K8 mu«ummmmuuuwmmmuu 312 This is to certify that the dissertation entitled LA LEY NATURAL EN LA OBRA DE MARIANO JOSE DE LARRA: LA TENSION ENTRE LA CREENCIA Y LA EXPERIENCIA presented by Aristofanes Cedeno has been accepted towards fulfillment of the requirements for Ph.D. Spanish degree in W v \ Major professor Dr. George P. Mansour Date December 19, 1991 MSU is an Affirmative Action/Equal Opportunity Institution 0-12771 manner / M'ctiigan erase; University PLACE IN RETURN BOX to remove this checkout from your record. TO AVOID FINES return on or before date due. D ED}! _ DATE DUE DATE DUE MSU Is An Affirmative Action/Equal Opportunity Institution c:\c|rc\datedm.pm3—p.1 LA LEY NATURAL EN LA OBRA DE MARIANO JOSE DE LARRA: LA TENSION ENTRE LA CREENCIA Y LA EXPERIENCIA By Aristéfanes Cedefio A DISSERTATION Submitted to Michigan State University in partial fulfillment of the requirements for the degree of DOCTOR OF PHILOSOPHY Department of Romance and Classical Languages 1991 I: Hi Iii at 1m 5- ABSTRACT 0 ‘Q LA LEY NATURAL EN LA OBRA DE MARIANO JOSE DE LARRA: E LA TENSION ENTRE LA CREENCIA Y LA EXPERIENCIA I By i Aristéfanes Cedefio This dissertation focuses on Larra’s conception of Natural Law, and it explicates the distinct tension in his works between belief and experience. The immediate source for the author’s belief in Natural Law is the eighteenth— century Enlightenment and its elaboration of the two basic postulates of social progress and the existence of a universal natural order. In Larra, however, the conflict between his belief and his experience in an antithetical Spain of disorder becomes an essential factor in his selection of satire as the medium of expression. The evolution of the concept of Natural Law, from antiquity through Saint Thomas Aquinas to Rousseau, serves as the point of reference, showing the emergence of the view of society as a natural phenomenon of the general will of its members and of the first principle of Natural Law, through human reason, of "do good and avoid evil." The development of the concept culminates in its eighteenth— century interpretation supported by the principles of justice, liberty and equality, the tripod of the climate of opinion of Larra’s formative years. The historical and socio—political reality of Spain _———-.—_ occupies a foremost position in Larra’s works, for it intensely contradicts the principles of Natural Law of Larra’s belief. Spain’s circumstance did not ascribe to the natural order, which would ultimately lead the individual and society through progress to perfection. The integrative study of his era and his Articulos demonstrates this view of the human and of Spain. Through the use of satire, Larra cogently and effectively shows himself to be a serious critic of society embued with a commitment to provoke the requisite change for the common good. In the expository processes of discourse and recognition and with satire as the medium, Larra seeks refuge in himself in search of an explanation for the failure. The analysis of his two masterpieces "El dia de difuntos de 1836" and "La Nochebuena de 1836" articulates this development and demonstrates within the context of Natural Law and its postulates the tension between belief and experience. Copyright by Aristéfanes Cedefio 1991 A la memoria de Papa AGRADECIMIENTO Al profesor George P. Mansour por su paciencia y dedicacién en la direccién del presente estudio, por su apoyo y amistad que han tenido un incalculable valor en mi preparacién académica, y sobretodo por haberme brindado la oportunidad de realizar el suefio de mi Vida en Michigan State University; A todos mis profesores y amigos por su constants e incondicional apoyo moral e intelectual, especialmente a los profesores Mary S. Vasquez. Malcolm Compitello, Robert Fiore y Ann 8. White. A mis estudiantes de MSU porque mantuvieron viva mi fe en la educacién. vi INDICE Introduccién Capitulo Uno: De la Ley Natural. Panorama histérico Capitulo Dos: Larra y su circunstancia Capitulo Tres: Larra y su visién del hombre y la sociedad Capitulo Cuatro: Los grandes ideales sociales politica en la obra de Larra Capitulo Cinco: La satira: y experiencia .. y la perspectiva ononnooeoaupoo-oeooooooilonaooooooo resultado de la tensién entre creencia Conclusiénoouooo‘ooo-ooccone-nooonooootooueooooooueatl Bibliografia...0.00.00.00.00...-I I... . ...1 .. .7 C 0.44 CIA094 . .146 ...211 ...265 .0027]. pa INTRODUCCION Los articulos de Mariano José de Larra son un testimonio que refleja el estado de una sociedad, un espejo en donde se miran las ideas, los hechos y las costumbres de la Espafia de principios del siglo XIX. Estos articulos tienen la virtud de mostrarnos las cosas como son de por si. 0 bien a través del prisma del humorismo y la ironia satirica. La fuerza de dichos articulos radica en que son la expresién de un conflicto entre los sentimientos personales del escritor y sus preocupaciones sociales, una tension externalizada a través de la satira. Los biégrafos y criticos1 de Larra estan de acuerdo en sefialar la existencia de esa tension entre lo que aqui distinguimos como creencia y experiencia. A través del presente ensayo me propongo contribuir al analisis y estudio de la obra de Larra, y en particular de la tension en ella reflejada, desde una nueva perspectiva, la de la Ley Natural Y sus preceptos fundamentales de justicia, libertad e igualdad. La Ley Natural no es una ley escrita, es un principio que rige la Vida del hombre y su relacion con los demas, para 10 cual tiene como preambulo la maxima ética de "hacer el bien y evitar el mal," la cual rige la Vida en sociedad. Uno de los objetivos de la Vida en sociedad, segun la época de la Ilustracién, es la persecucién del bien comun. sobre la base de que cada individuo actua en su prOpio beneficio, 1 en beneficio de los demas. sin perjudicarse ni perjudicar a los demas. El bien comun pertenece a todo el cuerpo social y para garantizar la equitativa redistribucion del mismo. aparece la figura de la autoridad. La funcién de la autoridad es la de guiar y asegurar que los miembros de la comunidad acatan y obedecen el orden establecido por la voluntad de todos. La sociedad es de esta manera un fenomeno natural2 que nace de la voluntad de todos los asociados y de la razon humana que les permite distinguir entre lo que esta bien y lo que esta mal. Pero para llegar a esta concepcién, hubieron de pasar varios siglos en la historia de la civilizacién a través de los cuales se discutié la existencia del hombre y su vida en sociedad desde distintas perspectives. El primer capitulo del trabajo esta dedicado a considerar un panorama de la evolucion del concepto de Ley Natural que trata la antigfiedad griega y romana, la escuela cristiana de la Ley Natural y la Escuela Moderna, poniendo énfasis en los conceptos expuestos por Santo Tomas de Aquino en la Edad Media y Rousseau en la Ilustracién. Lo que une a estos dos pensadores con tantos otros es, segun Carl Becker, “the profound conviction that their beliefs could be reasonably demonstrated."3 Dentro de esa cadena de rmnsamiento, es posible situar a Larra, cuyas ideas sobre la sociedad tienen apoyo en la Ley Natural y en la teoria del Contrato Social. Siendo Rousseau el recopilador y maximo exponente de la teoria del Contrato Social. es una de las figures que mas influencia ejerce en el desarrollo de las ideas liberales hacia finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Estas ideas, producto de la Ley Natural, se apoyan en los principios de justicia, libertad e igualdad y estaban en la atmésfera de la opinion publica de la época en que ideolégicamente se formo Mariano José de Larra, por lo cual no le son ajenas al escritor espafiol. Es por ellos que el segundo capitulo esta dedicado a la formacion ideologica de Larra, la cual tiene un fuerte apoyo en la Ley Natural y sus principios. En el capitulo dos se atiende también a las circunstancias socio—politicas que forman parte del momento historico, especialmente porque se trata de una época de transicién, del Antiguo Regimen a la Revolucién burguesa, y de muchos cambios en la Vida politica espafiola. De dichos cambios participaba -para bien 0 para mal- el pueblo como base de la sociedad. La actitud de ese pueblo y sus costumbres contribuyen al divisionismo politico, al fanatismo religioso, todo lo cual impedia la consecusién del bien comun en el que creia Larra. Ante esa realidad historica, el escritor publico articulos de costumbres en los que plasmo su Vision del hombre y la sociedad. En dichos articulos considera el papel de las distintas clases sociales a la luz de la igualdad del hombre, asi como el 4 papel de la religion como moderadora de la conducta moral del individuo. En el tercer capitulo. revisamos la critica de Larra a la sociedad de su tiempo, en base a su creencia en que la existencia de un orden universal establecido por la Ley Natural permitiria lograr la perfectibilidad del hombre y el progreso social. Dado que la experiencia era contraria a su creencia, examinamos la critica larriana a la ignorancia y la hipocresia del pueblo espafiol. El capitulo cuatro esta dedicado a la autoridad gubernamental y a los conceptos que en materia politica eXpone Larra en sus escritos. En ese sentido, analizamos la realidad historica tomando en cuenta los acontecimientos acaecidos entre febrero de 1828 —fecha de la primera publicacion de Larra— y principios de 1837, época de la muerte del escritor. Se observa en detalle, como la id9010gia de Larra esta en constante tension con la actitud asumida por los diferentes gobiernos, y como esto se refleja en la obra de Larra. Finalmente, en el capitulo cinco, se analiza el IHincipal recurso utilizado por Larra para expresar el Conflicto entre su creencia en la Ley Natural Y la Contradictoria experiencia vivencial: la satira. A través de ella Larra se convirtio en un serio critico de su sociedad con el fin de provocar en ella el cambio necesario para lograr el bienestar social comun. A ese propéslto 89 lanza 5 e1 escritor y una vez que ha fallado en su intento, se refugia en si mismo en busca de una explicacion, produciendo dos de sus obras maestras, "El dia de difuntos de 1836" y "La Nochebuena de 1836", con cuyo analisis termina e1 estudio de la tension larriana entre creencia y experiencia a la luz de la Ley Natural y sus postulados basicos. N OTAS 1La existencia de la tensién larriana ya fue reconocida ella obra de Manuel Chaves, pionera en las investigaciones mflne Larra, y ha sido sostenida por Ismael Sanchez Estevan, F3 Courtney Tarr, Carlos Seco Serrano, Susan Kirkpatrick, JoséInfis Varela, Gregorio Martin, y en los mas completos emtudios llevados a cabo por Luis Lorenzo-Rivero. 2Sobre este punto, Jacques Maritain, en The Rights of awn and Natural Law (New York: Charles Scribner’s Sons, 1943) anota este interesante comentario: The person tends by its very nature to social life and to communion. This is true not only because of the needs and the indigence of lummn nature, by reason of which each one of us has need of ckhers for his material, intelectual and moral life, but zflso because of the radical generosity inscribed within the very being of the person, because of that openness to the cmmmunications of intelligence and love which is the nature of the spirit, and which demands an entrance into relationship with other persons. To state it rigorously, the Imrson cannot be alone. It wants to tell what it knows, and it wants to tell what it is -to whom, if not to other Imople? We can say with Jean-Jacques Rousseau that the ineath of man is deadly to man; we can say with Seneca: "Every time that I have been among men I have returned a (firflnished man." All that is true -and yet by a fundamental Imradox we cannot be men and become men without going among awn; we cannot make life and activity burgeon within US idthout breathing in common with our fellow—men. 3Carl Becker, en The Heavenly City of the Eighteenth— Cenhuw Philosophers (New Haven: Yale UP. 1955) 8’9! sostiene que: "There were, certainly, many differences tmtween Voltaire and St. Thomas, but two men had much in Cmmmon for all that. What they had in common was the IWOfound conviction that their beliefs could be reasonably denlonstrated. In a very real sense it may be said of the Eighteenth century that it was an age of faith as well as of reason, and of the thirteenth century that it was an age 0f reason as well as of faith. . This is not a paradox. On the contrary, PaSSionate farmland an expert rationalism are apt to be united. MOSt "En (Of course I need parentheses here to take care of §Uflfle-minded folk and the genuine mystics) -mOSt . . lntelligent men who believe passionately that God’s 1n hls immNen and all’s right with the world- feel the need of good and sufficient reasons for their faith. all the more so if a few disturbing doubts have crept in to make them uneasy. CAPITULO UNO DE LA LEY NATURAL. PANORAMA HISTORICO Est quidem vera lex recta retio, naturae congruens Ciceronis, De Re Publica III. XXII. 33 Una de las fuentes de inspiracién en que han bebido los grandee escritores espafioles es la preocupacién por Espana, cuya manifestacion varia segun la época y el autor. En cada uno se observa un permanente conflicto entre el amor a la patria y la decepcion que experimenta como testigo de una realidad que no refleja los ideales del escritor. Este conflicto corre paralelo con la historia de Espafia y cada autor lo ve a la luz de sus propias experiencias y segun su propia personalidad, su educacién y sus circunstancias. Mariano José de Larra es, entre ellos, un fuerte eslabon en esa cadena que une épocas literarias distantes en tiempo como lo son el Siglo de Oro y la Generacion del 98 y autores de la talla de Cervantes, Quevedo, Cadalso y Unamuno, entre otros. La autenticidad con que Larra manifiesta su dolor por Espafia es producto de su propia concepcion del hombre y la sociedad. En su forma de concebir a1 individuo y a la colectividad, Larra le concede un puesto Preponderante a los principios de Justicia, libertad e igualdad, los cuales habian sido estrechamente relacionados con la Ley Natural y el problems de la existencia del hombre y los derechos del ser humano. 7 8 Los principios que emanan de la Ley Natural estan presentes a través de la obra de Larra y algunos criticos asi lo han reconocido: Susan Kirkpatrick ve los origenes de estas ideas en la Ilustracién; José Luis Varela apunta a la Ley Natural como fuente de la contradiccién larriana entre progreso y realidad espafiola. Sin embargo. a la fecha, hace falta un estudio que analice esa preocupacién por Espafia en Larra, a la luz de la formacién ideolégica del escritor, la realidad historica de la época en que escribié Larra, el texto de sus escritos y, el concepto de Ley Natural patente en ellos. La idea de la Ley Natural es herencia del pensamiento clasico y del Cristianismo y por muchos siglos ha acompafiado a la cultura occidental. Es dificil sefialar un periodo en el cual no existan obras que defiendan o ataquen la Ley Natural, en que no se utilice ese concepto como inspirador de movimientos revolucionarios o fundamento de la defensa de corrientes conservadoras. Ello hace que se reconozca la Ley Natural como uno de los conceptos basicos de nuestra civilizacién. Hasta finales del siglo XVIII y principios del XIX, la existencia de la Ley Natural era comunmente aceptada por los pensadores. La reflexion sobre la ley partia de la aceptacion de una dicotomia: a un lado, la Ley Natural, a la cual se le atribuian las cualidades de absolutamente justa, universal, perfects e immutable; al otro lado. la Ley 9 Positiva, como producto humano, variable, perecedera, imperfecta, obra historica del hombre, destinada a satisfacer las necesidades del momento y producto de las mas dispares influencias y criterios. Sin embargo, la aceptacién de esa dicotomia estaba muy lejos de resultar en una uniformidad de pensamiento. Por el contrario, se dieron radicales oposiciones y diferencias sustanciales que permiten reconocer, por lo menos tres épocas diferentes en la reflexién iusnaturalista: a) el iusnaturalismo antiguo, que comprende los distintos conceptos que sobre la materia se enunciaron en Grecia y Roma; b) el iusnaturalismo cristiano de la Edad Media y 0) el iusnaturalismo clasico de los siglos XVII y XVIII. Siendo nuestro propésito llenar el vacio creado por la falta de un estudio concreto sobre la influencia de la Ley Natural en la obra de Larra, en este primer capitulo llevamos a cabo, con cierto detalle, una relacién del desarrollo del concepto de Ley Natural. Este panorama histérico sirve para aclarar las ideas sobre la relacién entre hombre, sociedad y Estado, lo cual nos ofrecera una base para el analisis posterior de la obra de Mariano José de Larra, tanto en sus aspectos sociales como politicos. De ninguna manera se pretende en este capitulo cubrir la amplitud del tema de la Ley Natural. 10 El iusnaturalismo antiguo Encuentra su punto de partida en la Grecia Clasica. Algunos situan el planteamiento original en Platén, otros en Aristételes, 0 se indican ejemplos de caracter literario como el de Antigona de Séfocles, en que la protagonista plantea la existencia de dos leyes, la eterna y la humana, para oponerse al mandate del rey de Tebas que le prohibia enterrar a su hermano. Sir Ernest Barker, basado en este comportamiento, sefiala que se puede trazar el origen de la ley natural en una concepcion irrevocable de la mente humana que la induce hacia la nocién de una justicia eterna e inmutable que es considerada la maxima expresion de la naturaleza del Universo, de Dios y de la razon. La ley humana es la forma como esa justicia es conocida por el hombre y la autoridad que no la cumpla pierde su poder de mando.l Platén coloca el problems de la justicia y su relacién con la ley en la raiz misma del problema del ser, como un aspecto del problema del bien. En La Republics nos describe la justicia como la realizacion de la propia naturaleza del hombre, la cual entiende como la perfecta armonia de los varios elementos del alma humana individual: But in reality justice was such as we were describing, being concerned however, not with the outward man, but with the inward, which is the true self and concernment of man: for just man does not permit the several elements within him to interfere with one another, or any of them to do the work of others, —he sets in order his own 11 inner life. and is his own master and his own law, and at peace with himself; and when he has bound the three principles within him, and is no longer many, but has become one entirely temperatly and perfectly adjusted nature, than he proceeds to act, if he has to act, whether in a matter of property, or in the treatment of the body, or in some affair of politics or private business; always thinking and calling that which preserves and co—operates with this harmonious condition, just and good action, and the knowledge which presides over it, wisdom, and that which at any time impairs this condition, he will call unjust action, and the opinion which presides over it ignorance.2 Sobre los conceptos de justicia como armonia o igualdad, la fundamentacién de lo justo en la naturaleza y de la ley en la razon humana, se ha de levantar luego la totalidad de los preceptos de la Ley Natural. A ellos agrega Aristoteles la oposicion entre la Ley Universal y la Ley Positiva, al distinguir, en su Etica a Nicémaco, dos elementos diferentes en todo sistema legal, uno comun al género humano y dotado, por ello, de una misma fuerza en todas las comunidades, y cuya vigencia es independiente de la aprobacion de los hombres, y otro circunstancial, particular de cada lugar y creado por los gobernantes de éste: Political Justice is of two kinds, one natural, the other conventional. A rule of justice is natural that has the same validity everywhere, and does not depend on our accepting it or not. A rule is conventional that in the first instance may be settled in one way or the other indifferently, though having once been settled it is not indifferent.3 12 En la filosofia griega posterior a Aristoteles, resalta la importancia de la Escuela Estoica. El esfuerzo filosofico (halos Estoicos tuvo especial relevancia en la Etica, de la cual tuvieron como principal postulado: "Vive conforme a la Naturaleza." Entendian e1 concepto de Naturaleza en absoluta identidad con los principios de razén. Como dice Ernest Barker "to the Stoics Nature was synonymous with Reason, and Reason was synonymous with God.4 El Estoicismo cedio su camino a la tradicion romana. A los romanos le debemos la nocion de que la ley es el patrimonio comun de los hombres, un lazo que puede superar sus diferencias y reducirlos a la unidad. Comfinmente se chstinguian dos clases de leyes aplicables a los pueblos: las leyes civiles que son las establecidas por un Estado dado para sus propios miembros, y las reglas constituidas de acuerdo con la razon natural observadas por todas las naciones, que se llaman Leyes de las Naciones. En Roma, Marco Tulio Ciceron se ocupo en forma amplia de la Ley Natural. Fueron los términos de Ciceron las fuentes de muchos autores posteriores que se ocuparon de la Ley Natural, desde su tiempo hasta el siglo XIX. In Q§_E§ Eflfljgfigencontramos el famoso pasaje en el que se define la Ley Natural: True law is right reason in agreement With nature; it is of universal application, unchanging and everlasting; it summons to duty by its commands, and averts from wrongdoing by its prohibitions. And it does not lay its commands or Brine Natur divin apob’a Porqt d) 51 More] 13 prohibitions upon good men in vain, though neither have any effect on the wicked. It is a sin to try to alter this law, nor is it allowable to attempt to repeal any part of it, and it is impossible to abolish it entirely. We cannot be freed from its obligations by senate or people, and we need not look outside ourselves for an expounder or interpreter of it. And there will not be different laws at Rome and at Athens, or different laws now and in the future, but one eternal and unchangeable law will be valid for all nations and all times, and there will be one master and ruler, that is, God, over us all, for he is the author of this law, its promulgator, and its enforcing judge.5 Estan reconocidas en la definicion de Ciceron las principales caracteristicas que se atribuyen a la Ley Natural, a saber: a) tiene su origen en la razon y en la divinidad; b) es de caracter eterno e inmutable dado que se apoya en la sefioria de Dios: c) tiene vigencia universal porque esta basada en la naturaleza comun de los hombres y d) sirve de fundamento tanto a la Ley Positiva como a la moral. En correlacion con su definicion de Ley Natural, Ciceron formulo una nocion fundamental del concepto de igualdad de los hombres: No single thing is so like another, so exactly its counterpart, as all of us are to one another. Nay, if bad habits and false beliefs did not twist the weaker minds and turn them in whatever direction they are inclined, no one would be so like his own self as all men would be like all others. And so, however we may define man, a single definition will apply to 311- This is a sufficient proof that there is no difference in kind between man and man; for if there were, one definition could not be applicable to all men; and indeed reason, which alone raises us above 14 the level of the beasts and enables us to draw inferences, to prove and disprove, to discuss and solve problems, and to come to conclusions, is certainly common to us all...For those creatures who have received the gift of reason from Nature have also received right reason, and therefore they have also received the gift of Law, which is right reason applied to command and prohibition. And if they have received Law, they have received Justice also. Now all men have received reason; therefore all men have received Justice.6 La igualdad del hombre es asi una consecuencia directa de la Ley Natural. No obstante, a través de las palabras de Ciceron podemos ver la idea de una diferencia o contraste entre el modelo ideal de sociedad expresado por la Ley de la Naturaleza y las instituciones positivas que los hombres confrontan en sus relaciones diarias. Este oontraste se ve entre la igualdad del hombre y las desigualdades atribuidas a los malos habitos y falsas creencias. De esto resulta que la nocion de Ley Natural que establece Ciceron hace referencia a1 contraste entre Naturaleza y Costumbre, el cual histéricamente ha servido como una de las mas poderosas armas para criticar las instituciones existentes. Para terminar con estos comentarios al aporte romano a la doctrina de la Ley Natural, es necesario mencionar la definicion del Emperador cristiano Justiniano, quien sefialé que "the laws of nature, which are most equally observed by all nations, remain always stable and immutable, enacted as they are by some kind of divine providence."'l La figura de la divina providencia 0 del Dios Supremo como maximo legislador es comun a la tradicion de diferentes 15 pueblos, y en la formacién de la cultura occidental, la tradicién grecolatina debe unirse con la judeo-cristiana. En ésta encontramos un concepto diferente de Ley. La Ley es la revelacion de la voluntad de Yavé, el unico Dios de la religion hebrea. En la tradicion hebrea, la ley esta oompuesta de normas directas destinadas a regular en sus detalles mas generales y también mas particulares la Vida del pueblo escogido. Dicha ley es el resultado de un pacto entre Yavé y su pueblo. Esta idea del pacto, representado por el Arca de la Alianza, va a constituir la médula de la teoria politica de las naciones occidentales, asi como el contraste naturaleza— costumbre representa la médula de la doctrina de la Ley Natural. Para los hebreos, la ley suprema no es conocida por los hombres mediante la razon sino que esta impresa en el corazon de todos los hombres. Esta idea se encuentra tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. En el Antiguo aparece, entre otros. en Jeremias: "palabra de Yavé: Yo pondré mi ley en ellos y la escribiré en su corazon y seré su Dios y ellos seran mi pueblo."8 En el Nuevo Testamento, la idea de justicia entendida como virtud, tiene una de sus expresiones mas elocuente en el sermon de la Montana: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos seran hartos."9 También aparece en la Epistola de San Pablo a los Romanos: crist. concej MSU 16 Porque Dios no hace diferencia entre unos y otros: todos los que pecan sin haber tenido la ley de Moises, moriran sin esa ley; y los que pecan a pesar de tener la ley de Moises, por medio de esa misma ley seran juzgados. Porque no quedan libres de culpa los que solamente oyen la ley, sino los que la obedecen. Pero cuando los que no son judios ni tienen la ley hacen por naturaleza lo que la ley manda, ellos mismos son su propia ley, pues muestran por su conducta que llevan la ley escrita en el corazon. Su propia conciencia lo comprueba, y sus propios pensamientos los acusaran o los defenderan.1° Este ultimo texto servira de base a los autores cristianos para encontrar la compatibilidad entre la concepcién grecolatina de la Ley Natural y la doctrina de Cristo. Una diferencia fundamental entre la concepcion grecolatina y la hebrea esta en la base que cada una atribuye a la Etica. "Virtud es saber," es el postulado a través del cual se unifican las distintas corrientes de la ética grecolatina. En cambio, en el judeo—cristianismo, "Virtud es amor.” Ello esta claro en los mandamientos dados por Dios a Moises, pero sobre todo en la doctrina de Jesus: ”Ama al Senor tu Dios con todo tu corazon, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Ama a tu projimo como a ti mismo. Ningun mandamiento es mas importante que éstos."11 De ahi que en adelante, la Etica y las disciplinas en ella fundadas, vayan a moverse entre los dos planos de la razon y el sentimiento. La sintesis de las dos grandes 17 tradiciones va a llevarse a cabo por los autores cristianos. La Escuela Cristiana Los pensadores que a ella pertenecen no reconocen 1hflcamente dos formas de Ley, sino que afirman la existencia de tres ordenamientos, a saber: 1) la Ley Eterna, que representa la regulacion dada por Dios al Universo, la Razon nfisma del Creador, que fija la estructura de todos los seres )rtodas las cosas; 2) la Ley Natural, que es la parte de la Ley Eterna que va dirigida en forma especial al hombre, susceptible de ser conocida por la razon y que se encuentra fundada en el fin y naturaleza moral del género humano; y 3) la Ley Positiva o Humana, que emana explicita y auténticamente de una autoridad, con fuerza para obligar. Entre estos ordenamientos no cabe ninguna oposicion. la Ley Natural es la parte de la Ley Divina referente a la conducta humana; regula la totalidad de ésta, por lo que nmral y derecho quedan englobados en ella. Como representante de esta escuela, en Santo Tomas hay un esbozo de la distincion, dentro de la Ley Natural, de los principios que se refieren a la conducta externa de los hombres y al bien comun y las normas morales; distincién que hace el filosofo de Aquino al estudiar la justicia, diciéndonos que ésta no tiene por objeto toda la materia de la.virtud moral, sino solo las acciones exteriores de los hombres. 18 La teoria de la Ley Natural de Santo Tomas se presenta como una interpretacion de la naturaleza del hombre y de su relacion con Dios y el universo. La Ley Natural es ininteligible salvo que la asociemos con el orden divino eterno sobre el cual se apoya, en ultima instancia, toda la creacién. He aqui la definicion de Santo Tomas: Now it is evident, granted that the world is ruled by Divine Providence, that the whole community of the universe is governed by Divine Reason. Wherefore the very Idea of the government of things in God the Ruler of the universe, has the nature of a law. And since the Divine Reason’s conception of things is not subject to time but is eternal, therefore it is that this kind of law must be called eternal. (Wherefore) since all things subject to Divine Providence are ruled and measured by the eternal law, it is evident that all things partake somewhat of the eternal law, in so far as, namely, from its being imprinted on them, they derive their respective inclinations to their proper acts and ends. Now among all others, the rational creature is subject to Divine providence in the most excellent way, in so far as it partakes of a share of providence, by being provident both for itself and for others. And this participation of the eternal law in the rational creature is called the natural law. Hence the Psalmist after saying (Ps. iv.6): 'Offer up the sacrifice of justice,’ as though someone asked what the works of justice are, adds: 'Many say, Who showeth us good things?’ in answer to which question he says: '0 Lord, is signed upon us:’ thus implying that the light of natural reason, whereby we discern what is good and what is evil, which is the function of the natural law, is nothing else than an imprint on us of the Divine light. It is therefore evident that the natural law is nothing else than the rational creature’s participation of the eternal law.12 Veam definiciél expresibn seres de . participa: del unive: racional. es la "lu entre e1 ‘ Primer y bien y ev éste, [S‘u d9 precep hombre, d 19 Veamos los diferentes puntos que contiene esta (kfiinicion. En primer lugar concibe la Ley Natural como la expresion de la dignidad y poder del hombre. Entre todos los seres de la creacién, 8610 el hombre ha sido llamado a pmrticipar intelectual y activamente en el orden racional del universo; a ello contribuye, por supuesto, su naturaleza racional. La razon es la esencia del hombre, de manera que es la "luz de la razon natural" la que nos permite discernir entre el bien y el mal. Santo Tomas establece asi como primer y general precepto de la Ley Natural el de "hacer el bien y evitar el mal.’ Todos los demas preceptos se basan en Este. (Summa I—II q.94, 2). Entre ésos encontramos un grupo ckrpreceptos que atienden a las inclinaciones naturales del hombre, de manera que: "Because in man there is first of all an inclination to good in accordance with the nature which he has in common with all substances: inasmuch as every substance seeks the preservation of its own being, according to its nature: and by reason of this inclination, whatever is a means of preserving human life, and of warding off its obstacles, belongs to the natural law. Secondly, there is in man an inclination to things that pertain to him more specially, according to that nature which he has in common with other animals: and in virtue of this inclination, those things are said to belong to the natural law, which nature has taught to all animals, such as sexual intercourse, education of offspring and so forth. Thirdly, there is in man an inclination to good, according to the nature of his reason: thus man has a natural inclination to know the truth about God, and to live in society: and in this respect, whatever pertains to this inclination belong to the natural law. (Summa I-II q.94 2) latura no séln social. cual e. basado A t 1 h b t C t o t P ohedi. las 1 bOunc' Just tier P031 20 Para comprender mejor la doctrina tomista de la Ley Natural se hace necesario tener presente que la Ley Natural no 8610 era la base de la moral y de las instituciones sociales y politicas, sino también el criterio mediante el cual esas instituciones podrian ser juzgadas, criterio basado en la justicia, porque: As Augustine says, 'that which is not just seems to be no law at all:’ wherefore the force of a law depends on the extent of its justice. Now in human affairs a thing is said to be just, from being right, according to the rule of reason. But the first rule of reason is the law of nature. Consequently every human law has just so much of the nature of law, as it is derived from the law of nature. But if in any point it deflects from the law of nature, it is no longer a law but a perversion of law. (Summa I—II q.95 2) Esta concepcién tomista nos lleva a la idea de que la obediencia al Estado pudiera ser solo condicional, dado que las leyes injustas no son leyes propiamente dichas: "Man is bound to obey secular rulers to the extent that the order of justice requires."(Summa I—II q.104 6). De manera que, en ciertos casos, la desobediencia pudiera ser no solo una posibilidad, sino hasta una obligacion. Santo Tomas va mas lejos al considerar la posibilidad de que la Ley Natural pueda ser cambiada. Para él, el cambio puede operarse de dos maneras, por adicion o por sustraocion. Sin embargo, este cambio no puede operarse sino en los principios secundarios, sobre la base de utilidad y beneficio para la Vida humana: a» (—1- U3. 0 ms:— c: -o-s ,_. ’6 base d PUnto 5e pue Proble de arm 1a p9, LEY Na 13 has 21 A change in the natural law may be understood in two ways. First, by way of addition. In this sense nothing hinders the natural law from being changed: since many things for the benefit of human life have been added over and above the natural law, both by Divine law and by human law. Secondly, a change in the natural law may be understood by way of subtraction, so that what previously was according to the natural law, ceases to be so. In this sense, the natural law is altogether unchangeable in its first principles. (Summa I—II q.94 5) En este acercamiento de Santo Tomas se puede ver la base de la idea de progreso y desarrollo que hasta cierto punto es negada por los valores absolutos e inmutables. En suma, la interpretacién tomista de la Cristiandad no se puede pensar sin la nocién de Ley Natural. Frente al problema de la vida y la sociedad, la Ley Natural es el lazo de armonia entre los valores cristianos y humanos, y expresa la perfectibilidad y la razén del hombre. En ese sentido, la Ley Natural enfatiza los derechos de la persona humana sobre la base de la existencia de criterios objetivos de justicia. La Escuela Clasica. El Contrato Social La claridad que el concepto de Ley Natural habia tenido en los autores de la Escuela Cristiana, falta, sin embargo, en la doctrina de los autores de los siglos XVII y XVIII, quienes formulan la interpretacién de la Ley Natural para la época moderna, y entre 103 cuales sobresalen Locke, Hobbes y Rousseau. Se encuentran estos autores inmersos dentro de la tradicion iusnaturalista que les viene de la Edad Media y sienten, 1a Ley N movimien se prese principi hiolégic La bésicos: derechos usado p5 humanidg Th( 91 bomb] desoonf: de gm 1 Natural, de todo fuese 1 de Viol Para ev Aristét natural Hegesid Jo muOho 111 Semis I” 22 sienten, por tanto, necesidad de fundamentar sus estudios en la Ley Natural. Al mismo tiempo enfrentan los albores del movimiento cientifico de manera que el concepto "naturaleza" se presenta en forma ambivalente: mantiene la referencia al principio de razon, pero posee connotaciones de tipo biolégico o sicolégico. La Ley Natural va a ser fundamentada en tres conceptos basicos: el estado de naturaleza, el contrato social y los derechos naturales. El estado de naturaleza es el término usado para referirse a la situacion existente en la humanidad con anterioridad al contrato social. Thomas Hobbes parte de la concepcién pesimista de que el hombre es malo por naturaleza; un animal ambicioso, desconfiado, egoista, avido de poder y de gloria a expensas de sus semejantes: "homo homini lupus." El estado de naturaleza, segun esto, no puede ser otra cosa que la guerra de todos contra todos.13 Si, ademas de esto, el hombre no fuese inteligente, la especie humana, sometida a tal regimen de Violencia, acabaria pronto por destruirse a si misma. Para evitarlo surge el pacto social. Contra la tesis de Aristételes, Hobbes afirmara que el hombre es insociable por naturaleza, pero que tiene que hacerse sociable por necesidad. John Locke concibe el estado natural de una manera mucho mas optimista. Los hombres que en él viven son unos seres razonables, que no hacen mal uso de su libertad. No hay gue: benévolt Para L01 de igua Segfin L derecho Ode me see en“ De aCue SUbstt a 91105 ‘01,, d. Te 25 uh I trénsn forma E 23 hay guerra de todos contra todos, porque los instintos benévolos y sociables privan sobre los egoistas y agresivos. Phra Locke el estado de naturaleza es de completa libertad y de igualdad: To understand political power aright, and derive it from its original, we must consider, what state all men are naturally in, and that is, a state of perfect freedom to order their actions, and dispose of their possessions and persons, as they think fit, within the bounds of the law of nature, without asking leave, or depending upon the will of other man. A state also of equality, wherein all power and jurisdiction is reciprocal, no one having more than another; there being nothing more evident, than the creatures of the same species and rank, promiscuously born to all the same advantages of nature, and the use of the same faculties, should also be equal one amongst another without subordination or subjection.14 El pacto que da origen a la sociedad civil responde, segun Locke, al deseo de asegurar a través de la ley los derechos naturales que ya existian en el estado prepolitico c>de naturaleza, los cuales, sin la proteccion del Estado, se encontrarian expuestos al abuso de los menos razonables. rm acuerdo con esta postura, los derechos naturales subsisten en la sociedad politica; los hombres no renuncian a ellos, sino que le otorgan a1 Estado la administracion en bien de todos. Tanto para Hobbes como para Locke, la sociedad politica es un perfeccionamiento de la Vida del hombre. En Hobbes, e1 transito del estado de naturaleza 31 de sociedad opera en fbrma absolute, mientras que en Locke, ese transito es solo un af En aml Rouss) Hobbe: pacif Euem propi. impos natur PEma entra 24 lulafianzamiento y una ordenacion de los derechos naturales. En ambos casos, la sociedad es un mejoramiento. Contra esta concepcion de la sociedad, aparece Rousseau, quien comienza por invertir los términos de Hobbes. Para Rousseau el estado de naturaleza del hombre es gmcifico y virtuoso; la lucha, el antagonismo, 'el estado de guerra,’ sobrevienen con la convivencia y la cooperacion propias del estado social, el cual es una consecuencia de la imposibilidad del hombre de permanecer en su estado de naturaleza. Sin embargo, ya que el hombre no puede permanecer siempre en estado de naturaleza, hace falta entrar en un contrato (o relacion) social. La teoria del contrato social, 0 sea, la nocion de un acuerdo entre los individuos como origen de la sociedad civil, es un producto moderno, salvo precedentes ocasionales que se pueden encontrar en autores de la antigfiedad clasica Y'la Edad Media. Esta teoria encuentra su base en la nocién nmderna de Ley Natural, que en el fondo es una teoria de los derechos naturales y se caracteriza por su racionalismo: los derechos naturales del hombre se conciben como principios simples e indisputables; por su individualismo: se trata de los derechos naturales e inalienables del hombre, y como dice el primero de los articulos de la ‘Declaracion de los Derechos del Hombre y del Ciudadano,’ "los hombres nacen H libres y permanecen libres e iguales en derechos. La teoria se caracteriza también por su radicalismo: el ejercicio del poder con 1 con 1 impre estab indiv derec iEual Segur Capit 25 poder es susceptible en cualquier momento de ser relacionado con la finalidad de las instituciones politicas, es decir, con la conservacion de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre. Una vez que la razon humana fue considerada la medida ultima de los valores, el contrato social era la unica via posible que restaba para explicar la existencia de las instituciones politicas y sociales. Las diferentes interpretaciones del contrato social tienen algo en comun: e1 individuo como punto de partida. Formalmente el contrato es la manifiesta voluntad del individuo con la finalidad de establecer una relacion mutua con el resto de los individuos. En el fondo, el contenido del contrato es ese derecho natural del individuo que se intercambia por otro igual 0 de mayor valor: los beneficios de la sociedad y la seguridad de la organizacion politica. Rousseau, en el Capitulo VIII del Libro I del Contrato Social nos dice: Ce passage de l’état de nature a l’état civil produit dans l’homme un changement tres rémarquable, en substituant dans sa conduite la justice a l’instinct, et donnant a ses actions la moralité qui leur manquoit auparavant. Ce que l’homme perd par le contract social, c’est sa liberté naturelle et un droit illimité a tout ce qui le tente et qu’il peut atteindre; ce qu’il gagne, c’est la liberté civile et la proprieté de tout ce qu’il possede On pourroit sur ce qui precede ajouter a l’acquis de l’état civil la liberté morale, qui seule rend l’homme vraiment maitre (310) de lui; car l’impulsion de seul appetit est esclavage, et l’obéissance a la loi qu’on s’est prescritte (sic) est liberté. 15 Aqu: afirmado 1a norm] apetitos Sin emba1 para el 1 en la ci' formas r1 dEgEHeI‘at El encontra PErsona Contrato aparece 26 Aqui se da una aparente contradiccion. Rousseau ha afirmado que el estado civil representa, frente al natural, la corrupcion del hombre, la exacerbacion de sus pasiones y apetitos, la sumersion en el verdadero 'estado de guerra.’ Shiembargo, una cosa es el estado civil perfecto, ideal, Imra el cual valen todas las ventajas y excelencias aludidas en la cita anterior, y otra muy distinta el Estado en sus formas reales, historicas, que constituyen formas degeneradas del principio original. El contrato social es la solucion a1 problema de encontrar una forma de asociacion que defienda y proteja la persona y los bienes de cada asociado. De la doctrina del contrato social presentamos la siguiente sinOpsis que aparece en Lettres écrites de la montagne: Qu’est-ce qui fait que l’Etat est un? C’est l’union de ses membres. Et d’ou nait l’union de ses membres? De l’obligation qui les lie. Tout est d’accord jusqu’ici. Mais quel est le fondement de cette obligation? Voila cu les Auteurs se divisent. Selon les uns, c’est la force; selon d’autres, l’autorité paternelle; selon d’autres, la volonté de Dieu. Chacun établit son principe et attaque celui des autres: je n’ai pas moi-meme fait autrement, et, suivant la plus saine partie de ceux qui ont discuté ces matieres, j’ai posé pour fondement du corps politique la convention de ses membres, j’ai réfuté les principes différens du mien. Indépendemment de la verité de ce principe, i1 l’emporte sur tous les autres par la solidité du fondement qu’il établit; car quel fondement plus sfir peut avoir l’obligation parmi les hommes que le libre engagement de celui qui s’oblige? On peut disputer tout autre principe; on ne sauroit disputer celui-la. Mais, par cette condition de la liberté, qui 27 en renferme d’autres, toutes sortes d’engagements ne sont pas valides, meme devant Tribunaux humains. Ainsi pour déterminer celui-oi l’on doit en expliquer la nature, on doit en trouver l’usage et la fin, on doit prouver qu’il est convenable a des hommes, et qu’il n’a rien de contraire aux Loix naturelles par le Contract Social, qu’il n’est permis d’enfreindre les Loix positives par les Contracts des perticuliers, et ce n’est que par ces Loix—memes qu’existe la liberté qui donne force a l’engagement. J’ai pour résultat de cet examen que l’etablissement du Contract Social est un pacte d’une espece particuliere, par lequel chacun s’engage envers tous, d’ou s’ensuit l’engagement réciproque de tous envers chacun, qui est l’objet immédiat de l’union. Je dis que cet engagement est d’une espece particuliere, en ce qu’étant absolu, sans condition, sans reserve, il ne peut toutefois etre injuste ni susceptible d’abus; puisqu’il n’est pas possible que le corps se veuille nuire a lui-meme, tant que le tout ne veut que pour tous. La volonté de tous est donc l’ordre, la regle supreme, et cette regle générale et personifiée est ce que j’appelle le Souverain. Il suit de—la que la Souveraineté est indivisible, inalienable, et qu’elle réside essenciellment dans tous les membres du corps. Mais comment agit cet etre abstrait et collectif? Il agit par des Loix, et il ne sauroit agir autrement. Et qu’est—ce qu’une Loi? C’est une declaration publique et solemnelle de la volonté générale, sur un objet d’intérét commun. Mais l’application de la Loi tombe sur des objets particuliers et individuels. Le pouvoir Législatif qui est le Souverain a done besoin d’un autre pouvoir qui execute, c’est-a-dire, qui réduise la Loi en actes particuliers. Ce second pouvoir doit etre établi de maniere qu’il execute toujours la LOi, et qu’iln’exécute jamais que la Loi. Ici vient l’institution du Gouvernement. Qu’est-ce que le Gouvernement? C’est un corps intermediaire établi entre les sujets et le Souverain pour leur mutuelle correspondence, chargé de l’exécution des Loix et du maintien de la Liberté tant civile que politique. Le Gouvernement comme partie intégrante du corps politique participe a la volonté générale i“Vex Const 28 qui le constitue; comme corps lui meme il a sa volonté propre. Ces deux volontés quelques fois s’accordent et quelques fois se combattent. C’est de l’effet combiné de ce concours et de ce conflit que résulte le jeu de toute la machine. (Oeuvres III, 806—08) Im.idea del mundo como maquina habia aparecido en Dialogges Concerning Natural Religion de Hume, obra en la cual Cleantes, en defense de la religion natural dice: Look around the world: contemplate the whole and every part of it: You will find it to be nothing but one great machine, subdivided into an infinite number of lesser machines, which again admit of subdivisions, to a degree beyond what human senses and faculties can trace and explain. All these various machines, and even their most minute parts, are adjusted to each other with an accuracy, which ravishes into admiration all men, who have ever contemplated them. The curious adapting of means to ends, throughout all nature, resembles exactly, though it much exceeds, the production of human...intelligence. Since therefore the effects resemble each other, we are led to infer...that the causes also resemble; and that the Author of Nature is somewhat similar to the mind of man; though possessed of much larger faculties, proportioned to the grandeur of the work, which he has executed.16 De acuerdo con esta concepcion, el proceso logico esta invertido; Cleantes sostiene que del hecho de que la naturaleza es una maquina se infiere el que Dios es el constructor de la maquina. Para Carl Becker, "from this reversal of the logical process, it follows that natural law is identified with the actual behavior of nature. For him [Cleantes] nature is not a logical concept, but a substantial reality; and natural law is the observed harmo descu lleva Natur mundc mind creat theix conch into five. ,. natm E‘\'er uit!) ”HEW 29 harmonious behavior of material objects."17 Esta concepcion moderna es producto de los descubrimientos cientificos del siglo XVII, los cuales llevaron a los filosofos a buscar una explicacion de la Ley Natural que uniera en armonia la conducta observable del el individuo y las instituciones sociales y mundo, politicas. En eso consistio la tarea de John Locke, como bien lo sefiala Carl Becker: "He [Locke] made it possible for the eighteenth century to believe with a clear conscience what it wanted to believe, namely, that since man and the Hand of man were shaped by that nature which God had created, it was possible for men, 'barely by the use of their natural faculties,’ to bring their ideas and their conduct, and hence, the institutions by which they lived, into harmony with the universal natural order." 18 De manera que, para Becker, el corolario de Locke seria el siguiente: "if nature be the work of God, and man the product of nature, then all that man does and thinks, all that he has ever done and thought, must be natural, too, and in accord idth the laws of nature and of nature’s God."19 La existencia de Dios se convirtio en la base de la nueva filosofia, y la bonded de ese Dios debia ser inferida de la conducta del mundo. Pero esta nueva filosofia no sirvié para resolver el problema de la existencia del mal en el mundo. El dilema que se les planteaba a los filosofos era el de que si la naturaleza era buena, no debia haber mal en natur lo qu with of'flz 3O el mundo, pero si habia mal en el mundo, entonces la naturaleza no era buena. La razon fallo en explicarlo, por lo que los filosofos, como dice Becker, "tempered reason with sentiment, reasons of the heart that reason knows not of."20 El mundo no era, después de todo una maquina perfeccionade, sino en proceso de construccion. Surgio asi la idea de progreso que tanto impacto tendria en Larra y en el siglo XIX en general. A ella se oponia Rousseau, quien en 1750 presenté su teoria historica del Retroceso en su Discours sur les sciences et les arts. El punto de vista comun de este discurso con el que publicara cinco afios mes tarde, Discours sur l’origine et les fondements de l’inégalité, es que el desarrollo social habia sido un gran error, que mientras mas se alejaba el hombre de su primitivo estado de naturaleza, mas infeliz seria. En el primer discurso, Rousseau sefiala que en virtud de la civilizacion el hombre ha perdido su libertad original, que mientras mas avanzan las ciencias y las artes hacia la perfeccion, el alma esta mas cerca de la corrupcién. En el segundo, trata de la infelicidad. Si la civilizecion habia sido un error, entonces lo logico seria que Rousseau recomendare su destruccion. Pero no fue asi. Al contrario, se adscribio a les ideas de igualdad, democracia y un cambio radical en la educacion, incluyendo, por supuesto, a les masas populares. Fue el 00) pm 631 31 (unwraste entre el lujo de la corte y la educacion de unos pmcos, frente a las masas ignorantes de campesinos y tmabajadores, lo que le inspiro su nueva doctrina. Le ckmigualdad que observo lo llevo a revalorar el progreso y a cmnsiderar la civilizacion como la causa de todos los males. Ik>obstante, se debatio sobre si no seria posible lograr la igualdad en un estado de organizacion fundado en los derechos naturales. Su respuesta: el Contrato Social, forma de asociacion que defiende y protege la persona y bienes de cada asociado. Uno de los conceptos primordiales de la teoria del Contrato Social de Rousseau es el de la "voluntad general," afiol, y en su primer articulo, titulado "Figaro de elta," se empiezan a ver las primeras notas de un acontento que no tardaria en florecer. Mendizabal se habia lprometido a acabar la guerra carlista en seis meses, pero mi la 5 logré t so espe escribi Po ha el pe mi he de las es Séll nunca 1 a1 prim so act positi‘ actitul "Buena aaista expres refier 79 ni la situacion politica, ni la economica mejoraban. No se logro tampoco la coalicion entre moderados y exaltados que se esperaba. Todos estos aspectos dan pie a Larra para escribir la siguiente ironia satirica: Por lo que hace al gobierno, te sabré decir que hasta ahora caminamos de milagro en milagro. En el Ministerio se cuentan tres personas distintas, pero que en realidad no componen mas que un solo ministro verdadero: es el mejor ministro que hemos tenido; dicen sus pocos enemigos que no le falta mas que hablar; pero es lo que yo digo: obras son amores y no buenas razones. Si sigue asi, me temo que presto se va a acabar el oficio. Las juntas sometidas, el crédito levantado, la faccion abatida, la quinta verificada, hallados, al parecer, recursos en tal penuria, y esperanzas aun mejores para 10 sucesivo, son cosas que hacen bastantemente su elogio. Asi que todos hemos abandonado la oposiciOn. (II, 128) Se ha iniciado el afio de 1836 y, como se puede concluir de las palabras anteriores, el regreso de Larra al pais no es 8610 la vuelta a una realidad con la que no habia perdido nunca contacto, sino un acto de afirmacion y madurez. Aunque al principio tuvo esperanzas en el gobierno de Mendizabal, su actitud de Oposicion ante la falta de respuestas positivas por parte del gobierno, no se hizo esperar. Esta actitud se concreta fundamentalmente en los articulos "Buenas noches," de 30 de enero de 1836, y "Dios nos asista," de 3 de abril del mismo afio, en los que Figaro expresa un pensamiento radical. En "Buenas noches," se refiere a Mendizabal en las siguientes palabras: Un hombre nuevo es llamado a deshacer la faccion Hendizét mamtenie En marzo cuales, ataoé la electors por el 1 hul 00] La detrés l cuenta en e110 80 y a rehacer la nacion; se necesitan recursos por una parte, y el hombre nuevo encuentra recursos. Pero para rehacer la nacion es preciso empezar por deshacer lo que encuentra mal hecho. zTriste suerte, que hayamos de pasar un afio en deshacer el error de un dia. Todos convienen ya, amigo mio, en que la envoltura fué un disparate o una burla mas bien de carnaval. (II, 143) 7 A pesar de todo, en "Buenas noches' Larra reconoce que Mendizabal aun goza de la confianza de la nacion, manteniendo asi la esperanza en la dirigencia del ministro. En marzo de 1836 se celebraron elecciones, después de las cuales, Larra entrego su articulo "Dios nos asista." En él ataco la actitud del gobierno con respecto a la ley L electoral v opta claramente por la revolucion liberal hecha por el pueblo: Recorre la historia: en ella aprenderas que un asesino nunca puede ser justo; pero cuando no es uno, cuando no es una faccién, cuando son los pueblos enteros los que asesinan, rara vez dejan de obrar naturalmente. Que no fueron entre nosotros cuatro malévolos, mal pudiera negarlo el Gobierno mismo, pues a haberlo sido, acomo no hubiera estado en su mano sujetarlos? De donde infiero que los desordenes del pueblo 0 son naturales y justos cuando e1 Gobierno no los puede contener 0 son culpa del Gobierno cuando puede y no sabe, o no quiere. Argumento sin contestacion. Asesinatos por asesinatos, ya que los ha de haber, estoy por los del pueblo. (II, 194) La Ley Natural es el principio rector que aparece detras de estas palabras de Larra. Tenemos que tomar en cuenta que siendo los hombres iguales y los pueblos libres, en ellos reside la voluntad general, y las instituciones oreadas p pueden es social. D voluntad miembros rebelione para Lerr recobrar en In con Sobr especie d igualdad a "Los bara1 sociedad, Hombm exiS' conqr y en' llama cuerj cabe: curi, mili que vez ‘ qué tu p mala En e como base en la épo harateros 81 creadas por esa voluntad —el gobierno, por ejemplo,- no pueden estar en contra porque se romperia el equilibrio social. De tal suerte que si el gobierno no cumple con la voluntad que le dio origen y que reside en el pueblo, los miembros de ese pueblo pueden forzar el cambio a través de rebeliones, revoluciones o desordenes. Por consiguiente, para Larra la actitud violenta de un pueblo que pretende recobrar para si su voluntad ultrajada es natural y se apoya en la concepcion que nuestro autor tenia de la Ley Natural. Sobre esa base conceptual, Larra se convierte en una especie de vocero del pueblo. Sus alegatos en defensa de la igualdad ante la ley para las masas culminan en el articulo "Los barateros," de 19 de abril de 1836, en el cual, la sociedad, convertida en personaje, le dice al baratero: Hombre del pueblo, la igualdad ante la ley existira cuando tfi y tus semejantes la conquistéis; cuando yo sea la verdadera sociedad, y entre en mi composicion el elemento popular; llamanme ahora sociedad y cuerpo, pero soy un cuerpo truncado: gy no ves que no tengo sino cabeza, que es la nobleza, y brazos, que es la curia, y una espada cefiida, que es mi fuerza militar? ano ves que me falta la base del cuerpo, que es el pueblo? aNo ves que ando sobre él en vez de andar con él? Si tu eres mis pies, apor qué no te colocas debajo de mi y me haces andar a tu placer, y no que das lugar a que ande malamente con muletas? (II, 206) En el texto supratranscrito aparece la idea del pueblo como base del pacto social. Hay que considerar también que, en la época en que Larra escribe "Dios nos asista," y "Los barateros," esta ya en visperas de adentrarse en el terreno de la 1 pensami dirigir los mis msuntos A Mimiste mismo l los p12 que la as log] libertt que Ls] busoabz oomercj palsbra Mendiz hombre a enco aouerd Papres Y UllO 82 de la politica, y que su pensamiento se desarrolla como pensamiento del sector progresista, del sector que debe dirigir la politica. Para él habia llegado la hora en que los miembros de su generacién tomaran las riendas de los asuntos publicos. A principios de mayo de 1836, Larra publica "El Ministerio de Mendizébal,’ tomando como base un folleto del mismo nombre publicado por José de Espronceda. Fustiga aqui los planes economicos del gobierno de Mendizabal y sostiene que la regeneracion del pais 3610 se puede llevar a cabo si se logra interesar a las masas populares en la causa de la libertad. La critica que presenta en este articulo indica que Larra ya esta convencido que el Ministerio Mendizabal no buscaba el bienestar del pueblo, sino de unos pocos comerciantes. Cita como base de su argumento las siguientes palabras de Espronceda: gComo se atreve el Gobierno a disponer de los bienes del estado en favor de los acreedores sin pensar aliviar con ellos la condicion de los pobres?5° El ataque de Espronceda al plan de desamortizacion de Mendizabal llegaba al punto de considerar e1 instinto del hombre a la conservacion como la base del deseo y el derecho a encontrar en la sociedad los medios de subsistencia, de acuerdo con la capacidad y aplicacion de cada uno, representando todo ello la diferencia entre un pueblo libre y uno esclavo. Espronceda responsabiliza al gobierno de no gular a lspronc revoluc llsmdizé Istdri: Eenerat como es de dipl SUCCSOE 83 guiar al pueblo por estas directrices. Estas razones de Espronceda le sirven a Larra como fundamento de la arenga revolucionaria que lanza al final de "El Ministerio de Mendizabalz" La revolucion ha gastado y desgasta rapidamente los nombres Viejos y conocidos: la juventud esta llamada a manifestarse. gNos equivocaremos, se equivocara el pais al fundar esperanzas en ella? No, la juventud ha comprendido que no es en los cafés donde se forman los hombres que pueden renovar el pais: es en el estudio, es con los libros abiertos, sobre el bufete, con la vista clavada en el gran libro del mundo y de la experiencia, es con la pluma en la mano. No ambicionemos miserables empleos, no intriguemos por mezquinas miras personales, trabajemos dia y noche, hagamonos los jovenes independientes, y superiores a nuestros opresores, y si nos esta reservado caer gloriosamente en la lucha, caigamos con valor y resignacion, desempefiando la alta mision a que somos llamados. (II, 215—16) Mendizabal cae el 15 de mayo de 1836. Le sucede Isturiz. En junio, Larra —el representante de esa nueva generacion llamada a renovar el pais— anuncia que se postula como candidato del gobierno de Isturiz para las elecciones de diputados. Larra gana las elecciones, pero con los sucesos de La Granja, del 12 de agosto, éstas son anuladas y se frustran las esperanzas de Figaro. "gQué programa hubiera llevado Larra a las Cortes? -se pregunta Seco Serrano-. Como en 1832, como en 1835, el programa politico de Larra podria resumirse, en 1836, en una sola exigencia: autenticidad. Preconiza Larra una libertad auténtica, capaz de estructurar una sociedad toda de verdad, 'sin mas reglas que la verdad misma, sir 1836 le de de los 111 En l< politica; de septiel oomo titu oelebran . Constituc La 3 Vida de L Patriotic “19101” ref 91 cual r Politicos PaTadéiic fflUertos y tiene lit la "‘Uerte irrprenta’ alta y qt E11 1 03: er ey de la n, 280) Lam desespere 84 misma, sin mas maestro que la naturaleza.’ Sus articulos de 1836 1e definen politicamente a muchas leguas de distancia de los ilustres proceres del doceafiismo."51 En los meses siguientes, continua la efervescencia politica; el 15 de agosto, Calatrava sucede a Isturiz; el 11 de septiembre, Mendizabal se une al ministerio Calatrava como titular de la cartera de Hacienda. En ese mismo mes se celebran elecciones conforme a1 sistema electoral de la Constitucion de 1812. La situacion politica causo una gran decepcion en la vida de Larra. Sus pensamientos sobre Espafia, tremendamente patrioticos, se llenan de un escepticismo espiritual cuyo mejor reflejo es el articulo "El dia de difuntos de 1836," el cual representa la muerte de los valores sociales, politicos e historicos en los que creia Larra. Paradojicamente, Madrid es el cementerio, los vivos son los muertos y los muertos viven porque "ellos tienen paz, ellos tiene libertad, la unica posible sobre la tierra, la que da la muerte, ellos son los unicos que gozan de la libertad de imprenta, porque ellos hablan al mundo. Hablan en voz bien alta y que ningun jurado se atreveria a encausar y condenar. Ellos, en fin, no reconocen mas que una ley, 1a imperiosa ley de la Naturaleza, que alli los puso, y ésa la obedecen." (I, 280) Larra ha enterrado sus esperanzas, sus ilusiones. Su desesperacion, como expresa Seco Serrano "es tipica en un idealist hecha si Figaro 1 ideal y en oreer Natural, la socie racionai aJustii sociale: escribe Nani 1%; “QC 85 idealista que contrapone a su esquema platénico la realidad, hecha siempre de mezquinas razones. Toda la obra critica de Figaro responde a esa continua confrontacion entre un mundo ideal y un mundo real."52 Su mundo ideal esta enmarcado en su creencia en una sociedad producto del principio de Ley flatural. Comienza a deshacerse la confianza de Larra en que la sociedad cambiaria y progresaria. Sus dudas le llevan a racionalizar la actitud malvada del hombre en la sociedad, y 1 justificar en la Naturaleza la desigualdad de las clases sociales. En "El Pilluelo de Paris," de noviembre de 1836, escribe: Porque 81 e1 prestigio hereditario puede ser un absurdo, las diferencias de clases no lo son; estan en la Naturaleza, donde no existen dos pueblos, dos rios, dos arboles, dos hojas de un arbol iguales. No vemos que los pobres sean siempre necesariamente virtuosos, y el noble y el rico siempre unos bribones. Si la ociosidad hace malo al rico, la necesidad hace malo al pobre; si el aristocrata es ambicioso, intrigante y seductor de mujeres, el pobre suele ser ladron, bajo y embustero; todo esta, pues, compensado, y ya seria tiempo, si viviésemos en un siglo de ilustracion, como tan petulantemente se pretende, que comenzasen los hombres a ser justos y a no echarse en cara unos a otros parcialmente no sus defectos, sino los defectos del hombre en general, segun 1a situacion en que se encuentra. (II, 284-85) A pesar de que Larra acepta la desigualdad de clases, manifiesta en las palabras anteriores una creencia en la .gualdad natural del hombre con sus virtudes y sus defectos. leconoce que en la especie humana coexisten al mismo tiempo el bien y justicia ( Pero son egoisl lestos dr eran la 02 emperienc: escritor 1 las costur diecioche; se verif '1. 0011 pref e porque es 83mg ide l9\’01ucic Clases 3‘ 001’) 91 f para su 86 e1 bien y el mal y plantea como solucion el principio de justicia que debe reinar en cada persona. Pero la experiencia le dictaba a Larra que los hombres son egoistas y se echan en cara unos a otros sus defectos. Y estos defectos le dolian a Larra como algo propio; ellos eran la causa de su conflicto interno entre creencia y experiencia. Esta tension le dio a la vena satirica del escritor un impulso regeneracionista y lo llevo a criticar las costumbres de sus conciudadanos con el mismo espiritu dieciochesco de reforma, considerando que "la revolucion que se verifica por medio de la palabra es la mejor, y la que con preferencia admitimos; la que se hace por si sola, porque es la estable, la indestructible." (IV, 291) En base a sus ideas sobre la Ley Natural, Larra se da a la tarea revolucionaria de mostrarle a los hombres de todas las clases sociales sus defectos y lo ridiculo de sus costumbres on el fin de contribuir al cambio que el escritor anhelaba ara su patria. En adelante estudiamos la Vision que Larra OS presenta del espafiol y su sociedad. 1M3 (Madrid: historic oomo e1 por ejem ill (Bar 1333 (G incluye de su HQ Siguient (Barcelc 2Ca 31§§ de 3Cé Campbell ‘Sc Sémohez (mp, de ihrlano OCho de a“tigua general, l’iaduotr a la CU( (Intani: 5L1 Primepa iHCIuSO Conside: 8 dOfia notiCia djo an. Tadeo.n 6L. 7A José de 501. di 87 NOTAS 1Manuel Moreno Alonso, La generacion espanola de 1808 (Madrid: Alianza Editorial) 11. La tradicion historiografica espafiola ha insistido en marcar el afio 1808 somo el verdadero comienzo historico del siglo XIX. Vease, por ejemplo, Tristan La Rosa, Espafia contemporanea siglo SIX (Barcelona: Destino, 1972) y Raymond Carr, Spain 1808- 1939 (Great Britain: Oxford, 1966). Manuel Tufion de Lara incluye el periodo que va de 1715 a 1833 en el séptimo tomo de su Historia de Espana, bajo el titulo de Centralismo, ilustracién_y aggnia del Antiguo Regimen, y comienza el siguiente tomo con el afio 1834 y la "Revolucion burguesa. (Barcelona: Labor, 1980-81) 2Carlos Seco Serrano, "Estudio preliminar,’ a las Obras de Mariano José de Larra (Madrid: Atlas) 1, Vii. 3César Barja, Libros y autores modernos (Los Angeles: Campbell’s Bookstore) 150—51. 4Sobre el lugar exacto del nacimiento de Larra, Ismael Sénchez Estevan, en Mariano José de Larra (Figaro) (Madrid: Imp. de Lib. y Casa Edit Hernando) 13, dice que: "nacio D. Mariano José de Larra y sanchez de Castro en Madrid, a las ooho de la mafiana del viernes 24 de marzo de 1809, no en la antigua Real Casa de la Moneda de la calle de Segovia, como generalmente se cree, sino en otro caseron, junto al actual Viaducto, que principiando en la calle de Segovia, esquina a la cuesta de Ramon, terminaba en la calle de la Ventanilla." 5Luis Lorenzo—Rivero, Estudios 11, expone que "la primera gran equivocacion, que todavia es prevalente incluso entre los mas destacados larristas, consiste en considerarlo hijo unico del médico don Mariano de Larra y de dofia Maria Dolores Sénchez de Castro. De hecho, se tiene oticia documentada de que este matrimonio habia tenido un Eijo anterior a Mariano José, llamado Mariano Vicente *adeo." i 6Luis Lorenzo—Rivero y George Mansour, ed., Macias (Madrid: Espasa—Calpe, 1990) 12. 7Aristide Rumeau en ”Le premier séjour de Mariano osé de Larra en France," Bulletin Hispanigue 646 (1962): 01, dice: "L’acte d’afrancesamiento total et définitif du dooteur poste d comtinr demande du mini 85 j M 9E todos m eompari avanzac incline Asimisr tuvo um larianr de la 1 l i thri. esta o' (as ‘ndalu Larra eStocn iuanE eSViI Chaves Obra C 88 )cteur est sa demande du 15 mars 1811: 11 sollicite le >ste de médecin de l’armée francaise, ‘étent dispose d’y )ntinuer mes services et de la suivre partout.’ Cette amande est suivie d’une nomination, le 25 avril (dossier 1 ministere de la Guerre, Paris)." 8Susan Kirkpatrick, El laberinto inextricable de un )mantico liberal (Madrid: Gredos) 23-24. 9Susan Kirkpatrick, El laberinto 24, afirma que: ”De )dos modos, las tendencias liberales que el Dr. Larra impartio con numerosos espafioles de ideas mas o menos Janzadas establecieron las bases de las futuras iclinaciones politicas e intelectuales de su hijo. simismo, la colaboracion del Dr. Larra con los franceses Jvo una influencia aun mas concreta sobre la formacién de ariano José, ya que la familia se vio obligada a exiliarse 3 la Peninsula, con la retirada de los franceses." 1°Sénchez Estevan 16. 11Mariano José de Larra, Obras ed. Carlos Seco Serrano dadrid: Atlas) IV, 277. En adelante, toda referencia a sta obra se incluira en paréntesis en el texto. 12Rumeau 605. 13Sobre estos aspectos, véase Tristan La Rosa 62—63. 14Manuel Tufion de Lara, La Espafia del siglo XIX Barcelona: Laia) 38. 15Tufién de Lara, La Espafia 39. 16Sobre este aspecto, véase Tufion de Lara, la Espafia 2—53 y Maria Cruz Seoane, Oratoria y periodismo en la §pafia del siglo XIX (Valencia: Castalia y Fundacion Juan arch) 113. 17Seco Serrano I, viii. 18El texto completo del certificado esta transcrito 3r Manuel Chaves en Don Mariano José de Larra (Figaro) Su igmpo-su Vida-sus obras (Sevilla: Imprenta de la adalucia) 13. Todos los datos referentes a los estudios de irra han sido tomados de esta obra. Se trata del primer studio profundo y detallado sobre la biografia de Larra. anue algunos de los datos que alli aparecen han sido esvirtuados por investigaciones posteriores, el estudio de iaves es un verdadero aporte al conocimiento de la vida y ara de Larra. 19 Compani emsenan lmstitu 10 one Lar resulta Na de Larr que: "E la Cate figura (-..( m los dic aparece Ldgioa aprobad enouent asiEnai Er llevan cabe d1 1824-12 Parece 39 mat] iigera EHOUen Segumd en (82 3Probe UH Ce] eon p\ dUlan' i COn diluc lSidp mo DC Caipl EnSe inge iext dUpE 89 19Sobre los origenes del Colegio Imperial de la Compafiia de Jesus, véase Maria del Carmen Simon Palmer, La ensefianzagprivada seglar en Madrid (1820-1868) (Madrid: Instituto de Estudios Madrilefios) 1-2. 2°Chaves 19. Este dato de Chaves sobre las fechas en que Larra asitié a los Reales Estudios de San Isidro resulta confuso a la luz de investigaciones posteriores. Narciso Alonso Cortés, en "Un dato para la biografia de Larra" Boletin de la Real Academia 2 (1915) 26, sefiala que: "En la lista de los alumnos examinados y aprobados en la catedra de Matematicas, [...] a 19 de junio de 1825, figura entre los alumnos ‘no examinados’ Mariano de Larra, [...] mas en otra lista de aquella asignatura, fecha por los dichos profesores a 20 de noviembre del mismo afio, aparece ya entre los alumnos aprobados. En la lista de Logica y Ontologia, [...] figura entre los alumnos aprobados en los primeros dias de noviembre. No se encuentra su nombre en las actas de examinacion de otras asignaturas." En fecha mas reciente, Luis Lorenzo-Rivero en Estudios literarios 29-31, aporta otros datos que le llevan a la siguiente conclusion: "Por consiguiente, no cabe duda de que éste completo en Valladolid el curso de 1824-1825, y ademas ése fue el unico que estudio alli. Parece evidente que la afirmacién de Alonso Cortés de que se matriculo a continuacion en Valencia esta hecha a la ligera y es inadmisible, pues en el mencionado libro 92 se encuentra en el folio 7 vuelto a Larra matriculado de segunda matricula con el numero 54, para el curso de 1825 en 1826. No existe, sin embargo, documentacién de que haya aprobado alli el curso académico de 1826. Chaves transcribe un certificado en el que dice que se matriculo y asistié con puntualidad a las clases en San Isidro de Madrid durante el curso que dio comienzo el 18 de octubre de 1825 Y concluyo a fines de junio de 1826. 8610 queda por dilucidar en qué dia exactamente comenzo las clases en San Isidro, pues si el 9 de noviembre se hallaba en Valladolid, no podia estar el 18 de octubre en Madrid." 21José Luis Varela, Larra y Espafia (Madrid: Espasa— Calpe) 19. Sobre este aspecto del término "segunda ensefianza," Maria del Carmen Simon Palmer en La ensefianza privada 9, dice que "el término de 'Segunda Ensefianza o Ensefianza Intermedia,’ que por primera vez aparece en un texto legal, lo toma de Francia, donde empezo a usarse durante la Revolucion, en la Ley del 11 floreal del afio X (1 de mayo de 1802), que establece la clasificacion de las escuelas secundarias. En realidad, esta parcela intermedia apenas si tenia vigencia en la Espafia de 1820 una vez clausurados los Colegios de jesuitas, pero las 'Universidades de provincias,’ establecidas un afio después, pretend tarde s 22 M QHIQEQE iundo) José se que él, la pasi las vii verdad. Mariano Es de Lari com exa aCEptaI futuro este ac nino e5 alegre reflexi Se que "be lance ( Precoc: madUre' ingenu Esteva aoomte (aria aCenii ( d9 Va F Car cOmo SEPVf 'dli e1 Real 90 pretendian llenar este vacio, dando origen a lo que mas tarde se llamarian Institutos.” 22Carmen de Burgos (Colombine), en Figaro. Revelaciones, "Ella descubierta, epistolario inédito, numerosos grabados (Madrid: Imprenta de Alrededor del Mundo) 40, nos lo cuenta, en forma casi novelesca: "Mariano José se enamoré en Valladolid de unasefiorita, mucho mayor que él, muy guapa y muy coqueta, que se gozaba en despertar la pasion del joven. El la creia pura, la adornaba de todas las virtudes...; pero...un dia subitamente se le revelo la verdad. Su amada era la amante de su propio padre, D. Mariano de Larra." Este suceso ya se menciona en las primeras biografias de Larra, pero hasta la fecha, nadie ha podido determinar con exactitud la verdad del asunto. Lo que si parecen aceptar los biografos es que el suceso cambio la vida del futuro escritor. Cayetano Cortes, en 1843 escribio: "Con este acontecimiento...su caracter vario completamente, de nifio estudioso y amante del saber, pero confiado, vivo y alegre como su edad requeria, se hizo sospechoso, triste y reflexivo." (Véase Chaves 18) Seco Serrano, en "Estudio preliminar" viii-ix, dice que "bastara un choque moral insospechado —el misterioso lance de 1825 en Valladolid— para que no pueda llamarse precocidad lo que ahora es un anticipo de madurez. Una madurez que se manifiesta en la pérdida -irreparable~ de la ingenuidad logica en un adolescente." Por su parte, Sanchez Estevan, en Mariano José de Larra 18, considera que este acontecimiento en vez de transformar el caracter alegre de Larra en un caracter de tipo melancolico, "lo que hizo fue acentuar los rasgos hurafios del caracter primitivo." Como se puede observar, las opiniones sobre el suceso de Valladolid, que permanece sin dilucidarse, son variadas Y carecen de valor probatorio hasta el momento. 23Entre la etapa de estudiante y el inicio de Larra como periodista sabemos de una solicitud, no atendida para servir como Voluntario Realista, del afio 1826, asi como de un empleo en la Inspeccion del Cuerpo de Voluntarios Realistas, en 1827. 24Seco Serrano I, ix. 25Seco Serrano I, ix. 26Alberto Gil Novales, El trienio liberal (Madrid: Siglo XXI) 21. 27La Rosa 86. 28Chaves 15. 29 pueden Seoane, (lalenc Espana, 30 (Madrid por el 31 32 33 \ triano (52. an aim 5e mues critica ignoran tanto, manifie SOCiale mamifes (alsed; Varela an inien Drei 91 29Sobre el periodismo en la Espafia del siglo XIX se pueden consultar los interesantes ensayos de Maria Cruz Seoane, Oratoria y periodismo en la Espafia del siglo XIX (Valencia: Castalia, 1977) e Historia del periodismo en Espafia, II (Madrid: Alianza Editorial, 1983). 30Francisco Umbral en Larra, anatomia de un dandy (Madrid: Alfaguara) 63, dice que El Duende fue suspendido por el gobierno en agosto de 1829. 31Cruz Seoane, Oratoria y periodismo 198. 32Cruz Seoane, Oratoria y periodismo 199. 33F.C. Tarr, "Larra: El Duende Satirico del Dia," en Mariano José de Larra ed. Ruben Benitez (Madrid: Taurus) 152. 34Sobre la polémica con El Correo, José Escobar en Los origenes de la obra de Larra (Madrid: Prensa Espafiola) 210, se muestra de acuerdo con F.C. Tarr en reconocerle a la critica empleada por El Duende "amor a la verdad, odio a la ignorancia, a la superficialidad y a la impostura," por lo tanto, dice Escobar, "en la base de la polémica se manifiesta una preocupacién moral con repercusiones sociales propias de la literatura. El Correo es una manifestacion del sistema establecido. Todo es engafio y falsedad. 35Escobar 222. 36Kirkpatrick 32. Sobre la influencia de Fernandez Varela y su ayuda a Larra, véase Gregorio C. Martin, Hacia una revision critica de la biografia de Larra (Porto Alegre, Brasil: Editora Emma) 73-84. . 37José Escobar, ”El Pobrecito Hablador de Larra y su intencion satirica" Papeles de Son Armadans 64 (1972): 8—9. 33Kirkpatrick 32-33. 39Sénchez Estevan 65—66. 40Véase’ por ejemplo, Seco Serrano I, xxxix; y Carmen de Burgos 99. 41F.C. Tarr, "El Pobrecito Hablador: estudio preliminar" Revue Hispanigue 81 (1933): 436—39. 42Kirkpatrick 35. (a manana" semtidc en Qhra ii (illier Palmesl cartouc Liens iué 92 43Kirkpatrick 34. Sefiala que el articulo Vuelva usted mafiana" es de diciembre de 1832. Nosotros seguimos en este sentido la fecha de publicacion que presenta Seco Serrano en Obras I, 462. 44En una carta del embajador de Inglaterra en Espana, Villiers, de 15 de septiembre de 1835, dirigida a Palmeston, aquél se refiere a Mendizabal como "la derniere cartouche," antes de la revolucion. Véase Peter Janke, Mendizabal y la instauracion de la monarquia constitucional en Espafia (1790—1853) (Madrid: Siglo XXI) 149. 45La Rosa 123. 46Pierre Ullman, Mariano José de Larra and Spanish Political Rhetoric (Madison: University of Wisconsin Press) 91. 47Dolores, a diferencia de otras mujeres de la época, tenia formacion intelectual e inclinaciones literarias. Como Larra, estaba casada. Algunos indicios sefialan que los amores comenzaron en 1831. F.C. Tarr, en "More Light on Larra" Hispanic Review IV (1936) 100 dice: "Larra, then, was in love with Dolores as early as May, 1831." Se basa para ello en el poema "Al dia 10 de Mayo." Otro, biografo, Sénchez Estevan, en Mariano José de Larra (46, 81) establece a principios de 1832 los amores entre Larra y Dolores Armijo. En investigaciones mas recientes, José Luis Varela, en Larra 35, habla de una carta escrita por Luis Sanclemente poco después de la muerte de Larra en la que se refiere a la forma como se produjo una especie de crisis en estas relaciones. La carta es del tenor siguiente: "Hace mas de un afio que estando celosa la mujer de Larra, noto que éste recibio un billete, y que lo metio en su pupitre. Resuelta a aolarar sus sospechas, encontro modo de abrir el pupitre, y leyé e1 papel, y era en efecto una cita que la de Cambronero daba a Larra para fuera de Puertas en un coche simon. La celosa determino vengarse, y remitio el billete de la citadora a su marido Cambronero. Este se fue con él a consultar a una querida que tenia. Esta tal, prudente y juiciosa, quiso evitar un lance, y le dijo: 'Mira, tu estés faltando a tu mujer, no des escandalo porque ella te pague con la misma moneda.’ No obstante, el senor Cambronero acudio al punto de la cita, y encontro a su mujer y a su amante Larra, et il éclata. Larra 'de retour chez lui éclata contre sa femme.’ Larra se separé de su mujer, y no vivio mas con ella. Cambronero se separo de la suya y se fue a Manila. La de Cambronero se fue a viajar, y Larra Viajé tras ella. Al fin volvieron ambos a Madrid y no sé qué hablarian en su ultima conversacion del lunes, después de la cual Larra, se quito la vida." Este documento apareoi inédita lmsula —_En dooumen Varela m '11 dia después mas fel 1834." de 1835 Manila. as Paris, debida Sdbita desilus marcha unos fa em oasa aLisbo de 1835 Sénchez 93 aparecio publicado por Carlos Montilla en "Tres cartas inéditas de 1837. A los 120 afios de la muerte de Larra" Insula 123 (1957) 3. En atencion a los datos de esta carta y a otros documentos es posible determinar que la crisis de que habla Varela se produjo a finales de 1834. Susan Kirkpatrick, en El laberinto 37, sefiala que "dos poemas de aquél [Larra], 'Al dia 10 de mayo’ y 'Recuerdos,’ posiblemente escritos después de la separacion, en 1835, sugieren que el periodo mas feliz de sus relaciones fue entre mayo y noviembre de 1834." José Luis Varela en Larra 35, se refiere a enero de 1835 como la fecha en que Cambronero solicito un puesto en Manila. 43La causa de este viaje cuyo destino final seria Paris, fue supuestamente el cobro de una suma de dinero debida al padre de Larra. Algunos criticos ven en esta subita salida de Espafia un desencanto personal y una desilusion politica por parte de Figaro. El escritor marcha a Badajoz donde se encuentra Dolores en casa de unos familiares; alli pasa aproximadamente diecisiete dias en casa de su amigo el Conde de Campo Alange. Luego marcha a Lisboa, a Inglaterra y finalmente esta en Paris en junio de 1835. Para una relacion de fechas, Véase Burgos 173-184, Sénchez Estevan 152, Varela 36 y Martin 104—120. 49Citado por Peter Janke 169. 5°José de Espronceda, Obras completas (Madrid: Biblioteca de Autores Espafioles 72) 575. 51Seco Serrano I, lxv. 52Seco Serrano I, lxix. espanol problem miembrc relaoié las inc (1% prog logro C Er Pensami es (Ilés (latina Socied animal Veldui MECQS all"tie CAPITULO TRES LARRA Y SU VISION DEL HOMBRE Y LA SOCIEDAD A pesar de que Larra fue un gran critico de la sociedad espafiola de su tiempo, mucha de su critica concierne a problemas o situaciones del hombre como ser humano y como miembro de una comunidad. En ese sentido, Larra discute la relacion del hombre y la sociedad, el hombre y el Estado, las luchas de clases, dentro de una época en que las ideas de progreso y cambio social constituian la consigna para el logro del mejoramiento de la vida en sociedad. En los escritos de Larra se observa una mezcla del pensamiento de la Ilustracion y de su propia época, lo cual es mas evidente a través de sus reflexiones sobre la naturaleza del hombre y el lugar que éste ocupa en la sociedad. Por una parte, Larra considera al hombre como un animal social por naturaleza, cargado de pasiones, victima y verdugo al mismo tiempo; y a la sociedad como la peor de las necesidades vitales. Algunas de estas ideas estan en el articulo "La Sociedad," en el cual el escritor nos dice: Es cosa generalmente reconocida que el hombre es animal social. Puesto que vive en sociedad, social es sin duda. La sociedad es de todas las necesidades de la vida la peor. Ahora bien: convencidos de que todo lo malo es natural y verdad, no nos costaré gran trabajo probar que la sociedad es natural, y que el hombre nacio por consiguiente social. (I, 442) En el texto anterior, Larra se muestra partidario del 94 primoip socieda reconoc hombre. estado método harra, sociali dice qr enemigc a esos este pm cambio Seria j a los que se SeFVic donde S610 is 95 principio de Ley Natural como fundamento de la vida en sociedad. Se muestra también de acuerdo con Rousseau ya que reconoce indirectamente que es imposible desocializar al hombre. Esa idea de que al hombre le es imposible volver al estado de naturaleza fue la que llevo a Rousseau a buscar un método de organizacion que preservara la existencia humana. Larra, sobre este aspecto, explica el proceso de socializacion humana, punto inicial del contrato social, y dice que el hombre en su afan de protegerse contra sus enemigos, busca a otros hombres para unirse y y hacer frente a esos enemigos, de los cuales, la naturaleza es el peor. De este punto, Larra parece concluir que "la sociedad es un cambio mutuo de servicios reciprocos" (I, 442), lo cual seria la deduccion logica, dado que cada uno presta su ayuda a los demas. Sin embargo, la situacion es la contraria, ya que segun Larra "nadie concurre a la reunion para prestarle servicios, sino para recibirlos de ella; es un fondo comun donde acuden todos a sacar, y donde nadie deja, sino cuando 3610 puede tomar en virtud de permuta." (I. 442) De alli que la conclusion de Larra sea la siguiente: La sociedad es, pues, un cambio mutuo de perjuicios reciprocos. Y el gran 1320 que la sostiene es, por una incomPrenSible , contradiccion, aquello mismo que pareceria destinado a disolverla; es decir, el egoismo. (I. 442) ' ‘ ' ‘ ' ' ' idea Blen se trate de serv101os, bien de perJuicios, la de la sociedad como cambio mutuo aparece tamblen en Roussea imam estado Oponen hombre para sr oomo hr problem COMprop Roussez Social, Natural 96 Rousseau, quien sefiala en el Capitulo VI del Libro I del Contrato Social que el hombre no puede permanecer en su estado primitivo de naturaleza porque hay obstaculos que se oponen a su conservacion en ese estado natural. Y como el hombre solo puede sumar su fuerza a la de los demas hombres para superar la resistencia, aparece una forma de agrupacion como unico medio para la subsistencia del género humano. El problema de hasta qué punto el hombre puede dar sin comprometer su propia fuerza y su propia libertad es lo que Rousseau explica a través de la doctrina del Contrato Social, fenomeno éste que deriva del concepto de Ley Natural: Mais la force et la liberté de chaque homme étant les premiers instruments de sa conservation, comment les engagera—t—il sans se nuire, et sans négliger les soins qu’il se doit? Cette o o I I \ ‘ ’ r difficulte ramenee a mon quet peut s enoncer en ces termes. "Trouver une forme d’association qui defende et Protege de toute la force commune la personne et les biens de chaque associé, et par laquelle " Chacun s’unissant a tous n’obéisse pourtant flu a lui-meme et reste aussi libre qu’auparavant? Tel est le probléme fondamental dont le contract social donne 1a solution.l Para Rousseau es importante que cada ind1v1duo se de sin reserva para que la union sea perfecta, surglendo una V01untad de todos o voluntad general y produ01endose un Cuerpo moral y colectivo que se conoce como Estado, el cual tiene SU propia voluntad. En cuanto a los individuos todos, COlectivamente se les denomina Pueblo. B: armonia esta p; sociedz egoism< sentimi natural la par‘ causa 1 l' a go: UME a EEC? ‘fiOCLa’J SuS E Migm refr EMp] POr lar 97 Este ideal de sociedad debe funcionar en perfecta armonia por el bien de todos los asociados, sin embargo, esta presente un aspecto que lleva a Larra a ver a la sociedad como "un cambio mutuo de perjuicios reciprocos:" el egoismo; que a su vez remite a la idea de las facultades sentimentales del hombre, en las cuales se basa su naturaleza, como veremos mas adelante. El egoismo representa la parte negativa de la dualidad entre el bien y el mal, causa primaria de los derechos naturales a ser igual, libre y a gozar de la justicia. El egoismo es, pues, el lazo que une a los hombres: Descubierto ya el estrecho vinculo que nos reune unos a otros en sociedad, excusado es probar dos verdades eternas, y por cierto consoladoras, que de él se deducen: primera, que la 3001edad, tal cual es, es imperecedera, puesto que s1empre nos necesitaremos unos a otros; segunda. que es franca, sincera y movida por sentimientos generosos, y en esto no cabe duda, puesto que siempre nos hemos de querer a nosotros mismos mas que a los otros. (I, 442) He dicho antes que la naturaleza del hombre descansa en sus sentimientos porque para Larra "la pasion es el hombre mismo” (II, 186), de tal modo que, aunque el hombre trate de refrenar sus pasiones, ellas encontraran otro medic de eXPresarse: "la pasion es semejante al agua que, comprimida Por un lado, no vuelve, escarmentada a1 manantial de que t" ' ‘ curso buscando otra par 10, San que trata de seguir su salida." (II, 186) Las pasiones cumplen, de acuerdo con 0 . e Larra una doble funcion en la s001edad. son, P0r una part ’ In ' una fue constit aspectc 98 una fuerza que iguala a todos los hombres, y por otra, constituyen el hecho que los pierde. En cuanto al primer aspecto, Larra se expresa asi: Tanto mas, cuanto que el lenguaje del corazon es el mismo en las clases todas, y que las pasiones igualan a los hombres que su posicion aparta y diversifica. (I, 384) En cuanto al segundo, nos dice lo siguiente: Nadie quiere creer sino en la experiencia; todos entramos buenos en el mundo, y todo andaria bien si nos buscaramos los de una edad; pero nuestro amor propio nos pierde; a los veinte afios queremos encontrar amigos y amantes en las personas de treinta, es decir, en las que han llevado el chasco antes que nosotros, y en los que ya no creen; como es natural le llevamos entonces nosotros, y se le pegamos a los que vienen detras. Esa es la sociedad; una reunion de victimas y verdugos. (I, 445) Todas estas ideas pueden resultar paradojicas. Pero es que Larra ve en el hombre no 5610 un ser sentimental, sino también racional, de manera que cuando las pasiones amenazan con convertirse en una fuerza que pueda dafiar la sociedad, deben ser reprimidas. De esta concepcion proviene su critica al drama Antony de Dumas, en la cual Larra censura a quienes CUlpan a la sociedad cuando ésta se opone a sus pasiones brutales. "Larra cree en el poder del hombre para construir 3” prepia sociedad a través de la razon y del conocimiento, y en el inevitable progreso que conlleva dicha Construccion."2 Este problema de la relacion del hombre con la sociedad (e pre one so. que de‘ "mal nl matura Que es emseha an art :5(D<:C $6 deb recto] Como T ." Ver Eerie Qambi prim ‘r ldrr 99 1e preocupo constantemente a Larra, quien no llego a ofrecer una solucion simple, sino que lo trato a la luz del cambio que debia operarse en la sociedad, ya que la sociedad es un "mal necesario," y el hombre, al no poder volver a su estado natural, debe tratar de mejorar su condicion en comunidad. Que este mejoramiento debe estar de acuerdo con las ensefianzas de la naturaleza es lo que nos expresa Larra en su articulo "Literatura:" Una literatura nueva, expresion de la sociedad nueva que componemos, toda de verdad, como de verdad es nuestra sociedad, sin mas reglas que esa verdad misma, sin mas maestro que la naturaleza. La naturaleza constituye la norma o pauta por la cual se debe regir la sociedad. Por consiguiente, su principio rector, 0 sea, la Ley Natural, esta presente en la forma como Larra concibe la sociedad. Las caracteristicas de nueva Y verdadera subrayan e1 hecho de que Larra creia en que la sociedad, teniendo como modelo a la naturaleza, podria cambiar, de suerte que fuese la buena expresion de los principios de justicia, igualdad y libertad. Uno de los preceptos fundamentales en la Concepcion larriana de la sociedad es el de que el cambio debe operarse a través de ciertas circunstancias institucionalizadas como la educacién, la religion y el gobierno. Estas instituciones contribuyen al bien social y en ese sentido se apoyan en los Postulados de la Ley Natural que reinaban en la atmésfera de la opinic La . que le i1 tanto ci' pueblo p: escritor hacer re: InS‘ ins- inS‘ inS' per, Ull ‘ film Verl que 00m int. de ( est: 00!)“ int. en , U118 cam; Era] has: Est: es 361‘: Man: En , preocupar bien debt ('1 ~ada h0m] ru- .dda 38m 100 la opinion en el siglo ilustrado. La instruccion debe ser bien dirigida, una instruccion que le indique al hombre e1 camino de la vida en sociedad, tanto civil como moral, y consecuentemente conduzca al pueblo por las sendas del progreso. Asi lo hace ver el escritor con ocasién de un articulo dedicado a1 modo de hacer resucitar e1 teatro espafiol: Instruccién, educacién para este publico; instruccion sana, si, religiosa, morigerada, pero instruccion en fin. Los enemigos de la instruccion la han querido pintar siempre como perjudicial: ciertamente, si es mal dirigida, es un pufial en manos de un nifio. Pero cuando esta fundada en la religion, en la virtud y en la verdadera sabiduria, entonces no puede ser mas que un bien para todos: entonces solo puede conducir al hombre a conocer sus verdaderos intereses en sociedad, puesto que no puede vivir de otra manera. Si el interés de un hombre puede estar tal cual vez momentaneamente en contradiccion con el bien general, a la larga el interés de todos los hombres esta en la virtud, en el orden. Esto es lo que solo puede ensefiar una solida instruccion, que no se quede a medio camino: estamos seguros de que el interés es el gran movil del hombre; toda la dificultad esta en hacerle conocer cual es su verdadero interés. Esto se lo proporciona la sélida instruccion, que es la unica de que hablamos: en este caso, esta sera en todo y por todo para el hombre el manantial de su felicidad. (I, 124) En el texto antes transcrito se puede observar una preocupacion por la virtud como fuente del bien comun. Este bien debe prevalecer sobre los intereses particulares de cada hombre, lo cual constituye en realidad, la cesion que Cada asociado hace de su voluntad con la finalidad de asegurarse su coexistencia. Pero esa virtud llegara a ser conocida e deinstrur social en Larrz permitido éste quie1 Larra, p0] caPrichos Pmocupaci Menen unz Organizacf ES de Larra es 1 Wffiga E 0listinizgd, Larra en ( h echa 1E manera en UM, 95pe( individUa: ”Spomsabj MlEmeOS '4 En tt de111 los ( éSz Pres; orime P000 101 conocida en la medida en que el hombre se instruya. La falta de instruccion seria, en todo caso, un obstaculo al cambio social en general. Larra reconoce también que al individuo no le esta permitido traspasar las leyes de la sociedad, si lo hace, es éste quien perece, no la sociedad. "La sociedad existe, dice Larra, porque no puede dejar de existir; no siendo sus leyes caprichos, sino necesidades motivadas, hasta sus preocupaciones son justas, y examinadas filosoficamente tienen una plausible explicacion: son consecuencia de su organizacion y de su modo de ser." (II, 252) Es de suponer que esa organizacion a que se refiere Larra es una buena organizacion, es decir, aquella que persiga el interés comun. De lo contrario, la sociedad mal organizada es una sociedad tiranica como lo deja entrever Larra en el articulo "Los Barateros," en el cual el escritor 1e echa la culpa a la sociedad de muchos delitos, otra manera en que se ve la presencia de Rousseau en el siglo XIX, especialmente al considerar los sufrimientos individuales como un mal social y atribuir a la sociedad la responsabilidad de la miseria y de la degradacion de sus miembros.4 Larra dice: En toda sociedad mal organizada gran parte de los delitos son mas culpa de la sociedad misma que de los que ella declara delincuentes. aSabe el inglés que en Espafia las carceles, los presidios son casas de desmoralizacion y de crimen donde el que entra una vez inocente, o poco culpable, sale salteador de caminos o atencio través de la v socieda "desde en ESpa pais um caracte Solucio revoluc oompeti aspira Cllldada la mai'c A Ob.leto ”0 son 102 asesino? Y 5a quién la responsabilidad sino a la sociedad? (IV, 323—24) Hay en Larra una intencion manifiesta de llamar la atencién sobre las injusticias, lo cual lleva a cabo a través de una detallada relacion de las diferentes facetas de la vida, y su critica alcanza a todos los niveles de la sociedad, teniendo en cuenta que, como sefiala Ruiz Otin, "desde 1808, tras la Guerra de la Independencia, se produce en Espafia un gigantesco esfuerzo revolucionario para dar al pais una estructura nueva. La sociedad estamental, caracteristica del Antiguo Regimen, ira dando paso -tras las soluciones propuestas por los ilustrados y el ideario revolucionario o liberal- a una estructura social abierta y competitiva, 1a sociedad clasista. Esta nueva sociedad aspira a una igualdad de posibilidades para que cada ciudadano pueda llegar tanto a los mas altos empleos como a la mayor riqueza."5 A pesar de que Larra retrata las injusticias de que es objeto la clase baja, sostiene que las diferencias de clases no son un absurdo, sino que: Estan en la Naturaleza, donde no existen dos pueblos, dos rios, dos arboles, dos hojas de un arbol iguales; ni se concibe de otra manera un orden de cosas cualquiera: monarquias y republicas, todas las formas de gobierno sucumben en este particular a la gran ley de la desigualdad establecida en la Naturaleza, por la cual un terreno da dos cosechas cuando otro no da ninguna; por la cual un hombre da ideas, cuando otro no da sino sandeces; por la cual son unos fuertes cuando son débiles otros; ley preciosa, base a que pro ELQIEE Pa existe, taraote oada ur Vaoila por la P “Ma an 3610 5 has 0 linen MOMbI pUntr ispa DUeh (res 103 unica garantia de alguna especie de orden con que sello la Providencia su obra, ley por la cual ahora como antes, después como ahora, la superioridad, la fuerza, el mérito o la virtud se sobrepondran siempre en la sociedad a la multitud para sujetarla y presidirla. (II, 284) Pasemos, pues, a analizar la organizacién social en base a la existencia de estas diferencias o desigualdades que provienen de la naturaleza. La organizacion de la sociedad en clases Partiendo de la idea de que la diferencia de clases existe, Larra no deja de ser un observador constante de las caracteristicas, problemas y situaciones que se presentan en cada una de ellas, consideradas individualmente. Tampoco vacila el escritor en presentar la friccion social causada por las relaciones entre una clase y las otras. Para Larra "lo que se llama en general la sociedad es una amalgama de mil sociedades colocadas en escalon, que solo se rozan en sus fronteras respectivas unas con otras, y las cuales no reune en un todo compacto en cada pais sino el vinculo de una lengua comun y de lo que se llama entre los hombres patriotismo o nacionalismo." (II, 83) Tomando ese punto de vista como punto de partida, Larra reconoce que Espafia no es una nacion compacta; que hay en ella tres pueblos distintos, que podemos decir que corresponden a las tres clases: la baja, la media y la aristocratica. Dejemos, por lo pronto, de lado a los dos utimos grupos V veamc través indifei para 12 estimui influer oaso s( POTque siempm E1 oomo b; Presen desde ( Como S; (undamt 103 mi estoS recOrr “Grit. “Cena Sep t8 puebio 83) 104 y veamos como nos presenta Larra la capa social baja a través de algunos de sus articulos de costumbres. La clase baja Segun Larra, ésta corresponde a "una multitud indiferente a todo, embrutecida y muerta por mucho tiempo para la patria, porque no teniendo necesidades, carece de estimulos, porque acostumbrada a sucumbir siglos enteros a influencias superiores, no se mueve por si, sino que en todo caso se deja mover. Esta es cero, cuando no es perjudicial, porque las unicas influencias capaces de animarla no estan siempre en nuestro sentido." (II, 246) En "Modos de vivir que no dan de vivir," Larra, tomando como base las masas economicamente marginadas de Madrid, presenta una complejidad particular que podemos observar desde una triple perspectiva, 0 sea: el cuadro de costumbres oomo Satira social, las masas populares como base fundamental del contrato social y la situacién marginal de los miembros de esa clase social baja. Para lograr combinar estos tres aspectos, el escritor lleva al lector en un recorrido por las calles de Madrid porque para Larra ”el escritor de costumbres no desdefia salir y contemplar una escena de un mercado publico o entrar en una horchateria a ser testigo del modesto refresco de la capa inferior del pueblo, cuyo caracter trata de escudrifiar y bosquejar. (II. 83) Er hacia e desempe exister especit pt St at qr b: a1 Vt dos: 1 Larra Carac‘ enmar lEQur 95 d6 Cuia 0 de CUa] en 1 mat (D p-a a: Do? 105 En el cuadro de ”Modos de vivir" Larra dirige al lector hacia el hecho de que los miembros de esa capa inferior desempefian una serie de pequefios oficios o "pretextos de existencia," los cuales llevan a cabo a través de una especie de metamorfosis segun la época y las circunstancias: Esos seres marchan siempre a la cola de las pequefias necesidades de una gran poblacion, y suelen desempefiar diferentes cargos, segun el afio, la estacion, la hora del dia. Esos mismos que en noviembre venden ruedos o zapatillas de orillo, en julio venden horchata, en verano son bafieros del Manzanares, en invierno cafeteros ambulantes; los que venden agua en agosto, vendian en carnaval cartas y garbanzos de pega y en navidades motes nuevos para damas y galanes. (II, 103) De esos oficios menudos el escritor hace hincapie en dos: la trapera y el zapatero de viejo. Al describirlos, Larra enfatiza desproporcionadamente sus habilidades y sus caracteristicas humanas y crea dos tipos caricaturescos enmarcados en un cuadro grotesco, para 10 cual hace uso del recurso que José Luis Varela llama imagenes vulgarizantes, es decir, "imagenes que nos presentan un término comparativo cuya intencion estilistica es el desprestigio, vulgariza01on 0 degradacion humoristica del término comparado y con las cuales estamos a la puerta de un recurso satirico que llega en Larra a su consumada perfeccion: el de la perspectiva naturalista, que consiste en la observac1on, descr1p01on y Clasificacion seudocientifica de un tipo 8001al o Politico."6 como e al pun Motese . L—‘ H m 0 c-i-mfi relaoi al que traper Como é JEParq fElici V9811103 rn Una Vi pasadc Manos parent SefiOrj V9362! 106 Asi, en su descripcion de la trapera, Larra reourre, como en muchos otros casos a la animalizacién del personaje, al punto que lo convierte en un ser fantastico mas que real. Notese cémo: La trapera marcha sola y silenciosa; su paso es incierto como el vuelo de la mariposa; semejante a la abeja, vuela de flor en flor, sacando de cada parte 8610 el jugo que necesita; de noche: ve como las aves nocturnas; y donde pone e1 ojo pone el gancho; su gancho es parte integrante de su persona; es un sexto dedo, y le sirve como la trompa a un elefante. (II, 104) Este personaje hibrido esta concebido en estrecha relacion con la naturaleza cambiante e inestable del oficio al que se dedica, y es en funcion de ese oficio que la trapera es descrita también como imagen de la muerte, porque como ésta, llama a todas las puertas y nivela toda Jerarquia. Al mismo tiempo, la trapera se parece a la felicidad, que muchas veces pasa a nuestro lado sin que la Veamos. Si al aspecto simbolico de la trapera sumamos la traYectoria que de su vida nos traza el escritor, tendremos una vision de la vida como confusion. Joven y bonita, ha Pasado de las manos de un chulo a ser naranJera, de las manos de un caballerete, a ser modista; luego ha Sido prima de un procurador de la curia, y como éste se cansara del parenteso, ha trabajado de corista, pasando de senorito en ~ . ’ I . a Senorlto, de marques en marques, hasta que el tiempo, l O ' l VeJeZ. las privaciones y las enfermedades le pu31eron e gancho articul mundo, compasi que nae La margina irdnioa trapera una per Es animali Compare tomando que, m1 Son din del Zap Con 1&8 escritc 107 gancho y el cesto en la mano. Con esta vision de la vida, el articulista Larra nos da una interpretacion pesimista del mundo, la cual se afirma aun mas con la lamentacion casi compasiva del escritor, cuando dice: "sz! iInfeliz de la que nace hermosa!" (II, 105) Larra continua su descripcion de estos oficios marginados con el zapatero de viejo, oficio que, irénicamente, "rivaliza en importancia con el de la trapera." Al igual que ésta, el zapatero esta descrito desde una perspectiva naturalista: Hace su nido en los rincones de los portales; alli tiene una especie de gruta, una socavacién subterranea, las mas veces sin luz ni pavimento. Se agarra a la casa como un alga a las rocas; es tan inherente a ella como un balcon o una puerta, se parece a la hiedra y a la mujer: abraza para destruir. Es la vibora abrigada en el pecho; es el raton dentro del queso. Semejante a la arafia, tiende la tela en el portal y se retira a observar la presa al agujero. (II, 106-7) Esta vez Larra ha ido mas alla de la simple animalizacion del personaje. En el uso de la naturaleza para comparar, ha echado mano de la hiedra y hasta de la mujer, tomando de éstas una caracteristica negativa. Obsérvese que, mientras las caracteristicas zoologicas de la trapera son dinamicas y de una manera u otra indican movimiento, las del zapatero son estaticas, lo cual va intimamente ligado con las caracteristicas del respectivo oficio que el escritor trata de presentar. Esta técnica de Larra como satirico y articulista de costumbres demuestra que él, como bien se acontec tratara esa for de rasg otras e En marco c autor, PPOpOSi situaoi como d1 (19 lag eMoira] Dostul: COnsti "Modos 9818 ( TEmon SOCia ("Olur de m: 108 bien sefiala Luis Lorenzo-Rivero, "observaba los acontecimientos y personas, y los describia como si se tratara de algo totalmente extrafio y muy sorprendente. De esa forma, sus retratos se convirtieron en el abultamiento de rasgos negativos, originando unas veces la caricatura y otras el cuadro grotesco con proposito critico."7 En el caso de "Modos de vivir," la satira social con marco costumbrista, lejos de ser el proposito primario del autor, es el medio que este utiliza para lograr su verdadero proposito critico. Es decir, que Larra al enfocar la situacion de los trabajadores marginales de Madrid, refleja, como dice Susan Kirkpatrick, "su conciencia de la exclusion de las clases bajas en el programa liberal."8 Ello equivaldria a decir, entonces, que es la violacion a los postulados liberales de libertad e igualdad legales lo que constituye la médula central del pensamiento del autor de "Modos de vivir" y otros articulos en los cuales se pinta a esta clase inferior. Para ver esto con mayor claridad, es necesario remontarnos a la citada idea rousseauniana de "contrato social," segun la cual en toda sociedad existen dos voluntades, la voluntad de todos y la voluntad del gobierno, de manera que: Le Gouvernement comme partie intégrante du corps politique participe a la volonté générale qui 1e constitue; comme corps lui méme il a sa volonté propre. Ces deux volontés quelques fois s’accordent et quelques fois se combattent. C’est de l conf Si R “méquina” siguiente punto de . del autor rostumbri En u VlVI rued Vist. oonj Al r 39 19 pre PPOblema, Contradic debe can] "toda de maeStro antEriOI dimengip trapeI‘a, e1 arti Sehaiam degigua N1 109 de l’effet combine de ce concours et de ce conflit que résulte le jeu de toute la machine.9 Si Rousseau habla del "juego de toda la maquina," y por "maquina" entiéndase el "aparato social,” bastenos citar las siguientes palabras de Larra que nos sirven como un primer punto de apoyo a nuestro planteamiento de que la intencion del autor va mucho mas alla de la simple satira costumbrista: En una palabra, modos de vivir que no dan de vivir; los que los profesan son, como las ultimas ruedas de una maquina, que sin tener a primera vista grande importancia, rotas o separadas del conjunto paralizan el movimiento. (II, 103) Al reproducir en "Modos de vivir" el modelo social que se le presenta, Larra trata a la sociedad en conjunto como problema, sobre todo porque lo que ve y experimenta esta en contradiccion con la manera como él cree que la sociedad debe cambiar y progresar para llegar a ser una sociedad "toda de verdad, sin mas reglas que la verdad misma, sin mas maestro que la naturaleza." (II, 134). No obstante lo anterior, la contradiccion larriana adquiere una doble dimension si confrontamos el cuadro costumbrista de la trapera y el zapatero de viejo con las ideas planteadas en el articulo "El Pilluelo de Paris," en el que, como sefialamos anteriormente, Larra habla de la "gran ley de la desigualdad establecida en la Naturaleza." Nuestro escritor cree en la diferencia de clases, lo que no de cadz de un l exista hferer y asi l Part (in CQn. 110 que no acepta es el hecho de que no se respeten los derechos de cada clase, ya que el respeto es la base de la libertad de un pueblo. Los hombres son iguales y Larra no ve que exista distincion alguna como consecuencia de las diferencias en la condicion social 0 economica del individuo y asi lo expresa: Confesaremos que no vemos que los pobres sean siempre necesariamente virtuosos, y el noble y el rico siempre unos bribones. Nosotros creemos que la pobreza tiene los defectos y los vicios peculiares de este estado, que seguramente no es el mas envidiable, asi como el bienestar de los nobles y los ricos tiene los suyos. Si la ociosidad hace malo a1 rico, la necesidad hace malo al pobre; si el aristocrata es ambicioso, intrigante y seductor de mujeres, el pobre suele ser ladron, bajo y embustero; todo esta, pues, compensado, y ya seria tiempo, si viviésemos en un siglo de ilustracion, como tan petulantemente se pretende, que comenzacen los hombres a ser justos y a no echarse en cara unos a otros parcialmente no sus defectos, sino los defectos del hombre en general, segun la situacién en que se encuentra. (II, 284—85) Vemos pues, como para Larra la justicia social depende de todos y cada uno de los hombres, sin distincion de clases. Es por ellos que Joseph Servodidio llama a Larra V "campeon de los derechos humanos,’ porque constantemente plasmo en sus articulos su desaprobacion de la manera como una parte del conglomerado social trataba a la otra parte, particularmente el desprecio, la indiferencia con que las clases alta y media trataban a la clase baja que como consecuencia quedaba totalmente marginada. En esa clase baja podemos incluir no solo a los que trabajan que en mi sociedad marginadc Barateros injustici especie C ley de la de lo que Los desc pare faci frec fuer Est: gregaria Voluntad de los d 800131. aSOCiag: (a Care Segrega 111 trabajan en oficios menudos, sino también a los prisioneros, que en muchos casos se encuentran en esa condicion porque la sociedad no les ha dado trabajo. La vida de estos seres marginados nos la describe Larra en el articulo "Los Barateros," que es un cuadro que muestra las privaciones e injusticias de las carceles de Madrid. La carcel es una especie de sociedad en estado de guerra, en donde priva la ley de la fuerza. Este tipo de sociedad es la consecuencia de lo que Larra nos explica con las siguientes palabras: Los hombres no pueden vivir sino en sociedad, y desde el momento en que aquella a que pertenecian parece segregarlos de si, ellos se forman otra facilmente, con sus leyes, no escritas, pero frecuentemente notificadas por la mano del mas fuerte sobre la frente del mas débil. (II, 205) Estas palabras de Larra ponen énfasis en la condicion gregaria del hombre, condicion que esta avalada por la voluntad del propio hombre, la cual, sumada a las voluntades de los demas, conforma la voluntad general, base del pacto social. Larra ilustra su creencia en esta forma de asociacion, producto de la Ley Natural, con la metafora de la carcel como sociedad aislada formada por individuos segregados de la verdadera sociedad; con ello critica, al mismo tiempo, el sistema carcelario como resultado negativo de la mala administracion gubernamental. El articulo trata de una de esas carceles en la que dos hombres obligados a vivir de su astucia e ingenio, se oonvierten en barateros, explotando y manejando a los otros prisio muere. exija dereoht enoarc cierto harate iguald: (eiv; diQe use odec den 112 prisioneros. A causa de una disputa, se baten en duelo y uno muere. Ello da lugar a que la Sociedad, ahora personificada, exija del asesino una reparacion del dafio social. "gCon qué derecho, diria Larra, la sociedad exige nada de los encarcelados a quienes retira su proteccion?" (II, 205) L0 cierto es que ante el cuestionamiento de la Sociedad, el baratero acusado se queja y cuestiona a aquélla sobre la igualdad ante la ley, a lo cual la Sociedad responde: -Hombre del pueblo, la igualdad ante la ley existira cuando tu y tus semajantes la conquistéis; cuando yo sea la verdadera sociedad y entre en mi composicion el elemento popular; llamanme ahora sociedad y cuerpo, pero soy un cuerpo truncado: ay no ves que no tengo sino cabeza, que es la nobleza, y brazos, que es la curia, y una espada cefiida, que es mi fuerza militar? Pero ano ves que me falta la base del cuerpo, que es el pueblo? 4N0 ves que ando sobre él, en vez de andar con él? gNo ves que me falta el alma, que es la inteligencia del ser, y que solo puede resultar del completo y armonia de lo que tengo, y de lo que me falta, cuando lo llegue a reunir todo? aNo ves que no soy la sociedad sino un monstruo de sociedad? aY de qué te quejas, pueblo? gNo renuncias a tus derechos en el acto de no reclamarlos? éNo lo autorizas todo sufriéndolo todo? Si tu eres mis pies, apor que no te colocas debajo de mi y me haces andar a tu placer, y no que das lugar a que ande malamente, con muletas? (II, 206) Desde el momento en que no hay una igualdad que reivindique los derechos de la clase baja, la experien01a le dice a Larra que el pacto social, tal como el lo con01be en base a la Ley Natural, no esta funcionando en forma adecuada. Por eso exhorta al prisionero a reclamar sus derechos, a actuar. No podria le sign barater sooieda haoerte aboga, derecho que son seno a olase i Es hacerse Espronr PTOpue: seghn CaDita dEi Pi ESpp. de 3 mos, 113 No obstante, a este grito de liberacion, que bien podria servir de fundamento a cualquier revolucion popular, le siguen las ingenuas y casi humildes palabras del baratero: ”Porque no sé todavia que hago parte de ti, oh sociedad; porque no sé que mis atribuciones son andar y hacerte andar; porque no comprendo...” (II, 206) Larra aboga, mas que por el Pueblo, por la unidad social, por el derecho de todos a vivir en sociedad y contra la violacién que constituye el hecho de que la propia sociedad eche de su seno a aquellos de sus miembros que pertenecen a la llamada clase baja. Estas son las ideas basicas que llevaron a Larra a hacerse eco de los argumentos con los cuales José de Espronceda habia atacado el plan de desamortizacion propuesto por el gobierno del Ministro Mendizabal,11 porque, segun Larra, con este plan se aumentaria, por una parte, el capital de los pocos ricos, y por la otra, las desgracias del Pueblo. Reparemos en estas palabras de Espronceda: El instinto del hombre es su conservacion; de aqui su deseo de mejorar y su derecho de encontrar en la sociedad de que hace parte los medios de subsistir, segun su capacidad y su aplicacion."12 Larra, a pesar de que comento extensamente el texto de Espronceda, no hizo mencion alguna del derecho a los medios de subsistencia. Sin embargo, en un articulo publicado postumamente, titulado "Carta de Figaro a un viajero inglés mendie. la soc: l intere: opinior E Figaro popule compr, mtbii. hacer 9111 trapE Slenl mi. Ming eser EstE "i 114 inglés,” Larra acepta, indirectamente, que hasta la mendicidad pudiera ser un medio de subsistencia, siempre que la sociedad no le dé trabajo a todo el que lo pida. Es interesante notar hasta qué punto el hombre es libre en opinion de Larra: gSabe su gracia que ahora, en el tiempo de la libertad, se coge a un hombre del pueblo y se le mete por fuerza en San Bernardino, donde se le obliga a trabajar, donde esta por la fuerza? La sociedad puede declarar delito la vagancia y la mendicidad y puede imponerle pena, siempre que a todo hombre que se presente pidiéndole trabajo, esa sociedad le dé trabajo: si dando trabajo a todo el que lo pida queda todavia quien mendiga, puede imponerle la pena, pero no puede forzar a nadie a entrar en un establecimiento, porque el hombre tiene hasta el derecho de morirse de hambre y de no trabajar: en si lleva la pena. (IV, 324) En el comentario de Larra al texto de Espronceda, Figaro expresa la necesidad de interesar a las masas populares en la regeneracion del pais, haciéndoles comprender su verdadero interés. También insta a1 escritor publico a abogar por los derechos del pueblo con el fin de hacer la felicidad de la nacion, "que no muere nunca." (II, 214) El caso es que el escritor es tan marginado como la trapera, como el zapatero de Viejo; y el hecho de que asi lo siente Larra queda demostrado en la conclusion de "Modos de vivirz" "En Espafia, ningfin oficio reconozco mas menudo, ningon modo de vivir que dé menos de vivir que el de escritor para el pdblico." (II, 108) Para Susan Kirkpatrick esta conclusion es, por una parte, producto de la revelacion del se clase "la di cuadro vivir“ misoar 1 public reflej period (8 nos articu 81 per nature elempj 103 h Zapa “at" 90m 115 del sentimiento de incomodidad de Larra con respecto a la clase social descrita en el articulo y, pOr otra, constituye "la dimension de ironia autorreflexiva que caracteriza los cuadros de costumbres de Larra,"13 considerando a "Modos de vivir" como la ruptura entre el equilibrio del yo, la mascara y la sociedad. El hecho de que Larra equipara al escritor para el publico con trabajadores marginados de la clase baja es el reflejo de la manera como Larra percibia la posicion del periodista como miembro de la sociedad. De esta percepcion, ya nos habia ofrecido una descripcion detallada en su articulo "El hombre pone y Dios dispone, o lo que ha de ser el periodista,” en el que el recurso de la perspectiva naturalista de que hablabamos antes tiene uno de sus mejores ejemplos, al dotar al periodista de cualidades inherentes a los reinos animal, vegetal y mineral: Ha de tener del perro el olfato, la vista del lince, el oido del jabali. Se ha de hacer, como el topo, el mortecino; como la cafia, ha de doblar la cerviz a1 viento; ha de medrar como el junco en el pantano; ha de tener tantos colores como el jaspe; ha de ser frio como el marmol; ductil como el oro. (I, 364—65) De esta manera, la animalizacion de la trapera y el zapatero toma, en el periodista, dimensiones de naturalizacion, lo que nos lleva de vuelta a la naturaleza Como modelo y maestra de la sociedad, y como tal, creadora de la ley de la desigualdad, ley que, como hemos visto, es _._‘C_.~___~l para I que 56 l enton< Larra1 débile volunt la jus Larra, aunque 501) iii =m.—‘ HHh—«r‘rvrnm —< hOmbPE DFOpiC Vivjé 116 para Larra "la unica garantia de alguna especie de orden con que sello la Providencia su obra." (II, 284) En consecuencia, si la desigualdad constituye un orden, entonces, en la sociedad, como la maquina de Rousseau y de Larra, deben funcionar armonicamente los fuertes y los débiles, los ricos y los pobres, la voluntad del pueblo y la voluntad del gobierno, unica manera de lograr la libertad, la justicia social y la igualdad por las que tanto abogaba Larra, creencia que esta simbolizada en la idea de que aunque no todas las partes de la maquina son iguales, todas son necesarias. El culto a la ignorancia El segundo de esos pueblos distintos es el que Larra llama la Clase Media y que nos la describe asi: Una clase media que se ilustra lentamente, que empieza a tener necesidades, que desde este momento comienza a conocer que ha estado y que esta mal, y que quiere reformas, porque cambiando solo puede ganar. Clase que ve la luz, que gusta Ya de ella, pero que como un nifio no calcula la distancia a que la ve; cree mas cerca los objetos porque los desea; alarga la mano para cogerla; pero que ni sabe los medios de hacerse duefio de ni en qué consiste el fenomeno de la luz, la luz, (II, 246) ni que la luz quema cogida a pufiados. Aqui vemos a un Larra que cree en el desarrollo del hombre, un desarrollo lento que solo es posible a partir del prOpio hombre. Es importante anotar que para la época en que Vlvio Larra, la llamada Clase Media era una clase naciente, una cl miembr evolur se det vida 3 pr0pic olvide artiot trata nna ga permar i QUizas Porque ideas de la "Jard one i SOCie bar 117 una clase que poco a poco se estaba abriendo paso y cuyos miembros serian el factor determinante y modificador en la evolucién por la que la sociedad habria de seguir. se detiene, en su proceso de analizar la sociedad, 14 en la vida y caracteristicas de los miembros de ese sector tan propio del Madrid de la época como lo es la Clase Media. olvidemos que Madrid constituye un motivo permanente en los articulos de Larra, trata de una sociedad homogénea, y resulta el modelo ideal porque no se sino de una que da cabida a una gama de sectores sociales y de caracteres en conflicto permanente. El término Clase Media no es muy preciso para Larra; quizas no lo sea para nadie en esos afios, porque se trataba de una Clase naciente, precisamente surgida de las ideas de libertad e igualdad propagadas por los seguidores de la doctrina del contrato social. Larra, en su articulo "Jardines publicos," identifica a la Clase Media como una que todavia no conoce su verdadero lugar dentro de la sociedad: La mania del buen tono ha invadido todas las clases de la sociedad: media, numerosa y resignada con su verdadera posicion; si hay en Espafia clase media, industrial, fabril y comercial, no se busque Madrid, sino en Barcelona, no hay mas que clase alta y clase baja. (I, La Clase Media, poco desarrollada en Madrid, Larra,15 la describen estas palabras: apenas tenemos una clase en en Cadiz, etc.; aqui 411) segun Larra generaj PPopie' aquellt atticu; 118 La clase media, oompuesta de empleados o proletarios decentes, sacada de su quicio y lanzada en medio de la aristocracia por la confusion de clases, a la merced de un frac, nivelador universal de los hombres del siglo XIX, se cree en la clase alta, precisamente como aquel que se creyese en una habitacion solo porque metiese en ella la cabeza por una alta ventana a fuerza de elevarse en puntillas. Pero ésta, mas afectada todavia, no hara cosa que deje de hacer la aristocracia que se propone por modelo. (I, 412) Esa Clase Media a que se refiere Larra la componen, en general, altos funcionarios estatales,16 comerciantes y prOpietarios de empresas, pero sobretodo, empleados, como aquellos a quienes Larra llama "hombre-liquido" en su articulo "El hombre—globo:" El hombre-liquido es la clase media; le conoceran ustedes también al momento; su movimiento continuo le delata; pasa de un empleo a otro, va a ocupar los vacios de las vacantes: hoy en una provincia, mafiana en otra, pasado en la Corte; pero por fin, como todo liquido, encuentra el mar, donde se para y se encarcela; no le es dado correr mas. Hoy es arroyo, mafiana rio caudaloso. Igual. Hoy es meritorio, mafiana escribiente, pasado oficial; su instinto es crecer, rara vez Separarse del suelo; si se alza momentaneamente, vuelve a caer. (II, 57) En general, la vara con la que Larra mlde a la SOCiEdad. y en particular a las clases baJa y media, DO GS la economia ni la politica, sino la cultura, al estilo de 103 Preceptos de la Ilustracion. El hombre necesita ser dero cambio instruido, educado, para que se dé en el un verda de valores. De alli que Larra persiga el ejemplo de las buenas parado. tan not articul Viej0" enmaroz Le Obstaci Socied la for Clase Brauli 0fiCir diari zapat COmOC Lam.E 9n 9 119 buenas costumbres, de la urbanidad, a través de la critica paradéjica de las costumbres, modos y maneras de ese sector tan nuevo denominado Clase Media, en varios de sus articulos. Asi, al describir a Braulio en "El castellano viejo" lo que hace Larra es retratar a ese grupo social enmarcado bajo esa denominacion: Braulio esta muy lejos de pertenecer a lo que se llama gran mundo y sociedad de buen tono; pero no es tampoco un hombre de la clase inferior, puesto que es un empleado de los de segundo orden, que refine entre su sueldo y su hacienda cuarenta mil reales de renta. Mas la vanidad le ha sorprendido por donde ha sorprendido casi siempre a toda o a la mayor parte de nuestra clase media, y a toda nuestra clase baja. (I, 115) La vanidad, como el egoismo son defectos que obstaculizan el cambio que Larra quiere ver operado en la sociedad, por eso en "El castellano viejo" deja en ridiculo la forma torpe como la clase media trata de imitar a la clase alta, a través de un cuadro magistralmente escrito. Braulio, el protagonista, el "castellano viejo," tiene oficina y empleados, cocinera y criados. Sin embargo, come diariamente en una mesa tan baja como una "banqueta de zapatero-" desconoce e1 placer de la comida y, sobretodo, la comodidad, esa costumbre de la comodidad que es esen01al en Larra. Braulio invita a Figaro a una comida de cumpleanos, y en el relato de esa celebracion Larra traza las costumbres y ° s 108 modos de ser de ese sector s001a1 ascendente en cuya maneras se puede ver toda la seguridad del hombre que esta orgul las C para anfit ohaqt "quie que 6 RCOIMC note cree usted uSted notab hombr tOdo mas e ias b 120 orgulloso de si mismo y de su sociedad. El "castellano Viejo" cita al periodista para comer a las dos, pero a las cinco se sientan a la mesa. Es una mesa para ocho, pero comen catorce. Al llegar a la mesa, el anfitrion le quita el frac a Figaro y le entrega una chaqueta para que no se manche; nada de cumplimientos que "quieren decir cumplo y miento." Es una comida popular en la que el elemento cantidad expresa mejor la situacion acomodada que la calidad, porque lo importante es que se note que en la casa hay de todo. Los buenos modales resultan una groseria, pero la ironia de todo estriba en que el protagonista es uno de esos hombres que "llama a la urbanidad hipocresia, y a la decencia monadas; a toda cosa buena le aplica un mal apodo; el lenguaje de la finura es para él poco mas que griego: cree que toda la crianza esta reducida a decir Dios guarde a ustedes al entrar en una sala, y afiadir con permiso de ustedes cada vez que se mueve." (I, 116) Ademas de la notable falta de buenos modales, Braulio es uno de esos hombres a quienes el patriotismo los ciega, para qu1enes tOdo lo espafiol es lo mejor. Y en todo esto lo que interesa mas en el cuadro presentado es la opinion de Larra de que las buenas costumbres, en todo tiempo y lugar, SOD una caracteristica de las naciones civilizadas, en contraste con la actitud del "castellano vieJ0:" 8“ familia y sus COeridados. "Se debe hacer notar, comenta Joseph Servodidio, que( sooi: dime hallz sush de qr por ( impre ((13501 PUbli usted files limit entre Pair bien lFPe Dais 121 que el énfasis sobre unos rasgos menores de la conducta social asume en ese articulo ["El castellano viejo"], una dimension mas significativa, en tanto en cuanto el asunto se halla intimamente relacionado con el concepto de cambio que sustentaba Larra. O lo que es igual, Larra estaba convencido de que un examen a fondo de todas las facetas de la vida, por triviales que fueren, constituia el escalon imprescindible para acceder a la resolucion de problemas de mayor envergadura."17 En otros dos articulos, casi simultaneos en contenido y publicacion, me refiero a "En este pais" y "aQué dice usted?, que es otra cosa," Figaro habla de sus ideas, de su filosofia acerca de la Clase Media, de una Clase Media cuyos limites se desvanecen por su proximidad a los otros dos extremos de la sociedad. Larra, que ha criticado el patriotismo mal entendido de "el castellano viejo," deja bien claro que esa actitud de "no hay como Espafia" es tan irresponsable como el "aqué quiere usted? icosas de este Pais!" de don Periquito, el protagonista de "En este pais.’ La actitud conciliatoria seria para Larra: Cumpla cada espanol con sus deberes de buen Patricio, y en vez de alimentar nuestra inaccion' con la expresion de desaliento: iCosas de Espana. contribuya cada cual a las mejoras pos1bles. Entonces este pais dejara de ser tan mal tratado de los extranjeros, a ouyo desprecio nada podemos Oponer, Si de él les damos nosotros mismos el vergonzoso ejemplo. (I, 219) La falta de educacion, o la falta de un deseo de educa verda uno d funoi oonoi Larra solo falta hipoc Const enoUe Petra (“div Sentn 122 educarse revela el hecho de que el pueblo desconoce la verdad porque no se le ha dicho. La institucion educativa es uno de los valores que debe contribuir al logro del buen funcionamiento de la estructura social mediante la concientizacion del hombre respecto de sus deberes de hombre y de ciudadano. La falta de cumplimiento de esos deberes es lo que Larra denuncia en su critica a la sociedad de su época; no 3610 incultura y patriotismo mal entendido, sino también falta de educacion de la Clase Media, ignorancia, mal gusto, hipocresia. Uno de los mejores reflejos de esta critica lo constituye el articulo "gQuién es el publico y donde se le .encuentra?," en el que el escritor a1 mismo tiempo que retrata al publico en conjunto, lo hace del hombre como individuo, describiendo de éste los mas bajos y negativos sentimientos y actitudes morales: Que cada clase de la sociedad tiene su publico particular, de cuyos rasgos y caracteres diversos Y aun heterogéneos se compone la fisonomia monstruosa del que llamamos publico; que este es caprichoso, y casi siempre tan injusto y par01al como la mayor parte de los hombres que le COmPonen; que es intolerante al mismo tiempo que. sufrido, y rutinero al mismo tiempo que novelero, que prefiere sin razon, y se decide sin mot1vo fundado; que se deja llevar de 1mpres1ones’ pasajeras; que ama con idolatria Sln porque, y aborrece de muerte sin causa; que es maligno y mal pensado, y se recrea con la morda01dad; que For 10 regular siente en masa; que suele ser su favorita la mediania intrigante y Charlatapaz y Objeto de su olvido 0 de su despre01o el merigo modesto; que olvida con facilidad e 1ngrat1tu l Larra plagac hombre direct 10 one funcio interé una fa Frente en que la lit (1, 2j fuera' fungi VQMt buer Que lnl 123 los servicios mas importantes, y premia con usura a quien le lisonjea y le engafia. (I, 76-77) En esta concepcion de la sociedad que nos presenta Larra a través de su descripcién del publico, el hombre esta plagado de vicios, y como la sociedad esta formada por hombres, ésta, consecuentemente ha recibido por transmision directa de sus miembros los defectos de cada uno de ellos, lo cual forma un monstruo cuya causa no contribuye al buen funcionamiento de la maquina social y a la consecucion del interés comun, sino todo lo contrario, hay en la sociedad una falta de autenticidad y hasta de respeto por el projimo. Frente a esta perspectiva social, Larra opone la situacion en que se encuentran otros paises "en donde las ventajas de la Ilustracion se han hecho conocer con mucha anterioridad." (I, 219) Esta oposicion de lo que Larra llama "el bien de fuera" frente 31 "mal de dentro" aparece en sus articulos en funcion del cambio tan alegado por el escritor: Si alguna vez miramos adelante y nos comparamos con el extranjero, sea para prepararnos un . porvenir mejor que el presente, y para rivalizar en nuestros adelantos con los de nuestros vecinos. (I, 219) Larra ve con desagrado el hecho de que muchas de esas ventajas, especialmente las relacionadas con la cultura, el buen gusto y la educacion, no se cultivan en Espana, y lo que considera mas petulante aun es el hecho de que se llame mal espanol a quien pretenda denunciar los problemas socia de (NI puede dell) Larra la épt de 002 este r ser 31 decir que er la qur Patti Cer tie! in 124 sociales para que se corrijan y se logre ese porvenir mejor de que nuestro autor nos habla en la cita antes transcrita. Su lucha constante contra la ignorancia popular se puede observar desde la publicacion de El Duende Satirico del Dia, a través de articulos como ”El café," en el que Larra logra plantear una doble critica, a la literatura de la época y a los parroquianos, que no son mas que criticos de ocasion y conveniencia. Las conversaciones descritas en este articulo muestran esta faceta de Larra que no dejo de ser su blanco, porque para él amar a la patria significaba decir lo que estaba mal para que se corrigiese. Es por eso que en el articulo "gQué dice usted? que es otra cosa," en la que habla del grado de cultura de otras naciones, particularmente Francia, concluye de la siguiente manera: Y 31 me oyen me han de llamar mal espafiol, porque digo los abusos para que se corrijan, y porque deseo que llegue mi patria al grado de esplendor que cito. Aqui creen que solo ama a su patria aquel que con vergonzoso silencio, o adulando a la ignorancia popular, contribuye a la perpetuacion del mal... (I, 224) De ese modo, resulta que a través de sus enfoques a la Clase Media, Larra revela su total desacuerdo con el culto a la ignorancia. Donald Schurlknight, quien considera que esta critica también se extiende a la clase alta, nos dice: "I am certain that Larra was a liberal and that his tendencies were democratic, more and more so as time passed. However, his social manners were, indeed, 'aristocratizantes’ —this, 125 perhaps, being the mask of some other attitude—, and he distrusted ignorance, be it that of conservative aristocrats or that of the ‘pueblo,’ the social embodiment —for Spain’s liberals- of the political term ‘democracia."13 Si bien compartimos esta opinion, creemos que el objetivo del escritor cambia en el caso de la clase alta, como veremos a continuacion. La clase alta o la mascara La critica que Larra hace a la Clase Media con respecto al culto a la ignorancia y al fanatismo, tiene menos cabida en la clase mas elevada de la sociedad, la aristocracia, que representa el tercer grupo de aquella Espafia no compacta a que nos hemos referido antes, y que Figaro nos describe como una clase: Privilegiada, poco numerosa, criada o deslumbrada en el extranjero, victima de las emigraciones, que se cree ella sola en Espana, y que se asombra a cada paso de verse sola cien varas delante de las demas; hermoso caballo normando, que cree tirar de un tilburi, y que, encontrandose con un carromato pesado que arrastrar, se alza, rompe los tiros y parte solo. (II, 246-47) Hay en esta imagen una implicita critica bivalente a la clase alta: la situacion de alejamiento en que ésta se encuentra con relacion al resto del conglomerado social impide esa cierta obligacion moral de ayudar que se Vislumbra tras las palabras del escritor. Este distanciamiento, esta falta de reciprocidad entre los 126 miembros de una misma sociedad conlleva la ruptura y la desorganizacion del mecanismo conocido como pacto social. Esta es la consecuencia ultima del egoismo que caracteriza a los hombres. Mientras ese egoismo no ceda su paso a la razén, toda la sociedad constituye una mascarada. Esa mascarada "no radica, segun Mauro Armifio, en la falsedad o veracidad de la presentacion de sus [la sociedad] miembros; se halla en su esencia misma, en su conformacion germinal primera.”19 Comparada con el teatro, la sociedad es, para Larra, el verdadero teatro, con la diferencia de que lo que es una falsa invencion en aquél, es una fea realidad en ésta. "En la sociedad, dice Larra, cada preocupacién es un rey; cada hombre un tirano; y de su cadena no hay librarse; cada individuo se constituye en eslabén de ella; los hombres son la cadena unos de otros." (II, 64) En este teatro que se llama sociedad es ”donde sin ensayo ni previo anuncio de carteles, y donde a veces hasta de balde y en balde se representan tantos y tan distintos papeles." (II, 64) Larra examina muchos de estos papeles a través de sus escritos. Asi, en el articulo "Empenos y desempefios,” caracteriza a un joven elegante de Madrid en los siguientes términos: Ha recibido una educacion de las mas escogidas que en este nuestro siglo se suelen dar; es decir esto que sabe leer, aunque no en todos los libros, y escribir, si bien no cosas dignas de ser leidas; contar no es cosa mayor, porque descuida el cuento de sus cuentas en sus acreedores; baila como discipulo de Veluci; canta 127 lo que basta para hacerse de rogar y no estar nunca en voz; monta a caballo como un centauro, y da gozo ver con qué soltura y desembarazo atropella por esas calles de Madrid a sus amigos y conocidos; de ciencias y artes ignora lo suficiente para poder hablar de todo con maestria. En materia de bella literatura y de teatro no se hable, porque esta abonado, y si no entiende la comedia, para eso la paga, y aun la suele silbar; de este modo da a entender que ha visto cosas mejores en otros paises, porque ha viajado por el extranjero a fuer de bien criado. Habla un poco de francés y de italiano siempre que habia de hablar espanol, y espanol no lo habla, sino lo maltrata. (I, 86) Convencido Larra de que la buena y verdadera educacion es capaz de guiar al hombre por una satisfactoria senda de cambio y progreso, y observando, por otro lado, la contradictoria realidad que se le presentaba, no le quedaba otra salida como escritor que satirizar la situacion desde un punto de vista objetivo. Consecuentemente, la vida de Madrid, y particularmente la vida del "gran mundo," se convierte en el foco de atencion de Figaro. En un articulo que coincidentemente lleva el titulo "La vida de Madrid," Larra arremete contra los falsos valores de la vida de los elegantes desocupados de la sociedad, cargada 3610 de apariencias, o como mejor 10 describe Seco Serrano: "Frivolidad, estupidez, insubstancialidad, sin que un barniz de auténtica cultura 0 al menos una aficion util, compensen de tan lamentable vacio. La vida en los salones de gran tono Se resume en pura apariencia: cada cual representa, mejor o peor, su papel; no se concibe nada mas insincero, mas inauténtico. Y como todos lo que entran en el juego estan al 128 tanto de las leyes por las que este se rige -1a hipocresia y la ficcion-, cada cual tiene una triple faz: la suya, la que aparenta y la que le atribuyen. Porque el unico entretenimiento asequible a estos seres insubstanciales de la alta sociedad madrilefia es la murmuracion."2° Esta careta de murmuracion del mundo madrilefio nos la descubre Larra en "La sociedad," cuando concluye con que: "En una palabra, en esta sociedad de ociosos y habladores nunca se concibe la idea de que puedas hacer nada inocente, ni con buen fin, ni aun sin fin." (I, 445) Y hablando de caretas, nada mas apropiado que el simbolo carnavalesco para presentarnos una vision mas dramatica del gran teatro social. Y decimos apropiado haciéndonos eco de la idea que Caro Baroja presenta sobre esta época del afio: "El tiempo de carnaval (o la duracion del carnaval) esta cargado de intenciones no solamente sociales, sino también psicologicas. El hecho fundamental de poder enmascararse le ha permitido al ser humano, hombre o mujer, cambiar de caracter durante unos dias o unas horas..., a veces hasta cambiar de sexo."21 De manera que Larra, a la luz de las licencias carnavalescas, llega a presentar la realidad social, en su articulo ”El mundo todo es mascaras; todo el afio es carnaval," en el cual el autor pinta el desorden, la confusion y la decadente moralidad de la sociedad espafiola. A través de la descripcion del baile de mascaras y dlsfraces, Larra logra que sus personajes escondan la 129 realidad de su debilidad, creando con ello, un mundo de apariencias sociales inaceptables. Al final de cuentas, como expresa Lorenzo—Rivero, "Larra no hace ninguna distincion en la actitud y comportamiento de las distintas clases, todas le resultaban igualmente primitivas y embrutecidas."22 Aunque Larra no ofrecio una respuesta particular a como se podia corregir la sociedad, a través de su obra se puede notar que él cree en que el problema social encuentra su solucion en la reforma, en el cambio; y ve en la literatura uno de los principales medios para lograrlo. Asi es que Larra constantemente alude en sus escritos a la "aristocracia del talento," la cual disculpa todo orgullo y se opone a la llamada "aristocracia del dinero." Aquélla representa, en opinion de Figaro, un "zorigen por cierto bien ilustre, aristocracia que ha de arrollar al fin todas las demas!" (II, 168) Y segun Larra, pertenecen a esa aristocracia todos aquellos hombres que buscan la verdad y la razon por medio de la educacion y la libre expresion. Es en estos aspectos de educacion e instru001on donde Larre ve, en opinion de José Escobar, "el remedio para formar ' - . " 3 onveniente Cludadanos y alcanzar la felic1dad, 2 porque es 0 recordar que segun Larra: ' 8 Las sociedades no perecen para Siempre com: lgr individuos, sino que mueren para renacer, tep mejor decir, nunca mueren s1no aparentemen , 130 marchan constantemente a un fin, a la perfectibilidad del género humano. (II, 162) Y siendo la literatura expresion de la sociedad puede, al mismo tiempo, servir de canal para desarrollar nuevas ideas que coadyuven a la consecusion de ese fin. Esta patente en todo esto la idea de progreso, porque la literatura que Larra busca es, como él bien lo expresa: Una literatura hija de la experiencia y de la Historia y faro, por lo tanto, del porvenir; estudiosa, analizadora, filosofica, profunda, pensandolo todo, diciéndolo todo en prosa, en verso, al alcance de la multitud ignorante aun; apostolica y de propaganda; ensefiando verdades a aquellos a quienes interesa saberlas, mostrando al hombre, no como debe ser, sino como es, para conocerle; literatura, en fin, expres1on toda de la ciencia de la época, del progreso intelectual del siglo. (II, 134) Hay una relacién directa entre esa fe de Larra en la instruccion y la idea dieciochesca de que el progreso es producto de una concepcion democratica de la sociedad.24 Esta actitud de Figaro tiene su base en la creencia de que ES indispensable conocer a1 hombre y su mundo para pretender Cambiarlo, lo cual se lograra a través de "una literatura nueva, expresion de la sociedad nueva que componemos, toda de verdad, como de verdad es nuestra sociedad, Sln mas reglas que esa verdad misma, sin mas maestro que la naturaleza." (II, 133—34) De manera que exigiendo la verdad. el hombre puede tar su llegar a conocerse, porque el hombre es capaz d6 levan 131 propia sociedad; y es funcion del escritor y del gobernante mostrarle esa verdad al pueblo. Este pensamiento lo deja claro Larra en la "Conclusion" de El Pobrecito Hablador, bajo las siguientes palabras: Para los espafioles, empero, juiciosos, para quienes hemos escrito mal o bien nuestras paginas; para aquellos que, como nosotros, creen que los espafioles son capaces de hacer lo que hacen los demas hombres; para los que piensan que el hombre es 8610 lo que de él hacen la educacion y el gobierno; para los que pueden probarse a si mismos esta eterna verdad; para éstos, pues, que estén seguros de que nuestro bienestar y nuestra representacion politica no ha de depender de ningun talisman celeste, sino que ha de nacer, nace algun dia, de tejas abajo, y de nosotros mismos. (I, 148) si A través de la educacion se puede encaminar a los hombres hacia la consecucion de los ideales y, por ende, al logro de una sociedad libre, justa e igualitaria, sobre la base de estos mismos aspectos de la Ley Natural. Pero a esos hombres hay que ayudarles a conseguir el cambio hacia el bienestar que representan la libertad, la igualdad y la justicia bien entendidas y aplicadas. Por lo tanto, Larra busca colaborar con ese objetivo a través de su literatura, de la divulgacion de la palabra, porque él cree en la fuerza de la palabra: "La revolucion que se verifica por medio de la palabra es la mejor, y la que con preferencia admitimos; la que se hace por si sola, porque es la estable, la indestructible." (IV. 291) ES preciso notar que esos ideales de justicia, libertad e igualdad son inherentes al fenomeno 132 social segun nos 10 explica Rousseau en su Contrato social, porque el hombre al pasar de su estado de naturaleza al estado civil cambia el instinto por la justicia y la libertad natural por la libertad civil y moral. Asimismo, Rousseau sefiala que el pacto social no destruye la igualdad natural, sino que sustituye la desigualdad fisica con que la Naturaleza habia dotado al hombre por una igualdad moral y legitima, de manera que el resultado sera, en palabras de Rousseau: Et que, pouvant étre inégaux en force ou en génie, ils [les hommes] deviennent tous égaux par convention et de droit.25 Sin embargo, en una acotacion a pie de pagina, el propio Rousseau establece lo ilusorio y aparente que resulta esta igualdad cuando se tiene un mal gobierno, lo cual contribuye a mantener la miseria del pobre y el caudal del rico: Dans le fait, expresa Rousseau, les loix sont toujours utiles a ceux qui possedent et nuisibles a ceux qui n’ont rien: D’ou il suit que l’état social n’est avantageux aux hommes qu’autant qu’ils ont tous quelque chose et qu’aucun d’eux n’a rien de trop.26 Como Rousseau, Larra también comparte la opinion de que todo fenomeno social va unido al fenomeno politico. De hecho) esta idea se constituyo en uno de los resortes fundamentales de la obra critica de Figaro, especialmente al constatar el escritor que la situacion politica de Espafia 133 era un obstaculo permanente al ideal de progreso. Es mas, para Larra los fenomenos politicos se explican a la luz del cambio. Vease, por ejemplo, su articulo "Felipe II," en el cual deja sentado el hecho de que todo cambio es necesario porque asi lo dispone la Naturaleza: Y en esta lucha, la ley de la Naturaleza tiene dispuesto que el Viejo ceda ante el joven, que el dia de hoy muera a los primeros albores del dia de manana, sin mas intervalo que el de una noche, oscura, tempestuosa, en la cual estamos en la actualidad luchando en vano con la deshecha borrasca que ira dando al viento vela tras vela y desmantelando la barca combatida palo por palo. (II, 286) Sin duda alguna, Larra tenia fe en el progreso; en este aspecto las ideas optimistas de la Ilustracion ejercieron en él una fuerte influencia. El progreso era visto como el continuo avance del hombre hacia el conocimiento del mundo y de si mismo, razon por la cual la educacion jugaba un papel importantisimo en la reforma.27 Una de las mayores frustraciones de Larra fue el hecho de que Espafia estaba sumida en el atraso, en particular si se le comparaba con naciones como Inglaterra, de la cual nos dice Larra: "respeto la patria de Bacon, de Shakespeare y de Byron, cuanto un democrata puede respetar la cuna de la libertad politica y civil y cuanto un pobre aficionado a1 saber puede respetar la nacion del progreso." (IV, 323) Conocimiento, saber, equivalen a progreso en Larra, de alli la importancia de la literatura y de los libros como se observa en las 134 siguientes lineas: En nuestros juicios criticos preguntaremos a un libro: aNos ensefias algo? aNos eres la expresién del progreso humano? aNos eres util? Pues eres bueno (II, 134) La actitud que toma Larra frente al progreso no esta relacionada con el aspecto economico, que en muy pocas ocasiones menciona. Si a ello sumamos su creencia de que el hombre es capaz de hacerse su propia sociedad, es evidente entonces que Larra denota un mayor interés en que exista igualdad para todos, no necesariamente economica, pero si una igualdad con justicia social que permita la movilidad hacia la democracia politica. La revolucion, desde esa perspectiva, tiene que hacerse mediante un proceso en el que los hombres se liberan a si mismos del gobierno despotico y de las normas sociales arcaicas. De esa manera se echa por tierra toda barrera de clases y se permite el avance individual. En ese sentido, la revolucion social tiene como finalidad la de darle a cada clase social una tarea que conduzca a asegurar que nadie dé menos de lo que recibe. Y la juventud es la llamada a lograr esa alta mision que le ha sido encargada al hombre. Porque "la revolucion, dice Larra, ha gastado y desgasta rapidamente los nombres viejos y conocidos; 1a juventud esta llamada a manifestarse." (II, 215) Pero esa juventud tiene que formarse en el estudio del ngran libro del mundo y de la experiencia," (II, 216) sin 135 otro interés que el trabajo y el deseo vehemente de hacerse superiores a sus opresores. Esto demuestra que para Larra bastaban los hombres-educados para cambiar y reformar a una nacion, sin perjucio de cualquier tirania opresora, tradicionalmente establecida, fuera ésta legal 0 cultural. De esta manera, Larra atribuye un papel a cada uno en la sociedad: la clase alta, aquella que posee el don del talento, tiene su mision determinada en funcion de la politica y la cultura; la clase media, como aquella naciente en Barcelona y Cédiz, es la encargada de la industria y el comercio; y la clase baja contribuye su grano de arena por medio de oficios menudos, siempre bajo la proteccion del gobierno y de las otras clases para que no se abuse de ella. El ideal no es entonces, una sociedad sin clases, sino todo lo contrario, porque, como ya hemos hecho constar antes, "las diferencias de clases estan en la Naturaleza." (II, 284) Esto significa que siempre habra gobernantes y gobernados; aristocracia, burguesia y masas, pero todo dentro de una sociedad sin opresion cuyo control esta en manos del propio hombre. Asi parece aseverarlo Larra cuando sostiene que: Todo abuso fundado en la supremacia del dinero 0 de la clase es un contrasentido, y que las instituciones politicas mas perfectas seran aquellas que mejor garanticen a pobres y a ricos igualmente el ejercicio de sus respectivos derechos; en este sentido nunca tendra un puebl bastante libertad. (II, 284) ‘ 136 Por lo tanto, no es la intencion de Larra que desaparezcan ni el pobre, ni el rico. "El problema residia, segun Joseph Servodidio, cu tratar de salvar 61 amplio vano que habia enajenado a ambos extremos tan absoluta, tan completamente. Esto se lograria del modo mas eficaz mediante un sistematico programa de ilustracion, a comenzar por la cuspide y merced a un grupo selecto de intelectuales, de manera que, la cosa se fuera filtrando hacia abajo, hasta alcanzar a la totalidad de las masas."28 A ese programa de ilustracion debia contribuir el gobierno, y como quiera que esto no se diera, tenemos a Larra en permanente denuncia de los males de esta institucion que debia, segun él, servir para garantizar el derecho comun de los hombres, es decir, aquel derecho "por el cual ninguno de ellos puede adjudicarse mas predominio sobre los demas que el que estos mismos quieran cederle, derecho tan innegable como la necesidad de una religion, pues como ella se funda en la naturaleza.” (IV, 290) He alli, pues, OtFO de 103 valores sociales en los que creia Larra: la religlon. A51 como defiende la educacion frente a la ignorancia, lo hace de la . o c o te rellgién frente al fanatlsmo, como veremos en el Siguien aparte. La religion ' ' ' ’ se "En el periodo romant1co, ha dicho Tierno Galvan, ama 81 progreso y a la libertad. Me atrevo, continua el 137 critico, incluso, a decir que quien no es entusiasta de la libertad y del progreso no es un romantico auténtico. Por modo inexcusable, quienes estan poseidos por el entusiasmo humano tienen que ser liberales y progresivos, creer en la educacién y confiar en la perfectibilidad social del hombre. Todas estas ideas, agrega Tierno Galvan, son contrarias a la Iglesia."29 Este comentario le viene a Larra como un traje a su medida, porque Figaro no estaba de acuerdo ni con el poder que ejercia la Iglesia sobre la sociedad ni con el llamado derecho divino de los reyes. Esta actitud de Larra se basa en el comportamiento del clero y los representantes de la Iglesia que no cumplian con su mision espiritual en beneficio de la sociedad, sino que apoyaban la politica absolutista y el abuso del poder que la acompafiaba, en un intento por perpetuar una forma de gobierno que no se acomodaba a los preceptos de la Ley Natural. Larra, por tanto, es anticlerical, no antidogmatico. El creia en la religion como recurso para solucionar la lucha entre el bien y el mal, presupuesto basico de la Ley Natural. Por eso, observamos que en su articulo "Dios nos asista" se refiere a la Constritucion de 1812 en términos que demuestran que para Larra la religién tiene una funcién importante en la sociedad, pero que dicha funcion no es politica ni fanatizadora: Las circunstancias del afio 12. la guerra que SOsteniamos apoyados en el fanatismo popular, y el mayor atraso de la época, ex1g1eron 138 concesiones, en el dia no necesarias, ridiculas. En ellas hablan las Cortes en nombre de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espiritu Santo: gran principio para una novena; buena es la devocion, pero a su tiempo. Eso es edoptar, heredar de la monarquia el derecho divino; la sociedad puede servir a Dios en toda clase de Gobiernos. El Supremo Hacedor no delega facultades temporales ningunas, ni en un soberano, ni en un congreso; la sociedad se hace ella misma por derecho propio sus reyes y sus asambleas. Cristo vino al mundo a predicar, no a redactar codigos. A Dios daremos cuenta de nuestras creencias. no a los hombres. (II, 197) De esta concepcion separatista entre Dios y la sociedad resulta la fuerte dosis de anticlericalismo que se siente en varios de los articulos de Larra. En "El Cartujo" hace una critica a la vida solitaria y mezquina de los claustros, la cual da origen en el hombre a una lucha entre "Dios y el hombre, entre el Creador y la creatura, entre el deber y el Placer, entre la envidia y la caridad, entre la virtud y el Vicio," (IV, 334) lucha en la que no siempre sale D1os triunfante. Por eso, Larra recomienda que se comprenda y afronte la sociedad: "Si queréis ser fraile, dlce Figaro, sedlo en medio del mundo: tendréis asi mas merito, y 31 I ' H deseais venceros, no 08 faltaran ocas1ones. (IV, 334) . H De la misma manera se man1f1esta Larra en Conventos espanoles," articulo en que anun01a la 1neV1table desaparicion de los conventos en razon de que estos se hacen innecesarios vistas las nuevas necesidades de la seeiedad, ' " ' " andiosa y de porque lo que se pre01saba era una rel1g10n gr - o I H I Consuelo, sin victimas fanatlcas n1 fanatizadoras. (I . 139 118) Larra no se muestra ateo, sino que para él la religién es un valor que conjuntamente con la educacion contribuira a la perfectibilidad del hombre por medio de llenar el vacio de las pasiones mundanas. La instruccion fundada en la religion sostuvo Larra "no puede ser mas que un bien para todos." (I, 124) El anticlericalismo de Larra esta en funcion de la actitud politica y social de la Iglesia, particularmente la alianza de ésta con el carlismo, que fue objeto de la pluma de Figaro en diversas ocasiones, como en "Nadie pase sin hablar al portero," en que muestra a los curas como ignorantes, 0 en "La planta nueva" en el que al hablar del faccioso dice: "gustanle sobre todo las tapias de los conventos." (I, 304) No es de extrafiar, por tanto, que Larra, se lanzara a la tarea de traducir las Palabras de un creyente obra de M. F. Lamennais.3° En el Prélogo de la version traducida, Larra coloca a la religion en el plano de una necesidad producto del orden universal, y, por tanto, fuente de toda moral; como un valor que unido al de la justicia se convierten en el fundamento del estado social. He aqui las palabras de Larra: En ésta [la naturaleza] existe la neces1dad de la religion, puesto que todos al nacer entramis a ser parte de un orden de fenomenos anter1or a hombre mismo, indestructible y super1or,. . a su fuerza, sino a su propia intellgenc1a, una palabra, sobrehumano; orden inmutable que revela un poder mayor existente, y que a la par no 8610 en 140 impone una ley universal, emanada de él; ley grabada en toda sociedad aun con anterioridad a su existencia, pues que lo esta en el corazon de todo hombre, a saber, la justicia. La RELIGION, pues, como dogma de los deberes del hombre para con el poder superior preexistente a él en el mundo, y como fuente de la moral; y la JUSTICIA, como dogma de los deberes de los hombres entre si, y como fuente de orden, son la base de todo estado social. (IV, 289) La cita anterior contiene una fuerte dosis de la creencia de Larra en la Ley Natural. En primer lugar parte del principio de que el hombre es justo, por tanto, la ley humana es justa, dado que nadie es injusto consigo mismo y la ley es producto de la voluntad del hombre: he alli el deber de cada individuo para consigo y para con los demas. Por otra parte, la religion como fuente de moral se convierte en el arbitro encargado de dirimir el conflicto entre lo que esta bien y lo que esta mal, el cual es la causa primaria de los derechos naturales, 0 sea, el derecho a ser libre, a ser igual y a gozar de la justicia. Los principios aqui presentados son los que llevan a Ricardo Navas Ruiz a considerar a Larra uno de los primeros teoricos espafioles del liberalismo cristiano, ya que, como OPina este critico, "Larra creia firmemente en una religion en libertad, democratica, amiga del pueblo, aliada del Gobierno en su camino de reformas y progreso, una religion . ' ' ) ‘acompafiada de la tolerancia y la libertad de con01en01a. Y Presentandola asi, trataba de atraerse al clero mas ., ' H 1 ilustrado a la causa liberal, aleJandolo del carl1smo. 3 La 141 "profesion de fe" de Figaro asi lo demuestra: Religion pura, fuente de toda moral, como unicamente puede existir: acompafiada de la tolerancia y de la libertad de conciencia; libertad civil; igualdad completa ante la ley, e igualdad que abra la puerta a los cargos publicos para los hombres todos, segun su idoneidad, y sin necesidad de otra aristocracia que la del talento, la virtud y el mérito; y libertad absoluta del pensamiento escrito. He aqui la profesion de fe del traductor de las Palabras de un creyente. (IV, 292—93) La libertad y la igualdad son, de este modo, los ideales sociales en los que Larra fundamenta la naturaleza del hombre. El camino hacia ellos es un constante movimiento de cambio o progreso al cual contribuyen la educacion, la religion y el gobierno, siendo el hombre, en esa forma, el constructor de su propia perfectibilidad. Pero como la agrupacion humana necesita de una estructura guia, de una institucion en la que participen algunos miembros de la comunidad con la finalidad de servir de orientadores de la voluntad general y cumplirla para el beneficio de todos. Surge asi el Estado politico y la institucion del gobierno, de cuya actuacion se ocupa la politica. Por tanto, la actividad politica es una consecuencia directa de la condicion social del hombre, que a su vez tiene sus raices en lo mas profundo del concepto de Ley Natural. Esto nos lleva a dedicar el préximo capitulo a la relacion entre la obra de Larra y la experiencia politica en la Espafia de su época. 142 NOTAS 1Jean Jacques Rousseau, Oeuvres completes III (Dijon: Bibliothéque de la Pléiade, 1964) 360. 2Susan Kirkpatrick, El laberinto inextricable de un romantico liberal (Madrid: Gredos, 1977) 112. 3Joseph Servodidio, en Los articulos de Mariano José de Larra: Una cronica de cambio social (New York: Eliseo Torres & Sons, 1976) 57—58, considera que el estancamiento intelectual del espanol tipico es para Larra una de las causas fundamentales que impide el cambio del orden social existente. Dice este critico que "la cuestion significativa estriba en que Larra esta tratando de producir una reforma general, de todo el orden social, concentrando su critica en unos defectos especificos, que atafien a los ciudadanos individualmente." 4Véase Doris Ruiz Otin, Politica y sociedad en el vocabulario de Larra (Madrid: Centro de Estudios Constitucionales, 1983) 154. 5Ruiz Otin, Politica y sociedad 161. 6José Luis Varela, Larra y Espafia (Madrid: Espasa- Calpe, 1983) 106—7. 7Luis Lorenzo—Rivero, Larra: Técnicas y perspectivas (Madrid: José Porrua Turanzas, 1988) 134. 8Kirkpatrick, El laberinto 268. 9Rousseau, Oeuvres completes III, 808. 10Servodidio, Los articulos 77. 11Sobre este aspecto de la desamortizacion puede consultarse el libro de Peter Janke, Mendizabal y la instauracién de la monargpia constitucional en Espafia (I790-1853) (Madrid: Siglo Veintiuno Editores, 1974) 238- 254. 12José de Espronceda, "El Ministerio Mendizabal," en Obras completas (Madrid: Biblioteca de Autores Espafioles, 1954) Tomo 72, 578. 13Kirkpatrick, El laberinto 272. 14Benito Pérez Galdos diria, afios después en uno de 143 sus Episodios Nacionales titulado ”Los apostolicos" que: "La formidable clase media, que hoy es el poder omnimodo que todo lo hace y deshace, llamandose politica, magistratura, administracion, ciencia, ejército, nacio en Cadiz entre el estruendo de las bombas francesas y las peroratas de un Congreso hibrido, inocente, extranjerizado si se quiere, pero que brotado habia como un sentimiento, o como un instinto ciego, incontrastable, del espiritu nacional. El tercer estado crecio, abriéndose paso entre frailes y nobles; y echando a un lado con desprecio estas dos fuerzas atrofiadas y sin savia, llego a imperar en absoluto, formando, con sus grandezas y sus defectos, una Espafia nueva. (En Obras completas II, [Madridz Aguilar, 1951] 111). lsSobre este punto de la falta de una Clase Media en Madrid, Susan Kirkpatrick en El laberinto 177, explica que "aqui analiza [Larra] de forma penetrante, la situacion que un critico designo como la tragedia de Larra: si no existia un gran publico para los jardines publicos, tampoco existia ese publico de clase media que Larra buscaba para sus articulos." Cita esta autora a J.A. Hormigon, en su libro Ramon del Valle-Inclan: La politica, la cultura, el realismo y el pueblo (Madrid: Alberto Corazon, 1972) 84, quien dice respecto a Larra y a Florez Estrada: "Su tragedia es la de oponerse aisladamente, como ideologos de una clase a la que pertenecen y representan, pero que no les sigue ni es en casi ningun caso su base social, a la cultura oficial de la clase dominante." 16Sobre este aspecto, Doris Ruiz Otin, Politica y sociedad 167, dice que en la obra de Larra, "CLASE MEDIA es sinonimo de CLASE ACOMODADA, la componen los EMPLEADOS a los que Larra llama PROLETARIOS DECENTES y los FUNCIONARIOS." Con respecto a este ultimo término, Ruiz Otin cita de Larra lo siguiente: "Un alto funcionario deseoso de dar tan satisfactoria noticia a sus subalternos." 17Servodidio, Los articulos 63. 18Donald Schurlknight, "Larra and the Mixing of the Classes," en Evocaciones del Romanticismo hispanico, edicion de John R. Rosenberg (Madrid: José Porrua Turanzas, 1988) 86. 19Mauro Armifio, gQué ha dicho verdaderamente Larra? (Madrid: Doncel, 1973) 244. 20Carlos Seco Serrano, "Estrudio preliminar" a Obras de Mariano José de Larra (Madrid: Atlas, 1960) XXXII. 144 21Julio Caro Baroja, El carnaval (Madrid: Taurus, 1979) 27. 22Luis Lorenzo-Rivero, Estudios literarios sobre Mariano J. de Larra (Madrid: Jose Porrua Turanzas, 1986) 137. 23José Escobar, Los origenes de la obra de Larra (Madrid: Prensa Espafiola, 1973) 277. 24 Véase Kirkpatrick, El laberinto 111. 25Rousseau, Oeuvres completes III, 367. 26Rousseau, Oeuvres completes III, 367. 27Sobre la idea de progreso en la Ilustracién, consultese a J.B. Bury, The Idea of Progress (London: MacMillan and Co., 1928). De particular interés es el capitulo IX titulado "Was civilisation a mistake? Rousseau, Chastellux," en el cual el autor hace un analisis concienzudo sobre Como llega Rousseau a concebir la doctrina del Contrato Social a través del historicismo del progreso. Transcribimos aqui parte de ese analisis: "If civilisation has been the curse of man, it might seem that the logical course for Rousseau to recommend was its destruction. But Rousseau did not suggest a movement to destroy all the libraries and all the works of art in the world, to put to death or silence all the savants, to pull down the cities, and burn the ships. He was not a mere dreamer, and his Arcadia was no more than a Utopian ideal, by the light of which he conceived that the society of his own day might be corrected and transformed. He attached his hopes to equality, democracy, and a radical change in education. Equality: this revolutionary idea was of course quite compatible with the theory of Progress, and was soon to be closely associated with it. But it is easy to understand that the two ideas should first have appeared in antagonism to each other. The advance of knowledge and the increase of man’s power over nature had virtually profited only a minority. When Fontenelle or Voltaire vaunted the illumination of their age and glorified the modern revolution in scientific thought, they took account only of a small class of privileged people. Higher education, Voltaire observed, is not for cobblers or kitchenmaids; "on n’a jamais prétendu éclairer les cordonniers et les servantes." The theory of Progress had so far left the masses out of account. Rousseau contrasted the splendour of the French court, the luxury of the opulent, the enlightenment of those who had the opportunity of education, with the hard lot of the ignorant mass of peasants, whose toil paid for the luxury of many of the 145 idle enlightened people who amused themselves at Paris. The horror of this contrast, which left Voltaire cold, was the poignant motive which inspired Rousseau, a man of the people, in constructing his new doctrine. The existing inequeality seemed an injustice which rendered the self— complacency of the age revolting. If this is the result of progressive civilisation, what is progress worth? The next step is to declare that civilisation is the causa malorum and that what is named progress is really regress. But Rousseau found a way of circumventing pessimism. He asked himself, cannot equality be realised in an organised state, founded on natural right? The Social Contract was his answer, and there we can see the living idea of equality detaching itself from the dead theory of degradation.“ 28Servodidio, Los articulos 79. 29E. Tierno Galvan, Tradicion y modernismo (Madrid: Editorial Tecnos, 1962) 78. 3°Sobre Lamennais, véase el agudo comentario de E. Tierno Galvan, en el capitulo III de Tradicién y modernismo. 31Ricardo Navas Ruiz, ”La religién de Larra," en Evocaciones del Romanticismo hispanico, edicion de John R. Rosenberg, 59—60. CAPITULO CUATRO LOS GRANDES IDEALES SOCIALES Y LA PERSPECTIVA POLITICA EN LA OBRA DE LARRA Lo social y lo politico van de la mano en la obra de Larra y éste mezcla ambos aspectos de la vida del hombre sin perjuicio del tema que le mueva a escribir un articulo; sin embargo, es en el campo de la politica en el que Larra descollo con mayor lucidez entre sus contemporaneos.1 En su critica politica se puede observar, desde el punto de vista ideologico, una fuerte conviccion de que el hombre es sujeto de los grandes e inalienables ideales sociales de igualdad, libertad y justicia, producto de la creencia de Larra en la Ley Natural.2 Desde el punto de Vista histérico, se revela un profundo conocimiento de la realidad politica que vivia Espafia en ese momento. Dentro del marco ideolégico de la Ley Natural y de la realidad histérica, intentamos discutir en el presente capitulo la vision larriana de los ideales sociales plasmada en sus articulos, confrontandola a la luz del desenvolvimiento politico espanol durante los ultimos afios del reinado de Fernando VII y los subsiguientes Ministerios Cea Bermfidez, Martinez de la Rosa, Toreno, Mendizabal, Isturiz y Calatrava, gobiernos que de una manera u otra fueron censurados y atacados por la pluma satirica de Figaro. Esos ataques escritos de Larra tenian como fundamento primordial e1 hecho de que nuestro autor creia en 146 147 la posibilidad de realizacién de la perfectibilidad del hombre y en la forma como el gobierno debia contribuir al logro de ese estado social ideal, cuyas bases estan constituidas por la religion, fuente de moral, y la justicia, fuente de orden, o como ya hemos visto en capitulos anteriores, principios fundamentales del concepto de Ley Natural. Pues bien, Larra también piensa que la sociedad se ha alejado de ese camino y culpa de ese desvio a las supersticiones politicas y religiosas, a las que llama "causas accidentales." (IV, 290) Aunque Larra no lo dice directamente, en su opinion el gobierno, en su papel de guia y orientador del hombre hacia su fin social, se constituiria en una de esas "causas accidentales" cada vez que no cumple con su rol o impide que otros cumplan con el deber de divulgar la verdad. Eso explica el hecho de que Larra criticara constantemente al gobierno de turno, porque éste impedia, a través de su conducta deshonesta, la comunién entre creencia y realidad: Los que niegan la perfectibilidad del género humano, los que, concediendo la verdad del principio, niegan la posibilidad de establecerlo, blasfeman contra la Providencia, porque suponen que ésta ha grabado en nuestro corazén e1 dogma de una justicia irrealizable, que nos ha dado un tipo para la teoria, y una ley en contraposicion para la practica; suponen que ha puesto en lucha en nuestro corazon la creencia y la realidad. Criarnos para eso hubiera sido un sarcasmo. (IV, 290) 148 Larra, paladin del progreso, creia profundamente en la igualdad del hombre, en la posibilidad para el desarrollo del ser humano en lo relativo al trabajo y al gobierno.3 Esa igualdad les permitira a quienes gocen de la aristocracia del talento llegar a ocupar cargos publicos, y contribuira a convertir a las muchedumbres en individuos y a liberar a los hombres de las cadenas que les imponen los gobiernos opresores: La religion que vino a infundir en los pueblos el dogma de la igualdad y del equilibrio social, comenzé a darles nuevo aspecto, creando individuos donde antes no habia sino muchedumbres mas o menos sujetas a la tirania y al monopolio del poder y del mando. (II, 239) La igualdad asi entendida no esta en contradiccién con la desigualdad que Larra veia en las clases sociales y que segfin él tenia su base en la naturaleza; todo lo contrario. Desde el punto de vista que Larra tiene de la igualdad, el puesto del hombre en la sociedad no esta sefialado por la clase social en que se nace sino por el talento. Por consiguiente, el individuo esta en condiciones de traspasar los limites de una determinada clase social. De esa manera se da la movilidad necesaria que requiere una sociedad en busca de progreso y se rompe, por tanto, con toda condicion de estaticismo de clases. Cabe aplicar a esta interpretacion del concepto de igualdad la siguiente definicién que nos da Tawney en relacién con los cambios que sobre dicho concepto se dieron 149 desde la caida del Antiguo Regimen y a lo largo del siglo XIX: "Igualdad es no la ausencia de contrastes violentos de ingresos y condicién social, sino oportunidades iguales de llegar a ser desigual."4 La igualdad completa es la meta hacia la cual se dirige el mundo. "A ella caminamos, dice Larra, y a la nueva uniformidad que en un escalon mas alto de la civilizacion humana nos ha de volver a reunir algun dia." (II, 239) Esta opinion tiene su base en las constantes comparaciones que hizo Figaro de Es afia en relacién con otros aises de Euro a P que llevaban la delantera. Pero he aqui que Larra, optimista incansable en este punto, no abandona la esperanza de que Espafia recorra esas mismas sendas de igualdad y libertad por la que atraviesan otras naciones: Probemos a la Europa que sabemos lo que poseemos, que lo sabemos apreciar; que hacemos nuestra revolucién con menos sangre y mas fruto que nuestros antecesores; demostrémosla que en el momento de entrar en la senda que ellos recorren de libertad y de igualdad, nuestra civilizacion, que en lo sucesivo ha de ser probablemente como la suya, estéril y nada creadora, es al menos conservadora; probémosla, en fin, que, pueblo realmente ilustrado y apreciador de las artes y de los conocimientos humanos, somos dignos de la libertad que nos espera para coronar nuestros patriéticos esfuerzos. (II, 119) Para comenzar ese camino hacia la libertad se hace necesario un cambio en la actitud y en las costumbres, lo que acarrearia a su vez, una reforma a las leyes de manera que exista 1a igualdad de los ciudadanos ante ellas. Desde 150 el momento en que la ley no garantiza la igualdad de los hombres, aquélla es injusta y se convierte en un instrumento de la tirania, protegiendo a unos y marginando a otros. Esta idea la expresa Larra en el caso del articulo "Los V barateros,’ en el que la sociedad habla por si misma y comenta: "Porque mis leyes, baratero, alcanzan con la pena hasta a aquellos a quienes no alcanzan con la proteccion." (II, 206) He aqui una razon por la cual es necesario el cambio de las leyes. Sobre este punto de que la ley no trata por igual a todos los ciudadanos, dice Doris Ruiz Otin que "en esta afirmacion se transparenta una vez mas la influencia de Rousseau [en Larra]."5 Se basa para ello en las siguientes palabras de Rousseau en su Contrato social: "Dans le fait les loix sont toujours utiles a ceux qui possedent et nuisibles a ceux qui n’ont rien."6 Para lograr la igualdad, por tanto, Larra aboga por la reforma de la ley, pero ésta, como hemos dicho, tiene que darse como una consecuencia del cambio en las costumbres para el beneficio de todos. En este aspecto, sus ideas concuerdan con el punto de vista de Santo Tomas de Aquino segfin se interpreté en la Ilustracién. Como vimos en el capitulo primero, para Santo Tomas la Ley Natural es un principio inmutable a1 que se le pueden agregar o sustraer muchas cosas para la utilidad y el beneficio de la vida humana. De esta interpretacién tomista de la Ley Natural se puede deducir la idea de progreso, ya que lo que se le 151 agrega 0 se le sustrae al gran principio de la Ley Natural es respectivamente aquello que contribuye al mejoramiento del ser humano o lo que ya no le ofrece ningun beneficio. En este sentido, la costumbre adquiere una importancia relevante. Ya en nuestro primer capitulo estudiamos como para Rousseau la costumbre es la mas importante de todas las leyes porque al renovarse constantemente, conserva en un pueblo el espiritu de su institucion y sustituye la fuerza de lo habitual por la fuerza de la autoridad. El cambio en las costumbres es el primer paso para la reforma de la ley, de lo contrario el pueblo no estara satisfecho. La fuerza coercitiva de la ley debe estar de acuerdo con la voluntad de los asociados para que la ley sea el verdadero reflejo del sentimiento popular. Veamos lo que expone Larra al respecto: Intente usted darle a un pueblo leyes nuevas que tiendan a asegurarle un prospero porvenir: habra de pasar por una revolucién antes de establecerse el equilibrio; le oira usted gritar y blasfemar; 1e vera usted arrastrarse por las calles, y arroyos de sangre habran corrido antes de que esté contento. (I, 324) Y es que segun Larra es muy dificil lograr la libertad de un pueblo que es esclavo de sus costumbres, porque, como él sostiene, "las tres cuartas partes de los hombres viven de tal o cual manera porque de tal o cual manera nacieron; no es una gran razon, pero ésta es la dificultad que hay para hacer reformas." (II, 65) En esto sigue también a 152 Rousseau. Como ya hemos mencionado en un capitulo anterior, e1 propio Larra asi lo expresa al comentar la costumbre del duelo y la prohibicién legal del mismoz7 La libertad, empero, si no es la licencia de m1 imaginacion, me ha llevado mas lejos de lo que yo pretendia ir: a1 comenzar este articulo no era mi objeto explorar si las sociedades modernas entienden bien el honor, ni si esta palabra es algo; individuo de ellas y amamantado con sus preocupaciones, no seré yo quien me ponga de parte de unas leyes que la opinion publica repugna, ni menos de parte de una costumbre que la razon reprueba. Confieso que pensaré siempre en este particular como Rousseau. (II, 81) Ahora bien, Larra piensa que al pueblo hay que decirle cual es la verdad para que éste comprenda la necesidad del cambio, de manera que los individuos lleguen a ser iguales, lo que les permitiria gozar de la libertad en todo el sentido de la palabra, porque para Larra el concepto de libertad no existe si ésta no se da completamente; 31 el hombre tiene limites, automaticamente es esclavo. En esto vemos también mucha semejanzas con las ideas liberales y en particular con las de Rousseau, quien expresa que ningun hombre tiene una autoridad natural sobre otro hombre por lo que renunciar a la propia libertad se hace incompatible con la naturaleza del hombre: "Renoncer a sa liberté c’est renoncer a sa qualité d’homme, aux droits de l’humanité, meme a ses devoirs. Un telle renonciation est incompatible avec la nature de l’homme, et c’est 6ter toute moralité a ses actions que d’6ter toute liberté a sa volonté. Enfin c’est une convention vaine et contradictoire de stipuler 153 d’une part une autorité absolue et de l’autre une obéissance sans bornes."8 Y libertad para el hombre es lo que pide Larra, aunque la Nada sea lo que exista al final de ese viaje que es la vida. Asi lo expresa en su comentario a Antony de Dumas: Pero gy nosotros hemos tenido pasado? gTenemos presente? gQué nos importa el porvenir? aQué nos importa mafiana si tratamos de existir hoy? Libertad en politica, si, libertad en literatura, libertad por todas partes; 31 e1 destino de la humanidad es llegar a la nada por entre rios de sangre, si esta escrito que ha de caminar con la antorcha en la mano quemandolo todo para verlo todo, no seamos nosotros los unicos privados del triste privilegio de la humanidad; libertad para recorrer ese camino que no conduce a ninguna parte; pero consista esa libertad en tener los pies destrabados y en poder andar cuanto nuestras fuerzas nos permitan. Porque asirnos de los cabellos y arrojarnos violentamente en el término del viaje es quitarnos la libertad, y asi es esclavo el que pasear no puede, como aquel a quien fuerzan a caminar cien leguas en un dia. (II, 248) Sobre este planteamiento de Larra, José Luis Abellan ha sefialado que "la exigencia de libertad es en Larra, pues, tan absoluta que hasta la exige para ir a la nada; lo cual en otros términos viene a significar que es una condicién irrenunciable en todos los supuestos."9 En virtud de que Larra veia que el pueblo renunciaba a sus derechos al no reclamarlos, y siendo éste la base de la sociedad, o los pies, como lo expresa Larra, hay en su obra una explicita defensa de la libertad, a la cual nos dedicaremos en el siguiente apartado. 154 La falta de la libertad: tragedia de un pueblo En su critica a la representacién de la tragedia Numancia, Larra sostiene lo siguiente: "Mucho nos gusta a los espafioles la libertad, en las comedias sobre todo. Innumerables fueron los aplausos: tan completa la ilusion, y tantas las repeticiones de libertad, que se olvidaba uno de que estaba en una tragedia. Casi parecia verdad." (I, 409) La ironia de que estén llenas estas palabras cede su paso al verdadero pensamiento que se encuentra escondido detras de ellas, cuando, unos renglones mas adelante, el escritor nos dice: "Cada cual se fué a su casa con la triste conviccion de que en politica como en tragedia, lo que mas le cuesta a un pueblo es conquistar su libertad. (I, 410) La falta de libertad es uno de las mas freouentes fuentes de inspiracién en la obra de Larra. Su creencia en la libertad como precepto de la Ley Natural le indicaba al escritor la necesidad de abogar por ella en beneficio de la comunidad social. Y como esa obra no se puede separar del acontecer historico-politico durante la vida de Larra, es Preciso tomar en cuenta que en ese periodo Espafia vivia una crisis cuyos extremos estaban representados por el absolutismo y el liberalismo. Mientras los primeros favorecian el Antiguo Régimen, los ultimos buscaban una sociedad nueva sobre la base de los principios de libertad e ' ° . ese lgualdad como moderadores de la estructura s001al En 155 sentido, Susan Kirkpatrick explica muy finamente que el concepto de libertad estaba rodeado de dos componentes basicos; uno econémico y uno politico. El aspecto economico garantizaba la libertad de industria y de comercio, la libertad contractual entre trabajadores y empleadores, basandose siempre en el principio de igualdad ante la ley. Por su parte, el aspecto politico institucionalizaba la soberania nacional, el gobierno representativo y la participacion abierta en el proceso politico con base en la libertad de expresién.1° Larra estaba suscrito a la causa del liberalismo y sus escritos a favor de la libertad de expresién son abundantes, sobretodo porque e1 fuerte antagonismo entre los supuestos liberales y los absolutistas no permitié una conciliacién que lograra satisfacer los ideales de Figaro en favor de la nacién espafiola. Larra veia la necesidad de una revolucién, pero al mismo tiempo se daba cuenta de que la misma no podia triunfar en el estado de atraso social en que se encontraba 91 P818 y sus instituciones politicas. Por eso la busqueda de la libertad del pueblo, faro inminente de la revolucién, no Podria partir de la causa absolutista, ya que ésta se fundamentaba en regimenes que provenian de siglos atras. Segfin lo expresa Carlos Seco Serrano, "el levantamiento carlista no es, a los ojos de Figaro, mas que un intento de retrogradar la Historia, pura negacion frente a las 156 exigencias y los progresos del siglo."11 De alli que atacara la guerra carlista pase sin hablar al ridiculizandola en proclamacién" y en En el primero caricaturizandola en su articulo "Nadie portero o los viajeros en Vitoria"12 y "El hombre menguado 0 el carlista en la "La planta nueva 0 el faccioso." de esos articulos, Larra disfraza detras de la satira su desacuerdo con el anti—progresismo que representaba el carlismo: 5A qué viene usted? -A estudiar este hermoso pais— contesté el francés con aquella afabilidad tan natural en el que esta debajo. —¢A estudiar, eh? Apunte usted, secretario; estas gentes vienen a estudiar; me parece que los enviaremos al tribunal de Logrofio... aQué trae usted en la maleta? Libros... pues... Recherches sur... al sur aeh? Este Recherches seré algun autor de maximas; algun herejote. Vayan los libros a la lumbre. -aY qué pasaporte trae? También francés... Repare usted, padre secretario, que estos pasaportes traen la fecha del afio 1833. iQué de prisa han vivido estas gentes! -aPues no es el afio en que estamos? iPesia mi! -dijo Fernandez, que estaba ya a punto de volverse 1000. —En Vitoria -dijo enfadado el padre, dando un porrazo en la mesa— estamos en el afio 1.° de la cristiandad, y cuidado con pasarme de aqui. (I, 295) En las frases anteriores aparece volcada toda la sana del escritor contra el clero defensor del carlismo. Desde este punto de vista se nos presenta a la religion como un obstaculo a la revolucién, al cambio que debe operarse para lograr el bienestar de la sociedad. Pero se trata de una religion mal entendida, porque "la libertad no puede estar 157 refiida con la religion como no puede estarlo con nada noble y serio; mas bien, todo lo contrario, la religion debia utilizarla a su favor."13 No se puede olvidar el papel fundamental de la religion como conciliadora de la permanente dualidad entre el bien y el mal, conflicto que da origen a los derechos naturales. La posicion de Larra a este respecto la conoceriamos después en el prologo a la obra de Lamennais, en el cual sostiene que la religion 8610 puede existir acompafiada de la tolerancia y de la libertad de conciencia, de manera que segun Figaro: Los liberales hubieran triunfado hace mucho tiempo, si en vez de envolver en la ruina de los tiranos la religion, necesaria a los pueblos, y de que ellos habian hecho un instrumento, se hubieran asido a esa misma religion, apoderandose de esta suerte de las armas mismas de sus enemigos para volverlas contra ellos. (IV, 292) Por lo tanto, Larra creia que era necesario devolverle a la religion su verdadero sentido, separarla de la politica Y asegurar la libertad de conciencia basada en las costumbres. Dentro de la misma linea del articulo antes comentado, Se encuentra "El hombre menguado 0 el carlista en la proclamacién,"14 en el que Figaro hace una minuciosa descripcion, tanto fisica como mental, de los atributos negativos con los que se identifioaba a los seguidores del carlismo, y que demuestra la saga01dad con que Larra 158 observaba la realidad, para después pintarla con cierta ironia reflexiva: Muérome yo por las descripciones, y tengo de describir al hombre menguado que vi el jueves. Era e1 sombrero redondo —o lo habia sido-, alto de copa, y tan alto que mas que sombrero parecia coroza; la cabeza chica y achatada por delante y por detras, mas a guisa de plato que de cabeza; podria caber en ella, todo lo mas, una idea, y ésa no muy grande. Los ojos, como la intencion, atravesados y hundidos; la nariz aplastada, sefial de respiracion dificil; gran patilla, entre portugués y guerrillero; los pies, como de persona que no anda muy derecha; las manos de ave de rapifia; vivo encarnado en pantalén azul; capa no de estas que se roban, sino con las cuales se roba; y el traje todo de moda atrasada, porque las gentes de ese partido nunca estan muy a1 corriente. Corto de vista si los hay, como aquel que esta acostumbrado a poca luz y le ofende la de un dia claro. ;Carlista!, dije yo para mi. iCarlista! (I, 301) El cuadro se completa con el articulo que Larra publicé inmediatamente después, titulado "La planta nueva, 0 el faccioso," en el que Figaro, con el fin de satirizar a los carlistas, utiliza los ya mencionados recursos de las imégenes vulgarizantes y la perspectiva naturalista, con los cuales, segun Varela, Larra "viene a degradar intencionadamente a1 hombre en ejercicio de una cualquiera de sus funciones con su adscripcién al mundo de la zoologia 0 de la botanica."15 En este caso, Larra moldea un personaje con caracteristicas naturales de una especie vegetal que, identificadas con el primero se convierten en una exacerbada critica a la actitud negativa, 13 ineptitud, el gUStO por 159 todo lo antiguo, la hipocresia y otras circunstancias de naturaleza moral que ponen al descubierto la verdadera imagen de los carlistas, atacando sus creencias politicas. Asi, por ejemplo, "[el faccioso] suele criarse escondido en el suelo como la patata; pelecha en las ruinas como el jaramago; pica como la cebolla, y tiene mas dientes que el ajo, pero sin tener cabeza; cria, en fin, mucho pelo como el coco, cuyas veces hace en ocasiones. Echa, a manera de ramas, dos piernas y dos brazos, que tienen sus manojos de dedos, como puas una espiga; distinguese esencialmente de los demas seres en estar dotado de sinrazén." (I, 304—5) Esta forma de comparacion entre dos cosas que no tienen relacion entre si fue muy utilizada por Larra en varios de sus articulos politicos. El uso de la disimilitud como forma de analogia contribuye a que Figaro pudiera eludir de alguna manera la censura, la cual era muy estricta, especialmente en los ultimos afios de la Ominosa década, que se corresponden con los primeros afios de trabajo del escritor. Con ello Larra lograba su propésito, es decir, hacer llegar al publico las ideas de que era necesario que el poder cambiara de manos y se concentrara en el pueblo mismo, a través de las instituciones liberales y a partir de una ley que sirviera de punto de partida para garantizar todos los derechos individuales, contribuyendo el escritor, por esa Via, a1 bien del pais, uno de los objetivos primordiales de Larra, como él mismo nos lo dice: 160 Y no tuve nunca mas objeto que el de contribuir en lo poco que pudiese al bien de mi pais; tratando de agradar al mayor numero posible de lectores; para conseguirlo crei que no debia defender mas que la verdad y la razén; crei que debia combatir con las armas que me siento aficionado a manejar cuanto en mi conciencia fuese incompleto, malo, injusto o ridiculo. Esta es la razon por que constantemente he formado en las filas de la oposicién; no habiendo habido hasta el dia un solo Ministerio que haya acertado con nuestro remedio, me he creido obligado a decirselo asi claramente a todos. (II, 217) Larra hace uso de la literatura para expresarse, ya que, como opina Fabra Barreiro, "consciente [Larra] de lo perentorio y tragico de la situacion espafiola, su principal preocupacion es despertar en sus compatriotas un entusiasmo renovador, un vigor inédito que permita situar a Espafia en la linea del verdadero progreso politico—social."15 La tragedia consistia en la falta de una libertad completa, a medias no era aceptable; el remedio estaba en el cambio. Para lograrlo Larra llamaba la atencién de su publico sobre los aspectos malos de la sociedad que podian obstruir la consecusion de esa libertad que tantas veces vislumbro para su patria. Con cada nuevo Ministerio, crecia el optimismo de Larra, ya se encargaria el tiempo del desengafio, que fue la causa primaria de la critica politica a los gobiernos de turno como veremos adelante. Légrgy escritor politico. Los ultimos afios del reinado de Fernando VII 161 Como vimos al final del capitulo anterior, la politica tiene una funcién social, un papel que esta determinado por los elementos que rigen la Ley Natural. En este sentido, politica, Estado y gobierno van intimamente ligados entre si y se relacionan con la doctrina del Pacto Social por cuanto que el gobierno es el ejecutor de la voluntad general surgida como consecuencia de la union de voluntades que dan origen al contrato. A pesar de que en la obra de Larra el aspecto politico tiene especial relevancia, algunos criticos consideran que la satira politica de Larra no se inicia sino con sus publicaciones posteriores a la muerte de Fernando VII.l7 Otros ven en la obra anterior a esa fecha, en El Duende Satirico del Dia y El Pobrecito Hablador ciertos matices politicos.18 Sin restar el mérito a cada uno de los argumentos sobre cuando se inicié Larra como escritor politico, es necesario tomar en cuenta ciertas circunstancias que acompafiaban la carrera inicial de Figaro. Frente a1 panorama politico que le presentaba el regimen de Fernando VII, Larra "se muestra, y en esto compartimos la opinion de Navas Ruiz, prudente y trata de conseguir lo mejor de una circunstancia mala es espera de tiempos mas favorables. Por eso gran parte de sus criticas concuerdan basicamente con el punto de vista de los hombres en el poder. Son criticas que enlazan con la ilustracién dieciochesca, convertidas ya en tépico cortesano: falta de 162 cultura en Espana, atraso, ignorancia, incapacidad cientifica, corrupcién administrativa manifestada en recompensas dadas a servidores deshonestos o empleos de recomendacion nacional."19 Es muy posible que detras de esta critica haya alguna intencién politica, pero no se puede dejar de reconocer que esta envuelta también en una serie de loas y alabanzas a los gobernantes.20 Los elogios al gobierno se dieron igualmente en los escritos de Larra de esta época; asi, por ejemplo, en el articulo "Carta a Andrés escrita desde las Batuecas por el Pobrecito Hablador," en una nota a pie de pagina, Larra construye una apologia del gobierno con relacién a la situacion de las letras y la educacion del pueblo espanol. Dice asi: Ni menos tratamos de olvidar en nuestros folletos los elogios y agradecimiento que merece de nuestra parte el ilustrado Gobierno que nos rige, y que tanto impulso da al adelante de la prosperidad y de la ilustracién; antes bien clara se manifiesta nuestra intencion de cooperar a su misma benéfica idea con nuestros débiles conatos. Pero gacaso puede enderezarse en un dia el vicio de tantos afios y aun siglos? aPuede ser dado a la penetracion, ni a la fuerza del mejor Gobierno, romper tan pronto, ni desvanecer del todo tantos obstaculos como oponen la educacion descuidada las ideas viciadas, y un sinnumero, en fin, de circunstancias que no son de nuestra inspeccién, y que gravitan en nuestro mal? (I, 83) En la misma linea del comentario anterior, se encuentra otro que aparece como parte de "Conclusion," ultimo articulo publicado por El Pobrecito Hablador, en marzo de 1833. En 163 esta ocasién, Larra se refiere a la"reina ilustre" y al "monarca bien intencionado" que conducen al pueblo hacia una posible perfeccion. Ironia o no, lo cierto es que Larra habla favorablemente de los gobernantes en virtud de que estos, en especial la reina, representaban el progreso, una de las consignas de Figaro, o, por lo menos, eso es lo que nuestro escritor deja traslucir en el siguiente texto, que curiosamente, aparece, como el antes transcrito, incorporado en una nota y no como parte del texto principal: No tratamos de inculpar en modo alguno por los cuadros que vamos a describir al justo gobierno que tenemos: no hay nacién tan bien gobernada donde no tengan entrada mas o menos abusos, donde el gobierno mas enérgico no pueda ser sorprendido por las arterias y manejos de los subalternos. Contraria del todo es nuestra idea. Precisamente ahora que vemos a la cabeza de nuestro gobierno una Reina que, de acuerdo con su augusto esposo, nos conduce rapidamente de mejora en mejora, nosotros, deseosos de cooperar por todos términos, como buenos y sumisos vasallos, a sus benéficas intenciones, nos atrevemos a apuntar en nuestras habladurias aquellos abusos que desgraciadamente, y por la esencia de las cosas, han sido siempre en todas partes harto freouentes, (I, 147) Obsérvese que Larra no disculpa a los funcionarios subalternos del gobierno; sus elogiosos epitetos, que se repiten en otras partes del texto no transcritas, se refieren a las personas del rey y la reina. Seco Serrano ve mucha ironia politica en las palabras de Larra y segfin este critico, los cuadros sociales que presenta El Pobrecito Hablador son una especie de lanza dirigida contra la 164 situacién politica que los permite, "porque la arbitrariedad, la injusticia y la inmoralidad administrativas son, tanto como el oscurantismo, consecuencias inevitables de toda dictadura reaccionaria. Con un saldo a favor de ésta: el mantenimiento del orden —de un cierto orden, claro esta—."21 José Luis Varela también observa cierto trasfondo politico en algunos de los primeros articulos de Larra como "Vuelva usted mafiana," en el que se ataca la pereza de los empleados gubernamentales, 0 "En este pais," en el que se denuncia la transicién politica por la que pasa Espana.22 En este punto, es preciso que volvamos a considerar el ultimo texto citado de Larra, que proviene de "Conclusion," y que continua de la siguiente manera: creyendo que cuando la autoridad protege abiertamente la virtud y el orden, nunca se la podra desagradar levantando la voz contra el vicio y el desorden, y mucho menos si se hacen las criticas generales, embozadas con la chanza y la ironia. (I, 147) Estas palabras nos dan pie para pensar que Larra estaba aprovechandose del articulo que pinta cuadros sociales y satiriza costumbres, como la unica via posible para dar salida a las ideas que él queria comunicar a1 pueblo con respecto al atraso en que el gobierno lo mantenia. Larra, hasta este momento, ha estado viendo una parte del contrato social, el pueblo y la necesidad del cambio en sus costumbres; y poco a poco, comienza a dejar traslucir sus 165 opiniones sobre el gobierno, esa otra parte fundamental que se origina como consecuencia de la union de voluntades de los hombres. Prueba de que Larra ha dado una perspectiva total a su critica pudiera constituirla el misterio que envuelve el cierre de El Pobrecito Hablador, al cual nos referimos en el capitulo segundo. Sobretodo cuando Larra se pregunta: "aMurio de tener razén?, gMurio de la verdad? aMurio de un tragantén de palabras?" (I, 153) Ricardo Navas Ruiz ve mucha ironia en los escritos de El Pobrecito Hablador y sostiene que "es cierto que murié por propia voluntad y no por un acto del Gobierno; es cierto también que, después de todo, se le autorizé su publicacién. Pero la protesta ante la censura, la denuncia del miedo a hablar, quedan ahi entre bromas y veras."23 aEn donde hay que buscar, pues, el verdadero significado de las palabras de Larra? Defensor de las ideas ilustradas que marcaban el fin del Antiguo Regimen, de la doctrina del pacto social, de la libertad natural del hombre y de la voluntad popular como base de la convivencia humana, Larra expresa entre lineas y muy prudentemente en su articulo sobre "Reflexiones acerca del modo de hacer resucitar el teatro espanol," que: La luz de la verdad disipa, por fin, tarde o temprano las nieblas en que quieren ocultarla los partidarios de la ignorancia; y la fuerza de la opinion, que pudiéramos llamar, moralmente hablando, ultima ratio populorum, es a la larga 166 mas poderosa e irresistible que lo es momentaneamente la que se ha llamado ultima ratio regum." (I, 123) La verdad en la que creia Larra es la Ley Natural, que sienta las bases para que el pueblo se constituya en la fuente de poder, ya que en él reside la voluntad general y no en el rey. En esto coincide con Rousseau, para quien e1 gobernante no esta por encima de la ley, sino que esta sujeto a ella por ser un miembro mas de la comunidad. Esta idea que se transparenta en el texto antes anotado seré expresada directamente afios mas tarde por Larra, cuando sostiene que "el pueblo no es el Gobierno; es mas fuerte que él, cuando éste no comprende y satisface sus necesidades." (II, 193) Este planteamiento, que es basico en la ideologia politica de Larra, encuentra su fundamento en la tesis de Rousseau de que en el pueblo, como causa moral que da origen al pacto social, reside la voluntad; mientras que el gobierno es la causa fisica, es decir, el poder que ejecuta esa voluntad.24 Larra ha podido, de esa manera, manifestar sus ideas liberales con la cautela y la discrecién que el momento requeria. Llama la atencion que Larra, en cuya obra la libertad es una consigna, no menciona esta palabra ni una sola vez durante la publicacion de El Pobrecito Hablador. Usa, no obstante, expresiones como "libre albedrio,"25 en el Siguiente contexto cargado de una ironia contradictoria: Ademas de que la lengua se nos ha dado para 167 callar, bien asi como se nos dio el libre albedrio para hacer 8610 el gusto de los demas, los ojos para ver 3610 lo que nos quieran ensefiar, los oidos para solo oir lo que nos quieran decir, y los pies para caminar adonde nos lleven. (I, 104) Dos fuertes razones pudieran justificar, desde angulos diferentes, toda esta actitud de mascara politica que hemos venido comentando. Por una parte, Larra estaba separado de la lucha de partidos; por otra, no podemos olvidar el hecho de que Figaro habia solicitado un puesto como voluntario realista que luego desempefio, primero en la Inspeccién y luego en las filas del Cuerpo de Voluntarios Realistas, desconociéndose, hasta el momento, el tiempo durante el cual Larra ocupo tales posiciones.25 Sea como fuere, debemos aceptar en cierta medida que Larra no escribio articulos politicos propiamente dichos antes de la muerte de Fernando VII. El_g9bierno de Cea Bermudez A la muerte de Fernando VII asume la jefatura del gobierno e1 ministro Francisco Cea Bermudez quien se mantuvo en el poder hasta el 15 de enero de 1834. Dos situaciones particulares caracterizan a este ministerio: un plan politico basado en la teoria de que la monarquia debia mantenerse pura por lo que toda medida administrativa de reforma debia provenir de arriba, y la grave situacién Politica a que se enfrentaba e1 gobierno con el inicio de la 4w. 168 guerra carlista. La primera situacion es inaceptable para Larra en atencion a su creencia en que la voluntad general reside en el pueblo y es a este a quien corresponde decidir los cambios en la ley. Sin embargo, e1 escritor se dedico mas a atacar la segunda situacion, la del carlismo. Esta faccion de la politica espafiola representaba para Larra la vuelta a un regimen que no garantizaba los derechos naturales del hombre y que por lo tanto, desconocia el principio de la Ley Natural mediante el cual el hombre es libre, igual y goza de la justicia. La actitud de Larra seré la de publicar en esta época articulos que constituyen una satira mordaz contra los carlistas. De esta manera, 1e ensefia al pueblo lo que éste no ve, es decir, que la monarquia absoluta por la que abogaba el carlismo no es conveniente dada su falta de respeto a los derechos inalienables del hombre y del ciudadano. En su totalidad se trata de cinco articulos publicados entre e1 18 de octubre de 1833 ("Nadie pase sin hablar al portero") y el 1 de diciembre del mismo afio ("El fin de la fiesta"). Estos articulos, con excepcién de "La planta nueva," de 10 de noviembre de 1833, al que Larra subtitula "Articulo de historia natural," estan basados en sucesos historicos del momento. En "La junta de Castel-o—Branco," de 19 de noviembre de 169 1833, Larra utiliza como motivo la declaracién que don Carlos hizo en la ciudad portuguesa de Castelo Branco sobre sus derechos al trono espanol. Larra describe la celebracion de una junta en cuya acta se hace constar todo aquello que Figaro le critica al carlismo, es decir, consciente desacuerdo con un plan de reformas y mejoras para beneficio de la sociedad, cierre de las escuelas, culto a la ignorancia, etc., todo dentro de un ambiente de fanatismo religioso y politico. Notese como el escritor juega con las palabras para desestimar a sus enemigos en el siguiente parrafo: Art. 2.° No pudiendo concebir la Junta Suprema de Castel—o—Branco el abuso de las luces introducido en estos reinos de algun tiempo a esta parte, suprime y da por nulas todas las iluminaciones encendidas y por encender, en atencion a que solo sirven para deslumbrar las mas veces a sus amados vasallos. (I, 310) En el cuadro que Larra presenta en este articulo, se identifica a los seguidores carlistas como anarquicos y contrarios al espiritu dieciochesco de cambio y progreso que latia en los ilustrados espafioles. La nota de humor irénico Viene puesta al final del articulo cuando unos contrabandistas deshacen la junta al grito de iViva Isabel II!. A continuacién Larra publica "El fin de la fiesta," de 1 de diciembre de 1833, en el que hace uso del recurso del sueno para mostrar el desorden y la histeria que reina entre 170 los carlistas a raiz de una derrota militar. La base historica es la Victoria de las tropas liberales en las ciudades de Vitoria y Bilbao en noviembre de 1833. El optimismo liberal y, de Figaro en particular, se deja ver en las lineas finales del articulo que son del tenor siguiente: "zViva Cristina! zViva Isabel II! Las Provincias ya son nuestras, y alli ya la fiesta es acabada." (I, 316) Posteriormente, a mediados de junio de 1834, Larra escribirie otras dos satiras contra el carlismo, en las que el blanco es el propio don Carlos, a quien se nos presenta como un inepto, indeciso y dependiente de un clero y una camarilla retrégrados e indignos.27 Como se puede ver, Larra no satirizé directamente a1 gobierno de Cea Bermudez, ocupado como estaba con el acontecer politico de la guerra carlista cuya terminacién era una primacia en la mente de los liberales. El fin era consolidar el trono de Isabel II, y evitar la llegada al poder del rancio tradicionalismo carlista. Detras del apoyo de Larra al movimiento liberal esta su creencia de que Espafia cambiaria y progresaria en base a las consignas liberales de justicia, igualdad y libertad. El gobierno de Cea Bermudez estaba destinado a durar poco en virtud de que se oponia a las reformas politicas, lo cual entraba en contradiccién con los postulados liberales. Por consiguiente, se buscé una solucion moderada y en enero de 1834 llego a ocupar e1 ministerio don Francisco Martinez 171 de la Rosa, dramaturgo, politico liberal y varias veces exiliado por su oposicién a los regimenes absolutistas. Martinez de la Rosa. El Estatuto Real Su designacién como Jefe del Gobierno alenté las esperanzas reformadoras de los liberales. Su figura se identificaba con la Constitucion Gaditana de 1812 y con la experiencia liberal del Trienio Constitucional. Su obra reformadora fue el Estatuto Real, documento legal con el cual el nuevo ministro traté de atraerse los extremos absolutistas y liberales (exaltados) con una posicion de realista moderado. Para conocer un poco mas sobre la posicién politica del ministro Martinez de la Rosa, basta echar una ojeada al preambulo del Estatuto Real. En él se califica de peligrosa para el justo equilibrio y el buen regimen de la monarquia, la exclusion por parte del Estado del clero y la nobleza, Dicha exclusion podria hacer tambalear la institucién de las Cortes y eso es algo que segun el propio Estatuto, "ni el estado progresivo de la nacién, ni e1 espiritu del siglo en que vivimos, ni las circunstancias en que nos hallamos, consienten."28 El Estatuto Real, de 10 de abril de 1834, no satisfacia del todo a ninguno de los bandos que protagonizaban la lucha politica: los absolutistas no estaban de acuerdo con la creacién de unas Cortes bicamerales, (Estamentos de Préceres 172 y de Procuradores) basadas en el sistema inglés, por cuanto que ellos creian y defendian el derecho absoluto de la corona; los liberales, desaprobaban el establecimiento legal de la asistencia a Cortes de los sectores nobiliario y eclesiastico y exigian la vuelta a la Constitucién de Cédiz de 1812 y a la garantia del libre ejercicio de la ciudadania. El Estatuto Real mostraba la orientacién de la politica del ministro Martinez de la Rosa. La actitud intermedia que éste asumia a través del citado documento no estaba en consonancia con el pensamiento de Larra cuyas ideas sobre la Ley Natural entraban en contradiccion por lo siguiente: en el pueblo reside la voluntad y de ella participan todos sin tomar en cuenta la clase a la que pertenezca cada individuo; no obstante, Larra no ejercito su pluma contra Martinez de la Rosa desde un principio porque veia al Estatuto como un primer paso en la regeneracién de Espana. Lo que si satirizo Larra fue el extremo moderantismo que caracterizo la politica del gobierno de Martinez de la Rosa desde los primeros dias de su mision. Una de las magistrales expresiones de esa satira la logra Larra en su articulo "Los tres no son mas que dos, y el que no es nada vale por tres, mascarada politica," publicado dos meses antes de que se diera a conocer el Estatuto Real, bajo e1 marco costumbrista de la época de carnaval y de las mascaras, tan del gusto de Figaro. En un 173 baile de mascaras, Figaro encuentra dos comparsas; una representada por un grupo de personas cuya descripcién coincide con las caracteristicas de los carlistas: "Toda esta comparsa andaba hacia atras, desbandados a causa de hallarse su jefe ausente. Seguia una porcién de pobres, con venda en los ojos como pintan a la fe. Raros trajes se veian entre ellos, ninguno pasaba del siglo XVIII." (I, 347) La segunda comparsa esta compuesta por gente nueva que "venian vestidos de telas de institucién, color de garantia," (I, 348) y representa al grupo liberal radical. En medio de las dos comparsas, aparecia un tercer grupo cuyo jefe es una caricatura de la actitud moderada del ministro Martinez de la Rosa: Era el color de éste un atornasolado claro, que visto de distintos puntos lejanos parecia siempre un color diferente, pero en llegando a él no se le podia llamar color. De medio cuerpo arriba venia vestido a la antigua espafiola, de medic cuerpo abajo a la moderna francesa, y en él no era disfraz, sino su traje propio y natural. No traia careta, sino que ensefiaba una cara de risa que a todos queria dar contento. (I, 348) Figaro, en el baile de las comparsas, se queda como un simple observador. Sin tomar partido, se limita a contemplar el juego politico de Espafia como un espanol y nada mas. En ese juego, resuenan las vanas palabras del personaje atornasolado que se burla de la pasividad de la nacién Porque, para expresarlo textualmente, "a1 que se oponga a mi justa conciliacién, a1 que no quiera ser feliz, como yo 174 entiendo la felicidad, harasele feliz, mal que le pese." (I, 349) Larra termina su articulo con una irénica paz restablecida. La imparcialidad de Figaro en el articulo discutido, se traduce en la realidad cuando éste hace una diferencia entre el Martinez de la Rosa politico y el literato. En "La Conjuracién de Venecia," de 23 de abril de 1834, elogia las dotes literarias del ministro (ya lo habia hecho unos dias antes en "Hernan Pérez del Pulgar, el de las Hazafias"), en los siguientes términos: "No acabaremos este juicio sin hacer una reflexién ventajosisima para el autor; esta es la primera vez que vemos en Espafia a un ministro honrandose con el cultivo de las letras, con la inspiracion de las musas. gY en qué circunstancias? iUn Estatuto Real, la primera piedra que ha de servir a1 edificio de la regeneracién de Espana, y un drama lleno de mérito! iY esto lo hemos Visto todo en una semana! No sabemos Si afin fuera de Espafia se ha repetido esta circunstancia particular." (I, 386) Como se deduce de estas palabras de Larra, el Estatuto Real habia visto la luz pfiblica, y notamos que el escritor lo llama "primera piedra," es decir, se trata del principio del cambio. Aun se puede hablar de optimismo en Larra, optimismo que se repite en "I Capuletti ed i Montechi," de 3 de mayo de 1834, cuya introduccién es una verdadera muestra de que las esperanzas que Larra cifraba en el Estatuto, eomo primer paso, se mantenian vivas. Figaro, comparando la opera 175 que sirve de tema al articulo, nos dice: Pocas cosas habrén ejercitado tanto nuestra paciencia eomo el Estatuto y la sefiora Grissi; en cambio, muy pocas también nos han satisfecho mas completamente. gQué esperanzas no podemos fundar de las cosas que en la actualidad nos tienen en expectativa? Si esta lo bueno en tardar, gQué no debemos esperar de la ley Municipal, de la ley de Elecciones, de la de convocatoria; qué de nuestras Cortes, mas deseadas que favor de coqueta, y qué de nuestra completa libertad racional y de nuestra préxima felicidad? Nada queremos hablar de la pacificacién completa de nuestras provincias del Norte; el final de esa lucha, segun se hace desgraciadamente esperar, debe de ser mejor todavia que el mismo final del primer acto de la opera de Bellini, con la particular semblanza de poderse decir de uno y otro que hubo en ellos montescos y capuletos. (I, 390) La actitud conciliatoria de Martinez de la Rosa, el llamado "justo medio," de su politica gubernamental no corre la misma suerte que el Estatuto en cuanto a la opinion de Larra, para quien, "entre nosotros no puede haber gobierno bueno ni malo; los nombres son todo ahora, no puede haber mas que buenos o malos gobernantes. La mediania es insoportable en musica; e1 justo medio es insufrible en circunstancias criticas." (I, 390) Detrés de estas palabras hay connotaciones de la Ley Natural ya que Larra coloca la dualidad existente entre lo que esta bien y lo que esta mal en el hombre como sujeto de moralidad. El gobierno no es mas que una institucién formada Por hombres en virtud de una necesidad social, pero el 176 gobierno no es el malo ni el bueno, por tanto, la satira es dirigida contra el gobernante que no responde satisfactoriamente a la voluntad general. Figaro lo que le pide al gobernante es accion, porque el silencio no contribuye a1 bienestar de la patria. El gobernante, segun Larra, tiene que hacerse oir con energia frente al enemigo; el ministro, en fin, no puede ser débil. No percibiendo resultados positivos, Larra enfrenta el hecho de la apertura de las Cortes, que se llevé a cabo el 24 de julio de 1834, con una frialdad poco caracteristica de quien habia estado esperando ese momento. En el articulo "Carta de Figaro a un bachiller, su corresponsal" de 31 de julio de 1834, que trata de la vida politica de Espafia en ese momento, hay ya cierta referencia a1 inicio de ese acto histérico-politico, pero Figaro lo ataca por el lado de las vestimentas de los proceres, criticando la preocupacion por las formalidades mas que por las cuestiones de fondo que se debatian ya en las Cortes. Dice Figaro, entre otras cosas, por ejemplo, que "se deberan afeitar como la palma de la mano todos los que tengan bigote, por ser incompatibles estos cuatro pelos con el orden y la libertad racional." (I, 423) De este tipo de comentario se induce que Larra no preveia nada positivo de las discusiones que sobre temas de verdadero interés para la nacion, come 10 eran la libertad y la igualdad legal. se vislumbraban en el horizonte nacional. 177 A manera de continuacion, Larra nos presenta el articulo "Segunda y ultima carta de Figaro a1 bachiller, su corresponsal desconocido" el 13 de agosto de 1834. Se trata esta vez de una satira contra las propuestas presentadas por los progresistas para reformar la ley, la libertad, el sistema de jurados, la representatividad, la seguridad individual, y que, el gobierno moderado de Martinez de la Rosa habia logrado reducir a nombres nada mas. "Precisamente, dice Larra, en unos tiempos en que las cosas todas se vuelven nombres. aNo repara vuesa merced cémo una cosa se llama regeneracién, otra reforma, esta Estamento, aquella de mas allé libertad, esotra representacién nacional? gQué mas? Cosa hay que se llama seguridad individual, y ley, y..." (I, 428) Como se puede ver, pues, Larra no ha desvanecido en la lucha por los ideales que fueron siempre sus méviles sociales y politicos y que tienen como fundamento la Ley Natural. De ella parten todos esos aspectos que los progresistas pedian que fueran reformados, aspectos todos que garantizan e1 buen ejercicio de la voluntad del pueblo. Sin embargo, Larra ha perdido su fe en el gobernante que no ofrece respuestas concretas, sino que se mantiene en una politica intermedia que no satisface las aspiraciones de ninguno de los grupos en lucha por el poder. En las Cortes, mientras tanto, se da una discusion sobre la libertad individual y otros aspectos que se 178 consideraban parte de una Tabla de Derechos Fundamentales que consistia de doce articulos, basados esencialmente en la Constitucion Francesa de 1790. El primer articulo de dicha Tabla rezaba de la siguiente manera: La libertad individual es protegida y garantida; por consecuencia ningun espafiol puede ser obligado a hacer lo que la ley no ordena.29 La discusion que se dio en torno a la redaccién del articulo fue tremenda, al final de la cual se adopto e1 siguiente texto: "Las leyes protegen y aseguran la libertad individual.' La vaguedad del contenido de estas palabras movié la pluma satirica de Larra, quien en su articulo "La gran verdad descubierta," de 5 de septiembre de 1834, en el que la constante repeticion de la frase "la ley protege y asegura la libertad individual.' constituye una burla de lo acontecido en las discusiones y una prueba de la desconfianza con que Larra miraba ya la actitud gubernamental. Veamos Como expresa Larra su descontento: Se ha descubierto, se ha decidido, se ha determinado que la ley protege y asegura 1a libertad individual. Cosa recéndita, de nadie sabida, ni nunca sospechada. Han sido precisos todos los sucesos de La Granja, la caida de tres ministerios, una amnistia, la vuelta de todos los emigrados, la rebelién de un mal aconsejado principe, una Cuadruple Alianza, una guerra en Vizcaya, una jura, una proclamacion, un Estatuto, unas leyes fundamentales... para sacar del fondo del arca politica la gran verdad de que la ley protege y asegura la libertad individual. (I, 435) 179 L0 sarcastico del texto transcrito nos muestra a un Larra totalmente escéptico, que no cree en que una vez sancionado el articulo anterior, cesaran los robos, los crimenes, las rebeliones. La poca solidez que Figaro ve en las palabras "la ley protege y asegura la libertad individual," queda de manifiesto cuando nos dice: —Adoptado en el Estamento el primer articulo de la gran peticion, ya sabemos que la ley protege y asegura la libertad individual. Ya no nos falta mas que saber qué acogida hara el Trono a la peticién, qué es libertad individual, Como protege la ley, qué ley es ésa, y quién es el encargado de cumplirla. (I, 436) Para Larra la libertad individual existe sin necesidad de que asi se reconozca en la ley civil. La libertad es uno de los tres grandes aspectos que se derivan de la Ley Natural y el derecho a ella es inalienable e indiscutible. Lo que hace falta es que los miembros del gobierno garanticen esa libertad por medio de su buena actuacién y del respeto a la voluntad general. En la medida en que esto no se cumpla, de nada vale contar con una frase que determina algo que de por si esta determinado por el principio de la Ley Natural: 1a existencia de la libertad del hombre. La falta de cumplimiento del gobierno para con el pueblo, hace que Larra continue burlandose del Estatuto, sobre la base de que los que apoyan al ministerio Martinez de la Rosa no lo ven como un principio, sino como un todo: 180 "Sin duda, dice Larra, los tales lo leen en italiano (sta tutto)." (I, 436) Y en un articulo que publicé a continuacion, cuyo titulo no puede ser mas preciso: "El ministerial," de 16 de septiembre de 1834, aprovecha la teoria de John Locke de que no existen las ideas innatas, con el fin de esculpir una figura de la persona de un ministro que abunda en cualidades zoolégicas y botanicas y en la actitud negativa, egoista y nada progresista, como podemos deducir de las siguientes palabras: "El ministerial no sabe mas que este cafioneo. La Espafia no esta madura. -No es oportuno. -Pido la palabra en contra. -No se crea que a1 tomar la palabra lo hago para impugnar la peticién, sino 3610 para hacer algunas observaciones, etc." (I, 438) Las criticas de Larra al gobierno fueron también dirigidas a aspectos concretos como lo son e1 econémico y el laboral. Ataca el presupuesto nacional, en particular, en los articulos "Segunda Carta de un liberal de aca a un liberal de alla" y "Primera contestacién de un liberal de alla a un liberal de aca," de 7 y 15 de octubre de 1834 respectivamente. En ellos también juzga Larra la situacién precaria en que se encuentran los liberales debido a que en Espana, donde todo se comienza por lo ultimo y se olvida lo principal, es infitil "pedir peras al olmo, o, lo que es lo mismo, libertad a un Ministerio." (II, 17) Notemos como Larra insiste en el hecho de la falta de libertad desde cualquier angulo politico que se mire. La 181 razén de ello esta en el hecho de que la libertad es fundamental para el logro del bienestar social y todo bien comfin, —ya sea econémico, politico, 0 social—, depende de que el pueblo sea libre, tal como se entiende la libertad en base a la Ley Natural. Otra critica de Larra enfocaba la falta de empleos y la imposibilidad de satisfacer la demanda de los mismos. Todo esto unido a la mala situacién econémica por la que atravesaba la nacién, originé que en un momento determinado el ministro Martinez de la Rosa se manifestara con estas palabras: "Con respecto a personas ~puesto que esta cuestién, aunque se ha dicho que es de principios y no de personas, es de uno y otro; y siempre que se trate de empleos, son estas cuestiones transparentes y se ve por detras a las personas."30 El ingenio de Larra, tomando como pie una frase de ese texto, publicé "La cuestién transparente" el 19 de octubre de 1834, y jugé con el adjetivo transparente aplicandolo a otros asuntos de interés nacional, derechos sociales y libertad, por ejemplo, que se mantenian aun en la oscuridad. La sagacidad del articulista satirico se trasluce en el siguiente parrafo: Pero hay cuestiones de cuestiones. Las hay espesas y de suyo enmarafiadas, a1 trasluz de las cuales nada se ve; puédese escribir encima de ella non plus ultra; nada hay mas alla; entre éstas pudiera muy clasificarse la de los derechos sociales. éQué se ve al través de esta cuestién? Nada ciertamente: algun visto, algun veremos, o por mejor decir algfin no veremos. La de la libertad de imprenta. He aqui otra cuestién, 182 oscura, negra como la boca de lobo. Encima de ella se distinguen algunas prohibiciones, tal cual destierro, pero al trasluz, aqué se ve detras? Absolutamente nada. Estas cuestiones, pues, oscuras y tupidas, no valen nada. Las grandes cuestiones son las transparentes. La de los empleos, por ejemplo. (II, 21) Después de "La cuestién transparente,’ Larra fue blanco constante de la censura, como estudiaremos adelante, de manera que la mayoria de sus escritos politicos no vieron la luz sino posteriormente. No obstante, el 2 de marzo de 1835, en "Carta de Figaro a su antiguo corresponsal," Larra plantea el fracaso total de la gestién ministerial de Martinez de la Rosa y de su Estatuto Real, previendo ya la posibilidad de un cambio en ese puesto gubernamental. Asi, en "El hombre—globo," de 9 de marzo de 1835, después de distinguir dos clase de hombres, el "hombre—masa," que corresponde al pueblo, y el "hombre-liquido," que se identifica con la clase media y la burguesia, Larra llega al punto central del articulo a1 mostrar las caracteristicas del "hombre—globe," el cual se equipara con la clase ilustrada dirigente del poder, y en este caso especifico Martinez de la Rosa. La imagen literaria que se refiere al hecho de que Martinez de la Rosa debe abandonar el poder por razones de ineptitud, esta construida de una manera excepcional como se puede notar: Y si un hombre—globo llegaba a ser entonces ministro, habia hecho toda la asencién que se podia de él esperar; pero sea por falta de 183 direccién una vez en el aire, sea por haber calculado mal la intensidad de su gas, una rafaga violenta basté para romper el globo, y el aire se lo llevo hasta caer todo agujereado a orillas del Tiber, donde yace todavia malparado: culpa acaso también de no haber hecho uso de para-caidas, aunque, como dice muy bien don Simplicio de Bobadilla, para—caidas no hay como un globo roto. (II, 58) Durante los ultimos meses del ministerio Martinez de la Rosa, Larra publicé los articulos "Un reo de muerte" (30 de marzo de 1835), y "La diligencia" (16 de abril de 1835). En el primero de ellos, Figaro utiliza una de las imagenes roménticas, la de un reo sentenciado a muerte, y se vale de esta situacién para criticar todo lo que se llama "orden" en politica, 0 sea, todo cuanto existe. Eso que hoy se llama "orden," seré "desorden" cuando 1e suceda un nuevo "orden," dice Larra, para quien todo en politica parece tan ambiguo y tan relativo como lo es el progreso en Espafia, que Larra muestra a través de su cuadro costumbrista "La diligencia." Don Francisco Martinez de la Rosa dejé tras de si un Estatuto sin fuerza constitucional y una Cuadruple Alianza, (tratado firmado entre Inglaterra, Francia, Espafia y Portugal para colaborar mutuamente de manera que no se permitiera la llegada al poder de los absolutistas que defendian los derechos al trono de don Miguel, en Portugal, y de don Carlos, en Espafia), sin que se concretara ninguna de las libertades fundamentales, mas bien, goberné sobre la base de una estricta censura que se conv1rtio en la opresora . . ,. u de la Opinion publica durante los d1e01seis meses de s 184 gobierno. El 9 de junio de 1835 le sucedia en su gestion el Conde de Toreno. Larra y la censura Larra al rechazar el Estatuto Real como documento definitivo, clamaba por una constitucién de corte liberal, adecuada a la época porque, como explica Susan Kirkpatrick, "en la perspectiva liberal, una constitucién no 8610 aseguraria un gobierno representativo, sino que garantizaria también las libertades e igualdades civiles ante la ley, componentes esenciales de su programa para la sociedad."31 Entre esas libertades, las de expresién, pensamiento e imprenta cobraban un mayor valor por cuanto que la expresién de la opinion publica y el respeto por parte del gobierno de la voluntad del pueblo, eran una de las vias por las cuales se podria llegar a la regeneracién del pais. La Ley Natural tiene un papel de apoyo importante en cuanto a la libertad de expresion, dado que ésta es la garantia de que el pueblo pueda manifestar su opinion y su voluntad. Segun advertimos en el capitulo primero, para Rousseau las costumbres y sobretodo la opinion constituyen las mas importantes leyes; y en el texto que citamos a Continuacién se observa que Rousseau, al hablar de la censura en El Contrato social sefiala la fuerza de ley que tiene sobre las costumbres la opinion publica. . . . a Les opinions d’un peuple naissent de 3 185 constitution; quoique la loi ne regle pas les moeurs, c’est la législation qui les fait naitre; quand la legislation s’affoiblit les moeurs dégénerent, mais alors le jugement des Censeurs ne fera pas ce que la force des loix n’aura pas fait. Il suit de—la que la Censure peut étre utile pour conserver les moeurs, jamais pour les rétablir.32 El hombre nace libre, convive en comunidad en igualdad de condiciones con sus semejantes y es sujeto de la justicia. Estos tres aspectos de la Ley Natural le permiten actuar sin perjudicarse ni perjudicar a los demas. Por tanto, e1 derecho del hombre a hacer uso de su libertad no es ilimitado, termina donde comienza el derecho de los demas. Para garantizar que los derechos de los hombres no sean violados surge la ley civil que esta basada en las costumbres de los ciudadanos. La funcién de la censura es, segun Rousseau, asegurar la conservacién de esas costumbres que son producto de la opinion. La opinion es, pues, una consecuencia directa del principio de Ley Natural en el que creia Larra. De ahi que éste tuviera fe en la opinion publica; pero esa fe enfrenta el problema de que la censura es una forma de coercion publica que sirve a los propésitos deshonestos del gobierno y no a las costumbres y opinion del pueblo. Por eso, Larra defiende la libertad de expresién y ataca la mal entendida censura. e En consecuencia, hace frente al reglamento de prensa d Martinez de la Rosa, de 1834, segun el cual solo se permitia 186 publicar periédicos a aquellos espafioles que fueran electores, estuvieran en condicién de depositar una fianza y sometieran su edicion a la censura. Esta ultima parte contradecia el articulo segundo de la mencionada Tabla de Derechos fundamentales que se discutia en Cortes a principios de septiembre de 1834, el cual era del tenor siguiente: "2°. Todos los espafioles pueden publicar sus pensamientos sin previa censura,"33 y hasta cierto punto los principios en que se basaba ese documento eran violados por los requerimientos del reglamento de prensa. Para Larra, la expresién publica del pensamiento era esencial para hacer llegar la verdad a las masas, por lo que era casi una responsabilidad emitir la opinion siempre que estuviera de por medic el bien social comun. Asi lo expresa .n . en "El Ministerio de Mendizabal En una época como ésta, en que toda la ., dificultad para llevar adelante la regenera01on del pais consiste en interesar en ella a las masas populares, lo cual escasamente se puede conseguir sin hacerles comprender antes sus verdaderos intereses, no 5610 es meritorio que cada espanol que se crea capaz de fundar una opinion se apresure a emitirla por medio de la imprenta, sino que en nuestro entender fuera culpable el que pudiendo, dejase por temores personales de afiadir una piedra a1 edificio, que 8610 de consuno podemos todos levantar. (II, 214) A partir de este pensamiento, y considerando lo fuerte de la censura, es posible deducir entonces las insuperables barreras que encontraria Larra al tratar de publicar aquellos de sus articulos que trataban de asuntos politicos 187 candentes en el momento, especialmente si lo que pretendia Figaro no era exactamente la defensa del gobierno sino todo lo contrario. El 1 de julio de 1834 se habia dictado un decreto en el que se anunciaba una "ordenacion mas racional" de la censura. Al mismo, Figaro respondié con las siguientes lineas que representan un ataque directo a la situacion: "Acaso no sabra vuesa merced que desde que tenemos una racional libertad de imprenta, apenas hay cosa racional que podamos racionalmente escribir." (I, 423) Entre octubre de 1834 y enero de 1835 fueron varios los articulos de Larra censurados. De ellos tenemos noticia porque fueron publicados posteriormente en la coleccién de articulos que vio la luz en 1835. En los articulos que fueron victima de la mano del censor, Figaro arremete fuertemente contra las calamidades politicas del gobierno. Larra, defensor de un gobierno representativo, se burla de todo el artificio politico que constituia el "justo medio" en "Tercera carta de un liberal de aca a un liberal de allaz" éMe preguntas si es gobierno representativo lo que tenemos? No entiendo yo muchas veces tus preguntas. Todo es aqui representativo. Cada liberal es una pura y viva representaCion de los trabajos y pasion de Cristo, porque el que no anda azotado, anda crucificado. . Rectifica, pues, amigo Silva, tus ideas con respecto a Espana, y cree no 3610 que V1V1mOS bajo un régimen representativo, Sino que somos libres mas que ninguna nacién del mundo, y que tenemos amplia libertad de imprenta. (II, 46- ) 188 Obviamente en Espana, segun la experiencia de Larra, no se da la representatividad, ni existe la libertad de imprenta, ni los espafioles son mas libres que otros en el mundo. Por eso satiriza esos aspectos, pero la ironia es tan fuerte que el articulo sucumbe ante la censura gubernamental. La misma suerte corrieron los articulos "Lo que no se puede decir, no se debe decir" y "La calamidad europea" En el primero de estos dos articulos, Larra redacta el texto simulado de un articulo legal que trata de la censura, cuyo contenido es el siguiente: "Articulo 12. No permitiran los censores que se inserten en los periédicos: Primero articulos en que viertan maximas o doctrinas que conspiren a destruir o alterar la religion, e1 respeto a los derechos y prerrogativas del trono, el Estatuto Real y demas leyes fundamentales de la Monarquia." (II, 48) Es, sin duda, un reto abierto a la situacion de la censura y a la politica gubernamental. Esta actitud de Larra contra la opresién es, en opinién de Seco Serrano, légica, toda vez que "su aspiracién permanente es el logro de una garantia de plena libertad para su critica, ejercida en todos los campos, como multiple frente en la batalla por el progreso."34 La protesta contra la censura, la defensa de la Opinion publica y la critica a la falta de una completa libertad de imprenta sostienen los articulos "Dos liberales 0 10 que es entenderse," "La policia" y "Por ahora. En este ultimo, Larra habla directamente sobre el problema de la 189 censura: Cuando uno oye la palabra libertad, sola ella, solita, cree uno estar oyendo una larga comedia. Cuando uno oye la palabra imprenta, ano cree ver detras la censura, el imposible vencido, la cuadratura del circulo, la gran quisicosa? gNo hay quien ve en ella el abismo, la anarquia, aquel qué sé yo, que nadie sabe explicar ni comprender? (I, 454) El articulo "Un periédico nuevo," de 26 de enero de 1835, trata aparentemente de la propia situacién de Larra. Como nos explica Ullman, este articulo "reflects Larra’s own professional difficulties on a particular occasion. Perhaps he complained bitterly to his editor about the rejection of some articles, and was curtly told, ‘aPor qué no pone usted un periodico suyo?’ We know that he did try. If there had indeed been harsh words between him and his former editor, then his failure was not only frustrating but chastening. But the double blow to his pride is resolved through the composition of a witty, well-devised essay. While baring some of his adversities and veiling others, Figaro also touches upon his country’s troubles, thus imbodying his homeland’s suffering in his own."35 Después, con la publicacién de "La alabanza o que me prohiban éste," de 16 de marzo de 1835, pareciera que Larra cede, pero mas que una renuncia a la lucha en la cual estaba comprometido, se trata de una burla contra la posicién de la censura, planteada en un magnifico cuadro paradéjioo que hace honor al titulo del articulo: 190 Bien determinado como estoy a no escribir jamas para el censor, he tratado siempre de no escribir sino la verdad, porque al fin, he dicho para mi, aqué censor habia de prohibir la verdad, y qué Gobierno ilustrado, como el nuestro, no la habia de querer oir? Asi es, que si en el reglamento de censura se prohibe hablar contra la religion, contra las autoridades, contra los gobiernos y los soberanos extranjeros, y contra otra porcién de materias, es porque se ha presumido, con mucha razén, que era imposible hablar mal de esas cosas, diciendo verdad. Y para mentir mas vale no escribir. Todo esto es claro; casi es justo. (II, 61) Decir la verdad fue una de las metas que Larra se impuso en su obra. Esa verdad esta sostenida por su creencia en la Ley Natural y en la forma como la sociedad debe funcionar para el beneficio de todos los asociados. A aquellos que desconocen esta verdad, es necesario decirsela. Como quiera que la censura no permitia esta libertad de expresién, Larra ejercité su pluma con el fin de lograr para si y para el pueblo la deseada libertad. Y nunca se dio por vencido, "estaba convencido, como dice Lorenzo—Rivero, de que el espiritu triunfaria sobre la materia, la inteligencia sobre la brutalidad. Por eso consideraba que en su lucha de escritor publico contra la censura, el arma que le daria algun dia el triunfo era el escribir tres articulos por cada uno que le prohibieran y decirlos de memoria, si fuera necesario.”6 Asi lo sostiene en el siguiente texto que escribiria en mayo de 1836: Se dira que la censura no nos permite abogar por los derechos del pueblo; desgraciadamente 191 esta verdad es demasiado cierta; pero el escritor publico que una vez echo sobre sus hombros la responsabilidad de ilustrar a sus conciudadanos, debe insistir y remitir a la censura tres articulos nuevos por cada uno que le prohiban; debe apelar, debe protestar, no debe perdonar medio ni fatiga para hacerse oir: en el ultimo caso debe aprender de coro sus doctrinas, y convertido en imprenta de si mismo, propalarlas de viva voz. (II, 214) Segun Larra, al escritor no debe importarle la persecucién, la cércel 0 el patibulo siempre que la felicidad de la nacién esté de por medic. He alli el fundamento esencial y el objetivo final de la labor de todo ciudadano capaz de expresar una opinion: el bien social. Como vimos en el primer capitulo, la libertad, la igualdad y la justicia le permiten al hombre actuar en su beneficio y en beneficio de los demas, sin perjudicarse ni perjudicar a los otros. Del equilibrio de estos elementos de la Ley Natural surge el bien social, por el que abogé Larra sin cesar. Mientras mas madura es la obra de Figaro, mas nos adentramos en el terreno del bienestar social, razén que condujo a Larra a criticar a los gobiernos subsiguientes en la medida en que no satisficieran los intereses del pueblo. Hacia una politica de cambio. El Ministerio de Mendizébal Larra estaba ausente de la patria cuando dimitio de su cargo don Francisco Martinez de la Rosa, el 7 de junio de 1835, sucediéndole en el ministerio el Conde de Toreno, cuya 192 funcién politica fue corta y sin mayor trascendencia. Debido a que se trataba de uno de los defensores del "justo medio" del ministro anterior y de la ideologia moderada, no fue bien aceptado de parte del bando progresista. Este aspecto se explica en una traduccién que Larra hizo de la obra de Charles Didier De 1830 a 1836 o la Espafia desde Fernando VII hasta Mendizabal. Se trata de una "traduccién, con adiciones originales," en la que leemos lo siguiente: Cuando en el mes de junio tomé las riendas del Estado, la Espafia no vié ya en él mas que un cambio de nombre, no un cambio de sistema; no la engafié su instinto. Campeén del Estatuto Real, el conde de Toreno se habia hecho por demasiado tiempo cémplice de la politica estacionaria de su antecesor para no inspirar legitimas desconfianzas; el prestigio estaba ya destruido. Debiera haber roto todo vinculo con el anterior Gabinete y haber dado su programa; su silencio parecié sospechoso, y ya desde entonces el conde de Toreno no fué mas que el continuador de Martinez de la Rosa. (II, 342) El gobierno del Conde de Toreno, con la intencién de calmar los animos de los exaltados, ordené la supresién de la Compafiia de Jesus en Espana. Esto origino que Larra publicara, en agosto de 1835, el articulo "Conventos espafioles, tesoros artisticos encerrados en ellos,’ en el que aprueba la decision gubernamental como un primer paso en el camino que Espafia ha de recorrer para lograr el bienestar y el progreso social que son consecuencia de la buena aplicacién del principio de Ley Natural; sin embargo, reconoce que el mal esta en el fanatismo y que es 193 responsabilidad del gobierno guiar la revolucién (primera vez que Larra califica con este nombre el cambio que espera ver realizado en su pais). Larra manifiesta su creencia en una religion sin fanaticos ni fanatizadores, que al fin y al cabo son todos unas victimas y aboga porque se salve el pasado artistico y glorioso de Espafia como una alhaja "para engastarla en la corona que nos ofrece el porvenir." (II, 118) Y esa corona consiste ni mas ni menos que en la libertad como meta final de los patriéticos esfuerzos. El articulo "Conventos espafioles," en que Larra habla del pasado como soporte del porvenir, es una muestra del llamado historicismo en la obra de Larra, es decir, que en la concepcién larriana, la sociedad esta en constante evolucion, en permanente cambio; esa es la idea del progreso, que en Figaro, se atribuye a la concepcién del orden natural 0 de la Ley Natural que Larra heredé del siglo XVIII. "Realmente, se hizo casi imposible para Larra e1 concebir que una ley general no podia modificarse con el tiempo, aun cuando intentaba hablar en términos de dicha ley. Su resolucién de este problema resulta tipica de la generacion posterior a la Ilustracion en Europa: e1 cambio se convierte en la unica ley universal.37 El progreso hacia el que camina la civilizacién y que no debe ser ajeno a Espana, es producto de la propia concepcién larriana de Ley Natural. El cambio es posible en la medida en que el mismo contribuya al beneficio de la 194 sociedad. Dicho cambio puede darse, bien por adicién o por sustraccién, lo cual concuerda con la idea de Santo Tomas de Aquino a la que nos referimos en nuestro primer capitulo. Para Larra el cambio debe darse con la participacion de todos los niveles de la sociedad; el pueblo tiene que convertirse en el motor que encienda la llama, pero, Figaro ve con cierta decepcion que el pueblo no es accién sino una simple palabra, como nos expresa en "Cuasi, pesadilla politica," articulo publicado el 9 de agosto de 1835 cuando se encontraba en Francia, y en el cual toma como marco una vision mas amplia del mundo: Europa, a la luz de los obstaculos que se le presentan a1 progreso. He aqui la metafora que utiliza Larra: "zAh! Aqui viene la palabra—arlequin, la palabra-camaleén. iQué de faces, qué soltura! Todos corren tras ella, inutilmente. Mira como la quiere coger la palabra-pueblo, gran palabra. La primera tiene ocho letras, libertad. Siempre que el pueblo va a cogerla, se mete entre las dos la palabra-promesa, la palabra-manifiesto; pero la palabra-pueblo es de las que llamé palabras- contra-hechas; ciega, sordomuda, se deja guiar e interpretar, sin hacer mas que dar de cuando en cuando palo de ciego; como no ve, da ciento en la herradura y ninguna en el clavo; por 10 regular se da a si misma. (II, 121) De la concepcién de la Ley Natural en la época de la Ilustracién, surge la idea de que un pueblo no es mas que la suma de todos los hombres que lo componen, de manera que la felicidad de los pueblos esta en la felicidad de los individuos, pero en lugar de ponerse todos de acuerdo, 195 lucharon siempre por principios contrarios, de suerte tal que el mundo resulto una confusion, en la que los hombres "en lugar de comerse ellos al lobo, se comieron unos a otros." (II, 120) Esta es la imagen que capto Larra de toda Europa y que a su vuelta a Espafia en enero de 1836 le inspiro el articulo "Literatura," que es la expresion de su fe en este arte como medio de educar al pueblo. Expresa alli la conocida frase de que la literatura debe ser "nueva, expresion de la sociedad nueva que componemos, toda de verdad, como de verdad es nuestra sociedad, sin mas reglas que esa verdad misma, sin mas maestro que la naturaleza. Una literatura hija de la experiencia y de la Historia y faro, por lo tanto, del porvenir, al alcance de la multitud ignorante." (II, 134) Larra presenta a la sociedad como resultado de las ensefianzas de la naturaleza. Y esas ensefianzas estan determinadas por los preceptos de libertad, igualdad y justicia que representan la "verdad" que Larra quiere hacer llegar al pueblo que los desconoce, con el fin de que el porvenir del hombre, y en este caso el de la nacién espafiola, camine por las sendas del progreso. Se ve, por tanto, que Larra ha regresado a Espafia con mas fe que nunca en el porvenir de su patria, fe que no duraria mucho. Durante su ausencia, ha asumido la jefatura del gobierno don Juan Alvarez Mendizabal, quien fue acogido con mayor esperanza que sus antecesores inmediatos. Su mejor 196 carta de presentacion era su posicién de liberal progresista que siempre habia mantenido; su mejor garantia, la promesa de acabar con la guerra carlista a la vuelta de seis meses. Entre los programas del gobierno de Mendizabal habia varios proyectos de leyes, entre ellos, uno para institucionalizar la prensa libre y otro para fijar el procedimiento electoral de manera que se asegurasen los derechos individuales sobre la base de un sistema representativo. Se contemplaban, asimismo, un complejo programa economico basado en la desamortizacién de bienes del Estado y la abolicién de las ordenes religiosas.38 Es comprensible entonces que Larra, desde un primer momento, manifestara su confianza en el nuevo gobierno; su programa parecia comenzar a sentar los cimientos para la regeneracién de Espafia partiendo de los postulados liberales por los que Larra habia luchado, los cuales tenian su base en la Ley Natural. Sin embargo, Larra regreso a la patria y se encontro con una realidad diferente. Todo estaba todavia en promesas y proyectos. En estas circunstancias, el 5 de enero de 1836 publica "Figaro de vuelta, carta a un su amigo residente en Paris," articulo que muestra la misma ironia de muchos anteriores, detras de la cual se nota a un hombre que cree en que el gobierno puede lograr algo positivo: Es por ellos que escribe: Si es por progreso, amigo, esto va que vuela. aPara qué? [he venido] Para escribir, ahora que la libertad de imprenta anda ya en Espafia en 197 proyecto. gY que proyecto! Yo, que de Calomarde aca rabio por escribir con libertad, ano habia de haber vuelto aunque no hubiera sido para echar del cuerpo lo mucho que en estos afios se me quedo en él, sin contar con 10 mucho con que se quedaron los censores, que rejalgar se les vuelva? Viniera yo cien veces, aunque no fuera sino para hablar y volverme. (II, 125-26) Es cierto que Larra comienza su articulo "Figaro de vuelta" hablando de que todavia se encuentran una o dos iglesias a la vuelta da cada esquina, lo cual hace referencia al fracaso de los decretos sobre la supresién de las érdenes religiosas. No obstante, se refiere a Mendizabal como "el mejor ministro que hemos tenido," (II, 128) haciendo referencia, ademas, al voto de confianza que en materia economica habia solicitado y obtenido de las Cortes el senor Mendizabal, del cual tratara en mas detalle y con una diferente perspectiva en el articulo "Buenas noches," de 30 de enero de 1836.39 Este articulo fue provooado por la clausura de las Cortes por parte del ministro Mendizabal. A pesar de que el tema principal del articulo es el de la disolucién de las Cortes (de hecho el subtitula lo confirma), Larra alude a toda la situacién politica presente a través de un enfoque cronolégico que se inicia con la Constitucion de Cédiz de 1812, a la que llama "codigo sagrado, respetable siempre como paladién que fue de nuestra independencia y cuna de nuestra libertad." (II, 142). La Constitucion de Cédiz es, segun el simil usado por Figaro, como el traje que un nifio no pudo usar porque el sastre lo 198 habia hecho muy grande, pero que al crecer aquél tampoco lo pudo usar porque ya le quedaba pequefio. Para Larra, el afio 36 exige una Constitucién del afio que atienda a las necesidades del momento. Su creencia en una Ley Natural que permite el cambio segun las necesidades del hombre se refleja en esta opinion de Larra. En el recuento evolutivo Larra se burla también de la mascarada carnavalesca de Martinez de la Rosa y se queja del hecho de que en Espafia sea necesario deshacer lo hecho con el fin de rehacer la nacién. Su critica se dirige, en particular, a las discusiones sobre la ley electoral, la cual es en si una contradiccién, porque Figaro se pregunta como pueden dictar una ley en materia de representatividad quienes no gozan de ella. Larra satiriza esas discusiones y concluye con el siguiente comentario: Que la eleccion directa es la mas liberal; que el Ministerio es liberal, y queria lo mismo que quisiese el Estamento, siempre que lo que quisiese el Estamento fuese lo mismo que él queria. Que ha habido una comision y dos proyectos en ella, y que el ministro queria lo mismo que la comisién, que queria dos cosas distintas, y que el Estamento, que no queria ni al ministro ni a la comisién. Que la oposicién en el Estamento era de hombres retrégrados que abogaban por el progreso, y que querian la eleccion directa como la mas liberal, ellos que eran los menos liberales; que el ministro, que hacia de Ministerio, y la comisién, que hacia de las suyas, eran hombres progresivos que abogaban por el retroceso, y que querian la eleccién indirecta como la menos liberal, ellos que eran los mas liberales; y he entendido, en fin, que mi 103 he entendido, ni se entienden, ni ya nunca nos entenderemos. (II, 144—45) 199 Larra ve en materia de politica un mundo confuse en el que los hombres no se ponen de acuerdo. Esta experiencia de Larra esta en conflicto con su creencia de que la sociedad es un acuerdo de voluntades; de este conflicto surge lo satirico del texto anterior y de la obra de Larra en general. Después de "Buenas noches" Larra no publicé nada en contra del Ministerio Mendizabal hasta el 3 de abril de 1836. En el interin, el 19 de febrero de 1836 se dio a conocer publicamente el decreto por el cual se aprobaba el plan de desamortizacién, que estaba basado en la idea de crear una mayoria propietaria de tierras, de manera que esto facilitaria el comercio, la agricultura y abriria las puertas al crédito extranjero. En ese mismo mes de febrero se pusieron en venta las tierras de los monasterios, los cuales fueron abolidos por decreto de 8 de marzo de 1836. Este decreto fue aclamado por todos los liberales tanto exaltados como moderados, "por la sencilla razén, segun explica Janke, de que los moderados fueron de los primeros que invirtieron en propiedades monasticas en Madrid."4° Quizas el hecho de que Larra se mantuviera en ese silencio politico hasta comienzos de abril tenga que ver con una perspectiva optimista de los posibles resultados de los Planes econémicos puestos en marcha en beneficio del conglomerado social. Ese silencio no fue compartido por otro contemporaneo de Larra que siempre fue defensor de las 200 clases sociales desposeidas, el poeta José de Espronceda, quien en febrero de 1836 publica su folleto "El Ministerio Mendizabal," y el 7 de marzo de 1836 publica su articulo "El Gobierno y la Bolsa,’ en el que reprueba el espiritu mercantilista del gobierno. El siguiente texto, sacado de dicho articulo, es una ironia que refleja la situacion social en torno al programa de desamortizacion: Cuando llegue ese anhelado y venturoso dia -dicen— tendremos oro a montones, porque habra confianza; de la confianza nacera el crédito, del crédito el dinero, y como para todo se necesita dinero y todo se alcanza con él, extinguiremos la faccién, las fuentes de la publica prosperidad derramaran torrentes de riqueza, y la ahora desventurada Espafia seré entonces e1 asombro y la envidia de las demas naciones.41 Ya habia reconocido Espronceda en el folleto "El Ministerio Mendizabal" que el plan de desamortizacién del gobierno solo ayudaria a aumentar el caudal de las clases acomodadas sin mejorar la condicién de los pobres. A estos, segun el poeta, habia que encauzarlos en la marcha de la revolucion para acabar con la faccién. El modo de lograr este objetivo seria garantizarle a la clase baja sus medics de subsistencia, segun la capacidad y aplicacion de cada uno. De esa manera, el pueblo conoceria un camino de sabiduria y verdad, alejado de la perdicion a que le conducia su fanatismo. En la medida en que eso ocurriera, entonces el plan econémico del ministro Mendizabal contribuiria a1 bienestar de la nacién; no obstante, como 201 nos lo explica Peter Janke, ”Mendizabal no estaba fundamentalmente interesado en una redistribucién de las tierras. Estaba convencido de que la sociedad podia regenerarse politicamente y nunca penso en términos de reajuste social. Al gobierno no le interesaba lo mas minimo que el proletariado invirtiera en tierras, puesto que, como dijo Aniceto de Alvaro, no tenian dinero para mejorarlas.“2 La situacion que se le planteaba a Larra era, por tanto, la de un pueblo oprimido y la de un gobierno cuya funcion estaba tergiversada. No se daba, entonces, la armonia entre pueblo y gobierno que requeria el pacto social, por lo tanto, Larra reasumio sus ataques al gobierno de Mendizabal en su articulo "Dios nos asista," de 3 de abril de 1836, una agresiva denuncia publica de todos los males sociales y politicos que, después de seis meses de gestion ministerial, aun se palpaban en la realidad espafiola. Haciendo uso de la forma epistolar, Larra le cuenta a su corresponsal que la razén de su silencio desde el 30 de enero ("Buenas noches")era que no habia ocurrido nada de importancia. Su critica se inicia con el problema de la censura y de la libertad de imprenta y en tal sentido nos dice: "hace tanto tiempo que nos estén diciendo que somos libres, que a veces uno mismo se lo llega a creer." (II, 191) Continua con sus habituales referencias a la guerra 202 carlista y a algunos acontecimientos violentos ocurridos en Catalufia, a raiz de los cuales fueron asesinados varios prisioneros liberales. Esto ocasiono revueltas callejeras que terminaron con la matanza de frailes y carlistas en Barcelona. Larra, sobre este punto sefiala que toda insurreccién es natural y que la sociedad, en virtud del bien comfin, si se ve acometida en masa, en masa se defendera. Su credo liberal le llevara a concluir de la siguiente manera: El pueblo no es el Gobierno; es mas fuerte que él, cuando éste no comprende y satisface sus necesidades; y prueba de ello es que lleva a cabo sus atentados sin que aquél los pueda prevenir ni impedir. Infiero que los desordenes del pueblo 0 son naturales y justos cuando el Gobierno no los puede contener 0 son culpa del Gobierno cuando puede y no sabe, o no quiere. Asesinatos por asesinatos, ya que los ha de haber, estoy por los del pueblo. (II, 194) La fuente de estas palabras de Larra es la Ley Natural, principio que sienta las bases para el pacto social. Segun este fenomeno, el poder reside en el pueblo y éste ejerce su voluntad por encima de cualquier gobierno que no sea representativo, 0 sea, que no responda a las necesidades de los asociados. Censura, ademas, la ley electoral e identifica a Mendizabal con el Estamento, con el ministerio del Estado, con el de Hacienda, en fin, con todo, por lo que ridiculiza esta situacién llamandola "un hombre representativo," en vez ! Al mismo tiempo, observa de "un Gobierno representativo.' que 11 otros hey (I Nosot hombr Preci otro. en el Mendi fecha en ba EUber barat cone: dife acer Esp1 Cam Men 203 que la culpa no es toda del ministro Mendizabal, sino de otros, a quienes critica. "De él [Mendizabal], dice Larra, hay que decir mucho bueno, pero también algo malo. Nosotros, con todo, nos volvemos siempre extremos; y un hombre, aqui, ha de ser un dios 0 un picaro. No hay medio. Precisamente Mendizabal no es lo uno, ni mucho menos lo otro." (II, 196) A "Dios nos asista" le siguio en la cadena un articulo en el que Larra se hace eco del folleto "El Ministerio Mendizabal" de Espronceda, de 6 de mayo de 1836. Para esta fecha, ya Larra habia empezado su defensa de la clase baja en base a que no se les tomaba en cuenta en los programas gubernamentales. Un ejemplo de ellos es el articulo "Los barateros," de 19 de abril de 1836, en el que trata el concepto de igualdad social y legal a la luz de las diferentes castas sociales. Con estos criterios, Larra se acerca mas a las posiciones de jévenes politicos como Espronceda, quienes ven en la juventud la fuerza motriz del cambio. Ya Espronceda habia dicho en "El Ministerio Mendizabal" que "un siglo de renovacion pertenece, sin duda, de derecho, a la juventud“3 Para Larra, "la juventud esta llamada a manifestarse. aNos equivocaremos, se pregunta Larra, se equivocara el pais al fundar esperanzas en ella?" (II, 215) Anota Figaro la necesidad de que los jovenes renuncien a sus intereses personales con el fin de desempefiar la alta misién de la 204 humanidad. Sobre esta fe revolucionaria de Larra, Seco Serrano comenta que se trata de la mejor manera como se puede expresar ”el gallardo desprecio a los intereses materiales, la independencia espiritual de una juventud a la que solo deben mover ideales nobles."“ La alta misién de la humanidad a que Larra se refiere esta determinada por la actuacién del hombre segun los preceptos de la Ley Natural y sobre la base de la Quadruple perspectiva de que el hombre trate de alcanzar el bien comun en su beneficio, en beneficio de todos los demas, sin perjudicarse ni perjudicar al resto del conglomerado social. He alli el acuerdo implicito en que se apoya el contrato social. En este momento, ya estaba Larra a un paso de empezar la batalla por cuenta propia. Los fracasos politicos y el incumplimiento de sus promesas motivaron la caida del Ministerio Mendizabal y las puertas del gobierno se abrieron el 14 de mayo de 1836 al nuevo ministro, don Javier Isturiz. En cuanto a Larra, sus ideales democréticos y su madurez politica fueron los inspiradores, por estas fechas, de su iniciacién en el camino de la politica, carrera de muy corta duracién que se veria truncada por los sucesos de La Granja, del 12 de agosto de 1836, que dieron al traste, simultaneamente con el Ministerio Isturiz. De aqui en adelante, la vida profesional y politica de Figaro se vera constantemente amenazada por una frustracion 205 espiritual en la que convergen, con mayor fuerza, su creencia en que el hombre es capaz de lograr su perfectibilidad conforme a la Ley Natural y la decepcion por el ruinoso estado de las instituciones socio~politicas espafiolas. La forma de expresién de este conflicto interno es la satira Larriana, de la cual nos ocuparemos en el préximo capitulo. 206 NOTAS 1José R. Lomba y Pedraja, en Mariano José de Larra (Figaro). Cuatro estudios que le abordan 0 le bordean (Madrid: Tipografia de Archivos, 1936) 7, dice que "el brillo de los articulos politicos de nuestro autor [Larra] no pudo ser competido por nadie." Sobre este aspecto, consultese a Ricardo Navas Ruiz, Imagenes liberales. Rivas— Larra—Galdés (Salamanca: Almar, S.A., 1979) 41-42. 2Susan Kirkpatrick, en El laberinto inextricable de un romantico liberal (Madrid: Gredos, 1977) 124-25, anota que "es interesante sefialar que los ideales de libertad e igualdad que Larra oponia al privilegio y poder de la aristocracia constituyen la base para su drama tragico Macias, asi como para sus articulos periodisticos." 3Sobre este punto puede consultarse a Doris Ruiz Otin, Politicagy sociedad en el vocabulario de Larra (Madrid: Centro de Estudios Constitucionales, 1983) 209. 4R.H.Tawney, La igualdad (Mexico: Fondo de Cultura Econémico, 1945) 148. 5Ruiz Otin, Politicagy sociedad 279. 6Jean—Jacques Rousseau, Oeuvres completes III (Dijon: Bibliothéque de la Pléiade, 1964) 367. 7Doris Ruiz Otin, Politica y sociedad 278, considera que la base para esta afirmacién de Larra se encuentra en los siguientes pasajes de los capitulos X y XII del libro II del Contrato social: ”Ce qui rend pénible l’ouvrage de la legislation, est moins ce qu’il faut établir que ce qu’il faut détruire...(...) la plus importante de toutes; qui ne se grave ni sur le marbre ni sur l’airain, mais dans les coeurs des citoyens; qui fait la véritable constitution de l’Etat; qui prend tous les jours de nouvelles forces; qui, lorsque les autres loix vieillissent ou s’éteignent, les ranime ou les supplée, conserve un peuple dans l’esprit de son institution, et substitue insensiblement la force de l’habitude a celle de l’autorité. Je parle des moeurs, des coutumes, et sur-tout de l’Opinion." Jean—Jacques Rousseau, Oeuvres completes III, 391, 394. 8Rousseau, Oeuvres completes III, 356. 9José Luis Abellén, Historia critica del pensamiento espanol IV (Madrid: Espasa—Calpe, 1984) 287—88. l°Kirkpatrick, El laberinto 120. 207 11Carlos Seco Serrano, "Estudio preliminar" a Obras de D. Mariano José de Larra (Figaro) (Madrid: Atlas, 1960) XLII—XLIII. 12El articulo "Nadie pase sin hablar al portero" publicado el 18 de octubre de 1833 satiriza los sucesos acaecidos el 7 de octubre de ese mismo afio cuando la poblacion de Vitoria proclamo unanimemente a don Carlos, rey de Espana. 13Abellan, Historia critica IV, 288. 14El articulo "El hombre menguado" fue publicado e1 27 de octubre de 1833, tres dias después de que Isabel II fue oficialmente proclamada heredera del trono, el jueves 24 de octubre de 1833, seguido de otros tres articulos sobre el mismo tema del carlismo, a saber: "La planta nueva (10 de noviembre de 1833), "La junta de Castel—o-Branco" (19 de noviembre de 1833) y "El fin de la fiesta" (1° de diciembre de 1833). 15José Luis Varela, Larra y Espafia (Madrid: Espasa- Calpe, 1983) 107—8. 16Gustavo Fabra Barreiro, "El pensamiento vivo de Larra," Revista de Occidente 50 (1967): 133. 17Ismael Sénchez Estevan, en Mariano José de Larra (Figaro) (Madrid: Imp. de Lib. y Casa Edit. Hernando, 1934) 79, 85-86, sostiene que: "La labor propiamente politica de Larra 8610 se inicia, muerto Fernando VII, con el articulo 'Nadie pase sin hablar al portero,’ el 18 de octubre de 1833." Considerando este critico la situacién del momento y la clausura de los teatros por duelo, observa que: "Los carlistas, menos respetuosos con el luto que los actores, echaronse al campo, y los teatros de diversion fueron reemplazados por el tragico teatro de la guerra. Ello determiné la iniciacién de Larra en su carrera de escritor politico." 18Sobre este punto, consultese a Ricardo Navas Ruiz, Imagenes liberales 43. Este investigador presenta una lista de criticos y sus obras que discrepan de la posicién de Sénchez Estevan y de aquellos que la siguen. 19Navas Ruiz, Imagenes liberales 46. 2°En algunas de sus composiciones poéticas, Larra expresa simpatias por Maria Cristina, Fernando VII y su hija Isabel: En "Oda a la exposicién primera de artes espafiolas," de 1° de octubre de 1827, llama a Fernando VII "rey de paz;" en diciembre de 1829 escribe "Al casamiento 208 de sus majestades;" en septiembre de 1830 publica un soneto "A1 embarazo de la reina" y dos meses después uno "Al nacimiento de Isabel II.” 21Seco Serrano, "Estudio preliminar" XXXVII. 22José Luis Varela, "Larra ante el poder,” Insula 19 (1964) 1. 23Navas Ruiz, Imagenes liberales 47. 24Puede consultarse sobre este punto a Rousseau, Oeuvres completes III, 395 y 38. 25Sobre esta aseveracién remito a Doris Ruiz Otin, Politica y sociedad 212, quien explica que la palabra libertad estaba "cargada de vibrantes y peligrosas connotaciones: zLa libertad! que habia sido tantas veces la respuesta valiente de los rebeldes liberales al ‘iQuién vive!’ de los Voluntarios Realistas." 26Véanse los interesantes estudios de Jorge Urrutia, "Larra, defensor de Fernando VII," Insula 366 (1977): 3, y de José Luis Varela, "Larra, voluntario realista" Hispanic Review 46 (1978): 407-20. 21Sobre el grupo de religiosos y militares que aconsejaban a don Carlos, consultese a Tristan La Rosa, Espafia contemporanea, siglo XIX (Barcelona: Destino, 1972) 145 y ss. 28Texto citado en la obra de Luis de Sosa, Martinez de la Rosa (Madrid: Espasa—Calpe, 1930) 152. 29Texto citado en la obra de Pierre Ullman, Mariano de Larra and Spanish Political Rhetoric (Madison: U of Wisconsin P, 1971) 151. Ullman presenta en detalle las discusiones que se dieron en las Cortes sobre este tema. 3°Texto citado en Navas Ruiz, Imagenes liberales 64. 31Kirkpatrick, El laberinto 122. 32Rousseau, Oeuvres completes III, 459. 33Texto citado en Pierre Ullman, Spanish Political Rhetoric 164. 34Seco Serrano, "Estudio preliminar" LIV. 35Ullman, Spanish Political Rhetoric 319. 209 36Luis Lorenzo-Rivero, Larra: Técnicas y perspectivas (Madrid: José Porrua Turanzas, 1988) 67. 37Kirkpatrick, El laberinto 157. "De modo que encontramos que, agrega esta autora, cuando Larra empleo el término ‘ley de la Naturaleza’ por ultima vez en la resefia de Felipe II, su significado se habia desplazado radicalmente: ‘en esta lucha, la ley de la Naturaleza tiene dispuesto que el viejo ceda ante el joven’ (II, 287). Aqui la ley de la Naturaleza no es ya el orden fijo del siglo XVIII, sino la sucesion de generaciones de dias y noches, dinamica, organics, vista como la unica metéfora adecuada para la historia humana." Kirkpatrick también ve esta tendencia aplicada a la religion en los comentarios de Figaro. 38Peter Janke, en Mendizabal y la instauracién de la monarquia institucional en Espafia (1790—1853) (Madrid: Siglo Veintiuno, 1974) 201, sefiala que la intencién de Mendizabal "era abolir los conventos y monasterios, confiscar sus propiedades, ponerlas en venta y saldar asi la deuda nacional. Era el programa de las Cortes de Cédiz y él no deseaba someterlo a las Cortes explicitamente por el temor, posiblemente injustificado, de que la mayoria moderada lo rechazara. En el fondo, Mendizabal creia que podria ganarse el apoyo de todo el partido liberal, en una nueva era de conciliacién y patriotismo, si convencia a los diputados de su buena fe, tras de lo cual esperaba que suspendieran el ejercicio de sus obligaciones politicas, concediéndole carta blanca para lograr la Victoria. Por tanto, exponiendo sus intenciones de un modo vago intentaba obtener una aprobacion absoluta a su administraCion y, al mismo tiempo, conseguir que la reina gobernadora expresara su confianza en el gobierno en el discurso de la Corona. "La reina anuncié la intencién del gobierno de- desamortizar el vasto conjunto de propiedades conocidas como propios pertenecientes a las corporaCiones muniCipales y utilizadas para beneficio de la comunidad. De este modo, el principio de desamortizacién fue adoptado por el 80bierno, aunque no se hizo mencién a los bienes de la Iglesia. . "Pero el discurso manifesto asimismo que las tierras que ya habian sido declaradas patrimonio naCional, entre las cuales se hallaban fincas que anteriormente habian pertenecido a los jesuitas y a la InquisiCion, serian Vendidas; en esta declaracién de prop681tos se incluia, ademas, cualquier propiedad que pudiera pertenecer a Estado en el futuro." ' También sobre este punto puede consultarse a Migggl Artola, Los origenes de la Espafia contemporanea (Maggg ° Instituto de Estudios Politicos, 1959) 96—100, 509' ' 210 39Sobre el voto de confianza, consultese a Peter Janke, Mendizabal 203. 4°Janke, Mendizabal 238. 41José de Espronceda, Obras completas (Madrid: Biblioteca de Autores Espafioles 72, 1954) 582—83. Sobre este punto puede verse a Robert Marrast, José de Espronceda et son temps (France: Editions Klincksieck, 1974). 42Peter Janke, Mendizabal 243—44. Explica, ademas, este critico, que Mendizabal "jamas tuvo esa implicita creencia en la letra de la Constitucion, que caracterizo en gran parte a la ingenua fe de los exaltados, creia firmemente en los valores de la monarquia constitucional como factor redentor para Espana." Esto, por tanto, contribuiria a que los ricos capitalistas se constituyeran en el verdadero apoyo del gobierno y viceversa. ‘3Espronceda, Obras completas 579. HSeco Serrano, "Estudio preliminar" LXIV. CAPITULO CINCO LA SATIRA: RESULTADO DE LA TENSION ENTRE CREENCIA Y EXPERIENCIA La vida y el pensamiento de Mariano José de Larra se debaten entre dos mundos: el de su conciencia interior y el de la realidad externa. Su obra, en particular el estilo satirico de la misma, es el producto de ese conflicto entre dos situaciones paralelas: por un lado su creencia en la Ley Natural y la fuerza de los principios de justicia, libertad e igualdad en las relaciones mutuas que dan origen al pacto social; por el otro, una Espafia sumida en la ignorancia, en la mediocridad, el fanatismo y la corrupcién politica. La primera de esas situaciones, la creencia en la Ley Natural, esta determinada por su objetivo inmediato que es el bien comun. Para lograr el bien comun, el hombre tiene limitaciones en sus derechos de libertad, igualdad y justicia. Estas limitaciones se basan en que cada persona debe actuar en su beneficio y el beneficio de los demas, sin perjudicarse ni perjudicar a los otros asociados. De la armonia entre estos postulados surge el contrato social 0 acuerdo tacito entre los hombres. Para orientar a los miembros de la comunidad y mantener el equilibrio entre derechos y deberes, aparece el Estado, representado por la institucién del gobierno. El gobierno esta formado por miembros de la comunidad y, por tanto, su VOluntad no es mas fuerte que la de aquéllos que no forman 211 212 parte del gobierno; la funcién del gobierno es la de cumplir la voluntad general del pueblo y esto lo logra a través de la ley civil, que se basa en las costumbres y en la opinion de todos. La ley civil, es, de esa forma, la buena aplicacion de los principios de la Ley Natural. Ahora bien, el contrato social no se cumple cuando los asociados traspasan los limites de sus derechos y no respetan los derechos de los demas; asimismo, se viola la Ley Natural cuando los gobernantes no satisfacen la voluntad de los gobernados y la ley civil no garantiza la libertad, la igualdad y la justicia de que son sujetos todos los hombres. Para atemperar la actuacién de cada asociado en beneficio de los demas, aparece la religion, cuya funcion cae dentro del campo de la moralidad como conciliadora del maniqueismo existente entre el bien y el mal. Por tanto, la religion no se puede convertir en fanatismo. La situacién de Espafia estaba en contradiccién con estos principios que formaban e1 pensamiento de Larra, por lo que el escritor veia la necesidad de decirle la verdad al pueblo, segun él la percibia. Dos son las fuentes principales de expresién: la educacién y la literatura, cuya meta es lograr un cambio hacia el progreso y el mejoramiento de la condicién humana. La expresién que Larra escogié para manifestar el conflicto entre creencia y experiencia es la satira. Luis Lorenzo-Rivero explica muy acertadamente que "a 213 Larra sus articulos le solucionan un conflicto interior, la liberacién, por lo menos en parte, de su angustia y desesperacién originadas por la incompatibilidad de su concepto de lo que debe ser Espafia con la realidad presente.1 _ mum- Si no ocurre el cambio deseado, si no hay progreso —en el cual creia Larra como uno de los resultados de la Ley Natural,- el conflicto se aboca a la busqueda de una solucion interior. La falta de resultados positivos en esa busqueda conlleva una decepcién interna en el escritor, y la mejor expresion literaria de tal decepcién son, al nivel colectivo "El dia de difuntos de 1836," y al nivel individual "La Nochebuena de 1836." El presente capitulo esta dedicado al analisis de ese contraste larriano entre mundo interior y exterior como fuente del humorismo satirico que caracteriza los articulos de Figaro. Para eso es necesario hacer referencia al estilo, en virtud de que tratandose de la satira, la formalidad esta en funcién, en la mayoria de los casos, de un propésito. En ese sentido, estudiaremos los mas importantes procedimientos literarios usados por Larra en su carrera de escritor satirico, confrontandolos a la luz de una realidad inevitable que trajo como consecuencia la gran decepcién de Que hablébamos en el parrafo anterior. La satira como recurso util 214 El propio Larra expresa el hecho de que la genialidad de la satira, al igual que la de otros géneros literarios, es producto de una situacién socio—politica que envuelve al escritor y lo obliga a manifestar de una forma disfrazada las ideas cuya verdad no puede ser cxpreqada con claridad. En esta idea aparecen dos elementos importantes en la concepcién de la satira como recurso: que hay una situacién real que el escritor observa en el mundo prosaico con la cual no esta de acuerdo, y la situacién ficticia o disfrazada que contribuye a que el satirico exprese su opinion en base a cémo él cree que debe ser esa situacién.2 La manifestacién de su opinion con respecto a una situacién con la que esta en desacuerdo, pone al escritor frente a un problema: la claridad necesaria para decir lo que quiere decir. Segun Larra, el escritor requiere de una profundidad filosofica en sus observaciones y de una ligereza de estilo. Es importante que conozca las diferentes clases sociales y la distincién entre los sentimientos de los miembros de cada una de ellas. Larra define este problema como "la precision en que de decir las cosas claramente y sin rebozo nos pone el adelanto social y la mayor amplitud que en todas partes logra la prensa." (II, 242) Pero la grandeza de ingenio de todo escritor se manifiesta cuandoquiera que éste se encuentra bajo fuertes medidas que le impiden la claridad de expresién. Asi, en su ii 215 articulo "Panorama matritense," dice lo siguiente: Géneros enteros de la literatura han debido a la tirania y a la dificultad de expresar los escritores sus sentimientos francamente una importancia que sin eso rara vez hubieran conseguido. La lucha que se establece entre el poder opresor y el oprimido ofrece a éste ocasiones sin fin de rehuir la ley, y eludirla ingeniosamente; y sobre vencerse tal dificultad, no contribuye poco a dar sumo realce a esas obras el peligro en que de ser perseguido se pone e1 autor una vez adivinado. Pero desde el momento en que no haya idea, por atrevida que sea, que no pueda clara y despejadamente decirse y publicarse; desde el punto en que no haya lucha, que no haya queja, mueren el cuento alusivo, e1 poema satirico , el apologo, la fabula y la alegoria. (II, 242-43) He aqui pues que el satirico tiene una intencién, sustentada ésta sobre una queja en que es preciso decir la verdad para que el publico la conozca. En la obra de Larra esa lucha se da como consecuencia de que el escritor ve con desaliento el grado de decadencia a que ha llegado la sociedad espafiola, caracterizada por una desidia social, politica y moral que se hace necesario extirpar. Por eso, partiendo del hecho de que el objeto del escritor satirico es moral, Larra incluye como parte de la jurisdiccién del satirico "los vicios, las ridiculeces, las preocupaciones locales, hijas de la complicacion de necesidades nuevas que se cruzan en una sociedad." (I, 197) De acuerdo con esto, la satira tiene una utilidad y sirve un propésito. Reconoce Figaro también que se trata de un campo lleno de obstaculos ~"abrojos y espinas,‘ como él dice,— pero esta F 216 convencido de que es el medic para depurar la sociedad: aQuién sino la satira pondra un dique a aquellos vicios y ridiculeces que no son de la inspeccién de la ley? (I, 197) Pero para que esas situaciones sociales se consideren defectos y puedan ser corregidas, es necesario que el satirico sostenga la validez de la existencia de una incompatibilidad entre los criterios y valores morales que él juzga como modelos o patrones y las normas de convivencia humana seguidas per una sociedad determinada en un momento historico determinado. La satira conlleva la critica a una sociedad tomando en cuenta el criterio ideal a través del cual el satirico concibe a esa misma sociedad. En el caso de Larra, el criterio que le sirvio de base para someter a la sociedad de su tiempo al caracter satirico de su pluma fue la concepcion dieciochesca que Figaro tenia del mundo, la cual estaba basada en la Ley Natural, segun hemos visto. La satira de Larra se convierte asi en una forma de exteriorizar la tension entre creencia y experiencia que se le presentaba a Larra. Larra asumié su papel de satirico a toda costa y sin importarle que le llamaran antipatriota. Asi lo manifiesta en su articulo "gQué dice usted? que es otra cosa," en el que Figaro hace una comparacién del estado actual de la cultura espafiola con la sociedad parisina: Si me oyen me han de llamar mal espafiol, porque 217 digo los abusos para que se corrijan, y porque deseo que llegue mi patria al grado de esplendor que cito. Aqui creen que solo ama a su patria aquel que con vergonzoso silencio, o adulando a la ignorancia popular, contribuye a la perpetuacién del mal. (I, 224) Estas objeciones no medraron la intencién satirica de Larra quien, desde los dias de El Duende Satirico del Dia, dejaba constancia expresa de su patriotismo, y de que precisamente porque le importaba el progreso de Espafia era que criticaba el atraso en que ésta se encontraba. "Amo demasiado a mi patria, decia en el articulo "El café," para ver con indiferencia el estado de atraso en que se halla." (I, 13) Posteriormente, en el numero inicial de El_£gbregitg Béhlgfig; Larra acepta el epiteto "satirico" y explica que su satira "no sera nunca personal, al paso que consideramos 13 satira de los vicios, de las ridiculeces y de 133 003331 util, necesaria, y sobre todo muy divertida," (I! 71) palabras que corroboran que su satira tiene una utilidad y un proposito. Para lograr ese propésito, el escritor mantiene una cierta distancia entre él y la sociedad que satiriza, con el objetivo de presentar imparcialmente todos esos defectos que pretende mostrar. Esto lo reconoce Larra en su articulo "De , . , . n a de excusar la satira y de los satiricos, en el cual trat . , ' irico la condicién de aparente misantropia del escritor sat sobre la base de que el mismo esta rodeado de cualidades 218 generosas. Sefiala Larra que el escritor busca en lo mas hondo del caracter humano y social, sin dejarse engafiar por las apariencias, sin quedarse en la superficie, y explica que se requiere, ademas que: Las circunstancias personales lo hayan colocado constantemente en una posicién aislada e independiente; porque de otra suerte, y desde el momento en que se interese mas en unas cosas que en otras, dificilmente podra ser observador discreto y juez imparcial de todas ellas. (II, 161) El satirico no sélo observa la sociedad a que pertenece desde un punto de vista objetivo, sino que esta en condicién de comprender esa sociedad dentro de su momento historico. Se trata de una dura obligacién, tal como lo ve Larra en su apologia de los satiricos en el pérrafo final del articulo en cuestién, porque dentro de su tarea, conviene que el satirico evite todo asunto personal y se dedique unicamente a aquellos de interés general con el fin de perfeccionar al hombre y a su sociedad. Desde ese punto de vista, la satira se constituye en una critica constructiva, dado que tiene por objeto el mejoramiento social, 0, como lo expresa Larra: Somos satiricos, porque queremos criticar abusos, porque quisiéramos contribuir con nuestras débiles fuerzas a la perfeccién posible de la sociedad a que tenemos la honra de pertenecer. (II, 164) Con esta idea en mente, y sobre la base de la busqueda de la perfectibilidad social, cuya base es la Ley Natural, 219 el aspecto de los valores universales juega un papel importante en los satiricos quienes, segun Larra, saben como expresar sus opiniones, conocen el "arte de decir," con la finalidad de dar al lector la verdad desnuda y con tal claridad que no quede duda alguna de ella. Esto equivale a aceptar que las formalidades técnicas y de estilo son también de gran importancia para la satira. Sobre este particular, Luis Lorenzo-Rivero manifiesta que "aunque pudiera parecer lo contrario, la satira realmente se basa en normas. El escritor satirico adopta una norma social, sin fijarse en la cuestion de moralidad, pues su objeto son las practicas, los usos sociales, y no la ética. La mejor satira es la que asume valores universales, como la de Larra.3 El satirico, en ese sentido, toma cuidado de no caer en el error de hacer mencién personal alguna debido a que 10 personal no pertenece al campo de la satira como lo detalla Larra en el siguiente comentario: Pero en el siglo de la buena educacion, necesita mas que nunca la satira del apoyo de la verdad y de la utilidad; concedamosle causticidad, si se quiere, cuando le sea mas facil ensefiarnos una verdad util, poniendo en ridiculo el error; pero si las personas no son nada para la sociedad, si solo sus acciones publicas, si solo sus sistemas y sus yerros politicos pueden rozarse con el interés general, quitémosle a la satira toda alusién privada, arrebatémosle la ponzofia que la degrada y la vuelve venenosa, y la unica posibilidad que ella tiene de ser mas perjudicial que provechosa. (II, 163) 220 El articulo que comentamos, "De la satira y de los satiricos,‘ constituye una especie de relacion apologética en la que Larra, como buen satirico, atribuye a los males sociales la causa de su critica. Sin embargo, la verdadera razén esta en la tensién entre su ideal de sociedad basado en los postulados de la Ley Natural y la realidad social de Espana, ya que Larra hermana "pronto e1 dolor de vivir en aquellas circunstancias con el dolor de pensar: ‘Bien presumira el lector que al hacer estas metafisiocas indagaciones, algun pesar muy grande debia afligirme, pues nunca esta el hombre mas filosofo que en sus malos ratos: el que no tiene fortuna se encasqueta su filosofia, como un falto de pelo su bisofié;' (I, 143). Esta queja de ‘El mundo todo es mascaras’ es el grito doloroso del ansia de que su realidad fuera mas halagfiefia. Su objeto era muy similar a1 que habia motivado en Inglaterra a Addison, la denuncia de la situacién caduca de la vida de su pais."4 El escritor, al enfrentar a Espana, 10 hace desde todo punto de vista: social, politico, cultural, econémico. Desea un cambio, que se trueque la Espafia envejecida por una Espafia mas moderna, mas a tono con el progreso. Se queja tanto de los aspectos materiales de la sociedad espafiola como de la actitud del espanol ante los problemas de la patria, sus rancias creencias, su tradicionalismo, su mal entendido orgullo nacional; lucha contra la opresién, la 221 falta de libertad, el abuso del poder y todos los males del gobierno en la medida en que éste no garantiza el orden y la seguridad nacional y viola, por tanto, los preceptos de la Ley Natural en que Larra creia. El arma que Larra utiliza para llevar a cabo este ataque es el articulo, llamese éste de costumbres, politico 0 de critica literaria. En el fondo, la satira es el eje que domina el tema central de los mismos, una satira a la usanza de la tradicion clasica y que sigue la leccion del siglo XVIII.5 Cada articulo de Larra esta inspirado por una situacion que le permite a Figaro expresar su opinion, de manera tal que nos advierte en los primeros parrafos de "El casarse pronto y mal" que su intencion es la de producir "articulos de todas clases, sin otra sujecién que la de ponernos siempre de parte de lo que nos parezca verdad y razén, segun la influencia del momento en que escribamos." (I, 108). Tratandose de que el objetivo inmediato de su satira no es la creacion literaria propiamente dicha, sino la de contribuir con sus articulos a1 mejoramiento de los males sociales, Larra, segfin percibe su responsabilidad ideolégica, establece desde un principio que tomara el material para sus articulos de donde fuere necesario. La utilidad de la satira asi lo amerita. En "Dos palabras," lo expresa claramente: Cuando no se le ocurra a nuestra pobre 222 imaginacién nada que nos parezca suficiente o satisfactorio, declaramos francamente que robaremos donde podamos nuestros materiales, publicandolos integros o mutilados, traducidos, arreglados o refundidos, citando la fuente, o apropiandonoslos descaradamente, porque como pobres habladores hablamos lo nuestro y lo ajeno, seguros de que al publico lo que le importa en lo que se le da impreso no es el nombre del escritor, sino la calidad del escrito. (I, 71) El articulo es el medic que le ayudara a Larra a plantear problemas comunes a todos los hombres, problemas de validez universal, y al mismo tiempo, llegar a las masas a través de un medic accesible. Ahora bien, la mayor dificultad con que se encuentra el escritor satirico es que, pretendiendo criticar caracteres, los propios criticados vean en esos caracteres a individuos. Larra es consciente de este problema y lo plantea en "La polémica literaria," en el que reconoce que el oficio al que se dedica es un oficio picaro. ya que de una u otra manera, el satirico queda mal con su publico. Se pregunta Larra si "aconsistira esto [la actitud del publico de ver individuos donde hay tipos o caracteres] en que los criticados que se reconocen en el cuadro de costumbres, se apresuran a echar el muerto al vecino para descartarse de la parte que a ellos les toca?" (I, 264) Corrobora esta idea aquella de que cada uno quiere ser siempre la excepcién, nunca se siente aludido, aunque por 10 general esta de acuerdo con lo que critica el escritor. Los criticados Ven en los demas, los defectos que se critican, 223 nunca en si mismos, y si por casualidad se dan cuenta de esto ultimo, no ven la necesidad de corregirse, apara qué?, que se corrijan los demas. Este comportamiento lo satiriza Larra en el articulo "Robos decentes," de la siguiente forma: Piensan estos buenos batuecos que se corrigen aqui las cosas con decirlas ni de ninguna otra manera. zPais incorregible! Los mas no lo leen. Los menos se contentan con exclamar: "iEs verdad! iTiene razén! iEs mucho Bachiller! A nadie deja en paz.“ Pero genmendarse? "Que se enmienden los demas, que yo no soy mas que uno." Todos quieren ser esta excepcién. iBien haya la impenitencia! (I, 121) El satirico conoce a su publico y sobre esta base Larra se permite desarrollar su obra. En el articulo "aQuién es el publico y dénde se encuentra?" Larra llama a su publico "ilustrado, indulgente, imparcial, respetable." (I, 73) Pero, para nuestro autor, el publico no es mas que un pretexto para que cada quien logre sus fines e intereses particulares. En la siguiente descripcién que del publico nos hace Larra, se deja ver toda una serie de valores negativos. Estos valores son atribuibles a la sociedad por cuanto que la misma es la suma de todos sus asociados. Consecuentemente, los valores negativos se pueden ver en cada una de las clases sociales, en el hombre como unidad social individual, en fin, en el espanol como prototipo censurado por Figaro en sus articulos. He aqui tal descripcién: 1____‘ 224 Que no existe un publico unico, invariable, juez imparcial, como se pretende; que cada clase de la sociedad tiene su publico particular, de cuyos rasgos y caracteres diversos y aun heterogéneos se compone la fisonomia monstruosa del que llamamos publico; que éste es caprichoso, y casi siempre tan injusto y parcial como la mayor parte de los hombres que le componen; que es intolerante al mismo tiempo que sufrido, y / rutinero al mismo tiempo que novelero; que prefiere sin razon y que se decide sin motivo fundado; que es maligno y mal pensado, y se recrea con la mordacidad; que por 10 regular siente en masa; que suele ser su favorita la mediania intrigante y charlatana; que olvida con facilidad e ingratitud los servicios mas importantes, y premia con usura a quien le lisonjea y le engafia. (I, 76—77) Conociendo a su publico, el escritor se permite desarrollar una serie de técnicas de estilo que le permitiran divulgar sus ideas de manera tal que detras de la satira se encuentra siempre una critica al abandono en que el hombre, y por ende la sociedad, tiene los valores morales. En esa critica esta la utilidad de la satira. Un analisis de las técnicas principales nos ayudara a conocer mejor la expresién satirica de Larra. Egpresién estilistica de la satira Entre las técnicas que Larra utiliza para lograr su Propésito satirico, merece la pena mencionarse el humor y la ironia, la parodia, la exageracién, lo grotesco y la caricatura;8 en el manejo de ellas consiste la genialidad de la obra de Larra, cuya imaginacién busca incesantemente los contrastes de la vida inspirandose en la realidad del hombre 225 en sus distintos estados.7 Es a través de la realidad observable que Larra se convierte en satirico social, atacando directamente lo que él consideraba que estaba mal en la sociedad, teniendo siempre presente sus patrones ideales de valores sociales que se deducen de su concepcion de la Ley Natural. Muestra su humorismo a través de la caracterizacion individual de un personaje 0 de la descripcion de una situacién embellecida por un toque filosofico,8 que hace entrever en los articulos un sentido didactico; no importa cual sea el enfoque dado a la realidad social, Larra muestra la sociedad como un todo, entremezclando, ya sea directa o indirectamente, a todos sus componentes, e1 escritor y los lectores, los individuos y las instituciones politicas, de manera que del texto se pueden deducir ciertos criterios que son evidentes a través de los ejemplos. Larra toma casos diarios de la escena espafiola como lo es el de "Vuelva usted mafiana," que satiriza la pereza que a través de cuadros caracteriza al pueblo espanol y, cotidianos que se repiten presenta la irresponsabilidad de funcionarios gubernamentales y la pérdida de tiempo a que estén acostumbrados sus conciudadanos. La nota moralizante esta dada al principio del articulo en la frase "gran persona debio de ser el primero que llamé pecado mortal a la pereza." (I, 134) . , a La frase anterior es un eJemplo concreto de como l 226 satira es la expresién larriana del conflicto entre creencia y experiencia. Uno de los preceptos que resultan de la Ley Natural es el de que el hombre debe actuar sin perjudicar a los demas. La pereza del funcionario gubernamental de hecho perjudica a otros miembros de la comunidad cuyos derechos se ven menoscabados. La situacion conflictiva esta dada. Larra inicia su articulo con una nota en la que sostiene lo que para él es una verdad, y luego contrapone esta verdad con la realidad, es decir, la falta de diligencia del funcionario. El humor satirico en el articulo esta determinado por una serie de situaciones a las que se enfrentan el escritor— personaje y un extranjero que llega a Espafia con la intencion de arregalr ciertos negocios y visitar Madrid en quince dias. Cuando el extranjero explica su plan, el escritor sojuzgadamente le informa: "Sabed que no estais en Vuestro pais, activo y trabajador." (I, 135) A partir de este momento, Larra nos conduce, paso por paso a través de la burocracia estatal, terminando cada jornada diaria con la frase "vuelva usted mafiana." Esto hace que el lector se interese en conocer el desenlace de las diligencias que lleva a cabo el senor Sans-délai, que asi se llama el extranjero, las cuales, irénicamente, terminan con una respuesta gubernamental negativa: Por ultimo, después de cerca de medio afio de subir y bajar, y estar a la firma 0 al informe, 0 a la aprobacién, 0 al despacho, o debaJo de la mesa, y de volver siempre mafiana, salio con una notita al margen que deCia: 227 "A pesar de la justicia y utilidad del plan del exponente, negado." (I, 137) Con la critica de Larra, se ataca no 3610 la pereza fisica y mental del espanol, sino el grado de atraso en que éste se encuentra y lo dificil que es lograr un cambio que mejore la situacién. El humor un tanto amargo del articulo desaparece para dar paso a las reflexiones, que son el verdadero motivo que da origen a cada articulo de Larra. En el siguiente fragmento dialogado entre el escritor y un funcionario gubernamental, escuchamos: —Seria lastima que se acabara el modo de hacer mal las cosas. ¢Con que, porque siempre se han hecho las cosas del modo peor posible, sera preciso tener consideraciones con los . . perturbadores del mal? Antes se debiera mirar 81 podrian perjudicar los antiguos al moderno. —Asi esta establecido; asi se ha hecho hasta aqui; asi lo seguiremos haciendo. . —Por esta razén deberian darle a usted papilla todavia como cuando nacio. (I, 137) El tradicionalismo fanatico se opone a la idea de Progreso y mejoramiento que permanecia en el pensamiento de Larra por su creencia en la Ley Natural. Esta situacion y el hecho de contraponer a un personaje extranjero con deseos de invertir en Espana, frente a espafioles ineptos, le ofrece a Larra la oportunidad de mostrar una vez mas el atraso espanol, esta vez a la luz de Europa. También presenta la ignorancia y la mediocre mentalidad de un pueblo que ha , . .. " or ullo llegado a ser la ultima n801on a causa de su loco g - - ocer de no saber nada, de quererlo adiv1nar todo y no recon 228 maestros." (I, 136) Larra termina el articulo con la expresién "say de aquel mafiana que no ha de llegar jamas!," (I, 139) y esto viene a complementar la idea original expuesta al principio del articulo de que la pereza ha cerrado las puertas del cielo a mas de un cristiano. Figaro plantea e1 simil de la siguiente manera: asi como el alma del cristiano perezoso esta llamada a no gozar de los bienes celestiales, asi la pereza social espafiola le niega a esta nacién toda posibilidad de progreso. El humor critico de Larra llega no 5610 a situaciones generalizadas, sino que se dedica también a tipos, profesiones, descripciones fisicas de diferentes aspectos de la ciudad, que de una u otra manera se hacen despreciables a los ojos de Figaro. En "Las casas nuevas" después de hacer una relacién sobre su propia vida cambiante, Larra nos introduce en una animada historia de un amigo a quien se le antojo mudarse a una casa de las nuevas que se construyen en Madrid, y que nos son descritas de la siguiente manera: Se sigue en todas el método antiguo de construccién: sala, gabinete y alcoba pegada a cualquiera de estas dos piezas; y siempre en la misma cocina, donde se preparan los manjares, colocado inoportuna y puercamente el sitio mas desaseado de la casa. aNo pudiera darse otra forma de construccion a las casas, de suerte que este sitio quedase separado de la vivienda, como en otros paises lo hemos visto constantemente observado? 5N0 pudiera introducirse el uso de las comodisimas chimeneas para las casas sobre todo mas espaciosas, como se hallan adoptadas en toda Europa? (I, 281) 229 El autor introduce otra vez la comparacién de Espafia con Europa, el atraso de adentro frente al progreso de fuera. Y como si esto fuera poco, afiade la mala cara del casero para describir la actitud de poco me importa que algunos espafioles tenian ante los problemas sociales. "Las casas nuevas" es una critica a esa tendencia espafiola a aferrarse a los valores tradicionales, que constituia una polaridad con el deseo de Larra por una sociedad moderna, innovadora, producto de una nueva mentalidad. La nota humoristica dentro de esta critica satirica esta dada por el parrafo final del articulo, en el que la destreza de la pluma de Larra llega a su maximo grado de ironia, completando asi, el engafio a1 lector por medio de la verdad,9 técnica con que habia iniciado el articulo: Comenzo la mudanza; el sofa no cupo por la escalera; fué preciso izarle por el balcon, y en el camino rompio los cristales del cuarto principal, los tiestos del segundo, y al llegar al tercero, una de sus propias patas, que era precisamente la que habia estorbado; el bufete entro como taco en escopeta, haciendo mas alla la pared a fuerza de rascarle el yeso con las esquinas; la cama de matrimonio tuvo que quedarse en la sala, porque fue imposible meterla en la alcoba; el hermano de mi amigo, que es tan alto como toda la casa, se levanto un chichon, en vez de levantar la cabeza, con el techo, que estaba hombre en medio con el piso. Pero 30h desgracia! mi amigo tiene un suegro sumamente gordo; verdad es que es monstruoso; y es hombre que ha menester dos billetes en la diligencia para viajar; como a éste no se le podia romper pata como el sofa, no hubo forma de meterle en casa. aQué medio en este conflicto? aRefiir con él y separarse porque no cabe en casa? No es decente. aMeterlo por el 230 balcén? No es para todos los dias. ;Santo Dios! zQue no se hagan las casas en el dia para los hombres gordos! En una palabra, desde ayer estan los trastos dentro; mi amigo en la escalera mesandose los cabellos, luchando entre la casa nueva y el amor filial; y el viejo en la calle esperando, o a perder carnes, o a ganar casa. (I, 282) Madrid, como microcosmos de Espana, esta presentado en la obra de Larra con muchos aspectos negativos que son el resultado de un problema social que repercute en toda la nacion. Madrid respresenta en la tension larriana la experiencia que esta en conflicto con su creencia. Uno de esos aspectos empiricos es el de las casas nuevas, cuya comodidad no mejora en comparacion con las antiguas, a pesar de su condicién de recién construidas, ya que Larra observa en las nuevas, los mismos defectos que tenian las antiguas. Todo ello demuestra que la satira humoristica de Larra esta dirigida con una intencién, la de criticar el atraso de la sociedad espafiola, intencién fundada en la creencia de Larra de que Espafia debia alcanzar cierto nivel de civilizacion y progreso para estar al dia con las otras naciones europeas. Un giro en la mentalidad del pueblo era necesario, y para ello Larra se vale de la literatura, de su satira, para ensefiarle al pueblo las verdades en las que el autor creia. La ciudad y sus habitantes se convierten asi, en el marco referencial del drama de Espafia ante la perspectiva de Figaro. Sobre este aspecto, se ha observado que para Larra "la ciudad simboliza el progreso, le representa el anhelo 231 frente a lo indeseable, la barbarie, pero la realidad de Madrid se oponia a su nocion de civilizacion y cultura que deseaba para la sociedad de Espafia de su época."1° El humor y la ironia que encontramos en los articulos de Larra se complementan con el uso de la parodia, otra técnica utilizada por el escritor. El mejor ejemplo de parodia es el articulo "La planta nueva 0 el faccioso," en el que con ejemplaridad desarrolla Larra el recurso de la perspectiva naturalista del que hablabamos en el Capitulo Tres. Este articulo lleva e1 subtitulo de "Articulo de historia natural," parodiando asi los ensayos de historia natural que los reformistas utilitarios del siglo XVIII introducian en las revistas espafiolas.ll La parodia contribuye a la expresion satirica porque a través de aquélla el escritor distorsiona el modelo original parodiado sélo hasta determinado punto, de manera que no se impide el reconocimiento de éste. Muchas veces, Larra hace mencion de una palabra o frase que le da al lector la pista que éste requiere para descubrir la intencion del autor, como es el caso de la palabra "faccioso" que aparece en el titulo del articulo. El propio Larra nos sefiala que "las parodias, como ellas sean de ley, gustan representandose naturalmente, y 8610 de este modo resulta el lado ridiculo, como sucede en retorica con la ironia. Exageradas, no pueden gustar." (I, 232 325) De manera, que la asociacion se hace obvia en muchos casos. En "La planta nueva 0 el faccioso" Larra compara a los carlistas con las plantas y les atribuye las caracteristicas negativas de ciertas especies vegetales. Por medio de este procedimiento, Larra deforma, no 3610 a los carlistas, sino que presenta una realidad objetiva distorsionada, e "implica, desde el principio, como anota Susan Kirkpatrick, que los carlistas a) no tienen los atributos de la razon y conciencia humanas, y que b) son un estorbo parecido a la mala hierba que puede ser controlada con métodos racionales."12 En este comentario critico esta presente el hecho de que para Larra la razon era un aspecto esencial en el hombre, vestigio ideologico de la importancia de la razon en la época de la Ilustracion y en la concepcién de la Ley Natural Dentro de la parodia,13 Larra presta completa seriedad al problema objeto del articulo. Al establecer lo sabia, admirable e incomprensible que resulta la naturaleza en la creacién y agrupacién de los seres vivos, Figaro combina 10 natural, como origen, y 10 social, como resultado del proceso de desarrollo de la civilizacion, dejando ver una vez mas su creencia en la organizacion social como producto de la Ley Natural. La nota de experiencia vivencial de Larra esta dada por la conducta perjudicial del faccioso, mientras que la nota que muestra el ideal de Larra por una Espafia 233 mejor esta determinada per lo que él menciona come remedies e "antidotes" contra esa planta dafiina que se conoce come .1» . "faccioso Gran vigilancia sobre todo, y dondequiera que se vea descollar uno tamafio como un cardillo, arrancarle; hacer ahumadas de pélvora en los puntos de Castilla que los producen tan exquisitos, es providencia especial; no se ha probado a quemarlos come los rastrojes, y aunque éste es remedio mas bien contra brujas, podria no ser inopertuno, y aun tengo para mi que habia de ser mas eficaz contra aquéllos que contra éstas. ? El promover un verdadero amor al pais en todos sus habitantes, abriéndoles los ojos para que vean a los facciosos clares como sen y los distingan, seria el mejor antidote. (I, 306) La satira de Larra se enfoca hacia una direccion: todo lo que no implique progreso y civilizacién. En ese sentido, la incultura, el fanatismo, las practicas barbaras -como los toros- y el rancio tradicionalismo a que se aferra gran parte del pueblo espanol, seran objeto de la pluma de Figaro, quien hace uso de la imaginacion para mostrar toda la confusion de que esta revestido el mundo. Esa confusion as nos revela claramente en el articulo "El mundo todo es mascaras, todo el afio es carnaval," de 4 de marzo de 1833, en el que se nos pinta toda la hipocresia y todos 103 males morales de la sociedad vistos per medio de diferentes caracteres sociales, a los que se les pasa revista dentro del marco alegorico de un baile de mascaras y disfraces en época de carnaval. Al enfrentarse con este articulo, el lector "obtiene la 234 impresién de que el autor esta imitando los movimientos de una danza, danza gretesca que implica vigorosos gestos y contersiones destinados a dar expresion pléstica a profundos sentimientos y preocupaciones, baile circular que se revuelve dentro del erbe de la sociedad espafiola."H Esa circularidad esta reforzada per la presencia, come personaje guia, de Asmodeo, héroe del Diablo Co'uelo, ya que a través de la travesia que inicia Larra, de la mane de Asmodeo, podemos observar que la sociedad es una especie de infierne dantesce en que cada circulo corresponde a un pecado; alli aparecen la lujuria, y la infidelidad, alli la avaricia y el engafio, alli el orgullo y la vanidad. Las costumbres inmerales de la sociedad se ponen de manifiesto a través de una alegoria en que los protagonistas son al mismo tiempo victimas de sus propios pecados. Larra reviste al mundo, léase la sociedad espafiola, de una especie de permanente disfraz que le permite al hombre ocultar las mas bajas de sus pasiones. Como él mismo nos dice: -Ya lo ves; en todas partes hay mascaras todo el afio; aquel mismo amigo que te quiere hacer creer que lo es, la esposa que te dice que te ama, la querida que te repite que te adora, ano te estan embromando toda la vida? aA qué, pues, esa prisa de buscar billetes? Sal a la calle y veras las mascaras de balde." (I, 145) La mascarada también alcanza a la situacion politica como se vie en el Capitulo Cuatro, cuando, basado en el 235 mismo escenarie que le inspire "El munde todo es mascaras," Larra escribio un afio mas tarde, en febrero de 1834, el articulo ”Los tres no son mas que dos, y el que no es nada vale por tres,’ al cual subtitulé "mascarada politica." En él, Figaro insiste en esa falta de autenticidad que existe en la gente: "Voy por la calle, expresa, y se me antojan aun caretas las caras, y disfraces los trajes y uniformes. Oige hablar de cosas nuevas, y, acostumbrado a tanta cosa vieja y a tanta broma, se me figura aun que me siguen embromando." (I, 347) En el articulo en cuestién, Larra se burla de los grupos politicos a través de la critica a su forma de caminar, el color de su ropa, quiénes son sus seguidores y quiénes sus lideres. Cada grupo le echa en cars a su contrarie su hipocresia y el engafio que constituia su credo politico. Asi, los liberales exaltados se manifiestan de la siguiente manera: —Si; vesotros lo que queréis es embaucar al pueblo con vuestros sortilegios, cubrirle los Ojos y taparle la boca para beber su sangre que es engorda; el faveritismo, el absolutismo, el oscurantismo, el fanatismo, el egoismo...esas son Vuestras virtudes... ése es el Carlos V que proclamais; y lo demas es farsa y mascarada. QUitaos esas caretas de ley de Felipe V, que ya es hemos conocido. (I, 349) Per su parte, los carlistas sacan a relucir la falsedad y 10 p000 util para el pueblo de las ideas y practicas liberales: 236 —;Miren!; ay qué seréis vesotros? aQueréis hacer felices a los pueblos? Broma y mas broma. Igualdad, para tener todos derecho a todo, representacienes nacionales para ocupar un puesto en ellas, porque todos hacéis oficio de leer y escribir, y pensais que hablando... y los empleos, en fin, que por tantos afios tuvimos nosotros, y las rentas que nos cememos y..." (I, 349) L0 satirico de toda esta mascarada es que los hombres estan en constante desacuerdo, y en vez de resolver las discrepancias entre unos y otros para el beneficio de todos, se echan en cara los defectos. Otre aspecto criticado por Larra es la falta de decision del gobierno cuya funcion es guiar al pueblo. Esta critica la plantea Larra presentandonos en el centro, indeciso y oscilante15 la figura del jefe del gobierno (Martinez de la Rosa), como mediador que trata de conciliar pero a1 mismo tiempo engafiar a unos y a otros. Toda la actitud politica es una trampa tendida en la que, por donde se mire, el pueblo es la victima, cuando, de acuerdo con la creencia de Larra en la Ley Natural, en el pueblo reside la voluntad y es éste el que decide. Les pensamientos de Larra en los dos articulos antes comentados, entran en conflicto una vez que él observa que ambos pelos de la maquinaria social estan deteriorados: per una parte, unas instituciones politicas a merced de una constante guerra interna de partidos; y por la otra, un pueblo esclavo per sus costumbres. 237 Todos los aspectos sociales que Larra sometio a la presién de sus escritos estan satirizados a la luz de una cosmovisién precisa, de un ideal de sociedad, y para lograr su proposito, Larra se vale, ademas, de la caricatura y de lo grotesco, siendo este ultimo, "uno de los mejores modes con que Larra expreso su tormente ante el enorme drama existente entre la Espafia sofiada y la de todos los dias. Ambos [la caricatura y lo grotesco] le permitieron dramatizar mejor la causa de la libertad y progreso del pueblo frente a les abusos de los poderosos."16 A través de este recurso, Larra plantea no 3610 los conflictos surgidos en la vida politica espafiola, sino también lo desagradable de las costumbres de un pueblo sumido en el atraso, amigo de la violencia y la barbarie. De esa manera, en uno de sus primeros articulos, publicados en vida de El Duende Satirico del Dia, titulado "Corrida de Toros," Larra deja constancia del lado negativo que siempre le critice a la sociedad madrilefia la cual se desvive porque llegue el lunes para asistir a la funcion de los toros. El punto controversial esta sefialado por el siguiente parrafo en el que Larra yuxtapone elementos que a simple vista parecieran incompatiblesl7: Hasta la sencilla virgen, que se asusta si ve la sangre que hizo brotar ayer la aguja de su dedo delicado; que se desmaya si oye las estrepitosas veces de una pendencia; que empalidece al ver correr a un insignificante ratén, tan timido come ella, 0 al mirar una inocente arafia, que en su tela laboriosa de nada 238 se acuerda menos que de hacerla dafio; la tierna casada, que en todo ve sensibilidad, se esmeran en buscar los medics de asistir al circo, donde no 3610 no se alteran ni de oir aquel lenguaje tan efensivo, que debieran ignorar eternamente, y que escuchan con tan poco rubor como los hombres que le emplean, ni se desmayan al ver vaciarse las tripas de un cuadrupedo noble, que se las pisa y desgarra, sino que salen disgustadas si diez o doce caballos no han hecho patente a sus ojos la maravillosa estructura interior del animal, y si algun temerarie no ha vengado con su sangre, derramada per la arena, la razon y la humanidad ofendidas. (I, 29) El panorama nada placentero que Larra ofrece al lector en el texto antes transcrito, halla su corolario en unas palabras atribuidas a Jovellanos18 y que Larra se permite copiar al final del articulo que comentamos, las cuales pertenecen a un panfleto que vie la luz a finales del siglo XVIII que se titula Pan y toros. He aqui el texto que ‘ enfatiza aun mas ese caracter grotesco de la descripcién larriana: Venga a los toros el chino, y aprendera a decir muche en pocas palabras de la perspicacia de los espafioles; venga todo el mundo a unas fiestas en que, come dice Jovellanos, el crude maje hace alarde de la insolencia; donde el sucio chispere prefiere palabras mas indecentes que él mismo; donde la desgarrada manela hace gala de la impudencia; donde la continua griteria aturde la cabeza mas bien organizada; donde la apretura, los empujones, el calor, el polvo y el asiento incomodan hasta sefocar, y donde se esparcen por el infestado viento los suaves aromas del tabaco, el vino y los orines. (I, 30) José Escobar, quien ha llevado a cabo un excelente analisis sobre la incursion del texto antes citado en el 239 articulo de Larra, sefiala que a este respecto, nuestro autor se coloca directamente en la linea que asumieron los reformadores dieciochescos, a quienes Escobar llama "los maestros del Duende," y quienes veian la influencia nociva de las corridas de toros en relacion con la utilidad publica y con la moral social.19 Este hace que el articulo que comentamos se situe en la cadena de la satira politica que venia del siglo XVIII, ("Pan y toros" era un panfleto politice), y coloca a Larra en la tradicién de la Ley Natural ya que aboga por el bien que debe perseguir la comunidad social. Ante la pereza burecratica de les funcionarios gubernamentales de "Vuelva usted mafiana" y otros aspectos de la sociedad espafiola que no contribuian al mejoramiente de la misma, Larra observa con disgusto que las masas se vuelcan en una animosidad violenta al espectaculo nada civilizado de los toros. Esta actitud agria hacia la conducta inculta de los espafioles se manifiesta también en su articulo "La fonda Q nueva,’ en el que el aspecto grotesco se utiliza para criticar la falta de higiene y limpieza que es caracteristica de ciertos establecimientos de expendio de comidas del Madrid de la época. Larra comienza el articulo haciendo una relacién de la falta de diversiones y comodidades dentro de lo que él llama "el monotone y sepulcral silencio de nuestra existencia espafiela," (I, 269) 240 y presentando a un personaje colectivo casi animalizado, en lo que respecta a las clases baja y media, e indiferente y extranjerizado en lo tocante a la clase alta. Se distingue, entre todos la unica diversion propiamente dicha de que goza el pueblo: los toros: "un dia solo en la semana, y eso no todo el afie, se divierten mis compatriotas: el lunes, y no necesito decir en qué." (I, 269). Las clases baja y alta estan claramente delimitadas en la mente del autor, mientras que la clase media es una masa amorfa que se confunde, bien con la alta, bien con la baja. Veamos lo que Larra nos dice sobre la actitud de las clases baja y alta en cuanto a sus diversiones: Nada mas cierto, sin embargo, que este tristisime cuadro de nuestras costumbres. Para el pueblo bajo, el dia mas alegre del afio reducese su diversién a clazarse las castafiuelas (digo calzarse porque en ciertas gentes las manos parecen pies), y agitarse violentamente en medio de la calle, en corro, al desapacible son de la agria voz y del desigual pandero. Por la noche, hay un poco de teatro, y tiene un elegante e1 desahogo inocente de venir a silbar un rate la mala voz del bufo caricato, o a aplaudir la linda cara de la alta prima dona; pero ni se proporciona tampoco todos los dias, ni se divierte en este sino un muy reducido numero de personas, las cuales, entre paréntesis, son siempre las mismas, y forman un pueblo chico de costumbres extranjeras, embutido dentro de otro grande de costumbres patrias, como un cucurucho menor metido en un cucurucho mayor. (I, 269-70) A través de las imagenes utilizadas por Larra, la de las manos que parecen pies y la de un pueblo embutido dentro de otro, en las que se cumple una vulgarizacion del tipo que rebaja intencionadamente la dignidad de una persona, la 241 intencién de Larra es mostrarle al pueblo sus malas costumbres para que éste las cambie. Con el cambio de costumbres y de opinion, los hombres estaran en mejor condicion de ejercer sus derechos y el gobierno no podra abusar del pueblo. En esa intencien esta la creencia en la Ley Natural, cuya expresien larriana se formaliza en la satira, presentando estos grotescos cuadros. En el caso de la clase media, aquella que celebra los acontecimientos importantes de su vida en la fonda, Larra se detiene aun mas en sus maneras ridiculas y en las actitudes sociales que demuestran falta de educacién y de urbanidad. Desde este punto de vista, el autor no deja ninguna duda de la pobreza espiritual que él ve en el pueblo espanol, per quien los atributos morales son menospreciados: No deja de ofrecer un cuadro divertido para el observador oscuro el aspecto de una fonda. Si a su entrada hay ya una familia en los postres, aqué efecto le hace al que entra frio y serene el ruido y la algazara de aquella gente toda alboretada porque ha comido? zQué miserable es el hombre! gDe qué se rien tanto? éHan dicho alguna gracia? No, sefior; se rien de que han comido, y la parte fisica del hombre triunfa de la moral, de la sublime, que no debiera estar tan alegre 3610 per haber comido. {Apartemos la vista y tapemos los oidos per no ver, por no oir! (I, 271) En el comentario de Larra hay un reconocimiento implicito de la falta de valores que caracterizaba al hombre de la clase media. Y la importancia de los valores descansa en el hecho de que ellos le sirven al hombre para respetar 242 el derecho de los demas. En la medida en que este suceda, se cumple el pacto social, en la medida en que fracase, el hombre se vuelve esclavo de sus costumbres y queda a merced de otros mas poderoses que se aprovechan de la situacion. Este ultimo es el caso del gobierno. Pero volviendo a la pintura grotesca del mundo, la vemos representada por la descripcién de la fonda misma come podemos concluir de las siguientes palabras textuales, objeto de la perspicaz vista de Figaro: -aQuiere usted que le diga yo lo que nos daran en cualquier fonda adonde vayamos? Mire usted: nos daran en primer lugar mantel y servilletas puercas, vases puercos, plates puercos y mozos puerces: sacaran las cucharas del bolsillo, donde estan con las puntas de los cigarros; nos daran luego una sopa que llaman de yerbas, y que no podria acertar a tener nombre mas alusivo; una polla que dejaron otros ayer, y unos postres que nos dejaremos nosotros para mafiana. (I, 270—71) Frente a la pepularidad de las fendas, Larra protesta per la falta de prosperidad en el caso de algunos establecimientos que imitan a les extranjeros. Es el caso particular de los jardines publices, que son el tema de un articulo de igual nombre, en el que Larra hace mencien de que las costumbres civilizadas pueden conducir a la ansiada libertad del hombre. Sin cambiar su modo de pensar y de Vivir, el espafiel no sera un pueblo libre; su oscuro caracter sole cambiara en la medida en que se olviden las antiguas costumbres y se adopten nuevas modalidades mas acordes con la civilizacién y el progreso que se ve 243 sobretodo en etras naciones de Europa. Esta creencia de Larra pone de manifiesto lo importante que para él eran las costumbres; de ellas dependia que el pueblo pudiera ejercer sus derechos. Si no se cambiaban las costumbres, de nada servia toda expresion de libertad, de igualdad y de justicia. En las costumbres esta la raiz del problema. En el texto que transcribimos a centinuacion, Larra hace una sutil distincien entre la libertad natural de un pueblo, la que él llama verdadera, adquirida de hecho, y aquella que éste adquiere de derecho, la cual es una consecuencia de la primera. En el case de Espana, la situacién esta invertida, porque a les ojos de Figaro el pueblo espanol, lograra primero la libertad de derecho, la que se establece a través del gobierno y de las instituciones politicas, que la propia libertad que le proporcionan sus costumbres. Este es el mensaje de Larra: Solamente el tiempo, las instituciones, el olvido completo de nuestras costumbres antiguas, pueden variar nuestro oscuro caracter. iQué tiene éste de particular en un pais en que le ha formado tal una larga sucesién de siglos en que se creia que el hombre vivia para hacer penitencia! iQué después de tantos afios de gobierno inquisitorial! Después de tan larga esclavitud es dificil ser libre. Deseamos serlo, lo repetimos a cada memento; sin embargo, lo seremos de derecho muche tiempo antes de que reine en nuestras costumbres, en nuestras ideas, en nuestro modo de ver y de vivir la verdadera libertad. Y las costumbres no se varian en un dia, desgraciadamente, ni con un decreto, y mas desgraciadamente aun, un pueblo no es verdaderamente libre mientras que la libertad no esta arraigada en sus costumbres e identificada con ellas. (I, 412) 244 He alli el por qué en Larra se produce esa constante critica a las costumbres que demostraban el atraso del pueblo. Larra pretende decirle a los espafioles que a través de costumbres modernas, como la de los jardines publices, se pueden lograr muchas mejoras sociales, ya que las mismas "pueden tener tanta influencia en la mayor civilizacién y sociabilidad del pais," (I, 413) convirtiendo a Madrid, y por ende Espana, en un mundo culto. La satira fue su espada, con la que mejor defendié su creencia y sus ideales puestos siempre en la Espana sofiada, muy distinta de la Espafia de su experiencia vivencial. Con la técnica del grotesco Larra pretesto no 3610 de las costumbres, sino que también caricaturizé tipos sociales, come 10 hace en "Las antiguedades de Mérida," articulo cuyo titulo le permite a Larra meditar y reflexionar sobre el grandiose pasado histérico espanol, dentro de un memento espiritual de contemplacion de la grandeza humana, frente a la tosquedad e ignorancia de los habitantes de Mérida, que en este case no es mas que un ejemplo que le brinda etra oportunidad al escritor para plantearse el problema del atraso espanol. Al describirnos a su guia, o su "Cicerone," come él lo llama, nos 10 pinta de tal manera que el pobre hombre es una ruina mas, come se observa en el texto siguiente: Sus piernas se plegaban en arco; sus brazos pendian también come dos arcos laterales cuyo pie hubiesen carcomido dos ramales de un rie, que 245 hubiesen lamido por muchos afios los cestados del hombre. La cara, semejante a una moneda largo tiempo enterrada, y tomada a trechos del orin y de la tierra, sus facciones era parecian letras en estilo lapidario, era semejaban un rostro humane maltratado per la intemperie o la incuria de sus guardianes. Sus dientes eran almenades, y la posicion del cuerpo todo, fuera al parecer del centre de gravedad, le hacia parecer una pared que comienza a cuartearse, cuyas grietas hubiesen sido la boca y los ojos. (II, 90) Los elementos comparativos utilizados por Larra para describir a este ser humane, hacen referencia al tema central del articulo: las antigfiedades, pero la intencién es clara y ya la ha sefialado Luis Lorenzo—Rivero antes: Larra "ha dotade a este ser humane de caracteristicas no humanas con el fin de exteriorizar su satira social contra todo el atraso espanol. Muestra fisicamente que el pueblo espanol vivia per completo en el remote pasado, incluso su apariencia fisica simboliza el estancamiento social y la ruina de un pasado mas glorioso. El ataque del satirico no esta dirigido contra el hombre del pueblo, contra el ser humilde que era la victima de los poderoses. Indirectamente es una satira atroz contra los gobernantes, tanto del memento come sus predecesores que eran los verdaderos culpables de esa congojosa situacion."2° Pero la pluma mordaz de Larra no se queda alli, se dirige también contra la propia figura de los gobernantes, representados en la persona de "El ministerial." personaje a quien Larra clasifica dentro del reine mineral, usando la metafora para criticar el oportunismo y el interés 246 individual que caracteriza a los hombres de gobierno, quienes en vez de servir al pueblo de acuerdo con la funcion publica que les corresponde, sirven a sus propios intereses, sacrificando al conglomerado social que consecuentemente se arruina come 10 esta el "Cicerone" de "Las antiguedades de Mérida." He aqui la descripcién cosificada que Larra nos hace .n . del ministerial, a quien califica de "artefacto El ministerial podra no ser hombre, pero se le parece muche, per de fuera sobre todo. Per supuesto, no es planta, porque no se cria ni se cege; mas bien perteneceria al reine mineral, lo uno porque el ministerialismo tiene algo de mina, y lo otro porque se forma y crece por superposicion de capas; lo que son las diversas capas superpuestas en el reine mineral, son los empleos aglomerados en él: a fuerza de capas medra un mineral; a fuerza de empleos crece un ministerial. (I, 438) Ante la presencia de una situacion desesperanzada para su Espana, en todo ambite, Larra empieza a perder fe en las instituciones politicas, o mas bien, en los hombres que las manejan, debido a las actitudes deshonestas de éstos, su satira empieza a tomar conternos filoséficos y el escritor comienza a detenerse en la diferencia del caracter de los hombres, la fortaleza de unes frente a la debilidad de otros, incapaz, como se sentia, de llevar adelante con éxito la reforma social tan deseada. Dentro de esa linea, en "Las circunstancias" establece come punto central el hecho de que les hombres teman come 247 excusa de sus errores y disculpa de sus opiniones a las circunstancias que les rodean en un memento determinado. Partiendo de esa base, Figaro elabora una satira contra toda la corrupcion del estamente gubernamental y atribuye su propia desgracia al hecho de desconocer cuales son las verdaderas circunstancias, es decir, aquellas que le son propicias al hombre. Clare esta que todo este esta planteado con toda la ironia del case, porque esas circunstancias no son mas que: faveritismo, mentira, calumnia, las cuales son, ante la verdadera opinion de Larra, atrocidades sociales. La maxima moralista viene sostenida sobre la idea de que "las circunstancias hacen a los hombres habiles lo que ellos quieren ser, y pueden con los hombres débiles; los hombres fuertes las hacen a su placer, o tomandolas come vienen sabenlas convertir en su proveche. Casi siempre el talento es todo." (I, 323) Demuestra esta cita que Larra se daba cuenta de la deshonestidad humana lo cual impedia que se legrase el estado de perfectibilidad del hombre que se obtiene a través del buen funcionamiento del pacto social A pesar de la ambiguedad que reina a través de todo el articulo, especialmente hacia el final del mismo, se observan dos aspectos importantes en él. Primero, lo que Susan Kirkpatrick ha explicado de la siguiente manera: "las circunstancias historicas y una sociedad corrompida tienden, en realidad, a convertir en victimas al inocente 0 al 248 virtuoso, pero per etra parte, resulta demasiado facil culpar, a fuerzas exteriores, de les propios fracasos, ya que los que poseen verdadero talento pueden hacer que las circunstancias les ayuden."21 En segundo lugar, el articulo es uno de los pilares iniciales de los planteamientos de Larra sobre la aristocracia del talento y de la virtud come base de la vida moral del hombre, idea que seria retomada posteriormente en el parrafo introductorie del articulo "Cuasi." Para Larra, el hombre debe ser henesto consigo mismo y con la sociedad, por eso admiraba a los hombres que: Dan su nombre a su siglo, hombres privilegiados que nacen y ven ya al nacer que, calculada la fuerza de cuanto los rodea, y la suya propia, saben hacer a la primera tributaria de la segunda; que se constituyen maniveles de la gran maquina en que les demas no saben ser mas que ruedas. Dan el impulso y su siglo ebedece. Hombres fascinadores, come la serpiente, que hacen entrar cuanto miran en la periferia de su atmésfera; hombres reverberos, cuya luz se proyecta teda al exterior sobre los demas objetos y les da vida y color. Son los grandes mojones que el Criador coloca a trechos en la Creacién para recordarla su origen; por ellos se ha dicho sin duda que Dies ha hecho el hombre a su semejanza. (II, 120) Su creencia en la Ley Natural y sus preceptos le hacia ver a Larra la necesidad de que el hombre, que nace justo, libre e igual, aplicara estos principios en reciprocidad con los demas hombres y en la buena aplicacion de los principios se encontraba la honestidad del ser humane. En oposicién a ese, Larra detestaba la mediania, la mediocridad de una 249 época en que hacia falta hombres que pudieran conducir a Espafia por el camino del bienestar, época que estaba llena de palabras, no de hechos, de intrigas politicas, no de soluciones, de viejos politicos aprovechadores, no de gobernantes; por eso, come hemos visto antes, la juventud estaba llamada a manifestarse, esa juventud a la que se sentia adscrite Larra. Pero las circunstancias, a las que tantas veces se refirié, le fueron adversas, y el golpe militar de la Granja en agosto de 1836 anulo el proceso electoral en el que Larra habia obtenido un escafio come diputado per Avila. Carlos Seco Serrano se ha planteado la siguiente pregunta: "aQué programa hubiera llevado Larra a las Cortes?,' a lo que él mismo se responde que "como en 1832, como en 1835, el programa politico de Larra podria resumirse, en 1836, en una sola exigencia: autenticidad."22 0, como el propio Larra lo proclamara en su Prologo a la edicion castellana de El dogma de les hombres libres de M.F. Lamennais: Libertad de conciencia; libertad civil; igualdad completa ante la ley, e igualdad que abra la puerta a les cargos publicos para los hombres todos, segun su idoneidad, y sin necesidad de etra aristocracia que la del talento, la virtud y el mérito; y la libertad absoluta del pensamiento escrito. (IV, 292—3) En eso consistia la autenticidad de que habla Seco Serrano, la cual esta fundamentada en la Ley Natural y en la 250 creencia de que el hombre puede mejorar y progresar si se cumplen les postulados de ese gran principio motor de la existencia humana. Pero las esperanzas de realizar su "profesion de fe," come llama Larra a las palabras antes citadas, en beneficio de la nacion espafiola y en aras del progreso anhelado, se desvanecieron, dando paso al desengafio y a la gran decepcién, tanto al nivel colectivo como al nivel personal, que se apodero del escritor hacia finales de 1836 y que se refleja en dos de sus obras maestras: "El dia de difuntos de 1836" y "La Nochebuena de 1836." La interiorizacion del conflicto Les articulos mencionados son quizas los mas identificados con una satira en la que predomina un sentido tragico de la vida y pesimista del mundo. El primero de ellos, "El dia de difuntos de 1836," implica de per si un fin: el autor ha perdido toda esperanza de regeneracion de una sociedad cuyas instituciones politicas yacen muertas en ese cementerio que se llama Madrid. Ese Madrid cuyos escenarios diaries, desde cafés hasta teatros, desde carceles hasta jardines publicos, le han servido al autor para criticar en un sentido constructive los vicios sociales; ese Madrid cuyos individuos, desde escritores hasta politicos, desde elegantes hasta pobres, han constituido la médula de la vena satirica de Larra; ese 251 mismo Madrid se constituye en un osario donde descansan inertes todas las aspiracines y esperanzas del hombre. El tono desesperante que notamos en "El dia de difuntos" es ocasionado por el simple hecho de que Larra es el unice que ve lo que los demas parecen ignorar: la realidad espafiola ya no tiene salvacion. Es una especie de alusién fantasmagorica que conduce a la mas honda inquietud espiritual. A pesar de que la nota tragica no aparece desde el primer memento, las metaforas que Larra utiliza para sentar el planteamiento del articulo ya hacen referencia a elementos relacionados con el tema central. Observemes la postura del escritor al describirnos su actitud melancélica y de incomedidad interior: Velviame y me revolvia en un sillon de estos que parecen camas, sepulcro de todas mis meditaciones, y ora me daba palmadas en la frente, come si fuese mi mal mal de casado, ora sepultaba las manos en mis faltriqueras, a guisa de buscar mi dinero, come si mis faltriqueras fueran el pueblo espanol y mis dedes otros tantos Gobiernos. (II, 279) Se da en las imagenes anteriores la primera pista del estado de animo y de pensamiento de Figaro. Sus ideas, sus creencias empiezan a revolverse en un sepulcro, empiezan a morir; sus experiencias estan sepultadas en esa fosa comun que se llama pueblo espanol, en la que reposan inquietos los Gobiernos. Por primera vez, los pelos de la crisis que ha dominado la vida del autor se topan en un lugar comun, en un 252 punto central: el desengafio,la nada de la cual el mismo Larra hablaba en su comentario al Antony de Dumas en junio de 1836, y que identificaba como el destino final de ese viaje que es la vida, destino que el hombre confunde con la felicidad. En etras palabras, el mundo, lejos de ser el lugar tranquilo y pacifico en que el hombre constantemente suefia, esta en permanente conflicto, en todos los érdenes, tanto el individual como el social, tanto el moral como el politico. Los problemas del hombre no se solucionaran mientras éste no acate las reglas que esta’n en consonancia con la Ley Natural. Cada hombre debe sacrificar su ilimitada libertad natural per una libertad que les garantice a los demas hombres la pacifica convivencia. Mientras esto no se dé, el mundo continuara siendo un caos. Esta es la imagen que Larra nos presenta al invertir la situacien de los vivos que visitan a sus muertos y que nos conduce a meditar sobre si la vida es la muerte o la muerte es la vida. En las palabras de Larra hay un fuerte grito de libertad y de justicia, que al fin y al cabo 3610 son posibles en donde reine la ley de la Naturaleza. Este grito prevalecera en Larra hasta el ultimo memento, come podemos deducir del siguiente fragmento: —;Necios! -decia a los transeuntes-. 40s movéis para ver muertos? aNo tenéis espejos per ventura? iMiraos, insensatos, a vesotros mismos, y en vuestra frente veréis vuestre propio epitafio! gVais a ver a vuestros padres y a vuestros 253 abuelos, cuando vesotros seis los muertos? Ellos viven, porque ellos tienen paz; ellos tienen libertad, la unica posible sobre la tierra, la que da la muerte; ellos son los unicos que gozan de la libertad de imprenta, porque ellos hablan al mundo. Ellos, en fin, no reconocen mas que una ley, la imperiosa ley de la Naturaleza que alli los puso, y ésa la obedecen. (II, 280) La decepcion esta apoderada del escritor y éste "afirma su interpretacien simbolica de Espafia muerta al progreso, a la paz y a la libertad."23 Comienza entonces el via crucis de Larra come individuo espanol consciente de una realidad politica sepultada y convencido de que la resurreccién no es posible en este case; via crucis que lo lleva a recorrer una a una las catorce tumbas de la vida politica y social de Espafia en las que yacen todos los valores éticos y liberales que Larra siempre defendie, pasando per la gran tumba en la que "cada casa es el nicho de una familia, cada calle el sepulcro de un acontecimiento, cada corazén la urna cineraria de una esperanza e de un deseo." (II, 280) Toda esta cencepcion de las contradicciones del progreso humane es producto del desengafio en que esta sumido Larra; de hecho, él ve en todo este osario de Madrid el gran error historico espanol, por un lado, el abandone del gobierno en manos de una politica sectarista y de intereses particulares que ha causado la muerte de éste, y por otro, el pueblo espanol, es decir, esa masa amorfa que todos ven y de la cual nadie se quiere ocupar de darle forma, ni Siquiera sus propios miembros. El error esta en no acatar 254 los principios de la Ley Natural come rectera de la existencia humana. Fervientemente ha creido Larra en el buen funcionamiento de la Gran Maquina a través de la actuacién honesta de todas sus partes en favor de la totalidad, pero su experiencia le lleva a darse cuenta de que existe una aguda opesicién entre le vieje y lo nuevo, entre el gobierno y su pueblo, entre los gobernantes y lo que debe ser el gobierno, entre las clases alta, media y baja, en fin, entre la Espafia de su ideal y la Espafia en que vive. El resultado es que la mente de Larra ha conducido a todos esos elementos a la sepultura, como se puede ver en las siguientes frases del articulo que hemos venido comentando: iPalacio! En el frontispicio decia: "Aqui yace el trono: nacié en el reinado de Isabel la Catolica, murié en La Granja de un aire celado." La armeria: Aqui yace el valor castellano, con todos sus pertrechos. Los Ministerios: Aqui yece media Espafia; murié de la etra media. Dona Maria de Aragén: Aqui yacen los tres afies Mas alla: isanto Dies! Aqui yace la Inquisicién, hija de la fe y del fanatismo: murié de vejez. iLa carcel! Aqui reposa la libertad del pensamiento. La calle de Postas, la calle de la Montera. Son osarios donde duermen el comercio, la industria, la buena fe, el negocio. Correos. iAqui yace la subordinacién militar! 255 Puerta del Sol: ésta no es sepulcro sino de mentiras. La Bolsa. Aqui yace el crédito espanol. La Imprenta Nacional. Este es el sepulcro de la verdad. La Victoria. Esa yace para nosotros en toda Espana. Los teatros. Aqui reposan los ingenios espafioles. El Salon de Cortes. Aqui yace el Estatuto. Vivié y murié en un minute. (II, 280-81) Al hacer esta enumeracion, la satira de Larra apunta hacia la verdad que el prepio autor concibe, 0 sea, la vida de un pueblo no tiene significado si los derechos y las libertades naturales del hombre no garantizan la existencia del pacto social. Cada vez que se viola un derecho natural, se rompe el acuerdo comun y sufre toda la sociedad. Per ese, mediante la presentacion funeral de las instituciones sociales, politicas, econémicas y culturales de Espafia, Figaro revela ese vacio que siente, producto de esa situacién en que se encuentra como espanol. La decepcion al nivel colectivo que tiene lugar en "El dia de difuntos de 1836," fuerza al autor a escaparse de esa colectividad y refugiarse en su intimidad, en la interieridad de su pensamiento, de su alma, en busca quizas de una respuesta, de una esperanza, pero, "lo mas triste, dice Luis Lorenzo-Rivero, es que, ante situacion tan negativa para su liberalismo, Larra perdio las ilusiones, el 256 deseo de combatir mas por el triunfo de sus ideales en Espana."24 Y al intentar ampararse bajo su propio corazén, "lleno no ha muche de vida, de ilusiones, de deseos," (II, 282) cemo él mismo nos lo describe, se enfrenta con otro sepulcro en el que se lee: "quui yace la esperanza!!" (II, 282) ”La conclusion de este articulo enfoca las relaciones entre vision interior y realidad exterior. [Figaro] ha proyectado su vida psicologica sobre la situacién exterior a fin de evaluarla, interpretandola como un horrible suefio. La presentacion de su respuesta subjetiva —rabia, deseperacion, angustia— como la medida real para evaluar el mundo social exterior constituye un signo de que Larra se ha vuelto hacia si mismo en busca de una fuente de valor."25 Esta desilusion del mundo exterior tiene explicacion en un articulo que cronologicamente aparecio dias después que "El dia de difuntos," el cual se titula "Horas de invierno," en el que aparece esta maxima alusiva al pueblo espafiol: El pueblo que no tiene vida sino para si, el pueblo que no abruma con el excedente de la suya a les pueblos vecinos, esta cendenado a la oscuridad. (II, 290) De esta manera, siendo Larra un apasionado del progreso, no hay duda de que para él el pueblo espafiol y sus instituciones, que en nada satisfacian sus ideales en este respecto, eran un mundo en tinieblas que se condenaba a si mismo per medio de su atraso, su ignorancia, su falta de 257 educacion, sus luchas peliticas internas, su fanatismo y sus costumbres. Y si todo esta realidad exterior ha muerte para nuestro autor, su pesimismo se acrecienta cuando trata de buscarse a si mismo y se encuentra en el mismo estado de desesperanza. En este estado escribe "La Nochebuena de 1836," articulo en el que Larra comienza con una expresién negativa de corte individualista. La actitud de Larra en este articulo la resume F. Courtney Tarr en las siguientes palabras: "A pessimist whose passion was progress, an impatient, easily disappointed idealist, Larra, like Don Quixote, was the victim of his own logic and rationalizations, but, unlike Don Quixote, rebellious against them, erecting and dissecting them at one and the same time. His self—created dilemma, analyzed with merciless despair in that masterpiece, La Nochebuena de 1836, with the deliberately paradoxical sub—title of delirio filoséfico, is summed up in that incomparably exact and poignant phrase ebrio de deseos y de impotencia."26 El munde empirico de Larra se transforma en un mundo introspective, espejo a través del cual Figaro se contempla y escucha la voz de su conciencia per medio de los razenamientos de su criado que Viene a representar el desdoblamiento de la personalidad de quien lleva a cabo una autoevaluacion. Este examen interior comienza por confrontar al sujeto interior con la exterioridad del mismo y esto lo 258 vemos en las siguientes palabras de Larra: Ora volvia los ojos a los cristales de mi balcon; veialos empafiados y como llorosos per dentro; los vapores condensados se deslizaban a manera de lagrimas a 10 large del diafano cristal; asi se empafia la vida, pensaba; asi el frio exterior del mundo condensa las penas en el interior del hombre, asi caen gota a gota las lagrimas sobre el corazén. Los que ven de fuera los cristales los ven tersos y brillantes; los que ven solo los rostros los ven alegres y serenos... (II, 314) La dicotomia de la personalidad humana se presenta aqui a través del elemento de la mascara del cual Larra es muy consciente. Este aspecto sicologico del articulo es cementado per G. Grant Maccurdy, quien anota que "Figaro is also well aware of the occasionally painful contrast between the facade personality that all show to the outside world, and the private feelings of introspection. Unfortunately for Figaro, his recognition of the ordinary distinction between the social mask and the inner self does not include an acknowledgement of his own ‘inferior’ being, represented by his servant."27 La inferioridad social del criado le permite a éste echarle en cara a Larra los mismos defectos que Figaro le ha criticado al pueblo espanol, los mismos abusos de clases sociales, los mismos vicios de la politica. El criado representa la verdad; es, segun 10 vs Larra, el instrumento humilde de que se vale la Providencia para humillar a los soberbios, es el cieno que sirve de filtro al agua para que ésta llegue a los labios. 259 Pere lo paradejico esta planteado en forma de desdoblamiento sicelogico, porque es el propio Larra el que le permite hablar a su criado . En su conciencia, Figaro se dice: "Miré a mi criado y dije para mi: ‘Esta noche me diras la verdad.” (II, 314) Este "implica un modelo cognoscitivo: ver al yo come si fuera otro es el mejor medio de conocimiento. En este articulo, la satira y la confesién se juntan, ya que Larra cree que sus propios conflictos sen condensacienes de conflictos mas amplios de su sociedad. Esta confesion lacerante, al dibujar los sentimientos y aspiraciones que se oponen en su prepio corazén, descubre los puntos de presion de una realidad circundante también dividida y contradictoria. Este ensayo revela de tal manera la configuracion interna de Larra come ser moral, escritor y liberal, que constituye una reflexion consciente acerca del contexto social."28 "La Nochebuena de 1836" es una satira contra si mismo; come ser moral, Larra es acusado de hipocresia, de ser uno de esos criminales que la sociedad no considera come tales y consecuentemente no los detiene, porque sus victimas no arrejan sangre. Asi, el criado le dice: Tu acaso eres de esos criminales y hay un acusador dentro de ti, y ese frac elegante y esa media de seda, y ese chaleco de tisu de oro que yo te he visto son tus armas maldecidas. (II, 316) Figaro continua la autosatira y esta vez ataca su 260 condicién de escritor, pasando revista no 3610 a sus propias circunstancias internas y externas, sino también a la actitud del publico hacia él y como el literate se siente respecto de esta situacion. Esta vez el criado le dice: Tu eres literate y escritor, y iqué tormentos no te hace pasar tu amor propio, ajado diariamente per la indiferencia de unos, por la envidia de otros, per el rencor de muchos! Preciado de gracioso, harias reir a costa de un amigo, si amigos hubiera, y no quieres tener remordimiento. (II, 316) En la autocritica al escritor, como en la que se dirige contra el ser moral, se denota que la acusacién de su criado, de su conciencia, esta arraigada fuertemente en un sentimiento vano de orgullo, que se enfatiza aun mas cuando el criado dirige sus palabras al Figaro Liberal come vemos en el siguiente texto: Te llamas liberal y despreocupade, y el dia que te apoderes del latigo azotaras come te han azotade. Los hombres del mundo os llamais hombres de honor y de caracter, y a cada suceso nuevo cambiais de opinion, apestatais de vuestros principios. Despedazado siempre per la sed de gloria, inconsecuencia rara, despreciaras acaso a aquellos para quienes escribes y reclamas con el incensario en la mano su adulacion; adulas a tus lectores para ser de ellos adulado, y eres . también despedazado por el temor, y no sabes Sl mafiana iras a coger tus laureles a las Baleares o a un calabozo. (II, 316-17) Las palabras anteriores representan una verdadera confesién de la culpa que revolotea en el interior del hombre que ha tratado de buscar una solucion a la criSis en 261 su propia concepcion de si mismo, frente a la cencepcién que tiene de la sociedad. Larra ha pretendido buscar la perfectibilidad del género humane por via propia, pero se ha dado cuenta de que es tan débil come todos los otros miembros de esa sociedad a la que le ha criticado sus flaquezas; ha pretendido realizar una justicia que los otros censideran irrealizable y ha fallado en su propésito; ve con desaliento que sus ideales no son mas que palabras, en fin ha caido victima de lo que originé sus propias intenciones satiricas, es decir, de aquello que un dia él mismo considero el sarcasmo de la existencia humana: el hecho de que la Providencia "ha puesto en lucha en nuestro corazén la creencia y la realidad." (IV, 290). 262 NOTAS 1Luis Lorenzo-Rivero, Larra: lenguagy estilo (Madrid: Player, 1977) 9-10. 2En la época en que escribia Larra, el término satira tiene connotaciones de groseria y se refiere también a un género de poesia. Luis Lorenzo—Rivero, Larra: técnicas y perspectivas (Madrid: Jesé Porrua Turanzas, 1988) 97, explica que "una definicion de la satira no existe. Para Leonard Feinberg la satire consiste en '[...1 a heterogeneous mixture of incongruous elements which simply cannot be satisfactorily classified, except for the purpose of focusing discussion.’ Ademas a él y a Arthur Pollard les parece que también requiere el contraste entre la realidad y la ficcion. Se relaciona con la fabula y con la alegoria en su pretension de ser algo distinto de lo que es; pero se diferencia de ambas en que no siempre ofrece una solucion al problema que cendena, ni siempre ensefia una leccion moral. Mas que en la originalidad de las ideas que expone, el éxito de la satira depende, come ya ha anotado Leonard Feinberg, de la manera de expresarlas. Este coincide basicamente con lo que ya habia afirmado Larra en el ultimo numero de El Duende Satirico del Dia: ‘[...] todo esta dicho, solo nos toca decir: Non nova, sed nove." (I, 50)" 3Luis Lorenzo-Rivero, Larra: técnicas y perspectivas 98. 4Luis Lorenzo—Rivero, Larra: técnicas y perspectivas 98. 5Véase Jesé Luis Varela, Larra y Espafia (Madrid: Espasa-Calpe, 1983) 159, y F. Caravaca, "Netas sobre las fuentes literarias del costumbrismo de Larra," Revista Hispanica Moderna XXIX (1963) 1-22. 6Sobre técnicas de estilo en Larra, diferentes criticos las han clasificado y llamado de una u otra manera. Al respecto, véase, per ejemplo, Luis Lorenzo- Rivero, Técnicas ygperspectivas 95 y ss.; José Luis Varela, Larra y Espafia 97 y ss.; y Joseph Servodidio, Los articulos de Mariano José de Larra: una crénica de cambio social (New York: Eliseo Torres & Sons, 1976) 141 y as. 7Charles de Mazade, en "Larra: un humerista espanol" en Mariano Jesé de Larra ed. Rubén Benitez (Madrid: Taurus, 263 1979) 250 sefiala que "para el humerista espanol, las costumbres son, en ese sentido, objeto de estudio tan atractive como la politica; son la expresion de lo que hay en el hombre de mas intimo. Larra detiene su mirada en los habitos que desaparecen, que se transforman 0 se renuevan; reproduce todos los tipos, incluso aquellos que sélo la observacion microscopica podria descubrir." 8Lorenzo—Rivero, en Técnicas y perspectivas 101, acierta al decir que el humorismo de Larra "es, per 10 general, filoséfice e informador de una perspectiva personal, desoladora y amarga de su Espafia y de la vida. Ese humor a veces resulta tan amargo que no produce la risa, lo cual es particularmente cierto en su satira posterior a 1834." 9F. Courtney Tarr, en "El Pobrecito Hablador: Estudio preliminar" Revue Hispanigue LXXXI (parte 2) (1933) 419— 439, llama "engafiar con la verdad" a esta técnica de Larra de decir una cosa, aunque implicitamente dice etra, pero queriendo decir la primera de una forma diferente. 1°Luis Lorenzo—Rivero, Estudios literarios sebre Mariano J. de Larra (Madrid: Jesé Porrua Turanzas, 1986) 139. 11Susan Kirkpatrick, El laberinto inextricable de un romantice liberal (Madrid: Gredos, 1977) 238. 12Kirkpatrick, El laberinto 238. 13Sobre la parodia, consultese a Margaret A. Rose, Parody//Meta—Fiction (London: Creom Helm Ltd., 1979) 61—69 y Gilbert Highet, The Anatomy of Satire (Princeton: Princeton UP, 1962) 67-147. l4Reinhard Teichmann, Larra: satira y ritual magice (Madrid: Player, 1986) 100. 15En su nevela El doncel de don Enrique el doliente, en el capitulo XXXII, Larra escribe: "La llama del hogar, oscilante y tan indecisa como un Gobierno del juste medio, alumbraba a relampagos los barbados rostros de unos cuantos arrieros y trajineres que secaban en la brasa sus humedal alpargatas. (III, 159) 16Lorenzo—Rivere, Técnicas y perspectivas 137. 1"John W. Krenik, en "Galdés and the Grotesque" Anales Galdosianos Anejo (1978): 41, incluye en su use del término que grotesco es, entre etras cosas, "a juxtaposition of components that are perceived as incompatible, especially a 264 fusion of reality and its contradiction.“ 18Sobre el origen de este texto, Luis Lorenzo—Rivero, Estudios literarios 36—37, sefiala que Larra "lo cita come obra de Jovellanos porque a él se le atribuia per aquella época la paternidad del libelo [Pan y toros], lo mismo que se le habria atribuido a otros autores antes, hasta que en 1969 Francois Lopez probe que Pan y toros es obra de Leon de Arroyal, satirico destacado de la Ilustracién espafiela." 19José Escobar, Los origenes de la obra de Larra (Madrid: Prensa Espafiola, 1973) 172-99. Explica Escobar que "el incremento de la aficién a les toros ponia en evidencia un aspecto mas de la imperiosa necesidad de reformas en la sociedad espafiola. Al pueblo hay que educarle los gustos. El P. Sarmiente, Feijoo, Clavijo y Fajarde, Cadalso, Tomas de Iriarte, Melendez Valdés representan la oposicion a les toros entre los literatos del siglo de las luces. La polémicxa antitaurina se funde, incluso, con la satira politica clandestina en un panfleto muy difundido desde finales del siglo, titulado Pan y Tores.“ 20Lorenzo—Rivero, Técnicas y perspectivas 140. 21Kirkpatrick, El laberinto 243. 22Carlos Seco Serrano, "Estudio preliminar" a Obras de D. Mariano José de Larra (Figaro) (Madrid: Atlas, 1960) LXV. 23Lorenzo—Rivero, Estudios literarios 146. 24Lorenzo—Rivero, Estudios literarios 146. 25Kirkpatrick, El laberinto 278—79. 26F. Courtney Tarr, "Mariano José de Larra (1809— 1837)" Modern Language Journal 22 (1937) 49. 2"G. Grant Maccurdy, "Romantic Expressionism and the Last Days of Larra" en Evocaciones del Romanticisme hispanico, ed. John R. Rosenberg (Madrid: Jesé Perrua Turanzas, 1988) 148. Maccurdy explica esta actitud basandose en los conceptos de "persona" y "sombra" de la sicologia de C. G. Jung, y observa que: "The persona, characterizes that part of the personality which is concerned with external preoccupation and ideals. It is the mask or facade personality that we show to the world around us, and which reflects the collective values of our society and culture." (143—44) 28Kirkpatrick, El laberinto 282. CONCLUSION Un autor y un tema constituyen el punto central de este estudio: Larra y la Ley Natural. El objetivo ha sido analizar los articulos de Figaro a la luz de una creencia que tiene sus raices en la historia y desarrollo del pensamiento que trata de explicar la existencia del hombre en sociedad, asi come sus derechos como individuo y miembro de una comunidad. A la creencia, centraponemos otro aspecto de suma importancia en la obra de Larra: la experiencia, la cual refleja la circunstancia social y politica de la vida espafiela en época de Larra. La creencia tiene relacién con la forma come Larra concibe al hombre y la sociedad y el puesto esencial que en esa concepcion tiene la Ley Natural y sus preceptos fundamentales de justicia, libertad e igualdad. Es per ello que elaboramos un recuento cronelogico de las principales ideas que desde la Antiguedad clasica hasta la Ilustracien se han expuesto sobre la Ley Natural. En esa cronelogia se incluye a los siguientes filosofos: Platon, quien coloca el problema de la justicia cemo un aspecto del problema del bien; Aristételes, cuyo pensamiento sobre la Ley Natural se funda en los conceptos de justicia y razon; Ciceron, en cuya definicion de Ley Natural encontramos las principales caracteristicas que se la atribuyen a este concepto, 0 sea, una ley basada en la razén y en la divinidad, de caracter eterno e inmutable, de vigencia universal y fundamento de la 265 266 Ley Positiva y la moral. La tradicién iusnaturalista antigua se complementa con el judee—cristianismo, el cual afiade el elemento amor. Esta combinacién servira de base para las teorias de la Escuela Cristiana de la Ley Natural, principalmente la de Santo Tomas de Aquino, para quien la luz de la razon es la que le permite al hombre discernir entre el bien y el mal. Se establece entonces come primer y general precepto de la Ley Natural el de "hacer el bien y evitar el mal." Un eslabén importante en la evolucién del concepto de Ley Natural es la Escuela Moderna, cuyos principales exponentes, Hobbes, Locke y Rousseau se basan en tres aspectos basicos: el estado de naturaleza, el contrato social y los derechos naturales. Junte a estos aspectos, se desarrolla en la época de la Ilustracion el concepto del bien comun. Es esta ideologia de la Escuela Moderna de la Ley Natural, particularmente la que expone Rousseau en su Contrato social la que se halla en la atmosfera de la opinion publica en la época de formacion ideologica de Mariano José de Larra. De Rousseau parte la idea de que el pacto social es el resultado del buen funcionamiento e de la buena aplicacién que el hombre haga de los principios de la Ley Natural. Este pacte surge del censentimiente de todos los hombres, 0 sea, la voluntad general; y como protector de esa voluntad, aparece la figura de la autoridad, representada per el gobierno. De esta manera, sociedad y 267 politica se combinan para lograr el bienestar social, que para Larra consistia, entre etras cosas, en el progreso social. Sin embargo, Larra, que creia en los principios antes expuestos, encontraba que algo andaba mal en el mecanismo social, porque la experiencia le decia que la realidad de Espafia no era el reflejo de la buena aplicacion de la Ley Natural, que no existia la igualdad ante la ley, que constantemente se violaban los derechos de libertad y justicia y que el gobierno no respondia a la voluntad general. La tension que esta discrepancia producia die lugar a que Larra se interesara per decirle al pueblo la verdad en la que él creia, y para ello se valie del articulo de costumbres. A través de este género literario, Larra se die a la tarea de mostrarle a los hombres de todas las clases sociales sus defectos y lo ridiculo de sus costumbres con el fin de contribuir a un cambio que abriera camines de progreso para la patria. En su critica, Larra nos da una vision del hombre y la sociedad basado en la Ley Natural. Esta vision, que sigue les lineamientos de Rousseau, esta fundada sobre el hecho de que el hombre no puede permanecer en su estado primitivo de naturaleza, per lo que se une a los demas hombres para luchar por su subsistencia. La completa armonia de este estado social estriba en que cada hombre respete el derecho de los demas, pero es aqui donde Larra ve un fallo porque el L— 268 hombre es egoista y 8610 piensa en su propio bienestar. Para ayudar al hombre en la consecusién del bienestar social, aparecen entonces unas instituciones que se apoyan en la Ley Natural: la educacien, la religion y el gobierno. Estas tres instituciones estan al servicio de todos los asociados, los cuales estan organizados en grupos o clases sociales. Este hecho de la existencia de clases no desvirtua el derecho a la libertad, la justicia y la igualdad en las que creia Larra. No obstante, estos derechos se violaban comunmente y este lo critica Larra en sus articulos. Critica también las costumbres del pueblo, en particular aquéllas que, siendo contrarias a los postulados de la Ley Natural, convierten al pueblo en esclavo. Entre estas costumbres resaltan la ignorancia, la hipocresia y el fanatismo. Larra no ofrecié una solucien particular a como se pedia corregir la sociedad, sin embargo, en su obra se nota que él cree en la reforma come solucion. Y en ese proceso de reforma, la literatura juega un papel preponderante, porque a través de ella, aquellos hombres que pertenecen a la llamada "aristocracia del talento” pueden buscar la verdad y expresar libremente su opinion. En el proceso de cambio es relevante también la religion come fuente de toda moral y conciliadora de la maxima ética de "hacer el bien y evitar el mal." Pero esa religion debia existir en consonancia con la tolerancia y la libertad completa ante la ley. En este consistia la profesien de fe de Larra. 269 Otre aspecto importante en la regeneracion social es el gobierno, encargado de cumplir la voluntad general para el beneficio de todos. Pere el desenvelvimiente de los acontecimientos politicos demostraban que el gobierno no estaba contribuyendo al logro del bien comun, per lo que Larra critica fuertemente a los gobiernos de turno porque no garantizan los derechos inalienables de libertad, justicia e igualdad. La critica social y politica es expresada per Figaro por medio de la satira. El escritor observa una situacien real que luego plasma en uno de sus articulos como una situacion ficticia. Este le permite expresar su opinion en cuanto a lo que él piensa de come debe ser esa situacion. El satirico se vale de diversos procedimientos estiliticos para lograr su proposito: el humor, la ironia, la parodia, la exageracién, lo gotesco y la caricatura, entre otros. La satira de Larra se enfoca hacia todo lo que no implique progreso y civilizacién. Esta expresion satirica era e1 resultado del conflicto larriano entre creencia y experiencia. El deseo del escritor era el de que los poles del conflicto se atrayeran mutuamente hacia un punto intermedio representado per la Ley Natural come base de la existencia del hombre en sociedad. La falta de cumplimiento de este idela produjo en Larra la interiorizacién del conflicto y la busqueda de una respuesta en si mismo. Asi, en "El dia de 270 difuntos de 1836" y "La Nochebuena de 1836", Larra muestra su decepcion al no encontrar esa respuesta a1 problema fundamental del ser y se da cuenta de que el sarcasmo de la existencia humana es "el hecho de que la Providencia ha puesto en lucha en nuestro corazen la creencia y la realidad. Para llegar a la conclusion de que la tensién entre creencia y experiencia produce la satira larriana, hemos analizado los mas importantes articulos de costumbres de Figaro, cuyo contenido esta profundamente inmerso en la situacion de Espafia de las primeras décadas del siglo XIX y contiene importantes referencias a la Ley Natural, a través de sus postulados basicos de justicia, libertad e igualdad. Con este punto de vista centribuimes a dar una perspectiva diferente al tema de la preocupacién per Espafia tan patente en la obra de Larra. BIBLIOGRAFIA Abellan, José Luis. Historia critica del pensamiento espanol Tome IV. Madrid: Espasa—Calpe, 1984. Abrams, M.H. The Mirror and the Lamp. New York: Oxford UP, 1953. . Acevedo, Evaristo. Teoria e interpretacién del humor espanol. Madrid: Editora Nacional, 1966. Adler, Robert. "Los cenversos y la modernizacién de Espana: Larra precursor de Galdés." Evocaciones del romanticismo hispanico. John Rosenberg ed. 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