ABSTRACT LA POESIA DE LUIS CERNUDA: TEMAS, ESTILO Y SIMBOLOS by Mercedes de Oérdenas Luis Oernuda es un miembro destacado de la genera- cién del 27 por su pureza lirica, su técnica y su rebel- dfa, en cuanto a temaa y forma y, en consecuencia, por su originalidad.‘§§_§§§ligad y el Dgggg es el titulo del vo- lumen en que recoge toda an obra poética. En la antinomia que da titulo a la misma, encuentra Cernuda la sinteais del vivir agénico: realidad como simbolo de todo lo que existe para desaparecer, deaeo como afmbolo de permanen- cia, de eternidad. A1 oatudiar la obra poética de Luis Cernuda, so pue- de comprobar qua paaa por aucesivaa mutaciones haata 11e- gar a aleanzar la configuracién definitive. La etapa ini- cial esté representada por Primeraa Poesias (1924-1927); la claaiciata. por Egloga, Elegia, Oda (1927-1928); la auperroaliata, por £33401 nn=aggg (1929) y Loe placerea grohibidos (1931); la vuolta a la tradicién poétioa espe- fiola, por Donde habite cl olvigg (1932-1933) y finalmento, Invoeacionea (1934-1935). que supone una reaccién contra v‘ Mercedes da Cardenas la poaaia ”pure". La aagunda atapa, donda ya su poesia alcanza au axpraaicn definitive, aa inicia con Las Nubas (1937-1940), continua con Como guien aapara e1 alba (1941- 1944), Vivir ain aatar viviando (1944-1949) I Con laa ho- ;ga contadaa (1950-1956), tarminando con Qaaolacién de la Quimara (1956-1962). Esta aatudio conata da aiata capituloa. El primaro trata da la ganaracién dal 27 a incluya una viaién pano- rémica da 103 poetaa inmadiatamanta antarioraa a ella: a los qua influyaron an la nueva ganaracicn y tambian a un grupo qua coneidaramos da tranaicién. Compranda adaméa una brave historia da la apoca da 103 "ismoa" haata 11a- gar al auparraalismo, cuya influencia da36 ruartaa huallaa an Oarnuda. También aa aafialan lea ralacionaa qua Carnuda tuvo can an grupo y 133 influanciaa qua racibié da ctros poataa. El aagundo capitulo, dadicado a1 aatudio da 103 te- naa an la poaafa da Carnuda, trata da damoatrar qua a1 conflicto raalidad/daaao an al principid ganarador dal qua amanan loa tanae méa importantaa do an poaaia: la aoledad, a1 amor, a1 olvido, Dioa y 103 dioaaa, Eapafia y al poata como aar privilagiado an ralacién con la aad da aternidad, 1a poaaia y la aociedad. El tarcar capitulo, dadicado a1 aatudio da au aeti- lo, trata da demoatrar qua hay an au poaaia, una coexis- tancia da actitudaa tradicionalmanta contraatantaa. Entra allaa, un romanticiamo qua aa apoya aobra un fondo antita- tico da apaaionada idaalidad y da céuatico raaliamo y un Mercedes de Cardenas clasicismo qua no abandons ni cuando se deja llavar por ascualas mas nuavas. En a1 anélisis da su astilo as as- tudian adamas: 1a varsificacicn, a1 vocabulario y los similes y 1as matéforas qua anriquecan su languaja poe- tico. Asimismo sa sefiala e1 amplao da 1a anafora, al an- cabalgamianto y otros racursos qua caracterizan su poesia. Los cuatro filtimos capitulos sa dadican a1 astudio da 103 sfmbolos an 1a poesfa da Luis Carnuda para mostrar came a través da 108 sfmbolos se puaden axplicar estados complajos y contradictorios da su alma y cémo sus simbo- 10s a vacal sa cruzan y as fundan haste hacarsa uno y otras sa alajan para raaparecar daspuas, raflajando a1 mundo intarior qua anima su amocicn poetics. Estos sim- bolos sa astudian no sclo dasda un punto da vista esta- tico-po‘tioo, sino tambien establaciendo la intima rela- cién antra 1a forma astilistica craada y la raalidad psicolégica dal poets. En definitiva, 1a intarpratacién y funoién dal simbolo an al poama corraspondianta y an 1a poasfa da Luis Carnuda. Los simbolos astudiados son: aira, arbol, flor, sombra, muro, limbo, nube, mar y luna. LA POESIA DE LUIS CERNUDA: TEMAS, ESTILO Y SIMBOLOS by Mercedes de Cardenas A THESIS Submitted to Michigan State University in partial fulfillment of the requirements for the degree of DOCTOR OF PHILOSOPHY Department of Romance Languages 1972 @ 00pyright by ' Mercedes da Cardenas 1972 INDICE INTRODUCCION . . . . . . . . . . CAPITULO I. EL GRUPO DEL 27: CERNUDA CAPITULO II. LOS TEMAS . . . . . CAPITULO III. EL ESTILO. . . . . CAPITULO IV. LOS SIMBOLOS (I). . lira. CAPITULO V.\LOS SIMBOLOS (II). . Arbol. Flora CAPITULO VI. LOS SIMBOLOS (III). Sombra. Muro. Limbo. CAPITULO VII. LOS SIMBOLOS (IV). NUbO a Mara Luna. CONGLUSIONES . . . . . . . . . . BIBLIOGRAFIA O O O O O O O O O O 111 48 109 154 177 209 239 273 286 INTRODUCCION Luis Cernuda, poeta da extraordinaria calidad, das- pues da afios da ralativo olvido, es considerado en la ac- tualidad como uno da 103 ascritoras qua mas influyen an 1a Joven poasia aspafiola. Esta revalorizacion sa daba a qua ya ha transcurrido el tiempo suficienta para qua sea visto y considerado con mas amplia perspectiva y también a qua las nuevas generaciones han ancontrado en su obra exprasiones y temas afines. La ganeracion del 27, de la qua formo parta Carnuda, racoga en una admirable sintasis 1as corrientas extranja- raa, fundiendolas con sus propias tradiciones y asi produ- ce un conJunto da poetas qua por sus altas dotes artisti- cas y ralevanta parsonalidad no habia tenido igual dasda a1 Siglo da Oro. E1 proposito da nuestra tesis es estudiar da un mo- do sistematioo y coharanta 1a poesia de Carnuda porqua si bian as cierto qua existe ya una bibliOgrafIa bastante ax- tenaa sobra su obra, nos parecio qua algunos aspectos asen- cialas da la misma no habian sido todavia astudiados y qua nuastro trabajo, aunqua no pratenda agotar todas las posi- bilidades da astudio, podria contribuir a un major conoci- mianto da uno de los mas dastacados poatas da su genera- I cion. iii iv Esta tesis constaré de siata capitulos qua hemos di- vidido de la siguienta forma: el primer capitulo estudiara asancialmenta la ganaracion del 27, los poetas inmediata- manta antarioras qua influyeron en la nuava generacion y un grupo de poetas considerados da transicion. Tambien se hara una brave historia da 1a época de los "ismos" hasta llegar a1 superraalismo, cuya influencia dado fuartas hue- 1las an Carnuda. Por ultimo, estudiaramos 1as ralacionas qua tuvo Oarnuda con su grupo y 1as influencias qua raci- bié da otros poetas. El sagundo capitulo iniciaré el estudio directo de la poasia de Cernuda, tratando de llegar a su concepto dal mundo a través da sus temas fundamentales, cuyo prin- cipio generador pensamos as 1a constants dualidad antra realidad y dasao, que la da titulo a su obra poetica. Creemos qua los temas cantrales da su obra son: la sola- dad, el amor, e1 olvido, Dios y los dioaes, Espafia y al poata como ser privilagiado an ralacion con la sad de aternidad, la poesia y la sociadad. E1 tarcar capitulo sa dedicara a analizar a1 estilo de Oarnuda an astrecha conexion con los tamas, ya que el significado de un poema quadaria incomplato sin su signi- ficanta 0 forms poetica. Los cuatro ultimos capitulos tendran por obJeto a1 estudio da los simbolos an 1a poasia de Cernuda. Tratara- mos da mestrar come a través da los simbolos sa pueden axplioar 1as clavas da su poesia. Los simbolos 1a sirvan v a1 poets para captar complejos estados psiquicos; temas y~ simbolos se cruzan y funden. A vecas, los sfmbolos as re- petirén con insistencia y otras sa alejaran pero siempra reaparacaran. El capitulo cuarto constaré de una breve explica- cion de lo que es el simbolo literario y del método qua saguiremos para astudiar los simbolos cernudianos. A con- tinuacion estudiaremos e1 aire, que es el mas frecuente de todos sus simbolos y el primero en aparecer. E1 capie tulo quinto tratara da los arboles y las flares como sim- bolos abstractos y concretos. E1 capitulo sexto estudiaré tres simbolos significativos y originales en su poesia: 1a sombra, el muro y al limbo. E1 capitulo septimo inclui- ra la nuba, el mar y la luna, simbolos da larga tradicion universal recreados muy parsonalmenta por Carnuda. Raspecto a 1as fuentes da informacion, hemos utili- zado 1as bibliotacas da universidades da los Estados Uni- dos; y en suanto a los matariales qua en estas no as an- cuentran, e1 profasor y poeta Manuel Mantaro nos propor- ciono bibliografia carnudiana existenta an los fondos del Instituto da Cultura Hispanics, la Biblioteca Nacional y la Emarotaca Municipal da Madrid. Otros matariales nos ‘fuaron facilitados, a través dal profasor Mantaro, por el posta y critico Leopoldo ds Luis, partenecientes a su bi- blioteca privada. ’ Nuestro daseo as, dantro da 1a bibliograffa cracien- te sobre Luis Oernuda, dar una imagen diferenta de su obra vi ' I poetica, baséndonos en una organizacion de sus motivacio- nes interiores. CAPITULO I 1. Grupo del 27 La imagan que tenemos de Luis Cernuda es la del poe- ta da 1as asparanzas constantemente pardidas, de la frus- tracion, da 1a soledad interior. La importancia literaria de Cernuda esta ya establacida, después da mucnos anos de un casi olvido en su propio pais. Las ultimas promociones poéticas han logrado al reconocimiento de su obra y de su alta calidad da poeta.1 Formé parte Cernuda de "la mejor capilla poetica de Europa"2 o mas explicitamente da “una generacion de tal intensidad craativa como desde al Siglo da Oro no se co- nocfa."3 iCuéndo surge a la Vida literaria este grupo da poetas? Datarminar la fecha exaota de su aparicion es di- ficil. Se trata da un fenomeno de lento procaso y por lo tanto no pueda situarsa con entara precision. Quiza 1a tarminacion da la primera guerra mundial pueda indicarsa como a1 punto da partida da 1a trayectoria ascendenta da 1a lirica dal grupo. Cirre escoge esta fecha porqua con- sidera que el fin de la primera guerra mundial abrié una gran epoca aspaflola.4 Cernuda es aun mas explicito: Espafia, como pais neutral duranta la prima- ra guerra mundial, no solo n9 tuvo que su- frir con,e11a, sino q a aconomioamenta se benefioio da alla; as qua an aparienoia la circunstancias historicas pudiaron sar all menos favorables a1 descontanto y disconfor- midad da 1a Juvantud qua daspierta y encuentra l 2 que ha da vivir en medio de una sociedad en ruinas bajg un injusto regimen politico y economics. E1 colapso da 1as instituciones sooiales y de los valores morales en que se fundaba e1 sistema de la bur- guesfa occidental, adamas da la decadencia de la estati- ca modarnista que es inicia an 1907, marcan 1a apertura, en la lirica, hacia nuavos horizontes. De los poetas qua se alajan dafinitivamente da la estética modernista, as- cribe Cernuda qua "no rapresentan tanto una época clara- manta dafinida como un momento de transicion, una fase da contornos no muy netos en la poesia aspafiola contempora- nea."6 Entre allos, Jose Moreno Villa (1887-1955), pueda safialarsa como a1 primero qua tienda hacia una poesia in- telactualista. Ortega y Gasset, an al prologo qua ascri- bio para su segundo libro, E1 pasajaro (1914), dice que ve alli "al nacimianto da una nuava poesia.”7 Entre los poetas ya consagrados, Unamuno concluya an 1912 an Rosario da sonatos liricos, qua represents una vigorosa raaccion contra 1a estatioa modarnista. Juan Ra- mon Jimenez contribuye a la formacion da una nuava sen- sibilidad a partir da giggio de un poata gacién casado (1917), donde busca la depuracion y la desnudez o esan- cialidad, 1a ranuncia a la anecdota y al detalle retori- co. En este mismo ano, 1917, publica Antonio Machado Paginas ascogidas. No es mi intencion estudiarle, pero dasaa safialar qua para asta apoca, su produocion poeti- ca ya estaba cumplida (aunqua todavia an 1924 publica 3 Nuevas Cancionas). En al prologo de Paginas escogidas, a1 examiner el posibla valor de su obra, concluya diciendo: Como valar absoluto, bian poco tendra mi obra, si alguno tiena; pero creo --y en esto astriba su valor relativo-- habar contribuido con ella y al par de otros poetas da mi promocion, a la poda da ra- mas superfluas en el arbol de la lirica espanola, y habar trabajado con sincero amor para futuras y mas robustas prima- varas. Vemos, pues, qua exists antra los poetas mayoras da prin- cipies de siglo una conciencia de transito y una supera- cion da 1as caducas formas modarnistas. El primer libro da Mauricio Bacarissa (1895-1931), E1 esfuarzo, sa publica tambian en 1917. 11 raaccionar este contra el modernismo intenta, segun Guillermo de To- rre, ”una peesia voluntariosa, energatica, rica en meta- foras nuavas, tomadas a la ciencia y a la filosofia."9 Tambian da 1917 as Del poama etarno da Juan Jose Domen- ohina (1898-1960), seguidor de Juan Ramén Jimanaz. La forma as barraca y el fondo cerebral. De esta fase de transicion da 1a poesia contempora- nea espafiola 3610 faltan por mancionar dos poetas: Lean Felipe (1884-1968) y Ramon da Bastarra (1887-1928). Leon Felipe publica su primer libro, Varsos x oraciones dal caminanta, tardiamenta an 1920. Por esta razon aparece desligado de la ganeracion del 98, a la qua corresponde- ria por su adad, y mas carca da 1a dal 27, con la qua tampoca tiana muoho an comun. E1 exilio forzoso lo lleva a America; alli sus versos severos, sin musicalidad, lo 4 convierten an la voz mas fuerte dal dastierro. Ramén de Bastarra ascribe su primer libro, La obra da Trajano (1921) daspués da un viaJa a Rumania. Encierra su inta- 1ectualismo an formas poéticas gongorinas pero su verso duro no alcanza a1 halago de la axprasion. Los esfuarzos da esta grupo anteriormenta citado en la busqueda de algo distinto no logran cuajar, ni 11a- gan a adquirir caraotar organico. "E1 transito tenia qua marcarsa --escriba Jose Olivio Jiménez-- da manara radi- cal, an la misma forma qua habia ocurrido en los demas paisas europeos y estaba ocurriando en Hispanoamarica."lo Todo allo obra sobra una Juventud en busca da novadadas. El resultado fue a1 ultrafsmo, termino qua corresponde, segun Guillermo da Torre, "a una manara literaria pecu- liar, a una estatica an ralacién muy directs con los de- mas ismoa da 1a primara postguerra.”ll Es antonces cuando los Jévenas poetas encuentran an Ramon Gomez da 1a Sarna 1a mirada alarta, qua habia comantado y divulgado casi todos los movimiantos lita- rarios diversos ocurridos fuera de Espafia. ”Porque al in- ventor da 1a greguaria pueda vindioar en todo momento, con mas motivoe qua ningun otro da su edad, una indis- "12 Escritor an prosa, cutibla prioridad vanguardieta. logra una astilizacion desrealizadora dal languaja qua habria de influir an la formacion litararia da los Jove- nas poetas. Cernuda habla da esta influencia: 5 En la vision y language poetico que caracta- rizan, si no a’todos, a algunos de los poe- tas antonces jovenas, al menos en la etapa primara de su labor, se observa una influen- cia evidente de aquella vision de la reali- dad introducida en nuestra literature por Gomez de la Serna bastantes afios antes, ha- cia 1910, cuando todavia e1 modernismo Egre- cia regir nuastros destinos literarios. Otra influencia, no muy clara, sefialada por Guiller- mo de Torre, es la da Juan Ram6n Jimenez, por su preocu- pacion a partir de 1917 de renovar la poesfa y por desnu- darla de elementos extrapoaticos. "De suerte que las co- nexionas de Juan Ramon Jimenez con la vanguardia estan paradojicamenta en su actitud aparte, en la disidencia con sus contemporaneos, su intransigencia con 10 facil o mimetico: en la virtud da su ajamplo."l4 Luis Cernuda coincide en parte con Guillermo de Torre. Al hablar de 1as lineas preliminares dal Diario da un poeta recién ca- sado, comenta a1 afan da novedades de Juan Ram6n Jimenez: No cabe duda que las novedades poéticas 1a aparecian a esa facha como necesarias. Ji- menez, que a pesar de su aislamiento tuvo buan olfato para husmaar los cambios de gus- to en la opinion literaria, acaso vio en el ultraismo, movimianto sin valor que remeda- ba antra nosotros antonces al’futurismo y otros similares, una indicacion de que a1 modernismo y 1as quuisiteces fin de siglo tocaban a su termino. Hay en el Diario aun- qua solo sea ocasionalmente, 1go qua marca en su autor noticia del ultra smo. 5 La influencia de Rafael Cansinos-Asséns en la in- troduccién da 1a "literatura da vanguardia" es mas direc- ta porqua la realiza a través da 1a prédica. Cansinos- Assans, considerado duranta algun tiampo como "inventor del ultraismo" sélo ocupé e1 papal da "promotor teorico 6 o inductor da entusiasmos."l6 De gran importancia fue 1e visits a Madrid del poa- ta chilano Vicente Huidobro, en el verano de 1918. Huido- bro, que habia residido an Paris dasda 1916, se presento como portador de innovaciones da la hora europea y se etribuyo 1e paternidad de 1as doctrines creacionistas. En la primera pagine de Horizon carra hebie enunciada Huido- bro sus teoriss: Oresr un poems tomando a la vida sus moti- vos y transformandolos pars derles una vi- da nuava a independiente, Nada anacdotico ni descriptivo. La emocion he de nacer da ii‘m‘énifianlifiii‘i.§§e§§2§35n32§§§13i7p°°m Sus obras sirviaron da modelo a buena parte de los Jave- nes espafioles, antra allos a Juan Larraa y Gerardo Diego, aunqua tanto e1 uno como el otro no as mantuvieran mucno tiampo fiales al creacionismo. E1 ultraismo no es una ascuala, es un movimianto da vanguardia qua sa propuso liberar e la poasia de todo vinculo "literario" por la vie de la supresién de la rate- rics, la anecdote y al sentimentalismo, con la consiguien- ta exaltacion de la metsfore y la imagen, elevadas e1 ran- go de supremes formas da expresién.18 Sa buscaba llegar a1 "poema cerrado sobra si mismo, qua no comunica ni ex- periencia, ni varded, ni emocién, qua no signifies sino qua simplemente g;."19 Su enhalo es la destruccion da la expresion usual llegsndo a1 sbandono de la tipogrefia normal, 1a dastruccién da los anlaces 16gicos, 1as for- mas sintacticss y la puntuacion.2O 361. 1a metafora sa 7 mantisna en medic da esta ceos, una metsfora multiple y compleja, como elemento primordial dal lirismo. La vida dal ultraismo fue breve aunqua intense y mas qua por los pocos libros qua produjo (solo dos raslmante valiosos: Manual da espumas, 1922, de Gerardo Diego y Hélices, 1923, de Guillermo da Torre), sa 1e recuarda por los muchos ma- nifiestos, proclamas y srticulos combstivos qua sa publi- caron. La ravalorizecion da 1a imagen, de la matafora, es una harencia vsliosa alradador de la cusl se sgrupan los nuavos poetas qua ampiezsn a escribir an Espafie a partir da 1920. Estos Jovenes ascritoras van a constituir un grupo o generacién, llsmsde por Luis Cernuda "generecion da 1925, facha qua, sun cuando neda signifiqua historica- manta, represents al menos un termino madio en la aperi- cién da sus primaros libros."2l Guillan 8610 1a llama "una ganaracién", pero dice que en 1925 ya "halleben mas o menos relacionados ciartos poetas aspefioles.“22 Damaso Alonso, aunqua no la llama concretamanta "genarecion dal 27", fue el qua ecufio a1 nombra con que es mes oonocide. En 1927 al nuclao central del grupo se refine an Seville para rendirle homanaja a Luis da Gongora an al tricanta- nsrio da su muerta. Homanaja da simpatie, compransién y rahabilitacion estatioa e1 gran poets cordobes haste en- toncas olvidado 0 mal oomprendido. La excursion sevillana, por la proyaccién qua a1canz6 mas tarda, pueda considerar- sa como afio dacisivo para al grupo.23 8 Entra los sfios de 1920 y 1928 aperecen los libros primeros de esta generacién: Romancaro de la novia (1920) do Gerardo Diego, Libro de poemas (1921) de Federico Gar- cia Lorca, gggmas puros: poemillas de la ciudad (1921) de Dameso Alonso, Presegios (1923) da Pedro Salinas, Tiempo (1925) de Emilio Prados, Marinero en tiergg (1925) da Ra- fael Alberti, Les isles invitadas (1926) da Manuel Alto- 1sguirre, Perfil del Aire (1927) da Luis Cernuda, Ambito (1928) de Vicente Aleixandra y Cantico (1928) de Jorge Guillan. Veese que en 1928 ye hsn publicado sus primeros libros todos los miembros da 1a generacién, a los cusles les una, aparte otras cosas da 1as qua hablaremos das- puas, ”a1 mismo sfan por parseguir 1a ballaza pure no solo en el verso sino incluso en la especial tipogrefia da sus libros.”24 Varies miembros da 1e generacion hen esorito sobre el grupo.25 Estos trabajos reunen a1 valor da la inmedie- taz, pero quiza sea preferibla, para hacar un enjuicie- mianto colactivo de la generacion, a1 estudia da Carlos Bousofia,26 que no partenecio al grupo. Tel astudio, as- crito recientamanta, tiena 1a perspective qua da la con- templacion s distancia. Bousoflo dice qua "1a genarecion del 27 es la 11a- made a ser, en esta extremo, como en todos los otros, 1e Iculminacién pare Espefie dal procaso inicisdo an Baude- laira.”27 E1 mismo autor considers a Rubén Daria como el vardsdaro inicisdor de la contemporaneidsd en la poesie 9 hispanica, aunqua es Antonio Machado e1 qua en raelidad inaugura e1 simbolismo francés en Espafia, pero spoyando- so an Bécquar. Juan Ramon Jimenez complete e1 ciclo, qua alcanza su apogee en la nueva ganeracion. Resumiando con Bousofio, los nuevos poetas se carecterizan por el uso da la implicitacion, 1a primecfa de le emocién sobra a1 te- me, a1 uso dal simbola y la creacién da ambitos de vague- dad.28 Estos resgos prasuponen la tendencia a dar expre- sion a impulsos irracionales y oscuros dal inconsciente, como medio da reflejar su actitud de agitscion y protests ante la crisis de un mundo mecanizado. Pero esto no quie- re dacir qua su poesis no sea una poesia humans. El celi- ficativo da poasia "deshumanizade“, 1a fue aplicado a raiz da 1a publicacion de un enssyo da Jose Ortega y Gasset, donde sa define a1 arts da 1s apoca como alerdo da 1a raelidad objetive, de los santimiantos, da cualquier bus- ca trascandenta, dedicado a un Juego de intaligancia.29 Jorge Guillan dafiende 1e actitud de su grupo diciendo: ...un poem? "dashumano" constituya uga impo- sibilidad f sice y matafisica, y la formula "deshumsnizecion dal erte" acufisds por,nues- tro gran pensadar Orte a y Gasset, sono equ - voca. ”Dashumanizecion' as concepto inadmisi- ble, y los poetas da los afios 20 podrian ha- barse quarellado ante los Tribunales da Jus- ticia a cause da los dafios y parjuicios que el uso,y abuso de equal novedoso voceblo les infirio como suggests clava para interpreter aquella poesia. Tambian Cernuda acuss s1 filosofo do no habar interprete- do dabidamenta a los nuevos poetas: 10 ...1s matafora estaba da mods, tanto qua Ortega y Gasset, con su rare ignorancia an cuestionas oaticas, dafinio por en- toncas la pose a como "31 algebra supe- rior da 1as metaforas. " A diferencie da los poetas anteriores y posterioras a allos, los poetas dal 27 entandian qua, a través de la imagen y do la matafora, podia llegsrse a una realabore- ci6n de la raelidad. No as busca al evocsr amociones in- timss en un languaJe musical, ni reproducir fie1mente 1a raelidad exterior, sino axpreser, por medio da imaganas, 1a raelidad trascandida dal autor, 1as cosas exterioras quedan esi "desrealizsdes" y la raelidad ordinaria y vi- sible desintagrada a1 extraar da alla su asencia. Sobra 1a raelidad ascribe Guillén: Idea as equi signo da raelidad an estado do santimiento. La raelidad esta represen- tsda, pero no descrita, segun un "paracido" inmadieto. Realidad, no reelismo. Y e1 san- timiento, sin el cual no hay poasia, no he menestar da gasticulaci6n. Sentimiento, no sentimentalismo, qua fue condensdo 3Sntonces como la mayor da 1as obscenidadas.3 No pudo esta nuava literature sar acaptsda da inma- dieto y as acus6 a los nuevos poetas da herméticos y os- curos. Guillén ecapte qua por lo manos eran dificiles,33 cosa explicable en una poesia nacida dal simbolismo, como dice David Bary: A partir de Baudelaire, a1 languaja vanie concabido coma asancialmente mataf6rico. Les cosas de la raelidad visible, 1as co- sas mentades an al poema, raprasantan o simbolizan una raelidad oculte, dascono- cida, qua no nos as dado conocer directe- menta. La raelidad sa encuentra ascindida an dos partas, una visible y otrs invisible; ll una cotidiana vulgar, banal, otra, fasci- nanta, idaal.3 Haste aqui hemos hablado de la busqueda por parte del grupo do una poasia qua sea craaci6n de perspective nuava y forms insustituibla da axpariancias complajas y concretas.35 Dameso Alonso saflala los afios de 1920 a 1927 como los da hegemonis da astos principios ractoras. Paro dasda 1927 asa contanci6n va a desambocar an al mas fre- n6tico desbordamiento.36 A partir da esta 6poca sa deje sentir otre nuava influencia de origan francés, la dal suparraalismo, que no todos acapten. Esto abra 1a primara ascisi6n an al grupo. Salinas y Gu1116n quedan a1 margen, J036 Olivio Jiménaz dice qua "sa resistan a los escarcaos suparrae- listes, no daJando da var an allos, incluso algo da di- latentismo 0 da mode, factor qua tampoco pueda ignorar- sa."37 Hacho qua lleva a Cernuda a acusarlos de ciarto oonformismo burgues y afirmar: "En raelidad, tanto Sali- nas como Guill6n, ni por su aded ni por su aspiritu, par- tanacen a esta ganareci6n dal 25."38 1Qu6 as a1 suparraalismo? Pierre Albart-Birot, di- rector dal teatrillo an qua se raprasant6, he contado esi a1 origan dal calificativo: En la primavara do 1917 praparébemos a1 pro- giame da Les mamelles da Tiresias, bagoucuyo t tulo sa hallabe ascrito simplemente. dra ms”. Yo pr0pusa antonces a Apollinaira qua efiadiasa algo. "En afacto --me diJo--, aga- damos suparneturalista"; pero yo prot sta contra ass adjetivacion que no convan a por varies razones. Apollinaira, convencido an al l2 acto, dijo: "Pongamos antonces surréalista." La palabra convenienta estaba hallsda.39 André Breton 10 define an al Msnifiesto de 1924, diciendo: Automatismo psiquico, mediante el cual sa pretends axprasar, sas, varbalmenta, por as- crito 0 de otra manara, e1 funcionamiento real dal pansamianto. Dictado dal pansamian- to con eusencia de toda vigilancia ejercida par la razon, fzsra da toda praocupacion es- tatica o moral. Sagun Marcel Raymond, esta es una dafinici6n qua considers a1 superrealismo en su sentido mas astrecho: como un méto- do da escriture. En el sentido mas smplio, es "una actitud filos6fice que as a la vaz una mistica (o qua lo fue), una 41 poética y una politics." Asi, Cernuda no considers a1 superrealismo como uno mas antra los movimiantos da van- guardia.42 Marcel Raymond haca ramonter los origanes dal super- realismo a1 romanticismo.43 Ram6n G6maz da la Sarna44 y 45 Guillermo da Torre ancuantran su origan inmediato an al dadaismo. Cernuda compsrte este opini6n: "E1 unico movi- mianto literario qua sa conactsba directemanta con a1 su- perrealismo are al de 9393, también de origan francés, in- mediatamenta anterior a aquél y al cual sirvi6 de pr6lo- go."46 El superrealismo muy pronto supera 1a nagaci6n to- tal propugnada por dads. Un sagundo factor qua haca dal superrealismo alga difaranta es la influencia qua tuvo en el nacimianto da una nueva ciancie: a1 psicoanalisis, qua "habia reveledo profundidades haste e1 momento dasconocidas dal alma hu- mans, marcad a la obra da Sigmund Freud."47 Asi pueda 13 dacirse con Juan Larraa qua "a1 cantro da 1e actividad surrealista gravita sobra e1 suano. Su mayor prop6sito as encontrar ass vertice ancumbrsdo donde sa acoplsn a doe vertientas sueno y raelidad."48 Surge e1 superrealismo da los rascoldos da 1a pri- mara guerra auropea y tarmina como Juvenil grupo unita- rio "no como proyacci6n al futuro", con el principio da 1a segunda;49 promovido por poetas, pintoras y ansayis- tas, no 8610 traspas6 1as frontaras de1 arts, sino 1as geograficas. Craado an Paris por una dooena da hombres, influy6 en Inglsterra, Bélgica, Espana, Suiza, Alemania, Chacoaslovaquia, Yugoaalsvia y afin an otras continentas: Africa, Asia (Jep6n), Am6rica (México, Brasil, Estados Unidos),50 Asi dice Luis Cernuda: Aunqua francés da origan, a1 superrealismo llego a convertirsa en movimianto interna- cional, y esg, mas,qua e influanc a litera- ris, sa dabio quiza a que respond a a una rabeldia ds la juventud, a un estado da ani- mo gagiral antra 1a mocadad por aquallos was a Si existi6 o no un superrealismo aspafiol todavie as objato ds controversies, quiza dabido a que los estu- dios dadicados a la influencia superrealista an Espana son todavia ascasos.52 Manuel Duran dice esi: "mas qua "53 antra e1 influencia directs paraca habar coincidencia movimianto an Francis y en Espafis. Damsso Alonso susten- ta la misma teoria: "creo que el llamado surrealismo as- pafiol tiena raices aut6ctonas, cuyo desarrollo posterior sa ve favoracido por a1 movimianto francés."54 En Espafia 14 "no hay manifiasto dal surrealismo aspafiol, ni discipline da grupo, ni tan siquiere continuidad en el desarrollo. No hay mas... qua 1a producci6n individualizada, espano- lizade, an relaci6n con un movimianto universal."55 Gui- llermo da Torre opina qua su "existencia an 1as latras "56 Carlos Bousofio habls da aspafioles as mas que dudosa. "lo qua as he dado an llamar supraraalismo, qua dantro da 1a literature espafiola no lo fue an sentido astricto, ni pueda clausurarsala en los arrados caractaras da la "57 Damaso Alonso ascribe "por fuera bu- ascuala francesa. 11a al surréalisma", pero en Espafia lo que exists es un movimianto "naorromantico", as ésts, dice, "una época da poasia trascandenta, humane y apasionada."58 En todo caso, si nos datenemos a examiner algunes de 1as tendencies mas importantes dal superrealismo fran- cés, encontraramos qua quiza no son aplicsbles a los su- perrealistas de Espafls. Lss causes sociopoliticas qua dan lugar a1 surrealismo suropao no se correspondan con 1as espafioles. En Espafie, 1a neutralidad fue sin6nimo da ma- Joria acon6mice. "Paro Espafie, dice Cernuda, as dasda ha- ca siglo y medio un pais an dascomposici6n, an al qua los j6vanas daban experimenter, afin mas agudamente quiza qua los mayoras, a1 dasagrado dal ambienta y al ampuja hacia 1a rabaldia."59 Por otra parts, 1a libertad formal a imaginative qua tree a Francis s1 superrealismo no pueda tenar an Es- pafis 1a misme trascandancis. Dice Duran: "a1 surrealismo 15 aspaflol no he sentido 1a nacasidad de romper lanzas con- tra 1a tradici6n porqua 6sta, an Espafie, are da una rique- ze y de une variadad tales qua tode nuava ascuela podia aspirar a continuerla."6O Hebria qua afiadir e astas pala- bres qua esta tradici6n es la inamovibla, no la false a la qua se aoogan tantos dasantarradoras. Quevedo y Goya son, en esta sentido, ravolucionsrios por bssarsa en una tradici6n interior, intrahist6rics. Cernuda también pudo considerarsa, 61 mismo, como un rabalde intrahist6rico dal arts. Biruta Ciplijauskaite, a1 astudiar 1as huellas sur- realistas en la poasia da 1s 6poca, encuentra qua si as parte de los manifiastos da André Breton no son muchas 1as influencias dal movimianto en Espafia.61 La ausancia dal automatismo as pracisamente 1s distinci6n radical an- tra a1 superrealismo y el surréalisme, y esto es lo que lavanta e1 superrealismo a un nivel da raalizaci6n p06- tice qua Jamés alcanzaron los poetas francasas. Como dice J036 Olivio Jimenez: Y e1 hacho mismo da qua los espanolas no precticaran a1 pie do Is latra,le escri- tura automatica --1a tecnica mes exalte- ds por los primeros surrealistas francs- ses, puasta daspues an cuastion por su propio Jararca--,1aaos da neger su per- tioipaoion a aquallos, 1as acradita un lugar importanta y una dastacada origi- nalidad en a historia universal de ese movimianto. Otro punto qua GipliJeuskeita mantiana donde no coincidan los aspafioles con Breton as en "la axploraci6n «53 de lo subconscianta y del mundo onirico aunqua luago 16 ea dasdica a1 afirmer qua a1 suafio es la parte integrsnta da la obra da Emilio Prados, da Luis Cernuda y da Pedro Salinas, pero es olvida da mancionar a Alberti an Sgbgg los angalas (1928) qua utilize 1as imaganas oniricas e il6gicas y la anumeraci6n ca6tica para comunicar ciartas actitudas emotivas, y también da Aleixandra con 1as vi- sionas a imaganas visionaries, comantadas por Bousono an 54 su astudio dal poets. Tampoco compartan con los surrea- listas francases "e1 concepto dal arta como .juago."65 En a1 finico punto en que coinciden planamenta, segun 1a au- tora, es la "angustia axistancial."66 Los poetas aspafiolas qua muastran huellas superrea- listas an algunes da sus obras son, segfin Cernuda, Lorca, Prados, Alaixandra, Alberti y Altolaguirra; aunqua an Prados y en Altolaguirra la influencia superrealista as manos avidanta pero "pueda observarsa en su actitud fren- "67 Hay, adamas, un poets, Larraa, a quian ta a la vida. Cernuda atribuye 1a mayor influencia dal movimianto, por 61 vivido en Francis. "Si as ciarto como supusa qua ni Lorcs ni Alberti layaron obras superrealistas (ma paraca qua an general los dos tuviaron lectures ascasas), ac6mo adquirieron parte dal acanto y t6cnica superrealistas?" Contastando su pregunta, dice: “A1 manos, no creo aqui- vocarme s1 panser que a 61 1e debieron Lorcs y Alberti (y haste Aleixandra) no s6lo 1a noticia da una t6cnica literaria nuava pare allos, sino también un rumbo poético qua sin 1a lecture da Larraa dudo qua hubiasan hallado."68 17 Guillermo da Torre s6lo reconoce como verdadero su- perrealista espafiol a Jos6 Maria Hinojosa.69 En Lorcs s6- lo encuentra una influencia ambiantal.70 Rafael Alberti, segun a1 mismo autor, no ofraca raslmante parantasco nin- guno con a1 superrealismo.7l En cusnto a Alaixandre, dice Cernuda, "tres por lo manos de los libros da Alaixsndra: Espadas como Labios, Pasi6n da 1a Tiarra y La Dastrucci6n 0 al Amgg, son enteramanta fialas a1 superrealismo."72 En cambio, tanto Carlos Bousofio como Guillermo de Torre s6lo encuentran huellas superrealistas an Pasi6n da la Tiarra qua raslmante procedan "dal conocimianto qua a1 poeta te- nia da los trabajos da Fraud sobra 1a subconsciencie y la ralaci6n de la subconsciencie con a1 arta."73 Paro "fal- tan atros elementos asancialas de la ascuala: e1 aspiritu de sorpresa, mas sun da agrasividad y la ascritura auto- matica, practicada da modo sistems’rtico.“74 Damaso Alonso, an cambio, acapta qua también axistan huellas superrea- listas an Espadas como Labios.75 Luis Cernuda paraca habar sido a1 unico posts da su ganareci6n qua conoci6 vardadaramanta a1 desarrollo dal movimianto surrealista frencés. Su estancia an Francis, an 1929, 1a habia parmitido familiarizarsa con la poesia de Breton, Arag6n, Craval y Eluard. Cuanta que en Toulouse un die, da ragraso de Paris, a1 escribir a1 poema "Remor- dimiento an traja da nooha", ancontr6 da pronto en el sur- 76 realismo la forms y al astilo qua habia estado buscando. Su nuava forms y astilo alcanzan su maxima intensidad 18 axpresiva an Los placeras prohibidos.77 Paro a1 poets saba poner en equilibrio su necesidad axpresiva con su volunted artistica de comunicaci6n. La finica concesi6n qua haca a1 proceso entiartistico dal automatismo es la bfisquada da 1a aspontanaided an al verso: "Los poemas da una y otra colacoi6n los ascribi, cada uno, de una vez y sin oorraccionas."78 A pasar de todas astas afirmacionas da Cernuda y da qua Un rio, un amor y Los plecaras prohibidos no puedan axplicarsa sino dasda 1as libertadas axpresivas dal super- realismo acomodsdas a un prop6sito conscienta da craaci6n artistica, un critico como Gast6n Baquera insists an nagar o considerar muy dudosa la influencia dal superrealismo en los dos libros mancionados, alegando qua "lo ca6tico, lo enumerativo dal suafio, lo arbitrariamanta diseflado por la imaginaci6n an libertad, son elementos ausentas da 1a intenoi6n y da 1e ast6tice da Luis Carnuda."79 E1 superrealismo produce 1a primara ascisi6n an al grupo dal 27 con la ralajaoi6n de los vinculos ast6ticos comunas. Escisi6n qua so complete con al inicio da la gue- rra civil an 1956 y los penosos afios qua siguieron. 2. Cernuda y su ganarecién La complaJidad espiritusl da Luis Cernuda ha hacho da 61 un solitario. "Dificil da conocer --dics Salinas-- Delicado, pudorosisimo, guardéndosa su intimidad para 61 solo, y para 1as abaJas da su poaaia qua van y vienan tra- Jinando alli dantro --sin quarar m6s Jardin-- haciendo su l9 miel."80 Pars Cernuda uns circunstancia necaseria, qua acompafia todo acto creador, es la soladad: "El trato con la poasia as més faliz cuando an soladad, y la luz de aqu6lla brilla mas pure lejos da 1a muchadumbra y dal vaho aspaso qua exhale."81 Joaquin Gonzalez Muela as re- fiara a su voluntario aislamiento diciendo qua "esta poa- ta fue siampra un inadaptado (tiena palabras duras para conceptos burgueses como patria, familia, hogar...)."82 Su aislamiento orgulloso, comparable a1 da los roménti- cos, haca qua sea dificil determiner en su poasia una in- alinaci6n clara hacia une corrienta ast6tica, o como dice Cirre, hacia "un centro da gravitaci6n pradominanta, fue- ra dal nficlao espiritusl da 1a soladad y dal dolor de si mismo."83 Lo qua una a Cernuda con los dam6s miembros da su ganareci6n as su concepto trascandenta da la poesia y la bfisquads de valores parmanantas en un mundo da mucho movi- mianto y do répidos cambios. Esta nuava ganareci6n asté formada por una saris de individuos con personalidades muy diferenciadas y cads uno da allos dessrrolla un esti- 10 y l6xico propios. Jos6 Luis Cano opina qua lo finico que la daba al grupo una firms cohasi6n are 1a sfinidad 84 Por lo tanto as dificil discarnir da gustos est6ticos. influencias de unos sobra otros. El primer miembro de la ganareci6n a quian conoca Cernuda as Pedro Salinas por habar sido maestro suyo en la Universidsd de Sevilla. Escuchamos a1 propio Cernuda 20 rafarir su ralaci6n con Salinas: Mas por une incapacidad tipica mie, ls’de sarme dificil, an al treto con los damas, axtariorizar lo qua llavo dantro, es dacir, antrar an comunicacion con los otros, aun- qua algunes vacas lo dasaa, duranta al gur- so no fui para Salinas sino un alumno mes, y de los manos distinguidos, antra a1 medio cantanar da allos qua dabio tener duranta e1 afio ascclar 1919-1920. Ya casi al final da mi carrers, a ocasion de habar publica- do yo algunes 1 neas da prose en una ravis- tita astudiantil, linaas qua Salinas layo, y la mediacion da algunos amigos comunas, nos puso a1 fin en contacto. No sabr a da- cir cusnto dabo s Salinas, a sus indicscio- nas, a su astimulo primero; spanss hubiera podido yo, an cusnto poets, sin su ayuda habar ancontrsdo mi camino. 0tra influencia reconocida por el poets mismo es la de una obra de Salinas, Prassgios: No puedo, sin embargo, hablar shore ten- to como quisiara da Prasagios, lecture daci- siva pare’mi dasti 0 da poets, como dacisivo fue égmbian pare m a1 encuentro con su au- tor. Salinas, afios més tarda, no as pardons e1 no habar raconocido antonces e1 talento po6tico qua ae ascondia an al timido Jovan qua sa santaba todos los dies en su class.87 Paro Cernuda reconoce qua gracias a Salinas co- noci6 a fondo los poetas espefiolas clésicos: Gracilaso, Fray Luis da La6n, G6ngora, Lope, Quavado y Ca1dar6n. Tambi6n fue Salinas e1 qua 1a aconse36 qua eprendiera franc6s para podar leer a los grandee poetas francesas.88 En 1925, otra vez gracias e 1e intarvenci6n de Sali- nas, sa publica en la Raviste da Occidenta, an al nfimaro XXX, una colacci6n de nuava da sus poemas. En 1926 Salinas 21 1e aconsaja qua refine an volumen los versos qua tania es- critos y consigue qua Prados y Altolaguirre sa lo publi- quen an un Suplemanto de Litorsl. Los versos qua alli apa- reciaron fueron los nuava poemas ya publicados an Raviste de Occidenta més dos sonetos.89 Pero e1 anviarla Cernuda a Salinas uno de los ejem- plaras da su primer libro Parfil dal:Aigg, tan atscado por la critics de antonces, no racibi6 de 61 sino indifa- rancia. "Paro lo que m6s ma d01i6 fueron 1as cortes linaas avasivas con las cuelas Salinas ma acus6 recibo dasda Ma- d."90 A peser da qua més terde as Salinas al que la consigue e1 puesto de lactor de aspafiol an Toulouse, en el poema "Melantandu" da Desolaci6n da 1a Quimara (1956- 1962) atace a Salinas: Fue tu primer amigo literario (aAmigo? go es la palabra justa), a1 qua primero Ta procuro axpariancia an ass inevitable Felecia da nuastro trato humano: Var como las palabras, 1as acciones Ajanes, son crudsmanta no antendidas. Puss no quaria o no podis antenderte, Tue motivos a1 los trastocaba A su manara: de cleros En oscuros y do razonablas En insensatos. No ss 10 pardoneste Porque as impsrdonable 1a volunteria tontegie. (RD. 348) De toda la critics laudatoria qua Salinas 1e dedic6 s6lo recuarda Cernuda 1a comparaci6n qua de 61 haca con a1 "92 "licenciado Vidriara. Comparaci6n casi injuriosa a juicio de Cernuda: 22 E1 ascribi6 da ti eso da “Licenciado Vidriara" Y sun as da agradacar qua superior inapcia no , ascribiasa, Siendola t?n ejenas 1as razonas Qua ta mov’an. aY ta axtrafiabas De su desden a tu amisted inocua, Favoreciendo an cembio la de otros? Estos eran los suyos. Los suyos, sus amigos predastinados, Los qua a1 antandie, los qua a a1 1a antandiaron, Si as qua an al limbo antandimianto exists. Por eso su intencion, aunqua excelanta, a1 no antenderte, Hizo da ti un fentocha a su madida: Raro, turbio, inutilmante complicedo. (RD. 348) Con Demaso Alonso sus ralacionas no perecan habar sido muy cordisles. Dos vacas hiara D6maso Alonso su sus- ceptibilidad en su enssyo sobra "Una ganareci6n poética".93 Cernuda la contests con una "Carts ebiarta a Démeso Alon- so" an Insula.94 Tembién an un poema de Desolaci6n de la Quimara, ”Otra vez con sentimiento", elude a Démaso Alon- so negéndose a considersrlo como poate ni como critico.95 Guill6n y Cernuda son completamanta opuestos. Gui- ll6n as en su raiz e1 posts dal optimismo, da 1as afirma- cionas, da la sagurided en el mundo circundsnte, sus ver- sos cantan la satisfacci6n da vivir. Cernuda, pasimista, encuentra qua 3610 1a exaltsci6n dal propio sar pueda men- tanerlo en pie franta a su espiritusl agonia, que 10 con- duce a transformer la ansiadad an angustia.96 A pasar da existir antra ambos poetas diferencies tan avidantas, a1 publicarse Perfil dal Airs se acus6 a Cernuda da imitar a Guillén.97 Cernuda se dafiande de esta 23 acusaci6n an "E1 critico, a1 amigo y al poets"98 aduciendo qua Perfil dal Airs sa public6 an 1927 y la primara edi- ci6n da Céntido no spareca sino haste 1928. Insists an qua su libro tiena unided tanto tamética como exprasiva y por lo tanto no pudo axistir influencias de Guill6n, ye qua su composici6n sa inicie an 1924. Admits qua aunqua Gui- 116n habie publicado algunos da sus poemas an 1924 y en 1925 an nfimero a importancia no permits scepter 1e teoria de la influencia en los suyos. Fortelaca su defense hacien- do noter qua an esos anos "Guillén are un poets poco manos "99 y, por allo, 61 no podia suponer in6dito qua Cernuda 1e importancia qua Guill6n tendria més terda. Acapta an cambio 1a influencia an ambos da un tar- car posts, Mallarm6, y qua quizé a asto ss daba qua tu- viaran antonces, Guill6n y 61, algo an comfin. Pracisaman- te e1 indicer 1a influencia ds Mallarm6 en Perfil dal Airs, 1a safiele en uno ds sus versos: "Morir cotidieno, undoso" y as exactamenta en esta verso donde Ricardo Gu- 116n encuentra ”1e impronte guilleniana".100 En cusnto a otro posts franc6s, Val6ry, dice Car- nude qua su influencia exists an Guill6n, pero no an 61. 31 posts "ds quian Cernuda (as 61 mismo quian se elude) sprandi6 ascetismo po6tico as Pierre Reverdy".101 Le filtima aperante analogia antra ambos libros, Céntico y Perfil dal Airs, as a1 uso de le décima, pero efin an 1a m6trica discrepan ambos poetas, segfin Cernuda, ye qua la m6trica qua 61 use es la espanole y la da Guillén 24 as de importaci6n francasa. "Ve16ry 1e emplaa en sus poe- mas Aurora y Palms: dos cuartates con un pereado on media."102 Daspu6s ds 1s guerra civil, cuando Jorge Guillén ascribe une possie més pfiblice, los Juicios da Cernuda sobra 61 no son damasiedo ban6volos. Llage a techarlo da poets bur- gués.1°3 De todo al grupo dal 27 as Federico Garcia Lorce a1 posts per a1 qua manifiasta une constants sdmiraci6n. Su primer encuentra ocurra an Seville an diciembra de 1927. Una corrienta celida da simpetie los uns inmadiatamenta. Simpetie qua pronto sa convirti6 en une amisted sntrsfia- bla.104 A1 publicarse la primara edici6n de La Reelidad y al Dasao, Lorcs express su sdmiraci6n por "el gran poets dal mistario, dalicadisimo posts Luis Cernuda, pera quian hay qua hacar otre vez, dasda e1 siglo XVII, 1e palabra divine, y a quian hey qua antrager otra vez agua, juncos y penumbra pare su incraibla cisna ranovado."105 Paro a pasar de la mutue sdmiraci6n qua manifiastan a1 uno por el otro, no existe ninguna influencia antra ambos poetas. Lorcs estaba muy inmsrso en la tradici6n folkl6rica ende- luze, lo qua sa oponie a la manara da ser da Cernuda. E1 interés por la poasia popular, muy ecentuado en este ga- nareci6n, 8610 se dsje sentir, en el ceso da Cernuda, en una ligare influencia de la cenci6n andsluza. Con otro endeluz, Emilio Prados, si tiena muchos puntos de contacto. Prados as s1 otro gran solitario da 1e ganareci6n. Como Cernuda, su mundo es un mundo interior, 25 1e soladad as su estado natural, pero Cernuda as mes or- gulloso y m6s dasangafiedo. Los dos sa dejen llever por une voz interior qua viana de lo més profundo. Esta voz los parsigue y angustia. Alaixandre as, de todos los poetas da 1a ganareci6n, a1 qua m6s afinidedes tiena con Cernuda an cusnto a su or- ba poético y también (aunqua no tanto) en la axprasi6n.106 Nos ofracen une visi6n dal mundo nostalgico y pasimista, lloren un paraiso pardido qua no puedan gozar. E1 tono dominants as elegieco porqua hay an ambos un censencio humane. Le poasia es para allos une compefiara dal dolor: por todos ledos s6lo encuentran pesedumbre y melded, arti- ficio y mantira. La visi6n da 1a muarte sa parcibe por a1 fluir da 1as cosas hacia un futuro inexorable dal ssr ha- cia su destino. En la axprasi6n sa diferencian en que Car- nude carsce dal esplandor verbal da Alaixendra, pero ambos usaron "a1 més revolucionerio de los metros, e1 vsrsiculo o verso libre."107 En ambos, ademés, as avidanta ls influen- cia superrealista; an opini6n da Cernuda, "e1 superrealismo francés obtiana con Alaixandra en Espafia lo qua no obtuvo en su tiarra ds origan: un gran poets."108 Tento para Alai- xandre como para Cernuda e1 superrealismo signific6 un var- dadaro enriquacimiento po6tico: une introspecci6n, un bu- cso en la parsonalided. Luago, daspu6s de la guerra civil, Alaixendra --co- mo Gui116n y Demsso Alonso-- ascribirie una poasie més so- lidarie qua antes, miantras Cernuda permaneci6 fiel a su 26 est6tica. Esto sa compruebe tambi6n en los libros Historia dsl coragén (1954) de Aleixandra; da Guill6n Glamor (1. Me- rsmagnum, 1957): Miles de 1e_ige (1944) da Démsso Alonso. Les ralacionas qua mantuvo Luis Cernuda con los m6s importantes poetas de su ganareci6n, indican qua, si bian no hubo une influencia directs, compartiaron los mismos elementos da formeci6n ganarecionel. En rasumen: 1) son un grupo o "ganareci6n"; 2) participen dal mismo ambienta, tianan casi 1a misme formeci6n.109 "Creo --dice Carnude-- qua as necesidad primara dal poets a1 reunir axperiancie y conocimianto, y tanto major miantras més veriados seen."110 Salinas, como hemos visto, lo lleva a1 conocimianto y astudio da 1e poasia francasa y a una cuidadose lecture da los clésicos aspefioles. B6c- quer fue su primer contacto con la poasia, lo 1ey6 a los ocho o nuava efios, "pero algo debi6 quadar, dapositedo en la subconciancia, pare algfin die, mes tarda, sslir a flor ds eiia."111 No as trata, pues, de influencias, sino de expariancia y conocimianto da los qua se beneficiaré por posaer 1as cuelidadas propies dal verdadero poets, por lo qua Cernuda sa quaja amergamanta da que es busquen influen- cias en sus versos: --&A qu6 cansernos enumarendo’todas 1as influencias posiblas qua sobra a1 actusron? {No bastaria con dacir qua Cernuda astuvo vivo, y aprendio de todos aquallos de quia- nas tan a qua apfandar, y tsmbian, y no po- co, da sf mismo? 12 Pero as pracisamente, porqua astuvo vivo y aprendi6 de 27 otros, por lo qua su poesia as inconfundibla y distinte: une axploraci6n de 81 mismo y de su tradici6n, sin dajsr da enreizar en la poasia auropea. A pesar da qua daspu6s vs a sentirss més carca de los poetas inglasas qua da los frencasas y aspafioles, son Baudelaire, Mellerm6 y Revardy los qua dejen fuertss hue- llas en sus primeros versos. ”Baudelaire --nos dica-- fue a1 primer poets francés a quian antonces comenc6 a leer an su prOpie lengua y hacia el cual he consarvedo devo- ci6n y sdmiraci6n vivas."113 Les rasonancies da Baudelaire en su poesia sugieren une sfinidad profunda, incluso una influencia precise. Sagfin Octavio Paz: Posts do 1a poasia, dascianda da Baudelaire: la’conciencia de la soladad dal posts; 1a vi- sion da la ciudad moderne y sus poderas bas- tiales; la duelidad da canto y cr tics; en fin, s1 mismo desasperedo y loco efen por el- canzar 1a felicided tifiestre y le misme car- tidumbrs dal frecaso. Y e asto podamos efiadir: 1a influencia de un poder demo- nieco, los aspactos blesfenatorios y rabaldes, 1e tremen- da ironia y el orgullo. Y todavia sa puedan eefieler afin més corraspondancies en los temes: a1 tame da 1a sngustia, dal tiampo qua pese, da los fentesmas dal suefio y la qui- mare. Mellerm6 fue otro de los poetas frencasas a quien es mantuvo sismpra fial "...(su) verso ma eparaci6 ya an- tonces, y nunca daj6 ds eparacerma asi e trav6s da los efios, con una hermosure sin igual."115 La semejenza da los tames --por ejamplo, a1 narcisismo-- y la ecebeda 28 axprasi6n da Mellerm6 parsistiré en sus versos "haste bian tarda, cuando muches de 1as influencias primares heyen da- seperecido."116 En cambio Ravardy no as mentiena en su astimaci6n, porqua sus cuelidadas --dasnudez, puraza y rsticencie-- dajaron de etraerlo. Pero todevia an 1961 indice su deude con Ravardy: "La estimo como posaador da un don rero afin antra los poetas majoras, e1 da guiar, sefialer al rumbo a los poetas més j6venas qua vienan tres de 61. Ba dacir, sar un maestro."117 Otros poetas frencasas qua tambi6n la causeron gran imprasi6n, fueron Rimbaud y Lautr6emont. Da Rimbaud dice "no creo qua yo, an squalle primara lecture (da Rimbaud), ma diere cuenta dal alcence da su pansamianto, aunqua equal contacto praliminer con su obra dajere une huella qua 1as lectures posteriores fueron profundizendo."118 Id6ntico comanterio haca sobra Leutr6emont: "e1 afacto da su lecture no eerie visible sino pocos afios después."119 Aunqua no vualve a rsfarirse a Rimbaud y a Leutr6amont, est6 claro qua Cernuda toms de los dos su rabaldia parso- nel, sus invastigecionas an al subconscienta, su ansie da cambiar ciartos valores sooiales, su damonismo. Raspecto e Varlaina, Cernuda, en su poems "Birds in the night" (ti- tulo tomado dal poema de Varlaina), tiena hacia 61 una astimaci6n humane qua indice une honda compransi6n dal poets. Para complater 1e influencia ds los ascritoras frencasas, cite a Andr6 Gide, aunqua safiela que la 29 influencia da 6ste no so menifiaste raslmante en su poasia, sino en su actitud ante la vida. Luis Cernuda tiena otras influencias qua no compar- tan sus compefiaros da ganareci6n: Haldarlin, Leopardi --qua s6lo Jorge Guill6n traslucirie més terda en su libro figme- gelg (1967)-- y los poetas anglosejones. A partir ds 1935 as H31derlin a1 poets qua més he influido an Cernuda. A fines da asa afio aparecan an Cruz 1 Rays une colacci6n da poemas da Halderlin, treducidos por Cernuda an colebore- ci6n con Hans Gabser, poate a1em6n, qua vivia antonces an Madrid. Se encontraba antonces Cernuda componiando los poa- mes do In oceciones, "censado da los poemitas braves a la manara da Machedo y Jiménez",120 buscaba un rumbo propio a su obra, fronts a 1as limitacionas qua 1a poasie ”pure" imponie. "Més qua medieda la colacci6n, antes de componer a1 gimno e la tristaza, comanc6 a leer y a astudiar a H51- derlin, cuyo conocimianto ha sido una da mis mayoras expe- "121 Pare Enrique Azcoege, 1e 122 riencias an cusnto a paste. tristaza as fundamental en H31derlin. Ya varamos an s1 tame da la soladad (Cap. II) haste qu6 punto la tristaza imparts a Cernuda. Le emooi6n que la cuidadose lecture de Hfilderlin la produjo sobrapese e1 intar6s dal simple tra- ductor: A1 ir dascubriando, palabra por palabra, a1 taxto qa Holderlin, la hond re y har- mosura poetics dgl mismo perac an lavan- tarma hacia lo mas alto q a puede,ofrecer- nos 1a poasia. Asi aprand e, no solo una vision nuava del mundo, sino, consonants 30 can alla, una t6cnica nuava da 1a expre- sion poetics. 2 La nuava visi6n dal munda qua Hfildarlin la ofraca lo scarce m6s afin e1 munda griaga da los mitos, diosas y h6roes donde exists 1s ermonia antra el hombre y la natu- releze. Impresi6n qua aorroborare més tarda a1 leer a Dials an Die Fragments gar Vorsokratikar: Aqual mundo ramota da Gracie, tan cercena a nosotros a1 mismo tiampo, me atrajo an no paces ocasiones ds mi vida, sintiando 1s nas- tslgia qua otras poetas, major enteradas da e1 qua yo, axprasaran en sus obras. Na pueda manos’de deplorar qua Gracia nunca tocere a1 corazon ni e la manta espanola, los mes ra- motos a ignorentas, an Europa, do "1a gloria que fue Gracie". Bien se ache da ver an nues- tra vida, nuestra historia, nuestra literatu- re.12 En la note intraductaria qua precede a la traducci6n da los poemas an gruzgy Rays sperece la obsasi6n de un ideal pagano, llana de mistario, donde a1 hombre pueda proyactar su propio sar en la Neturelaze an un vano inten- to da ascaper a su destino mortal. La lecture da H31derlin es alga més qua un dascubrimianto, es un raconacimiento dal poets qua encuentra los méa altos idealas dal hombre en el mundo da le mitalogia griege. Cernuda no intents rasteurer una anacr6niaa amoci6n religiase pagans, sino vivificar, coma lo hiza Hfilderlin, aquallos antiguas mi- tas he16nicas.125 Es indudabla qua exists una influencia canfeseda de H81darlin. Esta influencia pracade an gran parte da 1e vi- si6n dal munda griaga qua ye existia camo une intuici6n 31 an 61. Repetidas vacas en su Histariel canfiasa su amor a1 mundo da 1as tradicianas grieges y en los poemas de Invacacionas, contrasts al ideal pagano dal ebendana a1 goca de las ballazas del mundo con la actitud da 1s so- ciedad aantemparénes, an qua los hombres, encarrsdas en las aiudedas, deforman sus cuarpos y as parpetfian par ebu- rrimiento e invaca e j6vanas s6tiras coma simbolos de 1as gracias de esta munda an contrasts con la trista figure dal dias cristieno. Antariormente ss hablebe, junta e 1e influencia de Hfilderlin, da la de Leopardi. Esta se manifiasta an 1as siguientas carecteristicas: l) Abominaci6n da 1e sociedad y do la aivilizaci6n. Leopardi dice ir6nicemente en su "Pelinodia a1 Merchase Gina Ceppani", rafiri6ndasa a las conquistas t6cnicas y camaraialas dal hombre: De‘Landra s/Liverpool, rapido tanto Sara, quantaltri immeginer nan ass, 11 camina, anzi il vala: a satta l'smpia Via del Temigi fie dischiusa il verco, Oprs ardita, immortal, ch'assar dischiusa Doves, gia son malt'anni. Illumminats Meglia ch'or son, banana sicure a1 pari, Nattstampo‘ssran la vie man trite Della citte sovrena, a talar forsa Di suddita aitta la vie msggiari. Tali dolcazze e 81 beats sorta 126 Alla prola vegnsnta il ciel destins. Cernuda, par su parte, ascribe, rafiri6ndasa e1 aamaraia, pero de un lento praganera de flares: Con hombres coma t6 a1 aamaraia saris Case lave y tan pure qua, sin sudar ni sangre 32 De ninguna aamprade, dejerie a le tiarra Intactas sus venaros. Para a tu pabreza E1 aamaraia padria sllenarle un cemina Durante 1as terdes meridionslas dal verano, A trevas de une clare ciudad, sales 1as calles, Lleveries an castilla guirnaldes da jazminas, Y magnalies, par un nida fregenta da hajes vardas Oculta su blencar, coma ales da palame. (RD, 221) 2) Racuerdos del munda griega. Leopardi, gran cono- cador da Gracie, hable en sus Centi dal emado munda madi- terrénsa. Como ejampla citamas: "Alla Primevere o dalla fsvale anticha".127 0 ea rafiera e poetas grieges: "Ultimo canto di Seffa".128 Los modernistes, par ejemplo, Rub6n Daria, se rafieran m6s e la Gracie pasade par Paris.129 3) Damonismo. Coma Baudelaire, Leopardi se rafiera a1 damanio. Pergafi6 an verso y principalments an prose un canto a Arimen, prayecto publicado an 1898. Para e1 pas- ta italiena a1 Demonic as une imagen dal propio frecasa vital. E1 mal suyo as a1 mal dal universo, finice fuerza: Ra della case, autor dal manda, arcane Malvegite, somma potsra a somma Intelligenze, atarna l 0 Detar da' meli e raggitor dal moto. 3 Cernuda, par su parte, area tambi6n su demania, e1 anti- guo angel snvejacienda: No s6lo forja ql hombre a imagen prapis Su Dias, aun mas es la esemaja su damonia. Acaso mi epariancie no concierta Can mi poder latenta: aprenda hipacresis, Envajezcg edemss, y ya desmaya a1 tiampo E1 hurecan sulfureo de 1as alas En a cuarpa dal angel qua fui un die. En m tianas espaJa. Hay no pueda volverta Le juvantud hurene qua da ti he deserteda. (RD, 222) 33 4) Pesimismo. Leopardi es una da los padres poéti- cos dal pasimismo. Naca dal tadia (1e "noia") su cantro mantel. Aperacs sismpra, incluso an al reposa: Dimmi: parche giacanda A ball'agia, azioso, S'appege ogni animeli; 131 Ma, s'io giaccio in ripasa, il tadia essala? Cernuda est6 insarto en el mismo tadio, en la misme dens- gaci6n asc6ptiaa de la humena. Sus meditaciones an al "Nac- turno Yenqui" da Con 1as hares contadas 1as scabs merchén- dose a la came: Y piensas Qua esi vualves Dande estabas al comienzo Dal saliloquia: aantiga Y sin nadia. Meta la luz, y a la came. (RD, 288) Le filtime influencia importanta en la paesie da Car- nude fue la de los poetas englasajanas. Aun antes de su traslado a Inglsterra en 1939, ya Cernuda aanacis a Keats, can a1 qua sa siante unida por id6ntica amor a la bellaze: "La hermosure fisics Juvenil ha sido sismpra para mi cua- lidsd decisive, capital en mi astimaci6n coma resorts, primero dal munda, cuyo poder y ancanto a todo lo anta- ponga.”132 A Shakespeare lo considers ”coma pasta que no "133 Tastimania de tiena igual an otre literature madarna. su sdmiraci6n par Shakespeare as su traducci6n da Troilus and Crassida. En 1940, especialmanta daspu6s da Les Nubes, sa haca 34 avidanta s1 significsda qua dantro da la avaluci6n paéti- as de Cernuda tiena su conocimianto de los poetas anglosa- janss. E1 mismo daje canstancie an al Historial da un li- bro de su deude: Aprandi mucho da 1e paesie inglesa, sin cuya lecture y estudia mis versos ssr an hay otre case, no s6 si major a pear, pero sin duds , otre case. Crea qua fue Pascal quian ascribia: "no me buscaries si no me hubieras encontra- do" , y 81 yo busque squalle ensafianza y expe- rie?aia da la poesia inglesa fue porqua ya la a ancangiado, porqua pare alle estaba pre- dispuesta. Jas6 Angel Velante encuentra que esta predisposici6n per- te de la prapia tradici6n dal poets y qua par ass raz6n al encuentra da Cernuda con la tradici6n inglesa signi- fica un encuentra con los elementos da 1a tradici6n pra- pie.135 De ahi que la lecture da los metefisicos inglesas (Danna, Marvell, Creshaw) lleva e Cernuda a une intense valoreci6n da tres pastes matafisicos aspafiales: Jorge Manriqua, Francisco de Aldana y al en6nima autor de la "Epistola Morel e Fabio". Considers a astos tres poetas metafisicas porqua su lirismo "no raquiers axprasi6n abs- tracts, ni supone necesariamante an al poets algfin sis- tems filas6fico pravio, sino qua bests can qua deje pre- sentir, dantro da una obra po6tias, ese correlaci6n antra 1as dos raelidades, visible a invisible, dal munda."136 A partir da su encuentra con los poetas qua intagren la gran tradici6n meditative accidental (Blake, Wordsworth, Hopkins, Dickinson, Yeats, Eliot, Rilke) los poemas carnu- dienos adquiaren un nuava tono qua responds e 1e astructure 35 peculiar dal poems maditstiva. En a1 libro qua dedic6 e1 pansamianta po6tico de los liricas inglesas, Cernuda de- clera: El paste a su vez, en perfacci6n ideal, pa- na an aatividad e1 alma enters dal hombre, asi coma sus facultedes (subardinades unas a otras sagun su ralativo velar y dignided), y difunda un ona y espiritu unificador fun- diando or as dacirla unas facultedes can otras. Le unificeci6n de la experiencia an al alma dal posts as, puss, 1e culminaci6n dal proceso po6tico, "uns experien- cia espiritusl extarnemante est6tica, para internemanta 6tice.“138 El contacto da Cernuda con la paesia inglesa as re- fleja adam6s en una intansificaci6n dal adslgazsmienta de su voz pa6tice qua llega e1 m6xima dal acrisolamienta; en un major logro de la objativaci6n da 1a experiencia y en la eliminaai6n de todo la que see superflua en la astruc- turs paamética. Par filtimo, a1 mon6logo, ten afin a su ne- turelaza, sa dasdoble haste casi llager a1 diéloga, para asi poder alcanzar une mayor hondura en la proyacci6n ama- tive de la experiencia. Le obra de Luis Cernuda coma manifestaci6n de una trayectaria vital farms parte ds un periodo hist6rica. Julia Ucede cree qua Cernuda y los poetas de su ganareci6n marcaran al final da una 6poca: Su poesie y al grupo ganarecional a qua par; tenacia, marcaran al final de una space. Poe- ticemente csrro suparendols, la lines qua Bac- quar hebia inicisdo (Juan Ramon Jimenez, en 36 Espafiolas de tres mundas la llem6 "sobrebec- quariena“). Lasfiflismos", ascendalosos y fu- gacas pero no camplatemanta asteriles, fue- ron 1a manifestecian da une juvsntud que no conforms con la asteblscida par 1as genera- ciones precedentas, trata de construir su propio munda epartenda nuevas inspireciones. Esta necesidad primarie’de los grupas hista- ricos sa manifesto par ultima vez in nuastro pais durante la gsnaracion dal 2 . 39 Para si su ganareci6n carr6 una 6poca hist6rica, su obra per su dabla contaxtura 6tice y ast6tice continfie enri- quacianda la paesia contemporenae. NOTAS ’lEjemplos son los homenajas da sdmiraci6n afracidas par Centico (numeros 9 y 10, agasto-noviembre 1955), Le’ Cane Gris (numeros 6, 7 y 8, otafio de 1962) e Insule (Hu- merg 207, afia XIX, febrara 1964). Ademas, 1e influencia astetica de Luis Cernuda sa pueda observer an Ricardo Mo- lina y’Peblo Garcia Beans, dal grupo da 1e raviste carda- besa Cantico. Raspacta e Ricardo Molina, esta influencia sa rafleje especialmanta an Elegias da Sendua (Madrid, 1948), donde use a1 versicula carnudiana da Como quian espara a1 slbe, libro esta qua influye con su endelucismo recardado, su tarminologie floral, sus llamedas a1 amor, a la soladad y a los diosas. En cuenta e Pablo Garcia Baa- na, la influencia an al ds Cernuda sun as mes ecusede y amplie, puss cubra’todos sus libros, dasda Miantres can- tan los pejeros’(Cardobs, 1948) a Cleo (Madrid, 1958). Entra las mas jovenas puedan pansrsa coma influenciedos par Cernuda a Francisco Brinss y Alfonso Lopez Gradal . Brines, en sus libros Les Brases (Madrid, 1966) y Palsbrss a la ascuridad (Madrid, 1966), esimils tambisn e1 vars cu- lo cernudiana y la ambientacian astetica. Hey un explicita hamaneja an al poema titulada "La mana dal poets. Cernuda". Alfonso Lopez Gredali an E1 Sebor dal Sal tiene un poema titulada "Cernuda as’un dorada desalianto". Ls influencia atica, ls praocupacion moral, se daje sentir, sagun Jose Luis Cana, ("La paesia da Mariano Roldan" an Insule, nu- maro 283, junio 1970, peg. 9) en Jase Angel Velanta, Jaime Gil de Biedma,,Manua1 Mantaro, Julia Ucade, Aquilino’Duque y Mariano Roldan. Hey qua aclarer qua asa praocupacion etica as une praocupacion de eutenticided con una mismo y con la sociedad y pueda ssr dabida e coincidencias da ti- pa histarica puesto qua tanto 1a ganarecian da Cernuda como la da los ultimas poetas mancionadas hen compertida, da uns an otre forms, los mismos acantecimiantas. 2Federica Garcia Lorca, Obras completes (Madrid, 1960). peg. 89. 3D6mesa Alonso, Pgates aspafioles contemparenaas (Madrid, 1952), peg. 331. 4"Ls’canclusi6n dal conflicto mundial mara6 an Espa- fia un campes da optimisma espiritusl,’de prosperided eco- namiaa y do expansion vit lists", Jasa Francisco Cirre, Forms 1 espiritu de una 1 rice aspefiole (Mexico, 1950), peg. 23. 37 38 éLuis Cernuda, Estudia§_sabre paesia aspefiola can- tamporanee (Madrid, 1957), peg. 192. 6Ibid., pég. 142. . 7Juicia qua Guillermo Torre reduce a alga que, en tarminos historicas, tiena analogs validsz: "s1 cia- rrs a liquidecian dal almacen moderniste", Guillermo de Torre, Histarial de las litaratures de vanguardia (Ma- drid, 1965). peg. 513. 8Antonio Machedo, Obras. Paasie y Prose (Buenas Airee, 1964), peg. 46. 9Guillermo da Torre, pég. 514. loJos6 Olivia Jim6nez, "Media siglo de paesia espe- fiola", Hispania (Val. L, numara 4, diciembre 1967), peg. 932. llGuillermo da Torre, p6g. 505. 12Ibid., peg. 524. 13 14 Luis Cernuda, pég. 168. Guillermo de Torre, p6g. 528. 15Luis Cernuda, p6gs. 130-131. l6Guillermo da Torre, p6g. 523. l7Citado an Gloria Vidals, E1 ultreisma (Madrid, 1963), peg. 103. 18Gloria Vidals, en su libro ya citado, racaga da 1e raviste Ultra astes palabras: "Los poemas ultreistss sa confecciansn arrajanda 1as palabras al azar sabre 1e pla- nitud cosmica.” (Numero 12, 30 mayo 1921). 19Gloria Vidals, p6g. 94. 20"La disposici6n tipogréfica qua encontremos a cede peso an 1as revistas ultraistes...darive prabablamanta dal Coup de Gas, da Msllsrme, aunqua no todos astos poetas la canociarai’, ibid., peg. 111. 21Luis Cernuda, pég. 182. , 22Jorge Guill6n, penguaiey 206818 (Madrid: 1952), pas. 236a 23D6masa Alonso, p6gs. 167-169. 39 24Jasé Luis Cano, "Le Genareci6n Poétice de 1925", Raviste Nacional da Culture (Caracas, num. III, julio- agosta, 1925), p6g. 79. 25Enseyos: Pedro Salinas, "Nuava a diez poetas an Ensayas de literature Whispenice (Madrid, 1967), page. 360-376, Jorge Guillén, gLangueja de poema. Una genera- ci6n" an Lenguaje ygaasi a (Madrid, 1962), p6gs. 233- 254: D6masa Alonso, Una ganareci6n paétice (1920-1936)" an Pastas espenales cantampar6neas (Madrid, 1965), page. 155- 177; Luis Carnuds,AWGanarecian de 1925" an Estudios sobra pass a espanole cantemparanee (Madrid, 1957), page. 181- 196. Evocacianes da 1a epoce: Rafael Alberti, La ar- balada pardide (Mexico s/f); Vicente Aleixandra, Los en- cuentras (Madrid, 1958). 26Carlos Bausana, Tearie da ls expresi6ngpa6tice, tamo II (Madrid, 1970), page. 277- 295. 271bid., peg. 293. 281bld.,pég8. 284‘295e 29Jos6 Ortega y Gasset, Obras completes, tamo III, (Madrid, 1947). Page. 353- 386. 30Jorge Guill6n, ibid., p6g. 245. 31Luis Cernuda, p6g. 171. 32Jorge Guill6n, p6g. 240. 33Ibid. 34David Bary, "Pr6logoa sun libro. La avaluci6n da 1e paasia aspefiole", Insule (num. 127, 15 junia 1957), p6gs. l y 5. 35Andrew P. Dabicki, Estudias sobra paesie aspefiala contampar6nsa (Madrid, 1968), p6g. 49. 36D6masa Alonso, p6g. 190. 37Jes6 Olivia Jim6naz, p6g. 936. 38Luis Cernuda, p6g. 193. 39Citeda an Guillermo de Torre, p6g. 370. 4°Ibid., p6g. 372. 41Marcel Raymond, Da Baudelaire a1 surrealismo (M6xi- CO, 1960), Dag. 242a 4O 42"Ser£a error grave estimarle como otro movimiento literario mes entre los que anteriormenta hebien apereci- do, porque de todos’ellos el superrealismo fue el unico que tuvo razon historice de existir y contenido intelec- tual. Y a1 decir que are un movimiento literario convie- ne aclarer la paredoja de llamar asi a un movimiento que surgio, es verdad, dentro de la literature, pero que a1 mismo tiempo iba contra e11a. E1 superrealismo envolvie una proteste contra 1a sociedad y contra las,bases en que esta se hallaba sustentada: contra su religion, contra su moral, contra su politica; y puesto que la literature es expresion de un estado de la sociedad, resulta logico que fuera tembien contra 1a literature. Lo paradojico estaba en que yendo e1 superrealismo contra 1a literature, como los superrealistas eran mozos de inclinecion literaria, su protesta tenia que revestirse forzosamente de formas literarias." Luis Cernuda, pags. 189-190. 43"En su sentido m6s amplio e1 superrealismo repre- sents la tentative mas reciente del romanticismo por rom- per con las cosas que son y’sustituirlas por otras, en plena actividad, en plena genesis, cuyos moviles contor- nos se inscriben en filigrana en el fondo del ser." Mar- cel Raymond, pags. 248-249. 44"Hecho efimcgs e1 movimiento Dede, primara fase de la future revolucion surrealista, e1 15 de gctubre lanzo Andre Breton su primer manifiasto. E1 frances iba a ence- rrar en un orden mayor a1 desordenado dadaismo.",Ramon Gomez de la Serna, Ismos (Buenos Aires, 1943), peg. 267. 45"...v16ndole desde su momento germina1,inmediata- mente anterior: desde el dadaismo. No sin razon se ha di- cho humoristicamente que el superrealismo nacio de une costilla de Dada." Guillermo de Torre, Igue es el super- realismo? (Buenos Aires, 1955), peg. 11. 46Luis Ger uda, p6g. 190. May que aclarer que el origen del dade smo no es frances, como afirme Cernuda, sino suizo. E1 8 de febrero de 1916, Tristan Tzara, en el Cafe Terresse de Zurich, inventaba 1a palabra "Dada" (Guillermo de Torre, peg. 323). 47Juan Eduardo Cirlot, Introducci6n al surrealismo (Madrid, 1953), pags..1ll-1l2. , 48Juan Larree, gurggelismo entre Viejo y Nuevo Mundo 49"Cambiar la vida (Rimbaud), transformer el mundo (Marx), terminar con la miseria humana,concierne, en lo sucesivo, no menos e la poesia en accion que a la lucha social y economice.“ Juan Eduardo Cirlot, peg. 194. 41 50Maurice Nadeau, The History of Surrealism (New York, 1965), p6g. 43. 51 52Rafael 0ensinos-Ass6ns, Le nueve literature (Me- drid,1927). Vol. III; Antolqgie del surrealismo espefiol (Alicante, 1952); Manuel Duran, El superrealismo en la poesia espenola contempor6nee (M6xico, 1950), Guillermo de Torre, Historia de le literature de vanguardia (Me- drid,1965); Paul 1116, The Surrealistic Mode in Spanish Literature (Ann Arbor, 1968). Luis Cernuda, p6g. 192. 53Manuel Dur6n, E1 superrealismo en la poesie espa- nola contempor6nea (México, 1950), peg. 192. 54D6meso Alonso, Poetas espanoles cogtempor6neos (Madrid, 1965), 3ra. edicion aumentada, peg. 333 (De equi en edelante). 55Manuel Dur6n, p6g. 192. 56Guillermo de Torre, Historia de les literatures de vanguardia (Medrid,1965), peg. 572. 57Carlos Bousofio, Le poesia de Vicente Aleixendre (Madrid, 1956), p6g. 165. 58D6meso Alonso, p6g. 173. 59Luis Cernuda, p6g. 192. 60Manual Dur6n, p6g. 129. 61"Si comenzemos por el automatismo, podemos afir- mer que encuentra poce resonancia entre los poetas del grupo que nos interesa." Birut6 Ciplijeuskeite, E1 poeta 1 1a poesia (Madrid, 1966), peg. 298. 62Jos6 Olivio Jim6nez, p6g. 936. 63Birut6 inlijeuskeite, p6g. 298. 64Carlos Bousofio, p6gs. 169-178. 65Birut6 Ciplijauskeite, p6g. 299. 66Ibid. 67 . Luis Cernuda, peg. 193. 68Ibid., p6g. 194. 42 69"De hecho, yo s6lo recuerdo a un superrealista convicto --e1 menos durante sus primeros efios litera- rios--. Me refiero e1 melogrado poete Jose Maria Hino- jose (1904-1936), quien algo pudo captar directamente de equella escuele, durente su estancia en Paris, hacia 1926, segun muestran sus libros Poesie de perfil (1927 y La flor de California (1928)." Guillermo de Torre, peg. 573- 70"Le influencia superrealista que hebitualmente quiere edvertirse en Poeta en Nueve Yogg, de Peder co Garcia Lorca, e mi perecer no es de fondo y cercen a, sino atmosferioe intersticiel." Ibid. 71"...selvo el punto de errenque tem6tica, dominen carecteristicas’no muy distintas a les que rigen y singu- larizen 1as demas poesias de Alberti: leveded, gracia ex- presiva, popularismo culto o estilizado." Ibid. 72Luis Cernuda, p6g. 195. 73Carlos Bousono, p6g. 167. 74Guillermo de Torre, p6g. 575. 75"Porque esta poesia de Vicente Aleigendre, como tode 1e pose a superrealista, con la que mas o menos esta emperentede, forma parte de un vesto movimiento literario y cientifico, que’no se si celificer de hiperrealista o hiporreeliste.‘ Dameso Alonso, peg. 271. 76"Inactive po6ticamente desde el efio anterior, uno tres otro, surgieron los tres poemas primeros de la serie que luego llemeria "Un Rio, un Amor", dictados por un im- pulso similar el que enimabe a los surrealistas. Ya he eludido a mi disgusto ante los manerismos de la mode li- teraria y,eceso deba aclarer que el superrealismo no fue solo, segun creo, una mode literarie, sino edemas elgo muy distinto: une corrienta espiritual en la Juventud de una epoca, ante 1e cuel yo no pugs, ni quise permanecer indiferente.2 Luis Cernuda, Poes a y Literature (Barcelo- na, 1965), peg. 245. '77"Segui leyendo les revistas y los libros del gru- po superrealista; la proteste del mismo, su rebeldie con- tra 1a sociedad y contra les bases sobre 1as cuales se hallebe suetenteda, helleben mi asentimiento." Ibid., peg. 247. 781bid., p6g. 249. 79Gast6n Baquera, Dario, Cernuda,¥y Otros temes po6- ticos (Madrid, 1969), peg. 173. 43 80Pedro Selin9s, "Nueve o diez poete9" en Ensa 08 de Literature hisp6nica (Madrid, 1967), p6g. 37 81Luis Cernuda, "Juan Rem6n Jim6nez", Bulletin of Spanish Studies, Vol. XIX, num. 76, oct. 1942, peg. 165. 82J9equiz} Gonz61ez Muele y Juan Manuel ozas, Lg genereci6n poétice de 1927. Estudio, antolog e yidocumen- tecion (Madrid, 1966), p6g. 20. E1 estudio es de Gonzalez Muele. 83Jos6 Francisco Cirre, p6g. 125. 84Jos6 Luis Cano, Lapoesia de leggenereci6n del 21 (Madrid, 1970), p6gs. 13- 14. 85Luis Cernuda, "Historial de un libro", Poesie I Literature (Barcelona, 1965), p6g. 235. 86Luis Cernuda, "Pedr9 Salinas y su poesia", Revis- ta de Occidente, Madrid, num. XXV, julio-sept. 1929, peg. 252. Presagios se publica en 1923 y Cernuda empieza su primer libro en 1924. 87”Y no 1e conoci, y se estuvo cerce de un en9 un profasor --Iy d9 Liter6ture.-- delente del poete m6s fin9, m6s delicedo, m6s elegante que 1e neci6 a §evilla, daspu6s do B6cquer, sin saberlo." Pedro Salinas, peg. 373. 88 89Ib1de, D63. 2380 90 Ibid. 91Luis Cernuda, La RealidadAX el Deseo, cuarta edi- ci6n, aument9da, M6xioo, C9leccion)"Tezontle“, Fondo de Culture Economioa, 1964, p6g. 348. En edelente, siempre que se citeg versos de C9rnude, les siglas RD y la refe- rencia de pagine remitir6n a esta edici6n. Luis Cernuda, p6gs. 235-237. 92"Por dantro, cristel. Porque es el m6s licenciedo Vidriera de todos, el que m6s aparte la gente de 81, por temor de que le rompan algo, e1 mas extrano. Y, despges de todo, Apor que no va a serlo? ASi se siente ante el un carifio, un cuidad9, como ante todo lo superiormente deli- cado? LSi su pass a es de vidr 0, de meterie leve, peli- grosamente soplade, haste e1 1 mite, cuando parece que la burbuja va a estallar, y de pronto se para, eceptando su forme final merevillosa? £81 per sus versos se ve e1 mun- d9 como por un crista1,ye limpido, ya moJedo de lluvie o 16grima? ASi su poema, apenes se la toca, despide vibra- ciones, misterios, de qu9jumbre musical, como el mejor veso de orillas del Adri6tico?" Pedro Salinas, p6g. 374. 44 93" .,.y el de Cernuda (el hombre), muy joven 9ntonces, que figure entre e1 auditorio (pero de quien tembien se le- yeron poemas en equellas veladas). "Cernuda es todavie un muchach9, casi aislado, en Sevilla,’en ese afio de9nuestra excursion sevillana, en el que en Malaga aparecera su £9;- fil del A139, que tampoco representa su arte maduro." Da- meso Alonso, page. 169-170 y 180. 94Luis Cernuda, "Carta abierta a D6maso Alonso", gn- sule, Madrid, Hum. 35, nov. 1948. 95Luis Cernuda, Le Reelidad y el Deseo, p6gs. 336- 337. 96"El mundo est6 bian/hecho, escribe Guill6n; e ins- tintivemente, al leer tales palabras, nos brota e1 grits contrerio: No. E1 mundo no esta bien hecho; pero pudiera estarlo major, 51 no lo impidiera siempre, pracisamente, ese conformismo burgues."’Luis C9rnude, Estudios sobre pgesie espafiola contemporanea, peg. 193. 97gomo e3empl9 de criticos que encuentran que hay imitacion de Guillen en Perfil dgl Airs citaremos: Sale- zer Chapela, El Sol, 18 mayo 19 7. ag. 2; Guillermo Diez-Plaje, Historia de la_poe9 a 1 rice espafiola (Barce- lona, 1937). 2da. ed., 1948, p6gs. 438-439; Aubrey F. G. B911, Castilien Literature (Oxford, 1938, reissued, 1968), pags. 115-116; Ricardo Gullon, "La poesie de Luis Cernuda", Asomante (San Juan, P. R.), VI, 2 (abril-junio), 1950, peg. 35. 98Luis Cernuda, "31 critico, cl amigo y el poeta", Poesia 1 Literature, pags. 207-229. 99 100 101 Luis Cernuda, p6g. 215. Ricardo Gull6n, p6g. 35. Luis Cernuda, p6g. 221. lozIbid., p6g. 223. 103"...1a (poesia) de Guill6n9a6n m6s que la de Sali- nas, expresando un concepto burgues de la vida y que en ella la imagen9del poete no trasciende a1 hombre sino a una f9rme historice y transitoria del hombre, que es el burgues."’Luis O9rnuda, Estudios sobre poesig espefiol; contemporanea, pag. 200. 104"Algo’que yo apenas oonocie o que no queria reco-I nocer comenzo a unirnos9por encima de equella presentacion un poco teatral, a traves de la cuel se edivinaba e1 ver- dadero Federico Garcia Lorca elemental y apasionado, lo 45 mismo que se edivinaba su9nativo acento andaluz a trav6s de la forzade pronunciacion castellana q9e siempre adop- taba en circunstancias parecides. Me tomo por un brazo y nos apartamos de los otros." Luis Cernuda, "Federico Ger- cia Lor9e" (Recuerd9), Hora de Espefla, Barcelona, Junio 1938, Hum. XVIII, peg. 1 . 105Federico Garcia Lorca, "En homeneje 6 Luis Cernu- da", Obras completgg (Madrid, 1960), peg. 89. lo6Ricardo Gu116n creo que "podrie esbozerse un para- lelo entre Vicente Aleixendr9 y Luis Cernude.,E1 primero proteioo, en perpetua mutacion y trensformacion; e1 sagun- do, una vez sobrepesade 1e fase iniciel, siempre igual e si mismo, com9 si dado por concluso e1 ciclo experimen- tal, cuidare unicamente de afinar su instrumento, de ser cada vez mes preciso y expresivo. Ese paralelo revelar a algunos detos sobre'las diversas posibilidades de creci- miento del genie poetioo que s9 desarrolla o mediante 1a busqueda incesante de nuevas formul9s de expresion, o procurand9 potenciar y ad9nsar al maximo, sutilizendolo y vigorizandole, n modo unico de 9proximarse e 1e rea- lidad por la pass a." Ricardo Gullon, peg. 61. 107Oarlos Bousofio, "La correlaci6n en poesie moder- na", Seis calas en la ex resion li eraria es aflole do Alonso y Bousoflo (Madrid, 19635, peg. 269. lo§Luis O9rnude, Estudios sobre poesfe espafiolg con- tem orenea, peg. 195. 109"En el grupo de grandee poetas, necidos a la poe- sia en el teroer decenio del siglo, les influencias son mutuas, son interinfluencias ocasionada9 en parte por la releoion emistose en que Vivien, comunicandose hellazgos y proyeotos, conviviendo en revistas literarias y geneou- los intelectuales, y en parte debid9s e 1e ley comun del tiempo y d91 ambiente, e 1e sugestion de les mismas lec- tures e identioos maestrel." Ricardo Gullon, peg. 68. 110Luis Cernuda, Poesia z Literature, p6g. 252- 111;b1d., p6gs. 233-234. *lzIbid., pig. 224. 113Ib1d e , Dig. 2350 114Octavio Pez, "Apuntes9sobre 1a realiqad y el de- seo" en Oorriente alterna (Mexico, 1967), peg. 13. 1lsLuis Cernuda, p6g. 235. 46 116Ibid., p6gs. 219-220. l17L9is Cernuda, Poesia 1 Literature II (Barcelona 1964). p83. 2010 118Luis Cernuda, Poesia Literature. 95880 235'236° 119;2;1., p6g. 236. 12°;2;g., p6g. 252. 121;2;g., pig. 253. l22Enrique Azcoege,,"fifilderlin, e1 joven puro", g; Sol, 15 de mayo 1936, peg. 2. 123Luis Cernuda, pig. 254. la4;b1d., pig. 275. 125"HBlderlin, traducci6n de Luis Cernuda y Hens G9bser, note de Luis Cernuda", Cruz y Raye, nov. 1935. Hum. 32, pegs. 115-117. 66126Qiacomo Leopardi, Iutte 1e cpere, Volume Primo, l9 , peg. 112. 1271b1d., pig. 31. 128Ibid., pig. 38. 129"Amo m6s que la Grecie de los griegos / 1a Grecie de la Frencie, Porque en Frencie, / el eco de les Ris9s y los Juegos, su mes dulce licor Venus e9cencia." Ruben Dario, Poesies completes (Bilbao, 1968), peg. 553. 130 1311b1d., pig. 83. 132 Giacomo Leopardi, p6g. 434. Luis Cernuda, p6g. 242. 133Ib1d., pig. 262. ljhlbide' p638. 259-2600 135Jos69Angel Velente, "Luis Cernuda y la poesie de 19 meditecion", Le Cane Gris, otofio 1962, Nums. 6, 7 y 8, pegs. 31-32. 136Luis Cernuda, p6g. 57. 137L918 Cernuda Pe samiento o6tico en la lirice in- glesa (Mexico, 19585, page. 75-75. 47 138 I I Luis Cernuda, Pass a 1 Literature, peg. 53. 139Julia Uceda, "La p9tria m6s profunda" , Insule, N6m. 207, febrero 1964, p6g. 8. CAPITULO II LOS TEMAS Le obra po6tice de Luis Cernuda no llega e trescien- tas composiciones escrites a lo largo de treinte afios. En 1924 comienze a escribir su primer libro de poemas, que tres efios m6s terde se publica en M61aga con el tituls de Perfil del Airs. Despu6s publica otros dos m6s: Donde ha- bite e1 olvido, en 1934 y El Joven marine, en 1936. Dis- tintas revistas literarias 1e hebien publicado edem6s poe- mas sueltos. En el mismo afio, logra reunir tode su obra po6tica en un volumen tituledo Le Reelidad 1 e1 Deseo. Esta primara edicién representa en su poesia 1e fess que paseri por sucesivas muteciones haste lleger e alcan- zar 1e oonfigureci6n definitive. Esta primera fase tiene diferentes stapes: 1e iniciel, representada por Primeras Pessias (1924-1927);1 la clesicista, por E lo a Ele ia, 99; (1927-1928); 1a superrealista, per Un rioI un amor (1929) y Los placeres prohibidos (1931); 1a vuelta a la tradici6n po6tice espanola, por Donde habits el olvigg (escrito on 1932-1933)2 y finelmente, Invocaciones a les gracias del munde (1934-1935).3 que supone una reecci6n contra la poesia "pure” en la b6squeda de mayor amplitud de la materia po6tice. Los poemas que enriquecen 1a segunde edici6n de L; 48 49 Reelidad y el Deseo (M6xico, 1940) inician 1a segunda fa- se ds su poesie. E1 titulo de este nueve secci6n es Lg; £299; (1937-1940).4 Seg6n Francisco Brines, "la aparici6n de su poesia definitive, equella que alcanza 1e altura de- bida a su voz, se produce con Les Islubes."5 Este libro so cerecteriza per une identificecién del tone elegiaco que lo imprime 1e guerra primero y el destierro despu6s. Le tercera edici6n de La Reelidad 1 e1 Deseo (Mixi- co, 1958) afiede a la segunda tres secciones m6s y parte de una inconclusa: Como guien espera e1 alba (1941-1944), colecci6n de poemas escritos en Ingleterre; Vivir sin es- ter viviendo (1944-1949), libro comenzado en Ingleterra y terminado en los Estados Unidos; Con 1as horas contadas (1950-1956), comenzedo en los Estados Unidos y terminado en M6xico; y parte de su 61timo libro de poemas, sin ti- tulo e inacebede. Incluye tambi6n poemas en prose que epa- recen por primara vez. Le cuarte edici6n de su ebra, publicada en M6xico en 1964, despu6s de su muerte, conste de doscientes ochen- te y tres composiciones, incluyendo su 61timo libro 2933- lacién de la guimera (1956-1962).6 "Autor de un solo libro"7 1e 11ama Octavio Pez, li- bro que ha ido creciende sin romper su coherencia inte- rior haste llegar a convertirse en una biografia espiri- tual; ”un mundo humane, universo en cuyo centre as halla ese personeje --mitad irrisorio, mitad tr6gico-- que es "8 el hombre. La Reelidad y el Deseo no es ni confesién 50 hi diario intimo, es la visi6n desesperanzada que muestre a1 hombre como un ser tr6gico, que lucha entre sus espi- recionss y la realided, busc6ndole explicaci6n e 1e exis- tencie. En la entinomia que de titulo a su obra encuentra Cernuda la sintesis del vivir ag6nico. Reelidad como sim- bolo de todo lo que exists pare desaperecer, desso como simbolo de permanencie, de eternidad. El conflicto entre realided y desso es la m6dula que da unided y coherencia a su obra. Seg6n Pedro Salinas: Reelidad y desso enfrentados, como el lucha- dor y la fiere en el coso del munqo. E1 hom- bre desee sin tasa y sin concrecion: el mun- do 1e ofrece, por un’lado, concreciones --la realided es concrecion--; gor otro, tasa, porque la realided nos esta inevitableqente tesa9e. Y asi e1 conflicto nunca tendra so- lucion. Borque apenas e1 desso eprehende 1e concrecion de lo real, 1a suelta desengafia- do, porque en la realided hay si9mpre, a1 propio tiempo que une satisfaccion del de- sso, une tasa a su incesante efen. La soladad, el amor y el olvido, lo sfimero, e1 enhalo de eternidad, tal como aparecen en su obra, se explican como aspactos de la tensién b6sice entre realided y de- seo. Esta tensi6n qusda sin solucionar, pero rige y de consistencia a cede poema. Por eso no as La Reelidad y el Deseo un libro arquitect6nicamente riguroso como 06n- tico de Jorge Guill6n, sino un libro "que ha crecido len- tamente como crecen los seres vivos." Los temas m6s importantes que hemos podido observer en la poesie de Luis Cernuda son: 1a soladad, el amor, 91 olvido, Dios y los dioses, Espafia y el poete como ser pri- vilegiado en rsleci6n con la sed de eternidad, la poesie 51 y la sociedad. 1. "Soledad sin amor ni claro die." La soledad, uno de los temas citados que m6s insis- tentemente manifiasta 1a tensi6n entre realided y desee, es para Cernuda, una soladad ontol6gica, conciencia de su particular separeci6n del mundo: "entre los otros y t6, entre el amor y t6, entre la vida y t6, est6 1a soladad."11 Esta clese de soladad es la que 61 share, la que escoge y busca para encontrarse en ella, ”la soladad est6 en todo para ti y todo para ti est6 en la soleded."12 Pero a1 mis- mo tiempo e1 deseo como energia, 1a volunted de encerna- ci6n del tiempo y el epetito vital 1e muestran 1a angustia de sentirss solo. En Primeges Poesias, aunqua trete de huir de is so- ledad, se siente aprisionado en e11a. Parece tener 1a vo- lunted mediatizeda por la inercie. Esto cree una atm6sfe- re de lenguides, indolencia y hastio. La realided exte- rior que no le setisfaoe, est6 sustituida por la creaci6n artistice: La soledad, tres 1as puertes cerredas, Abre la luz sobre el papal vecio. (RD, 15) La natureleza viene a llenar este vacio como un "fresco verano".13 El poete acapta 1a soledad come 6nico 6mbito.l4 En Egloga, Elegia, Ode, la soledad est6 realzada per una tristeze y un pesimismo crecientes. Le conclu- sién de la ”Egloga", en una expresién oondensade, intense, 52 podrie servirnos para sintetizer 1a posture del poete: El cielo ya no canta, Ni su celeste eternided asiste A la luz y a les roses, Sino a1 horror nocturno de las cosas. (RD. 31) En Un riol un amor, 1e soledad contin6a siendo tema principal, pero con un sentimiento de agravaci6n progre- siva. La tristaza del adolescents se convierte, como di- ce Brines, "en la radical soledad del hombre que se ha enfrentado con el mundo."15 La muerte y el olvido reflejen tambi6n 1e soledad. La primers como negaci6n total: iNo sentis a los muertos? Mag la tierra esta serda. (RD. 41) El segunda, como desintegreci6n de lo existente: Olvidos de tristaza, de un amor, de la vida, Lhogados como un cuerpo sin luz, sin aire, muerto. (RD. 42) En "Destierre" e1 poete eet6 a soles, sin amor, so- portando su pesado destino. Son impresiones, dice Gu116n, "evocedoras de la soledad radial del poete en un universe donde: Todos ecego duermen 16 Mientras e1 lleva su destino a soles" Se fetiga de vivir y haste de morir en soledad con la de- eespereci6n do see muerte ("1e sombre tenazmente") que le parsigue. E1 viento y el llanto aparecen esociedos: 53 Como el viento a lo largo de la noche, imor en pena o cuerpo solitario, Toce en vano a los vidrios, Sollozendo abandone 1as esquinas... (RD. 45) E1 poete ha errado por la tierra, pero algo brillante apa- rece: su raz6n de existir, 1a poesia, que ehuyente e1 sen- timiento do tristaza que impregnaba e1 poema: "Y sin embar- go vine como luz" (RD, 45). "Decidme anoche" es el canto solitario de la tierra, que es el suyo: 61 tambi6n est6 solo y centa con una voz intime intransferible. La vida adquiere un tr6gico senti- do donde todo est6 condensdo a desaperecer. La angustia de ver c6me todo muere incesantemente es un leit-motiv que se repite en "Linterna roja". Oomprueba que la vida es, en realided, un lento camino hacia la muerte: Los cuerpos palidecen como oles, Le luz es un pretexto de la sombra, Le rise ve muri9ndo lentamente, I mi vida tembien se ve con e11a. (RD. 53) Hay que llegar a1 libro Invocaciones (1934-1935) para encontrar de nuevo y sustancialmente el tema de la soledad, a la que considers como una de les "gracias del mundo" porque el hombre vuelve a ella cuando descubre 1a amergura circundsnte. En el ”Soliloquio del farero", e1 poete personifica a la soledad y se dirige e ella como a una amante: Oomo llenarte, soledad, Sino contigo misme. 54 De nifio, entre las pobres guarides de la tiarra Quieto en angulo oscuro, Buscabe en ti, encendida guirnalda, Mis aurores futuras y furtivos nocturnos, Y en ti los vislumbrabe, Netureles y exactos, tembi6n libres y fieles, A semejenze tuya, sterne soledad. (RD. 107) Amente a la que abandone por 1as tentaciones del amor, para luego volver a ella, a1 comprender que es la 6nica verdaderamente suya y sin 1a cual no puede existir: T6, verdad solitaria, Transparents pasi6n, mi soledad de siempre, Eres inmenso abrazo; E1 sol, el mar, La ascuridad, la estspa, E1 hombre y su deseo, Le 9irada muchs9umbre, &Que son sino tu misme? Por ti, mi soledad, los busqu6 un die; En ti, mi soledad, los amo ahora. (RD, 108) En "Himno e 1e tristeza”, soledad y tristaza se identifican, y 91 posts no 1as considers motivo de deses- pereci6n, sino consuelo contre la angustia. En este poema, 1a tristaza (o soledad) que Cernuda invoca entre les gra- cias del mundo, es positive, active, y is atribuye les siguientes caracteristicss: a) Origen divine. La tristeze persce que fuera una nueva diosa; Fortalecido estoy co tra tu pecho De sugusts piedra fr a, BaJo tus ojos crepusculares, 0h medre inmortsl. (RD, 122) 55 Dioss m6s benigna que les restsntes divinidades, egoistes y destructoras: Ellos, los dioses, algune vez olviden El tosco hile de nuestros trsba ados dies. (an, 124) Tristeza vivificadore que ser6 "celeste domadora rec6n- dita" oomo regalo de los dioses a los hombres. b) Maternidad. Le tristeze es madre (algune vez quiz6 "amente", aunqua este tema no lo concrete Cernuda), y madre immortal: 0h madre inmortal (RD, 122) iQui6n sino t6, amente y madre sterne? (RD. 124) Oreemos que Cernuda, por el car6cter divino que le confie- re a la tristeze, quiere significerle como "eterna" m6s que como "inmortal", ya que lo inmortal tiene principio aunque no fin, y lo sterne no conoce comienzo ni final. c) Consuelo en el amor. Cuando el amor se pierde, 1a tristeze es refugio del desengafio y apresura 1as horas del amente que rememors su dicha perdide: A1 amente aligeras 1as at6nitas horas De su soledad, cuando en desierta estancia Ia.ventana, sabre apecible naturaleza, Bejo une luz 1e3ana. Ante sus oJos nebulosos traze Con renevsdo encanto verdeante Ls estampa inconsciente de su dicha pardide. (RD, 123) d) Consuelo ante la muerte. Ls tristeze svite e1 56 miedo a la muerte, quiz6 por su cualided ds diosa, anti- mortsl, y por su cualided ds madre: M68 todavia hay en mi algo que ts rsclame Conmigo hacia los parques ds la muerte Para acsller e1 miedo ante la sombre. (RD. 125) En otro poema del mismo libro, Invocaciones, Cer- nuda elude a la soledad con la misme significaci6n que lo hizo en "El soliloquio del farsro". La soledad supo- ne uns vuelta e si mismo tres 1a falta de libertad que es el amor o supone un nuevo hallazgo do is propia per- sonalidsd: Pere t6 y yo sabemos, Rio que sto mi cesa fugitive deslizss tu vida experts, Que cuando el hombre no tiene ligados sus miembros por las encantadoras mallas del amor, Cuando e1 desee es come uns celida azucena Que ss ofrece a todo cuerpo hermoso que fulJa a , nuastro lado, Cuanto vale una nochs c090 esta, indeci a entre la primavera ultima y el est 0 primero, Ests instants en que oige los loves chasquidos del bosque nocturno, Conforms conmigo mismo y con la indifsrencie de los etros, Solo yo con mi vida, Con mi parte en el mundo. (RD, 117) Antes de continuar el astudio de la evoluci6n del tema de la soledad en la poesie de Cernuda debemos hacer un alto. Invocaciones es el 61timo libro de lo que hemos llamado primers fess de su poesia. Haste aqui la soledad es la que el hombre busca por considerarla necesaria pa- ra su vida espiritual. En opini6n de Birut6 Ciplijeuskaite, 57 Cernuda es "el poete probablemente m6s hurafio de todos, quien teda su vida he buscado un aislamiento ds indire- rencia, de orgulle, o surgido de su incapacidad de adap— taci6n."l7 Quiz6 debido a este, e1 poete acepte su soledad come amiga y compafiera y haste come madre y amente. Es uns soledad intima y serene, que le sirve para sislarse de un mundo el que considers hestil. Esta carecteristica apare- ce desde su adolescencie, per eJemple, cuando hable de su vida de estudiante en Seville. "Un mozo solo, sin ninguna ds los epoyos que, gracias a la fortune y a les relaciones, dispense 1e sociedad a tantos, no podia msnes de sentir hestilidad hacia ese sociedad en medio de la cusl vivia come extrefie.”18 Su enraizado sentido do alienaci6n ("otro motive de desacuerdo, e6n m6s hondo, existia en mi"19) y de soledad, que es manifiasta deeds su vida de estudiante, se vs exa- cerbsndo haste crear etra soledad snemige y atormentadora, 1a dei individuo aislsde per la sociedad misme. Esta sole- dad involuntaria se 1e convierte en un suplicio terrible. En 1935, poco antes de le publicaci6n de la primera edici6n de La Reelidad 1 e1 Desee, Cernuda trata de defi- nir e1 impulse que gebierne e1 instinto po6tico diciendo que brota de la alienaci6n y de la soledad carecteristi- cas de su possie.20 E1 poete se encuentra en un punto equidistante en- tre fuerzes contradicteriss, come medisdor entre los se- rss visibles y una presencia invisible m6s intimemsnte 58 vinculada a la esencia del hombre. E1 poete siente la ne- cesidad ds establecer un lazo entre el mundo y su inte- rior. E1 desee lo lleva hacia la realided buscando hacsr m6s factible su existencia solitarie, pero al final 6sta lo aniquila. 2. ”E1 amor mueve al mundo." En su ssgundo libro superrealista, Los placsrss preh - 21925, no es la soledad el tema a trev6s del cuel 1a ten- si6n realided/desee se nos muestre, sino el amor. E1 amor en sus libros anteriores aparece ya tratade como un ideal inalcanzable. En Primeras Poesias, es un vego ef6n incon- creto; amor y olvido sen msdios de evssi6n de la sociedad: Vivo 9n solo dese9, Un’efan clare, unanime; Afan de amor y olvido (RD, 15) El amor es una i1usi6n de vida, pero no bests pare desatsr 1as ligadures de su indolencia ni para liberarlo del has- tie; is actitud del poete enlaza directemante con Primeres Pussies: iY qu6 esperar, amor? S610 un hastio, El anargor profunda, les despojes. (so, 33) En Un rio, un amor, el amor es une fuerza antisocial y destructora que no cabe dentro de su mundo. Asi, e1 desee proyscte a1 amor hacia lugares distantss: Mirad c6mo sonrie hacia el amor Daytone. (RD. 51) 59 Sobre s1 1ej9no oeste, Sobre amor mes lejano. (RD. 60) El amor en Cernuda no alcanza a ser un triunfo sebrs 1s sociedad. Puede ssr gloria y 6xtesis, pero tambi6n es destrucci6n y muerte. En Les placsgss prohibides preclems que en amor, per ssr une smenaza al orden social, lo con- vertir6 on “posts maldito". El primer poema del libro, "Dir6 come nacisteis", es un grito ds rebsldia contra 1as leyes, les costumbres sooiales, los prsJuicies: Extender entonces la mane Es hellar una montafia que prohibe, Un basque impenetrable que niege, Un mar que trags adolescentes rebeldes. (RD. 66) Per primera vez 1a pasi6n vibre en su verso al lanzar im- precsciones contra los seres sin nombre, inertes y est6- riles come 1s pisdra (”eststuas sn6nimas") y se alzs con- tra ellos emsnazando destruirles. Express la pasi6n con dolor. No sabemes eu6ndo hable de amor e de desso, come dice Cane: ”tods una eerie de terriblss poemas de este li- bro expreesn los re16mpagos heridores do see reinc impla- cable del desee.”21 En contrasts, "Si el hombre pudiera decir" es un e6ntico a la libertad del amor. come Justi- ficeci6n de la existencie: "si muere sin conocerte, no muere porque no he vivido.”(RD, 71). La sociedad on Los placeres prohibidos reaparece cada vez que el amor treiciona s1 poete, y esta sociedad, no per ester m6s subterr6nes es menes intense: 60 19 nad9 sebe9 de ello, Tu estas ella, cruel como el dia; El die, ese luz que ebraza estrechemente un triste muro, Un muro, ano comprendss? Un muro frente al cual estoy solo. (RD. 67) Los custro libros siguientes, Donde habits s1 olvi- 92, Invocaciones, Les Nubes y Como guien espsra sl alga no se ocupan preferentemsnte del amor. No ecurre lo mis- mo con Vivir sin ester vivisnde, que comienza con "Cuetro poemas a uns sombre”. En "Historial de un libro" dice: T6ngass en cuenta que llevaba algunos afios do vivir "vicariously" (a ese elude el ti- tulo de Vivir sin ester vivisnde), y que a veces leis pare sustituir la vida que no vivia...La consecuencie de ese vivir es que nsde se intdrpone entre nosotros y la muer- te: desnudo e1 herizonte vital, nede psrci- bis delente sin9 la muerte. Afertunsdsmsnte, e1 amor9ms salvo, come otr9s veces, con su ocupa9iog abserbsnte y tiranica, de tal si- tuecion. 2 Los "Cuatro poemas a une sombre" comunican en verso la teeria del amor de Cernuda. El amor centre la vida del hombre y lo libra de la desespereci6n, 1e da sentido de permanencia a todo. En Cernuda --dics Octavio Paz-- el amor es el punto de intersecci6n entre desso y realided. "El desee es m6s vesto --efiade-- que el amor pero el de- sso de amor es el m6s poderoso ds les deseos. S610 on see desear un ser entre todos los seres e1 desso se dssplisga ”23 El desee de amsr en Cernuda es tan fuerte planamente. que 8610 1a sofisds presencia del amente es el pretexto necesaria para que el amor exists. ”The other --dice 61 Alexander Coleman-- makes the poet's identity more real and viable to himself, helping him to establish or reneI a network of relationship from which he has been alienated by his own temperamental disposition."2# En el primero de los custro poemas, titulado "Le ventana", cents s1 amor como el medic m6s sut6ntice y 6ni- ce verdaderamente posibla con que cuenta el hombre pare lleger a la realided profunde de la existencia: Cuando per s1 amor tu espiritu rescats Ls realided profunda. (RD. 235) En medio de la soledad a que lo lleva e1 reeonecimiento de su separaci6n del munde, de la presencia continua de la muerte, el amor hece que restablezca 1a unided y se alcence la reconciliaci6n con el mundo: Y el amor quien percibe, Dentre del hombre oscuro, e1 ser divine, Criatura de luz entonces viva En los ojos que ven y que comprenden. (RD. 236) En el poems que eigue, titulsdo "E1 amigo", Cernu- da se ssfuerza per llenar su soledad con la presencia de un ”amigo" creade nost61gicamente en su imaginaci6n: En su sesisge crees Que una forms ligera ss encamina Dulcemente a tu lads, Come e1 amigo aquel, cuen90 1as hojas Y la luz, luego ides con el mismo. (RD. 233) La sombre emsda que lo acempafle es un rafleje del misme poets y su identided con ella se hece m6s intense cuando 62 se da cuenta de que "el otro" es 61 mismo. E1 poets no busca shore neda fuera de 31; come otro Narciso, se rein- tegra a su centre: No 1s busques efusra. El’ya no pueds Ssr distinto ds ti, ni tu tempece Ser distinto de s1: unidos vsis Formando 9n solo/ssr de dos impulsos, Como e1 pajaro solo hacen dos alas (RD. 238) En realided, su vida est6 vacie y s1 tercsr poema "La escarchs" es la expresi6n dolorosa de este vacio: Lo presents vacie, Lo pasade visible sin encanto. (RD. 239) Pero en "El fuego" e1 future existe y en s1 futuro cifre e1 poete su esperenza: Junto sl agua, en la hisrbe, ya no busques, Que no hallares figure, sino alle en la mente Continuarse e1 mite de tu sxistir eun incomplete, Creande otro desee, danqo esombro a tu vida, Suefio de alguno donde tu no sabes. (RD, 241) Durante les vacacionss de 1951 en M6xico --escribe Cernuda-- "conoci a X, ocasi6n de los Pesmas pars un sugg- gg, que entonces comsnc6 a escribir"25 incluidos on 923 1as horas contadas. "Posmas para un cuerpo" es una breve serie de diez y seis poemas cortes en los que no “ha sa- bido o podido --dice e1 poeta-- mantsner la distencia en- "26 tre el hombre que sufre y el poete que cree. Olvidade 1a soledad, el hombre se cumple en el amor come pasi6n avasalladere: 63 silvale o cond6nsle, Porque ya su destino Esta en tus manos, sbolido. (RD. 304) Amer come revelaci6n dolorosa de la sxisteneia del ssr amade: Y entr6 la nechs en ti, materie tuye Su vestedad desisrte, Desnudo ya del cuerpo ten amigo Que contigo uno era. (RD. 304-305) Concepci6n amorese que refleja un estado de exaltaci6n similar e la que 61 mismo dice sufri6 B6cquer: "muy pe- cos se dieron cuenta del tormento, 1as penas, los dias I sin luz y les noches sin tregua que tres esos brevee poe- mas del amor se ssconden."27 La hondure do see sentimien- to est6 expresede en "Contige": aMi tierra? Mi tierre eres t6. {Mi gente? 9 Mi gente ores tu. E1 des ierr9 y la muerte Pare m estan donde No estes ta. 1: mi vida? Dim9, mi vida, 9 iQue es, si no eres tu? (RD. 310) El amor es la fusnte de la vida y hsberlo conecido Justi- fica 1a sxisteneia del hombre: Tantos sfios vivid s En soledad y hast 0, en hestio y pobreza, Trajeron tres ds ellos esta dicha, RI" {0‘ 54 Ten henda para mi, que asi ya puedo Justificer con ella lo pesede. (RD. 307) Come dice, hablando de B6cqusr, el amor no es "un vego e imprecise sentimiento que unas poeas l6grimas descargen de su peser y en cualquier otro cuerpo se elvids."28 Asi per csda instants De goes, s1 precio esta pagade: Ests infierno ds angustia y ds desee. (RD. 314) Psro aunqua sepe e1 precio que ha de pagerss por el amor, le considers bien pagade porque e1 peer infierno es la ignersncia, no el olvido. El amor abre les puertes a una nueva Juventud y se goza de le volunted de detener el tiempo: Entonces, deje, no piensas En que ya es terds. aHubo terdanza James pars olor y zqmo 0 s1 revuele de algun ale? Fuerza 1as puertes del tismpo, Amer que ten tarde llamas. (RD. 309) En Desolaci6n de la Quimsra e1 posts so despide de todo y de todos. Reconoce que el amor necesita de tres elementos b6sicos: Juvsntud, hermosure y desee. Sin is Juventud y la hermosure queda s6le e1 desee y el desso sin amor condens a la soledad: El hombre que envsjsce, hells en su mente, En su desee, vacios, sin encanto, Dende van les emores. (RD. 336) ¢ 1.,- {Va i -r :1 ~55... 65 Con amargura acepta que ha llsgado la hora ds rsnunciar a]. amor. "Hay nostalgia, --dice Brines-- no 3610 de la pureze juvenil, sino del fervor que acompafia a les prime- ras edades; la juvsntud es el bien preferido."29 La vejez s ignifice fracaso vital y 5610 cabs 1e resignaci6n: Mano de viejo mancha El cuerpo Juvenil si intents acariciarlo. Con solitarie dignidad el viejo d9be Pasar de largo junto a la tsntecion tardia. (RD. 35'?) En "Epiloge" ls dies tembi6n adios a sus rscusrdos. Con ‘56 mplando un retrato, desolado a1 ver que se acsrca e1 final de su sxisteneia, se pregunta si vali6 1a pene he- be r sufrido les angustias y tormentos del amor para con- 1:3 8 ‘tsrse que si, que a6n en la here de la muerte, dir6 que todo vali6 la pena puesto que el sxistir del hombre SQ ilumine "con el amor, 6nica luz del mundo." 3 - "Dande habits e1 olvido". El olvido, come tema, ya hebia aparecido antes en 13» poesis de Cernuda,y seguir6 apareciendo despu6s, pero ‘h 01 breve libro We e1 011139 (1932-1933) se Q9Itanrierte en tsme principal. El amor ha dsjsdo tres si un 1“ Querdo emerge y busca la cempenseci6n del olvido, la ne- gQQ 16n ds la experiencia anterior. Negaci6n que a1 empliar- 19‘ come realided absolute, convierte e1 olvido en una for- ma anticipade de la muerte: Donde habits el olvido En los vestos Jardines sin aurora; Donde yo sole sea Fifi ..U n‘U .3» P» 66 Memoria ds una piedre sepultade entre ortigas Sebre la cuel e1 viento escape a sus insomnios. (RD. 87) Donde habits e1 olvido es s1 libro terminado --dice C3211:o-- come uns muerte emerge y dolorosa.30 En unas pals- bras prologales pregunta e1 poete: "aQue' queda ds 1as ale- grias y psnas del amor cuando éste desaperece?" Y as con- tests: "Nada, e peer que nsda; queda s1 recuerdo de un O lvido. Y menos mal cuando no lo punza la sombre ds eque- 31—31.aas espinas; de aquellas sspinas, ya sab6is. Les siguien- te a p6gines son sl recuerdo ds un olvido." (RD, 86). En un poema en prose de 92925, "La eternidad", dice ql.‘Jlse ds habsr sido posible hubiera preferido "volver etr6s, be greser e equella regi6n vaga y sin memoris de donde ha- b {a venido a1 mundo."31 Psro shore es la memoris la que :l“E’ impide desandar e1 cemino reeorrido, asi encuentra une 1:1“ eve forma: "olvidar un olvido". E1 poete de la soledad 9— “9 es Cernuda, nos da en este libro une vets ds 1e sole- d‘a—d" 1a del dessngeflo amorose, come on B6cquer, afirma :53‘5i»3Linss,32 pero m6s desoladamsnte, si cabs. Es shore en ‘ Q toe poemas en los que express 1a soledad per e1 abando- 13“:> del ser emado. Se precise este sentimiento, dice Gu- 3L“3L~£5n, al sonar en la noche cercsno a1 cuerpo deseedo e ittencontrable.” Ya no es uns soledad, son dos, 1a anti- gua y la del amor ceide: Entra precipitadas formas vagas, Vesta estela de lute sin retorne, Arrestrebs doe lsntas soledades, Su soledad de nuevo, ls del amor ca do. (RD. 93) 67 En resumen, e1 olvido depends come tema de los dos eaxiterieres ya analizados, soledad y amor; pero, aunque concretsdo 8610 en un libro, necesiteba esa ssparade vi- gencia. Cernuda parece olvidar pronto al mismo olvido oantado. 4 - "Espafia ha muerte". Les impresionss del destierre, evocadoras ds los iszxxxteites de ausencia, ya habian aparecido prof6ticamsnts e omo note fundamental en "Destierro" y "Como e1 viento", ‘1 '3 Un rioI un amor. Esta visi6n prof6tica del destierro ‘3’1C1 el.case concrete de Cernuda, 1a define Jos6 Luis Aren- guren como una confluencia misterioss entre e1 exilio de :lr‘EL petria y el exilio en tierra.34 Come 1e sueedi6 a los miembros de la generaoi6n del SE’555 . la cat6strofe del 36 hece que Cernuda vuslva los ejes ‘3‘ IAJR tema que hebie estado ausente de su peesia, el tema d9 Espefia. La note que lo diferencie de los del 98, es que Cernuda vs a Espafia e trev6s ds una peculiar duali- Q‘Qd , un patriotismo exaltado per la guerra civil y el 6“ §sncante de sus resultades: Al principio de la guerra, mi convicci6n ant gua de que les injustici s sooiales que hab a 9conecido en E9pefie pod an rsperacion, y de 6ste estaba pr6xime, me hizo ver 9n s1 cenfl cto no tanto sus horrores, que a n no conoc a, come 1as esperanzas que parse e traer para 10 future. Desnudss frante a fren- te vi, de que parte, 1a sempiterne, 1a inmor- tel reaceion espanola, vivisnds siempre, en- tre ignerencis, supersticion e intelerancie, en una edad media suya propia; , de otre, (ye en pleno"wishfu1 thinking" , 1as fuerees de una Espeflg Jeven cuya eportunidad pare- cie llegada. 5 O. N 68 Una de les causes ds ls amargura de Cernuda respec- te s Espafis y su guerra, muy posiblemente se debs a la muerte de Garcia Lorcs. "La muerte tr6gica de Lorcs no se aparteba de mi mente."36 El dolor per la desaparici6n de su amigo 1e inspire sus primeres emerges palabras contra el "espafiol terrible": Trista gino nacer Con algun don ilustre Aqui, donde 1os9hombres En su miseria sole saben E1 insulto, 1a mofa, s1 recelo profundo Ante aquel que ilumina les palabras epscas Per e1 oculto fuego originerie. (RD. 132) Tents Lorcs come s1 protagonists de ”Nine muerte" perso- nifican para Cernuda 1as victimas inocsntes de la guerra. Pere en su muerte no est6n solos. Para Cernuda la muerte de Lorcs signifies uns prolongaci6n de su vida: muerte se dirie Mes viva9que la vida Porque tu estss eon e11a. (RD. 132) E1 posts as siente solidario del nifio muerte: Y to cubri6 ls sterne sombre large. Profundaments duermes. Mas escu9ha: Yo quiere estar contigo; no estes solo. (RD. 147) En Les Nubes eneontramos. pues, dos clases de sole- dad, la dictade par une conciencia espafiole y la determi- nada por el conterno.37 Al primer grupo, 0 sea, a los alusivos e1 dolor per la ausencis de la patria, pertenecen: "Elegia espafiela 69 (1)”. "A Larra con unas violates", "Lamento y esperanza", "Elegia espefiela (11)", "Nine muerte", ”Imprssi6n ds des- tierre", "Un espefiol hable de su tierre" y "El ruisefior sobre la piedre". Como vemos, e1 destierre snriquece el tema de la soledad, puss sfiade, a1 fracaso de los eeefios Juveniles, una afiersnzs por la patria leJena, que es purifies s tre- v6s de la memoris y, como dice Carmelo Gariane, "(es) el mensaJs de sabiduria inherents a tede volunted de resig- neci6n ante lo irreparable."38 En el tercer poema de Les Nubes, titulede "Elegia espafiola (1)", se olvida de su soledad individual para recorder s6le a la que atormenta a la patria abandonada: No s6 que t emble y muere en mi 11 verte as dolida y solitarie, En ruines les cleros9dones De tus hijos, a traves de los siglos; Porque mucho he amedo tu passdo, Rssplsndor victorieee entre sombre y olvido. (RD. 136) Race de Espafia una sbstracci6n, une intemporelidad, y, por lo tanto, superior a la soledad y destrucci6n en que la hen dejado sus hijes: Tu pasedo eres t6 Y a1 mismo tiempe eres aurora que sun no alumbrs nuastros campes, Tu sole sebrevives Aqnque venge l9 muerte; Sole en ti este la fuerza De hacernos esperar a ciegas e1 future. (RD: 136‘137) En el poema ”A Larre con unes violetes" laments e1 1. 7k '- 70 aislamiento espafiol del gran escritor rom6ntico, identi- fic6ndole con el suyo propio. Psrafresssndo a Larre: "es- cribir en Espafis, no es llorsr, es morir", justifies s1 pesimismo, e1 dessngafio s incluso e1 suicidio del escri- tor. Parece come 81 snvidiara su muerte: Porque muere la inspireci6n envuelta en humo, Cu ndo no va su llama libre en pos del airs. As , 9uando sl amor, sl tierno monstruo rubie, Volvio centre ti mismo tentas ternuras vanes, Tu mane sbrio ds un tire, roJa y vests, la muerte. (RD, 142) See sentimientos individualss los relege a segundo plane y cents 1e soledad ds la patria, 1e soledad de Es- pefia que, ante equellos que acechen su desmoronamiento, est6 sostenide s6le per "su prepia gran historia". Su de- seliente por la revoluci6n espafiola es complete. En los siguientes versos, el primero ds los cuales posiblemente sxplice el titulo del libro Les Nubes, se despide de su suefio: E1 h9mbre e9 una nube de la que el susflo es viento, {Quien podre al penssmiento sepsrarlo9de1 suefio? Sabsdlo bien vosotros, los que envidieis meflane En la calms este seplo ds muerte que nos lleva Pisando entre ruines un fango con rocio de sangre. (RD. 143) En "Elegis espafiola (11)", poems dedicado a Vicente Aleixsndre desde el exilio, cambia de tono; e1 recuerdo de la patria, a trav6s de una idsslizaci6n nost6lgics, 1e lleva s dirigirse s ella come a una amente abandoneda: 9 9 T6 en silencio Tierre, pasion unica mis, llorss Tu soledad, tu pens y tu verguenza. (RD. 145) 71 Su dolor ss intensifies a1 derse cuenta ds que les posi- bilidades de retorno van disminuyendo. S6le queda e1 re- cuerdo para llenar ls ausancia y la muerte, come 6nica sspiraci6n: "Unica gloria cierte que a6n desee." (RD, 145). En "Impresi6n de destierre", 1a emooi6n es otra vez negative, on uns adseusci6n entre lo individual y is co- lective, que parece ssr patrimonio del destierro. Ls nos- talgia de Espefie se conjuga con la p6rdide de la esperan- sa politics, y como en el femoso soneto ds Quevedo: "Mir6 los muros de la patria mis, / si un tiempe fuertss, ya desmoronados”. Cernuda se ve desterrado tanto come vs a Espsfla muerte: E1 os, los vencedores Ca nes sempiternos, De todo me errsnceron. Me deJan s1 destierro. (RD. 176) "iEspafis?", diJe. ”Un nombrs. Espefle he muerto." (RD. 64) E1 recuerdo, le 6nica que ayuda e soporter e1 des- tierro, hece que viva en perpetuo desarreigo. Existencis que es ye una lente descemposici6n de ilusiones, que le impide sofier con une pesible vida de reintegraci6n: Un die, t6 ye libre De la mentira de elles Me tuscaras. Entoncss aQue he do decir un muerte? (RD. 177) La idealizsci6n ds Espafia alcanza su culminaci6n 72 en s1 61timo poema de la colscci6n, "El ruisefior sobre la piedra".39 El Escorial, come simbele de Espafie, mole de pisdra immutable que es canto callade a la bellsze, y co- mo s1 ruisefior, cents incesante sin buscsr s1 aplsuso hu- mane. El monasterio se convierte, m6s que el recuerdo de la propis Andalusia, en simbolo de la patria psrdida (RD. 179). Ceetilla viens a ser para 61, come antes lo fue pa- rs los escritorss ds 1a generaoi6n del 98, la clave de la vida e historia espafloles. Otro endeluz, Antonie Machedo, se sinti6 tembi6n atrsido per e1 extrafio encanto del p6- rame castellano y se detuve "a contemplar los montes azu- 1es de la sierra."40 Cernuda convierte e1 recuerdo de Cas- tille y del Escorisl en imagen maternal en cuyo regaze he- llar6n pretecci6n alma y cuerpo. Le solides del Escorial, imagine e1 poets, puede pretegerlo come a un nine que bus- es el regreso sl vientre materne, dsl destierro y de la soledad: Les tepias que de nine 1e guardaran Dorarse e1 sol ceido de la tarde, A ti, Escorial, me vuelvo. (RD, 180) 5. "Bien puede un Dies vivir sobre nosotros”. E1 poets, --estamos a6n on Lee Nubes-- pass per una honds crisis, anhela una fuerzs interior que haga m6s lle- vadera su sxisteneia de desterredo y surge entonces un ti- po de expresi6n que es acercs a lo religiosa. "Poseia cusn- do nine uns fe cisga religiosa. Querie obrar bien, m6s no porque esperase un premio e temisss un castigo, sino per 73 instinto de seguir un orden belle establecido por Dies, en el cual ls irrupci6n del mal ere tanto un pecade come una disenancis".41 M63 tarde, al ver su mundo dominado per e1 edio y la injusticie, identifies su dolor con el del hombre en general: Pero a ti, Di9s, icon qu6 te eplaceremos? Mi sed eres tu, tu fuiste mi amor perdido, Mi case rota, mi vida trabejeda, y la casa y la vida De tantos hombres come yo a la derive En s1 naufragio ds un pais. stantados de ipes, Uno tres otre ibsn cayendo mis pobres p9ra sos. iMovie tu mane e1 sire que fuera derribandolos Y tres ellos, en s1 profundo abatimiento, e e1 hondo vac 0, Se elza e1 fin ante mi la nube que oculta tu , presencia? (RD. 149) Su actitud recuerde a Job a1 hablar de las miseries del hombre.42 Pero su concepci6n de la divinidad parece tener reminiscencies mitol6gicas, Dies recuerde a1 olimpico Zeus: "No golpees airede mi cuerpo con tu rsye" (RD, 149). La fe en una presencia divine que, por si misme, d6 sentido a la sxisteneia del hombre sin que 6ete se esfuer- ce m6s en la b6squeda de ese sentido, puede ser une pos- ture ante la vida. Pero ale fue para Cernuda en un plane m6s vital que el est6tieo?: Asi pedi en silencio, como se pide A9Dies, porque su nombre, Mas vesto que les temples, les mares, las estrellas, Csbe en el descensuelo del hombre que esta solo, Fuerza pars llever la vida nuevemsnte. (RD. 163) Estes compleJes sentimientos alcanzan su culminaci6n 74 en "La adoreci6n de les Megos". En la primera parte del poema, Melchor duds a1 aparsc6rsele la estrelle, pero quiere creer y encuentra 1s fe, no en la vinculaci6n con un Dios personal, sino con les cosas naturalss (Cernuda cite entre 6stss, flor, fruto, agua, airs, estrella y sell-En e1 poema ocurre e1 nacimianto de un nifio, desti- made a morir como el rssto de la humanidad. Los tres re- yes al entrar en el establo encuentran s6le une mujer y un viens. Los tres reyes vuelvsn a su tiarra; uno muere e1 regreso, otro es destronade y sl tercero vive a soles con la tristeze. El pastor ignorante, que recepitule la historia, termina diciendo: Buscaban un dies nusvo, y dicen9qus 1e halleron. Ye apenas vi a los hombres; James he viste dioses. (RD. 174) En este poems --dice Gull6n-- "se mszclan 1e desi- lusi6n del creysnte y 1as crueles consecuencies de la desilusi6n, con el amrgo recelo de quien, epegede a la miseria, niege ls posibilided de trascenderle."43 Dies cre6 la vida pero tembi6n cre6 la muerte. Asi, este munde es un constants ciclo de nacimianto a muerte. El hombre es la 6nica criature conscients de este. Abandonedo per su creador, sl hombre vive con este angustieso concei- miente, que por otre parte, puede dsr sentido a su dig- nided humans. El penssmiento es, pues, lo que constituye la esencia del hombre. Pars Cernuda, cuando los efsctos matariales de la raz6n reducen haste sl minimo toda posi- bilidad de trascendencia, la poesis es la 6nica salveci6n. 75 "Le poesis es la sols forme de supersr el escspticismo, 44 puss ella misme es fa y continuidad y psrmanencia." La verdad est6 en el hombre, que a veces no sebe recenecerla: Le delicis, e1 poder, el penssmiento Aqui descansan. Ya la fiebre es ids. Buscaron la verdad, pero a1 hallerle No creyeron en ella. (RD. 175) Cernuda no busca, come Unamuno, la inmortslidad ni la selveci6n de su alma. Cernuda acepte sl sscrificio de la individualidad en la muerte --suprema verdad-- y espe- ra 1a reintegraci6n en lo absolute e en la naturaleza co- mo sterne intercambio entre les custro elementos primige- nios: Este cuerpo que ya sus elementos restituye Al agua, a1 sire, a1 fuego y e la tierre. (RD, 207) 6. ”Le fuerze del vivir m6s libre y m6s soberbie". El poete es un ser privilegiado, un arist6erete es- piritual, para Cernuda; este significeci6n se manifiasta de custro msnerss: 1a sed de eternidad, e1 hereisme, e1 desprecio a la sociedad y sl narcisismo. En un poema de Qgggg, "Escrite en el agua", dice Cernuda, "deeds nifie, tan leJos come vaya mi recuerdo, he buscado siempre lo que no cambia, he deseade la eterni- dad."45 Ls eternidad, no la inmortslidad, es para Cernuda 1a b6squeda de la trascendencia en la ides de un tiempe abstracto e inmuteble. E1 concepto de eternidad que tiene Cernuda es similar s1 de Blake, ten admiredo por el poets 76 sevillano: Ver el mundo en un grano de arena Y el cielo en una flor silvestre, Tenor e1 infinite en la palfig ds la mano Y 1e eternidad en uns hora. Stace, en su enssyo Time and Eternit , dice: Eternity as a characteristic of the mystical experience. The word eternity doubtless meant originally endlessnsss of time, which must count, therefore, as its literal meaning. But in its religious and metaphysical use it is a metaphor for the characteristic of the exper- ience. For in that e£9erience time drops away and is no more seen. El sf6n de alcanzsr 1s eternidad es la misi6n del poete. Escribe Cernuda: E1 pests intents fijer el e psct6culo tran- sitorio que pergibe. Cede d a, eeda minute 1e asslta e1 efen ds detener e1 our 0 de la vida, tan pleno a veces que merecer a ssr eterno. De ese lucha, pracisamente, surge 1e obra del poete, y aunque s1 impulse de que brota nos parefiga claro, en el hey mu- che de misterioso. En la lucha per detener e1 curse de la vida no es siempre a Dios a quien es dirige e1 poets, sino a los dioses, por- que los dioses de la antigfiedad griege. a peear de ser olimpicos, eran humanoe tembi6n. Dies, en cambio, no as parte del universe, porque si lo fuera, perderie su infi- nidad.49 En ”El 6guila", recrea sl mite del rapto de Genime- des. Zeus, enamorado do 1a belleza del principe troyano, 1e confiere 1e inmortslidad: (Cress que les dioses Asisten impasiblee en su gloria A los ectos del tiempe? (RD. 185) 77 E1 poete y los dieses son los 6nicos que pueden infundir vida sterne a la bellsze, que, per neturalsza, es efimers: T6 no debss morir. En la hermosure La eternidad trasluce sobre el munde Tel rescete imposible ds la muerte. (RD, 186) Pere a6n los mites mueren. Aei, hey lee dieees grieges se encuentran s6le en forme de estatuas ds m6rmol relegades a los musses en vez de seguir siendo adorados en el Par- ten6n: Tr6gicsmente extrafioe, desprendides Deeds su eternidad, e tre los setros Libres del tiempe, as aparecen hey por los mueees. (RD. 259) Y tambi6n pueden sncontrerse estatuas de los dieses en los Jardines de les ciudsdss medernas, estatuas olvidadas por los hombres que antes les adoraren. Solamente --dir6 Cernuds-- pisdra in6til sin soplo divine.SO Per see e1 poets que ha pretendido lo imposible, iguelerss a Dios, dej6ndoee llever per "la influencia ds un poder demoniaco“, se encuentra en la misme situaci6n que el Sat6n de la le— yende 6rabe que "ha sido condensdo a enamorarse ds 1as cosas que pecan, y por ese llora; llora, como el posts, 1a p6rdide y le destrucci6n de la hermosure.51 El posts sufre castigado por el dies que lo hizo mortal, pero que infundi6 en 61 la sed de eternidad: 0h Dies. T6 que nes9hes hecho Pars morir. apor que nos infundiste Ls sed de eternidad, que hece a1 poete? (RD, 188) 78 Asi, e1 posts as niege a scepter su destino con resigna- ci6n, y en un desasperedo intento ds restsurar el equili- brio entre vida y espiritu en un mundo sin Dies, s6le quiere quedar a soles con sue obras. Recordemos que para Cernuda, el mundo est6 regido per la poderosa contradicci6n del dualiemo desee-realided, y el hombre vive en el centre ds esta contradicci6n que lleva implicite en su naturelezs. El desee as parte de su personalidsd y tiene que darle e1 lugar que ls pertenece, porque sebe que le grandezs ds 1a condiei6n humans es en- cuentra en su Yo profundo e inmuteble. Le poesis de Cernu- da est6 baeada en la intensidad de la lucha entre estes doe fuerzes. Pero, si splicamoe a Cernuda ciertee palabras de Garcia Pence, sebe que "ese Yo profundo que aspire e la eternidad del ser una vez que se ha descubierto e si mismo tiene otro snemige de cuys priei6n es imposible eva- dirse: el tiempo.”52 La biografia espiritual del poets no quederie com- pleta --dice Philip Silver-- sin e1 astudio de un gran n6— mero de poemas que tienen come tema el delineemiento de la figure del poete y su voceci6n come tal.53 En 9992 guien espere el alba, 1a principal preecupeci6n de Cernu- da es s1 poete y la poesis. No es 6sts un nuevo tema. Ya ha aparecido frecuentements en sus libros anteriores, pe- ro no come tema principal. La obra de Cernuda, como la de todos los grandee poetas, tiene come unided "una vislum- bre interior del mundo supersensible."54 Esta reveleci6n 79 61tima, perseguide con una intuici6n original y por uns necesidad intima, lleva a1 posts a buscsr a trsv6s de su obra, su verdadere relaci6n con el mundo. Per medio de la poesis. e1 poete encuentra "la fuerza del vivir m6s libre y m6s soberbio" (RD, 193). Le poesis, seg6n Cernuda, ve- loriza la vida del poete. "La poesis, e1 creerms posts --sfirma Cernuda--, ha sido mi fuerza y, aunque ms hays equivocado en ese creencia, ya no imports, puss a mi error he debide tantos mementos gozesos."55 Silver divide les poemas que se rafieran e1 poete y la poesis on tree categories: primers, los que son home- neJes a otros poetas y artistes; segunda, los de critics social y tercera, en los que aparece e1 poete y su poesis 56 ' o Quiza nunca como en nuestra epoce come tema principal. e1 poete, e1 escritor y el artists as hen sentido tan ne- cesitadoe ds ferJar pna conciencia del arts creador, li- terario e no, y adem6s une conciencia de la poeici6n y la funci6n del creador mismo en el mundo en que vive. El pro- bleme vs mucho m6s a116 de la formulaci6n de uns sst6tica y de una 6tica, persensles y gsneralss. Se trata de elu- cider 1a naturalsza o la condiei6n del creador. La figure del artiste como h6roe eerie asi una fi- gura distinta y ejemplar de su 6peca y de su mundo. La preocupaci6n que muestre Cernuda sobrs 1a relaci6n del creador con la vida adquiere la forms de une situaci6n: e1 artists 0 e1 escritor y su 6pecs. Es decir, qu6 vincu- lo 0 qu6 sscisi6n hay entre e1 creador y los hombres con 80 los cuales comparte sl mundo hist6rico y come as traducs en la poesis 0 en la obra de arts. Garcia Ponce, en su enssyo "El artiste come h6roe", 57 encuentra que, m6s o menos conscientemente --o quiz6 siempre conscientemente, aunque no de mensre explicits-- e1 artists as sebe desti- nede a la busca de verdades esenciales, del sentido do la vida, de la muerte, del amor, y e la concreci6n o expre- ei6n ds esas verdades en mitos. Ese actividad aparte y rebslde, de crear mitos, im6genes, palabras 6nicas y to- tales, luchando contra 1a diepsrsi6n, 1a confusi6n, la falta de conciencia del msdio humane en s1 que vive, hece de 61 -—a su pssar incluso-- un h6roe: P9rque al treter s1 problems del artiste come h6roe no podemos olvidar que con mayor fideli- ded que en cualquier otro case, case obras en 1as que el artiste aparece como protagonists nos rsmiten de una maner9 directs a su propio creador. En realided es e1 el que se ha erigi- do come heres, precigamente porque su conoci- mianto de la situacion del mundo ls impide a- ceptar cuelquier otre a1 deJar e1 arts, is for- me, come unica posible respuesta a1 preplems d9 1a realided... Y dentro de ella, el unico heree posible es el artiste, oi mistifieador natural, el aventursro del esp ritu, que cons- cients ds 3 realidgg come hombre setstico se retreta a s mismo. Del combats en el que el artiste gene su calidad de h6roe results entonces este conflicto entre e1 imperative de vivir su situaci6n y el de conocerle a1 misme tiempe; entre une visi6n colectiva del mundo, degradada, impuesta per la estructura social, y una visi6n individual del mun- do, pero que aspire e convertiree en la de todos, por su necesidad interns de lleger a la concreci6n del mite.59 81 Los poemas que Cernuda dedica e otros poetas y ar- tistes generalmente ofrecen una directs soliderided, ex- presada 6sts come lazo ds uni6n con los otros poetas. El primero de estos poemas aparece en el n6mero 3-4 de 99;- mgn de marzo de 1928, bajo el titulo "Homsnejs a Fray Luis de Le6n".6O Con ligeras variaciones aparece el mismo poema en les ediciones ds La Reelidad y el Deseo encabs- zando 1a segunda secci6n, E lo a Els is Oda, bsjo s1 titula de "Homenaje". Parece que Cernuda prefiri6 dejsr en el snonimato a1 posts a quien dedica eu tribute para destacer a6n m6s el tema, sl olvido que sufren lee poetas en contrasts con la inmortslidad de su poesis. E1 segundo est6 dedicado a Federico Garcia Lorcs y se titula "A un poets muerte”. Aperecs en Lee Nubgg y lo escribi6 en Madrid a principios ds la guerra civil. Lorcs personifica al poeta-m6rtir: Per ese te matsron, porqu9 eras Verdor en nuestra tierre arida Y azul en nusstro oecuro ciele. (RD. 131) Para Cernuda la vocaci6n del posts es una predestinecién que el hado e1 impone: De algune mente cresdora inmenss, Que concibe a1 poets cuel lsngua de su gloria Y luego 1s consusla e traves ds la muerte. (RD. 134) En 1936 Cernuda se elista come voluntario en 1as milicias populares,61 pero en 1937 les horreres ds 1e gue- rra 1e hen hecho perder su desee ds servir, ds ser 6til; 82 en cele patri6tico se ha ahogado a1 dares cuenta ds "que no habie alli posibilidad de vida para equella Espafia con que me habie engefiade.“62 Coincide esta actitud suya de deeengafie con el csntenarie de la muerte ds Larrs, del que ya en 1935 habie diche: "Con Larrs se mercha ls parte emerge, satirica y dura de nuestro romanticismo."63 Vuel- ve les oJos hacia el gran ensayista, es identifies con su amargura y su dolor y le dedica e1 poema "A Larrs con unas vielstas (1936-1937)". "En ese stm6sfera --dice Ba- quero--, receger vielstas para llevarlas a1 recuerdo de un muerte representabe un consuelo, uns tregua para sl ts- rrer, para el miedo a expressrse, para el horror ds le guerra."64 Su abatimiento es tal, que mudo y sombrio se ha vuelte ya hacia el mundo de los muertes: Quien hable ya a los muertes Mudo 1e hallan los ue viven. RD, 141) Si entonces piensa en Larrs some simbolo ds su def sengsfio de Espefla, m6s edelante escOge e G6ngora come sim- bolo de su frustraci6n ants la indiferenoia con que habie sido scOgida su obra y el temor de que tel sea siempre e1 destino del poets. Ya en 1929, cementando 1a poesis de Sa- line, Cernuda habie dicho: si, solsdades de la obra. M68 as edigine implicito en 9sa melen9elica 9xpresion un sentimiento mas mel9ncolico sun, solsdades del poete. Solo esta, en efscto, f ente a una obra que 9o puede gentirse a s misme, obra que un d a quedara 3019 definitivamen- te, Y entonces comienze equ , en Espefi , la tragica soledad de la ggra bells, bell sime para nada, para nadie. 83 Per eso es identifies con G6ngora, que durents tantos afios estuvo solo porque "is grey" ni comprendie ni ecep- teba su poesis. Le actitud de desprecio de Cernuda hacia lea criticos que hacen y deshecen e1 posts, as manifiaste dura en el poema dedicado a G6ngora en Como quien sspera e1 alba, a quien 1a fortune e1udi6 en vida y la fame as ls neg6 deepu6s ds muerte: Decretado es a1 fin que G6ngora Jam6s fuera 9 9 posts, Que amo lo oscuro y vanidad ten solo ls dicte 9 9 sus versos. Menendez y Pelayo, e1 montefies henchido per 9 9 sus dogmas, 66 No gusto de el y lo condens con fallo inapslsble. (RD. 193) En "El poets" de Vivir sin ester vivisndo hable hu- mildemente a un poets de quien 61 reconoce que aprendi6 mucho y 1e egredece 1a m6xima ensefianzs "la roea del mun- do" que es la poesis: Para e1 pests hallarls es lo bestsnte. (RD. 253) Philip Silver cree que s1 posts a que se refiere Cernuda es Juan Ram6n Jim6nez, por el que sinti6 Cernuda una gran sdmiraci6n, aunque luego 6sts disminuyere y, como ls su- cedié en estos cases, ”sus reaceiones eran exageradas y sus Juicios no eran siempre Justoe ni piedosos."67 Juan Ram6n encarnebe, dice Silver, deeds e1 punto de vista de 68 Alexander Coleman, on cambio, Cernuda al poete ideal. opina que es B6cquer al que es refiere Cernuda.69 Afirma que la primera estrofe documents su afirmaci6n: 84 La edad tienes ahora que 61 entonces, Cuando en el tiempo de la siembra y la denza, Hijee de enhalo meceril que es daspierta, Tu suefio, tu esperenza, tu secrete, Aquellos versos fueron a sus manos Pare mestrer y hallar signo de vida. (RD. 251-252) Pere este poema de Cernuda aparece en Vivir sin ester vi- visndo, escrito, ssg6n manifestscionss del propio poete, entre 1944 y 1949; por lo tanto, Cernuda tenia ya 42 shoe 0 m6s, y si consideremos que B6cqusr tsnia 34 afioe e1 mo- rir, es abselutamente imposible que hubiera tenido 1s edad de B6cqusr a1 escribir e1 poems. En cambio, cuando en 1927 Juan Ram6n Jim6nsz escribi6 su "caricature lirica" sobrs Cernuda, que m6s adelante incluy6 en Espefioles de tres mundos, tendria la edad que Cernuda entonces. Alli afirma "Luis Cernuda fue, es, sigus siendo e1 m6s esenciel, hondo "70 Cer- sobrebecquerisno ds los 36vsnes poetas espanoles. nuda parses no haber olvidsdo estas palabras de estimule y en sus afios de destierro, cuando su poesis era msnosprs- ciada en su patria, 1as recuerde: Agrad6celo pues, que una palabra Amiga mucho vale En nuestra soledad, en nuestro breve eepacio De vivos... (RD, 252) Adem6s, ls smorosa contemplaci6n de la naturalezs que sena- 1a Cernuda en s1 poema, tambi6n puede identificerse con Juan Ram6n, ds quien ya habie diohe en 1942: ”ese amor ha- cia la neturalsza, sobre la cuel se incline sfanoso per edivinar e interpreter un gesto, ls he dado quiz6 1e ins- pirsci6n m6s noble y pure ds sus versos."71 Tembi6n 1e RI! )8 ad a :1 (\e l& p. . r)... .7. .l 4.. no .I. «a... h). (1) .J ...W a... and t 9 {1! (QE 5 1 85 concept6a h6roe por su actitud ds "hierofante de un culto abandonado per la multitud...Hsy ciertamente dignidad y haste hereisme en ese empsfio per msntsnsr vive entre les gsntes, ya que no e1 interés hacia la poesis, al menos e1 rsspete.”72 En "Un contempor6nee", tambi6n de Vivi; sin esta; vivisnde, el propio creador pass a ocupar s1 lugar central de su obra. Su propia figure, aunque su nombre nunca se mencions, aparece come ejsmple do "see gran squivocaci6n colectiva, an6nima y transitoria, que unes veces 11amamos ”73 Con sard6nico humor y pun- p6blico y otras popularidad. zente ironia se transforms en critice pomposo que pints a1 poets come frscessdo. Al principio del poema, a1 cri- tico 1e results dificil recorder a1 poete. Einslmente, ciertos detelles vienan a su mente y poco a poco nos da e1 rstrete del posts. No solamente msnifiests que no le tenie simpetis, sine que sentia hacia 6l un temor extrafio: ”Que en burle, no hacia mi, sino a les hombres todos / En mi repressntados, fuera a sacar la lengua." (RD, 256). Intensificando la ironia, dice come debs ser un verdadero poets pare ssr eclsmsdo por el vulge: "Mas see no se apli- ca a nuestro hombre." (RD, 257). E1 humor no es une carecterietica de Cernuda, pero es s1 arms que utilize en este poema para atacar a los que miden e1 valor de la poesis per la popularidad del poete; "e1 poets --dice-- victims primero, h6roe deepu6s, es agita a trav6s de su vida, que no tiene la misme forms, 86 rsconozc6moslo, en brazoe de la popularidad que en brazoe de la gloria."74 Entrs 1950 y 1956 escribe, ya en los Estados Unidos, Con 1as horas contadas. De esta colacci6n es "Retrato de poets (Frey H. F. Paravicino, per s1 Grace)". Encontrer un cuedro del Grace is sntristecs y le parses que tanto 61 como el cuedro hen sido sxpulsades ds Espafie y srroja- dos per la locura de los hombres a la m6s terrible sole- dad, schedos de la sencillsz ds eu origen a1 mundo. E1 fraile es convierte en el simbolo del predicador-poeta, h6roe, come Cernuda, de su servicio a le palabra: E1 instinto ts dice que ese vivir soberbio Levanta la palabra........................ ...................Esa palabra, ds la cual t6 conoces, Por e1 verso y la pl6tica, su poder y su hechizo. (RD. 289) Pere ye el fraile no sufre, mientras Cernuda, hombre sin paz, vagsbundo que no sebe ei exists 0 no, es: "Un sco aqui ds 1as tristezss nuestrae" (RD, 291). El mismo sentimiento de depresi6n invade a1 poema "In memoriem A.G.”, dedicado a Andr6s Gide commemorsndo su muerte: No volvsr6 a este mundo. Y no hay consuelo, Que s1 tiempe es duro y sin virtud los hombres. Bien pocos seres que admirer te quedan. (RD, 292) El tema del artiste-h6roe sigus rsteniende un papel importanta en Desolaci6n de la guimega, su 61timo libro, terminado en 1962 y publicado on parts p6stumamente. Pero ":4 04 pr .2 87 shore recoge en su homsnaje todas 1as formas del arts. Con el poema "Mozart" se abre su 61tima colecci6n. "Mozart --dice-- es el artists a quien debo haber gozado del m6s pure dsleite."75 Su sntusiasmo per s1 compositor as ten grands que lo considers come un ang61ico rsdentor del mun- do: "Ning6n pecade en 61, hi martirio, ni sangre" (RD, 321). Este poema es, ssg6n Jos6 Olivio Jim6nez, “la descripci6n smocionada de un mundo est6tico y un homenaje a la vez, una acci6n de gracias."76 No sorprende esta actitud de Cernuda ya que en este 61timo libro sus versos adquiaren e1 tono irrevocable ds un testamente. Iguel tono mantisnen "Dostoievski y la hermosure fisice", ”Ninfa y pastor, per Ticiano" y "Luis ds Baviera escucha Lohsngrin", aunque este 61timo poema no see total- mente en la lines de los anteriores, sino en la de los de- dicados a la recreaci6n del pasede hist6rico. La segunda parte de "Diptico espafiol", titulada "Bien est6 que fuera tu tiarra”, est6 dedicada a Gald6s, que "tiene la talla y las proporciones ds nuestros mayoras "77 cl6sicos. En Gald6s encuentra une Espane (areal, ideal?) a la que puede amar y por la que puede sentir nostalgia. Deeds los diez efios, dice sn s1 poema, empez6 a leer les libros de Ge1d6s y hoy: Le real para ti no as sea Eepefia obscene y deprimsnte En la que rsgentsa hoy la canella, Sino est9 Eepefia viva y siempre noble Que Galdos en sus libros ha cre9do. De equella nos consuele y cure esta. (RD. 334) in: t5? D V “L. at i. :o: 88 La importancia de is figure del poets en su senti- do m6s profundo y radical, la dsetaca en "El poete y la bestia", e1 contrastar a1 poets-genie, Goethe, con la bes- tia, Napole6n. Este primer verso, es sabido, pertensce a Rub6n Dario (“Marchs triunfel"): La espeda se snuncia con vive rafleje. Palebrs ds poete refleje sombre viva. (RD. 345) Pero e1 poete, y este lo sebe bien Cernuda, page un alto precie por todo aquello que, en epariancie, ls hece ser 0 perecer distinto a lo convencionel. Asi, "Birds in the night", a diferencie ds los anteriores, es un poems en el que, sobre el tema de la relaci6n de Verleine/Rim- baud, pone ds manifiesto, no e610 la estrechez de la men- tslidsd y los dogmas burgueses, sino tembi6n su oportu- nisme e hipocresia. El poema termina parafraseendo 1as palabras atribuides a Caligula: Alguna vez dese6 uno Que la humanidsd tuviess una sole cabeza, para as 9 certsrsela, Tel vez exageraba: ei fuera sole une cuceracha, y aplestarle. (RD. 326) Le segunda catsgoria en que, ssg6n Silver, pueden catelogarse los poemas que tienen come tema e1 delinea- misnto de la figure del poete y su vocaci6n come tal, son los de critics social. "El sentido de la dignidad lleva s1 posts, per otre parts, a hacer de su poesis Critics de la vide, a cifrer en la franueza absolute 1a eriginalidad de equ611a", dice M. Dolores Arena, en el astudio ds Lg .4.— Era 0331' 89 Reelidad‘y s1 Deseo que hace en M6xico pocae horas deepués 78 de muerte e1 poete. "El poete --dice Francisco Brines-- desarrolla una continuada critics social, para la que em- plsa la dura acusaei6n, e1 sarcasmo e 1e ironia."79 ”Le gloria del poete", del libro Invocaciones, es una diatribe contra 1e sociedad que condens a1 poete s1 eetracisme. En un soliloquio con un dsmonio baudelariano ("Demonio, hermeno mic, mi semejants"), e1 posts so lamen- ts de su destino: Nusstrs palabra anhela E1 mucnacho semsjante a una rams florida Que pliege la gracia ds su aroma y color en el 9 aire calido ds mayo; Nusstros ojos el mar monotone y diverse, Poblado por el grito ds lee eves grises en la tormenta, 9 Nusstrs mane hermosos versos que srroJar s1 desden de los hombres. (RD. 113) Para Cernuda, e1 demonic, su otro yo, represents no sola- ments la fuerza que lo impulse a escribir sino la facul- tad critics que la revels el mundo c6mo es: Los hombres t6 los conoces, hermeno mio; Mirales come endsrezan su invisible corona Miantres se borren en la sombre con sus mujsres a1 brazo, (RD. 113) E1 critico es el que es beneficia de la obra del posts sin cempertir su sufrimiento. El otro yo, s1 demonic, no renuncia a su Jerarquis y contempla absorte, con calms ape- 1inea, "este sucia tisrra donde e1 posts as ahoga" (RD, 114). Aunque este verso fue escrito en 1934 o 1935, su 90 opini6n de la sociedad no cambia. En Como Quien sspsra e1 9123 (1941-1944) snfoca de nuevo sus ataques contra lee mismos temes: la sociedad y los criticos. En s1 poema de- dicado a G6ngora hable de la frustreci6n del posts, y come 61, Cernuda ss siente 8010 y abandonede; "la grey" no cem- prende ni acepta su poesis. A veces, cree que debe dejer de escribir. En el poema "El indolente", considers le pe- eibilidad de dedicarse a1 comsrcio, pero la 6nica ocupa- ci6n que pedrie desempefier un posts es la de vendsdor de flores (RD, 221). "Posts amargo, desolador. Un sevillane dificil abre en la modsrne lirica espanele la cima m6s elucinante del 80 Le expresi6n desprecio" dice su amigo Romero Murubs. angustiada de un hombre en psrpetue conflicto con su am- biente y consigo misme, alcanza su csnit en el poema “La familia", donde comienze evocande s1 ambienta familiar duro, rigido, estrsche: La casa familiar, e1 nido de los hombres, Incensistsnte y rigido, tal vidrie Que todos quiebren, pero nedis dobla. (RD. 196) En el mundo hestil el que lo erroJaron, busca e1 poets su verdad epey6ndose en su 6nica fuerza, 1a soledad: asi aprende que les acciones humenes son, con muchs frecuen- cia, "frutc ds imitaei6n y de inconsciencis"; de ahi que tengan ten poco valor 1as normas heredadee, mientras que 61 he tenido que ganar su prepia verdad con sue errerss. El poema termina en un acto de amor, de psrd6n e si misme 3:1: H.338 site 6 I 6.20 91 y a los dem6s hombres y al no poder dessndar lo endedo, buses en su negaci6n una afirmaci6n postrera. En el poema "E1 6rbol", de Vivir sin ester vivisnde, reitera su desprecio hacia 1e instituci6n social del ma- trimonio: Atr6e quedan los otros, rspitiendo Sin urgencia interior les gestos eprendidos, Legitimedos siempre por un provscho esteril; Ya grey apereada, ds hijoe productore, Pasiva ants e1 dole; cemo bestia asombrade, Viva en un limbo identico el que en la muerte encuentra. (RD. 243) Sue m6s emerges ataques a la sociedad, en este case representade por ciertos poetas y criticos, aparecen en Desolaci6n de la Quimera, en "Otra vez con sentimiento" y "Supervivsncias tribales en el medio literario". Pero e pesar do an aparsnte desprecio per la humanidsd, en "1936" hable de un hombre s quien conoci6 en 1961 en una lecture p6blica de sus poemas, y que a sus oJos es cepaz de vindicar e 1e humanidsd enters. Este hombre, veterans de la Brigade Lincoln, hacia ya veinte y cinco efios que es habie Jugado la vida par une tisrra que no era is suya, defendiendo una cause en la que habie puesto su fs. Le fe que mentenia s1 vieJo soldado es, para Cernuda, lo que da dignidad s1 ssr humano: Uno, uno tanas6lo bests Como testigo irrefutable De toda la noblsza humans. (RD. 365) En el poems que ds nombre al libro Desolaci6n de la 92 Quimera, encuentra la raz6n per la que sl posts as ahoga en esta sucia tisrra; los poetas hen perdide 1e fe en la Quimera, la sustancia de la poesis: "aEs que no pueden en ssr poetas Si ya no tienen el poder, 1a locura Para creer en mi y en mi secrete? (RD. 352) El posts "as siente peregrine en el mundo, peregrine sin m6s, no ye exiliado, no ye abandonedo, no ya solitario, sino peregrine."81 Su destino se seguir adelante, “fiel hasta el fin del camino y de tu vida". (RD. 353). Le tsrcsra categoria, seg6n la clasificsei6n ds Sil- vexr, es la que tiene per tema a1 poete y la poesis. En 1935, en el enssyo "Palsbrss antes ds una lecture", ya eIpliceba Cernuda c6mo se despert6 en 61 e1 "instinto po6- tioo”.82 La facultad ds percibir 1s creaci6n come algo que nos enssfia lo que est6 m6s all6 de les apariencias y que Birve some media para lleger a un conocimianto m6s ssencial ‘19 la realided aparece como una constants en eu obra po6ti- 9‘1. Cernuda parte ds ls realided exterior pars transmitir- noa Bu 1.1.3 del hombre y del cosmos, otorg6ndole a1 poets “n .Ontide que casi pudi6remos considerar religioso, come Punt-,0 ds partida para alcanzar e1 mieterie "que yacs a1 rmade. de 13, apariencia".83 Este no signifies, sfirma Sil- v.13 que Cernuda see un mistico: "Nevertheless, there is an eVident analogy between the mystic's quest for union w 1th the godhesd and Cernude's longing for Absorption 01‘ re 2 ‘ abfi°:I:'ption into the cuerpo de la creacion."84 En este He‘s J‘.UU . ‘. (4:9 332': in 93 direcci6n no es dificil ver que per la poesis de Luis Cer- nuda corren paralelsmente dos lineas principales: una de ellas es la conciencia de una Caida, "pero termin6 la ni- fisz y csi en el mundo",85 que es traducs en un sentimien- to de deserraigo, de separaci6n de un mundo anterior y fe- liz deeds el que se ha precipitado en otro que el poete 1e es aJene, come ya hemos ido ssfialendo. La otre, es la fs en la facultad de la creaci6n artistica, ds 1e poesis en su caso, para reconcilierse con see mundo al que est6 come condensdo. Esta reconciliaci6n, si puede llamerse asi, mo es otre cose, en realided, que uns reestructuraci6n s trav6s de un orden po6tico. Asi Cernuda mantisne que s1 poder de la poesis acer- 09. 31 posts a la divinidad puesto que a trav6s de ella, ‘10 la poesis, se logra unificer 1e diversidad del mundo 911 la hendura del ssr humane. En el poema "La fusnte" de 6£!L_Jflgb2§, "cuyo motivo y fonds lo deper6 el Jerdin de LuzI'Eimburgo”, °u°ha es la voz ds 1a fusnte. Como dice Silver: ”Poetry, 6 s1 posts no es el que hable, lo que se es- 8Ymbczelized by the upward thrust of water from a fountain, ‘19 livers e soliloquy. ”87 En Como guisn espera e1 alba se intensifies una ac- titud de desaliento a pessr ds ls aparente note d3 Opti- mismO del titulo que le fue inspirade per la termineci6n d. e 18- segunda guerra mundial. De este psriodo de su vida s . l P°eta dice: "...selo parecia posible esperar, esperar 8JL 11151 de aquel retroceso a un mundo primitive de oscuridad Q 1. e 1‘ an I 4‘ p us 5 n“ ‘b .e' 94 .88 y terror. Durante este periodo de espera, Cernuda me- dite sobrs su vida y en este exemsn interior as pregunta cu6l se su raz6n de ser: ale poesis? En cuyo caso, acu6l es la significsci6n ds la poesis? Pare Cernuda, s1 poete hable en representaci6n de la divinidad y asi, dice Ga- riane, "e1 artiste recobra su dignidad m6s o menos perdi- de en las teorias 16dices del arts y subs a uno ds los peldafios m6s altos de la Jerarquie social."89 "Le poesis" de Con les horas contadas, es casi una autobiografia. Sintetiza 1a relaci6n de la poesis con su vida; de nifio, smpieza a seguirla:90 de mozo, 1e sirve: "Ccnno a nada en la vida, contra todo" (RD, 299). Siendo Ya 110mbrs, ss rebels contra ella y envidia a los dem6s Bu Llibsrtad y su fortune. Psro, a cambio de su servieio, la poesis vierte sobrs s1 poete e1 den de sternizar 1a hermosura, y 61, igual que un dies, llega a crear 10 in- mortal: iEe la hermosure, Forms carnal de una celeste idea, Hecha pare morir? Vino de oro Que a dioees y poetas embriaga, Abrisndo suefios vastos come el tiempo, Quiero hecerla inmortsl. (RD, 186) El posts por su esencia divine es: "Hijo desnudo y dealumbrants del divine penssmiento" (RD, 141). La seen- 0 I 18iii-cited del hombre reside en la percepcien y encuentro del 381‘ oculte, de la realided invisible: "Si 8610 um pen- 8 I amiento vale 31 mundo" (RD, 226). 0 en la localizscien L? P? t.— 95 supratemporal: "Pare penserlo tal presents sterne, / Como 81 um penssmiento valiess m6s que s1 mundo" (RD, 249). E1 poete tiene que ester intimamsnte identificado con la condiei6n humans: en ella reconoce e1 principio sa- grado ds la vida. Vertido sn sl mundo, e1 poete participe del destino com6n y al mismo tiempe, afirme su radical so- ledad come conciencia que vive en si misme: Ame el saber emerge y pure de la vida, Este sentir por otros 1e conciencia Aletargada en ellos, con su remordimiento, Y scepter los pecados que ellos mismos recnezan. (RD, 224) L81 demonic, "su conciencia po6tica --escribs Octavio Paz--. no Lle suelta nunca y ls exige, ocurra lo que ocurra, que digs. lo que tiene que decir."91 En "A un poete futuro" 1e hable a quien a6n no he naC1do, afirmando su snsimismamiento de hombre prisionero d8 Lin.suefio. Suefio que 1s permits al poete seguir vivisndo ante 1a hestilidsd o indiferenoia de sus contempor6neos. Ante su “aleJemiento”, e1 poete acepta su soledad presen- ta, que lo precipita hacia la muerte seguro de que en un futlitre, su poesis no ser6n s6le palabras escrites en un libro visjo, sino representaci6n del principio sagrado de la Vida, y que la experiencia que cemunique a trav6s ds 8“ obra, llegar6 a alguien por su volunted de realizarse °°Fn° destino sn ella: Ye s6 que ssntir6s mi voz llegarte, Ne de la letre vieja, mas del9fondo Vivo 9n tu entrafie, con un afan sin nombre Que tu domineras. (RD, 202) is. Is 3. III. ‘1‘.... he 1" I we 96 En relaci6n con s1 desprecio a la sociedad, hemos de referirnos a1 poder, que Cernuda critics a cause ds 1e corrupci6n de sus detentadorss. Sue efectos negatives cons- tituysn s1 tema de tres mon6logos dram6ticos: "Quetza1c6st1", de Como guien espere s1 alba, inspirado en la conquista de los sztecas per Cortés; "Sills de rey" y "El C6sar", ambos de Vivir sin ester vivisndo. En une carts que Cernuda le escribi6 a Richard K. Newman, dice que la idea de escribir sobre el tema del poder es la ocurri6 a1 leer les famosas palabras de Lord Acton: "Power tends to corrupt; absolute Power corrupts absolutely". Afiade que "Sills del rey" est6 inspirado en la escena del Gran Inquisidor de Los hermanos Keramazov y que no se acuerda cu6l de los docs C6sares de Suetonio us6 some models de "El C6ser", pero que cree que fue el que es retir6 a Capri.92 En "Quetza1c6at1", e1 narrsdor es une de les solde- dea qu. aoompafiaron a Cortés. Aunque nunca lo nombra, e1 rotunda 19 con que comienze e1 poema y otroe detalles que da' Parecen indicer que se refiere s Bernel Diaz del Ces- tillo. E1 destino lo lleva e unirse a Cort6s, a1 que des- cribe come terrible guerrere. La trensformeci6n del hem- bre civilizade en b6rbare se hace cada vez m6s svidsnts baJO sl impulse de la sed ds poder y riquezes. La tris- ta Clerrata dsl empsrador aztsca s6le la comenta s1 con- quistador con una frees ds orgulle. Le trensformeci6n es ya c30mplete: "Si, alli sstuve, y 10 vi; envidiadme voso- 't 1‘03" (RD, 211). El tono exaltado del poema deces y agarece U sq? '- 11». I «M‘ ....do “”9: sh bvv 712:0 MM) ' “4.9 I a 3910 q. {81 s. a (1) (I, (’5?- "‘ I K( I‘na EXCEED 97 aparece una palabra conmiserativa para el rey derrotado' a1 comprobar que Cort6s no era tan grands come 61 habie creido. Como conquistsdor, tuvo toda su sdmiraci6n, come cortesano, 10 desprecia. Pasados les afios, e1 conquistsdor, visje y abendonado, comprends la futilided de sus acciones: "iQui6n venci6 a quién?, a veces me pregunta" (RD, 212). S610 quedan los aztecas derrotadoe por los conquistsdores y los conquistsdores derrotadoe por los traficantss, y el dies Quetza1c6atl y su leyenda es hen deevanecido: Del viento naci6 e1 dios y volvi6 a1 viento Que hize de mi una plums sgtre sus9alas 0h tisrra de la muerte, adonde esta tu Victoria? (RD, 212) En "Sills del rey", les efectos del poder sobrs e1 eBIXiritu del hombre y su consiguiente corrupci6n son a6n m6: evidentss. "Sills del rey" es el trono desde s1 cuel Felipe II contempla la construcci6n de El Escorial. La Parapectiva ofrscids desde alli 1e hece sentirss ssfior del reino m6s vesto del mundo, dominado por la fuerza ds 3‘1 Voluntad. El solo ha creade s1 orden del caos. Su Es- pafia vive en uns ermonia perfects, a6n 1as ambiciones y penSaznientos individualss eet6n dirigidos y sancionados 901‘ e1 rey. S610 una cosa prsecupa sl monarca, e1 cambio. El mundo psrfecto que 61 ha edificado no puede ni debs cambiar: "La mutaci6n es mi desasosisgo" (RD. 266). Vic- tima de la megslomanie, del dslirio de grandezas que e1 9 Xceso de poder le hacs sufrir y convencido del divine 98 derecho de los reyes, e1 monarca, como el Gran Inquisidor de Dostoisveki, martirizaria a cualquier nuevo Mesias que I so atreviera a enfrentarsels: Cuando Alguno en su nombre regrssera a1 munde Que per E1 yo administro, encontrar a, Concluss y redimida, 1a obra ya perfects; Intente de cambiarle he de ser impostura, Y a su Impestor, si no la cruz, 1e heguera aguerda. (RD. 267) Mentions que 61 ee incapaz do equivocarse. Ese poder ls he trastornado la mente y el espiritu; come Dies, ss cree infelibls y si llegera a equivocarse, sue errores ss tor- nerian verdades. Su megalomania llega a1 m6xime, es sien- te capaz de detener el tiempo: Y e1 futuro eer6, inm6vi1, lo paeado: Imagen de esos muros en 91 agua. (RD. 267) La objetividad que alcanza 81 posts, al secOger un Pars enaje hist6rico que no disfruta de sus simpeties, ls 1081‘s per medio ds la t6cnice que dice sprendi6 de la P°esia inglesa, particularmente de Browning, "proyactar m1 BXperiencia emotive sobrs une situaci6n dram6tica, his‘lzérice o legendaria...para que asi es objetivara major, tanto dram6tica come po6ticsments."93 E1 poete aboga per Bus convicciones: e1 exceeo ds poder es destructive para 18‘ hlalmanidad y para el individuo. En contrasts con la figure de Felipe II, la del em- Perad or en "El cigar" no se nee presents inepireda per 1. deales trascendentes, sine que use 01 poder para la 99 consecuci6n ds 10s placeres sensuales. E1 tema es dobls: la corrupci6n del espiritu por s1 poder y la destrucci6n del cuerpo por el peso del tiempe. Con la soledad que el poder impone se inicia 01 poems. Octavio Paz escribe: "el hombre es nostalgia y b6squeda ds comuni6n",94 asi s1 em- I psrader ceutive de su range no alcanza la comunion con I ningun ser humano: Isle, en su roca escarpada inaccesible, Segura; sols morada para el Cesar, come El Cesar solo ssr para morar en ella. (RD, 274) En su isle, el d6spots contempla 1as hordes missrables que lo redean, convsncido de su superioridadppero no exonto ds miedo: ...divino soy Para sl temor y s1 odio de humenes crieturas, Lee dos algae gemelas del miedo y la eeperanza. Psro les cierta esta calms? éNo hay zozobra Entre les ramas de un pufiel al acecho? iRD. 274-275) E1 Precio del poder es el terror, 1a corrupci6n de sspi- ritu y earns y, en definitive, la locura. E1 sentido de cal-Pa que lo agobia ante tents sangre vertida, es convier- te en su ebsesi6n final. Contempla sus manos, serprsndido d9 Que no est6n manchedas de sangre y al sncontrerlas lim- Pia; "come 1as de une virgen" se Justifica con terrible 01111Smo: Le victims preveca a1 vsrdugo inocente, Y la sangre no acuss, la sangre es beneficia Mayor, necesaria igual que el agua es a la tierra. (RD. 278) 100 M6s arriba, a1 principio de este epartedo, deciamos que el narcisisme se incluia dentro de la valoreci6n del posts y la poesis. Asi, pues, nos rsferiremos brevemsnte a e110. El narcisisme de Cernuda es una consecuencie de la delectaci6n de su superioridad. El posts 3610 as refie- re a Narciso una vez en toda su obra, y no pracisamente con el sentido que queremos destacer, sino some simple dsgusteci6n amorosa: Se goza en suefio encantade, Tree espacio infranusable, Su belleza irreparable El Narciso snamorado. Ya diamante smegad9 0 ague hslada, ella desate Humanas r9sas, dilate Tanto inmovil paroxismo. Mes queda 8010 en su abismo Fugez memoris ds plats. (RD, 18) A esta recreaci6n del mite de Narcise, come snamorade de 31: aiismo, ss refiere Jos6 Luis Cane cuando hable del amor 31- llropio ensuefio, que provoca e1 hastie.95 Es sl Narciso que es canes de si mismo, inventado por Gide.96 A pesar ‘13 la. sdmiraci6n de Cernuda per Gide, no es 6sts e1 senti- do del poete sevillane. Es evidente que la idea 1e viens del simbolismo franc6s, concretamente de Mallarm6, come affix-ma Ricardo Meline,97 pero sl simbolo, en el poete fran- ee39 eet6 rspresentado por Herodiee, signo de la eetirili- dad, Major podemos relacionar la posture de Cernuda con V‘ ' . alery, discipule de Mallarms, y en el que el narcisisme a. . Que nos referimos es conciencia de la propia mision, cu- x~ 1“333.clad de la propia esencia, avidez de la divinidad. 101 Nusstro cuerpo, que nos "dafiande de los muertes" y nos "separa ds ls divinidad“, represents la sustancia del poe- te, su tr6nsito hermoso hacia la eternidad.98 Es, entonces, un narcisisme de tipo casi filos6fice el de esta busca de la esencia que el poete contisns, a (la que vs unida 1a soberbia per la obra realizeda y el desprecio a las personas vulgarss: Grands es mi vanidad, dir6is, Creysndo e mi trebaJ6 digno de la atsnci6n ejena Y acus6nd9es do no querer 1a vuestra darle. Ahi tendréis razon. (RD. 367) Nt> se piensa, pues, en un narcisisme come anticipo de una desrvieci6n sexual ni tampoco como cemplsmento o rivalidad 9011 su dobls,99 ni come una consecuencie er6tica del super- 930. 100 sino come gesto moral y manifesteci6n de la exce- Jallele del trabajo po6tico y el papel del poets: "Quien ls diera a tus versos... / Vivir sin ti y sin nadis, eon vida ente re y libre" (RD, 214). Este vivir 61timo, sin cuerpo (a 51 se refiere ese "ti"), todo libertad y espiritu, es 33L IIEchisismo de Cernuda, tan seguro de la misi6n suPG‘ rior del poete, en este case, 61 misme. NOTAS lTitulo que sustituye a Perfil del Airs per ue "ya per9 entonces mi antipatiaa lo ingenioso en pose a me 10 a hecho poco agradable." Luis Cernuda, Possie 1 Lite- ratura, page. 239-240. 2El9titulo de esta colecci6n sst6 tomade de la Rims LXVI de Becquer. 3Titulo 9que en la edici6n tercera de La Reelidad 1 el Deseo qusd6 reducido a Invocaciones por parecerls en- golado y pretencioso. Luis Cernuda, peg. 252. 4En Junta ds 1937. 1a colecci6n de poemas iba a ti- tularse "Els as sspafiolas". E1 destierro pone en su lu- gar (sn 1940) La___s_____ Nubes. 5Francisc9 Brines, "Ants unas poesies completes" La Cans Gris, p6g. 117. 6Titule tomade de un verso ds Eliot. 7Octavio Paz, Corriente alterna, p6g. 11. 81bid., pig. 12. 9Pedro Salinas "Luis Cernuda poets", Literature es Eifiola si 10 XX (M6xico, 1949), page. 220- 221. " loOctavio Paz, p6g. 11. . llLuis Cernuda, Ocnoe (Madrid, 1949), 2da. edici6n, Pag- 98. “‘— JLBRD, IX. "El fresco verano llega", p6g. 15. 21. 14%, XIX, "Le dssierta belleze sin orients", p6g. 3L5Francisco Brines, p6g. 120. :16Ricarde Gu116n, "La poesis de Luis Cernuda", Aso- mél %. 1338' 45. 102 103 17Birut6 CipliJau9keite, La soledad y la poesis espa- ncla (Madrid, 1962), peg. 197. 18Luis Cernuda, Possia Literature, p6g. 242. 1911316. 20"El igetinto po6tico se despert6 en mi gracias a la psrcepci9n mas aguda de la realided, experimentando, con un ecc mas hondo, 1a hermosure y la atraccicn del mundo circundsnte. Su sfscto era, como en oierto modo ocurre con el desso que provoca el amor, 1a exi encia, d010r9- se a fuerza de intensidad, de salir de 9 mismo, snegan- d9ms 9n aqgel vesto cuerpo de la creacion. Y 10 que9hac a sun mas~agonico aqusl dese9 era el reconocimiento tacito de su imposible eatisfaccion. 9 A partir ds entonces comence a diztinguir una co- rrienta simultanea y opuesta dentro ds9m : hacia 1a rea- lided y contre la realided, de atraccion y de hestilidsd hacia 10 real. E1 desso me 11sv9ba hacia la realided que se cfrecia a mis oJos come 81 sole con su posssion pu- diera 91cenz9r csrteza ds mi propia vida. Mes come see posssion James 1e he alcanzado sino de modo precario, de ahi la corrienta contrarie, de hestilidsd ante e1 irenicc atractiV9 de la realided... Asi, pues, la esencia del pro- bleme poeticc, a mi sntendsr, 1e constituya sl conflicto entre realided y desee, entre apariencie y verdad, permi- tisndonos alcanzar algune vielumbre de la imagen complete del mundc que ignoramoe, de la 'idea9divina del mundo que yace a1 fondc d9 1a apariencia', segun la frees de Fichte.” Luis Cernuda, page. 196-197. 9 21Jes6 Luis Cane, L§_pgg§i§ ds laggenereci6n del 21, Dag. 229s ’l’ 22Luis Cernuda, p6g. 274. 23Octavio Paz, Cuadrivie (M6xieo, 1965), p6g. 191. 24 Alexander Coleman, Other Voices: St d of the Late Poetry of Luis Cernuda (VeIencia, 1969), peg. 166. 25Luis Cernuda, p6g. 273. 26Ibid., pig. 279. 27Luis Cernuda, "B6cqusr y el rcmsnti9ismo espefiel", Cruz 1 Rays, Madrid, Hum. 26, mayo 1935. Pas. 63. 281bid. 29Francisco Brines, p6g. 150. 104 30 31 Jos6 Luis Cane, p6g. 230. Luis Csrnuda,9gggg§, p6g. 16. 3296mm Salinas, pig. 223. 33Ricardo Gull6n, p6g. 53. 31""Cernuda es la expresi6n viva ds un talents nato de desterredo 9ue termina por etreer e si sl destino del desti9rro. Aqu , a1 rsvss que en los otroe, no es la si- tuacion de exilio la9qus he suscitado e1 talents corres- pondien e, sine que este, preexistents ya --el sentido de la pose a toda de Cernuda es extranamiento, afieranza, de9- tierrc--, termina promoviendc 1a concrete y reel situacion de espafiol desterredo. Y asi, s1 destierro de Espana es el destinc9de su vida, que vtsns a colmar, a redondear, a dar expresion cabal --Impresion de destierro, Un espsfiol ha- 9 bla de su tiergg-- e1 connatural destino de su alma". Jose Luis Aranguren, "Le evolucion e9piritual de los ints1s9- tuales espafieles 9n 1a emigracion", Critica_ymeditacion (Madrid, 1957). P33. 182. 35Luis Cernuda, Poesia Literature, p6g. 256. 361bid., pig. 257. 37"Cuando deJ6 Espafia llevaba ccnmigo unos echo poe- mas nuevos; en Londres, movido per 1as9emcciones encontra- das a que ya me referi, sscribi seis mas. Ls mayor parte de unos y de otros estab9 dictad9 per una conciencia espe- nole, per una preocupacion patriotica que nunca he vuelto a sentir... A dicho ti 0 de composiciones anadi otro dic- tade por el contorno m 0 ds entonces...", ibid., peg. 259. 38Carmelo Gariane, "Aspectos c169icos ds la poesis d9 LuisSCernuda", Hispanie, XLVIII, Num. 2, mayo 1965, Dag. 23 e 39"E1 ruieeficr sobre la pisdra” tgae una noveded en9 1a poesis do Cernuda: la de la evocscion de figures histo- ricas. Es sl tercero ds una trilogia de poemas sobrs Feli- pe II, que publica en un 9rden inverse; s1 primero, "Agui- la y rose", en la coleccion Con 1as horas contadag; s1 se- gundc, "Sills del rey", en livir sin ester vivisndo y s1 tercero, "E1 ruissficr sobrs 1a pisdra", en Las Nubss (este date as do una carts do Luis Cernuda del 2 ds septiembre de 1963, a Richard K. Newman, autor de Luis Cernuds's Poe- try and Style, tssis no publicada). 40Antonie Machedo, ObrasI Poesia y prosa, p6g. 130. 41Luis Cernuda, Ocncs, p6g. 15. e-r“ .6...- ‘9'. q 9’11 v ‘6 ..‘IW‘ ‘IV 105 “z"Por 10 tanto, no refrsnar6 mi bOC9; / Hebler6 en la angustia de mi espiritu, / Y ms qusJare 00 1a amargu- re9de mi alma." La Santa Biblia (Soctededes B blicas en America Latina, revision ds l9 0), peg. 146. 43Ricardo Gull6n, "La poesis de Luis Cernuda", Asc- mente (Pusrtc Rico, IV, N6m. 3, 1950), p6gs. 60-61. 44Jos6 Olivio Jim6nez, p6g. 78. 45Luis Cernuda, Ocnos (London, 1942), p6g. 43. 46Traducci6n de Luis Cernuda en su sgeayo sobrs William Blake9(l757-1827). Pensemisnto poeticc en la liri- ca inglesa (Mexico, 1958), p6g. 38. 47William T. Stace, Time and Eternity (New Jersey, 1952). pas. 76. 48 49 Luis Cernuda, Poesiagy Literature, p6g. 198. William T. Stace, pig. 70. 50RD, "A 1as estatuas ds los diosas", p6g. 126 51 52Juan Garcia Ponce, “E1 9rtista come h6roe“, Cruee de camincs (Veracruz, 1965), peg. 109. 53Philip Silver, Et in Arcadia e 0 Stud of the Poe- try ef Luis Cernuda (London, 1965), peg. 167. 54Luis Cernuda, Possia y Literature, p6g. 57. Luis Cernuda, Possia y Literature, p6g. 199. 55Ibid., pig. 272. S6Philip Silver, p6g. 167. 57Juan Garcia Ponce, p6gs. 95-123. 581b;d., pig. 107. 59Ibid., pig. 111. 6oEste n6m9re ds Carmen est6 dedicado "A1 Maestro Frey Luis de Leon". En 1as lineas sditoriales dice: "El nacimianto do Fray Luis, que hey celebremos, es tembien el de nuestra poesis clasica en 19 boca inicial de Garci- 1aec, siglo de ore que se cumplira exactamente en la muer- te recien conmsmoreda del otro maestro Don Luis." Federi- cc9Garcia Lorca, Vicente Aleixendre y Rafael Alberti tam- bisn colaboreron con poemas a1 homenaJs a Fray Luis. u.m I‘. .9- 1. ese jin‘h PW 106 61"Se fue a la sierra ds Guadarrama9con un fusil y un tome de Halderlin en la chaquet9, ssggn me he contado Arturo Serrano PlaJa, que compartic con sl esos dias exal- tados." Octavio Paz9 "Ls palabra edific9nte", Revista de la Universidad de Mexico, Vol. XVIII, Num. ll, lulio 1964, Dag. 15e ‘ 62Luis Cernuda, p6g. 256. 63Luis Cagnuda, "B6cqusr y el romanticismo espanol", Cruz y Raye, peg. 56. 64Gast6n Baqusro,9DaricI Cernuda y otros temes_po6- ticos, Madrid, 1969, peg. l . 65 Luis Cernuda, "P9drc Salinas y su poesis", Revista de Occidenta, Madrid, Num. XXV, Julio-sept. 1929. peg. 253. 66Cernuda s9 refiere a los ataques que Men6nde; y Pe- layc 1e hece a Gongora en Histc is de les ideas ssteticas en Eepafia III (Madrid, 1896), page. 577-528. 6 . 7Octavio Paz, peg. 15. 68"The author of Se unda antolo is o6tica was the Poet incarnate --eristccratic, exclusive, dedicated, hypersensitive-- the legittmets heir to the Hugo-Dario lineage." Philip Silver, peg. 168. 69"Given the fact that Cernuda's affinity to B6cqusr is well known and has been rather exhaustively discussed recently, there is no reason to doubt that the poet refre- red to is Becquer himself." Alexander Coleman, Other 9 Voices: A Study of the Late Poetr of Luis Cernuda, peg. 173. 0 . . Juan Ramon Jtmenez, Espafiolss de tges mundos (Bue- nos Aires, 1942), peg. 163. 71Luis Cernuda, "Juan R9m6n Jim6nez", Bulletin of Spanish Studies, Vol. XII, Hum. 76, oct. 19 2, peg. 9. 72 73Luis Cernuda, ”Federico Garcia Lorcs: Romancero Giteng", Hora de Espang, Valencia, Vol. II, sept. 1937. Dag. 7e 74Lbid. 75Luis Cernuda, Possia y Literature, p6g. 265. Ibid., pig. 105. sl.‘ 1 ’II‘ C‘ a e at In]. “hn— Mu"! said 6 x.“ 93 V t 1 Hi ‘4‘ . r is a. Q d . O 0 e O 0. e o . t e O .1 I \ . C O a .. u \ . \ O I I O n . - .. a ex . O I O I . \ O I . O s s s I v . I a 9 ~ 0 Q i e F O c . O Q 0 . o . n O O C s \ u _\ . ~ e i I O 5 . s \ 107 76Josi Olivic Jim6nez, pig. 57. 77Luis Cernuda, p6g. 78. 78M. Dolores Arena, "E1 poete 9e La Reelidad el Deseo", Nivel, Geceta de Cultura, Num. 12, I963. pag.I . 79 Francisco Brines, p6g. 129. 80Joaquin Romero Murubs, "Response dificil por un p9eta sevillane", L93 cielos que perdimos (Seville, 1964), pas e 154 e 81 82 83 84 85 86 87 88 89 Gast6n Baquero, p6g. 188. Luis Cernuda, p6gs. 196-197. £299.. 963- 197. Philip Silver, p6g. 43. Luis Cernuda, 92299, p6g. 43. Luis Cernuda, Possia y Literature, p6g. 259. Philip Silver, p6g. 179. Luis Cernuda, p6g. 265. Carmelo Gariane, p6g. 241. 90E? e1 poema en prose ds Ocnos titulado tambi6n "La pose a", reitera la misma afirmacion: fiAsi, en el sue- fi9 inconsciente del alma infantil, aparecio ya e1 p dsr magicc que consuela de la vi9e, y desde entonces es lo vec flotar ante mis oJos", peg. 91. 91 92Robert K. Newman, Luis Cagnuda's Poetry and Style, tssis no publicada. La carts esta feohada el 2 ds septiem- bre de 1963 e Octavio Paz, Corriente alterna, p6g. 12. 93Luis Cernuda, Possia Literature, p6gs. 261-262. 9409tevio Paz, El laberinto de la soledad (M6xice, 1964), peg. 161. 95Jos6 Luis Cane, p6gs. 200-201. 96Pierre Albouy, M thee et tholo iee dens 1a Litt6- rature Franceiss (Paris, 19 9 , peg. 17 . 108 97Ricerde Molina, p6g. 38. 98Paul Val6ry, "Fragm9nts du Narcisse", CharmesI Oeuvres I (Paris, 1957), pegs. 128-129. 9 990ttc Rank, The Double (North Carolina, 1971), page. 74-75 y Alexander Coleman, peg. 147. looP9ul Ricoeur, Freud and Philosgphl (New Haven. 1970). page. 213-214- CAPITULO III EL ESTILO Luis Cernuda, escritor ds un temperamento indepen- diente, trasciende la est6tica de su gensraci6n y es sien- te hermanado con las generaciones ds poetas que antes de 61 reeogieron e1 eco misterioso de la poesis. "No conczco poesis m6s clara que la suya --escribs Manuel Altolagui- rrs--. Ca1der6n le trasmite su ecento sencillo, Garcilaso 1e interrumps la voz propia, San Juan de la Cruz 1s ilu- mina 1a mistica, y B6cqusr 1e acompafia en los largcs si- lsncics."l Cernuda hereda ese 1eJana tradici6n literaria que feeunda sus versos, en una sintssis que ccndiciona 1s actualidad ds su poesis con esta serie de vivsncias que la llegan ds lsJos. En uno de sus enssyos, Cernuda rece- ncce su deude: En toda exp esi6n pc6tica, en toda obra literaria y art etica, ss combihan dos ele- mentos contradictcrics: tradicien y novedaq. E1 poets que solo ss atuviese a la tradicien pcdria crear una ohra que de memento seduJe- se a sus ccntemporanees, pero que no r9sisti- rie a1 peso del tiempe; e1 poete que solo ss atuviese e 1e novedad podria iguelmente cre- ar una obra, per caprichosa y erratics que fuses, que tampoco resistirie a1 peso del tiem- pe. Es nec9eerie que 91 posts, hecisndo suya 1s tradicien,9vivificsndola en el mismo, 1a modifique segun 1a experiencia que la depara su propio existir, en el cuel entre la gove- dad, y asi es combinan ambos elementos. Hay en su possia una ccexistsncia ds actitudas 109 110 tredicionalmente contrastantes, como un romanticismo que se apoya sobrs un fondc antit6tico de apasionada ideali- dad y de c6usticc realismo y un clasicismc que no abando- ns ni a6n cuando se deJa llever del interés per escuslae po6ticas m6s novedoses. "Romanticismo a veces, siquiere por el tono, a menudo 0168100, por la manere, en un per- petuo ef6n de descubrir y descubrirse", dice Cirre.3 Gon- z61ez Ruano sefisla tambi6n id6ntica conciliaci6n de ten- dencies opuestas: "Como poete, Luis Cernuda busca 1a uni- dad de uns creaci6n que ands pr6xima a un surrealismo mo- derado con la participeci6n de un nervic tredicional de lo antiguc, do 10 cl6sico y ...un no s6_gg§ entre la 61- tima here y 10 at6vico, en que quiz6 est6, exactamsnte, 1s personalidad del poete."4 Ricardo Gu116n destaca tam- bi6n 1a diferencie de escuslae literarias que se manifies- ten en su poesis: "M63 0 mencs rom6ntica, surrealista o transparente, dice siempre sus efectos."5 Otros criticos literarice 3610 van 1a preponderancis rom6ntica, entre allos Salinas, que afirma: "En la poesis de Cernuda as si- .sue, a trav6s de meticee delicadcs y fines, esta trayec- 'torda.de1 vivir espiritual rom6ntico."6 Ese abigarreda pllgns de tendencies cpusstas que constantemsnte es pola- rizan, den lugar a un estilo en que forms y penssmiento ‘9 funden, estilo desigual a veces, pero siempre l6eido, tal come 10 fue tambi6n el hombre que vivi6 tres de sea Peculiar manara de escribir. Para analizar 1a versificeci6n cernudiana, seguiremos 111 un orden cronel6gico para asi astudiar la evoluci6n gra- dual ds los diversos metros per 61 utilizados. Su primer libro, Primeras Pcssiag, incluys veinte y tres poemas cor- tes, once de los cuales son cuartetos heptasilabos con ascnancie en los versos pares y diez son d6cimas cctosi- labas de tipo tredicional. Alterna los cuartates con 1as d6cimas y afiads adem6s dos sonetos, rimados seg6n 81 ee- quema cl6sico. Lee usuales formas ds versificeci6n que utilize son pracisamente 1as ds mayor arraigo hist6rico. El ssgundo libro ds Cernuda, Egloga, ElegiaL Ode, ccntiene cuatro poemas. E1 iniciel, "HomenaJe", fue afie- didc a la colecci6n que criginelmente iba a titularse Tree poemas y luego, Estancias.7 E1 titulo de la colec- ci6n responds a1 g6nsrc de los poemas que la componen; que revelan s1 apego que a6n siente por la tradici6n cl6- sica. Sobre este libro dice Cernuda: "Aquello que te censursn, cultivalo, que sso eres t6". No digc que sea m6xima sea s9bia, ni prudente, pero yo 1a puss en pr6ctica poco despues ds publicar mi primer libro. Porque mis ver9os siguien- tsenfueron, decididsmsntg, a6n manos "nus- vce que los anteriores. "HomenaJs" censta de diez cuartates endecasilabcs de rims ABBA. La "Egloga", escrita beJc 1a inspireci6n de 9 sigus 1as dos poetas, Garcilaso de la Vega y Mallarm6, formas tradicienales de la ”Eglcga II" de Garcilaso. En "Elegia", use cuartates endscasilabos do rime ABBA. en vez de los tradicienales tercetcs. En la "Ode", emplaa 1e silva. pl. 112 Con "Rsmordimientc en traJe ds noche" ds Un rioI un amor, se inicia s1 verso libre ds Cernuda. En este poema 1a rims ha sido reemplazada pcr s1 ritmc interno del ale- Jandrino. Aunqus, come dice Amado Alonso, "todo ritmc es a la vsz interior y exterior. E1 ritmc es siempre un mo- vimiento regulado, una figure m6vil, y por tanto, todo ritmc es une forms y est6 scmetido e leyee formsles."lo Igual har6 en "Quisisra ester solo en el eur", ”Scmbras blancas", "Cusrpo en pens" y "Decidme anoehe", escritos en estrofas aleJandrinas sin rims: Antes habie tenido cierta dificultad en user del verso libre; con el impuls9 que entonces me enimabe, la dificultad que o vencida, lle- gando a veces, tento en "Un r 0, un amor" 00- me en la coleccion siguiente, "Los p1acer9s prehibidos", e utilizar versos de extension considerable, en realided versiculos. Pres- cind ds 1a rims, consonants o ascnante y apenas si, iisds entonces, he vuelto a user 1e primers. La pr6ctica del verso libre la inicia modernaments sl norteamericano Halt Nhitmen (1819-1892), pero los sim- bolistas de lengua francess, Emile Verhaeren (1855-1916); Gustave Kehn (1859-1936) y Jules Laforgus (1860-1887), fueron los que desarrollaron este movimiento, baJo la de- 12L6pez Estrada confirms este l3 nominaci6n de versolibrismo. en su estudic ds 1e m6trica espanola del siglo XX. Juan Ram6n Jim6nez "a partir del Diaric ds un poete reci6n ca- 5993 vs a user del verso libre --dice Cernuda--; un verso libre balbucssnte, muy distinto del de Lorca, Alberti y Aleixendre, y haste Posts on Nueva York, §gg£e los 6ng9- log y Espedas come labios no se puede decir que aparece prep) etc: 2'? 2 Muir I. J. 79 {'5 int: 113 propiaments s1 verso libre en nuestra poesis."l4 La irrup- ci6n de la segunda oleade de poetas de la generaci6n del 27, a la que pertenecs Cernuda, represents an Espafia el triunfo de la especial versificeci6n llamada versiculo o verso libre de cierta extensi6n. E1 resto de les composiciones de §g_§io, un smog, est6n escrites en estrofas amorfes y polim6tricae de ver- sos libros en que la versificeci6n tiene per base unida- dss que insistsn con relative frecuencia en 1as medidas de eiete, nueve y once silabas. Otra peculiaridad que el- gunes de ellas pressntan es la separaci6n del verso final, a1 mode de un spifcnems, para condenser e1 contenido. EJem-- plcs de este tendencia son: Sin vida est6 vivisndo solo profundamente. (RD. 48) Mirad come sonrie hacia el amor Daytone. (RD. 48) Hey sin embargo est6 tambi6n cansado. (RD. 57) Ahora in6til pasar la mano sobre el otonc. (RD. 59) Sobrs unc de los poemas ds 1a colecci6n, Cernuda hece un interesants comentaric: Lo curioso es que, a pesar de embas cosas, verso libre y ausancia ds rims, sn ocasio- nss sea visible on algunes de tales compo- sicioneg (per ermplc "Estoy cense90") una intencicn analogs a la de la cancion; creo que siempre ha sido constants en mis9ver- sos, aunque a intervalcs, 1a aparicicn del 114 poema-cenci6n. Psro no queria repstir la forms y la mansra de les canciones medie- vales, ni de las letrillas, sino, con 19- pulso semeJante, conseguir otra expresion. Inutil afiadir ue nadie se die cuenta de mi prop6sito.lg Lo que indice que, a pesar ds utilizar una forms nueve, ésta as 3610 una via de expresi6n de sus propies exigen- cies po6ticas y no simplemente la aceptaci6n de una mods literaris. Una novedad que aparece en Los placeres prohibidos, a partir de la edici6n ds 1953, es la inclusi6n de ocho poemas en prosa, que parses escribi6 en la misme 6poca que los poemas en verso. Es 1a 6nica vez que aparecen pos- mas on press on L§_Realidadgyel 29593, aunque luego pu- blic6 dos libros escritos on press po6tica: 99999 y 19;;3- ciones sobrs tema mexicano. L6pez Estrada, en su libro sobre la m6trica espafio- la del siglo XX, 1e dedica un apartado al eetudio de los poemas en press en la literature modsrna y encuentra su origen en los Pgtits p06mes en prose, de Baudelaire, see critos despu6s de leer Gaspard de la Nuit ds Aloysius Bertrand. Tales poemas de Baudelaire sJercieron gran in- fluJo en la corriente simbolista y asegureron esta mane- ra de la prose po6tica, usada para lo que entonces habie perecido que estaba reservado a1 verse."16 En B6cqusr, contin6a diciendo L6pez Estrada, se hen comprobado recien- temente esfuarzos per user 1e press on sentido po6tico, pero fue el modernismo el que recogi6 esta tendencia, ini- ci6ndola Montalvc y Marti en Am6rica, y difundi6ndela en 115 an Eepafie Rub6n Dario. Plgtero y yo ds Juan Ram6n Jim6nez, es el libro cumbre del g6nero y su condiei6n elsgiaca ls permits alcanzar on press 1a complsJa modalidad de la li- rice.17 Ls influencia becqueriana, ten evidente en otrcs aspactos del libro Donde habits e1 olvido, no as mani- fiseta en la m6trica. E1 verso es irregular y a diferen- cia del de B6cqusr, libre, pero guards siempre una lines ritmica. Sin embargo, tembi6n aparecen poemas de regula- ridad m6trica, eomc e1 VI y el VIII, de versos heptasi- labos, y el IX, de hexasilebos. Invocaciones, sexto libro de LarRealidad y s1 Dessp, censta de diez poemas, m6s extensos que los anteriores. Cernuda considers esta colecci6n como un experimento po6- tico, b6squeda de alge nueve, alge difersnte do lo que habie hecho con antericridsd. Dice que a1 comenzar a se- cribir Inyocaciopgg ee eentia "cansado de los poemitas “18 y que sentia brevse a la manera ds Machedo y Jim6nsz la necesidad de darle una mayor amplitud a la materie po6tics. Le versificeci6n es similar a la de gee placeggg prohibidos, verso libre y sin rims. La 6nica diferencie es la mayor longitud de los poemas y la mayor disparidsd en la longitud de lcs‘verscs, desde custro silabas haste veinte o m6s, con la sxcepci6n de "El viento ds septiem- bre entre los chopcs", que est6 escrito en cuartates hep- tasilabas. Un cambio que se observe on Lee Nubes, es la 116 disminuci6n en la longitud de los versos; 1a oombinaci6n preferida es la de versos endecasilabos y heptasilabos, tan querida a B6cqusr. Contin6a ueende e1 verse libre, pero no con la mon6tona regularidad de Invocaciongg. En una ds 1as composiciones de Las Nubes, "Canci6n ds invier- no", combine rimas asonantes y consonantee: Tan hermoso come sl fuego Late en el ocasc quietc, Ardiente, dcradc. Ten hermoso como el suenc Rsspira dentro del pecho, Solo, recatadc. Tan hermoso como el silencic Vibra en torno ds les bssos, Alado, sagrado. (RD, 158-159) Su siguiente libro, Como guisn espera s1 alba, es en la m6trica casi id6nticc a Les Nubes. Contin6a usando e1 verse libre y los poemas en metro corto alternan con los do verso largo, coincidiendc la longitud de los ver- sos con los sentimientos que express. Los primeros le sir- ven para center a1 paisaJe e temas ligeros; los largos, para sxpresar sentimientos vinculados con su acontecer personal. En Vivir sin ester vivisndo, contin6a la tenden- cia a1 use del verso corto; pero es en Con 1as horas con- tadas, donde esta tendencia se msnifiests a6n m6s clera- mente: La meyorie ds 1as cgmposiciones que ihcor; poraba a la coleccion eran de extension mas reducidas que les de les cclecciones ante- riores y entre sus versos aperecia 1a rims 117 ascnante, indicando, ds una parte, 1a b6e; queda, acaso no del todo9consciente, de ce- me concentrar s1 tema, mas bien que la de explorer sus ramificacicnes, y ds 9tra, la tendencia a1 canto, a1 poems-cancion a que antes me he referido. Ambas cosa9 no siem- pre eran rseultado de una decision volunta- ria, sino que partian de un impulse subcons- ciente.19 Per tanto, en primer lugar, e1 poete msnifiests su prop6- sito ds concentrar su atenci6n en un solo tema, evitando 1as digrssiones y la verbosided. En sagundo lugar, apare- ce ds nuevo el poema-canci6n, que ya habie intentado en 9Estar cansado" de Los placeres prohibidos.20 Pero shore se aJusta e veces a la m6trica tredicional del center 0 copls, come on "Amer en m6sica" y "La vida”. "Nocturne yanqui" es tambi6n un poems en el que es cumplen estoe prop6sitos. "Est6n alli --escribe Jce6 01i- vic Jim6nez-- la palabra sencilla, e1 tono coloquiel, s1 claro predominio del ritmc de la frees sobre 01 del ver- "21 Y en cuanto so y, ante todo, la precise chetiveci6n. a la versificeci6n, afieds el mismo autor: "E1 poema est6 escrito en sstrofas de pie quebrado, sin rims. Pero el ritmc, especialmente en eu segunda mitad, cuando sl efec- to del encabalgamientc cede un poco, tree a1 lector per modo irremisible el recuerdo ds aquellas coplas inmorts- les, 1as de Jorge Manrique e la muerte de su padre."22 En Desolaci6n de la Quimera, aparece una gran ve- riedsd de formas m6tricas, tipices do an 61timo periodo. E1 verso libre sigus siendo su forms preferida, pero sxis- ten tambi6n poemas cortes en los que el poete emplee 1a 118 ascnancie. Vsamos shore e1 vocabulario. Como Afirma Ricardo Molina, deeds un principio "est6 ya potencialmsnte ccnte- nidc en espiritu y lenguaJe, en tema y estilo, e1 poets veintinuevs anos posterior."23 E1 vocabulario ds Primeras Pcesias express un estado espiritual de vaguedsd, aunque a veces 1a vagusdad puede ser ten expreeiva como la pre- cisi6n, cuando sirve para deecribir un modo de instalarse en la vida. La brevsdad y sencillez estructuralss ds los poemas que ferman el libro destecan 1a precisi6n expresi- va de los mismos. E1 vocabulario que emplaa tisnde a crear una atm6s- fera de indolencia con la acumulativa rspetici6n de veces que conllevan, explicite o implicitamente, una note de inactividad, de languidez: "1e indolencia presents”, "de- sengafio indolente", ”calms vecia", "limbo ext6ticc", "ti- bio vecic”, "ingr6vida somnolsncia", "moroso albedrio", "mane del hastio", "sspacio solo y quietc", "sentido pes- trado", "p6lidas aguas sin fuerza", "estas horas sin fuer- za", "vida insrte", "pure hastio", "la indolencia del 6ni- mo ss aduefia", "alma y vida son aJenas", "dicha vacia", "Juventud nula", "tisrra indolente", "aguas quietas". Les repetidae alusiones a1 susfio, al olvido y a la nada contribuyen a crear un estado ds indolencia smocio- nal: "el suefio fiel nos rinde", "e1 cuerpo es adcrmece", "nuestra nada divine”, "orilla sefiolisnta del agua", “in- gr6vida eomnolencia", "cine e1 sonadcr en vano", "af6n de 119 amor y olvido", "e1 sire dormido", "luego, nada", "e1 sue- fio embeleeado e indolente", "olvidados los suefios", "con pentella adormecide", "per la e6mara en olvido", "mientras se olviden los 6rbolee", "y la 16mpare ya duerme", "donde el amor yazcs en susfios", "es goza en sueno encantadc", "la esperanza ss duerme", "olvidar6n mis dias", "ya la luz as he dormido", "e1 euefio entre sus plumes", "s1 olvido ms abre", "silencic; nada", "y en su nido se duerme blende- mente", "sonarsmos que eueno", "sueho y pieneo que vive", "su ternura olvidando". A veces aparece un suetantivo que podria indicer acci6n, pero sl adJetivo que lo accmpafia neutralize esta posibilidad: "furiae congsladss", ”inm6- vil paroxismc". La indolencia es producto de la incapacidad de su cuerpo para aprshender 1a realided que s6le puede entrever entre nieblas y sombras. Como confiesa el mismo poets: Perfil del airs (titulo original de Primsras pges as es el libro de un adolescents, sun mas adolescents de lo que lo era mi edad a1 componerlo,.11s90 de efanes no del todo cons- cientes, melancolico, pracisamente per la im- potencia en ape me hallaba para satisfacer esos afanes. La mslancolie se hace sentir por la ausencia de luz, asi 1as palabras crep6seulc-noche-aurors se rspiten con fre- cuencia acompafiadas de sombre. Cuando aparece la luz es- t6 acompafiada de un adJetivo que la oecurecs: "fugitives lucss", ”lucss smbczadas", "luz dudosa", "luz livida". DB Bécquer hereda este gusto por 1as lucss desmsyedas en n16b1as y mistsrics. Aei pcdria aplic6rssle el Juicio que at“. 120 sobrs la poesis ds B6cqusr hece Jos6 Maria de Cossio: "Su poesis se envuelve en una atm6sfers brumcsa, blanca y fria, y no 8610 en sus im6genes, sino m6s todavia en sus ritmos e idesciones, haste en su sintexis tiene una vagusdad e indecisi6n ds niebla."25 Lee versos describsn 1a tristeze pasiva y melanc6- lica que impregne su poesis Juvenil y contribuyen a aumen- tsr la lentitud de la sintaxis. E1 secrete de ese morosi- dad radica en que use pocos verbos en poeici6n principal y secs pocos carecen en su significaci6n ds tods noci6n din6mica: "anegarss", "dormir", "sonar”, "adcrmscer", "agostar", "morir", "olvider", aparecen con frecuencia. Ricardo Melina sefiala, adem6s, el uso de les verbos en "un rsiterativo Juego antit6tico entre 10 presents y lo ausente". Aei "aleJar", "secepar", "huir", "desertar", "deponer", "llevarse", "velar" son verbos que use con Preferencia.26 Otras veces llsga a la suprsei6n absolute del ele- mento verbal a favor del nominal. "En s1 fondc no se tra- ta aqui de elipsie en 01 sentido de cmieiones: si afiadi6- semos un verbo, falsificarismos sl sentido y la esencia de estos mundos pc6ticos."27 Mundos pc6ticos imprecisos Perc cargados de una smoci6n ccntenida que oprims por su intensidad: Repose. Convertids La ternura se deJa. (RD. 16) 121 Cu6n leJano todo. Muertas Les roses que aysr ebrieran (RD. 17 Ingr6vido presents (RD. 21) Uh llanto entre les manos Solo. Silencic; nada. (RD. 21) En soledad. No se siente El munde, que un muro sella (RD. 23) Tisrre indolente. En vano Rssplsndsce e1 destino. (RD, 24) Octavio Paz encuentra en sus primeros poemas "cier- to amaneramisnto del que nunca se desprendi6 del todo",28 pero Jos6 Luis Cano considers que esta carecteristica de su lenguaJe responds a la creaci6n de un mundo pc6tico ”per el que su poesis ss carscteriza y define" y luego anade que eu lenguaJe "express de modo personal y genuine ese mundo que el poets lleva dentro."29 En 01 future 1as palabras claves de su obra ser6n 1as mismas de Primeree Pcesias: soledad, hastio, desee, suefic, olvido, af6n, indolente, 16nguidc, ingr6vido, come compafiia inexcusable de la melancolia. El use ds los adJstivcs "embeleeo" y “gala" y los adJetivos "pomposo" y "sempiterno" se debs, seg6n Cane, a Bu intenci6n ds escOgsr vocablos no usados modernaments y Junto con 6stos, e1 del comparative "tal", en vez de 122 "come" 0 "cuel" indice un "af6n de singularidad lingfiis- tics."3O Ricardo Molina explica el uso de "tel" como "en- sis ds sobria perfecci6n" y contin6a diciendo que respon- ds “a1 dinemismo intimc de sus ssmblenzas, a la vivacidad del tr6nsito del pleno reel a1 ideal, a la r6pida intui- ci6n de les correspondencias":31 Alzada resucita Tel ctra vez la casa (RD. 21) Se vale muchas veces, come Aleixandrs, ds la canun- ci6n 2 para enlazar una met6fore 0 un simil que tree see- ciado otro come consecuencie natural de la continuidad imaginative: Como sl viento a 10 large ds la noche, Amer en pens o cuerpo solitario (RD. 45) Como llanto impotente per 1as ramas ahogado O repentina fuga sstrellada en un muro. (RD, 46) Les manos aburridas que cazan terciopelos o nubss descuidadas. 32 (RD. 48) En cusnto a les titulos, Cernuda explica 1a elscci6n de algunos de sllee come influencia surrealista: Dado mi gusto por los sires de "Jazz", recorria catalo es ds discos y, a geese, un titulo me sugsr s posibilidades pceticas, come este do "I want to be alone in the South", del cqal salic el poemita ssgunde de la coleccion susodicha, y que algunos, srrohsamente, interpretarcn come expresion nostalgice de Andaluiie. En Paris habie visto la primera pel cula senors, cuyo 123 titulo "Somhras blancss en9lcs mares del Sur", tambisn ms die 009sion para el ter- cer poema ds 1a coleccion.33 Contin6a Cernuda: Uno ds los letreros ds cierta p9liculs mu- da que vi en Toulouse, me depero sets frase para mi curiosa: "en (no recuerdo el nombre del lugar que es mencionab9) los caminos d9 hierro tienen nombres ds paJaros", y la use como an up "collage", dentro del poemilla "Nevada". 4 Los poemas ds Donde habpte e1 olvido, con la excep- ci6n de les huellas superrealistas que todavia persistsn, representan un retorno a1 lenguaJe seneillo de Primeras Possies, un acercamisntc al lenguaJe directo, lo que pue- de considerarss tambi6n influencia de B6cqusr. E1 smplso sbundante de conJunciones adversetivas tipicas del lengua- Je hablado es el er 16gico sobre el que giran los penss- mientcs del posts e1 ponerss en relaci6n unos con otroe: "No, no quieiere volver / Sino morir a6n m6s“ (RD, 94). Pero, come observe Gonz6lez Muele, este sentido adversa- tivc es m6s evidente a1 opener una frase afirmativa a otre negative precedents: "No es el amor quien muere / Somos nosotros mismos" (RD, 95).35 Sentido afirmativo que se intensifies en el 61timo verso del poema: "No, no es el amor quien muere" (RD, 95). E1 mismo autor sefiala otre posibilidad de yuxtspoeici6n adversetiva en la contrapo- sici6n de tiempcs verbeles s1 enfrentar sus maticss se- m6nticos: "He amedo, ya no amo m6s; / He reido, tampoco ric" (RD, 89).36 Pere Cernuda no practice la frees hechs, come hacen otroe de su gsneraci6n, sobrs todo Rafael 124 Alberti, Adriano del Valle o Rafael Laff6n. Igual que B6cqusr, gusts tambi6n Cernuda de darle a1 verso un talents sentenciosc, que es a la vez defini- torio, porque cede eentsncia quiere definir alge, quiere ssencializar. La ssntencia suele ester deserrollsde liri- cements: Perder placer e9 triste Como la dulcs lampara sobrs s1 lento nocturno. (RD. 91) La mentira no mats, Aunque su filo clave come pufial alguno; E1 amor no envensna, 99 Aunque como un secorpion deJe los besos; E1 placer no es naufragic, Aunque vuelto fantasme ehuyente todo olvido. (RD. 99) Esta tendencia gn6mica puede tensr un car6cter personal, come cuando dice: "gpy eco de alge" (RD, 89) o bien "Quiero la muerte entre mis manos" (RD, 90). Y los versos ya cita- dos ccn los cuales comienze 01 poems XII: "No es el amor quien muere, / §ppp§ nosotros mismos". Y termina e1 poema con la eliminaci6n del sagundo verso, con lo que adquisrs sl concepto a6n m6s fuerza sentencioea: "No, no es el amor quien muere” (RD. 95). Otrae veces, el car6cter sentencioso es completamente impersonal: Pese, pass 01 desso recordado (RD. 94) Todo es triste al volver. (RD. 94) 125 S610 vive quien bssa (RD. 95 No hay besoe, sino loses; No hay amor, sino loses (RD. 97) Bien tangible es la muerte (RD. 98 La caricia es mentira, el amor es mentira, 1a amisted ss mentira. (RD, 101) E1 61timo poema ds la colecci6n, e1 6nice que lleva titulo, "Los fentesmas del desso“, que le parses a Silver une coda afiadids a la colecci6n come introducci6n a1 si- guients libro,37 termina con slipsis de verbos, carecte- ristics de Cernuda: Tisrre, tisrra y desee, Una forms perdide. (RD, 101) A partir de Vivir sin ester vivisnde, 1a palabra es prosaica.38 Cernuda trat6 de escribir come so hable, "se propuse come materie prime do Is trasmutsci6n pc6tica no e1 lenguaJe de los libros sine el de la ccnverseci6n.”39 Es decir, que trat6 de encontrar un equilibrio entre s1 lenguaJe hablado y el escrito. En su estudio sobrs Ram6n do Campcsmor encuentra en antecedents del prosaismo p06- 40 tico. Es interesants observer c6mo ha ido svolucionando en la Obra de Cernuda su concepto del lenguaJe. En Primeras 126 Pcesies es simple y directo; en Eglcge,Elegia, Oda, baJo 1a influencia de Garcilaso, su lenguaJe ss hece m6s culto y literario, y la sintaxis, m6s artificiosa. En los libros superrealistas, eu lengua po6tice se rscarge de simboloe y met6foras que oscurecen 1a inmediata expresi6n del pen- ssmiento. Efeetivamente, en Vivir sin ester vivisndo 1a forms hablada y la sscrite alcanzan una evidente corres- pondencia; pare mantener s1 acento lirico en versos que 8610 se atiensn a les puree formas gramaticeles, les bas- ta su ecusede contrapunto ritmico: Aqui se hallaba a gusto, en lo posible Para quien no parecia a gusto en parts algune, Aun cuando, ido, no quisiera ngresar, ni a varies conocidos Locales record6. Asi tratabs acaso Que lo pasadc fuera pasado rsalmsnte Y comenzar en limpio nueva steps. (RD, 255-256) En sus 61timcs libros, Con les horas contadas y Q9- solaci6n de la Quimera, e1 penssmiento est6 expresado con economia de palabras y el lenguaJe a1 deenudarse ha 11e- gadc a1 m6xima ds densidad. Una de les grandee carecteristicas de su lenguaJe Pc6tico so 01 arte de fiJar per medio de im6genes concre- tes y especificas sl ambiente circunstancial de los pos- mae pars presenter de un mode tangible contenidcs animi- cos. Deeds el primer poemita, vsmos a1 poets contemplando 1a realided del mundo que es despliega ants sus oJos. A1- Sunas veces ccn finalidad simb6lica, otras sn actitud vi- 81Onaris, e1 poets trata ds fiJar el instants d6ndole 127 cualidsdes de permanencia fisice. La intensidad de 1s per- cepci6n visual llsgs a ccnvertir a veces los elementos in- tangibles en cuerpos dimensionalee: Va 1s brisa reciente Per e1 especio esbslta, Y en las horas cantando Abre una primavera. (RD. 11) E1 aspecto m6s interesants, sstilieticamente, ds este ar- ts de captar 1a naturalsza como alge esencialmsnte vive, es la maestria de saber condenser los elementos m6s im- portantes en breves im6genes de exquisite composici6n: Ninguna nube in6til, Ni 1a fuga de un paJarc, Estremece tu ardisnte Rssplsndor azulado. (RD. 13) Se vale del simil para yuxtsponer lo subJstivo a 10 obJetivo, lc concrete a lo abstracto: Sobre el limpido abismo Del cielo se divisan, Como dichas primeras, Primeras golondrinas. (RD. 11) Deeengafic indolente Y una calms vscia, Como flor en la sombra, El suefio fiel nos brinda. (RD, 12) Esta tendencia a ccntrastar 10 concrete y lo abstractc, lo est6tico y 10 din6mice, senala Richard K. Newman, se- guir6 apareciendo a trav6s de tode su obra.41 En ”Egloga” ds E 10 a Ele is Ode, aparece per ‘3 128 primera vez una imagen continuede: Si 1e brisa estrsmecs En una misme onda E1 abandone de los tallos fines Agil tropel parses Tents rose en la fronds De cuerpos fabulosos y divinos; Rosados torbellinos De ninfas verdaderas Eh fug9 hacia el BossaJs. Aun tremulo e1 ramaJe Entre sus vueltas lucss, prisioneras De rssistente trams, Les que impidio velar con tents reme. (RD. 29) Le pesscnificaci6n de les roses come "puerpos fabulosos y divincs", como "ninfas verdaderae”, ve desde el cuarto verso hasta el final de la estrofe. E1 uso de esta class ds im6genes 10 repetir6 en poemas posteriores. La influencia dsl superrealismo en gp_giopgun amp; se msnifiests en el casi complete abandone del uso de les im6genes tradicienales, es decir, la comparaci6n o identi- ficaci6n de varies elementos que tienen eomo com6n denomi- nedor 1e esmeJanza fisica que media entre el pleno real y 01 ccrrespondisnte avocado. En vez de la imagen tradicie- nal utilize im6genes surrealistas creedss por un proceso de libre asociaci6n sin bass 16gica. Correspondsn 6stas a lo que Carlos Bousono he llamado "imagen visionaria” por- que ”la esmeJanza obJstiva entre les planes es percepti- 42 ble tres e1 esfusrzc de un sutil an6lisis." Cernuda dice que en este libro quiso hallar en poesis e1 "equivalents cOrr'slativc" a sus sentimientos.43 Probablemente e1 meJcr eJemplo dsl uso de este tipo 129 de im6genes aparece en "Ester censadc". E1 poete he que- rido sxpresar, come expone en el titulo, un estado animi- 00 ds desalientc y postraci6n y escoge la imagen del lcrc y sus plumes para deearrollar el tema. E1 lore no se iden- tifica idiom6ticamente con el censencio, ni sus plumes de brillantes colores con la languidez, pero "de todo este, que parece debsria ssr s6le negative, sale sin embargo a1 fin alge positive, y, es ello 1a propia articulaci6n, ir6- nice y sesgeda, pero aut6ntice y veraz, del censencio pro- fundo del 6nimo poetredo."44 Otra imagen visionaria que utilize con resultados parecidos aparece en "Linterne roJa". Los mendigos de que hable 1e sirven, come e1 lore de "Ester esnsadc", para sxpresar el mismo estado de 6nimo de censencio y hastio. Todo el poems sst6 montado en uns articulaci6n progresiva haste llegar a la estrofe final en que define a los men- digos comc simboloe del hastic: Mas 1as sombras no son mendigos c ccronae, Son los afioe de hastic este noche c9n vida; Y mi vida es shore un hombre mslancolico Sin saber otre cosa que su llanto. (RD. 53) En "Nocturne entre les musarafias“ y on "Come la piel", sefiela Ricardo Gull6n que ”la ins6lita utilizaci6n de les Palsbrss consiente crear im6genes nueves y extrefi'as"45 pa- re sxpresar su actitud pesimists ants la vida. La primers eItrofa de "Nocturne entre les musarafies" es un eJemplc d0 im6genes m61tiples c ecumuladas que, a primers vista, Puedsn.parecsr incoherentes, pero 1e incehersncia desaperece 130 cuando, en vez de afsrrarnos a la ccmprensi6n 16gica de les mismes, 1as vsmos come representantee ds un estado sentimental: Cuerpo ds pisdra, cuerpo triste Entre lanes come muros de universe, Identic9 a les razas cuando cumplen afios, A los m9s inecentes edificics, A 1as mas pudorcses cataratas, Blancas come la noche, en tanto la montafia Despedsza dolores come dsdos, Alsgrias ccmo uflas. (RD. 61) Todo cusnto dice elude directemante a1 posts, a su visi6n ds 1s psrmenente destrucci6n que es la vida del mundo. Es un conJuntc de fuerzae que vienen del tiempe y se van con el tiempo en im6genes inconexas que brotan de un estado animicc y llevan el cuno del sentimiento b6sice de Cernu- da de desintsgraci6n y decaimientc. Ls aliteraci6n de 1e 9 en el verso s6ptimc coopsra a la insistencia en la vi- si6n de un mundo dssconcertado y angustiada. Le 61tima estrofe es la Justificaci6n smocional que obJstiva y ra- cioneliza 1as im6genes anteriores: No saben donde ir, donde volver, Buscande los visntos piadosos Que destruyen 1as arrugas del mundo, Que bendicen los deseos cortados a re 2 Antes de dar su fler. Su fler grands come un nine. Los labios quieren ese fler Cuyo puflo, besado per la noche, Abre 1as puertes del olvido labio a labio. Partiendo ds este punto, conviene ssfialar que les im6genes visionaries continuadas originsn les im6genes m61tiples o ecumuladas. "En este ccmplicaci6n imaginative 131 --dice Bouscnc, a1 hablar ds Aleixandrs, con palabras que es la puedsn apliear a Csrnude-- interviene tambi6n no poco 1a especial fantasia del poete, inclinedo come busn . . 46 andaluz a la acumulacicn y sngarzamiento de imagenes." Su quinto libro, Donds habits el olvido, represents estilisticamsnte el abandone de les t6cnicas surrealistas y el regresc a la tradici6n po6tice espafiola: Ya no tenia necesidad del superrealismo y comenzaba a ver, por otre parte, 1a trivia- lidad, el artifi9io en qu9 degensrsba al convertirse en formula poetics. La lectu- ra de Becquer 0, major, 1a re19ctura del mismo (e1 titulo ds le coleccton es un ver- so do 1a rtma LXVI) me9oriehtc hacia una nueva vision y expresion poeticas aunqu9 todavia apareciesen en ellas, aqui o alle, algunos relampagoa7o vislumbres ds 1a mene- ra superrealista. La influencia becqueriane que se observe en este libre (adem6s del titulo), aparece desde el primer poema, la imagen becqueriana "del hierro clevado en el pecho amente, que evoca la herida del amor." Aunque 01 posts he afirmade eu abandone del super- realismo, no puede 6sts tampoco considerarss completemen- te clausurado, porque ”los rsl6mpegos c vislumbres ds 1a manera superrealista" sigusn deJando su huella en el uso de les im6genes visionaries, "fen6meno imaginative, que ' I 4 venia gestandose trabaJosemente dssde Becquer." 9 Un eJem- plo del uso de im6genes visionaries nos ofrece 01 poems VIII, donde hable de "lucss de oJos absortos"; "cielo do hierro"; "la amargura" que "da thas"; "lente entre les cadenas que sostienen la vida”; "los condensdos" que 132 "tuercen sus cuerpos en la sombre"; "mar delirants" 1s- vantando en su sonido "1as else do un dies p6stumo". Les im6genes en Invocaciones son del mismo tipo que les ds ggimegas Poesias y Egloge, ElegiaI Oda. Deeds sus comienzos, Cernuda moetr6 especial talento en la construc- ci6n ds 1as im6genes, que es carecterizaron en sus prime- ras obras por la claridad y precisi6n de su significado, pero carecian del elemento de sorpresa que es pracisamen- te lo que presta fuerza y eriginalidad a la imagen. En sus libros superrealistas aparece e1 elemento sorprendente, pero s1 superrealismo, al impedir 1a coherencia l6gica del discurso, proporcion6 a sus im6genes un fondc oscuro e imprecise. En Les Nubes, en cambio, se combinan 1a fres- cura y espontansidad de sus primeros libros, Junto con la original elscci6n de les palabras que hace que sus im6ge- nes seen sst6ticaments m6s eficaces. Uno de los procedimientos que 01 posts contin6a usando, es la oombinaci6n de le met6fore con el simil: La prof6tica Estrella, que nacisndo ds 1as sombras Pure y clara, trazara sobre el cielo, Tal sobre fez etiope uns 16grima... (RD, 167) Le sorprendente no previene del simil en si, la comparaci6n de una estrella con una 16grima, sino ds la met6fore que va implicita en la scuaci6n del pleno real "noche” (implicita en esta estrofe) con s1 plane svocado "fez sticpe". Imagen atrevids, a la que la quits agreei- vidad el comparative "tel". 133 Otro procedimiento que mantisne a trav6s de toda su obra, es la yuxtspoeici6n de elementos abstractos y elementos concretos: Agua esculpids eres, Musics helada en pisdra. (RD, 181) Mst6fora sorprendente por su oombinaci6n sinest6sica y por su eparsnte falta de paralslismo entre los dos ele- mentos ague y m6sica; con el agua, e1 posts hece une abs- trecci6n, como la de la m6sica. La pisdra, con su signi- ficado ds dursza, es s1 elemento concrete sobre el que yuxtspone los doe elementos abstractos. En ambos eJemplos 1a imagen alcanza una complica- ci6n interns, come finalidad pare transfigurer la reali- ded, per contagio entre los diversos planes de que consta. En sus libros posteriores, el uso de les im6genes es cada vez menos frecuente. E1 uso ds los recursos literarios es inicia deeds Primerss Pcesias, aparecen en mayor n6mero y con mayor complsJidad en los libros superrealistas y deceen a par- tir de Las Nubes. Este libro, s6ptimo de La Reelidad y el 29992, marca el comienze de la madurez lirica del poete. Su poesis pierde e1 ssplendcr verbal, 0 come 10 llama e1 poete "garruleria y ampulosided",50 la sensualidad es m6s contenids, 1e palabra es m6s sobria, m6s austere y esen- cial y es carecterize por un logicismo crecisnte. La reiteraci6n, procedimiento po6tico cuyo uso habie 134 sido muy modsrado haste Qg_£io, un smog, sst6 empleads aqui con insistencia. En "Sombras blancss", la reitera- ci6n es relativamente ssnoilla; consists 8610 en la repe- tici6n de palabras o frases para frenar la vslocidad ex- presiva: BaJo la noche el mundo silencioso naufraga; B9Jc la noche rostros fiJos, muertes, se pisrden. Solo seas sombras blancss, oh blancss, 8 tan 9 blancss. La luz tembien de sombras, pero sombras azules. (RD. 42) En "Cusrpos en pens", 1a reiteraci6n ee independiza de la sintaxie y sirve para darle 6nfasis a les im6genes: Azulada sonrisa asomando en sus ondas. Sonrisee, oh miredas alegres de los labios; Miradae, oh sonrises de la luz triunfante. (RD. 43) Emplss tambi6n la reiteraci6n "para crear una tensi6n en el poems que luego se cumple producisndo un gran sfecto po6tico (v6anse para 0110 Come e1 viento y Todo este per 932;)."51 Pero el eJemplo m6s caracteristicc se encuentra, quiz6, en "Estoy cansado". La reiteraci6n aqui constituys e1 simbolo de la monotonia de la vida humans: Asi, empszahdo por s1 princtpio, --escri- bs9Juan Ferrate--, 1e repeticion de la expre- s on "ester cansado", 1a cusl, sin contsr e1 t tulo, aparece siete veces en caterce versos (custro ds ellas on forms p9reona1, en versos altsrnos y en poeicion anafcrica, y 1as otras tree on forms infinitive, y que todavia en 01 v. 10 ee presents baJo otr9 forms pero e si con las mismas palabras (mas canesdo eer a). parses, ya deeds s1 primer verso, e1 cusl adop- ta un airs ds descripcion magistrsl, que es Justifica por el intento reiterado ds afiadir nuevos resgos e la formulacion adscuada de los 135 que la expresi6n denote; y, sin embargo, dicha repeticion insistente no tiene a1 fin mas va- lor us el de ser eigho de per si del mismo heat o que 1a9expresion describe, sin qu9 re- presents ningun progrsso en la descripcion propia del hastio.5 En los stmplos citados ss hace evidente 1a impor- tancia de este procedimiento en Un riop un amor, come fre- no ds 1a vslocidad expresivs, como medio de hacsr resaltar 1as im6genes m6s importantes, para lograr un sfscto po6ti- ce y por su valor simb6lico. Finalmente 1a reiteraci6n pe- ri6dica ds ciertee sonidos, vocablos o eetructuras ocupa en el verso libre el lugar de los acentes, dando la impre- si6n de un conJunto arm6nico: Fatiga de ester vive, de ester muerte, Con frio en vez de sangre, Con fr o que sonrie insinuado Per 1as aceras apagedas. (RD. 44) Su tristeze errebunda per la tierra, Su tristeze sin llanto, Su fuga sin obJsto. (RD. 45) La an6fors, una de les tradicienales formas de rei- teraci6n, es caracteristioa de Los placeres prohibidos. En "To quiere", 01 poems enterc est6 determinado per in- tensificaciones anaf6ricas que contisnen una serie de sle- msntos semeJantes en una disposici6n paralelistice. La re- petici6n anaf6rica do "Te 10 he dicho" aparece eeguida de elementos semeJantes: s1 viento, e1 sol, 1as nubss, 1as plantas, el agua, el miedo, 1a alegria, e1 hastic, la muer- te y el olvido. Empieza con elementos naturales primigenios 136 y pass a elementos abstractos. Sorprsnds 1a ordsnade dis- tribuci6n de este poema en medio de la eparsnte enerquia utilizada per Cernuda en sus poemas surrealistas, pero es que en Cernuda la volunted artistica siempre est6 latente baJo el esfusrzc de intansificaci6n smocional de la pala- bra. En este ceso ls an6fora y el paralelismo son los ms- dios de que es vale para incrementar la smoci6n. En la siguiente colecci6n, el verso de B6cqusr, "Donds habits e1 olvido", inicia sl primer poema, ylla descarga expresiva producida contin6a transmiti6ndose con la cu6drupls an6fora ds la palabra "donde". E1 sfecto asi logrado se confirms a1 repstirse s1 verso complete a1 fi- nal del poema: Donds Donds Donde Donds Donds Donds habits el olvido, yo 3610 see mi nombre deJe el deeec no exists. penes y dichas no seen m6s que nombres, habits e1 olvido. (RD. 87) Otra forma de reiteraci6n que use con frecuencia se la anumeraci6n. En el primer poema de Los placeres proh - bidos, "Dims c6mo nacisteis", la anumeraci6n ca6tica es el medic empleado pars alcanzar una mayor elevaci6n de tono, 137 que se produce debide a la cadena de mst6foras ds efecto dram6tico: torres de espanto, smenazadoree berrotes, hiel descclorida, noche pstrificada. Y m6s adelante: solsdades altivas, coronas derribadas, libertadas memorables, mente do Juventudes. Este recurso se repite en "El mirlo, 1a ga- victa": E1 mirlo, 1a gavicta, E1 tulipan, 1as tuberosas, La pampe dormide en Arg9ntina, E1 Mar Negro come despues de una muerte, Las nifiitas, los tiernoe nifios, Les Jovenes, s1 adolescents, La mqur adults, el hombre, Los ancianos, 1as pompas funebres, Van girando lentaments con el mundo. (RD. 78) La correlaci6n de tipo progresiva 1a sefiele Carlos Bcusofio on "Come leve sonido", tambi6n de Los placeres prohibidos:53 La pluralidad progresiva e9 normal y est6 colocade en el versiculo decimcoctavo, tri- msmbrs perfecto: "me roza, me bssa, me his- re”. "Rosa" la progr9sion de "caricia" y ”hiere", 1a pregresion de "desee"; "hoJa que me roza, caricgz que me bees, fugaz desso que me hiere". El complsJo artificio correlative que carecterize a1 poe- ma, eet6 ya bien leJos del surrealismo y m6s cercs ds la influencia becqueriana, tan fuerte en la siguiente colec- ci6n, Donds habits e1 olvido. E1 regresc a les t6cnicas tradicienales, que carac- teriza este libro, la sefiala Bousono a1 astudiar la corre- laci6n en 01 verso libre de Luis Cernuda: "Pero lo que nos sorprende --dice Bcusofio--, lo que ya no ssperariamos es 138 que en el vsrsiculo de Cernuda existen rsiteracionss de tipo tredicional." Y todavia m6s categ6ricsmente afirma: "Per 0110, un poema como s1 que lleva en ponds habits g; olvido s1 n6mero XVI nos asombra, y m6s si pensamos que ese libro no sst6 muy leJano, en la t6cnica, del revolu- cionario superrealismo."55 El artificio correlative aparece m6s complicado a6n en 01 poems IV por la contrapoeici6n del pret6rito inde- finido "Yo fui" con s1 pret6rito perfecto "He sido". "Yo fui” inicia una gradaci6n ascendents: "columns ardisnte, lune ds primavera, mar dorado, oJos grandee", una enumera- ci6n escalonada que alcanza eu punto 6lgido en el centre del poema: "cant6, subi, fui luz un dis“. Todo lo cuel coincide en marcar une misme direcci6n, el ansie de amor sxprseada implicitamente en lee divsrsas im6genes. Con el verso "arrestredo en la 11ama" comienze 1a gradaci6n des- csndente en uns escels que va de la llama al viento, a la sombra, a lo negro, la p6rdide de la eeperanza. "He sido" oierrs drem6ticamente s1 ciclo de su complete fre- caso. E1 procedimiento emplsedo es una de les particula- ridades m6s notables del estilo de B6cqusr, correlaci6n y paralelismo en s1 mismo poema y tiene tambi6n reminis- cencias de la poesis berroca. La psreonificaci6n es un recurso po6tico favorite ds Cernuda deeds Primerss Possiae. La psreonificaci6n del airs, del agua y de la luz impiden que en visi6n de la naturaleza sea la descripci6n p16etica de un cuedro. La 139 naturaleza es el punto de partida hacia el encuentra del poets consigo mismo por su capacidad para despertar los ssntidos del hombre a la hermosure del mundo y a la fuga- cided de la vida: Mas el tiempo ya tasa E1 poder ds esta hora; Madura su medida Escape entre sus roses. (RD. 24) En un poema titulado "Nevada", ds Un rio, un smog, 1s per- sonificaci6n se "visioniza" como dice Bousofio:56 Los 6rbol9s abrazan 6rboles, Una cencion besa otre cancion; Per los caminos de hierro, Pass e1 dolor y la alegris. E1 poete "es un gggador absolute que no ggg3590 integprets 1s neturalsza, la vida, sino que, el rsv6s, la gggg, in- ventando una realided inexistente.”57 Arboles que abrazan 6rboles o canciones que se besan mientras el dolor y la alegria pasen en caminos de hierro son cosas ins6litae o imposiblss, pero representan un mundo po6tico misterioso que es msnifiests a trav6s de la intansificaci6n smocional de la palabra. En casi todos sus poemas use la antitesis. A menudo aparece contraids en un especic breve, convertida en una disonancie 16xica: "limpido abismo", "sombre lucisnte", "nube impure", "mude melodis", "re16mpago de nieve”. Esta uni6n de dos ideas que en realided se excluyen (oximoron) es un complicado recurso setilistico pare sxpresar complicados 140 estados de 6nimo. Aperacs con frecuencia en el lenguaJe mistico: "m6sica callada", "soledad sonora", dice San Juan de la Cruz, posts por el que Cernuda sinti6 una gran admi- raci6n. E1 hip6rbston es frecuente en Cernuda, pero cuando aparece ss tan leve que no dificulta 1a claridad del pen- semiento: Almohada, alas ds plume De los hombres en repose. (an. 13) Buscande se ir6 e1 presents De roses hecho y do penss (RD, 22) Salvador Fern6ndez Ramirez, a1 estudiar el uso del hip6r- baton en Cernuda, encuentra que aparece en su modalidad menos frecuente y m6s ret6rica, cuando e1 complemento pre- cede sl equto. Cite tres cases en que este ocurre, en la tsrcera parte de "La adoreci6n de los Magos":"En 1a irrup- ci6n del die, una respuesta dande" (RD, 172); on s1 poema "Apologia pro vita sue“: "S610 rests decir: me pesan los pecados / Que 1a ocasi6n o fuerza de cometer no tuvs" (RD. 206) y en el poema "El C6sar": "iAcaeo a1 cuerpo ds que se goza / Una torture no imponemos?" (RD, 275).58 La sinestesia es otro recurso que use, rasgo esti- listioo que hereda de la poesis rom6ntica y simbolista: "El p6Jaro en su rams melodiosa" (RD. 33). Considersci6n especial merscs e1 encabalgamientc, unc de los procedimientos m6s significativos que use para 141 darle fluencia y musicalidad a1 verso: Estremece tu ardisnte Rssplsndor azulado. (RD. 13) El sdJetive "ardisnte" termina un verso, y su suetantivo, "reeplandor", comienze e1 siguiente, lo que oblige a dis- minuir 1a vslocidad del peso ds un verso a otro, prolon- gando 1a mslancolia. La t6cnica nueve de la expresi6n po6tice ds HBlder- lin 1e impulse hacia hellazgos persensles: A partir ds 1a lecture de H31dsrlin habie comenzado a user 9n mis composiciones, de manera cada vez m6s evidente, e1 "enJabe- ment", 0 sea el dsslizarse la frees de unoe versos a otroe, que en castellano creo que se llama encabalgamientc. Ese me conduJo poco a poco a un ritmc doble, a manera de contrapunto: e1 del verso y el ds la frees. A veces ambos pueden coincidir, pero otras diferir, siendo en ocasionse mas evidente e1 ritmc del verso y otras 01 de la frees. Este ultimo, e1 ritmc de la frees, es iba imponiendo en alguhas composiciones, e manera que, p9 re 0 dos inegpertog pod s prestar a aquellss sire anomalo. 9 En la siguiente estrofe de ”La visits a Dice", to- dos los versos aparecen sncabalgados, destruyendo asi su ritmc habitual, disponi6ndoes en un ritmc distinto, con lo que el poete dispone de recureos siempre rsnovados pa- ra 1a adecuaci6n del ritmc con la representaci6n corres- pondiente: 1 Per mi dolor comprendo que otroe inmensos sufren 2 Hombres callados a quienes- falta s1 0010 3 Para erroJar al 01010 su tormento. Mas no puedo 4 Copier eu en6rgico silencio, que me alivia 5 Este consuelo de la voz, sin tisrra y sin amigo, 142 6 En la profunde soledad ds quien no tiene 7 Ya nada entre sus brazoe, sino e1 airs on torno, 8 Lo mismo que un navio e1 aleJarss sobre el mar. (RD, 148) Aqui hay encabalgamientc muy claro entre los versos 1 y 2, 2 y 3: 3 y #9 4 y 5 y 6 Y 7: Por mi dolor comprendo que otros inmensos sufren Hombres callados a quienes felts e1 0010 Para arr019g9 a1 cielo su tormento. Mas no puedo Copier su en6rgico silencio, que me alivia Este consue10.................................. O O O O O O O O O O O O O O C O O O O O O O O 0 En la profunde soledad de quien no tiene Ya nada...OOOOOOOOOOOOOOOOOOOO0.0.0.0... Menos vigoroso entre los versos 5 y 6 y 7 y 8: Este consuelo ds la voz, sin tisrra y sin ami 0, En la profunde soledad.......................... Lo mismo que un navio........................... El v. 1 es un sleJandrino, 0 sea, dos versos heptasilabos; 01 v. 2 tiene docs silabes, pero sin ritmc formal de divi- si6n en hemietiquios; sst6 compusetc te6ricamente ds dos versos: "Hombres callados", de cinco silabes, y "a quienes felts s1 ocio", de siets, imperee por tanto, es decir, de la misma familia ritmica; 01 v. 3 consta de quince silabes y est6 formsdo per dos versos, un heptasilabo, "Para arro- Jar a1 cielo", y un octosilabo, "su tormento. Mas no puede"; sin embargo, si leemos s1 verse 3 haste donde aparece la pause, hay un perfecto sndecasilebo en "Para arroJar a1 cielo su tormentc". El v. 4 tiene trece silabes, pero si es lo une sl "Mas no puedo" del verso anterior, results un sleJendrino: "Mas no puede copier su en6rgico silencic". 14} En este caso, como en el anterior, se busca una evidente musicalidad. El v. 5 es de quince silabes, pero esta com- puesto por otros dos: "Este consuelo de la voz", que por sf mismo es un eneasilsbo; el ritmo imper ten musical no decee. El v. 7 tiene trece silabes. Este tipo de verso fue usado como muy musical por Ruben Dario y Antonio Machedo; se puede desoomponer en un verso trisilabo "Is nada" y, hacienda hieto entre a y‘g, en un sndecasilebo ecentuado en ouerte y octave, verso edonioo que intensifies la musicalidad. Por otre parte, este verso tiene estructura yambics. El ultimo verso de le estrofe es de quince silabes, pero es compone de estos dos versos: "Lo mismo que un nevio", heptasilebo y "el eleJerse sobre el mar", eneesilebo; el verso es extraor- dinariemente musical. El ritmo total, contendo con los encabalgamientos e que elude Cernuda, eerie de otre forms, presumiblemen- te lo que ‘1 dese6: Por mi dolor comprendo 7 que otros inmensos sufren 7 Hombres callados 5 e quienes felts el ocio 7 Para arroJar al cielo su tormento. ll Mes no puedo copier su energico silenoio que me elivie Este consuelo de la voz, sin tisrra y sin amigo, 7 egudo 7 4 9 7 En la profunde soledad 9 aguda 5 3 l 7 9 sgudo de quien no tiene Ia nada entre sus brazos, sino el sire en torno 1 Lo mismo que un nev 0 e1 eleJerse sobre el mar egudo 144 L0 unico que perece disonar en este oombinacion de impares es la expresion en el v. 4, "que me alivia", pero todo es- te verso puede dacirse que tiene une indudabla estructura yambice: Copier su enérgicg silencio, que me alivia oo oo oo oo oo oo Tode ls estrofe, sirviéndose de los encebelgamientos, tiene una ermonia excepcional, 1e ”musics callada“ o ritmo interior a que se refiere Cernuda: "Si en el verso hay mu- sice, mi preferencia se orienté hacia la musica callada del mismo."6O Seguira usendo este tipo de encabalgamiento que le presta e la estrofe un ritmo peculiar interior, de gran musicalidad, sin que le melodie aperezce superimpueste. En uno de los poemas en prose de Los placeres proh d Riggs, Cernuda ecoge une nueve técnice, e1 desdoblemiento del yo poeticc, "que permits el discurso lirica surgir como un monolOgo o, si se quiere, como un dialogo dramatico."6l El poema es cuestion es "Estabe tendido”; aunque todavia en embrion, se ve aqui el efen del poete de crear otro "yo“ que no cs 51 mismo, sino su dobls: "De mi mismo recorte otre sombre, que 3610 me sigue e le mefiene.“ (RD, 70). Igual técnice continue usendo en otroe poemas en verso y en prose de la misme coleccion, pero con el uso de une segunda persona, de un "tu", que ya epunta e une mayor "otredad". Ejemplos de este ”t6" puedan verse en: "DEJeme este voz", "De que pals", "Sentado sobre un golro de sombre”, "Tu pequefle figure”, "Tienes la mano ebierte" 145 y "Vela sentado". Con "He venido para ver", cierra el pos- ta le coleccion y con sl uso del "otro" muestre la perple- Jided acercs de su propio destino. En les tres primerss sstrofas el poete, como sujsto hablante, con tode claridad merce e1 hecho de sncontrerse vivisndo a trevés de la sna- fore: "He venido para ver". Le cuarte estrofe le comienze de igual manere, pero en el verso tercero es ye un "He vs- nido pare espererte" que indice la inclusion ds una segun- da persona que puede ser la muerte o su otro "yo". Termina dirigiendose a unos ”dulces emantes invisibles" que como pertes do sf mismo debsn aguardsrlo por si acaso puede rs- greser. Le tecnica de le creacion de un doble esta ya com- plstemente deserrollsde en "El joven merino" de Invoca- ciones. "En la imagen del doble --escribs Octavio Pez--, siempre reflejo intocable, Cernuda se busca e si mismo pero tembien busca el mundo: quiere saber que exists y que los otros sxisten."62 Otro aspecto interesants del poema es su estructura narrative. "Luis Cernuda --dice Bousofio--, concibio el poema como rslato antes de que ssto se convirtiese en un habito expresivo de la nueve "63 Esta nueve técnica permanecera a lo largo ds poetics. los afios constituyendo una caracteristics esencial de su estilo poeticc. El poema consists basicamente en la descripci6n del suicidio de un joven que es erroje al mar, pero todos los elementos que lo componen, estan combinedos simbolicamente 146 para desarroller el tema esencial del mismo: el amor como sbstraccion es inmortal, pero la muerte es lo unico cier- to como culminacion de todo destino humano. La directs personificacién del amor en el joven merino es 51 mismo, e1 doble con quien dialogs como simbolo de la juventud y la belleza y unico digno del sublime secrificio ds la pro- pie destruccion: Y cuan dulcs sera roder, igual que tu, del otro ledo, en el olvido. Asi tu muerte despierte en mi el desso de la muerte, Como tu vida desperteba en mi el desso ds la Vida. (RD, 122) La influencia que la poesis inglesa ejercio sobrs su obre, 61 mismo 1e reconoce cuando dice que los poetas inglesas ls ensefieron e sviter la declamacion y a lOgrar une expresion mas concise. Cernuda encuentra plasmedas en los poetas inglesas tendencies que van a contribuir el scsndramiento de su poesis: Aprendi e sviter, en 19 posible, dos vicios literarios que en ingles se conocen uno, co- mo "pathetic gelleoy' (creo que fue Ruskin quien le llemo asi), lo que pudiera tredu- cirse como engafio sentimental, tretando de que el proceso de mi experiencia se objeti- vara, y no deperess solo,al lector su resul- tado, 0 sea, une impresion subjetive; otro, como ”purple patch" 0 trozo de bravura, le boniture y lo superfino de la expresion, no condescendiendo con frases que me gust ran por sf mismes y sacrificendoles a la’l nee del poema, a1 dibuJo de la composicion. Ya ss recorders como, en general, mi instinto literario gendia e prevenirme contra ries- gos tales. 4 Quiza lo mas importente due el poete eprendio de le 147 poesis inglesa, y particularmente de Browning, fue el uso de la poesis dramatice. Al comenzsr su traduccion de "Una tocete de Galuppi" de Browning, Cernuda define la poesis dramatice como "fluctuecion y aJuste incesante de la pale- bre para trezer con ella los movimiantos del penssmiento y de la pasion en la hondura del ssr humano." Coleman encuentra que en "La fusnte" ya aparece un intento de proyscter fuera y objetiver la voz del poete. El poete no es el que hable: lo que el lector escucha es 66 Major deserrollsde, la tecnice spe- le voz de la fusnte. recs en "Rssace en Sensuefla", con su significativo subti- tulo "Fregmsntos de un poema dramatico". Pero es en "Laza- ro" donde encuentra por primers vez les mascaras, "perso- nae”, que le van a servir pare sxpresar su propia reeli- ded, su verdad. Cernuda se siente setisfecho de este poe- me, "una de mis composiciones preferidas --dice--, quiso sxpresar equella sorpresa desencenteda, como si, tres de morir, volviese otre vez e la vida."67 Aunque es en ”La adorecion de los Magos" donde la nueve t6cnica alcanza su culminacion. En la presentaoion de les tres posiciones filosofices ds los reyes, Cernuda busca ehonder en si mis- mo y expreser su conflicto. Al objetivsr en la poesis sus propies experiencias, Cernuda logre crear tres verdedsros personejes dremétioos. "Ls adorecion de los Magos" --escri- be Gullon-- es un drama sintetico, con sus psrsonaJes, y la voz del poete sustituyendo a1 coro de le tragedia grie- ge, comentando Y resumiendo e1 acontecimiento."68 148 En "Quetzalcoetl", de Como quien espera el alba, repite esta técnica, la trasposicion personal, 1e inser- cion en la vida ds personajes historicos, aunque todavia en este poema no llega e desaperecer completemente el els- mento subjetivo tres la mascara 0 "persons", como sucsdere en poemas posteriores. En su enssyo sobrs Gide, Cernuda dice: "Le tesis de Corydon so debate on forms de dialogo, forms que pare un penssmiento como el de Gide, a veces en oposicion dielec- tics consigo mismo, results adecuade."69 En este lines dsfinide del dialogo dramatioo puede situerse “Noche del hombre y su demonio". Ls tendencia e la objetivacion alcanza su complete evolucion con "Sills del rey" y "El Cesar". Les "personas" constituyen, efirma Cernuda en su enseyo sobre Yeats, "un erma pare defendernos y que no nos hagen defio, algo inter- puesto entre la vida y nosotros."7O Tanto Felipe II como el Cesar son para Cernuda el "anti-yo": le sirven pare liberar sus emociones, y desde este poeicion muestre una sums ds cuelidadas negatives en sus personajes como vehi- culo edecuedo pare uns satire de sus puntos de vista. En "Luis de Baviera sscuche Lohengrin", de Desola- cién de la Quimera, reaperece el uso de le mascara. "Al hablar del rey --dice Octavio Paze-, Cernuda hable de 81 pero no para si; nos invite a contemplar su mito y rspe- tir su gesto: el autoconocimisnto por la obra ejena."71 El poema es una especie de monologo interior del monarca, 149 en que el poete perece retirarss a un sagundo pleno y li- mitarse a reproducir 1as amociones del personajs. Este procedimiento, con el que Cernuda llega e la mas cabal obJstivizecion, lo explica Jose Olivio Jimenez con las siguientes palabras: Se esta asi ente otre forms, acaso la mes logreda desde el punto de vista del poema, ds plesmar 1e emocion personal. Los nombres o situaciones esCOgidos, colocados ya de por si en el tiempo, con une distencie cronolo- gice o legendarie y con une imitacion espe- cial determinades, hacen dif cil, por no de- cir ebsurde, la efusion sentimental, el sub- jetivismo e ultranze, aunque el aliento hu— meno y vivo no se enrarezca ni se evapore. Cuidess de penser que se trete de meras evo- caciones, el menos del tipo ds evocacion descriptive al uso. Cernuda hece vivir su personaje desde dentro, y desde un tiempo que no es el suyo a la vez, con lo cuel pus- de intercembier, 0 major identificer, lo que podrien llamarse ideas y sentimientos perso- neles, es decir, del autor, con aquallos 938 obJstivos que el tema escogido demandere. Los personajes que Cernuda cree, como los del tea- tro, son seres que tienen una sxisteneia autonoma y con el uso de este técnice el posts se ve obligado a hablar y e ectuar como lo haris alguien distinto de lo que 61 es. Asi, la creacion de los personajes dramaticos es el ultimo peso en un largo proceso de ahondamiento en si mismo pare alcanzar la fusion del artiste con su tiempo y con su mundo. NOTAS lManuel Altolaguirre, "A Luis Cernuda (Homen9je en dos voces)", C6gtico, ag9sto-noviembrs 1955, 2da. 6poca, Nums. 9 y 10, Cordoba, peg. 9. 2Luis C9rnude, Estudios sobrs poesis espafiole con- tempor6nee, peg. 19. 34°95 F- Cirre, Eorme y espiritu de una lirica espa- nola, peg. 125. 4C69er Gonzalez Ruano, Antolo {a de oetes es afioles contempor6neos en lengua casteIlena (Barcelona, 195E), Page 537- SRicardo Gull6n, "La poesis de Luis Cernuda" , Asomen- te, peg. 34. 6Pedro Salinas, Literature esgafiola siglo XX, p6g. 221. 7Carlos Persgrfn Otero, "Le poesis de Luis Cernuda" (tesisano publicads, University of California, 1960), peg. 5 . 8Luis Cernuda, Possia y Literature, p6gs. 240-241. 9"Mi sm9r y mi admiraci6n hacia Garcilaso (el poete eepefigl que m6s qu9rido me es), me llevaron, con algun9 aiici6n de Mallerm6, e escribir la Egloga..." Ibid., peg. 2 l. 10Amado Alonso Possia y estilo de Pablo Neruda (Bue- nos Aires, 1940), peg. 73. 11Luis Cernuda, p6g. 246. 12T9m6s Navarro Tom6s, M6trice espanole (New York, 1966), pegs. 443-444- 13Francisco L6p9z Estrada, M6trice espafiola del siglo XX (Madrid, 1969), p6gs. 95-99. 14Luis C9rnude, Estudios sobrs poesis espanole con- tem or6nee, p6g. 126. 15Luis Cernuda, Possia 1 literature, p6g. 246. 150 151 l6Francisco L6pez Estrada, p6g. 87. 17Ibid., p6gs. 87-101. 18 19Luis Cernuda, p6g. 277. 20"...crso que siempre ha sido 9onstente en mis v9r- sos, aunque e intervalcs, 1a apericion del poema-cencion." Ibid., peg. 246. 21 Luis Cernuda, p6g. 252. Jos6 Olivio Jim6nez, p6g. 59. 22 23 24 ggig., p6g. 201. Ricardo Molina, p6g. 37. Luis Cernuda, p6g. 240. 25Jos6 Marie de Cossio, Possia ssgafiola (Notes de esedio), Buenos Aires, 1953. peg. 1 3. 26Ricardo Molina, "L9 conciencia tr6gica d9l tiampo clava esencial de 19 pose a de Luis Cernuda", Centico, Numao 9-10, 1951' pas. 39. 27Wolfgang Kayser, Inter re aci6n an6lisis de la obra literaria (Madrid, 19615, peg. 193. 28 Octavio Paz, Cuadrivio, p6g. 172. , 29Jos6 Luis Cano, Le poesis de la generaci6n dslfgl, peg. 247. 3oIbid., p6g. 250. 31 32V6anse tambi6n e1 verso 13 de "Estoy censado" (RD, 48), e1 verso 18 do "No intentemos el amor nunca" (RD, 52) y los versos 6 y 17 de "Linterna roja" (RD, 53). 33 34 Ricardo Molina, p6g. 38. Luis Cernuda, p6gs. 245-246. Ibid., p6g. 246. ,BSJoaquin Gonz61ez Muele, L9ngue19 po6tico de laggene- racion Guillen-Lorcs (Madrid, 1954}, peg. 142. 361bid., p6g. 146. 37Pn111p Silver, p6g. 68. 152 38"Este dsclivs hacia niveles que podriemos denominar prosaico, as pets te en algunos poemas de Cernuda", Salva- dor Fernandez Ram re , "Forms y sustancia lirica",’Elemen- tos formsles en la lirica actual (Madrid, 1967), psg. 51. 39Octavio Paz, p6g. 182. 40"Campoamor ha pasado a ser para nosotros, aunque no se 1e lea (porque supongo que hoy nadie lo lee), e1 poets prosaico por excelencie, y su expresion y lenguaJe por ejemplo d9 vulgaridad. Sin embargo, al Juzgarle asi se 01- v ds su merito principal: haber dest9rredo de nuestra poe- s a el lenguaJe preconcebidamente poetico. Es una terse que debs realizarse continuamente, pu9s si no sl lenguaJe es anuilosa, resultand9 inegicaz y sun perjudicial para todo intento de expresion poetics. Siempre ocurre que los 'amateurs' usen en versos dstermigadas palabras y asocia- c ones de palabras que Juzgan 'poeticss' porque lss hen 0 do y leido innumerables veces en versos ejenos y porque ellas de por si les psrecen 'bonitss': como 'cisne', 'mu- Jer', 'perla', 'rose' 0 'amor infinito', 'bslleza sterna', etc., que no son’sino unos pocos ejemplos ds ese lenguaJe cuys eficacia poetics e1 aficionado (y la mayoria de los poetas results compuests de simples aficionados) no pone en dude... En eso consists e1 valor historico ds Campoamor, en heber d9stsrredo de nuestra poesi9 el lengusj9 supues- tamente poetico que utilizaron neoclasicos y romantico9", Luis C9rnude, Estudios sobrs poesis espafiols contempgga- 222. page. 35-36. 41Richard K. Newman, "Primerss poesies", Ls Cafie Gris, peg. 98. “—“‘- 42Carlos Bousofio, gegrisgge 1e expresi6n po6tice. (Madrid, 1970), Se. edicion, peg. 168. 43 44J9an Ferret6, Qin6mice de la poesis (Barcelona, 1968), peg. 340. 45 Luis Cernuda, Poesisy Literature, p6g. 242. Ricardo Gull6n, p6g. 41. 46Csrlos Bou9ofio, Le poesis de Vicente Aleixandre (Madrid, 1956), pag. 1790 47 48 49 50 Luis Cernuda, p6g. 251. Jos6 Luis Cano, p6g. 209. Carlos Bousofio, p6g. 226. Luis Cernuda, p6g. 253. 153 51Derek R. Harris, "Ejemplo de fidelidad poética: e1 superrealismo de Luis Cernuda", Le Cafia Gris, peg. 105. 52Juan Ferraté, peg. 339. 3 Carlos ’Bousofio squivocadsmente incluys este poema en la colecci6n Un rio1 un amor. Dameso Alonso y Carlos Bousofio, Seis calas en la expresi6n literaria sspafiols (Madrid, 1963), page. 259-260. 55Ibid., peg. 257. . 56Carlos Bousofio, Teoria de la enpresi6n¥poetice (Madrid, 1970), 5a. edioién, peg. 168. 57Ib1d., peg. 138. 58Salvador Fernandez Ramirez, page. 48-50. 59 60Ibid., pég. 267. 61 62 63Carlos Bousono, Teoria de la expresi6n Tpoetica, peg. 311. 64 651b1d., pég. 11. Luis Cernuda, peg. 266. José Olivio Jim6nez, p6g. 58. Octavio Paz, p6g. 177. Luis Cernuda, pag.26l. 6Alexander Coleman, peg. 90. 67Luis Cernuda, p6g. 260. 8 . . Ricardo Gullon, peg. 61. 69Luis Cernuda, p6g. 143. 70 71 72 Luis Cernuda, Possia 1 Literature II, peg. 178. Octavio Paz, pég. 201. José Olivio Jim6nez, peg. 57. CAPITULO IV LOS SIMBOLOS (I) "Pour deviner l'ame d'un poete, ou du moins se prin- cipals préoccupetion, chercnons dans ses oeuvres quel est le mot ou quels sont les mots qui s'y representent avec le plus de fréouence. Le mot traduirs l'obsession."l Estes frsses ds Baudelaire contienen un principio de interpreta- ci6n que vamos a aplicar a la poesis de Luis Cernuda para treter de lleger al dsscubrimiento de su mundo espiritusl. Ls insistencia de Cernuda en unos pocos pero intensos te- mas permits descubrir los puntos esenciales de sus comple- Jos estados animicos. Se trata de palabras claves que al repstirse adquieren un contenido cada vez mayor (no hori- zontalmente, sino en profundidad) de una peculiar expre- si6n emotive del penssmiento, que les convierte en simbo- los. Ls palabra simbolo derive del latin "symbolum" y Sets del griego (JrGolc>V . Segfin e1 diocionario de la Reel Academia, en su primers acepci6n, signifies: Imagen, figure 0 divisa con que materialmente 0 de palabra se represents un concepto moral o intelectual, por algune esmeJanza o corres- pondencia que el entendimiento Bsrcibe entre este concepto y equella imagen. En la svoluci6n del concepto de simbolo, podemos distinguir dos esferes, es decir, dos niveles de signifi- caci6n. Se suele llamar simbolo a todo objeto cuya presencia 154 155 indice o evoca ls sxisteneia de algo, de un slgo que 6ni- camente represents un producto final de la trensformeci6n mental de la realided percibida por los sentidos. Seg6n esta acepci6n, el simbolo es un signo verbal ssociado a1 mundo material a través ds la mente humans. Wimsatt lo llama "signo-simbolo (symbol-sign)".3 Pero exists un sen- tido mas profundo de la palabra "simbolo", cuando as re- fiere a la poesis, que implies un modo especial de perci- bir representaciones de cosas sbstractas o concretes y que Wimsatt llama "simbolo-palabra (word-symbol)".4 Es este 61timo sentido sl que vsmos e referirnos. Para Dameso Alonso, en la creaci6n del simbolo p06- tico, lo mas importanta es el sentimiento: El simbolo,..es uns profunde sima de intuici6n estelar, vertice el mas alto d; is creacion ar- tistica y a la par su,vsnero mas soterrafio... Necido de uns intuicion profunde y oscura, emi- te a la vez imsgeges; pero estas no tienen co- rrespondencis a,terminos de realided, sino que estan ligadas solo s1 simbolo mismo "por una espeois’de logica interns"; es decir, que tie; nen en el mismo su necesidad y su justificacion.5 Hellek y Warren creen que semanticamsnte imagen, met6fore, simbolo y mito se superponen: En teoris literaria parece conveniente que la palabra (simbolo) se emplee en este sentido: en s1 ds objeto que refiere, que remite,a otro objeto, pero que tambisn reolama atencion pgr derecho propio, en calidad de presentacion. Juan Ferraté opina que en 61timo término todo poema es simb6lioo: Entegdemos por simbolo, con Hegel, la represen- tacion por medio de uns realided visible (en 156 sentido propio o figurado, para los 0308 de la imaginecion) de un sentido espiritual del cusl e1 simbolo en ciarto modo participe en sus resgos intuibles. Carlos Bousofio considers el simbolo muy cercsno a les ima- genes visionaries y a las visiones: El pleno real sobre el que se halls e1 sim- bolo montado no es unca un objeto material, sino un objeto de " ndole espiritual". En consecuencie, a,menos que el poete mencione en la composicion simbolice misme el pleno real subyacente, los limites de este seran borrosos, no determinables con absolute ni- tidez.,0 mejor: solo determinables de un mo- do generico, no de un modo especifico; e1 lector sabe el genero al que ese realided corresponde, pgro desoonoce 1a especie a la que pertenece. Para Juan Cano Ballesta, e1 simbolo sintetiza el encuentra de dos mundos: El simbolo poético consists, en general, en la adopcion de un pleno extraido del mundo sensible (pleno evocado o sensible), pars comunicar una realided de {ndole espiritual (pleno real 0 espiritusl)...Un hecho real determinado ss convierte en espejo reflec- tor de todg un compleJo mundo de ideas y amociones. Después de todas estss definicionss, oreemos poder sefialar que los caracteres esenciales del simbolo poético son: 1) Entre el objeto simb6lico. que puede ser natural 0 mental, y el objeto simbolizado, exists una relaci6n de analogia 0 de esmeJanza, a diferencie de lo que pasa con el mero signo, que no guards esta relaci6n con el objeto a que se refiere. Cuando un simbolo "loses its reference to the original object it ceases to be a symbol and becomes 157 a mere sign, a depotentialized symbol."10 2) La aprshensi6n comprensiva del simbolo esta siem- pre animada por la emoei6n poética. El simbolo evoca, su- giere, implies, pero no comunica con precisi6n y por eon- siguisnte, insistir en una interpretaei6n l6gies del sim- bolo es negar sus carseteristieae esenciales. 3) Mientras que el sentido del signo es univoeo, la significaci6n del simbolo es multivoea. La naturaleza esen- cial del simbolo es conmutstiva, "toda simbolizaei6n es trasposiei6n, y por lo tanto, desde el punto de vista del hable natural, expresi6n indireeta."11 Esta cualided basi- es implies que no puede identificarss consigo mismo, sino que ha de referirss a algo que esta mas alle de 61. 4) El simbolo es expresi6n, es decir, emsnaci6n crea- tiva de un estado animieo. Ls vinoulsei6n entre simbolo y referencia en su mayor parte guards una relaci6n misterio- ss que no garsntiza la comunicaci6n. La oomunieaei6n es incierta o pareial, lo que el lector interprets del sim- bolo depends no solamente de lo que el autor ha puesto en 61 sino de la sensibilidad del lector y su consiguiente aprshensi6n de lo que esta alli.12 5) A través del simbolo el posts so exterioriza, guardando en la propis exterioridsd su intimidad. "Dos seres eerrados comunican por el mismo simbolo", escribe Gast6n Bachelard pare expliear e6mo, sin perder su inte- rioridad, e1 ssr humane puede, por virtud del simbolo, trascender de si mismo e irradiar hacia la comprensiva 158 intimidad de los demas.13 El simbolo se produce en la poesis ds Luis Cernuda. Téenieamente hablando, la escuela literaria simbolista no ls proporciona a Cernuda su procedimiento para concebir los simboloe, aunque el poets tenga presentes sus conquis- tas. Los simbolistas freneeses opinaban que las im6genes po6ticas no estaban dsstinadas a transmitir una idea ni a significar algo especifico, sino mas bien dsbian rsfarirse unas a otras, con obJsto de provoear o sugerir un estado de animo. Para llegar a este fin, subordinabsn les estruc- turss gramaticales y 16gicas del lenguaJe a les formas me- taf6rieas. Como dies Northrop Frye: The word, then, is a symbol which turns away from its sign-meaning in the material world, not to point to something in the spiritual world, for this would still make it repre- sentational, but to awaken other words to suggest or evoke something in the spiritual world. This something is occasionally called by Mallarme an Idea, but he usually speaks of it simply as a mistery, because it is man- ifested only in the poem, and the mind can gain no direct contact with it. It is rather l4 a sense of spiritual unity suggested by words. Para Marcel Raymond 1as earseteristicas ds ls escus- la simbolista franeesa (1a clasifieaei6n y sintssis son nusstras) pueden dividirse de esta forms: 1) La sxsgeraei6n musical. Ansia exeesiva ds orques- taei6n, que llev6 a doe srrores: sacrifieio frecuente de la mdsiea interior por la exterior, y mania de la fusi6n de las srtes, con la m6siea a la eabezs. 2) Anarquia del verso libre. La multiplieidad (a veces caos) de formas 159 librss no hen aeabado con el verso regular mas estrieto. 3) E1 simbolo como dsformaei6n de lo imaginative. Falta un contenido humane, 0 esta muy a1 fondo ds 1as represen- taciones. 4) Excesivo preeiosismo. Los adornos y refina- misntos impiden la mejor transmisi6n del concepto. 5) Re- ligi6n de la belleza y la culture. Demasiado analisis del poema, eon implicacionss extrapoétiess, en este caso, ex- trahumanas. El proceso era mas importante que la finali- dad. 6) Lo enigmatieo. Excesiva invsnci6n de misterios no resles en perjuieio ds los rsales.15 No se puede decir que sstas caracteristicas de la escuela simbolista seen 1as que se encuentran en la poe- sis de Luis Cernuda, porque: 1) 61 impregne de mfisics in- terior sus poemas: 2) an verso libre siempre obedece a uns construcci6n cuidadose, y tampoco abandone del todo el verso regular: 3) e1 simbolo 1e sirve pars eargar de humanidsd un contenido; 4) James el refinsmiento formal ds su poesis ahoga el concepto: 5) nunca e1 proceso del poema anula 1e proyscci6n 6tiea; 6) los snigmas de Cernu- da son realss, nunca inventados. Si se quiere considerar 1a euesti6n del influjo en la concepci6n y el uso del simbolo por parte de Cernuda, hay que recorder a San Juan ds la Cruz en primer lugar, euyos poemas "Noche oscura" y "Llama ds amor vive" son 16 y de ese mfisica in- dos modelos de intuici6n simb61iea terior que en San Juan es "musics callada": y en segundo lugar a B6cqusr, que fue el primero de los poetas 5“.) 'v’. .4 .4 er. (I) «.21 u: 160 contemporansos en utilizar el simbolo y eargerlo de mis- terios. Lo enigmatico en Becquer aseiends a niveles ds pu- rsza trascendente, como en Cernuda. Mas pr6ximos a Cernuda estan Unamuno, Rub6n Dario, Antonio Machedo y Juan Ram6n Jim6nez, que utilizaron tam- bién s1 simbolo, aunque en Unamuno 1a musicalidad fue vo- luntariamente suprimida. En los custro poetas, sin embar- go, hay una preocupaei6n por los snigmss de la sxisteneia muy superior a la forma de sus poemas. Rub6n Dario y An- tonio Machedo, quiza los mas simbolistas en sus eomisnzos, usaron muy raras veces sl verso libre. En la gensrsei6n ds 1927, los poetas que mas usen e1 simbolo son: Federico Garcia Lorcs con su mundo de gi- taneria, simbolo de simboloe;l7 Rafael Alberti, marinero y pintor y sobre todo buceador ds un mundo onirico con 18 Vicente Aleixandrs, que tembien se adentrs sus angeles; por su subconsciente y que interprets el mar malagusfio de su infancia319 Jorge Guillen, que a traves de las cosas, desds e1 f6sil al eaballo, ofrece una interpretaei6n go- zoss del universe;2O Dameso Alonso, que express un orbs tenebroeo con sus monstruos:21 en fin, toda la gensrsei6n particips de algune forms en la creaci6n ds simbolos sin llamarse por eso simbolistas. La tendencia ds 1a poesis de Luis Cernuda a unir lo particular con una visi6n amplia y absolute, s yuxtsponer lo subjstivo a lo objetivo, lo concrete a lo abstracto, se express en ciertos simboloe insistentes. simboloe que, 161 por su potsncia expresivs, ls sirven para captar estados psiquieos complejos y contradictorios. E1 poets intents plasmar en el simbolo su agitado mundo interior cargado de angustias e inquistudes: soledad, hastic, desso, ansias ds amor y libertad. El simbolo es el medic ds que se vale para transmitir todo un haz de rsalidsdss psiquicss y ha- csr visible lo que en si es ten ree6ndito. El poets contem- pla al mundo con una actitud espiritualizadora y el uso del simbolo contribuye a impregnar su poesis de un senti- miento de leJanis, reflejando a la vez sus emoeionss y es- tados de animo en la busqueda de lo esencial: 1a raz6n oeulta de la sxisteneia misme. Al seleecionar les normas que han de servir a nues- tro snélisis de los simboloe en la poesis de Cernuda, nos ha parecido mejor adopter un método ec16ctico que nos per- mits considerarlos no s6le desde un punto de vista est6ti- eo-po6tico, sino también estableciendo la intims relaci6n entre la forms sstilietics creade y la realided psicol6gi- cs del posts, es decir, determiner s qu6 orden de realided elude cada simbolo insistente. En definitive, quersmos aclarer 1a interpretaei6n y funci6n del simbolo en sl poe- ma ccrrespondisnte y en la poesis de Luis Cernuda. Nusstro analisis de los simboloe cernudianos segui- ré, para mantener 1a unided ds este trabajo, el mismo or- den cronol6gico ya empleado en el estudio de los tsmas. Los simboloe estudiados ser6n los siguientes: airs, arbol, fler, sombra, muro, limbo, nube, mar y lune. 162 Este simbolo aparece en el titulo del primer libro ds Cernuda, Perfil del Airs, cambisdo luego por el de 2;;- meras Poesieg (1924-1927). Dentro del concepto ds "sire" estan incluidos en Cernuda los de ”brisa" y "viento" y, en estrechs relaci6n con 61, e1 simbolo de la "tormenta". Cernuda, sl refsrirse a la brisa, tome sn cuenta sencillemsnte 1s susvidad y ligereza del airs, y también su Juventud. En ggiggras Poesiag hable de una brisa ”rs- ciente" y "ssbelta" que produce primavera en las hojas de los 6rbolss: Va 1e brisa reciente Por e1 especie esbslta, Y en las hons cantando Abre una primavera. (RD, 11) En el segundo poema del libro, una d6cima, "Urbano y dulcs revuele", 1s brisa es “frescs”, agradabls en verano; uns brisa que se contrapone s1 "ardor del suele" y que as re- presents por la “sonriea”. El sire, en este libro, tiene un concepto negative. Es ”infiel e si mismo" y esta "dormide"22 y desisrto de dichas.23 Este airs quieto es la antitesis del creador, masculine. "De los custro elementos --dice Cirlot-- e1 sire y s1 fuego son considerados actives y masculinos; 91 eggs y la tierra, pasivoe y femeninos."24 El sire, para el fil6sofo griego Anaximenss, es el elemento principal, Principle de la vida, genersdor ds nuestrss almas.25 163 E1 concepto que identifies sire o viento con la crea- ci6n o fecundided es de enorme interés aplicado a la poesis de Luis Cernuda. E1 viento scabs con la desdicha,26 se 11e- vs a los suefios olvidados,27 coneisrts con la "candida ho- rs",28 guards a la diche,29 huys de la tristeze del olvi- do,30 acompefie a la noche.31 Estes caracteristicas del sire eonducen naturslments a 10 active, a lo masculine: s1 ds- seo, como puede comproberse mes clarsmsnte a partir de Egloga, Elegia, Ode (1927-1928). La brisa viens calificada con un verbo bien eetivo, estremecer, y lo que estrsmscs es: "El abandone de los ts- llos fines", donde les palabras "abandone" y "fines" indi- can una elara feminidad, aplicada inmediatamsnte a les roses: Si 1s brisa estremsce En una misme onde E1 abandone de los tallos fines, Agil tropel parsce Tents rose en la fronds De cuerpos fabulosos y divinos... (RD ’ 28‘29) Con imagen mas concrete todavia, Cernuda, unisndo los t6r- mince ”brisa", "viento" y "airs", hable de nuevo de un gs tremeeimiento abriendo sureos de azul. Estremeeer y abrir sureos nos eximen de mas sxplicaci6n en este sentido, sun- que seen sureos "indolentes”: Ni la brisa ni e1 viento sl sire oscuro Vanamsnte estremecen Con sus ondas. que abrien Surcos ten indolentes ds azul pure. (RD. 31) 164 Siguiendo con esta caracteristica de creaci6n y fe- cundidad en Un rioI un amor (1929). el viento ofrece ss- guridad, protecci6n: "Hscen felts unos brazoe ssguros como s1 viento",32 imagen que snsl6gicsmente ss convierte en esta otre: Lejos canta e1 oeste, Aquel oeste que les manos antafio Creyeron eprstar eomo e1 airs a la lune... (RD. 60) La importancia del sire esta descrita por Cernuda en sl poema "Cuerpo en pens", donde un ahogado "rscorre sus dominios" con un alucinante desso del sire: Palido entre les ondas eeds vez mas opacas El ahogado ligera se pierde cisgamente En s1 fondc nocturno como un astro apagado. Hacia lo leJos, si, hacia el sire sin nombre. (RD. 43) Necesidad del airs que coincide con la necesidad de les boeas de los emsntes, que "cierren el airs entre los 1e- bios": Mas alle se estremecen los sbismos Poblados de serpientes entre plume, Cabecere de enfermos No mirando otre coss que la noche Mientres cierren s1 sire entre los labios. (RD. 54) El sentido del airs o viento como remoci6n y fecun- didad se exaspsra en "gritos". Un viento que grits es un viento desordenado, un viento en libertad, el mismo que pare Nietzsche represents 1a esencia del libre a1bedrio.33 Curiosemente, viento o brisa signifiesn tembién para Jos6 165 Marti libertad, naturalidad, juventud, snticonveneiona- lismo.34 El sncrespsmiento del viento se intensificera en Los placeres prohibidos (1931). Cernuda dire que el hom- bre: "Susfia con libertadas, eompite con el viento“ y (sxtraordinaris coincidencie) vuelvs a ssr pisdra,35 afir- maci6n de la teoria ds Ansximsnes.36 Cernuda compare 1a ausancia que es presencia del amor con la direcci6n que la hoJe del arbol toms a impulsos del viento: Como todo aquello que ds cercs e de leJos Me rozs, me bees, ms hisre, Tu presencia esta ccnmigo fuera y dentro, Es mi vida misme y no es mi vida, Aei como una hone y otre hoje Son 1a apariencie del viento que les lleva. A (RD, 80) Nuevemente relaciona brazoe y sire,37 y da testimo- nio del sire en conexi6n eon lo smoroso: "Porque algun die yo ser6 todas las cosas que amo: / E1 airs, el agua, 1as plantas, el adolescente".38 Igualmente lo amoroso vie- ne unido a la ”tormenta” en el poems "Tu psquefia figure”.39 Tormentas, vientoe eirados que nos llevan otre vez a una consideraci6n creedora. Jung he hablado de este fecunds- ci6n por el viento asi eomo de la necesidad (Ananké) repre- sentede por un airs fecundador, ye visible sn Zoroastro.40 El viento tormentoeo --efirme Cirlot-- en muchas mitolo- gies se edseribe a la idea de la creaci6n.41 Todo ello nos pone en contacto con uns idea supreme, llsmémosla divine, del sire, no ya solamente como elemento primigenio dentro de un marco panteista, sino atendiendo a su significado 166 espiritual. Este significsdo es evidente desds Donde habits s1 olvido (1932-1933). El poete desee uns eternidad: "Memorie de una pisdra sspultede entre ortigas / Sobre la cusl e1 viento escape a sus insomnios."42 Es decir, un viento per- scnificado, alerts, también eternizedo. Busca adsmas un imposible, como B6cqusr, que Cernuda transmuta en la pela- bre "alge". Este slgo, que indudablsmsnts ss enlaza s une significaci6n amorose, esta hecho de airs: ”Soy eeo de alge; / Lo estrechsn mis brazoe siendo sire.”3 En la bus- es do see alge e1 posts as siente nifio, quiere descanssr "en lo mis poderoso”; pracisamente en los brazoe del sire. Por e1 sire, e1 sire. Lo que pudiera perecer une confusi6n no es mes que un anhelo total de supreme transparencie y protecci6n. El desso y el sire vuelvsn a ester explicitamente unidos en el poema XIV: "Eras tierno desso, nube insinusn- te, / Vivias con el airs entre cuerpos amigos.”45 En el poema XV, e1 sire ls cents a1 mundo un himno de alegria,.4 En el libro Invocaciones (1934-1935), persists esta iden- tificeci6n con s1 sire: "Vuelto 61 también letir ds sire, / «47 Suspiro entre tus manos poderosas. E1 airs ds mayo es celida, donde un muehacho "pliega 1a gracia ds su aroma 48 y color". La tormenta adquisrs un significado de divi- 49 que en el libro siguiente, Les Nubes nided, de poder (1937-1940), es elevara a pure creaci6n: "Para e1 posts la muerte es victorie: / Un viento demoniaeo 1e impulse 167 por la vida."50 Le inspireci6n del poets, como une 11ama en liber- 51 tad, tiene que ir en pos del sire, el cual ecoge a1 ds- seo: "Hacia e1 palido airs se yergus mi desso, / Fresco rumor insomne en fondc de verdurs",52 y Espsfle llega a confundirse con ese airs: 1as finiees glories que desee Cernuda son e1 airs eepefiol sobrs su frents y su luz so- brs su pecho.53 En el poems "Reseee en Sensuefia", e1 sire resume nuevemsnte a mancebos y doncellss: Soy aquel que remotes ededss adoraron Como forms del die. Mencebos y doncellas Con voces ermoniosas elevaban al airs Himnos ente la gloria blanca ds mis columnas. (RD. 151) El sire tree "aroma de nerdo" y con 61 a la "edad Juvenil",54 alberga en pez a la alondra,55 vive en lo a1- 56 to de la montafia. El libro Como guien espera el alba (1941-1944) continua e1 prestigio creador del airs; se hable de "viento metinal", de "airs soberano", ds les mon- tafias, de "la escale sstrellada del sire", del "sire ves- t0.357 58 del viento amoroso, de la hermose locura del 9 viento,5 del airs primigenio,6o del sire native donde crees la lune.61 E1 concepto genersdor del sire o viento se express an s1 poema "Quetzs1c6st1": Le ciudad contemplads desde el mente Desnuda ls intencion secrets de sus calles, Creidas al’pisarle confusion sin rumbo; Aei desnudo el tiempo aquallos afios nuestros Preliminares, aunque,perdidos parecieran: Su dis ersion impulse s1 sire 1as semillss Que ca ds en la tierra dio luego 1a coseche. (RD, 210) 168 La uni6n del eire y semille conduee a un nacimianto, afir- mando al final del poema: "Del viento naci6 e1 dios y vol- . 62 vio a1 viento / Que hizo de mi une plume entre sus alas." En s1 poema "Elegie anticipeda", una met6fore sugie- re 1a fecundided de lo amoroso: Entonees el amor unico quiso En cuerpo ameneeido sonre rte, Esbelto y rubio como sspiga a1 viento Tu mirabes tu dicha sin erserle. (RD, 216) La elevaci6n del airs e divinidad se hells --ssgun sfirma Jung-- en forma de pneuma divine y logos procrea- dor; es lo que psnetra e1 seno de la Virgen y el Nous que se transforms en mundo.63 E1 viento es inmaterisl, prote- gs de la muerte.64 Ls concepci6n de airs como espiritu y divinidad se encuentra en un poete admiredo por Cernuda: San Juan de la Cruz. Dameso Alonso, a prop6sito del airs en San Juan,nha escrito: Y, shore, la imagen de la estrofe sleds. Los emantes del alto mor hen subido a la torre del recinto y all? --“mas alto, amor, mas alto"-- donde la vida humane cess, donde e1 tsmblor de los estros se mes proximo, sl dul- ee soplo que entre almena y elmsne se filtra, 1a Amada esparce los adorados cabsllos. La vida ha cesado, 1e pasion tembien. Y amar es solo une permanents inminencie sin desso, un suave soplo, un aroma: E1 eire de la almena cuando yo sus cabsllos esparcia, con su mano sere en mi cuello her a y todos mis sentidos suspendie. Quedéme y olviqéme, e1 rostro recline sobre el Amado. 169 Ces6 todo, y dejeme, dejendo mi cuidado 65 entre les azucenas olvidado... Cernuda hablara de un sire celeste: Ese es todo el paisaJe, cuando aqui en la ventana, Junto a1 ramo ds lilas, mientras la noche viens Por e1 sire celeste, mojado y luminoso... (RD. 229) La voz del posts muerte sonara como un viento ”en los Jun- cos sobre el ague".66 El airs es "generoso" con los hom- bres porque les proporciona la luz, y la flor pertenece a1 sire, no a1 suelo: "IE3 del suele 1a flgr, o acaso s1 7 sire / Dsbe forms, color, gracia y aroma?" Ls epologia del sire prosigue en los libros Vivir sin este; vivisndo (1944-1949) y Con 1as horas contadas' (1950-1956): "e1 airs respiredo es delicie",68 y es libre y vehements como el amor,69 no debs ssr violado,7O es pre- sencia y promess,71 es "tibia" o ”ardoroso", propicio e1 72 73 . 4 . amor, es la patria del aguila y del artists,7 as "ea- 5 lido" y tan claro que se torna "invisible".7 Una imagen nos vuelvs a poner en contacto eon Marti, la del aire en los cabsllos: I la primavera entonces Ha de seguir, entreabriendo En miradas fuego y sombra, Espume y sire en cabsllos. (RD. 295) Le referencia a Marti es 6sts: (Qué gsneraci6n dg gloriosos rsbeldes, sque- lla que se descifio de la frents, come si se descifiere un yugo, 1e psluca academics, y 170 mantuvo eon brio que los cabsllos abundan- tes ds los Jovsnss dsben llsygrss a1 airs que los creen los visntos... En su 61timo libro, Desolaci6n ds 1e Quimere (1956- 1962), hey menos referencies a1 viento generador, prime- vsrel, eterno. En "Malibu" escribe: Malibu, Olas con lluvis. Airs de musica. Malibu, \ Viento que ulula. Bosqus de brujas. Malibu, Una palabra, Y en slla, msgia. (RD. 328) Este sentido magico y amoroso del viento esta sxpresado en la libertad que brilla en el poema "Luis de Baviera sscuche Lohengrin", donde: "Un slfo eorre libre los bos- ques, bebs s1 sire".77 Airs primaveral que es el de Sevi- lle, tisrra del poete, recordede brevemsnte como un pesa- do psreiso: Dense, suave, e1 sire Cree tantas callejas, Plazuelas, cuys alma Be is flor del narenjo. (rd. 359) En el poema "Epilogo", otra vez se consume 1a uni6n de amor y sire ascdndidos, en uns atm6sfers bscqueriane: Playa de la Roqueta: Sobre 1a pisdra, contra la nube, r' l7l Entre los sires estas, ccnmigo Que invisible rsspiro amor en torno tuyo. (RD. 360) La sporteci6n mas dsstaceda de Cernuda en el simbo- lo del airs es la de la generaci6n y la fecundided, alia- dos a la Juventud y al amor. Junto a esta concepci6n exul- tante, tsmbién existen ceracteristicas psyorativas del sire 0 e1 viento. Como escribe Juan Gil-Albert: "Bero e1 sire, rspentinamsnte, es agita en ocasiones, y entonces, e 1e sensaci6n de su presencia, ss nos une su tacto, y el silbido o rumor caracteristicc que lo scompafie..." Y s1 mismo Gil-Albert continue: "...uno espera medroso s1 mo- msnto en que el tumulto central desencsdena la torments que se presients y haga in6til, quebréndolos, sus impal- pables frenos. Psro es en vano. Les palabras, ecos trans- parentes de un horror, no dssbordan los ceucss seguros --esas rutes del aire--, por las que el poete conduee su inspireci6n sumide."78 Serenidsd de la poesis de Luis Cer- nuda, silbido que se convierte en s1 silbo de San Juan de la Cruz. El titulo de su primer libro hable bien claro de la entrsfieci6n del tema del sire en la poesis de Cernuda; 31 e1 titulo Perfil del Airs fue sustituido por el de Pri- merss Poesias se debs a algune que otre critics surgida a ls aperici6n del libro, poniendo en dude 1a eriginalidad de dicho titulo: E Joven Luis Cernuda publica un libro, cuyo t tulo tiene alge --sl perfil-- de Hinojose: Possia de perfil. Y algo --e1 aire-- de Poe- mas del airs, incluso, de Perez Ferrsro.-(Esto 172 ds los titulos, coss terrible. No esta mal: Perfil del sire). Psro rsalmsnte, e1 sire y el psrfil dsl libro --no ya del titulo-- son --en lo eterno, tono y vocabulario-- del poe- ts Jorge Guillen. Esto, ten evidente, que no es necesario insistir en sllo. Perfil, cufio que debisra ir impreso en la portada...Sin ninguna inquistud moderns. Sin imaginismo multiple... Cosas de un ciarto romanticismo, quebrado ye. Juan Ramon Jimenez he citado a Cernude'como dis; pulo cercsno. Algo como s1 nisto mas ehico.' E1 simbolo airs siempre estuvo presents en eriginalidad y numero en la poesis de Luis Cernuda: bejo los conceptos de airs, brisa, viento o torments, hemos podido center cercs de treseisntes cites. E1 sire results, puss, el primer simbolo cernudiana, no 3610 en eronologis, sino sn dedicsci6n. NOTAS 1 t ’ Charles Baudelaire, Oeuvres completes (Paris, 1958), peg. 1111. ’ 2Diccionerio de la Lengus Espafiola (Madrid, 1970), Dag. 120 e 3W. K. Wimsatt, ”Two meanings of Symbolism: A Gram- matical Exercise" , Renaseence, VIII, (Autumn, 1955), peg. l2. 4 5 D6meso Alonso, La oesia de San Juan ds la Cruz (Madrid, 1958), peg. 160. 6Ren6 Wellek y Austin Warren, Teorie literarie (Madr1d91962), page 2240 Ibid., p6g. 13. 7Juan Ferrat6,D Dinamica de la poesis (Barcelona, 1968), peg. 89. ’ 8Carlos Bousono, Le poesis de Vicente Aleixandrs, peg. 118 0 9Juan Csno Ballsste, La poesis ds Miguel Hernéndez (Medrid,1962), pegs. 176- 177. loWilbur Marshall Urban, Language and Reality (New York, 1939), peg. 423. 11 12William York Tindall, The Literary Symbol (New York, 1955). Peg. 17. ""'"“"* 13Gast6n Bechslerd,m po6tice del especie (Mexico, 1965). peg. 86. 14Northrop Frye, "Three Meanings of Symbolism", Yale French Studies, 9 (1952), peg. 14. Juan Ferret6, peg. 90. 15Marcel Raymond, De Baudelaire a1 surrealismo (M6xico, 1960), p888. 43-470 l6D6maso Alonso, p6g. 160. 173 174 l7Jaroslaw‘ M. Flye, E1 len us s o6tico de Federico Garcia Lorcs (Madrid, 195577'553571149-214. 18Solita Salinas de Marichal, E1 mundo po6tico de Rafael Alberti (Madrid, 1968), page. 3- O ; 53- 7 3 21)-25 e lgcarlos Bousono, p6gs. 169-178. 2°E1sa,Dehenin, Céntico de Jor e Guill6n. Unspoésie ds 1a clarts (Bruxelles, 1969). Page. 55-178. ’ 21Miguel Jaroslaw Flye, La poesis sxisteneial de Dameso Alonso (Madrid, 1968), page. 170-19 . 22RD, VII "Existo, bien lo s6", p6g. 14. 23RD, XVI "La noche a la ventena", p6g. 19. 24J, E. Cirlot, A Dictionary of Symbols (New York, 1962), Page 5- 25 The Presocra ics, sditado por Philip thslwright (New York, 1966), page. 60-63. 26 27 28 29 RD, IX "E1 fresco verano llega", p6g. 15. RD, I "E1 amor mueve el mundo", p6g. 16. RD, xv “La luz dudosa daspierta", p6g. 19. RD, XVI ”La noche a la ventane", p6g. 19. 30RD, XVIII "Los muros nada més", p6g. 21. 31RD, XXIII ”Escondido en los muros", p6g. 24. 32RD, ”Desdiche", p6g. 51. 33J. E. Cirlot, p6g. 6. , 34Ivan A. Schulman, simbolo y color en la obra ds Jose Marti (Madrid, 1960), page. 332-333. 35RD, "Unos cuerpos son come flares", p6g. 71. 36The Presocrstics, p6g. 62. 37RD, "He venido para vsr", p6g. 83. 38RD, "E1 mirlo, 1e geviots", p6g. 78. 39RD, "Tu pequsfia figure", p6g. 76. I. 175 40C. G. Jung M6tsmorphoses de l'Ame et ses Symboles (Geneve, 1967), page. 142-425. 41J. E. Cirlot, peg. 6. RD, I "Donds habits e1 olvido", p6g. 87. 43RD, III "Espsr6 un dios en mis dias", p6g. 88. RD, X "BaJo e1 anochecer inmenso“, p6g. 93. 45RD, XIV "Eras tierno desso, nube insinuante", p6g. 96. 46RD, XV "E1 invisible muro", p6g. 97. 47RD, "For unoe tulipanes amarillos", p6g. 111. 48RD, "La gloria del posts", p6g. 113. 49RD, "Himno a la tristeze", p6g. 122. SoRD, "A un posts muerte", p6g. 131. RD, "A Larrs con unas vielstas", p6g. 140. 52RD, "Le fusnte”, p6g. 143. 553D, "Elegie espafiola (II), peg. 144. ,"Le adoreci6n de los Megos, I. Vigilis", 96g. 167. 55RD, "Le adoreci6n ds los Megos, IV. Sobre el tiempo passdo", p6g. 173. 56RD, "El ruissfior sobre la pisdra", p6g. 179. 57RD, "El 6guile", p6g. 185. 58RD, "Les ruines", p6g. 187. 59RD, "Apologia pro vita sue", p6g. 204. 603212. 61RD, "Primsvsra vieja", p6g. 208. 62RD, "Quetzalc6atl", p6g. 208. 630. G. Jung, p6g. 112. 64mg. . p63. 549. 65D6meso Alonso, p6g. 55. 176 RD, "Noehe del hombre y su demonic", peg. 221. RD, ”Rio vespertino", p6g. 225. RD, "El nombre", p6g. 245. 69 , "E1 viento y el alma", p6g. 247. 7ORD, "Otres ruines", p6g. 249. 71RD, "Otros sires", p6g. 262. , RD, "Para ester contigo”, pég. 270 y "Lag 18185», pas. 2710 _ RD, "El C6ser", p6g. 274. 75RD, ”Retreto de poete", p6g. 288 75RD, "Pain", p6g. 295. ’ 76Jos6 Marti, Obras com letes, II (La Habana, 1945): pag. 1099. 77RD, "Luis de Baviera sscuche Lohengrin", p6g. 338. 78Juan Gil-Albert, "Luis Cernuda 0 e1 sire dolorido", Qaceta del libro, Valencia, Afio II, No. 13, nov. 1935, peg. 1. 79F. A. "Perfil del sire", is Gecete Literarie, Madrid, No. 9. 1 mayo, 1927, peg. 4. OAPITULO V LOS SIMBOLOS (II) 1212.1. Hay que distinguir en este simbolo entre les rsfe- rencias que hece Cernuda a1 "6rbol" sn general, sin eon- eretar de qu6 gensro (treinte), y 1as que es refieren a determinados 6rboles: chopo (diez veces); clmo y p16tano (custro); laurel, cestafio y pine (tree); msnzano, eipr6s, magnolio, limonero y esdro (dos); palms, encina, 61amo, olive, cerezo, almendro y naranJo (una sole vez). Nusstras cites sigusn un orden cronol6gico, es decir, ds orden de aperici6n del vocablo, sxcepto en chopo, clmo y p16tano, que anteceden a otros concretos 6rboles por ester més rei- terados. Jean Danielou afirma que en un lenguaJe figuredo s1 6rbol ofrece tredicionalments los siguientes sentidos: st del mundo, 6rbol de la vida, escale c6smica.l Estos signi- ficados espirituales est6ticos indican que el "6rbol" es una forms simb6lics universal y eterne que expone fragmen- tos de la vida psiquica del hombre. E1 6rbol en la poesis de Luie Cernuda tiene un ssn- tido preponderente de fuerza, ds sagurided, de vigilancia dssde Primerss Possiae. El 6rbol vigila 1a distencia32 me- dite e 1e "orille sofiolienta del agua";3 seage a1 coraz6n:4 177 1‘3 CC 81 of ti 178 5 es simbolo predispone el canto;7 su ru- es simbolo ds fortslezs ds la tierra native; de la salvaci6n por la luz:6 mor proporciona confianza;8 signifies 1a renovsci6n, come 10 1a Juventud;9 vela e1 susfio ds los muertes; permits an propis sustituci6n, y asi, los antiguos 6rbolss pueden transformarse en los camarades eetualss del poete: ”AC6mo ser6n los 6rbolss aquallos?" Preguntaste. Ahi los tienes: Aun desnudos, ya hermosos, sto del cielo vesto, por s1 llano y colines Que ves e 1e ventana, Amigos nuevos en espera De tu salids pare endar contigo. (RD. 262) El 6rbol, identificado con s1 desso, es el eJe que une dos mundos diferentss: el espiritusl y el de la netu- raleze circundsnte. Como e1 desso, es eambiante e id6nti- co, es volunted de encarneci6n del tiempe y como el ssr enterc del hombre, es el teatro de una continue metamor- fosis: Eras, instants, tan clero. Perdidemsnte ts alejss, Dejando erguido al desso Con sus vagas ansias tercas. Siento huir bsjo e1 otono Palides aguas sin fuerza, Mientras se olviden los arboles De 1as hoJes que deserten. (RD. 17) En contrasts con s1 6rbol ds la vida, Cernuda nos ofrece un 6rbol ds la muerte, que crees "haste lleger a1 ”11 Este creeimiento invertido --sefisla Cirlot-- 12 suele. tiene su origen en 1as doctrines de la emsnaci6n. 179 Tembi6n simbolizsndo la muerte, aparecen 6rboles sin color en una original imagen marina con un ahogado recorriendo sus dominios: Lentaments s1 ahogado rscorre sus dominios Donds sl silencic quite su,spariencia a la vida. Transparentes llanuras inmoviles 1e ofrecen Arboles sin colores y pajaros callados. (RD. 42) En un poema en press, as rsferir6 a "un ninito ahogado junto a un 6rbol de coral". El poete dir6 que les "remes luminoses" y los brazoe "deseoloridos" del nifio se unen 13 Podriamos decir que ssos brazos sin color estrechamsnte. son las mismas ramas del 6rbol; en los versos citados sn- teriormsnte, e1 ahogado atrevissa llanuras con "6rbolss sin colores". En ambos poemas, 1e imagen del ahogado est6 en relaci6n directs con 6rboles desprovistos de colores. (For qu6? Pudiera ser una concepci6n cernudiana del mundo de la muerte, o una imagen alucinatorie; igualmsnte, pu- di6remos penser en que el agua tamizs, oscurecs los colo- res. El propio Cernuda hable en la segunda estrofe del mismo poema anterior, a continuaci6n de los "6rboles sin colores y péjaros callados" de "sombras indeeisas" que "alargéndoss tiemblen": en un ambiente de sombras, s1 co- lor no prospera. Y en la filtima estrofe e1 poete dir6 que el ahogado “se pierde ciegamente en el fondc nocturno eo- mo un astro epegede" (RD, 43). El edverbio ”ciegamente", 1a alusi6n a la noche y el astro despojado de su luz, ter- minan de ratificarnos en la idea de la falta de color en 7e pal L111 all“ N“ ll 180 relaci6n con s1 ahOgado. Un sentido adverse del 6rbol se encuentra en el pos- ma "Quieiere saber por qu6 esta muerte", donde se hable ds "6rbolss iraeundos" (RD. 73). En "Gaviota en los par- quss" (RD, 175) y "Limbo" (RD, 297). aparecen 6rboles es- clavizados a les eiudsdes. Un poema interesants es s1 titu- lado "E1 6rbol" de Vivir sin ester vivisndo. El 6rbol vi- ve fuerte, indiferents, perfecto, en uns palabra, sefisro, pero --y ssto es lo origine1-- como simbolo ds lo inmortal: Mientras, en su Jerdin, s1 6rbol bello exists Libre del engsfio mortal que al tiempe engendre, Y 31 la luz escape ds su cima a la terde, Cuando aquel eire ganan lentaments 1as sombras, Solo aparece triste a quien triste 1s mire: Ser de un mundo perfecto donde el hombre es extrafio. (RD, 244) E1 simbolo del 6rbol como trensitoriedad es bien conocido: e1 6rbol nsee, se dessrrolle, muere. Ye versmos c6mo Cer- nuda, en el simbolo de la rose, del apartado de les flo- res, desarrolle 1a idea de lo efimero. Cernuda, en sl poe- ma citado, express s1 concepto "vida sin muerte", es decir, de la "absolute realided".l4 Este 6rbol elemental se halls tambi6n, aunque rela- cionado con sl poete, en una decoraci6n de rssurgimiento universal, en dos poemas del libro Vivir sin ester vivisn- dg: "E1 nombre" (RD, 245) y "El poets" (RD, 252). Junto a estoe conceptos de fortslezs/trensitoriedad, e1 6rbol simbolizs el amor: "Mire c6mo tu amor, tu 6rbol, / Con llama de otro impulse se coronan" (RD, 241). Llsmsré a 181 1a sspalda del hombre "6rbol tr6mulo ds espanto";15 y la persona amade es ten reci6n creade como el 6rbol todo pre- sents, sin pesado hacia s1 que mirer y al que se confiere vide a cause de la eriginalidad y pursza del conocimianto: Si algune vez ts oigo Habler de padre, madre, hermanos, Mi imaginar no vence a la extrafieza De que sea tu sxistir originsdo en otros, En otroe repstido, Cuando unico me parses, , Creado por mi amor: igual a1 arbol, A la nube o ?1 ague Que sstan eh , mas nuestros Son y viensn de nosotros Porque una vez les vimos Como James les visra nadie antes. Un puro conocer te dio la vida. (RD. 310) Entre los 6rbolss concretos, e1 m6s citado por Cer- nuda es s1 chopo. Arbol ds su tisrra andsluza, represents su pasi6n amorose, como afirma Carmelo Gsrieno.l6 Cernuda se compare con el chopo entre encinas, igual que un amen- te aislado de los dem6s: Un susfio, que ccnmigo E1 puso para siempre, Me aisle. Aei esta e1 chopo Entre encinas robustas. (RD. 157) Tierna imagen de soledad, ya que para s1 poets, e1 chopo no tiene e1 car6cter ds fortslezs que vimos antsriormente en sl "6rbol" en cusnto concepto general. E1 chopo es el- go m6s, o menos, que la pasi6n de que hablaba Carmelo Gs- riano; en un epartado de Ocnos que se titula "E1 amor", triunfa, mis que lo encendido, lo serene, lo meditative. 182 La contemplaci6n de tres chopos llega a arranear a1 poete "16grimas de admiraci6n y ternura": al final abrazar6 s1 tronco de los 6rboles: "Y como nadie aparecia por el cam- po, me acercsba confiado a su tronco y los abrazaba, para estrecher contra mi pecho un poco de su fresca y verde juvsntud."l7 Esta cits en prose nos recuerde unos versos ds 1s "Egloga Tercera" de Garcilaso, posts tan admiredo por Cer- nuda y come 61, ds expresi6n y contenido tan ssrsnos. En los versos de Gareilado, no es un chopo, es un laurel, aqu61 en que se convierte Dsfns perseguide por Apolo, que bese y abraza el 6rbol, como Cernuda, y coincidencia muy notable, "llore s1 amente": Mes e 1e fin los brazos 1e crecian, y en sendos rsmos vueltos se mostraban, y los cabsllos, que veneer solian al are fino, e hons se torgaban: en torcidas re css ss sstsnd en los blencos pies, y en tisrra es hincaban. Llora e1 amente, y busca sl ssr pigmero, bssando y sbrezando equel madero. E1 chapo en Cernuda tiene un significado de Juven- tud, y el airs que mueve sus hoJas es un sire amedo, mu- sical, sugerente: Pero sscuche: rssusna Per s1 airs dslgado, Estelar melodia, Rn eco entre los chopos. (RD. 109) Cernuda llega a comparer 1a delicadsze del viento entre los chopos con la atracci6n amorosa ds los cuerpos: 183 Un suspiro no es nada, Como tampoco es nada El viento entre los chopos, Ls brums sobrs el mar 0 ese impulse que guia Un cuerpo hacia otro cuerpo. (RD, 110) Compare, ssimismo, e1 cuerpo amedo con el "chopo tierno / De esbslta plats verde estremecida / A1 viento matinal Junto a la fusnte" (RD, 185). Per otre parte, e1 chopo sirve ds refugio nocturno a les slmas de los muertos.19 Cuando e1 poets quiere sxpresar su desilusi6n, piensa en 20 us chopo eaido; este sentido ffinebre est6 claro cuando e1 posts so refiere e la muerte "sombre enigmétice", come eseoltada por los chopos, con une original imagen: "verdes 1ebrslss misticos",21 es una muerte hermose, deseade, con sus chopos ds cortejo. El desee de Luis Cernuda ser6 reencarnar en un cho- po. Un poema breve titulsdo "E1 chopo", recoge coneisamen- te esta esperanza: Si, muerte e1 cuerpo, e1 alma que ha servido Noteblemsnte’la vida alcanza entonces Un destino mas alto, por la escale De viva perfeccion que a Dios ls gu a, Fijs e1 susno divine a tu alma errante Y con nueve raiz vuelvs a la tisrra. Luego brota inconscisnte, revsstids Del tronco esbslto y gris,,eon ramas levee, Todas verdor aledo, de algun chopo, HiJo feliz del viento y de la tierra, Libre en su mundo azul, pure tel lire De Juventud y amor, vive sin tiempe. (RD, 219) Este chopo pure, intemporal, recuerde a1 chopo de Antonio 184 Machedo en su comparaci6n con una lira, y en su intempo- ralidad Junte a1 ague que fluys: Los chopos son is ribera, lires ds 1a primavera, cercs del agua que fluys, pass y huye, vive o lente, que se smboes turbulenta 0 en remansos se dils a. En su sterne escalofrge cepian del agua dsl r o 22 1as vivas ondas de plate. E1 shape an primavera es imagen que Cernuda recoge, igual que Machedo, come supreme exaltaci6n vital.23 El chopo es un simbolo todo vida, frescura, sed ds destino; una de las m6s felices realidsdss en la poesis de Cernuda. Les cites que hace Cernuda del p16tano est6n llenas de un modsrado optimismo. E1 p16teno (e1 6rbol con su fru- te y no 6sts) represents lo superior, e1 vehiculo del sus- 24 Otra vez hablar6 ds "los "25 piro del poets hacia 1as nubss. troncos altos, lisos" de les p16tenos el "sol de mediodia y se rsferiré en otro poema a1 "plétano del mediedie" co- me 6rbol del sur: pudiera haber confusi6n entre estoe me- diodiss que 61 pone con minfiseula, pero s1 p16tane, en su ambiente que parses ssr del sur, es exaltado per s1 vera- no, "sonoro de cigarras" y propicio e1 ocio, frents e1 "6rbol" (Cernuda no espeeifica cuél) naeido "bajo este cielo n6rdico".26 En un poema de Invocaciones, titulado "La gloria del poete" (RD, 113), Cernuda sorprendentemsnte edjstivs a los p16tenos de "taciturnos" (les asocie con los castafies, como en el poema "Le fusnte" de Las Nubes, 185 el que nos rsferimos a1 principio del simbolo del p16teno). Psro estoe p16tanos sirven de dossl a los hombres snfsr- mos de rutina, que se pisrden en la "neturalsza". aPor qu6 taciturnos? APor su configuraei6n o porque recegen simb6- licsmente la soledad y sl desprecio del posts a los hom- bres? Les dos cosas son posibles. Y pensemos por un momen- to en s1 poems "Au platens" ds Paul Val6ry, en el que s1 6rbol movido suena come un idioms que el cielo desee: Je t'si choisi, puissant personnage d'un pare, Ivre ds ton tengsge, Puisque 1e ciel t'exerce, st ts presseéia grand are, De lui rendrs un langagsl Aunque s1 plétano ds Cernuda no est6 cargado de filosofis, come el de Vel6ry, est6 impregnado de humanidsd: un pléta- no taciturno evoca inmediatamsnte la mediteci6n humans. E1 simbolo del olmo no ofrece ninguna eriginalidad como s1 del chopo y el del plétano; Cernuda lo coloce pre- ferentemsnte Junto a un rie, come signo ds ssrenidad y contemplaci6n. E1 clmo tiene una "hermosure increibls";28 29 se mueve e1 airs represents 1a felicided de lo presents; manso.3O E1 clmo de Cernuda es difersnte del olme casts- llano de Antonio Machedo, derribado por el rayo, podrido 31 Des posiciones de dos poe- y lleno de hormigss y arenas. tas que nos muestren intimamsnte sus diferencies. Entre los 6rboles concretos, citaremos shore e1 lau- rel, de simbolegia no muy placentera para el poete, que relaciona su imagen con la muerte, haste e1 extreme ds que lo smpareJa con el cipr6s en la muerte ds Federico Garcia 186 32 En el poema "El 6gui1a" de Come quien espera s1 Lorcs. alga (RD, 185), hey una alusi6n a1 laurel que, en su as- pecto pesimists, es opuesto a1 triunfsl que recegs Cirlot: "A tree sacred to Apollo and expresive of victory. Laurel leaves were used to weave festive garlands and crowns."33 Como 6rbol gloria del poets, no hay sublimeci6n festive en el calificativo ds Cernuda: "Y sees almas / Se yerguen dignas del laurel emerge, / Seg6n nuestre desso o nuestra envidia" (RD, 185). Este laurel es el ds los poetas y est6 posiblemente influido por "la rams ingrata" (e1 laurel) del poete sevillane Juan de ArguiJo: Para cuys corona, come a solo Rey de los rios, entretsje y ate Pelee su olive con 1a gene ingrata, 34 Que contempla en tus margenes Apelo. El castefio, e1 eontrerio que el laurel, tiene un signo de benevoleneia pars Cernuda. Asi, los csstafios "gra- ciosos",35 recegen e1 suspiro del poete come instrumentos 36 y extienden una belle "sombre de ore”.37 de ssrenidad El pine aparece en dos poemas, "El ruiseflor sobre la pisdra" de Las Nubes y "Un memento todavia" de Con 1as horas contadas. En este 61timo poema, e1 trino de un p63a- re brota de un pine Japon6s Junto el mar. En un memento de ssrenidad, de esperanze del poete, una esperanza sin obJete: "sin saber lo que esperes".38 M6s reveleder es el significado del pine en "El ruisefior sobre la pisdra". El ruisefler es el Escorial, los pinares sirven para que el recuerdo del poete encuentre su total espiritu: 187 Lirio serene en pisdra srguido Junto a1 husrto monastico parsess Ruissnor claro entre los pines Que un canto silencioso levantsra. (RD. 179) Cernuda, a cause del drama de la guerra civil, he vuelto los 0303 a la esencialidad eastellana. E1 pine, en este poema, podria muy bien aeompafiar s1 Escorial y su p6tres segurided en la simbolizaci6n de la misma Espafia. De los 6rbolss concretos a que Cernuda elude s6le dos veces, y les dos sin dsmasiada eriginalidad, e1 pri- mero es el manzano. Se refiere una de ellas a los "emsn- tes encadensdes entre los msnzanos del ed6n",39 y la otre e la hierba que ofrece susfie para el amor, nevado per 1as flores del manzsne.4o El sagundo es el cipr6s, que no se espera ds lo ye sabide 0 sea de su significaci6n funeral, y asi hebr6 cipreses en el asesinato de Garcia Lorcs41 y en unas ruines con tumbas.42 El magnolia, igual que el limonero, aparece en Les 43 Nubes tefiido de nostalgia endeluze. De un magnolio sevi- llane dice Cernuda en Ocnos: Aquel magnolia fue siempre para mi alge mas que una hermose realided: en el se cifraba la imagen de la vida. Aunque a veces la desears de otro modo, mas li- bre, mes en la corriente ds los seres y de las cosas, yo sabia que ere precise- mente aqusl apartado vivir del arbol, equel flerecer sin testigos, quienss daban a la hermosure ten alta celidad. Su propio ardor lo consumia, y brotaba en la soledad unas purse florss, como sacrifickz inaceptado ants e1 alter ds un dies. r-e (Ya EL! (1‘ 0") 188 Este flerecer de soledad se reitera en Como quien espega s1 alba, en uno de los més evocadores poemas. Cernuda ima- gine passer por las calles de Sevilla, bajo la lune.45 El limonero, va sseciado, no 3610 con s1 magnolio, come aca- bemos de vsr, sino tambi6n con la fusnte: E1 encanto ds equella tisrra llsna, Extendida como uns mane sbierts, Adonde s1 limonero encima de la fusnte Suspendis su fruto entre e1 ramaJe. (RD. 191-192) 46 los dos poetas conser- Igual ocurre en Antonio Machedo; van una imagen de Sevilla anéloga, luminosa, llsna ds ero- ma, y en un escenario de soledad y msditeci6n, de ensueflo. El cedro tiene e1 sentido usual de lo sacro, de lo supremo. La hermosure de la Juventud debs slevarss haste los diesss ”come la rose joven e la sombre sagrada de los cedros".47 E1 cedro, como el marfil, evoca una decoraci6n triunfal, un desfils victorioso; sn sums, el poder que desprseie a1 "populecho cuyo admirer y odier ciego con- funds".48 Para finslizsr, meneionersmos los 6rbolss concretos de que Cernuda hable una sols vez: la palms, que s1 posts llama "sofioliente" bejo la luz;49 1e encina, a la que lla- ma no de forms muy original "robusta", es decir, protecto- 138.350 e1 61ame, visto en septiembre dsspojéndose "amarillo de hoJas", 0 see, come simbolo ds lo efimsro:51 e1 olive, recordede junto a1 mar y el cortije del sur pero sustituido por el pine en su desee de esencialidad castsllana, con lo 189 que el olivo simbolizerie lo ssnsua1;52 e1 cerezo, que 53 e1 hays, simbolo 54 represents a la primavera y al amor; de la ssrenidad intense con su sombre roja; e1 almendro y el nerenje, como simboloe de la fertilidad, y la chum- 55 come simboloe ds la sstsrilidad, ri- bsre y el ssparto, queza o miseria que simbolizan a la vez a Castilla, a Es- pane: Inaltersble, en violento cleroscuro, Mirale, piéneala, Aride tisrra, ciclo f6rtil, Con nisves y resoles, riadas y esqu as: Almendres y chumberas, sspartos y nsrsnjos Crecen en ella, ye desisrte, ya oasis. (RD. 253) Arboles estos 61timos que plantean nuevemsnte el tema de Espefia, patria ds ineongrusncies y antinomias, como el mismo Cernuda, hechs ds contradiccionss. 119; Cernuda hable de ”flares" y en ciertos cases de flo- rss concretes: roses, vielstas, nardos, etc. Vsamos antes que nada, lo referents a les "flores". En Primerss Possias (1924-1927), la primers alusi6n consists en una identided flor/suefio/indoleneie: Desengafio indolente Y une calms vac Como fler en la sombra, El suefio fiel nos brinda. (RD. 12) u 56 El amor es una "flor de universe les miradas son "flares de luz", e1 desee parsigue "ls fler sin nom- bre"57 y "la fler 3am68 ebiarta".58 Hay equi un sentido 190 inaugural de la fler abri6ndose. Les florss son “instin- tos": Derribsn gigantes ds los bosques para hacer un durmiente, Derribsn los instintos eomo florss, Deseos como estrellas, Para hacsr solo un hombre con su estigme ds hombre. (RD. 55) Cernuda, en su galeria de florss, ofrece e1 origi- nal concepto de la fler abstracts de la mentira amorose.59 En el poema "Nocturne entre las musarafias" se reitera s1 significado de fler del desee, que se certs antes de dar e1 fruto: fler, pues, apenas entrsabisrta: No saber donde ir, donde volver, Buscande los vientos piadosos Que destruyen les arrugas del mundo Que bendicen los deseos cortsdos a raiz Antes de dar su fler, Su fler grande como un nine. Los labios quisren ese fler Cuyo puflo, besedo por la noche, Abre 1as puertes del olvido labio a labio. (RD, 61-62) Con lo que tenemos en Cernuda un concepto de "la fler del desso" que no llega a brotar, porque 6stos --les deseos-- sen cortados e reiz per vientos adversos. Como la flor de la mentira, es 6sts, de nuevo, una fler abstracts. Contin6a el tema amoroso referido a les florss en Los placeres prohibideg (1931). El vocabulario es més reel, encrespedo, turbulenta. Se compare a los placeres prohibi- dos con "florss de hierro, resonantss come s1 pecho de un hombre".60 Les manos de los amantes son florss y les flo- rss son "arena", hay deeengafio en esta arena funeraris.61 191 62 1as cuales Los cuerpos sen florss en el oficio del amor, pueden convertirse sn sangre.63 Y otra vez s1 tema de la fler abisrta, que comprobamos ser un t6pico en la poesis cernudiana, combinedo con el tema ds la muerte: La plaza cuenta dias y horas per cede nine que muere. Una fler se abre, une torrs se hun- de. ,Todo es igual. Tendi mi brazo; no llovia. Piss ciistalss; no hab a sol. Mire, la lune; no hab a plays. Qu6 m6s de. Tu destino es mirer 1as torres que levanten, 1as florss que abren, los nifios que mueren; aparte, come naips cuys bsreja as he perdide. (RD, 73) Los placeres prohibidos recegen, como final, e1 es- pecto més sensual del amor y del placer: ...Alli sncontr6 a1 placer. Le mir6: en sus oJos vscios habie dos relojss pequefios; uno marchebe en sentido contrario a1 otro. En la comisura de los labios sostenia una fler mor- didae (RD! 75) Passndo a Invocaciones (1934-1935). ya que en Donds habits e1 olvido s1 posts no elude a les florss, hemos de decir que sl tema prosigue, aunque menes dssgarredo que en Los placeres prohibidos. Asi los labios son "una ardisnte flor":64 1a "orsja tentadora" ofrece una llama come una fler.65 Les mafianas ds amor est6n llenas de un polen dorado come corols de fler dichosa, e1 cuerpo dss- nudo (otra vez s1 cuerpo) es una fler.66 El poete, en "Himno e 1e tristeze", tembi6n de Invo- caciones, ss compare e si mismo con una flor eortada, igual 1c PE $4 192 que hiciere en Los placeges prohibidos. Sabemos que la fler abierta es simbolo ds primavera y futuro; la fler cor- tada, o muerte violentamente, es simbolo de incumplimien- to.67 Las Nubes recoge con abundancie e1 simbolo de las florss. La muerte de Federico Garcia Lorca, central pare Cernuda en la ruins de la guerra espanola, 1e da ocasi6n para comparer a1 poets con una fler, flor eortada tembién, eomo vimos sn Invocaciones; fler que no msrece "abrirse" en la roce de un pueblo "hoseo y duro".68 En el poema "Elegia sspafiola (1)", del mismo libro, Cernuda, une vez pasada 1a sxeltaci6n por su amigo, express e1 sentimiento de lo ruinoso y lo mortal: hablaré de florss caidas, "p6- talos rotos entre sangre y lode";69 los hombres de Espa- fia, "heehos para el amor y la terse”, caen en la guerra eomo florss incumplidas.7O Una y otre vez repetir6 Cernuda su propio t6pico de 1a,flor abierta en los poemas "Scherzo para un elfo” (RD, 137), "Resaca en Sansuefia" (RD, 150) y "La adoreci6n ds los Magos" (RD, I Vigilia, 167 y 11 Los Reyes, 169). Com- pare en "Amer oculto" el amor con la fler.71 En el libro Como guien espera s1 alba, Cernuda ss refiere e 1e flor de dos msnerss: con el simbolo ds 1a bre- 72 vedad de la sxisteneia o comparendo 1a fler con la lige- rsza y lsvsdsd de les crieturas amoroses.73 En Vivir sin ester vivisnde, la fler es lo eterne, no exists el tiempo.74 Aunque les im6genes sexuales no son caracteristicas de .‘ern sir. I. da Eb v M“ nal 51H 1a Ger 193 Cernuda, compare e1 sexo con una fler no abierta (La fler sin abrir psrece signifiear inmsdursz): Repose y movimiento Coinciden, ya en los brazoe, El sexo, fler no abierta, 0 les muslce, areo de lira. (RD, 269) Con 1as hggas contadas recoge 1a fler cemo un desso75 0 come signo ds silencio.76 Cernuda hable ds 1e flor, como simbolo del poete que se yergus sobrs e1 vulgo, ese vulgo que puede despedazerls. Para nombrar a la fler, Cernuda use esta expresi6n: "su perfecci6n abierta". Otra vez, ex- press le inminencie de futuro de la fler alerts, primave- 77 E1 poets es dichoso si puede "ver a la n 78 rel, creedora. fler que abre, su color y su gracia. Entre 1as florss concretes, la m6s citada per Cernu- da es la rose, que aparece una treintene ds veces. En £5;- mggas Peesias se referir6 a les roses Junto a une palabra cargada de significado, como ya vimos, "abrir": "Muertas 1as roses que eyer ebrieran". Aqui hey un doble sentido, el de la breveded de la rose y s1 de su nacimianto come 79 potencia. Este 61timo nos parece interesants de dssta- car porque coincide con s1 concepto gideano ds 1a rose. Afirma Daniel Moutote: Treditionnellement on chants la brisvst6 des roses. Il est caract6ristique ds Gide que ses roses, a lui soisnt essentialle- ment naissantes; Ainsi a Cuverv lls: "Em., st des roses pretes a s 'ouvrir. Cernuda, come Gide, tambi6n secede e1 cuerpo dispuesto 194 para el amor con la "rose humane",81 los dos tocedos de; promesas y temporalided. Quiza este efirmecién ds lo efi- mero de la flor provenge, en buena parte, de los poetas clasicos sevillanos, aunque el tema es tredicional en la poesis de todes les epocas y paises. Le rose que, segun Cernuda, volvera en la mafiene, 83 y le medida el presents --"De roses hecho y de penas"-- del tiempo que "escape entre sus roses”,84 tienen prece- dentes en Ausonio, Horacio, Petrarca, Garcilaso, Ronserd, G6ngora, Quevedo, Calderon, Esproncede, Ruben Dario, Anto- nio Machedo 3 Juan Ram6n Jimenez. Pero la huella sevilla- ne estaba aun muy reciente en su primer libro, lleno de clesicismo y lecture de poetas, especialmente de Francis- co de Rioje, con sus msditeciones morales ante 1a rose85 y sin olvider a Francisco de Medreno.8 En sl libro Egloga, Elegie, Ode (1927-1928), 91 pos- te se referire solamente a la rose; continue el tono cla- sico, sereno, consctado con el amor. Le rose sere "pure", 87 alternere con el ague "ten 89 "equivoce" y ”adolescents"; serene”,88 semejare un cuerpo de febula, divine o "des- nudo"9o o tierno.91 Le lluvia del sur amedo es una "rose entreabierte":92 nuevemsnte el concepto germinal ds 1a rose, que es iden- tifica con la puberted y con la infancia y edemas con la vocacion poétice. Daniel Moutote, antes mencionado, ha sxpresado le unided de puberted, poesia y amor en s1 flo- recimiento de la rose en Gide;93 tenisndo presents la 195 admiracion de Cernuda por Gide, cabrie pregunterse si este sur de Cernuda es el sur espafiol. El propio poete lo he negado, al efirmer que en poema "Quisiera ester solo en el sur" proceds de un disco tituledo "I want to be alone in the South",94 Sin embargo, podriemos pensar que sin de- Jer de ser cierta su efirmecién, pudo muy bien carger s1 contenido enimico con sus propios recuerdos, en un tres- ledo de percepciones. En s1 libro Invocaciones, el cuerpo sera une "rose dejeda" o "ebandonede",95 bien ss verdad que este rose es el cuerpo de un ahogado, aunque desposado por el mar. En "Elegia sspefiole I" ds Les Nubes, Cernuda identificera 96 ~ o la rose blanca con el desso y con la muerte; sonere el pueblo de Espafie, un die “iluso”, convertida en une "rose «97 eterne en los mares en imagen parecide e 1e aplicada a Lorca donde le desee que encuentra en su trasmundo un es- cenerio amoroso de "roses eternes";98 Espafie misme fue le "rose del destino";99 en el poema Lezero" compare e1 cuerpo amedo con la "rose de los deseos".loo En Como uien es era 61 alba, 1e rose adquisrs un significado escsnsional: Si en otrgs dias di curso snejenedo A la pasion inutil, su llanto largo y fiebre, Hoy busco tu sagrado, tu amor, a quien modere mano sobre el pecho, ya sole muse m a, Tu, rose del silencio, tu, luz de la memoris. (RD. 191) Le rose simbolize en Vivir sin este; vivisndo, como 101 an libros anteriores, lo efimsro, y adquisrs une 196 acepcion sexual, aunque en palabras dichas por el Cesar, identificendo a les "roses candidas y lescives“ con los 102 Hey une elusion e la 103 cuerpos que a su placer atiendsn. rose como simbolo de lo que treiciona y tres como ex- 104 celencie: comparecién con la obra escrita, mirade amo- 105 y la perfeccion total del mun- do y del amor, "el desso, 1e rose y la mirede".106 Este rose parecida a la flor rose as difersnte do Is perfecte ds Juan Ramon Jimenez, quien es refiere e ella sxcediendo lo amoroso para aden- trerse en el misterio, pare Cernuda es la "rose del mundo" y para Juan Ramon es "breve imejen del mundo".107 Hey una imagen en Con les horas contadas, la de le rose en la mano, en el poema "Aguila y rose", donde este flor simboliza 1e esperanze amorose: “En la mano ese rose, ese esperanze del amor tardio" (RD, 282). En este libro, 1a rose, edemas, se colma do plenitud: Puss le elondra con su canto Siempre pueble 1e mefiene Y 1e rose y el racimo Siempre llenan 1e mireda... (RD, 308) Los tulipanes, 1as tuberosas, 1as glicinies y las magnolies aparecen unidos en "El mirlo y le gaviota", de Los placeres prohibidos, como veneno amoroso, filtro don- de ceben Junto a los "bucles rubios del adolescents" y las "piernes entreebiertes": El tulipan, 1as tuberosas, U: 197 ...les glicinies azules sobre la tepie inocente, Les magnolias embriegedores sobre la felda blanca y vac e... (RD. 78) Volvera a rsfarirse a los tulipanes en dos poemas, uno, "Por unos tulipanes emerillos“, de gnvocaciones: Con gesto enamoredo Me edslento los tiernos fulgores vegeteles, Sosteniendo su goteantg claridad, Forms llene de seduccion terrestrs, En unos densos tulipanes emerillos Erguidos como dichas entre verdss espedes. (RD, 111) Parece evidente que en este poema y en "Otros tulipanes amarillos", de Como quien_espere elgelbg, esta flor tiene une connotacion relics; en el sagundo, ademés del edJetivo "emerillos" use el de "doredos", e igualmsnte esocie lo humedo con la felico, con el principio de la vida: Primavera con niebla, emerge, sin perfume, De verde y gris ten vego tel 81 e1 halo De plate que la envuelve luz no fuera, Mas suefio; dsshscha en lluvie leve Moja hierba y pisdra, sobre la tisrra enime Tulipenes doredos, cuyo color tan vivo Es como son perdido por el airs sordo. 4D5nde recuerdes t6 de otre primavere’ En otre tisrra y tiempe, moJede como este Con lluvie leve, como este cifrade En otroe tulipanes emerillos? Entonces algo mes florecia, aunque no on tisrra; En ti. Tante luz emerille duels ahore, 0 &n0 sera recuerdo lo que duels? (RD, 219) Le magnolia reaperece en Las Nubes simbolizando lo amoroso Junto con otras florss ds color blenco, es decir, puro. La asociacion ds magnolias con Jezmines, madreselvas C) 198 y nardos no es fortuite, ya que el poete evocera patios, puentes, reJas, tepias, tsrrazes y a los enemorados. Es 16gico pensar en la Andelucie del poete, una Andelucie con mar.108 Le magnolia y el Jazmin otra vez son recorda- dos Juntos en un poema nostalgico de le tisrra native, "El indolente": Durante 1as terdes meridionales del verano, A traves de una clere ciudad, soles les calles, Llevaries en cestillo guirnaldes de Jezminss, Y magnolias, por un nido fregenta de hoJes verdes Oculto su blencor, como ales ds pelome. (RD, 221) Le magnolia tembien es evoceda tiernements en "Primavera vieJe" (RD, 208) y asociede el Jazmin en "Las isles" (RD, 271), sugiriendo un ambiente de misterio y decedencie: e1 Jazmin, este vez amarillento y eJedo, y la magnolia, por su excesiva fregancie. Un aroma de nerdo en el poema tituledo "La adoracién de los Megos. I Vigilie" treats a la memoris del poete su eded Juvenil: Que dulcs esta la noche. Cuando el aire A la terraze tree desde leJos Un aroma de nerdo y, como un eco, El son adormecido ds les aguas, Sisnto animarse en mi la forme vege De la edad Juvenil con su dulzura. (RD, 168) 109 el sebor ds une megdalene en Asi como a Marcel Proust e1 to ls devolvio su infencia a través de ese sensacion, a Cernuda un olor a nerdo (o see'una sensacion olfativa y no gustetive) le pone en pie su Juventud. El nerdo 199 simboliza lo puro y Cernuda fue un poete puro. El nerdo es, pues, pare Cernuda, la sintssis de los aromas felices; cuando sl poete hable de 31 mismo y sus sentidos, no on- cuentra aroma mas dsfinitivo que el del nerdo: Bien esta que la sangre de la tisrra M9Je y perdons el hombre cuando muere, Aun turbies entreabriendo sus puertes los sentidos, Y en ellas trace un dedo sl signo magico Con el oleo mas puro: sobre los oJos, que mireron La luz y l? hermosure, codiciandolas; , Sobre el 0 do, concha de la voz y la musica; Sobre el repliegue ds la nariz, ebierto Al aroma del nerdo, del cuerpo y de la lluvie... (RD. 207) El lirio (simbolo tredicional de pursza, ds blancu- ra, aunque un escritor como Unamuno destaque lo negro del lirio)llo es la flor que Cernuda desee que acompafie a Lor- ce en une eternidad consoledora.111 En el poema "Lazaro", el lirio es simbolo de hermosure y paciencia: "Con large espera baJo la tisrra, / Del tallo erguido a le corola alba / Irrumpe en an die en gloria triunfante" (RD, 163). El poete express la terse nocturna del lirio como une pre- paracion para su triunfo; Cernuda dire sentsnciosamente: "Le hermosure es paciencia". Le hermosure de lo efimero es tembien la del lirio y la del hombre y sus obras, por ermplo, el Escorial: "Tu, hermose imagen nuestra, / Eres inutil como el 11:10" (RD, 180). A la violate, tanbién en Las Nubes, ls dedica dos poemas, "A Larre con unas violetes" y "Violetas". En el primero, la flor simboliza la pursza que redime, en un ambiente funeral: 200 Aun se queJe su alma vagemente, El oscuro vacio de su vida. Mes no pueden pesar sobrs ese sombre Algunes viole as, Y es grato as deJerlas, Frescas entre la niebla, Con la alegr a de une menude cose pure Que rescetare equel dolor antiguo. (RD, 140-141) En el segundo poema, les violetas no se refieren a un gran espafiol musrto precozmente como Larre (antes canto e Lorce), sino al propio sentimiento de lo efimero en la flor: Al merchar victoriosemente a la muerte Sostienen un momento,’e11as tan fragiles, E1 tiempo entre sus petalos... (RD. 177) Les viletas, edemas, tendran un significado ascensional en el poema "E1 eguila" ds Como quien espera e1 alba (RD, 186). Le edormidsra, a la que solo elude dos veces, en "Como la piel", de gn_rio, ugjamog, es un simbolo claro de treicion, do engafio amoroso, e1 desso queda aprisiona- do ”sobrs une trampa de edormidsras crueles".112 En "A un Poeta muerto", de Las Nubes, queda e1 recuerdo de Lorce como esas "adormideras" que significan ahore e1 olvido.113 Le azucena es el desso sin brusca pasion, dado e to- 114 El Jaramego es, para Cernuda, simbolo dos los emantss. d0 10 ruinoso (simbolo de antigua tredicion, recuerdsse la "Cencion a les ruines ds Italica" del sevillano Rodri- 80 Caro): "Guantas cleras ruines, / Con Jeramego apenas adOrnades" (RD, 130). “it 201 En el libro Como quien espera sl alba, hablera de: romero, mirto, meJorane, enrededere, lile, flor del espi- no y flor del cerezo. Romero, mirto y meJorana tomen un significado de ofrsndes hechas a los dioses para pedir un 115 La cuerpo el que emar. enrededera azul le evoca la tie- rra native.116 Le lile es signo ds domestice amisted, in- cluso amor suave, en une atmosfere de indolencia, ten que- rida por Luis Cernuda.117 La flor blanca y roJe del espi- no 0 del cerezo snlezan con una idea de ruine amorose ten- to como de tismpo.118 Les florss concretes que nombre Cernuda en Vivir sin ester vivisndo, son: azafran, Jacinto, esfodelos,119 les 120 aunque sl asfodelo ed- 121 tres como Juventud de la tisrra, quiere en un momento dado un metiz exotica y neblinoso; la flor del manzeno, que cee a tisrra en un ambiente de dslicie;122 hortensias Vegas en un "cislo clero" donde no 123 y edelfes Junto a columnes y cipreses 124 exists memoris para dslicie del Cesar. En Con les horas contadas, recoge una flor muy sevi- llana, en un poema tefiido de doloroso recuerdo, "El ezahar": aTu moceded? No es mas que un olor ds ezahar Un olor de ezahar,, Airs. aflubo elgo mas? Esta flor, e1 ezahar, se repite en el ultimo libro de Cer- nuda, Desolacion de la Quimera, en el poema "Luna llene en Semane Santa"; e1 ezahar, la lune, 1e musice, 1e treen 202 el poete le imagen do an tisrra y la vision de sus calles y sus planes: Denso, suave, e1 airs Orse tantas cellsJes, Plezusles, cuye alma Es 1a flor del nerenJo. (RD. 359) NOTAS lJean Danielou, "The Problem of Symbolism", Thought, XXV (1950), peg. 427. 2RD, I "Va la brisa reciente", peg. 11. RD, V ”Ninguna nube in6til", peg. 13. RD, XX "Los arboles a1 poniente", peg. 32. RD, ”Cerne de mar“, peg. 58. 3 4 5 6RD, "Quisiera saber por que esta muerte", peg. 73. 7 RD, "Noche de luna", peg. 219. BED, "La adorecion de los Megos, I Vigilia", 133,3 0 167 0 9RD, "El arbol", pég. 242. loRD, "Otro cementerio", peg. 254. RD, "Duerme muehacho", peg. 56. 12"...namely, that every process of physical growth is a spiritual opus in reverse”, J. E. Cirlot, peg. 329. Jose Ferretsr More afirma que, en algunes doctrines y so- brs todo en el platonismo, "hay en el proceso de emana- cion un proceso de dsgradacion, puss de lo superior a lo inferior exists 1a relacion de lo perfecto e lo impre- fecto, de lo existsnte a lo menos existsnte", Diccionerio de filosoria, Tomo I (Buenos Aires, 1965), peg. 50 . 13RD, ”Hebia en el fondo del mar", peg. 81. 14"...the concept of life without death stands, onto- logically speaking, for absolute reality and, consequently, the tree becomes a symbol of this absolute reality", J. E. Cirlot, peg. 328. 15RD, "Apologia pro vita sue", peg. 204. 16"Uno de los simboloe mas frecuentes pare sxpresar e1 obJeto de su pasion es el chopo", Carmelo Gariano, peg. 237. 203 204 17Luis Cernuda, Ocnos, peg. 134. 18Garcilaso de la Vega, "Egloge Tercere", Obras (Ma- drid, 1964), peg. 95. Le imagen de Apolo sbrezando a Defne este recogide por varios pintores, entre ellos, Polleiulo. Cuadro interesants porque el dios abraza e Dafne, cuyos brazoe ya ss hen convertido en remes (National Gallery, London). Contresta con el cuedro de Tiepolo, donde Apolo esta a punto de atrepar a Defne en doble gesto violento, inmediatamsnte antes de la conversion en laurel (Louvre, Paris). Es muy posible que el chopo para Cernuda si nifi- que, en este imagen, une asociacion ’con el laurel m tico, aunque evidentemente ds significacion felice. E1 laurel pare Cernuda, como ye veremos, posse une simbologie de tipo funebrs. 19RD, "Elsgie enticipeda", peg. 216. , QORD, "Cuatro poemas e une sombre, IV E1 fuego", peg. 240. 21RD, "Sofiando con la muerte", peg. 139. , 22Antonio Machedo, Poesies completes (Madrid, 1966), Dag. 85c 23 RD, "Noche del hombre y su demonio", peg. 221. 24RD, "Le fusnte", peg. 143. 25RD, "Urania", peg. 190. 26 27 28 29 RD, "El arbol", pég. 242. Paul Valery, pég. 115. RD, "Rio vespertino", peg. 225. RD, "Verede del cuoo", pég. 229. 30RD, "Cleerwater", peg. 349. 31Antonio Machedo, "A un olmo seco", peg. 129. 32RD, "1 un poete muerto", peg. 113. 33J. E. Oirlot, peg. 173. Vease también en note 19. Como se sebe, el laurel es tredicionelments simbolo ds 1a inspirecion y de le victorie. For an perfume fue consagra- do a los dioses y especialmente e Apolo, dios do is pos- sie, de les artes y de los oreculos. Los antiguos supon en que en erometico y enetrants olor comuniceba e1 don de la profesie, de equ 1e costumbre ds coroner con una reme 205 de laurel e poetas y artistes en general. 34"Al rio Guadalquivir", Possia sevillane en la Eded de Oro (Madrid, s/f), peg. 368. 35RD, "Le gloria del poete", peg. 114. RD, "Le fusnte", peg. 143. 37RD, "El nombre", peg. 245. RD, pég. 299. 39RD, "Dans me peniche", peg. 115. RD, "El nombre", pég. 245. #lRD, "A un poete muerto", peg. 133. RD, "Les ruines" peg. 187. 43RD, "Jerdfn entiguo", peg. 166. 44Luis Cernuda, 93325, peg. 64. 45RD, "Primevera vieJe", peg. 208. 46Antonio Machedo, VII "E1 limonero languido sus- pends", peg. 28. 47RD, "El aguila", peg. 185. 48 49 RD, "El César", peg. 274. RD, "Resaca en Sansuefie, I Pr610go", peg. 150. 50RD, "Cordura", peg. 155. 51RD, "Deseo", peg. 166. 52RD, "El ruisefior sobre la pisdra", peg. 179. 53RD, "Otros tulipanes amerillos", peg. 219. RD, "El nombre", pég. 245. 55Realmente 1a chumbera y el esperto no son arboles, pero Cernuda los tome como tales, a1 compararlos con el- mendros y narenJos, pare presenter un contrasts muy signi— ficativo.,Tembien Cernuda se refiere a1 espino como si fuera un arbol en los poemas "Apologia pro vita sue" (RD, 204) y "Los espinos" (RD, 212) de Como quien espera e1 alba, para representer la primavera, la vida nueve, la exaltecion. II 723D, 208; "Eleg amarillos' 983. 22 e pég. 2290 pég. 237. pég. 293. pég. 307. 206 "Sombras blancss", peg. 42. "Cuerpo en pena", peg. 43. "Linterna roJe", peg. 53. "DeJadme solo", peg. 57. "Dire c6mo necisteis", peg. 65. "Qu6 ruido tan triste", peg. 68. "Unos cuerpos son como florss", peg. 71. "Esperaba solo", peg. 73. "A un muehacho endeluz", peg. 105. ”La gloria del poete", peg. 113. "31 Joven merino", pég. 117. peg. 122. "A un poete muerto", peg. 131. peg. 134. "Elegie espeflola (II)", peg. 144. pég. 175. "E1 aguile", peg, 185; "Quetzelcéatl", peg. {a anticipeda", peg. 215; "Otros tulipanes , peg. 219; "Noehe del hombre y su demonic", "Rio vespsrtino", peg. 225; "Vereda del cuco", "Cuetro poemas e une sombre II El amigo", "Aguila y rose", peg. 281; "E1 slegido", "Poemes pare un cuerpo VI Después de hablar", ”El poete y la bestia", pég. 343. "A prop6sito de florss", peg. 347. 207 79RD, XII "Eras, instants, ten clero", peg. 17. 89Deniel Moutote, Les Images Végételes dens 1'Oeuvre d'Andre Gide (Paris, 1970);'pag. 58. 81 82 83 84 RD, XIII "Se goza en un suefio encentado", peg. 18. RD, XVI "La noche a la ventene", peg. 19. RD, XX "Los arboles a1 poniente", peg. 22. RD, XXIII "Escondido en los muros", peg. 24. 85En el soneto VIII (peg. 412) y en la silve "A la arrebolere" (peg. 446), RioJa se refiere e 1e efimere vida de este flor. Alberto Sanchez, Possia sevillane en la Eded de ggg (Madrid, s/f). " 86Frencisco de Medreno, "A Luis Perri, entrando en el invierno" en Historia y antologia de le poesie espefigle gs Federico Carlos Sainz de Robles (Madrid, 1964), page. 58-6590 87 88Ibid. RD, "Egloge", peg. 28. 891bid. 90RD, "Elegie", peg. 30. glIbid. 92RD, ”Quisisra ester solo en el sur", peg. 41. 93 94 Daniel Moutote, page. 66-67. Luis Cernuda, Possia Literature, peg. 245. 95RD, RD, "El Joven merino", peg. 122. 96 97 98 99 100 RD, peg. 134. RD, ”Lemento y esperanze", peg. 142. RD, "A an poete musrto", peg. 131. RD, "Elegie espafiole (11)", pég. 144. RD, pég. 160. , 101RD, "Cuetro poemas e une sombre. I La ventena", peg. 235 y "El sino", peg. 247. 208 102RD, pég. 274. RD, "El intruso", peg. 241. RD, "Divertimisnto", peg. 251. RD, "E1 extasis", peg. 253. 106RD, "El poete", peg. 251. 107Sabine R. Uliberri, E1 mundo poetico de Juan Ramon (Madrid, 1962), pags. 143-144. 108RD, "Rsseca en Sansuefia. III Final", peg. 152. 109Marcel Proust, Du cote de chez Swann (Paris, 1954): pegs. 54-58. llOCitado por Concha Zardoye, Possia espafiole contem- porenea (Madrid, 1961), peg. 153. lllRD, "A un poete muerto”, peg. 131. 112RD, pég. 111. 113 RD, peg. 132. RD, "Dans me p6niche", peg. 115. RD, "Ofrende", pég. 190. RD, "Tisrre native", peg. 192. RD, "E1 cementerio", peg. 229. 11.8RD, "Apologia pro vita sue" , peg. 204 y "Otros tulipanes amarillos", peg. 220. :( llglsfodslos (del griego d5?00£405 ), aparece ecen- tuado en el Diccionerio de la Lsngue Espafiola. Cernuda no lo acentua. 120 121 RD, "El érb01.', 95.3. 2430 RD, "Le partida", peg. 267. 122RD, "E1 nombre", peg. 245. 123RD, "La feche", peg. 246. 124RD, "E1 Cesar“, peg. 274. CAPITULO VI LOS SIMBOLOS (III) Sombre En el poema "Nocturno yenqui", del libro Con les horas contadas, Cernuda resume toda su teoria de la sombre en un concepto de volunted y desso, tel vez de fentesma. Sombra indice en esta significaci6n que nosotros coloca- mos como proemiel en este simbolo: (E1) efén de hecerte digno, (E1) efen de excederts, Esperando Siempre mefiene otro die Que, aunque terde, Justifique Tu pretexto. (RD, 287) Cuando Pedro Salinas escribe que en le‘poesie de Cernuda "pululan les sombras, los fentesmas",1 se esta refiriendo a este carectsr de busqueda; pero en las som- bras de Cernuda hey mes. 1) En relacién con la luz, la sombre es: a) invesora, b) hermosemente complementerie, c) invedide por la luz. 2) La sombre este vinculada a lo amoroso. 3) Abominaci6n de la sombre. 4) La sombre como destino. 5) La sombre y la muerte. l)En relaci6n con la luz. a)Sombra invesore. El concepto de la sombre victoriose ds la luz, como elemen- to potente, devorador, se repite muches veces en Primerss Poesies: 209 210 Va 1e sombre invesore DespoJando e1 especio Y la luz fugitive Huye a un mundo 1eJana. (RD, 22) En los poemas I. "Va 1a brisa reciente" (RD, 11) y XVI. "La noche a la ventena" (RD, 19), la sombre, es decir, la noche, tiene un sentido positivo: permits, a traves de une ventane, 1a restitucién, 1a renoveci6n del cielo estrellado, del eire y del sofiador, que es el mismo Cer- nuda. Se trata, pues, del reconocimiento diario de la propia personalided, de la reidentificeci6n consigo mis- mo; en sume, do Is realided y el desso, porque e1 sofier del poete equivele e1 desear. No olvidemos que el titulo del libro de Cernuda es La Reelidad y el Deseo. Este signo pragresivo de la sombre reaperece en EglOga.E1egie. odg, "Egloga" (RD, 28) y "Ode" (RD, 34); en Un rioI un amor, "Razén de les lagrimas" (RD, 54); en Invocaciones, "E1 Joven merino" (RD, 117);2 en Las Nubes, los poemas "Le fusnte" (RD, 143), "Cementerio en la ciu- dad" (RD, 165) y "PeJero muerto" (RD, 178); en Como guien espera e1 alba, "Tarde oscure" (RD, 198), "Otros tulipanes amarillos" (RD, 219) y "Rio vespertino" (RD, 225). En ede- 1ente, solamente se referire Cernuda a esta sombre inveso- re en dos poemas: III "La escarche" de "Ouatro poemas e une sombre" de Vivir sin ester vivisndo (RD, 238) y "Un mo- mento todavia" ds Con les horas contadas (RD, 299). Les 211 sombras, en todos estos poemas, "invaden", "suplenten", "rompen", "caen", "anegan", "crecen", "sncierran", "ven- can", "consumen" la luz. b) Sombra complementeria de la luz. Ahora luz y som- bra conviven en perfecto equilibrio, se necesiten: Soy memoris de hombre; Luego, nada. Divines, Le sombre y la luz sigusn Con la tisrra que gire. (RD, 14) Esta significacién se repite en: "Ode" de E 10 e Ele ia, 293 (RD, 34); "Apologia pro vita sue" (RD, 204) y "El en- deluz" (RD, 199) de Como quien espera e1 alba. En este ul- timo poema, Cernuda identifice a1 endeluz con "sombre he- che de luz". Dos referencies mes podriemos aducir en el equilibrio luz/sombra, siempre fecundo, une, "E1 retreido" de Vivir sin ester vivisndo (RD, 247), y otre, ”Aguila y rose" de Con les horas contadas (RD, 281) c) Sombra invadida por la luz. Solamente en dos li- bros ss encuentra esta caracteristica: en Les Nubes, "E1 ruissfior sobre la pisdra" (RD, 179) y en Como guien espe- re el alba, "El eguile" (RD, 185), "Urania" (RD, 190), "Ofrenda" (RD, 190), "Vereda del cuco" (RD, 229) y "Magia de le obra viva" (RD, 213). En este ultimo poema, la som- bre ehuyentada por la luz adquisrs un sentido de libertad: Y a1 alba tsmprene del estio, un campesino, Desnuda piel cobrize con quitasol de paJa, Vio Jinetes de sombre galoper por los lagos Tres las estrellas palidas de la noche en derrota. 212 Como eves desdefioses cuando el hombre aparece, Escaparon les sombras en un vuelo hacia el templo, Que de purpure y oro tefiia el sol necients, Fundiendose a sus muros con quieto sscalofrio. * Quién 1e diera e tus versos, iguelendo a les sombras Que el campesino viera pisar su prado a1 alba, Para volver despues a1 extesis inmovil, Vivir sin ti y sin nadie, con vida entere y libre. (RD, 214) Bien ss ve que la luz no tiene por qué ssr simbolo de 3 Luis Cer- "plenitud", como afirma Julia C6rdove Infants. nude, on Ocnos, y al rsferirse al escritor sevillano Jos6 Marie Izquierdo, escribe estes palabras: Durante sus horas de recogimiento silencio- so, escuchando la musica 0 en sus tardece- res Junto e1 rio, mientras se perd a as entre e1 ruido ds lgs otroe beJo el cielo nativo, tel vez ggzo gloria meJor y mas pure que ninguna. Ese stardecsr sobre el rio exprese meJor que nada 1e ple- nitud, 1a ssrenidad de la sombre cernudiana. 2) Le sombre vinculada a lo amoroso. Esta caracte- ristica es una constants en la poesie ds Cernuda desde el libro Un rio, un amor haste el 61timo, Desolaci6n de la Quimera. Les sombras son los cuerpos amados "sombras blen- cas", "fragiles", "fugeces”, que ofrecen transitorio asi- lo.5 Este scuaci6n cuerpo amedo/sombre responds e1 con- cspto ds sombre como doble del cuerpo. Entre los pueblos primitivos --dice Cirlot-- la noci6n de la sombre como "alter ego" o alma esta firmemente esteblecida.6 Jung considere que sombre no es s6lo priveci6n de la luz sino 213 edsmés 1a sombre fisica que sigus a1 cuerpo: It has been believed hitherto that the human shadow was the source of all evil, it can now be ascertained on closer inves- tigation that the unconscious man, that is, his shadow, does not consist only of morally reprehensible tendencies, but also displays a number of good qualities, such as normal instincts, appropriate reactions,7 realistic insights, creative impulses, etc. En Cernuda, el concepto de sombre como une divisi6n del ssr se inicie on "No decia palabras": Un roce al peso, Una mirada fugaz entre les sombras, Bestan para que el cuerpo se abre en dos, Avido de recibir en si mismo Otro cuerpo que suefie; Mited y mitad, suefio y suefio, cerns y carne, Igueles en figure, iguales en amor, iguales en desso. (RD. 69) Pero mas claro a6n se menifieste en el poema en prose "Esteba tendido", donde e1 poete se divide en dos, 61 y su sombre: "De mi mismo rscorté otre sombra, que 3610 me sigus e la mafiane" (RD, 70). Le misme idea se repite en "Esperaba solo", donde 1a sombre de un adolescents a1 ro- zer su meno 1e deJ6 vecia: "En su pelma apareci6 une gote de sangre" (RD, 72). En "He venido para vsr" 1as sombras adquiaren autonomia: He venido para vsr semblantss Amebles como vieJas alcobes, He venido para ver les sombras Que desds leJos me sonrien. (RD. 83) Igual carecterisssdén ds 1e sombre encontramos en los li- bros: Donde habits e1 olvido, III "Esperé un dios en mis 214 dies" (RD, 88); Invocaciones, "El viento de septiembre en- tre los chopos" (RD, 108) y "El Joven merino" (RD, 117). En este poema encontramos algo muy interesants y es une e1usi6n a la idea, a1 modelo p1at6nico; pare decirlo con palabras de Cernuda, una ”forma supreme”, esta palabra "forma" ss emp1e6 desde 1a Eded Media como sin6nimo de la idea p1at6nica: Cambiantes sentimientos nos enlazan con este 0 equal cuerpo, Y todos ellos no son sino sombras que velen La forma supreme del amor, que por si mismo late, Ciego ante les mudenzes de los cuerpos, Iluminedo por el ardor de su propia 11ama invencible. (RD, 120) Cernuda, en el libro Con 1as horas contadas, volvera e es- te tema, concretamente en "Poemes para un cuerpo"; lo que podrie perecer simple amor fisico queda trascendido, ele- vado a categoria: Bien 86 yo que esta imagen FiJa siempre en la mente No eres tu, sino sombre Del amor que en mi exists Antes que el tiempo acabe. (RD, 306) E1 da s1 motivo, , Lo diets tu; porque tu existes Afuere como sombre de algo, Una sombre perfecta 8 De aqusl efen, que es del amente, mio. (RD. 314) 3) Abominaci6n de la sombre. E1 talents de dsnosta- ci6n tambi6n abunda en Cernuda, eplicedo e la sombre que sera "dsscuidada",9 "rsncorosa",10 equivale a1 hestio,11 215 13 asilo de condenados,l4 limi- 17 y "pena".18 "miserable",12 "ignorants", l6 taci6n,15 infernal, centro de la rutine En el libro Les Nubes, tan esencial pare entender les cla- ves de Cernuda, abunda este aspecto dsnostador de les som- 21 bras, y asi 6stes ser6n olvido,l9 cobardie,20 odio, inu- 22 tilided y ruine ds les ilusiones.23 Este 61timo sentido contin6a en el libro Como quien espera e1 alba.24 En Con les horas contadas, s1 poete relaciona les sombras con los 25 cuerpos hestiados, llenos de fastidio, y con la muerte: He necido. E1 frio, Le sombra, la muerte, Todo el desampero Humano es su suerte. (RD. 302) La sombre podrie identificarse con una especie de meldi- ci6n en el ultimo y amergo libro de Cernuda, Desolaci6n de la Quimera,26 en el poema, "A pr0p6sito de florss" (RD, 347), donde 1a Quimera en vano busca 1a esperanze en la mefiene, rodeada de sombre: Mude y en sombra, perece 1a Quimera retraerse A la noche ancestral del Caos primero; Mes ni dioses, ni hombres, ni sus obras, Se anulan si une vez son; existir deben Haste el amergo fin, psrdiendose en el polvo. Inmovil, triste, la Quimera sin nariz olfatea Frescor de alba necients, alba de otre Jornada Que no habre de treerle piadosa la muerte, Sino que en existir desolado prolongue todavia. (RD. 352-353) 4) Le sombre como destino. Teniendo en cuenta 1a idiosincrasia de Cernuda, podriamos user tembi6n 1a pale- bra "fatalidad", ten andaluze. Le sombre como sncarnaci6n 216 o simbolo del destino se repite en una representaci6n fen- tesmal por el pueblo. Los duendes, trasgos o bruJas suelen rspresentarse nocturnemente, por medio de figures sombrias. Asi en Los_p1aceres prohibidos hay dos versos reveledores, todo un vaticinio: "Tu destino sera escucher lo que digan / 27 Le som- Las sombras inclinedas sobre la cune." (RD, 75). bra, como destino en forma de fentesma, esta en Donds ha- bits e1 olvido: sus labios son de agua.28 E1 hombre quiere "aspirar" 1a sombre como la culminaci6n de su deseo,29 y la pregunta a ella como a un oreculo: "Sombra, 51 t6 lo sabes, dime" (RD, 111). Los entepasados forman une cadena que constituys 1e sombra, el destino.3o En el libro Les Nubes, le interrogeci6n, e1 proble- me do Espefie va unido a un hombre misterioso que la comu- nica que Espefia he muerto y que después se borre entre "la sombre hfimsda";31 como 61timo matiz de sombre/desti- no, Cernuda se refiere e la verdad del poete 0 del artis- te, stsrnizade en la conciencia de los J6venes que lo ama- ran en el tiempo: Amame con nostalgia, Como a una sombre, como yo he amedo La verdad del poete beJo nombres ye idos. (RD, 202) Cuando Cernuda dice que "palabra de poete refleJe sombre 32 en la vive" piensa en que es un espeJo del destino, contradicci6n Goethe/Napole6n, 1e palabra del poete al- canza un refleJo mas perdurable que el de la espeda. 5) La sombre y la muerte. En Les Nubes encontramos 217 1a simbologie sombre/muerte. En el poema dedicado a Fede- rico Garcia Lorca, Cernuda desee paz e 1e sombre de Lorca, a su muerte, con una proyacci6n de eternidad: Tenge tu sombre paz; Busque otros valles, Un rio donde el viento Se lleve los sonidos entre Juncos Y lirios y el encanto 33 Ten vieJo de les aguas elocuentes... (RD, 134) La muerte aparece fantasmal como "sombre enigmatice",34 8 "eterna",35 "veste",36 "larga"37 "sentimental".3 Le som- 39 bre es tiempo que es resume en muerte. Hay algunos cuer- vos que cruzen de pronto tristemente por el airs tranqui- lo. Y esos cusrvos, como los hombres, est6n hechos de tie- rre, de muerte, de sombre: Turbendo e1 airs quieto Con une queJa ronce, Como sombras, los cusrvos Agudos, giran, pesan. Todo ha sido creado, Como yo, de la sombre: Esta tisrra a mi aJene, Estos cuerpos aJenos. (RD. 156-157) En Como guien espera el alba, se rsnueva 1a imagen I de paJaros y sombras funereles, aunque en un escenario de ssrenidad y paz: Hay troncos a que esistsn fuerza y gracia, Y’entrs e1 airs y les hoJas busoan nido PaJeros e 1e sombre de la muerte; Hay paz contemplative, calme entera. (RD. 215) 218 Esta paz, asociada con la idea de la muerte, no abendo- nara ya a Cernuda. Los muertos son "sombras remotes" a los que se desee la paz: Que a esas sombras remotes no perturbe En los limbos finales ds la nada Tu msmoria como un remordimiento. (RD. 198) Los hombres que existieron antes que nosotros "lebraron con sed 10 no creido", y a ssa fe e1 poete la 11ama "som- bra del pensamiento aquietadora".4O Los muertos son som- bras "nobles".41 Un critico y poete, Ricardo Molina, se ha referido, como selveci6n, a1 sentido triunfador del amor, amor divino 0 de los dioses, que ehuyente a les som- bras del especio y del tiempo.42 En esa eternidad, la som- bre no exists, los limites hen desaperecido. Es una luz, como la que veiamos en los comienzos del astudio de este simbolo, sombre invadida por la luz pero con un concepto de trascendencia total: "Amor divino / Sombras de especio y tismpo pone en fuga" (RD, 186) Entre e1 desso de ser una sombra, es decir, do "he- cerss digno" 0 de "excedsrse" en espera de un mefiene her- moso, y la abolici6n del tiempo representado por una som- bra no hay mucha diferencie. Se trata de la perennidad que el poete pide para ser 61 mismo, aut6ntico y excsdido. Muro La palabra "muro" simb6licaments presenta diversos significados, que derivan de sus distintas cualidedes 219 tomadas alternativemente como fundemento de su sentido. En el sistema geroglifico egipcio, es un signo determi- nants que exprese 1a idea de "elevar sobre el nivel com6n"; claremente se advierte que el valor dominants en este ceso es el de su altura. Como pared, que cisrre e1 especio, es el "muro de les lamentaciones", simbolo del sentimiento "de caverna" del mundo, del inmanentismo, de le imposibi- lided de trensir e1 exterior (de la metafisica). Expresa 1a idsa de impotencia, dstenci6n, resistencie, situaci6n, limits. Ahora bien, s1 muro en forma ds cerce y conside- rado desde dentro tiene un caracter asociado, que puede tomarse como principal --depende ds 1a funcién y del sen- timiento-- de protscci6n. Se 1e considere con frecuencia baJo este 61timo aspecto y por e110 como simbolo femenino, incluso materno, como la ciudad o la casa.43 Se puede sefielar este aspecto femenino del "muro" en contrapoeici6n e1 masculino del "airs". Les tormentas --efirme Leopoldo de Luis-- deJan después un vego recuer- do.44 Exists, entonces, un contrasts entre e1 airs y el simbolo, contrasts para el cual un sic6logo, Jung, use e1 t6rmino do enantiodromia. Partiendo de Heréclito, pare s1 que la natureleza tisnde a lo contrario y de ello y no de lo idéntico obtiene e1 acorde, Jung enriquece e1 concepto de la enentiodromia en esta forma: Uso yo el término snantiodromia para carac- terizar 1a apericion del contrasts inconscien- to y e110 e la sucesion temporal. Este fsnome- no caracter stico suele observarse alli donde 220 en la vida conscients impere una direcci6n parcial extremeda, de modo que con’el tiem- po llege a constituirse una poeicion con- traria inconsciente que se manifiesta par de pronto como’impedimento del rendimiento conscients y mas tards como4énterrupcion de la direccion conscients. Por supuesto que la enantiodromia, en el caso de Cernuda, no se puede tomer en un sentido hist6rico abso- luto, es decir, biografico; pero dentro de sus temes y simboloe e1 contrasts, incluso la contradicci6n inmedia- ta 0 diferida, supone uno de los motivos esenciales den- tro de la personalided del poete. Si e1 "airs" significaba desso y amor, el "muro" significaré en un principio soledad, aislamiento. E1 sim- bolo del "muro", que se repite unes cinco veces en su 1i- bro inicial Primeras Poesias (1924-1927). areas an impor- tancia en libros posteriores haste Donds habits e1 olvido (1932-1933). desapereciendo en Invocaciones (1934-1935) y reapereciendo a partir ds Les Nubes (1937-1940), pero ya diluido, con mis sentido metaf6rico que simb6lico; se convierte en lo que Dorothy Sayers he llamado "simboloe 46 naturales". Al considerar Primeras Poesias hablamos de soledad, aislamiento: E1 efen, entre muros Debatiendose aislado, Sin ayer ni mafiana , Yace en un limbo sxtatico. (RD, 12) Y mas adelante: 221 Mes no quiero estos muros Airs infiel e si mismo, Ni eses remes que cantan En el airs dormido. (RD, 14) "Muros" y "airs infiel", 0 sea un aire desprovisto de 11- bertad. Aei llegamos a la identificaci6n de muro y pri- si6n. Muro como pared que cierre e1 especio, simbolo del desso de trensir al exterior, y que no 5610 cierra e1 es- pecio, sino el tiempo: Los muros nada mas. Yace la vida inerte, Sin vida, sin ruido, Sin palabras crueles. (RD. 21) Le vida sin vida nos pone en contacto con la muerte. En su sagundo libro Egloga, Elegia, Ode (1927-1928), e1 muro 47 sera fronteriza separaci6n con 10 tenebroeo. Hey "un claro son" que anuncia quiz6 una inminencie de luz, pero e1 sentido ds limitaci6n es evidente: Ni mirto n1 laurel. Fatal extiends Su frontsra inseciable s1 vesto muro Por 1a tiniebla funebre. En lo oscuro Todo vibrante, un claro son aseiends. (RD. 27) El muro, separando vida y muerte, es simbolo que ya se encuentra en Juan Ram6n Jim6nez. Ricardo Gull6n cite concretemente e1 poema 113 del libro Possia: Tras 1a pared ha sonado su voz. , Solo una pared separa el cielo del mundo; pero iqus terrible es! 222 Todos estan ahi a1 ledo, iy no nos podemos verl Seg6n Gull6n: Le pared simboliza la muerte, y 1as estan- cias vecines estan habitedas por los vivos y los muertos. Lo sxpresado es mucho mas de cuanto 1as palabras dicen; leyendolas tens- mos 1a impresi6n del gran misterio de la existencia, y de que los dos mundos ragla- Jados en el poema-son incomunicebles. En el poema "Egloga", Cernuda se refiere a see muro invisible y trascendido, donde el muro se confunde con la noche, como elemento negativo: IY que invisible muro Su frontera mas triste Gravemente levanta? El cielo ya no centa, Ni su celeste eternidad asiste A la luz y a les roses, Sino a1 horror nocturno de les cosas. (RD. 31) Por eso dice Justamente Cano que "6sts es el muro de la noche cuye ascuridad ensordece 1a celeste voz de la be- 49 Este término "noche" nos conduce ehora a doe lleza". significaciones: una, como escenario de amor carnal; otre, mes importante, como desso de eternidad. La primera significaci6n, aunque accidental en la linea que estudiamos, puede rslacionarnos con el ansie constants ds amor, a pesar de su carnalided. En el poema ”Elegia", e1 poete, encerrado en la ascuridad de su es- tancia, se siente feliz porque es una noche que contiene el amor y 61 no quiere 1e invasi6n de la aurora: 223 Este lugar, hostil a los oscuros Avances de la noche vencedora, Ignorado respira ante 1a aurora, Sordamente feliz entre sus muros. Pereza, noche, amor, la estancia quieta BaJo una debil claridad ofrece. El esplendor sus llamas adormece En la languida atmosfera secrete. (RD, 32) E1 amor se manifiesta triunfalmente; haste entonces el amor --dice Luis Felipe Vivanco-- 3610 se habie manifeste- do como "una pesividad corporal expectente y tal vez de- sengafiada ds antemano, por la actividad de su peculiar pa- si6n amorose“.50 E1 muro aisle a1 poete del mundo exterior, permits 1a prolongeci6n de la noche ds amor; considerado desde dentro, este muro tiene un car6cter femenino, de pro- tecci6n; es el contrasts entre airs y muro, entre lo mas- culino y lo fsmenino, es la enentiodromia a que nos refe- riamos con anterioridad. En gn_gio, un amor (1929), apere- ce un poema, "Decidme anoche", donde se exprese un ca6tica estado smocional producida por la p6rdide del amor. E1 am- biente surrealista tifie de misterio 1a sensaci6n de lo per- dido. Muro nocturno, prisi6n interior, que el poete quiere saltar: Fantasma que desfila prisionero de nadie, Felto de voz, de manos, apariencie sin vida, Oomo llanto impotente por las remes ahogado 0 repentina fuga sstrellada en un muro. Es intime ese voz, 3610 para ella misme; A1 exterior 1a sombre presta asilo inseguro. Un grito acaso pasa disfrazado con lucss, Luchendo venamente contra el miedo y el frio. (RD. 46) 224 La segunda significaci6n de noche, en relaci6n con muro, nos lleva a un concepto de busca de la eternidad. Ye en Un rio, un amor, exists, por parte de la misma no- che, un desso ds salir a la absolute claridad, por eJem- plo, en el poema "Raz6n de les légrimes": La noche por ssr triste carece de fronteras, Su sombra, en rebeli6n como la sspume, Rompe los muros d6biles Avsrgonzedos ds blancure; Noche que no puede ssr otre cosa sino noche. (RD. 54) E1 desso de trascender 1e prOpie realided corporal anochecide evoca inmediatamsnte a los misticos. Los cuer- pos son muros, afirma Cernuda, en su libro Les Nubes,don- 51 de esta idea adquisrs solidez, especialmente en el poe- ma "L6zaro"; 1a "tiniebla primeria" del poema es la eter- nidad inasible a cause de1"muro de los huesos": Quise cerrar los oJos, Buscar 1a veste sombra, Le tiniebla primaria Que su vsnsro esconde baJo el mundo Levando de verguenzas la memoria. Cuando un alma doliente en mis entrafias Grit6, par les oscures galer as Del cuerpo, agria, desencaJade, Haste chocar contra el muro de los huesos Y leventar mareas febriles por la sangre. (RD, 161) 10ernuda, mistico? No en el sentido usual, ortodoxo, de la palabra, pero en posture no se encuentra muy 1eJana de la de dos poetas por 61 admirados y con enorme cerga mistica en su poesie: uno, San Juan ds la Cruz; otro, Beu- delaire. San Juan piensa en el cuerpo como materie y como 225 52 case, dos cualidedes femenines, propicies para la resi- dencia del alma, que es la Espose buscando a Dios. En "No- che oscure", e1 alma quiere salir del cuerpo: En une noche oscura Con ansias en amores inflemade, ioh dichosa venture}, Sali sin ser notade, 53 Estendo ya mi casa sosegade. Igual desso muestre Baudelaire en sus dos sonetos, "g3; Le Tasse en Prison. D'EugEne Delacroix" y "Le Gouffrs". En el primero de ellos, el alma, prisionera ds la reeli- ded fisice, anhela escaparse de sus muros; en el segundo, e1 espiritu del poete desee anegarse en una insensibili- dad que, m6s que la de la nada, es la del infinito.54 Ri- cardo Molina he recordado este ansie ds eternidad de Cer- nuda, como hombre a la vez que como poete. Le "sed de eter- nidad" a que se refiere Cernuda en s1 poema "Les ruines" ds Como guien espera e1 alba, es la misma sed simplemente humane: Cernuda lo define (e1 poete) como un hombre primordialmente ansioso de’eternidad. Sed ds tismpo lo devora... aQue es la poesia si- no una patetica lucha por no morir y que no mueran tampoco con nosotros la hermosure, el amor, sl desso y cuento de bello alienta so- bre el mundo? E1 supregg efen del poete es salvarse de la muerte. Le abolici6n del tiempo, como la del especio, 1e recOge Jos6 Olivio Jim6nez, en el sentido ds ilimiteci6n, con- quista y plenitud: Un sentido b6sicamsnte especial est6 operando en la concepcion de lo temporal, puss aquello que asi es nos presenta --cuerpo, obJeto, 226 situac 6n-- est6 definiendo intrinsicemente unos 1 mites en el especio. No hay dudes de que a poco que empezamos hablando de tiempo acabemos de seguro en el especio, e inverse- mente. Juntos tienen que andar tembien en la in uicion poetica, 1a cuel se ve obligada as a valerse ds imagenes corporsas, esto es, espaciales, para dar expresion e sugestionss de orden temporal. En muchos momentos Cernu- da asocia, con sus respectivos nombres, una y otre categor e; y vencer 1as angustiosas celadas y limiteciones do 10 temporal supon- dre desgruir por igual 1as barreras del es- pecio.5 E1 af6n de la eternidad es el af6n de la verdad ba- tiendo contra los muros de la prisi6n de la carne, nos dir6 Cernuda en el poema xv de Donds habits e1 olvido: El invisible muro Entre los brazos todos, Entre los cuerpos todos, Isles de melded irrisoria. Un,dsseo inmenso, Afan ds una verdad, Bats contra los muros, Bate contra la cerne Como un mar entre hierros. (RD, 97'98) Dificil rssulta, como afirma Philip Silver, pensar en un amor humano, de alma a alma, a1 modo neOplat6nico.57 Lo que Cernuda quiere en el poema es "un desso inmenso, efen ds una verdad“, en un 6mbito triunfel en el que se escu- cha "e1 himno de la fiel alegria". Cernuda desee pursza, luz, ingravidez, no "loses". Los "besos" y el "amor" a que elude Cernuda como ausentes de la prisi6n no indican necesariements un amor hacia seres incorp6reos. Cernuda, por otre parte, podria admitir ese amor, pero no referido 227 necesariamante a 61. Creemos que un amor de alma a alma es lo més opuesto a1 sentimiento de Cernuda. Estos muros corporales aparecen repetidos en "Apo- logia pro vita sue", de Como quien espera e1 alba: Primero vienes tu, dame la mano, Arc6nge1, Porque’ya no conczco si ts amaba o te odieba, Y perdon es ahora lo unico que importa, Antes de que a mi alma 1a destrone e1 olvido, Cuyos peace as acercan, rotos a1 fin muros y csntinelas. (RD, 204) Sin embargo, podemos comprobar que el ansie de eter- nidad de este 61timo Cernuda es desso de olvido. Un Cernu- da desencentedo impregne de amargura s1 sentido trascen- dente de su busca. Quizé pudiera pensarse en que el olvi- do de este mundo confuso y prosaico es la meJor eternidad pare Cernuda. Es posible que el poete, a1 pensar en esa inmensidad sin muros, evocara los otroe muros de su infan- cie, tan libres y amados: El muro vieJo en cuye barde ebria A la tarde su flor azul 1a enrededera, Y a1 cuel 1a golondrine en el verano Tornaba siempre hacia su antiguo nido. (RD. 192) No eon estos muros los que prohiben e1 vivir, e1 cumplirss, como leemos en estos versos: Atr6s quedan los muros Y 1as reJas, respira La libertad ahora, A soles con tu vida. (RD, 244) Son los muros de su primera edad de hombre y de su primara 228 edad de poete. En Primeras Poesias hay una referencia muy aclaratorie: Escondido en los muros Este Jardin me brinda Sus remes y sus aguas De secrete delicia. (RD. 24) Junto a estos muros tan queridos, otros amenazan con su volumen oscuro: muro contra el que se estrella la 58 muros sin6nimos de dolor,59 muros ”sangrientos",60 muros "volunted de tempestades",61 muros limitando el de- seo,62 muros disgustados "murmurando entre dientes sus va- 53 fuga, gas blasfemias", muros como amorosos cuerpos insensi- blss,64 muros como refugios para los ninos,65 muros como ruines,66 muros "sin cobiJo“ del portal de Be16n,67 muros 8 rotos donde hubo muros "propios" con "librofi y "amigo".6 Simbolos negativos, impotentes ante e1 sentido tres- csndental del salto a lo infinito, que ya vimos, como la protecci6n infentil. 1N0 busceria a1 cabo Cernuda protec- ci6n en los muros como en un templo? Entonces nos parece 16gico su anhelo de ssrenidad a1 ecOgerse a la fortaleza de El Escorial, aunque sea desde el exilio, en su entrafia: Tus muros no los vso Con estos oJos mios, Ni mis me as los tocan. Eaten equ , dentro ds mi, tan cleros, Que con su luz borran 1a sombre Nordica donde as oy, y me devuelven A la sierra gran ties en que suefias Inmovil, por la verde foscure de los montss Desnudo y puro como carne efimsra, Pero tu sntrafia es dura, hermena de los dioses. 229 O a une sncantada cetedrel aterdecida: Aromas, brotes vivos surgen Afirmando la vida, tal savia de la tierra Que irrumpe en milagrosas formas verdes, Secreto entre los muros de este templo, El soplo animedor de nuestro mundo Pasa y orea la noche de los hombres. (RD. 155) 0 a un cementerio Junto a1 mar del sur, donde amor y muerte significan la misma cosa: Por 1e costa del sur, sobre una roca Alta Junto a la mer, e1 cementerio Aquel descanse en codiciable olvido, Y el agua errulla e1 sueflo del pesado. Desde e1 dintel, cerrado entre los muros, Huerto pareceria, si no fuess Por 1as loses, posedas en la hisrbe Como un poco de nieve que no oprims. El recuerdo por eso vuelvs hoy Al cementerio aquel, el mar, 1a roce En la costa del sur: el hombre q iere Casr donde el amor fue suyo un d a. Limbo E1 simbolo del limbo es el menos frecuente entre los usados por Cernuda, pero sst6 cargado ds tal inten- sidad y originalidad, que creemos debe ssr incluido entre los analizados en este trabaJo. E1 concepto particular as convierte en Cernuda en un simbolo personal. En su poesia, 1a palabra limbo significa un estado de suspensi6n y limi- ts, en s1 que no existe la indiferenoia sino 1a imposibi- lided de continuar. En este estado --no situaci6n-- 1a vo- lunted ss paraliza y queda, como flotando, frents a 230 invisibles limitss, que tampoco erreen violencie. Es como el sncuentro ds la frontera de una esencia con la frontera de otre esencia que, sin cheques, impiden la invasi6n de une en otre. En dos ocasionse encontramos s1 limbo asociade a la palabra af6n. Le primers, en el poema III "Desengafio in- dolente" de Primeras Pcesias: E1 af6n, entre muros Debatiendose aislado, Sin ayer ni mafiana ’ Yace en un limbo extatico. (RD, 12) Este af6n signifies impotencia, pure presents donde no hay recuerdes ni se espera nada. E1 adJetivo "ext6tico" perece indicer Junto a1 suetantivo "limbo", alelamiento. En s1 ssgundo poema, "A un posts muerto" ds Les Nu- bes, e1 efen nuestre es s1 af6n del agua, que tres tomar forma (es decir, vida) en les else as pierde "en los lim- bos del mar". Fécilmsnte recordamos a Jorge Manrique y sus Paoplas per la muerte de su padre”, per s1 parecido de la imagen mar/muerte. Sin embargo, hay una diferencie esencial: la vida del maestre den Rodrigo, padre de Jorge Manrique, desemboca en la muerte para deJar fame; en s1 poema de Cernuda, e1 protagonists del poema, Federico Gar- cia Lorca, se pierde en el mar de forma an6nima: Mas un inmense af6n, oculto’advisrte Que su ignoto aguiJon tan solo puede Aplacarse en nosotros con la muerte, Come e1 efen del agua A quien no bests ssculpirss sn 1as olas 231 Sine perderse en6nima En los limbos del mar. (RD. 133) E1 efen dsl poete, que s6le puede aplecerse con la muer— to, es igual que s1 efen del agua, que 8610 se aplaca con su p6rdide, su finalizaci6n en el mar. Pero dos palabras, "an6nima" y "limbos", rsfusrzan la idea de lo secrete, lo puramente individualizado. Bien es verdad que es un her- moso snonimato, una eternidad donde s1 "gran af6n enaJe- nedo" del posts as ver6 recompensado per s1 "amor de un dies adolescents" (RD, 134). Si pensemes en que la recom- pense del maestre don Rodrigo es la usual ortodoxa, la de Lorcs e los poetas results muy original, y nos da dsrecho a msditar un memento sobrs 1e distancia sxistsnte entre dos grandee poetas y entre cinco siglos. Pr6xima a esta idea del limbo come rssidencia del posts 0 del artiste es la significaci6n expreseda en el poema "A un poete futuro", de Como quien espera s1 alba. Cernuda ss dirige a un poete futuro desds los limbos don- de vive su alma, y desds los cuales 61 se sabr6 sncarnado con sus suefies y deseos en ese poete del porvenir. Elle bastar6 para hacerlo vivir verdaderamente: Cuando en dias venidsros, libre el hombre Del mundo primitive a que hemos vuelto De tinieblas y ds horror, lleve e1 destino Tu mane hacia el volumen donde yazcen. Olvidados mis versos, y lo abras, Ye se que sentirss mi vez llegarte, No ds la letra visJa, mas dsl fondc Vivo en tu entrafia, con un af6n sin nombre Que tu dominar6s. Escuchame y comprends. 232 En sus limbos mi alma quiz6 recuerde alge, Y entonces en ti mismo mis suefios y dsssos Tsndr6n raz6n e1 fin, y hebr6 vivido. (RD, 202) Le misme idea de suspensi6n y limits se repite en el‘poe- ma "Le familia" de Como quien es era e1 alba, aunque con cierta pisdad para los suyes, que quiz6 ahora, con el prestigie posible de la muerte y de la nada, hagan olvi- dar la rutine de sus vides: Que e eses sombras remotes no perturbe En los limbos finales de la nada Tu memoris come un rsmerdimisnto. (RD. 198) En s1 poema "Noche del hombre y su dsmonio", de Como guisn espera e1 alba, Cernuda incluys a los podero- ses ds 1a tisrra en un limbo dorade s independiente ds la humanidsd: H: Des veces no se nace, amigo. Vivo a1 gusto de Dios. aQui6n svadi6 Jam6s a su destino? E1 mio fue explorer esta extrafia comarca, Contigo siempre a zaga, subrayando Con tu sarcasmo mi dolor. Ahora silencio, Per 31 alguno pretends que me qusJe: es m6s digno Sentirse vive en msdio de la angustia Que ignorar con los grandee de este mundo, Cerrades en su limbo tres 1as puertes de ore. (RD, 224) En "El 6rbol", ds Vivir sin ester vivisnde, s1 limbo se aplicar6 a la humanidsd en general, reproductora, ani- mslizada; sl limbo podria sen lo mismo que la vida de la muerte, es decir, la nada: Atr6s quedan les otros, rspitiendo Sin urgencia interior los gestos aprsndidos, 233 Legitimedos siempre por un provscho sst6ril; Ye grey apereada, ds hiJos productora, Pasiva ants e1 dolor come bestia asombrade, Viva en un limbo id6ntice el que en la muerte encuentra. (RD. 243) En "Otras ruines", de Vivir sin ester vivisnde, Cer- nuda condens les ciudedes pesades, su prise vans y su rui- do, al que compare con el propio limbo rutinario: Como desisrte, adonde muchsdumbres Merghen dsJando atres la ruta decisive, Estsril era esta ciudad. Aquslla Que con saber sin fs quiso mover montafias; Teda ella monstruese mesa insuficiente: Su alimento los frutos de colonies distantss, Su prise lucha inutil con especio y con tiempo, Su sstruendo limbo ensordecedor ds la conciencia. (RD, 250) Cernuda, en "Rstreto de poets", condens igualmsnts a1 nor- ts (ds los Estados Unidos), el que llama "la fortslezs del fastidio atareado". Contempla, en este poema, s1 retrate que el Grsce pint6 a Fray H. F. Paravicino y se lemsnta de encontrarlo, come 61 mismo, en los Estados Unidos: LTembi6n t6 aqui, hermeno, amigo, Maestro, en este limbo? £Quien te traJe, Locure ds los nuestros, que es la nuestre, Come a mi? 50 codicia, vendisndo s1 patrimonio No genade, sine heredede, ds aquellos que no saben Quererle?... (RD, 288-289) Vuelvs 1e condens, esta vez de los desisrtos amigos anti- gues del poete, habitantes ds 1e estulticia: Los suyos, sus am ges predestinados, Los que el entsnd a, los que a s1 1e sntendieron, Si es que en el limbo entendimiento exists. (RD. 348) 234 Cerrsmos lo referents e1 simbolo del limbo, e1 m6s breve entre los de Cernuda, diciendo que una sole vez alu- ds, y mstaf6ricemsnte, al significado de la divisi6n cat6- lica en pereiso, infierno, purgatorio y limbo. Le cite es del poema "Apologia pro vita sue", de Como quien espera s1 alba: Dstr6s venis vosotros, los amigos, Que dicen esos oJos aun clere lo recuerdo: Si afuere es violento s1 msdiodia, Entra equi. Facilidad sedante ts brindamos; Bodas ds sombre y luz sngendran 1a penumbra Propieie a confidencies perezesas, Y a1 nueve visitente todo espera: Asiento muelle, 1a cope con el vino, Alla e1 rincon dormides lilas blancss. Benevolencia tibia ls siente bien a1 cuerpo Que per desisrte a1 sol ha caminede solo. Despuss de1 purgatorio &no he de ser grate e1 limbo? El sentido aut6ntice de los verses transcritos es 6sts: despu6s del terrible sol de1 msdiedia, equivalents e1 su- frimiento, es buena 1a penumbra, 1a amisted, 1a confiden- cia; 0 sea, s1 descanse "tibio". El limbo, en consecuen- cia, es el alivio de un tormente amoroso, es la salida del amor fracasado e 1e normalidad. E1 purgatorio signi- fice el sol del mediodia; la imagen popular ds 1as lla- mas del purgatorio se prestabe a este met6fore. Despu6s de1 fuego, la vida normal es una liberaci6n. NOTAS lPedro Salinas, Literature espafiola siglo XX, p6g. 223. 2Le cite concrete es: "Era e1 atardscer. Les eves dsl dis / Huyeron ante e1 furtivo pensamiento de la som- bre". Ssfialemes los versos para no confundirles con otras sombras amorosas que aparecen en el mismo poema e identi- ce pagine. 3Julia C6rdeve Infants, "Estudio linguistice de le poesis ds Luis Cernuda", Asomante, Pusrto Rico, Ano I, (ectubrs-dicismbre, 1945), peg. 106. 4Luis Cernuda, Ocnos (M6xico, 1963), p6gs. 86-87. 5RD, "Sombras blancss" , p6g. 42; "Decidms anochs", p6g. 45; "Habiteci6n ds a1 ledo", p6g. 47. 6J. E. Cirlot, p6g. 277. 7e. e. Jung, Aion (New York, 1968), p6g. 266. 8Volviendo a la consideraci6n de los cuerpos "0 a1 mismo amor" come sombras, donde impere la caducidad, he- llaremos referencies en los libros Les Nubes, ”Noch6 de luna" (RD, 129) y "Tristezas del recuerdo" (RD, 157); Come quien espera s1 alba, "A un poete futuro" (RD, 200); Vivir sin ester vivisndo, II "El amigo" de "Cuatro poemas a una sombre" (RD, 237): "El 6xtasis' (RD. 253)y "E1 per- fume" (RD, 258); Con 1as horas contadas, "Dsspu6s" (RD, 295) y XII "Le vida" ds I"Posmes pare un cuerpo" (RD, 312) y Desolaci6n de la uimere, ”Pregunta visJa, vieJe res- pussta" (RD, 335) y "Tiempo de vivir, tiempe de morir" (RD, 354). Hey alge que debemos hacsr noter, en estos dos libros se afirma un gesto de desencento, de escspticismo: E1 hombre que enveJece, hells en su mente, En su desso, vacies, sin encanto, Donds van les emores. Mas si muere el amor, no queda libre El hombre del amor: queda su sombra, Queda en pie 1a luiuria. RD. 336) I Despuss que, en la vsJez, el amor muere, queda su sombre: 235 236 1a luJuria. La luJuria come sombre del amor. 9RD, "Rsmordimisnto en traJe de noche", p6g. 41. 10RD, "Ne intentemos s1 amor nunca", p6g. 52. 11RD, "Linterne roJe", p6g. 53. 12RD, "Dir6 c6mo nacistsis", p6g. 65. 13RD VII "Adolescents fui en dias id6nticos a nubes", p6g. 91 RD, VIII "Nocturne, esgrimss, horas" , p6g. 91; XII "No es s1 amor quien quiere”, p6g. 95. 15RD, XI "No quiere, triste espiritu volver", p6g. 94. RD, XIII "Mi arc6nge1", p6g. 96. 17RD, "La gloria de1 poete", p6g. 113. RD, "A un muehacho endeluz", p6g. 117. 19RD,"E1sgia sspefiola (1)", peg. 134; "Le visita de Dios", p6g. 147; "Resaca en Sansusne. II Mon6logo ds la estatua" , p6g. 151. RD, ”Elsgia sspafiela (II), p6g. 144. 21RD, ”Sentimiento de otofie", p6g. 140 RD, "Impresi6n de destierro", p6g. 163. 23RD, ”Ls adoreci6n de los Magos. I Vigilia", peg. 167; "II Les Reyes", p6g. 169. 4 2 RD, "Apologia pro vita sue” , p6g. 204; "Noche del hombre y su dsmonio", p6g. 221. 25RD, "Retrate de poete", p6g. 288. 26E1 signo peyorativo de las sombras lo recoge Cernu- da tembi6n en "Sombras” , de su libre en prose Cones; “Aquellos seres cuye hermosure admiramos un die, adonde sst6n? Caides, manchedos, vencidos, si no muertes" , p6g. 100; y en "ngreso a la sombre": "DespoJedo bruscaments de la luz, de1 caler, de la compafiia to parecio entrar dgsengzrnado on no sabies qu6 limbo ultraterrene" , page. 1 5-1 27Vsr tambi6n RD, "Sentado sobrs un gelfo de sombre" peg. 76s _ 237 RD, IX "Era un susfie, airs”, p6g. 92. , 29313. "E1 viento de septiembre entre los chopos", peg. 108. 30RD, "Himno e la tristeze", p6g. 122. 31RD, "Impresi6n ds destierro", p6g. 163. 32RD, "E1 poete y la bestia", p6g. 343. 33Ver adem6s RD, 132 y 133. 34RD, "Sofiando con la muerte", p6g. 139. 3522110 36RD, "L6zero", p6g. 160. 3'7RD, "La visits de Dios”, p6g. 147. 38 RD, "A Larrs con unas vielstas", p6g. 140. 39RD, "Atardecer en la eatsdral", p6g. 153; "Nine tres un cristel", p6g. 321. 40 41 RD, “Rio vsspertino", p6g. 225. RD, "In memoriam A. G.", p6g. 292. 42Ricardo Molina, p6g. 42. 43J. E. Cirlot, p6g. 343. 44Leopoldo de Luis, "La soledad poblade" , C6ntico, n6ms. 9—10,Cerdoba, agosto-noviembre 1955, peg. 37. 45C. G. Jung, Tipos psicol6gicog, II (Buenos Aires, 1965). pas. 2240 46Dorothy L. Sayers, Introductory Papers on Dante (New York, 1953). peg. 8. Anaturel symbol is a thing really existing, which by its own nature represents some greater thing of which it is itself an instance" . 47Jos6 Luis Cane considers aqui e1 simbolo muro simplemente come prisi6n: "La imagen de la prisi6n vuelvs a aperecer en el primer poema --HomenaJe-- de1 sagundo libro del poete" . "Prision y poesis", Le pose a de la generaci6n del 21, p6g. 219. 48Ricardo Gull6n, "simboloe en la poesis de Juan Rem6n", La Torre, Afie V, n6ms. 19-20, Julio-diciembrs 1957, peg. 2E2. , 238 49 50 51 52 Jos6 Luis Cane, p6g. 219. Luis Felipe Vivanco, p6g. 305. RD, "A un poete muerto", p6g. 131. J. E. Cirlot, p6g. 343. 53Federico Carlos S6inz ds Robles, Historia y antelo- gia de la poesis sspafiola, p6g. 648. 54Charles Baudelaire, Oeuvres completes (Paris, 1954), p6gs. 228 y 244. 55 56 Ricardo Molina, p6g. 37. Jos6 Olivio Jim6nez, p6g. 69. 57"Ws have already observed how the perfect love would be both of the flesh and of the spirit. In the poem E1 invisible muro, the wall is new the body itself. The metaphysical nature of the ideal love is viewed as a union of pure spirit --the Nee-Platonic, soul-to-soul union of Aldsne and the English Metaphysical poets-3 to which Zhe flesh is an impediment". Philip Silver, pegs. 103-10 . RD, "Decidme aneche", p6g. 45. 59RD, "Mares escarlata", p6g. 54. RD, "No s6 qu6 nombre darle sn mis suefios", p6g. 55. RD, "Drama 0 puerta cerrada", p6g. 57. RD, "Dir6 c6mo nacistsis“, p6g. 65 y "Telerefias cuelgen ds la raz6n" , peg. 66. 63RD, "Veia sentado", p6g. 82. 64RD, "Mi src6nge1", p6g. 96. 651bid., y "Nifio muerto", p6g. 146. , 66RD, "La adoreci6n de los Mages. II Los Reyes", peg. 169. 67Ibid., "III Palinedia de la esperanze divine", P38 e 171 e 68 RD, "Rio vespertine", p6g. 225. CAPITULO VII LOS SIMBOLOS (IV) Las nubes constituyen uno de los simboloe mas signi- ficativos y coherentes en la poesia de Cernuda. Las nubes, para 51, tienen un concreto dualismo, y asi adquiaren sig- nificaciones psyorativas o elogiosas. Es, ademas, la pala- bra "nube" en Cernuda cumplidora de muy poco decorativis- mo; de las cincuenta y nueve veces que Cernuda nombra a las nubes, solamente unas diez lo hace con animo descrip- tivo. Las otras cuarenta y nueve veces indican una motiva- cion simbélica. Hasta el libro titulada precisamente Las Nubes (1937- 1940), el tratamiento cernudiana del simbolo no results muy halagfiefio; recarga el aspecto negative de las nubes. Asi, en ggimeras Possia; (1924-1927), hay una sola refe- rencia, que alude al estorbo tacito de la nube en la ar- monIa de un oielo puro como cima de la naturaleza en lumi- nosa ssrenidad: Ninguna nube inutil, Ni la fuga de un paJaro, Estremece tu ardisnte Resplandor azulado. (RD, 13) Y en el sagundo libro, Egloga, ElegiaI Oda (1927-1928), 1as nubes seran "impuras", significando a la tristeze 239 t 240 caida.1 En Qg_£io, un ago; (1929), las nubes seran mon6- tonas, como durmientes y sus suefios2 y como "ultimas so- ledades que no aguardan mafiana";3 inservibles para el amor, en la metafora "brazoe de nube", resultando imposi- ble "con nubes estrechar hasta el fondc de un cuerpo, una fortuna";4 fries como ciudades celestes, altas y glacia- les;5 "mutiladas", que imploran al amor en vano.6 Parale- lamente, y en funcién de este amor, el poeta hablara posi- tivamente de buscados "deseos terminados en nubes"7 y de la Juventud que tristemente esta "sin escolta de nubes".8 Sigue existiendo este pesimismo en el libro Los placeres prohibidos (1931), donde las nubes simbolizan el silencic del destino frents a las interrogaciones;9 1as "ambicio- nes", que "no valen un amor que se entrega";lo la "cabe- za" y las "frentes", es decir, el pensamiento humano, fu- gitivo, mortal.11 Este aspecto temporal es muy interesan— te, y lo estudiaremos en detalle mas adelante, cuando e1 simbolo adquiera mas dramatismo. Respecto a1 tratamiento optimista de las nubes, en gosplaceres prohibidos s5lo hay dos citas, refiriéndose l2 una, a1 deseo encendido de la verdad, y otra, a una be- lla indiferencia del que no quiere "saber de la gloria envidiosa" y prefiere vivir "tirado en las nubes".13 En Donde habite el olvido (1932-1933), hay pocas referencias a las nubes, y sorprendentemente una especie de tregua en su combats con ellas. Las nubes representan la ascension del desee, "un afan que en otro tiempo 241 levantaba hasta las nubes sus olas melancolicas".l4 Ese deseo se refiere a la forma encarnada del amor, "angel, demonio, suefio de un amor sonado“.15 La utilizacién del adJetivo "melancélicas" aplicada a olas nos habla de un deseo frustrado, pero de un deseo, y ya sabemos la impor- tancia y deificacion del deseo en la obra cernudiana. El mismo significado se compruebe en otras dos referencias del mismo libro, Eggdehabite e1 olvido, en que las nubes son comparadas con los dias de la adolescencial6 y, otra vez, con el desso, y la nube es "insinuante y feliz".17 En Invocaciones (1934-1935), cambia drasticamente el panorama. Quiza sea en este libro donde el dolor del poeta se exprese con mas desconsuelo. Se convierte en "puro lenguaJe de un alma patetica que habla para el fu- turo, sin otra clave que la de su dantesco sufrimiento, clamando por su salvacion, para ser oida, inmarcesiblemen- «18 te, ya leJos en el fondo oscuro de los siglos. Los si- glos, el tiempo. Estas no son las nubes tan amadas per 19 Preci- Baudelaire, las "maravillosas nubes que pasan". aamente por pasar desasosiegan a Cernuda. Nos parece Opor- tuno detenernos un poco en esta concepcién de lo efimero, que el poeta relaciona no sélo con las rosas, los tulipa- nes, sino con las nubes, lo cual nos parece de evidente eriginalidad. La nube como simbolo de la fugacidad humana es un extraordinario hallazgo, que se origina en Invoca- ciones20 y alcanza su cima en Las Nubgg (1937-1940). En el poema "Soliloquio del farero" de Invocaciones, e1 poeta 242 mezcla le aéree y lo fugitive, la noche y el etefie: Me perdi luego per la tierra injusta Come quien busca amigos e ignorados amantes; Diverse con el munde, Fui luz serena y anhele desbocado, Y en la lluvia sembria 0 en el sol evidente Quer a una verdad que a ti te traicienase, Olvidande en mi afan Como las alas fugitivas su propia nube crean. Y al velarse a mis 0308 Con nubes sebre nubes de etefie desbordade La luz de aquellos dias en ti misma imprevistos... (RD. 107) En el poema "A un muchache andaluz" (RD, 105), el tiempe es "incierta hora con nubes desgarradas", tiempe presents y a la vez pasada, que le proporcioné al peeta un instante de gloria amorose, come 10 confiesa en el Conquere de Huel- va. El peeta afirma que quiso fiJar per un memento 91 "our- se ineluctable" del cuerpo amorose, inutilmante. Esta ca- racterizacién de lo efimere se encuentra tembien en el pee- ma "El joven marine" (RD, 117), donde 1as tardes antiguas sen "escuras" y tienen "severas nubes". Sin embargo, es en el libro Las Nubes, come diJimes antes, donde le efimere, aplicade al hombre y a la Espafia destruida per la guerra, alcanzara su culminacion. Les cuerpos se deshecen en el pelve y los "étemes yerran en leves nubes grises". Nubes grises. Netemes la diferencia: la blancura representande la Juventud y el amor, ha dado pase a una medieeridad de color. Estas nubes grises estan acempafiadas de dos mudos testigos, la luna y las ruinas.21 La soledad se representa per medie de una nube en un "campe 243 solitarie", la devastacien es come un desierte de sangre. aSeria posible pensar en el tiempe come un celeste caballe exterminader, el de la guerra espanola? E1 caballe incrus- tado en el ciele come simbolo del tiempe es antiguo, y Jung ha estudiade el tema.23 Un caballe en forma de nube velez, surgiende y desapareciende, pedria acercarnes a la idea del poder efimere del hombre. Es lieite hablar, res- pecte a Cernuda, de una conciencia tragica del tiempe24 entranada en conciencia interior.25 El hombre se sebe pa- sajere, ”el hombre es una nube de la que el suefie es vien- to", dice Cernuda y afiade: Sabedle bien vosotros, los que envidieis mafiana En la calma este soplo de muerte que nos lleva Pisande entre ruinas un fango con recie de sangre. (RD. 143) Ruinas, nubes que deben remperse en "lluvia elvidada”: Ya la distancia entre les dos abierta Se lleva el sufrimiento. come nube Reta en lluvia elvidada, y la alegria, Hermesa claridad desvanecida... (RD. 144) El tiempe --cemo afirma Enrique Azcoaga-- le hize conocer a Luis Cernuda que nadie sabe la respuesta al de- see,26 desee que en etra hora se identificé con la feliz nube presidiende la serenidad. Pere en el libro Las Nubes hay tambien optimismo, ilusién. Frente a le efimere surge lo permanents, repre- sentade per un elfe que se creyera inmortal y que se entre- tiene en esculpir ”alguna nube" que lleve hasta el ciele 244 27 91 "hastic". La nube es "el ala transparente" de un dies,28 caracterizacion de su vida que se reitera; asi, en el poema "La fusnte", en que el suspiro del poeta se eleva a las nubes: Platanes y castafies en lisas avenidas Se llevan a lo leJos mi suspiro diafane, De las sendas mas claras a las nubes ligeras, Con el lente aletee de las palemas grises. (RD. 143) Le ascendenta se repite en "Resaca en Sansuefia" donde: Ahora el caler asciende come una nube vaga De languide seper per 1as calles, terrazas, Blancas tapias del pueblo, confusion de la espuma, Tal se cenfunde el agua con su verde alameda. (RD. 150) La indolencia triunfa en los verses citados, con esa "nube vaga" signo del ocio cernudiana, come instantanea perenni- dad; e1 ocio es la detencién del tiempe. Una exaltecien que conduce a lo alegre y supreme brota en los poemas "Alegria de la soledad" (RD, 159) y "El ruisefior sobre la piedra" (RD, l?9), entre cantiees y coronas de nubes. El 29 hombre "si no ha sido hermane de tus nubes y tus piedras" ne puede comprender el triunfo de la altura. Es en esa altura donde al fin Dies, secrete en la nube, va a revs: larse: Pero a ti, Digs, goon que te aplacaremes? Mi sed eras tu, tu fuiste mi amor perdide, Mi case rota, mi vida trabajada, y la casa y la vida De tantos hombres come ye a la deriva En el naufragie de un pals. Levantades de naipes, Une tra. otre iban cayendo mis pobres paraises. 245 aMevie tu mane el airs que fuera derribandolos Y tras sllos, en el profundo abatimiento, en el hondo vacio, Se alza a1 fin ante mi la nube que eeulta tu presencia? (RD, 147) En el libro Come quien espera el alba (1941-1944), igual que en los posteriores, el simbolo ds la nube esta tenido predominantemente de un caracter de sxceleneia. Tedavia exists la matizacién de lo efimero, aplicade a "los recuerdes en nube"30 y al cuerpo amade31 y las nubes representan sl acabamiente ds la luz y la felicidad.32 Sin embargo, velvemes a repetirle, exists un gezese nom- brar central respecto a las nubes, prevaleciendo la ssn- sacion ds vestedad y altura. Asi en ”El aguila": Te descubri, parejo al chopo tierno De esbslta plata verde estremecida Al viento matinal Junto a la fusnte, Jugande per les prados de la tierra. Tus oJos dulcemente centsmplaban La nube gris y humeda que aseiends El aire seberano, diadema Azul de las mentafias, donde el ave Entre la nieve virgen tiene su nido. (RD, 185) Y en "G5ngera": Pere en la peesia encontro siempre no tan séle ' hermesura, sine anime, La fuerza de vivir mas libre y mas soberbio, Oeme un nebl que deja e1 pufio duro para buscar las nubes Traslficidas de ere .115 en el ciele alto. (RD. 193) La nube, come grandeza del artists, as cempagina con la nube, come grandeza original del hombre, llegande Cernuda 246 a preferir la "nube primitiva" al "ssr irreductibls", ssn- cillamente per la capacidad de transfermacien de las nubes en la imaginacion del peeta: Al ssr irreductible, La nube primitiva Prefiere; las futuras Criaturas divinas. (RD. 189) Todavia mas busca Cernuda en las nubes: el amor y su in- fancia y adelesceneia: La primavera nerdica come sl amor es false: Ya verde y tibia ayer, hey helada y ventosa, Con el sol rezagade alla en epuestos elimas Cuando creye sentir su bese el cuerpo palide. Mas posible es buscarle a través de las nubes, Tal peseedor del sur por el fende marine La epaca luz redonda en la perla cuaJada aNe dera siempre el sol les suefios de otre suele? (RD. 213) Une de les mas hermosos poemas ds Come guien espera el alba, "Hacia la tierra", expresa esta idea de regrsso en- cantade a lo ido: Mas volver debs el alma Tal pajare en etene, Y aqusl dolor pasada Visitar, y aquel geze: Nube de una mafiana Aurea, rama de purpura Junto a una tapia, sembra Azul baJo la luna. (RD, 218) En les tres ultimas libres de Cernuda, el simbolo de las nubes no dscae en su exaltacien. Es curioso que mientras la peesia de Cernuda se impregne de un 247 escspticisme muy marcade, 1as nubes permanecen come signo de la ilusien y la esperanze; de la amargura final del poeta solo las nubes pedrian salvarlo con su rssplander blance o gris, que son los colores preferidos del peeta. En el libro Vivir sin estar vivisndo (1944-1949). hay una sola referencia a las nubes, que es incluysn en un escena- rie de lago, idames, arces, abedulss, en un final de in- vierno. Las nubes en este poema sen "claras y libres", pe- blande un "herizente acegedor".33 En Con 1as horas contadas (1950-1956), 1as nubes se cenfunden con la triunfal altura y con el cuerpo amoroso: Repican las campanas y vibran las trgmpetas, Todo el sire esta llene ds un reje sen metalico, Ceme’algembra del principe. Eneima el ciele abre Su mas pomposo azul, sus nubes mas marmereas. (RD, 282) El ultimo libro Desolacion de la Quimera (1956-1962), tan amergo, rsincids en este tratamiento gezese. En "Nine tras un eristal", el visille de una ventana parses una nube que susurra "lunar sncantamiente"34 y en "Epilego", la nube sirve de asisnte y proysccien para el amor desea- do.35 Infancia y desee, en resumen, aparecen come la ulti- ma interpretacién del simbolo de las nubes, tan pure en la poesis cernudiana. Mar Para les presecratioes, el mar censtituia uno ds les custro elementos primigenios, con el fuego, la tierra y el sire. Jenefsnes afirma que el mar engendra 1as nubes y los 248 36 Heraclite habla del mar come ds la primera vientos; transformacién del fuego, en sl proceso siempre eambian- te de ssts337 38 Empsdecles dies que sl mar es el sudor de Aristotelss afirma la perennidad del mar, 39 la tisrra. come elemento que nunca ss secara. La Biblia habla del mar en el Genesis, cuando Dies dice: "Juntense en un lugar las aguas de debaje ds les cielos y aparezca lo ssoe. Asi se hize; y se juntaron las aguas de debaje de los cielos en sus lugares y apare- cié lo seco; y a lo sece llamé Dies, tisrra, y a la reu- nien de las aguas, mares. Y vie Dies ssr busne" (l, IX-lO). En la Biblia, casi siempre, en lugar del mar se habla del agua, aunque esta agua bien puede rsfarirse al mar en mas de una ocasién. Asi, el agua represents la Divinidad en el Apocalipsis de San Juan: Cristo, al aparecerse a San Juan, se ls dirige con "su voz, come la voz ds muchas aguas" (1, IV). El mar, some principio del mundo, se halla tambisn en otras rsligiones, per ejemplo, en la iraniana, cuys tradioién evoca festivalss sagrades instituides per Ormazd para cenmemerar las etapas de la creacién cosmi- ca, con psriedos que representan "ab origins" el ciele, las aguas, la tisrra, 1as plantas, les animales y los hombres.40 El mar, come origen de la vida, esta tambisn en la mitolegia griega en figure de Afredita, diesa del amor y la belleza, que nacio ds la espuma del mar.41 Cirlet es refiere, hablando en termines psicelegices, 249 al mar come fusnte de vida y some final. "To return to the sea is to return to the mother, that is, to die".42 En Cernuda tambisn hay, come versmes, mar significande ' muerte, pero no come retorno a la madre, sine come ince— sante renacimiente, en un amplio sentido ds maternidad/ nacimiente. Jung menciena la frase griega "ei mar es simbolo del nacimianto". Del agua viens la vida --dice Jung-- 43 Todo slle se puede aplicar a Cer- rscerdando a Isaias. nuda que cemprueba en el agua su razon ds ssr a través del estado amorose. Pere la simbolegia mar/madre, que en- cuentra Jung44 no se le puede aplicar a Cernuda, puss en su peesia no aparece una sela vez el mar come simbolo ma- ternal. Jung estudia el mar, come tradicien de les alqui- mistas en sl sentido de "prima materie", que se identifi- ca con el concepto intuitive para una situacion inioial psiquica; el mar --dice Jung-- es lo mismo que agua de la 45 vida, madre, Venus, microcosmos, caos, etc. Es sl "humi- dum radicals", el mistice Adan, sl Hombre original, bisexua— do en su estado prenatal, que es un estado inconsciente.46 Fundamentalments, sl mar, en la peesia ds Cernuda, adquisrs dos significades: s1 del nacimiente, un nacimien- to que significa amor e vida, y el de la muerte. Un magni- fice verse del poema "Pajaro muerte", ds Las Nubes, nes puede servir para encabezar e1 estudie ds este simbolo: §i come g1 mar, que de su muerte nacs, Fusras tu. Una forma espeetral de ti vislumbro 250 Que lleras entre los aires les amorss Breves y hermosos de tus dias idos. (RD: 178) I Digamos que la relacion mar/amor es la mas frecuente en su obra. Ya en Primeras Possiae. el mar espera al amor I qus duerme en la arena, un amor solo, musicalmente recla- made per el mar: Baje termentas la playa Sera soledad ds arena Donds al amor yazca en suenes La tisrra y el mar 10 esperan. (RD. 18) Siguiendo con la scuacien mar/amor, la simbolegia ss repite en Un rieI un amor (aseciando el mar con el 4? bese); en Les placeres prohibidos (comparendo el cuerpo amado a1 mar libre48 y dermide;49 e hacienda acempafiar a 50 les marineros, "alas de amor", per el mar). Estas alas obligan a imaginar lo ascensional, caracter evidente en sl tema del mar sn Donds habite sl elgidg; en los versos que vamos a sitar a continuacien, hay significaciones cla- remente falicas: la "vela", el nocturno "azulado afan que se lsvanta" a las nubes con "olas melancélicas“, qus sir- ve a la vez para que sl dies visits al abismo, al caos: Come una vela sobre el mar Resume sse azulade afan que se lsvanta Hasta las estrellas futuras, Hscho sscala de elas Per donde pies divines dsscisndsn al abismo, Tambien tu forma misma, Angel, dsmogio, sueno ds un amor sonado, Resume on m un afan que en otre tiempe levantaba Hasta 1as nubes sus olas melancolicas. (RD. 88) 251 El mismo significado ss encuentra en los verses siguientes, rslacionade con las palabras "columns", ”lune" y ”oJos": Hay mar es un I ascension Yo fui Columns ardisnte, luna de primavera, Mar dorade, oJos grandee. (RD. 89) un poema en ande habite el olvido titulado "El olvido", donde las rslacienes mar/amente y mar/ quedan sxprssedas de forma incuestienable: El mar ss’un olvido Una cancion, un labia; El mar es un amente, Fiel respuesta el desee. Es come un ruisefier, Y sus aguas son plumes, Impulsos que levantan A les fries estrellas. Sus carieias sen suene, Entreabren la muerte, Sen lunes ecossibles, Sen la vida mas alta. Sebre sspaldas oscures Les elas ven gezande. (RD. 90) Le misme ocurre, aunque msnos cuantitetivemente en el 1 poema VIII "Nocturne, esgrimss horas“.5 Este mar "deli- rants" es el "desee inmense", furiese, batisndo contra la carne come un mar aprisionado del poema XV del misme libre: Un’desee inmenso, Afan de una verdad, Bats centre los muros, Bate contre la cerne Como un mar entre hisrres. (RD. 98) 252 El tema es el ds la prision que se rebela centre la li- bertad del amor. Es un mar que ansie libererse, slevarss, purificarss. En s1 libre Invocaciones, los terminos mar y amor guarden la misma relacion; asi, les poemas "A un muehacho endeluz” (RD, 105), "Le gloria del poete" (RD, 113), "Dans me peniohs" (RD, 116) y "El Joven marine" (RD, 117). Este ultimo poema es un resumen ds ese posture. Ya en el primer verso ss afirma: "el mar, y nada mas". Verso sentencioso, dsfiniterie, abarcader de la total realided. El mar se desposa con el Joven marine come 6nice fuerza digna ds 61: "El mar, unice crieture / Que pudiera sumir tu vida poss- ysndets" (RD, 118). El mar es "la gran crieture enigma- tica",52 superior a los hombres que duermen cerce su ru- tine. Es un mar apasionado, furiesemsnte masculine. En el libro Les Nubes presigus este simbolo de lo amoroso; es un mar que vs pasar Junte a 51 les "dssnudos cuerpos belles";53 que "modela les cuerpos con fuertss lineas” y "en 1as vsnas infiltra les pasienes antiguas";54 que recuerde "dsJos de emeres";55 que siente cruzer per 56 encima s1 amor: y que organize y rsanuda amorss come alzedas, sxtinguides y rssurgidas espumas: Come el tumulto gris del mar lsvanta Un alto arco de espume, mareville Multiforme de agua, y ya en la orille Rete, otre nueve espume ss adelante: 253 Asi siempre, come agua, fler e llama Vuelvss entre la sombra, fuerza oculta Del otro amor. E1 munde baJo insults Psro la vida es tuya: surge y eme. (RD. 175) Andrew P. Debicki afirma que la imagen del mar de- fine el proceso del renaeer de les cosas come formendo 57 Esta opini6n parses parts ds 1a natureleze eioliea. confirmarnes en nuestra idea del mar come amor, es decir, come nacimiente. en este ease renaeimisnto. Igual signi- ficado ss halla sn "Elsgia anticipada", de Cemogguien es- pera el alba, donde 1a evocacion funebrs se une con la nostalgia amorose: El recuerdo per eso vuelvs hey Al cementerio aquel, el mar, 1a roca En la costa del sur: el hombre quiere Casr donde sl amor fue suyo un die. (RD, 216) Sin embargo, sl mar poses mas preyecoiones que la unice que seflale Debicki. Digemes per nuestre parts que el mar come muerte, en la poesis de Cernuda, es alge mas (o alge menos) que un renaeimisnto. Es, per lo pronto, tiempo, trensitoriedad. Exists una imagen que Cernuda use en dos ocasionse, 1a del mar que en la concha ss consume: 1e imagen ss hells en los poemas "Sille del rey", de 1;- vir sin ester vivisndo y "Verses para ti misme", de Egg 1as horas contadas.58 simbolo, pues, de la fugacidad hume- na; no son los rios ds Jorge Manriqus los effmsros ahora, sino el mar, equsl que en Manriqus significaba lo perma- nents, lo sterne. Interssants inversion ds una metefora 254 que es un topice. Otra vez eludira Cernuda a lo efimero sn relacion con el mar, en e1 poema "Amigos: Victor Cer- tezo”, ds Desolacion de la;guimega, lo breve y feliz ds 1a amisted ss compare con un "trago de airs salade" junto al mar.59 La trensitoriedad nos conduce de modo natural el tema de la muerte. El mar, en este simbolizaci6n funeral, esta sxpresado en los poemas "El mirlo, la gaviote", de Lesgplacerss prohibidos (donde se habla de "El Mar Negro come despues de una muerte");6O en "Pajaro muerte" de £22 32225 (rscuérdese el verse que sefielabamos al principio ds este simbolo: "Si come sl mar, que ds su muerte ne- 1 en "A un poete muerte" y "Nine muerto", ambos 62 ce...");6 ds Les Nubes (sl mar es la eternidad de1 poete 0 el testigo ds la felicided de un nine pronto muerte63); en "La familia", de Comogguien espera e1 alba (sl mar es el destino del poete, y sets es un rio que cerrs libremente a su permanencia):64 en "A un poete futuro", del mismo libro (donde abundando en la imagen anterior, peeta/rie, express an incemprension ds los rios pare elegiar al mar, a1 sterne mar: No comprendo a los rios. Con prise errante pesan Deeds le fusnte al mar, en ocio atareade, Llsnos de su importancia, bien febril e agricole; La fusnte, que es promesa, el mar solo la cumple, El multiforms mar, incisrto y sempiterne. Como en lsjana fusnte, en el futuro Dusrmen 1as formas posibles ds la vida En un suefie sin suefios, nules s inoonscientes, Prontss e reflejar la idea de les dioses. Y entre los seres que ssran un die Suefias tu suefie, mi imposible amigo. (RD, 200) 255 En conexi6n con el tema de la muerte, se halls s1 de les ahogados en el mar; ye vimos come existia un aho- gsde, sl protagonists, en "El joven marine"; en "Cuerpo en pens", ds Un r£0,_un amgg, "e1 ahogado recorre sus do- minios", el mar, "la tumba infinite"; es un ahogado que se pierde "en sl fende nocturno", misterioso, "sin amor ni dolor".65 Hay que observer que esta posssion del aho- gado por el mar no es la amorose de "El Joven marine", sine otre dramatica, fetidica, un tema muy interesants en la poesis ds Cernuda, pero que se aparte ds nuestre estudie. Ahora nos interesa, mas que el ahogado, el mar destructive que lo ahoga. En "Dire c6mo necisteis", de Los‘placsres prohibidos, ss cite a "un mar que traga adelescentes rebeldss",66 y en "Resaca en Sansuefia. II Monologe ds la estatua", ds Les Nubes, se habla ds "un neufregio leJano" en "la soledad callada de los mares".67 Junto a estes dos preyecoiones fundementales del simbolo del mar, come amor y come muerte, hablaremes bre- vemsnte de otras significaciones acoidsnteles. Ye que un poco mas arribe hablebames de la soledad de los mares, es eportuno oitsr sl poema "Seliloquio del ferere", de Inge- caciones, donde el mar se identifice con la soledad: Tu, verdad solitarie, Transparente pasion, mi soledad de siempre, Eres inmense abrazo; El sol, el mar, La ascuridad, 1a estepa, El hombre y su desee, La airede muchsdumbrs, IQus son sino tu misme? 256 Per ti, mi soledad, los busqué un die; En ti, mi soledad, los amo ahora. (RD, 108) El mar, en otro significado, equivale a ssrenidad, bellsze, perfeceién. No es una perfecoién integral, rs- presentativa del espiritu de1 poete, come en Juan Ram5n Jimenez (Diario degposta y mag, Animal de fondo) 0 Pedro 68 Salinas (E1 contemplado), sino come motivo de éxtesis, decoracion, indolencia. Es un mar inscrito en un paisaJe determinado, donde se detalle su color verds69 o rose70 0 ss destaca su repose gigantssoe71 0 en dssconexién del tiempo: "...El mar, sin 1e memoris / Todo, a1 abrir de un suefio" (RD, 246). Vicente Alsixandrs --dice Manuel Mantero—- en §gm- §£a_del paggigg (1944), dedica poemas al mar. "El univer- se ds Aleixandre no es mas pure solamente porque sl hom- bre no surje de modo active, sino porque tampoco e1 tiem- pe tiene realided per sf misme".72 Cernuda y Aleixandre coinciden en la misma apreciacién: ”mar sin memoris"73 y "mar sin tiempe"74 corresponden e la misma idea dsshumana. Este mar no humane llege, per tanto, a ser un mar "vacie", un "mar snemige".76 Cernuda, cuando compare s1 mar y las ciudades, adopts dos posiciones, ambas en s1 libro Un rioI un amor: una en el poema "No intentemos sl amor nunca”, en s1 que sl mar ansie, espera a las ciu- dades, en vano;77 casi a centinuscién ds este poema e1 titulada "Mares sscerlata", express 1e idea ds los mares "dssbordades que atrevissan ciudades humeentes".78 257 Digemes, para finalizar e1 estudie de este simbolo, que Cernuda se refiere a algunos mares geogreficamente, como el Mar Negro en s1 poema "El mirlo, 1e gaviota", de Los plecerssprehibidgg, asociedo a la muerte en une fi- 79 e1 Atlantico, "mar cil representacion del color negro; evidente" del Conquero, 0 see, de Huelva, simbolizando, come ya vimos, s1 amor:80 s1 Atlantico, nuevemsnte, per donde "un pufiade de hombres" de Espena peso para cumplir el desso de conquister un mundo;81 sl Mediterraneo, cuyo oleeje: "Batiendo contra s1 mermel o la roca, / Resuciter parsoen 1as aguas del pesado, / Que vuelvsn y me shogan, lentes, irreprimiblss" (RD, 276). He aqui un ahegado mo- rel, son los remordimientos los que ahegan a este Cesar, tirene, dsgredado; otre anegado mas en s1 fentesmsl escs- nerie ds 1as victimas marinas. Un mar vengader, compensa- dor: un mar en libertad. Lugs Este simbolo --ds caracter universal come veremos enssguida-- es sl ultimo que estudiaremos en la poesis de Cernuda. simbolo no rsiterado en exceso pero con eri- ginalidad suficisnts para que lo incluyamos. Le lune, sn les mitolegias y religiones antiguas, adquisrs varies significades: la lune, en los mites ebo- rigenes de Australia, es creedora de1 primer hombre, sa- cado de la pisdra, frotandolo con cenizas blancss y ne- gres: tembien cre6 e la primers mujer, secandola de un 258 arbol ds bej, heciéndele suave y flexible sl froterla cen flame y barre. En 1as leyendas austrelianes, es la lune casi siempre un hombre.82 Algunas tribus ssmiticas se lla- 83 maban e si mismas hijas de1 dies-lune. En les mites de los negres primitivos africanos, la lune es generalmente un hombre.84 Lo mismo ocurre en los mites finlandesss.85 En la mitologie del antiguo Mexico, el dies Tecuciztécatl, que pretendie ssr e1 sol, se convirtio en la lune, y para que tuviera movimiento (come s1 sol) fue precise que les demis dioses ss quitarsn la vida, pasendo este sentido sacrifical a los rites aztecas de edoracién86 (11amamos la stencion sobre el hecho de que la lune sea masculine en todas estes mitologies porque en Cernuda --como vsrs- mes-- no hay un especial significado de feminided. Quiza pudiera pensarse, a1 comprobar la identificacien lune/as- cension en Cernuda, en une representacién felica). Pars les fenicios, la lune ere ls diesa madre.87 En la mitologfe grscorromana, Diana "la lune" es Artemis y Selene. Diana es la diesa protectors de les mujsrss; Selene, hermane de Helios, es, come Artemis, diesa ds 1e Juventud y de les curaciones. En la mitolegie indie, Rama-Chandra constituys el séptimo avatar come sncarnacien ds Visnu; Rama, el heree del Ramayana, esociedo e la lune, Chandra, represents ls guerra contra los demonies pars extender la realeza de su 89 padre entre los barbaros. En la mit010gla Japenesa, la lune es una diesa (Tsuki-yomi) que nacio del ojo dsrecho 259 de Izanegi, deidad masculine ancestral: la lune nacié del ojo en aguas ds purificecion (lo anetamos per esta excep- cionel aperici6n del agua, aseciaeién esta ds lune/ague que aparecera en Cernuda).9O Los filipines recegen la leyenda de la querslla en- tre s1 sol y la lune, y sus hijos muertos, que se convier- ten sn serpientes y snimales en la tierra y peces en el agua.91 En la mitologia egipcis, la lune tiene les nombres ds Khensu o Khons; ambos dioses representan la salud y en sl case ds Khons se le represents por el oreciente de la lune (interesants pare nosotros, come versmes, per la coin- cidencia grafica en Cernuda). Diremes que la lune, en la obra poetics ds Cernuda, adquisrs, en especial, uns proysecien asociada sl agua, ademas ds otra asociada al tiempo. Ls del agua es la mas numerose (nueve veces), y comienze sn sl libre Un rie, un amor; la vida no es "redonda, ni azul", "sino lunatica", "con sus blancss lagunes"; la vida tiene "palidas dunes". En este poema, "Habitacien de a1 lede", ss habla de la muerte, que visits a1 pests en suenes; e1 durmients se estremecs ds miedo, pero la muerte, cezedora sin lebrel, solo desee a los pajaros, no a les humanoe: Pero ningun lebrel acompafie a la muerte. Elle con muoho amor solo ems a los pajares, Pajaros siempre mudos, some lo ss s1 secrete, Con sus grandss colores formendo un torbellino En torno a la mirads fijaments metaliea. (RD. 48) Le relacion de lune con muerte 1a apunta Cirlet come 260 simbolo del scabamiento del hombre, y tembien de su reen- csrneoién.93 En el poema "Le cancion del oests", del misme libro Un_gio, un amor, la lune es s1 oests ds 1as peliculas in- fentiles y las manos quieren apresarlo: szos cents el oests, Aqusl oests que les manos sntefio Creysron eprssar come e1 airs e la lune; Mas la lune es madere, las’menes se liquidan Gets a gets, identicas a lagrimas. (RD, 60) Pero les manos sen sire y son lagrimes; ds nuevo, el agua. Ricardo Gullén ve en los versos transcritos "la nostalgia ds les fracasedes suefios infantiles, del maravilloso mun- de entrevisto en las peliculas ds ls remote infancia y perdide al intenter recapturerlo".94 Le lune, sfiadamos, es maders y el agua, 1as lagrimas en que se convirtieron les manos que no pueden conquisterle. Cabria una pregunta: {Per que la lune ss madsra, por el significado forestel, en un esosnario ds arboles y heroes e cabelle? aQuiza per e1 divorcio entre medere y agua? Mes bien pensariamos en la primsre posibilidad, puss medsra y agua no se repslen; 1a medsrs es permeable. En el poema "Para unos vivir", de Los placeresgprohi- hides, la slusién a la lune tiene lugar en una atmosfera negative: nge es igual. Tendi mi brazo; no llovia. Piss cristales; no habie sol. Mire, la lune; no habie playa. (RD. 73) 261 Fijémonos en que no llusve y en que no hay playa; si no hay plays no hay mar. Es une lune e la que le felts ese elemento cordial; es une lune desprevists de la cernudia- na smooién del agua, una lune sin destino. En el poema "Déjeme este vez", tembien de Los ple- ggges prohibidos, hay la ofrende ds un anille hecho ds lune a un mendigo Joven cuyos oJos "parecien dos leges". Cernuda dice: "Me ehogue en fin, amigos" y termina e1 pee- me con este verso: "Dame 1e guitarre pare guardsr les ls- grimas" (RD, 74). Intentemos une sxplicacion de1 poems. Ese anille ds lune es, evidentemente, sin6nimo ds anille ds compromise amorose, de sntrsge; sl mendigo cuyos ojos eran come dos legos, suponemos que por su claridad, lo etrae ds tal forma que s1 poete psrece en sllos, se ahe- ga. Es amor y muerte el mismo tiempe; no olvidemos lo que dijimos snteriermente ds la lune y la muerte. Este entre- ga total, este "No saber mas de mi misme es alge triste; / Dame 1e guitarre para guardsr 1as lagrimas" (RD, 74). La- grimas de nuevo, esociadas sorprendentemente e 1e guita- rre, instrumente tan endeluz, ten publicamsnte endeluz y ya sabemos come 10 demesiade publico no le gustsba a Cernuda. Sin embargo, la guitarre simboliza en Andalusia la pena amorose mas que cuslquiera otre smocion. Dos poemas hay en Donds habits e1 olvido, que vuel- vsn e receger esta eeuacion lune/ague, en este ceso lune/ mar. Une, e1 poema IV "Ye fui", donde el poete exprese la nostalgia ds dias pesades, llenos de sxeltaci6n y desee: 262 Yo fui Columns ardisnte, lune de primavera, Mar dorade, oJos grandss. (RD, 89) Exists una idea ascensional (ya lo dijimos el treter el simbolo del mar); dsstaquemes ahora a ssa clere y alts lune ds primavera, que dora s1 mar, y tembien, come en el poema del mendigo Joven, hay unes ojos, grandss y su- ponemos que cleros. Ls "lune de primavera" evoca, no cabs duds, una ssnsecién de juvsntud. E1 otro poema es sl VI "El mar es un olvido", donde insiste en esta idea ascen- sional; el mar es "labio", "un amente", "un ruisefier". Sus aguas son "impulsos"; todo este ya lo vimos a1 sstu- dier el mar. Lo que nos imports shore es que sl poets compare 1as caricias del mar con ”lunas accesibles", y que esss caricias sen "la vida mes alts".95 Es posible comprobar squi una slusién felics. En "Resaca en Sansusne. III Final", de Las Nubes, el mar nuevemsnte se relaciona con la lune, en un ambien- ts de extesis. La recs "ebierte en tsrrazes" son "escale- nes de gracia que a la lune se ofrecen". En la orille, "vegan dejes ds amorss y penss" aunque la noche cisrra 96 Este extesis lunar se repite, 1as antiguas heridas. aunque eon difersnte circunstancia, le ds su infancia se- villane, en los poemas "Primsvsre viens" ds Come guien espera s1 alba y "Lune llene en Semana Santa", de Desele- cion de la Quimera. En el primero de ellos, Cernuda ssecis 263 los magnelios "los magnelios moJedes de recio" con la lune crecisndo en el sire.97 Ahora no es el lago ni el mar, sino sl rocio que equivale e renovacien. Aqui se habla de1 creeimiento de la lune, tema el que nos rsferiremos mas terde, porque creemos que en este poema solamente sig- nifies "mientras creoe la lune per el airs" su vida, els- veoién, he equi un sentido ascensional rslacionade con lo pure de la infancia. En el poema "Lune llene en Semana Santa", otre vez se recoge 1s evocaoién infentil y dicho- sa: Magice per el cielo La lune fulge, llene Lune ds parescsve. Azeher, lune, musica. Entrelazados, befian Le ciudad teds. (RD, 359) Observsmos que la lune, ten emada per Cernuda, es equi la llene y que tanto ella oomo s1 ezahar y la musica began a la ciudad. Este verbo, bafiar, elude sl agua, aunque meta- f6ricsmente, pero a veces une imagen puede servir para en- riquecer une idea; en este caso, ese lune bafiende de luz a la ciudad, come e1 ezahar 1s bane de aroma y la musica de sonido, eempendis esta relacion de luna y agua. El sentido temporal de1 simbolo de la lune comienze en sl poema "Noche ds lune" que abre Les Nubes; es reve- lader que este poema sstuviera snterierments titulado "Elegia a la lune ds Espafia"; el cambio de titulo parses significar s1 desee de dsr une dimensién universal a lo 264 pursmsnte espafiel. Es la unice vez que Cernuda elude a la lune come "diesa". El contenido del poems no es otro que la supervivencia de la lune en relacion con los humanos, ella "Asiste a sus vigiliss / En el silencio dulcs de les noches".98 El posts as refiere a le Espafia, grande e mi- sera, que pasa baJo la luz ds la lune. Elle he viste s1 podsrio humane y tembien "la hisrbe, ortige y cardo" bro- tanto "por las vestss propiedades".99 Llegere el die en que la lune no ves vida humans y queden "frents a frents / E1 silencio ds un mundo que ha sido / Y 1e pure bellezs “ 100 trenquila de la nada . Igual sentido temporal se encuentra en "El eguile", do Come guien espera e1 alba: Come les nubes An e el disco tranquilo de la lune, As les almas ds los hombres pesan Ante Ice 0303 cleros de les d osss, Pars deJar ten solo en el vac o Brillar mes pure el resplender celeste. (RD, 185) Es exacts, ls misme idea del poema anterior, pero usendo sl suetantivo "disco" come metafore ds la lune, no muy original; sl use ds la imagen tiene per lo menes veinte y seis siglos de sntigfisdad: en el siglo VI antes de Cris- to ye Tales de Milsto hable del disco de la lune.101 Los hombres, en este poema de Cernuda, se equiperan a nubes fugitives, y sirven pare reslzsr 1a soberenia celeste. En "Les ruines", de Como guisn espera s1 alba, la lune vela los dsspojos de marmol; es une lune ereciente: 265 Pure, ds plata nebulose, ya lsvanta El sgudo oreciente do la lune Vertiendo per sl campo paz amige, Y en este luz incierta les ruines ds marmol Son construceiones belles, musicales, Que el suefio complete. (RD. 187) Esta lune es de plata nebulose, y la plate es el metal que corresponds a la lune, come simbolo otre vez ds muer- te, que se opone el sol, etergador de la vida.102 El cre- eimiento de la lune, per otre parte, fue utilizedo come medida del tiempe antes que el sol, y unifies la fecundi- ded de les mujerss y los snimales con la fecundidad ds ls vegetacion.103 Ls lune signifies la original unided del tiempe y revels "el eterne retorno" --segun afirma Mircsa Elisde--.104 Jung, recoge la cresncis antigue, segun la cual, la lune sirve para que es Junten lss almas dessperecidas, y es sl receptacule donde se conserve 1e espsrme, es el lu- gar original ds la vida con una significacion femsnins.105 Digemes que este sentido femsnino no se hells en la poesis ds Cernuda, aunque si el de la lune simbolizando e1 naci- miento y la muerte ds los hombres, come testigo silencio- so. No es la lune la que pasa, come en el verse de un pos- ts tan devote de la lune come Laforgus: "Maia 6h sent les Lune: d'anten?"106 son los hombres, y este concepto se ex- press finslmente en el poema "Desolacién ds la Quimera" (RD, 35). donde 1s "nueve lune" ilumina desdefiosa ”Res- tes de bestias en msdio ds un osario". Cernuda dire "No 266 . N 107 hey ague, fronds, meterrel ni cesped ; nos perece sig- nificativo que elude e la felts ds agua, asociacién tan querida para el poete. La lune contempla e la Quimera "pisdra sorroida en 0 an desierte" y que "el tiempo ha mutilade".l 8 Cuando la luz de la lune ilumina a la Quimera, paress some que esta llerare o as quejare: Llorendo e1 no poder morir, some mueren 1as formas Que el hombre procreara. Morir es duro, Mas no poder morir, si todo muere, Es mes duro quiza. Le Quimera susurra hacia la-luna Y ten dulcs es su vez que a la desolacion alivia. (RD. 351) Estos verses nos recuerdan otres de Ruben Dario de1 poema "Coloquio de los senteuros", de Prosas profanes: "La pens de los dioses es no alcanzar 1a Muerts".109 Le Quimera la- ments su excepcionelidad, su no morir cuando todos mueren. Es un poems triste, pero express una exaltecién de lo efi- msro y lo selective, aunque sea selective en la muerte. NOTAS 13D, "Gda", pa’g. 34s 2RD, "Ossurided complete", peg. 47 y "Hebitaoién ds a1 ledo", peg. 47. 3RD, "Durango", peg. 49. 4RD, "Desdiche", peg. 51. Bien difersntes los brezos de nube de Cernuda de los brazoe de nube de Unamuno, en el que la imagen es protectors: "Sofieban les ebuelas son los dies / en que entoneron s1 center del alma; / e1 sie- le con sus nubes, blencos brazoe, / reoejis’(sis.) en un hate a les montefie ". "En Birietu", poema num. 238 del "gensienero", Poss a "Obras cempletas",V; (Madrid, 1969), peg. 1922. Conshe Zardeya se refiere a este poema, sin anadir ninguna interpretesion, en su libro Possia espanole oontemporensa (Madrid, 1961), peg. 132. Per sierte, que a1 trenssribir los verses no sepia la tipise g unemunisne y escribe ”su hate" en vez de "un hate". RD, "No intentemes el amor nunca", peg. 52. 6RD, "Cerne de mar", peg. 58. 7RD, "Linterne roJe", peg. 53. 8RD, "Drama 0 puerts serreda", peg. 57. 9RD, "No desia palabras", peg. 69. RD, "Unos cuerpos son some florss", peg. 71. RD, "Sentado sobrs un golfo de sombre", peg. 78 y "Ts quiere", peg. 81. 12RD, "Si el hombre pudiera decir", peg. 70. 13RD, "Déjame esta vez", peg. 74. l4 l5 l6 . , "Adolescents fui en dies identices a nubes" VII, peg. 91. RD, "Come uns vela sobre el mar” II, peg. 88. Ibid. 267 268 , l7RD, "Eras tierno desee, nube insinuante" XIV, peg. 96. 18Adriano del Valle, fiOssurs noticia ds Luis Cer- nuda", Centise, Cordoba, nums. 9-10, agosto-noviembre 1955 9 Dag. 13 0 19Charles Baudelaire, "L'Etrengsr", Le Spleen de Paris (Oeuvres completes), peg. 283. 20Jose; Olivio Jimenez, que habla ds una fuerte temg poralided en Invocaciones, no nombre su esencial relacion con las nubes. "Detengass --sssribs-- 1a etsngien sn £2; unos tulipanes amarilles, uno de les poemas mas logrados en esa diression . Nos parece mas personal s1 uso de les nubes some simbolo de1 tiempe, que s1 use ds los tulipa- nes. Jose Olivie Jimenez, "Emosien y trascendencia del tiempe", La Cafia Gris, peg. 53. 21RD, "Noche ds lune", peg. 129. 22RD, "Elegia espafiola" (I), peg. 134. . 230- G- June. Ré22922222e22_92_liige at ... s mboles. page. 465-566. 24"Cree que ella es la mes persistente constants a 10 large ds tode ls obra ds Cernuda (Prose y Verso)... Cuando el sentimiento conscients del tiempe subyuga a1 poete con el imperio us a Cernuda, s1 resultedo es ne- cesariamante 1e slegr a. Yo dsfinirie a la slegrie some poems en el que la consie cia de1 tiempe subordine e tode otre vivencie. De eh que toda la obra de Cernuda, especialmente Nubes y Como uien es era e1 lbs, see una gigantesca y purIsime eIegIe.. Su concepcion del hombre este fundade en la angustiada conciencia ds su temporali- dad", Ricardo Melina, page. 38-39. 25"Cernuda lleva e1 poema e1 reflejo de drama en su alma, a traves de ella, y some experiencia personal... Les mejerss rsalizasiones de Les nubes son los poemas del dss- tisrro, propiemsnte dishes, los alusivos e1 dolor per le’ aussnsia ds la patria... Elegiss a Espefia". Ricardo Gullen, ”La poesis ds Luis Cernuda", ‘somante, page. 56-59. 26Enrique Azcoege, "Figures: Luis Cernuda”, El Luche- dor, Alicante, Afie XXIII, num. 8066, febrero 1935, peg. . 27KB, "Scherzo para un slfo", peg. 137. 28KB, "Sofiande la muerte", peg. 139. 29RD, peg. 180. 353D, 269 "Apologia pro vita sue", peg. 204. "Amanda on sl tiempe", peg. 225. "Otros tulipanes emerilles", peg. 219. "Otros sires", p53. 262. peg. 321. peg. 360. 36gge Prssocrstiss, peg. 34. 37 38 Ibid., p53. 72. Ibid., peg. 134. 39 istetle Distioner (New York, 1962), p53. 442, 40 41 Mirsse Eliede, The Myth of the Eternal Return (New York, 1965)! P88. 220 Afrodite signifies en la mitologia griega la pro- tsssion para s1 matrimonio y la fesundidad. Philip Mayer- Classisel Mythology in Litegatuge, Art, and Music 42 (New York, 1971 , page. 1 3- J. E. Cirlot, peg. 268. 43C. G. Jung, peg. 364. 44 45 46 478D, 48 RD. 49 SORD, Ibid., pég. 366. C. G. Jung, Aion, peg. 155. C. G. Jung, Mysterium Coniunstionis (New York, 1963), pegs. 9 y 11. ”Sombras blancss", peg. 42 y "Desdiche", peg. 51. ”Si s1 hombre pudiera vivir", peg. 70. "Quisiere saber por que esta muerte", peg. 73. "Los marineros son las alas del amor", peg. 72. Des. 92. "E1 Joven merino", peg. 117. "A un poete muerto", peg. 133. 270 54RD, "Resaca en Sensuefia. I Prologo", peg. 150. 55RD, "Resaca en Sensuefie. III Final", peg. 153.. 56RD, "El amor y el amente", peg. 159. 57Andrew P. Dibicki, peg. 295. 58"La mutacion es mi dssasosisgo, / Que victories de un die en derrotas ss cambien. / Mi reino triunfants aha de vsr su ruins? / 0 peer pssadilla (Vivira solo sn see, Come on concha tesis vive s1 mar sonsumide?" (RD, 266) y "No. Erss tu quien suena solo / Aquel afssto noble compar- tido, / Cuyos esos despiertan por tu mente desierte / Come en la concha los del mar que ya no exists" (RD, 294). 59RD, pég. 357. 60 61 62 63 64 65 66 RD, peg. 78. RD, peg. 178. RD, peg. 133. RD, peg. 146. RD, peg. 195. RD, page. 42-43. RD, peg. 66. 67RD, peg. 151. 8Gustavo Correa, "E1 simbolismo del mar en la poe- sis espafiola del siglo XX”,,Rsv;ste Hispanics Moderga, Afie XXIII, snero-abril, 1966, Nums. 1-2. Sobre,Juan Ramon Ji- menez, page. 76-86. Sobre Pedro Salinas, page. 70-76. 69RD, ”Un memento todavia”, peg. 299. 703D, "Resaca en Sansusne. I Prologe", peg. 150. 71RD, "Noche de lune", peg. 131. 72Manuel Mantaro, Le poesis del Wye" al "nosotros" (Madrid, 1971), peg. 189. 73RD, "La fesha“, peg. 246. 74Vicente Aleixandrs, VII "E1 mar", Poesies completes (Madrid, 1960), peg. 539. 271 RD, "Rsmerdimiento en traJe de noche", peg. 41. 76RD, "Deeidme anochs", peg. 45. RD, peg. 52. RD, page. 53-54. 79RD, peg. 78. RD, peg. 106. RD, pég. 210. 82Frank Chepin Bray, University Dictionary of Mythol- ggy_(Nsw York, 1964), peg. 233. 831b1d., peg. 133. 84Ibid., pég. 222. 85Ib1d., pég. 43. 86Samuel Noah’Kremer, Mythologies of the Ancient World (Chicago, 1961), peg. 452. 87Frank Chepin Bray, peg. 222. 88 89 90Ibid., pég. 213. 911b1de, D53. 2420 92 Philip Maysrsen, pégs. 151-155. Frank Chepin Bray, peg. 187. Ibid., pég. 126. 93J. E. Cirlot, pég. 205. 94Ricardo Gullon, "Ls poesis de Luis Cernuda", Aso- mants, peg. 47. 95RD , p53 0 90s 963D, peg. 153. 97RD , pég. 2080 98 99 RD, pég. 129. RD, 9818. 1300 272 looRD, pég. 131. 101The Presocretiss, peg. 51. 102.1. E. Cirlot, pég. 205. l”Ibid., pég. 204. 104Mirsea Elieds, peg. 86. 105C. G. Jung, Metamorphoses de 1' Ame et ses S mbolss. page 5260 106Jules Laforgus, "Locutions des Pisrrots”, Peetes Maujourd'hu (Vienna, 1966), peg. 198. 107RD, peg. 350. loaIbid. 109Ruben Dario, "Coloquie de los csnteuros" , Prosss ProfanasI Poesias completes (Madrid, 1968), peg. 578. CONCLUSIONES Luis Cernuda forms parts ds 1a generacién de 1927, un grupo de poetas de tan slte celided estetiee y do tan dsstaceda psrsonelidad come no se habie cenocido en Espe- fie desde el Siglo de Oro. Vimos que Miguel ds Unamuno, Antonio Machedo y Juan Ramon Jimenez son los poetas inmediatamsnte anteriores que ejercieron influjo en la nueva generacion. Como poetas ds trensicién, hemos citado e José Moreno Ville, Mauricio Bacarissa, Le6n Felipe y Ram6n de Bestsrre. En los prime- ros afios veinte, hubo un grupo ds Jovenes poetas que sul- tivaron e1 sreacienisme y el ultraismo; Gerardo Diego fue el unico que adopt6, aunque per breve tiempo, los postu- ledes ds les nueves escuslae. Los poetas del 27 se carecterizaron por el uso de la implicitecién, la primecia ds 1a emosién sobre el tema, s1 use del simbolo y la creacion ds ambites de vaguedad. A partir de 1927, she del csntenarie ds la muerte ds G6n- gora, une nueve influencia as done sentir, la del super- realismo, que rempié la unided del grupo, rupture que son- sumo mes terde ls guerra civil. Baudelaire, Mallarmé, Valéry y Revsrdy, y menos Rimbaud y Leutrsmont, influyeron en Cernuda. Psro hemos notedo ademes, otras influencias que no comperten sus 273 274 eompafisros de gensrseién: la ds H31dsrlin y la ds Leopar- di. Despuss, ye en el exilio, la de los poetas angloseje- nes que ls imprimieron un nuevo tone a su poesis. Creemos habar demostrsdo que el conflicto entre realided y desso, titule de1 volumen en que Cernuda reuns tode su obra poétisa, es el principio genersdor del que emsnsn los temes mes importantes de su poesis, y que se- gun hemos podido estudiar, son: la soledad, el amor, e1 olvido, Dies y los dioses, Espafie y el pests some ssr pri- vilegiade en relacion con ls sed de eternidad, 1s poesis y la sociedad. Le soledad es el tema inieial ds sus primerss com- posisienes y s1 que mas insistentements msnifiests la ten- sién realided/desee en la poesis cernudiana. Es uns sols- dad intime y casi absolute, si este pudiera afirmarse. Pereeen falter en Cernuda lazos de unién con la realided e la que, sin embargo, desee captar con todas sus fuerzae viteles, aunque su volunted este inmevilizsda per la in- dolencia. El posts as siente aislado del mundo per unes muros que séle ensierran su propio vaeie. A medida que es svenzs en la poesis ds Cernuda, observames que esta sole- ded se intensifies a través de un process do agravasién progresiva, se alone en s1 embite ds su poesis y as con- vierte sn uns realided cerrsds en la que posts y mundo, intuision y sentimiento, ss sonjugen en una intima sngus- tia. Es ls soledad de la muerte y sl olvido: ls primers, some negasion total y el sagundo, come desintsgrssion de 275 lo sxistents (o sxistido). El amor es otre tema a través de1 cuel hemos visto que la tension realided/desee se nes muestre. E1 amor, en sus primerss poesies, es un vego efen inconcrsto, que no logrs liberar e1 posts de1 hastie, ni triunfsr de la soledad. Es en Los leceres rohibidos, donde el amor 11s- ga a ssr gloria y Extesis, aunque tembien puede ser des- truccien y muerte. Per primers vez, ebservemes que la pa- sion vibra en su verso y la exprese con dolor. En los li- bros siguientes, no encontramos que el amor osupe un lu- gar preferente, ni sea la fusnte inspirsdora del poete, sine solo un recuerdo melancolice. En Vivir sin estag_yi- viendo, el amor, e nuestre Juicio, centre ya la vida del poete. Cents a1 amor some msdio pars lograr un estado ds union y reeonciliecién con el munde. Su exaltaeién amo- rose, penssmos, alcanza su punto algide en Con les horas contadas, e1 encontrar en el amor 1s fusnte de la vida. Per ultimo, en Desolacién de la Quimera, llegada 1a here de la reflexién, comprends con amargura que debs renun- cisr sl amor, a sus angustias y tormentes; que s1 amor ha sido para 51, mis que el desso de la persona emads, un desso de la reelizecién del ser. Creemos que Cernuda he querido conferirle a1 amor un contenido casi religiose y que en su constants trenspesisién entre realided y de- see, he aspiredo s eprsser ls bellsza en su intempersbi- lidsd y transmutsrla de lo real a lo eterno. El olvido es, para Cernuda, una forma extreme dsl 276 amor. Es un amor que nos psrece que recorre sus propies pesos en dirsseién inverse, es decir, desde el fin hasta el principio. Per msdio de1 olvido quiere convertir una realided absolute en une forms entisipeda ds la muerte, para que, alli, el olvido aplests 1e nostalgia, heciende de la memoris alge negative y casi contradictorie consigo mismo. El tema ds Espafla aparece per primers vez en La; Ngbgg. Este libro, escrito durante los ultimas afies de la guerra civil y los comienzos ds 1s segunda guerra mun- dial, muestre en sus inicios ls nostalgia que 1e inspire su sendicion de desterredo y su dolor por los sufrimien- tos do is patria. En la segunda parte de Les Nubes, habla de Espefis con crecisnte amargura. Ls soledad es, some siem- pre, su constants cempefiere, sgudizsda per un sentimiento de psrdida de su identided, debide a1 slejsmisnto ds su tisrra. E1 recuerde, some hemos eeflalado, es lo unico que le ayuda a soportar s1 destierro y la lente deseemposicién de sus ilusienee: el regress e 1e patria. En el mismo libro, Les Nubes, 1s honda crisis que nos parses streviess e1 posts, Is hace volver los 0308 s Dies on buses de consuelo y ayuda. Asi, ebservemes un tipo de expresion que se acercs e lo religiose, aunque no sebe- mos si eu manifestacion de fe en una presencia divine see une posture vital o est6tiss. Cuslquiera que fuera su me- tivssién, ssts sentimiento religiose, come e1 patri6tico, ssrs de certs duraoion y pronto ebservemes que Cernuda 277 vuelvs s buscar la verdad en s1 hombre, aunque a veces este -sl hembre- no sepe reseneeerls. Entonces se dirige a los dioses de la entigfisdad grisga, porque estos, a pe- sar ds ssr olimpicos, eran humenos tembien. A1 estudiar sl tema de1 poets, 1e poesis y la so- ciedad en Cernuda, hemos visto que el poete es ueeegun 51-- un ser privilegiedo y este se manifiesta a traves de la sed de eternidad, e1 heroismo, el desprecio a la sociedad y el narcisisme. Pedemos decir que la eternidad es, para Cernuda, 1e busquede de la trascendencia en la idea de un tiempe abstracts e inmuteble y el efen de el- ssnzar este eternidad es la mision de1 poets. Si recorde- mos haber afirmade que los tsmas ds Cernuda partsn de la sontrediccién realided/desso, versmos que su buses de la eternidad gire alrededer de la lucha entre estes dos fuer- zss: sl yo del poete que aspire e 1e eternidad del ssr, desee, y el tiempo, que es la realided que lo mantisne en una situacien serrsds ds la que no puede evedirss. Observsmos ssimismo, 1e preocupacion que muestre Cernuda sobrs la rslesién del creador con la vida. La mi- sion del poets some prefsts es ssr portavoz de la concien- cia del hombre, come martir y some victims, de equi su he- roismo. E1 poete, some ser temporal, que se vive e si mis- mo dentro de1 fluir ininterrumpido y dsvorador del tiempo, sufre uns eensscién ds separacién de1 munde, pero es s1 unico sepaz de sscer a este ds su indiferenoia radical y de su intemporelidad, convirtiendess en la conciencia de1 278 mundo y trasledendelo e1 terreno de1 espiritu mediants el ssto de la creasién poetics. Recordemos que pare Cernuda, el mundo esta rsgide per la contradiccion desee/realided, y el hombre vive en el centro ds esta contradiccién que lleva implicita en su neturalszs. El desprecio e 1e sociedad ss quiza uns consecuen- cie de la contemplaci5n ds un mundo cenvsncional y, sin embargo, scmetido a la pasion. Cernuda etace a les llama- dos valores ds 1a sociedad son amargura, con ironie. Nos ofrece une vision dsgradada de les instituciones socislss some negacién del munde del espiritu. En su actitud dss- prsciativs, incluys a les criticos que hacen y deshecen s1 poete. Tambien en rslaci6n con su desprecio a is so- ciedad, encontramos los efectos negatives que produce e1 poder en s1 espiritu del hombre, a cause ds la corrupsion ds sus detentadorss. Per ultimo, unido a la soberbie del posts per la obra realizeda y el desprecio a les perso- nas vulgerss, encontramos en Cernuda, un narcisisme ds tipo casi filoséfise, donde la busca ds la esencia que el poete sentiene, es sl espejo de Narcise que, en este caso, ssria la obra essrite ds Cernuda. El estilo, en la poesis ds Cernuda, ss desigual, pero siempre lucido. La versificecion, en sus dos prime- ros libros, es tredicional. En Un rioI un amor, smplee per primers ves el verso libre; aunque volvsre a is es- trofe regular mas terde, ya nunca lo hers s 1e rims con- sonente. Una peculiaridad que ebservemes en este libro, 279 ss s1 relieve del verso final, a1 mode ds un epifonema, pare condenser el contenido. Una novedad que encontramos en Los placeres prohibidos, es la inclusi6n de echo poe- mas en prose; es la 6nica vez que aparecen en su ebrs. En Invocaciones, sus versos ossilen entrs.custro 9 veinte e mas silabes y a partir de Les Nubes, ebservemes una dis- minusion en la longitud de les versos y su sombinacién preferida ssre la de versos sndecasilebos y heptasilabos. En Les Nubes, les poemas ds metro sorto alternan son los ds verse largo. En Vivir sin ester vivisndo, sus poemas y sus versos son mas cortes y en Con les horas contadas, esta tendencia se manifiesta sun mes claremente. La varie- dad de formas metrises carecterize su ultimo libro, 2233- lacion de la Quimera; e1 verse libre sigus fluyende ritmi- cements mezclede con poemas cortes de rims ascnante. Hemos ssflsledo c6mo evoluciona e1 concepto del len- gusJe en la obra de Cernuda. En Primeras Poesias, es sim- ple y directo, la sintaxis es lente debide a que use po- sos verbos en poeicion principal o llege e suprimirlos; en E lo a Els is Ode, baJo 1s influencia ds Garcilaso, su lenguaJe ss hace mas culto y literario y la sintaxis mes artificiosa. En los libros superreslistas, e1 poete busca formas expresives mas libres, pero no exists ausen- sis de control n1 volunted de censeguirls, por eso no scu- sen 1a adopcion ds ls tesnica superrealista del automatis- mo. En Donds habits s1 olvido, inspirade per la relsstura de Basquer, su poesis busca una expresion mes intime y s1 280 lenguaJe, de gran dslgadez expresive, as similar al del poete ds les Riggs. En Inyocaciones, e1 lenguaJe ss ce- resteriza per cisrto esplendor verbal; en Las Nubes, su poesis pierde su antiguo brillo, 1e expresién es concise y asendrade. Ya sn Como guien espera s1 alba y an 131;; sin ester vivisndo, la forme hebleda y la escrits alcen- zen una evidente correspondsncie y en sus ultimas libros, Con les horas centedag y Desolesién'ds la Quimera, el len- guaJe, e1 deenudarse, he llegedo a1 maximo de densidad. En les imagenes, hemos notede some sarecteristisa principal, e1 erte ds fiJar s1 ambiente circunstancial pars presenter de un modo tangible contenides enimicos. El poete trata ds fiJar el instants, dendole cualidedes de permanencia fisice con finalidad simbélice 0 en acti- tud visionaria. Le imagen centinusda es otro de sus recur- sos favorites. En sus libros superrealistas, les imagenes sen slusivas s ilégisas y rssargadas de simboloe y lee imagenes visionaries continuadas originsn imagenes multi- plss o ecumuladas. Este tipo de imagenes sigus dsjende sus huellas hasta Invocaciones, donde rsterne el uso ds 1as imagenes tradicienales pero enriquecidas por un sle- mento ds sorpresa. En Les Nubes, combinare 1e fressure y espontansidad ds sus primeros libros con la original se- lsccion ds 1as palabras para hacer sus imagenes sstétics- mente mas eficaces. En sus libres posteriores, el uso de les imagenes es cada vez menes frecuente y su poesis es 281 carecterize per un legicismo crecisnte. Otros recursos estilistises que hemos notede y estu— diade, sen: la reiteraeién, la personificacien, la antite— 818, el hipsrbaton, la sinestesia y el encebslgamisnte. El uso ds este ultimo contribuye a darle fluencia y musicali- dad al verso. Otrae t6cnicas empleedes son: sl desdoblemiento de1 yo, buscando mayor ebjetivided, haste lleger a la sreacien ds un doble y el uso de la poesis dramatica pare proyactar fuera y objetiver la voz de1 poete. Con el perfeccionsmien- to ds estes t6cnicas, alcanza la cima de un proceso ds autoconocimisnto que se inicie desde sus primerss compo- siciones y, llege e alcanzar la fusion del artiste con su tiempe y con su mundo. Para estudiar s1 simbolo en la poesis de Luis Cer- nuda, hemos tratade, sn primer lugar, ds definir los ca- ractsres esenciales del mismo. Vimos que entre el obJete simbélico y sl simbolizado tiene que existir una relacion de analogie o esmeJanza y que la creasién y aprshension del mismo he do ester enimede per la smoci6n poetics. Creemos habsr sefialado tembien que, en sentido general, le significacien del simbolo es multivoca y que este es ante todo 1a proysceién y la gggga de estados animicos, sen frecuencia inoonscientes, que es manifiastan a traves del poets. El valor simbolice que Cernuda is da a determinados obJstes o terminos le sirvieron a 61 para sxpresar y a 282 nosotros para captar estados complejos y contradictorios ds su alma: la soledad, e1 hestio, e1 desee, s1 emor, la verdad, 1e libertad, estan plasmados en simboloe que a veces se cruzen y se funden hasta hacsrse uno. El misme simbolo puede representar el amor 0 el olvido, la vida o la muerte, e1 placer 0 e1 dolor, pero siempre es el so- porte que sostisns lo esencial en su poesis. Los simbo- los de Cernuda hen permanecido sonstentes desde sus prin- cipios, a veces ss repitsn con insistencia, otras se els- jen, pero siempre reeparessn pars descubrirnos los puntos esenciales ds sus somplejos estados animicos. De todos los simboloe de la poesis ds Cernuda, e1 airs es el mes frecuente y s1 primero en aparecer. Dentre de1 concepto "airs" incluys los ds brisa, viento y tormen- ta. La brisa signifies primavera y Juventud. El viento, identificado con la creaci6n y la fesundidad, es masculi- 32 some simbolo del desso. Igualmente a lo amoroso une el simbolo tormente. El sire puede tensr un concepto negative 0 tembien creador e masculine. El sentido negative simbo- liza 1a indolencia, el hastic; some creador y masculino, simboliza el amor y el desee, 1e fesundidad, ls protec- ci5n, s1 espiritu, la libertad y la eternidad. Su reali- ded multiple, ye suave, ya vielsnta, fascina a Cernuda, que identifice e1 concepto gensredor, eterne, de1 airs con el principio de la vida. El arbol, forma simbolice universal, aparece en la poesis ds Cernuda some simbolo abstracts y some simbolo 283 concreto en determinados arboles. La fler, some e1 arbol, es simbolo abstracts y, en ciertee cases, concreto. E1 concepto de la neturalsza, ten extremademente ligado a la poesis de Cernuda, lo he lanzado a una idsntificasion con su esencia el treter de redusir a simboloe una totelidad embiental. Le sombre es otro simbolo que aparece frecuentemen- te en la poesis ds Cernuda, en forma original. Le sombre en relacion con la luz es concepto que se repite mushes veces; vinculada e lo amoroso es tembien una constants en su poesis, en une scuaci6n cuerpo amedo/sombre, que res- ponds a1 concepto de sombre some doble del cuerpo. E1 ta- 1ante ds denostaeien aplicade a la sombre tembien abunda en Cernuda. La sombre come destino y en una esueeion som- bre/muerte completan los diversos significados que para el poets tiene e1 simbolo sombre. E1 muro signifies en un principio soledad, aisle- miento. Es un simbolo que crsse en importancia a medida que se evenza en su poesis, llegsndo a ser el desee de trascender la propis realided corporal (otre vez e1 con- flicto desee/realided). Hey un memento que desaparecs completemente y cuando reaperece este ye diluido con mes sentido metaf6rico que simbélico. El limbo no es un sim- bolo insistente, pero as ten intense y original que se convierte en Cernuda en un simbolo personal. E1 poete ex- press con la palabra limbo un estado de suspensién donde la volunted esta paralizade y se siente desarticulede y 284 flotsndo frents a limites invisibles. Dos fronteres que guarden difersntes ssencies del hombre, impiden sin vio- lensie 1e invasion de una en otre. Le nube es un simbolo ds los mes significativos y coherentss en la poesis de Cernuda. Tiene un concreto dua- lismo, y asi, adquisrs significaciones psyorativas o elo- giesas. Come simbolo ds lo efimere nos parses de evidente originalidad, pero todavia mes busca Cernuda en este sim- bolo: el amor, su infancia y su adolescsnsia. Este ultime significacien serge e1 simbolo ds pursza. El simbolo del mar, en la poesis de Cernuda, adquis- rs dos significados tresssndsntales: el del nesimiento some amor o vida y el ds la muerte. La relacion mar/amor es la mas frecuente en su obra. El amor some muerte es simbolo de temporabilidad, ds la fugacided humane. Ademss ds estes dos preyscciones trascendenteles, e1 simbolo del mar tiene otras significaciones ascidenteles: identifice al mar con la soledad, la ssrenidad, 1a bellezs y 1s per- fescion. La lune no es un simbolo muy repetide en la poesis de Cernuda, pero esta cargado ds eriginalidad. Fundamen- talmsnte adquisrs dos preyscciones: une, asociada al agua y otre, a1 tiempo. Le del agua es la mes numerose. Es cu- rioso que s1 simbolo de la lune see generalmente mascu- line. La Reelidad y el Deseo es el libro de un hombre que no supo o no pudo scepter el mundo some es; y que si 285 tampoco pudo convertir e1 desee en realided, legro afir- marse e si mismo a traves ds su capacidad de consegrar le realided a traves de la palabra. BIBLIOGRAFIA BIBLIOGRAFIA (Pare nuestre investigacion de la obra cernudiana, nos hemos besedo en la bibliografia reunids per Carlos Pe- regrin Otere, ampliada per Elisabeth Mfillsr. En lo aper- tado per E. Mfiller hemos tenido que rsctificer algunes errerss. Msrcaremes con un esterisco les obras ds Cer- nuda afiadides per ella y con dos, 1as que nosotros he- mos incluido.) A. Obras ds Cernuda l. Libres de poesis Perfil de1 Airs. Malaga: Literal (Suplemanto 4), 1927. La invitasion a la poesis. Madrid: La Tentative Poetics, 1933. Donds habite sl olvido. Madrid: Signo, 1935. El Joven marine. Madrid: Héroe, 1936. Les Nubes. Buenos Aires: Rama de Oro, 1943. Come uien es ere s1 alba. Buenos Aires: Losade, 1947. Posmes para un cuerp . 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