l :7 TV‘ ‘; #473 I My“. vu- . 5L 54091 ...r. ..s 1 .3. mgfifiaafifikkihn ”A, 1.... v . ii ‘Mr‘g .?.l...‘ .... 1. E». I! 71:?!) "7.1533. c 21!... 4. .. .. “gm 1...; wag? 1.74... 1"“ . .1»... .5 . .1 . . . H 151 $11 .M, 13. 1... eswwvvflfis‘f ammo”; chafizm“ WT . .1 ..,£&.S,v This is to certify that the thesis entitled LA DRAMATURGIA DE VICENTE MARTINEZ CUITINO presented by Joseph C. Ballejo has been accepted towards fulfillment of the requirements for Ph.D. Spanish degree in Major professor Date 53’0" " ”"l 7:5" . 0-7639 "-1 ‘ fin. 5’ BINDING" HMS & SBNS' ' ”00K BINDERY INC. "BRARY BINDERS l ‘ 1 “Ff r - we QAVQWEMN _‘ ‘ I“... «I bought": L‘: 1!! I. I)" ‘ ’ ‘5‘ i ABSTRACT LA DRAMATURGIA DE VICENTE MARTINEZ CUITINO BY Joseph Charles Ballejo Martinez Cuitifio fue uno de los intelectuales mas inquietos dentro de la evolucion teatral argentina. Hizo del teatro una tribuna desde donde se propuso exhibir las llagas sociales con un propésito de redencion social. Siempre atento a la renovacién teatral de otros paises, manifesto un constante deseo por contribuir a la renovacién teatral llevada a cabo por escritores que se proponian modernizar e1 teatro argentino, como Defilippis Novoa y Samuel Eichelbaum. La sustancial produccién dramética de Martinez Cuitifio se puede dividir arbitrariamente dentro de dos orientaciones diferentes. Eminentemente realista en su primer periodo, Martinez Cuitifio enfoca gran variedad de temas sociales en cuyo tratamiento se revela un sentido ético y un profundo humanitarismo. Le interesan a1 dramaturgo 1a situacion de la mujer dentro de la sociedad, e1 divorcio, e1 inmigrante y motivos como el amor y la ilusién y otros de categoria semejante. Joseph Charles Ballejo La pintura de la clase media, de la burguesia alta y de las clases humildes es un elemento constante en la dramaturgia del escritor. Sus personajes suelen ser criaturas que exhiben complejidad psicologica. Sus personajes femeninos son algunas de las mejores semblanzas creadas por el escritor. Avido de superacién en cuanto a los temas y la forma estructural de sus obras, Martinez Cuitifio experimento con las formas teatrales de la orientacion realista- naturalista y como expresionista experimenté con recursos nuevos y originales como la animada resurreccion del pasado, fondos musicales, telones de obscuridad y el uso del monologo. For an constante esfuerzo como reformador social y por su anhelo de renovacion teatral, Martinez Cuitifio se puede paragonar con escritores de valia como Nicolas Granada, Ernesto Herrera, Florencio Sanchez, Armando Discépolo, Defilippis Novoa y Samuel Eichelbaum. A pesar de su actuacion decisiva en su doble papel de escritor- sociélogo, Martinez Cuitifio no ha despertado e1 interés y comentario de parte de los investigadores que se preocupan por las cosas del teatro. No sabemos de la existencia de ningfin estudio que haya sido escrito con el fin de evaluar su produccién dramatica. La editorial M. Gleizer publico en 1923 veinte obras del dramaturgo en siete tomos. Varias de sus obras han aparecido por separado en revistas Joseph Charles Ballejo teatrales como "Argentores," "Bambalinas," "Teatro POpular," "Proscenio" y "El Entreacto." Servidumbre, una de sus filtimas obras esta incluida en la coleccion Teatro uruguayo contemporéneo publicada en 1960 por la editorial Aguilar. En las historias de teatro o resefias literarias, la presentacién del autor resulta por lo general muy esquemética. Lo mas sustancial en cuanto a critica son los estudios aislados de alguna obra en particular por criticos como Juan Pablo Echagfie, Luis Rodriguez Acasuso y Octavio Ramirez. Sin embargo, Martinez Cuitifio, a nuestro parecer, constituye un verdadero ja16n en la trayectoria del drama del Rio de la Plata. El proposito de este estudio es la presentacién y valoracién de su produccién dramética. El estudio incluye un bosguejo biografico del dramaturgo y la presentacion de su trayectoria dramatica con una breve sinopsis de cada obra, la presentacion de su variada tematica, un estudio de los principales caracteres que aparecen en los dramas del autor, una discusion de las escuelas que determinan 1a obra del dramaturgo, empezando por el realismo, a través del naturalismo y terminando en la vanguardia y expresionismo. LA DRAMATURGIA DE VICENTE MARTINEZ CUITINO BY Joseph Charles Ballejo A DISSERTATION Submitted to Michigan State University in partial fulfillment of the requirements for the degree of DOCTOR OF PHILOSOPHY Department of Romance Languages 1976 C0pyright by JOSEPH CHARLES BALLEJO 1976 A mi esposa Luci y a mis padres por su constante estimulo en la elabora- cién de este estudio; a1 Dr. Carlos M. Terén por su entusiasmo, valiosos consejos y acertada direccién. ii INDICE CAPITULO II. III. Iv. INTRODUCCION . . . . . . . . . . . . . . . RASGOS BIOGRAFICOS Y TRAYECTORIA DRAMATICA LA TEMATICA . . . . . . . . . . . . . . . LOS PERSONAJES . . . . . . . . . . . . . . La Mujer Victima: resignacion y desilusién . . . . . . . . . . . . . Las Madres . . . . . . . . . . . . . . La Mujer Fuerte: voluntad, rebeldia y bfisqueda de libertad espiritual . . Los Intelectuales: literatos, artistas y médicos . . . . . . . . E1 "Nifio Bien" O O O O O O O O 0 Los Padres . . . . . . . . . . . Auxiliares Del Delito . . . . El Inmigrante: "Hacer America" . Personajes Del Campo . . . . . . REALISMO, NATURALISMO Y VANGUARDISMO . . . El Realismo . . . . . . . . . . . . . E1 Naturalismo . . . . . . . . . . . . La Orientacion Vanguardista . . . . . EL ARTE DRAMATICO DE MARTINEZ CUITINO . . CONC LUS ION O O O I 0 O O O O O O O O O O O BIBLIOGWIA O O O O O I O O O O O O O O 0 iii PAGINA 1 22 59 119 127 133 138 144 152 156 159 163 165 175 175 192 209 246 283 296 INTRODUCCION Vicente Martinez Cuitifio, cuya labor dramatica sera e1 objeto de examen de este estudio, es la encarnacion del escritor inquieto que exhibe un constante esfuerzo por dar a su teatro la nota de originalidad y a la vez manifiesta e1 deseo de utilizar su dramaturgia como reflejo de acontecimientos dentro de la sociedad argentina, reflejo que tiene como proposito 1a exhibicion de 103 males sociales con miras hacia 1a reforma social. Martinez Cuitifio no es una personalidad aislada en la dramaturgia argentina sino que es producto de la culminacion de las diversas corrientes teatrales que influyeron en la dramética nacional en las primeras cuatro décadas del siglo XX. Una caracteristica predominante en la evolucion de la dramaturgia argentina ha sido 1a bfisqueda de origi- nalidad por no pocos escritores. Tal empefio parece haber partido del deseo de romper con la imitacion de modelos consagrados y de crear obras genuinamente autoctonas. La bfisqueda de originalidad impulso a los escritores a observar e1 drama historico que se desenvolvia a su alrededor y pronto empezaron a servirse de la rica y_ n y' ‘ liken 43‘ I he. I In!- ‘l bun“ a In. (0 ‘Al 4 I) "1 ‘H5 variada tematica que les brindaba 1a evolucion historica del pais. A través de la presentacién artistica de dicha tematica los escritores no 5610 dieron con la nota de originalidad sino que a la vez descubrieron un instrumento eficaz con el cual dieron a conocer distintos aspectos del desarrollo social del pais. En afios posteriores, cuando 1a "cuestién social" habia de imponerse, muchos escritores trataron de hacer del teatro un instrumento de redencion social. Este nuevo espiritu se manifesto, por ejemplo, en obras primerizas de inspiracion nativista como E1 amor de 1a estanciera (1787), E1 detalle de la accion de Maipfi (1818) y Las bodas de Chivico y Pancha (1823).1 La primera que pertenece a1 periodo colonial, manifiesta un espiritu nacionalista criollo que habia de caracterizar 1a dramaturgia argentina por muchos afios. La segunda, como la mayoria de obras que se inspiraron en la revolucion, exhibe un sentimiento pOpular y un tono militante. La filtima pieza mencionada, que pertenece a1 periodo anarquico que va de 1820 a 1829, es una obra de costumbres en la cual 1a accion es casi nula pero donde se halla e1 color local y los elementos realistas. Durante la época rosista (1829-1852) 1a produccién dramatica de los proscriptos manifiesta la misma tendencia de reflejar e1 ambiente y los graves problemas que conspiraban contra 1a evolucién de la Naci6n. Bajo e1 F. influjo del romanticismo, los proscriptos atacaban 1a politica oligérquica en la Argentina. E1 gigante Amapolas y sus formidables enemigos (1884) de Juan Bautista Alberdi es un buen ejemplo de sétira politica contra el régimen del tirano Juan Manuel de Rosas. Pese a la mediocridad de la mayoria de dramas escritos durante e1 periodo conocido como "de la Organizacion Nacional" (1852-1884) cabe sefialar la ten- dencia social que aparece en ellos. La mayoria, de corte roméntico, suelen tomar como materia 1a politica del momento, episodios histéricos, episodios policiales, e1 gaucho y sus costumbres, leyendas y conflictos amorosos. Una que otra obra sobresale no tanto por sus valores artisticos sino mas bien por el hecho histérico que documenta. De este periodo es la importante obra de Pedro Echagfie: Egggs (1852).2 E1 tema politico de la obra y su corte romantico son dos caracteristicas que predominan en buen nfimero de piezas de esta época. La bfisqueda de originalidad a base de la pre- sentacién de la temética vernécula se manifiesta en la etapa que abarca los afios 1884-1910. En este periodo, que coincide con el apogeo de la estética realista- naturalista, sobreviene un verdadero florecimiento del arte escénico argentino. Tres corrientes teatrales predominan en esta época que, como ha sefialado Rafil Castagnino, "pujan por cuajar ese teatro nacional": e1 teatro gauchesco, e1 teatro breve y el teatro compuesto de obras que exhiben e1 esfuerzo de los dramaturgos por crear un teatro de jerarquia artistica. E1 teatro gauchesco habia venido manifesténdose con anterioridad con las ya mencionadas obras E1 amor de 1a estanciera y Las bodas de Chivico nyancha. Las cos- tumbres y la idiosincrasia del gaucho y del criollo habian servido de eje principal a estos sainetes primeri- zos. En 1884, 1a linea gauchesca encuentra su mejor expresién dramética en la ya legendaria pantomima de Eduardo Gutiérrez: Juan Moreira. En esta obra se observa un avance en la presentacién del gaucho. Su psicologia ya no es tan elemental como lo era en aquellas piezas de savia popular y sus problemas son de mayor trascendencia. Como eco menor del Martin Fierro de José Hernandez, Moreira es el gaucho constantemente acosado por elementos hostiles y destinado a desaparecer ante e1 inexorable progreso. A1 ser convertido en melodrama hablado en 1886, la pieza adquirio resonancia en el pfiblico que aplaudia aquello que consideraba genuinamente argentino. E1 éxito obtenido por el Juan Moreira estimulé a otros escritores a escribir dramas gauchescos. Siguiendo de cerca las mismas f6rmu1as del drama de Gutierrez, aparecieron en el escenario rioplatense obras como Julian Jiménez de Abdén Aréztegui y 'Cobarde! de Victor Pérez Petit. La repeticién de conflictos similares y desenlaces sangrientos paulatinamente fueron cansando al pfiblico y como consecuen- cia sobrevino 1a indiferencia de algunos espectadores ante un género popular que, como sefiala Luis Ordaz, "iba perdiendo su jerarquia elemental a1 convertirse las obras en burdas fantochadas, con milicos prepotentes y gauchos alzados."4 Por fortuna, surgieron algunas obras de escritores mas habiles que inspirandose en la evolucion del gaucho escribieron obras de verdadero mérito. Esta nueva vision del gaucho esta representada en primer lugar por Martiniano Leguizamén. Calandria, 1a comedia gauchesca de Martiniano Leguizamon fue estrenada en 1896. Esta obra registro un avance ante tantas imitaciones del género gauchesco ya que estaba mas en concordancia con la realidad circundante. Comentando sobre la obra Rafil Castagnino dice: Con él muere e1 gaucho indolente, lirico, poco afecto a1 trabajo, con grandes ansias de pampa libre y ensuefios; en cambio, nace e1 paisano, e1 criollo trabajador, que enjaularé su vagabundeo entre los alambrados gringos que van recortando 1a pampa de las antiguas correrias; que cambiara sus5 pilchas tradicionales por la bombacha de trabajo. De ahi que la obra de Leguizamon se puede considerar como obra de transicién entre las pobres imitaciones del Juan Moreira y obras posteriores de mayor calidad literaria que abordan el tema del gaucho ya transformado en paisano en pleno siglo xx. Esta nueva manera de enfocar el tema del gaucho se manifiesta en dramas como Barranca abajo rwlb ‘1». as ll. (1905) de Florencio Sanchez y Sobre las ruinas (1904) de Roberto J. Payro. La popularidad de que 9026 el género chico espafiol en el medio argentino a fines del siglo pasado explica e1 rapido desarrollo de un teatro menor compuesto de sainetes y revistas. Fueron algunos espafioles radicados en Buenos Aires los que inicialmente decidieron incluir en sus funciones piezas menores con escenas y cuadros del ambiente porteho. Varios escritores nacionales pronto siguieron e1 ejemplo de aquéllos y como consecuencia surgié un crecido repertorio de obras pequefias. Dichas obras siguieron de cerca los moldes espafioles, pero lo que en realidad importaba era su adaptacién a los gustos y costumbres del medio ambiente. El lenguaje, las costumbres y los tipos del hampa madrilefia fueron sustituidos por sus equivalentes de los barrios portefios. Nemesio Trejo en Los inquilinos (1907) enfoca en forma ingeniosa y burlesca un asunto serio provocado entre los duefios de los conventillos que se empefian en aumentar los alquileres y los inguilinos que se rebelan; Carlos Mauricio Pacheco en Las disfrazados (1906) estudia el sufrimiento del protagonista que se desespera ante e1 adulterio de su mujer; José Gonzalez Castillo en Entre bueyes no hay cornadas (1909) ha dejado una humoristica estampa literaria de algunos aspectos de la mala vida en los suburbios de Buenos Aires; y Alberto Vacarezza en Juancito de la Ribera (1927) pone de manifiesta su habilidad para presentar tipos y ambientes de los arrabales portefios. Paralelamente con la produccion de sainetes y juegos c6micos, se escribieron un buen numero de piezas breves que no se pueden considerar sainetes pero que suelen confundirse bajo 1a denominacion de género chico. Escritores de prestigio como Florencio Sanchez, Roberto J. Payr6, Vicente Martinez Cuitifio, Francisco Defilippis Novoa y Armando Moock, para mencionar solo algunos, cultivaron este tipo de teatro que el critico Alejandro E. Berruti 6 En contraste con las ha llamado "de corto metraje." piezas jocosas, las obras breves de estos escritores suelen caracterizarse por su noble intencién de reivindicacién social y por un leve sondeo psicolégico en la presentacién de algunos personajes como ocurre en Moneda Falsa (1907) de Florencio Sanchez, Cancion tragica (1900) de Roberto J. Payr6, E1 viaje de Don Eulalio (1912) de Vicente Martinez Cuitifio, He visto a Dios (1930) de Francisco Defilippis Novoa y Cuando venga el amor (1920) del chileno Armando Moock. Aunque a finales del siglo XIX aparecieron escritores de valia como Nicolas Granada, David Pena y Martin Coronado que también tendrian un papel importante en la afirmacién del teatro nacional argentino, sus primeros esfuerzos por superar e1 teatro gauchesco propiamente dicho y las obras festivas no encontraron condiciones favorables para la presentacion de sus obras. Por lo general, sus piezas draméticas fueron representadas por elencos extranjeros que, segfin Luis Ordaz, eran vertidas a otros idiomas o no eran interpretadas con la justeza requerida.7 Segfin el mismo critico, Martin 8 Coronado reconocio que a su obra La rosa blanca "1e faltaba sello argentino; ser cosa nuestra; hija de nuestra tierra, con ambientes y personajes nuestros."9 La observacion de Martin Coronado revela e1 deseo de encauzar un teatro de autéctona raiz nacional. A principios del siglo XX y con el estimulo proporcionado por el escritor y empresario Ezequiel Soria, empezaron a aparecer en el teatro Apolo varias obras de escritores nacionales que en conjunto iniciaron e1 periodo afirmativo de un teatro nacional argentino.10 Es bien conocida 1a teoria de que la literatura suele reflejar las costumbres, 1a idiosincrasia y los problemas de una nacion. La Argentina no ha sido una excepcion. En las filtimas décadas del siglo pasado y principios del presente 1a literatura argentina registra importantes aspectos del asombroso desarrollo del pais que gira principalmente en torno a1 aspecto economico. E1 portentoso numero de inmigrantes y la introduccion de capitales extranjeros en la segunda mitad del siglo XIX fueron cambiando radicalmente 1a fisonomia del pais y convirtiéndolo en una de las metropolis mas desarrolladas .14 J Fir O! \cl .\§ de Latinoamérica. Desgraciadamente, con el progreso material y politico sobrevinieron nuevos problemas para la nacion tales como el conflicto entre campo y ciudad, e1 fraude electoral en lo politico y en el comercio 1a ambicion desenfrenada, e1 abuso de autoridad, conflictos raciales, e1 afén por figuracién social, e1 descontento de las clases humildes y de la surgiente clase media, e1 afan por ganar dinero por medics honestos, deshonestos e inmorales, e1 derrumbe de familias acaudaladas por los malos manejos del capital, 1a desigualdad economica y la proliferacion de sitios marginales donde habitaban toda una galeria de malvivientes e individuos desadaptados. Ademés, surgieron nuevos problemas con la llegada de nuevas ideas extranjeras que tendian hacia la reivindica- ci6n social del proletario y de las clases humildes y que provocaban una severa critica contra las instituciones por largo tiempo consideradas inmoviles. Como ocurrié en algunas obras de novelistas como Lucio Lopez con su La gran algga y Julian Martel con su La bolsa de carécter esencial- mente documental, no pocas obras draméticas de fines de siglo y principios del presente reflejan importantes aspectos de la evolucion social argentina y ponen de manifiesto una evidente propensién por exhibir las lacras sociales con intencién de reforma social. Durante las primeras dos décadas del siglo presente, los dramaturgos nacionales enfocaron problemas de la .‘n a; I ” 10 agitada sociedad argentina que segfin Raul Castagnino dejaba de ser "la vieja sociedad portefia, de raigambre colonial, en su fe cristiana, 1a organizacion aristocrata y patriarcal” debido a ideas foraneas y "la introduccion de ideas sociales avanzadas de rojo color."11 Como consecuencia de la introduccién de nuevas ideas sociales en el ambiente argentino, surgieron nuevos temas que los dramaturgos se propusieron explotar. Sobre los nuevos temas que inspiraron las obras de muchos escritores y la aparente actitud de los dramaturgos, Rafil Castagnino dice: Asi los problemas de la lucha de clases, de los conflictos entre e1 capital y el trabajo, de la explotacién obrera, de la plutocracia, de la explotacion de los labriegos por los terratenientes, e1 latifundismo y el caudillismo, son abordados con mas ribetes de utopico lirismo que conviccion del posible remedio por la redencién social. Tres figuras principales contribuyen en gran manera a este periodo evolutivo de la dramatica nacional argentina: Roberto Payr6, Florencio Sanchez y Gregorio de Laferrére. Segfin e1 juicio de Luis Ordaz, sus dramas "mejor condensan y representan 1a etapa"13 que nos interesa por el momento. Roberto J. Payr6 encontré en el teatro un instru- mento eficaz para exponer su ideologia sobre problemas politicos sociales. En Sobre las ruinas (1904), drama que termina con una marcada nota idealista, e1 dramaturgo plantea e1 conflicto entre el gaucho que se aferra a su manera tradicional de vivir y el cambio Operado por las Hub ‘4‘ .ti. an&& in Has 5 w 11 exigencias del progreso. Su drama de ideas Marcos Severi (1905) plantea un conflicto en que el protagonista inmi- grante después de largos afios de Vida honrada se ve acosado por la 1ey de extradicién. E1 carécter expositivo que caracteriza e1 teatro de Payro quizas se deba a la inquietud que el escritor sentia ante 1a injusticia dentro de la sociedad. El espiritu reformador de Florencio Sanchez lo impulso a considerar problemas como la desin- tegracién del gaucho (Barranca abajo), los derechos de 1a madre (Nuestros hijos), e1 odio racial (La gringa) y el alcoholismo (Los muertos). Gregorio Laferrere, por su parte, satirizé en manera ingeniosa la clase burguesa argentina en obras como Jettatore (1904), Locos de verano (1905) y Los invisibles (1911). Después de 1910, 1a comercializacion del teatro cobra impetu y hay un descenso en cuanto a la calidad artistica de muchas obras que suben a los escenarios portefios. Hubo sin embargo, un grupo de escritores que a pesar de la decadencia teatral siguieron bregando por realizar 1a tarea noble de dar categoria artistica a1 arte escénico nacional. Formando un "nficleo constructivo," segfin frase de Alfredo de la Guardia, aparecen Martinez Cuitifio, Defilippis Novoa, Rodolfo Gonzalez Pacheco, Pedro E. Pico, Armando Discépolo y Samuel Eichelbaum. A1 referirse en 1960 al periodo comprendido entre 1920 y q... x... 12 1940 y al comentar sobre la valiosa contribucion de los escritores mencionados, Alfredo de la Guardia decia: Este grupo de autores realizo, entre nosotros, igual misién a la cumplida en los Estados Unidos, luego de la culminacion de O'Neill, por el nficleo de Anderson, Sherwood, Rice, Berhman, Odets y Barry. Por diversidad que haya entre los argentinos--como entre los norteamericanos--su trabajo concuerda, se armoniza, en un sentido constructivo de la respectiva dramaturgia nacional, en un designio de observacion o reflexion critica de la vida individual 0 colectiva de su hora, aun cuando unos se apoyen mas en la sociologia y otros en la psicologia, sean relativa- mente optimistas o pesimistas por completo, alienten una visién ilusionada futura, sonrian con iscepticismo o caigan en la desesperanza aniquiladora.1 En este grupo constructivo se destaca la figura de Vicente Martinez Cuitifio. La seria produccion de Martinez Cuitifio cobra mayor importancia si se tiene en cuenta que la mayor parte de su labor dramética fue realizada durante afios verdaderamente criticos para la escena nacional, 0 sea, durante e1 periodo que va de 1910 a 1949 en el cual e1 quehacer teatral se transformo en una inquietante industria comercial. Después del llamado "siglo de oro" (1900-1910) 1a crisis escénica se fue intensificando mientras avanzaba e1 siglo y llego a un estado alarmante a1 estallar 1a conflagracién mundial. El critico Julio A. Leguizamén refiriéndose a la situacién teatral de post— guerra dice lo siguiente: La crisis escénica producida durante y con posterioridad a la primera guerra mundial no parece plantearse en virtud de los problemas relativos de las obras mismas, sino mas bien alrededor del negocio teatral. Es decir, que la evidente postracion de la escena y por la cual sufre su nivel artistico si dim 13 bien obedece a complejas causas, puede situarse en un plano preferentemente material. Se busca e1 éxito a base de un personaje de fuerte comicidad, burdamente caricaturesco. Después e1 problema se sitfia en un campo de reciprocas recriminaciones. Los empresarios culpan a los autores y simulan echar de menos la presencia de creadores auténticos; los autores culpan a los empresarios, atentos a1 negocio solamente, y entre ambos execran a1 pfiblico, cuyo gusto pervertido y bastardeado tendra la culpa de todo. El problema no excluye, por cierto, 1a responsabilidad de autores infieles a1 dictado de una sincera vocacion. A pesar de las condiciones poco favorables, Martinez Cuitifio se mantuvo firme en su deseo de contribuir a la tarea de elevar la categoria de la escena nacional. Su labor dramética manifiesta una marcada inquietud renovadora que como se veré lo lleva de su inicial orientacion realista- naturalista a sus experimentos dentro del campo vanguardista. E1 dramaturgo jamés consideré e1 teatro como mero pasa- tiempo ni tampoco hizo de él un "modus vivendi." Reconocia que el teatro tenia una misién dentro de la cultura de un pais. Veia en la actividad teatral un arma poderosa de redencién social. En 1927, a raiz de una encuesta que se llevé a cabo en el ambiente argentino, e1 dramaturgo ponia de manifiesto su idealismo en cuanto a1 teatro nacional de la manera siguiente: E1 teatro nacional consolida sus manifestaciones a pesar de sus alternativas y el negativismo snobista. Yo creo en nuestro teatro. Anda y marcha en todos los ordenes: lo mismo en la comedia psicolégica 0 en el drama expresionista que en el sainete de viejas maneras 0 en las farsas de la filtima entonacién. Es ésta una realidad negada comunmente entre nosotros y frecuentemente reconocida en el extranjero, como suele ocurrir a los extranjeros en nuestro ambiente. E1 juicio espontaneo del l4 pueblo, sin embargo, y que, dicho sea de paso, com- porta intuiciones tan serias y apreciables, ha coincidido de vez en vez con el juicio de fuerzas intelectuales superiores, pertenecientes a medios de una cultura mucho mas densa que la nuestra. Ese "Yo creo en nuestro teatro" explica de cierto modo su tesonera actividad creadora que realizé a través de los afios. Dada la situacién teatral durante su carrera dramética, este noble aspecto del dramaturgo seria suficiente razén para situarlo entre los verdaderos impulsores de la dramaturgia argentina. Pero el drama- turgo no se limité solamente a1 campo de la creacién dramética sino que paralelamente participé en otras actividades con el fin de mejorar 1a situacion de los autores y del arte escénico en la Argentina. En 1910, dos afios después de su iniciacién en las actividades teatrales, Martinez Cuitifio se destacé como uno de los fundadores de la importantisima Sociedad de Autores Draméticos, sociedad que tenia como fin primordial la defensa de los derechos e intereses de los autores. Asi empezo su asociacion con dos entidadesl7 que a1 unirse definitivamente en 1934, bajo e1 titulo de Sociedad General de Autores en la Argentina (ARGENTORES), se convertiria en afios posteriores en uno de los organos culturales mas 18 Dentro de la eficaces e importantes en el mundo. primitiva Sociedad de 1910, el joven dramaturgo desempefié e1 cargo de Secretario Redactor y a la vez. fue uno de los protagonistas en la apasionada lucha que se 11ev6 a :5 up.“ 15 cabo por la Sociedad con el fin de implantar e1 recono— cimiento del diez por ciento como derecho de autor. A partir de 1934, actué como vocal titular en diferentes ocasiones. En 1942 fue electo para dirigir los destinos de "Argentores." Al dejar 1a presidencia de este organismo en 1945, intelectuales de la Argentina y del Uruguay 1e brindaron un conmovedor homenaje en el cual se subrayaron sus cualidades como lider y como creador dramético.19 A partir de 1945, represento a la Sociedad General de Autores Argentinos en varias conferencias y congresos nacionales e internacionales. Ademés de su activa participacién en el campo gremial, Martinez Cuitifio extendié su radio de accién hacia 1a direccién escénica. Tuvo a su cargo la direccién de la compafiia de Camila Quiroga durante varias temporadas. En 1921, acompafio y dirigié la compania de la actriz durante una exitosa gira por Espana y Francia. Durante su estadia en estos paises se le presentaron oportunidades en las cuales dicto conferencias sobre varios aspectos del teatro argentino. Vicente Martinez Cuitifio debe ser considerado una de las figuras importantes en la evolucion del teatro argentino. Sin embargo, no sabemos de la existencia de ningfin estudio que haya sido escrito con el fin de evaluar su produccién dramética. La editorial M. Gleizer en 1923 publicé veinte obras del autor en siete tomos. Algunas 16 de sus obras han aparecido por separado en revistas teatrales como "Argentores," "Bambalinas," "Teatro POpular," ”Proscenio," y "El Entreacto." Servidumbre, una de sus filtimas obras esta incluida en la coleccién Teatro uruguayo contemporéneo publicada en 1960 por la editorial Aguilar. No sabemos a ciencia cierta cuantas obras escribié e1 autor. Algunos historiadores sefialan que escribio alrededor de cincuenta piezas. Willis Knapp Jones en su Breve historia del teatro latinoamericano (1956) 1e atribuye mas de cien obras. De las cuarenta y cuatro obras de cuya existencia estamos enterados, hemos con- seguido treinta y dos. En cuanto a critica literaria sobre la labor dramética del autor, desgraciadamente existe muy poca y en la mayoria de los casos resulta sumamente ligera. En las historias de teatro o resefias literarias, 1a presentacién del autor resulta por 10 general muy esquemética. Resefias ligeras de su trayectoria dramética y algunos datos biogréficos pueden encontrarse en Diccionario teatral del Rio de la Plata (1961) de Tito Livio Poppa, en el Diccionario de la literatura latino- americana--Segunda Parte--(Uni6n Panamericana, 1961), en Enciclopedia de la literatura argentina (1970) dirigida por Pedro Orgambide y Roberto Yahni y en un articulo que aparecio en Guia quincenal de la actividad intelectualgy artistica argentina (octubre de 1950) titulado "Teatro: Vicente Martinez Cuitifio." Quizés lo mas substancial en SEIKO ET. IEV varzas 17 cuanto a critica sean algunos juicios que han aparecido en revistas, en varias cronicas periodisticas y en estudios cortos en donde se discute alguna obra en particular. Juicios sobre algunas obras del autor han aparecido en las revistas Nosotros, Palas, Atlantida y en la revista quincenal del Anuario Teatral Argentino (1925-1926). Alfredo A. Bianchi, D. A. Arizaga, M. G. Lugones, Nicolas Barros y Joaquin de Vedia han enjuiciado varias de sus obras en estudios cortos. También han aparecido juicios sobre algunas de sus obras en los diarios argentinos La Nacién, La Prensa, La Razén, La Vanguardia, Critica, Noticias Gréficas, El Pueblo, El Mundo, Ultima Hora y Para 3;; en las columnas madrilefias de La Epoca, La Voz, La Accién, E1 Globo, E1 Heraldo de Madrid, La Correspondencia, El Debate, E1 Universo, La Libertad, E1 Sol y en La Vanguardia de Barcelona; en los diarios mejicanos El Universal, Excelsior y El Heraldo; y en La Nacién de Santiago de Chile. Algunos criticos han estudiado mas detenidamente varias obras del dramaturgo como ocurre con La fuerza ciega y La humilde guimera en Un teatro en formacién (1919) de Juan Pablo Echagfie y en Teatro nacional (1920) de Alfredo Bianchi. Luis Rodriguez Acasuso estudia La fuerza ciega en Del teatro a1 libro (1920) y Octavio Ramirez, E1 espectador o la cuarta realidad en Treinta anos de teatro: 1925-1955 (1963). E1 critico uruguayo, Carlos H. Faig, en un articulo corto 18 titulado "La parabola del teatro de Vicente Martinez Cuitifio” sefiala un aspecto preponderante en la labor dramética del autor. E1 prepésito de este estudio es la presentacién y valoracion de la produccion dramética de Vicente Martinez Cuitifio. E1 estudio constaré de cinco capitulos y cada uno examinaré un aspecto particular de su obra. El primer capitulo abarcaré un bosquejo biografico del escritor y se presentaré su trayectoria dramética que incluye una breve sinopsis de cada obra. En el segundo capitulo examinaremos la temética que inspira las obras del autor y su manera de enfocar los conflictos particu- lares. Un examen de los personajes que pueblan la sociedad dramética del escritor y un anélisis de los rasgos que los individualizan constituye 1a materia del tercer capitulo. En el cuarto capitulo discutiremos 1a orientacién realista, naturalista y vanguardista que se manifiesta en el teatro del dramaturgo. En el ultimo capitulo discutiremos la técnica estructural y el estilo de las obras. l9 NOTAS DE LA INTRODUCCION 1"Las piezas rurales E1 amor de la estanciera, Las bodas de Chivico y Pancha y El detalle de la accion de Maipfi, se enlazan con Juan Moreira y las piezas gauchescas que lo siguen, afirmando asi un teatro que nace con sincero matiz realista, apegado a la tierra, con profunda raiz autéctona." Angela Blanco Amores de Pagella, Nuevos temas en el teatro argentino: La influencia europea (Buenos Aires: Editorial Huemul, 1965), p563. 13-I4. 2Esta obra pone de manifiesto un deseo por aclimatar un teatro genuinamente criollo. "Pedro Echagfie estrené su drama Rosas, que seria el primer intento escénico de calidad soBre la figura del tirano. La obra fué recibida con gran entusiasmo porque, aparte de alejarse de los viejos moldes clasicos o seudo-clésicos, trascendia de ella un limpio y noble sentido argentinista." Luis Ordaz, E1 teatro en el Rio de la Plata (Buenos Aires: Editorial Futuro, 1946), pég. 281 3Rafil H. Castagnino, "La literatura dramética argentina" en Historia general de las literaturas his- pénicas (Barcelona: EditoriaI’Barna, 1958), Vol. V, pag. 407. 4 pég. 37. Luis Ordaz, El teatro en el Rio de la Plata, SR. Castagnino, "La literatura dramética argentina," pég. 409. 6Alejandro E. Berruti, "E1 teatro breve nacional" en Revista de Estudios de Teatro (COrdoba), II, no. 5 (196”: P59. 38. 7Cf. Luis Ordaz, Breve historia del teatro argentino, 8 vols. (Buenos Aires: Editorial Universitaria, ' V010 III, p59. 8. 20 8La rosa blanca fue presentada en 1877 por la compafiia espafiola de Hernan Cortés. Cf. Luis Ordaz, Breve historia del teatro argentino, Vol. III, pég. 8. 9Citado por Luis Ordaz. Ibid. 10"1902, afio del Apolo, sefiala e1 punto de partida organizativo de las compafiias nacionales y, con ello, la iniciacion de la etapa afirmativa de nuestro teatro. Mucho de lo que se lograré después tiene sus raices en ese momento." Ibid., p69. 21. 11 pég. 413. R. Castagnino, "La literatura dramética argentina," lzIbid. 13Luis Ordaz, Breve historia del teatro argentino, Vol. IV, p59. 19. 14Alfredo de la Guardia, La Nacion, nfimero especial dedicado a1 Sesquicentenario de la Revolucién de Mayo, 22 de mayo de 1960, pag. 40. Citado por Jorge Cruz en Samuel Eichelbaum (Buenos Aires: Cuadernos de las Ediciones CulturaIes Argentinas, Ministro de Educacion y Justicia, 1962), pég. 10. 15Julio A. Leguizamén, Historia de la literatura hispangamgrigana_(Buenos Aires: Editoriales Reunidas, 16Vicente Martinez Cuitifio, La Nacién, 1927. Citado por Tito Livio Foppa en Diccionario teatral del Rio de la_glata (Buenos Aires: Argentores, Ediciones del Carro de Tespis, 1961), pég. 989. 17E1 17 de diciembre de 1934 se llevo a cabo la unificacién definitiva de la Sociedad Argentina de Autores Draméticos y del Circulo Argentino de Autores (grupo que se habia separado de la sociedad primitiva en 1920). Sobre este acontecimiento, véase lo que dice Tito Livio Foppa, Diccionario teatral, pégs. 735-736. 21 18"Argentores no 5610 ha llegado a ser una institucién perfecta, sino también una de las mas importantes del mundo, en lo que se refiere a la vigilancia y cobro de los derechos de autor, ya sean por obras teatrales, radiales o cinematograficas." Luis Ordaz, E1 teatro en el Rio de la Plata, pag. 107. —— 19"Demostracién a Martinez Cuitifio" en Argentores (Buenos Aires: octubre de 1945), pags. 15-26. a Q AA A.“ Qua, '5‘ n 0‘ (I. l r, L . 5... In I") kJ 23‘ ‘1. 1" . CAPITULO PRIMERO RASGOS BIOGRAFICOS Y TRAYECTORIA DRAMATICA Vicente Martinez Cuitifio nacio e1 31 de julio de 1887 en Artilleros Departamento de Colonia, Uruguay. Todavia un adolescente, se trasladé a Buenos Aires donde cursé las primeras letras en el Colegio de San Carlos. En afios posteriores cursé los estudios universitarios en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Univer- sidad de Buenos Aires y en 1913 se recibié de abogado con una tesis que titulo Justicia de menor cuantia. Su interés en la jurisprudencia dejaria clara huella en la personalidad del escritor y anos después se reflejaria en algunas de sus creaciones draméticas como No matarés y Atorrante o la venganza de la tierra. A pesar de la fuerte atraccién que ejercieron sobre él las "Doce Tablas" su inclinacién se orientaba preferentemente hacia el mundo de la literatura. Su anhelo por informarse sobre las actividades literarias lo llevé a frecuentar los cafés y pefias literarias que contrastaban con la atmésfera dis- ciplinada del aula universitaria. Un intimo amigo suyo, e1 Dr. Nerio Rojas que le conocié por largos afios, docu- menta de la manera siguiente aquellos afios estudiantiles 22 -‘u 23 y de iniciacién tan importantes en la formacién espiritual del futuro dramaturgo: Era un vago estudiante de Derecho y luego fué abogado, pero a la seriedad de los c6digos preferia e1 ensuefio de la literatura; a las Doce Tablas las olvidaba por las nueve musas; a la facultad de Ciencias juridicas 1a reemplazaba con la escuela libre de la calle Corrientes; dejaba el aula solemne con la palabra de Quesada, de Obarrio, de Pinero, y se instalaba en la sala de Los Inmortales bullanguera con la palabra de Monteavaro, de Joaquin de Vedia, de Florencio Sanchez; era e1 benjamin precoz de aquellas mesas rodeadas por hombres indisciplinados,conver- sadores, talentosos, nefelibatas, y de esa academia noctambula salia a1 amanecer con la cabeza llena de ensuenos, de versos y de teatro, oyendo con el poeta e1 canto juvenil de la alondra de luz en las mafianas. Aquel frecuente contacto con escritores talentosos habia de influir de alguna manera en la formacién espiritual del escritor. En aquel ambiente, en donde segfin Martinez Cuitifio, "E1 inmortal entraba a1 Café con el propésito de saborear su taza, abrir su balcén interior para contemplar 1a actividad artistica del mundo y enredarse en una dis- cusién,"2 se abordaban temas de toda indole. Su espiritu y criterio se fueron forjando a través de las conver- saciones sobre autores, obras, estrenos, ideologias, bastidores, intérpretes, cruzadas teatrales, empresarios, etc. De los temas discutidos, e1 joven iria escogiendo aquellos que guardaban cierta afinidad con su natural inclinacién y en afios posteriores habrian de ser enfocados artisticamente en sus creaciones draméticas. Es muy posible que varios de sus personajes draméticos sean trasunto de algunas personalidades que frecuentaban 24 aquellas sesiones nocturnas. En dichas reuniones cultivé algunas de sus mejores amistades a través de los afios, como las de Florencio Sanchez, José Gonzalez Castillo y Joaquin de Vedia. El primero, como veremos més adelante, habria de dejar una huella patente en varias obras del autor. Alli también cultivo sus dones de observador y paralelamente, a1 participar como "jefe de mesa,"3 afilé su garra verbal que 1e seria de gran utilidad en los cargos que desempefié como propulsor de la dramaturgia argentina. Muchas de las impresiones recibidas en las frecuentes visitas a1 café de los Inmortales serian recogidas nostalgicamente afios después en su obra El café de los Inmortales. La obra es una especie de crénica en la cual e1 autor hace semblanzas de algunos protago- nistas que frecuentaban aquel sitio y entre las cuales se destacan autores de renombre como Florencio Sanchez, Joaquin de Vedia, Garcia Velloso, José Gonzalez Castillo, Sanchez Gardel y actores consagrados como Francisco Ducasse, Guillermo Battaglia y Pablo Podesta.4 Luego de haber obtenido el titulo de Doctor en Jurisprudencia, Martinez Cuitifio se adentra mas en el ambiente intelectual argentino a través del periodismo. Con el fervor del iniciado, trabaja en la redaccién de algunos diarios en los cuales se reflejaba 1a agitada y siempre cambiante vida portefia. Sus ideales en cuanto a1 mejoramiento de la cultura lo mueven a una constante accion 25 y quizés este aspecto de su personalidad haya motivado a1 critico Melian Lafinur a llamarlo "indio fiero y 5 aguerrido." Era en aquellos afios de iniciacion, segfin Joaquin de Vedia "un chiquilin simpético que dice y 6 escribe cosas tremendas por ahi." El tiempo fue sose- gando poco a poco su postura un tanto romantica sin menoscabo de los bellos ideales que lo movian a la accion creadora. Hizo critica teatral en las péginas de los diarios E1 Nacional y La Razén. Fue periodista y redactor de los diarios El Pais, La Mafiana y colaborador de La . I 7 2 ’ . . . Nac10n. Colaboro ademas con rev1stas prestigiosas como Nosotros8 y la Revista de Filosofia.9 Comentando en 1932 sobre la critica literaria en el medio argentino, Roberto F. Giusti incluia a Martinez Cuitifio entre "algunos escritores que con su talento, cultura y dedicacién asidua, enaltecieron 1a profesién, levanténdola a menudo por encima del menester del mero cronista."10 Las fronteras 1ejanas también ejercieron su poder mégico en la vida del joven dramaturgo. Sus estudios de especializacién en Paris, Madrid y Ginebra no 5610 amplia- rian su cultura sino que a la vez dejarian definitivas huellas en su labor dramatica. En la ciudad suiza siguié cursos de psicologia con Claparede y su interés en el campo de la psicologia habia de manifestarse en obras futuras como Superficie y El mago escondido. no- LII. A. r... I‘. ”.- o 4: ~ . z. .. - q—‘ ‘R Q sh . ~Nd 26 Otro aspecto de la vida del escritor es el refe- rente a su activa accién en el campo de la ensefianza. Ejercio 1a docencia ensefiando literatura, psicologia e historia en el Colegio Nacional No. 1 de Buenos Aires y ensefié literatura en el Colegio Nacional Rivadavia de 1915 a 1945. Ademés, Martinez Cuitifio cultivé 1a crénica, e1 ensayo, e1 cuento y la poesia. En 1906, publicé su primera obra que titulo Rapsodias paganas en la cual segfin 1a critica "ya se adivinaba 1a garra potente del escritor, 11 . . . ." La obra es una colecc16n de versos en los cuales 1a critica ha sorprendido una mezcla de elementos moder- nistas y roménticos. Sin embargo, e1 teatro parece haber sido siempre 1a absorbente pasién de Vicente Martinez Cuitifio. E1 substancial repertorio de obras, su constante anhelo de superacién y su activa participacién en distintos campos de la actividad teatral ponen de manifiesto la atraccién que el teatro ejercié sobre él. Fue a la vez un hombre de accién y de bellos ideales que, como sefiala Tito Livio Foppa, "sintié 1a atraccién del teatro como manifestacién de arte y al mismo tiempo como tribuna, tan intensamente y de tal suerte, que en realidad era hombre de teatro aun antes de presentar su primera obra."12 E1 estreno de la comedia en tres actos, El finico gesto, por la compafiia de José J. Podesta en 1908, marca la 27 1a iniciacién de Martinez Cuitifio en el teatro profesional.13 Segfin Carlos Damel, a1 dia siguiente de su estreno e1 diario La Nacién a1 comentar sobre la obra, decia: "es "14 un ensayo feliz que muestra a un hombre de teatro. partir de esta fecha, Martinez Cuitifio escribiria un copioso nfimero de piezas teatrales que enfocan los mas diversos temas dentro de los mas variados escenarios. E1 abordamiento de los temas y problemas que atraen 1a atencién del dramaturgo tienen como fin primordial e1 estudio del individuo en sus varias dimensiones: e1 individuo en relacién con la sociedad, e1 individuo en relacion con sus semejantes y el individuo en relacion consigo mismo. Nada parece serle indiferente a1 escritor que se permite sonar con la deseada armonia entre el mundo exterior y el cosmos interior del Hombre. En su produccién dramética aparecen algunas intrigas y situaciones seme- jantes pero, como ha sefialado Roberto F. Giusti, "hay en ella diversidad de asuntos y orientaciones teatrales."15 Dentro de su produccién dramética, sin forzar demasiado e1 aspecto cronolégico, pueden observarse dos fases distintas: 1a realista-naturalista que va de 1908 a 1926 y la vanguardista y expresionista que va de 1926 en adelante. En la primera fase, y siguiendo 1a huella de Florencio Sanchez, e1 dramaturgo estudia temas convencionales y enfoca, en la mayoria de los casos, cuadros sociales habitados por tipos del medio ambiente. La influencia del 28 autor de M'hijo e1 dotor suele ser mencionada por los criticos. Roberto Giusti, por ejemplo, dice: "Iniciaron la marcha en las huellas de Sanchez, de quien fueron amigos, Vicente Martinez Cuitifio y José Gonzalez Castillo. Por ese camino ambos han hecho preferentemente teatro de observacién y critica sociales."l6 Otro dramaturgo uruguayo que quizé haya influido en la obra dramética del escritor es Ernesto Herrera. En las obras de ambos escritores notamos cierta simpatia hacia los humildes y explotados, una propensién a1 empleo de un fuerte verismo y finales melodraméticos y el interés por el sondeo psicolégico de algunos personajes. En obras de Ernesto Herrera también encontramos varios motivos gratos a Martinez Cuitifio tales como la seduccién y abandono de la mujer por el hombre y la desigual batalla entre los pobres y los ricos (Mala laya) y la fuerza de los convencionalismos sociales (La moral de Misia Paca). Es posible que también Nicolas Granada haya influido en la dramaturgia del autor en lo que Se refiere a ciertos temas como el afén de figuracién social y el motivo de la vida bulliciosa y falsa de la ciudad contrapuesta a las virtudes de la vida del campo. Ambos motivos son estudiados en ;Al campo! de Nicolas Granada y Cuervos rubios de Martinez Cuiti'no.l7 Durante 1a segunda fase Martinez Cuitifio experi- menta con algunos temas y recursos técnicos de la orien- tacién vanguardista que como se veré en el capitulo 29 cuarto, lo sitfian dentro del grupo de autores nacionales que trataron de experimentar con las novedades del teatro europeo. En esta fase predominan los estudios psicologicos, los sondeos de las intimas zonas del alma humana y el interés filoséfico. 8610 de vez en cuando volvera a las modalidades de la primera fase como ocurre en Diamantes quebrados. En 1909 se estrena E1 derrumbe, comedia en tres actos. Dentro de un cuadro social lleno de corrupcién, se presenta el caso de un joven idealista que es victima de una mujer simuladora. E1 fracaso material y espiritual son e1 resultado de la falta de sentido practico ya que ha sido aniquilado por la pasién que siente por su amante y su inhabilidad para adaptarse a la mentira de una sociedad enmascarada. Un marcado pesimismo en cuanto a la hipocresia social se desprende de esta obra y se acentuaré con mayor vigor segun avanza 1a produccién dramética del autor. En el mismo afio, Martinez Cuitifio estrena Rayito de sol, en un acto, cuyo asunto versa sobre la desdichada vida de un hombre que, a1 verse traicionado por su esposa y luego por su querida, trata de suicidarse y 5610 consigue cegarse irremediablemente. La impotencia que siente, los celos y duda lo desquician momenténeamente y termina por estrangular a la amante arrepentida. Su muerte por embolia pone fin a la fabula que inspira la obra. Una 3O caracteristica que aparece con frecuencia en la primera fase del autor y que se observa en esta pieza es el empleo de la escena violenta y de un verismo descon- certante. En Notas teatrales, comedia en un acto y estrenada en 1910, se presenta una critica del mundo teatral del momento. La obra trata del caso de una actriz joven que viéndose acosada por el temor a1 "aqué diran?," se ve obligada a comprar la buena voluntad de un cronista que al final resulta ser un impostor. Se debe mencionar 1a fuerte nota humoristica de esta pieza puesto que como se vera, solo aparece esporadicamente en la primera fase dramética del escritor. En 1911, se estreno la comedia Mate dulce, en tres actos, por la Compania Pablo Podesté, obra que el autor dedicé a la memoria de Florencio Sanchez. Con fuertes pinceladas se presenta e1 dilema de una familia de la clase media que es acosada por una pobreza econémica vergonzante. La falta de voluntad de un padre alcohélico, 1a irresponsable actitud de una madre con "virtudes" celestinescas, 1a caida y corrupcién de las dos hijas, y el empefio de todos por guardar las apariencias revelan e1 declive eSpiritual y moral del nficleo familiar. E1 espiritu de reivindicacién social y la manifiesta simpatia que el autor guarda por los humildes 31 ponen de manifiesto cierto parentesco con la labor dramética de Florencio Sanchez. El malén blanco, drama que se estreno en 1912, es una de las mas fuertes expresiones del escritor dentro de la estética realista-naturalista. Con tintas oscuras y pinceladas reveladoras, Martinez Cuitino hace un alegato contra el trafico de mujeres, que segfin Carlos H. Faig 18 E1 constituia una "verdadera plaga social entonces." asunto versa sobre la vida de una joven de diecisiete afios que es casada por su padre con un sédico mercader de mujeres. Pudiendo escoger entre la vida honrada aunque humilde que 1e ofrece su novio y la vida viciosa a la que poco a poco se ha ido acostumbrando, 1a joven escoge 1a filtima; decision que revela sus tendencias masoquistas y su definitiva corrupcion. Debido a1 éxito de otras obras estrenadas en el mes de enero, la obra de Martinez Cuitifio no pudo subir a1 escenario del 19 Moderno y fue en Montevideo donde conquisto por primera vez e1 aplauso del publico durante los meses de enero y febrero.20 E1 15 de marzo, la obra se estreno en el medio argentino y constituyé un sonado éxito para el escritor. La obra fue representada sin interrupciones hasta el 31 del mismo mes. Con la excepcién de varias reservas en cuanto a la presentacién de algunos personajes y especialmente e1 dibujo de la protagonista, 1a critica sefialé 1a noble intencién que guiaba a1 autor y el talento que exhibié en 32 su feliz elaboracién de las crudas situaciones. Nicolas Barros, a1 hacer 1a critica de la obra en 1912, decia: "Algo hay de esencialmente meritorio en las obras que gustan a1 publico, algo que no se consigue 5610 a base de vulgaridad. Martinez Cuitifio ha conseguido por ejemplo, imponer su <«Ma16n blanca», sin apelar a ella. Mucha rudeza y mucho sentimiento descarnado hay en la obra, mucha amargura disuelta en cada escena, en cada situacién pero en toda ella hay lo que desgraciadamente falta en una abrumadora mayoria de las piezas nacionales: talento."21 Una vez mas, Martinez Cuitifio se ganaba e1 beneplécito del pfiblico a quien no extranaba su honda preocupacién por los problemas sociales ni tampoco su garra dramética. La obra fue premiada por la Municipalidad de Buenos Aires. Ese mismo afio, subio a1 escenario E1 viaje de don Eulalio, comedia en un acto. Se presenta el caso de una mujer joven que se traslada a la ciudad con la esperanza de encontrar empleo para poder ayudar en el sostenimiento de la familia. Los obstéculos que se 1e presentan en la ciudad terminan por desilusionarla y acosada por la necesidad econémica se convierte en amante de un hombre desalmado. La inesperada visita de su padre y hermana ocasiona e1 conflicto. E1 choque entre la verdadera situacién de la hija y la ilusién que de ella se habia forjado la familia provoca un triste y conmovedor desen- lace en el cual 1a protagonista queda sola llorando su 33 desventura. E1 tema de la mujer engafiada, seducida y corrompida por el hombre tiene mucha importancia en esta obra y surgira con sus variantes en un buen nfimero de obras del escritor. Los Colombini, comedia en tres actos, también se estreno en 1912. Esta obra aborda el tema del "gringo" enriquecido merced a su honrado trabajo y como contraste surge el tema de la familia venida a menos debido a los malos negocios. La situacién se agrava cuando e1 hijo falsifica 1a firma del padre para obtener una fuerte cantidad de dinero con la cual piensa pagar una deuda de juego. El odio racial encarnado en Armando, e1 hijo, aparece como contrapunto a la buena voluntad del "gringo" que esta dispuesto a ayudar a1 padre de Armando, su amigo y antiguo benefactor. La obra termina con una nota optimista ya que el hijo del gringo don Giacomo se casaré con la hija del criollo don Marcos. El casamiento no 5610 realizaré e1 deseo de los dos jévenes sino que a la vez salvaré a la familia de don Marcos de la deshonra y de la ruina material. Como se puede observar, esta obra contrasta con la mayoria de las obras que hasta ahora hemos comentado puesto que exhibe e1 idealismo del escritor en cuanto a1 conflicto racial. Ademés se manifiesta 1a importancia que el escritor atribuia a la verdad, a1 amor desinteresado, a la amistad y a la comprensién entre seres humanos. Con esta obra e1 escritor daba a conocer a1 publico otro 34 aspecto de su multiple personalidad. Enrique Garcia Velloso a1 comentar sobre la obra en 1922 decia: "Don Vicente Martinez Cuitifio habia hecho hasta ahora piezas draméticas de efectos lacerantes. Sus dramas amargos y brutales, como "Mate dulce" y "El malon blanco," pusieron de relieve a un espiritu que se gozaba en la exhibicién de lacras sociales; de personajes de una amoralidad atormentadora; de dolores sin consuelo. Anoche, en cambio, estreno en el teatro Nuevo una comedia dramatica que revelaba a un optimista para quien la vida no tiene penas que no se puedan mitigar, ni afrentas que no puedan olvidarse, ni deshonra que no se perdona" [sic].22 El caudillo, drama en cuatro actos, fue estrenado en 1913 por la compafiia Pablo Podesté. La accion esta ubicada en una provincia en donde don Bernardino desempena e1 papel de caudillo local. Su afan por distincién social y su servilismo politico 1e ciegan de tal manera que poco a poco se va mezclando en asuntos turbios que contribuyen a1 deslizamiento de su familia hacia 1a miseria moral. La seduccién de la hija, por el politico Regueira a quien ha servido con tanta lealtad, le des- pierta brutalmente a la realidad de su situacién. De pronto se encuentra convertido en un padre que ha perdido e1 respeto de sus hijos y en un titere que sélo sirve para adelantar los intereses del senador. E1 hijo, quien se resiste a la influencia del politico y que no es capaz 35 de mostrarse indiferente ante la deshonra de la hermana, termina matando a Regueira. Después de la muerte del idolo del partido, don Bernardino condena a1 homicida a muerte y tardiamente se da cuenta de que se trata de su propio hijo. Considerando esta obra como una de las mas interesantes dentro del repertorio nacional, Manuel Lugones se complacia en hacer hincapié en la diferencia entre e1 empefio del autor con el de algunos de sus contemporaneos y las proyecciones sociolégicas que aportaba 1a obra. Distinguelo en la falange numerosa de nuestros autores teatrales e1 concepto preciso de su vision sociolégica. Frente a1 avance del teatro regionalista, que busca y finca su inspiracion en el ambiente pro- vinciano, trasladando a escena los conflictos no siempre trascendentales de su vida sedentaria o la evocacién poética de sus leyendas populares, Martinez Cuitifio ha persistido en el filon de ese tipo étnico de nuestra evolucién, cuyo campo de accién exclusiva- mente metropolitano invade poco a poco todo el territorio de la repfiblica, nacionalizandolo segfin norma. Reducida por fatalidad geografica toda la actividad argentina a los limites de la Capital, su foco comercial, intelectual y moral, su vida misma resulta logicamente toda la vida nacional. E1 regionalismo tiene, pues, tan solo un valor de con- traste. En 1914 se estreno La bambolla, en tres actos, por 1a Compafiia Pagano-Casaux. La accién tiene como marco escénico e1 hogar de una familia de bien que se encuentra en una desesperante situacién econémica. La avidez de lujo y el afén de figuracién de parte de la esposa y de una de las hijas no 5610 llevan al marido a la ruina econémica sino que a la vez acaban por minar los ideales y el bienestar espiritual de la familia. Como contraste 36 aparece una de las hijas que se pone de parte del padre y que con su sentido practico y saludable optimismo aminora e1 malestar del jefe de familia. El hogar queda trastornado pero 1a intervencién de un sobrino del padre dan a éste 1a oportunidad de salvar la situacién y a la vez lo salva de la deshonra. La desintegracién de una familia esta minuciosamente analizada por el dramaturgo que consideraba 1a ostentacién como uno de los mas funestos elementos dentro de la sociedad. La fuerza ciega, drama en tres actos, fue estrenado en 1917. E1 asunto versa sobre la vida de una joven seducida que después se casa con el hijo del hombre que la sedujo. Una crisis mental se apodera de la joven debido a que no puede seguir ocultando a1 marido su verdad intima que la consume. Ante 1a insistencia del marido por saber lo que la aflige, 1a joven a través de un grito revelador delata a1 padre como autor de su perdicién y como padre del hijo que esta por nacer. Sintiéndose incapacitado para cometer un parricido, e1 joven pone fin a su dilema con su propio suicidio. Esta obra de un brutal verismo fue acogida con entusiasmo por el pfiblico bonaerense cuyas "ovaciones tributadas a1 dramaturgo estallaron como ,"24 segfin recuerda e1 critico Luis G. una tempestad . . . Urbino. Esta obra que es una de las mas conocidas del autor tuvo un papel importantisimo en la exitosa gira que hizo 1a Compafiia de Camila Quiroga a partir de 1921 por el 37 continente europeo y que culminé en el continente ameri- cano en 1927. E1 empresario y director teatral, Héctor G. Quiroga, documenta de la manera siguiente e1 éxito de la cruzada y el entusiasmo con que fue recibida 1a obra: Y fué primero en Espana, e1 7 de enero de 1921, que en el prestigioso escenario del Teatro de la Princesa, de Madrid, y a través de la representacién de "La fuerza ciega," en una noche frenética de triunfo para autor e intérpretes, nuestro teatro nacional recibia e1 bautismo consagratorio de la critica y del pfiblico espafioles, en demostraciones de ferviente entusiasmo. Y poco tiempo después, era en el inaccesible Paris, cumbre y meta del genio uni- versal, que Camila y Vicente, de pie y unidos de la mano sobre el austero tablado del "Theatre Antoine," vacilantes de emocién, recibian e1 homenaje clamoroso del pfiblico francés que puesto de pie aplaudia delirantemente, por espacio de mas de diez minutos, al final del segundo acto de "La fuerza ciega," mientras e1 escenario se inundaba de personalidades que acudian a felicitar a1 autor y a sus intérpretes. Nuevamente Camila y Vicente abrian a1 teatro rioplatense las puertas de la gloria y de la consagracién univer- sal . . . . Y afios después, fue primero en México y luego en Cuba, Peru, Colombia, Puerto Rico, Venezuela y a todos los pueblos hermanos del Continente, que refrendaban con su admiracién y su aplauso las expresiones de nuestro arte escénico, hasta culminar, en diciembre de 1927, en el escenario del famoso "Manhattan Opera House" de Nueva York, con el éxito apoteosico logrado ante aquel dificil pfiblico anglosajén, también con "La fuerza ciega" de Martinez Cuitino, espaldarazo que como botin de gloria ataban a su carro trashumante las esforzadas huestes de Camila Quiroga.25 Otra obra que se estreno en 1917 fue La humilde quimera, comedia en tres actos. A través de un conflicto sentimental se desarrolla el tema de la mujer engafiada por el hombre. E1 robo de una fuerte suma de dinero para sacar a su novio de un apuro que quizés lo lleve a1 suicidio, sitfia a la heroina en un trance dificil. La revelacién 38 del caracter egoista de aquél y una vergfienza humillante es la finica recompensa a su procedimiento. A pesar de la feliz solucién del conflicto externo, éste solo sirve de contraste a la amarga desilusién que se apodera de la protagonista. En 1917 el critico Alfredo A. Bianchi, a1 hacer 1a critica de tres obras nacionales entre las cuales se hallaba La humilde quimera, decia: "Es éste un teatro, que sin ser indefinido ni neutro, es verdaderamente nacional, sin necesidad de que sus personajes usen vincha o hablen de San Martin y de Belgrano, como ocurre en "26 ciertas filtimas obras nacionalistas . . . . En 1918 se estreno Nuevo mundo, en un pr61ogo y un acto. En esta pieza, que dedicé a Leopoldo Lugones, e1 autor enfoca el caso de un joven idealista que, inspirado por ideales humanitarios, decide partir a la guerra. E1 materialismo y el fanatismo personificados por el hermano y un sacerdote respectivamente, terminan por impulsarle afin mas hacia 1a defensa de aquellos ideales que, segfin él, deben ser los pilares de una nueva humanidad. La atmésfera alegérica que se desprende de esta obra sefiala otra modalidad que hasta ahora no hemos visto en la produccién dramética del escritor. Una obra que pone de manifiesto 1a preocupacion del autor en cuanto a la ubicacién social de la mujer, es La fiesta del hombre, comedia en tres actos, que fue estrenada en 1919. Cansada de servir de "fiesta" a su .— a.. GA -v n _ V. 'n "\ ... tr. 39 amante y habiéndose enamorado de un joven, 1a protagonista trata de normalizar su situacién. Sus convicciones, sin embargo, 1e impiden que siga adelante con su proyectado matrimonio ya que no quiere engafiar a1 hombre que ama. Este noble sacrificio tiene como recompensa e1 desprecio de su novio cuya actitud egoista pone de relieve los convencionalismos en favor del hombre y la moral de una sociedad intransigente. Esta obra, que también subié a1 tablado del teatro de la Princesa de Madrid en 1921, merecié e1 siguiente comentario de parte de Manuel Machado donde se refiere a la importancia del autor en cuanto a su personal actuacién dentro de la evolucién dramética argentina y la destreza con que el autor supo sortear 1a situacién dramética. De Martinez Cuitifio--ta1 vez en la actualidad e1 mas valiente e insigne mantenedor del teatro argentino-- hemos dicho ya en estas columnas cuanto habia que decir a propésito de las dos obras estrenadas hasta ahora ("La fuerza ciega" y "Cuervos rubios") y poco hay que afiadir con motivo de esta tercera que modifique esencialmente los conceptos apuntados. La fiesta del hombre es un excelente drama humano y profundo, que versa sobre el falso concepto social del honor femenino. La obra se desarrolla con admirable realidad y técnica maestra; alcanza en las situaciones culminantes toda la fuerza emotiva y dramética necesaria para interesarnos con el hondo problema a través del caso particular per- fectamente observado, determinado y sentido.27 En 1920 se estreno Cuervos rubios, en tres actos, cuyo tema central es el arrivismo desenfrenado. E1 con- flicto gira en torno a dos personajes recién casados y representatives de dos criterios de vida. E1 esposo es un abogado de Buenos Aires que se casa con la hija de un 4O inmigrante millonario sin ser impulsado por el amor sino por el deseo de conquistar una posicién mas alta en la sociedad. La heroina, ilusionada con su matrimonio, se despide de sus padres y se traslada con su marido a Buenos Aires donde pronto se da cuenta de la maldad e hipocresia reinante en los circulos sociales de la ciudad. Todo lo sufre con cierta resignacién hasta el dia en que su marido se propone comerciar con el cuerpo de la esposa. Herida en lo mas profundo y con su quimera deshecha, la joven regresa a1 hogar paterno a llorar su desencanto. Un drama que exhibe 1a influencia de los estudios del escritor en el campo de la psicologia y de la juris- prudencia, es No mataras, en dos actos, que fue estrenado en 1921. La obra constituye un alegato contra la pena de muerte y gira en torno a la idea de que el criminal es 28 Para probar “siempre un producto, nunca una causa." su tesis, e1 autor desarrolla paralelamente un caso particular en el cual e1 protagonista, un juez idealista y defensor de la vida humana, atenta contra la vida de su esposa cuando sobreviene 1a sospecha de que su compafiera 1e ha sido infiel. A partir de esta obra, e1 sondeo psicolégico de algunos personajes principales apareceré con mas regularidad. Los sofiadores, en tres actos, fue estrenada en 1922. La obra es un cuadro de la vida bohemia cuyo tema preponderante es el choque entre e1 ensueho y la realidad. 41 Un grupo de jévenes que conviven en una pension se dan e1 lujo de sonar con el dia en que veran realizados sus anhelos particulares. La precaria situacién economica en que viven intensifica e1 contraste que existe entre el mundo real y el de la fantasia. E1 mundo material, sin embargo, se impone con la llegada de dos representantes de la alta sociedad que con su presencia acarrean 1a semilla de la discordia y como consecuencia 1a destruccién de algunos suefios por largo tiempo acariciados. Este tema, aunque enfocado en diferentes maneras, surge como elemento constante en la dramaturgia del autor. Una de las mas interesantes obras del escritor, El segundo amor, comedia en tres actos, fue estrenada en 1922. E1 asunto versa sobre el dilema de un hombre que se ve obligado, por convicciones personales y sentimentales, a abandonar a su familia para poder unirse con la mujer que verdaderamente ama. E1 dominio que ejerce su pasién amorosa sobre su raciocinio 1e lleva a la conclusion de que su amor no es el convencional sino uno que existe "mas allé del bien y del mal"29 y por lo tanto, capaz de todo sacrificio. E1 interés por el sondeo psicologico que se observa en No Matarés cobra mayor fuerza en esta obra debido a que el escritor concentra su atencién sin desviarse en el drama interior de su protagonista. Otra obra que fue estrenada en 1922 es La rosa de hierro, pieza en dos actos. En ella se relata la historia 42 de una joven humilde que se enamora de un "nifio bien" cuyo finico propésito es seducirla. El mozo no logra su propésito debido a la fuerza de caracter de la heroina y la oportuna intervencién del primo de la joven que llega en el momento en que aquél trata de poseerla a la fuerza. La mala siembra, en dos actos y estrenada en 1923, tiene como tema principal los estragos causados por el alcoholismo y la morfinomania. Con precision clinica se presenta el caso patolégico de un morfinémano cuyo vicio es el causante de su degeneracién fisica, e1 derrumbe de su hogar y la muerte de la esposa fiel que se empefio en curarlo. Esta obra y las ya mencionadas Mate dulce, E1 malon blanco y La fuerza ciega son quiza las expresiones mas crudas en el repertorio de Martinez Cuitifio en donde pueden verse las modalidades extremas de la estética realista-naturalista. En 1925 se estreno La emigrada, comedia en cuatro actos, que enfoca de nuevo el tema de la ubicacién social de la mujer. E1 relato versa sobre el caso de una mujer que decide poner fin a un matrimonio en el cual el amor no existe y abandonar e1 ambiente familiar en el cual se siente victima de las injusticias de los hombres. A pesar de la fuerte oposicién que le presentan su marido, e1 padre y sus dos hermanos, 1a heroina se embarca con su hija para Francia en donde piensa encauzar su propio destino. En contraste con las obras anteriores, en las 43 cuales los personajes femeninos generalmente suelen pre- sentarse como victimas resignadas de las injusticias de los hombres (Leonor de Mate dulce y Laura de El viaje de don Eulalio), aqui aparece el caso de la mujer fuerte e independiente que decide dejar su condicién de "mufieca" para poder determinar su propia vida. Este tipo de mujer, capaz de todo sacrificio para mantener intacta su dignidad, tuvo un antecedente con la presentacién de la protagonista de La fiesta del hombre. Sin embargo, en La emigrada e1 conflicto matrimonial hace posible e1 planteamiento de otros temas como el divorcio y el arrivismo dentro de la sociedad. Estrenada en 1926, en Noche del alma, en tres actos, se presenta un conflicto parecido a1 que vimos en El segundo amor en donde e1 marido abandona a su familia para poder unirse con la mujer por quien siente una irrefrenable pasién. La esposa, quien un dia se mostré tan magnénima y comprensiva en cuanto a la responsabilidad que su marido tenia hacia una chica que sedujo y a quien aconsejé tuviera un aborto, ahora se da cuenta de que su bondad 1a ha llevado a traicionarse a si misma. Ante e1 fracaso de su matrimonio y la destruccion de su i1usi6n, 1a heroina se siente condenada a una angustiosa soledad. Café con leche, en un acto, fue otra obra que también se estreno en 1926. En esta obra se disefia e1 carécter de un hombre cuya avaricia cronica no le permite 44 dar a un atorrante30 un insignificante café con leche. En realidad, no hay asunto propiamente dicho en esta obra sino un cuadro pintoresco de tipos y costumbres del hampa portefia. A1 romper con el molde cuadrilétero escénico31 que hasta ahora ha formado parte de su estética dramética y al incorporar un plano en el cual algunos personajes son elevados sobre lo cotidiano, e1 dramaturgo rompe con la estética netamente realista-naturalista y a la vez pone de manifiesto que su produccién dramética se halla en plena evolucién. Ademas, e1 autor emplea eficazmente e1 juego de luces para contrastar un fenémeno exterior con uno psiquico de uno de los personajes. A partir de esta obra su nueva modalidad se manifestara mas enfaticamente y sus obras, en la mayoria de los casos, se unirén al grupo de expresiones vanguardistas. Por 1a diferente manera en que esta concebida en cuanto a1 aspecto formal de la técnica y por el nuevo espiritu renovador que anticipa, esta obra puede considerarse como obra de transicién entre las dos fases draméticas que hemos sefialado. En 1928 se estreno otra de sus mas interesantes obras, El espectador o la cuarta realidad, en tres actos que el autor 11am6 "escenas en libertad y tres momentos." La fébula que sirve de pretexto a1 propésito del dramaturgo versa sobre un incidente acaecido en el teatro donde una actriz ha sido silbada por los espectadores. Un grupo de 45 amigos se ha reunido en un restoran nocturno para brindarle a la mortificada actriz una cena de desagravio. E1 grupo se compone de la joven agraviada, e1 marido de ésta que es a la vez empresario y almacenero, un poeta, un critico, un actor, un periodista, un poeta arrabalero y una actriz arrabalera. Mientras el grupo comenta sobre lo sucedido, un personaje misterioso (e1 Espectador), que los ha seguido y que se ha instalado en otro reservado, los interrumpe de vez en cuando con sus comentarios. Habiendo terminado de cenar, e1 Espectador se une al grupo y no tarda en convertirse en centro de la reunién. Se entabla una conversacién entre el grupo y el Espectador y éste paulatinamente va exponiendo una teoria estética. De esta manera se plantea el tema de la importante con- tribucién del espectador dentro del conjunto de las cuatro realidades (un hecho de la vida; la realidad individual del autor; la realidad individual del actor; 1a realidad colectiva de los espectadores) que, segfin e1 espectador- dramaturgo, son indispensables a toda obra artistica. Esta obra que se adentra plenamente en el campo de las corrientes vanguardistas fue acogida con entusiasmo por el pfiblico y por la critica. E1 critico Octavio Ramirez, a1 comentar a1 dia siguiente sobre la obra, decia: "Por su tema, por su desarrollo, por sus medios de expresién, por la genérica fisonomia de los personajes, por el con— tenido y el tono de la palabra, entra perfectamente en 46 las escuelas de vanguardia que en estos momentos vivifican con un viento tajante de renovacién la fatigada escena "32 Y después de hacer europea de principios del siglo. dos reparos en cuanto a la presentacién del protagonista, senalaba de la manera siguiente e1 significado que aportaba e1 esfuerzo del dramaturgo a la dramética argentina: Pero, aun con estos dos finicos reparos, 1a filtima produccién de Martinez Cuitino surge como un gran esfuerzo de amplio y satisfactorio resultado, como una de las empresas mas arduas que se han tentado en nuestro teatro, una de sus creaciones mas originales y uno de los trabajos en que el autor ha generosamente volcado mayor y mas substancioso caudal de pensamiento de muchos anos a esta parte. Y mas que eso: la primera obra de vanguardia, con pureza de vanguardia en todos sus elementos de fondo y de realizacién que ha subido a un escenario nacional.33 En 1929 se estreno Extrafia, en un acto, en que se desarrolla e1 conflicto de un joven matrimonio en el cual surgen dos mundos diametralmente Opuestos. E1 mundo que habita 1a heroina es el del pasado en donde convive a través del recuerdo con el esposo quien, durante un breve lapso de tiempo, 1a acompafié en su idilio amoroso. E1 choque que sobrevino cuando 1a imagen del marido ideal no concordé con el esposo que 1e proporcionaba 1a realidad cotidiana provocé en ella una neurosis que poco a poco 1a fue convirtiendo en una "extrana" para el marido. Este por su parte, se entrega a1 estudio y a las abstracciones filoséficas, pero irénicamente carece de sensibilidad para descubrir e1 angustioso drama de la companera. La indiferencia parece ser e1 finico puente de "comunicacién" 47 entre marido y esposa. Ante 1a posibilidad de una ruptura definitiva, e1 padre del joven interviene con el pro- pésito de que lleguen a una reconciliacién. El apreton de manos entre los contricantes al final, 5610 deja 1a impresién de que se ha realizado un nuevo pacto en el cual 1a indiferencia seré substituida por un agudo y reciproco odio. Ademés del sondeo psicolégico que ya hemos sefialado en obras como No matarés y El segundo amor, en esta obra e1 autor exhibe su conocimiento de la técnica moderna europea en cuanto se refiere a1 uso de elementos escenograficos para revelar aspectos animicos de los personajes. Un dia después de la presentacién de Extrafia se lleva a escena Prepotencia, farsa en dos actos. E1 con- flicto principal gira en torno a la tirania ejercida por el marido sobre su familia. Un accidente imprevisto al final del primer acto cambia radicalmente 1a accion del segundo acto en donde aparece e1 marido dominado por la esposa y la hija. El esposo prepotente es reducido a un 34 que solo provoca e1 desprecio de "Caspar Milquetoast" los que lo rodean. La reconciliacién, tipica caracte- ristica de una farsa, pone fin a esta obra comica con la cual e1 autor manifiesta su experimentacién con distintas formas draméticas. Esta obra y la ya mencionada Notas teatrales son las finicas piezas estudiadas en donde hay un predominio del aspecto humoristico. 48 Atorrante o la venganza de la tierra, film escénico en cuatro partes y estrenado en 1932, pone de manifiesto la nueva modalidad adoptada por el dramaturgo. El choque producido entre el mundo de la ilusién y el mundo materialista sirve de eje principal a esta pieza. Se relata en ella la historia de un profesor idealista que esta convencido de que el hombre debe aspirar siempre hacia la verdad y belleza si procura conseguir su purificacién espiritual. E1 fracaso de su matrimonio, 1a accidental muerte de su esposa, e1 egoismo de los hombres, e1 descubrimiento de la pasién que su hermano menor sentia por su esposa joven y la actitud intransigente de la sociedad universitaria, terminan por desmoronar su tran- quilidad espiritual. Acosado por tanta amargura, e1 pro- tagonista desaparece y se une a las filas de los atorrantes de la ciudad; llevando consigo su caudal de recuerdos que sélo aumentan su desencanto. E1 eficaz uso de luces, "flashbacks," transparencias, y una division interna que sirve para acelerar 1a accién sefialan un claro avance técnico y el uso de algunos de estos elementos aportarén vigor a algunas de sus obras posteriores. La obra fue acogida por el pfiblico y merecié e1 Premio de la Municipa- lidad de Buenos Aires por ser la mejor obra dramética del ano. En Superficie, en prologo y cuatro actos, se aborda e1 problema ontolégico y gnoseolégico. E1 49 subconsciente gravita preponderantemente en esta pieza en la cual e1 protagonista, impulsado por el deseo de encontrarse a si mismo, pide 1a parte de la herencia que 1e corresponde y abandona a su familia, novia y pais. Tras un largo recorrer, e1 hijo regresa empobrecido con el propésito de reparar e1 dafio causado a su novia y con la firme conviccién de que jamés pudo libertarse de su pasado. Sin embargo, pronto se da cuenta de que su hermano 1e ha sustituido en el corazén de la joven que abandono y sin tener mas que hacer alli, se despide del hogar con el propésito de emprender e1 viaje definitivo. En 1934 se estreno Diamantes quebrados, comedia en tres actos, con la cual el autor regresa, haciendo un paréntesis en la nueva senda emprendida, a las modalidades de la primera etapa. La accién de la obra se desarrolla en el émbito familiar de una familia venida a menos. Se presenta en ella e1 perfil del padre que carece de espiritu y fuerza para acostumbrarse a su nueva situacién y el de dos hijos acostumbrados a la holganza y a la comodidad. E1 afan de estos tres individuos por guardar las apariencias contrasta con la actitud de la hija mayor quien, no pudiendo seguir viviendo una mentira, afronta la realidad de la situacién con su idealismo y trabajo. A pesar de los obstaculos que se 1e presentan a cada paso, e1 tesonero bregar de la heroina y la oportuna 50 interveneién de un primo que la ama, salvan al final a la familia de un definitivo derrumbe economico y moral. Otra obra que fue premiada por la Municipalidad de Buenos Aires por ser la mejor obra dramética estrenada en 1934, es Horizontes, en tres actos. Esta pieza, que e1 escritor dedicé a su madre, es una excursion dentro del campo expresionista y en la cual se desarrolla e1 romance de una serranita cordobesa con virtudes de vidente. Su inmenso dolor producido tras e1 engafio de un joven de "35 1a la ciudad quien la enamoré "de puro aburrido, desplaza continuamente a un plano psiquico en donde durante trances alucinatorios presagia los hechos futuros de la accién, entre los cuales aparece e1 presagio de la trégica muerte del hombre amado. La preponderante gravitacién de lo inconsciente y la exploracién de un caso de videncia tan discutido hacen de esta obra una de las mas interesantes dentro de la orientacién vanguardista. La obra fue bien recibida por el pfiblico y por la critica. En el diario La Nacién se comentaba sobre la obra de la manera siguiente: La critica no puede exigir 1a exactitud cientifica de una pieza, sino tan 3610 la posibilidad de su verosimilitud cientifica. Esta existe, pues que son muchos los hombres de estudio que afirman la verdad de los hechos que en Horizontes se desarrollan. Con esto basta para que no se remonte a lo inverosimil y se mantenga en el campo de lo posible. Logrado ello, para que no sea una construccion en el aire, lo que mas interesa en una pieza de teatro es su animacién viviente, la verdad de su vida escénica. 51 Horizontes las tiene y las comunica, lo que es doble mérito, en el terreno tan peligroso en que se desenvuelve. Las logra porque e1 autor ha sabido imprimirle a1 personaje central y a las situaciones en que actfia un soplo de sugestién y ha cuidado de hacer llegar este soplo de mas alla sin exageraciones en los hechos y con sobriedad en los medios.36 Obra con rasgos simbolistas es Servidumbre, en un prélogo y cuatro actos, que fue estrenada en 1938. En ella se presentan tres periodos dificiles en la vida de la protagonista: e1 periodo en que queda desamparada debido a que el padrastro 1a considera una enemiga a su bienestar matrimonial; e1 periodo donde es considerada una intrusa por la servidumbre de un hogar de bien en donde ha con- seguido empleo y en donde trata de contrarrestar 1a corrupcién de la servidumbre; y el periodo en que la suspicacia y maldad de los parientes de su antiguo amo y presente esposo conspiran contra el bienestar de su matrimonio y el futuro de su hijo que esta por nacer. Los parientes tratan de probar que Evangelina es una perdida que se ha aprovechado de la supuesta locura de su marido para conseguir que se case con ella. La obra termina con el fallo favorable de los jueces en favor del matrimonio. Como 1a mayoria de las obras de la segunda fase, e1 asunto se desarrolla en dos planos: uno en que los hechos y las soluciones estén ligados a la vida cotidiana y el filoséfico en el cual se abordan aspectos del problema humano. 52 Un problema de conciencia sirve de eje principal a la accién de El hombre imperfecto, en cuatro actos, que fue estrenada en 1943. Se presenta el caso de una joven universitaria que se casa a la fuerza, por temor a la muerte, con un hombre a quien no ama. E1 recuerdo del novio a quien abandono continua interponiéndose entre ella y el marido a quien odia. La situacién infranqueable entre los esposos hace del matrimonio un verdadero infierno. El continuo pensar en su estado de insignifi- cancia debido a su pasada cobardia y la ilusién de poder recobrar su dignidad y su amor perdido, impulsan a la heroina a intentar una separacién definitiva. La noticia de que su ex-novio y su hermana se aman y piensan casarse destruye 1a esperanza que tanto habia acariciado y en un momento de desesperacién termina por suicidarse. En 1949, Martinez Cuitino estreno E1 mago escondido, en cuatro actos, en que se hace alusion a1 subconsciente freudiano. En esta obra se desarrolla el caso de una joven universitaria que no puede darse a la ilusion del amor debido a una experiencia traumética que tuvo a la edad de doce afios. Con la excepcién del médico que la asiste, su actitud hacia los hombres causa asombro a los familiares y amigos. Sélo después de que el médico ha desenterrado a1 "mago escondido" que aqueja a la heroina, puede ésta entregarse a una vida normal con el hombre a quien ama. 53 Ademés de las obras presentadas, Martinez Cuitino escribié, en colaboracién con José Gonzalez Castillo, La santa madre, en tres actos y El parque, también en tres actos. En colaboracién con Carlos M. Cantfi y S. Mattos Rodriguez, escribié Lanza fuerte, en un acto. En la presentacién de la trayectoria dramética de Martinez Cuitino hemos visto dos aspectos principales que hacen imposible e1 encuadre de su labor dramética dentro de una linea o temética definida: en primer lugar su constante inquietud renovadora y en segundo lugar, su propensién por tratar temas de variada indole. Sin embargo, hemos sefialado dos fases que por separado tienen aspectos unificadores. En la primera fase, en la cual e1 dramaturgo hace critica social, predominan e1 elemento objetivo y un marcado tono de disconformidad. Los personajes se presentan como seres sociales y el lente observador del autor se dirige hacia 1a accion reciproca entre sus personajes con las instituciones sociales y con sus semejantes. Con postura reformista, se inclina preferentemente hacia el empleo de las modalidades de la estética realista-naturalista y bajo e1 influjo de dichas tendencias crea obras de un verismo brutal tales como La fuerza ciega y La mala siembra. Paulatinamente e1 drama- turgo va moderando su tono combativo y a la vez se va alejando de las escenas descarnadas como las que ponen fin a las dos filtimas obras mencionadas. Un marcado tono 54 pesimista se manifiesta en la mayoria de sus obras pero, como se veré mas adelante, dicha actitud responde a una disconformidad con miras hacia la reforma social. En la segunda fase hemos visto un cambio de direccién y el abordamiento de situaciones mas audaces tales como la elaboracién de una teoria estética en El espectador o la cuarta realidad y el tratamiento de un caso de videncia en Horizontes. La accién de algunas obras de su segunda fase se desarrolla en dos planos: el de la realidad cotidiana y otro abstracto que lleva a la especulacién filoséfica y en varios casos a1 estudio psicoanalitico. Los temas suelen ser universales sin dejar de ser nacionales. Su critica social, que es un elemento constante en ambos periodos, se caracteriza por un tono mas mesurado. El aspecto intelectual se intensifica en esta fase y por 10 general predomina e1 aspecto subjetivo. Un claro avance técnico en cuanto a la estructura y estilo se manifiesta en este periodo y, en la mayoria de los casos, en las obras se enfoca con sus variantes e1 problema del existir humano. La copiosa y variada temética que se desprende de casi medio siglo de creacién dramética seré e1 objeto de estudio del siguiente capitulo. 55 NOTAS DEL CAPITULO PRIMERO lNerio Rojas, en "Demostracién a Martinez Cuitino" en Argentores (Buenos Aires: octubre de 1945), p69. 23. 2Vicente Martinez Cuitino, E1 café de los Inmortales (Buenos Aires: Edicién G. Kraft, 1954), pég. 37. 3Cf. Tito Livio Foppa, Diccionario teatral del Rio de la Plata (Buenos Aires: Argentores, Ediciones del Carro de Tespis, 1961), pég. 974. 4Cf. "Teatro: Vicente Martinez Cuitino" en Guia quincenal de la actividad intelectual y artistica argentina (Buenos Aires: Segunda quincena de octubre 1950), 73: pég. 7. 5Alvaro Melian Lafinur, "Una generacién se juzga a si misma" en Nosotros, Nos. 279 y 280 (agosto y septiembre de 1932), pég. . 6Cf. Carlos Damel en "Demostracion a Martinez Cuitino," pég. 16. 7 pég. 439. Cf. Tito Livio Foppa, Diccionario teatral, 8Véase "Los colaboradores de este nfimero" en Nosotros, No. 199 (diciembre de 1925), pag. 699. 9Véase "Revista de Filosofia," en Nosotros, No. 70 (febrero de 1915), pégs. 212-213. loRoberto F. Giusti, "La critica literaria en la Argentina" en Nosotros, No. 283 (diciembre de 1932), pag. 254. lle. "Teatro: Vicente Martinez Cuitino," pég. 5. 56 12Tito Livio Foppa, Diccionario Teatral, pag. 439. l3A pesar de que El finico gesto llega a escena primero, Luis Ordaz dice que segfin confesién del propio autor, Rayito de sol "fue su primera obra teatral, escrita mientras rendia las materias de Derecho." Pedro Orgambide y Roberto Yahni, Encic10pedia de la literatura argentina (Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1970), pég. 437. 14Cf. Carlos Damel en "Demostracién a Martinez Cuitino," pég. 16. 15Roberto F. Giusti, "E1 teatro" en Historia de la literatura argentina (Buenos Aires: Ediciones Peuser, 1959), tomo IV, pégs. 569-570. 16Ibid., pég. 569. l7Comentando sobre el influjo de 3A1 campo! sobre los escritores de la época, Luis Ordaz dice lo siguiente: "La obra poseia un noble contenido moral, de lineas sumamente simples, cuya huella seguirian posteriormente muchos autores del género: e1 tumulto de la ciudad, con su egoismo y su falsia, contrapuesto a la tranquilidad del campo, con su lealtad y sencillez." Luis Ordaz, El ‘teatro en el Rio de la Plata (Buenos Aires: Ediciafies Leviatén, 1957), pég. 52. 18Carlos H. Faig, "La parabola del teatro de Vicente Martinez Cuitino" en Revista de Estudios de Teatro XI, Instituto Nacional de Estudios de Teatro (Buenos Aires: 1970), pag. 17. 19E1 Moderno fue uno de los teatros construidos en las filtimas décadas del siglo XIX. Tito Livio Foppa dice que este teatro es el que mas nombres ha cambiado desde su fundacién. En 1907 recibié el nombre de Moderno y actualmente se llama e1 Liceo. Cf. Tito Livio Foppa, Diccionario teatral, pég. 842. 20Cf. Mariano G. Bosh, Historia de los origenes del teatro nacional y la época de Pablo Podesté (Buenos Aires: Talleres Graficos Argentinos, 1929), p39. 288. 21Nicolas Barros, "Teatro nacional" en Nosotros, No. 38 (marzo de 1912), pég. 226. 57 22Enrique Garcia Velloso, La Nacién, 4 de julio de 1922. Citado entre otros juicios al final del tomo III de Teatro (Buenos Aires: Editorial M. Gleizer, 1923). 23Manuel G. Lugones, "Teatro nacional" en Nosotros, No. 54 (octubre de 1913), pag. 99. 24Luis G. Urbino, Excelsior, Méjico, 9 de enero de 1922. Citado entre otros juicios al final del tomo I de Teatro (Buenos Aires: Editorial M. Gleizer, 1923). 25Héctor G. Quiroga, en "Demostracién a Martinez Cuitifio," pég. 18. 26Alfredo A. Bianchi, "Teatro nacional" en Nosotros, No. 98 (junio de 1917), pag. 349. 27Manuel Machado, La Libertad, Madrid, enero de 1921. Citado entre otros juicios al final del tomo III de Teatro (Buenos Aires: Editorial M. Gleizer, 1923). 28Martinez Cuitino, No mataras, pég. 232. 29Martinez Cuitino, El segundo amor, pég. 92. 30Segfin 1a definicién del diccionario: un tipo vago y callejero que vive pordioseando. Cf. El Diccionario Manual e ilustrado de la lengua espafiola (Madrid: Espasa- Calpe, 1950). 31Cuadrilétero molde escénico: e1 argumento, 1a intriga, 1a situacién y la teatralidad de una obra dramética. Cf. Octavio Ramirez, Treinta afios de teatro (1925-1955) (Buenos Aires: Fondo Nacional de las Artes, 1963), pég. 49. 32Ibid. 33Ibid., pég. 50. 4Segfin 1a definicién del diccionario: un hombre en quien se puede infundir e1 miedo o que puede ser dominado fécilmente. Cf. The Random House Dictionary of the English Language, College EditionfiTNew York: Random House, Inc., 1968). 58 35Martinez Cuitino, Horizontes en "Argentores" No. 60 (junio de 1935), pég. 21. 36La Nacién, Citado entre otros juicios al final de Horizontes en "Argentores" No. 60 (junio de 1935), pég. 33. CAPITULO SEGUNDO LA TEMATICA La temética que inspira la dramaturgia de Martinez Cuitino es tan variada como lo son los escenarios en que el escritor ubica la accién de sus piezas. Martinez Cuitino fue un avido lector ya que sus obras en conjunto ponen de mani fiesto un profundo conocimiento de la literatura mundial y de las corrientes estéticas en boga.l Muchos de Sus temas pertenecen a1 repertorio universal pero adquieren cletta argentinidad, sin dejar de ser universales, a1 ser tlrelizados por un autor que los aclimata al ambiente argentino. El tratamiento de sus temas va siempre acompafiado de un SeI'TI-tido ético y de un profundo humanitarismo que son dos de las virtudes salientes de este escritor. E1 amor hacia el pIIGJ'imo y su sed de justicia lo inducen a tratar temas tan desiguales como la mujer victimizada por el hombre, la situacién de la mujer dentro de la sociedad, e1 trafico de IFt‘luil‘leres, la tirania dentro del hogar, e1 divorcio y la pena fie muerte. Su afén por corregir 103 males de la sociedad Q impulsan a enfocar problemas como la figuracién social, 1 arriVISmo, e1 v1c10 del juego y la politica rastrera. 59 60 51,1 deseo por una raza fuerte y fitil se manifiesta en obras donde e1 dramaturgo aborda el tema del inmigrante y el tema de los estragos causados por el alcoholismo y la morfina. Segfin avanza su carrera dramética se nota e1 interés del autor por fenémenos psiquicos que se relacionan con la problemética de la personalidad. Su amor por las cosas del teatro 1e incita a estudiar e1 proceso de la creacién teatral desde el momento en que el autor da forma dramética a un acontecimiento hasta el momento en que los eSpecta- dores interpretan lo que ven en escena. Ademas, aqui y alli aparecen los eternos motivos del honor, del amor y de l a. ilusién. El tema de la mujer como victima de la avaricia, luj uria o egoismo del hombre aparece en un buen nfimero de obras del autor. La mujer suele ser engafiada, seducida, c=<3333Toompida y en algunos casos vendida por el hombre. Los factores que contribuyen a la caida de la mujer son varios: la ilusién que del amor tiene la mujer, 1a necesidad econémica, 1a irreSponsabilidad de los padres y maridos, y en algunos casos 1a debilidad personal. Consuelo de E Iwlde quimera es un buen ejemplo de la mujer que traiciona 8‘18 principios debido al amor que siente hacia su novio. Roba una cantidad de dinero para salvar a1 novio de la Q61‘cel y como consecuencia se ve complicada en una Qituacidn denigrante a1 buen nombre de su familia. Suefia Q0“ su "humilde quimera"--su préximo casamiento—-y 3: e11‘diamente se da cuenta de la desfachatez y del egoismo ¥ 61 de su novio. La desilusién que se apodera de la heroina provoca las siguientes palabras que sintetizan hasta cierto punto 1a situacién de un buen nfimero de personajes femeninos en la dramaturgia del escritor: "No tenemos ni siquiera derecho a sonar, porque cuando despertamos nos hal lamos frente a un criminal que se vale de los medics méis sagrados para complicarnos en sus miserias." Un personaje secundario, Aurora de El derrumbe, que vive como amante de un hombre desalmado se defiende ante 1a acusacion de Ernesto de que ha explotado y arruinado a1 viejo Pancho Con las siguientes palabras: "Digame, doctor, ano es un Canalla un individuo que valiéndose de mi ignorancia y de la ignorancia de mi pobre padre nos hizo creer que yo me habia casado con él?"3 Otros ejemplos de mujeres engafiadas, seducidas y por lo general abandonadas son: Ermelinda de I¥<>53 Colombini que llega a la realizacion de que 3610 ha \ SeI‘Krido de "pasatiempo" a su novio Julian; Dorita de Los 8 ~ . . w que después de ayudar economicamente a su nov1o Alomar, es abandonada porque éste aSpira a la figuracién Sc)'~'::i.al que su matrimonio con Luz 1e puede proporcionar; QIristina de La mala siembra que, a1 ser engafiada, seducida y abandonada por el intimo amigo de su hermano acaricia 1a ilusién de poder curar a un morfinomano que 1e ha perdonado 8‘1 falta; Estela de Superficie que se suicida a1 ser thafiada, seducida y abandonada por Chalo; Evangelina de 8 W y Mecha de El mago escondido que son deshonradas '3. la fuerza. E1 mejor ejemplo de la mujer que cae en las 62 garras de los hombres debido a la necesidad economica es Laura de El viaje de don Eulalio que se expresa sobre el asunto de la manera siguiente: "Cuando una se queda sin empleo, sin un centavo para pagar una modesta habitacion, cuando 1a engafian y la tiran a la calle como a una cosa inservible, la honradez no sirve para nada, porque nadie quiere escucharla."4 Un ejemplo en donde la mujer cae en el encenagamiento debido a la irresponsabilidad de los padres y la miseria econémica es el caso de Maria Luisa y Leonor de Mate dulce. Situaciones en donde vemos que la debilidad personal de la mujer contribuye a su deshonra son el caso de Coca de La bambolla y Marta de Diamantes quebrados. Otro tema que aparece con frecuencia, directa o indirectamente, y que se relaciona en algunos casos con el motivo que acabamos de mencionar es el de la emancipacién de la mujer que manifiesta 1a preocupacion del escritor en lo que se refiere a la ubicacion social de la mujer. Martinez Cuitino estudia e1 problema dentro del hogar, del matrimonio o dentro de la convivencia entre amantes. Su propésito es criticar 1a patética situacion de la mujer dentro de un ambiente que la condena a través del prejuicio y de la injusticia a una esclavitud espiritual. Los obstéculos que se le presentan a la mujer que defiende 1a independencia de sus actos suelen ser multiples: gran nfimero de convencionalismos sociales, ideas tradicionales de los hombres que consideran a la mujer como un ser 63 inferior y por lo tanto incapaz de encauzar su propio destino, e1 concepto tradicional del honor femenino, e1 papel tradicional que 1e ha sido otorgado a la dama de casa; en fin, una moral que sirve principalmente a los intereses de los hombres. En contraste con el tradicional papel sumiso que los hombres apetecen, algunos personajes femeninos del autor se esfuerzan por hacer valer sus derechos de mujer y adoptan una de dos posiciones: 1a simulacién que las convierte en complices de una sociedad enmascarada o la abierta rebeldia que las convierte en blanco de la moral social pero a través de la cual luchan por el mantenimiento de sus ideales. La situacion de la mujer dentro de la sociedad no es muy halagadora segfin e1 escritor debido a que en la mayoria de los casos la mujer esta condenada a la resignacién, 1a sumisién y a la supresién de sus propios sentimientos. La simpatia con que el escritor dibuja a muchos de sus personajes femeninos pone de manifiesto e1 interés que tenia por el mejoramiento de la situacién de la mujer. En El derrumbe, Sara se rebela contra las in— justicias de una sociedad hipécrita y decide vengarse empleando las mismas armas que los hombres han usado contra ella: 1a mentira, 1a hipocresia y la simulacién. A 108 diecisiete afios su familia 1a casé con un hombre por quien no sentia ningfin afecto. Habiéndose resignado a su situacién, logré ilusionarse con el amor por algfin tiempo pero no tardé en darse cuenta de que en realidad solo era 64 un instrumento expuesto a la violencia y al ultraje de su marido. Como consecuencia, pronto empezé a sentir asco por el hombre y por las cosas tan naturales como "el amor, la verdad, decir lo que se piensa, lo que se siente . . ."5 Después del fracaso de su matrimonio, 1a heroina se da a la vida alegre y ya convertida en experta en el arte de la simulacién emplea todos los medios a su alcance para explotar las debilidades de los hombres. E1 caso de Sara es interesante porque muestra e1 efecto determinante que el medio ambiente puede ejercer en el individuo y como extension e1 efecto pernicioso que tal resolucién de parte de la mujer puede tener dentro de la sociedad. Mientras avanza 1a carrera dramética del escritor, sus obras irén adentréndose mas y mas en el problema de la mujer. En El viaje de don Eulalio surge una situacién dramética en donde e1 amante de Laura, luego de pedirle que abandone e1 apartamento, 1e informa cruelmente de su estado de insigni- ficancia con las palabras siguientes: "No te pongas tragica. Cuando no me gusta un mueble me compro otro, con toda sinceridad."6 La actitud del hombre que relega a la mujer a un estado de mera posesién o decoracién también se manifiesta en el caso de Adelaida de No mataras en donde e1 marido por estar entregado a la tarea de distribuir justicia no repara en que su esposa es un ser humano que necesita de sus atenciones. Tampoco parece creer que su compafiera sea capaz de sentir compasién por el infortunio de otro ser humano. En una entrevista entre e1 marido y 65 e1 secretario Cabral, en donde aquél se resiste a firmar una sentencia de muerte, 1a esposa esponténeamente aprueba 1a decisién del juez y deja escapar un entusiasmado "iMuy bien!" Con las pocas palabras que siguen e1 autor revela la actitud del marido y a la vez la actitud sumisa a que esta condenada la esposa. Herold: Callate. No intervengas en estas cosas. Adelaida: Perdéname. (A Cabral) Perdone, senor. Ha SldO Sln querer; se me escapc’).7 E1 reverso de esta actitud sumisa aparece en aquellas situaciones en donde 1a heroina se rebela contra las imposiciones de los hombres. Ermelinda de Los Colombini, a pesar de la apremiante situacién economica del hogar se rebela contra 1a actitud de su hermano y padre quienes anhelan su casamiento con el hijo del enriquecido italiano y defiende con ahinco sus derechos de mujer y la indepen- dencia de sus actos. En forma de reproche 1a joven 1e dirige a1 padre 1a siguiente interrogacién: "éQuiere que me venda y me sacrifique para salvar a la familia?"8 E1 matrimonio se lleva a cabo pero no porque 1a heroina traicione sus ideales sino porque verdaderamente ama a1 hijo de don Giacomo. La misma actitud de la mujer que no quiere ser sacrificada a intereses materiales se destaca en el caso de Mecha de El mago escondido en donde 1a protagonista vence e1 propésito de su padre que quiere casarla con un hombre de dinero pero a quien ella odia. El interés por los bienes materiales y la actitud de los 66 hombres que se consideran guardianes del destino femenino se manifiesta en la siguiente observacion de la protagonista: "He accedido en silencio a1 codicioso e inesperado comedimiento de mi padre, preocupado siempre con mi porvenir hasta mas allé de lo humano."9 Considerandose duefia de su prOpia alma, la heroina defiende 1a indepen- dencia de sus decisiones y esta dispuesta a todo sacrificio con tal de conservar su dignidad y de estar de acuerdo consigo misma. E1 tema de la liberacién de la mujer se aborda directamente en La fiesta del hombre y en La emigrada. Las dos obras constituyen, quizé, las mas representativas del escritor en cuanto se refiere a la defensa de los derechos de la mujer. En la primera se presenta el caso de la mujer que defiende sus ideales frente a una sociedad intran- sigente y cuya moral esta encarnada en la actitud de su ex-novio, Mario. Despechado ante 1a revelacion de que Enriqueta ha sido amante de don Florencio, Mario invoca la moral pfiblica para injuriarla. Horrorizada con el verdadero caracter del hombre por quien se sacrificé, 1a heroina da rienda suelta a su dolor y sintetiza de la manera siguiente e1 dilema de la mujer dentro de una sociedad hipécrita e injusta: 10h! :Basta! iBasta! iAsi lo quiere 1a moral pfiblica que tfi invocas para injuriarme; pero 1a moral pfiblica se transforma: :Con ser rigida es menos dura que el corazén de los hombres! zY ya ha de llegar el dia en que todos ustedes comprenderan mejor la necesidad de respetar a la mujer, no solamente en los libros, con cuyas paginas se llenan 1a boca cuando simulan una 67 inteligencia con la actitud revolucionaria que no aceptan luego por la triste razén de que no les conviene, sino en la calle, en la escuela, en el hogar, en la vida misma, donde pretenden aun man- tenernos en calidad estfipida de muebles 0 de incon- cientes [sic] fabricas de hijos, mientras ustedes, los austeros defensores de nuestra esclavitud, los inflexibles apéstoles de la moral publica visitan en el lupanar a la otra, a la mujer 1ibre--que es libre por la infamia de algfin hombre-~a la mujer libre a quien persiguen y adulan y sirven como lacayos y con cuyo recuerdo tithipécritas!!! quieren humillarnos para vengarse acaso del profundo desprecio con que ellas les pagan la locura de quererlas: Sigue ofendiéndome, deSpréciame mas afin; lanzame todo el bagage [sic] de injurias, llama también a1 otro, llama a todos los hombres, traelos aqui para que me abofeteen y me ultrajen de todos modos porque he cometido e1 delito de la sinceridad, que tfi no mereces, que ustedes nunca merecen, porque solo aceptan 1a mentira y el fraude en su afan de comprender la vida . . .10 Las quejas de la joven sintetizan hasta cierto punto 1a protesta femenina que se encuentra en varias obras de Martinez Cuitino. Un caso parecido a1 que se observa en La fiesta del hombre se da en La emigrada, pero aqui 1a accién dramética gira en torno a un dilema matrimonial en donde e1 motivo de la liberacién de la mujer se vincula con el tema del divorcio. Obdulia, 1a protagonista, se rebela contra 1a tirania de su esposo, de su familia y de la sociedad. Considera que ha sido utilizada como "objeto" por su familia (todos hombres) y por su marido. Con enérgica resolucion, que nos recuerda e1 abandono del hogar por la Nora de Ibsen, 1a heroina defiende sus derechos y su dignidad. En una reveladora escena entre padre e hija, Obdulia se expresa con palabras que cifran 1a actitud de la mujer moderna que reclama a todo trance su liberacion 68 ante e1 yugo de una injusta sociedad condicionada por prejuicios y por una moral que sirve principalmente a los intereses de los hombres: Prudencio: -Cua1quier cosa, hija, cualquier cosa, menos e1 divorcio. iNo faltaba mas! tSeria graciosol iBonitas cosas dirian de toda la familia del viejo de la Fuente! tNo, no, hija, no! . . . Hay que tener mas calma y proceder con mas tranquilidad, cuando se trata nada menos que del hogar. Obdulia: (Exaltada) La belleza moral de la mujer mas digna no resiste a la vida en comfin con un canalla, padre. Perdéneme, pero yo no necesito que usted me haga e1 retrato de mi madre para justificar su oposicién a mi divorcio . . . Quisiera ver a la mujer mas santa aguantar hora tras hora, dia tras dia, afio tras afio, e1 asalto de la infamia . . . Y ademés . . . yo no tengo pasta de santa. Yo soy una mujer de mi siglo y de mi medio. Robada, golpeada, ultrajada de todos modos por un hombre a quien no quiero mas, porque ha hecho todo lo humanamente posible para extirpar hasta el ultimo vestigio de afecto, quiero mi libertad, clamo por mi libertad, después de haber agotado todos los medios para evitar un desastre de esta naturaleza . . . Esta muy bien e1 hogar, esta muy bien el amor eterno, esta muy bien todo lo que usted quiera, padre; pero todo eso no tiene nada que ver con mi realidad. Yo también amé y quise y puse todas mis ilusiones en la construccion de la dicha. Para mantener e1 ensuefio puse ademas de amor mucho dolor . . . Pero se acabo, padre. Es 1a centésima vez que lo 11amo. Es un pillo, es un degenerado, padre . . . aQuiere usted que continue viviendo con él? Sera peor para usted y para mi . . . Aqui e1 finico que gana es él, porque explota en mi su condicion de marido, y lo [sic] explota brutalmente, y cuenta con otro punto de apoyo: con sus escrfipulos y sus prejui- cios para ejercer su profesién. E1 padre y los dos hermanos, que se consideran "fuerzas directivas de nficleos sociales y politicos"12 y que defienden su posicién en nombre de intereses politicos, materiales, economicos y sociales, 1e niegan rotundamente la aprobacion que anhela 1a heroina. Todos invocan la 69 "1ey moral" que es, como se puede eSperar, una moral que les conviene. Aprueban 5610 una separacién y 1e aconsejan que vuelva a1 hogar en donde, segfin ellos, no 1e faltaré nada y en donde sera la "reina" pero en donde 1a protagonista sabe con toda certeza que perderé los filtimos vestigios de su dignidad. Gerardo, su hermano que piensa casarse por interés para salvar a la familia de la ruina economica, puntualiza con las siguientes palabras e1 caracter de posesién en que es considerada la mujer: "Tfi, primero, perteneces a la familia, y deSpués a la sociedad."l3 A lo que responde valientemente 1a heroina: "Primero me per- tenezco a mi misma."14 Ante 1a intransigente actitud de su familia y sintiéndose incapaz de la resignacién, 1a protagonista se embarca con su hija para EurOpa dejando atrés una situacion intolerable que sélo terminaria en menoscabo de sus ideales y de la integridad de su pen— samiento; es decir, de su propia personalidad. E1 motivo del divorcio también ocupa un lugar destacado en El segundo amor. Dentro de un nficleo familiar, e1 autor trata varios aspectos relacionados con el tema. Al darse cuenta de que su marido 1a engafia con una amiga intima del matrimonio, Rosaura trata de echar de la casa a la intrusa que ha logrado perturbar la tranquilidad de su hogar. La intervencién del marido, que no quiere que Tina salga, sélo aumenta e1 dolor de la esposa quien defiende infitilmente sus derechos de esposa. En un arrebato de indignacién, Rosaura abandona e1 hogar y por lo tanto 7O surge la posibilidad de que pierda e1 pleito. En el tercer acto se hace hincapié en el doloroso trance por el cual pasan los hijos que no comprenden por qué han sido separados de la madre. Los chicos quieren saber cuando los llevaran a ver a la madre pero sus preguntas solo consiguen provocar un evasivo "Silencio . . . No preguntar cosas raras"15 de parte de una inglesita pretenciosa que los cuida. E1 agravante aspecto de la murmuracion social se introduce con la entrada de dos personajes secundarios por cuya boca e1 pfiblico se da cuenta de los diversos comentarios que ha ocasionado e1 enojoso pleito. En este mismo acto e1 autor sefiala algunos trémites legales que son inevitables en un pleito de esta naturaleza. E1 marido se muestra magnanimo en cuanto a1 aspecto econémico, pero, por otro lado, pretende quedarse con los dos hijos. E1 dilema de la esposa no puede ser més angustioso. Esta invoca los derechos de madre y los opone a toda 1ey social que pretenda quitarle lo finico que ambiciona. Finalmente 1a madre consigue llevarse a los hijos y el padre se resigna a su cruel desgarramiento interior. En escenas sumamente dolorosas, e1 dramaturgo ha logrado dar vida escénica a la complicada cuestién del divorcio. Como aspectos negatives del divorcio se hace hincapié en la destruccion de un hogar, e1 dolor causado a seres inocentes, 1a murmuracién social que suele agravar e1 dilema de los esposos, e1 odio conyugal que fécilmente puede llevar a la difamacién de caracter, 1a inevitable intervencién de los representantes de la justicia 71 que aplican leyes rigidas a asuntos tan delicados como el problema de los hijos, y finalmente las repercusiones sociales que puede ocasionar e1 divorcio en la vida de los contricantes. El tema del tréfico de mujeres se expone en El ma16n blanco. E1 autor se basa en un caso particular para atacar un problema que no puede ser mas universal. La triste historia de Regina, que as vendida por el padre y corrompida por el marido, no es sino un grito de reivin- dicacion social. Un caso de dominacién doméstica en la farsa Prepotencia sirve a1 autor para tratar el tema de la tirania. Cloro, marido prepotente y absurdo en el primer acto, se siente relegado a una posicién inferior en el segundo y no llega a comprender las razones que puedan explicar su situacién hogarefia que considera injusta y grotesca. Las injusticias a que lo someten 1a eSposa y la hija 1e llevan a compararse con una cucaracha que segfin él es "una cascara que anda por los suelos."16 Genaro, inquilino de la casa y portavoz del autor, en una con- versacién con el marido, revela 1a intencién del dramaturgo: Todo esto 1e pasa por haber abusado antes de su autoridad. Yo se lo dije a tiempo, cierta tarde que usted pretendié vejarme. Usted era un tirano y ya sabemos lo que a la postre queda de un tirano. Una triste cosa mendicante que implora misericordia o perdén. Lo unico que puede salvar a los tiranos es lo que no hacen: e1 bien que solo practican-—y muy ma1--cuando tienen necesidad de comprar voluntades. Invocan el amor, como lo invocaria usted.ahora. Todo aquello que usted’hacia lo hacia por amor, éno? . . . iLindo amor! Lo unico que los caracteriza es lo que 72 a usted lo caracterizaba: 1a crueldad, contra 1a cual se vuelve cuando son ellos, como usted ahora, quienes deben padecerla. Martinez Cuitifio presenta a1 tipico tirano que abusa de su autoridad y que suele recurrir a la crueldad para infundir temor dentro de la sociedad. El mensaje del escritor cobra un caracter universal cuando pone en boca de don Genaro 1a siguiente observacién: "Usted solo sabia deprimirlas, lo mismo que los tiranos con sus amados pueblos, un hecho casual, como el de la bala que aquella noche lo salvo, les dié en un instante conciencia de su fuerza y han hecho con usted lo mismo que hacen los pueblos con los tiranos cuando llegan a vencerlos: despreciarlos, cuando no los matan. . . ."18 E1 conflicto se resuelve alegremente al final de la farsa mediante 1a reconciliacién de los c6nyugues y la tranquilidad doméstica se restablece tras 1a conversién del marido quien reconoce lo absurdo que resulta e1 tratar de establecer un régimen mediante la fuerza bruta. E1 tema de la pena de muerte constituye e1 asunto principal de No mataras. Este alegato contra la pena capital manifiesta de nuevo e1 profundo sentimiento de justicia que se evidencia en la mayoria de las obras del escritor. E1 titulo mismo de la obra se basa en el precepto biblico que establece e1 carécter sagrado de la vida humana. Partiendo de esta idea, e1 autor se rebela contra un sistema de justicia que tiene mas en cuenta e1 delito y la pena establecida por la 1ey que las circuns- tancias, sociales o psiquicas, responsables por el acto 73 anti-social del individuo. E1 protagonista explica a1 secretario Cabral algunas de sus razones por las cuales se resiste a sentenciar a muerte a1 parricida Nager: Que un hombre con 0 sin taras determinadas, enloquecido o no por la pasion, hostilizado por el ambiente moral, bajo 1a presién de circunstancias distintas y complejas pierda e1 dominio de si mismo y mate, lo encuentro perfectamente logico; una nube ha caido sobre sus ojos y ese hombre no ve, una fuerza superior a su voluntad arm6 su brazo y acomete sin quererlo, una onda de atavismo invade su conciencia y la extermina para dar paso a los impulsos que duermen en el fondo de su ser y de los cuales nunca es responsable. Pero que un juez mate reflexivamente, friamente, calculadamente, en nombre del Estado y para dar satisfaccién a la sociedad que, por 10 general, no se lo pide ni se lo agradece, eso, me resulta francamente intolerable. A nadie que esté cuerdo 1e gusta matar, y si e1 Estado es la suprema cordura no debe matar. Matan los locos, los tarados, las pobres victimas de la pasién. Y e1 Estado no puede ser loco, ni puede apasionarse, mi querido amigo. (Se hace un silencio.) Ademas, si la 1ey autoriza a matar en defensa de la propiedad privada, cuyo régimen y cuya naturaleza el hombre puede discutir y aun negar econ qué derecho se despojara a1 hombre de la vida que es su mejor propiedad, su prOpiedad mas cierta porque entre otras razones, no es susceptible de negarse ni de discutirse?19 Para Martinez Cuitino lo ideal era que un sistema de represién tuviera en cuenta e1 estado patologico, fisio- 16gico y psicolégico del criminal ya que se trataba de hacer justicia y no simplemente de conseguir una venganza que, segun él, 1a sociedad en la mayoria de los casos no pide. En los siguientes parlamentos de una conversacién entre e1 secretario y el juez, en donde se discute e1 problema de culpabilidad, aparecen algunas ideas claves de la ideologia del autor: 74 Herold: (Exalténdose) éY quién se fabrica asesino? . . . Nadie. E1 que quiere matar, cree que quiere, es decir: padece 1a ilusién de su voluntad libre. Obedece, sin saberlo, a factores heredados o adquiridos sin su culpa. Cabral: Me imagino que la culpa no es de la victima. Herold: La culpa es de la sociedad que en tal caso crea dos Victimas: la que mata y la que muere. El asesino es siempre un producto, nunca una causa. Mire usted. Si un viento constante inclina a un arbol en su desarrollo y en una sacudida violenta e1 arbol hace dafio a un nifio, de ello no tiene la culpa e1 arbol, ni siquiera e1 viento, porque ni el viento ni e1 arbol lo quisieron. Usted, con su criterio, trataria posible- mente de aniquilar e1 arbol porque hizo dafio a1 chico. Yo, en cambio resguardaria a1 arbol del viento para que creciera recto y, en todo caso, apartaria a los nifios del lugar. Los atavismos son vientos ocultos, los asesinos érboles inclinados, las victimas nifios que la sociedad pudo apartar del peligro. Por lo demas, dusted cree o no en la ciencia? Si cree, sabe muy bien que la pena de muerte no ejerce ningfin poder intimidatorio, porque asi lo demuestra hasta 1a evidencia 1a crimino- logia. En una dramaturgia tan orientada a corregir 108 males de una sociedad materialista no podia faltar el tema de la ostentacién. Para Martinez Cuitino e1 afan de figuracién social constituia una de las causas principales por las cuales muchas familias se encontraban a1 borde de la miseria econémica y moral. En Mate dulce, por ejemplo, se presenta un hogar criollo de medio pelo en donde e1 afan por distincién social es un factor determinante en el deslizamiento de la familia hacia 1a deshonra. For no perder a dos jovenes adinerados que les pueden proporcionar dinero y lujo, las dos hijas de Pedro viven como amantes de aquéllos mientras que los padres se convierten en meros alcahuetes. El mismo tema aparece en obras como La 75 21 bambolla y Diamantes quebrados. E1 titulo de la primera ya anuncia e1 asunto principal de la obra. En ella se pinta una familia en donde e1 ansia de ostentacién trastorna e1 equilibrio econémico y moral del hogar. En Contraste con la noble figura del marido y de una de sus hijas, aparece e1 perfil de una esposa inconsciente e irresponsable. Sin e1 consentimiento del marido pide dinero prestado a un usurero para poder satisfacer las exigencias de la vida social a que esta acostumbrada, sabiendo bien que la situacién econémica del hogar es grave. Para ella, como para su hija Coca, la vida sin las visitas a1 teatro y a las modistas, los paseos en el Tigre, e1 auto, los buenos vestidos y una casa sin mucho relumbron seria un infierno. E1 abandono de la casa por la esposa es la recompensa a1 noble esfuerzo del marido que trata de salir a flote mediante un procedimiento decoroso. Ante e1 desbarajuste de la familia, e1 marido y una de las hijas deciden iniciar una nueva vida mediante e1 esfuerzo propio y el trabajo. En Diamantes quebrados aparece otra familia venida a menos, en donde 1a ostentacion ha ido paulatina- mente minando la solidez econémica y moral. Debido a1 afan de figuracion social, los miembros del hogar, con la excepcién de Rosina, prefieren continuar viviendo una mentira porque no tienen la fuerza de caracter ni e1 deseo para acostumbrarse a vivir una vida mas modesta. Ante e1 desalojo de la familia y la inconciencia de su padre y hermanos, Rosina decide afrontar e1 problema mediante un 76 esfuerzo honrado. Segfin ella "E1 trabajo no es deshonra."22 Un caso en donde 1a ostentacién del padre contribuye hasta cierto punto a la desgracia de la hija aparece en Cuervos rubios. Ante e1 regreso de la hija que ha abandonado a su marido, dofia Catalina reprocha a1 marido: "Yo ya te lo habia dicho. Juanita era demasiado joven. No habia necesidad de que se casara tan pronto. Ademas nosotros no conociamos bien a1 yerno. A ti te gustaba porque tenia titulo, querias un doctor en la familia. Ahi tiene [sic] para lo que sirve e1 titulo, para labrar una desgracia."23 Esta aficion por los titulos doctorales, mediante los cuales muchas familias pretendian adquirir notoriedad social, es objeto de una sétira en el tercer acto de El mago escondido. E1 tema del arrivismo dentro de la sociedad también atrajo e1 interés de Martinez Cuitino. E1 arrivismo se presenta en sus obras como una fuerza negativa que en muchos casos lleva a1 hombre a la degradacién moral. E1 autor deja entrever que la ambicion en si no es mala siempre que vaya acompafiada de una sana moral. Lo que el escritor critica es el arrivismo desenfrenado que no respeta los derechos ajenos y que por 10 general acarrea 1a desgracia de seres inocentes. En varias obras del dramaturgo aparecen tipos arrivistas que todo lo sacrifican mientras puedan obtener ya sea una posicion social mas elevada o una sustancial fortuna. Alomar de Los sofiadores sacrifica e1 verdadero amor para ascender socialmente; Garcia de La bambolla es indiferente a todo ideal elevado con tal de 77 (:onquistar 1a "gloria bancaria"; y Prudencio, Gerardo y Vienceslao de La emigrada se oponen a que Obdulia se ciivorcie porque temen que tal acci6n perjudique sus jgntereses sociales, politicos y materiales. A Antfinez, rnexrido de Obdulia de la filtima obra mencionada, no 1e .ianorta seguir con un matrimonio basado en la mentira nnjxentras pueda conseguir un puesto diplomatico. E1 mejor ejemplo del arrivismo desenfrenado se da en el caso de Iiemrrera de Cuervos rubios. Una vez casado con la hija del nnjgllonario Indarramendi, Herrera regresa a Buenos Aires en Cicxnde piensa usar a.1a esposa como instrumento de su loca aInbicién y "obtener sobre sus despojos favores oficiales."24 fir: e1 segundo acto, durante una fiesta en casa de Herrera, £363 habla del arrivismo como la cosa mas natural dentro de 3.61 sociedad. Aparecen en este acto algunos tipos arrivistas 51 (quienes un personaje secundario llama "cuervos rubios" ENDI'la.simple razén de que obran como aves de rapifia. Ramirez alude a la semejanza de la manera siguiente: Los’cuervos son aves de rapifia y se alimentan de Cadaveres. Y éstos también. Persiguen la muerte del suegro 0 de la suegra y hasta que no les llega no viven en realidad. Rubios, porque 1a civilizacion los dora, prestandoles todos los elementos técnicos necesarios para ocultar sus garras filosas y el color negro en que se esparce e1 plumaje o la conciencia. Ekentro de este cuadro de corrupcién moral sobresale 1a figura de Herrera que ha llegado a la desfachatez de Prohibir que su madre lo visite debido a que ésta pertenece a una familia venida a menos. Heriberto, e1 unico amigo noble del matrimonio, trata de impedir e1 encenagamiento ‘A. 78 (ie 1a joven esposa y provoca las siguientes palabras del rnarido que ponen de relieve su actitud maquiavélica: Ella no quiere pedir mas a su padre, yo tengo que bus- carme un puesto. E1 ministro ha prometido ayudarme. He dado esta fiesta con el prOpésito de invitarlo, para que ella refuerce mi pedido. Me importa un comino que me critiquen. Los que me critican no me van a pagar los gastos, ni me van a ayudar a subir. Y tu sabes bien que yo necesito subir, y que he de subir, cuésteme lo que me cueste. E1 mundo no se ha hecho para los imbéciles, sino para los audaces. 11a actitud de Herrera se mantiene firme y tras una vehemente iJasistencia logra que su eSposa interceda por él con el nuinistro Suarez. Cuando e1 ministro trata de aprovecharse de la situacién, 1a indignada mujer lo abofetea y el nniqnistro se despide tras haber hecho responsable de la afrenta a1 marido. Juanita trata de explicarle a1 marido que su procedimiento ha respondido a la noble intencion de defender su honor, pero e1 irritado eSpOSO 1e dirige e1 siguiente reproche que muestra 1a degradacién moral a que ha. llegado: tInocencia estfipida! éCrees afin en semejantes tonteri— as? . . . éNo sabes todavia que el mundo es un infierno donde cada cual hace lo que puede, donde solamente fracasan los imbéciles, los que no se saben adaptar porque carecen de los elementos necesarios para el triunfo? Pero has de saber que yo no quiero ser ni ese imbécil ni ese fracasado. 1L6: ambicién exagerada del marido condena e1 matrimonio a1 fracaso y la heroina regresa con sus ilusiones deshechas alhOgar paterno. E1 vicio del juego es otro motivo que suele aP*'=11‘ecer relacionado con la quiebra moral y la deshonra de algunas familias. La prOpension a jugar con el dinero 79 eajeno y la irresponsabilidad de algunos personajes contri- tauye en la mayoria de los casos a la crisis economica y rnoral de los hogares. En algunas obras e1 vicio pone de rnanifiesto la vida de disipacion que sigue algfin individuo §( otras veces e1 motivo aparece con la intencion de hacer ISatentes las dificultades que el vicio de un personaje Ipuede acarrear a la vida de otros personajes que lo rodean. En Los Colombini, e1 vicio del hijo coloca a don Marcos frente a una situacién que hace peligrar 1a situacién econémica y el honor de la familia. E1 vicio del juego contribuye a la vida inmoral y de disipacién que vive Garcia Rivero de La bambolla, un mal negociante que juega con el dinero ajeno sin asumir 1a reSponsabilidad de sus actos. Su vicio contribuye en buen grado a las dificultades de don Jacobo que se esfuerza por salvar e1 crédito moral y econémico de su familia. En La humilde quimera e1 vicio del juego de Rogue no 3610 lo lleva a la inmoralidad individual sino que a la vez ocasiona 1a desesperante sitzuacién de Consuelo que ahora se ve obligada a asumir 1a responsabilidad de sus actos debido a que robo para salvarlo de la carcel. E1 vicio del marido de Obdulia en 13 emigrada es un factor principal que empeora 1a situacion econémica del hogar. Antfinez ha llegado a tal grado de irresponsabilidad que no vacila en robar a su mujer e1 dinesro que ésta habia conseguido de su padre para sufragar los gastos del hogar. En Diamantes quebrados, e1 vicio del juego de Hugo expone a Rosina a la murmuracion social y la 80 :oloca a1 borde de la quiebra cuando pierde una fuerte :antidad de dinero que su hermana habia conseguido con gran Lificultad para levantar un pagaré. En algunos casos los earsonajes viciosos se defienden diciendo que han utilizado 1, dinero para pagar una deuda de honor. E1 mensaje del :namaturgo es bien claro en las siguientes palabras que pne en boca de don Marcos de Los Colombini para contrarres- 11: 1a defensa del hijo: "E1 jugador que juega lo que no -ene, no tiene honor ni vergfienza, asabe? . . ."28 .rtinez Cuitino reconocia los peligros inherentes en el cio del juego y veia los graves resultados que podia atzrrear. De ahi que el autor se propuso exhibir esta :zra social con el fin de combatirla porque veia en e1 :10 del juego otro causante de la degeneracion moral ritro de la sociedad. E1 tema principal que inspira 1a obra E1 caudillo la politica rastrera. Con pinceladas certeras, e1 autor Sefia 1a baja "politiqueria" que provoca una degeneracién Ogresiva. E1 senador Regueira es el tipo representativo 3 Politicos ambiciosos y sin escrfipulos que se aprovechan 3 leis almas sencillas para ascender dentro de la sociedad a-quienes no les importa e1 mal que hacen a las >ersonas que se sacrifican por ellos. E1 hijo del caudillo 1011'1.Bernardino, que infitilmente ha tratado de apartar a1 9adre de la politica, se refiere a la idiosincrasia “aguiavélica de tales politicos con las siguientes palabras lue dirige a1 senador: 81 Ustedes, los politicos, tienen ideas muy particulares acerca de las personas. En cuanto un hombre se decide a pensar por cuenta propia, ese hombre es un monstruo. Y, en realidad, lo monstruoso es lo otro: la facilidad que los politicos tienen para ser populares a fuerza de lugares comunes y de hipocresia. La democracia tiene desgraciadamente e1 inconveniente de criar charlatanes, cuyas arengas no existirian si se supri- mieran del vocabulario las palabras institucion, principios republicanos, soberania del pueblo, sufragio libre, todos aquellos en fin que, por 10 general aquellos no sienten, ni comprenden, ni respetan.é Otro tema de proyecciones sociolégicas que aparece 631:; algunas obras del escritor y que fue uno de los dominantes dieail. teatro realista es el del inmigrante y su papel en c:L1£311to a la evolucién econémica, social y politica del 19215E53.30 E1 portentoso nfimero de inmigrantes que se habia ven ido multiplicando desde las filtimas tres décadas del siglo pasado no dejé de preocupar a los nficleos dirigentes deil Ipais que veian en todo ello una amenaza a la homogenei- dad del pueblo argentino. Este fenémeno se registra en la literatura de la época como un conflicto entre los extran- jeros que venian con la ilusién de "Hacer America" 1 y los natixrs vendedores del veneno que impulsados por el deseo de g3.11am dinero son indiferentes ante e1 mal que causan a la EB<>ciedad. Las victimas de los vendedores del alcaloide E301:, segfin uno de los personajes, "como las ramas muertas 38 (is: un arbol" cuyo vicio "ejerce su accidn funesta sobre 39 'tuodas las clases sociales.” Visto e1 problema no 5610 ciesde un punto de vista clinico sino a la vez social, e1 88 autor favorece 1a reclusién obligatoria de las victimas por su prOpio bien y el bien de la comunidad. El interés de Martinez Cuitifio por ciertas realidades psiquicas que se expresan en forma de anomalias de la con- ducta lo impulso a tratar e1 problema de la personalidad en algunas de sus obras. Dicho tema aparece relacionado con los motivos del amor y de la soledad en Extrafia. El autor hace en esta obra un analisis de dos almas completamente distintas cuyo matrimonio ha llegado a un estado critico debido a la falta de comunicacién entre los c6nyuges. A1 iniciarse la accién, 1a heroina padece de una neurosis agra- Valite. E1 médico ha diagnosticado que no es una enfermedad fisica lo que la consume sino 1a tristeza. Poco a poco e1 eS‘E3ectador se va dando cuenta de que la protagonista se erleuentra como suspendida en un punto fijo de su pasado y que a todo trance defiende su amor ardiente y la imagen del maxido amoroso que solo existe en su imaginacion. Mediante $1 recuerdo, 1a esposa defiende lo que para ella constituye 811 intima realidad contra el avance del tiempo. De hecho, e l hastio ha minado e1 idilio amoroso que en una época compartieron los esposos. E1 marido, por su parte, intenta SObreponerse a1 aburrimiento que 1e causa la vida mediante la meditacién sobre abstracciones filosoficas que, segfin él, constituyen su "morfina." E1 esposo, a través del estudio, ha tratado de contrarrestar 1a soledad que 1e Consume pero como consecuencia se ha alejado mas y mas de la compafiera. Cuando su amor es rechazado, la heroina no ‘ 89 tiene mas remedio que encerrarse en su mundo interior en donde se debate en su angustiosa soledad. El primo del marido se enamora de ella, pero Fernanda prefiere 1a angustia de su soledad antes que aceptar un substituto por el " sujeto ideal amado."4'0 En una entrevista con el esposo, e1 médico trata de hacerle comprender e1 problema de su mujer y las funestas consecuencias del egoismo humano pero e]. rnarido también defiende su manera de ser y dice: "Mi deber es ser como soy, en la plenitud de mi espiritu, y no como otros quisieran que fuese."4l Ambos personajes se en(nuentran en una situacion sin salida. Los dos defienden 3‘1 manera de ser y sus ideales; es decir, su propia per- Sc3'li'1alidad que quedara ignorada por el compafiero debido a que la verdadera personalidad de un individuo sélo puede Ina~Ilifestarse cuando a través del amor, 1a bondad o 1a 8 ilnpatia, esta en relacién con la personalidad de otra De:IL'sona.42 E1 problema de la personalidad aparece relacionado QQn el tema de lo inconsciente en Superficie en donde e1 a”Liter contrasta dos realidades entre las cuales se debate e1 ser humano: una realidad que el individuo conscientemente eI-tperimenta y una realidad psiquica que esta mas alla de la QOnciencia. E1 protagonista de la obra es un introvertido c111a emprende 1a busqueda de si mismo porque, segfin él, desconfia de sus sentimientos. A pesar de la fuerte J:‘esistencia de sus hermanos, Chalo defiende sus derechos de encauzar su propio destino y, en consecuencia, rompe su 90 noviazgo con su prima y se embarca para Francia. E1 remordimiento se va apoderando fuertemente del protagonista IND tardan en sobrevenir las alucinaciones en las cuales Y cree ver a sus familiares por todos lados. Creye’ndose loco, consulta a un médico quien 1e explica e1 problema de la manera siguiente: Iiay en usted, mi querido amigo, un proceso subconsciente (Jue actua enérgicamente. Un complejo que por su carga eefectiva trabaja desde el inconciente puede desbaratar Ilos planes de un gozador [sic]. Puede también reducirlo y afin aniquilarlo. Debe usted tener mucho cuidado (entonces. Su insomnio puede estar vinculado a ese Iproceso que sin duda es mucho mas profundo de lo que ‘usted imagina. Si usted logra traerlo a la superficie se curara, de lo contrario . . 44 $63 Ipuede notar 1a procedencia freudiana de tal analisis. El subconsciente se ha apoderado de tal manera del 51an del pt7 abismo espiritual que se abre entre los dos no puede ser n‘éiss patético. El marido cree poseerla con sélo tenerla E? ~ .. JL‘Qnte y se empena en acercarse eSpiritualmente a su esposa S ‘ ~ . J-rl tener en cuenta que, como senala la protagonista, "para E3$3<> se necesita amor . . ."48 Ella por su parte se deSplaza l’I'E‘~<2ia.su mundo interior en donde lucha con su crisis E353Ipiritual. Siente que su personalidad se desintegra y en 53‘1 1intima soledad se da cuenta de su insignificancia. h"IE-“xiiante 1a exteriorizacion de sus pensamientos en forma de rugIitSlogo interior, sabemos que sus reflexiones 1a han llevado a confrontarse con la verdad de su dolorosa situacién. La negacién de sus intimos sentimientos 1a 93 llevan a odiar profundamente a1 marido pero lo que es peor a odiarse a si misma. No se cree capaz de la resignacién y por lo tanto se propone separarse definitivamente del marido. Tiene 1a ilusién de que asi se podra unir con el hombre amado. Sin embargo, su ilusién queda deshecha a1 darse cuenta de que su ex-novio y su hermana se aman. En un arranque de desesperacién busca 1a libertad en la muerte porque esta convencida de que asi ganara la batalla. Ante e1 dolor expresado por el marido e indignado ante la muerte de la protagonista, un personaje secundario sintetiza de la manaera siguiente e1 mensaje del autor: "--IHombre perfecto, Prepotente, absurdo! tNo se contradiga! iAhora esta como u-S-‘t;ed 1a deseaba: carne sin espiritu, que es lo mismo que ciecir vida sin libertad!"49 El tema de lo inconsciente y su importancia en QLlanto a la fuerza que puede ejercer en la personalidad de L111 individuo vuelve a aparecer en El mago escondido. En la obra se hace hincapié en el poderoso influjo que un a- QQntecimiento en la adolescencia puede tener en la vida adulta de una persona. La protagonista siente una anormal EiXIersién hacia los hombres, aversion que influye grande- Itlente en sus relaciones con ellos. La exagerada agresivi- ciad que muestra hacia el propio padre no parece ser sino otra manifestacion de dicha aversion. Es evidente que su Eactitud se debe a1 temor que siente debido a que siempre 11a asociado a los hombres con la fuerza y la violencia. Solo un hombre llega a impresionarla y es significativo que ——— 94 esto se debe a que ve en el poeta Alcides a "un ser que eafirma su condicion de tal a través de la armonia y de la 50 gracia y no a través de la fuerza." Pero a pesar de la atnsaccién que siente hacia el poeta, no puede entregarse a..1xa ilusién del amor porque un episodio de su pasado continua atormentandola, sin que la heroina tenga plena cx311c3iencia de ello. Ella misma informa a1 pfiblico, durante tu121 charla con sus amigos, de la falta de armonia en su cosmo interior de la manera siguiente: Debi no ser nada, y si estudié arquitectura fué por sentir en ella 1a atraccién de la armonia y de la belleza que deseaba para mi mundo. Pero mi mundo--iAy! no es el mérmol que obedece a las frias leyes de la construccién. Es material de sangre que a veces se escrespa, y entonces, en vez de vivir suefio, en vez de edificar deshago y en vez de ilusio- narme me torturo.51 ILTEI protagonista no ha podido sobreponerse a su estado de 53‘:>1edad mediante e1 estudio e infitilmente trata de acallar ilwei voz del inconsciente avasallador que determina muchas de Sus actitudes incomprensibles para los que la rodean. E1 $3(Dnido de cristales suele convertirla en una introvertida y E33.|L1.a.m.isma revela su aislamiento cuando dice: "La vida iriterior de un ser es lo unico que vale como vida y es lo 52 E1 médico es el finico que se da Cllle todos ignoran." <2uenta del dilema y poco a poco va buceando en el alma de 1&3 heroina con el fin de atraer a la superficie e1 mal que 1M3 aqueja. Paso a paso vamos observando en esta obra un I>roceso psicoanalitico mediante el cual e1 médico trata de \Jltimar lo que él llama e1 mago escondido. La alusion a 95 Freud se hace patente cuando un personaje secundario nos informa que "Asi 11am6 alguien a1 inconciente [sic] freudiano."53 La confesion de la protagonista revela que a los doce afios habia sido acosada por un empleado de sus padres que recurrié a la violencia para aprovecharse de ella. Ella misma aclara, durante la confesién, e1 por qué de su reaccién ante e1 sonido de cristales que suele trastornarla: :Después de haber empleado 1a violencia, 1a amenaza de muerte! . . . "Si llegas a decir una sola palabra, te mato!" Desde entonces-—;oh, qué horror, Dios mio, qué horror!--siempre asocié su amenaza de muerte a1 llamado de mi madre, a la que en el afén de buscarme se lesgayé una gran bandeja llena de copas de cristal. E1 desahogo de Mecha produce 1a catarsis y el efecto deseado que ocurre cuando 1a evocacién del episodio cruel deja de infundir temor en el animo de la joven. Una vez que la armonia interior ha sido restablecida en su mundo eSpiritual, 1a heroina puede entregarse sin reservas a1 hombre a quien ama. Un tema que difiere de los que hasta aqui hemos mencionado, debido a su indole estética, es el papel del espectador en la completa realizacion de una obra teatral. ESte tema aparece en El espectador o la cuarta realidad ‘fll donde el autor utiliza un marco satirico del teatro argentino para exponer su teoria de las distintas realidades (hecho, autor, actor, espectador) que en su opinién dan vidaa una verdadera pieza artistica. Habiéndose convertido en el centro de la reunion en donde algunos amigos 1e 96 brindan una comida de desagravio a una artista que ha sido silbada, e1 protagonista (e1 Espectador) expone de la manera siguiente 1a teoria de las cuatro realidades: Un hecho de la vida, realidad social; un temperamento en actividad que recoja aquel hecho y le dé forma artistica, realidad individual, y ya son dos realidades; intérpretes de aquella forma, tercera realidad, individual como la segunda; y espectadores que la sientan, cuarta realidad, que, como la primera es social . . . Cuando falla una de esas realidades 1a obra no vive. Como se puede ver, 1a pobre realidad de un hecho cotidiano no le interesa a1 Espectador sino como punto de partida. Le interesa, sin embargo, la de un espectaculo que lleve e1 sello de vida. Para llegar a la anhelada interpretacion artistica, 1a obra tiene que pasar por cuatro etapas que sumarén las cuatro realidades de jerarquia que el autor cree son necesarias a un espectaculo teatral. La primera realidad es la de un hecho vulgar con posibilidades de poesia. Esta realidad, sin embargo, necesita, segfin e1 autor, 1a imaginacién y la mano habil de un escritor para que dicha poesia no pase inadvertida. La segunda realidad es la interpretacién que el escritor, a1 imprimirle "1a realidad de su alma,"56 hace a1 recoger e1 hecho. La tercera realidad es la del intérprete que afiade algo de su sentimiento a las dos primeras. Y por fin se llega a la cuarrtarealidad.creada por los espectadores debido a que éStos también, a1 interpretarla a su manera, 1e imprimen e1 Se3.110 de su personalidad. Asi queda resumida 1a teoria de 1‘333 cuatro realidades que, segun Martinez Cuitino, deben 97 formar un conjunto en la realizacion de un espectaculo teatral. Una obra asi concebida es por lo consiguiente una labor colectiva que, como sefiala e1 protagonista, no per- tenece a nadie y a la vez pertenece a todos. E1 motivo del honor surge intercalado en varias situaciones dramaticas en donde e1 dramaturgo puntualiza rasgos esenciales de la personalidad de los personajes. Un detenido estudio a través de lo que dicen los personajes revelaré que en la mayoria de los casos los personajes apelan a un sentido de honor que esta estrechamente vinculado a sus intereses materiales o a los convencio- nalismos sociales. De ahi que el concepto de honor de algunos personajes aparece como falso y suele estar refiido con la sinceridad, 1a integridad y la honestidad. Sin embargo, en casos aislados aparecen algunos personajes nobles cuya conducta sugiere que el verdadero honor es aquél que es sinonimo con la honestidad, 1a integridad y la sinceridad personal que llevan a1 individuo a actuar responsablemente. Veamos ahora e1 sentido de honor que tienen algunos personajes de Martinez Cuitino. E1 concepto convencional del honor familiar se manifiesta en la entrevista entre Santiago y el protagonista de El derrumbe. En realidad, a Santiago no parece importarle que Daniel no ame a su hermana sino mas bien se preocupa p01: lo que dira 1a sociedad. El honor de la familia aqui 1“) tiene nada que ver con la sinceridad ni con la probidad er; e1 procedimiento sino con la satisfaccién de una soc1edad 98 que prefiere mantener las apariencias a costa de la desgracia de los contrayentes. Martinez Cuitino critica la ausencia de un concepto elevado de la honra familiar en Notas teatrales. Serafin, marido de Silva, esta mas interesado en los bienes materiales que en cuidar del buen nombre de la familia. En esta obra también se senala la fuerza del équé diran? que en muchos casos agrava 1a situacion puesto que es el temor a la murmuracién lo que lleva a muchas mujeres a la deshonra. La nueva moralidad de algunos maridos y las consecuencias negativas que puede ocasionar e1 aqué diran? se hacen patentes en las siguientes palabras de Silva: La gente no le tiene miedo a nada hoy. Es mas facil que se hunda la tierra que pegue un marido. aNo ve usted que hasta los diarios embroman a los maridos de las actrices? Cuando es verdad, porque es verdad, y cuando es mentira, para que sea verdad. "Anoche se la v16 bajar a fulanita de tal en la calle de . . . con un hombre que no parecia su marido, a no ser que éste se haya afeitado los bigotes." "El marido de fulana de tal no entra nunca al escenario, porque se lo tiene prohibido su esposa, o porque teme alguna sorpresa desagradable." "E1 esposo de la actriz tal es un eSpiritu amplio, lo tolera todo; para él 1a amistad no tiene limites." Total: la que es honrada deja de serlo para que la prensa no hable; porque, eso si, apenas tienen 1a seguridad de cualquier aventurilla se callan como por encanto. Dos aspectos de la vida cotidiana contemporanea son objeto de la satira del dramaturgo en esta obra que, aunque tili‘atados humoristicamente, constituyen una seria critica sC><2ial: e1 caracter materialista de la época y una garra sckzial que en muchos casos esclaviza a1 individuo hasta llevarlo a traicionar sus propios ideales. 99 Quizas el mejor ejemplo en donde e1 materialismo lleva a1 individuo no 8610 a la indiferencia ante un sentido noble del honor sino a un descarado cinismo sea el caso de Herrera de Cuervos rubios. Las siguientes lineas de una conversacién entre marido y esposa bastan para poner de manifiesto dos actitudes completamente cpuestas ante e1 concepto del honor: Juanita: (Asombrada). aQuieres decir que hubieses aceptado que yo, tu mujer, concurriese clandestinamente a1 ministerio? Herrera: (Con enérgico acento). Quiere decir que tfi no conoces la vida, sencillamente; que a punto de obtener una situacion politica brillante, preparada con todo tesén durante cuatro meses, tfi, en nombre de mi honor, que no te esta encomendado, me desbaratas todos 103 planes y en lugar de contribuir a mi porvenir, solo te preocupas de labrar mi desgracia. (Juanita debe ir acentuando su perplejidad a medida que brotan las palabras de los labios de su esposo). No son esos los sacrificios que yo te pido. No defiendas tanto mi honor, porque e1 honor es una apariencia y yo no vivo de ficciones. . 58 Juanita no puede concebir de un sentido de honor que no vaya acompafiado de una sana moral y por lo tanto no llega a comprender 1a actitud del marido que por su parte con- sidera e1 concepto del honor como un obstaculo a sus aspiraciones materiales. Ni e1 temor a1 aqué diran? logra atemperar la loca ambicién del marido. Segfin él, los que lo critican no lo ayudaran a subir socialmente. E1 reverso de la medalla se encuentra en No mataras €31 donde e1 protagonista, a pesar de ser un hombre justo e i(lealista, termina siendo victima de la "murmuracién anonima" 51 1a cual él no atribuia mayor importancia. En realidad 100 es la duda de que su mujer 1e haya traicionado y prin- cipalmente su temor de que la sociedad lo considere un hombre mancillado lo que 1e impulsan hacia el homicidio de su mujer pero que no se realiza. Comprende ademas que su propio suicidio seria infitil porque en realidad, segun él, los otros ya lo han muerto. En Mate dulce, no es un sentido noble del honor lo que verdaderamente preocupa a la madre sino e1 aqué diran? y la comodidad propia. Se trata de un honor de apariencias que satisfara a la sociedad y las necesidades materiales. En ningfin momento se ve hablar a la madre del honor de la familia sino cuando su hija Leonor se resiste a tomar e1 remedio para abortar e1 fruto de sus entrafias. E1 mensaje del autor aparece en las siguientes palabras del marido quien, a1 ver que su hija se muere, dice a1 amante de su otra hija: iHipocresias! Cuando menos no he de ser como usted, que la indujo a la muchacha a que tomase esa porqueria pa que su amiguito no cargase con las responsabili— dades, como si en una casa donde e1 padre es un atorrante y la madre una haragana y las muchachas dos pobrecitas engafiadas por una miseria de lujo9 un hijo tuviese algo que ver con la deshonra. . . .5 E1 falso concepto del honor femenino es un motivo importante en La fiesta del hombre en donde 1a protagonista Se defiende contra el prejuicio moral que tiraniza a la ITrujer caida. Toda tentativa de parte de la heroina de actuar con sinceridad fracasa ante una moral intransigente CJule equipara en muchos casos e1 honor femenino con la IPIJreza fisica. Esta actitud social aparece directa o 101 indirectamente en la mayoria de las obras del escritor en donde las mujeres suelen ser victimas del egoismo masculino. Como consecuencia, muchas de estas mujeres estan predeter— minadas a vivir una vida de prostitucién. Como contraste hay el caso de dos jovenes de Los Colombini en donde Luis perdona a Ermelinda 1a falta cometida con su ex-novio. En esta situacién e1 autor sugiere que el verdadero honor es sinénimo de sinceridad. En Los Colombini y en La bambolla aparecen los nobles perfiles de dos jefes de familia cuyo sentido de honor les lleva a proceder con sinceridad e integridad. En ambos casos se sugiere 1a idea de que no puede haber verdadero honor sin un profundo sentido de responsabilidad. El amor es otro motivo principal dentro de la dramaturgia del escritor y por lo general surge relacionado con el problema existencial del hombre. Existencial en cuanto se refiere a la necesidad del hombre de amar y ser amado. En su afan por sobreponerse a1 aislamiento que implica una verdadera existencia, el hombre aspira hacia .. . 6 la union con sus semejantes. 0 Es, sin embargo, en la intima relacién amorosa entre dos seres donde esta aspira- Cién del hombre se puede comprobar mas facilmente. A través de la proyeccién de sus sentimientos amorosos e1 fusmbre trata de conseguir dicha union con el fin de dar sentido a su existencia. Como consecuencia, el amor debe Sex considerado como una necesidad fundamental del ser hEUmano que por ser espiritual se relaciona con el problema 102 de la personalidad. Martinez Cuitino parece creer en el amor creativo que a1 ser proyectado hacia otra persona o personas tiene como fin la reciprocidad amorosa. Este tipo de amor, sin embargo, sélo puede realizarse cuando es sinénimo de generosidad y comprensién. Solo asi puede llegar el hombre a un nivel espiritual que lo enoblece. A pesar de su firme creencia en este tipo de amor, e1 autor se muestra escéptico en cuanto a su realizacién dentro de las relaciones humanas debido a que en la mayoria de los casos el amor esta expuesto a1 egoismo del hombre; situacién que se agrava aun mas en una época materialista. El motivo del amor en sus mas variadas manifestaciones suele ser estudiado por el autor dentro de las relaciones familiares, dentro del noviazgo y dentro del concubinato. E1 tipo de amor que esclaviza y que se opone a todo razonamiento y a la fuerza de los convencionalismos sociales aparece en obras como E1 segundo amor y Noche del alma. En estas dos obras e1 motivo del amor se aborda dentro del nficleo matrimonial y se relaciona con los motivos del hastio y de la infidelidad. En ambos casos e1 esposo se encuentra esclavizado por una pasién arrobadora que ni convencionalismos, ni consideraciones familiares, ni razonamientos de ninguna especie pueden impedir que vaya 1lacia e1 objeto de su pasion. Los dos personajes realizan 8L1 proPOSito pero no sin haber causado angustia en otros seres humanos que también sonaron con su ilusiOn. Facil- Inente se puede comprobar en ambas situaciones el aSpecto 103 dual del amor que puede conducir a la felicidad por un lado y al dolor por otro. La insistencia del autor en que el verdadero amor solo puede estar alimentado por la verdad aparece in- directamente en La fiesta del hombre en donde 1a protagonista sacrifica e1 bien deseado por la simple razén de que no quiere basar su proyectado matrimonio en la mentira. Se menciona en esta obra e1 entusiasmo, la abnegacién y sinceridad con que la mujer suele entregarse a1 amor y se contrasta con la actitud del hombre que, segfin un personaje escéptico, "para ser feliz consulta primero, con su moral, con su prejuicio, con su banco, y hasta con su almanaque"61 antes de consultar con los sentimientos del corazon. A pesar de que Martinez Cuitino creia que lo ideal seria un amor basado en la verdad, su conocimiento de la naturaleza humana lo inclinaba a pensar, como Ibsen, que la verdad en algunos casos puede destruir 1a ilusion y la felicidad.62 Esta es la leccion que se desprende en el caso de Mario (novio de Enriqueta) quien tras su empefio en conocer toda la verdad cae en la desilusién cuando se da cuenta de que su novia habia sido 1a amante de don Florencio. Otro caso parecido en donde la verdad destruye 1a ilusion y la felicidad se encuentra en La fuerza ciega en donde el amor nseguir el amor se halla en El hombre imperfecto donde se observa cémo un matrimonio por la fuerza solo puede con- Cil-lcir a1 dolor, a la injusticia y en algunos casos a la tr‘a.gedia como ocurre en esta obra. La protagonista no se p‘J-ede resignar a su estado de "materia sin alma"64 y por lo taI'lto busca su libertad mediante e1 suicidio. En Extrafia e1 autor muestra c6mo el amor incom- p3'1‘endido y deSpreciado facilmente puede convertirse en odio debido a que el amor solo puede vivir del amor. E1 amor erl":re dos seres implica comunién, sin la cual toda tentativa a‘ru<>rosa es infitil. En el matrimonio de Ernesto y Fernanda 105 no hay tal comunién y por lo tanto el amor sensual y roméntico de la esposa esta relegado a un estado de impotencia. La misma idea aparece en No matarés en donde e :L dramaturgo nos da un ejemplo de c6mo un amor despreciado puede conducir a1 hastio y en algunos casos a la infidelidad dentro del matrimonio. Aunque 1a esposa del juez Herold no lo traiciona literalmente, se entrevé que en diferentes c: ixcunstancias Adelaida muy bien pudiera haber llegado a la in fidelidad porque ansia vivir el amor sofiado. Una idea que el autor pone en boca de algunos personajes es que el matrimonio suele matar el amor. Esta idea aparece en La gmigrada en donde Talo 1e dice a su prima Obdulia: "Lo bello es ser fiel a1 amor, tal como lo sofiamos y no tal como nos Obligan a tomarlo. Mira: es por fidelidad a ese amor Sofiado que muchos maridos y muchas eSposas cometen in- fidelidad."65 Martinez Cuitifio sugiere aqui una idea Central del movimiento feminista de que el amor no es SEi—nénimo con el matrimonio sino que en realidad suelen ser polos antagc’micos debido a que el amor implica libertad mientras que muchos matrimonios no son sino otra forma de es clavitud.66 Tales matrimonios podran satisfacer los con- veIlcionalismos sociales pero no podran satisfacer la ilusion del amor que se forja e1 ser humano. La importancia que Martinez Cuitino atribuia a1 amor del'ltro de las relaciones familiares se manifiesta en obras coI'llo La bambolla y Diamantes quebrados. En ambas obras aEDarece un grupo familiar en donde 1a falta de un amor 106 genuino entre algunos de sus componentes conspira contra 1a felicidad y la moral de la familia. En contraste con los tipos de amor que hemos sefialado, 0 sea el amor entre iguales, e1 autor entrelaza el amor maternal con el tema principal de Mate dulCe y El segundo amor. En ambos casos se puntualiza e1 aSpecto altruista que acompafia a este tipo de amor que ha sido considerado 1a manifestacién mas elevada dentro de las . . 67 . . relaCiones afectivas. En la primera obra, Leonor prefiere perder a1 amante y todas las comodidades que éste 1e preporciona antes que extinguir e1 fruto que se mueve en S us entrafias. Sélo cuando es acosada por el temor de que Su padre vaya a la carcel, decide tomar e1 remedio que Ocasiona su muerte y la del hijo que esta por nacer. Es, Sin embargo, en El segundo amor donde e1 dramaturgo ha eStudiado e1 motivo con mayor destreza. Ante e1 dilema de no querer y no poder elegir entre sus dos hijos, Rosaura decide renunciar sus derechos de madre antes que separarlos Porque teme que "lleguen a odiarse separados e1 uno del otro."68 Felizmente para ella, e1 tio del marido interviene Y Rosaura logra llevarse a los dos hijos. El motivo de la ilusién es otro elemento constante en un buen nfimero de obras del autor. La necesidad que tiene el hombre de sonar es una idea central de su ideo— log :ia. Como fuerza que embellece y transforma, 1a ilusién Elyllda a1 hombre a sobreponerse a la monotonia, a lo rutinario, a la mentira convencional y al aSpecto 107 materialista de la vida. Dicho en otras palabras, 1a ilusién es un medio por el cual el hombre aspira a con- trarrestar 1a esterilidad de su vivir cotidiano y su soledad ex istencial. De ahi que, como dice uno de sus personajes, ~ . . . 69 " los suenos son tan necesarios en la Vida como el aire." Abelardo, portavoz del autor en Los sofiadores dice que "<;[IJien mas, quien menos, lleva dentro un sofiador, que, es en definitiva, el que manda, a tal punto, que la gente fracasa o triunfa, segfin supo o no ejecutar la orden del sofiador que conduce."70 En la mayoria de los casos e1 motivo de la ilusi6n aparece vinculado con el motivo del armor. Es por 10 general, la realidad comfin lo que viene a derribar e1 castillo de la i1usi6n de un buen nfimero de 9 ersonaj es . En El derrumbe se relata la historia de un hombre Clue se forja 1a ilusion de ser fiel a sus ideales y a la integridad de su pensamiento. Es decir, defiende su per- Sonalidad. La falta de armonia entre lo que siente y el coniportamiento que 1e exige una sociedad intransigente Ocasiona su sufrimiento. E1 mismo nos deja intuir su dilema cuElude a1 hablar con su amigo Roberto, quien 1e aconseja que abandone su idealismo y su concubinato, dice: No, no, no. Nadie sabe si camino hacia la verdad o hacia la abyeccion. :Nadie sabe nada! Yo tengo 1a sinceridad de salirme de mi mismo, porque el hombre sincero se sale de si mismo. En cambio otros, tu . . . por ejemplo . . . te escondes en ti mismo, y por eso triunfas. 108 ZIsaaL :rebeldia de Daniel ante los convencionalismos sociales no es sino un esfuerzo de sobreponerse a la mentira (c:<:>ILectiva y de ser fiel a si mismo. Su idealismo y su :i.]L.IJsi6n en el amor momentaneamente lo libran de su soledad pero al final 1a realidad cotidiana lo aplasta con el peso (€115: sus convencionalismos. No 5610 pierde sus catedras y sses: convierte en blanco de la murmuracién sino que a la vez C255l€3 victima de una mujer simuladora. La desilusion que se Eigg><3dera de él lo encamina hacia la violencia y la destruccién de su ilusion lo hunde de nuevo en la soledad. La ilusién como algo positivo que ayuda a contra- :r:1:eestar la monotonia del existir diario y la necesidad que tiene el hombre de sonar aparecen en La humilde quimera. E><311 Crisologo, en una conversacién con la protagonista, EilLtide a1 aspecto transformador de la ilusion cuando, a1 re ferirse a las jévenes que trabajan en la casa de comercio, c3ice: "Una humilde quimera les embellece la existencia, ‘afistza miserable existencia que a uno lo tortura y lo atliquila."72 Y mas adelante comenta sobre la importancia 6‘3 los suefios que, segfin él, ayudan a vivir: Ni me espera ni me acompafia nadie. Y no porque no lo desee ardientemente. Me alumbrara una quimera seme- jante y, acaso, e1 perro andnimo que ha olvidado a su amo y se da a una poética vagancia me tuviera envidia. En cambio, asi . . .ibah! . . . la vida es un desierto de Sahara; un horizonte eterno, la misma esterilidad, una aridez idéntica; pero aun, pues en el desierto hay simunes, crepfisculos imponentes y sobre todo, alienta alli la esperanza de un oasis. En mi vida, hija, todo esta 1ejos. Ni vientos que distraigan, ni eSpejismos que engafien, ni ensuefios que ayuden a vivir. No hay nada mas que nfimeros: Sumas, restas, 109 multiplicaciones y divisiones en la vigilia, para sonar como propios los capitales ajenos.7 La existencia de don Crisélogo no puede ser mas estéril. Su dilema constituye el de tanto ser humano que se siente de shumanizado dentro del comercialismo de la época. La protagonista por su parte se entrega a la ilusion de su préximo casamiento. Cuando su quimera se desvanece debido a la perfidia de su novio, 1a heroina se resigna a su Situacién que la conduce a1 sufrimiento. En La fiesta del hombre se hace hincapié en la idea de que la ilusion se debe mantener. Se ha dicho anterior- mente que la idea de que el matrimonio mata 1a ilusion aparece en varias obras del escritor. En esta obra aparece un personaje razonador (Dardo) quien dice categéricamente que las personas no debieran casarse enamoradas "porque 1a esencia del amor es la ilusién que el matrimonio mata implacablemente."74 Fiel a sus ideas, e1 escéptico Dardo Clecide huir de la mujer a quien ama porque no quiere des— t-I‘1:l.ir su ilusién en el amor. Segfin él, huye "para hacerla feliz."75 Antepone su decision a1 supuesto procedimiento de algfin burgués que, segfin él, "se casaria para desilusio- narlagflfi La protagonista por su parte alude a la idea de que la muerte de la ilusion lleva a1 sufrimiento cuando a1 hablar de su novio con su ex—amante dice: "E1 ha tenido la llusién de mi pureza y supongo que usted sabra mantenérsela; qui ero que se aleje de mi con un dolor menos."77 110 E1 motivo de la ilusion también aparece relacionado <:=<:>13 algunos conflictos matrimoniales en obras como E1 hombre imperfecto, Cuervos rubios y Noche del alma. En la filtima <:>]:xra mencionada, por ejemplo, Lucila se entrega a la :i_:1;usién de su perfecto matrimonio y el hecho de que se da en cuerpo y alma la convierte en un cristal sujeto a los azares de la vida. Cuando e1 marido abandona e1 hogar para unirse con otra mujer, 1a desilusion de la protagonista 1a hunde en la soledad. Con intencién simbélica es tratado e1 motivo de la limlgusién en Los sofiadores en donde a dicho motivo se antepone (3&1. aspecto materialista de la vida. Dorita, 1a protagonista, pierde a su novio a quien ama locamente cuando éste decide <:Eisarse por interés con la hija del General. Es la fuerza C163 la ilusién en el recuerdo lo que lleva a la heroina a la desesperacién que paulatinamente va minando su salud fisica. Cuando Alomar viene a visitar a Dorita, la joven 13€3<30noce que su ex-novio ha dado muerte a1 hombre a quien su imaginacién dio vida: Alomar: aQué dices? aMatar? aY por qué? aQué culpa tiene ella? Dorita: A ella no, si demasiado lo sé que no tiene ninguna culpa. (En un supremo estallido de su pasion). 1A ti! tTenerte entre mis manos, eso quisiera! ITenerte y apretarte y deshacerte y pisarte con toda la fuerza de mi amor trocado en odio hasta que no quedara en ti ninguna sombra de vileza, hasta que tus ojos, aquellos ojos, que me miraron una vez con un poco de ternura, se apagaran para siempre, antes de expresar 1a monstruosidad y la infamia que hoy destellan! Asi, aunque te asombres. (Poco a poco va entrando nueva— mente en la blanda queja, en la melancolia resignada, en el llanto suave). Porque te digo la verdad, Alomar: 111 no te reconozco. Cuando te fuiste tenias por lo menos la franqueza de tu arrivismo; me desgarrabas e1 alma, pero habia cierta grandeza en tu asalto. Hoy vuelves para irte del todo y eres otro: eres pequefio y eres peor afin: eres cobarde. Alomar: aY si me quedara? Dorita: No serias capaz. Ademas: aqué ganaria mi alma? . . . Te buscaria siempre en vano, porque yo quise a1 otro, a1 que tfi mismo has dado muerte a fuerza de querer darle nueva vida. Hemos observado, a través de la presentacién tema’ttica de Martinez Cuitifio, su constante afan de espigar eaurl distintos campos y una actitud sefialadamente moralizadora <5211. cuanto a los vicios e injusticias sociales. Por lo general, e1 dramaturgo se nos presenta en su dual papel de eassczritor-sociélogo. En la primera fase e1 autor enfoca ElJLgyunos temas gratos a los escritores realista-naturalistas diez principios de siglo: la mujer como victima del hombre, la €3Dn£incipaci6n de la mujer, 1a trata de blancas, 1a tirania, €33L (divorcio, la pena de muerte, 1a ostentacion, e1 arrivismo, E31 ‘vicio del juego, 1a politica rastrera, e1 inmigrante, e1 alcoholismo y la morfina. Si 1a nota amarga que acompafia e3- estudio de la mayoria de estos temas se puede considerar peSizimismo, entonces debemos sefialar que tras su aparente ac=tlitnd pesimista existe un intencionado proposito de °<>J=1regir 105 males que aquejaban a1 organismo social. Un r101DCILe sentido humanitario impulsa a1 dramaturgo a ponerse caifiiji siempre de parte de los humildes, los caidos, los e"‘plotados y los necesitados. Por otro lado, algunos temas CCMHIC> 1a personalidad, 1a videncia y el proceso de la 112 creacién teatral, manifiestan 1a influencia del teatro moderno de postguerra. 113 NOTAS DEL CAPITULO SEGUNDO 1 En 1929 Martinez Cuitino dicté una conferencia sobme e1 teatro de vanguardia en la que se evidencia su cuanocimiento de las tendencias teatrales modernas y en donde ademas hace un alegato en favor de los teatros experi- mentales en el ambiente argentino. Véase su "Teatro de ‘vanguardia" en Anales del Instituto Popular de Conferencias, 929 (Buenos Aires: Publicidad Vaccaro, 1930), pags. XV' 1 i23-24I. 2 174-175. Martinez 3Martinez 4 226-227. Martinez 5 , Martinez 6Martinez 7Martinez 8Martinez 9Martinez 10 Martinez 11Martinez 12 131101.1. 14Ibid. 15 16 Martinez Cuitino, Martinez Cuitino, Cuitino, La humilde quimera, pags. Cuitifio, derrumbe, p69. 82. Cuitino, El viaje de don Eulalio, pags. Cuitino, E1 derrumbe, pég. 87. Cuitino, El viaje de don Eulalio, pag. 217. Cuitifio, No mataras, pag. 230. Cuitifio, Los Colombini, pag. 184. Cuitifio, El mago escondido, pag. l9. Cuitifio, La fiesta del hombre, pags. Cuitino, La emigrada, pags. 7-8. Ibid., pag. 10. El segundo amor, pag. 72. Prepgtencia, p39. 27. 114 17Ibid., pags. 27-28. 18Ibid., pag. 28. 19Martinez Cuitino, No mataras, pags. 231-232. 201bid., pags. 232-233. 21Bambolla: Martinez Cuitifio emplea esta palabra con el significado de ostentacién. 22Martinez Cuitifio, Diamantes quebrados, pag. 17. 23Martinez Cuitino, Cuervos rubios, pag. 78. 24Ibid., pég. 52. 25Ibid., pag. 51. 26Ibid., pag. 59. 27Ibid., pég. 75. 28Martinez Cuitino, Los Colombini, pég. 168. 29Martinez Cuitino, E1 caudillo, p69. 12. 30"Ese hombre aluvional, trae consigo sus problemas Cine los va a sumar a los problemas que le planteara e1 1'“edio y que, por ello mismo, refluiran sobre el ambito en qua les toca actuar. Para ser mas concreto: a las cir- ‘311rlstancias histéricas que vive e1 pais, e1 inmigrante agrega sus problemas, y como el nfimero es un hecho impor— tarite en toda manifestacién social, siendo los inmigrantes In‘1)( numerosos, hacen impacto en el mecanismo social, Politico y econ6mico y por ende cultural del pais, desa- 31-lstando e1 exiguo equilibrio que se ha logrado. De ahi 631- temor y la desconfianza de la élite que gobierna." lléin Pinto, "E1 inmigrante en nuestro teatro" Universidad (Santa Fe), No. 59 (ene-mar 1964), pag. 46. 31Comentando sobre la actitud del inmigrante en $“16into a su traslado a1 nuevo mundo, James R. Scobie dice: (Dr a moment, let us imagine the position of the immigrant. ‘? :might be illiterate and in all probability poor, but he e:Lther had faith in his two strong arms or recognized that 115 nothing could be worse than the overcrowding of land and .industries at home. The thought that this was only a temporary move sustained his courage for the leap across time Atlantic. Even when he brought his family, he came as a ndgrant. Hacer América was his dream-to conquer the .riches of the new world and return to his village or city ‘bo enjoy them." J. R. Scobie, Argentina: A City and a thation (New York: Oxford Press, 1964, p59. 131. 32Martinez Cuitifio, Los Colombini, pag. 117. 33Ibid., pég. 197. 34Martinez Cuitino, Cuervos rubios, pags. 98-99. 35Martinez Cuitino, Mate dulce, pag. 184. 36Martinez Cuitino, La mala siembra, p69. 57. 37Ibid., pég. 59. 38Ibid., pég. 39. 391bid., pég. 41. 40Martinez Cuitino, Extrafia, pag. 11. 41Ibid., pag. 12. 42Cf. Nicolas Berdyaev, Solitud and Society (London: The Centenary Press, 1938) , pag. 195. 43Comentando sobre el problema de lo inconsciente 63:; 1a literatura y su influjo en el teatro nacional, Blanco (ares de Pagella dice: "Es innegable 1a importancia que Para 1a literatura tuvo la psicologia abismal, 1a psicologia I’lkafunda, e1 conocimiento del "yo" hundido, soterrado, a-‘-"asallado, mas alla de la conciencia; acallado, pero en écecho; amordazado, pero presto a lanzar su grito. Es 'lllllegable que el avance de la ciencia, con Freud, especial- ruerite, tuvo importancia para la literatura, y, en parti- cular, para el teatro." Angela Blanco Amores de Pagella, §P35§vos temas en el teatro argentino: 1a influencia eurOpea llenos Aires: Editorial Huemul, 1965), pags. 56—57. 44Martinez Cuitino, Superficie, p69. 41. 116 45Martinez Cuitifio, Horizontes, pag. 5. 46Martinez Cuitino, E1 hombre imperfecto, p59. 14. 47Ibid., pég. 19. 48Ibid., pég. 34. 49Ibid., pag. 43. 50Martinez Cuitino, El mago escondido, pag. l7. 51Ibid., pég. 23. 52Ibid., pég. 19. 53Ibid., pag. 26. 54Ibid., pég. 41. 55Martinez Cuitifio, El espectador o la cuarta ggealidad, pag. 29. 56Ibid. 57Martinez Cuitino, Notas teatrales, pag. 189. 58Martinez Cuitino, Cuervos rubios, p59. 74. 59Martinez Cuitino, Mate dulce, pag. 176. 60Comentando sobre el problema existencial del h(Drnbre, e1 Dr. Erich Fromm dice que el hombre se empena en unirse de alguna manera con otros individuos y con el mundo exterior en su afan por sobreponerse a su soledad exis- tencial. Cf. Erich From, The Art of Loving (New York: Harper 8. Row, Publishers, 1956), p59. 8. 61Martinez Cuitino, La fiesta del hombre, p69. 66. 62La idea de que la verdad en algunos casos puede destruir 1a ilusién y la felicidad es una de las ideas pr‘incipales que aparecen en Elgpato silvestre de Henrik IIIDSSen. 117 63Martinez Cuitifio, Horizontes, pag. 8. 64Martinez Cuitino, E1 hombre imperfecto, p69. 43. 65Martinez Cuitino, La emigrada, pag. 5. 66"Marriage and love have nothing in common; they 1are as far apart as the poles; are, in fact, antagonistic tn: each other. No doubt some marriages have been the result (3f love. Not, however, because love could assert itself cn11y in marriage; much rather is it because few peOple can cuampletely outgrow a convention. There are today large ruimbers of men and women to whom marriage is naught but a farce, but who submit to it for the sake of public Opinion." Ihnma Goldman, "Marriage and Love" en su Anarchism and Other lEssays (New York: Dover Publications, Inc., 1969), p59. 227. 67Contrastando el amor entre iguales con el amor Inaternal, Erich Fromm dice: "In contrast to brotherly love and erotic love which are love between equals, the relationship of mother and child is by its very nature one <>f inequality, where one needs all the help, and the other gyives it. It is for this altruistic, unselfish character tdlat motherly love has been considered the highest kind of JJDVE, and the most sacred of all emotional bonds." Erich Fromm, The Art of Loving, pag. 50. 68Martinez Cuitifio, E1 segundo amor, pag. 103. 69Martinez Cuitifio, E1 espectador o la cuarta realidad, p69. 13. 70Martinez Cuitifio, Los sofiadores, pags. 66-67. 71Martinez Cuitino, E1 derrumbe, pag. 147. 72Martinez Cuitino, La humilde quimera, pag. 150. 73Ibid., pag. 151. 74Martinez Cuitino, La fiesta del hombre, pag. 70. 751bid., pég. 87. 76Ibid. 118 77Ibid., pag. 92. 78Martinez Cuitino, Los sofiadores, pags. 118-119. CAPITULO TERCERO LOS PERSONAJES La mayoria de los personajes creados por Martinez Cuitino son individuos sacados de la realidad cotidiana que por lo general se esfuerzan por sobreponerse a los obstéculos que la vida les tiene reservados. Sus personajes draméticos suelen pensar y actuar como criaturas de "carne y hueso" aunque de vez en cuando alguno toma alguna resolucién que no llega a convencer. Por otro lado, hay Varios que, por estar situados en un plano abstracto, muestran una dimension simbélica. Se manifiesta constante- mente un noble propésito de parte del autor en su acercamiento a la realidad circundante de donde toma los Personajes que poblarén sus obras. Continuamente se observa 1a simpatia que el autor manifiesta hacia los caidos, los necesitados, los humildes y los victimizados. Nada parece serle indiferente a1 autor en la heterogénea comunidad argentina. Por sus obras desfilan seres humildes, egoistas, ruines, arrivistas, honestos, hipécritas, p3|:‘epotentes, nobles, astutos, desilusionados, optimistas, f3'1‘Z‘I".volos, amorales, razonadores, adinerados, pobres, acomplejados, avariciosos, tarados, engreidos, malvivientes, 119 120 murmuradores, suicidas, homicidas, intelectuales, supers- ticiosos. A1 comentar sobre la temética del autor, nos referimos a su constante afan de espigar en distintos campos. Un caso analogo existe en su propensién a pintar tipos que provienen de distintos sectores sociales y cuyos rasgos perdurables el dramaturgo ha sabido captar con éxito en la mayoria de los casos. Hay en las obras de Martinez Cuitino un nutrido nfimero de personajes que debido a su debilidad moral, vicios, complejos o necesidad material son conducidos a1 encenagamiento. Como contraste, aparecen varios personajes fuertes que aspiran a vivir la verdad que concuerda con sus aspiraciones y la integridad de su pensamiento. Por 10 general, estos personajes se rebelan contra los con- Vencionalismos sociales, la moral vigente y el aspecto nivelador de la sociedad. A veces e1 choque entre la razén y el sentimiento ocasiona e1 conflicto de algfin Personaje y se manifiesta 1a intencién del sondeo PSicolégico. También hay personajes que constituyen un eco ibseniano o nietzscheano. Este tipo de personaje a~I>arece en varias obras discursivas que fueron representadas después de 1918. En el caso de estos personajes e1 motivo de la libertad y de la verdad son importantes como se observara en la discusién de los peIt‘sonajes representativos. La valentia con que algunos pe3|:‘sonajes defienden sus principios e ideales suele 121 redimirlos ante e1 espectador o lector aunque por 10 general la mayoria de ellos terminan en el sufrimiento 0 en el fracaso. De ahi que el resultado a veces es paradéjico: por un lado e1 procedimiento del personaje 1e conduce a estar en paz consigo mismo y por otro lado lo expone al sufrimiento ante 1a incomprensién, el egoismo y la injusticia de otros personajes que lo rodean. El frecuente fracaso del personaje principal es una caracte— ristica que sobresale en la mayoria de obras del dramaturgo. Tan marcada es la nota pesimista que Angela Blanco Amores de Pagella se ha referido a "la amarga produccién de 131 Vicente Martinez Cuitifio--con su tema social." profesor Willis Knapp Jones, a1 referirse a varias obras del escritor ha dicho: "Under morbid surroundings weaklings succumbed to the pressure of society."2 Es verdad que muchos personajes fracasan en su respectiva empresa pero dentro de este grupo aparecen personajes que a pesar de su aparente fracaso, mantienen su integridad moral. El fracaso de algunos personajes se debe a fuerzas exteriores que en si constituye una intencionada critica de la estructura o llagas de la sociedad. Dentro de la sociedad dramética del autor aparecen varias semblanzas de mujer que constituyen algunos de los personajes mejor delineados y que con sus variantes aportan caracteristicas de la mujer fuerte. Como Obstéculos, se les presentan a estas mujeres e1 egoismo de 122 103 hombres y la tirania de los convencionalismos y normas sociales. Una caracteristica principal sefialada por Roberto F.-Giusti es la propensién del autor de ponerse "casi siempre de parte de la mujer."3 Ademas, senala: "Generalmente e1 alma de sus heroinas mantiene en la desgracia su intima pureza, y el amor o la abnegacién . . 4 suelen redimirlas." El obvio interés del autor por el mejoramiento de la situacion femenina dentro de la sociedad 1e conduce a la creacion de algunos personajes que con sus quejas no 3610 aportan disconformidad contra los hombres que las rodean sino contra todo un sistema tradicional de esclavitud espiritual. A partir del estreno de Los Colombini (1912) aparece aqui y alli e1 tipo de mujer fuerte 0 con rasgos de la mujer fuerte que a todo trance defiende su derecho a encauzar su propio destino. Su rebeldia y su heroico esfuerzo no siempre las conducen a la felicidad puesto que el premio de varias es el sufrimiento y la soledad. E1 deseo del dramaturgo por la redencién femenina 1e impulsa a la creacién de una rica galeria de personajes femeninos que desempefian e1 papel de la mujer como victima del hombre: las amantes, las novias engafiadas y abandonadas, las esposas tiranizadas por el marido o familiares, las mujeres prostituidas. Como en el caso de la mujer fuerte, también tienen que luchar contra una sociedad intransigente. Varios personajes femeninos ostentan una sana moral y rasgos altruistas que 123 establecen un fuerte contraste entre ellas y algunos hombres que las rodean. Sin embargo, también hay en la dramética del autor un nutrido grupo de mujeres frivolas que a veces contribuyen a crear una atmosfera de ligereza, de corrupcion, de vicio y de inmoralidad. En su afan por satisfacer los caprichos masculinos, por obtener la comodidad material, por obtener renombre, por satisfacer las exigencias de la vida social 0 simplemente para satisfacer su propio instinto, no pocas mujeres se dan a una vida licenciosa que las lleva muchas veces a la inmoralidad o que las convierte en complices de la perfidia de los personajes masculinos. La mayoria de los personajes masculinos creados por el autor estén dotados de un atroz egoismo. Algunos desempefian un papel antagonico que se antepone a los esfuerzos de las heroinas que se empefian por realizar su liberacién espiritual. Dominados por un aire de superio- ridad, estos individuos suelen representar normas o prejuicios que les convienen, e1 concepto tradicional del honor femenino, una inmoralidad que quizas sea sintomética de una era de progreso y desenfrenado arrivismo, cierta indiferencia hacia el infortunio ajeno, una sugestiva subestimacién de la mujer y una sefialada orientacién hacia el vicio, e1 fraude y la disipacién. Mientras que varias heroinas (Ermelinda de Los Colombini, Juanita de Cuervos rubios, Dorita de Los sofiadores, Rosina de Diamantes 124 quebrados, Mecha de El mago escondido) no atribuyen mayor importancia a1 dinero o a la comodidad, muchos personajes masculinos no vacilan en sacrificarlo todo (amor, amistad, dignidad, principios morales) con tal de obtenerlos. Son también los hombres quienes por 10 general sugieren 1a adaptacién 0 e1 enmascaramiento como manera de triunfar dentro de la sociedad. En contraste con muchas mujeres que ante la desilusién amorosa se entregan a la infitil queja, varios personajes masculinos tratan de mitigar sus penas mediante el uso del alcohol. Otros, como Daniel de El derrumbe y Carlos de Rayito de sol, toman resoluciones mas enérgicas y terminan dando paso a la violencia y a los impulsos suicidas. Solo como excepcion aparece algfin personaje femenino que recurre a la violencia fisica como sucede en El hombre imperfecto en donde 1a protagonista se suicida ante la imposibilidad de recobrar su libertad. En buen nfimero de obras aparecen personajes masculinos en su papel de confidente o amigo que mediante su intervencién sirve de elemento catalizador o portavoz del autor. Algunos sirven, como ha sefialado Roberto F. Giusti de "instrumentos de la redencién femenina"5 que los diferencia de los personajes masculinos cuyo fin suele ser la victimizacién o explotacién de la mujer. Mientras avanza 1a carrera dramética del autor se notan otras dos caracteristicas principales en la 125 creacion de sus personajes. En términos generales, se puede decir que la mayoria de sus personajes creados durante e1 periodo que va de 1908 a 1920 son mas dados a la facil exteriorizacién de sus sentimientos y al arrebato pasional. Sin embargo, hacia 1921 se manifiesta en varios personajes principales la tendencia hacia el agudc razonamiento que los diferencia de la mayoria de los personajes del primer periodo. Estos personajes aparecen en obras como No mataras y El segundo amor, en donde se observa claramente 1a propensién hacia el sondeo psicolégico del protagonista. Con mas frecuencia aparece e1 tipo razonador en algunas piezas escritas a partir de 1928. Sefialadamente razonadores y en ocasiones mas atormentados, ostentan una densidad dramatica mas complicada por tratarse de problemas animicos de su personalidad. Asi se observa, por ejemplo, en obras como Horizontes en donde en momentos de éxtasis la heroina profetiza sobre hechos futuros y en El hombre imperfecto en donde 1a protagonista termina odiandose a si misma por su pasada conducta que determina su esclavitud espiritual. Suele haber en algunos personajes razonadores un frecuente desplazamiento introspectivo en donde se lleva a cabo una especie de monélogo interior que les confiere una nueva dimension. La otra caracteristica a que aludimos es el empleo, en varias obras, de personajes que ostentan 126 nombres genéricos: por ejemplo, e1 Atorrante y el Mendigo de Café con leche y El y Ella de El hombre imperfecto. En la introduccién a la obra La rosa de hierro, aparecen entre otras observaciones las siguientes que citaremos puesto que en si constituyen un certero homenaje a los esfuerzos draméticos del autor: Sincero en sus producciones, con esa sinceridad que caracteriza a los que solo pueden expresar lo que piensa su cerebro y siente su corazén; légicamente humano en sus obras que son retazos de vida estampada en la escena y humanamente bueno en sus personajes que viven siempre la eterna dualidad de todos los seres en su doble oscilacion entre e1 bien y el mal. Martinez Cuitino es indudablemente e1 Florencio Sanchez de esta época y puede asegurarse que hay en las obras de estos dos autores una perfecta analogia en todo lo que ellas encierran de vida, de verdad y de belleza. Habiendo comentado sobre los rasgos generales que caracterizan a los personajes de Martinez Cuitino, pasemos ahora a discutir a varios personajes representativos en las obras del dramaturgo. Una division, arbitraria desde luego, de los personajes facilitara la tarea y a la vez dara a1 estudio cierto orden sin el cual resultaria demasiado caético. Dentro del grupo de personajes femeninos, nos encontramos con la mujer en su papel de victima del hombre, de amante, de madre y de mujer fuerte. A 108 personajes masculinos los presentaremos en su papel de intelectuales, de "nifios bien," de padres, de auxiliares del delito y de inmigrantes. 127 La Mujer Victima: resignacién yidesilusiofi' La mujer en su papel de victima del hombre aparece, como hemos anticipado, con frecuencia en las obras del dramaturgo. E1 autor estudia e1 problema dentro de cuatro campos distintos: e1 noviazgo, e1 concubinato, e1 matrimonio y el nucleo familiar. Por lo general, estas mujeres terminan por resignarse ante una situacién infranqueable. De nada suelen servir sus quejas ante la injusticia cometida contra ellas y lo que antes brillaba como horizonte promisorio, de pronto se convierte en sufrimiento y desilusién. En buen nfimero de casos se trata de una joven cuya ilusién en el amor 1a convierte en facil presa del novio egoista y de pocos escrfipulos. A esta serie pertenecen Consuelo de La humilde quimera y Paulina de Atorrante o la venganza de la tierra. En ambas obras la heroina comete un hecho que va contra sus principios morales para auxiliar a1 novio: utilizan una cantidad de dinero ajeno. E1 hecho de que los jévenes no les devuelven e1 dinero para restituirlo, coloca a las heroinas en un trance dificil. Tardiamente, las jévenes se dan cuenta de que los novios se han aprovechado de sus sentimientos amorosos para explotarlas. Consuelo de la primera obra sintetiza del modo siguiente e1 dilema de buen nfimero de personajes femeninos: "No tenemos ni siquiera e1 derecho de sonar, porque cuando despertamos nos hallamos frente a 128 un criminal que se vale de los medios mas sagrados para complicarnos en sus miserias."7 Dentro del grupo de personajes femeninos que aparecen como victimas de los hombres se debe mencionar e1 papel de la amante en las obras del dramaturgo. A veces estas mujeres estan dotadas de una ética moral muy superior a la de los amantes. En la actitud de algunas, se observa cierto fatalismo y cierta resignacién ante las injusticias cometidas contra ellas. Otras, como Sara de El derrumbe y Enriqueta de La fiesta del hombre se rebelan y muestran cierto desdén hacia los convencionalismos sociales y hacia los hombres que por lo general estén dominados por el egoismo. Un triste pasado suele ser e1 comfin denominador en la vida de las amantes y a veces es evocado cuando infitilmente tratan de defenderse ante los hombres. Algunos casos ilustrativos serviran para sefialar varios aspectos de la conducta de estas mujeres que ante su infortunio y la garra de las normas sociales se esfuerzan por mantenerse a flote en su lucha por la vida. Uno de los personajes femeninos mas interesantes es Sara, de El derrumbe, que se esconde tras 1a hipocresia porque esta convencida de que solo asi podré abrirse paso dentro de la sociedad. Ante la tirania del hombre (primero en el hogar de sus padres, luego dentro del matrimonio y mas tarde en sus relaciones amorosas con sus amantes), 1a heroina decide vengarse de los hombres "a 129 quienes mas de una vez" se prometié "dar lecciones de moral."8 A causa de las injusticias cometidas contra ella, llega a odiar a los hombres y decide explotarlos porque ahora se trata de subsistir. Dos aspectos importantes de la personalidad de Sara son su sed de venganza que deter- mina muchos de sus actos y su apetencia por los bienes materiales. Su obvio interés por las cosas materiales no parece ser sino sintoma de la transfiguracién que sufren algunas prostitutas ante 1a perfidia de los hombres; transfiguracién que impide que puedan entregarse de nuevo a la ilusién en el amor o creer en la justicia de sus semejantes. En una escena bastante reveladora del tercer acto, se manifiesta 1a violenta reaccién de Sara cuando se da cuenta de que Daniel ha vendido varios muebles y cuadros a su amigo Conrado. Esa venta tiene gran importancia para ella porque se reduce a cierta conspiracién contra su seguridad material. Viendo que todo se acaba a su alrededor, Sara decide abandonar a su amante. Ante 1a violencia de Daniel que trata de retenerla, 1a joven puntualiza e1 interés principal de su vida: "iQué, también! (Con desprecio). 3Y0 pertenezco a la vida, a1 mundo, donde me paguen!"9 Aunque Sara aparece como especie de mujer fatal que lleva a los hombres a1 derrumbe, la mayoria de las concubinas suelen resignarse ante la tirania de los hombres y su situacién. Por ejemplo, Leonor y Maria 130 Luisa de Mate dulce se ven obligadas a sufrir la violencia y el egoismo de sus amantes que se creen autorizados a explotarlas porque ellos pagan. Cuando Leonor esta por morir y Fernando amenaza con irse, Maria Luisa reconoce que su oficio de costurera no bastaria para cubrir los gastos del hogar y por lo tanto propone al padre 1a siguiente solucién: "Yo creo que lo mejor seria cebar mate dulce para que vinieran otros."lo De esa manera y con cierto fatalismo, Maria Luisa senala e1 probable curso que tomaré su vida. Se observa en la conducta de algunas amantes cierto altruismo que hace resaltar aun mas 1a diferencia entre ellas y los hombres que las explotan. Laura de El viaje de don Eulalio, se sacrifica para poder ayudar a su familia econémicamente. Y Leonor de Mate dulce se ve obligada a suprimir su instinto maternal y consentir al aborto porque teme que su padre sea conducido a la cércel. En contraste con la actitud de Sara de El derrumbe que opta por la simulacién y la explotacion, Enriqueta de La fiesta del hombre termina como la amante regenerada que finalmente decide dejar de ser e1 juguete de los hombres. El panorama contra el que tiene que luchar es parecido a1 de las otras amantes: la necesidad econémica, el egoismo del amante y los convencionalismos sociales. E1 hecho de que Enriqueta prefiera perder a1 novio antes 131 que fundar su matrimonio en la mentira, pone de manifiesto su cambio espiritual y moral. Desgraciadamente, e1 noble propésito de la heroina solo logra exponerla a la actitud egoista del amante y a la intransigencia del novio. Hay en este personaje femenino energia de carécter que la distingue de la mayoria de sus hermanas espirituales. Su actitud rebelde ante las normas sociales y las exigencias de los hombres 1a hermanan con el tipo de mujer fuerte que a todo trance lucha por su liberacién espiritual. Las siguientes palabras de la heroina sintetizan hasta cierto punto las quejas no 5610 de la amante sino de la mujer en general en las obras de Martinez Cuitino: Somos la fiesta de los hombres. Madres, esposas, novias o hijas, representamos siempre e1 ideal que los reconforta y los ilumina. Representamos e1 ideal afin en el aspecto escandaloso de la burguesia, cuando empujadas por un dolor o por un amor llegamos a ser amantes resignadas de esposos aburridos. Y como todo premio a este importante papel, recibimos de ustedes, religiones que nos humillan, convencionalismos que nos atan, leyes que nos condenan, prejuicios que nos torturan. (Su voz se ablanda, su tono es de dulce protesta ahora) aQué es esto? . . . aPara qué sirve la vida aSl? . . . Dimelo. gPara que sirve? ll También hay en la dramaturgia del autor mujeres en su papel de esposa que de una u otra manera aparecen como victimas del marido. Rosaura de El segundo amor y Lucila de Noche del alma sufren a causa del desliz amoroso de sus c6nyuges que ocasiona e1 desbarajuste del hogar. Otro ejemplo es Juanita de Cuervos rubios quien abandona e1 hogar cuando se da cuenta de que el marido 3610 1a quiere como instrumento de su loca ambicién. 132 E1 caso mas interesante en donde e1 marido tiraniza a la conyugue aparece en El hombre imperfecto. E1 marido representa un caso psicolégico bastante interesante ya que su inseguridad se manifiesta en su actitud pre— potente. Dominado por los celos, e1 esposo establece un régimen de tirania dentro del cual se debate la heroina. Se nota en la actitud del esposo, quien pretende que se le quiera a la fuerza, una fuerte subestimacion de la mujer. Aun antes de que el matrimonio se lleve a cabo, e1 futuro marido muestra este rasgo de su personalidad cuando dice a la protagonista: "Siempre pensé que las mujeres valen por lo que tienen de mujer, no por lo que 12 1e han robado a1 hombre." La protagonista por su parte no puede conformarse con la idea del marido de que la mujer sea inferior a1 hombre. Exhibiendo su caracter reflexivo, 1a heroina misma define e1 carécter del esposo cuando dice: Si. Alguien tiene que gobernar; pero gobernar no es mandar. Si en realidad gobernaras tendrias en cuenta que soy un ser como tfi, con los mismos habitos e idénticas pasiones. No me injuriarias con tus prohibiciones de que salga sola, como si fuera una adolescente tonta o una pecadora sin remedio; no me asediarias con tus constantes llamados telefénicos para comprobar tan solo tu desconfianza vejatoria, ni me colocarias en un altar inaccesible para adornar e1 traje de mis despojos morales. E1 egoismo del marido impide que éste pueda sospechar la fuerza de la decision de la compafiera que infitilmente trata de recuperar su libertad. Ante la imposibilidad de 133 resignarse a vivir con un hombre a quien odia, 1a heroina se suicida. Hay ademés jévenes, como Regina de El malén blanco y Mascota de Café con leche, que sufren la tirania y explotacién de su propio padre. Mientras que Regina se resigna a1 dictado de su avaro padre y termina siendo prostituida por el marido, Mascota se rebela contra la autoridad prepotente del padre y abandona e1 hogar. A esta serie de mujeres jovenes también pertenece Mofia de Prepotencia que tiene que sufrir, como la madre, e1 egoismo y la violencia de su tiranico padre. Las Madres Es interesante observar que en varias obras de Martinez Cuitino falta la presencia de una madre. Esto se nota especialmente en situaciones en donde aparece alguna heroina luchando contra 1a tirania de los hombres dentro del nficleo familiar 0 en piezas en donde e1 dramaturgo pinta a la mujer desamparada que se esfuerza por hacer frente a las exigencias de la vida. La ausencia de las madres en varias obras logra intensificar e1 dilema de alguna joven que trata de defenderse contra las imposiciones de los hombres. Los personajes femeninos en su papel de madre representan dos actitudes bien definidas en la dramaturgia del autor. Por un lado aparecen madres que representan e1 papel tradicional de la madre buena, sufrida y abnegada. 134 Estas madres, en la mayoria de los casos, asumen un papel secundario y por lo general palidecen ante los personajes principales como ocurre en el caso de Berta de La fuerza ciega y Gabriela de La humilde quimera. Como excepcién aparecen algunas madres j6venes que cobran mayor importancia por constituir un polo antagénico en el conflicto principal de la obra. Los rasgos salientes que suelen compartir estas madres jovenes son un caracter reflexivo, una actitud defensiva cuando e1 bienestar del hogar es amenazado, una carifiosa actitud hacia los hijos y un empefio por defender su dignidad. Rosaura de El segundo amor es quizas e1 mejor ejemplo de la mujer que defiende sus derechos como madre. Este personaje ostenta algunos atributos de la mujer fuerte que defiende con valentia su dignidad. Ella misma establece este rasgo de su personalidad cuando, ante 1a imposibilidad de echar de su casa a la amante de su marido, dice: ":Callate! (Contempla a los dos, en un supremo arranque, decisiva, enérgica, vehemente) :Quédate, puesto que te quiere! Pero no sera conmigo que te quedarés. {Ustedes podran ultrajar mi amor hasta destrozarlo, pero 14 no arrebatarén mi dignidad!" Cuando se 1e pide que elija entre sus dos hijos, Rosaura opone sus derechos de madre con estas palabras: ;Lo que la justicia sancionaria! (Contempla a sus hijos) :Pero 1a justicia no tiene hijos, senor! Elegir entre mis dos hijos! . . . (Los besa) Yo no sé . . . . Yo puedo elegir entre mis dos manos, entre mis dos brazos, entre mis dos ojos, entre mi vida y la muerte si asi les pareciera; pero no entre 135 mis hijos . . . . No, doctor, Mariano . . . diganme que no es cierto, que no es verdad lo que me piden. El aspecto altruista de la personalidad de Rosaura surge cuando decide que los dos hijos permanezcan con el padre porque teme que los dos nifios lleguen a odiarse separados e1 uno del otro. Lucila de Noche del alma es otra madre joven que asume una actitud defensiva cuando otra mujer logra perturbar 1a tranquilidad espiritual del hogar. Lucila, como otras de sus hermanas espirituales, defiende con vehemencia sus derechos de esposa y ademas los derechos de sus hijos. Como Rosaura de El segundo amor, la protagonista exhibe un carécter reflexivo que se puede apreciar en los siguientes comentarios que dirige a un amigo del matrimonio: Lo que no comprendo es ue se perdone hasta el punto de traicionarse una a $1 misma, convirtiéndose en instrumento de la rival y en complice del episodio. Porque no me diga usted que no. Yo soy su c6mplice. (Reprochandose con vehemencia). A1 tolerar este estado de cosas soy su complice perfecta, y lo soy en detrimento de los hijos cuya tranquilidad él comienza a perturbar, después de haber luchado durante los mejores ahos de su vida para hacerlos felices. Lucila ostenta cierto parentesco con la protagonista de La senora ama de Jacinto Benavente. Ambas heroinas inicialmente se muestran comprensivas ante la infidelidad del marido pero después deciden defender con airosa valentia los intereses de los hijos. Pero mientras que en la obra de Benavente e1 conflicto se resuelve mediante 1a reconciliacién de los conyuges, Lucila fracasa en su 136 esfuerzo por restablecer 1a tranquilidad espiritual del hogar. En contraste con las madres que hasta aqui hemos discutido, aparecen en algunas obras e1 tipo de madre irresponsable cuyo egoismo y afan por la figuracién social contribuyen en gran manera a1 derrumbe del hogar hacia 1a deshonra y miseria. A este grupo pertenecen Casimira de Mate dulce y Mecha de La bambolla. La primera es una madre egoista cuya irresponsabilidad y falta de una sana moral la conducen a comerciar con las dos hijas. Convencida de que los hijos tienen un deber hacia los padres que los han criado, Casimira exige e1 sacrificio de Maria Luisa y de Leonor. Nada hay en este personaje que le redima. Es ella quien predica 1a hipocresia y la simulacién porque se preocupa por el aqué diran? Cuando 1a hija Leonor esta por tener un hijo, 1a madre 1e aconseja que tome e1 remedio que 1e exige e1 amante. Pero no sin agregar: "Y lo tomas calladita la boca. Con . l7 amor no vas a soluCionar nada." El atroz egoismo de la madre se manifiesta cuando, ante 1a sfiplica de la hija de que tenga compasion, dice: "iQué compasién, ni qué compasién! Con compasién no vamos a comer nosotras. 18 En este personaje habia grandes Desagradecida!" posibilidades para un resorte sentimental pero el autor opt6 por pintar a un personaje irresponsable, egoista e inmoral. 137 Mecha de La bambolla también aparece como una madre cuyo egoismo, irresponsabilidad y afan por figuracién social van paulatinamente minando e1 bienestar del hogar. A ella se debe en gran parte que la familia esté a1 borde de la ruina economica y moral. Su ejemplo aparentemente ha contribuido a la formacion espiritual de una de sus hijas que como la madre es muy dada a la ostentacion. La irresponsabilidad de la madre se hace patente en la siguiente confesién que dirige a su hija Coca: iHe pasado unos sofocones! iQué no se vaya a enterar tu padre! ;Qué no se vaya a enterar! Acabo de hacer una barbaridad. Me fui a hablar con el gerente. Le pregunté si me aceptaba un pagaré por los trajes, me dijo que si y lo firmé. Después me fui a casa de un usurero, 1e dije quien era . . . 1a sefiora de Jacobo Cantos; 1e simulé una situacion intima, que habia perdido los once mil pesos para abonar el Colén, le rogué que me 103 prestara, titubeo: me dijo que la situacién era mala, que 5610 se podria prestar a interés muy alto que . . . . iay Dios mio!19 Mecha surge como un individuo inconsciente que en vez de ayudar a1 marido en los trances dificiles parece estar mas dispuesta a amargarle la existencia. Jamés desempefia el papel de una madre responsable 0 de esposa comprensiva. E1 marido define e1 carécter de la companera cuando en forma de reproche 1e dice: Vamos a ver sefiora. (A Mecha.) aDénde esta tu pundonor, tu accién de esposa y de madre, que me ilumine e1 sendero? . . . aCémo te revelas a mis ojos en estos momentos? aQué diablo te ha envenenado e1 alma? aQué les pasa a todos, que en lugar de ayudarme, 138 tratan de difamar mi nombre, de injuriarme, de echar por tierra Sincuenta afios de vida tranquila y laboriosa?2 La Mujer Fuerte: voluntad, rebeldia y bfisqueda de Iibertad espiritual En contraste con el grupo de mujeres en su papel de victimas resignadas del hombre, aparece un grupo reducido de mujeres fuertes que a todo trance aspiran a encauzar su propio destino. La libertad espiritual suele ser e1 "leit-motif" que por lo general inspira la rebeldia de estas heroinas contra 1a tirania de los hombres, las normas sociales y la moral vigente. Una vez que han reflexionado sobre sus circunstancias, toman resoluciones enérgicas que las pone en conflicto con sus familiares 0 con el medio ambiente. Moralmente superiores a la mayoria de los personajes masculinos que las rodean, estas mujeres suelen tener en comun una encomiable fe en si mismas, una imperativa necesidad de su independencia interior, un desdén por el materialismo de los hombres, una rebelde actitud contra las imposiciones de los familiares y una actitud defensiva en cuanto a su dignidad e ideales. E1 heroico esfuerzo de estas mujeres no es premiado siempre con la felicidad deseada puesto que a veces terminan en la desilusién, el sufrimiento y la soledad. Algunos casos especificos revelarén e1 comportamiento y los moviles espirituales de estas mujeres que las hace dignas del nombre de "mujer fuerte." 139 Una semblanza de mujer que ostenta rasgos importantes de la mujer fuerte es Rosita de La rosa de hierro. Dentro de un ambiente humilde, esta joven huérfana se esfuerza por encauzar su propio destino. Consideréndose duefia de sus actos y convencida de que en el espiritu de un individuo nadie manda sino e1 individuo mismo, 1a joven se comporta segfin los dictados de su conciencia. Ante las imposiciones de su primo que la ama y la critica de algunos amigos, 1a heroina reacciona enérgicamente y con orgullo defiende su independencia espiritual. A 105 convencionalismos sociales y al egoismo de los hombres antepone su libre albedrio el cual defiende con altivez. Rosita se autodefine y a la vez manifiesta su caracter reflexivo y la energia de que esta dotada cuando dice a sus amigos: También yo soy maleable, pero ni 1a palabra fécil ni 1a mentira brillante me doblegarian. ao qué se creen ustedes? . . . éQué he andado por el mundo estudiando primero, ganandome la vida después con los ojos cerrados? éY que no sé aprovechar el tiempo con buenas lecturas que ayudan a mi reflexion? Lo que no sé por mi misma, lo veo a través de otros espiritus, de otros seres que estudian el mundo y me lo presentan tal cual es. Estoy bien segura de que sé resistir, y de que si cedo ha de ser, como el hierro, a la accién mas intensa del fuego mas puro, que es el amor. Entretanto . . . hierro, como esos trozos opacos que se transforman en luz y se ablandan y se amoldan facilmente cuando una llama pura, como 21 la del amor que espero, les hace sentir su influencia. La misma altivez y un sefialado desdén hacia el egoismo del hombre se manifiestan cuando la heroina defiende su 140 dignidad y persona contra la actitud del festejante quien trata de seducirla: Me parece que los hombres son todos iguales, igual- mente ridiculos en sus pretensiones de amor. Pre- tenden que se les quiera a la fuerza o pretenden engafiar cuando se les quiere. No solamente me ha confundido tu amigo, sino que también tfi me has confundido. Ha bastado que yo pisara esta alfombra, que seguramente ha apagado muchas quejas, para que no me reconocieras tal cual soy y me consideraras de otro modo. Y te equivocas. Yo soy la misma persona.2 E1 hecho de que sus sentimientos e ideales nada significan para el joven, irrita y decepciona a la protagonista. Se rebela contra las imposiciones de su pariente y contra 1a superficialidad espiritual de los hombres y aunque fracasa en su empresa amorosa, mantiene intacta su dignidad. Otro personaje femenino que esta dotado de muchas de las caracteristicas de la mujer fuerte que se han mencionado, es Obdulia de La emigrada. Se puede observar 1a trayectoria espiritual recorrida por este personaje. Su reflexién ante su estado de insignificancia como ama de casa provoca su voluntad que la conduce a querer librarse del peso muerto de un matrimonio de apariencias. Dicha reflexién es el paso inicial que da en su afén por recuperar su tranquilidad espiritual. Como personaje representativo de los ideales de la mujer moderna, 1a heroina clama por su liberacién y exhibe un hondo desdén hacia los hombres que no llegan a comprender su actitud. Dice ser mujer de su siglo y por lo tanto desprecia e1 141 pasado en cuanto a los prejuicios sociales que determinan una actitud sumisa de parte de la mujer. E1 desafio y el abandono del hogar por Obdulia adquieren valor simbolico debido a que constituyen una vehemente protesta contra las condiciones sociales que esclavizan espiritualmente a la mujer. Cuando e1 pasado se impone mediante la presencia de algunos familiares y la visita del esposo, la protagonista no claudica en su inicial decision y su semblanza adquiere heroismo cuando, refiriéndose a1 marido, dice: Nada tenemos que hablar. Me ha ofrecido su arrepenti- miento desinteresado, y yo 1e ofrezco en cambio la certidumbre de mi olvido. Toda tentativa de otra naturaleza seria absolutamente infitil. A su vida nueva yo contesto con mi nueva vida. Ya no soy mas una sefiora de su casa resignada a todos los tormentos. Soy esclava de otros deberes. Tengo una profesién: soy artista. No lo busqué yo, ni ustedes lo quisieron. . . . . La vida que transforma, que educa, que construye, que pasa, lo ha querido asi. En contraste con la Nora de Ibsen, que abandona a1 marido y a la familia, Obdulia en ningfin momento se desentiende de la felicidad de la hija. Ante la amenaza del marido de quitarle a la hija y con la misma actitud elevada que caracteriza 1a mayoria de sus actos, Obdulia dice a1 esposo: Atrévete a hacerlo. Intenta iniciar la mas leve gestién para arrancarmela y te juro por lo que mas quiero en el mundo, por sus ojos, las finicas estrellas en esta noche infernal que me has dado, que prefiero desaparecer con ella para siempre a la posibilidad de que me la arrebates. 142 Sobre tu derecho esta la realidad de la vida. Yo te lo digo aqui . . . frente a mi hermano y a su mujer, que no sospecha tal vez toda la fuerza de mi decision: si la quieres tanto no pretendas arrebatarmela, porque te llevarias dos cadaveres. La fidelidad de Obdulia a sus propios sentimientos y su empeno por mantener su dignidad en una contienda desigual, dan a su figura grandeza de carécter que 1e confiere un lugar representativo dentro del grupo de heroinas que afanosamente luchan por su liberacién espiritual. Su jornada heroica 1a conduce a1 sufrimiento y hasta cierto punto a la soledad, pero felizmente la heroina consigue estar en paz consigo misma. Rosina de Diamantes quebrados es un excelente ejemplo de la mujer fuerte que decide hacer frente a una dificil situacién econémica mediante e1 trabajo y una sana moral. Como otras de sus hermanas espirituales, 1a heroina esta dotada de una superioridad ética que deter— mina su comportamiento. Esta cualidad de su personalidad 1a impulsa primeramente a esclarecer la cruel verdad que los otros miembros de su familia conscientemente prefieren ignorar: Aqui se debe todo; aqui nadie gana nada porque nadie trabaja, y nadie trabaja porque todos suponemos que somos la misma familia de hace diez afios, cuando 1a posicién de nuestro padre era una posicién y no una de tantas quimeras que se desvanecieron con el gran sueldo que 1e quitaron.25 Una inquebrantable fe en si misma 1e ayuda a soportar la necesidad econémica, 1a presién de las normas sociales, la deslealtad de los amigos y la continua incomprensién 143 de su familia. Fiel a sus ideales y exhibiendo una moral elevada, 1a joven se mantiene firme en su empresa hasta que un acto irresponsable de parte del hermano coloca a la protagonista ante una posible bancarrota y ante 1a posible deshonra. La desilusién que se apodera de Rosina provoca las siguientes palabras que manifiestan la contextura espiritual de que esta dotada: Todo para que a la postre Marta se llevara consigo a la familia, que ha preferido el bienestar ofrecido por un yerno que los lleno de oprobio a la sencillez de mi mesa modesta, pero limpia . . . . Y como si todo eso fuera poco, mi hermanito, mi buen hermanito, recibe de mis manos seis mil quinientos pesos para levantar un pagaré y desaparece como un ladrén vulgar para premiar 1a confianza de la hermana que le ha dado de comer. (En un desborde de indignacién y protesta.) {Ese es mi mundo! {Esa es mi familia! iEso es lo que yo he querido cuidar, amparar, cultivar, reconstruir, embellecer! iEsa porqueria ha sido e1 motivo de mis suenos! (Enloquecidamente.) iAh, no! iNo! (No! [No puedo mas! ZéSu crisis se resuelve en un desahogo de lagrimas.) Rosina ostenta un obvio parentesco con el Damian de En familia de Florencio Sanchez. En ambos casos aparece e1 personaje virtuoso que se empena por salvar a la familia de la ruina econémica y del encenagamiento moral. Los dos tienen que luchar constantemente contra la incom- prension de la mayoria de los miembros de sus respectivas familias. Ademas, a1 esfuerzo noble de los dos se opone un hecho irresponsable de parte de uno de los miembros de la familia que los sitfia ante una apremiante situacién econémica y los conduce a una crisis espiritual. Y 144 finalmente, e1 fracaso de su empresa redentora los conduce a1 sufrimiento y a la desilusién. A esta serie de mujeres que defienden con valentia sus ideales y su independencia espiritual, también pertenece Mecha de El mago escondido. Aunque su caso es distinto a causa del problema psicolégico que la agobia, la heroina exhibe un fuerte desdén por los intereses materiales del hombre, una superioridad ética y la entereza de caracter que distingue a la mayoria de personajes femeninos que hemos denominado "mujer fuerte." Los Intelectuales: literatos, artistas y médicos Dentro de la sociedad dramética de Martinez Cuitino aparecen varios personajes masculinos identificados por su profesién de artista, literato o médico. Por lo general, estos personajes tienen un papel importante en la accién de sus respectivas obras porque en la mayoria de los casos contribuyen muchas ideas 0 teorias que interesan a1 dramaturgo. Mientras que algunos como Daniel de El derrumbe y Ernesto de Extrafia desempefian un papel importante puesto que representan un polo antitético en el conflicto de la pieza, otros como Dardo de La fiesta del hombre y Abelardo de Los sofiadores tienen un papel de relativa importancia porque sirven como portavoz del dramaturgo y a la vez contribuyen o provocan ideas que sirven para la definicion de los personajes principales. 145 L0 filtimo se puede observar especialmente en el caso de algunas heroinas que, a1 reaccionar ante las observaciones de los intelectuales, van poco a poco exhibiendo las caracteristicas de que estén dotadas. Esta filtima funcién también se puede apreciar en el papel de varios médicos que sirven como confidentes de los personajes principales. En Extrafia, por ejemplo, los comentarios explicativos de José ayudan a aclarar e1 estado neurético de la heroina y a la vez provocan comentarios de parte del marido que apoyan la definicién de su caracter. Un caso parecido se da en El mago escondido en donde e1 Médico trata de explicar e1 aspecto psicolégico que probablemente determina la extrafia conducta de la heroina. Por lo general, 103 intelectuales aparecen como personajes simpaticos y en buen nfimero de situaciones surgen como instrumentos de la redencion femenina. Aunque la mayoria de ellos suelen compadecerse de las mujeres que son victimas de la perfidia del hombre, hay varios que mantienen cierto escepticismo en cuanto a las mujeres frivolas y el matrimonio. Algunos aspectos que los hermanan espiritualmente aunque con sus variantes son un imperativo de ser fiel a sus ideales, un desdén por los prejuicios o normas sociales, un obvio escepticismo en cuanto a la conducta de los hombres, una tendencia a autodefinirse y una marcada tendencia a filosofar sobre muchos aspectos de la vida. Con respecto a lo ultimo, la critica ha 146 puntualizado 1a tendencia del autor de recurrir demasiado a la frase intelectual. Sobre este aspecto, Roberto F. Giusti dice: "La destreza y el vigor del comediégrafo han sido justamente alabados; sin embargo, no siempre ha sabido sortear 1a situacién dramética que no persuade, ni libertarse de la seduccién de la frase. Tal vez por influencia benaventina los personajes de Martinez Cuitino, entre los cuales son frecuentes e1 literato y el artista, se sienten inclinados a filosofar sobre la vida, 1a sociedad, 1a moral, e1 arte, la mujer, el amor, e1 feminismo y otros topicos que, para rejuvenecerse, piden 1a ironia o la paradoja shawianas o wildeanas."27 Como se puede esperar, esta inclinacién llevada a la exageracién conduce a una especie de pedanteria que en el teatro resulta desconcertante. En el caso de Martinez Cuitino, esta marcada tendencia es lo que desgraciadamente vicia 1a pintura de varios de sus personajes intelectuales. Por ejemplo, el Practicante de Rayito de sol es un personaje muy dado a las reflexiones de indole filoséfica. Un amargo pesimismo se destila de las muchas observaciones que hace sobre la tragedia de los amantes y sobre la vida en general. Su caso es un excelente ejemplo en donde no 3610 se puede observar la propensién del hombre intelectual a autodefinirse sino también e1 frecuente empleo de la frase intelectual. Ante la sorpresa de los dos amigos del protagonista, que no llegan a comprender su actitud, 147 el Practicante dice: "éY qué mas remedio me queda? Gracias que pueda pensar, gracias que pueda intelectualizar. A fuerza de familiarizarme con el dolor humano no me es posible sentirlo. Yo he perdido mi alma entre cadaveres y enfermos. Es légico, pues, que mi inteligencia trate de construir otra, que a1 fin y al cabo, no es mi puede ser 1a sombra de la primera. (Pausa) Es muy triste, amigos, tener que pensar lo que se debiera sentir."28 Habiendo comentado brevemente sobre el papel de los intelectuales y senalado las caracteristicas que suelen compartir, analicemos ahora algunos aspectos de la conducta de varios personajes representativos para poder apreciar mejor e1 papel que desempefian en sus respectivas obras. Daniel de El derrumbe es el literato idealista que busca un refugio espiritual en su amante quien termina abandonéndolo cuando ya no le conviene vivir con él. Daniel, como otros de sus hermanos espirituales, esta dominado por una pasién amorosa que influye en su conducta ante la sociedad. Antepone su idealismo a la moral corriente y decide permanecer fiel a sus sentimientos. Daniel desempefia un papel antitético con la figura de su amante quien se abre paso en la vida mediante 1a explotacién de los hombres que caen en sus redes amorosas. Su con- vivencia con Sara ha operado en el protagonista un cambio radical que finalmente determina su fracaso. El cambio 148 de carécter de Daniel esta trazado por su amigo Roberto quien 1e dice: Tfi, antes trabajabas, estudiabas, producias, vivias una vida noble . . . . Tenias una voluntad inquebranta- ble . . . . Y ahora . . . . aqué haces? . . . Vamos a ver: aqué haces? Es necesario que contemples tu vida presente con un poco de serenidad y de sinceridad, también . . . . aQué haces? . . . Te has dedicado a1 ocio, a la disipacién, a1 banquete cotidiano, vas al Ministerio cuando se te antoja, vas a las clases cuando quieres . . . . En fin . . . una negligencia degradante.29 En su papel de amigo leal y confidente, Roberto surge como polo antagonico a 105 planes de Sara. Ademas, sus observaciones en cuanto a la mujer y la simulacién sirven de apoyo para la definicién del caracter de la heroina. Dirigiéndose a Daniel, Roberto puntualiza un rasgo significante en la personalidad de Sara cuando dice: "Yo sé que las almas hondas, como la tuya, son capaces de experimentar horribles modificaciones . . . y esa mujer . . . acuérdate de lo que te voy a decir . . . no sé por qué me parece que es un cameleén [sic]."30 La semejanza entre Sara y un animal que puede cambiar e1 color de la piel para su propia proteccién, cobra importancia cuando Sara decide fingir un sacrificio para poner fin a su concubinato con Daniel. Un intelectual que razona desmesuradamente sobre su pasi6n amorosa es Joaquin (médico) de El segundo amor. Hay en este personaje un afan vehemente por ser fiel a sus sentimientos y esta dispuesto a todo sacrificio con tal de obtener a la mujer amada. Con postura 149 nietzscheana, trata de elevarse sobre consideraciones familiares y sociales y de libertarse de un matrimonio minado por el hastio. La energia de que esta dotado este personaje y el aspecto reflexivo de su personalidad se puede observar en los siguientes comentarios que dirige a Tina cuando la joven 1e pide que reflexione una vez mas sobre su decision de separarse de su mujer. iHablas mucho de razon y logica! . . . Yo procedi porque si, que esa es en este caso la razén. aDe qué vale 1a reflexién cuando e1 impulso la ahoga? . . . Si 1a reflexién desgarra e1 alma contra un impulso de amor que la exalta, e1 alma no vacila, procede. Y si no fuera por esa fuerza, por esa capacidad que tiene e1 alma para desoir 1a cuerda de voz de la razén, seriamos mas desdichados todavia. No me hables pues de 16gica, ni de cordura, ni de sensatez. Lo ilégico y lo insensato responde también a una légica y a una sensatez que nosotros no percibimos. Mi logica es mi amor y ya has visto que cargo con todas las consecuencias. 1 Como otros intelectuales, Joaquin se mantiene firme en su decision de abandonar a la familia pero su lealtad a si mismo no puede impedir e1 desgarramiento interior que sobreviene cuando tiene que separarse de los hijos. Ernesto de Extrafia es el tipo de intelectual que dirige todas sus energias hacia el estudio de abstracciones filosoficas en su afan por sobreponerse a1 aburrimiento que le causa la vida. E1 padre, otro intelectual, traza tel caracter del hijo cuando dice: ":Habla tan poco! :Duerme tan poco! En esa mesa (senala la pequefia) se Pasa las noches enteras estudiando y escribiendo. Lo Inismo que antes. Yo supuse que el matrimonio lo 150 transformaria un poco. Y por eso se lo aconsejé. Pero "32 En efecto, e1 matrimonio Ernesto- no la ha hecho nada. Fernanda ha fracasado a causa de la constitucién opuesta entre los conyuges. Después de la luna de miel ocurre un relajamiento amoroso que produce en los esposos distintos resultados. En Fernanda se intensifica la pasién mientras que en el marido decae la atraccién sexual que la heroina interpreta como indiferencia. Ella misma establece 1a antitesis que existe entre los dos cuando confiesa a1 suegro: Después . . . un mes de embriaguez . . . 1a embriaguez del alma . . . e1 matrimonio, la luna de miel, 1a breve luna de miel. Un suspiro . . . . Solo un suspiro . . . . Mas tarde mi ansiedad, mi ansiedad como un tormento, su divorcio espiritual . . . . Yo era la carne . . . él dec1a ser e1 espiritu . . . yo era la tentacién, e1 decra ser la serenidad . . . . Y no es cierto . . . yo . . . yo era tan 5610 el amor . . . era una alma suspendida de su soberania cruel, de su sonrisa cada vez mas rara, de su bondad cada vez mas opaca.33 Ernesto ostenta un fuerte egoismo que imposibilita la reconciliacion entre los esposos. Ernesto se mantiene firme en su decision de ser fiel a si mismo mientras que la heroina rechaza toda solucién que no concuerde con su ilusion amorosa. Ademas, comparte con otros intelectuales 'un caracter reflexivo, la tendencia a autodefinirse y la pmopensién a filosofar sobre varios aspectos de la vida. Como hemos mencionado anteriormente, varios intelectuales estan destinados a contribuir alguna teoria Que interesa a1 dramaturgo. Uno de los intelectuales mas 151 interesantes en su papel de portavoz del autor es el protagonista de El espectador o la cuarta realidad. Este personaje, cuyo fin primordial es la elaboracion de una teoria teatral, esta colocado en un plano abstracto que le confiere dimension simbélica. El protagonista repre- senta a1 espectador anénimo que con su participacién interpretativa da a un espectaculo teatral la cuarta dimension que propone la teoria de las cuatro realidades. Este raro personaje ostenta un parentesco con algunos personajes de Miguel de Unamuno en cuanto a su postura autor-personaje. Es decir, e1 protagonista esta casi totalmente identificado con el dramaturgo. E1 Espectador exhibe, en manera exagerada, muchas de las caracteristicas del hombre intelectual anteriormente mencionadas: e1 empleo de la frase intelectual llevada a la exageracién, un fuerte escepticismo, una fe inquebrantable en cuanto a sus principios e ideales y una propensién a1 agudo razonamiento. El protagonista manifiesta una fuerza de carécter omnipotente que contrasta antitéticamente con la opacidad mental de sus contricantes (criticos, artistas y poetas). Este desequilibrio dramético vicia la personalidad del Espectador y su argumentacién adquiere por momentos 1a forma de un monélogo. La critica ha sefialado y criticado fuertemente 1a postura nietzscheana del personaje principal. D. A. Arizaga dice a1 respecto: "La discusién es un espectéculo realmente dramético. Sin embargo, toda la ‘ll Sill 152 la obra esta intimamente viciada por el espiritu polémico y por el desequilibrio dialéctico entre e1 espectador y sus contricantes, que anula toda lucha verdadera y entrega a aquél e1 dominio absoluto de la argumentacién."34 El Turista de Horizontes desempefia un papel anélogo aunque menos brillante y menos imponente. E1 personaje comenta sobre la teoria del conocimiento paranormal pero sin exhibir 1a actitud desafiante y prepotente que se observa en el Espectador. La falta de afectacién y el tono mesurado que caracterizan a1 Turista se manifiestan en los siguientes comentarios que dirige a1 incrédulo doctor Gamas y al Arquitecto: Tales seres, con esa facultad paranormal, toman conocimiento de la realidad por medios distintos a1 uso de los cinco sentidos y de la razén. Segfin el sabio Osty, por ejemplo, médico, psiquiatra y filésofo, todos poseemos en latencia esa facultad, que se manifiesta con nitidez solamente en algunos, a veces fortuitamente, de modo accidental, y otras veces provocandola. Mientras que el papel del Espectador se reduce principal- mente a probar 1a tesis que el autor se ha propuesto, el papel del Turista es importante porque sus comentarios explicativos sirven como apoyo a la definicién del carécter de la protagonista. E1 "Nifio Bien" El "nifio bien" es otro tipo dramético que aparece con frecuencia en las obras del autor. Estos personajes por 10 general pertenecen a una familia acaudalada o a una 153 familia venida a menos que se esfuerza por subsistir o por guardar las apariencias. En la mayoria de los casos, estos tipos carecen de una sana moral que los redima. La vanidad, la disipacién, e1 ocio, e1 vicio, la conquista amorosa y su fe en el dinero suelen ser las "virtudes" que los hermanan espiritualmente. Indiferentes ante e1 derecho y sufrimiento ajeno, a veces aparecen como tipos prepotentes que se aprovechan del infortunio ajeno para satisfacer sus caprichos. Tal es el caso de Fernando y Pastor de Mate dulce que tiranizan y explotan a una familia humilde por la simple razén de que ellos contribuyen e1 dinero para el sostenimiento de la familia. Fernando, e1 mas tiranico y egoista de los dos, sintetiza su criterio cuando dice a su compafiero: "aY pa qué tenemos plata? Che: donde suena e1 vil metal, como dice José 36 Maria, no hay nada que hacer." Dominguez de La rosa de hierro y Gonzalito de Horizontes son tipos representativos del "nifio bien" en su papel donjuanesco. En ambos casos aparece e1 joven vanidoso cuya posicién social y material facilita e1 deslumbramiento que ejercen sobre la escogida victima femenina. En varias obras estos personajes desempefian e1 papel de hermano o hijo irresponsable cuya conducta no 5610 empeora e1 estado econémico del hogar sino a la vez contribuye a1 desbarajuste moral de la familia como ocurre en el caso de Armando de Los Colombini y Hugo de Diamantes quebrados. Hugo de la filtima obra 154 afiade a su repertorio de "virtudes" 1a pobreza de su espiritu. En la siguiente entrevista entre él y su tio Marcial, e1 joven muestra su desfachatez y varios aspectos de su ideologia que determinan su conducta ante la frivolidad de su hermana Marta: Hugo: Tio, fuera de que me repugna desconfiar, yo no tengo ninguna autoridad sobre Marta. Marcial: Eres su hermano. Hugo: Usted es de otra generacién: no comprende. Los hermanos ya no somos como antafio: vigilantes de las hermanas. Marcial: éHan dejado de ser vigilantes para ser complices? Hugo: No. Yo no soy complice. Dejo hacer. Yo no tengo ante Marta ningfin derecho, porque ella es capaz y mayor de edad. Y 51 lo tuviera lo habria perdido, porque me ha prestado mucho dinero. Marcial: éY de donde saca dinero, Marta? Hugo: Mire, tio, no investigue. Marcial: Tu padre no tiene un cobre. aQué pasa en esta casa? Hugo: Sé que aqui no hay dinero. Es lo unico que sé. Y que sin dinero no hay nada. Aqui todo se ha perdido. Marcial: Menos e1 honor. Hugo: (Irénico.) aHonor sin dinero? . . . aEsté loco usted? Marcial: IHombre! aQué quieres que te diga? iMe dan ganas de exhibirte! Hugo: Dirian que soy un producto "Standard." Yo pertenezco a una generacién que nada tiene que ver con la suya, tio. No es dificil comprender esto. Yo no puedo respetar lo que ustedes han concebido por el simple hecho de que lo hayan concebido ustedes. Es- rat COI Mu Hu CO Cu me Ma 155 Marcial: éEs decir que para ti nada cuenta e1 honor, Ia dignidad, la virtud? aTe gustaria que tu novia fuese indigna, deshonesta, licenciosa, por ejemplo? Hugo: No me gustaria, pero si lo fuese, acémo podria evitarlo? Tampoco me gusta que mi padre, después de habernos acostumbrado a una vida llena de comodidades, nos haya dejado en la estacada, como quien dice.3 Estas lineas no solamente ponen de manifiesto la configu- racién espiritual del joven sino que ademas establecen un conflicto en donde se contrastan dos criterios de vida. Muchas de las observaciones que el autor pone en boca de Hugo no 5610 van autodefiniéndolo sino que a la vez constituyen una critica general de parte del autor en cuanto a la educacién de los hijos. Sin embargo, es Goya (ex-novio de Rosina) quien con mayor énfasis subraya e1 mensaje del autor cuando, ante la indignacién del tio Marcial, dice: aCémo quiere usted que Marta sienta 1a vocacién del trabajo, cuando desde chica solo aprendio a ser servida, y cuando en el ambiente de su casa el trabajo era tan 5610 el simbolo de los enemigos? . . . Es como si usted pretendiera que yo, hombre hastiado que me burlo de mi mismo, y afin de usted, que puede ser mi maestro, y perdone, tomase una azada 0 un pico para sudar 1a gota gorda. Somos una clase que amamanto e1 privilegio de no trabajar y de vivir de lo que otros trabajan. No podemos hacer otra cosa que defender ese privilegio. .A.través del papel de Hugo y de su hermana, e1 autor critica una pésima educacién de los hijos que aun en el infortunio no pueden menos que defender e1 privilegio de :no trabajar en su afan de brillar siempre aunque sea como "diamantes quebrados." 156 Los Padres Los personajes masculinos en su papel de padre suelen ser tipos ruines y egoistas. A veces aparecen como tipos inmorales, prepotentes, Oportunistas, avaros, arrivistas, tacafios o viciosos. Otros rasgos que suelen exhibir son una actitud intransigente y cierta sub- estimacion de la mujer. Colocados en la mayoria de los casos al lado de alguna joven que se esfuerza por hacer valer sus derechos individuales, estos personajes aparecen como obstéculos a los deseos de las mujeres. A veces 1a conducta de los padres intensifica e1 sufrimiento de las heroinas que ante 1a intransigencia y egoismo del jefe de familia terminan rebeléndose contra la autoridad paterna. La actitud intransigente de don Prudencio de La emigrada, por ejemplo, aumenta e1 sufrimiento de la protagonista que afanosamente trata de divorciarse con el fin de recuperar su libertad espiritual. Don Prudencio no se opone a1 divorcio de la hija debido a alguna conviccién religiosa o moral sino porque teme que tal acto perjudique los intereses materiales y politicos de la familia. E1 materialismo de varios de estos padres también se manifiesta en la actitud y comportamiento de don Patricio de El mago escondido quien anhela e1 casamiento de Mecha con Hilario porque ve en tal union la salvacién econémica del hogar. El procedimiento ruin del padre 157 también provoca 1a rebeldia de Mecha quien traza e1 caracter de su padre cuando dice: He accedido en silencio a1 codicioso e inesperado comedimiento de mi padre, preocupado siempre con mi porvenir hasta mas alla de lo humano. iSi, senor; hasta mas allé de lo humano, porque lo39 humano es respetar las posibilidades de cada cual! Mientras que don Prudencio y don Patricio explotan indirectamente a las hijas, otros padres las explotan directamente como ocurre en el caso de don Giuseppe de El malén blanco. Este padre precipita a la hija a1 encenagamiento cuando, por amor a1 dinero, 1a vende a un tratante de blancas. La avaricia cierra los ojos del padre para tener en cuenta los deseos de la joven y, en consecuencia, la hija es utilizada como mercancia. Ante e1 desahogo emocional de la resignada joven, don Giuseppe pone de manifiesto 1a peculiaridad principal que 10 define cuando dice: "Zunza, zunza, aQué mas quiere? . . . E' ‘un hombre de plata, di molta plata."4o La misma caracteristica y la misma actitud tirénica se puede observar en el comportamiento del avaro padre de Mascota de Café con leche. Don Gervasio explota a la hija haciéndola trabajar continuamente para su propio bien sin importarle en lo minimo los deseos mi 105 sentimientos de la hija. Como otros personajes masculinos, don Gervasio exhibe cierto desprecio hacia las mujeres a quienes considera inferiores. Dicha peculiaridad de su pe. llll la bi de 116 CC Za GI? el Za de tr Ii de al do: 158 personalidad se manifiesta cuando don Gervasio dice a un empleado: "iVida, vida! . . . aPor qué no 1e dejo tener un novio? . . . aPorque ayuda a su padre que la viste y la calza y le da un nombre? éNo come bien? éNo duerme bien? . . . éNo tiene un buen techo? . . . La mujer debe conformarse . . . . Para eso es mujer . . . . Y no 41 tener tantos mofios." En nfimero mas reducido aparecen algunos padres como el alcoholico Pedro de Mate dulce y el abfilico Zamoran de Diamantes quebrados que carecen de voluntad o energia para hacer frente a situaciones que menoscaban e1 bienestar de la familia. La falta de voluntad en Zamorén, por ejemplo, contribuye en gran manera a1 desbarajuste de su hogar. E1 mismo se autodefine cuando trata de defenderse ante su hija Rosina: Por mi parte, hija . . . . Perdéname. Yo te doy 1a razén, pero no tengo animo para nada. No tengo edad para volver a comenzar, ni edad, ni espiritu. Tampoco lo tengo para vivir fuera de mi ambiente. No creo en otra vida distinta a la que pasé. Mi solucién es la esperanza de que me devuelvan lo que me quitaron. Afortunadamente uno que otro amigo de viejo cuno saben todavia portarse bien conmigo. Me ayudan, aunqzi tampoco me queda coraje para molestarlos. Como se puede observar, varios de estos personajes desempefian un papel poco agradable. Como contraste y representando e1 reverso de la medalla, e1 dramaturgo crea algunos personajes, como don Marcos de Los Colombini y drum Jacobo de La bambolla, quienes exhiben la fuerza de 159 caracter, la honestidad, la rectitud en el procedimiento, el amor hacia los hijos y la responsabilidad paterna. Auxiliares Del Delito En la galeria de personajes masculinos aparecen algunos tipos identificados por su oficio de usurero o tratante de blancas a quienes Domingo F. Casadevall ha incluido dentro del grupo llamado "auxiliares del delito y del vicio" en su estudio sobre el tema de la mala vida en el teatro nacional.43 Verdaderos parasitos de la sociedad, su oficio consiste preponderantemente en el encubrimiento y en la explotacién de los delincuentes o individuos que tienen la desgracia de caer en sus garras. En las obras de Martinez Cuitino estos personajes no aparecen con mayor frecuencia pero creemos indispensable mencionar tres casos ejemplares porque el dramaturgo ha tenido éxito en dibujar e1 prototipo del usurero y del comerciante de mujeres. La avaricia, 1a astucia y la indiferencia ante el infortunio ajeno son las peculiaridades principales que definen a estos personajes. Los prestamistas en las obras de Martinez Cuitino estén colocados en contraposicién a un personaje noble que se esfuerza por salvar su crédito moral y econémico. El papel que desempenan los usureros suele tener dos propésitos principales. Por un lado su actitud y procedimiento intensifican e1 problema de alguna familia venida a menos y por otro lado su papel constituye un 160 polo antitético que sirve de apoyo a la definicién de algfin personaje principal. Israel de Los Colombini aparece como el tipico usurero que se aprovecha del infortunio ajeno. La astucia y la avaricia del prestamista se manifiestan en su conducta hacia el hijo de don Marcos. No 5610 1e presta a1 joven una cantidad de dinero a un interés muy alto sino que ademas exige como garantia la firma del padre que Armando termina falsificando. Esta filtima maniobra del prestamista es importante porque exhibe la falta de principios éticos que lo definen. Domingo F. Casadevall que ha comentado sobre la astucia del personaje, dice: Para asegurar e1 pago del préstamo, Israel exige del joven y distinguido deudor la firma del padre, estanciero de apellido calificado. Sabe que el muchacho la falsificara; y cuando esto sucede e1 documento se convierte en una arma poderosa en manos del astuto acreedor, pues no 5610 constituye un documento comercial con fuerza ejecutiva después de cumplidas ciertas medidas, sino un delito susceptible de ser denunciado a la justicia del crimen. LEn la entrevista entre don Marcos y el usurero, éste se athodefine cuando manifiesta su actitud materialista de la Vida: Marcos: Es claro; pero los criollos de pura cepa no _‘_—$"—' . ’ ~ . serv1mos para el comerc1o. La honradez esta renida con el comercio amigo. Y no me vaya a decir que no. Israel: No creo tampoco eso, senor; y discfilpeme. Es muy curioso oir hablar asi, pero en mi opinion no hay nadie en la vida que no sea comerciante. Negociar es ganar y todo el mundo quiere ganar, ganar siempre, de una u otra manera. Por ejemplo: e1 ladrén roba para ganar, el médico se hace sabio para ganar, e1 politico habla para ganar y hasta el hombre honrado pone siempre por delante 1a honradez para ganar. Par POI imp 1a 151 de 811 POI tan ace fan que 161 gNo es cierto? Yo aseguraria que hasta en las rela- ciones sociales mas apartadas de la vida material ocurre lo propio, puesto que hasta el mismo enamorado quiere ganar la felicidad del matrimonio, para volver a desear la ganancia de otra felicidad cuando con el matrimonio llega a perder la primera. aNo 1e parece, senor? Marcos: iBah, bah, bah! . . . iY dice que es argentino! Perdaneme, pero . . . . ano 1e da vergfienza esa profesién? Israel: éPor qué? Nunca he visto sonrojarse a los que me piden. Y los que piden estén siempre en una situacién inferior a los que dan. éNo 1e parece? Para Israel lo importante es ganar dinero y se entiende por su procedimiento que todo escrfipulo resultaria un impedimento en la realizacién de dicho propésito. Naum de la comedia La bambolla exhibe un cercano parentesco con Israel. Su procedimiento ante e1 infortunio de la familia de don Jacobo es casi idéntico, con la diferencia de que en esta obra se trata de un pagaré firmado por la irres- ponsable esposa. Su presencia en la casa de don Jacobo también sirve como elemento de contraste dirigido a acentuar e1 elevado caracter moral y ético del jefe de familia. Otro personaje que pertenece a esta categoria y (que alcanza caracter simbolico es el Cuervo de El malén lolanco. Habilmente trazado y pintado con tintas obscuras, :resulta un personaje bastante interesante. E1 Cuervo es tin tipo representativo de los tratantes de blancas que lmacen de la prostitucién su "modus vivendi." Las <3aracteristicas que comparte con los usureros mencionados 162 son la astucia, 1a indiferencia ante e1 infortunio ajeno y la avaricia. El Cuervo, tipo sadico, lujurioso y explotador, se casa con la hija de un avaro italiano y no tarda en convertirla en victima de su egoismo y oficio. Viruta, amigo del novio de Regina, senala de la manera siguiente algunas peculiaridades importantes de la personalidad del Cuervo: 6A que no saben qué ha hecho e1 gringo? . . . Le ha vendido la Regina al Cuervo. E1 Cuervo ha pasao por todo hasta conseguirla. Le ha aflojado plata a1 gringo y se ha casao esta tarde con la muchacha. Pero es el casamiento de ellos . . . . Se casan con veinte y después las obligan . . . y Chiquin no sabe nada. Esta noche lo han largao. E1 que lo hizo meter en la gayola fué e1 Cuervo en combinacién con el gringo . . . . éQué les parece? . . . Aqui se va a armar la de San Quintin.4 E1 Cuervo aparece como un traficante sagaz y poderoso que reconoce el poder del dinero y las flaquezas humanas. De ahi 1a facilidad con que se gana la voluntad del padre de Regina, 1a facilidad con que puede sobornar a otros individuos para poder sitiar por hambre e1 hogar de (Chiquin y también la facilidad con que paulatinamente va ruinando 1a moral de Viruta quien termina disfrutando de la jprostitucién. El Cuervo reconoce que el contrato matri- Inonial no 3610 1e ofrece mayor control sobre su victima sino»a la vez 1e sirve de proteccién contra las leyes sociales. Para e1 traficante de blancas, lo importante (as ganar dinero y no se detiene ante escrupulos morales de ninguna especie . 163 E1 Inmigrante: "Hacer América" En una dramaturgia tan orientada a reflejar.1a realidad del medio ambiente argentino, no podia faltar la figura del inmigrante. Se dice que el inmigrante llegaba a las playas argentinas con su suefio de "Hacer América" y esto constituye una de las claves principales en cuanto a su idiosincrasia. Lo interesante es ver cémo la expresién era interpretada segun las circunstancias o 105 intereses de cada individuo. Para algunos la expresién implicaba 1a acumulacién de dinero que les hiciera mas llevadera la existencia al regresar a su pais nativo y para otros implicaba e1 comienzo de una nueva vida en el pais adoptivo. En la dramaturgia de Martinez Cuitino se reflejan ambas actitudes que se han mencionado. Al primer grupo pertenece don Giuseppe de El malén blanco quien después de haber acumulado plata regresa a su pais natal. A1 segundo grupo pertenecen don Giacomo de Los Colombini y José Mari de Cuervos rubios que después de largos afios de tesonero esfuerzo se han enriquecido y mejorado su jposicién social. Los atributos principales que hermanan (espiritualmente a estos dos inmigrantes son la bondad, 1a :rectitud, el amor hacia los hijos y su fe en el trabajo mediante el cual forjaron un brillante porvenir para sus fandJias. En contraposicién a la figura de estos personajes, aparecen varios tipos viciosos o inmorales que sirven para poner en relieve e1 caracter de aquéllos. En el caso 164 de don Giacomo, su noble procedimiento contrasta con la desfachatez e irresponsabilidad de Armando. Y en Cuervos rubios se establece una marcada antitesis entre la fuerza moral exhibida por José Mari y la degradacién espiritual del yerno arrivista. Hay ademés otro cercano parentesco en cuanto a la actitud de don Giacomo y de José Mari. En el caso de don Giacomo, e1 italiano ha educado a sus hijos entre los cuales se destaca un hijo que es médico. José Mari, por su parte, desea que su hija se case con un hombre con titulo. Ambos personajes reconocen que la acumulacién de bienes materiales o la adquisicién de una carrera profesional de parte de sus hijos es una manera eficaz para eliminar algunas barreras sociales. Ostentan estos dos personajes un marcado orgullo en cuanto a la manera con que afrontaron la vida en el pais adoptivo. José Mari, por ejemplo, se autodefine cuando dice a1 yerno: Trabajar siempre desde chiquito, venir en el tierra de America como animal de carga y no saber leer y no tener un cobre en la bolsillo cuando llegar a pisar e1 republica . . . . Haber recorrido mucho, ser peén de estancia, ser lechero, ser domador, ser sembrador y hacer florecer campo virgen porque aré desde el mafiana hasta la noche . . . . Tener vasco viejo conciencia blanca como leche que ordeno, no deber nada a nadie, y siempre acumular centavos. Hacer familia para agradecer e1 tierra e1 trabajo que la daba y educar familia y comprar campo y hacerse respetar mucho, porque trabajaba siempre con amor y fe. 1A1 presentarse Cuervos rubios, 1a critica reconocié la simpatia con que el dramaturgo dibujo 1a figura de José lMari. Comentando sobre el contraste entre la actitud 165 ambiciosa del yerno y la rectitud del laborioso vasco, Ramiro de Maeztu senala el espiritu democratico del autor cuando dice: El héroe es extranjero, e1 traidor nacional; pero e1 espectador no sale del teatro diciendo que los vascos todos son fuertes y derechos, porque sabe que los hay sinuosos, cucos, palabreros, aduladores y cobardes, sino que se hace lenguas de la libertad del teatro en América y de la cantidad de simpatia y amor que puede poner un escritor en la concepcién de un extranjero, porque esta idealizacién del extranjero es generalmente signo de fuerza propia.48 Esa "simpatia y amor" de que habla e1 critico se manifiesta con frecuencia en la concepcién de personajes extranjeros en la dramaturgia de Martinez Cuitino. Sin embargo, también existe e1 reverso de la medalla debido a que de vez en cuando e1 dramaturgo pinta a algunos extranjeros cuya inmoralidad y avaricia los convierte en seres sumamente antipaticos. Personajes Del Campo En comparacion con los personajes de la ciudad, e1 nfimero de personajes representativos del area rural es mas reducido. Varios de ellos, sin embargo, constituyen algunos de los personajes mas interesantes creados por el dramaturgo. Estos personajes son mas espontaneos en sus actos y por lo general no incurren en largas discusiones de indole filosofica como los personajes de la ciudad. Don Bernardino y su hijo German de El caudillo idesempefian un papel antitético que no 5610 sirve para dar .relieve a la figura del politico Regueira sino a la vez 166 para establecer un conflicto entre padre e hijo. En realidad, e1 verdadero caudillo llega a ser el senador Regueira y no don Bernardino que a fin de cuentas termina convirtiéndose en titere que actua segfin e1 capricho del politico. Don Bernardino exhibe varias caracteristicas del tipico caudillo hispanoamericano: una fe ciega en cuanto a1 partido que defiende, un negativismo en cuanto a las ideas progresivas, una actitud aduladora y la costumbre de rodearse de tipos antisociales a quienes utiliza para imponer su voluntad. En contraposicién, German aparece como el joven idealista y educado que se opone a1 servilismo politico de su padre. Ante 1a insistencia del padre de que "sin 1a consecuencia no se llega a ninguna parte,"49 German manifiesta su inquebrantable fe en su propio esfuerzo y el desprecio que siente hacia el prestigio subalterno de don Bernardino cuando dice: "Con el trabajo también se llega, y yo--;qué quiere que le diga!-- prefiero trabajar por mi cuenta, en modesta escala si es preciso, a ser un tiburon de mayor o menor cuantia."50 Como en el caso de otros intelectuales, German ostenta un imperativo de ser fiel a sus propios sentimientos e ideas. 1Ademas exhibe una superioridad ética que lo distingue de los demés personajes. German muestra dicha cualidad de su personalidad cuando, desilusionado con la actitud licenciosa de la hermana y la cobarde conducta del padre ante la deshonra de la hija, dice: 167 Pero . . . aqué hay aqui entonces? aQué hay aqui? iEsto es sencillamente repugnante! aDe manera que todo se 10 ha llevado de aqui 1a politica, que la politica ha matado en usted todo honor y en ella todo pudor? . . . iAh! . . . Esas son las consecuen- cias: ini vergfienza, ni amor, ni pudor, ni honra, ni conciencia, ni nada! German se da cuenta de que el camino del reformador esta poblado de obstaculos. Su noble esfuerzo solo logra provocar 1a incomprension de su familia y conducirlo a1 fracaso. A1 lado de José Mari de Cuervos rubios, aparece la figura de su hija Juanita. Como otras mujeres que padecen 1a tirania de los maridos, la heroina inutilmente se defiende contra el egoismo de su esposo. Exhibiendo una sana moral y un elevado concepto del honor, Juanita se resiste a convertirse en instrumento de la loca ambicién del marido arrivista y, en consecuencia, abandona e1 hogar. En contraste con algunas mujeres de la ciudad que también luchan por mantener intacta su dignidad, Juanita ostenta cierta sencillez de caracter que concuerda con el medio de donde proviene. Por su rara configuracién espiritual y su feliz delineamiento, Zaida de Horizontes es uno de los personajes femeninos mas interesantes en la dramaturgia de Martinez Cuitino. Ubicada en un ambiente que en si da la sensacién del misterio (las serranias cordobesas), la heroina en un plano exhibe un alma sencilla de acuerdo a1 medio en donde actfia mientras que en el plano paranormal ostenta un 168 carécter misterioso cuando en momentos de éxtasis puede ver a la distancia, leer e1 pensamiento y profetizar sobre el futuro. E1 dramaturgo, que reconocio la dificultad que existe en realizar e1 transporte psicologico de un plano a otro, dijo lo siguiente en cuanto a la densidad dramética de su protagonista: Juegan en Zaida . . . diversos atributos y elementos dispares: un alma simple que florece a1 amparo de los cielos serranos, un amor de embriaguez lirica que otorga calidad y da tono a su naturaleza humilde, una facultad de conocimiento paranormal que desdobla su ser y lo hace pasar alternativamente del éxtasis alucinatorio a la premonicién tragica y del inevitable romanticismo de la adolescencia a1 plano desconcertante de la criptestesia accidental. De pronto mi heroina debe perder su personalidad normal para transponer espontaneamente los limites mas allé de los cuales 2 comienza a actuar su extrafia existencia metapsiquica. Como otras mujeres en las piezas de Martinez Cuitino, Zaida se empena por mantener su independencia espiritual. Como Rosita de La rosa de hierro, la heroina defiende con altivez sus propios sentimientos cuando se resiste a la obscura pasién amorosa de su primo: "éNo sabés que quiero a otro? (E1 recuerdo 1a suaviza, encantandola.) done no ordenamos en el alma? . . . aQue el amor nace como las vertientes, sin que nadie las 11ame, como no sea el cielo? (Con cierta efusién lirica.) Querer no es mandar, ni obedecer, ni desear. Querer es algo que no trajiste a1 mundo y que se te aparece un de repente como una dulce "53 Con el mismo orgullo que la caracteriza compana . 1aunque resignada ante la muerte de su ilusién amorosa, la joven dice a1 pretendiente engafioso: 169 iBonita! iSerranita musical y zalamera, me dijiste un dia! Y el zalamero sos vos. Yo ya no soy tu Zaida, la que endulzaste con tus palabras engafiosas. iRecordar, vos! . . . Sera por eso que siento frio en el alma y me anda matrereando e1 suefio. Pero . . . yo queria verte asi . . . cerquita . . . con mis pobres ojos. (Después de observarlo.) Mas tenés como una sombra en los ojos vos también; esos ojos que brillaron tanto pa mentirme . . . . éPor qué m'enredaste en tu carifio? Ningfin otro personaje femenino en las obras estudiadas ha recibido la atencién dada a esta heroina de parte del autor. Ya sea por simpatia o por la dificultad inherente en dar vida escénica a una teoria cientifica, lo cierto es que el autor recurrié a la acotacién extensa y detallada en su afan por exteriorizar los matices espirituales de la heroina. Ha sido nuestro proposito en este capitulo poner de relieve la rica constelacion de personajes draméticos creada por el dramaturgo y a la vez senalar los atributos principales de la idiosincrasia de algunos de sus personajes representativos. Hemos podido observar que el autor no se limita a pintar tipos que provienen de un limitado sector de la sociedad sino que también pinta personajes que provienen de los sectores fronterizos de la ciudad. Ademés, se ha hecho hincapié en el espiritu humanitario del dramaturgo que se manifiesta constantemente en su defensa de los humildes y de los explotados. Ante los necesitados y explotados, e1 autor se muestra bondadoso y comprensivo sin verse obligado a forzar los hechos para 170 presentar un panorama mas halagador. Con los egoistas y malvados toma una actitud severa pero afin con algunos de ellos se muestra comprensivo cuando su maldad se debe a fuerzas exteriores de cuyo influjo no han podido escaparse. Tacita o explicitamente se presentan las llagas sociales que determinan en muchos casos la actitud y la conducta de los personajes. Por lo general, su sentido de objetividad lo conduce a pintarlos tal como los ofrece la realidad cotidiana y si en algunos momentos peca en el recargamiento de las tintas obscuras, e1 lector 0 e1 espectador no tarda en darse cuenta de que se debe a un propésito elevado de redencién provocado por el sufrimiento y la desdicha de sus semejantes. Mientras que en algunos dramaturgos se puede observar la predileccién por cierto tipo de personaje (por ejemplo, Florencio Sanchez con su pintura de personajes humildes y Samuel Eichelbaum con su predileccion por el tipo razonador) se puede observar en Martinez Cuitino una propensién a pintar tipos de toda indole que dan a su labor dramética un valor documental. 171 NOTAS DEL CAPITULO TERCERO 1Angela Blanco Amores de Pagella, Nuevos temas en el teatro argentino: la influencia europea (Buenos Aires: Editorial Huemul, S.A., 1956), pég. 23. 2Willis Knapp Jones, Behind Spanish American Footlights (Austin: University of Texas Press, 1966), p59. 67. 3Roberto F. Giusti, ”El teatro" en Historia de la literatura argentina (Buenos Aires: Edicién Peuser, 1959), Tomo IV, pag. 570. 4Ibid. 51bid. 6Martinez Cuitino, La rosa de hierro (Portada de una copia escrita a maquina y adquirida de Buenos Aires). 7Martinez Cuitino, La humilde quimera, pags. 174- 175. 8Martinez Cuitino, El derrumbe, pag. 151. 91bid., pég. 155. 10Martinez Cuitino, Mate dulce, pag. 171. llMartinez Cuitino, La fiesta del hombre, pag. 38. 12Martinez Cuitino, El hombre imperfecto, p69. 12. 13Ibid., pég. 3o. l4Martinez Cuitino, 151bid., pag. 101. 16Martinez Cuitino, l7Martinez Cuitino, 18 Ibid., pag. 164. 19Martinez Cuitino, 20 Ibid., pég. 203. 21Martinez Cuitino, 22 23Martinez Cuitino, 24Ibid., pags. 25Martinez Cuitino, 26 Ibid., pég. 37. 27 literatura argentina, pags. Roberto F. Giusti, 28Martinez Cuitino, 29Martinez Cuitino, 301bid., pég. 148. 31 32Martinez Cuitino, 33Ibid., pag. 14. 172 E1 segundo amor, pég. 70. Noche del alma, pég. 18. Martinez Cuitino, Mate dulce, pag. 156. La bambolla, pags. 154-155. La rosa de hierro, pég. 10. Ibid., pags. 25-26. La emigrada, pég. 37. 38-39. Diamantes guebrados, pég. 13. "El teatro" en Historia de la 570-571. Rayito de sol, pags. 229—230. El derrumbe, pag. 93. El segundo amor, pég. 91. Extrafia, pég. 6. 34 35Martinez Cuitino, 36Martinez Cuitino, 173 D. A. Arizaga, "El espectador," en Nosotros, No. 60 (junio, 1928), pag. 420. Horizontes, pag. 25. Mate dulce, pag. 127. 37 Martinez Cuitino, Diamantes quebrados, pag. 10. 38 Ibid., pag. 31. 39 Martinez Cuitino, El mago escondido, pags. 19-20. 40 Martinez Cuitino, El malén blanco, pég. 146. 41 Martinez Cuitino, Café con leche, pag. 27. 42 Martinez Cuitino, Diamantes quebrados, pag. 15. 3Domingo F. Casadevall, E1 tema de la mala vida en el teatro nacional (Buenos Aires: Editorial Guillermo Kraft LTDA, 1957), Pag. 43. 44 Ibid., pags. 125-126. 45 Martinez Cuitino, Los Colombini, pags. 135-137. 46 Martinez Cuitino, E1 malén blanco, pég. 137. 47 Martinez Cuitino, Cuervos rubios, pags. 98-99. 8Ramiro de Maeztu, "Sobre el teatro argentino" en El Sol, Madrid, Enero 1921. Citado entre otros juicios a1 finaI de una copia fotostética de Cuervos rubios en la Coleccién Willis Knapp Jones (Houston: University of Houston Libraries). 49 Martinez Cuitino, El caudillo, pag. 6. SOIbid. 51 Ibid., pég. 29. 174 52Martinez Cuitino, "Lo que dijo el autor de su principal intérprete" Articulo aparecido en "Critica" pocos dias después del estreno y citado al final de Horizontes en la revista teatral Argentores (Buenos Aires: EditofiaI Argentores, 1935), No. 60 (junio 13 de 1935), pags. 35-36. 53Martinez Cuitifio, Horizontes, pag. 8. 54Ibid., pég. 27. CAPITULO CUARTO REALISMO, NATURALISMO Y VANGUARDISMO E1 Realismo El realismo como movimiento literario y como actitud ideologica influye preponderantemente en el drama en la segunda mitad del siglo XIX. Considerando el realismo como un movimiento que surgio en parte como reaccién a1 romanticismo del siglo XIX, se nota que los escritores realistas reaccionaron principalmente contra las limita- ciones en el campo tematico, la falsa idealizacién de la realidad, las exageraciones y recursos técnicos conside- rados como falsos, la falta de autenticidad en la caracteri- zaci6n de los personajes, un dialogo que no concordaba con el lenguaje de todos los dias y un sentimentalismo caprichoso que ocasionaba una actitud demasiado indulgente ante algunos aSpectos negativos de la conducta humana. Haciendo alarde de una postura un tanto cientifica y mostrando cierto desdén‘ hacia los prejuicios convencionales e inhibiciones morales, e1 escritor realista se sirve del caudal tematico que 1e ofrece el medio ambiente. Como el hombre de ciencia, e1 escritor realista se preocupa por 1a 175 176 documentacién detallada y trata de presentar un cuadro fidedigno de lo que captan sus cinco sentidos. Como consecuencia, e1 escritor realista se empefia por evitar cualquier desborde sentimental e idealista. En particular, 1e atraen la pintura de la agitada vida burguesa, las costumbres de la clase media y la vida de las clases humildes. Sus piezas suelen inspirarse en situaciones comunes que por lo general llevan a la presentacion o anélisis de los problemas relacionados con la conducta del individuo dentro de la sociedad. El realismo tuvo una gran importancia en la evolucion del teatro hispanoamericano. Reaccionando contra el subjetivismo, e1 sentimentalismo exagerado y la ex- altacién del romanticismo, los escritores se mostraron receptivos a las corrientes renovadoras representadas por escritores europeos como Ibsen, Stringberg, Chéjov, Hauptman, Bjornson, y Sudermann.1 En la dramaturgia de algunos escritores se manifesto un prOpésito serio debido a la reforma social que se prOponian. E1 estudio de los 3problemas de las sociedades hispanoamericanas imprimio un caracter autéctono a las piezas draméticas y por lo tanto contribuyé a la creacién de un teatro nacional en algunos paises como México y la Argentina. Aunque se pueden encontrar elementos realistas en obras argentinas que fueron escritas antes de la segunda Initad del siglo XIX, 1a orientacion sistemética del realismo se hace sentir en las filtimas décadas del siglo 177 pasado. Arturo Berenguer Carisomo, en su estudio Las ideas estéticas en el teatro argentino, dice que: La llegada del Realismo, como término final del siglo XIX, nos trae, a1 fin, la "verdad" de nuestra tierra. E1 juego estético no puede ser mas exacto: e1 realismo como el naturalismo pretenden desenvolver la vida tal como es en un medio, en un clima, en un meridiano determinado; si nuestro realismo sigue e1 eurOpeo en su direccién principa1--la verdad como fuente--no puede imitarlo por esta sencillisima causa: porque, automaticamente, hubiese dejado de ser "Realismo"; éste nos obliga a redescubrir nuestras costumbres, a fotografiar nuestro paisaje, a buscar nuestra psicologia, a espumar nuestro lenguaje, en suma, a precipitar todo nuestro contenido estético y humano. Las obras de varios escritores nacionales que aparecen durante e1 periodo que va de 1899 a 1918, dejan de ser piezas circunstanciales que explotan 8610 el color local y las costumbres campestres y se convierten en un siste- mético y minucioso estudio de la realidad social argentina. A.esta época pertenecen autores representativos como Nicolas Granada, Florencio Sanchez, Gregorio Laferrere, Roberto Payro y Ernesto Herrera cuya labor dramética en conjunto manifiesta serios objetivos de reforma social. La labor dramatica de Florencio Sanchez queda como testi— :monio del apogeo del realismo-naturalismo y deja definitiva jhuella en la obra de otros escritores como se puede .apreciar en la primera fase dramatica de Vicente Martinez Cuitino . Una de las contribuciones de parte de los escritores .realistas es el empleo de personajes ordinarios como protagonistas de sus obras que contrastan con los personajes ruibles y de elevada posicion social tan importantes en las 178 obras romanticas. Los personajes de la dramaturgia realista suelen pertenecer a la clase media y a las clases humildes. Uno de los mayores aportes de los escritores realistas fue 1a creacién de personajes humildes que por 10 general aparecen como individuos explotados y necesitados y en muchos casos determinados por fuerzas hereditarias o ambientales. Theodore W. Hatlen dice a1 respecto: Now the humble, the downtrodden, and the ordinary people took a central position on stage. They were revealed as complex individuals with conflicting psychological drives, products of heredity and environment. The playwright dramatized these people at critical moments of their lives, not those of violent physical action so much as the inner crisis, thus penetrating the surface and giving insight into their desires, aspirations, and frustrations. E1 escritor realista suele considerar al hombre como un mecanismo complejo sobre el cual obran impulsos psiquicos y fuerzas contradictorias. De ahi que el escritor tiende a dar gran importancia a la caracterizacién de sus personajes. Principalmente 1e interesa e1 sondeo psicolégico de los personajes. Valiéndose de los recursos del moderno cientifico o psicélogo, e1 escritor presenta a sus per- sonajes como productos de factores hereditarios o ambienta- les y como victimas de impulsos y fuerzas sobre las cuales . . 4 no tienen ningfin control. Gran parte de los personajes de Martinez Cuitino pertenecen a la clase media. Sus problemas suelen ser de indole amorosa y econémica. E1 autor pinta a estos per- sonajes debatiéndose ante las normas sociales, e1 aqué diran?, la injusticia de sus semejantes y en algunos casos 179 ante e1 choque producido entre sus aspiraciones y la cruel verdad de sus circunstancias. Martinez Cuitino aborda los problemas de los humildes mediante la presentacién de sus esfuerzos por sobreponerse a los obstéculos que ocasionan su sufrimiento. La mayoria de estos personajes parecen estar condenados a1 fracaso 0 a1 sufrimiento debido a la injusticia, 1a indi- ferencia de sus semejantes, 1a explotacién de parte de la clase acomodada, 1a desigualdad econémica o a causa de diversas fuerzas ambientales. Algunos parecen resignarse a su situacién y por lo general carecen de medios o voluntad con que salir del apuro. Si por ventura aparece alguno que se rebela abiertamente ante la injusticia como Chiquin de El malon blanco, su impotencia en la obra solo pone de manifiesto el inevitable fracaso de los pobres ante fuerzas externas que no pueden controlar. En esta obra mencionada, como en varias piezas del dramaturgo, e1 factor economico es decisivo en cuanto a1 sufrimiento de los humildes. En algunos casos el autor presenta personajes luchando no 5610 contra 1a necesidad econémica sino también contra e1 aburrimiento que les causa su vida sin horizontes pro- misorios. Como consecuencia, se nota en varios personajes la tendencia a tratar de contrarrestar el tedio mediante e1 juego, e1 alcohol, la mfisica y el baile. A veces aparecen mujeres jovenes desempefiando puestos humildes para el propio sostenimiento 0 el de la familia. Es frecuente en estas mujeres 1a ilusion amorosa que, segfin un personaje de 180 La humilde quimera, "les embellece la existencia" ya que "es algo asi, como el punto de apoyo de los miserables."5 Hay obras en que aparecen tipos humildes en su papel de artista de algfin café cantante que no 5610 tienen que luchar contra un ambiente hostil y degradante sino a la vez contra empresarios que, segfin un personaje de La fuerza ciega, estén "llenos de filosofia para no pagar."6 La explotacién y corrupcion de los humildes por los politicos inmorales es uno de los motivos principales en el drama El caudillo. Aunque los obreros no aparecen en la pieza Nuevo mundo, e1 protagonista, a1 atacar la actitud materia- lista del hermano, hace hincapié en la explotacién de los obreros por los terratenientes. La rutina en la vida de la gente trabajadora esta bien sintetizada en las siguientes palabras de don Camilo de La fuerza ciega: "Se levanta uno temprano, se trabaca todo ir dia e casi toda la noche, se acuesta . . . se vuerve a levantar . . . e . . . e . . . sempre lo mismo . . . sempre, sempre . . . La vita é cosi . . . e triste . . . e triste . . . e triste . . ."7 Las comedias y los dramas de Martinez Cuitifio por 10 general terminan en una nota triste y otras veces e1 :final es lfigubre y pesimista. Los personajes principales, ya pertenezcan a la clase media 0 a la clase humilde, suelen terminar en el fracaso y aparecen como victimas de (um determinismo ambiental 0 de sus propias flaquezas runmanas. Son frecuentes los desenlaces violentos o tragicos. Las escenas violentas de varias obras llevan e1 181 sello inconfundible de la estética naturalista como se puede observar en Rayito de sol, La fuerza ciega, La mala siembra y El caudillo. Al comentar sobre la falta de resolucién en obras que siguen la orientacién realista- naturalista, Fred B. Millet dice que a veces un final indeterminado ilustra y apoya 1a vision de la vida impli- 8 A1 terminar la comedia Mate cita en la pieza dramética. dulce el espectador reconoce que la familia de Pedro esta como condenada a seguir sufriendo en su lucha por la vida. Consuelo de La humilde quimera tiene por delante su desilusién amorosa y su continuo esfuerzo para mantener a la familia a flote. El final del drama No mataras provoca la siguiente interrogacién, aqué pasara ahora que los celos, la duda y la posible murmuracién andnima han minado la felicidad espiritual del hogar del juez Herold? Como la mayoria de escritores que siguieron 1a orientacién realista-naturalista, Martinez Cuitino pone gran énfasis en la caracterizacién de sus personajes. .Aunque en'varias situaciones se encuentra la minuciosa descripcién del aspecto fisico, se nota que por lo general e1 dramaturgo suele dar mas importancia a lo que dicen y Jhacen los personajes principales y la actitud que provocan eni los personajes que los rodean. De ahi que el dialogo 'tiene mucha importancia en cuanto a la definicién de sus personajes. La propensién hacia el atisbo psicologico se Inanifiesta desde la presentacién de El derrumbe (1909) y «cobra.mayor importancia en obras netamente sicolégicas como 182 No matarés (1921) y El segundo amor (1922). Este afan por e1 sondeo psicologico también tiene mucha importancia en obras escritas en su segunda fase dramética. La actitud imparcial y objetiva que trataron de mantener los escritores realistas hizo posible e1 estudio de problemas sociales anteriormente ignorados o simplemente considerados tabfi por el pfiblico. Estudiar, analizar y dramatizar los problemas del organismo social era su propésito y por lo tanto no esquivaban ningun tema por muy trivial o brutal que fuera. Mediante los esfuerzos de estos escritores, los problemas de la clase media y de las clases humildes se convirtieron en temas principales que como consecuencia dieron al teatro un caracter mas demo- cratico. Su interés en las Ciencias sociales los condujo a1 planteamiento de conflictos economicos, domésticos y sexuales. Sus obras no tardaron en poner de manifiesto e1 creciente interés en los conflictos entre clases y problemas raciales. Abordaron con franqueza y desenfado problemas de toda indole que observaban en la convivencia social de las sociedades contemporaneas. Arturo Berenguer Carisomo senala los siguientes temas que segfin él predominaron en la dramatica realista- :naturalista argentina entre 1900 y 1918: (a) estudio de caracteres; (b) 1a clase media; (c) e1 sexo; (d) el tema social, politico y proletario; (e) e1 cuadro costumbrista; (f) e1 costumbrismo regionalista.9 Otros criticos han sido rmés especificos en cuanto a los problemas que se reflejaban 183 en la dramaturgia argentina de principios de siglo. Blanco Amores de Pagella, por ejemplo, senala los siguientes: e1 alcoholismo, la familia en quiebra moral, e1 triunfo del instinto, e1 marido ultrajado que perdona, e1 enfrentamiento 10 De los temas sefialados por Roberto de dos generaciones. F. Giusti en su estudio "E1 Teatro," algunos que gozaron mayor popularidad fueron: el tema del inmigrante; e1 caudillismo urbano y rural; la seduccién, corrupcién, y abandono de la mujer; el adulterio; e1 proxenetismo de las madres; e1 derrumbamiento del hogar.ll La variada temética de Martinez Cuitino, que hemos discutido en el segundo capitulo, manifiesta la tipica actitud del escritor realista sefialada anteriormente. Atento a las llagas sociales y a los aspectos de la vida contemporanea que conducen a la miseria y al sufrimiento, el dramaturgo expone los problemas con franqueza. Ya sea un conflicto de indole amorosa, sexual, economico, judicial o moral, e1 autor lo suele abordar con valentia y con una Clara intencién de redencién social. Algunos de sus temas tienen un alcance limitado como ocurre con el conflicto gringo-criollo mientras que sus temas como el alcoholismo, la morfinomania, 1a prostitucion y la pena de muerte caben dentro del repertorio universal. Gran parte de los problemas abordados por los escritores realistas giran en torno a1 problema economico. En el caso de la clase humilde, el problema suele ser uno 1de los principales motivos debido a que por 10 general la 184 necesidad econ6mica conduce a muchos personajes a la inmoralidad, a1 crimen y al sufrimiento. Cuando se trata de la clase media 0 de la alta burguesia, e1 factor economico suele ir vinculado a1 arrivismo, a la quiebra econémica de las familias o a las exigencias sociales que en muchos casos determinan 1a conducta inmoral de los personajes. E1 problema econémico ha sido estudiado desde distintos puntos de vista por los escritores realistas y sigue siendo en nuestros dias un motivo principal en muchas obras que encierran implicaciones sociolégicas. El problema econémico es uno de los principales motivos en la dramaturgia de Martinez Cuitino. En varios casos esta relacionado con la desigualdad econémica y con la delincuencia como ocurre en La humilde quimera en donde un personaje comenta sobre las causas de la delincuencia de la manera siguiente: "Las finicas: la desigualdad. Con la nivelacién econémica no habria ladrones, por lo pronto, lo cual no ocurre con la desnivelacién, que fomenta e1 robo del Estado, ladrén méximo, e1 robo de los capitalistas--y discfilpeme usted muy sefior mio-—y e1 robo de los hambrientos "12 y ndserables. A veces e1 factor econémico esta intima- lnente vinculado con problemas como la prostitucion (E1 Inalén blanco y El viaje de don Eulalio), el arrivismo «Buervos rubios) o la explotacién y sufrimiento de los runnildes (Mate dulce y Nuevo mundo). Hay ademas situaciones en: donde los conflictos econémicos minan 1a tranquilidad espiritual de los hogares como ocurre en Diamantes quebrados 185 y La bambolla en donde 1a falta de dinero conduce a actos irresponsables e inmorales de parte de algunos personajes. Los escritores realistas mostraron especial interés en la presentacién de mujeres que en muchos casos adquieren un valor simbélico. Estos escritores suelen hacer hincapié en las aspiraciones, deseos y frustraciones de la mujer moderna que por 10 general aparece como victima de las normas sociales y del egoismo de los hombres. Insatis- fechas con las limitaciones que les son impuestas, varias de estas mujeres se rebelan y afanosamente se esfuerzan por recobrar su independencia espiritual. La dramaturgia realista ha creado en el teatro contemporaneo memorables figuras femeninas como la Nora en Casa de mufiecas y Mrs. Alving en Espectros de Ibsen y la Candida de Bernard Shaw.13 Theodore W. Hatlen cita a Hamlin Garland quien a1 comentar sobre las heroinas de Ibsen decia que las mujeres reaccionaban ante los hombres y se elevaban a veces sobre ellos en su percepcién de justicia y de una ética absoluta.14 No cabe duda que los esfuerzos de muchos escritores realistas han contribuido en la empresa emancipatoria de la mujer del siglo XX. Al comentar sobre los personajes femeninos de .Martinez Cuitino se ha dicho que algunas de sus mujeres (ostentan rasgos de la mujer fuerte y que constituyen semmflanzas bien delineadas. Rosita de La rosa de hierro, Obdulia de La emigrada y Rosina de Diamantes quebrados se empefian por encauzar su propio destino y se distinguen por 186 su fuerza moral que suele ser superior a la de los hombres que las rodean. Los dilemas sexuales dentro de la sociedad con- temporanea también fue otro problema que abordaron con insistencia los escritores realistas. No pocos escritores concentraron su atencién en los problemas sexuales dentro del hogar. Otros estudiaron e1 problema dentro del con- cubinato que en muchas obras iba relacionado con otros motivos como la infidelidad, e1 adulterio 0 con un deter- minismo socio-econémico. El problema de la prostitucién en grande escala informé muchas obras realistas y especial- mente algunas manifiestamente influidas por la orientacion naturalista. Comentando sobre la novelistica naturalista, Kessel Schwartz senala e1 motivo de sexualidad como uno de los favoritos y afiade que fue bastante predominante en el naturalismo hispanoamericano.15 E1 sexo es un motivo caro a Martinez Cuitifio y en sus obras suele ir relacionado con problemas de otra :naturaleza como el concubinato y la necesidad econémica. Se ha.dicho en el capitulo segundo que el concubinato es 'una situacién comfin a varias obras del autor. Es intere- sante:1a observacién de Arturo Berenguer Carisomo quien a1 comentar sobre el concubinato dice: "El concubinato, muy natural en nuestra etapa de cultura, quita toda emocién a1 tema sexual, que apenas tendria un saldo épico en la (iisputa a mano armada de la hembra: dominio del varén, pero ruaeconquista sentimental. La misma ciudad conservaba, 187 hasta hace muy poco, una especie de tradicion islamica- espafiola con respecto a la guarda femenina, de tal suerte que todo nuestro teatro amoroso es naturalismo importado."16 En situaciones domésticas, e1 problema sexual con sus variantes suele aparecer relacionado con la fuerza del instinto, e1 adulterio, el divorcio y los convencionalismos sociales (La fiesta del hombre, No mataras, E1 segundo amor, Noche del alma). En La fiesta del hombre y en La emigrada Martinez Cuitifio plantea la consabida batalla entre los sexos mediante un contraste entre las aSpiraciones de la mujer y la injusticia y egoismo de los hombres. En la mayoria de las situaciones domésticas en donde se aborda e1 problema, no suele ocurrir la consabida reconciliacion de los esposos. De ahi que la mayoria de sus conflictos conyugales terminan de una manera indeterminada 0 en el divorcio 0 en la separacién. Otra contribucién de parte de los escritores realistas fue el empleo del lenguaje cotidiano de las distintas clases sociales. En muchos casos 1a transcrip- cién exacta del lenguaje da a1 dialogo dramatico un aspecto fragmentario y contrario a las reglas de la gramética. E1 interés de estos escritores por la exacta observacion del Imedio ambiente y de la convivencia social los condujo a1 1abandono de recursos teatrales como el aparte y el solilo- > de la fuerza superior ineluctable sobre sus personajes. Aunque ella diga lo contrario, no es la fatalidad sino su propia voluntad la que lleva a1 delito a la heroina. Esta no puede como Edipo, procla- marse al final victima inocente de sobrenaturales influencias ni, como Edipo, morir en la serenidad. Hubiera podido invocar acaso otra fatalidad: la 204 fatalidad de sus instintos y de su misera condicion humana, aproximéndose asi a un tipo de heroina de tragedia moderna. Mas ella atribuye a1 <> sus desdichas cuando nosotros vemos que sus desdichas 3610 de sus propios errores se derivan. Aqui reside 1a falla fundamental de La fuerza ciega considerada como tragedia. El destino, la fuerza inmaterial y terrible que juega con los humanos en la tragedia propiamente dicha, se halla ausente en la pieza del senor Martinez Cuitifio.26 Como ha sefialado e1 critico, no se ve en esta obra e1 determinismo a priori de los dioses griegos. Sin embargo, se manifiesta un determinismo fisiologico que determina e1 comportamiento de algunos personajes principales. Este determinismo se observa en la conducta de Amelia, don Camilo y Salvador. Recordemos que los escritores naturalis- tas fomentaron la idea de un determinismo biologico con su énfasis en los instintos del hombre. La heroina y don Camilo son basicamente seres buenos pero aparentemente la fuerza del instinto los condujo a1 adulterio. La actitud de Amelia en el primer acto lleva a la conclusion de que fue seducida con su consentimiento aunque después (en el acto segundo y tercero) se considera victima. Aqui reside una de las mas serias inconsistencias en el caracter de la heroina. Si Amelia hubiera "caido" a la fuerza o por necesidad economica en el primer acto, facilmente se pudiera explicar su odio en los dos actos siguientes. Es posible que la necesidad economica y su preocupacién por el bienestar de su padre ciego 1a hubieran llevado a1 delito. Desgraciadamente, e1 dramaturgo no explica claramente las circunstancias que llevaron a Amelia a la deshonra. 205 Tampoco tuvo éxito e1 autor en hacer creible el repentino cambio que se observa en la heroina segfin avanza la accion. E1 problema se reduce a un caso de conciencia turbada que acarrea como desenlace e1 horripilante suicidio de Salvador. Salvador, como Amelia y don Camilo, es un personaje ele- mental; una combinacion de instinto primitivo y sana moral. De ahi su patético problema: un arranque de celos y odio frente a un problema de indole moral. Ademas del problema de conciencia turbada y el papel del instinto en el comportamiento de los personajes, hay en esta obra otros puntos de contacto con las tenden- cias naturalistas. En primer lugar, se nota una obje- tividad severa de parte del autor que se acomoda a la técnica naturalista. Martinez Cuitifio se esfuerza por registrar fielmente e1 dialogo de sus personajes. Juan Pablo Echagfie criticé 1a recitacion bilingfie que se encuentra en la pieza ya que segfin él, "1e quita armonia a1 estilo en que la pieza se halla escrita y concluye por dar impresién de artificio; defecto agravado luego por la jerga 27 Mas de italo-argentina en que caen otros personajes." acuerdo estamos con el critico Carlos H. Faig quien dice: "La experimentacion de esta particularidad, es, para mi, acierto de un dramaturgo que se prOpone reflejar un estado social surgido como consecuencia del crecimiento aluvienal [sic].”28 Se puede agregar que el conflicto en si impresiona de tal manera que el eSpectador esta mas interesado en lo que esta por ocurrir en escena que en cualquier disonancia 206 lingfiistica. Otro punto de contacto con la orientacién naturalista es el verismo brutal que se manifiesta en escenas en donde los celos, el odio y la sed de venganza terminan en la violencia y, como en la escena final, en el suicidio. Un determinismo biologico y hereditario informa Lg mala siembra. Hay en varios escritores naturalistas e1 prurito de exponer los vicios de los padres y mostrar las terribles consecuencias que tales vicios pueden tener en la formacién de los hijos. La intencion de Martinez Cuitifio se insinfia desde las primeras escenas en donde se dice que el padre del protagonista era "medio loco, y hasta . . . 29 Estévez, e1 protagonista, es un algo alcoholista." morfinomano que aspira a la mano de Cristina. El hermano de la joven, que ha sido médico de consulta de Estévez, se opone vehementemente a1 matrimonio. El dramaturgo pone en boca del hermano las siguientes palabras que indican e1 simbolismo implicito en el titulo de la obra: No te gustaria tener hijos deformes, porque, ademas, ese caballero sera un sembrador de monstruos en tu naturaleza fuerte . . . Tfi, que eres capaz de tener hijos sanos y bellos, porque posees todos los atributos de una raza vigorosa, porque no ha habido taras de ninguna especie en tus antepasados, no puedes aceptar tranquilamente por esposo a1 vicio, a1 peor de los vicios, a1 que mata degenerando y corrompiendo . . .30 A pesar de la resistencia Opuesta por el hermano, Cristina se casa con Estévez a quien piensa curar. Para.impulsar 1a accién de la obra hacia el desenlace tragico en el segundo acto, e1 autor incorpora a su obra un determinismo ambiental 207 que determina el procedimiento del padre de Cristina. Se puede observar que el padre, a pesar de estar informado sobre el mal que aqueja a Estévez, consiente al matrimonio a causa de su tradicional concepto del honor femenino. Sélo asi se explica e1 hecho de que Cristina triunfe ante la oposicién del hermano. Sin e1 imperativo del honor ultrajado, aunque Estévez nada tuvo que ver con ello, no creemos que un hombre aparentemente sensato como don Lorenzo hubiera expuesto a su hija a las posibles conse- cuencias tragicas. E1 mismo Gerardo sefiala dicho imperativo cuando a1 darse cuenta de que su hermana fue seducida por su amigo, dice: "Mi verdad ha querido salvarte. La tuya nos destruye lo mejor que tenemos."31 En el segundo acto se presenta e1 dilema de la pareja que Se aloja en una pension. El vicio del marido ha minado la fortuna personal y lo que es peor, ha ejercido su degenerativa accion en el organismo del protagonista. Completamente anulado por el vicio, Estévez carece de voluntad. éA qué se debe la falta de voluntad en el protagonista? Segun él, a "la falta de riego ancestral."32 Tratando de defenderse ante parientes de la esposa, Estévez pone de relieve una de las ideas centrales de la obra cuando dice: Yo soy el fruto de una transaccién entre un deseo senil y una serena resignacién femenina. aCOmo quieres que tenga voluntad este lamentable producto de dos seres tan desproporcionados en su matrimonio? Un viejo y una nifia pueden jugar, pero no casarse, y mucho menos cuando ella es sana y joven y él decrépito y borracho. 208 Estévez tiene la conviccién de que su fracaso se debe a un determinismo hereditario y biologico. Ante su impotencia se desespera y quisiera poder vengarse contra su padre que ultrajé a la madre y lo creo "a medio hacer, enfermizo, sin 34 Una vez mas se voluntad, con aptitudes mediocres." establece una premisa naturalista en donde e1 factor here- ditario cobra gran importancia. A finales del siglo XIX y principios del presente, no pocos escritores naturalistas se esforzaron por probar 1a tesis de que los efectos del alcoholismo de los padres podian ser transmitidos gené- ticamente a los hijos. Prescindiendo de teorias modernas, 1a idea de la posible transmision de los efectos de la morfina a los hijos todavia tiene vigencia hoy en dia. Ante la imposibilidad de ver realizados sus impulsos de poeta, Estevez 1e pide a la morfina los paraisos que le son negados en la convivencia social. Progresivamente se va convirtiendo en esclavo del alcaloide y termina estran- gulando en escena a la mujer que intento curarlo. La mayoria de las obras de Martinez Cuitino que comparten de la orientacion naturalista ponen de manifiesto aspectos de su vision sociolégica y una actitud compro- metida. Su énfasis en un determinismo socio—econdmico, su abordamiento de problemas psiquicos, su simpatia por los humildes, tarados y explotados, y el prurito de estudiar aspectos sumamente crudos de la sociedad argentina, exhiben la tipica actitud del escritor naturalista hispa- noamericano. Como Florencio Sanchez, su mision fue 1a del 209 dramaturgo fitil que se proponia una critica severa inspirada en su afén de reforma social. La Orientacién Vanguardista Varias tendencias renovadoras que surgieron en Europa en el campo artistico y literario a partir de las filtimas dos décadas del siglo XIX y principios del XX se han venido llamando de vanguardia. E1 afan renovador de varios artistas y literatos reSpondia en parte a su dis- conformidad con las principales corrientes literarias cultivadas durante los dos primeros tercios del siglo XIX: e1 romanticismo, e1 realismo y el naturalismo. Por otro lado, la actitud combativa de varios escritores vanguar- distas se debia a su inquietud ante la crisis cultural de Occidente que se manifesto principalmente después de la primera guerra mundial. Gran parte de la dramaturgia de postguerra refleja los nuevos problemas que aquejaban a las sociedades tales como la pérdida de fe en las instituciones sociales y el efecto del industrialismo en la vida del hombre. Como contraste a los temas que informaron gran parte del teatro ético anterior a 1918, 105 nuevos temas de no pocas obras reflejan una inquietud filosofica que se exhibe en el planteamiento de motivos tales como el problema del ser y del conocer.35 Los escritores empezaron por ensayar nuevos sistemas con el fin de superar lo hecho por las predominantes corrientes literarias del siglo pasado y en algunas ocasiones trataron de encontrar soluciones para 210 contrarrestar e1 desequilibrio sufrido a causa de la falta de fe en las instituciones morales y el escepticismo ante 36 En términos generales, 1a 103 valores tradicionales. cruzada de las corrientes vanguardistas se puede considerar una revolucién estética, temética e ideologica. De los diversos movimientos subversivos que tuvieron vigencia en la segunda y tercera década del siglo, el expresionismo es quizés el que mas influencia ha tenido 37 Fundamentalmente un fenomeno en la dramaturgia moderna. alemén, el término cobr6 carta de ciudadania alrededor de la segunda década del siglo XX. Como movimiento, tuvo su primer impacto en la pintura y de ahi pasé al campo dramético en donde fue bien acogido por escritores como Ernst Toller y Georg Kaiser que compartian una actitud rebelde contra la guerra y el materialismo de la época.38 Aunque e1 movimiento en si tiene algunas caracteristicas que lo definen, hay que tener presente la observacion de los criticos Oscar G. Brockett y Robert R. Findlay quien dicen que el término "expresionismo" fue empleado en muchos casos para designar e1 tipo de obra que se apartaba de las formas artisticas tradicionales y que bajo 1a denominacién de expresionistas se agruparon artistas que representaban (Sistintas actitudes y métodos.39 Suele haber en obras expresionistas una actitud Inesianica y utépica puesto que algunos escritores de post- 40 sauerra se proponian la regeneracion del hombre. De ahi sans ataques contra el materialismo, 1a mecanizacién del 211 individuo y otros aspectos sociales que, segfin ellos, conspiraban contra el desarrollo espiritual del hombre. En términos generales, se puede decir que no pocos escritores expresionistas fomentaban 1a ilusion de un mundo en donde el amor y la justicia elevarian a1 hombre sobre consideraciones materiales. E1 escritor expresionista puede ser considerado un escritor suprarrealista debido a la meta que se propone. Este tipo de autor trata de captar no una realidad super- ficial a la manera realista sino que se empena en ahondar en el mundo psiquico de algunos de sus personajes porque reconoce que detras de la mascara social de todos los dias existe un vasto mundo de aspiraciones ya sean conscientes o inconscientes, frustraciones, conflictos y una fuente de fuerzas primitivas que determinan en gran medida la vida del hombre dentro de la sociedad. Aunque los dramaturgos expresionistas se esfuerzan por presentar la vision interior de sus personajes principales, en no pocos casos dicha visién aparece alterada e influida por el subjetivismo del escritor que por lo general tiene un mensaje que contribuir. De ahi que a veces, e1 autor esta identificado con el protagonista de su obra. A causa de que la técnica realista-naturalista no les satisfacia por estar asociada con la tecnologia y el industrialismo que deploraban y ademas por el énfasis de dicho movimiento en la escrupulosa pintura de la realidad externa, los escritores se vieron obligados a desarrollar 212 su propia técnica dramética. Los dramaturgos estimularon e1 empleo de distintos estilos, recursos técnicos o tonos dentro de una misma obra. Por lo tanto, en una obra expresionista a veces se puede encontrar una mezcla de prosa y verso, escenas realistas que dan paso a escenas de aspecto surrealista, la mezcla de un dialogo de tipo realista con un diélogo subjetivo, monosilabico o tele- gréfico.41 La distorsion escenografica también suele ser una de las caracteristicas principales de obras expresio- nistas.. Ademas, los escritores emplearon frecuentemente e1 juego de luces para establecer el tono de la obra, para presentar indirectamente estados mentales de los personajes, para aislar a los personajes en el vacio y para el cambio de escenas en donde e1 telén permanecia levantado durante toda la presentacién dramética. Oscar G. Brockett y Robert R. Findlay dicen que "although they were willing to accept as valid the realist-naturalist concern for modern problems and neoromantic antirealistic techniques, they found both earlier movements unsatisfactory in other respects."42 De ahi que la orientacion expresionista puede ser con- siderada como un movimiento socio—filoséfico y a la vez un esfuerzo renovador estético. Las tendencias renovadoras eurOpeas dejaron huella en la dramética argentina a partir de la tercera década del siglo presente. Se ha sefialado anteriormente que la modalidad predominante durante las primeras dos décadas del siglo XX fue 1a realista-naturalista. La tercera y cuarta 213 década se caracterizan por un intento de renovacion teatral. Erminio G. Neglia quien ha hecho hincapié en el intento de renovacion en el teatro rioplatense, dice: Esta renovacién tuvo dos aspectos: uno popular, otro de vanguardia. El popular lo dio e1 "grotesco criollo," el de vanguardia, todos los intentos audaces de injertar en el teatro las filtimas modalidades de la dramética europea. El "grotesco criollo” no rechazo e1 pasado teatral rioplatense; acept6 elementos del "género chico criollo." E1 teatro de vanguardia a1 contrario, traté de romper con la tradicidn. E1 "grotesco criollo" representé un aspecto renovador a causa de la actitud de escritores como Armando Discépolo y Francisco Defilippis Novoa quienes se propusieron pintar la situacion del inmigrante como elemento sOcial en avance progresivo. En contraste con saineteros que continuaban explotando 1a vena humoristica que proporcionaba e1 inmigrante, los escritores de la nueva modalidad se empefiaron en presentar las nuevas circunstancias del inmigrante en crisis espiritual. Aunque se sirvieron del aSpecto jocoso-pOpular del sainete criollo, 1a intencién de los escritores del "grotesco criollo" era ahondar pro- fundamente en el alma del inmigrante a quien solian pre- sentar como figura tragicomica. Siguiendo e1 ejemplo de algunos escritores europeos, entre los cuales surge Luigi Pirandello, los escritores lograron imprimir a sus obras un carécter universal a1 plantear motivos estrechamente vinculados con el problema de la personalidad: e1 con- flicto entre e1 ser profundo y el ser exterior. Entre los escritores rioplatenses que trataron de enriquecer el teatro mediante e1 abordamiento de nuevos 214 temas y recursos escénicos de acuerdo con los modelos europeos deben sefialarse los nombres de Alejandro E. Berruti, Roberto Arlt, Enzo Aloisi, Defilippis Novoa y Martinez Cuitifio. Erminio G. Neglia dice que estos escritores "no tuvieron gran éxito de taquilla pero echaron las bases del teatro moderno, educando a1 pfiblico y ganando poco a poco a otros autores a la causa de la renovacién de la dramatica rioplatense."44 Tres obstaculos principales que confrontaron estos escritores y que merecen ser mencionados fueron e1 gusto del pfiblico, la comercializacién del teatro y la falta de teatros experimentales en donde dar a conocer obras de tendencia vanguardista. Con respecto a lo ultimo, Martinez Cuitifio en 1929 decia lo siguiente en una conferencia sobre el teatro de vanguardia: Es lamentable que una ciudad de mas de dos millones de habitantes, que es asi como el centro artistico de Sud America, carezca de un teatro experimental, mantenido por el Estado, o privado, como el de Bragaglia en Italia, como los de El Caracol de Rivas Cherif, 0 e1 Mirlo Blanco de la sefiora Baroja 0 e1 Cantaro Roto de Valle Inclan, o como los numerosos de Paris, Viena, Berlin, Barcelona.45 En cuanto a1 gusto del pfiblico, Octavio Ramirez en un articulo periodistico, publicado en 1932 sefiala tres grupos de auditorios que constituian e1 pfiblico argentino alrededor de los afios treinta: E1 pfiblico de los eSpectaculos teatrales se divide netamente en tres grupos: La gran masa de los teatros nacionales por secciones, que sélo va a divertirse y a reir, y a la que interesa mucho mas la gracia del actor que el contenido de la obra; el grupo intermedio y burgués, de marcado corte familiar, que frecuenta los 215 teatros nacionales de tres actos y las compafiias espafiolas de comedias, que se miran mas como nuestras que como extranjeras, simpatiza carifiosamente con las primeras figuras y busca en las obras una leve emocién, preferentemente sentimental; y los auditorios de compafiias extranjeras, francesas e italianas, formadas en su mayor parte por la clase que da en llamarse adinerada, aun en esta época, y en mas pequefia porcion, por intelectuales en diversas actividades liberales, que van en busca de una expresion teatral de buen gusto siempreé y de una nota original y novedosa, muchos de ellos. Antes de discutir la vinculacién de Martinez Cuitino con la orientacién vanguardista quizas sea oportuno senalar 1a siguiente advertencia de parte de Orlando GOmez- Gil: No puede hablarse de que hubiera una novelistica, dramatica o ensayistica prOpiamente vanguardista entre nosotros, porque las orientaciones especiales de ese movimiento hacia planos anti-realistas, hizo muy dificil 1a produccién de obras de méritos de esos géneros. Pero no cabe 1a menor duda de la gran influ- encia de esa escuela en el vocabulario, técnicas, temas, ejecucién y expresién de esos géneros, como puede verse en los autores que escribian simulténeamente a1 auge del vanguardismo 0 con posterioridad.4'7 Suelen encontrarse en buen nfimero de obras dramaticas de escritores hisPanoamericanos varios temas y recursos escénicos gratos a escritores como Pirandello, O'Neill, Shaw, Lenormand y Garcia Lorca. Los temas mas predominantes en obras vanguardistas son e1 problema de la personalidad, e1 relativismo de la verdad, la incomunicacién entre los espiritus, e1 conflicto entre Arte y Vida y algunos més novedosos como el metapsiquismo y el animismo.48 De las principales tendencias vanguardistas con sus correlaciones literarias y filosoficas, Roberto F. Giusti senala las siguientes: "multiplicidad del yo, psicologia de lo 216 inconsciente, sondeos psicoanaliticos y distintos planos de la realidad y en la técnica, escenarios multiples, corpori- zacién de las imagenes de la fantasia, resurreccién animada del pasado, fondos musicales, en todo lo cual se nota la influencia del cinematégrafo, han tenido repercusiones en nuestra escena, incluso las direcciones suprarrealistas y expresionistas."49 En la segunda fase dramética de Martinez Cuitifio se nota su afén de renovacién teatral dentro de las orienta- ciones llamadas de vanguardia. Sin embargo, hay que tener presente lo que dice e1 critico D. A. Arizaga cuando senala que el autor "no obstante dejarse poseer por las tendencias teatrales contemporaneas, fruto de una cultura y de una sensibilidad infinitamente superiores a las nuestras, parece asimilar del caos reformista lo que puede cimentar an 50 Esta observacién cobra gran impor- prOpia personalidad." tancia si se tiene en cuenta que en la mayoria de los casos las obras del autor resultan experimentos dentro de la orientacion vanguardista mas que obras plenamente realizadas dentro de alguna especifica orientacién. Las obras que mas se acercan a1 movimiento expresionista, ya sea por el tema, e1 espiritu o por los recursos técnicos empleados, son Café con leche (1926), El espectador o la cuarta realidad (1928), Extrafia (1929), Atorrante o la venganza de la tierra (1932), Superficie (1934), Horizontes (1934), Servidumbre (1938), El hombre imperfecto (1943), y El mago escondido (1949). 217 Con la presentacién de Café con leche e1 autor deja atras la etapa netamente realista-naturalista y empieza a experimentar con recursos caracteristicos del movimiento expresionista. Quizas lo que mas sorprende en esta obra es la falta de un argumento prOpiamente dicho. Aunque hay continuidad de incidentes que transcurren durante la noche (unidad de tiempo) y unidad de lugar (un cafetin) no hay la continuidad de un argumento en la manera tradicional. Predominan, sin embargo, dos fabulas débiles. Por un lado se presenta e1 comportamiento del duefio del cafetin con la clientela y con su hija. La avaricia, su rasgo principal, 1e conduce a la falta de humanidad hacia el projimo y determina en gran parte 1a huida de la hija quien, no pudiendo soportar mas la vida al lado de su tiranico padre, se escapa con un empleado de éste. Mas interesante resulta e1 dilema amoroso de la moza Azucena quien se pasa toda la noche en el sitio de cita eSperando al hombre amado que jamés llega. Desgraciadamente, una vez que Azucena ha salido del cafetin, e1 dramaturgo dirige e1 interés del espectador hacia el conflicto entre padre e hija. Es como si e1 escritor hubiera querido empalmar dos intrigas que por si solas hubieran constituido material para una inte- resante situacion dramatica. Hay, sin embargo, una idea que se mantiene a través de la obra y que da cierta unidad tematica a varios incidentes que ocurren durante la noche como la falta de compasion de algunos personajes hacia el préjimo. Comentando sobre un aSpecto importante de la 218 dramaturgia expresionista, Oscar G. Brockett y Robert R. Findlay dicen que "because it is 'message' centered, most expresionist drama is organized primarily through idea, theme, or motif rather than through a cause-and-effect relationship among the incidents."51 En esta obra se emplean otros recursos gratos a los escritores expresionistas que seran utilizados por el dramaturgo en su segunda fase. Uno de ellos consiste en dar nombres genéricos a varios de sus personajes. En muchas obras expresionistas los personajes tienden a aparecer como tipos y ostentan nombres como el Padre, e1 Millonario, e1 Atorrante, etc. De esa manera suelen representar no tanto individuos sino simbolos destinados a ayudar en la interpretacién de la obra. Con la excepcion del protagonista, a través de cuyos ojos solemos ver la accién y compartir de su experiencia subjetiva, 1a mayoria de los personajes en obras expresionistas carecen de comple- jidad psicolégica. En Café con leche, el recurso, de dar nombres genéricos a los personajes, es empleado por el dramaturgo para establecer dos planos de acci6n. Carlos H. Faig dice al respecto: "Son notorios en esta pieza dos aspectos definidos: el de los tipos pOpulares que el autor observa en la realidad viva y el de los imaginarios que exalta elevandolos sobre lo cotidiano; tales los casos de El Mendigo y El Atorrante."52 Se nota en algunas obser- vaciones del Atorrante 1a intencion filoséfica del autor mientras que otros, como E1 Bichito y El Estudiante, estan 219 destinados a aportar e1 color local. Otras obras en donde e1 autor emplea nombres genéricos son El esEectador o la cuarta realidad, Servidumbre y El hombre imperfecto. Se incluye en esta misma obra un tango cantado cuya funcién es doble. Por un lado sirve para incorporar el color local a la obra y por otro lado cobra 1a importancia de un monélogo puesto que de esa manera se manifiesta e1 conflicto amoroso de la joven Azucena. Uno de los mayores problemas que tuvieron que resolver los escritores ex- presionistas fue 1a manera de exteriorizar los sentimientos y conflictos interiores de sus personajes. Algunos escritores se valieron principalmente del soliloquio y en no pocas obras utilizaron los efectos de luces y colores con 10 cual trataban de insinuar e1 estado mental de los personajes principales. Mediante la inclusion del tango y el uso de luces para insinuar la llegada del alba se pro- duce en la obra de Martinez Cuitino un intermedio sin descenso del telon que es otra caracteristica en algunas obras expresionistas. La combinacion del fondo musical, los versos del tango y la llegada del alba crean una atmosfera poética que es uno de los aspectos mas logrados de la obra. Que esto no fue accidental se puede establecer con la siguiente acotacién del autor: "Si la actriz a cargo del papel de Azucena no canta, debe limitarse a decir los versos mientras se oye la mfisica del tango. De todas maneras, e1 director ha de tener presente que el autor desea sobre todo sugerir el contraste entre la insinuacion 220 auroral del dia y el anochecer del alma de Azucena, en aquel ambiente ya nostalgico del cafetin."53 Martinez Cuitino se muestra mas duefio de sus recursos escénicos en El espectador o la cuarta realidad. Por el tema novedoso, su desencajada armazén, la fisonomia genérica de sus personajes y algunos recursos escénicos empleados, la obra pertenece al grupo de obras de vanguar- dia. Uno de los interesantes aportes de parte de varios escritores fueron las especulaciones de indole estética en el teatro. Luigi Pirandello, por ejemplo, estimulo dichas especulaciones en obras como Sei personaggi in cerca 54 d'autore, y Ciascuno a suo modo. E. G. Neglia en su estudio Pirandello y la dramatica rioplatense sefiala que "Pirandello dramatizo también e1 proceso de la transforma- cién de la realidad de los personajes (como la imagina e1 autor) en la realidad creada por los actores (1a tercera 55 A las tres realidad individual, segfin Cuitifio)." realidades (1a del hecho, la del autor, la del actor) Martinez Cuitino agrega 1a cuarta realidad, es decir, 1a vision del espectador. Habiendo pasado por las cuatro etapas, e1 material dramatico se convierte en un especta- culo artistico y social. Sobre 1a concepcion vitalista que se manifiesta en la teoria del dramaturgo, D. A. Arizaga dice que: 221 Esta concepcién vitalista y social del teatro, llévanos de la mano a considerar e1 arte, no ya un mundo de abstracciones e imégenes desconectado de la realidad, isla maravillosa a la que concurre para poblar de visiones sus aristocréticos ocios una casta de ini— ciados; e1 arte seria una actividad permanente de la vida informe, oceanica, infinita, pujando por alcanzar la forma eterna, el vértice luminoso de la intuicion del genio, que expresa en su mas alta plenitud 1a multénime vision, mas intuida que consciente, de una generacion 0 de una época.56 Hay que tener presente que también Pirandello trato de contrarrestar la pasividad tradicional del pfiblico mediante recursos escénicos que lograban una eSpecie de fusion entre los actores y los espectadores. La participacion mental y emocional del espectador es esencial a la teoria de las cuatro realidades del dramaturgo. Martinez Cuitino, sin embargo, no consigue 1a activa participacién del pfiblico a la manera pirandelliana (fusion de platea- escenario) sino que, como senala E. G. Neglia, "coincide con el dramaturgo italiano en el expediente de incorporar al espectador a la accién, presentandolo como personaje del drama."57 Martinez Cuitino asigna a la mayoria de sus personajes nombres genéricos que simbélicamente hace posible una especie de confrontacion entre un miembro del pfiblico y algunos agentes del mundo teatral. Mediante este recurso expresionista, el autor establece dos planos: el de la realidad cotidiana que gira en torno a un hecho trivial y el literario-filosofico que es el que verdaderamente interesa a1 dramaturgo. Hay en esta obra una débil fabula que sirve de pretexto a1 autor para abordar su discusion de las cuatro 222 realidades. Pero ademas, hay un protagonista (e1 Especta- dor) que sirve de portavoz del dramaturgo y que por lo tanto expresa las ideas subjetivas del autor y su severa critica teatral. En muchas obras expresionistas este expediente es notorio porque de esa manera e1 escritor puede sinteti- zar en gran medida su critica ya sea contra el materialismo, 1a mecanizacién de los individuos, la hipocresia, o la falta de humanidad del hombre para con el préjimo. La critica ha sefialado que, por 10 general, 103 escritores . . . . 58 expre31onistas se han aliado con alguna causa soc1a1. Una de las ideas que compartian los escritores expreSIO- nistas era que el artista debia tener 1a libertad de expresarse sin constrefiimiento alguno. Martinez Cuitifio revela su intencién cuando pone en boca de uno de sus personajes las siguientes reflexiones: Yo creo que el autor debe ser ante todo un hombre. Y un hombre no es un hombre hasta que no es un hombre libre. Eso es lo que creo. No hay arte sin libertad: 1a libertad de pensar, la libertad de decir, 1a liber- tad de hacer. Libertad negada es afirmacién de escla- vitud. aMe explico? . . . Y e1 autor no debe ser jamas un esclavo, porque si supedita su produccion a una condicién economica, por ejemplo, rebaja su instrumento y adultera e1 valor de su concepcién. Igual cosa ocurre con el que condiciona el espiritu de su obra a la exigencia de una moral cualquiera. Se adapta, y al adaptarse es un vencido. Si 10 vencen es igual a los demas. Solo cuando no lo vencen él triunfa. Aunque en algunas obras expresionistas suele haber un motivo negativo y un fuerte pesimismo en cuanto a las instituciones sociales y valores tradicionales, se puede vislumbrar con frecuencia la nocion de un mundo mejor en donde el hombre pueda disfrutar mas plenamente de la vida. 223 Martinez Cuitino incorpora dicha nocién a su critica teatral cuando hace que su personaje principal diga: (Ah, si yo tuviera e1 mando que unos miserables me han arrancado, verian ustedes cémo compondria yo bien estas cosas! . . . Pero dia llegara en que les haré sentir en toda su potencia mi indignacion. Seré un vengador tremendo y apasionado, porque la pasion . . . amigos mios . . . 1a pasién es el alma de las grandes verdades . . . Y yo cuento con la pasién. Martinez Cuitino emplea en esta obra un simbolo de represién que es otra caracteristica expresionista. Al terminar 1a obra e1 Espectador, considerado loco por la sociedad, es maniatado con las esposas de un agente de policia ante 1a protesta del protagonista que dice: "iSiempre asi! iSiempre la estfipida fuerza material contra la fuerza alada del eSpiritu!"61 Otro recurso expresionista utilizado por el dramaturgo en su segunda fase dramatica es el empleo de luces ya sea para destacar una o mas imagenes en el vacio, hacer 1a transicion de una escena a otra sin necesidad de bajar el telén, crear una atmosfera insinuante, corporizar e1 pensamiento de los personajes, insinuar conflictos interiores 0 para iluminar mas de un sitio simultanea- mente.62 En El espectador o la cuarta realidad Martinez Cuitifio echa mano de un cortinado de terciopelo negro que es utilizado en el tercer acto para la evocacién del cafetin descrito en los versos del Poeta. Mediante este recurso y el uso de luces para crear 1a atmosfera, e1 cuadro evocado se presenta con todos sus atributos. E1 uso de transparencias también es recurso de la nueva técnica 224 dramética y el autor lo combina con el juego de luces en el segundo acto para que el pfiblico advierta simultaneamente el sitio donde estén los comensales y el reservado del Espectador. Una de las mas interesantes caracteristicas del movimiento expresionista ha sido la propensién de parte de los escritores de limitar los elementos decorativos a lo esencial. Este recurso sirve para limitar la posible distraccién del pfiblico y facilitar su concentracion en el mensaje que se prOpone e1 autor. Aunque Martinez Cuitino no limita en gran manera los enseres de sus decorados escénicos, se limita a la breve descripcion de un salon en un café nocturno en donde transcurren los tres actos de El espectador o la cuarta realidad. En Extrafia Martinez Cuitino estudia e1 problema de la incomunicacién entre marido y mujer. Empleando un escenario intimo (una sala-biblioteca) y recursos expresio- nistas, e1 dramaturgo trata de sondear la intimidad de su protagonista. La introvertida esposa sufre porque su matrimonio con Ernesto no concuerda con sus ilusiones personales. Mientras que el marido se entrega a1 estudio para mitigar su aburrimiento, 1a heroina sigue viviendo en el pasado mediante e1 recuerdo de la época pasional. Ninguno de los dos esta dispuesto a transigir en lo que atafie a su propia realidad y por lo tanto es imposible cualquier comunicacién. 225 De acuerdo con la técnica expreSionista, e1 escenario donde transcurre la accién vale mas por lo que sugiere que por lo que materialmente representa. Sin recurrir a la notoria distorsién tan grata a escritores expresionistas, e1 autor emplea e1 escenario para establecer una atmésfera insinuante que se mantiene a lo largo de la obra. La siguiente acotacién de parte del dramaturgo manifestara lo antedicho: El escenario representa una sala-biblioteca. En el rincén de la derecha hay un piano cubierto con un manto granate; encima, una calavera y un florero con rosas mustias. En el rincén de la izquierda se ve una amplia mesa de caoba. Sobre esa mesa una esfera, libros desparramados, papeles, tinteros y una lampara eléctrica. A1 lado, hacia 1a izquierda, en primer término, otra mesa de estudio, con libros. Las paredes y el techo tienen el color del fuego. Magni- ficas telas y cuadros evocadores penden de las pare- des, cubriendo en lo posible los claros. Una arafia. Hay puertas practicables a1 foro, izquierda y derecha, bajo severos cortinados. El juego de sillas tapizadas, e1 sofa y el "téte-a-téte" revelan en su caprichosa y asimétrica disposicion, una elegancia facil y aban- donada. Un ventanal por donde se divisa un parque. La eSpesa alfombra tiene un color rojo-obscuro. La sala deja entrever 1a noble melancolia de las almas que la frecuentan. Su ambiente es propicio a un dulce recogimiento. En este ambiente insinuante, e1 dramaturgo coloca a sus dos antagonistas que jamas llegaran a una comprensién mutua. Si se toma en consideracion e1 sensualismo y la introvertida actitud de la heroina, e1 constante odio entre marido y mujer y las muertas ilusiones de ambos, e1 escenario cobra fuerte significado. Una de las sobresalientes caracteristicas de algunas obras denominadas de vanguardia ha sido e1 sondeo 226 psicolégico de los personajes que manifiesta e1 fuerte influjo de las teorias psicoanaliticas de Freud. Oscar G. Brockett y Robert R. Findlay observan que muchos de los nuevos movimientos artisticos pusieron considerable énfasis en el subconsciente. Ademés agregan que quizas esto se deba a las teorias de Freud que proporcionaban una explicacién semi-cientifica para fuerzas que los escritores simbolistas habian relegado a la esfera del destino, del misterio 0 de lo sobrenatural.64 Los escritores expresio- nistas, por ejemplo, se valieron frecuentemente de dichas teorias porque concordaban con su vision del hombre que, segfin ellos, era fuertemente gobernado por fuerzas inte- riores. Para sondear la intimidad de sus personajes, los escritores tuvieron que recurrir a1 empleo de varios recursos; algunos novedosos y otros de antigua procedencia como el monologo y el aparte.65 Como varios escritores expresionistas, Martinez Cuitino incluye en Extrafia a un médico cuyo papel facilita la comprension del dilema psiquico de la protagonista. E1 médico ha diagnosticado que el extrafio comportamiento de la heroina es producto de la tristeza y que dicha tristeza procede de la ausencia del hombre amado. Las explicaciones del médico sirven no 3610 para exponer e1 problema de la heroina sino también para hacer hincapié en la fuerza que la ilusion puede ejercer en el individuo. El mismo recurso es empleado en otras obras como Superficie y El mago 227 escondido en donde las implicaciones psicoldgicas tienen gran importancia. El empleo de fondos musicales también fue un recurso explotado por los escritores expresionistas. Tal recurso les prOporcionaba una manera eficaz para crear una atmésfera sugerente y en buen nfimero de ocasiones lo utilizaron para insinuar los estados mentales de los personajes. Ya se ha mencionado el empleo de un fondo musical en Café con leche en donde e1 dramaturgo combina el aspecto musical con otros elementos para crear una atmésfera poética. Uno de los mejores ejemplos del empleo de un fondo musical se encuentra en Extrafia en donde la protagonista continuamente es atraida por la mfisica melancélica que ella identifica con su pasada alegria: "Aparece por la derecha Fernanda, llamada por la mfisica. Fernanda es en aquel declinar de la luz crepuscular una sombra llena de soledad. Su actitud de ensimismamiento no le impide expresar que recuerda. Escucha. Se sienta a escuchar . . . A medida que la melodia avanza su pensamiento se hace visible; vale decir, la imagen del lugar predilecto de su recuerdo asociado se corporiza, apareciendo un parque lleno de grandes masas verdes algo esfumadas, como por una lenta accién de olvido. (Toda sugerencia sera poca para la técnica optica de aquella trasmutacion de valores , . "66 escenicos). Como en otras obras de su fase experimental, Martinez Cuitino se vale aqui de distintos recursos expresionistas (e1 juego de luces, e1 empleo de la mfisica, 228 el recuerdo evocado que se materializa en el fondo) para crear la atmésfera espiritual de la escena y para facilitar 1a caracterizacién de la protagonista. En el film escénico Atorrante o la venganza de la tierra y en la pieza Superficie el dramaturgo emplea recursos de la técnica cinematografica que se caracteriza principalmente por la rapida sucesion de los cuadros, variedad de escenarios, gran nfimero de personajes y la mutacién de cuadro a cuadro mediante e1 juego de luces.67 La primera obra esta dividida en cuatro partes que se componen de un prélogo, treCe cuadros y un epilogo. Mediante el uso del "flashback" se narran las peripecias sufridas por el profesor Morales en su vano esfuerzo por alcanzar su plenitud espiritual. Martinez Cuitifio coincide con los escritores expresionistas en presentar a su pro- tagonista luchando, como el protagonista de antafio, contra las limitaciones de la existencia material.68 E1 profesor Morales fracasa a causa de las asechanzas de la vida y por otro lado porque pertenece a una sociedad exigente e intransigente. De ahi que el protagonista aparece como titere ante fuerzas sobre las cuales no tiene ningfin control. El mismo, ante el tribunal que lo juzga por el accidental homicidio de su esposa, revela la idea central de la obra cuando dice: Por mucho que haya querido desvincularme de la tierra en busca de mi perfeccion espiritual, la tierra se ha vengado de mi alejamiento haciéndose presente en mi pobre naturaleza, y me cego con su polvo y me hundio en su barro y me bautizo con sus miserias. Dijérase que la tierra tiene celos del espiritu y que castiga 229 a los que la olvidan como yo y a los buenos como mi mujer . . . (Piensa y se emociona.) porque mi mujer, senores jueces era una criatura buena que no merecia e1 accidente.5§ El profesor intenta volver a la universidad pero los estudiantes no quieren aceptar a un profesor que, segfin ellos, esta mancillado. Valiéndose de un grupo de estudiantes, e1 autor simbolicamente representa la into- lerancia, e1 prejuicio y la injusticia social. En esta obra la mayoria de los personajes secun- darios aparecen como tipos y con frecuencia e1 autor les atribuye nombres genéricos. Con la excepcién del prota- gonista, los atorrantes que aparecen en el prélogo y en el epilogo representan un grupo social mas que tipos bien definidos. Aunque e1 dramaturgo no indica detalladamente e1 vestido de los atorrantes, hemos de suponer que se asemejan por el habito andrajoso que llevan puesto. Martinez Cuitino experimenta en esta obra con varios recursos de la técnica expresionista: evocacion animada del pasado; uso de luces para aislar en el vacio las imagenes de varios personajes 0 para realizar 1a mutacién de algunos cuadros sin tener que apelar a1 uso del telén; el empleo de transparencias para iluminar mas de un sitio que el espectador observa simultaneamente, y el uso de un fondo musical para crear una atmosfera sugestiva. Los cuadros titulados "La balanza interior" y "Los recuerdos en trOpel" son excelentes ejemplos en donde se puede comprobar 1a destreza del dramaturgo en el manejo de 230 103 nuevos recursos dramaticos. En ambos casos aparece en escena solo un personaje cuyo pensamiento toma forma en los cortinados. La manera en que se suceden y estan iluminadas las distintas imagenes de los personajes con sus frases aisladas recuerdan la llamada “stream-of—conscious- ness technique" que sigue caracterizando gran parte de la literatura contemporénea. Ambas situaciones dramaticas constituyen un ”flashback" dentro del "flashback" que se introduce en el prologo. En el epilogo se repite e1 escenario inicial del prélogo. Mediante la yuxtaposicién de elementos, como las risotadas y el amargo pesimismo de los atorrantes, 1a referencia a los recién casados, el contraste entre e1 brillante de la novia y la estrella y el fuerte rumor de las bocinas automovilisticas, e1 dramaturgo logra crear una atmosfera de pesadilla con 10 cual termina la obra. Empleando algunos de los mismos recursos escénicos que se encuentran en Atorrante o la venganza de la tierra (el uso de luces en resistencia,70 nutrido numero de personajes, personajes con nombres genéricos, materiali- zacién de imagenes) en Superficie Martinez Cuitino estudia un problema del subconsciente que determina en gran manera e1 comportamiento y la ambivalencia en que vive el prota- gonista respecto a la realidad que cree experimentar. La obra se compone de un prélogo y cuatro actos que se dividen en nueve cuadros. Hay ademas en esta obra recursos nuevos que ponen de manifiesto el constante esfuerzo del dramaturgo 231 por seguir experimentando con la nueva técnica dramatica del movimiento expresionista. En el prologo e1 autor emplea una tela en donde e1 pfiblico lee una inscripcién que versa sobre la acepcidn académica de la palabra superficie y a un Actor que dirigiéndose directamente a1 pfiblico plantea 1a idea central de la obra: "aEs en la superficie que [sic] aparece lo profundo, 0 es en lo profundo que [sic] 1a superficie actua?"71 De esa manera e1 autor establece dos planos: un plano material y visible y otro filoséfico. Una vez establecida 1a idea que da unidad tematica a la obra, se van sucediendo los distintos cuadros que en conjunto dan la impresién de una peregrinacion de parte del protagonista que va en busca de si mismo. Después de un viaje a Francia en donde consulta a un médico que lo somete a un tratamiento psicoanalitico, e1 protagonista regresa a su pais con la conviccién de que jamés pudo salir de si mismo. De esa manera e1 autor trata de probar su tesis y a la vez coincide con los escritores expresionistas en cuanto a la idea de que para entender verdaderamente al hombre es necesario penetrar en su mundo interior en donde residen sus secretos y a veces deseos inconscientes, aspiraciones, conflictos, frustraciones y alucinaciones.72 Martinez Cuitino se vale de varios recursos expresionistas para sondear en la intimidad de su personaje principal. Un buen ejemplo se encuentra en el segundo cuadro titulado "Luna de plata en el mar." Empleando 232 atributos de la naturaleza, voces que parecen salir del vacio y un fondo musical, e1 autor crea una atmosfera poética e irreal que sirve de fondo a la primera alucina- cién del protagonista en la cual éste cree distinguir la voz del Hermano. En realidad, es como si Chalo estuviera dialogando con su conciencia. En otras ocasiones e1 prota- gonista vacila entre la cordura y locura ya que cree ver las facciones de sus familiares y de su novia en otros personajes con quien se topa. En el quinto cuadro titulado "El lente interior" e1 autor emplea un espacio libre en el escenario para materializar las imagenes que proceden de las visiones del protagonista. Empleando la luz en resis- tencia para crear un plano de ensuefio y la corporizacion animada de las imégenes de tres cuadros, Martinez Cuitifio presenta e1 suefio de Chalo en el sexto cuadro y de esa manera ahonda mas en la intimidad de su personaje. En el sueno, la Novia dice ser una esclava blanca y la Hermana aparece acompafiada de su amante. El Hermano dice ser su conciencia y le echa en cara sus vicios y su mal comporta- miento con la familia y con la novia. DeSpués de acusarlo de haber causado su pobreza y su miseria moral, los fan- tasmas se echan sobre él y le dan muerte. Un aspecto interesante del suefio es que alli se habla de la apremiante situacién econémica de la familia de Chalo y esto resulta ser cierto al final de la obra. gLo ha intuido e1 per- sonaje? Cuando Chalo ha deSpertado, e1 dramaturgo continua con el juego realidad-fantasia. El protagonista cree ver 233 todavia a los fantasmas de su suefio pero un criado 1e comunica que son invitados que se han puesto la ropa de modelos para asistir a una fiesta improvisada. Con la excepcién de Chalo que ostenta complejidad sicolégica, 1a mayoria de los personajes secundarios resultan tipos convencionales. Algunos de ellos, por su oficio o por su idiosincrasia, sirven de blanco a la intencion satirica del autor. La nota docente y la intencion filosofica del dramaturgo se observan en los comentarios de otros per— sonajes como don Florencio, e1 Anciano y en personajes que el autor simplemente llama Voces. En Horizontes e1 dramaturgo también establece dos planos en donde transcurre la accion. El primer plano es el de la realidad concreta y el segundo es el plano para- normal en donde en momentos de éxtasis 1a protagonista anuncia los hechos que se realizaran en el futuro. La obra se compone de tres actos y el segundo esta dividido en dos cuadros y un intermedio. Echando mano de algunos recursos expresionistas, e1 autor logra exteriorizar los sentimientos de Zaida mientras va desdoblandose su personalidad. Martinez Cuitifio trata de explorar e1 subconsciente de su heroina y de materiali- zar en algunos momentos las imagenes que van formandose en la mente de Zaida. El automatismo con que se expresa en varias ocasiones 1a vidente y algunas frases entrecortadas y enigmaticas manifiestan e1 aparente esfuerzo del 234 autor por experimentar con la llamada "streamrof-con- sciousness technique." En el segundo acto Martinez Cuitifio se vale de un intermedio en donde solo aparece un jinete serrano cruzando e1 escenario mientras se escucha una voz que canta una décima. E1 intermedio sirve para facilitar la transicion del primer cuadro a1 segundo que transcurre en la serrania cordobesa. Hay en el segundo cuadro un excelente ejemplo en donde e1 autor utiliza un juego entre los dos planos (el real y el psiquico) que es otro recurso expresionista. Mediante e1 empleo de luces se obscurece el escenario y se presenta en este cuadro la vision que va llegando a la mente de la protagonista por medio de su sentido para- normal. Aunque Martinez Cuitino no incurre en las exa- geradas distorsiones del diélogo tan explotadas por 73 escritores expresionistas, las frases cortas, fragmentarias y aisladas de los personajes al final del cuadro segundo se aproximan a1 llamado estilo telegrafico. En el tercer acto y bajo la sugestién del Turista, Zaida exterioriza su crisis emocional en su improvisacién poética que, por el plano en que la heroina esta colocada, se convierte en un verdadero soliloquio. Esta prOpension de pasar de la prosa a1 verso es otra caracteristica que se encuentra en algunas obras expresionistas. Aunque Martinez Cuitino pasa de la prosa al verso en varias obras de la segunda fase, suele emplear e1 recurso con sobriedad. 235 Por el tema novedoso y por la manera en que esta concebida, Horizontes resulta uno de los mas interesantes esfuerzos innovadores de parte del autor. En Servidumbre e1 dramaturgo experimenta con un tipo de obra en donde los personajes representan simbolos con el fin de dar una vision en sintesis de algunas relaciones humanas. Como ocurre en otras obras ya estudiadas, lo interesante en esta obra no es la fabula que sirve de pretexto a1 dramaturgo sino la idea central que la prota- gonista senala desde el primer acto: "Quien mas, quien 74 Simbolo de menos, todos servimos a alguien o a algo." pureza y ansiosa del ideal, la heroina provoca 1a animosi— dad de gran parte de la servidumbre y de varios familiares del rico marido. Coincidiendo con escritores expresionistas, Martinez Cuitino antepone el idealismo de Evangelina al materialismo, la hipocresia y la insensibilidad de la mayoria de personajes que la rodean. Comentando sobre caracteristicas de la dramaturgia expresionista, Oscar G. Brockett y Robert R. Findlay dicen que el personaje central suele ser sacrificado a1 materialismo, 1a hipocresia o a la insensibilidad de los otros personajes quienes repre- sentan en mayor grado varias actitudes sociales y tipos humanos.?5 En la obra de Martinez Cuitino la mayor parte de la servidumbre aparecen como tipos sociales cuyo interés material 103 conduce a la falta de humanidad hacia la protagonista. Los familiares del marido de la heroina son 236 utilizados como simbolo de la crueldad social. Son ellos quienes tratan de declarar demente a Heriberto para apoderarse de su fortuna. Mas interesante resulta e1 perturbador encantamiento que Evangelina ejerce sobre la sobrina del millonario. Varios indicios a través de la obra hacen suponer en Zelmira un latente lesbianismo. Es posible que el autor haya querido simbolizar en ella las fuerzas anormales que pueden darse en el ser humano y que determinan en gran parte su conducta. Al hablar con la protagonista, Zelmira 1a compadece por el drama en que se ve envuelta y agrega: "Pero tu drama se puede decir, gritar y padecer con entera libertad. Mi drama, en cambio, esta hecho de tormentos y de dudas."76 éPOI qué no puede revelarse su drama? éAcaso por la intransigencia de la moral social? Durante una crisis emocional en el ultimo acto 1a protagonista recoge las diversas implicaciones de la obra cuando dice: "Servidumbre humillante de los criados, sdrdida servidumbre de los intereses, oscura servidumbre 77 Heriberto de la especie, servidumbre de luz del corazon." recobra su responsabilidad cuando 1a justicia lo absuelve y de esa manera se manifiesta e1 mensaje del dramaturgo: E1 hombre sdlo puede disfrutar plenamente de la vida en una sociedad en donde reinan el amor y la justicia social. Comentando sobre aspectos de la obra, Carlos Soldrzano dice: "La fabula desenvuelve la accidn dramatica en dos sentidos; uno que lo conduce a conclusiones reales y filoséficas y otro a un estado de sintesis poética que 237 aleja 1a obra de su funcion pragmatica y burguesa, aunque en cierta forma por su facil sentimentalismo e1 autor no pudiera desvincularse por completo de los postulados del teatro burgués."78 Ademas de los dos planos de accién y la fisonomia genérica de muchos personajes, Martinez Cuitino emplea otros recursos expresionistas tales como el juego de luces y la resurreccién animada del pasado que ya se han men- cionado a1 hablar de otras obras. E1 empleo del "flash- back" en el prélogo sirve para establecer las razones por las cuales Evangelina se encuentra desamparada. Un buen ejemplo en donde e1 recuerdo del Padrastro se materializa para intensificar la angustia de la joven se encuentra en el acto segundo en donde Evangelina es seducida por Heriberto. Valiéndose de la yuxtaposicion de elementos que ponen en juego cierta tension dramatica (la pureza repre- sentada por Evangelina, e1 deseo sensual de Heriberto, 1a imagen del Cristo y la violenta y aspera carcajada del Padrastro), e1 autor logra crear un cuadro expresionista. En esta obra el uso del monologo interior facilita el sondeo psiquico de dos de sus personajes principales. La exteriorizacion del pensamiento de Evangelina y de Zelmira en el tercer acto establece un plano distinto a1 de la realidad que las rodea. Mediante el uso de luces, e1 autor aisla a las dos jovenes en el escenario y de pronto se entabla un dialogo subyacente en donde cada 238 personaje reflexiona sobre la actitud y el comportamiento de la otra. En El hombre imperfecto se manifiesta la intencién del autor por establecer dos planos: el de los hechos cotidianos y el filosofico que gira en torno a1 consabido conflicto entre los sexos. A1 darles nombres genéricos a sus dos antagonistas (El y Ella) e1 autor aparentemente ha tratado de situarlos en un plano abstracto que les confiere cierto caracter universal. E1 problema de la personalidad que ha informado buen nfimero de obras vanguardistas es un motivo dominante en esta obra del dramaturgo. En Extrafia e1 dramaturgo dibujo una heroina demasiado hermética e introvertida, pero en El hombre imperfecto tiene mas éxito en deshojar e1 alma de su heroina quien odia a su marido por haberla forzado a casarse con él. Empleando algunos de los mismos recursos expresionistas ya sefialados como el monologo, efectos de luces para aislar las imagenes de sus personajes y la resurreccion animada del pasado, Martinez Cuitino presenta una situacién dramatica en donde se explora la tragedia de dos seres espiritualmente aislados. El motivo de la relatividad de la verdad, tema grato a Luigi Pirandello, es Oportunamente incorporado a la accién dramatica en los angustiosos momentos que transcurren en la sala de hotel en donde se hace patente el aislamiento de los c6nyugues. El marido cree poseer a su mujer por el simple hecho de que ella esta con él. La 239 esposa, sin embargo, continuamente se abandona a1 recuerdo de su ex-novio que surge como fantasma del pasado. En la segunda parte de este capitulo, hemos tratado de sefialar las caracteristicas que muestran e1 influjo de las corrientes innovadoras en la dramaturgia de Martinez Cuitino. Constantemente se nota e1 empefio del dramaturgo por incorporar a sus piezas draméticas temas que se alejan de los trillados temas de la dramaturgia realista-naturalista. Ademas, se puede observar en varias obras de su segunda fase dramatica e1 continuo esfuerzo del dramaturgo por experimentar con la técnica de la orientacion expresionista. Quizas a la resistencia de un sector del publico ante los esfuerzos de no pocos escritores argen— tinos, se deba el hecho de que Martinez Cuitino no incurrio en las exageradas distorsiones escénicas tan frecuentes en obras de muchos escritores eurOpeos y norteamericanos. No obstante, hay que tener presente que el constante esfuerzo innovador del dramaturgo indudablemente ayudé a modernizar e1 teatro riOplatense. 240 NOTAS DEL CAPITULO CUARTO le. Orlando Gomez-Gil, Historia critica de la literatura hispanoamericana: desde los origenes hasta el momento actual (New York: Holt, Rinehart and Winston, Inc., 1968), p59. 376. 2Arturo Berenguer Carisomo, Las ideas estéticas en el teatro argentino (Buenos Aires: Comision Nacional de Cultura, Instituto Nacional de Estudios de Teatro, 1947), pags. 257-258. 3Theodore W. Hatlen, Orientation to the Theater (New York: Appleton-Century-Crofts, 1962), p. 149. 4Cf. Fred B. Millett and Gerald Eades Bentley, The Art of Drama (New York: D. Appleton-Century Co., Inc., 5Martinez Cuitino, La humilde guimera, pag. 150. 6Martinez Cuitino, La fuerza ciega, p69. 66. 7Ibid., pag. 79. 8Cf. Millett and Bentley, pég. 149. 9Cf. Berenguer Carisomo, Las ideas estéticas en el teatro argentino, pag. 369. loAngela Blanco Amores de Pagella, Nuevos temas en el teatro argentino: la influencia europea (Buenos Aires: Editorial Huemul, 1965), pags. 13-24. lle. Roberto F. Giusti, "E1 teatro" en Historia de la literatura argentina (Buenos Aires: Ediciones Peuser, 1959), tomo IV, pags. 601-602. 12Martinez Cuitino, La humilde guimera, pag. 162. 13Cf. Hatlen, pég. 149. l4Ibid., pég. 150. 241 15Cf. Kessel Schwartz, A New History of Spanish American Fiction (Coral Gables, Florida: University of Miami Press, 1972), Vol. I, pég. 105. l6Berenguer Carisomo, Las ideas estéticas, pag. 378. l7Millett and Bentley, pag. 147. 18Blanco Amores de Pagella, Nuevos temas en el teatro argentino, pég. 23. 19Martinez Cuitino, Rayito de sol, pag. 228. ZOCf. Theodore W. Hatlen, Orientation, pag. 163. 21Gomez Gil, Historia critica de la literatura hisPanoamericana, pég. 390. 22Kessel Schwartz, A New History of Spanish American Fiction, pag. 106. 23Martinez Cuitino, No mataras, pag. 232. 24Roberto F. Giusti, "E1 teatro" en Historia, pag. 569. 25Carlos H. Faig, "La parabola del teatro de Vicente Martinez Cuitino: en Revista de Estudios de Teatro XI, Instituto Nacional de Estudios de Teatro (Buenos Aires: 1970), p69. 17. 26Juan Pablo Echagfie, Un teatro en formacion (Buenos Aires: Imprenta Tragant, 1919), p59. 325. 27Ibid., pég. 327. 28Carlos H. Faig, pag. 18. 29Martinez Cuitino, La mala siembra, pag. ll. 30Ibid., p59. 32. 3lIbid., pag. 33. 242 32Ibid., pég. 58. 331bid., pég. 57. 34Ibid. 35Cf. José Maria Monner Sans, Introduccion a1 teatro del siglo XX (Buenos Aires: Editorial Columba, 1963), pags. 19-20. 36Comentando sobre los varios movimientos artisticos que tuvieron vigencia entre 1910 y 1925, Oscar G. Brockett y Robert R. Findlay dicen que aunque aparentemente distintos y a veces hasta aparentemente en conflicto, los exponentes de dichos movimientos estaban de acuerdo en su escepticismo sobre el pasado y en su esfuerzo por definir nuevamente métodos de percepcion y expresion. Cf. Oscar G. Brockett y Robert R. Findlay, Century of Innovation: A History of European and American Theatre and Drama Since 1870 (Englewood Cliffs, N.J.: Prentice-Hall, Inc., 1973), Pag. 265. 37Cf. Brockett y Findlay, pag. 269. 38Cf. Hatlen, pag. 168 y pag. 174. 39Cf. Brockett y Findlay, pag. 270. 4°Ibid., pag. 271. 41E1 dialogo telegrafico se caracteriza principal- mente por breves estallidos de frases fragmentarias que a veces se reducen a una o dos palabras. La critica ha sefialado que este tipo de dialogo contribuye a crear e1 aspecto irreal de algunas situaciones dramaticas y a veces 1a extrafia caracterizacién de los personajes. 42Brockett y Findlay, pag. 270. 43Erminio G. Neglia, Pirandello y la dramatica rigplatense, Tesis Doctoral, Washington University, 1969 (Ann Arbor, Mich.: University Microfilms, Inc., 1970), pags. 59-60. 44Ibid., p59. 75. 243 45Vicente Martinez Cuitino, "Teatro de vanguardia" en Anales del Instituto Popular de Conferencias, XV, 1929 (Buenos Aires: Publicidad Vaccaro, 1930), pag. 243. 46Octavio Ramirez, "El pfiblico," La Nacion, 3 de abril de 1932, II sec., p. 5. Citado por E. G. Neglia en Pirandello, pags. 61-62. 47Gémez-Gil, Historia critica de la literatura hispanoamericana, pag. 511. 48Comentando sobre el tema animista, Angela Amores de Pagella dice: "No puede afirmarse que el tema animista aparezca en nuestra escena en la década tercera del siglo; sélo puede decirse que se afirmo y se presente variada y repetidamente por esa época." Angela Amores de Pagella, Nuevos temas en el teatro argentino, pég. 125. 49Roberto F. Giusti, "E1 teatro" en Historia de la literatura argentina, pég. 597. 50D. A. Arizaga, "Extrafia," en Nosotros, No. 63 (marzo, 1929), Pégs. 270-271. 51Brockett y Findlay, pag. 272. 52Carlos H. Faig, "La parabola del teatro de Vicente Martinez Cuitino," p69. 18. 53Martinez Cuitino, Cafe con leche, pag. 23. 54E. G. Neglia, Pirandello, pags. 98—99. SSIbid., pag. 99. 56D. A. Arizaga, "El espectador," en Nosotros, No. 60 (junio, 1928), p59. 419. 57E. G. Neglia, pag. 100. 58Véase Theodore W. Hatlen, Orientation, pags. 59 Martinez Cuitino, El espectador o la cuarta realidad, p69. 7. 244 6OIbid., pég. 37. 611bid., pég. 38. 62Cf. Brockett y Findlay, pags. 284-285. 63Martinez Cuitino, Extrafia, pags. 1-2. 64Cf. Brockett y Findlay, pag. 265. 65Comentando sobre la preocupacién de algunos escritores modernos por proyectar accion psicologica en sus obras, Theodore W. Hatlen menciona varios de los recursos empleados por los escritores para ahondar en la intimidad de los personajes. Cf. Theodore W. Hatlen, Orientation, pag. 167. 66Martinez Cuitino, Extrafia, p69. 14. 67En la cinematografia se han usado los juegos de luces ampliamente para conseguir lo que se llama "fade-in" y "fade-out." Debido a que no se emplea e1 telén propia- mente dicho, el recurso sirve para desconectar las escenas. Los escritores expresionistas siguieron el mismo ejemplo y utilizaron e1 recurso en vez del telon para cambiar 1a perspectiva escénica en el teatro. De ahi que en algunas obras expresionistas e1 telon permanece levantado durante toda la representacion de la obra. 68Oscar G. Brockett y Robert R. Findlay dicen que, a veces, e1 expresionismo parece ser una variacion del romanticismo en cuanto a su vision del hombre en su esfuerzo por libertarse de las limitaciones de una existencia material. Cf. Brockett y Findlay, Century of Innovation, pég. 271. 69Martinez Cuitino, Atorrante o la venganza de la tierra, p59. 49. 7OLuces en resistencia: juego de luces en varios grados de intensidad. Véase la nota arriba No. 67. 71Martinez Cuitino, Superficie, pag. 6. 72Cf. Hatlen, pag. 169. 73Ibid., pags. 175-176. 245 74Martinez Cuitino, Servidumbre, pég. 197. 75Cf. Brockett y Findlay, pag. 272. 76Martinez Cuitino, Servidumbre, pag. 275. 77Ibid., pég. 285. 78 1 . . Carlos Solorzano, Teatro latinoamericano en el siglo XX (Mexico: Editorial Pormaca, 1964), pég. 67. CAPITULO QUINTO EL ARTE DRAMATICO DE MARTINEZ CUITINO En toda obra dramética hay dos elementos indis- pensables: substancia y forma. La substancia, por supuesto, gira en torno a1 tema principal y las implicaciones que de él surgen. La forma puede tomar e1 caracter de una tragedia, comedia, melodrama o farsa que son las principales formas draméticas. De acuerdo con la idea de Fred B. Millett, la conexion entre substancia y forma constituye 1a técnica de un escritor.1 En términos generales, se puede decir que la técnica de un dramaturgo es el conjunto de métodos y recursos que emplea para dar forma artistica al material que le interesa. El propésito de este capitulo es sefialar los métodos y recursos que constituyen la técnica dramética de Vicente Martinez Cuitino. El punto de partida para un dramaturgo suele ser el tema que informaré la obra y que hasta cierto punto determina 1a forma escogida por el autor. En primer lugar hay que considerar 1a actitud de Martinez Cuitino ante los diversos temas que estudia. Se ha sefialado anterior- mente 1a seriedad que por lo general se manifiesta en 1a 246 247 dramaturgia del autor. Constantemente se puede observar en varias obras que su actitud es la del reformador social que se propone sefialar distintos males sociales que en muchos casos determinan e1 sufrimiento o fracaso del hombre. En segundo lugar hay que considerar el hecho de que el autor no escribié para ganarse la vida. Gracias a su carrera profesional y una posicion que lo apartaban de la bohemia, desiste por 10 general de hacer concesiones a1 sector del pfiblico que, como queda senalado en el cuarto capitulo, iba solo a divertirse y al que la importaba mucho mas 1a gracia de algfin actor que el contenido de la obra. La critica ha senalado que a pesar de la libertad que el autor tiene de escoger cualquier tema, surgen en algunos momentos limitaciones morales o estéticas en cuanto a los temas que pueden ser tratados en el teatro. En la época moderna, por 10 general, son las limitaciones estéticas las que suelen imponer las mas graves limitaciones.2 Martinez Cuitino enfoca amplia variedad de temas en su teatro. Los titulos de la mayoria de sus obras, por lo general, sugieren o indican explicitamente la idea principal que se convierte en un elemento decisivo y determinante del autor puesto que la accién dramatica esta principalmente encaminada a exponer y esclarecer no 8610 algfin problema sino también la intencién del 248 dramaturgo. For 10 general, Martinez Cuitino no usa el nombre de su protagonista para el titulo de sus piezas draméticas. En las obras estudiadas, la denominacion comedia es la mas comfin. Ocho son tituladas piezas y seis llevan e1 titulo de drama. También se encuentran un boceto tragico, una farsa y un film escénico. Aun en la denominacién de las obras hay variedad en la dramaturgia del autor. Con estos breves antecedentes, pasemos ahora a discutir los aspectos importantes de la técnica del dramaturgo: 1a trama, la caracterizacién, el dialogo y el escenario. En la mayoria de sus obras, Martinez Cuitino emplea e1 tipo de intriga que se caracteriza por la relacién que un incidente tiene con otro. Es decir, e1 dramaturgo desarrolla un tipo de intriga cuyos incidentes se rela- cionan de alguna manera con hechos pasados 0 con acontecimientos que se realizaran segfin avanza 1a intriga. Los incidentes iniciales de las obras del autor suelen provocar el interés del pfiblico que aumenta segfin se van sucediendo los hechos que llevan la accién hacia 1a crisis, el climax y el desenlace. Segfin Fred B. Millett, e1 problema del escritor de una narrativa con trama es principalmente uno de légica construccién. Es decir, e1 material de su obra debe exhibir una natural ilacién entre 249 sucesos separados para que la accién dramética aparezca como 16gica y verosimil.3 En las obras de Martinez Cuitino esta 16gica continuacién y relacion entre los incidentes A, B, C y D es frecuente. En su fase experimental, sin embargo, aparecen algunas obras como Café con leche y Atorrante o la venganza de la tierra que no siguen la formula establecida. En la primera, e1 dramaturgo experi- menta con un tipo de narrativa sin trama dominante en donde varios de los incidentes se relacionan 3610 por el hecho de que ocurren en tiempo sucesivo y en un mismo lugar. En la segunda obra el tiempo cronolégico se interrumpe. La obra empieza en el prélogo con el fracaso del protagonista y de ahi se pasa mediante el uso del "flashback" a las circunstancias que llevaron e1 personaje a1 fracaso. La formula de esta obra se convierte en E (prélogo), A, B, C, D, E (epilogo). En otras obras como Servidumbre y El hombre imperfecto el tiempo presente y cronologico es interrumpido momentaneamente por el mismo recurso del "flashback" que sitfia 1a accion dramética en el pasado. Uno de los elementos mas importantes de la intriga es la exposicién que, por lo general, incita la curiosidad del espectador, presenta a los personajes principales y la relacién entre ellos, y establece el tema 0 e1 conflicto principal de la obra. En la mayoria de los casos, gran 250 parte de la exposicién en las obras de Martinez Cuitifio aparece en el primer acto. Martinez Cuitifio se vale de distintos recursos para atraer e1 interés del pfiblico. En varias obras e1 dramaturgo despierta e1 interés del espectador mediante la presentacién de personajes interesantes tales como el profesor Morales de Atorrante o la venganza de la tierra y el protagonista de Rayito de sol. En la filtima obra, e1 personaje principal aparece en una sala de hospital con una venda sobre los ojos. Es légico que el espectador se pregunte: éQuién es?, éQué 1e ha sucedido? éEs grave su enfermedad? Otro ejemplo es el morfinomano de La mala siembra cuyos antecedentes establecidos por otros personajes provocan e1 interés del espectador. En otras ocasiones el autor atrae e1 interés del pfiblico mediante 1a presentacién en escena de un personaje de extrafia configuracién como Fernanda de Extrana, Mecha de El mago escondido y la vidente Zaida de Horizontes. A veces es 1a novedad del decorado lo que inicialmente atrae e1 interés del espectador como ocurre en Extrafia y en el prélogo de Atorrante o la venganza de la tierra. En Extrafia e1 autor incluye un decorado de fuertes colores y contrastes que valen mas por lo que sugieren que por lo que materialmente representan y en Atorrante o la venganza de la tierra e1 decorado del prélogo es la pared posterior de un convento que por su severidad y sencilla elegancia 251 nos recuerda de los decorados de las tragedias clasicas. En las dos filtimas obras mencionadas Martinez Cuitino se vale de una combinacién de decorado y personaje interesante. Uno de los métodos mas directos para atraer e1 interés del pfiblico es mediante 1a presentacién del conflicto principal entre los personajes importantes. En la mayoria de los casos, e1 problema dominante aparece en el primer acto en las obras de Martinez Cuitino. Para plantear e1 conflicto, el autor a veces se vale de personajes que facilmente provocan la simpatia o la antipatia de los espectadores. Entre los personajes que atraen la simpatia del pfiblico estan la mujer que aparece como victima del hombre, la mujer fuerte y trabajadora, hombres bésicamente buenos pero tarados o dominados por la pasién amorosa, el artista no comprendido, e1 extranjero trabajador, y el hombre idealista. Como contraste hay un buen nfimero de personajes hipécritas, arrivistas, explota- dores, irresponsables, prepotentes y frivolos. Queda dicho en el capitulo tercero que el autor frecuentemente se pone de parte de la mujer. Sus antagonistas suelen ser hombres ruines e inmorales que facilmente provocan 1a antipatia en el espectador. En la mayoria de las obras del dramaturgo, los personajes principales aparecen en el primer acto y alli e1 autor suele establecer 1a relacion que existe entre 252 ellos. Segfin Milton Marx, un personaje puede ser presentado en dos maneras: mediante los comentarios de otros personajes 0 e1 personaje principal puede aparecer sin previa mencién.4 Martinez Cuitifio se vale de los dos métodos para presentar a los personajes. Lo mas frecuente, sin embargo, es la presentacién del personaje principal mediante los comentarios de otros personajes que preparan a1 espectador para su entrada. Un buen ejemplo existe en El hombre imperfecto en donde e1 futuro marido de la heroina no aparece sino hasta ya muy avanzado el primer acto. Sin embargo, los comentarios de otros personajes logran intensificar e1 interés del pfiblico y ademas sirven para influir en la predisposicion del espectador hacia el personaje aun antes de que éste haya entrado en escena. La exposicién de una obra dramética también tiene una funcién retrospectiva. Es decir, la exposicién a veces informa a1 publico sobre hechos que ocurrieron en el pasado y que de alguna manera estan relacionados con la presente situacién. Martinez Cuitino suele incluir gran parte de este tipo de informacién en el primer acto de buen nfimero de sus obras. A veces e1 dramaturgo se sirve de un personaje secundario que informa a1 espectador sobre el pasado de los personajes principales. En Rayito de sol, boceto trégico en un acto, e1 Practicante contribuye la importante y necesaria informacion sobre el trégico pasado de Carlos. Otro ejemplo seria 1a tia Eulogia de 253 La mala siembra que en el primer acto alude al pasado del morfinémano Estévez. En otras ocasiones e1 autor deja que sus personajes principales contribuyan gran parte de la informacién retrospectiva como ocurre en el primer acto de La emigrada y Noche del alma. La protagonista de la primera obra, a1 hablar con sus parientes, informa detalladamente al pfiblico sobre su vida desdichada con su marido que ha motivado su resolucién de divorciarse. Adrian de la segunda obra, a1 confesar su infidelidad a su esposa, pone en juego e1 problema principal que llevara la accién dramética hacia el triste desenlace. Un buen ejemplo en donde e1 dramaturgo no revela importante informacién sino hasta ya muy avanzada la accién aparece en el cuarto acto de El mago escondido.5 Bajo la sugestién psicoanalitica del médico, la heroina de la filtima obra revela un suceso en su pasado que ha determinado en ella una crisis emocional y hasta cierto punto la aversién que siente hacia los hombres. Otra importante funcién de la exposicién es contribuir conceptos 0 ideas que preparan a1 espectador para un cambio decisivo o alguna crisis en el desarrollo de la intriga.6 Mediante este recurso los dramaturgos también logran despertar la curiosidad del espectador y a la vez intensificar e1 interés del pfiblico en hechos futuros. 254 En la dramaturgia de Martinez Cuitifio hay varias situaciones en donde e1 dramaturgo ha logrado utilizar este recurso eficazmente. A veces e1 autor pone en boca de un personaje ideas semi-proféticas que se realizan en el transcurso de la accién. En El derrumbe, por ejemplo, Roberto establece la idea del posible fracaso del protagonista cuando dice: "Y el que carece de aptitudes y de condiciones para simular, seré vencido, derrotado."7 Un concepto ideolégico basado en la idea de que las apariencias pueden engafiar es contribuido por don Honorio en el primer acto de Cuervos rubios cuando al referirse a un vaso de agua dice a Juanita: "éVes esta transparencia? . . . Parece que no esconde ningfin secreto; sin embargo millones y millones de seres la habitan, seres que tfi no ves, ni yo, ni nadie, y que solo aparecen cuando multiplicamos con el microscopic e1 poder de nuestra visién."8 Esta idea cobra importancia en el acto segundo cuando e1 marido arrivista muestra su verdadero carécter. Un caso en donde e1 autor se vale de un objeto con el fin de preparar a1 espectador para un cambio en la personalidad de la protagonista se encuentra en El hombre imperfecto. Durante una fiesta, 1a heroina se admira ante un espejo que de pronto sufre una rajadura. Esto anticipa 1a crisis emocional de la protagonista en los siguientes actos en donde ya no es la mujer inteligente que confia en si misma 255 sino una mujer que ha sufrido una desintegracién espiritual y que se debate ante su prOpia cobardia. El don dramético de Martinez Cuitino se manifiesta claramente en las escenas finales de los actos de sus obras. Alan R. Thompson en su estudio The Anatomy of Drama dice que el final de un acto debe convencer y constituir un estimulante para la espera de hechos futuros.9 Por lo general, Martinez Cuitino mantiene e intensifica e1 interés debido al suspenso y la incertidumbre que se apoderan del animo del espectador a1 caer el telén de los distintos actos. Para mantener e intensificar e1 interés, e1 autor también recurre a la explotacién de escenas embarazosas. Esta caracteristica se puede observar en obras en donde se aborda algfin problema conyugal. En ocasiones este tipo de escena suele preceder la confesion de parte de uno de los conyuges como sucede en el tercer acto de La fuerza ciega, en donde Amelia teme confesar a1 marido el hecho de que fue seducida antes de su casamiento. En el primer acto de Noche del alma también hay una excelente escena que precede 1a confesién de Adrian a su esposa. En esta filtima obra, e1 marido ha seducido a una joven que se encuentra en una situacién critica debido a1 aborto aconsejado por Adrian. Hay en estas escenas embarazosas gran nfimero de silencios y pausas de vacilacién que logran aumentar e1 suspenso y la curiosidad del espectador. Otra 256 variante del mismo recurso se encuentra en las escenas mudas que el autor incluye en algunas obras. En Noche del alma hay una escena muda entre Lucila y Adrian que el dramaturgo describe de la manera siguiente: "La escena es absolutamente silenciosa. Adrian, a1 ver a Lucila, se detiene; su hermetismo padece aquel testimonio involuntario de su partida. Lentamente se descubre, empero. A poco, ante 1a dolorosa, pero imperturbable serenidad de Lucila continua hacia 1a derecha y luego de echar una mirada de adios hacia Lucila, que no lo mira, y al ambiente, vase."lo Otro buen ejemplo de una escena muda se puede encontrar hacia el final del cuarto acto de Superficie en donde e1 protagonista sin necesidad de palabras, se da cuenta del nuevo amor de la que antes habia sido su novia. Los contrastes, que son frecuentes en las obras del dramaturgo, son utilizados para impulsar la accién dramatica, para la caracterizacién de los personajes 0 para establecer la atmésfera de las obras. Hay veces en que el autor se vale del contraste entre parejas para intensificar e1 efecto producido por el conflicto prin- cipal. En Noche del alma, por ejemplo, e1 idilio amoroso entre Gaspar y Yolanda contrasta con el conflicto principal del matrimonio Adrian-Lucila. Otro caso similar aparece en Extrafia en donde la alegria del matrimonio Carlos-Maria sirve para poner mas en relieve e1 abismo espiritual entre Ernesto y Fernanda. De vez en cuando e1 dramaturgo que apar dond fue: marj Sue: Sir! 911ml POr Que El. aUtl heel alg, % ECO! SUS 257 establece un fuerte contraste entre elementos contrarios con el fin de sugerir la atmésfera espiritual que establece e1 tono de la obra. Un buen ejemplo aparece en Rayito de sol en donde las campanas de la iglesia chocan aguda- mente con el glacial silencio de la sala de hospital. Algunas veces los contrastes son mas sutiles como ocurre en La humilde quimera en donde se incluye en el escenario un cuadro que segfin el autor "evoca groseramente la fruta 11 que suele faltar sobre la modesta mesa." Otro ejemplo aparece en el segundo acto de El hombre imperfecto en donde e1 significado del cuadro "a1 fin solos" contrasta fuertemente con la falta de comunién espiritual entre marido y mujer. La complicacién en las obras de Martinez Cuitino suele tener dos objetivos principales. En primer lugar sirve para adelantar 1a intriga y en segundo lugar para aumentar e1 interés del pfiblico, puesto que la complicacién por 10 general aparece en forma de obstaculos a la meta a que aspiran los personajes principales. Hay variedad en el tipo de complicaciones que surgen en las obras del autor. A veces las complicaciones aparecen en forma de hechos inesperados que intensifican e1 dilema inicial de algfin personaje. El inesperado procedimiento de Hugo de Diamantes quebrados, por ejemplo, empeora 1a situacion econémica de su hermana Rosina quien trata de cumplir con sus obligaciones. En varias intrigas amorosas y en algunos 258 conflictos matrimoniales la complicacién toma 1a forma de un rival como sucede en El segundo amor en donde la complicacién inicial se debe a la amorosa inclinacién de Joaquin hacia la amiga del matrimonio Joaquin-Rosaura. Otras veces 1a complicacién gira en torno a la oposicién de un pariente ante las ideas y decisiones de algfin personaje principal como ocurre en el caso de Obdulia de La emigrada y de Rosina de Diamantes quebrados. También hay situaciones en donde la informacién sobre un hecho ocurrido en el pasado complica las circunstancias de los personajes. En La mala siembra, por ejemplo, la revelacion de Cristina de que habia sido seducida por su ex-novio complica 1a situacién del hermano quien se opone a1 casamiento de su hermana con un morfinomano. Aunque por lo general los desenlaces en las obras del autor convencen puesto que son légicos, hay un reducido nfimero de obras en donde e1 final no convence. Esto se debe a que el dramaturgo no prepara suficientemente a1 publico para una decisién o acto de parte de un personaje importante. En La fuerza ciega, por ejemplo, e1 desenlace carece de 16gica si se toma en cuenta e1 ensimismamiento de Amelia en los actos anteriores. Lo interesante en esta pieza es que lo ilégico del suicidio de Salvador esta intimamente relacionado con la inicial conducta y tardia confesién de Amelia. Comentando a1 respecto, Alfredo A. Bianchi dice: 259 Y e1 final nos llena de horror, sin conmovernos. La impresién que nos deja en el espiritu es mas bien de incontenible desagrado, ante ese degfiello, ilogico y de mal gusto. Ilégico, porque dada la actitud permanente de ensimismamiento y mutismo en Amelia, se presume su eliminacién, por el suicidio o huida, pero, nunca su confesion, tan inadmisible como su consentimiento anterior y gue no podia provocar sino una consecuencia tragica.l Tomando en cuenta que finalmente la situacién se reduce a un caso de conciencia turbada, quizas hubiera sido mas légico si e1 autor hubiera eliminado a la heroina. La indecisién con que esta dibujado Salvador en los primeros dos actos también perjudica a1 desenlace. Aunque en el primer acto e1 dramaturgo trata de insinuar la posibilidad de un acto violento en un parlamento aislado de Salvador, no es sino hasta el tercer acto en donde e1 espectador se convence de la posible violencia de parte del protagonista. Comentando sobre la falsedad de algunos desenlaces, Alan R. Thompson dice que un tipo de desenlace falso es la violenta muerte de un personaje principal cuando no hay suficiente justificacién para ello.13 Aunque e1 suicidio del protagonista cae dentro de lo posible por las circunstancias que lo acosan en el tercer acto, se puede observar que Martinez Cuitino no prepara suficientemente a1 pfiblico para el horripilante degfiello en escena. Quizas la caracterizacién hubiera sido mejor si el autor hubiera prestado mas atencién a la pintura de su personaje en los primeros dos actos como lo hace en el tercero. El Salvador de los primeros dos actos es un 260 personaje dado a los desbordes sentimentales. En el tercer acto, e1 personaje es un individuo celoso, vengativo y violento. En El malén blanco también hay un momento en donde 1a falta de preparacién para una decision de parte de la heroina malogra el desenlace. Cuando Regina decide irse con el Cuervo en vez de quedarse con Chiquin, e1 pfiblico se siente defraudado por la visible inconsistencia . 14 en su caracter. Se ha comentado anteriormente sobre los desenlaces violentos de obras de la primera fase dramética del autor. Tal vez los trégicos desenlaces de Rayito de sol, L3 fuerza ciega y La mala siembra hubieran ganado en dramatismo si e1 homicidio o suicidio hubiera ocurrido fuera del escenario. Que el autor sabia manejar este recurso se puede comprobar por los finales de obras como El caudillo y El hombre imperfecto. En ambos casos 1a obra gana en cuanto a1 aspecto dramético porque las muertes ocurren fuera del escenario. Asi como en ocasiones los silencios en escena pueden decir mas que el diélogo hablado, una muerte fuera del escenario puede producir un efecto mas eficaz puesto que de esa manera se ponen en juego 1a incertidumbre y la imaginacién del espectador. Uno de los aspectos fundamentales de la técnica de un dramaturgo son los distintos recursos de los cuales se vale para la caracterizacién de sus personajes. Especialmente en la dramaturgia moderna, 1a delineacién de 10: e1 inl en el del 51 cuyos motiv< contii XX qu. 10s p turbu otro. darno drama como Prote Obsei medi; mane; Persl Que . perSl COn I aCci( fisic amane 261 de los personajes es un factor de gran importancia. Bajo e1 influjo del método cientifico y los nuevos descubrimientos en el campo de la psicologia, los escritores de finales del siglo XIX mostraron gran interés en crear personajes cuyos actos respondian a sus intimas aspiraciones y motivos complejos. Theodore W. Hatlen senala la continuacién de dicho interés en los escritores del siglo XX que también se preocupan por la accion reciproca de los personajes con el fin de explotar 1a tension y turbulencia que resulta del impacto de un personaje sobre otro.15 Martinez Cuitino se vale de varios métodos para darnos a conocer a sus personajes. Aunque en su dramaturgia se pueden encontrar métodos indirectos tales como los comentarios de otros personajes que rodean a1 protagonista y mediante detalles escenogréficos, se observa e1 énfasis en la caracterizacién de los personajes mediante lo que dicen y hacen. A pesar de las distintas maneras con que un autor puede darnos a conocer a sus personajes, varios criticos parecen estar de acuerdo en que el método basico para la caracterizacién de los personajes es mediante la exhibicién de su comportamiento. Con respecto a lo ultimo, Frank H. O'Hara indica que la accién dramética de un personaje incluye mas que movimiento fisico puesto que la accién fisica a veces no es mas que amaneramiento o accion incidental. Segfin e1 critico, la 262 verdadera accién surge del mundo espiritual de los personajes.16 Un método importante que ha sido utilizado por los escritores modernos es la auto-definicién del mismo personaje mediante el empleo del soliloquio, del monélogo 0 del aparte. Mientras que los escritores realistas— naturalistas se empefiaron en suprimir el uso de dichos recursos por considerarlos falsos y perjudiciales al objetivo que se proponian, los escritores modernos se han valido frecuentemente de tales métodos para sondear la intimidad de sus personajes. El nfimero de apartes en las obras de Martinez Cuitino es muy reducido. En la mayoria de los casos son breves y aislados comentarios de un personaje a otro. A pesar de que en varias situaciones e1 dramaturgo no indica un aparte como tal, asi se entiende puesto que se supone que el aludido en el escenario no escucha lo que se dice. El mejor uso del aparte aparece en el tercer acto de El mago escondido. Valiéndose del antiguo recurso, e1 autor establece un plano contrapuntista entre los comentarios del médico y del matrimonio Luis-Camelia con lo cual el dramaturgo logra incorporar el aspecto humoristico a la obra. Un reducido nfimero de breves comentarios en algunas obras pueden considerarse breves soliloquios porque e1 personaje se encuentra solo en escena cuando habla. E1 263 mejor ejemplo del uso del soliloquio en las obras estudiadas aparece en el tercer acto de El hombre imperfecto. Mediante e1 soliloquio Martinez Cuitifio ahonda en el alma de la protagonista que se desespera ante su pasada cobardia y se resiste a la idea del marido de que la mujer es inferior a1 hombre. El monologo también es empleado por el autor en obras de su segunda fase dramética con el fin de explorar la intimidad de sus personajes principales. En el capitulo cuarto se ha hecho referencia a un ejemplar uso del monélogo interior en Servidumbre en donde e1 recurso sirve para establecer dos planos de accién y para bucear en el alma de Evangelina y de Zelmira. Como en el caso de los apartes, e1 drama- turgo no abusa del empleo del soliloquio ni del monologo. Martinez Cuitino no es muy dado a las largas descripciones fisicas de que se valen no pocos escritores para definir e1 caracter de sus personajes. Por lo general, las descripciones que el dramaturgo incluye en las notas son breves. A veces e1 autor simplemente indica e1 aspecto general del personaje con observaciones tales como "en traje de paseo," "vestida con sencilla elegancia," "pobremente vestido," etc. Mas substanciales son a veces las referencias a1 aspecto fisico de algun individuo que surgen en los comentarios de otros personajes. 8610 de vez en cuando aparecen largas descripciones fisicas en las acotaciones escénicas. Dichas descripciones 264 pueden ser mejor apreciadas por el lector o pueden ser fitiles a1 actor encargado de desempefiar e1 respectivo papel. Por ejemplo, en el primer acto de El malén blanco el autor incluye en sus instrucciones escénicas 1a siguiente informacién sobre el duefio del café de Barracas: "Don Giuseppe, duefio del café, fuma en pipa sin distraerse y atiende a los pedidos que formula e1 mozo con estentérea voz. Desde luego adviértese en este patron cierta fisonomia rigida, sin rasgos nobles, pero curtida por el trabajo. Tiene dos ojos firmes, los finicos que pudieran contemplar a través de largos afios, sin humedecerse, una 17 Y mas humanidad heterogénea y a las veces degradada." adelante afiade: "Algfin agente se aproxima a1 mostrador, bebe una taza de café con leche, quiere pagar, don Giuseppe rehusa e1 dinero, mas por miedo que por generosidad . . . ."18 Como puede observarse, esta descripcién sirve para sefialar no 5610 el aspecto fisico del personaje sino también para indicar atributos espirituales tales como el afén de ganar dinero, la timidez e indiferencia ante una clientela humilde. Es interesante observar que a veces los personajes que tienen un papel episédico estan mejor delineados fisicamente en las acotaciones escénicas que varios personajes principales. En La fuerza ciega, por ejemplo, el dramaturgo describe a Esteban como "gordo, picado de viruela, ViZCO Y tupido de cerdas rubias."19 Salvador, e1 protagonista, entra a1 escenario hacia el 265 final del primer acto sin ninguna descripcién fisica de parte del autor. Solo después, en los actos siguientes se hacen referencias a su semblante con el propésito de revelar su estado emocional. El diélogo en las obras de Martinez Cuitino por 10 general tiene una funcién utilitaria. Es decir, e1 diélogo sirve para adelantar la intriga, para exponer las ideas, las emociones y las peculiaridades esenciales de la naturaleza de los personajes y en menor grado para describir e1 local en donde transcurre la accién dramética. Otra importante funcién del dialogo en las obras del dramaturgo es informar a1 pfiblico sobre acontecimientos que por una razén u otra no pueden ser representados en el escenario. En varios casos e1 dialogo gira en torno a hechos que ocurrieron antes de iniciarse 1a accion de la pieza. A veces este tipo de diélogo suele ser expositivo, es decir, aclara sucesos o situaciones que condujeron a1 estado presente o informa a1 espectador sobre hechos en el pasado que estén estrechamente vinculados a la intriga principal de la obra. En obras como E1 derrumbe, Lg emigrada, y Noche del alma, 1a mayor porcién de este tipo de dialogo aparece en el primer acto. En otras obras e1 diélogo expositivo aparece esparcido a través de la pieza. En obras como La mala siembra y El mago escondido una parte importante del diélogo expositivo no aparece sino hasta el filtimo acto y sirve para revelar importante informacién 266 que aclara hechos pasados que estén estrechamente relacionados con el sufrimiento del personaje central. En la mayoria de los casos, Martinez Cuitino tiene éxito en presentar la informacién que el espectador necesita para comprender los hechos que ocurren en escena. Ademas, las ideas expuestas suelen estar tan estrechamente vinculadas con la caracterizacion de sus personajes que el interés no decae durante e1 desarrollo de la intriga.20 Se ha mencionado en el cuarto capitulo de este estudio que en la dramaturgia moderna se puede observar marcada prOpensién de parte de los escritores por hacer que sus personajes se expresen tal como lo harian en su vida diaria. Este tipo de diélogo ayuda a1 escritor en la caracterizacién de sus personajes y a la vez concuerda con la actitud de escritores modernos que se proponen exhibir a1 hombre tal como aparece en la convivencia social. El dialogo en las obras de Martinez Cuitino convence porque los personajes suelen expresarse de acuerdo a su posicién dentro de la sociedad. En obras en donde aparecen parlamentos discursivos, e1 dramaturgo emplea profesionales que por su educacién y profesion convencen aunque en muchas situaciones puede observarse que el personaje desempefia e1 papel de portavoz del escritor. Lo mismo ocurre con los personajes humildes que, ademés de expresarse conforme a su clase social, afiaden aspectos de color local 0 ingredientes humoristicos que 267 sirven a veces para ocasionar un descanso emocional en el pfiblico durante e1 desarrollo serio de una intriga. Ademés, en ocasiones, el dialogo sirve para establecer un contraste en cuanto a la educacion de los personajes. Mientras que en obras de la fase realista- naturalista (Mate dulce, La fuerza ciega) e1 dialogo de los personajes se distingue por su naturalidad expresiva que se ajusta a la humilde contextura de los personajes, también hay un buen numero de obras en donde la indole discursiva del diélogo de varios personajes desgraciadamente perjudica e1 ritmo esponténeo de la accién dramética. Este aspecto de la dramaturgia del autor se manifiesta especialmente en obras que giran en torno a problemas de la clase media y de la alta burguesia tales como La fiesta del hombre, E1 segundo amor, Noche del alma y La emigrada. En la fase experimental de Martinez Cuitino, que va de 1926 a 1949, también se nota dicha propension discursiva en obras como E1 espectador o la cuarta realidad, Extrafia y El hombre imperfecto. Martinez Cuitino hace uso de disonancias lingfiisticas en varias obras que sirven para dar verosimilitud a sus intrigas y a la pintura de sus personajes. Es bien conocida 1a nocién de que una de las mejores maneras para caracterizar tipos sociales es a través de la transcripcién exacta del habla de los personajes. Este recurso ha sido explotado con frecuencia 268 en la época moderna por escritores que se esfuerzan por pintar tipos representativos de algfin medio determinado. En los Estados Unidos, por ejemplo, no pocos escritores han explotado peculiaridades del habla de los distintos grupos étnicos como los negros y los italianos. Queda dicho en la introduccion de este estudio que los escritores argentinos frecuentemente explotaron las disonancias en la manera de expresarse de los compadritos, de los inmigrantes y de los tipos del hampa portefia. En algunas obras e1 autor hace uso limitado de voces lunfardas y de peculiaridades del lenguaje para la definicién de tipos humildes o arrabaleros. Esto ocurre, por ejemplo, en el cuadro tercero de la segunda parte de Atorrante o la venganza de la tierra y en el primer acto de El mago escondido. Lo mismo sucede en obras de menor extensién como La rosa de hierro y Prepotencia. Por lo general, las obras que contienen e1 mayor nfimero de disonancias lingfiisticas estén ubicadas en los sectores marginales de la sociedad (E1 malén blanco, La fuerza ciega, Café con leche, E1 espectador o la cuarta realidad) 0 en el area rural (El caudillo y Horizontes). En El malén blanco y en La fuerza ciega, e1 dramaturgo hace amplio uso de las disonancias en el habla de los compadritos y de los tipos arrabaleros. En ambas obras aparece un inmigrante (don Giuseppe--El malén blanco; don Camilo--La fuerza ciega) cuya mezcla de espafiol e 269 italiano no $610 103 define como inmigrantes sino que a la vez afiade humorismo a la accion dramatica. En el dialogo de los compadritos y de los tipos arrabaleros aparecen con frecuencia voces de la jerga lunfarda como "grévano," "morfo," "encanar," "otario," y "espiante." Incorporadas a1 argot lunfardo surgen palabras del espafiol popular como "guita," "gayola" y "curdela." Hay en el dialogo de los personajes un buen numero de americanismos como "macanuda," "bailongo," "pilchas," "piba," "leonera," "basurearlo" y "espiche." Frecuentemente se encuentran en el diélogo de los tipos pOpulares la omisién de la "d" en el participio pasado y la supresion de la "d" final en sustantivos como "salu," "felicida," "verda," etc. Aparecen también en el dialogo de los compadritos de la ciudad expresiones rusticas como "ande" (donde), "usté" (usted), y "pa" (para). También se encuentran contracciones de palabras: "vaso'e vino"; "d'ella"; "p'acé"; "vi'a a ir yo"; "qu'esta"; "s'escapen." Ademés, hay varios dichos populares que enriquecen e1 dialogo y el empleo del voseo mezclado con el tratamiento de t6. Un buen ejemplo en donde e1 dramaturgo se sirve del diélogo de dos personajes arrabaleros para incorporar la nota humoristica y para mitigar e1 aspecto discursivo de la obra se encuentra en El espectador o la cuarta realidad. Hay en el dialogo de Tevagran y de la Callejera un nutrido nfimero de voces lunfardas. Como en el caso de Bichito de 270 Café con leche, estos personajes incurren en el uso del vesrre21 como se puede ver en los siguientes ejemplos: "tagai" (gaita), "tegobi" (bigote), "tequeban" (banquete), "chomu" (mucho), "gollega" (gallego), "jaevi" (vieja), "Dopi la bralapa" (Pido la palabra). Felizmente e1 autor no abusa en el empleo del vesrre. Un personaje cuyo dialogo establece fuerte con- traste entre su educacién y la de los otros personajes que lo rodean, es el vasco José Mari de Cuervos rubios. Algunas caracteristicas sobresalientes del dialogo de este personaje son 1a tendencia de suprimir e1 articulo antes del sustantivo, la prOpensién a explotar el uso del infinitivo, frecuente uso del diminutivo, el uso del articulo o pronombre posesivo masculino con una palabra femenina ("mano tuyo," "e1 sangre," "a1 hija," "e1 franqueza tuyo," etc.). Ademés, hay en el dialogo de este personaje varias palabras que terminan en "ota" y "ote" que dan fuerza a sus parlamentos y buen nfimero de comparaciones rfisticas que estén en concordancia con su configuracién rural. Aunque en El caudillo y en Horizontes aparecen varias peculiaridades en el idioma vernaculo mencionadas a1 hablar de El malén blanco y La fuerza, hay en estas dos obras disonancias en el diélogo que tienden a establecer cierta diferencia entre e1 habla de los compadritos de la ciudad y el diélogo de los personajes 271 del area rural. Por ejemplo, en El caudillo hay expresiones como "guelta" (vuelta), "gfieno" (bueno) y "gfieso" (hueso). De vez en cuando se observa la preferencia de la "i" sobre la "e" en palabras como "trai" (trae) y "disgraciao" (desgraciado). Algunos cambios mas radicales aunque aislados se pueden encontrar en palabras como "lai" (1ey), "rair" (reir), "ahura" (ahora) y "prosima elesién" (préxima eleccién). Con mas consistencia, sin embargo, no pocos personajes incurren en la omision de una o mas letras en un mismo vocablo como dejan ver los siguientes ejemplos: "istrucion" (instruccion), "dotor" (doctor), "atuar" (actuar), "nustra" (nuestra), "ai" (ahi), "emostrao" (demostrado), "toavia" (todavia). En esta obra hay fuerte contraste entre e1 diélogo disonante del caudillo don Bernardino y sus seguidores y el dialogo de los hijos del caudillo y del senador Regueira. De vez en cuando se encuentra en Horizontes la omisién de letras en el verbo "estar" y en el adverbio "hasta" en expresiones como "éTé segura?," "Tas por rezar," "Ta mafiana" y "Ta luego." Ademés, aparecen arcaismos espafioles como "dende" (desde), "mesmo" (mismo), "vide" (vi), "naide" (nadie), "entuavia" (todavia) y la expresién "no mas" que, segfin Augusto Malaret, se empleo mucho en Espafia durante los siglos XVI y XVII.22 Algo que no hemos visto en otras obras del dramaturgo es el empleo del yeismo que aparece en el dialogo de algunos personajes como "cabayo" (caballo), 272 "ayé" (alla), "alcantariya" (alcantarilla), "yébelo" (llévelo). Otros cambios mas radicales que aparecen en el diélogo de un vendedor que dice venir de Catamarca se pueden apreciar en las siguientes frases: "éQué ieba ai?" (11 + ie; v + b) y "Beia, hay de todo" (v + b; a + ia). El dramaturgo, sin embargo, no abusa de estos cambios porque e1 vendedor es un personaje que desempefia un papel episédico. Mientras que por un lado las disonancias lin- gfiisticas empleadas por Martinez Cuitifio sirven para dar verosimilitud a sus intrigas, por otro lado quizas limiten la posible difusién de reducido nfimero de obras fuera del area rioplatense; especialmente las obras en donde e1 dramaturgo emplea buen nfimero de voces lunfardas. Felizmente, el autor no abusa de dichas disonancias en la mayoria de sus obras en donde hace uso del idioma vernéculo. Hay que tener presente, sin embargo, que cualquier distraccién o confusién causada por el diélogo puede limitar e1 posible éxito de una obra dramética. Una de las reSponsabilidades de un dramaturgo es indicar e1 local en donde se llevara a cabo 1a accién 23 Los decorados en las obras de dramética de su obra. Martinez Cuitino suelen ser de tipo realista. E1 ambiente fisico, sin embargo, no 5610 sirve para indicar e1 local sino que a veces sirve para sugerir e1 tono de la obra. Ademés, sus escenarios facilitan la tarea del autor en 273 cuanto a la presentacién de detalles tales como la clase social a que pertenecen sus personajes, e1 estado econémico de alguna familia, gustos y preferencias, hébitos y costumbres y la hora del dia. De ahi que los escenarios en las obras de Martinez Cuitino suelen tener una funcién fitil. For 10 general, Martinez Cuitino no incurre en la larga y minuciosa descripcién escénica. En muchos casos e1 autor simplemente indica e1 aspecto general del escenario. La accion de varias de sus obras transcurre en un local reducido (una sala hogarefia, un camarin de artista, una sala de hospital, etc.) y no aparecen largas descripciones del ambiente como se pueden encontrar en obras de algunos escritores que explotan e1 aspecto costumbrista y regional. E1 decorado mas frecuente en sus obras es el de una habitacién. S610 como excepcién aparecen obras en donde e1 dramaturgo describe ampliamente el escenario como ocurre en El malon blanco y La fuerza ciega. Estas dos piezas pertenecen a su etapa realista- naturalista y manifiestan e1 interés del dramaturgo por establecer e1 aspecto tétrico del ambiente. A veces e1 dramaturgo se vale de un contraste entre los decorados de los distintos actos para adelantar 1a accién dramética. Estos contrastes suelen establecer inmediatamente un ascenso o descenso econémico como ocurre en El derrumbe y en Mate dulce. En El derrumbe, por 274 ejemplo, 1a ausencia de varios cuadros que aparecieron en el primer acto no aparecen a1 levantarse e1 telén del acto tercero y de esa manera e1 dramaturgo sugiere la critica situacién econémica del protagonista aun antes de que dicha situacién sea explicitamente revelada a través de los comentarios de los personajes. Una de las funciones importantes del decorado de una obra es contribuir a1 general efecto de verosimilitud que se requiere de una obra dramatica. Mientras que en una pieza extensa e1 dialogo puede ser utilizado para indicar el tiempo transcurrido entre los distintos actos, en una obra breve la tarea es mas dificil puesto que, a pesar de las referencias a1 tiempo, e1 dramaturgo a veces tiene que utilizar otros recursos para conseguir e1 efecto de verosimilitud. En la mayoria de obras de Martinez Cuitino, el tiempo transcurrido entre los dis- tintos actos se establece a través del diélogo de los personajes. Sin embargo, en obras de un acto e1 dramaturgo exhibe su maestria en el empleo de otros recursos que contribuyen para conseguir el mismo efecto. En Rayito de sol, por ejemplo, e1 autor utiliza e1 juego de luces para crear "un crepfisculo que se ira apagando durante e1 transcurso de la obra."24 Ademas, e1 dramaturgo se vale de los toques de las campanas de una iglesia, toques que insinfian e1 ritmo del tiempo que pasa, frecuentes referencias a la hora del dia en el dialogo, gestos de los 275 personajes que miran su reloj en distintos momentos y el sirviente que enciende la luz en la sala de hospital. A pesar de la brevedad de la obra, e1 efecto producido por los distintos recursos deja la sensacién de que han transcurrido varias horas. En Café con leche, en un acto, el dramaturgo emplea varios de los mismos recursos para dejar la sensacién de que la acci6n dramética ha transcurrido durante toda la noche: juego de luces para indicar e1 alba; referencias a la hora; gestos de los personajes; pregones de "Nacion," "Prensa" y "Vanguardia" y ruidos que anuncian "e1 tumulto de la dinamica matinal."25 Los decorados mas novedosos en la dramaturgia de Martinez Cuitifio aparecen en obras escritas durante su fase experimental (1926-1949) en donde e1 dramaturgo utilizé varios recursos de la orientacién expresionista y de la cinematografia que han sido mencionados en el cuarto capitulo de este estudio. Sus decorados adquieren e1 sello de modernidad mediante e1 empleo de recursos expresionistas como el "flashback," 1a materializacién del pensamiento de varios de Sus personajes y los fondos musicales. En Extrafia, por ejemplo, Martinez Cuitino crea una atmésfera insinuante mediante e1 empleo de decoraciones y enseres teatrales para establecer e1 tono de la obra: "un piano cubierto con un manto granate," "una calavera," "un florero con rosas mustias," "paredes y el 276 techo tienen e1 color del fuego," "magnificas telas y cuadros evocadores," "severos cortinados," "un ventanal por donde se divisa un parque," "espesa alfombra tiene 26 un color rojo-obscuro." Mediante la combinacién de varios elementos sugestivos, Martinez Cuitino logra crear un cuadro expresionista en donde el efecto producido es uno de conflicto, de silencio, de melancolia y de tristeza. Otros ejemplos de decorados novedosos que se apartan de los acostumbrados por el dramaturgo durante su fase realista-naturalista son e1 cuadro titulado "Luna de plata en el mar" de Superficie cuya accién transcurre en la proa de un barco en una noche ecuatorial y el decorado del prologo de Atorrante o la venganza de la tierra que hemos mencionado anteriormente. En Superficie, e1 dramaturgo crea una atmosfera de ensuefio en el cuadro sexto en donde toma forma e1 suefio del protagonista. Al levantarse e1 telén del cuadro aparecen unos cuadros en la pared cuya aparente importancia parece limitarse a una funcién decorativa: "e1 retrato de un hombre," "e1 retrato de una sefiorita" y "el retrato de una pareja." Durante una fiesta, Chalo se emborracha y decide descansar un poco mientras que los otros personajes van saliendo del escenario. La luz del escenario se modifica y de esa manera se crea e1 plano de ensueno. Se supone que el protagonista esta dormido cuando de pronto 277 las figuras que representan sus familiares se desprenden de sus respectivos cuadros y terminan por darle muerte. Es posible que esta situacién dramatica 1e haya sido sugerida a1 dramaturgo por el tercer acto de Enrigue I! de Pirandello en donde el autor siciliano hace salir de los nichos de la pared a la figura de la Marquesa y de Enrique IV con el objeto de provocar en el protagonista un choque mental. Otra semejanza es el efecto que produce 1a aparicién de la Marquesa y de Enrique IV en el protago- nista de Pirandello y el efecto que produce 1a aparicién de los fantasmas de su suefio en Chalo. Ambos personajes vacilan entre la cordura y la locura. Mientras que Pirandello traza los personajes de los cuadros de acuerdo con la acci6n externa de la obra, Martinez Cuitino incor- pora los personajes-fantasmas a1 suefio de su protagonista para sondear e1 problema psicologico del personaje. En la obra de Pirandello e1 presente viene a destruir el mundo de ilusién del personaje mientras que en la obra de Martinez Cuitino es la conducta en el pasado del personaje lo que termina perturbando su presente de vividor. El nfimero de decorados en las obras de Martinez Cuitino varia segfin las exigencias de la intriga dramética. En la fase realista-naturalista e1 nfimero de decorados por 10 general depende del nfimero de actos en cada obra. Sin embargo, hay varias obras de tres actos que sélo tienen dos distintos decorados. Esto se debe a que en no pocas 278 obras e1 decorado del tercer acto suele ser el mismo decorado del acto primero o segundo. Varias obras de . . 27 tres actos tienen un decorado firme como sucede en El segundo amor y Noche del alma. Las obras de cuatro actos suelen tener cuatro distintos decorados. Los decorados en las obras que pertenecen a la etapa experimental también varian segfin las exigencias de la intriga, pero durante este periodo los cambios de decorado dentro de un mismo acto son frecuentes. E1 mayor numero de cambios escénicos en las obras de cuatro actos se encuentran en el film escénico Atorrante o la venganza de la tierra y Superficie en donde e1 dramaturgo se vale de recursos cinematogréficos y expresionistas para facilitar e1 cambio de los distintos cuadros. En la primera obra, por ejemplo, e1 autor a veces emplea e1 telén tradicional y en otras ocasiones utiliza e1 juego de luces para crear un telén de obscuridad. En este capitulo hemos tratado de senalar los distintos métodos y recursos de que se vale e1 dramaturgo para dar forma a las ideas 0 temas que le interesan. Se ha mencionado en el primer capitulo de este estudio que a pesar de la semejanza entre varias intrigas y situaciones, se puede encontrar diversidad de asuntos en la dramaturgia del autor. Mientras que algunas obras se resienten debido a la fuerte dosis de sentimentalismo o a causa de no pocos parlamentos discursivos, por lo general, 279 las obras de Martinez Cuitino estan bien construidas y logran mantener e1 interés del espectador. E1 escritor no suele incurrir en el empleo de un "deus ex machina" ni se ve obligado a forzar los hechos aunque, como se ha sefialado anteriormente, en casos aislados se puede encontrar algfin desenlace que no convence. Por 10 general, Martinez Cuitifio se muestra duefio de su técnica dramética en cuanto al desarrollo de sus intrigas, 1a caracterizacién de sus personajes, e1 empleo del dialogo y la escenografia de sus obras. Ademas, e1 empleo de recursos novedosos exhiben e1 conocimiento del escritor de las corrientes innovadoras y a la vez ponen en evidencia e1 constante anhelo del dramaturgo por ir superando su propio arte dramatico. 280 NOTAS DEL CAPITULO QUINTO le. Fred B. Millett and Gerald Eades Bentley, The Art of Drama (New York: D. Appleton-Century Co., Inc., 1935), pag. 171. 21bid., pég. 172. 3Ibid., pags. 179-180. 4Cf. Milton Marx, The Enjoyment of Drama (New York: Appleton-Century-Crofts, Inc., 1961), pag. 41. 5Este tipo de exposicion se ha venido llamando en inglés "delayed exposition." 6"Foreshadowing is merely an indication of what is to come. It is indeed the dramatization of the old saying that "coming events cast their shadows before." It is any device, psychological or mechanical, used for preparing the audience to receive, without shock, some further revelation of character or plot." Frank H. O'Hara and Margueritte H. Bro, A Handbook of Drama (Chicago: Willett, Clark & Company, 1938), pag. 156. 7Martinez Cuitino, E1 derrumbe, pag. 85. 8Martinez Cuitino, Cuervos rubios, pags. 18-19. 9Cf. Alan Reynolds Thompson, The Anatomy of Drama (Berkeley: University of California Press, 1942), pag. 147. loMartinez Cuitino, Noche del alma, p69. 32. 11Martinez Cuitino, La humilde quimera, pég. 107. 12Alfredo A. Bianchi, Teatro nacional (Buenos Aires: 1920), pég. 80. 281 13Cf. Thompson, The Anatomy of Drama, pag. 146. 14Véase 1a discusion sobre este personaje en la pagina 202 del capitulo IV de este estudio. 15Cf. Theodore W. Hatlen, Orientation to the Theater (New York: Appleton-Century-Crofts, 1962), pag. 44. 16"Action, it must be understood, embraces far more than physical movement. Mere physical action is sometimes little more than mannerism, it is often incidental. Real action springs from the deep wells of purpose, of will, of character." O'Hara and Bro, A Handbook of Drama, pags. 93-94. l7Martinez Cuitino, E1 malén blanco, pags. 129-130. 18Ibid., pég. 13o. 19Martinez Cuitino, La fuerza ciega, p59. 8. 20"The history of the drama shows that while the facts of a play may be interesting in themselves, they are much more interesting to an audience which hears them as they present themselves to well-defined characters of the story. It is axiomatic that sympathy quickens interest." George Pierce Baker, Dramatic Techni ue (Boston: Houghton Mifflin Co., 1919), 9393. 3I7-3I8. 21El vesrre consiste en hablar a1 revés mediante 1a inversién de las silabas de las palabras. "E1 vesrre es una travesura; no una jerigonza. En el pristino lunfardo--el de Benigno Lugones, el de Dellepiane, el de Fabio Carrizo--no tiene cabida. Esta es una jerga fundamentalmente itélica (aunque no desconoce 1a germania, de la que asume palabras tales como gil, changador, cantar, y logra también crear esta hermosa metafora: vaivén, cuchillo). E1 hablar a1 revés, en cambio, parece ser un juego espafiol. Juan Hidalgo recoge estas cuatro ' metétesis que lo prefiguran: chepo, por pecho; lepar, por pelar; lepado por pelado, y greno por negro." José Gobello, Vieja y nueva lunfardia (Buenos Aires: Editorial Freeland, 1964), pig. 69. 22Cf. Augusto Malaret, Diccionario de americanismos (Buenos Aires: Editores EMECE, 1946), Pég. 587. 282 23Cf. Millett and Bentley, pag. 230. 24Martinez Cuitino, Rayito de sol, pég. 215. 25Martinez Cuitino, Café con leche, pég. 33. 26Martinez Cuitino, Extrafia, pags. 1-2. 27"Decorado (Firme: Cuando no cambia y es uno solo para toda la obra." Tito Livio Foppa, Diccionario teatral del Rio de la Plata (Buenos Aires: Argentores, Ediciones del Carro de Tespis, 1961), pag. 1019. CONCLUS ION La carrera dramatica de Vicente Martinez Cuitino abarca un periodo que va de 1908 a 1949, afio en que se estreno E1 mago escondido. Es posible que el dramaturgo haya escrito otras obras después de 1949, pero hasta el momento presente no se han encontrado datos que confirmen tal posibilidad. Su muerte en 1964 pone término final a una carrera dramética que se distingue por una preocupacién humana y por un constante anhelo de superacion en cuanto a la estructura formal de sus obras. Se ha sefialado en el capitulo primero de este estudio 1a imposibilidad de encuadrar 1a labor dramatica de Martinez Cuitino dentro de una tematica o estética determinada a causa de la propensién del autor por abordar temas de variada indole y su constante inquietud innovadora. Sin embargo, se ha podido observar que su creacién dramética se puede dividir en dos distintas fases que por separado ostentan aspectos unificadores. Los afios que van de 1908 a 1926 marcan 1a época durante la cual el escritor revela 1a influencia de la orientacién realista- naturalista. Siguiendo de cerca 1a tradicion establecida por dramaturgos como Nicolas Granada, Ernesto Herrera y 283 284 Florencio Sanchez, Martinez Cuitifio enfoca e1 material de sus obras con la actitud del escritor reformista. Por lo general, Martinez Cuitino no se propone e1 simple entretenimiento de su pfiblico sino mas bien se esfuerza por hacerlo reflexionar ante muchos aspectos de la convivencia social que conspiran contra los sentimientos que dan valor a la existencia humana. De ahi que sus obras suelen tener un carécter utilitario encaminado a la elevacién del hombre mediante la ensefianza moral. A través de su trayectoria dramatica aparece en sus piezas una severa critica contra 1a inmoralidad, la hipocresia, e1 vicio, las leyes injustas, las normas intransigentes, 1a explotacién de los humildes y el materialismo, es decir, contra las llagas sociales que deprimen a1 hombre y que lo condenan a una pobreza espiritual. Su profundo humanitarismo y sentido de justicia social lo ponen casi siempre de parte de los humildes y explotados que, por lo general, no tienen control sobre los factores que‘ determinan su desdicha. E1 frecuente fracaso de no pocos de sus personajes principales y los tristes desenlaces de buen nfimero de sus obras, imprimen a su dramaturgia un marcado caracter pesimista que tiende a mostrar 1a disconformidad del escritor ante e1 desencanto y el sufrimiento de un nutrido nfimero de sus personajes. Sin embargo, a pesar de su actitud comprensiva y bondadosa ante e1 infortunio de sus criaturas draméticas, se ha 285 sefialado que el dramaturgo se resiste a forzar los hechos para presentar un panorama mas halagador. Ademas se ha dicho anteriormente que Martinez Cuitifio coincide con muchos escritores modernos en cuanto a la idea de que la reforma se puede realizar mediante 1a exhibicion de las lacras sociales. Como su amigo Florencio Sanchez, e1 escritor aboga por los derechos individuales de gran parte de sus personajes y su propia "humilde quimera" gira en torno a su concepcién de una sociedad en donde el amor y la justicia social determinen 1a conducta del individuo. En este sentido, 1a dramaturgia de Martinez Cuitino se puede considerar un arte comprometido que aspira a la tarea civilizadora y a‘un intento de redencién social. En su primera fase, e1 dramaturgo manifiesta una actitud combativa que ira adquiriendo un tono mas mesurado segfin avanza su carrera dramética. Durante este periodo, Martinez Cuitino publica varias de sus obras mas conocidas tales como Mate dulce y La humilde quimera. También aparecen durante estos afios algunas de sus mas crudas expresiones teatrales como E1 malon blanco, La fuerza ciega y La mala siembra que exhiben la influencia de la orientacién naturalista. En su primer periodo, Martinez Cuitino ostenta la tipica actitud de los escritores que siguieron la tendencia realista-naturalista en cuanto a la franqueza y desenfado con que se propusieron estudiar problemas de toda indole. 286 A pesar de la variedad de temas que interesan a1 escritor, dos que aparecen con frecuencia son el derrumbe de las familias hacia la miseria y deshonra y el problema de la mujer que de una u otra manera aparece como victima del hombre. En realidad, 1a temética que inspira las obras de este periodo no varia en mayor grado de los motivos explotados por otros escritores argentinos durante las primeras dos décadas del siglo presente, tales como la situacién de la mujer dentro de la sociedad, la trata de blancas, e1 divorcio, e1 afan de figuracién social, e1 vicio del juego, el arrivismo dentro de la sociedad, 1a politica corruptiva, el tema sexual, el tema del inmigrante, los conflictos de indole amorosa y los motivos del honor, del amor y de la ilusién. Queda dicho en el capitulo cuarto de este estudio que algunos problemas como el conflicto gringo-criollo tienen un alcance limitado mientras que otros como el alcoholismo, la morfinomania, la pena de muerte y la prostitucién caben dentro del repertorio de la literatura universal. Dichos temas reflejan la preocupacién del dramaturgo con importantes aspectos de la realidad social argentina que, como ocurrié en otros paises, acompafiaron e1 progreso material de la nacién. Como muchos escritores modernos, Martinez Cuitino muestra especial interés en presentar a sus personajes femeninos luchando contra la tirania de las normas sociales y contra 1a perfidia de los hombres. Mientras 287 que muchas mujeres suelen resignarse ante e1 egoismo de los hombres, hay un grupo de personajes femeninos que ostentan los atributos de la mujer fuerte que defiende con ahinco su independencia espiritual y la integridad de su pensamiento. Algunas como Obdulia de La emigrada y Enriqueta de La fiesta del hombre cobran valor simbélico puesto que su rebeldia ante las imposiciones de los hombres y los convencionalismos sociales representa la actitud de la mujer siglo XX que se empefia en hacer valer sus derechos individuales. La actitud positiva del escritor ante los esfuerzos de estas mujeres que, por lo general, se elevan sobre los hombres en su concepcion de justicia y superioridad moral emparentan la dramaturgia de Martinez Cuitino con la literatura feminista que aspira a contribuir a la lucha emancipadora de la mujer moderna. Se ha podido observar que los personajes masculinos en la mayoria de casos desempefian un papel sumamente ingrato. Colocados en situaciones frente a un personaje femenino que defiende su derecho de encauzar su propio destino, varios de estos personajes representan normas o prejuicios sociales y un concepto tradicional del honor femenino. Ademas suelen exhibir un aire de superioridad y muestran una fuerte subestimacién de la mujer a quien consideran inferior. En contraste con los personajes cuyo fin suele ser 1a explotacién de la mujer, aparecen en las obras del dramaturgo varios personajes masculinos en su 288 papel de intelectuales que dejan entrever no pocas ideas del autor y otros que sirven como instrumento de la redencién femenina. E1 influjo de la orientacién naturalista en las obras del dramaturgo se manifiesta no sélo en la seleccién de algunos temas tales como la prostitucién, la politica corruptiva, e1 vicio del alcohol y de las drogas y el arrivismo desenfrenado sino también en la manera de enfocar los temas. Lo mas frecuente en las obras de Martinez Cuitino es un determinismo socio-econémico que, por lo general, ocasiona e1 sufrimiento 0 e1 fracaso de sus personajes. Varios de los problemas principales en las obras del escritor giran en torno a1 aspecto econémico. En la mayoria de casos, e1 factor economico esta estrechamente vinculado con otros problemas tales como la delincuencia, la explotacién y el sufrimiento de los humildes, la prostitucién y el afén de figuracién social. E1 determinismo ambiental aparece en varias formas tales como las normas sociales, las exigencias de la vida social y el miedo a1 aqué diran? Sin embargo, e1 autor también plantea un determinismo fisiolégico en obras de la primera fase dramética y en La mala siembra clinicamente describe un caso que gira en torno a un determinismo hereditario. A partir de 1926, se nota un cambio de direccién por el escritor en cuanto a los temas principales que 289 estudia y la estructura formal de sus piezas que manifiestan el influjo de las corrientes innovadoras llamadas de vanguardia. Participando activamente en el intento de renovacién en el teatro rioplatense llevado a cabo por dramaturgos como Defilippis Novoa, Armando Discépolo y Samuel Eichelbaum, e1 escritor constantemente exhibe un anhelo por incorporar a su teatro motivos y recursos escénicos mas en concordancia con el espiritu de la dramaturgia europea de postguerra. De ahi que varias obras de su segunda fase dramética manifiestan una inquietud filoséfica y a la vez registran e1 intento del dramaturgo por experimentar con varios recursos de la orientacién expresionista. Como ejemplos de esta nueva modalidad se pueden citar Horizontes, Extrana y E1 espectador o la cuarta realidad en donde e1 autor trata temas mas novedosos y universales tales como la videncia, las anomalias de la conducta que se enlazan con la problematica de la personalidad y la elaboracién de una teoria estética, en todo lo cual se puede observar e1 influjo de la tematica europea. A diferencia de la mayoria de los personajes de la primera fase dramatica que son mas dados a la facil exteriorizacién de sus sentimientos y al arrebato pasional, varios personajes principales que aparecen en las obras del segundo periodo ostentan un caracter mas reflexivo que los impulsa hacia el analisis introspectivo en donde se 290 debaten ante sus aspiraciones intimas que, por 10 general, no concuerdan con las circunstancias exteriores de su existencia. Sefialadamente razonadores y en ocasiones mas atormentados, varios personajes exhiben una densidad dramética mas complicada por tratarse de conflictos animicos de su personalidad. No pocos personajes principales del segundo periodo ostentan nombres genéricos con lo cual e1 dramaturgo logra establecer distintos planos de accién. En algunos casos, e1 autor da nombres genéricos a los personajes secundarios para simbolizar actitudes sociales. En su segunda fase dramética, Martinez Cuitino experimenta con varios recursos gratos a los escritores expresionistas tales como el juego de luces para aislar a los personajes en el vacio 0 para presentar mas de un sitio simultaneamente, el uso de transparencias, espacios libres en el escenario en donde se materializa e1 pensamiento de los personajes, 1a resurreccién animada del pasado, fondos musicales para sugerir estados de animo 0 para indicar e1 tono de la obra, telones de obscuridad mediante el uso de luces en distintos grados de intensidad, 1a yuxtaposicién de elementos escenograficos para crear una fuerte tensién escénica y el empleo del monélogo interior para exteriorizar e1 pensamiento de los personajes. Ademas e1 dramaturgo usa en algunas obras recursos de la técnica cinematografica que se caracteriza por la répida sucesién de los cuadros, variedad de escenarios, un nutrido 291 nfimero de personajes y la mutacién de cuadro a cuadro mediante e1 juego de luces. También se puede observar la tendencia del escritor por establecer dos planos en donde transcurre la accién de la obra. Un plano se adhiere a la realidad concreta de los hechos visibles mientras que el segundo da cabida a la intencién filoséfica 0 a1 sondeo psicolégico. Mientras que la mayoria de temas y recursos técnicos empleados por Martinez Cuitino en su fase experimental no son nuevos, se debe tener en cuenta que e1 5610 hecho de haber sido utilizados por el dramaturgo constituia una contribucion al intento de varios escritores por poner 1a literatura rioplatense en tono con la literatura mundial. En cuanto a algo nuevo, solo hay que recordar e1 plano de la cuarta realidad que forma parte de la teoria estética elaborada en El espectador o la cuarta realidad. Aunque Pirandello, segfin E. G. Neglia, dramatizé la transformacién de la realidad en distintos planos, es posible que Martinez Cuitino sea el primer dramaturgo que haya dado vida escénica a una teoria estética que incluye la visién del espectador. Si es asi, Martinez Cuitino debe ser reconocido como un escritor que, por su iniciativa, ayudé a enriquecer el arte teatral universal. Martinez Cuitifio manifiesta un constante empefio por ir mejorando su técnica teatral segfin avanza su carrera dramética. En la mayoria de casos, e1 autor se 292 muestra diestro en el manejo de los elementos intrinsicos del arte dramético tales como la exposicién, la complicacion, e1 empleo de métodos directos e indirectos para la caracterizacién de los personajes, e1 diélogo y la escenografia. E1 dramaturgo se vale de varios métodos para provocar e1 interés del pfiblico tales como la presentacién de un personaje de extrafia configuracién o a través del uso de un decorado atrayente. Otras veces Martinez Cuitino se vale de un personaje que facilmente atrae la simpatia o la antipatia del espectador. La complicacién en las obras de Martinez Cuitino ayuda a impulsar 1a intriga y a la vez sirve para intensificar e1 interés del publico puesto que por lo general la complicacién toma forma de un obstaculo a1 objetivo que se proponen los personajes. Mientras que los desenlaces de las obras del escritor suelen ser verosimiles, en casos aislados 1a falta de preparacién del espectador para un cambio decisivo en el comportamiento de los personajes resulta en menoscabo del efecto total de la respectiva obra. Aunque en la dramaturgia de Martinez Cuitino podemos encontrar varios métodos de que se vale e1 autor para la caracterizacién de sus personajes, se ha sefialado anteriormente que en la mayoria de casos e1 dramaturgo los define principalmente a través de lo que dicen o hacen. 293 En obras en donde se manifiesta la intencién psicolégica, e1 autor a veces recurre al empleo del soliloquio y del monélogo. Hemos dicho en el capitulo quinto que Martinez Cuitino no es muy dado a largas descripciones fisicas y que a veces 1a descripcién se reduce a una simple referencia a1 aspecto general de muchos personajes. Esto nos lleva a la conclusién de que, posiblemente, e1 aspecto fisico no tiene mayor importancia para el escritor. El don dramético de Martinez Cuitino se manifiesta en las escenas finales de sus actos que por lo general logran intensificar el suspenso del espectador y en la explotacién de escenas embarazosas que provocan 1a curiosidad del pfiblico. Estas escenas suelen ir acompafiadas de largos silencios y pausas que en ocasiones dicen mas que el dialogo hablado. Martinez Cuitifio hace excelente uso de los contrastes en sus obras. Mientras que varios son obvios, e1 dramaturgo a veces recurre a1 empleo de contrastes sutiles como se ha observado en el capitulo quinto de este estudio. El dramaturgo también se muestra habil en el uso del diélogo de sus personajes con 10 cual logra dar verosimilitud a sus intrigas. Mientras que no pocos personajes humildes se distinguen por la naturalidad expresiva de su dialogo, varios personajes que pertenecen a la clase media 0 a la alta burguesia suelen incurrir en 294 largos parlamentos discursivos que desgraciadamente perjudican e1 ritmo esponténeo de la accién dramatica. En varias obras e1 autor se vale de peculiaridades del idioma vernéculo para dar verosimilitud a la intriga y ademas para definir e1 carécter de sus personajes que provienen del area rural 0 del hampa portena. En la mayoria de sus obras, e1 autor utiliza decorados de tipo realista. Sin embargo, en su fase experimental Martinez Cuitino se vale de su conocimiento del arte escénico y lOgra crear novedosos decorados que afiaden interés a sus piezas y a la vez registran el empefio del escritor por dar a su dramaturgia el sello de modernidad. Valiéndose de una combinacién de recursos expresionistas y de la técnica cinematografica, e1 dramaturgo logra crear decorados que tienden hacia 1a insinuacién simbolica puesto que su verdadero valor reside mas que nada en las sugerencias que provocan en el espectador y menos en lo que materialmente representan. Martinez Cuitifio debe ser considerado una de las figuras importantes en la evolucién del teatro argentino. E1 hecho de que los historiadores por lo general mencionan a Florencio Sanchez como su modelo puede llevar a los lectores que no conocen su dramaturgia a considerarlo simplemente un eco del autor de M'hijo e1 dotor. Es innegable 1a influencia de Florencio Sanchez en varias obras escritas durante su primera fase dramética. En 295 ambos dramaturgos se observa una honda preocupacién por la realidad social argentina. Ademés, los dos exhiben un marcado humanitarismo y un noble afén reformista ante las llagas sociales que confiere a la dramaturgia de ambos escritores un valor documental. Sin embargo, Martinez Cuitino supera la tradicién realista-naturalista y tiene un papel importante en el intento de renovacién del teatro rioplatense. BIBLIOGRAFIA BIBLIOGRAFIA FUENTES DE INFORMACION GENERAL: Berenguer Carisomo, Arturo. Las ideas estéticas en el teatro argentino. Buenos Aires: Instituto Nacional de Estudios del Teatro, 1947. "La crisis del teatro argentino." Cuadernos del Sur (Buenos Aires, Argentina), III, no. 25 (agosto 1966), 681-690. Berenguer Carisomo, A. y Jorge Bogliano. Medio siglo de literatura americana. Madrid: Ediciones Cultura Hispanica, 1952. Berruti, Alejandro. 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Tomo I: LA FUERZA CIEGA (drama en tres actos, 1917); LA HUMILDE QUIMERA (comedia en tres actos, 1917). Tomo II: EL SEGUNDO AMOR (comedia en tres actos, 1922); LA BAMBOLLA (comedia en tres actos, 1914); RAYITO DE SOL (boceto tragico en un acto, 1909). Tomo III: LA FIESTA DEL HOMBRE (comedia en tres actos, 1919); LOS COLOMBINI (comedia en tres actos, 1912); EL VIAJE DE DON EULALIO (comedia en un acto, 1912). Tomo IV: LOS SONADORES (comedia en tres actos, 1922); EL MALON BLANCO (drama en tres actos, 1912); NO MATARAS (drama en dos actos, 1921). Tomo V: CUERVOS RUBIOS (comedia en tres actos, 1920); MATE DULCE (comedia dramética en tres actos, 1911); NOTAS TEATRALES (comedia en un acto, 1910). Tomo VI: LA MALA SIEMBRA (comedia dramética en dos actos, 1923); EL DERRUMBE (comedia en tres actos, 1909); NUEVO MUNDO (pieza en un prélogo y un acto, 1918). Tomo VII: EL AMOR AUSENTE; EL CAUDILLO; LA ROSA DE HIERRO. EL CAUDILLO: drama en cuatro actos, El Entreacto, afio I, no. 7 (Buenos Aires, 1913). 300 301 LA ROSA DE HIERRO: pieza en dos actos (Buenos Aires, 1922). LA EMIGRADA: comedia en cuatro actos, Argentores, afio XII, no. 246 (Buenos Aires, 1925). NOCHE DEL ALMA: comedia en tres actos, Ar entores, afio XIV, no. 277 (Buenos Aires, 1947). CAFE CON LECHE: pieza en un acto, Bambalinas, afio XII, no. 695 (Buenos Aires, 1931). EL ESPECTADOR 0 LA CUARTA REALIDAD: pieza en tres actos, Argentores, afio II, no. 46 (Buenos Aires, 1935). EXTRAEA: pieza en un acto, Bambalinas, afio XIII, no. 699 (Buenos Aires, 1931). PREPOTENCIA: farsa en dos actos (Buenos Aires, 1929). ATORRANTE 0 LA VENGANZA DE LA TIERRA: film escénico en cuatro partes, Argentores, ano II, no. 39 (Buenos Aires, 1935). SUPERFICIE: pieza en un prélogo y cuatro actos, Argentores, afio I, no. 6 (Buenos Aires, 1934). DIAMANTES QUEBRADOS: comedia en tres actos, Argentores, afio I, no. 30 (Buenos Aires, I934). HORIZONTES: drama en tres actos, Argentores, afio II, no. 60 (Buenos Aires, 1935). SERVIDUMBRE: pieza en un prélogo y cuatro actos, Argentores, afio VII, no. 185 (Buenos Aires, 1940). Teatro uruguaxo contemgoréneo. Madrid: EditofIal Aguilar, 1960, pags. 175-288. EL HOMBRE IMPERFECTO: drama en cuatro actos, Argentores, afio X, no. 229 (Buenos Aires, 1943). EL MAGO ESCONDIDO: pieza en cuatro actos, Proscenio, afio II, no. 7 (Buenos Aires, 1949). II. III. 302 Obras no consultadas: EL UNICO GESTO: drama en tres actos, 1908. EL IDEAL: comedia en un acto. LOS TIRANOS: comedia en un acto. MUfiEcos DE OCASION: obra en dos actos. LA PROA: drama en un acto. EL TROMPO DORMIDO: drama en tres actos. LA NOVIA DE TODOS: farsa en cuatro actos. LA COMPAEERA DE SIRIO: comedia en tres actos. EL AMIGO RAQUEL: (Citada por Willis Knapp Jones en Behind Spanish American Footlights, p59. 67, pero sin mas datos.) EL AMOR AUSENTE: LIBERACION: (Citada por Luis Ordaz en El teatro en el Rio de la Plata, pag. 268, pero sin mas datos.) LAS MADRES: (Citada por Diez-Echarri y J. M. Roca Franquesa en Historia general de la literatura espafiola e hispanoamericana, p59. 1051, pero sin mas datos.) Estudios sobre Vicente Martinez Cuitino: Acasuso, Luis Rodriguez. "La fuerza ciega." Del teatro a1 libro. Buenos Aires: Agencia General de Libreria y Publicaciones, 1920. 48-53. Anuario Teatral Argentino. Afio II. Buenos Aires: Ediciones ATA, 1925-1926. (Discusion de La emigrada de Martinez Cuitino.) 91. Arizaga, D. A. "Teatro nacional: 'E1 espectador' de Martinez Cuitino." Nosotros, no. 60 (junio de 1928), 416-423. . "Teatro nacional: 'Extrafia,‘ pieza en un acto de Vicente Martinez Cuitino." Nosotros, no. 63 (marzo de 1929), 270-274. 303 Barros, Nicolas. "Teatro nacional: 'E1 malon blanco,‘ pieza en tres actos de Vicente Martinez Cuitino." Nosotros, no. 38 (marzo de 1912), 221-226. Bianchi, Alfredo A. 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