluar sin preJuicios e1 papel que cumpli3 13 sierra: un3 medre nutricia si, pero ya agotede y csrrando les fuentes de 107 sustento: ella, obJetiva e impercislmente, representabe el fin de uns ere, el pasado, en oposicion e lo que se veia venir: el future promisorio, optimists, positive. En unas ocasiones e1 future se cergabs de dificultad e incsrtidumbre en los innumerables trebejos y pruebas que tendrisn que superar, pero, viste dssds otre perspective, tales trabaJes por arduos que fueren ennoblecerien a los eventureros que pudieran vencsrlos. Una de tantas amenazas era constituida per la civilizsciOn: Era la segunda gran sorpresa (que el tren corriere sobre une via) y el primer encuentro frontal con la civilizscion que hebria de perseguirms implacable dssds sntonces. (74) Per otro lado, 1as sveluecionss emocionales se presentan de la misma manera: 1e sierra ere belle y el peremo, fee. For eJemplo, a1 ir saliendo del pueblo los vieJantes vuelven la vista para mirsr per nltima vez la hondonada: Todos recorrimos con los oJos le cafleda, les grandee pendisntes del Chomonqui, la eterne alfombra vsrde ds encinarss que se derramebs sobrs 188 montaflas que nos rodeeban. Nos dimes cuente engonces de le belleze dsl lugar (s1 subreyado es nuestre). (22) Estes dsscripciones idilicas y bucolicas de la sierra reseltan por su oposicion ante les mismas hechas sobre la ciudad, sl vslle desertico y del celor agobiants smanedo de ”les reyes calientes por arriba, vapor ds veho caliente per abaJo. —Ese die conoci lg feelded.” (93, e1 subreyado es nuestre) O tambien en ”Les montafias empszaron e convertirse en cerros negruscos y aisledos y luego en lomes alargsdas, chetesI sin guiebre ni bsl1eza”. (81, sl subreyado es nuestre) 108 Otre precedimiento para cenvsrtir e1 retorno en constants lo constituyen 1as subsecuentes migraciones. La obra se inicia y termina con una migrecion. La del principio la sJecuta Juvencio dssds Tarechi e la mine la Csrrilefie. "E1 habia llegado con su familia a aquella hondonada con su familia todavis pequefia y sus ilusionse ye grandee." (11) L8 m18P8C16n del final 1a realize e1 protagonists en su treslado desde el estado natal hacia la capital del pais. Este final (no deserrolledo, come tampoco lo es todo el caPitulo final) transcurre en une repide sucesiOn de pequefios eventos, sin deecripcionss, ni profundizacion en motives, situaciones y sxpectatives. Se deJa trsslucir, sin embargo, en los sentimientos del narrador un emerge encono contra el msdio ambiente y un intento per refugierse en el pasado, en el retorno a la Eded de Oro sole accesibls por el recuerdo, 0 en un intento por aislerse, y eneJenarss en la sducacion como recurso. No se presenta un snfrentamiento abierto en centre de la ciudad, no se la cuestiona ni se la trasciends. Llsgamos al final de la obra para darnos cuente de la identidad del narrador ds la obra: un sbogsdo adulto que ha rsmsmorado vertiginosamsnte su vida y, eunqus poco es lo que se dice de el, etisbamos su insatisfaccion, su frustracien y su desarraigo. Les otres migraciones intermedias son tree. La primers de ellas es la ds mayor importancia dads ls extension dedicada a1 lento descenso ds la sierra, mes lento afln per la intercelecion de cuetro narraciones semi—independientes. (Mes adelante se aborda el valor y funcion d3 133 narraciones). 109 En realided es este 1a migrecion central, la que da funcion y unided e 1e obra. Una vez establecidos en el vslle, cuando se pienee que 61 pasado esta olvidedo, que no hay visos ni pretextos para seguir psnsando en s1 retorno, o enor3r 13 felicidad perdide, une nusve oleede de gents, (parisntss del padre), llegan retrotreyendo el ambiente, reviviendo 1as experiencias comuns B: Pero antes de la primera pizca cuando llegsban con la esperanza refleJada en el rostro, treJeron con elloe la segunda estele de noticias y remembrenzes de la sierra. Llsgo asi la primera migrecion de ties. Eran los hermanos de mi padre y aquellos rostros, casi perdidos en la penumbra del tiempo, se hicieron de pronto reales y llegaron sei los relates de les nochss de octubre cuando rodsados de nusstrae mirades anhelsntes, nos llevari3n en remembranzas eledae a la Sierra Madre, e1 prodigio natural que antes de eu llegada parecia haber quededo atres en el tiempo y en el especio. A la voz de "Te ecuerdas cuando" las mentss y los oidos se abrien come corolas de imaginaciOn prestas e captarlo todo. Fue asi come nos devolvieron la memoria a la Carrilsfia y sus defenses centre les fieres merodsaderas. (119) El eneie ds recorder se agrava, se vuelve necesidad obsssive ds slimento para sl alme que grits per elienarse en el pasado come defense ente 1e crude realided: Asi ensiosos de recobrsr tents ausencia, forzebames ls memoria de los recien llegados resistiendenos e regreser a la realided cuando termineban sus relates con un ”Todo sigue come antes... ." (121) E1 recurso ds acudir a1 pasado come refugio es un mecanismo ds defense de la mente del narrador per efienzerss a un lugar seguro, ehora accesibls finicamsnte en la reconstrucci6n que hacen los recisn llegados: Estes escapes imaginarios llegaron a ser nuestre 110 Onico placer en aquel vslle de realidedes crueles y desefiantes. Eran come rsmensos de pasado para los que nunca pensemos que ameb3mo3 tanto 13 sierra. (109) En esa rsmsmoracion que se hace de la vida en la cordillsra, el mundo eflerado e imaginado ofrsce uns presentacion trestocede y mstamorfoseada de un universe superior, aniquilando o borrendo a la vulgar, comon y abyecte realided: Entonces deJebamos escapar la imaginacion y los eullidos de los coyotes se convertian en 103 de los lobes amenazantes de la sierra y traian tres ds si el restro imaginario de aquelles manedes que asolaban los corrales... . (108) El narrador de la obra, que dispone la ordenacion 33 133 elementoe, elimsnta tambien el intento por revivir la atmOsfere y la comunion de experiencias. Para elle introduce en la segunda parts, durants su estancia en el vslle, otres dos histories independientes--"El indie Vidal" y "El entierro ds la sierra oscure". La segunda de estas aparece despues de la Oltima migrecion proveniente de los pueblos ds la sierra, cuando llegan los otros parientes, los hermanos ds la medre. Con ellos se cierra el ciclo de les migraciones de afuere hacia adsntro, pero este se volvere a abrir con la migrecion del narrador, ls cual es opueste en caract3r 3 133 anteriores per ssr ds dentro hacia afuere. Cargada de noticias de vsJez y abandono, la o1t1m3 migrecion comienza per infringir en los cerazonee de los primeramente emigrados un incipiente sentimiento de resignacion, un rsconocimiento de que lo deJado atres iniciebe su muerte Y que Onicamente podrie sobrevivir en el recuerdo: 111 Mientras tanto nos trei3n otro bagaje de remembranzes que volvieren a refrescer s1 amor per la sierra. Y hubo noticias y nuevos relates que escuchebamos extesiedos y mslencolicos. Tarechi ssguie igual, sole que expulsando a los que no podien ya sobrevivir de sus recursos, pero e1 mineral de la Carrilena era ahora 3610 polvo de escombros y haste les huscoe de les mines estaban siendo restefiados per la neturelsze come vieJae heridas. Esta habia ye restablecido su reino y habia borrado toda huella de obra humane envolviendolo tode en una tenue atmesfera de olvido o insxistencia. Ya no sobreviviria sine su recuerdo. (140) Como en la sgonia de una enfermedsd mortal, el protagonists he luchado fieramente contra el olvido, pero gredualmente, este se ha ido imponiendo haste que en la filtima steps, e1 paciente—-en nuestre caso e1 protagonista-—acepte resignedo y postrado la visits ineludible. Hay otros intentos, algo veledos o indirectos, per retornar ahore no en la imaginacion o 31 recuerde 31no en 31 regreso fisico y concrete pare responder el llamade etevico que eJercia le sierra en aquellos que la habian abandonado. Estes intentos los ejecuta e1 padre, primero de una manera inconscients y quiza ecultendose e si misme les vsrdederae intenciones ds responder a le ansiedad, pero una vez que se da cuente del acercamisnto a la sierra y de lo que significaban los vieJes en el visJo camion, resultan truncos sus deseos y le deJen come producto 1a melencolia y un recheze el retorno por imposible: Fue per esos tiempos que la nostalgia y la necesidad percutoria de sostener une familia de diez hiJos le obligaron e meterse en la deude de un vieJo camion de carga para excursionar por los pueblos de la sierra vendiendo productes del vslle. E1 etevico llamade lo llevo haste pobledos que estaban en el cemino a su pueblo y cuyos nombres hebi3 oide desde su adolescencia de labies 112 de aquellos que habian hecho les largas travesias en busce ds viveres que a Tarechi no llegaban nunca. Pero shore deeds abeJo ds la cordillsra, sstos visJes fueron solamsnts intentos truncos que Bole le deJeban un saldo de mslencolia. Puede ssr que sntonces hays pasado por su mente la idea furtivs del regreso, 3610 para ssr rechazada con el furor del que sabe que no hay posible retorno. (122) Les narraciones interceledas Otre precedimiento pars buscar e1 constants retorno y ester en contacto con la sierra, a1 que los criticos no hen sabido reconocsr su verdedera funcion, ha side 13 aperentemente arbitrarie intercelecion d3 histories. Salazar Mallén dice que debido e 1e inexperiencia del sscritor "aparecen inJertados numeroeos relates y anecdot33 desvinculados del plan general. Ne rompen la centinuidsd pero si la disminuyen".37 Elda Peralta tambien 33fi313 que ”los materiales narratives esten dispuestos en forms desequilibrsda, algunes episodios podrian haberse suprimido y otros hebsrss integrade en forms mes recional".38 Desde el punto de vista temetico, no considerames correctas les efirmacienss anteriores sobre la obra de CorneJo. DeJendo a un lado lo de la supueste inexperiencia, los relates y anecdotes no aparecen injertedos, es decir, artificialmsnte Bfladides y sin epsrente funcion. Eaten vinculedos al plan general si stsndemos a la secusncia, frecuencia y tema en que estos aparecen. En el apartedo que dedicemos e sstudiar 1a estructura ds este obra, msncionamos Como estos ocupan la mitad de la primera parts. En total son cuetro los cepitulos de independencie relative o cuasi 113 independientss, en cuanto a que siempre ss da un pretexto dentro de la historia para iniciar el relato, aparte que el animo ordenador del narrador busce una disposicion precise que proves la presentacion armonica de les histories. Les cepitulos que corresponden e 1e cronica, es decir, a1 vieJe, van enmercados per dos histories que les anteceden y otros dos que les siguen. Per otro lado, 1as narraciones conservan una temética congruente con el mundo en que ha vivido e1 protagonists, no son ficcion plena, y en todo case as tiene 18 PPEtenBiOn de equivaler a recuerdos, brazos distendidos surgidos de la lines argumental central, de carecter reeliste. Son la recreecion del mundo que ve desspareciendo, el igual que les montefias que van quedando atres en el descenso. Les ergumentos pressntados en ellas tienen la siguients tematica: primero, un rsconocimiento a les valorss espirituales sobre los valorss matsriales, en ”Era en los tiempos en que mes valie la vida de un hombre... sobrs todo sl ore del mundo": ssgundo, dos narraciones en que sl sscritor se idsntifica en oficio con los cuenteros de la sierra. Estes ergumentos equivalen a una rsproducciOn de las costumbrss ds 108 sierrefios de reunirse por las nochss a center anecdotes sin importer el grade de verdad: "Maximino Selayendia" y ”Toribio”: Y Per fin "Les penas a1 rio", historia extraflamente extensa si la cemparamos con les anteriores. Al igual que sus sntecesores, este filtima historia cumple la funcion de reproducir el ambiente bucolico de una realided que no por pacifica y belle ha sido menoe 114 P981. Y mes adelante cumple une funcion que trasciends el contexto y es emperenta con uno de los obJetives ds le obra total. 0 dicho de otro modo, manifestar, expresar, nerrer e1 recuerdo doloreso cumple con la funcion purgativa ariatotelice (catarsis) de lever los males sentimientos: es una medida aseptica de reencontrerse e si misme, resignarse ente una desgracie y scepter el presents rechazado. Esta filtims funcion se cumple tanto a nivel temetico de la narrecion come en el nivel en que el protagonists-narrador intents ssignarls lo cenfesional a su discurso. El intento del narrador es sntonces apresar la realided ds la sierra, sviter que se queds estancada en el lugar que es la ha abandonado, trserla consigo en la recreecion melancolica del mundo fresco, natural de la sierra, aquella que es presta al mayor maneJo lirico, en el uso ds 1as formas retoricas. Asi se observe que el descenso transcurre muy lento en la diegesis, auxiliede per 1as descripciones. Tambien en la historia (mimesis), descendisndo de la alts montana e lomo de mule, e1 viaJe es muy lento. Es congruente en consecuencia que la lsntitud se ves fortalecida por las narraciones interceledas con el obJetivo ya dicho de elargar en lo mas posible la presencia del habitat serrane. En la segunda parts ds Ls_§;g;£§ y s1 vigppp se da une pletora de pequefias histories, algunes demasiado cortas y epursdas, con predominio argumental, sin recreecion ni descripcionss. Son anecdotes contadas en muy pocas liness. La historia del bruJo yaqui y el caso ds Meroyoqui son ya narraciones autoctones y no de procedencia serrane. Quize, y 115 con ciertes reserves, estoriamos dispuestos a cencordar con 108 CF1ticos——desde el punto de vista que hemes asumido en la UhifiC861on temetica—-en e1 ssntido de que estas histories no despiertan muche interes en el narrador y para ellas per lo tanto hay muy poca esimilaciOn (Peralta 6) Luego aparece la constants rstornative, es decir rememorar 1a sierra, anhele que es alimentado por las histories traidas por 133 nuevas migraciones de parientes: el tigre meta—veces, el tio Abslardo y su lucha contra los lobes. Hay otros recuerdos aledaflos sobre la situacion en que ha quededo la sierra, 1as actividades de los que se hen quededo, la situacion de la mine la Carrilene, un "Todo sigue igual...". Hay solo dos histories desarrrolladas y completes: la molancolica y romentica de "El indie Vidal" y ”El entierro de la sierra oscure". Ambas cumplsn mes de une funcion. Le primers es la que de constitucion 31 'leit motiv', que 33 31 retorno a la sierra logrado s traves de la imaginacion, e1 recuerdo, la remembranza. Les otres funciones trescienden la unided temetice y epuntan a un vise de solucion de la problsmAtica personal del autor. El indie Vidal, enamorado psrdidaments de une Jovsn terachsne, decide quitarse la vida cuando se ve rechazado per elle. Posiblemente esa sea tambien una solucibn que sl narrador ss este planteendo e si misme. La mslencolia, el sneia de retorno, s1 anhele de la Eded de Oro, le incapacided por satisfacsr el amor imposible hacia la sierra ls proponen a1 protagonists un suicidie simbOlico, insetisfecho ante el presents que recheze y consciente de que el arraigo es irrecupsrable en el pasado 116 dsseedo. ”El entierro de la sierra oscure" ofrsce une alternative de BOIUC1on diferente a la anterior. Un capiten anciano, no casualmente ex-revolucienario--considerense los valorss connotativos que es asocian con los verdederes revolucionerios que lucharon por un meJor estado de vida—— busce encontrar un tesoro que le es ofrecido en suenog por un genie. Deepues ds muche tiempo de rechezar ls invitscion decide aceptarle 3610 para desembocar en una magra recompense consistente en unes cuentes monedas de oro. Otre he venido antes y se ha llevsdo e1 tesoro, la riqueza material. A aquel s1 genie 1e ha escatimado unes monedas pare Ofrecorselas al capiten. Estes monedas, por supueste no pagan ni con poco los muches ssfuerzos, tiempo, viaJse, inversiones que el protagonists de la historia gasto 3n reslizar sus suenos. Per lo tanto, nos parece que las monedas se presten a una interpretecion figurada: son 31 oro de la culture, ds la sducacion, del conocimiento y, en nlltima instancie, de la cenciencia adquirida que se abren come sxpectativa a1 hiJo ds Juvencio. Les monedas constituyen sntonces un senuelo parte de un cantidad mayor cuye totelided no es posible obtener nunca. Asi vemos que este terminere abruptamente emigrando a la Ciudad de Mexico pare satisfacsr sus suefles. La interpretecion meteforica aqui sefialada es snunciade por el titulo de la narrecion: ”El entierro de la sierra oscure". 'Entierro' remite por su polisemia tanto al ecto de snterrer fi3133m3nt3 3130 o 3 alguien--a una persons 0 un obJsto-—sn nuestre caso un 117 tesoro, 0 al ssntido figurado que se desprsnde del anterior sin necesidad de muche proceso: snterrer es olvidar, terminar, corter lazos, y el obJeto de este accion 33 13 sierra cuye cualidad se visumbra de noche, 'oscure’, desdibujade, sin contornos. Sin embargo, atendiende a1 aspecto argumental de la narrecion, nos enfrentamos a un desentierro, no a un entierro. Ls razon de este estriba en que estamos en presencia de la comprension 33 13 muerte, come parte de un ciclo, complementada por el re-nacimiento. Per lo tanto, la muerte es considerada no come lute sine como la esperanza de resurreccion, como la semilla que para germinar tiene que ssr dsstruide. En este ssntido no hay contradicciOn con la interpretecion mencionade antes. No es casual, por otro lado, que esta historia precede a la M18r8616n del narrador—protagonists, dado que es su valor motonlmico (contigflidad inmsdiatemente precedents) la que nos puede dar pie a lo que afirmamos. Per lo tanto, asi interpretades les histories e integrendolas a la lines argumental central ds ls obra-—pare la cual cumplsn edemas otres funciones——vsmos cemo ellas efuerzan unitaria y temeticamente la lines central de la obra, e1 desarraigo. Tambien el no detenimiento en la accion narrative del final, e1 hecho de describir aprssuradsmente una vida de varies afies en unas cuentes linees apoyen temeticamente el intento del narrador per renunciar a los intentos de recuperacion 331 pasado y resignarse con un future incierto en las emigraciones qus realize para realizar sus estudios. Para concluir, nos preguntamos sobrs los logros externos 118 e internos en la bfisquede per satisfacsr o recuperar e1 arraigo. Internamente observamos les distintos recursos utilizados para conseguir, mediante e1 recuerdo, el arraigo dessado y la escese satisfaccion del protagonists en los casi nulos rssultados. Sin saber claremente por que, 31 protagonists ss enfrenta en la gran ciudad al msdio externo oprssor y a una engustia interior que tampoco logra satisfacsr. De ella se deduce un final incierto, aperentemente eeperanzador, pero carente de entueiaemo ants les opciones que se ls abren. Asi se ve sntonces cemo s1 desarraigo es una facets de la per3133 33 13 identidad. El desarraigo no fue selo e1 sentimiento de afioranza por el especio fisico abandonado en su nifiez. Es edemes un sentimiento agobiants que impulse al individuo a reencontrerse, a rescatar eu identidad. Es un sentimiento vecuo pero molesto que lleva a1 inmigrante on general a satisfacsr esa necesidad de muches maneras, ya sea mediante la adquieicion de bienss matsriales, 0 en s1 consume de doctrines y credes. En nuestre caso, la recuperacion 33 13 identidad la busce el protagonists siempre en el recuerdo, en destruir e1 olvido, en sus ancestros y parientes que le renovaben una y otre vez la patria perdida. Esa es la funCIOn del regreso, del retorno tantas veces repetido y plasmado en tantas y variades formas. En la obra e1 protagonists recupera su identidad—-perdida en el anonimeto de 18 8T8“ C8P1t81--refu816ndose en el pasado, pero a costs de un gran sacrificio: la negecion 33 13 realided inmsdiata. Este equivele e decir que es rscupero un arraigo mediante 119 otre alienecion, mediante otro desarraigo. Ya fuera ds 1a obra el autor no se sisnte tan pesimists respecto a los logros obtenidos por el ejercicio escritural. Nunca perd! la identidad originaria. Y este siempre me he gustado muche. Yo soy un ssr universal, pero ei sscarbas tantito, soy mas mexicane, pero si sscarbas haste e1 fondo pues soy un native ds la Sierra Madre de Sonora. Este es mi origen, s1 que descubri 31 escribir L3 sierra y 31 viento. Yo 1e dsbo a libro e1 reencuentro con mi identidad originaria. En El Oltimo termine, sl analizar 1a temetica del desarraigo consciente y les mansras de enfrentarlo, vistas estas todss come intentos frustrados per recuperar el pasado Y 8610 eficiente en la medida en que aJusta cuentes con su atmosfera y su tiempo a través de la escritura de un libro, Gerardo CorneJo se emperenta con otros escritores del norte de México, como Jesfis Gardea y Ricardo Elizondo, quienes hen abordsdo una temAtic3 similar. 120 NOTAS Ofrszco s continuacion une serie de ermplos que pueden dsr uns idea de la riqueze ds les imegenes utilizedes per la obra analizeda. s) diminutivos: "Aquellos estrechos vsllecitos alsrgsdos..." (27). (Todas las cites esten tomsdas de Gerardo Cornejo Le sierrsny e1 viento, (Mexico, DF: Editorial Lsegs, 1989); "Se dsshizo ds sus snimslitos..." (15); b) imegenes de les actividades de la sierra (gensderia, agriculture, minsria): "Aquel vaquero smeble que mes psrecis une porcibn de paisejs..." (29); "Horse mes tsrde verie yo el primer crspfisculo y quederia yo inmerso en une cascade ds cobrss." (86); "Yo llevsba los ssntidos rsgsdos por la sierra.” (23); "...1os mineros se fueron muriendo de silicosis y desnutricion despues que un rio ds ore ejeno gasto sus msnos y sus vidas." (19): c) imegenes que remiten a los ssntidos corporalss. c.1) guststivss: "Mi medre se bsbio con sus ojos sl psisst." (23): olfatives: "Y as Is vino e1 pasado encime. Una de sses refsges lo arrestre hasta el die en que sus oJos de nifio se llenaron con los colores de la sierra a1 ir csbalgsndo en les encas del cabello de su padre, sgsrrsdo a su cinture y sintiedo entrsr per todos los ssntidos los olorss espercidos por el anis tierne, per s1 oregano silvestre y por los manzanillales que, mecidos por el viento, oscilsban abejas en sus corolas amarilles." (50): c.3) tectiles: "...donde tantas generaciones habian lavado sus pleticas y sus ropes sobre piedrss lsJas." (12): c.4) suditivas: ”Y ss vino la noche. Con el murmullo suave del 121 agua, sra mes grands e1 silencie." (25): vlisueles: "Les nuves se tomsben ds la mano para hacer rueds alrededor del majestueso pico del San Ignacio." (23) 2 Jan Mukerovsky, figcritosgde sstetics y semiotics_del Apps, ed. Jordi Llovet (Barcelona: Editorial Gustavo Gili, 1977) 314—332. Vsr el texto de Tzvetsn Todorov Genre. 0 a Julie Kristevs en su presentaciOn de la tipologia de los generos en lugar de los tredicionales generos literariee, Lg Texts du remap (La Hays: Mouton, 1978). 4 Ruben Salazar Mellen, Rsviste Mafians (Mexico) 30 julio 1977, 6. Sergio Cordero ssfiale en La sierragy,e1 vignto: e1 noroests deeds sdentro", Agui vemos (Mexico) 14 febrero 1988, 5: “...tsms y punto de viste muy similar a los de les sages islendesas medisveles: Cornejo recuerde e1 canto epico de la Eneida: tisns partes de extreme lirismo, mites y simboloe rsgioneles, cuentes con valor autonomo aunque formsn parte de une acciOn mes general y tambien esbozos autobiogreficos e histOricos, eunqus los autobiogreficos es acercan peligrosaments sl tono de los anecdotarios pueblerinos tipicos (parecen trenscripciones casi literalss de relates oralss) y los historicoe corren el constants riesgo de caer en s1 tono ds los tratados de economia politics 0 sociologia". 6 "Le sierragy s1 vignto", Para todos Ssccion cultural del periodico E1 Universe (Guayaquil, Ecuador), 27 noviembre 1977, 10. 122 7 El Nacional (Mexico), 13 enero 1977, 11 c. Alonso Vidal, "De Tarechi a Cajeme o la odises de Gerardo CornsJo”, InformaciOn (Hermosillo), 3 enero 1981, 3. Karel Van Horn, "La sierra y s1 viento: entre la nostalgia y el coraje", Informacion (Hermosillo), 12 mayo 1985, 14. 10 Josefina de Avila Cervantes, "Comentsrio a la obra literaria del sscritor sonorense Gerardo Cornejo”, apuntes para una conferencis no publicads, presentada en La Cass de la Culture ds Hermosillo, e1 4 de diciembre de 1982. 11 Carmen Alonso, "Ls visiOn del mundo y la creacion literaria en Gerardo Cornsjo, Leo Sandoval y Enriqueta ds Parodi", tssis ds licencistura no publicsda, Universidad de Sonora, 1983, 24. 12 Margarita Villasefior, "Recuento Editorial", El 501 de Mexico, 21 agosto 1977, 24: "Lo discutible en la novela de Cornsjo, si es pone uno muy puntilloso, podrie ssr 1a clasificeciOn generics. Tiene o no todos los elementoe de una novela? Por ehi algfin teerice de le literature diria que mes bien es trate de un cuente. Ls accion no se multiplica, ni ss dssdobla, errancs y termina en un punto cualquiere del cemino: los psrsonajss no llegan a cobrsr calidsd de tales. Una rsminiscsncia, una breve considereciOn autobiogrefica, unos apuntes bien hilvenedos. No imports. Novels 0 cusnto tienen virtudss eatilisticas entre otres que hacen este libro muy disfrutabls". 13 Elda Peralta, El Hersldo de Mexico (seccion cultural) 19 febrsro 1978, 12: "Desde s1 punto ds vista literarie la 123 elaboraciOn del argumento es ingenuo, los materieles narratives ssten dispuestos en forms desequilibrsda, algunes episodios podrian hebsrss suprimido, y otros hebsrss integrade sn forms mes rscional". 14 Hayden White, Metahistory: The HistoricaigImaginstion in the Nineteenth Csntury (Baltimore: John Hopkins UP, 1975): o tambien del misme autor, Tropics of Discourse: Esssy§_in Cultugsl Criticism (Baltimore: John Hopkins UP, 1978), eepecialmsnte e1 quinto cepitulo. 15 Vicente Francisco Torres, "Gerardo CorneJo, autor de dos libros clesicos en el norts. La mitad de mi sengre es pima, por eso la realided indigena me toca muy hondo", Uno mes uno (Mexico) 10 Junio 1986, 17. En el dielego entre Torres y CorneJo, el primero ssnala: "Cree que La sierra y el s1 viento ss deja leer como un texto sstetico que encuentra su valor en el mismo, pero, no la parece que son necesarias algunes precisiones sobrs s1 memento historico de que se ocupa 1s obra?" Le rsspuesta de Cornejo es la siguients: "Yo creo que no, el centrario. Tuvs cuidado de escapar de la ssclavitud del date y ds la fecha porque espirabs a una obra literaria. Trete siempre de que el libro fuera atemporal para que pudisre tocar une cuerds interior que es comfin a1 emigrants de toda America Latina dea de la Sierra Madre e de los Andes, y hubiera vivido en 1920 0 en 1980. Seguremsnte ts interesare saber que el primer borrador estabe lleno de fechas. Psro cuando 1e cambie e1 rumbo fui suprimiendo sses referencias temporeles que la hubieran secede del campo de la ficciOn y la hubieran convertido en una cronica solamsnts". 124 16 Tribune del Yagui (Ciuded Obrsgon) 10 enero 1985, 12. En una entrsvista para este periOdico, a la pregunta: "Que tan real es todo lo que plantsas en s1 libre?", Cornejo responds: "Todo ss ebsolutamsnts real". En otro lugar de la misma sntrsvista declare: "L§_§ierrs y 31 viento es uns dsscraipcion totelmsnte real. Es autobiogrefics. Y es que el nine (de la narrecion) are ye". 17 Entrevista a Gerardo Cornejo per Guadalupe Boj6rquez, ansxo a su tssis de licencistura no publicada "La sierra y el viento 0 e1 plantesmiento de dos mundos opuestes, Universidad ds Sonora, 1991, 134. 18 Entrsvists a Gerardo Cornejo por La Tribune del Ysgui (Ciuded ObregOn), 10 enero 1985, 17. 19 Carlos Monsiveis, "Prologe", A ustedes les conste (Mexico: Biblioteca Era, Serie cronicss, 1980) 13. 20 Luis Alberto Senchez, Preceso y contsnido de la novela hispanoamericana (Madrid: Grsdos, 1963) 208. 21 ngigsn AutobiographyZLe eutebiografia mexicane. An Annotated Bibliography/Una bibliografia razonada| compilada per Richard Donovan Hoods y trad. Josefina Cruz—Melendez (New York, Nestport, CT. & London: Greenwood Press, 1988). 22 Jorge Rufinelli, "A1 margen ds la ficciOn: eutebiografia y literatura mexicane" Hispania vol. 69, no. 3 (1986): 513. 23 Citado per Luis Alberto senchez 207. 24 Silvie Molloy, "La literatura autobiogrefica argsntine", Idsntidad cultural de Ibsrosmerica en su literatura (Madrid: Editorial Alhambra, 1986) 76. 125 25 Oscar Wilde, The Artist as Critic (New York: Random House, 1968) 389, citado per Silvia Molloy 77. 26 Robert F. Sayre, "Autobiography and the Making of America", AutobiographyI Essays Theoretical and Critics; ed. James Olney (Princeton, NJ: Princeton UP, 1980) 146. Sin embargo Sayre reconoce que: "American writers have been no mos capable of great autobiography than have writers of other nations...", como Cellini, Stuart Mill, Rousseau y Proust, entre otros. 27 Es posible citsr vsrios ejsmplos los cueles, con frecuencia, tienen un valor indefinido entre cr6nica, novela, diario, historia, carts, bitecora: Diario (1492) ds Cristobal Celen, Historia verdadera de la conguista de la Nueva Espafia (1632) de Bernal Diaz del Castillo, Cartas de relacion (1519— 1526) de Hernen Cortes, Les infortunios de Alonso Ramirez (1690) do Carlos de Sisdenza y Gongore, De la rsspuesta a sor Filotsa de la Cruz (1691) ds sor Juana Ines de la Cruz. 28 Northrop Frye, Anatomy of Criticigm (Princeton, UP, 1973) 3: "If superior in degree to other men and to his enviroment, the hero is the typical hero of the 'romance’ whose actions are marvelous but who is himself identified as a human bein". 29 Gerardo Cornejo, La sierra y el viento (Mexico, DF.: Lsegs, 1989) 13. Todas 1as notes esten tomsdas de este ediciOn. 30 Sergio Cordero, "La sierra y g1 viento: e1 noroests dssds adsntro", (Monterrey) A ui vemos, 14 febrsro 1988. 31 Edmundo Lizardi, "Le nostalgia y sus moralejas", 126 Novsdsdes (Semanario cultural), (Mexico), 29 mayo 1983. 32 Vicente Francisco Torres, "De Ls_§ier:s y el viento a1 Solar de los silsncios", Rsviste Mexicans de Cultura, (Mexico), 29 Julio 1984. 33 Gerard Gsnstte, Narrative Discourse Revisited (Oxford: Blackwell, 1980) 15—20. 34 Susana Castillo, "El desarraigo venezoleno en el teatro venezoleno: marco histOrico y manifestaciones modsrnas", tssis no publicada, U of Washington, 1978, 47. 35 Josefina de Avila, en "Comentsrio a la obra literaria del sscritor sonorense Gerardo Cornsjo", conferencis dictada en La Cass ds la Culture ds Hermosillo, Sonora, el 4 de diciembre de 1982, expons el tema de la obra diciendo que es "la cenciencia de dicho desarraigo, e1 conocimiento de sus causes y la smargura de la derrota interior" (3). Juanita de la Garza, per su parts, en una entrevista a Gerardo Cornejo "Le sierra y s1 viento novela, testimonio y homensje a los heroes del Valle del Yaqui", El Imperciel (Hermosillo) 12 septismbre 1977, escucha a1 autor decir: "Es ahi [en la Ciuded ds Mexico] donds e1 inmigrante se cuestiona su migraciOn, convertido en hombre urbane, padeciende los problemas de les grandee ciudades[...] es ahi donde se pregunte...por que sali de la sierra? Y, per altimo Florence Toussaint, en "Una novela ds ls migrecion" Rsviste Mexicans dg_§2;£2£§,(flexico) E1 Nacionsl 14 agosto 1977: "Bee desarraigo final es tomedo por el protagonists narrador de la novela con un optimismo que es poco aceptable...". (2) 36 Edmundo Lizardi en "La nostalgia y sus moreleJas", 127 cements que La sierra y s1 viento hace referencia a ’ls eded de oro de la infencia’ (antsriorments sefialada per Nevalis) como un mite del parsise perdido. Y luego afiade "Descifrer sl recuerdo es ir en busce de nuestros propios mites, de la imagen que nos contisne, ds la novela que en realided somos". (2). 7 3 Ruben Salazar Mellen, "Desarraigo", Rsviste Mafiana (Mexico) 30 Julio 1977, 6. 38 Elda Peralta, "Les filtimos recibidos", E1 Hereldo de Meyico (seccion cultural), 19 febrsro 1978, 9. 39 Gerardo Arments, "Entrevists a Gerardo Cornsjo", Tribune del Yagui (Ciuded Obreg6n), 10 enero 1989, 15. 128 CAPITULO 1V: LA DIASPORA DE UN PUEBLO SIN IDENTIDAD EN LA CRECIENTE DE ARMIDA DE LA VARA Ls literatura express a la sociedad: s1 exprssarla la cambis, 1a contradice o la niege. Al retratarla ls invents: a1 inventarls 1e revels. Octavio Paz, Tiempo nublado. En el anelisis de La creciente (1979) de Armida de la Vera, podrsmos ir reconocisndo paulatinamente estructures de anelisis similares a les utilizedes per Gerardo CorneJo en Ls sisrrs_y s1 viento. Atsndemos primero a les cuestiones formalss--genero, lirismo y autobiografia-—y despues csntremos e1 objetivo en el exilio en su nivel temetico. 'EL IDILIO' Y EL RETORNO EN LA CONSTRUCCION DEL GENERO Partimos de un postuledo general que afirma que el sscritor come intelectual asume en la decade de los setsntas—- periodo a1 que hemes denominado de mayorie de edad—-, una concientizacion personal que despues trate de verter sobrs su creacien literarie con s1 enimo de reflejar una problemetics regional y por lo tanto incidir posteriormente en el lector sonorense. La concientizacion personal del autor tiene per objstivo concretizar una angustisde basqueda de idsntificaciOn y arraigo con la sociedad de la que forms parts y en la que ejecuta su prectica profesionel. Varies son las maneras come sl sscritor intents ectualizar este prectica concientizadors lo mismo interns come externs. La primers y mes evidente la sncontrsmos en la temetica: la historia transparenta de une necesidad de pertenscsr a la 129 tierra en que se ha vivido, idsntificarse con ella y abonerla con la confirmecion del amor y el trabaJo hacia ella dedicados. Les factores que fortalecsn este finelidad visnen a ser la reflexiOn personal en forms de eutebiografia mes o menos abisrte, mes o menos vslada, y el problems del genero literarie que se constituye en un elemento que defintivamente pruebe la reflexien meditative sobrs los instrumentos de trabsjo del sscritor preocupado por innovar la problemetics social en nuevos moldes, nuevos patronee dignos ds snvasar los nuevos contenidos. Las cuetro novelas en que nos concstramos en s1 presents estudio compartsn la preocupaciOn por el arraigo y lo abordan ds 1a manera mes concrete y sensible——dada su inmsdiatez-—en los exodos poblacionales, en el treslado geogrefico de un erea geogrefice a otre. En Lg crgcigntg, un narrador polifOnico, el pueblo misme, cuente sin seguir un orden sscusncial, un alto namero de histories, entre ellas ls fundeciOn del pueblo, la procedencia de las families, lee relaciones entre estas, e1 recheze o aceptacien para los rscien llegados, lee bases ds 1e economia, 1a emigracion a la ciudad, el folklore en vies de extincion, el pasado berbaro y el legedo indigena ya casi sin huella. Todos sstos acontecimientos y descripcionss ss hacen a traves de les dsclarecionee de los propios hebitantes del pueblo ds Opodepe. E1 hilo conductor que da unided y desenlace al argumento de la novela es la eequia y el celor que se snssfiorean ds toda la region circundante. Una pertinez lluvia y la creciente del rio San Miguel casi dsstruyen e1 130 pueblo pero no la esperanza de los moradores en el future, que algun dis habre de ser ten prometedor como el nostelgico pasado. Nuevaments nos snfrentamos a uns obra literaria cuyo carecter especifico, dads su complejidad, problematiza eu simple adecripcibn a un genero particular como la novela. A primers vista tel parece que su asignaciOn en el conjunto de les obras novelistices no constituiria problems: dichs razon supondris 1e considerecion de que todo cabs en ese gran csjon ds sestre denominado novels, dedas les premises de que predominen en la obra lo narrative extenso y en menor grade lo descriptive.1 Nuestrs preocupacion reside en preguntar per la justificaciOn pars tel adscripcien en uns obra en que los supuestos personste nos llegan en un 90% aproximadements a traves de 0 monologoe internos y externos, o a traves de dielegos, en las 107 sntrsdse temetices de seudo—entrevistss. Las esporedices intervenciones de un narrador omnisciente de tercera persona son muy sscases e incluso algunes de tales intervenciones se pueden adjudicsr a1 narrador testigo que ssrie el encargede de dar unided a la obra, 0 e1 encargede de former s1 racimo qus constrifie 1as meltiples intervenciones de ten variades participantes. Rose M. Ruiz cements que "la novela, tecnicemente, podrie calificarse de novela de testimonio autobiogrefico puesto que se contextualiza con un grade considerable de correspondsncia historico 333131 con un periodo que la teco vivir a la autere: de 1930 a 1940.2 Observamos en estas efirmacienss una ausencia ds cuestionamiento a la ssignacion generics: tampoco es 131 explicita s1 criterio ’tecnicemente'. Sele despues se da explicaciOn de por que se le asigna——dentro del genero novels-—sl calificativo ds testimonio autobiogrefico, lo cual estaria per preciserse puss hebria que distinguir primero si es biogrefico o autobiogrefico, y luego considerar que se sntiende per testimonio en sl caso presents. En "Vision de le narrative", Tzveten Todorov, al considerar la presencia del narrador sefials: "Cuando e1 narrador este representado en s1 nivel ds los psrsonajss puede ssr agents 0 testigo".3 Entrs sstos dos terminos hay une game muy extensa de cases, pero el que nos interesa aqui es aquel en que el narrador equivele a "un ssr shenimo del cual apenas sabemos que exists" (Todorov 372), A nuestre parecer, sets es el caso de este obra. Nosotros particularizamos dentro de tsntos heblantee, un narrador idsntificabls come sl mes csrcano al autor de la obra. SOlo en este ssntido eceptamoe que la obra poses e1 rasgo ds autobiogrefice, en la medida en que puede establecerse relacibn causa—efecto entre testigo y testimonio, 0 sea cuando e1 testigo es quien narra su vida. No es tan ssncillo, sin embargo, encontrar lo autobiogrefico de la obra. Este alli presents pero diluida y enmascerada unas veces, otres, clare y brillants dsJando constancia de sus ancestros, citendolos per sus nombres, apellidos y proszas (Ruiz 205).En este caso e1 narrador aparece dejando une seris ds dates ordenades que hacen referencia a la vida de sus femiliares, no la propie, y por lo tanto es biogrefica. Pere pedemes llegar e1 acuerdo ds que se trate ds une obra testimonial, con fuerte ssntido autobiogrefico, 132 per la euto~inclusiOn del autor come narrador dentro del texto. Otre facets que presenta este problemetics del genero es un aspecto mes externo y formal. Ls obra este formada por msnsaJes smitidos en una situaciOn de hable en que pragmeticsmente 8610 se idsntifica a1 emisor pero no s1 receptor del discurso. La situaciOn es tal que pedemes equipsrerls a la que se presents entre un sntrevistedor y su entrevistado, pero sin nunca o casi nunca identificar a1 segundo. Selo observamos 1as auto—efirmacienss del emisor (retroalimentsciOn o ’feed—beck') pars continusr con su relato. Pongamos per sjemplo la anciane que cuente la historia de sus tres hiJos: " Que que peso con el otro? Con el mes chico dices? Puss Alberto..." (93). (Sobre el hilo temetico explicaremoe mes adelante). Per otre lado, atendiende a la alte frecuencia del discurso directo, ss decir, siendo ten elevade 1a intromision del monOlogo y el dielego, la obra se asemeja mes a une situaciOn ds drama que de novela. Ahora bien, encasillarls come obra drametica 3610 en base a este caracteritica mencionade compliceria mes nuestre bfisqueda. Per eso es que son mes salvables 1as dificultades si preferimos su inclusion en la narrative. R. M. Ruiz, sin preguntarse 1a participacion del alto porcentaje de parlamentee, entre directemente a incluir este novela come gonero que utiliza 13 narrative come forms natural de la literatura.5 Aunque coincidimos parcielmsnte con el Juicio ds que la obra tisns predominio narrative, hebria que proberlo: hay que demostrar 133 sntonces que tanto dielegos como monologos son narratives. Para este aclaraciOn nos basamos en les aportaciones de Wolfang Kaiser sobrs sl significado dsl concepte genero. £1 establsce que esta vocablo se utilize en dos ereas ds escspcion distintas, unes veces se refiere a las grandee divisionss tredicionales de la literatura: la lirica, la epics, la drametica: otres veces se refiere a fenomenes determinedos (cancion, novela, himno, comedia,). Sin embargo, siguiendo a E. Staiger, a quien cits textualmente, los generos mencionados dssignan divsrsas sctitudes besicas del ssr humane: "los nombres lirico, epico, drametice son nombres cientifico—literarioe aplicados a posibilidades fundsmentalss ds la existencia humane en general"6. Luego Kaiser anede que dichas sctitudes integran un ser formsdo dssds adsntro pero no come formas con una estructura ya formads.7 Entonces tensmos que les grandee generos son clasificecionss que stefien a la forma de presentacion y, en cambio, los nombres ’lo lirico', ’lo epico’, ’lo drametice' se rsfieren propiemente a lo interno, o a la sctitud. Asi tsndriemos que no hay nada extrafio en que a un dielego o a un monologo-—como es el caso presente——se 1e reconozca como narrative (epico) en funcion de que en el predominen les acontecimientos relstados. Per otro lado, se da el caso de que en La creciente hey varies sntrsdas completes——a veces se trate 3610 de trozos de entrada—-que son besicsmente liricas, con predominio de lenguaJe poetico. En estas participaciones percibimos el autor que se express librsmente, e manera ds dssliz cenfesional autobiogrefico, sin preocupaciones de 134 carecterizecion del heblante. Siguisndo a Kaiser nusvamente, este obra puede ser clesificada come novela de especio (Kaiser 476—488). Aunque s1 titulo pareceris indicar que la novela vs a dessrroller e1 acentecimisnte ds 1as inundaciones provocadss per la venida del rio y sus consecuencias, el fenomeno natural de la creciente sole aparece come epilogo a un largo periodo de inclemencie climetica, la sequia, y este a su vez se presenta de fondo para enmercar la vida, 1as esperanzas, deseos y recuerdos de los hebitantes de Opodepe. No puede ser considerada como novela de personaje, puesto que no hay carecterizecion psicologice del protagonists, e de los dos psrsonaJes que en la novela se suelen enfrenter con cuelidadss contrapuestas, pero complementarias (Kaiser 480). El especio rscreado en La creciente es el mundo del pueblo, su gents, ls neturelsze circundants y la historia: 1a del pueblo dssds su fundecion y la de sus hebitantes desde el remote tiempo del que sllos tienen noticis por tradicion oral, haste les situacionss presentes testimoniadas por Armida de la Vera. Luis Gonzelez llama a este tipo de historiar, microhistoria, per ssr "squella en que sl autor tisns por intencion: conserver, salvar del olvido e1 trebajo, el ocio, la costumbre, la religion y las creencias de unos mayor-es”.7 Como deJamos spuntado en la introduccion t33r133 3 sets estudio una ds les rezones para examiner la literatura sonorense ds los setsntas es porque se diferencie cualitativamente ds la producciOn literaria anterior tanto en 135 forms como en contenido. Esta produccion literaria anelizada, que circunscribimos de hecho a la segunda parte de los setsntas, ofrsce formas y contenidos novedosos, lo cual la capacita para ser denominada literatura de la mayorie de edad. Les cuetro obras-—Ls sierrsyy el viento, Ls creciente, ,Qg orgculos disperse y Pozo dg,crisanto——ofrecen manifestaciones contrarias y variades en s1 tratamiento de la idsntificacion del autor con su medio ambiente a través de un esfuerzo consciente per establscer e1 nsxo, la union con el arraigo y su identidad con su entorno socio—economico. En este pensamiente coincidimos con Fernando Ainsa cuando afirma: Se puede decir sin exagerar que en gran parts ds la identidad cultural de Iberoamerica se ha definide gracias a la narrative. Aunque lo parezca, este sfirmacion no es contradictorie. Nada meJor que la ficcion para explicara 1a realided. Lo real y lo imaginario he formado una indisoluble pareJe en la historia del continents y eunqus "la imagen" ha precedido siempre "la posibilidad" el decir ds J. Lezsme Lime, es evidente que ambes congormen la especificidad de su identidad cultural. A nuestre parecer Armida ds la Vere busce pateticamente esteblscer le constancia, dar fe y Juramento de que alli se vivio, se trabaJo y se sufrio antes de que los nuevos vientos de la civilizacion, los nuevos modelos de produccion borraran sl mundo que a ella ls habia tocado vsr, gozar y sufrir. Los recursos que son considerados en el apartedo sobrs sl desarraigo tretan ds expliciter tel aspecto. Aqui, sin embargo, epuntaremos les cuestiones refersntes a sea preocupacion sobrs les incidencias de tipo generice. Le presentacion formal de la obra a traves de pequefies 136 cuadros o entradas facilita e1 acudir s fuentes auditoriales historicas que avalen la presencia del pueblo. Este es logrado mediante les cites textuales directas de los documentos ds misioneros jesuites o prelados ds ls iglesis con fechas tan remotes come los sigles diecisiete y dieciocho. Aparte de este testimonio historico, 1s reconstruccion novelistice del pueblo, que trate de asir 1a referencia de tan dificil maneJo como lo es la realided, tambien es buscada a traves de snseyos de diverse carecter: betenico, etnologico, lingflistico, folklorico, biogrefico, economico. Para sxpener 1a razon de muches cosas ls autora no dude en recurrir a fuentes de todo tipo, despreocupede per atenerse a canon alguno. Esta manera de hacer literatura, de modificar y emplisr un genero, no es comfin en la literatura mexicane. Tsmpoco es comon 1a necesidad de los diferentes novelistae rsgioneles que se hen preocupado por satisfacsr la demands de una sociedad por ubicerse e si misma, de idsntificarse con un lugar, unas costumbres, unos antecedentes y una neturelsze. Ls ubicecion y la idsntificacion devienen, per el ecto de la sxpresion consciente de sstos valores, en la diferenciacion con otres cultures, 1as del sur, les csntrelistas. Esas cultures que han recibido el 'non obstat' son las que es hen autodeclarado hegemonicas no solo en base a su pertenencia a los valorss ds la class en el podsr, sine adsmes en base e 1e margineciOn geogrefice, historica, cultural, en que han querido rslegar a les muy variades manifestaciones de todos 137 les rices ceracteres que formsn la culture de la periferie. Cuadros y dieleges: la base de una estructura novelistice La novedad y complejidad de la presentacion de Lg creciente mediante entrades novedosas y complejas, ofrsce interesantes puntos en su estructura que deben ser analizedos. En su forms externs lo mes evidente ss conscts en la peculiar construccion de pequefios cuadros con unided de asunto y que no sxigsn continuacion o ritmo temetico, pero que no necesariamente lo impiden. Varies son los temae que aparecen rscurrentemente a lo largo del enlistado de entrades obligendo a1 lector a la (re)construccion de un argumento. La extension de sstos cuadros es variable. El mes extenso puede equivaler a una pegina y el mes pequefie a una simple lines. Para efectos de anelisis proponemos e1 enumeramiente de entrades mediante el cual ssre muche mes prectico y precise exponer les consideracionss ds tipo sstilistico. Este tipo de pequefias representaciones con unided temetica recuerden les que fueron cenocidas en la possia lirics con el nombre ds 'idilios', 0 sea, en su ssntido stimologico 'pequsfios cuadros'. Podriamos designer muches de sses entrades con este termine que, eunqus no son possia en el ssntido sstricto por no sstar escritas en verso, si constituyen pequsnes compesiciones con lenguaJs lirico, algunes en su totelided, otres so1o parcislmente. La independencie de los cuadros es asumide en su doble carecter formal y temetico. La primers razon pare su independencie, dads per necesidad de tipografia, reside en el doble especio 138 que la imprsnta coloca entre cede entreda. La mayorie ds las veces ssts criterio es spoysdo por el cambio temetico entre cede una ds ellas, a veces acompafiada tambien por el cambio ds hablantes e de la voz narrative. El uso sistsmetico de los cuadros o entrades de corte extension, con unided arqumsntsl en si, (eunqus con posibilidad de continuerse temeticamente en otros cuadros) lo hemes observado en otros autoree mexicanos tales come Juan Rulfo (Pedro Peramo 1955) y Nellie Csmpobello (Certucho 1931), pero es en este filtima donde se presentan con consistencia y sistematicided. Una diferencie importants en el maneJo del cuadro es que en el lenguaje de Csmpobello predomina lo narrative de tercera persona. En cambio, el uso ds cuadros per Juan Rulfo en Pedro Peramo, per ermplo, es esporedico y esistemetico. En el los pequefios cuadros se presentan con la intencion ds ambientar cierto memento historico, situacional e de lugar, y en lo general les carecteristicas de los cuadros no varian. Per otro lado, De la Vera suele llegar a1 grade extreme de user una sols lines cargede smocionelmente y rspetide a intervalos con la finelidad ds epuntar y reforzar, come en un eco, el tema del desarraigo y la emigracion. Tel es per ejemplo "Ay, Eloisa, y tensr que irme yo de aqui" que corresponds a les entrades LXXII, LXXXII y XCIV, pegines 121, 124 y 133 respectivamente. No exists idsntificacion para la persona que profiere tal lamento, tampoco el nombre propie ds Eloisa este relacionedo o emperentado con ninguno de los nombres y/o personajss ds la obra. La funcion que tiene esa voz anonima es la del pueblo 139 en sl proceso ds emigracion y llorando resignadamsnte su dolor. Per lo que respects a la manera novedosa de hacer novela con solo dsclarecionee de dielegos aparentes, es sabe que sl sstilo directo en la narrecion tiene por objstivo volver a este mes viva e interesante, puss el acortsr 1e distancia entre narrador y publico se logra un discurso mes variedo y msnos monotone. Sin embargo, un exceso en este nivel podrie dsstruir lo que se persigue: ls variedad. En este peligro incurrieron, sin derr de haber side un interesante sxperimento, 1as novelas dislogsdas del siglo XVIII (Kaiser 455). Pero 1a diferencie en La creciente es que la presentacion no se reduce a1 dielego. Elle permits en consecuencia que la variedad no se rompe, puesto que tensmos monologos tanto internos come externos—-aparte del dielego propiemente dicho--, les citas tsxtuales, y evidentsmente el narrador de tercera persona. Se une a este el hecho de que en muches cases el hablante no es identificade, dejendole sl lector la terse de idsntificacion de personaje con la rssponsabilidsd ds hacer la carecterizecion indirecta: de quien es trate, come es, a que grupo social pertensce, con quien habla, que lo mueve a hablar. Otre tarea es la de registrar informscion pertinente para una eventual continuacion temetica, lo cual se concretize en cuetro sscases histories que hemes reconocido. Por lo que corresponds a la manera como se combinan 1as entrades con la concretizscion ds las dsclarecionee orales, pueden observerse les siguientss variaciones: treinta 140 entrades son monologos completes, dividides en preporcion casi igual entre monologos interiores y los que tienen supueste interlocutor, misntres que diecisiete entrades son dielegos totsles. La narrecion de tercera persona es muy escasa, apenas 1a minima para apoyar dielegos o comentar cites de obras historicas, filologicss, linguisticas, etnogrefices. En este categoria aparece una gran variedad de textos hibridos: a) monologos apoyados con narrative de tercera persona, b) dielego spoysdo con narrative de tercera persons 0 comentarios de una persona que habla en primers persona de singular o plural, c) sen esporedicos los cases en que la cita textual aparece sole sin comentario de fuente. En este grupo quedsrien considerados algunes eJemplos de narraciones tipo enseyo con hablante ds tercera persona. Diremos que aproximadamente un 95% es lenguaJe hebledo (dielego o monologo). Es probable, dado el beJisimo porcentaJe de lsnguaJe descriptive o propiemente narrative en tercera persona omnisciente, que la autora hays pensado en prescindir de el totelmsnte puss, en las sscases ocasiones en que es use, tisns la finelidad de economizsr tiempo y gener en el impacte de la imprssion haciendo mes sintetica la expresiOn. Veames cemo eJemplo el dielego de la entreda cuarsnta: —Mame, mire aqui a Hernen, no quiere comerse les tortillas de la Juana. -Psro por que no te 1as comes? Que tienen, vemos a vsr? -Mirelas come esten, todss chuecas. Y la Juana, rsncerosa: -No van a entrer rodsndo... (# 40) La narradore pedia bien, sin entrsr a explicar quien hablabe 141 y como, volver e1 parlamento de Juana mes extenso y aherrar e1 apeyo ds la explicacion. Segon nuestre parecer 1e posibilidad usade es, si no meJor, si mes fuerte que la no explicativa. La novela este formads por parlamentos de gents heblando la mayor parts ds les veces y ademes per parlamentos sscritos que son cites textueles de obras historicas en les que los que heblan son los libros citados. Los parlamentos se den entre tree posiblss presentaciones: pletices dislogedas, monologos interiores--es decir, conversecionss de un hablante consigo mismo—-y monologos solo de forma, puss no se sabe con quien es platice. En este caso la presencia del interlocutor se hace evidente cuando el que habla lo vuslvs sxplicito con preguntee de rstroalimentacion de discurso: -Emigrerms? No, AsunciOn, no es negocio eso de emigrerse... (127, # LXXXVI) -Qus que peso con el otro? Con el mes chico dices? Puss, Alberto... . (93, # XXXVI) Desde un punto de viste pragmetico es importants considerar que los monologos, al igual que las cites tsxtuales, cumplsn el obJetivo de enterar el lector del tiempo y el especio que perticularizan a Opodepe tanto shore come en el pasado, en sl pueblo y en sus alrededores. Dada este particularidad, 1e accion este propiemente ausente come tal. Aperece en muy contados cases eunqus diluida. Llegemos e entsrarnos de la accion per via indirecta, narrade como hebladuria o chisme en los dielegos de la gente. Asi puss, una importants considerecion que se derive de lo anterior es epreciar toda forms hablada come cata11313 33 hechos o 142 accionss sucsdidas en s1 trasfondo, no frente a nosotros, y en su carecter de posible. Un eJemplo ilustretivo lo sncontrsmos en la entreda XXIX (86—87) en donds un narrador de tercera persons describe a un personaje (Tofie sspose de Asuncion) descansando sobrs un catre. Continfia e1 cuadro con une digresion lirics que describe la noche rsalzada per exclameciones alusivas e la neturelsze y su belleze pristine, luego s1 asunto que ronds a Tofio: 1a preocupacion per Tofie. Lejos, apenas visible, aparece 1e csrretere con su ruido de camiones ds la mine personificando a1 peligro que se cierne deeds fuera, e1 cerretero que provisne del exterior, de lo desconecide. Les rezones para particularizar este interpretecion donds aperentemente no pass nada y donds el tema es precisamente una deecripcion lirica de la atmosfera nocturna, as base en sl topico final de la conversecion (entreda inmsdiata anterior) que han sostsnide Tofio y Asuncion cuando este he tratado de trasr a colecion el tema de Tofia y el rondamiento de que es obJeto per parte del cerretere. Tenemos asi que la accion ha quededo apenas aludida en sus contornos gsnerales, y eunqus les amorios de la Tons con el fuerefio queden en eu carecter dubitativo o apenas posible, eunqus solo sea pleticado e incluso eunqus su cumplimisnto no queds del todo confirmado dentro de la narrecion, e1 simple hecho del 'decir que dicen' vale como una BCCIOn plene y cierta, con mayor razon para la gente ssncilla s ingenua del pueblo.10 Otre aspecto ds alusion que es mes de indele poetics que narrative lo sncontrsmos en la entreda veinte: una vez de 143 primers persons rememora los Jusgos y pasatiempos infantiles. Deepues de citarlos y hacer una deecripcion somera de cada uno de sllos termina con les canciones que solian center en core: 'La feria de les florss', ’Cancion mixteca’, "o aquelle otre que contenia palsbras exoticas, como la ds 'Jibarito’, el que ibe 'loco de contento con su cargemsnto para la ciudad'" (88). En este ocasion somos testigos de otre contradiccion epsrente sobre el etractive hipnotizador y la magie que sJercs un influjo muy especial sobre los pueblerinos: el etractive de la ciudad, de elgo que este afuere, que es 1sjano y exotico. El hecho de terminar la entrada con la frees "Ay! para la ciudad!, y de colocarla en tel lugar estretegice apura a que se le de a la interpretecion un ssntido que trasciends al de la mere snumsrscion de canciones eJecutada internamente. Aqui la frase de circunstancie de movimiento en direccion hacia un lugar, le vuslvs etractive para imaginar una huida, una selida, uns migrecion, lae cueles efectivamente tendren lugar mes tsrde, cuando 1a Tofis decide irss del pueblo. En este novela de especio, en la que no hay protagonistes propiemente heblando ni personaJss en el ssntido sstricto, detectemos, sin embargo, algunes temas y asuntos rscurrentes, o rslatos--es decir, narraciones con ritmo temetico para los cueles se puede reconocsr un principio, un msdio y un fin--o temas ambientales. Desde nuestre punto de viste Onicamente asignamos 1a calidsd de psrsonajss e aquellos que se conviertsn en ectantes y que participsn en una historia. R. M. Ruiz splice 144 lo que ella dsnomine nucleacion de personajes para agruparles en series y dssds luego dsfiniendolos en la medida en que un personer se rslaciona, interviene e influys sobre los otros, y tambien tomendo en cuente que tanto los otros acuden a el. Elle designs a ambas fases de la nucleacion come influencia y efluencia respectivamente. Antes elle se ha rsferido e 1e valoracion de los personajss dividiendolos en historizedos y sstsreotipos (Ruiz 189-210). No estamos a favor ni en centre de esa clasificecion doble de personajes si cumple con el obJetivo que se ha fijado en la postulacion de su hipotesis. Desde s1 punto de vista literarie, aquel que elude a la recreeciOn de un munde con consistencia y coherencia internas, los personejes tienen otre neturelsze y ella queds definide solamsnts en la medida en que adquisren uns funcion ectencial en un relato. En nuestre caso presents si pedemes hablar de un protagonists existente eunqus este aparezca apenas delineado. En este apartedo no abordamos e1 tratado de los personajes en si, sine en la medida en que actualicen o concreticsn algunes de les maneras particulares del arraigo, lo cual expondremos mes adelante. Le reflexion biogrefics y autobiogrefice Ls sierrgygsl visnto y La creciente se diferencian cualitativamente en sl grade e importancia en que sus autoree hen querido prestar atencion a la reflexion de su propie vida, incluyendo o no a los integrantes familiares mes cercenes. La novela de CornsJo es plenemsnte idsntificabls come autobiogref133 dssds principio a fin y este lo conocemes 145 tanto per lo que internamente ee narra come per les dsclarecionee que ha hecho e1 autor sobre los fines e intenciones que tuvo sl escribir su obra. E1 contenido ficcional alli vertido se reduce muchisimo dads la intencion ds ser un reconto veridico, es decir, referecial directo de un exodo familiar en su nifiez. Ahora tensmos en cambio una obra en la que la dsclarecion rsfersnciel personal no este plenemsnte manifisste y para la que hebremos de acudir e nuestre intuicion para descubrir s inferir los hechos autobiogreficos alli relatados. Dos son los factores que nos orienten a abordar s1 anelisis en este direccion: uno es el conocimiento que De la Vera decide externar de su propie femilia—-sus entepssados,y mes concretemente, su madrs-—, y otro es el lirismo utilizado en la sfective deecripcion o narrecion de los eventos en los que ella participo directemente o que 1s toco vivir muy de cerce. Per lo tanto, quien dssee vsr plenemsnte rsfleJeda o identificade la eutebiografia de le autora en la obra, vaya posiblemente e obJetar los reconocimisntos que hemes hurgado en la sucssion de entrades correspondisnte a los nomeros 12, 14, 16, 30, 46 y, por filtimo, en una controvertida secusncia de tres entrades 90, 91, 92. Antes, en la seccion dedicade a1 genero ds ssta novela, hemes hecho referencia a la denominacion de 'novels de testimonio BUtObiozrefico, cuyo calificetivo lo recibe de parte de R. M. Ruiz (Ruiz 208). Desde nuestre punto de vista no obJstamos lo testimonial pero nos parece que en Lg creciente, e1 termine autobiogrefico tiene una denotacion 146 demasiado amplia para poder ssr funcionel, ya que vista de este manera se la hace coincidir con el postulado de que toda literature es en Oltima instancie autobiogrefice (Olney 4). Sin dsjar de ssr velsdero, este postulado no establecs 1as distincienes entre una ficcion propiemente dichs y otra en la que se vislumbren refleJados, atisbos de experiencias personalse del autor. A continuacion ofrecemos un comentario de las sscases instencias en que Armida de la Vera nos ha permitido acercarnos a su intimidsd sentimental. Los eJemplos, eunqus efectivamente no abunden en nomero, son muestra de lo que ella afirma tan categoricamente el referirse a la carecterizecion del sonorense, en el ssntido de que no hay sentimiento oculto ni agravio que no se este dispuesto a secar a la luz y e compertir con los convecinos (De la Vera 112—3). Debemoe tensr en cuente que ssguimos los mismos postulados que la autora he incluide en la carecterizecion del sonorense, para inducir que cisrtas dsclarecionee aperentemente ambiguas o dudosas en su referencia personal no lo son tanto si rscordamos este premise. Le entreda # 12 corresponds a la carecterizecion que la narradore hace de su medre (o ebusla?) a quien tanto respetabe y admiraba: el amor hacia sus hijos, su intuicion maternal, sus preocupaciones, el afen por el trabaJo, e incluso su creencia en Dies, que no era—~como lo dice la sutora-—sl ds la propaganda rsligioea, puss ella tsnia come los santos heterodoxos une idea de la divinidad completamente distinte. Pero mos adelante (entreda # 14) se presenta une 147 curiosa inversion: se habla del mode de pensar y actuar de la medre e traves de la descripcion de un vieJo edificie. El tema es la iglesis abendonede que de pie a la sxpresion del amor hacia lo concrete que se ve perdiendo, la nostalgia por el tiempo pasado. Concluye este apartedo refiriendo e1 mal trate que en general la gente 1e debs a see tesoro del olvido, ants el cual su medre parecia ser la onica persona que oponie una inotil resistencia contra 1a avalanche de gents que la destruia sistsmeticamente. La descripcion del sentimiento e la vez doloreso y amoroso hacia una construccion deshauciada constituye un magnifico eJemplo para abordar indirectemsnte la prefiguracion del personeje que constituis su medre. Come parte de este bosqueda por los entepssados, en la entreda # 16, un narrador, quien podrie ssr el abuelo de la autora, expons la historia del erbol genealogico de la familia. Se inicia con Julien ds la Vera, el primero con ese apellido que llega a la region y termine con un spunte, dando a entender e1 interlocutor que la historia mes reciente es de su conocimiento. Es la finice entreda tipo monologo que viene entrscomillada e la manera come visnen entrscomilledos los textos historicos citados, per lo cual pedemes deducir que se ha tomado muche cuidado en reproducir textualmente les palsbras utilizedes per el informants entrevistado. La historia ds este gran familia que se repite muches veces en los pueblos de la sierra es parts ds une prectica conservade todavis per nusstros mayores. Ellos esten encargados, conscientemente o no, ds trensmitir tel begaJe de relaciones 148 familiarss a los hiJoe, en el entendido de que tel precedimiento constituye una manera ds persistir: asi los hiJos recordaren a sus padres, quienes a su vez recordaren a los suyos, junto con hermanos, espesas respectivas, casamientos, migraciones, oficios, proszas, procedencia de conyuges. En la entrada # 32, la autora incluye un relato——narrado por uno ds tantos adultos a los que supuestemsnte ss ha entrevistado para este novela polifonice--con temetics de una inocents anecdote. En ella se rememoran les vivencias de una nine acerca de un incendio que inedvertidamente ha sido causado per ella y su hermeno sea misma tsrde cuando, Jugsnde, hen volteedo inedvertidamente unes brasas sobrs bagazo seco ds canes. Este simple acentecimisnte constituye un ecto sobressliente que es grabs fuertemente en la memoria de quien lo narra. Este relato, Junto con otro que aparece en esta misma entreda sobrs un sncuentro en sl bosqus con la soledsd, ss pueden interpreter come indicadores de la recreecion autobiogrefice y tambien come intentos de fortalecimiento del sentimiento de arraigo e idsntificacion con el msdio. La entreda # 46 habla ds los parientes leJanos, los Brockman de Merssichi. A sllos quiere ver la narradore, en su imaginacion, con una indumentaria mes propie de su alta estatura, los oJos azules y el pele rubio, come los exoticos vikingos, nevegantss de los mares del norte. Esta remembranza apenas constituye un deje veledo de memoria. El sentimiento ds sfectividad aparece distente y mas que lo 149 sentimental efectuoso—-sobre lo que escasamente es ebunda——se impone s1 vuelo imaginario sobrs gents a la que se sabia distente y estabe distente. Per oltimo arribamos a un aspecto biogrefico sutil del que la autora ha extreido buen fruto en su tratamiento literarie. Recapitulemos para ver el entronque. La Tone-— protagonists en la novela de una historia ds amor, probablemente ficcional-—, a1 darse cuente que ha sido abandonads por su pretendiente de la carretsra, y siendole insoportabls continuar viviendo en un pueblo que le hace dificil la vida cotidiane, decide emigrar e la ciudad de Mexicali donds vive una hermana suya. Se inicia ls huida de 18 Tons en la entrada # 90, despidiendose en su interior del ambiente familiar que no volvere a ver, tambien ds la gente que de leJos divisa aquelle meflana de septiembre. A continuacion se presenta la descripcion de un itinerario, e1 cemino, la prectica de la pizca del chiltepin, une escala en la estacion de Carbo y por fin Hermosillo, la capital del Estedo. Pero quien ha llegado a Hermosillo es la narradore y no la Tofie. En un memento de la serie de tres entrades hemes confundido a une persona con otre. La confusion, sin embargo, no ha sido accidental sine provocada por el ertificio de contiguidad. No es casual que ambes histories heyan sparecido une al lado ds la otre por simple ceincidencia. Este hecho nos hace suponer--con escesa pero interesante bese--que la autora nos hace ssfles que apuntan a una sxperiencie personal sentimental dificil en la que se identifico total 0 parcialmente con la Tofie. 150 Una facets de la eutebiografia ds La creciente, es decir, la eutebiografia ds tintes novelados o poeticos tsndisnte al predominio lirico de la primers persona sobre el carecter obJetivo rsfersnciel o historice——lo constituye la evocacion eubJetiva de la memoria personal expresede a través de vocabulario figurado o meteforico. En La crecientg los aspectos liricos menifestados en el uso del lenguaJe poetico no son muy frecuentes. Les figures retoricas no son abundantes y, eunqus la autora tambien es escritora de possia, muy pocee veces se abandons pare imponer en su eubJstividad—-que se duels por tiempos memorsdos e por los recuerdos de la ninez—- el lirismo fuerte que vimos manifestado en La sierragy g1 vignto de Gerardo CorneJo. La explicacion reside probablemente en el cuidado consciente que tiene 1e autora para diferencier entre sus dos fecetas srtisticas—~novelista y posts. A diferencie de Gerardo CorneJo, quien en muches cases dsJa ir su subJetividad en manos de un vocabulario sin limiteciones ni cortapisas, ebundente en figures poeticas, en De la Vera sncontrsmos cuadros que propician e1 carecter subJetivo, un lirismo—- mes de tone que propiemente retorico—-expresado en el uso mesurado de dichos recursos. Ilustramos dichs tonalidad con la entreda # 14 que describe 1e construccion abandoneda 33 une iglesis (69-70). Cuando ascisnde a1 campansrio la narradore dice: pero hay que subir a see campansrio y respirar e1 sire y oir la glorie de sus cempanas enormes, con un timbre y una musicalidad come no he oi33 otres [...] aquel queJido, aquel lsmento, aquel sire logubre que sobrscogia el pueblo cuando tocaban a 151 duslo. (69—70). La descripcion este heche con carifio, con dolor, con diminutivos de aprscio y ocasionalments con un simil: "En cede cuadro una sscene con figures indigenas, come de codice, hechas tambien de piedrecitas negres y rojas, porozas estas oltimas come tezontls..." (70). Sin embargo, hemes observado cOmo 1a autora algunes veces se traiciena o resbala en pequefios dsslices que refleJan su sensibilidad poetics. Per stmplo, en el tratamiento de une descripcion 0 un enseyo es aseltsda a veces per la tentacion de valerse de une frees o giro meteforico que viene a colecion, y no lo evade. Tenemos, entre otres cases, la descripcion del erbol conocido come palofierro ('opo' en lengua indigena). Al finalizar la explicacion del significedo stimologico del nombre del pueblo y su relaciOn con s1 del erbol—-mediante una metefora que iguala a ambes per compartir les cuelidadss (duro, resistente, egusntador y ds raices profundes)—-, finalize diciendo: "Y elle erribe del rio donds el variants cemino se ebrs peso, los pale-fisrros sacuden su hastio deJande caer une lluvia de pequefias hoJas verdinegrae" (66). Per otro lado, describiendo 1as veces de los que participsn en la tertulie de la esquina dice: Cuando oscurecs les veces se aduefian de la calle, rsebelan por ella, pegendose a les paredes ds adobe, metiendose a les cases per les puertes abiertes do per sn par, msciendose con el airecito de la sierra y snterando a todo el pueblo ds lo que piensan los de la tertulie de la sequins. (128) Estes presentacionss anteriores pueden gsneralizsrse mediante el Juicio de que el lirismo ha sido trabajado con 152 exito en les descripciones ds obJetos, cosas, construccionss, costumbrss y en general del paisaJe. Solo una vez registremes el recurso poetico del 'ubi sunt' es decir el lsmento que con tintes literariee express la felicidad perdide. Tel tema aparece en la voz de la narradore que recuerde una granja de su infancie. Hay tambien un ejemplo de elegoria en la extrapolecion explicita que hace de una prectice en la conservacion de los alimentos a1 airesrlos y el carecter tambien abierto del sonorense tipico. El motive mitologico, tratado someramente y de escssa consistencia por su carecter artificial, es tambien ussdo una sols vez como recurso pare explicar sl origen del csrro del Murucutechi, cilindrico, alto, con punts afilade. Hemos exeminado antes los aspectos liricos tan especiales en el uso estilistico del lsngueJe de Armida ds 1a Vera a1 tomer en cuente ciertes consideracionss de genero y sstilo. LAS RAICES EN EL PASADO UN 'PHARMAKON' DE EFICACIA DUDOSA La temetics ds La creciente de Armida de la Vera puede planteerse alrededor ds 1as variades fecetas que asume la dicotomia arraigo-desarraigo. Podemos considerar que esta dicotomia es, s nivel ds tema, 1a categoria subyacente que permsa sl gran nomero de histories refersntes a les compleJas problemeticss de los hebitantes de Opodepe, antiguo pueblo sonorense ubicado en las feldes ds la Sierra Madre Occidental. 153 A1 plantesr la categoria del arraigo come necesidad espiritual del ser humano-—en 1a manera come lo concibe Simone Weil--debemos distinguir per nuestre parts dos aspectos: por un lado y a un nivel generico, el desarraigo extretextusl que vivencis conscientemente el novelists, e1 autor de la obra, actualize una necesidad de identidad ya sea con un lugar, 0 con una profesion, 0 con uns problemetics particular, todo este logrado a traves de su participacion efectiva y concrete en la sociedad. En el caso particuelr de Armida de la Vara—-al igual que en Gerardo CorneJo, Leo Sandoval y Sergio Valenzuela--sl desarraigo es tematizado mediante 1a manera come sllos mismos logran representarse o reflejarss en su creacion, via biografia o eutebiografia en mayor o menor grade solapada. Por otro lado, e1 autor busce concretizar s1 arraigo en el nivel de los personaJes, ficcioneles o no, con los que al autor o narrador le ha tocado vivenciar acontecimientos, observer fenomenes sociales, testimoniar dramas cetidanos e incluso sufrir y gozar ds ls neturelsze circundants de su pueblo.11 Esta mencionade necesidad de arraigo, traducide come bosqueda de identidad, se presenta de varies maneras en la novelistice sonorense que analizamos. Algunos procedimientos—-como la recreecion del recuerdo y la nostalgia por el pasado--1os hemes reconocido ya en Ls sierrra y el viento de Cernejo. Otros--come el uso del date precise (lugar y fecha) proveniente de fuentes historiogrefices reconocidas-—son exclusives del sstilo particular de Armida de la Vera en este novela. 154 El primer intento——casi un grito sngustioso que solicits un rsconocimiento a la existencia personal propia—-lo constituye s1 acts levantada par dar fe de una ubicecion temporal y especial de la autora consigo misma, con rasgos que expressn una compulsion a tel grade patetica que se reconoce como urgents, per la inminente y proxima deseparicion de su pueblo, de le sociedad en la que ha vivido: El "egudebe" "agricultor, sedentario, pacifice y msdio civilizsdo" echo fuertes raices en este tierra bronca. Aunque sue 596 metres ds altura sobre el nivel del mar no son bastsnte para proporcioner al pueblo un clima envidiable, 1a proximided de la sierra de Aconchi, El Cerrizo, Lorsto, Cerro Prieto y Murucutechi asegura por las tardes un poco de sire fresco. Tiene buenos ranches genederoe y algunes minerales come El Creston, Nochebuena, E1 Ore, La Ramada, San Geronimo, San Ricardo y El Tramado, que explotades alguna vez por extrenJeros, fueron luego abendonedos. Mas e1 arraigo tradicienel del eudebe a su patria he ido perdiendose: nuevas necesidades hen hecho emigrar a la mayor parte de la poblacion: la simple subsistencia, e1 deseo de dar a los hiJos una profesion, 1a fecilidad de conseguir un psdezo de tierra cultivable en el vells de Mexicali 0 en la costs de Hermosillo, y antes de que el despoblamiento see complete, es Justo y necesarie consigner aqui que a los 29 grades 56" de latitud norts, y a los 110 grades 39" de longitud occidental, los misioneros de la Compsfiia de Jesos fundaron en el ano ds gracia de 1649, un pueblo con el nombre de Opodepe de Nuestrs Senora de la Asuncion. (66-7, # XI) En este C880. no Bole es importants consigner ls necesidad de ubicer temporal y geogreficamsnte s1 pueblo, es necesarie tambien abonar dichs informscion con el tipo de persona que habits este rsgiOn, altura sobre el nivel del mar, clima, los distintos nombres de montanas, ranches y mines que, con su senera particularidad, enfetizan s1 obJetivo temetico de la 155 entreda citeda. Observamos tambien una trensicion temetics hacia la snumeraciOn de les causes de la emigracion-— incipiente todavia—-hacia la costa del Pacifico o los Valles de Mexicali. La facets final del apartedo que citamos culmina 1a gradecion ds ess necesidad de ecsptecion, explicitamente manifesteda en el levantamiento del scta que da fe de la existencia del pueblo. E1 recuerdo, tanto como remembranza personal come memoria colectiva, aunado el tiempo paeado--ye sea reciente 0 remote—- constituyen una trenze o marana muy dificil 33 esperar incluso para fines expositivos. Per tel razon, considerando que son solo fecetas de un misme fenomeno, hemes considerado prudents abordarlas en el mismo apartedo. El recuerdo positive come dador de vida, 0 negative come aniquilants y destructor, dsviene un precedimiento para declarar la cenciencia del arraigo. El recuerdo y la memoria integran un valor en la medida en que se truecan en experiencia, la cual, si vs aunada a la meditacion reflexive, nos iluminare la comprension del pasado, aclarare nuestre vision del presents y proyectare nuestre deseo del future en un marco de consecucion probable. El tiempo presents, en contraposicion a1 pasado, constituye un exilio de un lugar y un tiempo del que en centre de nuestre voluntad y sin necesidad—~es decir, sin ssr expiacion de ningon crimen con evidencie cometido--se nos ha sxpulsedo.12 Per esa razon y porque sl presents es el concisntizador de le felicidad que tuvimos y de la cual no tuvimos cenciencia, se vuslvs al Pasado a traves del onico medio de que se tiene acceso, la 156 memoria recreativa. El pasado asume sntonces en el caso presents algunes fecetas que pssemos a snlistar. Tenemos primero, un tiempo ya ido y muy remote del cual solo tenemoa noticis per referencias historicas. Noe recuerde, per la beatitud con que es le suele reconocsr, a una steps feliz de de nuestre vida--ubicada generalmente en nuestre infancia-— que en literatura recibe nombres tan variades come epoca sofieda, parsise, Eded de Oro, Jauja: Sin embargo hay testimonies de que esta region fue muy fertil y prospera, que abundsbsn per dondequiera los erroyos y aguajes, que James sscaseo e1 paste ni hubo penico a1 pensar en s1 future sustento... .(62, # V) Es importants considerar la intromision del date historico precise que viene a reafirmar lo expuesto. Per sJemplo, la siguients cite textual que aparece en sl cuerpo de la novela este tomada integramente, segfin dates alli misme sxpresos, de una carts del padre misionere Juan Fernendez de la Fuente, snviade en 1685 a den Diego de Almonacir, padre provincial: "Y los paraJes referidos son muy amenos, abundantes ds agua, pastes, lefias, y tierras de pan llevar, que les tienen muy cultivadas en sus gentilidades: Y toda 88 gents Que este heche a tener en su case el precise sustento de maiz, friJol, calebazas y semillas para el gasto de un aflo... ." (63-64, # VI) Les dos testimonies citados per la autora, dentro de otros mes no incluidos aqui, den fe obJetivamente de lo que han dicho otros sobre la exceleitud de estas tierras. Sin sntrer en consideracionss de tipo ecologico——31 cambio 331 clima a 10 1&F80 de mes de tres siglos, lo que es probable que hubiera ocurrido--la verdad literaria para la obra es 157 otre, distinte de la historica. La intencion que es psrsigue es la ds dar a conocer una informscion historics que ponders les cuelidadss ds la region, con el enimo de estimuler y hacer surgir en el habitants de Opodepe un orgullo por su idsntificacion con esta tierra. Si por el memento parecs tierra pobre y secs, en otros tiempos fue casi un parsise, y -—ss una esperanza a considerar-~bien pudiera tornar a presentaree con see belleze concrete. La invitacion del final ds la obra se cenvierte en una recuperacion prescriptive del arraigo. Es alli cuando la narradore hace un llamade a tener fe y esperanza en el future inmsdiato, en el memento de reconstruccion, despues de haber padecido la sxtsnse sequia, la desvastedora y large torments y la destructora crecida del rio: Ahora es tiempo de resurgir, shore o nunca. Se reconotruiren 1as cases caidas: ssre un afio bonancible: el ganedo tendre pesto suficisnte y la ufia de gate florecida pintere todos los cerros de color de rose. Abundare la mano de obra en la reconstruccion y habre un eliento nuevo que levantere los enimos. Tismpo de reconstruccion: ahors o nunca. (145, # CVII) La siguients facets de como aparece e1 pasado en nuestre memoria es de neturelsze propiemente literaria, es ls idsntifica come recurso retorice y es conocida como el tema del 'ubi sunt'. A traves de este tema, se manifests una nostalgia, se express une tristsza, una afioranza por un memento feliz en nuestre recuerdo que quisieramos volviera a repetirss tan belle come antes: Que ssre ds la huerte de les Msyve e donds ibemos temprano a comprar tunes, unae tunes grandee, emarillas, dUICIsimas y frescas: que fue de la casita que tenien a la orilla de la berranca... 158 Algon dia hebre de.ir a buscar la huerte de les Msyve y la sombre ds Salome en la barranca a la orilla del pueblo. (115, # LIX) E1 afen per aferrarse a la vida se logra, como sefialamos antes, a traves del recuerdo. El recuerdo es equivalents a la gerra 0 a1 tenteculo que busce un asidero en algo insondable, cede vez mes fantasmegorice y desvaido que se pierde en la bruma del olvido. Jorge Luis Borges parafrasenado un pensamiente de Bertrand Russell dice que la memoria es "el nombre que demos a les grietae del obetinado olvido".13 Asi tambien Armida de la Vera consciente del patstismo que conllsva el recuerdo en el obJetivo humane per enrsizarnos y permanecer, cits come epigrafe ds su novela un pensamiente de Julio Cortezar: que es el recuerde sine el idioms de los sentimientos, un diccionerio de caras y dies y perfumes que vuelven come los verbos y los sdJetivos en el discurso... . (57) Ne deJa de ser curioso e interesante el recurso de les meteforas que utilizan terminos tomados ds la discipline linguistics para concretizar e1 recurso a1 recuerdo, come si la manera mes eficiente por alcanzsr tel obJetivo solamsnts se realizera a traves de la sxpresion misma. Sin embargo, tambien tensmos sl otro aspecto del recuerdo, aquel que tree a nuestre considerecion el memento, el obJeto, la persona, la ilusion ya perdidos, y que aunendose a la engustia de una vsJez en soledsd puede ya no sstisfacsrse con sl solaz del recuerdo y busce como Onice consolacion la muerte. Un eJemplo de ello es el ds 1e ancisna, sin nombre, que sabiedose cercena a una inutilidad 159 fisica que la hare dependiente de otres personae, se queJa del abandono en que la hen deJado sus tres hijoe, y de la vida ds ssclavitud que sllos tambien esten sufrisndo: A 10 Onico que no puedo ecostumbrarme es a la soledsd, a la llegada de la vejez solitaria... y luego sin ninguna hija; yo me quede con genes de tensr une hiJe, una siquiera. Psro nada. Tree hijos que Dies me die volaron per distintos rumbos en cuanto pudieron. (79, # XXIII) Per eso te digo que para no acordarme de nada, meJor quisiera morirme. (119, # LXIX) El recuerdo, cuando tiene base solids, obJetiva y concrete, cuando tiene pare epoyerse algo eensible-—por eJemplo una construccion, memento de meJores y mes dignos tiempos-—entoncss se 1e cuida y venera per sea bosqueda de identidad natural, y por el deseo ds preserver el pasado que pertenscio a nusstros ancestros pero que shore pertenece a nosotros, herederos y continuadorss de una tredicion. En la entrada # 14, per eJemplo, se hace la descripcion nestelgice ds una vieJe iglesis. En elle se manifisste e1 dolor por el estado de abandono en que actualmente se encuentra e1 edificie. totelmsnte dsscuidado y sin nedie que es preocupe per conservarlo come reliquia historica. Dicha descripcion ds la arceica iglesis del pueblo se hace con carifio, contemplendola por fuera primero, luego ascendiendo per lss escalerae para observer dssds sl campansrio la belleze que los oJos humanos hen viste siempre desde ahi: el cemino que lleva al pueblo, sl lecho del rio, 133 m11p33, 31 csrro 33 La Cruz (70). Luego se escucha la glorie de las campanas, ss centre la vista shore en la pusrta carcomida que cas e pedezos, y por fin, se observe la fechada que tiene escenes 160 indigenas, formadas estas per piedrecitas negres y rojas, continusmsnte errancades por los visitsntes pare conserverlss come recuerdo. El cuadro es conmovedor y contradictorio. Los visitsntes, con la intencion de guerdar un 'souvenir’, un recuerdo de la visits el pueblo, destruyen lo que es recuerdo vive y social para los hebitantes de Opodepe: Nedie protestaba, solo mi medre se indignabs: Se 1s van a acabar, se la esten acebando sstos berbaros! Asi sucsdio. Ahora quede una ruins remozada con leminas y cal, perdido todo aquel sefiorio de lo autentico, como un vieJo restro desfigurado de slbayelde. (p. 70, # XIV) Uno de los procedimientoe mes evidentes por procurarnos una psrsistencia y continuacion en un tiempo que no queremos que cambie, que deeeamos elargar para sentirlo nuestre y para sentirnos dentro y paricipando de e1, consists en el intento per conservar sl estado de cosas, las costumbres, ese legedo que se nos ha sntregede sin haberlo eolicitado. Dicha herencia recibide constituye un valor positive, una virtud, una categoria existenciel que asegura el nexe o enlsce con los entepssados, y el cual hebremos de trensmitir a nusstros dsscendisntes. En este apartedo circunscribimos casi todo el texto porque un obJetivo de la obra, el igual que de su temetics, esten orientadss en la direccion de preserver el pasado o lo ya existente. Sin embargo, dividiremos en subapartados les distintas fecetas de la tradicion que tratan de ser selvadss per la autora deJando constancia de su carecter todavis vigente y del peligro en que se encuentran per dessparecer frente al ataque ineludible de les migraciones, la ciudad, la tecnica y la civilizacion. De la 161 misma manera procedieron en el siglo pasado los romentices europees en el afen de perpetuar lenguas, cultures, tradicienes en peligro de ser olvidades.14 El arraigo de los antepasados. Exists come costumbre——vigente son en los pueblos, e incluso mayor si sstos pueblos se hallan alerdos de les vies del progreso—-convertir en tema de pletica constants 1e reconstruccion del erbol genealogico familiar, desde el fundader de la familia haste la generacion mes reciente. Se citan nombres ds los protagonistes con sus rsspsctivos apellidos, cassmientos, progenie respective, quienes fueron sstos a su vez, si sllos tuvieron descendsncie, si vivsn, si emigreron, por cuél accion o accionss sebreeelieron. Este conocimiento se constituye en un precedimiento rslativamsnts fecil de ubicer el lugar que ls corresponds sl queto come psrtsneciente a una familia y, a traves de los lazos que elle establecs con lee otres families, su lugar en una sociedad. El individuo sabre bien sntonces que no este solo y conocere los nexos, snleces y raices que pueden proporcionerls une satisfaccion espiritual: "No crea que me acuerdo de muche, pero lo que se me lo contaba mi abuelita, siendo yo todavis muy chico: el primer ds la Vera que vino aqui fue mi abuelito Julien con toda su familia, precedents de Saltillo, Coahuile: vino con el padre Flores: e1 estabe casado con une hermana del padre Flores llamade Rosalia; e1 padre se lo traJo para ace cuando vino e administrar este temple de Opodepe: elle deJo tierras ds agriculture, tierras grandee, segon dicen, no se por que se vendria a aventurer con tents familia. Les nombres de los hiJos de mi abuelo, de la primers mqur, fueron Francisco, al que nosotros ls deciames tie Pancho, y fue el padre 162 de done Loreto, medre de los Suerez..." (71, # XVI) (comilles en el original) Es digno ds hacer conster aqui que este conocimiento del que se jacten nusstros mayeres, no ha sido sprendido de ningon libro. Se he recibido, al contrario, per tradicion oral e por los propios recuerdos, y exists sobre el un esmero per ensefiarlo a los hijos para que a su vez lo transmitan a sus propios hijos. La vida repida, fris e impersonal de la ciudad he hecho desapsrscer casi per complete este tredicion. El exilio de la eded feliz. Se ha afirmedo que la infancia es la steps mes feliz que recuerde el ser humane. A ella se vuslvs una y otra vez en mementos de frustracion e de satisfaccion. Segon Freud, este stapa—-en la que es formsn la mayor cantidad de fobias y complejos——constituye un memento en el que el registro msmoristico registra todos los estimulos con un nivel altisimo de profundided, siendo aumsntados por el grade en que afecten la tisrna sensibilidad del nifio o su imaginacion siempre abiertes.15 No es casual, por lo tanto, que el sscritor tome come recurso acudir a see fuente pristine de meteria novelabls. Sin embargo, 1a matizacion que tsndriemos que hacer aqui seria e1 considerar, come lo hemes hecho para el recuerdo en general, que el ansia de recuperar la vivencis infantil, sus Jusgos, costumbres, pasatiempes, temores, se dirigs a deJar constancia desesperada de valorss y precticas que van desapsreciendo, hecho este con la finelidad de persistir y srreigarse per lo menoe a un pasado eunqus es 163 sabe perdido e irrecupsrable. Al igual que La sierra yyglpvignto de Gerardo Corneje, La creciente es en gran medida un registre obJetivo, es decir, casi carente de ficcion literaria. Lo propiemente literarie se circunscribs a1 ordsnsmisnto de les dsclarecionee o confesienes de los perseneJes reales que vivsn o vivieron en Opodepe. Siendo este asi, debemos de considerar que el obJetivo del registre del mundo infantil con sus respectivas costumbres que van desapsreciendo, constituye un intento consciente por deJar constancia ds 1a perdida del arraigo en este sociedad en vias de trensicion. En muches cases e1 merito de la autora consistire en los efectos ssteticos y de concientizacion que ella logre despertsr en el lector. Entonces lo literarie quedere circunscrito a la configuracion de les dielegos o monologos con un orden determinado, y apoyado por las muy sscases intromisionss del narrador de tercera persona. Dichae intromisionss ds la tercera persons tienen s1 obJetivo de proporcioner a la obra artistica ls consistencia requerids, en cuente a que elle es s1 hilo que enleza les diferentes manifestaciones cenfesionales. Asi tensmos a uns mujer adulte de Opodepe que rememora y enumera los pasatiempes y jusgos infantiles que han dejade de ser practicsdos en su mayorie: para los varones la pruebe del valor, consistente en introducirse de noche en la visJa iglesis abandonada, rscoger alguna prsnda del interior, un restro de cera per eJemplo, y regresar para ostsntarlo ants sl grupo ds compansros. Un JUBSO propiemente de nifles era el de hacer acrobaciss sobrs 164 un tambo al que es hacia rodar con los pies, llevendole hacia etres o para adelante. Otros Jusgos comunss y compartidos per ambes sexes, eran el selto de la cuerds, e1 agua—te del matarilerilsron, o los conjuntos coreles en los que es entonaban canciones tipicas: 'Cencion mixtscs' (Que leJos estoy del cielo donde he nacide...), 'La feria de las flores’, 'Romance borinqueno’ (Alegre el jibsrito vs loco de contento para la ciudad, ey! para la ciudad). Aparte de los cases mencionados, para recrear el mundo infantil se suelen incrustar algunes dielegos que cumplen 13 funcion propiemente ambientadore de la mentalidad infantil. Mencionemos el que hace referencia e1 nine que censideraba une accion muy valerosa ir de noche a1 bafio sin compania (118, # LVII): e1 nifio que miente a1 preguntersele ei habia comido carne en su cesa un viernes de cuaresma (123, # LXIX), o la nine que responds si cuando en realided quiere decir no (107, # LI). Todos sstos ermplos equivalen a escsnas repidss que logran con acierto despertsr e incitar los recuerdos y la mentalidad ds cualquier adulto que se sabe evocado en cases reproducidos en los que el misme ss idsntifica. El sunde indigena come sustrato sin remanente. Aun cuando en la region de Opodepe, ya no hay una P°b18C1On indigena, el narrador reflexiens sobre la presencia de los indies en sss especio, y como estos eventualmente ss asimilaron a la culture espenola. Como Jueto tribute a la civilizacion de see pueblo, Armida de la Vera decide recrear 165 les altimas manifestaciones de eee sustrato, 1as cueles solian errcitarse todavis durants los tiempos de que la narradore tisns memoria. En este novela no hay indies perque ya no les hey. Les hubo, unoe berbaroe y sanguinarios—-1os apaches—-, otros pecificos——los eudebes. El pueblo indie de los Opatas o Eudebes no fue conquistado por la accion violenta de parte de los espefloles. En cambio, se integro repidamente a la nuevs civilizacion espafiole hebiendo manifestado con elle, segon algunes, come los Jesuitas, une considerable inteligencie prectice: Cuentan que sllos no dieren dolorss de cabeza a les misioneros ni a sus acompafiantes: mafiosamente deJaron que la curtiduria de pieles, la fabricscion del Jebon y la albeflileria entraran a former parte de sus conocimientos... . Ya los indies de la Pimeria Alta eran definidos por los misioneros como el meJor tipo de indigena americano. (65, # 9) Les Opatas, segon la version historica mencionade, pronto dieren musstras de querer asimilerss e la civilizacion espenela. Asi que a la vuelta de poco tiempo se integraron a los conquistedores formando un fuerte y numeroso contingente msstizo. El mundo indigena, sin embargo, no desapsrecio del todo, puss quedaron sus costumbres, la mayorie de les cueles se encarno en un sincretismo general, rasgo y prectice comon de les costumbres de todos los pueblos indigenes que todavis sobrsviven. Per otro lado, incurriendo casi en la vision romantics de 'el buen salvsJe’, los Opatas fueron considerados por parts de blancos y mestizes come poseedores de virtudss y valorss admirablss y dignos de encomio: E1 "egudsbe" ”agricultor, sedentario, pacifice y 166 msdio civilizado... (66, # XI) ”Vuelvo a asegurar a Vuestra Reverencia, coram Domino, que estamos en unas dilatadisimas y madurisimes misses de muy dociles y efables almas, que a muy poca y poquisima costa de eu MaJestad, se pueden former muy copiosas cristiandades come hays operarioe idoneos que ayuden". (69, # XIII) Varies son les costumbres mencionedas, per lo que citare solamsnts tres per via de eJemplo. Existia la costumbre de leventer un camulo de piedrss en el lugar donds los indies habian dado muerte a algon crietiano. Ante este comulo todo viandante debia cooperar sfiadiendo otre piedra mes. Sin embargo, es muy probable que este costumbre no pertenezce al sustrato indigena puss el misme Jesuits Francisco Javier Alsgrs, citado varies veces per la autora, cements que dicho ritual estabe extendido per muches cultures europees: "los de a pie rscogian algfin tronco o piedra con que hacian crecer mes aquel comulo" (76, # XIX). Por otro lado, la costumbre del teguaro (o taguaro) se reducia a une compstencie dsportiva en la que solian participar tanto indies come blancos. Dicha costumbre, segon e1 filologo Alejandro Soberzo, consistia en emuler un ataque de los indies a la poblacion ds los blancos.16 El ataque era rsprssentade por un mono de trapo (e lo que propiemente se le denominabe taguaro), atado a un poste, el cual recibia les flechas ds los supuestos guerreros participantss en la competencia: Dicen que ahora no va a haber ”taguaro", que que 33 see ds hacer "teguero" cuando ya no hay ni siquiera un indie en todo el pueblo: ye estamos evolucionados pare endsr con sses celebreciones antiguas. Esss son cosas que ya ni entendemos ni nos gustan. Que e1 "folklor", que se vayan muy a 167 ls ... el "folklor", y que nos deJen en paz. Ya don Juan de Dios Msyve ss fue a Los Angeles, que era el que lo organizaba todos los shes: a el si ls encantaban todss sses cosas, y 81 e1 no viene no hay quien haga cebeza: y sobrs todo, come te digo, que chiste tiene eso de andar a las cerreree tiréndole flechas al mono ds trapo, come si fueremos indies y no gentes de razon. (129, # LXXXVIII) En este breve cuadro o entreda, citado en su totelided, se slcenzan s observer algunes puntos sxplicitos ye mencionados antes sobre la perdida del arraigo. Dicha perdida quede manifesteda de varies maneras, entre otres tensmos e1 poco apego a la tredicion, o bien par 31 desconecimisnto de ella, o perque la gente que promovia tales ceremonies Ya habia emigrado, e incluso, perque existia entre algunes un menosprecio hacia tales festeJos que no eran considerados dignos de gents civilizada. Les rezones para este menosprecio, prectice comon ds parte de gents engreida, son las mismas que en general se dirigen al pobre. El fundamento es tanto social come educative, pues a felts de une sducacion que velorare 1as costumbres de los aborigenes con un criterio antropologice abierto, era de esperaree que tanto psicologica come racialmente hebria de ser despreciada toda manifestacion cultural de los hebitantes autoctonos. Otre costumbre muy difundida, proveniente del sincretismo religioso--de 1e mezcle de creencias cristianes con les de los aborigenes--se refleJa en las precticas de Semana Santa. Aparte de los bailes alusivos que se suelen representsr, quize la marcha y penitencia de los ”feriseos" 17 888 la mos folklorica y de mayor interes. Un anonimo entrevistade responds a la pregunta que se le hace sobrs su 168 participaciOn en este tipo de ceremonies: Pues ss hace une rueds grands de azotadores con verse de membrillo en la mano y un tercio de veras pars ir rsmudendo e medida que vayan quebrendose, los farisees con mescsrss y vestidos de muJer y con unoe pititos de carrizo en la boca para que nedie los conozce "nien lable" van dando vueltas y vueltas per adsntro de la rueds y van recibiendo azotes de todos, haste que se acaban les varas de membrillo y sntonces se pone uno ds rodillas y pide perdon y entre e rszar a la iglesis. Y haste sntonces quede uno limpio de pscados. (126, #LXXXIV) El aumsnto d8 13 P0b18CiOn. 1a comunicecion de los pueblos por via de carretsras, radio, television, son factores del progreso que poco a poco van erosionendo s1 mode de ser de la gente que solia vivir aislada. Se van perdiendo asi les tradicienes, la culture autoctons, los Juegos infantiles y hasta el hable brusca y fuerte del sonorense orgulloso. La narradore de Ls_g£ggigpgg sisnte venir e1 amago de la civilizacion, por eso es que su obra es cenvierte en un llamade per ayuda pare preserver tantas reliquias, modes, costumbres, 1as que con un poco de atencion pueden salvarse del olvido irreversnte. El carecter franco del sonorense: signo de identidad Al hablar ds carecterizecion es necesarie entender aqui una descripciOn fisica y moral del habitants de este region. Con este descripcion no es intents configurar un pereoneJe especifico de la novela, tampoco se este epuntsndo hacia el protagonists. En dichs carecterizecion 13 autora tiene por obJetivo hablar de ella, puss con este msdio pretends dares cebida a 81 misma en un grupo, idsntificarse con este, no 169 marginalizarse. En terminos gsnerales, se intents centravenir todas las formas que presenta e1 desarraigo formando un molds del sonorense: retratsr costumbres, tradicienes, valores, sctitudes. Toda la novela intents decir, y lo logre, "asi soy yo, asi es mi familia, mis hermanos, mis padres, asi pensamos y asi actuames, yendo incluidos nusstros vicios y debilidades". El sonorense no se evergflenza de ser come es, pero eso seria otro punto: de lo que se trate es de que se reconozca y se sisnte orgulloso de serlo. Le autora confiesa, manifisste, predica, pero sobrs todo ese sctitud y labor revisten propiemente fines de declarar, sin afiadir ni quitar, sin satanizar ni santificer. Le autora parecs ester diciendo: "identifiquemonos con este mode se ssr, seames conscientes de lo que hemes side y sun somos, para sviter vernos errastrados por las modes extraanrizantes, antes de querer imiter modelos y costumbres exoticas de supueste rsconocimiento internecional, demones cuente de que nuestre culture vale tanto como la que mes, sin ssr ni superior ni inferior a les del extranJero ni a les del centre del pais". Le funcion que este cumpliendo Armida de la Vera en La creciente es la de organizer uns culture, preparando los materieles para su meditacion y su reflexion. A traves del refleJo de los elementoe mencionados (valores, sctitudes, cemportemientos) la novela cumple con uno de sus obJetivos: les diferentes clases sociales-—no unic3m3nt3 13 burguesia-—alcanzan a cobrar cenciencia de si mismas, a dares cuente de les relaciones contradicteries que luchen dentro de la sociedad. La novela ls permits a la sociedad concientizsr 170 un mode de ser, Jactarse de elle, y tambien criticarse a traves del rsconocimiento de errores o sctitudes negatives. A este respecto afirma R. M. Ruiz, siguiendo los postulados de Gramsci, que la cenciencia del intelectual hey es muy diferente a la situacion imperante en los afios cuarentas. La carencie ds identidad del intelectual en aquelle epoca se debia "a la falta de cenciencia critics per parte de los escritores de su funcion estretegice tanto en el orden social, politico e historico, come organizadores de una culture" (Ruiz 158). Les caracterizacionss esten dedas de manera directs por un narrador, e de manera indirecta cuando deben ssr inferidas de la pletica de los personaJes en su discurso de los dielegos o monologos. Consideremos por eJemplo e1 etractive de les noticias o la atencion a los viaJeroe: Chimoleros, novsleros siempre lo hen side. En el reducido mundo del pueblo es un acentecimisnte importants la llegada de algon viaJero de relieve y la opiniOn de los "fuerefios": asi queden nitidamente almacenades en la memoria popular pequenes detalles que en otres circunstancies paoarian inadvertidos. (111, # LIV) O consideremos este otro sJemplo en la pletica que tienen dos fuerenos, uno de ellos es el 'doctorcito' y el otro, eunqus tambien es de fuera, no es identificade: Pero eso si te recomiendo: no se te vaya a ocurrir decir nada en contra del pueblo perque si son buenas gentes y amigos de verdad, ss te voltean complstaments si se enteran de que los criticas... Pero per otre parts, dentro de su rusticidad, son capacss de quiterss s1 becado de la boca y dart31o con una ingenuidsd que conmuevs, y ...no se, empieze uno a quererlos y a tenerles 1e3tim3 33 verlos tan aguentadores, convencidos de que Sonora, con sets calor tan insoportabls y el frie de los cuarsnta mil que hace en invisrne, es lo mes grands 171 y lo meJor que tiene Mexico, y no comprenden come alguien puede pensar de otre manera. (110, # L) Un tercer sJemplo que quize es mes interesante dssds e1 punto de vista literarie por las imegenes utilizedes y lo figuredo del lenguaJe que domine en todo el perrsfo, consists en la descripcion de une costumbre externs y concrete para referirse e1 plano moral. En la parts anterior a la que se cite, se menciona 1a costumbre de no user candedos, pues no es necesarie mentener nada aleJado del conocimiento y cuidado ds los demes, ya se trate de cosas e de sentimientos. Todo se eirea y es secede a la luz: Nada este sncerrado: 1as puertes se abren y asi permanecsn die y noche: les palsbras no se guarden, selen rsbotando sin miramientos, librsmente: slgdn brots ds rssentimiento ss deshace cuando sale a la luz y estalla: asi sl interior quede limpio y dispuesto a la concordia. Los alimentos primerdiales no son de los que se fermentan a le sombre, en la oscuridad del encierro, todo este al sire y el sol, oreendose: la carne heche cecina, 1as sartas de chile roJo, los eJotes, les oreJones de frutae y de calabecites tiernas, todo recibiendo el sol, mustiendose a1 sire, achicslendese, para recuperar saber y aroma el rehidretaree. (113, # LVI) Como puede deducirse de lo anterior, el habitants del norte de Mexico—-no sole e1 sonorense-—se ufena de la franquezs con que suele trater les asuntos cotidienos y por la manera decididamente abierta con que pretends trater sus problemas ds conducts asi come emocionales. Esta prectice etica es antepuesta sobrs cualquier otra costumbre para individualizar s identificar a1 sonorense, principalmsnte cuando se le diferencie de los que no pertenscen a este region. El nombre ds Opodepe que corresponds tanto a1 municipio come a su capital, significa messta de palofierros y debsri3 172 per antonomeeia y por sinecdoqus (la parts que represents el tedo) ssr aplicado a todo el estado, puss por su significsdo metaforico——dadae les cuelidadss del erbol del palofierre, tan aguantedor de la sequia, de madera durisima y resistente——alude tambien a les carecteristicas de les hebitantes del desisrto. No es otre la intencion de la autora cuando lo describe: Se trate de un erbol legumineso de madera durisima, hecho para subsistir en un suele pobre, erbol 331 semidesierto, de la aridez y la sequie. De raices hondas, lefioeas, que penetren profundamente. Resistsn bien e1 frie y el calor. E1 nombre del pueblo derive de ese ’opo’ resistsnte. (66, # 10) De este cite basteria snfatizer algunes terminos--como lo duro de le madera y su habilidad pare vivir en un suele pobre, 1as raices necesariamente profundas del erbol para adherirse al suele en circunstancies desfavorables del clima-~y luego, sxtrepolarlas a1 carecter firms del sonorense que, a1 igual que dichos erbeles, necesita del enraizamiento a la geografia para vivir, fortelecido por su dursza y sstoicidad. La migrecion come oltiso recurso. Este aspecto del desarraigo tisns a su vez diferentes fecetas. Es bien conocida en nuestre msdio 1a prectice de gents generalmente de pocos recursos de ir a trabeJar a los Estados Unidos, ofrscisndo su fusrza en trebaJos normalsmente no calificedos: obrsros en fabricas, servicios domesticos, cultivadores o pizcedores en el campo. Sin ninguna proteccion ds lee leyss, sin hablar e1 idioms ingles, percibisndo salaries a veces inferiores a1 minimo, explotades 173 come seres humanos, eon despues de cierto tiempo deportados por las autoridades migretorias sstdounidenses. La prectice ds la migrecion suele ser comfin entre gente que, sin oficio ni estudios profesionales o tecnicos, emigre de su pueblo pars buscar una solucion a sus problemas de subsistencia. La accion de la extradicion, inhumane y cruel, eJercide en personas que incluso llegan a vivir suficisnte tiempo en los Estados Unidos come para que les fueran rsconocidos ciertes derechos, ee severamente reprobeda per todos los nacienales mexicanos, puss se sabe que la bflsquede de un trabaJo para subsistir, al menos la posibilidad de tensr acceso a una ocupacion, no constituye en si un ecto ilegal, menoe inmoral. Sin embargo, a principios ds les afios treinta ocurrio un acentecimisnte en la propie tierra, un fenomeno social con tintes muy claros de discriminacion racial. Tel accion eJecutada por las autoridades estatales, consistio en 13 expulsion de los chinos——de la gente de raza amarilla-en cisrte medida con el fin ds, entre otros, contrarrestar la expulsion masiva de mexicanos de Estados Unidoe per la aplicacion de la 1ey Box.18 Muy pocee fueron los que lograron salvarss de le extradicion. El gobierno estatal de ese tiempo es rssponseble de la expulsion de ese muy importants faccion cultural que quedo casi totelmsnte sxterminada. La expulsion, que en su mayor parts fue violenta y para beneficio ds unos cuentes que sustituysron a les chines en dichas actividades economicss, es rstrsteda en un pequsfie cuadro de la novela deecrito por un hablante que rememora su experiencia infantil: 174 -Pero que chino hiJo de la toetsds este, tienes que salir 0 ts metemos cuetro tires en los meros sssos, pare eso treemos ordenes de la autoridad! -M&tenme si quieren pero yo no me voy a la gran Chine, no salgo de este case eunqus me msten, heganme pedacitos y sntonces si me sacan de este case. Entonces era Joven y vigerose. todos lo conocimos aflos despues vieJito, msnudo y saltarin, y esperebemos, entre sorprendidos y temeresos, que por medio de elgdn misterioso conJuro chino hiciera asomar P0r 183 pequen33 y altes ventanas de su case, la cebeza del dragon legendario, echando fuego y humo per 1as feuces. (73, # XVII) Es muy importants hacer algunes consideracionss a este respecto. No abunden los estudios sobrs tel expulsion masiva y sobrs cueles fueron los motives de la propaganda anti-china que es desato antes de extraditarlos, a quienes beneficio directemente tel accion, cueles fueron 1as consecuencias en s1 enimo de los que lograron permanecer viviendo en este sociedad, cueles fueron sus aportaciones cultureles. Debemoe considerar que tel situacion, eunqus comprensible, no es de ninguna manera Justificable. Se comprende la ausencia del anelisis de este acentecimisnte en el ssntido de que abordar dichs problemetics ere tema tabo, tanto a nivel de politics estetal come economics, dados los intereses de les grandee fortunes involucredes en trater de echar una nube de humo sobre los atropellos cometidos. En La creciente los comentarios de la persona que hable corresponden a la idea estereotipada que es tisns de la raza amarilla, que a1 parecer no fue ni comprendida ni tampoco tuvo exito en 13 integraciOn con la culture autoctone. La emigracion a los Estades Unides. 175 La BM18TEC1on como rsspuesta individual para resolver los cenflictos econOmices en que se ve afectada afio tras afio 1e region——sea per la ssquia que meta tantos animales e per 1as crecientes que cada vez se lleva consigo considerables cantidades de los escasos terrenos cultivables--este presents con sus consecuentes enfrentamientos entre los miembros de une misma familia, enfrentamientos de modes de ser 0 contraponisndo costumbres muy arraigadas en la mentalidad del mexicano: -Si yo bien digo que deJar la tierra y mes irss solo, sin rienda para nada, sin obligaciones ds familia, se psrderse dietiro... . (78, # XXII) En este region del estado (Opodepe) 1as fuentes besicas de le economia son la agriculture, la ganederia y la mineria, en el grade de pequeflos explotadores o producteres. La gents este sntregede e la tierra come 'mater nutritie’, pero, considerando le merma que en los tree factores strcsn los fenomenes naturales y despues de trater de encontrar otres alternatives, Tone, un pereoneJe de La creciente, se ve compslido a marcherse a cualquier otro lugar donds puede encontrar un pedazo de tierra: A mi lo que mes me gustaria ee conseguir un pedacito de tierra elle per San Ignacio o Magdalena y poner una huerte: la fruta de, y edemes es muy bonito ssntarse baJo la sombre ds un erbol que uno he plentsdo, cuando epriste sl calor. (128, # LXXXVI) La vida de los emigredos en los Estados Unidos la describe Tone a1 pleticar con Asuncion. El refiere el caso ds un vieJito de Michoacen que nunca pude adaptarse a la vida de elle: despues de veinte afios no aprendio e hablar ingles: 176 resintio la perdide de los lazos familiarss cuando murio su muJer, puss solo e1 y une hiJe monJa 1a lloreren: "1s hiJe menor diJO que 88 senti3 muy deprimida en la case, as puso un vestido colorado y se selio a dar un passe con su novio” (128), los otros hiJoe de igual manera,"apenss enterraron a su medre corrieron para el cine perque estaban muy nerviosos" (128, # LXXXVI). La emigracion, considerada por los que se queden, no es vista con agrado y guarden recelo y suspicecie o tretan de eJercer algon tipo ds venganza en los que por cuelesquiera circunstancies se ven obligados a regrssar al pueblo de donds selieron. Como los hebitantes de este region ee ssben estoicos, aguantedores, supsredores de les peores circunstancies——ya se trate del horrendo calor 0 del insufrible frio--que alguien emigre es consideredo sntonces come carente de hombria e de carecter. En La creciente pressnciamos un dielego entre Salvador (emigrade a la ciudad) y don Chico, Ranchero que ha permanecido en el pueblo. El Oltimo le reclama el primero su capacidad perdide para soportar e1 calor, aduciendolo e 1e influencia maligna o suevizadora de carecter que ya se ha deJedo sentir en el emigredo. Don Chico pass luego a hablar del doctor que, recien llegede al pueblo, se encuentra practicando eu labor social. Sobre el deecsrge don Chico los comentarios negatives, de gente que no se eJusta a las inclemencias del clima. Per supueste que tales comentarios ven dirigidos tambien contra Salvador, su interlocutor, quien termine dendose cuente, sin muche esfuerzo, de les puyas contra el 177 dirigidas: Hombres muy hombres se aclimetsn: a les demes los echa fuera el mal clime, la male comida, la felts de diversion, pero es meJor asi, perque eso de eeterlos oyendo queJarse todo el dia... . (108, #LI) Les que endan en bosqueda de exilio Les que llegan sen pocos. Este es comprende por el estado de abandono, ruins y trensicion en que se encuentra fl Opodepe. Debemoe considerar que algunes de los que llegan lo Imus-1‘s: 8 s1 . hacen pare permanecer temporalmsnte en el pueblo: otros dsfinitivaments visnen buscendo otre alternative ds vida. Por la pletica que sostiens e1 'doctorcite' con alguien que parecs ser un colega, 0 al menos alguien que este o estuvo en las mismes condicienes que el, nos enteramos de los Juicios —-acertedos, srredos, estsreotipados--qus se tiene de los sonorenses y mes concretemente del sonorense que vive en los pueblos pequsfios, sleJado ds les vies de comunicecion o simplemsnts retirado de la sociedad. Ya tuvimos lugar para deserroller este tema en el punto donds ofrecimos una carecterizecion del sonorense, sin embargo, a nuestre parecer, ls autora plasma muy pelidamente e1 sentimiento de recheze y encono con que se trate a los fuerefios, mexime si son provenientes del sur de la repoblica. En la novela, los fuerenos son aceptedos eun cuando haya diferenciae etnicas, cultureles e inluso religiosas siempre y cuando coinciden en la prectice esmereda per e1 trabaJo. Dicho tratamiento parecs mes literarie y ficcional que veroeimil. Desde un punto de vista existenciel y humane desde el cual parecisre haber una paradoJa subyacente, se ofrsce en 1a 178 novela un aspecto del desarraigo que da 1a imprssion 33 trastrocar la fundementacion teorica sobre la necesidad del arraigo, aceptade per nosotros come ten naturalmente humans. A este situacion me refiero como la sventura ds la vida. A diferencie de lo que hemes sstipulado come necesidad espiritual de arraigo, 1e necesidad de pertenscer a un estrato, a un grupo, de ser miembro de un circulo social e idsntificarse como un integrante en cede una de les diferentes opciones, nos vemos shore enfrentedoe a otro tipo de necesidad a1 que no se hace referencia en los autoree de los que hecemos msncion en la introduccion teorica, come Michael Ugarte, Henry Levin, Seidel, excsptuando Weil, quien la llama necesidad de riesgo. Tel impulse consists en une fusrza, en un instinto ten humane como el del arraigo pero respecto del cual se opens contradictoriaments. Apunta en direccion opueste en ciento ochente grades respecto ds su complementario, actusndo come fusrza centrifuge, y del que no viene a ser sine la otre cars, el snves. Denominamos aventura de la vide a sea demands de novedad, a1 afen 33 recorrer mundo, de salir deJendo familia, emietedes, posesiones, todo. Se suele ubicer este sctitud en la Juventud, eunqus puede per divsrsas circunstancies aparecer en cualquier otre etepe de la vida de una persona. Para trater de resolver en perte la contradiccion epsrente del exilio en su carecter de sufrimiento por un lado y el de sxpectativa sspsranzedora que es ofrsce ente la vida humane, consideraremos 1as siguientss aportaciones. Michael Seidel considers que por su neturelsze doble, uno de los 179 rasgos que caracteriza e1 exilio narrative es su imagen alegorica en cuanto hace referencia a otra vez (elle 'etra', 80'18 'VOZ')- 31“ embargo, segon e1 misme, otro rasgo que particulaizaria mes a1 exilio seria tratarlo come 'alibi' , vocablo letino que significa 'otro lugar' (Seidel 13—16). Desde la perspective geogrefice todos los exilios corresponderian a tales, y la migrecion de dentro hacia J afuere o vicsverss no eerie sine un sngustioso sentimiento de satisfacsr la necesidad de idsntificacion con otro lugar alli iE‘—~_"““" donde se crea que coincide con nusstrae espiraciones. Llegemos sntonces a la conclueiOn que el exilio manifisste simulteneamente tanto e1 aspecto negative del desarraigo come tambien el positive cuando se hace per inicietiva personal de satisfacsr a un llamade interno ds emigrar, de smprender 1e eventure ds la vida y que solo pedemes encontrar en otro lugar. El exilio en su carecter ambiguo y contradictorio, es equivalents en terminos deconstrucionistae e lo que Derrida denomina 'pharmakon’, es decir 1a pocima que suministrads por el medico ('farmekeus)’ asi come puede salvar la vida del pacients, puede eJercer el efecto contrario proporcionendole la muerte.19 En La creciente el caso mes patents de ’eventura de la vide' lo sncontrsmos en les historias--ya mencienedas antes-~ de les vidas de sus tres hiJos que cuente uns anciana en su d011d8 soledsd. Mas que la supueste ingretitud de sus hiJoe, a los que escasamente muestra deseos por comprendsr en la inquietud que 108 llevo e salir a aventurar, a ella ls duels su soledsd y el no haber tenide une hiJe muJer, puss elle 180 hebria--dics la anciane-—gsrantizado una compafiia y hebria side antidote contra eu veJez solitaria. Les vidas de los trss hiJoe (marinero, secsrdote, minero) trescienden la anecdote comon para ser considerados cases de la aventura de la vida. Apenas tuvieron la eded suficisnte para valerse per 81 mismos, cada uno emigro, selio ds su case. Abendonar el pueblo no es gerantia de exito, perque la aventura, siendo de signo incierto, puede desembocar en meJoria o deterioro de la -11 situacion anterior. Segon les palsbras de la medre, ninguno we‘— I de los tree hiJos fue consciente de las accionss encaminadas a ebsndonar e1 recinto familiar. Les hiJos asumieren 1a aceptacion del cambio, del devenir, come acontecimientos normales, sin derse cuente del vacie que deJaban en sus progenitores, del sufrimiento intense en quienes resignadamsnte y con una bendicion en la mane lee derron pertir. En contraposicion a les tres hiJoe desertores, come cases de inversion tensmos a los padres. Ambos encarnen 1a categoria del exiliado interior, de los que permsnecen aferredos a un lugar y a una tierra. Les palsbras de la medre al inicio de su narrecion son: Aqui naci, aqui he vivido y aqui me han de snterrer, see no tiene vuelta de hoJa. Para ese tenge cerquita e1 cementerio, para ir haciendome a la idea de que aqui este mi lugar definitive. (79, # 23) Contrariamente a lo que esperariamos en nusstrae sxpectatives, a veces son los hiJoe los que sienten sl llamade e quedarse y son los padres los que los instan a emigrar o e buscar una meJor posicion economics en otro lugar. E1 caso del hiJo de don Francisco es de este tenor. 181 El hiJo lucha arduamente contra el padre para que este 1e permits quedarss en el rancho, fortalscsrlo y hacerlo prosperar. El padre hostige literalmente al hiJo para que salga del pueblo en busce de una sducacion universitaria y obtenge un titulo del cual sentirse orgulloso. Finalmente e1 hiJo logra imponer su punto de vista. Les siguientss dos cases son de mayor compleJidad y ficcionalizacion novelistice y, por lo tanto, presentan uns mayor extension en su tratamiento. El primer caso es el de e Tone y Asuncion, pareJa sin hiJoe, quienes viviendo con algunes limiteciones en la case paterna, se ven constrefiidos a considerar la posibilidad de la migrecion. Les interrogantes para Tofio son a donds, per cuente tiempo y si sole 0 acompafiado. El remedio ’factotum' que se ofrsce come rsspuesta a casi cualquier conflicte de indele economics es la migrecion a los Estados Unides. Disusdide por su conyuge y su suegro, scepta buscar una alternative que lo mantenge cerca de su familia. Tel oportunidad ls encuentra en la mano de obra requerida en una nueva mine que este per abrirse. Aunque despues se cierrs ls mine-~1a que habia side para muches la altime esperanza ds no deJar e1 terrene de sus families Y BUS GDtBP888d08--T0flo decide, en una situacion ya desespersda, permanecer en el pais, sin import3r 31 1ugar, siempre y cuando haya un pedazo ds tierra para vivir en e1 y de 61. El caso de Asuncion y Tofie, aunado a1 del hiJo de don Francisco, son cases positives, sspsranzedores, optimistas. Son cases que vsndrian e concretizar el citado mensaJe Propagandistico-—mencionedo antes—~que hace 1a autora 182 explicito al final de su novela, con la intencion de leventer 81 enimo, la fe y la esperanza en un future bonencible. El mensaJe concluye que su permenencia puede llegar a ser mes productive que un exilio epuredo, una huida irresponsable, o una desercion de los valorss establecidos en la tredicion. Estrictamente heblando el altimo case 33 migrecion 33 31 finico que ofrsce una secusncia tanto temporal come especial, que incluso presenta meritos literariee origineles por el uso de algunes recursos come son las indefiniciones, las .7 _L_.—_T""1 is“ I ambiguedadss y la mezcle de planes narratives. En la large secusncia de une historia presentada casi siempre por terceroe (en dielegos), a veces monologos interiores, y escasamente por un narrador de tercera persons, as reproduce 1a fraceseda historia de amor de la Tofla con un fuerefio, y el recheze que ella sJerce sobrs don Roberto, e1 pretendiente del pueblo. Ante e1 fracaso amoroso, ella decide ebsndonar el pueblo, en cambio don Roberto se dsrrumbe moralmsnts consolendose en el alcohol y las muJeree poblicss. La migreciOn de la Tofia es captureda per la autora para snfatizer un fuerte lirismo: e1 nomero de imegsnes literarias tienen una gradecion sensible en tres entrades sucesivas. Contrariamente a lo que se esperaria, vistas 133 premisas 331 ‘planteamiento, nadie parecs dolsrse del vacie deJede por el abandono de la Tone, excspcion hecha de don Roberto. Desde la perspective del exito 0 del fracaso, solo tsndriemos perdedores. Les protagonistas——Asuncion y Tofio, por un lado, y la Tofia y don Roberto, per otro-—deciden seguir caminos impredeciblss, come lo es efectivamente e1 183 cemportemiento humane. No hay nada prefigurado que nos indique de antemano que tipo de remedio buscsren sllos para satisfacsr sus dolsncies morales o economicas. Pero 33333 una perspective mes abarcadora o abstracts, la huida de la Tone 0 el enaJenamiente en el alcohol de don Roberto tienen una misma estructura de fondo: ambas se basan en un exilio motivedo per circunstancies aJenas a sus predilecciones, ambes se autoexcluyen o marginan de una celectividad come si __.___'._._. quisieran con elle sxpiar e1 peso de sus erroree. En ambes ru'p cases, e1 filtro que hen buscedo come fuente curative a sus sufrimientos coincide en el patron del exilio que sefiala e1 interior 0 s1 exterior de sus identidades. 184 NOTAS Vsr principalmsnte de J. Hillie Miller, "Narrative", Criticgl Terms for Literar Studies, Eds. Frank Lentricchia y Thomas McLaughlin (Chicago: The U of Chicago P, 1990) 66—79. 2 Rosa Maria Ruiz, "Rslacion entre literatura y sociedad. Un estudio de caso: La creciente de Armida de la Vera". Culture y literatura (Hermosillo: El Colegio de Sonora, 1989) 208: "La novela, tecnicamente, podrie calificerse como una i. novela ds testimonio autobigrefico puesto que se contextualiza con un grade considerable de correspondsncia historico social con un periodo que le toco vivir a la autora: de 1930 a 1940 aproximedemsnte". 3 Tzveten Todorov y Oswald Ducrot, Dicciongrio enciclopedico de les ciencias del lengueje (Mexico: Siglo XXI editores, 1986) 372. 4 Luis Alberto Benchez, Procsgo y contgnido de la novela hispanoamericana (Madrid: Gredos, 1953) 207: he sefialade lo dificil que es confiarnos a1 material rsconocido come autobiografias puesto que come dice Rodrigo Octavio casi siempre constituyen "memories de los otros". Luego dice que el verdadero ’yo’ del narrador en muches cases no aparece en la superficie y hay que restrearlo en las capes subyacentes. Tambien James Olney Autobiography: Essays Theoretical and Critical (Princeton, NJ.: Princeton UP, 1980) ha logrado reunir en BU antologia diferentes e interesantes snseyos sobrs este tipo ds literature. Uno de los mes interesantes DO? 18 Critics cuestionante que hace sobre los propios 185 postulados de la eutebiografia es el de Michael Sprinkler, "The Fictions of the Self", 331-342. 5 E. Staiger, Grundbggriffg, citado por Wolfang Kaiser en Interpretacion y anelisis de la obra literaria (Madrid: Gredos, 1976) 439. 6 Ver Wolfeng Kaiser, Interpretacion y anelisis de la obra literaria (Madrid: Gredos, 1976) 435-445. 7 :7 Luis Gonzalez, Nueva invitgcion a la micro—historia ; T‘f’h. 1- (Mexico: SEP/ochenta y Fondo de Cultura Economics, 1982) 31— 46. Fernando Ainsa, Idsntidad inestsbls en América Latina (Madrid: Gredos, 1979) 23. 9 Armida de la Vera, La creciente (Hermosillo, Son: Publicaciones del Gobierno del Estedo, 1979) 97. Todas las cites de este estudio siguen este edicion. 10 Vsr H. P. Grics, "Logic and conversation", Syntax and Semantics: Volume 3 Speech Acts Eds. Peter Cole y Jerry L. Morgan (Muevs York: Academic Press, 1975) 41—58: 0 tambien Mary Louise Pratt, "The Ideology of Speech Act Theory", Centrum 1.1 (1981): 5-18. 11 Semos conscientes de la problematic3 que suscita 13 concrecion del narrador como ente distinte del autor, par elle vsr Wolfang Kaiser 460-68. Sin embargo, en estas obras con un alto de referencialidad (en el ssntido de reflsJe ds la sociedad) partimos del supueste, eunqus sea en grade tentative, de que autor y narrador eon idsntificables come uno solo, y por lo tanto rsconocsmos su carecter autobiogrefice. 186 12 Ver Michael Seidel, Exile and Narrative Imagination (New Haven: Yale UP, 1986) 1-16. En cuanto a la concepcion del presents come exilio del pasado, Seidel, citando a su vez a Walter BenJamin, dice que "Proust... desires must of all to return to the image he creates while living in a present that merely exiles him further from what he desires" (5). 13 Poems tituledo "East lensing" que aparece come ePlgrafe a la obra Otros mundog:9trogy_fuegosI fantasia y realismo megicgygn Iberoamerica, XVI Congreso del Institute Internacional de Literature Iberoamericana (East Lansing: Michigan State University, Latin American Studies Center, 1975) 23. 14 Stephen Ullman, Sementicg: Introduccion a la ciencia del significado (Madrid: Aguilar, 1972) 17. 15 Mucho se ha innovado deeds que Sigmund Freud puso 1as bases para la interpretecion fe la mentalidad infantil. Hemos consultado de Herbert Zimiles ”Cognitive-Affective Interaction: A Concept that Exceeds the Researcher’s Grasp", Cognitive and Affectivs Growth, Eds. Edna K. Shapiro y Evelyn Weber, (New Jersey: Lawrence Erlbaum Associates, Publishers, 1981) 47—63. 16 AleJandro Soberzo, Vocabulario sonorense (Mexico: Editorial PorrOa, 1966) 224. 17 Se conoce con sl nombre de 'fariseos' a los indies que vestidos d9 muJer Y con mascara, llevan a cabo marches por el pueblo para representsr e1 sacrificio del cemino al calvario de Jesus con la cruz a cuestss. El sebado Santo se realize 1a ceremonie de 18 expiacion de los pecadoe, que es la que es 187 describe en La creciente. 18 Historie Contem orenea de Soner§331929—1984 (Hermosillo, Son.: El Colegio de Sonora, 1988) 255: "La campan3 entichine de 1931-32, seco a relucir e1 fuerte contenido racial del nacienalismo de les clases medias, en compstencie con los pequenos comerciantes chines de los centres urbanos. Mientras los gobiernos callistas no pudieren enfrentar el poderio de los monopolies norteamericanos (en la mineria, ganederia. colonizacion de tsrrsnos Y sxpertacion de los productos agricoles) sus metas de reformas sociales Justificaben la extorsion y 13 persecucion de los chines que con todo y controlar e1 pequeno comercio de la sntidad no se comperaban en importancia con los cepiteles norteamericanos". 19 Ver Jacques Derrida, Qigggmlpggipp, trad. introducciOn y notes ds Barbara Johnson, (Chicago: The U of Chicago P, 1981). Para el estudio que Derrida presenta sobre la neturelsze ambivalente y contradictoria del 'pharmekon’ puede verse eepecialmsnte la primera parts ”Plato's Pharmacy", 65— 119. 188 CAPITULO V: EL EXILIO Y EL ENCUENTRO DE SI MISMO EN DE OgACULOS QISPAREfi DE SERGIO VALEMZUELA E1 tema del exilio en 2; oréculog disperse (1975) de Sergio Valenzuela Calderon se explore tanto en contenido como en forms, con muche mayor compleJidad que en les otres novelas estudiadae. El obJetivo que perseguimoe en el '1 anelisis de este novela consists en demostrar que el hilo narrative que da consistencia a la problemetics en ella 2.!“ ----e. plenteeda es el desarraigo personal-—producido en el nivel mes evidentemente reconocible en el exilio geogrefico-— descubisrto primero en si misme come autor y despues trensmitido O 3Ft1C018d0 Plésticamente en la vida de los protagonistes. Junto a la tome de cenciencia escritural-—el maneJo que el artiste hace reflexivemente de sus instrumentos de trsbaJo--el autor busce afenosemente la confirmacion de una identidad en el msdio en que ha vivido. Esta problemetics come veremos mes tsrde verie considerable y cualitativamente de la manera come ha sido abordada por Gerardo CorneJo y Armida de la Vera en L§_gigggg_y_31_yigpgp y La creciente respectivemente. Se he rsconocido con frecuencia, en la large tradicion cultural occidental, que la categoria 331 exilio 33 aplica per antenomesia y como arqustipo el exilio Judie. A este conocida vision as sums en la presents novela e1 exilio espanol, producto de la guerra civil de 1936—39. Le lines argumental no paseria sin embargo de ser fecilmente bosqueJable. Sarah Rostisrs, Judia varsoviana, y Carlos 189 Pablos, catdlico catelan, se enamoran en Rome durante la Segunde Guerra Mundial y deciden emigrar Juntos a Mexico. En este pais, Carlos tiene un re—encuentro con su padre Carlos I, emigrado politico catalan. Le actividad periodistica, comun al padre y el hiJo, los constrifie a vivir con muches privaciones. Por este razon Carlos ecepta de une pariente politics suya, una invitacion para trasladarse e Pitic (Hermosillo, Sonora), en el noroeste de Mexico, capital del desisrto y del celor. Carlos y Sara procrean a Diana, quien se incline también por seguir la formeciOn periodistice de sus ancestros. Aun perteneciendo a la clase media, Diana tiene la oportunidad de frecuentar e introducirse en los circulos burgueses pitiquenos para lo cual se vale de las leJanas relaciones familieres de sus padres con Cleodomira Pablos, tambien de les puertes semiabiertas que suelen aprovechar los periodistas para inmiscuirse en cualquier grupo y, por fin, pero mas importante, les relaciones sexuales que entabla con Flora, hiJe de Cleodomira. Imbuida en un ambiente de degradecién moral y corrupciOn social, Diana procure redimirse escribiendo una novela en la cuel retrate e la elta sociedad, indicando edemas los factores politicos, religiosas e histéricos de la que es producto dicha sociedad. Puesto que esta novela se circunscribe historice y literalmente dentro de 18 epoca del ’boom’ hispanoamericeno, comparte con esa nueve novela una serie de carecteristicas tipicas y diferenciadoras: reletivizacion del narrador a traves de varios puntos de viste, linealidad histbrice 190 quebrade, carencia de seguimientes logices de causa— efecto, intromision del plano onirice y el subconsciente, e1 elemento referencial—-dentro de la ficcion-—con importentes identificaciones de personejes, lugares y acontecimientos, y per fin e1 elemento de la eutereferencialidad. Antes de abordar 1a temetics del desarraigo es importante expliciter y deJar claro el aspecto de la autoreferencialided, elemento ludico en la novela e intermezcledo constantemente con el hilo histOrice nerretivo. Recordemos que Diane es la protagonists de Qg oréculgg dis ares, quien escribe, a su vez, otre novela en la que su amante Flora y ella se constituyen en los protagonistes. ”Ubicate, Judie: Flora Escalona del Rio es el pereoneJe central, el eJe redondo" (30). Formalmente 1as dos novelas no son distinguibles, ni en estile, ni en protagonistes. ni en planes narratives. Tampoco creeriemes que per perte del autor hebria 1a finelidad de separarles, pues el objetive parece ser tetalmente centrario, mezcler ficcien y realided y confundir. Enumereremes a continuacién varies puntos de la novela que constituyen 1as diversas manifestaciones que presenta la categoria del desarraigo humane, el cual, come ya hemes indicade anteriormente, busce satisfecer su necesidad de afirmerse de variades maneras e idsntificarse temporal, especial y socielmsnte. Une de los factores de mayor peso que recenecemos nosotros en el proceso de anelisis de la novela, es la memoria y la nostalgia, per la finelidad que se tiene de intercelar, dentro de un desarrollo argumental de este tipo de novela del exilio, la tecnica cinematogrAfica 191 conocida come ’flesh beck’. Este recurso revolvente que no se circunscribs a les reminiscencias experiencieles del protagonists, es fercuentemente retomado por el narrador de una manera despeciosa y mezclsndo aseciaciones libres de un pasado ye inmediate, ya remote. Hemos formuledo come hipotesis en el anelisis de las novelas anteriores que el recuerde constituye un recurso del autor-narrador per afirmarse, per identificsrse con un ente o pereoneJe de la novela. Cerresponde a éste——ente de ficcion en cuente pertenece internamente a la novels, pero tambien histérico—- volver sobre la piste y existencia de sus personsjes para buscar su propie eute-recenocimiento, sin importer ni la eded ni el sexo de sus creatures. En la primers historia, la que aparece en relieve, les feces iniciales o fuentes de la historia son Sarah y Carlos. Unidos por un amor que burle todas las barreres y leyes, rscurren una y otre vez el pasado pare censtruirse, pare conecerse, en virtud de la historia que se cuentsn e elles mismos. Antes ds conecerse y enemorarse en Rome, se vieron come represententes tipicos de les sufrideres europees, victimes del desampero, de les cenflictos helices, de le persecuciOn, de la emigrecién y de la soledsd. Le primers reminiscencie come pereje ye constituide, viene dsde per les recuerdos comunss compsrtidos, un misme sufrimiento, un misme llento, une misme hambre: Y lloreban juntos intercambiando 1e sel de sus legrimas. Peseaban moribundes per la melgastada Rome [...] Se encontraren con une primavera estsfade, llovia. (37) 192 Le rsmsmoracion de estos hechos va acompafiando la descripciOn de uns ciudad pobre, que padece les sufrimientos de la guerra, les prActicas injustas e inhumanes: Les seldados descansaban de la pesadilla envueltos en sus impermeables verdes: aqui el temple de les vestales, nifies de once afies ofreciendo sexo per media lire [...] el coliseo convertido en uns monumental letrina de postal... . (38) El pasado es uno de los factores que provee de consistencia a una persons, a un pereoneJe, a un creador, pero este auto-afirmecién si no es consciente, vivida y reflejada en la memoria de los personaJes, pasarian estos a ser simples ectantes sin trescendencie, per la falta de recenocimiento e de oportunidad para observerse e si mismos. La siguients cite as refiere primero a la cenciencia de soledsd de Sarah, al contemplerse y saberse acempefiada Onicsmente per su propie historia. Luego 1a cite manifisste 1e cenciencia de Carlos que, a manera de narrador de segunda persona, le hace reconocerse en el inicie de su amor y su cempasion. Una desconecide errastraba slgo, e ella misma: te estabas ensmorando catalén, eras feliz con su desgracie y con el privilegio ds protegerla, sucumbiste a su pasado. (38) El pasado, piedra angular y de fundamento, se erige como la base para el encuentro del cataIAn consigo misme. La melancolia y la nostalgia ecompsfian a la reconstruccion de este pasado come elementoe naturelss que dan consistencia y 9380 8 18 bosqueda de la reconstruccién de si misme. Dede 1s repeticiOn del pasado, su recursividad, la insistsncia de Carlos en aferrarse a1 retorno, pedemes sfirmar que no as 193 trate de une figure casual e accidental, sine que a cenciencia e1 autor este usando este recurso pare logrer el encuentre con la identidad. Penseste en Csstelldefels con nostalgia, 1as gaviotes sobre los belendros [...] Su melencolie te obsesiono y te lave con un sentimiento extrafio [...] Sin prejuicios ecepteron el sentimiento que renacia entre escombros, como una semilla olvidsda que no pierde la fertilidad. (39) Les protagonistes. Sarah y Carlos, surgen de les ruinas y escombros de dos civilizaciones que hen sido arrasades: la i de los judios, innumerables veces y la del catalen, si no He igualmente intense, si petétice y dolorose perque el resultedo conduce a la misma situacion. Sin embargo, come 10 evise el titulo, Qggogéculgg dis ares, e1 sine de cede uno conduce a une disparidad que ha pasado sele momenteneamente per la fertilidad de la semilla en los escombros y cuye resultedo conducira a un producto de esterilidsd polémice: e1 lesbianismo de su hiJe. La compulsiOn por el retorno que hemes apenas mencionado ss particularize tambien en la bfisqueda de nuestros entepssados. Asi, e1 rendir homenaJe a nusstros ancestros es otre manera de permanecer, perque una sociedad que olvida sus entepssados es una sociedad vacilsnte, sin historia, condenede a sucumbir, a incurrir en los mismos errores. Aferrarse a los entepssados, a nuestros parientes muertes, constituye una Practice de arraigo. Represents un ansia per saberse parte de una sociedad, de une tredicion, per saberse participantss de la centinuidsd de nusstros valores, costumbres y creencias: 194 En mi ciudad natal a orillas del sbismo que sepere el mar de la montafie, hay un mente dende enterreben e tus: llereste per sses entepssados y te enemeraste per pieded per necesidad per sentirte hombre y finalmente per no haber nunca rezede en MontJuich. (41) Carlos y Sarah emigren de Europa portande consigo mismos selo sus recuerdos y sus dos religiones antagOnicas. Sarah, al igual que en hiJe Diana, seguira fiel a su religion Judie negandela. Rechaza la ceremonia del mstrimonio caeéndose fuera de la tradicion religiosa pero este constantemente recordendo 1as precticas, costumbres y rites de su religiOn: 1a menorah, e1 Yom Kippur, 1e mezuza. Se mantuvo fiel a su religion negéndole y siguib 1as ensefienzas de Moisés con paradoJas nercotizsntes, y cuido de su destino come brfiJula desquiciade y de su pasado come Artemisa de su belleze. (151) Nuestrs pereJa evanza hacia una posibilidad future que se ebre en America a1 dirigirse a un lugar 1eJane, generose en ofertas de paz, de felicidad, ds tresto, de Justicie y de olvido. "Cusndo llegaremos a Mexico? Alli estabe el olvido" (47). Llegsn sin embargo a une tierra que no los satisfece, a un pueblo que no comprenden, y peer sun, se encuentran ParadOJicamente con el pasado, con el padre de Carlos, emigrado de tiempo antes en Mexico. El feliz encuentre natural del reciente arribo se terns subrepticiamente sombrio tanto para el padre come para el hiJo. Ls razon reside en que, el volver a encontrarse, se habian enfrentado a un estimulo reciproco que svivabe en ellos les reminiscencias de un pasado que querien olvidar y sepulter en aquelle Europe e la que solamsnts 1e habian 195 deJede sus muertos. Ahora en mex1co 3e reconstruye 1a diaspora, el desgerramiento familiar, la seperecion dolorosa ds sus miembros y sobrs todo los recuerdos que defleban pero que a la vez hacian vivir: Nuris la hiJe o la hermana que no fue, los parientes asesinados, e1 colegio abandonado y truncade 1a aspireciOn de ser periodiste. Carlos y Sarah hebrAn de volver a Mexico despues de vivir un tiempo large en Pitic, debido a la muerte del padre de Carlos. Otre vez volveran a ensefiorearse del desarrollo de la historia los recuerdos, la nostalgie-- "vicio espenol " (45)——y 13 melancolie que preludiaron la muerte. Frustrade, impotente, solo y sin comprender su vida, Carlos I (Carlos padre) se dedico a recorder y blesfemsr para llenar e1 vacie del desarraigo. Carlos I cubierto de arruges seperedes per la rigidez de la calvicie, encontro la muerte misntres meditabe en elle. Sucedie esperadamente, en forms msgnAnima, ya que el vieJo tuvo la oportunidad de blesfemsr agenicamente dos dies, los suficisntes para que el exiliado entregera los republicenos suefies del consume [...] Se fue el vacie de le incognita: leel a sus idesles, sincere de cerazon. Se fue masticando descabelledos proyectos inspiredos en quimeras de ultima here. (113) Asi y alli murio Carlos padre, visitedo per sus hiJos en la tumba, a quienes deJaba shore la oportunidad pare meditar en los retornos, pare recorder una y otra vez en el pasado recurrente e ineludible. Muche tiempo antes en el largo, cansado y peligroso periplo realizsdo per Sarah y Carlos hiJo, habia exclamado este ultimo: "Quiza lo que buscsmes es Iteca” (42), y quize tambien la tierra de promisiOn, Judie e no, hebria de ester como les utopies en el no-lugar. La 196 tercera posibilidad, sl tercer quize, residiria en el retorno al recuerdo, e 1e infancia, aquel memento ’ucrOnice' de nuestre infancia en el que as ea feliz porque no lo tensmos. Este nuevo rsgrseo lo hace Sarah. Elle ere la que ponia ants sus oJos 1as imsgenes perdidas. Volvists Sarah a recorder tu vida come sonémbula en pene y tu Juventud se torno intoceble, sstoica, esquelética y fregrents, respirando sobre la superficie del presents. Del recuerdas? (114) Con mireda perdide, filosOficamente confuse, imposibilitade de compaflia, Sarah atiende desespersdamente les visiones de su pasado para explicerse y constituirse come pereoneJe en sl yo—aqui-ahora. Precisamente este cenciencia de soledsd personal que incluso llega a tener tintes ontolegicos constituye une de las mas desesperentes formas del desarraigo. Les dioses ts acschan querisndo sniquilsr tu pensamiente, donds tresgos, con cuchillos de obsidisna, pretendian decapitar tus visiones, fentesmas de indies embriagedos, sperecidos en plene die. Desenfundsste s1 enigma a la intempsrie y les fusrzes choceron produciendo un requiebro Sismico de tsrnurs que ts ayudo a eceptar el pasado de les amarillentas heJes del calenderio. (143) Afirme Octavio Psz en El laberinto de la soledsd, que la soledsd es natural s innate e1 ssr humane: solo se rompe un instants por el amor, en la cenJuncien fortuita y pasajera de dos seres que se buscan para hacer vividsra la existencia.1 En la novels de Valenzuela Celdern, Sarah y Diana, su hiJe, son personaJes cuye vida se terns desdichade por su eguds cenciencia. Ambes llegan a derse cuente ds su estado ds soledsd, de la felts de un lugar donds reposar y apoyar los pies del desarraigo. La necesidad ds afirmerss es resuelta 197 TI "A- an“ n . POP Sarah a traves de una hiJe e la que nunca posse, salvo come infants. "Se nos fue hace muche tiempo, Carlos" (128), " Con el premio nos quedamos sin ella (Diana), James la hemes tenide"... . (43) Diana en cambio, eunqus es igualmente perspicez y consciente de la insetisfaccien que le producia su vida, sus vacias relaciones con Flore, la incomprension familiar, su soledsd natural ("inventsndo amigos que nunca tuviste" (124), as sferre a la creaciOn ds una novels. En ess novela ella perpetre dos actos BimbOlicos y expietorios: primero s1 asesineto de Flora y despues su propie suicidie. También Diana, cemo su medre, alcanza meditsndo un grade de sbstracciOn que la hace desembocar en la engustia ontolOgics del desarraigo, una vez que ha perdido la fe y la confisnza en todos los valorss. El absurdo de la contundencie ts revelo la meg herrorosa y conflictiva clave del pasado, rsspuesta volcada y ecspteds por otros hussos de herencia recargede. Te BEflalo 1e pernicioss fe del desarraigo y la finelidad ds repstidos sacrificios rumbo a1 tradicienel sbismo: Dies y el homicidio. (146) Desde un punto de viste simbOlico results muy significativo que Diana sea lesbians, es decir, que sostenga unes relaciones amorosas estériles que no producen progenie. La hiJe de Sara y Carlos es como el agobiants desisrto, el cual, dades sus cuelidadss intrinsecss, impide casi toda 868t8€16n. "Es increible pero cuando llsgo a les lstres fateles, le plume rstrocede: una prohibicion implacable ms cierrs el peso. Mi virginidsd es ds tierra" (107). En este mismo nivel as de una idsntificaciOn Diana—desisrto. Le 198 frustracion y la impotencis derivedes de dichs esterilidad consciente empqun a Diana s ester buscendo uns y otra vez ls fiesta del Yom Kippur. Diana he de rsunir un misme concepte viste dssds dos perspectives diferentes, les de les dos rsligionss Judie y cristiane, En la primera el Yom Kippur o fiesta de la expiacion——concspto que aparece constantemente a lo largo de la novels construido como ’leit motiv'——prevoca e1 origen ds ls victims propiciatoria. En la segunda, Diane se idsntifica con el cerdero, con Jesucristo Juzgedo inJustamente e inmolado en el Cslvarie; ella tambien ssre la Victims inmoleds por los pitiqusfios. Finslments reconoce su destino y lo scepta para salvar a la ciudad llena ds culpas, hundids en el fango ds ls perdicien: Les sanedrites querian tu cabsze, colgada de un madero: Jesus cae de le cruz s invents la hostia, con los senos el sire libre, con el sexo el viento, para que los demenios salieran de tu cuerpo y smprendieran ls fuga e otros pentenos, a otres cloacss, montados en sus velocss escobas veladeras. El pueblo no te deJaria pertir, no conseguirias escapar, Judie; 1s rsprsselia te slcsnzere sstés donds sstés, sun refugiade en los escombros de Quneitra, pues la ciudad habia viste su imagen refleJada en el argumento de la novela dssdoblada... . (153) Les burgueses pitiquenos, al verse reflerdos e identificades en la novela, per lo tanto heridos y ofendidos, eJercen e1 podsr omnimedo para encleustrer les espirsciones periodisticas y artisticss de aquelle aprendiz intruse e iconoclaste. Ls sociedad pitiquena, representada por el Circulo de los Sesentas ls habia otorgedo un premio per le alts calidsd de su creacion artistica. Sin embargo, el presidents de ese misma sociedad, J. J. Editor, tambien Be 199 habia encargede ds prostituirls y rebaJarla lo mes ebyectamsnte posible. L8 razon del cemportemiento de J. J. Editor reside en que él finicsmente reducia su papel s ssr el brazo eJecuter de una class social que se imponia sin concesiones a los que trataban de irrumpir en un 'stetus quo’ insmovibls, a los que intentsban criticar los defectos de esa sociedad y, muche mas grave, a los que es atrsvian a castisarla. aunque fuera Bimbélicamente, con la destruccion total. En consecuencia, a Diana 1e quedabs selo el cemino de 13 em18F8C1On a Europe, a Paris, con lo cual hebria ds cerrarse el largo periplo iniciado per sus padres. Al final de la novela, antes de que se sJecute el 'tour de force’ y que la novels as dssdoble VOlCéndOBe sobrs si misma, ocurre 1s destruccion total: la ciudad ss desintsgra, los persenaJes mueren y la misma autora (Diana) en un proceso de rsconocimiento s idsntificacion se acepta a 31 misme. Log hebitantes ds la ciudad. sl seminario, ls catedral de Pitic, y "el campestre con sus mequetes morades y archives ds putillas profesionales, ss fueron s pique de un tir6n llevsndoss ls putrefeccion de sus socios, de los hombres— titeres que adoraben e1 oro del becerro" (161). Les persenaJes de la novele--que come espirel tambien aparecen cenvertidos en persenaJes ds ls novels que Diana escribe, en la que ella tambien es personsJe—— mueren. Aunque rsconocsmos Que mas que morir son esssinados por su creadora, convirtiendose en victimas ofrecides en la festivided de la expiaciOn. De tres persenaJes importentes (Julio Escslone, Flore y Cleodomira), aparecen notes necrolegicas explicitae; 200 de los demes se nos dice simplemsnts que mueren: ls parsJe de Ornslla y Luke, los padres de Diane, J. J., Junior, dona Rosita 18 del bisogne, el reverendo chemiguel Herrera, etc. Dentro de este fatal destruccion, msrscs especial reflexion la muerte de Flora, per coincidir en ciertes linees especificas con les de la ceremonia ritual expiatoris: una Victims propiciatoris, (Flora) y el sacsrdote eJecutor ds la ofrende (Diana). Es muy interesante observer cemo ambas, en tiempos diferentes, asumen los rasgos caracterizadores de Jesucristo en el calvario. En el primer caso Diane, en sus suefios, ssesina a Flora: "Pero el Nazarene estabe anémico, casi tisico, fue fecil aJusticiarlo: ls Nena (Flora) necesitaria remachss galvanizados..." (154). Ya hemes mencionado antes cemo Diana se sisnte identificade con la figure de victims, al ssr perseguida por los ssnedritas pitiqueflos. Pero 1s identificacién con el hiJo de Dios vs Vés elle. Per un lado, come eJecutors de un homicidio elle se cenvierte en la sscerdotiza que realize e1 ritual de la victims prepicietoris. Pere per otre lado, al reconocerse come la autora ds su propie novels, as reconoce come Dies, que puede mater a todos sin reconvsnciones de tipo moral, come lo dice Jean Rostand: "El que mate a uno es un asssino, el que mate a muches, un conquistador, el que mate a todos, Dies".2 Le finelidad que se psrsigue con este genocidio, con todss estas muertes de Victimss inmoledas, incluyendo el suicidie de le autora de los crimenes, consists en expiar les culpas ds ls ramere Bebilenia-Pitic, lever los pscados. 201 funder otre ciudad, volver fertil el desisrto tan necesitade de victimes y ds agua: Les muJeres y los hombres ds Pitic, que sen duermen en la pesadilla de tu genocidie, deJaran de ser venganzes inntiles pars convertirse en semillas de vida.... (111) El srmsgsden en Pitic ofrsce la solucion a varies problemas que se hen gestado a lo largo de la novela, que han slcsnzado luego un punto critico y que inexorablemente llevan al desencadenamiente ds rssultados. Hemos viste ya la situaciOn final para la ciudad, incluidas las construccionss que la representen simbolica y sinecdoquicamsnte, su gents, es decir sus protagonistes. Hemos presenciado desde fuera e1 significado simbOlico del genocidie, pero felts shore per vsr otro aspecto ds 1s polifecética protagonists. Diana musre dos veces. La primers muerte corresponds a la que los pitiquefios eJercen sobrs ella, per ssr la victims inmolads, eunqus en realided 1e venganza de los pitiquefios se circunscribs a la extradiciOn, el exilio obligatorio, a la expulsiOn, a la ex-comunion. Le segunda muerte ocurre en suefios y se produce per suicidie: Entonces ts atsste uns piedra a la cinture y ts arroJasts desde el puente a les egues negres, sumirme, sumirnos, a les turbies egues del Sena: Paco, llévsms contigooo! Era tu, nuestre lesbianismo, el que dessparecia, la ultima pesadilla. (168) Para que sl suicidie ocurrisra era necesarie que se presenters 18 BtBPS Critics de la integraciOn-desintegracibn del yo. Se trsta de una steps final en la que Diene-—la protagonists y sscritora—-en su doble carecter scepte reconocerse e 31 misma beJo la doble psrsonalidsd que ha 202 llevede. Ella scepta reconocerse en su doble carecter de autora y creature desde el punto de viste artistice. Por fin scepta tambien idsntificarse con el hombre que nunca fue, Paco, su alter ego, y scepta tambien la idsntificacion del ye, e1 tn, y el nosotros como una sols persona. Cuando e1 sansdrin en plene ts maldiJo con scento siciliano supiste que estabas rsmificads que de nada servirie llorar o reir, pues divsrsas Dienes tenien su propie autonomie y muches otres Judias seltsban de tiempo en tiempo, universalmente, integrscion verdedera de tu obra que inicie la desintsgrscien del yo, del tu, ds Pitic. (164—5) En este memento se concentran y llegan a tener cebida y explicaciOn les diferentes perspectives o puntos ds vista utilizedes desde un principio y en epsrente secusncia caétice. El punto de vista narrative que predomina en la novels es el de la segunda persona pero no son sscases 1as apariciones del narrador de tercera persona omnisciente y las dsclarecionee confesieneles en primers persona. Entonces, ss deduce que la confusion y caos evidente en las varies secusncias narratives obsdecen a la lucha que experiencis y sisnte Diana. Es una lucha constants per afirmerss come ente, per idsntificarse consigo misme en une remodeleciOn paulatina del yo—mismo, ls cual ocurre sl final de la novela. Este desarrollo problemetico es el que corresponds a uns necesidad que hemes afirmedo come hipOtesis de nuestre trebaJo: la necesidad del ssr humane per saberse psrtsneciente a una sociedad histories, a una class social, a un grupo intelectual, a un Area geogrefice. Ne aparece en la narrative sonorense este tema come problems per resolver, mas e1 heche de que este ocurre come constants de la novela 203 sonorense de les setsntas apunta a la confirmaciOn de la tssis ds ceme ls narrative del exilio obsdsce a la necesidad de satisfacsr e1 arraigo sn todss sus fecetas, de les cueles la peregrinacion o treslado geogrefice es s1 mes evidente e importante perque desemboca en el plantesmiento de otres fecetas mas compleJas de desarraigo. Otras maneras en que la narrative sonorense del exilio hace patents el enimo de arraigar son el de la referencia a un cierto contexto en particular, el testimonio eutebiografico y s1 discurso de carecter moral. Consideremos primero la referencia. Por referencia se entiends e1 grade en que la obra ds creaciOn refleJa una sociedad histerica particular. sus problemas POlitice-socisles, la descripcion del paissJe, clima, costumbres entre otros. Parecsria que encontrar les referencias consistiria en un Jusge sencille cuyo obJetivo residiria en encontrar s1 apareemiento entre una persona, un lugar, un acentecimisnte registredos en la novela y otro similar en el mundo externo pero de suficisnte parecido para Justificar dicho precedimiento. Pare s1 anelisis literarie centrado en la novela reelista o su dsrivacien naturalists, ssteblecer correspondencias entre ficcion y realided apunta a una prectice rslativamsnts sencilla y mecanice sun cuando el eutor pretends, escudandose en la ironie, estorbsr el rsconocimiento de los elementoe utilizados en la novela. Asi sucede per sJemplo en Dona Perfects de Benito Pérsz Geldos con el rsconocimiento de la ciudad de OrbaJesa.3 El obJetivo de estorbar supuestemsnte la idsntificacion de les 204 correspondsncias, pero dando el mismo tiempo suficisntes cleves que permitsn sncontrsrlss, es propie de algunes manifestaciones artisticas spoysdas en el maneJo ds la ironis, entre otros factores. Tel procedimiento-—el de aperentar esconder-—podsmos encontrarlo en la setirs, 1a comedia, s1 libelo. Q§,oréculos dis ares, como indicames antes, reune ciertes carecteristicas propias de la novela del ’boom’ hispanoamericano4, otres de le ’nevsle nueva' y por fin une que vemos a snfatizer en este apartedo sobre la referencia. También aclsremos que este obra quede sncuedrads dsfinitivaments come de ficcion, a diferencie de La sierra y g; viento y Lgficrgciente cuyo aspecto rsfersnciel srs sumemente evidente; per lo tanto, en el caso de Q; orépulgg disperse cobra mayor importancia probar los Juegos de correspondencias ficciOn y realided. Iniciemos nuestre exposiciOn considerando los siguientss elementoe: neturelsze (el desisrto), la ciudad, los indigenas, la historia y los persenaJes. Al rsferirnos a la neturelsze la consideremos descripciOn de este y especificemente del desisrto. Les carecteristicas netureles que sirven para identificar e1 desisrto no son exclusives de este especio sonorense. Debsmos aclarar que s1 desisrto no corresponds a todo el estado, el que aqui 13 vision personal del autor trate de representsr a traves de une sinecdoqus, pues en el Estedo de Sonora se presentan todas las temperatures y todos los climas. Pero la razon para que se trate al desisrto come generalizedor de toda el area del estado en 18 novels, no Solo es estilitica sino que también 205 lo es geogrefice. 'La coordsnsde de la civilizaciOn’ este marcede per la lines de la csrrstsra federal numsro 15, la cual enleza a los principales centres de poblaciOn de norts a sur.5 Ellos ss heyan efectivamente en las areas planes de los valles, con temperatures muy altes y calurosas. No hay en la novela—-el sstilo expresionista no lo permits—— descripciOn del paiseJe natural, ni alusiones a la varieda flora de la Sierra Nadre y sus stss temperatures. Ne u aparecen descripciones cataliticas de la neturelsze que detengen el desarrollo de la acciOn. No se menciona une viste de uns pueste de sol per eJemplo. No hay mencién tampoco de la flora e 1e fauna a pssar de no falter oportunidades para haberlo hecho. No hay une razon clara para estas eusencies. Nesotros 1as circunscribiriamoa al especial carecter paredico y de desmitificscién de la belleze ssignede e la neturelsze desertico. El sstilo personal, 1e inclusiOn de este obra en la nuevs novela, el carecter de farsa y parodia, son todos sllos factores que particularizen este novela y que explican, en parts al menos, la utilizacibn de recursos como la sxsgerecién, ls burls, s1 humor negro, e1 Jusgo de palsbras, e1 iconoclasticisme y un radical ’spater ls bourgeois’. Asi tensmos que que pars describir el desisrto, por eJemplo. Junto con todss les incomodidedes de embisntecién fisics se mencionan les sists plsges biblicss epersonedas en Pitic. Barre triangular sdheride a certezes rsquitices, tierra caliza, esteril, snémics [...] Heroics aquelle estirpe de desconecidos que acabo con los 206 fantasmas: sengre renas mosquitos tAbenes mortandad de ganedo postulas psdriscos langestas tinieblas y muerte ds primogénitos, lss mismes plagss biblices que soporto el ombligo del desisrto muches afios antes de tu llegada, Judie. (61) El siguients punto en la bosqusda de correspondencias que queremos ssteblecer 1e corresponds a la ciudad. Se presents el caso de que la ciudad de la referencia y el ds la novela, aunque suponsmos que apuntan a un misme referents no pessen el mismo nombre. Tendremes que tensr cuidado sntonces, en el enimo de aparssr suficisntemsnte les dos sntidades, para euxiliernos con s1 apeyo ds otros puntos geograficos, accidentes nstursles, construccionss y otros. En la novela el nombre de la capital del Estedo se llama Hermosillo, en la novela Pitic. En la novela el nombre de la ciudad viene dado a través de una simple inversion o trastrocsmiento de términos. En el date hist6rico el nombre de la ciudad era haste 1882 el de Ville de Pitic, sl cual fue cambiado por el de Hermosillo, pars honrsr a un oscure general por su participacion en algunes hechos de armas. En 1882 la entigue Ville Hermosillo cambio su nombre por el de Pitic para honrsr al teniente coronel Leandro Pitic, auténtico insurgente que con su eJercito dsfendio a los primeros celonizsdorss del desisrto... . (103) La idsntificacion nominal es clara pero no es suficisnte para ssteblecer la plene correspondsncia. Podemos tambien utilizar pars su rsconocimiento 1s descripciOn sosz, ofensivs Y VDlSBP de 18 lirica popular: Cerros bichis y pelones cequies llenes de cageda una punta de cebrones y un caler de la chingada: Pitic. (30) 207 H8? algunes areas que pertenscen a otros lugares o ciudades, pero que aparecen siendo predicados de Pitic. En Pitic se conJugan algunes nombres que pertenscen e Ciuded 0breg6n, segunda ciudad en importancia y que compite comercielmente con la primera. El edificio del Club de los Sssentas es denominado Club Campestrs. Este nombre ls corresponds en realided a su hemOnimo sn funciones de Ciuded 1 -- ObregOn. También a la lagune del Neineri de Ciuded Obrsgon se le ubica en Pitic ("psntano artificial o lagune del 2'5““? ' .1 NAinari, como la llamaban los indies, fue el primer oasis artificial" (136). Intentemos en este caso deJar sentedo que la ciudad exists, tanto come ente en la novela como en la realided. Su existencia es diferente a la ds otres ciudades tetalmente ficticies cemo Comele en Pedro Perame (1955) ds Juan Rulfo o Macondo en Cien aflos ds soledsd (1967) de Garcia marquez. Tembién es diferente el caso presents de aquelles ciudades en que la mezcle de elementos o 'collage' de carecteristicas sumedes de entre varies ciudades capitsles hispanoamericanas constituye uns sums ficcional y per le tanto imposible de ser ubicede individuslmsnte, pongemos per eJemple la ciudad de El recurso del métedo (1974) ds AlsJo Carpentisr. El obJetivo retérico en este ultimo case es el de volver ubicua 1a referencia y por lo tanto hacer velide para varies lugarss ds Hispanoamérica sl argumento deserrolledo en esa ficticia ciudad particular. Como diJimos anteriormente, no es este sl caso presents. Pitic este individualizada por nombre, per ubicecion geogrefica——locslizads en medio del desisrte—-y 208 adsmés por une seris ds signos que van a personificsr la ciudad en sus practices sociales y peliticss. Dentro de estos varies signos hay algunes que son naturales pero cuye funcion es la de servir ds fonde y sefialer los linderos geegréficos. Dentro de sstos filtimos sncontrsmos: Pitic crecio tanto en tan poco tiempo que los primeros escupitsJos que recibio e1 desisrto no se evaporsron, sino que se convirtieron en monumentos nstursles: un csrro en forme de campsna, la cueve donds sante Martha diJo si, la berriada de Issla r Vega, e1 miadsre de los filibusteros de Caborca y i la Cohetera. (63) € I La carecterizeciOn social se logra a través de signos; algunes ss rsfieren a les clases sociales populsres come los barrios referidos pero que, come no vuelven a ser mencionados, no cumplsn uns funciOn dentro del desarrollo argumental. Otros signos, represententes de la class en el podsr, constituirAn e1 tslbn de fondo y el msdio ambiente donds se desarrollsrAn accionss de algunes persenaJes, tales son: e1 ssminario——centro de formacion de los futures sacsrdotes-—, y el Club Campestrs. centre donds convergen los represententes del gobierno, 1s iglesis, sl eJercito, y la burguesia: El club Campestrs. Jorobado por uns gran tsrrszs con previsiones metererolOgicas, era el simbolo de la exageracion, e1 frauds humane de un impresienants Circulo de sntrepéfegos borrachos de irrealidad... . (143) En este centre as donde se refine la elta sociedad ("la elta brasa")o ObJBtO de la acérrims critics del autor. De ella se exponen los vicios mas abyectos, la hipocrssia principalmsnte en la supueste defense ds los valorss de la culture occidental: s1 orden social, la santidsd, ls 209 Jerarquia, 1a competencie y s1 Justo lucro. Per eJemple, s1 presidents honorerio del club de los sesenta (equivalents per referencia a cualquier grupo ds fines filantropicoa come el Club de Leones, el Rotary Club International) poses un archive de fichas que contisnen informscion exclusive para socios del club Campestrs sobrs les prostitutes mas sslectas y cares. Muchas de ellas son hiJas de "busns familia", de la misma sociedad que ssiste a las reuniones del club Campestrs. El seminario, per otre parts, es la concretizacién de les aspiraciones del srzobispo por construir un lugar con todo aquello que sctuslizare el alto luJo que se puede permitir ls alts sociedad: Asi se construyo el edificio que derrochsba une sobriedad mal disimuleda, pues aunque todo se habia cemprado con limosnas y donativos mes o menos populares, los cortinsJes de terciopslo frances de la capilla recordaban postures de Marie Antoniste y sus caniches. (70) En el campsstre hemes viste a monssfior Valenzuela solicitando ayuda pare su seminario: Alli se recibien informsciones socioeconomices de la bence necional s internecional, y los Jueves primeros ds cede mes, cuando los visitabs monsenor Valenzuela, dicutien acaloradamente les obras de Pitic, entre maquetas de moralidad dudosa, donds la zone ds la mendicided estabe pintada ds roJo, con pioJos y sarns; y de azul los puntos Algidos donde se habian cometido les filtimos estrupres, violeciones, asssinetos y otros desegredebles asuntos. Un poco mas de champan, monsefior?: y es que hacen felts tantas cosas, hiJitos: e1 seminario necesita sire econdicionsdo para la conversién del Elma. e e 0 (108-9) Es importants considerar aqui este tipo de discurso. Michael Ugarts menciona come caracteristice de la narrative del exilio e1 ds centrarse en un tipo de discurso moral 210 defensive.6 Sin embargo, este discurso moral es agresivo, de dsnuncia, y son mes en este novela, ceustico, corrosive, denigrante. Los burgueses, la class acomodeds ("la alts brags"), es desvsstids y presentsda, arrogAndese dsrschos que, siendo class social historica, no les corresponden per neturelsze.7 Les represententes de esa sociedad corrupts son herederos de 108 mos abyectos escsndientes que poblaron Pitic y el desisrto. Les primeros pobladores, los espafiolss, se vieron desde el siglo pasado y principios de este invadidos por otros emigrantes provenientes ds Itelia, China, Yugoslavia. Muchos de estos dsmostraron muche mayor empuJe s iniciativa que los mes antigues, y todos sllos, despues del mestisze de sengre, se vieron respeldedos per los oportunistas de la RevoluciOn Hexicana: Mes de cuetro families empedernidas, ds pioneros pasaron a conquistadorss, de conquistadores a lstifundistas y... alli se qusdaron. Eran los hombres que habian vendido los idsalss revolucionerios pare conseguir une firms federal, una concesiOn, un fever ssllado y lecrado por el podsr. (142) No es otro s1 obJetivo de Valenzuela Csldern a1 incorporsr, en el argumento de le novels una historia sobre una pereJe legsndaris formsds por el yugoslevo Luke y la libenssa Ornslla, fundadores de Pitic. Lo que es pertinente a este respecto es considerar cueles son los antecedentss historicos de ambes: procedencia inc6gnita, actividades ruines s ilegales, familia. Cleodomira Pablos del Rio habia contraido matrimonio con Julio Escalons precissmente por el apellido sin saber que era descendiente directo de aquelle psreJa fundadore. 5110 en Oltima instancie, no la hebria 211 importado, pero lo que si ls importaba ere el sfan de peseer a las personae como a las cosas y edemas poder lucir e1 apellido "Tan bonito que se ve en 1as teretas de presentacion". (140) La lsyenda o cuesi—leysnds de Luke y Ornslla, per ester presentede con todos los rasgos dssmitificadores, no apunta a una parer historica particular y por lo tanto aperentemente no quederia sncuedrads dentro de lo que hemes mencionado come factores referenciales. Cabs sntonces hacer la aclaraciOn ds que en este caso e1 apareemiento de elementoe de ficcion con los de realided no puede establecsrss en una correspondsncia de une a uno, pero no por eso deJa de tensr velidez nuestre plantesmiento. Dentro de lo que hemes llamade discurso moral egresivo, este cuasi—lsyends viene a constituirse come factor que trate de descsrgar de todo podsr a les supuestss figures historicas, o a les honorables autoridades constituidas, a les classs sociales. En la Onics supueste virtud en que es pueden basar les classs sociales elevadas es en la posesion del dinero que ha sido adquirido en la meyoria de los cases a través de negocios sucios, oportunismos, alisnzas, traicionss, politicas egresivas, etc. En pocss palsbras y sintesis este tratamiento es desmitificader. Se desmitifica a les honorables families mediante sl recurso de hacer caber en el par de figures miticas a quienes msdraren con la Practice de les agresienes y negocios sucies rsferides. Asi pues el origen de les fortunes provisne del hecho de hebsrss sabido aprovechar per sJemplo ds la expulsiOn de los chinos. de la exclusion ds les indies de les vegas de los 212 rios, de haber cuadriculado e1 desisrto y haberlo invedido con elambrades o haber treicienedo los fines de la Msvelucién Mexicans. Con les mazorcas llegaron otros cultivos, les alambradas y los titulos de propiedad, papsles que cuadricularon e1 desisrto que cedia come quinceanera. (63-4) Aparte de los chines, los indigenas (de la misma manera que en los Estados Unidos) fueron paulatina y sscalonademsnte expulsados per la fusrza ds les sscases tierras fertiles, Alf—MET ‘1 i supuestemsnte no pertenencisntes e nadie, y relegedos cada vez mes a pequsfies erees que el menes assgureran su supervivencie. Les indies quuis, les onicos mencionados por nombre propie en la novela, son presentados come un elemento completemsnte artificial, olvidsdos del mite y la lsyenda, desposeidos de tierras y de orgullo. Ne comperecsn en la historia de Pitic ni en el actual estado de cosas, como un factor importants. No son vslidados ni siquiera como un elemento folk16rico. En resumen, esten totelmsnte dessrraigades cuando hen perdido su lengua y su culture: Les pecos indies que quedabsn cuando Pitic sparecio en el maps trazedo per cartOgrafos de Vslladolid, vivian de los desperdicios que deJaban les carebenas de papel higiénico. Deshonrsndo a su lsyenda y burlandose de los historiadores psgsdes por el estado, los Yaquis ds Sonora simbelizaben la destruccion de una raza y el fracssedo esfuerzo ds ls agonis. (136-7) La siguients presentaciOn de los quuis, indies sonorenses per antenomesia, refuerza la ides anterior del desarraigo. Maria Yecupicio estabe en el delirie ds su sengre, cuando se quede sole en s1 océano de arena. La tribu estabe tan diezmada per la epidemia que muche 213 tiempo despues, cuando surgio peso sobrs peso el nuevo seminario con carillon irlandés, los Yaquis habian perdido su autenticidad y para no morirss de hambre se alquilaban e la max factor pare snunciar cremas blanqueedorss. (80) Consideremos necesarie detenernos un memento en estas aprsciscionss sobre la manera en que son presentados los indigenas, ya que consideremos que no hay base para reslizar tambien con sllos otre dsconstruccion. Tsmpoco e1 decir este estamos svelando la ingenue posicion romantics indienista del m buen salvaJe. Antes ds abordar la gsneralidad sin L distincienes tensmos que diferencier dos puntos. El primero corresponds a1 estereotipo del tratamiento que el indigena recibio y la manera, en la mayorie ds los cases, pasivs y sin alisntes en que respondie para contraponer sus propios valorss cultureles a quienes aparte de gusrresrlo lo dsspeseian paulatinamente de su suele y ds su todo. Les indies Yaquis aparecen representando en la novela precisamsnte esa sctitud que cerrsspondsrie e la que asumieren las otres cinco tribus indigenas que pueblsn el estado (Serie, GusriJios, Mayos, Pepagos y Pimss). Incluides les Yaquis en esta primers presentacion observamos en el tratamiento novelistice un dislocamiento que conllsva a una presentacion totelmsnte imprecise e inJusta y a un falseemiento de referencislidad-—no hay correspondsncia entre referencia y ficciOn—-afin y considerando los rasgos sstilistices y rst6ricos de la obra. De aqui as sigue 1e segunda distinciOn necesaria. Les Yaquis fueron y son un pueblo orgulloso, independiente y guerrero, s1 pueblo mas dificil de dominer s incorporar e la civilizacion, primero 214 del blanco espaflol y despues del mestizo gobernants. Todavia en plene 81810 XX tuvieron 8“ Oltima insurreccion, sofocads P0r 81 eJercito pero gracias a la cual se les tuvo que reconocsr e1 derecho que tenian los indigenas a reclamer 1as tierras fertiles en las inmsdiaciones del rio Yaqui, en el sur del estado. Per lo tanto los rasgos dsformedores de burle, parodia y sétira, no los tocen. Continuando con el eJercicie de apareemientos refsrsncisles abordaremos shore los acontecimientos histOricos para ver como la novela rastrea la historia de Sonora. Ya hemes mencionado antes indirectemsnte algunes aspectos histOricos en este apartedo de referencia. En realided sstos son muy pocos y aparecen colocados muy esperadicamente en el relato novelistice. En lo que concierns a la historia del siglo pasado, 1a mayor parte de los hechos que ss podrian restrear per apareemiento ficcién- realided, sen presentados come fenOmenos sociales en conjunto, sin particularizar. Aparecsn mencionados por eJemplo les constentes migraciones ds chines, belgas, italianos, yugoslevos y el trsbaJe lento pero seguro ds come as fue gsnando tierra laborable a1 desisrto. solo un hecho del siglo XIX se presenta con exactitud, el que, por otre parts, no pass de tensr un valor mas anecdotico que historico. Este es refisre al cambio de nombre que sufrio la ciudad de un dis para otro y sin haber mediedo la opinion de sus hebitantes. Acontecimientos importentes del siglo XX apenas aparecen aludidos mediante un Juicio breve y taJants. Per sJemplo, de 215 la Revolucion Mexicans se dice a1 referirse a los campssinos: "Ahora corren ls pusrta principal docsnas de manos de FBVOIUCiOn frustreda..." (13). Has adelante ss menciona un Juicio spursde y negligente de la Revolucion gin intentar profundizar en ella come movimiento armedo ni come movimiento reivindicador popular. Luke per defender la tierra ds sus padres, e1 embelse de sus arquitsctonicos ensuefios, el arraigo al polvo y su predio de caler, fue fusilado per una bands de melhschorss dizque peleaban per una reforms agreris, ni que fuera qusso. (139) En otro lugar ya hemes mencionado a los lstifundistas revolucionerios que trsicionaren los ideales de la Revolucion para enriquecerse en alienzss con los antiguos terratenientes del estado (143). El tipo de discurso predominante no permits arrivar a un svaluecion critics que enlists los logros y fracasos de la RsvoluciOn. Como se dice antes, el tipo de vidrio 8 traves del cual se vs la realided nos dibuJa en todos los aspectos una deformacion expresionista de la realided, en el menor y mos simple de les cases invertids y, en otros, disfrazada y exegeradamente dsformade. El movimiento sstudiantil universitario de 1967, que amego el podsr del Partido Rsvolucionario Institucional (FRI). y Junto con elle 1s estebilidad politics del estado apenas aparece mencionado en dos lineas: Ls Ola Verde, un grupo que, siglos despues, asesineron a manselve a sstudiantes que lucharon centre 18 imposicien del partido Onico. (137) Pero no per breve menes veridico, eunqus no con el lapse ds siglos mencionade. Con el nombre de la Ola Verde fue conocido un grupo de policia privada, carsctsrizads por treer 216 todos sus integrantes en el sombrero un listen verde que servia para idsntificarse. TrabaJando para el candidate a gobernader, su director intelectual, s1 grupo Ola Verde fue utilizado para contrarrestar per la fuerza les manifestaciones de inconformidad popular.8 En s1 apartedo de la referencia histOrica un filtime punto rsfersnciel que restrea la novela es el nombre de un gebernador, registrado per 1as siglas con que se le solia mencionar en los medies de comuniceciOn CAB (Carlos Armando Biebrich) pero que en la novels as rsfieren a César A. Barrios. El gebernador Biebrich paso a la historia de Sonora per la alteraciOn que tuvo que efectuar apresuredamsnte en su favor 1a Gamers de Legisledorss para cambiar ls sdsd minima de un candidate a gobernader, requisite que él come pre- candidato no llenaba. La pertinencia del date historico resalta en este apartedo per una similaridad de sstilo entre los distintos narradores, todo elle concordando en uns abundante detenimiento en el date false, invertide o dsformade. Nuestro obJetivo a1 ssteblecer correspondenciss entre la novela y la historia se cumple con el apareemiento de elementos ficciOn—realidad. Un heche curioso que hemes encontrade es el ds reconocsr que sstos escasos dates historicas cumplsn un factor secunderio y no determinan la orientacion del hilo narrative, sine que onicamente aparecen come indicadores de tiempo y lugar. Otres veces funcionan Como elementos catelizsdores entre un hecho narrative y otro, Y'ewm muy sscases ocasiones sllos mismos constituyen e1 217 obJetivo e psrediar. Este es mas evidente en el tratamiento Y funcion ds los persenaJes. solo persenaJes secunderies o accidentelss presentan 1a correspondsncia con el mundo socio- hiatorico. Les protagonistas--varios en cuanto se suman dos histories, dos novelas--se reducen a cuetro. El criterio que aqui ssguimos para su postulacion consists en recenocerlss voz narrative, heblando por lo tanto sn primers persons. E1 narrador de segunda persona, narrador que domine la historia total, se constituye en Juez, critico y teorico del desarrollo de persenaJes, trams, ambientacion. Dichos persenaJes centreles son Diana, Carlos, Sarah y el padre Jose Miguel Herrera. Todos sllos son tetalmente ficticios. Ninguno de sllos—-sn ls medida en que queds rsgistrads la historia social ds Pitic—-corrssponde a un solo pereoneJe historico social y convencionslmente idsntificabls. Las correspondenciss qus sstablecemos entre los persenaJes: J. J. Editor, Carlos padre e hiJe, y Diana, ls abordaremos dssds la perspective de uno de los elementos principales caracterizadores ds 1a novela de exilio: e1 papel que desemp8fie la eutebiografia y el recurso de la memoria. El tratamiento de ambes factores ha side fundamental en el anelisis ds Ls sierra y g1 viento y La creciente. En una secusncia sscalonads Deforéculog dis ares, viene a ser ds referencialidad autobiogrefice menor que La creciente. Recordemos que en ella partimos ds supuestes elaberedos en el interior de la novela para ofrscer algunes conclusiones, pero sin que Armida de la Vera hiciera exprssamsnte efirmacienss sobrs su historia personal reflerda en su novela. Ahora, en 218 este case, la labor de rastrse en la ficciOn habra de ser mayor y se referira a un solo aspecto: el periodismo. La labor tanto de periodiste come ds novelists de Sergio Valenzuela Calderon nos impulse a buscar si no propiemente les rasgos eutebiograficos del autor, al menos si come ésts ve ambas profesionss, su critics a les dssvieciones profesionales, e1 dsber ser del profesionel. y las realizaciones concrstas a ssas precticas en este novela. Seria erriesgado sfirmar categoricamente qué hechos de la novela son refersncialmente autobiogreficos. Estrictamente, quize ninguno, pero depends mes bien, come dscimos antes, del ssntido en que abordsmes e1 concepte eutebiografia pars circunscribirlo a nuestre hipotesis. La primera dificultad encontrade es la ausencia ds idsntificacion narrador-autor. Hay, ss verdad, cuetro persenaJes que se erigen come voz narrative pero no tienen la intenciOn ni ls sxpectativa de querer comunicar 1as psripecies biogroficas del autor— narredor. Sin embargo, creemos que es presentan a lo largo ds la novela y de manera muy vslada hechos que no corresponden con ninguna voz narrative o personaJs y que podrian ssr identificables y valorados en funcion de este punto. Uno de esos hechos significativos es una preocupacion bAsica del autor per ssteblecer una secusncia que caracteriza a ciertes persenaJes con la profesion de periodiste. Son periodistas Carlos I, quien publicebe articuloa extremistas para el periodico catslén L§,Hum§nit§£, y Carlos II, cuye labor periodistica aparece diluida y muy indefinida. Esta secusncia hersditarie culmina en Diana, quien desarrolla una 219 profesion tanto ds crsadore (novelists) come ds periodiste, eunqus este filtima able as anuncia pero no se concretize. Se excsptnan dos consideracionss: primsraments Diane eJerce e1 psriodismo en la escusla, actualizando los conecimisntos y conseJos que le habia escuchado a su padre; en segundo lugar podrie establecerse una correspondsncia-—si no de igualdad, al menos ds interinfluscie——entre una obra periodistica y esta novels. En base a este hecho podriamos concilier la aspiracion basics de Diana, su csrrera periodistica y la obra 'n ':\ d.-_ 1 .1 I de ficcion creads por ella. Es convenients regrssar a la postulaciOn del punto eutebiogrofico para hacer mes evidente s1 aspecto que trate ds prebarse. Sergio Valenzuela Calderon es periodiste y edemAs ha publicado varies obras de ficcion. Su labor profesional lo he llevado a varies lugares ds Mexico y tambien del extranJero, Europe principalmsnte. Aqui as introduce sntonces ls variable del exilio auto-implantado, no proveniente de sxpetriacion obligsda o extradicion por motives politicos. Esta labor ds persgrineJe errants se refleJa claremente en la temetics del desarraigo, evidente en los smigrados Carlos y Sarah, experienciadores de la muy compleJa problemetics ds los que ha sufrido la expetriecion. Hay edemas, sin embargo, otre desarraigo rstratsdo en Diane, la hiJe de Carlos y Sarah, que ya hemes sbordado a1 principio ds este cepitulo. No es casual, sntonces, que la problemetics del exilio, e1 vacie, las cosas ides, sl sentimiento de no pertenencie, y la memoria recurrente vayan en consonancia con las vivencias ds su autor y heyan side traspasadas a los 220 persenaJes con los que él mas ss idsntifica. Exploraremes en seguide les dos profesiones tanto del autor come ds Diana y los persenaJes de intereses similares. Dichos puntos son ls labor periodistica y la creative. Esta filtime la observamos con clerided como lengueJe instrumento para realizar e1 discurso que aneliza y evaloa e1 propie obJeto creative. Este prectice se hace presents mediante les ‘7 I conseJos, Juicios criticos, recomendeciones, rscriminacionss que recibe Diana ds un narrador que le habla, que la _‘ -A-m“. epostrofa: que autoree, modelos, teerias ds creacién literaria deben evitarse, seguirse, suspenderse. Observamos la presencia ds uns large serie de autorss mediante los que se puede construir toda una retorice; entre sllos tensmos e1 dssprecio per la Academia (19), e1 seguimiento de los conseJos ds Irving Vallace (30), suspender la embientacion tipo Steinbeck (64), "Faulkner, madrugade descriptive; Camus, mundo sin nada future: Unamuno, tantalico, renegado; CortaZar, caJs de pandora... " (129). Todo un desarrollo interior sobre teoria ds la novela quede sxpussto aqui. El factor snteriorments mencionado es importante en cuanto pretendsmos sfirmar come caracteristice de este novela del exilio la cenciencia y preocupacion sobre la propie creacion. En nuestre hipotesis afirmamos que previa a la produccion literaria aqui estudiade no exists en la literatura sonorense-~al menos delibersdamsnte express--una cenciencia ds 1s construccion artistica, y que esa literature as dispara y diferencie cualitativamente ds toda la produccion anterior a partir de la decade de los setsntas. 221 Es importante sntonces recelcar la tema de cenciencia del autor, algo similar a lo que se experiencia cuando as sale de un estado pars internarse en otro. Dicho de otre manera, ss trate de un necimiento doloreso producide per la clarided y lucidez consecutivos ds saberse (los eutorss creadorss o artistes) peseedores de los instrumentos pare observerse e si mismos y, a la vez, para construir discursos criticos sobre los problemas ds la cemunidad. Dentro ds les innovaciones ertisticas que actualize ,.__--.l_v Valenzuela en su novels as pueden mencionar les recursos estructuralss en el plano retorice, y en el plano sstilistico. el vocabulario. Tenemos por eJemplo para el primer plano: desfesamientes tsmporalss entre historia y argumento, lo que tambien implica cambios de perspective 0 punto de vista narrative, uns historia que comienza y termine en un presents con un largo lapse de otre historia contada, intermezclade y teJida en otros nivsles, un narrador de segunda persona omnisciente, uns narradore dentro de la narrecion que crsa su propie mundo en sl que elle se equipera tanto come creedere y como creature. Un rasgo estilistico radicalmente marcsdo es el vocabulario. Les similes, meteforas, alegorias, alusiones, no son utilizados con la finelidad de creer belleze sine de deshacerla, ds destruirla, errasar enerquicamente con valorss tredicionales ssteticos, cultureles, religiosas, sociales. El lexico se terns agresivo, incomode, vulgar, destructor. Muchos de sllos son Juegos de palsbras que aluden a funciones fisiologicas y sexuales entremezcladss con los temas incluso 222 mos intoceblss come lo son los religiosos—-por eJemplo. una parodia sobre la peregrinacion de Jesucristo en el mente calvarie, e la gestacion y la precreacion humanes: Y misntres afilabes sl arms, pensabas en sus sodomites nelgas que cortaries por cede estrella para hacer slbondigas romanes y alimentar a los leones del circe: yo, come dicen per alli, me lave haste les codes, y Pencio Pelotas al salter ls bards ss deJa e1 apellido. El Sanedrin ts declaro culpable, y con la gelatinosa tripe de la victima habia suficisnte chicharron para cubrir s1 Golgota, with love. Habias deJado de afilar el arms; sl acero estabe listo para penetrer sus gleteos den Todd-A0 y en su ciclOnico vientre de monssrga humane. (154) Hey, por otro lado, deJes someros ds inconsistencie dentro del radical iconoclasticisme, conatos por rehabilitar el lenguaJe descriptive de la gsstacion come 31 ss trsicionara o as olvidara del ludibrio y decero de su presentacion. Son muy pocos y breves los eJemples, pero importentes per diferenciarss tan obviamente. Desenfundaste e1 snigna a la intemperis y las fusrzes choceron produciendo un requiebre sismico de tsrnurs que te aYUdO a scepter e1 pasado ds les amarillentas hoJas del calendario: en la confusion ds fechas traspuestas por los besos y las mismes miradas desnudes y suplicantes. (115) El segundo punto a considerar es la labor periodistica, la cual incide directemente en la creacion artistica apoyando los postulados afirmados en la poetics personal del autor. A1 Juzsar 18 labor Per10distica, la primera reflexion que hace el narrador interno en la novels, rscae sobre la mete: "El obJetivo es la verdad. Simplemente". (19) Dicho postulado eunqus aparece rsferido a la construccion artistica es igualmente velido para el periodismo y vs snceminado directemente a la tome de cenciencia experienciada 223 per el sscritor cuando asume s1 papel de intelectual. La labor del intelectual es precissments servir de intermediario entre la realided tel y come aparece en el mundo social y los lectores que constituyen un universe abierto en potencie. Sin embargo el potencial numero de lectores queds rsstringido a un tiempo y lugar determinedos, cuando se tema en cuente quienes son los que se verén rsfleJados tanto en la novela como en El articulo periodistico. Ye hemes mencionado antes, a1 hablar del aspecto creative, que la finelidad ds la sotira 1'5““ “T": es buscar y encontrar los entes obJeto de esa narrative critics. El dsstinatario, especificamente buscedo per e1 novelists mordaz, no pedra reeccionar indifersntements a1 aguiJoneo que 18 sets dirigiendo 1a novela de dsnuncia. Recordemos que los pitiquefios, sebedores de verse refleJades en la novela de Diana, deciden enviarls al ostracismo. En cambio, en les dos columnss periodisticaa ds J. J. Editor y de Maris Cristina, les pitiquefies buscan con avidez reconocerse y lesrse metutinamente entes incluso de realizar cualquier otre actividad: La columns de J. J. quito del panorama matinal a1 siempre herroroso aspecto ds la sspose recien levantads, puss a los pitiquefios madrugsdores les encantaba lesrse tomendo el desayuno... . (87) No es distinte el papel de la otre periodiste, Maria Cristina, cuye funcion es tetalmente similar el caso ds disfrazar la verdad para hacer vivir a los pitiquenoa en un mundo artificial y false pero placentero, donde la verdad de les embarazos y partes prematuros se cobra con cifras ds varies ceros en los cheques: 224 Maria Cristina, encubridora ds alto voltaJe y mentirosilla come un condon, habia disfrazado tantos partes prematuros [...] de tal manera que si la nevia, ye impoteble, llevaba al altar sus busnos siete meses de embarazo accidental, la tarifa de la noticis se relacionaba directemente con la cifra ds ls factura... . (85-6) Estes precticas periodisticas nos conducen a una epsrente contradiccion 31 come diJimos antes el tema es la verdad tanto en la creacion novelistice como en el reportaJe psriodistico. En realided, dichs contradiccion es real y no 3&1 Solo epsrente dssds cierta perspective. For sse para dar [ cebida a una interpretecion consistente debemos veriar sl punto de vista para resolver 1a contradiccion o desatsrla come paradoJa. En la novela no aparece contradiccion, tan es asi que les consecuencias ds la congruencia de Diana con la dsnuncia que hace en su novela—~al persistir en el tema del mundo rstratsdo y dsnunciado—-la obligan a emigrar. Otre posture ds ella misma, sin embargo, es la de su doble prostitucion: primero para gener uns posicion y acceso al mundo de la burquesia, a través de Flora: "Cuendo la Nena ts regalo los primeros quinisntos pesos ts die asco pero luego se ts quito" (127). Le segunda claudicacion es ente J. J. Admits la vercion y le sntrege sexual para adquirir el premio y luego la fame. Se cumple asi uno de les postulados que Diana habia recibido al empezar la novela: ”No tienes derecho a prestituir la literatura, ella ts prostituira a ti" (11). Mas tsrde Diana ss da cuente de la gravedad de su trsicion--hebia vendido come Judas la verdad de su novela, habia treicienedo a sus persenaJes, la temetics, y la dsnuncia se reducia e cero: 225 El editor as reserve el derecho ds egrsgar o suprimir Parrafos de la obra, o cepitulos enteres si considers Justo y necesarie, independientemente del criterio o la euterizecion del autor... . (152) Para terminar este punto se deben distinguir la novela de Diana y la novela del narrador-autor, Sergio Valenzuela Calderon. El es el que para no claudicer en la vida real emigro a Europe, donds publico su novela De oraculos disperse, la cual dado el carecter de dsnuncia y satire, no PM'.‘ .n- 1 \ hebria podido ssr publicada en Méxice. Continuando con el tema discursive de autor—narrador—creador, consideremos que Diane es el pereoneJe femenino con quien es lleva a cabo una plene 1dent1f1C8C1On por parte del autor. En la novela, Diana sostiens una large pletica con an alter ego, Paco, un amigo inventado. Con él establecs dsclarecionee y confesienes que no desembocan, sin embargo, en respuestas de retro—alimentecion. Es decir, se trate de un dielego con ella misma, con la salvedad de que solo una de las dos partes interviene y por lo tanto no hay o confirmaciOn o negecion de la parts que se dedica a escuchar. La idsntificacion también se puede observer en cuanto a que Diana es el pereoneJe de ficcion inventsdo por el autor y creado femenino per rezones ergumentales, 0 sea, que hicieran posible el desarrollo temetico. Muy distintas hubieran side las consecuencias con s1 plantesmiento invertide, siendo nuestre protagonists ficcional un hombre, con su alter ego muJer. No abrimos un anelisis, sin embargo, a este supueste, primero por su carecter hipotético que lleva a slucubraciones muy leJanas de nuestre postulado y ssgundo, perque 226 cerrsspondsrie a otro tipo ds crtitica—-feminists, per eJemplo—-abundar sobrs 1as conclusiones que de ello ss desprendsrian. For ultimo, en el proceso de concientizacion que cumple el artiste en la sociedad, hemes de llamar la atenciOn sobrs unas dsclarecionee que parecen contradscir ls temetics desarrollada en este novela. Valenzuela Calderon dsclero acerca de los articulos literariee que ”... ni siquiera pienso que deben tensr relevancie en la sociedad", despues shade "...y es que la literatura no tiene ninguna importancia" (Prefacio e le novels 6). Ambss son a nuestre parecer dsclarecionee totelmsnte contrarias a les postulados observades en su novela. La sociedad sonorense he rssccionado ants su obra ds la misma manera como la sociedad P1t1QUEfia rsscciono ante la creacion de Diana, comprendole todo derecho sobre la obra, luego obligendola al ostracismo y por fin dscorriendo une nube de humo sebre aquelle obra que la ofendia e indignaba. Salvo que en estas dsclarecionee que preceden a la novela, e1 autor estuviere conservando e1 ludibrio sementico, el verdadero pensamiente oculto en la posture contraria y maneJado en toda la novela. Volvemos shore a la novela, a 'El tema es la verded’ y su paradoJa. Dentro de la profesion periodistica se deben distinguir unas precticas de otres. Para un convencido de su profesion nada puede ser tan sacro y excelse come este misma, a1 grade de ofrsndar la vida, morir por la verdad, per cumplir con sl compromise del periodismo, por defender "El tema es la verdad". Si no se ectea consistente y 227 congruentemente con la profesion, sntonces se deberén sufrir consecuencias similares o peores a les anteriores: el exilio. la frustracion, el desarraigo. El vieJo Joan Ple, director de La Vanguardia murio a cause de un bombazo: Carlos I, periodiste de La Humenitat, ss vio obligado a emigrar a Mexico: Carlos II, periodiste tambien, veia pssar su vida amargado y rencorose buscendo vsnder inserciones ds propaganda pars El Universal. Este es el periodismo ds sntrege, el buen periodismo, e1 periodismo del dsber ssr, el E de los conseJos de Carlos a su hiJe. “t— Vsle la pena, 31 lo intentes con vocacion y sacrificio; sin traicionar ni trsicionarte. No es focil ser buen periodiste, eunqus siempre sera une aventura, una pasion, una mision que cumplir. Sentarse en todss 1as mesas, de todos los credes. de todas las ideologies, sin pasienss sin verguenzes sin misdo... . (92—3) Otre es el periodismo actual, reel, vil, abyecto, practicado por J. J. Editor 0 Maria Cristina. Este es el periodismo burlado y satirizado per Diana dentro de la novela y por el autor fuera ds ella. El periodismo chantaJs para oculter la verdad, el periodismo acicalede para honrsr ceremonies, bautizos, bodes, el periodismo vsndide al meJor poster, el periodismo aliado a los altos intereses del gobierno y la elta burguesia. Todas estas son las practices obJeto de la dsnuncia del autor. Con este filtimo punto esperamos deJar aclarada la epsrente paradoJa a que nos conducia la lecture de "El tema es la verdad". Haste aqui hemes seguide en los distintos apertades Como la novela de los setsnta—-concretemente en De ereculos °disparss--logre distinguirse y separarse de la anterior 228 PrOdUCC1On literaria sonorense. Los spartadoe que hemes examinedo es rsfieren a doe grandee factores: s1 estudio sobre el maneJo consciente de les propioe instrumentos ds escritura y, en el nivel temetico, e1 anelisis del use del exilio come motive realzsdo pare eugerir y meetrar la necesidad humane del arraigo en la region sonorense actual. La novela ds Sergio Valenzuela Calderon ee distingue incluso ds Ls creciente y Ls_§ierrs y el viento principalmsnte per la tematizacion del ecto creative y nos parece bestante significativo el hecho de que hays pereietido, come constants siempre presents, el motive primordial a la cresciOn literarie de este periodo: el exilio. E1 rasgo ceractsrlizador mos fuerte en sl intento de apropiacién de la identidad sonorense lo maneJa Valenzuela en la dura critics iconoclaeta que dirige a la sociedad sonorense contemporAnse. Sin embargo, el papel que logra la critics de eu creacion no tiene e1 obJetivo de buscar e1 aielamiento personal eino el de luchar por su ingersncie y participacion en el ambiente eocio-histOrice el que pertenece y-—repitiendo a Fez—— cambiar, contradscir y negar para retratandole inventarlo e inventandelo revslarlo. 229 H 1““ H41 A . l' Notes Octavio Paz, El laberinto de la soledsd (Mexico, DF.: Fonde de Culture EconOmica, 1988) 115. Jean Roetand, Ls vida humans (Mexico, DF.: Fondo de Cultura Economics, 1965) 65. re.- 3 En la novela ds Benito Perez Galdoe, Dofia Psrfscta, la ‘ ciudad de OrbeJosa no tiene un referents concrete particular, 1‘..-"I ‘7 puesto que lo que se busce es la no idsntificacion individual sine dsr cebida en see nombre a todas las ciudades oecurantietae de provincia, obJeto de la critics del autor. 4 John Barry "what’s New in the New Novel: Sign and Convention in Latin American Narrative", Hiepanofila 151 (1990): 44. 5 Jose Carlee Ramirez, "La nuevs economia urbane", Hietoria contemporAnea de Sonors_l929-l984 (Hermosillo, Son.: El Colegio ds Sonora, 1988) 379. 9 Michael Ugarte, Shifting Ground: Spanish Civil War Exil Literature (Durnhsm, NC: Duke, 1989) 67. #- \l Angels 5. Rappoport, Dictionary of Sociology (London: T. F. Unwin ltd., 1964) 8 Ramirez 353. 230 CAPITULO VI: EL RECUERDO REVOLVENTE: ACCESO A UNA IDENTIDAD PERDIDA EN P020 DE CRISANIO DE LEO SANDOVAL Animula vagula, blandula Pozo de crissnto Bozo ds crigsnte (1977) de Leo Sandoval constituye 1s filtima novela del grupo ssleccionedo come literatura sonorense de les setsntas. Lee particularidedes tanto rstOricas come estilieticas que presenta este novela hacen que es la reconozca slejada y diferente del reste del grupo, pero en lo sesnciel, come narrative del exilio, es conservan en ella les carecteristicas observadee ya en les anteriores novelas estudiadae. Besicamente, sl tema central del desarraigo ee manifisste en formas, eunqus supueste y euperficialmsnts muy simples, no per elle menoe humanae y menoe literarias. Para abordar sl desarrollo del anelisis literarie de este novela, dsremoe per sentedo 1as premises que hemes utilizado para el estudio ds lae novelas anteriores e iremoe per lo tanto ds lo general a lo particular 0 de la rsgla a1 1 Recordemos que hemes dsJado ssenteds come eJemplo. categoria temetics el sentimiento del arraigo-desarraigo, y que en nuestre hipéteeie proponemos utilizsrla come elemento cerecterizedor de la novela sonorense de les setsntas. Nuestrs premise basics establecs que la narrative estudiade constituye uns musetra de madurez literaria de parts ds los autoree de este region per rsfleJar en su creacion fundamentalmente 1s bosqueda de le identidad del pereoneJe 231 creado y tambien dsl creador. Dicha indagacion es realize a traves del maneJo de problemas referenciales. come 10 son lee migraciones maeivee, e1 problems de la tierra, la formecion y la permeabilided de les classs sociales. Otre tanto ocurre en s1 nivel formal——sepsreble en este novela-—, en el cual ye hemoe encontrade, en grade variable per supueste, la decisibn de innovar los eetetutoe tredicionales ds la constitucion ds los generos. Todo ello--nivel temetico y formal——ee censigus a traves de una tema de cenciencia del sscritor come creador y como intelectual que busce reconocerse e si misme y tensr, en fitima instancie, la posibilidad de influir en eu cemunidad come medio ds idsntificacion. El primer postulado que consideremos aqui es en carecter rsfersnciel. Lo hemes viste muy transparente y claro en 1as temetices ya estudiadae. En La sierra! el viento e1 obJetivo es el ansia per rsconstruires en el pasado inmsdieto, el rsgrseo a Tarechi, el pequsfio pueblo native de la sierra, mientrae es vive en el desertico vslle del Yaqui. En La Crecggnpg, la referencia ubicua es tambien el pasado inmediato--correspondiente a la ambientacion del argumento, eunqus abunden loe recursos el pasado que es retrotrasn siglos atrse-—y sl esteblecimiento geogrefico es el pueblo ds Opodepe con sue hebitantes en dispersiOn; y por fin, en 2g Oreculos disperse, la ciudad de Hermosillo constituye la eecens donde se rscrean lee hechos ergumentalee del memento presents, eunqus tambien con retraimientoe al pasado del siglo anterior. Per lo tanto, ubicer dichas temetices geogrefice, histbrica y socielmsnte no censtituyeron una 232 incOgnita a deepeJar. Estan alli a la vista, en alto relieve, los indicios que ubicen lee puntos geogreficee, les dates que circunscriben entre fechas la acciOn argumental y, por fin, los problemas sociales rsflejados en el ir y venir ds los persenaJes, sus aspiraciones, sus accionss particularee. Pozo de crisanto es un perdido pueblo fantaema que ya ha viste pssar sue dies ds algarsbia y augs economico durants los ultimos afios de la Segunde Guerra Mundial. En este pequsfio pueblo indigena, Luz Céfiez ve pssar su vida bailando y acempafiende a su fonografo con su canto. Abandoneda por su sspose, muertos sue padres, sin amigos y despues de que en hiJo Tofiito es pierde en el desisrto, scabs para ella tode nexe que la unis a sea paupérrima eldea en la que habia vivido cerca de veinte shes. Pancho Luy, centrebandieta, la rescata de esa soledsd y es la lleva a vivir a un pueblo de la sierra. Amboe medran en una sociedad competitive de nuevos rices. Per su sgreeivided y felts ds sentimientos, Pancho Luy no tarda en convertirse en sl Jsfe de una bands de nsrcetraficantes, traicionando y asesinando a manselve a sus amigos. Finalmente, 61 a su vez es asesinado por el misme precedimiento. Luz vie morir a su eepeee y con 61 la ultima posibilidad de comprender la vida y su realided circundants. Cuande ss vs sola una vez mas y luego de saberse utilizeda y traicionads, la explosion de un intense sentimiento de nostalgia, incompreneiOn y recuerdos-—gestedos deeds su infancia en la aldea--acaban por obligarla a eneimismerse en ella misma y alienerla de la realided inmsdiata. El spigrafs 233 que da inicie al presents anelisis sintstiza el rasgo temetico unitivo o 'leit motiv’ de la movela: "Animula vagule blandula" (Pequefiee almes dulcse y errantee).2 Ten significativa cite corresponds a los dos protagonistae de la novela-~Luz y Pancho-—qus pasaron per la tierra sin haber tenide oportunidad de tomar plene conocimiento en su brevisims existencia de qué ssntido tenian los goces y sufrimientos de este vida. Pozo de crisanto es sl nombre simbolico que en la novela idsntifica e1 erea geogrefice del desisrto donds vivsn los Serie--o Kun Kaaks, come sllos suelen referirse a ei mismos. Dicho territorio ee uns extensiOn alargada sobre el litoral del gelfo. La autoctone tribu indigena de los Serie este formada de peecadoree nomedae principalmsnte, y en ssgundo 3 HistOricamente hen side testigos lugar de Agilee cazsdores. ds lae varies politices gubernamentales per incorporerles a la civilizacion. También a sllos les constan les innumbsreblss y agresivas visitas ds gents de buena fe que ha llegado para ealvarlos de sus raices, sus creencias y su folklore equivocsdo; entre sllos he habido misioneros, paetoree protestantse, educaderee, turietae, antropOlogos y linguistae. Su fuente de supervivencia reside en el mar y en menor grade en la escaes fauna y especial flora del desisrto. Les Serie eon una tribu perdide, ein nexos lingnieticos ni etnOIOgicoe con 1as otres cinco tribus del estado de Sonora. El aislemiente linguistico y etnologico ds los Serie es similar al que mantiene el pueblo Vaeco con el reste de los pueblos europees. particularments con Eepafia y Francis.4 234 Muchos ds los serie sen bilinguse 0 al menoe seben suficisnte espaflol para cemerciar su peecado y sus artesanias con los blancos. Poze de crisanto es el nombre con que en la novels as conoce la patria de los Serie. Aunque en la referencia histOrica y social ella no tiene nombre, si tienen nombre que les idsntifica lee psquenos puertes y campos—-donde sllos viven—flenlistadoe a lo largo del litoral: campo Almond, campo Dolar, campo Viborss, Punta Chueca, campo Tastiote, etc.5 Todos sllos hacia s1 afio de 1945, fecha en que queds rsgistrada la accibn de la primers parte de la novela, eeteban marginados geogreficaments de le capital del Estedo, Hermosillo. Les caminoe eran de terracsria en la meJor de les circunstancies y en muches otros cases no existia ni la traveeia que dibuJara sl cemino interconector de los csmpoe deserticos. Per el lado maritime, Pozo de crisanto estabe mas inclinado al puerto de Gueymas, con el que tsnia establecido la mayor parts del comercio. La actividad econOmica de sustento constants y seguro es y era la pesca. La cacsria era muy eleatoria y se puede decir que la agriculture y la ganederia eran apenas incipientes. Se debs exceptuar en la ficcion narrative a un extrafio pereoneJe, hermeno de Sara VieJa (la voz memorativa), el cual estuvo tentado a terminar con la costumbre ds vager erraticaments ds pueblo en pueblo. Habie logrado sembrar un predio de sandiae con mas teson y suerts que con técnice, haste que la crecida ds los arroyos, musrtoe 1a mayor parts del aflo, lavaron la tierra sembreds y trasladaron su consecha al mar. Como 235 nombre propie, Pozo de crieento aparece doe veces en la novela con refersntes dietintos——sl ssgundo motivedo por el primero. El primer Pezo de crieanto es inexistents en la vida real, pero tiene per referents a un lugar reel, la patria de los Serie. Dicho nombre es splice particularments al lugar en que aflorabe el agua dulce de un rio subterranso que provenia del desisrto. Como per arte de providencis, emergia a unoe cuentes metros de la playa proveysndo del vital liquido a los indigenas. Este e1 e1 pozo, cuye nombre POT extension se aplicsba a todo el territorio indigena, "donds todos los serie habian nacide" (25). Come simbolo es constituye en todo y en centre; en todo per ssr el nombre del territorio, y en centre por ssr la fuente de la vida, sl pozo dador ds vida. Per eeo shore, cuando la mares baJa, los hebitantes escarban con ritual carifio y deJan que el agua se Junte y repose. Luego en botee y vasiJas la ecarrean a sus viviendee que mirsn que el mar ss ha retirado de su mares baJa para deJar peso al amantial. (24) El ssgundo pozo, eunqus fue nombredo rsmsmorsndo a1 primero y con la esperanza de que fuera igualmente dador de vida, tiene un signo que es concretize en dador de muerte. En el brecal del pozo, sentedo, fue acribilledo por bales de ametralledora Pancho, caysndo hacia atras y hundiendeee en el agua del Pozo de crieante. Al primer Pozo de crisanto, el psqusfio oasis, llegaron 108 padres de Luz deBPUée de atraveser el desisrto de sol y arena. Originalmente eran del centre de la republics, pero precedian ahora de Mexicali, s1 norts de Sonora, y vsnian 236 fundando eu esperanza en un engeno. Habian side timsdos haciodolee creer que este lugar era el asiento de un prOspero campo agricols cuyo nombre era el de Los Tree Amigos. Sin otres sxpectatives y a pssar de los inconvenientes, s1 padre dscidio que alli era un buen lugar para afincarse. Pars elle cambio su profesion de campssino a peecador~-"Mas vale que digen, aqui murio ahogedo que muerte de hambre" (18). En see memento, Pozo de crisanto estabe viviendo un periodo de intense augs comerciel, pues los Estados Unidos eeteban demendando en grandee cantidades higado de tiburon para, una vez convertido en los laboratories en material util, enviarlo sl frente de batalls. Siendo ya pescador el padre, ls medre decidio poner un esteblecimiento de venta de cemidas. Junto con sllos llegaron peecadoree, armederee, abarreteres, contrabandistae Y prostitutes. También los Conceecs ecepteron permanecer en ese lugar misntres vendieren el higado a los americanos. Asi, con la confluencia de tanta gents, la ville se vie con todss les ventajas y dseventajas de una gran ciudad. Pero los padres de Luz no vivieron pare disfrutar de aquelle confusion de lenguss y msrcade de vicios. Dado que en la novela no hay propiemente prefundizsciOn psicolOgica de los persenaJes, les inferencias a les que llegemes, en su mayor parts, provisnen del cemportemiento y accionss ds sstos. La primers evidencie del desarraigo de Luz ls sncontrsmos en eu soledsd. Ella, Junto con sue padres antes ds morir, habia side considerada por los natives come una intruse. Ellos en realided no formaban parte de la 237 poblacion inestabls que llegaba y partia despues de algunes dies de permenencia. Per e1 centrario, la familia de Luz habia querido srreigarse e idsntificarse con el mode de ser y de vivir de sus hebitantes autoctonos, siendo pruebe de elle e1 trocsmiento de actividades del padre y la medre. Cuando llsgo Huicho——primer sspose ds Luz con quien vivio echo efios y procreo doe hiJoe—~10 primero que indago éste fue la razon para eu soledsd: -Qué hacia mi nifia en medio de estas dos soledades? Luz nunca pregunto a su medre a cueles dos soledades ss refiria el Huicho, si s ella y a su padre 0 a1 desisrto y al mar. (16) Uno de los aspectos que procuramos snfatizer en la constitucion del pereoneJe es el recuerdo nestelgice agrevedo por la soledsd. No nos referimoe en este case a la soledsd sxistsncial que, sin embargo, si llega a tener algunes tintes filesOficoe y enquisitives en les vagas dsclarecionee de Pancho Luy.6 Al igual que los narradorss de Lg_§lgpp§_x_gl viento, y Ls crecignte, lo mismo que los protagonistas (Sara y Diane) sn De ereculos dis ares, e1 pereoneJe de Luz Céfiez sdquiere un brillo y despierta un fuerte interes debido precieamente al desarrollo inconscients del sentimiento de la soledsd. Hay cenciencia e nivel autor—narrador pero a nivel de pereoneJe ee dssorientador. Ella, per eJemplo. a manera de introspscciOn, nunca se pregunta por la cause de la soledsd que la agobie constantemente, lo mismo en la presencia de sus padres como en la ds su hiJo e de eu sspose. Desde sus primeros sfioe de cesada, Luz ve acrecentarse un eneimismamiento que se ve agravendo con el peso del tiempo. 238 Dicho sentimiento 9880 per un periodo de latencia en la fugaz felicidad censeguida a1 salir de Pozo de crisanto, acompafiada de Pancho Luy, eu ssgundo sspose. Sin embargo la congojs ds la soledsd hebria de volver en oleadas sucesivas, una y otra vez en sus recuerdos que la conducian hacia la pequefia eldea, sus gaviotes, su hiJo enfermo y eu desapsrecido Huicho. La constitucién del pereoneJe de Luz este formedo por ese precedimiento que ya hemes rsconocido en los protagonistas de La sierra y sl viento, L§_crscients y De orégulgs disperse. Tel precedimiento consists en un regresar o retro—traeree revolventemsnte. dsJando que es eduefle del pereoneJe ls nostalgia por la vie del recuerdo hacia lo que antes he side, hacia lo perdido y shore shorado. Per eJemplo, de Huicho. sl capitan del barco convertido en su primer sspose, se dice: ”Hace un lustre que se fue, pero (a Luz) 1e atrae el recuerdo come 81 fuera aherite" (32). Luz es incapsz de comprender la realided inmsdiata, y el shora sélo tiene ssntido una vez que logra cribaree a traves de la vie del recuerdo: “1e atrae e1 recuerde come si fuses ahorita". Muchos shes despues, sus amigae en la nueva sociedad habrien de ponerls e1 apode de la 'Jano de les gomeros' per la misma rszén de no podsr reconocsr la realided inmsdiata. —Le oi decir que ya todss me conocian como la Jane ds los gomeree... Si, perque yo tsnia une cars mirendo para adelante y otre para stres, pero que no mireba lo que tsnia a mi lado. (104) Le inapropiade del apode consists en que en realided Luz tsnia solamsnts una cars, la que veia hacia stres, hacia el pasado. De no ssr este rasgo una constants de lo que hemes 239 denominedo novela sonorense del exilio, no pasaria de ser un rasgo propie del autor a nivel estilietico, 0 en sl nivel del pereoneJe una tendencia maniacs o una obseeiOn per la recreecion delsitese en los afios pasados, propie del sentir de los ancienoe, pero infrecuente en la gents aOn Jeven. La lsrga ausencia del territorio de su adolescencia —-donde habia pasado cerca de veinte sfios—-ls fustiga sl recuerdo y la noetagia. No deeeprovschs les oportunidadee para eneimismerse en el recuerdo ds los afios felices cuando vivia cantando, siguiendo 1as veces del fonografo y bailando con la mano izquierda sobre la cadera y el indice ds la mano dereche sobrs 1e nariz. Tan particular sstilo es muy probable que lo hubiera copiado de la Chichiquena, una de les merstricee del bar Yuriria, a quien ella admiraba por su dessnvoltura de gents de mundo y fluids conversecion. Otre factor de retorno lo sncontrsmos en el nombre de su sirviente Clare, quien con su presencia y converseciOn le estimulaba la nostalgia que aflorabe en eu memoria. -Mi nombre es Clara, Beflora. A Luz es 1e ilumino el restro y exclemo: Ah, qué bonito nombre, al igual a una gaviotits que yo tsnia. (76) Mae adelante, antes de ocuparee en lo que ella coneiderabe cites innecesariae—-como la reuniOn del té canssta 0 el salbn de belleze-~eu nostalgia y eu soledsd ls llevaben a refugierse en la lecture ds rsvistes con fotos de lugarss distantee y eXOticos, en la musica de sus discos y en sus recuerdos. Como no se habia de acordar si el mar fue su primer amor y el culpable que de les leJanas distancias lee else ls trsJersn otros amoree cuyos recuerdos ls 240 dsvestan la memoria y es aloJan en el canto leJano y ausente: me voy... me voy... ahi te deJo mi corazén. (80) En Pozo de crisante, Luz era una marginada pues ee reconocia diferente a las demes muJeres: "Se cree, es y trate de lucir diferente entre aquelle poblaciOn... ." (12). Blanca, criella, bonite, con sducacion haste tercer afie de sscusla elemental, per lo tanto hablabe sspafiel aceptable sin graves errorss de prenunciecion que, si lee descubria en s1 hablar de sus vecinas, no dsssprovechaba la oportunidad de cerregirlae. Decia per eJemplo una vecina: "—Si Dies quiere, que asi sells" (22): Luz 1e recriminabe: "Se dice, ei Dies quiere, que asi see... Puss que nunca van a eprender a hablar bien?" (22) El pequefio circulo de amigae se rsduJe son mes cuando, abendonada y sole, empezo a vendsr eu cuerpo, y se reduJe finalmente a cero cuando 1as ultimee tree amigae que ls quedaban no le perdonsron el ridicule que hicieron una noche a1 emborracharee con uns betella ds whisky. Ya despues, ceeada con Pancho Luy, en su nuevs situacibn de ama y senora, Luz volvio a sentirse marginada al tensr que cenvivir con sefieres que habian tenide mayor roce social, educacién y viaJes. Aunque muches ds ellas eran come Luz, otres eran mas imprudentes para conversar sin saber a bien que necsdades decian: Ella diefruta de les reunionss y no obetants asimila lo que les en las rsvistas, no es sisnte del tedo apta para hacerls frente y participar come ella quisiera en lee conversecionss y pleticae de les mas sagaces que nacieron, se criaron y educaron en la ciudad. (81) 241 Ella es reconocia sols, aislada, separada de sus amigae per no eetar al nivel de su conversecion. Pero, también se sentia marginada de su familia, de su sspose que casi siempre estabe ausente en viaJes ds negocies, y finalmente de sus hiJoe a quienes no es melestabe en atendsr, ni en bafiar, ni en vsstir. De elle dice el narrador, per eJemplo: Se de sl luJe de despertsr tsrde cede dis envuelte *- entre memories, entre les cueles viene envuelte el recuerdo de su inolvidable eldea y con nostalgia pienee que su pasado es resists a morir en su memoria no obetants ahera, los dietintes y luJesos amanecsres quiebran sus recuerdos para no seguir oyendo el center ds lo gaviota. (87) *4" 4i La demasiada cencentracion en el pasado, e1 enfermizo contentemiente per eneimismerse y deleitsrse en el syer dan indicios ds su incipiente lecura. Una vez fue sorprendida por su eirvienta Clara, bailsnde eels y en su posture sui generis, ente lo que ella exprsso: "—Ay Clare, dire usted que estey loca..." (88). Clare introduce a este preposito unas patéticas histories de gente que per una fusrtisima experiencia llegaron a perder la razon. Acto seguide se apunta ls 'amertsia' o irenia tregica: quize Luz fuera diciendese en an interior si hebria de terminar tambien come lee pretagietas ds lee histories de Clara 0 come Tonito, de quien decian les nifioe que estabe loco: Ye tuve un hiJo, Clara, que se lastimo su cerebrito sl nacer [---]- Ere Uh Angel mi hiJo [...]. Les muJeres y los mecosos ds ls eldea decian que estabe loco mi Teflite. (90) Hemos seguide con cierto detenimiento sl desarrollo de 242 Luz come personaje para, una vez determinsda su carecterizecion, avisemos alguna cause plausible de su mode de ser. La mas remote experiencia que ella recuerde es la llegada a Pozo de crisante. El heche de que sus padres hubieran side engefiados y timedes en una transeccion sobrs un ranche que no existia, no parece haber influido muche en su carecter. El desarraigo producide per e1 exilio geogrefice, primero de Mexicali y antes desde el centre de la republics, tampoco dan clara evidenia de haber afectado eu mentalidad infantil. Aunque si es probable que este hubiera eucedide, no hay detenimiento explicito en el desarrollo del pereoneJe que anslice dichs posibilidad. Al iniciarse la novels sncontrsmos a la protagonists, risuefla, euperficialmente feliz, deeligada smocionelmente de les relaciones con sus padres, y tendisnts a esquiver les rssponsabilidadss. Cuande Huicho. su sspose, 1e urge per comida e cafe, ella grits a su medre para que la salve del apriete. Una sela vez nee enterames del dolor sngustioso que ella sisnte llerando deecenseladamente per la muerte ds su hiJe ds apenas unoe cuentes meses de nacide. Psro a partir de sntonces, parece come si es 1e hubiera formado uns cape pare mitigar el dolor y no dsr facil cebida a les emocienes. Fus efectivamente consciente ds come ibe perdiendo tadas lae cosas y personae con quienes ella estuvo encarifiada: su hiJe Tefiito, eu hiJe, eu sspose Huicho. sus padres, y las gaviotae que renevaba ano tree aflo. A partir de la mitad de la novela Luz llega a representsr al ssr deserraigede que no llega a temsr cenciencia de les causes que la orillan a un sentimiento ds 243 insxplicabilidad de la vida. Luz constituye el epitome de pereoneJe sin pertenencia de lugar, ni de familia, ni de class. Todo lo que ella tuvo lo fue perdiendo, s1 lugar remote de su procedencia, femiliares, culture. Asi pues, despues que ella perdio todo, cuando su desarraigo fue total, no falto una cause cualquiere que la llevare a otro lugar. Le Presunto a su nuevo sspose, prespecto de una nueva vida: "—Para dOnde quieres que te sigs Pancho Luy?" Y él ls centeetO: "—Para dende nos Jale e1 viento". (59) Per etra parts, el caso del pereoneJe complementarie de Luz Canez, Pancho Luy-—el otre deserraigado-—pertsnecs practicemente a la segunda parte. Pancho Luy es de ascendencia china; sus padres fueron emigrades llegados a Mexico a finalee del siglo pasado. E1 caso de Pancho es diferente del de Luz, pues él conoce de primers fuente la historia de sus entepssados, sus costumbres y mode de pensar. Luz, en cambio, habia cenecide la culture indigena de los Serie come obesrvadera, sin eepiritu critico ni analitico, Bole vivencial, y per sso estuvo muy leJos de podsr comprenderlee. Les indigenas es quedaron para ella en la manifestaciOn externs. La informscion recibide acerca de ellee provisne de un pereoneJe secunderio y simbOlico que cumple con la funcion de voz memerativa. El carecter y psrsonalidsd de Pancho Luy son muy distinte a los de Luz. Per eJemplo, estando borrsche, Pancho se incline a Justificar sus accionss, su destino y tambien ssporédicamente a hacer un recuente de la historia de su familia: la llegada de sus padres 3 Mexico come exilados, la persecucion rsligioea en la 244 que sus padres fueron protagonistae victimas y, per fin, en la manera come sllos esquivaron 1a extradicion organizsda per sl gobierno mexicane. También recuerde la prectice discriminatoria que contra lee chines ee strcia al pager a doe trabeJadoree e1 equivalents de un Jornel ordinarie. Pancho Luy es un eventurere de cerazon: estudio sin embargo en la sscusla comercial y confiaba fervoroeamente en "uncir su suerts el csrro del triunfo" (69) a come diera lugar. Su familia ere pequefia y solo se le conoce un hermano, pero no hay intervenciOn ds este come pereoneJe, y sus padres apenas intervienen para ambientar de filoeefis oriental su comprension de la vida: "Hembls necesalio si bueno, pele nunca indispensable" u "Hembls humane polel lseelvel telo ploblsme" (67). Pancho es de neturelsze practice, carece ds principios morales, mate sin el menor peso de cenciencia perque lo considers una cuestiOn de negociee: "Lee genanciae de una empress se hacen eliminando a le cempstencia" (86), aforismo que habia sprendido muy bien de su maestro den Romeo, el Turce. Precisamente, en este misma ssntsncia es Juetifica mas tsrde pars deshacerse de su maestro, convertido sn competencia que estabe ponisndo sn desventaJe a su erganizaciOn. Aunque a la care ds Pancho Luy ssomaba a veces la melancolia y llersba sl ver a un anciane con hambrs, carscs de sentimientos ds amor para los que conviven a su lado. No intima con su espoea mas ella de les relaciones naturales de la pereJa: Un die cuando llego y supe que ya era papa de nuevo, Luz le reclsmO: -Si fuera una de tus yegues, estariss al pendisnte, listo con el veterinario. 245 (91) Tsmpoco dedica tiempo a sus hijes y 1as dsmostrscienes de carino se reducen a la compre de Juguetee cares que traia cada vez que les visitabs. Lee amigos mas csrcanos y celaberadoree--el Turce. Benny el mecanico, y Patricio Jaseaud--fueren mandadee asesinar per ordenes suyas. Su obsesiOn fue siempre legrar rsunir suficisnte dinero para retirarse a vivir come persona honorable. Pancho come persensjs no es confuse come 81 lo es Luz. Sin embargo él es exponents de otro tipo de confusion, mas abstracts pero que no llega a concretizar en intrespecciones 0 en pleticas con sus amigos 0 en semi—monologos que solia realizar con sus caballes. Al eetudisr en la escuela comercial se sintio siempre doblemente marginado, tanto per eu raza y color come por su carecter. Lee tree afios que estudio comercio, siempre die ls impreeiOn de andar berracho de depresion y le parecia s 61 que siempre terminaba marginado. (68) Dada 1a ausencia de una fermaciOn moral, los cuestionamientos que él hacia eeteban dirigidos a una delida queJa que le Juetificera tede, eu propie conducts, la trescendencie del ssr humane, o une finelidad para la existencia. El dia de los festeJee de eu graduacion, berracho, trepado de pie en la cabins del automovil y con botes de cerveza, tantas come pedia cargar en su chamarra y pantelonee, "mire a les eetrellas y levanto les menoe con un bots en csda una hacia el ciele y grito a vez en cuello: Diiieeeees... Diiiooesss!". (69) Su filesofis no pasaba de ser fundamentelmente simple, 246 de dos principios: lo peeitivamsnte bueno y lo peeitivamsnte male, sin tintes ni matices, complementerios, no dinemicos ni dialecticos. De alli tambien precede su filesefia sin cemplicacienes, ni implicaciones moralse. La filesefia de los principios cemplementsries del yin y del yen, sobrs les cueles parecen fundamenteree sus creencias, no este suficisntemsnte dessrrollade, siendo per lo tanto confuse su pensamiente. De este ssta heche el mundo, de cosas peeitivamsnte buenas y peeitivamsnte males. Des fusrzes epuestas. Una no puede vivir sin la otre. (95) Come se indice antes, eu mayor preocupaciOn y obJetivo es ascender socielmsnte, y por este se muda a una case grands y despues a una gran residencia dieefieda por su imaginacion e iniciativa. En el patio habia mandado construir un pozo con malacate, el cual 1e recerdaba a su padre y a eu infancia. LUZ 19 PidiO que lo beutizars come as hacia con los barcoe, con una betella de champafie. Pancho se recato de la iniciativa pidiéndole a Luz que elle lo hiciera. Una clara reminicencia de su eldea, ds su adolescencia, el mar y la brisa del desisrto 1e recordaren a Luz 1a patria de su felicidad—-Pezo de crieanto--y see nombre quedo grabade en los ezuleJos del pozo. El dia de la inauguracion de la residencia, Pancho 1e diJe a Luz: "El dis que te canees de ella la vendes" (103). Este confirms la falta de pertensncie y de apego de Pancho; ni poeeer, ni srreigarse son ebJetivos ebteniblee con el dinero. Las personae, come las cosas, eran bienss deeechablss: "no hego mas que buscar e1 predominio de mi persona sobre los que me rodeen". (95) 247 A pssar de que los rasgos que idsntifican a Pancho y a Luz eon notablemente opuestes, no dejsn de existir puntos de contacto y similitud. Luz, paradOJicamente, fue uns marginada psrtsneciente eriginalmente a una mayoria-—la gents blance e mestiza de culture hispAnica——que vivia marginada dentro de una minorie convertide en una mayoria——la tribu indigena de los Serie. Pancho Luy, casi por las mismes rezones, es un marginado, per eu raza y su culture. Pertensciente a la minorie de les emigrades chines, vive inmerso en otre medie ambiente mayoritsrie que lo eegregs y discrimina-—el de les blancos y mestizes de culture hispanics. De la misma manera, la actividad profesional de Pancho Luy, que consists de la vente de enervsntes y el contrabando de nerCOticos hacia los Estsdes Unides cenvierte automoticamente a Pancho en un proscrito de la sociedad, a la que siempre estuvo e1 espirando per integrarse. La memoria y la nostalgia no son cuelidadss que identifiqusn s Pancho. Aunque si son, en contrapartida, caracerizedores de Luz. De hecho la novela termine con la alienecion mental de nuestre protagonists: cantande sus tipicas canciones del recuerdo, bailsnde en su peculiar sstilo y scericiande en eu imaginacion a Clarita Mamola, su gaviotits de eldea. Per su infatuecion con este nombre llega a ser conocida en el noeecemie come Clare, a1 igual que eu mascots y al igual que eu fiel eirvienta Clara. Otre pereoneJe interesante per eu funcion, eunqus no llega a concretaree come persona, es Sara Vier. No hemoe encontrade refersntes biogreficos ni para Luz Canes ni para 248 Pancho Luy. Tsmpoco Sara VieJa tiene su contrapartida en la vida real. En la ficcion narrative, sin embargo, su funcion se cumple mas come vez memorativa que come pereoneJe. Siempre sols, acempafieda de uns carreta Jaleda por un burro, Sara VieJa solia perderse per largos periodos de tiempo y se aparecie providencielmente pare eJecutar alguna buene accion o simplemsnts para sacar al pueblo de su monotonia. Su carecter tiene mes tintes legendarios y miticos que r1 propiemente historizsdes novelisticamente. Su funcion come quede dicho es la de constituirse en la memoria del pueblo, en la receptors de la trediciOn oral, en la recolectera de hechos antiquieimoe, leyendas, histories de shamanes y lideres de su pueblo. Este tipo de persenaJes con funciOn de voz memorativa la hemes rsconocido ya en La Crecignte.7 También hemes declarado que este precedimiento constituye un recurso de buscar la pertenecie a un lugar e incrustarse en un memento histérico, primero come necesidad de idsntificacion y participacion, y ssgundo como un rasgo diferenciador y carscterizador de la narrative del exilio, que apunta en filtima instancie a sea misma necesidad consciente del autor y que este transmits a sus persenaJes. es decir, 1a necesidad del arraigo se presenta en doe nivelse: una en el interior de la novela creads per la neturelsze y desarrollo del carecter de los persenaJes, y otre, come sentimiento del autor que se proyecte hacia los peneamientos y accionss de sus persenaJes. Les caracteristicas fisicas de Sara VieJa la diferencian 2.9 l cualitativamente de los otres indigenas: vieJa, parts natural e integral ds la neturelsze desertica, mas alts de lo normal Y todavis con etractive femenino. Cuando Luz Cafiez la miro por primera vez en la eldea, Sara VieJa ya ere Sara Vieja. De la imprssion que es parts original de la eldea y del psisaJe. Luz la vie baston en la mano, come que sin él se fuses a derrumbar aquelle mentafie... (23) Ante los oJos ilusionados de Luz, Sara se concrete en el pereoneJe incognito y misterioso de los pueblos que cenocen 1as histories de toda la gente. Per eJemplo, estabe al tanto de la vida de los gigantee y su desepariciOn. Sara VieJa tambien rememora los recuerdos de su bisebuele: les muches invssienee que ha sufrido el pueblo de los Concascs, unas ssngrientes en busce de oro y otras pacificee "dsrramande bended para construir cases a Dies" (29). De les muches leyendss que conoce Sara, una hace referencia el caudille seri, el gran shamAn, Coyote Iguana, cuyo hecho historico queds registrade todavis en la memoria de los hermosillsnses. Sara enfetiza mas el aspecto ehamanistico del caudille que el episodio histOrico segfin el cual e1 caudille habia raptado a Lela Casanova, una muJer blance avecindada en Pitic. Ls muJer robada llego a vivir tanto tiempo entre los indigenas que es aclimato y llego a ser una de elloe, haste que fue recenocida casualmente per una muJer de Hermosillo y rescatade de la tribu. El carecter de discurso morisl de dsnuncia, que hemes rsconocido en las otres tree novelas estudiadae-—L§_§igpps_x pl viento, Ls,cr§cienps y De eracules dispsres se prefigura clara y explicitamente aqui, eunqus hay ausencia de 250 profundizacion en la reprobacion de tales actividades: Conoce a varies persenaJes que se hen brincado 1a bards a1 terrene legal de los neconcies y ahera dignificen los pueblos donds radican. El tambien lo hers asi. (73) En otros dos lugares llega a reproducir casi textualmente este llamade de atencion o critics expresa dirigida contra muches honorables, supuestemsnte hombres de negocies: "Estes (los centrebandietes) ya conocidos comerciantes y hombres de negociee en sus respectivae poblacienes". (72) Curiesemente no aparece ni cuestionamiento ni dsnuncia en la primera parts para la vida de mieeris en que viven los indigenas, ni tampoco pars 1as varies instencias en que la civilizacion he queride desposeer a le tribu de eu culture, es decir en centre de institucienes come la instruccion rsligioea e 1e iglesis misma concretizada en el pastor protestante de la novela. Tanto feligreees come pastor aparecen en conversecionss de maltiples participantss y parecen ester imbuidee en una conversecion que no utilize los mismes terminos: no logran entenderse mutusmente. E1 pastor es un pereoneJe de eecaea definicion, puss no es la conocen sus moviles, ni sue logros: tampoco eu presencia obedecs a la plasmeciOn de un simbolo. Tree 0 cuetro rasgos que es saben de él sirven mas bien para caricaturizarlo que para constitruirlo come pereoneJe: llega con une caJs de reps usada que regela entre los indigenas, manifisste una mania per bautizar a les criaturae con nombres del antiguo testamente, come 10 hace con los hiJoe de Sara VieJa y, per 251 Oltimo, sentedo en una pangs misntres lee ls Biblia dice su prostrer adios a Luz. No hay plantesmiento critico detenide ni cuidado en las reflexienes sobre los problemas sociales de les indies, su exPlotacion, su folklore en vies de extincion, su sducacion, etc. Mes que lenguaJe merel--ni agresivo, ni dsfensive-—Leo Sandoval se dedica a mostrar el pueblo en su pobreze y en los vicios naturales de la ignerancia sin recurrir a la dsnuncia salvo muy velsda en la segunda parte de la novela. Dentro de lo que hemes dsneminsde carecter rsfersnciel de la narrative del exilio, observamos en una game de variades realizaciones e1 aspecto autobiogrefice. En Pozo ds crissnte sin embargo este particularizecion de la referencia aparece muy diluide. Al igual que en De eraculos disperse el pereoneJe central es una muJer. Debido a este nos enfrentamos, a1 menoe euperficialmente, e la no identif1C8C10n de autor—narredor—protagonieta. El autor narrador no se cenvierte nunca en un pereoneJe que vierte sus vivencias y experiencias en confidenciae de primers persona. La técnica narrative llevada a manera de sepiral repite una y otre vez lee recuerdos de Luz Canez. A pssar de que este relato no es biografico y muche menoe autobiogrefico en el ssntido sstricto de la palebre, Leo Sandoval, su autor, reproduce sue meditacienes, recuerdos e histories de una estancia de seis afios que peso en la comunidad indigena de los eerie. La eutebiografia ausente deJa vecente y nula una parte de nuestro supueste, pero creemos que no necesariamente la invalida. Per otre parts tambien falterian 252 per considerarse lee particularidades que explicaran dichs vacante.8 Ls madurez del sscritor, segen nuestre postulado inicial, es encontrade en dos nivelse. Primero en el contenido—-le concientizacion de uns congoja propie del desarraigo y de 8111 la necesidad spursde per plasmarls e vertirla en los ergumentos de les novelas. Segunde en el nivel formal, en el que la madurez es sdquiere a través de la concientizacion tambien de les instrumentos concretos del b oficio de sscritor. Esa caracteristice que hemes viste deserrolledo con bastante exito en los eJemplaree narratives estudiades, es la cenciencia sobrs el maneJo de la obra artistica y el afén per renovsr formelmente e1 género literarie. Eppg_de crissnto constituye un eJemplar muy censervader en el seguimiento de les Conenes retoricos literariee de la novela. Este no impide el rsconocimiento al credito artistico que merece la novela en algunes puntos de construccion, principalmsnte la técnica espiralista de volver y volver a teJer sebre lo ya tratado.9 Per otro lado, observamos una caracteristice constants, todavis conservada en esta narrative, que recuerde a la smpleada per la novela 10 Concretamente hecemos referencia al lirica postmodernieta. lenguaJe narrative de certee poeticos, intermezclade de vez en cuando, tanto en lee figures retoricae, meteforas y similes, como en la presencia de pies métricoe, ligeramsnte eecondidoe en el relate. Tenemos per eJemplo: Benigna suerts esperande llegar rodsndo entre les else. Regio destino que cayo de un ciele azul con uns buene estrella. Noble sensl de fortune con menoe llense de bonded. (80) 253 El patron ritmico del exametre este presents en tree oracienes seguidas. No se trate de une construccion casual, perque ademss de eu cadencia encontrade en tres oracienes eeguidae, no desarrollan una secusncia narrative sine que giren sobrs un misme punto sin avanzsr en una lines temetics.11 En cede oraCiOn, come si se tratara de tres verses, se dan seis grupos de intensidad; e1 ssgundo verso tiene sists grupos de intensidad pero la lecture bien puede L acomodarse para reducirles a seis, desacentuende una palebre [K y aumsntsnde le rapidez ds la pronunciscion. Le descripcion del paiseJe, particularments del desisrto, se hace deeds una perspective smocionelmente comprometida, edeptando al desisrto come cempsnero y aliado en lugar de un enemigo s vencer. Sirva el siguients eJemplo para observer la presencia de le metefora en la descripcion, que es donds suele aparecer con mayor frecuencia tel tipo de discurso: Pozo de crisanto es un veste territorio que por su fauna se Jacte ds ser desisrto. Aun asi no es mes que un pequeno gaJe de arena y vericuetos de arroyos secoe donds abunda la biznaga, mezquite y pele fierro y en los idus de marze, les gigantee dedee verdes apuntan a1 ciele come blancos snillos color marfil: Flor de Pithaya. (23) La idsntificacion de les sentimientos de la naturaleza con los del eer humane, pertenecientes a la felacia romantics, son comunss en el habla de los hebitantes del desisrto que prefieren verle come protector: Alli en el puerto, entre la cordillsra que esta enfrente a la iela grande, quedo el hiJo de Luz CAfiez y el cepitAn del San Marcos [...] Quien pass per ahi posteriormente vera un erbol de palofierro, un arbusto de la yerba de la flecha y un erbol de palo blanco, 254 siempre mudande su certeza en senal de tristsza. (58) El desisrto es de la misma neturelsze que el mar; asi come este altimo a veces es suave y blando y parece que cents, otres veces se enoje y se lleva les almes: es llevo a los gemeles de Sara, al Bacenora, eu sspose y a cuetro personae mas que iben en la misma pangs. E1 desisrto tambien meta en los tiempos de sequis y aquelle vez se habia llevado a TONito, e1 hiJe de Luz. Psro el desisrto tambien puede eer fuente de vida pues proves de frutae, piezas de csza, lens y el Pie subterranee que abastece a Pozo de crieanto provisne del desisrto. El desisrto es dador de materia prime para producir utensilios come canastoe (1as gruseae fibres de la plants del torote), el barre para ellas, el agua de les biznsgae que puede salvar a une persona efligide per la sed, o les curvedas espines ds lee cactus, usadas come anzuelos para pescar. A este breve novela la denomina relato su autor, Leo Sandoval. la razon estriba fundamentalmente en que 8610 hey una lines argumental y sscases digresiones que débilmente llegan a adquirir independencie temetics. Per otro lado, la carecterizecion psicologica de les persenaJes es muy escueta y carece de profundizaciOn. Sin embargo, hay materia prime recreada con la que Leo Sandoval ha querido "lever sus recuerdos" (110) y escribir lo que deeds un principio no lleve pretensionss de gran literatura. 1as carecteristicas que hemes mencionado y analizado para los otros tree exponentes de la novela del exilio esten tambien aqui 255 presentes con deeigual grade y extension, En este novels la temética que sobresale con mayor fusrza es la del desarraigo psicologico radical de un pereoneJe de ficcion, cuye agudo snfrentamiento con la realided 1e produce 1s lecura. A diferencie de la sierra ygsl_visnto, donds s1 desarraigo es del pretagonista-narrador—auter, y de La creciente donds los dessrraigades son todos los hebitantes de un pueblo, le rsspuesta a la necesidad del arraigo lo resuelve en este caso Lee Sandoval snfrentande a la protagonists a un calleJon sin selida, de manera similar, per lo radical, a come Valenzuela Calderon hace que Sara la protagonists de Deloréculos disperse ecuda el suicidie come solucion a1 desarraigo. 256 Notes 1. Dichae premises, utilizedes en el anelisis del grupo de novelas de les setsntas, sen la recurrencia a1 pasado imbuido de mslencolia——come medio de autoconetitucion del pretagonista—-1a referencia geografica e histories, e1 discurso moral y los recursos y tecnicee de creacion. 2. Todas las cites textuales de fipgo dg,crieante que aparecen en este trabajo corresponden a la edicion de 1977, realizada por el Gobierno del Estedo de Sonora, en la ciudad de Hermosillo, Sonora, Mexico. 3. Segfin e1 ceneo de 1980, los serie esten en peligro de extincion por su muy escaso nfimero, epreximsdamente 200 hebitantes circunscritos s Punta Chueca, el Desemboque, Bahia Kine y la Isle del Tiburon. 4 . Ramon Menéndez Pidsl, Les vascos (Madrid: Espasa Calpe, 1968) 35. . Ernesto Camou Healy, "Les hebitantes del desisrto", en Hietoria contemporAnes de Sonora, Hermosillo, Son.: El Colegio de Sonora, 1988, pp. 541-51. 6. De todos los protagonistes que sncontrsmos en lee cuetro novelas estudiades, Pancho Luy es el onico que se pregunta per la trescendencie de la vida humane, el poco ssntido de Dies, y el que propugne por el aprevechamiento del goce immediate y prectico de la vida. . Este concepte lo hemes utilizado para reconocsr la 257 funcion de uno de los persenaJes en el estudio de La creciente. Rosa Maria Ruiz, en el anelisis de este novela, habla de voz comunitaria y voz social pare referirse a un eJe de bosqueda de identidad social. Ver su estudio "Rslacion entre literatura y sociedad. Un estudio de caso: Ls creciente de Armida ds la Vera", en Culture y Literature, Hermosillo, Sonora: E1 Colegio de Sonora, 1989, p. 190. 8. Mencienar alguna razon que explique la ausencia casi T total dEI P8880 autObiogréfice en este novela, quederia fuera % de nuestro alcancs. No pedemes recurrir a1 heche de que Leo Sandoval no sea eriginalmente del Estado de Sonora, puesto que en las premises utilizedes en el plantesmiento ds la hiPOtesis ese factor are secunderio para la idsntificacion de un autor come psrtsneciente a la region. - Técnica de ceracol le denomina Margarita Orepeza en la presentacion que hace del libro en el prolego, p. 9. 10. Mariano Baquero Goyanes, gstppgtppa§_gg_l§_ppggla actual (Barcelona: Planets, 1970) 70. Vsr tambien de Janet Louise Bec Stewart "The Concept of 'Lirical Novel’ as Seen in Three Spanish Novels", doctoral dissertation, University of Texas at Austin, 1979, pp. 1—12. 11. Esa es la razon para considerarlss proea poetics, a la manera come Antonie Villa desarrolla su possia en Entrega inmsdiata, en narrative que no cuente y que es detiene Presenténdese a ei misma. 258 f CONCLUSIONES: EL DESARRAIGO COMO MEDIO DE IDENTIDAD EN LA LITERATURA SONORENSE En elpresents estudio hemes probado que el desarraigo elevado a categoria consciente en los escritores sonorenses de la decade de les setsntas he servido come factor ds idsntificaciOn y de definicion regional y marginal. El arraigo come necesidad humane-~necesidad de participar en una celectividad, y de pertenscer a un lugar, a un msdio, a une PPOfeaiOn-—queda cencretizsdo literariemente en cede una de las novelas estudiadae. Tel sctualizacion se logra a traves del recuerdo y la nostalgia, la referencia historico—social (refleJe de todo tipo de problemas sociales con un discurso moral de dsnuncia), la referencia geogrefice (descripcion de la neturelsze), y la referencia personal (eutebiografia). Per ultimo, 1a identidad conscientemente adquirida es reflejada por el artists en los topicos respectivos y en el maneJo reflexive de les instrumentos de creacion (innovaciones en el lenguaJe utilizado y en el genero literarie). El estudio de la literaturas rsgioneles, entre ellas 1a literatura del Estedo de Sonora, se encuentra todavis en su mayor parts desconecide y por lo tanto aparece con el carecter de inexistente para la literatura necional. Debido a este hecho, eu literatura practicemente marginal se encuentra todavis en una steps incipiente de anelisis y reflexion critics. De elle se deduce que los scercamisntes 259 metodologicos, 1as proposiciones deecriptives y las cenclueienes del presents estudio habran de tensr necesariamente e1 calificetivo de fundaderas y la funcion de orientadoras hacia vetae que inicien otros cuestionamientos. Hemos comprobsde que s1 hilo conductor que uns a la novelistice sonorense de la segunda mitad de la decade de los setsntas es s1 er temetico del exilio. En cede una de les novelas examinadas hemes rsconocido un treslado geogrefico, o impuesto desde fuera per circunstancies sociales, o interno por determinacion personal: de la sierra al vslle, en La sierra y el viento: del pueblo a la ciudad, en La creciente; de Europe a Méxice, en De ereculos disperse: y ds ls zone costera a la sierra, en Eggs ds crisapte. Este tepico, tematizado de diferentes maneras y perspectives en los ergumentos individualss de las novelas, no se apunta come tema final sine que, siguiendo la neturelsze y cemportemiento del 818h0 linguistice—-quid pro quo—-trssciende su inmanencia y dirige su significado a otre components, a la manera come semioticamsnts precede s1 sintema ds una enfermedad. Diche de etra manera, sl exilio corresponds a la manifestacion externs de un significado oculto, la necesidad humans de identidad y arraigo. Entonces, see exilio, particularizado en la necesidad-—impueeta e veluntaria--de ebsndonar un lugar, se ha dscantado en sl surgimiento consciente del arraigo y per lo tanto es ha manifisstado en lee cuetro novelas come un elemento de dsfinicion de la identidad. Aun cuando hemes procurado cefiirnos el estudio del exilio come motive literarie, analizande les varies fecetas 260 que este manifisste, nuestre punto de vista no puede quedar censtrsfiide a1 sxsmen ds 1a coherencia individualizada del estudio de les varies nivelse sstructurales al interior de cada una ds les novelas. Per lo que quize restando sistemeticidad y cehesivided a nuestre enfoqus, hemes preferido genarlo sn alcancs, yendo en la bosqusda de la trescendencie del texto literarie a la referencia historico— social. Tsmpoco quisimes imponernoe come limitecion un concepte ds literatura demasiado setreche que nos reetringere firs—*1 1a posibilidad de recurrir a herramientas o postulados que, eunqus provenientes de otres disciplines, consideraramos pertinentes para apoyar los rsspsctivos anelisis de les novelas estudiadae. En la beequeda de les causes del desarraigo, hemes rsconocido en los textos literariee que sl treslado geogrefice es la constants que hace surgir la cenciencia ds la identidad tanto en los que sufren sl deeplezamisnte como en los que lo narran. El exilio es ha manifestade come un cheque emocional que surge del cuestionamiento que cede uno ss hace de sus propie vida cuando es sale de un habitat para sntrer en otre. Les respuestas que es hen expreeade a les cuestionamientos de la identidad—~Quien soy yo, aqui y en este memento? COme me idsntifice en rslacion con mi tierra y mi habitat? En que me diferencie de los que no son come yo ni piensan come ye?--en La sierra el viento, La_gpggisppg, 2s eracules disperse y Pozo de crieanto, tienen todss ellas en la recuperacion del arraigo un sorprendsnte matiz pesimists y poco alentader. E1 protagonists narrador de La sierra 2 el 261 viento termina 8U Oltima Jornada insetisfecho, frustrado, sin que ni e1 future prometedor ds ls fermacien profesional ni e1 epsrente exito de les proszas logrades per sus padres heyan hecho cambiar s1 ansia de pasado y su discurso nestelgice. AcongeJada per la doloresa sonrisa al final de su reconto, la narradore de La crecignte tampoco es muy slentsdera. A traves de eu retorice nos conmins a tener fs en un future que solamsnts ella eepers con vehemencia sea tan prometedor como el pasado aflorede. Significstivamsnts los dos siguientss C8808 eon todavis mes graves per lo extremade de sus plantesmientos. Diana, la protagonists en De eraculos disperse, es primero expulsads por los pitiqusflos incapaces de comprender la verdad prefetizade per la iceneclasts novelists. Luego elle, antes de suicidarse simbolicamsnts, ssesina en la novela que ella misma escribe, a les represententes de la sociedad burgussa y corrupts para que, en vistas del sacrificio ofrendade, puede ls sociedad de Pitic resurgir nuevs y purificade. Finalmente, Luz Canez, en Pozo de crieanto, pierde la razon y cempletamente orate es recluida en Uh hospital. Hebia side incapaz de soportar una existencia que nunca cemprsndio y que es 1e impenia tercaments, una y etra vez, aleJando a la gente que habia queride y con la que es habia identificade. La felicidad que anhelaba logro per fin encontrarla, a travée de su lecura. en la libertad de sus gaviotae y en la monetenia de su canto y de su bails. El presents rechazado y el pasado deeeede provocan el recuerdo doloreso que, sin llegar a lo patelogico, celinda 262 con la melancelia come estado emocional dspresive. Les protagonistes de cada una ds 1as novelas vivenciaren la Perdida ds un obJeto amado-—la infancia come una etapa ds la vida 0 el lugar del que fueron privades y expulsadoe. Exists una perdide consciente del obJeto amedo mas no pueden conscientemente percibir con clara delimitacion que es lo que han perdide en sl obJeto aflorado. Log protagonistes desconocen s1 perque ds esa obsesiva repeticion msmoristica al pasado, a la sierra, a la historia antigue, a1 mar. Ess es el factor que conscientemente cenfigurado se trsduce y obJetiva en la necesidad ds arraigo, de idsntificacion con los lugares dondes se vive, con los valerse seneibilizados y, per fin, con sl deseo de precisar la permenencia y la dsfinieion humanas. Siguisndo los postulados ds Michael Ugarte, adsmss del nestelgice y mslencolice pasado, rsconocsmos tambien come constentes para la novela del exilio sl carecter autobiogrefice y sl discurso moral presentes en las obras. En lo que concierns e1 discurso autobiogrefico, hemes conetatade que este es efectivamente observable en la medida en que predomins en la obre literaria sl aspecto rsfersnciel Y no 21 ficcional. A81 pedemes decir que son mes autobiograficas La sierra x_gl,visnto y La creciente que 2; oraculos disperse y Pozo ds crisante. El ye del autor sets plenemsnte identificade con esa breve steps de vida narrade en la novela en que sllos mismos fueron testigos y participantss. El discurso autobiogrefico vs msrcade ademés con 81 T8880 lirico e poetice en el lenguaJe utilizado. Se 263 puede censtatsr que 61 lexico figurative es mas abundante en la medida en que el discurso nostalgico se idsntifica con la felicidad perdide de la infancia y la sierra paradisiacs abendonada, come sucsds en La sierra y el viento, 0 con la deecripciOn del peisaJs ssrrsne, en Lagcrecientg. En cambie, el rasgo autobiogrefice en 9; egéculos_disparss es muche menoe evidente per lo que, pare capturar dichs presencia, tuvimos que recurrir a la explicacion de les hechos ficcionelss. La actividad periodistica y creedera de su autor, Sergio Valenzuela Calderon, ha side tematizada en su novela a traves de una protagonists nacide de padres europees inmigrantes. El ye del autor, sin ssr propiemente lirico nestelgice sine de creacion corrosivamente destructora, se VECIa sl exterior en une desmitificadere y acerba critics a les proctices periodisticas y a les institucienes sociales come 18 1816818, 18 GdUC8C1On y la class social burgussa. Le reflexion autobiogrefice en Eggpidsicrisanto queds curiosamente casi nula o vacia. El finico date que tsndriemos que tensr en cosideracion para relacienarle con este case ss sl heche de que el autor se treslado a los lugarss que describe, e incluso dedico varies shes ds su estancia en dicho msdio ambiente e vivir entre los aborigenes en el desisrto e entre los peecadoree en la costs. Aunque presents e1 lenguaJe lirico, ésts ss reduce e la ocasienal deecripcion poetics de la neturelsze agrests del desisrto. Como aspecto importants que subsums al factor autobiogrefice—-al que tambien hemes denominade rsfersnciel por ssr mos abarcader-—ee da sl caso ds que les cuetro 264 novelas tienen por fondo geogrefico el Estedo de Sonora, su msdio ambiente-~la sierra, el vslle, s1 desisrto y la costs-— imponiendess y prefigurando e1 carecter de sus agonistas ficcionalee y reales. En este ssntido, y no tetalmente, 8610 De Grocules disperse es una novela de la ciudad. Les etras trss se rscrean caneinemente en el campo, en la neturelsze inhospita que ha tenide que ssr vencida para ponerls a d13P081C1On y esrvicie ds sus celonizsdorss. Les hechos historico—politicos merodean los ergumentos novelistices pero no llegan a tener uns influencia determinante ni en su desarrollo tematice ni en la psicologia de sus persenaJes. A pssar del grade de referencialidad mayor en La sierra y el viento y La_crscisg£s, ambes novelas esten aleJedas del date exacte y de la fecha, en cambio la idsntificaciOn topenimica este eussnte, parcialmsnts, sOlo en Epgo ds criganto. En les novelas tampoco aparecen autoridades ds gobierno identificables y los acontecimientos sociales importentes es ven a le leJee y velades. La excspcion shore es De oréculos dispares, la cual aparte de ssnalar toponimos—-en lo cual coincide con La sierra y s1 viento y La creciente--registra antroPonimos (ebispo, gebernador, psriedistas, frases hechss idsntificadoras del sstilo de les psriedistas) todo elle exprssado no directemente sine en mordaz sstilo invertide e ironico. El discurso BUtObiozréfice y nestelgice configure otre facets sobre la cual se han construido lee cuetro novelas con diferente énfasis en varies factores. Rsconecsmos come temas que vuelven una y etra vez, rscurrentemente, el retorno al 265 pasado y la nostalgia per la ausencia de ess pasado. En La sierra y s1 viento, el protagonists es regedsa con la oportunidad de recurrir s1 pasado en les periodicss visitas de los familiarss, quienes huyende poco a poco pero constantemente, van bsjande de la sierra al vslle. Tembisn hemes destacade que les histories que acompanan a la historia principal-—llemadss per algun critico inJertes, per su epsrente insercion artificial—~cumplsn la misma funcion que los retornos en la memoria del narrador per volver al pasado. A81 hemes comprobsde que la distribucion sspscieda de las narraciones ’externas' constituyen tambien un intento repetitive per volver a recrear todo un munde de imAgenes serranes que se vs perdiendo en las brumas del olvide. De la misma manera, la constitucion de persenaJes come Sarah, Diana Y Carlee en 22,0[éculos dis area, as realize por los constentes retornos al pasado, a Europe, a la Ciudad de Mexico, y a la infancia. Luz Cafiez, en fipgo ds crieanto se censtruye e si misma mediante un recuerdo ssncillo, que reterna a eu mente muches veces. Luz, despues de perderle todo, lo Onico que recorders en su locura sers precisamsnte la posesiOn de su gsviota y su bails menorrime. En L_ creciente la construccion del pasado no es exclusive de un pereoneJe sine de todo un pueblo. Ese pasado nestAgice es ubica en los tratados de historia, en la memerizacion complete de 188 genealogias de les families, en los recuerdos de infancia y en el esfuerzo desespsrade per conservar tradicienes y costumbres. Tambien en este novela, come en La sierra y s1 viento, 1a dieposicion externs de les entrades 266 -—que no se centinean en una historia lineal sine que se interrumpen para volver espirslmente a reaparecsr--fertelecen el ansia per recuperar un mslencolico pasado en el enimo final de autoafirmacion, eunqus dssds un punto ds vista practice se le concede ssr vacuo s infltil. El discurso moral, que presentan lss cuetro novelas, conllsva edemas el rasgo ds ssr sgreeive y algunes veces sarcastice y dsmoleder. En todss ellas, excsptuando Ls creciente, el obJetivo de la critics es plenemsnte idsntificabls. Se trate ds personae, gobernantes y precticas d9 COTPUPC1On ds quienes ostentan el podsr y la supueste capacidad de COHdUCCiOn ds la economia y la sociedad sonorense. La dsnuncia suele ir mas ella ds la idsntificacion individual del criticade. Se trate mas bien en sstos cases de un ataque a un ’statue quo' que permits que a traves de la sfirmacion de los valores, costumbres, tradicienes Y Practices tsnidee per moralmsnts buenas o emulablss, medre gents hip6crite, sin escrfipulos, oportunista. Ademas se dsnuncia que sstos persenaJes ss velgan para su medre personal del gobierno, de la religion, del comercio, Y eon—~10 mas abyecte--de la venta ds drogas y eetupsfacientes. En La_gpggigpps s1 antagonists no es el lobe sscendide en sl hombre sine la neturelsze inhospits, 1a sequis. el pase del tiempo y el elvido ds costumbres, pasatiempes y rites. El exilio, come Bintoma, express e1 desarraigo come significado de una enfermedad del alme. La temetics del exilio es un heche que, cencientizade por el autor, le sirve 267 para censtruiree a 81 misme come persona y come creador de una obra en la que refleJa la necesidad de identidad, ds arraigo y de rsconocimiento. Hemos viste COmo ls cenciencia he surgide promevida per sl hecho doloreso del exilio geografico de la sierra a1 vslle desertico en La sierra yiel XAEELQ. de 18 dispersion ds un centre a la periferie, 0 del pueblo a la ciudad amagadora en La crsgisnts, e de Cataluna a Pitic sn Q§,orégulo§ disperse, y per fin deeds la ville de peecadoree a un pueblo de la sierra en Pozo ds crieanto. Nuestrs hiPotssis sobre la busqusda ds arraigo come necesidad humane vs en correspondsncia con sl heche de que les novelas sen en su mayor parts sutobiogroficas. Elle se debs al heche de que partiende de este recurso narrative los autoree tienen la oportunidad de un desnudemiente cenfesional mas expedito. Esta considerecion no necesariamente cierta y ademée bastante polemica no impide que Eggs dslcrissnto y De erscules diepares-—nevelae con mayor grade de ficcionalidad—-preeenten de manera implicita la inquistud de la definicion consciente de les escritores come creadorss. Las dsclarecionee hechas For 108 autoree en PalaCiOn a sus obras comprueba e1 heche ds que un obJetivo buscado mediante la prectice de su escritura respective es el de confesarss a 8i mismes, quien es ss, responderss a la pregunta de la procedencia, y sentir con elle uns satisfacciOn orgullosa por el rsconocimiento. Les propiee autoree hen manifestado que el cheque dsspertsder de cenciencia he side rsferzsdo posteriormente en sus vidas per diferentes psrcances: 1a selida del lugar de origen, vieJee a otres latitudes, el snfrentamiento con lo extraanre. Elle 268 ha snfatizade ls necesidad ds pesser uns identidad, una vez que se hen enfrentedo conscientemente sl hecho de saberse diferentes de otres en cuanto a costumbres, en pasado, en lengua, en culture, en religion. Sen muches lae interrogantes que nos surgsn e1 terminar este primer acercamisnto en la bfisqusds ds constentes literarias Y filOSOfices en el esteblecimiento mes o menos convencional de la construccion ds la literature regional sonorense. Ls mayor inquietud dsviene ds nuestre propie COHCIUSiOn, en el ssntido de por que una literatura de fundacion ha ds tensr tan msrcade signo destructor, desalentader, desesperanzador. Quiza este fenomeno solo sea un signo pesaJsre o quize anuncie la temetics ds 1a identidad inestsble de les hebitantes de la ciudad que ya refleJa la narrative ds otres latitudes, como la de la Ciuded ds Mexico, per eJemplo. Ne pedemes marcar lineas taJantee de separacion entre las carecteristicas que individualizan a estas cuetro novelas sonorenses y lae correspondisntes a la produccion literarie anterior a les setsntas en este misma_region. La necesidad de exprssar conscientemente la bosqueda del arraigo a través de la creacion literaria ds carecter cen mayor o menor grade autObiogréfice, ha estado presents antes. Pere en los cases examinadee no es trate simplemsnts de un accidents ni constituye un heche aislade el que cuetro obras de la segunda parte de los setentas refleJen avidamente ssta carateristica y que al misme tiempo conllevsn la reflexion sobre los instrumentos sscrituralee ds creacion, genera, lenguaJe y 269 referencia. Esa es la razon per la que svaluames come significativo sl hecho de la conJuncion de cuetro obras en un periodo ds cinco afies en el horizonts literarie sonorense. 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