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MAY BE RECALLED with earlier due date if requested. DATE DUE DATE DUE DATE DUE 8 $51 DISCURSOS AGRARIOS EN LA NOVELA MEXICANA DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX. By Angelica Silva-Guzman A DISSERTATION Submitted to Michigan State University in partial fulfillment of the requirements for the degree of DOCTOR OF PHILOSOPHY Department of Spanish and Portuguese 2006 ABSTRACT AGRARIAN DISCOURSES IN EARLY TWENTIETH CENTURY MEXICAN FICTION By Angelica Silva-Guzman This dissertation analyzes the land tenure system and the physical battle for land in Mexico during the 1910-1950. Through a study of agrarian and historical discourses in four Mexican novels: Gregorio LOpez y Fuentes' Tierra. La revolucién agraria en México (1932); Aurelio Robles Castillo's Maria Chuy 0 el Evangelio de Lazaro Cérdenas (1939); Roberto Blanco Moheno's M Cérdenas nos dio la tierra (1952); and Magdalena Mondragén’s Mi corazén es la m (1967). LOpez y Fuentes novel exposes the struggle for land as one of the main causes for the Mexican Revolution and the construction of a rural hero such as Emiliano Zapata. Robles Castillo’s and Blanco Moheno’s texts deal with the Cardenista and the second Cristero revolt period. Finally, Mondragon’s novel demonstrates how colonization and industrialization of the countryside impacted the Mexican struggle for land. This dissertation first defines the presence and function of agrarian discourses in the Mexican narrative and establishes the historical context in which reform and counter reform develop. Following the analysis of four novels is 'a final conclusion. As a result, the present dissertation reevaluates the novel of LOpez y Fuentes, and in the case of other three writers offers a critical study of their fiction that have been absent in spite of their contributions to the literature of Mexico. This study argues that agrarian discourses are the essence of all the productions that portray rural life as a context, and therefore. agrarian discourses are predominant in the so called “land novel"(novela de la tierra), also known as “rural” or “telluric” novel. This dissertation also proposes that the agrarian discourses contained in these novels have been predominant over the century as part of other textualities that sustain a broader national project. Such project advocates the nation’s modernity and promises equality in wealth, property and justice in rural communities. Throughout the novels the authors express their faith in the government’s programs for land recovery and fair distribution. At the same time, these authors also express a sentiment of disillusionment in their works due to the factual results of the government's political agrarian agendas in rural life. In this context, this dissertation also provides new data on how twentieth-century Mexican narrative stylistically deals with topics of agrarianism and social movements for land. Finally, I contend that agrarian novels embrace a reformist versus a counter reformist agrarian discourse view of the land conflict. The novels under analysis demonstrate this duality, which are employed by the writers to denunciate some of the agendas of the ruler elite, who uses agrarian discourses with several purposes such as: to gain political support, to control the rural mass, and also to secure their already existent power. A Dios y a la Guadalupana, como mexicana que soy. A San porque siempre me ha acompafiado en este gran proyecto. A mi mama que me ensefio que todo se puede en la escuela de la vida, aunque uno ande sin zapatos. A mi papa por ser un gran modelo como profesor, un incansable agrarista y ejidatario de La Cueva. Gracias por todo su amor, su apoyo y por ensefiarnos a enfrentar los retos de la vida con mucho animo. A Addis por ser un gran ejemplo como mujer, hermana, amiga y maestra. A Ricardo porque su firmeza conmigo, me ha ayudado a tomar decisiones sabias. A mi sobrino y sobrinas por todo su amor. Al agrarista don Lole y al politico J. Guadalupe, las dos caras de la lucha por la tierra. A Rocio y Eduardo. AGRADECIMIENTOS Hay muchas personas a las que quiero expresar mi mas sincero agradecimiento por todo su apoyo para la conclusion de esta tesis. Muy especialmente a mis directores, Prof. Rocio Quispe-Agnoli y Eduardo Guizar- Alvarez, gracias por su asesoria e invaluables consejos, y sobre todo, por todas Ias tardes que pasamos juntos a lo largo de la redaccién de mi proyecto. A los miembros de mi comité: Prof. Maria. E. Mudrovcic, Prof. Miguel Cabanas, y Prof. Theresa Meléndez, por sus valiosas recomendaciones e interesantes comentarios sobre el contenido de mi trabajo. También, quiero extender mi reconocimiento a todos los profesores y administrativos del Departamento de Espai‘iol y Portugués, a quienes fueron mis profesores, y a quienes me han brindado todo su apoyo y amistad. OHB sigue siendo mi casa. Ademas, quiero hacer mencién del apoyo econémico y técnico que me han otorgado para financiar mis estudios y para llevar a cabo mi investigacion: USEBEQ de México, Wester Michigan University, the Department of Spanish and Portuguese, CLACS, The Graduate School, and the College of Arts and Letters of Michigan State University, Revista Proceso de México, o Arquivo Edgard Leuenroth de Brasil, Prof. Mark Curran. A todos mil gracias. Durante mis estudios he tenido eI privilegio de tomar clases con profesores que me han ensefiado muchisimo, pero sobre todo han sido amigos y ‘familia. Gracias a todos ustedes: Esther, Rocio, Luisa, Bety, Yreri, Alejandro, . h John, Irma, Seidy, Jorge, Robert V., Robert F., Gary, Antonio, Carmen, Maria, Patricia, José, Javier, Pedro, Sergio, Dinna, David W. (+). A Patt, Lee, Hellen, Lisa, Jodi, Mark, Leanelle, Donna, Kathy, Luis y a toda la familia TELAMON por ensefiarme el lado americano de las cosas y por apoyar la causa del inmigrante campesino. A Matthew. A Laura, Victoria, Claudia, Jocelin, Kathleen, Jade, Lola, Bicho, Gustavo, Eric, David Bialski, Scott amigos excelentes, gracias por sus porras, por sus consejos, por su amistad. por los ratos juntos y por las inolvidables fiestas. Y a todos mis compafieros de la UAQ, WMU, MSU y CMU, gracias. vi INDICE INTRODUCCION 1 CAPITULO 1. AMBIENTE LITERARIO Y ORIGENES DE LA LUCHA POR LA TIERRA EN MEXICO 22 1.1. El ambiente literario mexicano de principios del Siglo XX ........................ 22 1.2. Los discursos agrarios en la novela de la primera mitad del siglo XX ...... 30 1.3. Antecedentes histéricos de la lucha por la tierra en México ..................... 41 1.4. Notas 49 CAPITULO 2. TIERRA. LA REVOLUCION AGRARIA EN MEXICO ............... 51 2.1. Gregorio LOpez y Fuentes, la propiedad de la tierra ................................. 51 2.2. “A la sombra de la Revolucion Mexicana.” La legalidad de la escritura 53 2.3. Emiliano Zapata, el héroe revolucionario y el ejido .................................. 63 2.4. El latifundio y la hacienda como forrnas de control ................................. 69 2.5. Conclusién 81 2.6. Notas 84 CAPITULO 3. MARIA CHUY 0 EL EVANGELIO DE LAZARO CARDENAS: EL CARDENISMO MAS ALLA DEL REPARTO ......................................... 87 3.1. Aurelio Robles Castillo, el campo en la posrevolucién ............................. 87 3.2. La otra revolucion, la cultural ............................................................. 92 3.3. La segunda Cristiada: Ia continuacién del suefio liberal ......................... 104 3.4. El héroe agrarista 108 3.5. Conclusién 119 3.6. Notas 122 CAPITULO 4. CUANDO CARDENAS NOS DlO LA TIERRA: EL DESENCATO DE LA LUCHA AGRARIA EN LA NOVELA 125 4.1. Roberto Blanco Moheno, una revision a la reconstruccién nacional en el campo 125 4. 2. Las alianzas cardenistas: los reformadores del campo ......................... 130 4. 3. La alianza por la contrarreforma 140 4. 4. De los Iogros y las frustraciones del agrarismo cardenista ..................... 149 4. 5. Conclusién 157 4.6. Notas 164 vii CAPITULO 5. MI CORAZON ES LA TIERRA: LA COLONIZACION AGRARIA 166 5.1. Magdalena Mondragén y la defensa del progreso rural ......................... 166 5.2. El México posrevolucionario y la novela agraria de la segunda mitad del siglo XX ...... 172 5.3. La segunda mitad del siglo XX: un examen al progreso social en el campo 177 5.4. La esperanza campesina, el mesianismo agrario de los ingenieros ...... 180 5.5. El romanticismo de la colonizacién agraria: Ia reubicacion .................... 186 5.6. La Revolucién Verde y la industrializacién 194 5.7. Conclusién ................................... 199 5.8. Notas 201 CONCLUSION 204 Notas 215 BIBLIOGRAFIA 216 Obras citadas 216 Obras consultadas 226 viii INTRODUCCION a nosotros nos dieron esta costra de tepetate para que la sembraramos. Nos dijeron: -De| pueblo para aca es de ustedes. Nosotros preguntamos: -g,El Llano? - Si, el llano. Todo el Llano Grande. Nosotros paramos la jeta para decir que el llano no lo queriamos. Que queriamos lo que estaba junto al rio. Del rio para alla, por las vegas, donde estan esos érboles Ilamados casuarinas y las paraneras y la tierra buena. No este duro pellejo de vaca que se llama Llano. (Rulfo 1953: 114) La temética agraria y sus ramificaciones se han estudiado ampliamente en disciplinas sociales: antropologia, historia, sociologia, economia, etcétera; por lo que es imperioso examinar mas sobre la dimension cultural de este fenémeno social en la literatura. Ya que estas propuestas y representaciones de la vida rural se pueden apreciar como parte de la narrativa mexicana de la primera mitad del siglo XX. Ademés, estos acontecimientos inauguraron una retorica de denuncia y reforrnas sociales que llegaron a ser Ieit motives de la literatura mexicana en esta época. Existe una creciente bibliografia narrativa sobre la novela porfirista, la novela indigenista, la novela de la Revolucién Mexicana y la cristera en la cual se vislumbra la lucha por la tierra y la presencia activa de los trabajadores del campo. Sin embargo, no se han destacado los discursos reformistas y contrarreformistas agrarios en ellas como tematica particular. Por tanto, mi estudio comienza proponiendo una definicién de los discursos agrarios ' como expresién literaria en la novela mexicana, para continuar exponiendo su ‘ A funcién como parte de estas novelas. Ademas, sugiere pautas de analisis literario para el mejor entendimiento de las propuestas agrarias y culturales, y los comportamientos de las masas campesinas en la narrativa de la primera mitad del siglo XX. Planteamiento del problema. En la literatura mexicana, el tema de la lucha por la tierra y por la instauracién de una reforma agraria ha sido marco contextual de diferentes manifestaciones socio—culturales y expresiones Iiterarias desde mediados del siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX. Posteriormente, en la segunda mitad del siglo, esta temética disminuyo considerablemente debido al acelerado crecimiento de Ias grandes urbes y a los proyectos de modernizacién de la nacion que promovian los gobiernos posrevolucionarios. La vida rural se presento como simbolo glorioso de la mexicanidad L’Inicamente. Sin embargo, algunas producciones contemporaneas del nuevo milenio comienzan a retomar el tema de la lucha por la tierra al acercarse la conmemoracién del centenario de la Revolucién de 1910. En este estudio analizo cuatro novelas: Tierra. La revolucidn agraria en México (1932) de Gregorio L6pez y Fuentes, Maria Chuy 0 el Evangelio de Lazaro Cérdenas (1939) de Aurelio Robles Castillo, Cuando Cérdenas nos dio la tierra (1952) de Roberto Blanco Moheno, y Mi corazén es la tierra (1967) de Magdalena Mondragén. A través de estas obras Iiterarias pretendo acentuar la existencia de una narrativa enfocada en la problematica agraria que intenta Iegitimar o atacar Ias politicas posrevolucionarias referentes a la reforma de la tierra como un proyecto nacional encaminado a fomentar el bienestar del trabajador de campo. También, deseo revelar una lucha que se da por el poder entre sus representantes, quienes sélo utilizan a los grupos menos afortunados con fines proselitistas, como medios para conseguir y afianzar el poder con el que ya cuentan. Tal hecho brinda la posibilidad de revisar la funcién de los discursos agrarios de caracter reformista versus contrarreformista, y el discurso histérico presentes en estas novelas que retratan la primera mitad del siglo XX. De igual forma, este analisis invita a destacar la representacion de personajes claves en esta lucha por la tierra y por el poder en la implantacién de los proyectos nacionales en el medio rural: campesinos, hacendados, el clero, agraristas, cristeros, maestros, ingenieros, el Estado, principalmente. El analisis de estas cuatro obras homogéneas, por la temética agrarista que encierran, cubre un periodo que va de 1932 a 1967, afios en que fueron publicadas, lo cual me permite atender al desarrollo de esta tematica de acuerdo a los proyectos agrarios del Estado, los proyectos de nacion contemporaneos y estrategias narrativas que se registran en ese lapso en la literatura mexicana. También, su estudio nos ayuda a entender e interpretar una realidad socio- econémica, politica y religiosa que ha estado presente en México por mas de un siglo, ya que estas novelas son todo un tratado politico-agrario e histérico. Es decir, en su contenido se da una relacidn entre la historia y la ficcién, por lo que es conveniente revisar el referente historico que da vida y carécter real a cada . novela. De igual forma, mediante su analisis se podra observar: a) cémo se ha desarrollado esta temética en la novelistica mexicana, b) cemo ha sido tratado por cada autor que la desarrolla, c) cémo ha sido presentado por la critica, y d) cémo es que se ha mantenido latente esta temética en la narrativa a pesar de los cambios que han operado en la literatura y en la vida agraria del pais. Ademés, con este estudio pretendo subrayar la funcién social del autor- periodista en su labor comunicativa de dar a conocer el momento que vivia la lucha por la tierra en el pais, y de presentar su obra como testimonio y recordatorio de este tiempo. También, exponer que los cuatro autores que estudio inspirados por las ideas liberales cimentadas en la Revolucién, trataron de crear una conciencia social inclinada al analisis de los problemas nacionales del campo, a una denuncia de la situacién del campesino vista en la representacién de la vida de los campesinos en términos de una situacién de miseria y a la lucha agraria del campesino. Estos escritores buscaban dar voz al campesino y mostrar sus fonnas agenciales de lucha frente al Estado y la lglesia en sus obras descritas como Ias “armas de los débiles". Sin embargo, al llevar a cabo su cometido los autores registran un sentimiento de desesperanza y coraje que descubren en sus relatos, ya que estas obras enfatizan que algunos de los grupos rurales llegaron a defender y resguardar el tipo de vida llena de opresién que Vivian; por el hecho de mantener una identidad en una sociedad comunitaria tradicional y ser parte de ella. Finalmente, con este estudio pretendo exponer que la representacién de la problematica agraria y la lucha del campesino en la novela mexicana no son exclusivas de la novela de la tierra, de la Revolucién Mexicana, de la novela indigenista, por mencionar algunas; sino que es una temética particular y vigente en las novelas de contexto rural de todos los tiempos. Para tal proposito reviso estas cuatro novelas que representan diferentes épocas a partir de la Revolucién de 1910 y hasta, mediados del siglo XX. El criterio de seleccién de las obras esta condicionado por la exposicién de discursos agrarios reformistas y contrarreformistas que aparece como nucleo central de cada novela. Las elegi por su amplio contenido politico-histérico que se presenta en sus péginas, asi como por una inclinacion y gusto personal por la tematica de la tierra, la vida en el campo, los campesinos, los discursos religiosos y, por la admiracion que siento por la produccion literaria, historiogréfica y periodistica de estos escritores. Ademas, por la originalidad de Ias novedades estilisticas que los autores utilizan para presentar su historia narrativa, la cual ha captado muy poco la atencién de la critica. La riqueza de esta tematica agraria demanda un seguimiento y una mayor atencién en un sinnumero de obras Iiterarias mexicanas que invitan a su revisién y que no han salido a la luz de la critica. Por esto, con mi estudio intento Ilamar la atencién a las obras de cuatro autores que tratan esta tematica explicitamente y que no han sido evaluadas por la academia. En este punto cabe mencionar que con la excepcién de la novela de Lépez y Fuentes, la cual ha sido analizada ampliamente bajo otras vertientes Iiterarias, como la novela de la Revolucién Mexicana o indigenista; Ias otras novelas no han captado la atencion de los criticos por la preferencia que se ha tenido por lo canénico y por otras razones que mas adelante se sugieren. La produccién de Mondragén ha sido objeto de 5 A algunos estudios enfocados a la literatura escrita por mujeres y al tema de la pobreza de los sujetos subalternos1 en ambientes rurales y urbanos. El acervo de Blanco Moheno que ha sido analizado, corresponde a estudios en el area de la crénica politica periodistica y a sus tratados de historia, pero se habla poco de su material literario. Y la narrativa de Robles Castillo ha sido revisada como parte de la novela cristera, muy recientemente; asi como algunos de sus guiones cinematograficos. Comun a todos es que las obras que aqui se analizan han arrojado pocos estudios criticos, lo cual puede explicarse por diversos motivos: a) Otras obras de estos autores han ocupado la atencion de los estudiosos porque han sido reconocidas e incluso premiadas por la critica, dejando a un lado novelas como Ias que aqui se examinan. Este es el caso de El indio (1935) de L6pez y Fuentes que gano el premio Nacional de Literatura Mexicana el mismo afio de su aparicién como “la mejor novela del afio.” b) El factor tiempo. es decir, la inmediatez o lejania con que se publicaron tales obras con respecto a los sucesos agrarios que cuentan en ellas y el momento agrario y politico que vivia el pais. Este es el caso de Maria Chuy 0 el Evangelio de Lazaro Cérdenas (1939) de Aurelio Robles Castillo, la cual se publico cuando Ias politicas nacionalistas de Cérdenas habian llegado a una etapa de moderacién debidas al radicalismo con que se habian estado aplicando. En esta etapa de transicién, Ia popularidad de este Presidente venia en descenso, y esto pudo oscurecer Ia difusidn de esta obra y otras novelas consideradas cardenistas. c) En lo que respecta a la vida nacional; Ias novelas de corte urbano oomenzaban a Ilamar la 6 .A atencién de la critica, los lectores y las casas editoriales. d) También, la escasa difusién de las mismas por la editorial que las publico, y el desconocimiento de los autores, ya que éstos fueron mejor conocidos como periodistas que como escritores. Todos estos factores han contribuido al limitado o nulo estudio sobre estas novelas que ejemplifican claramente los discursos agrarios que mas adelante se analizan. También, estas obras comparten escenario con la novela de la Revolucion Mexicana, Ia novela indigenista, Ia Cristera, la novela histérica, la novela cardenista, principalmente. Por tanto, analizar los discursos agrarios como temética particular pretende ofrecer una nueva visién al espacio de la novela mexicana. Ademés, considero que esta problematica es catalizadora de otras manifestaciones Iiterarias, como la proletaria, o la que trata sobre Ias guerrillas, Ias cuales tienen raiz en el conflicto agrario. Sin embargo, tal problematica por la tierra, su reforma agraria y los programas alternativos que la complementan no han merecido el reconocimiento dentro de la academia literaria que considero trascendental, ya que estas novelas han dado su versién sobre el agrarismo en México a través del tiempo. Finalmente, con este trabajo intento Ilamar Ia atencién al estudio de obras de tematica agraria para continuar con esta tradicién literaria que sigue vigente en la vida nacional y cultural de México, e incluso, de un contexto mas amplio, el Iatinoamericano. Ademas, la vispera de la celebracién del centenario de la Revolucién Mexicana en el afio de 2010, invita a pensar en la produccién de nuevas obras con temética agraria, pero con una actitud revisionista A condicionada portal conmemoracién, por el desarrollo que la reforma de la tierra ha tenido a lo largo del siglo, y por las nuevas preocupaciones ambientales y comerciales del hombre contemporéneo. Esto puede, sin duda, ser un efecto colateral en las producciones de otros paises que, poco a poco, irén conmemorando el aniversario de sus movimientos armados de la lucha por la tierra, de sus revoluciones 0 el levantamiento de guerrillas rurales. Por lo que en una nueva época. ante un nuevo milenio, y dentro de contextos diferentes y reestructuraciones de cédigos agrarios, tengo la firmeza de que esta tradicién literaria vendra cargada de nuevas formas estilisticas para presentar los resultados del problema milenario de la reparticién de la tierra. Asi como otros rasgos de la cultura popular mezclados con los avances tecnologicos y ambientales, sin dejar a un lado la estructura de las relaciones socio—econémicas de produccién ante la introduccién de mercados globalizados. En definitiva, la lucha por la tierra y por la implantacién de una reforma agraria viable a las necesidades de la poblacién campesina o que vive de la tierra es una verdad contemporanea a la que no se Ie han podido encontrar respuestas favorables. Hoy en dla, esta lucha por sobrevivir en el medio rural y por la defensa de sus derechos como civiles, cada vez se esta tomando mas agresiva. Por tanto, la propuesta que presento en este trabajo sobre el anélisis de los discursos agrarios reformistas versus contrarreformistas en la novela mexicana de la primer parte del siglo XX, nos ayuda a entender el funcionamiento de este problema, la relacién de las fuerzas politico-histéricas y socio-culturales que entran en contacto para que se desarrollen, y nos prepara 8 fi para el estudio de las nuevas formas Iiterarias emergentes que retoman el tema agrario en este siglo XXI. Por tanto, Ia concrecién de las funciones discursivas agraria a partir del estudio de estas producciones Iiterarias, y el testimonio de su vigencia en la narrativa mexicana por mas de medio siglo son Ias contribuciones que esta tesis espera aportar al estudio de la literatura mexicana. Marco tedrico. Este estudio se apoya en las propuestas estéticas de los afios veinte que responden a la literatura criollista, Ias cuales se pueden observar en la novela realista, Ia novela de la tierra, de la Revolucion Mexicana y de la cristera, por dos rasgos fundadores, que también responden a Ias novelas que analizo en este estudio. El primero, la atmésfera cultural que la impulsaba se define por la busqueda de la identidad, un ansia de saber qué es México, qué ha sido su enmarafiada historia, su religién, sus razas y sus credos; el segundo, la imaginacién que alimenta, el significado que adquieren sus modelos literarios, simples o complejos, esta deterrninado por la relacién de novela histérica y ficcién. (Ruiz Abreu 76) El criollismo como corriente literaria surgio a fines del siglo XIX, ante el menosprecio generalizado por el mundo campesino y una tendencia a privilegiar la ciudad como centro de desarrollo de las naciones. Sin embargo, algunos escritores comenzaron a presentar el medio rural haciendo referencia a iconos nacionales en su habitat natural frente al cosmopolitismo de las ciudades para contribuir a su conocimiento. Por ejemplo, eI campesino o peén acasillado tienen amplia presencia en novelas de José Lopez Portillo y Rojas, Emilio Rabasa, Mariano Azuela, entre otros. La estampa de estos personajes tiene como propésito constituir el nacionalismo y la “identidad cultural latinoamericana", en el sentido de patriotismo, frente a culturas extranjeras (Goic 549). El fomento de la nacionalidad se debio, principalmente. a la incorporacién de Latinoamérica al mercado capitalista mundial como productor de materias primas a fines del siglo XIX y continuaria hasta entrada la primera mitad del siglo XX. Posteriormente, a principios del siglo pasado, la novela mexicana se encontraba en una fase del realismo en la que centraba su atencién en los problemas socio-econémicos y politicos de las masas campesinas que llevaron a la Revolucién de 1910. Claude Duchet apunta que la novela realista toma prestados sus materiales de la realidad contemporanea; pero va mas alla de ésta porque “la ilusion realista se caracten'za por un juego incesante entre el referente y su referencia, por el cual se constituye la realidad textual del espacio social de la novela" (Negrin 164). Esta narrativa tomo forma ante la espontaneidad de los sucesos narrados contemporéneos del momento cadtico que Mexico experimentaba, haciendo a un lado los temas y el exotismo promulgado por el Modernismo en decadencia. Los novelistas adoptaron temas sobre Ias situaciones que vivian los grupos étnicos y trabajadores del campo a quienes se Ies prometieron mejoras de vida con la imparticién de una justicia digna y la entrega de tierras. El incumplimiento de estos ofrecimientos llevo a 10 A masivas oleadas de violencia en ambientes rurales que se pueden observar como contexto histérico de estas novelas. Cabe agregar que este tipo de novelas que promueven el agrarismo coinciden con el concepto que proponen John Beverley y Marc Zimmerman en Literature and Politics in the Central American Revolutions (1990), el cual aunque esta enfocado a hechos histérico-literarios de la segunda mitad del siglo XX, puede ser aplicado perfectamente a la literatura de la primera mitad del mismo siglo en México. En este estudio, los autores definen a la literatura centroamericana como una practica ideolégica de liberacién de las revueltas armadas, surgidas de un complejo juego de relaciones culturales e instituciones dadas por la tradicién que codifican nuevas formas personales, nacionales y de identidad popular.2 Por tanto, estas novelas se pueden distinguir como la expresién literaria de los conflictos de clase surgidos como consecuencia de los problemas de la tierra en varios periodos histéricos que se resumen en una variedad de fonnas estilisticas en algunas obras del siglo XX. Estas etapas son: a) Los modelos prehispanicos anteriores a 1492; b) La Conquista espafiola; c) La lndependencia de la corona Espafiola (1810), d) La Constitucién de 1814; e) Las Leyes de Reforrna de 1854 (productos de la guerra del mismo nombre); f) El Porfiriato 1876 a 1910; 9) La Revolucion Mexicana; h) La Constitucién de 1917; i) La reparticién masiva de tierras hecha durante la gestién de Lazaro Cérdenas en 1936; j) El programa ruizcortinista de colonizacién, la tecnologizacién del campo y la Revolucién Verde. Estas fases continuaron su curso con la reformulacién de Ias leyes agrarias, Ia insurgencia de movimientos guerrilleros del campo quienes continuan con las exigencias centenarias de sus antepasados, y la creacién de secretarias encargadas de estos asuntos, como la Comisién Agraria. Entonces, es claro que estas novelas de contenido agrario cuestionan la realidad contemporanea que presentan al describir o situar como contexto de sus obras un hecho de caracter histérico. Por tanto, comparten escenario con Ias novelas histéricas porque recrean de forma considerable los eventos pasados que vivio determinada parte del pais. Wolfgang Vogt explica lo que se entiende por novela histérica en el campo de la critica Iiteraria: Es una narracién que presenta con adecuada finalidad el escenario de una época del pasado, en que aparecen algunas figuras histéricas, en puntos que coinciden con la narracién o como decoracién de fondo para dar mayor realidad al cuadro, acomodando Ias acciones de los personajes reales o imaginarios a los acontecimientos y la sociologia de la época en que se sitt'Ia la novela. (51 )3 No cabe duda que el referente histérico es evidente en estas novelas que denotan el constante testimonio y juicio de los hechos. Entonces, considerando Io anterior, se puede decir que estas obras son histéricas por el hecho de que quieren representar un hecho pasado, pero sin dejar ningun antecedente histbrico fuera; puesto que quieren demostrar la evolucién del problema de la tierra que en la actualidad de la novela se presenta. Sin embargo, no son documentos histéricos per se porque no intentan demostrar verdades, sino juicios ampliamente contextualizados. lncluso, los autores adoman esta historia i con elementos de la tradicional popular para situar el contenido agrario de sus obras. Por tanto, al estar basadas en elementos reales de la historia del pais, sus personajes no pueden distar de serlo. En estas novelas existe una gama de actores que recorren sus paginas. Entre ellas estan personajes reales e histéricos: Porfirio Diaz, Francisco I. Madero, Emiliano Zapata, Lazaro Cérdenas, principalmente que aparecen mencionados o participan activamente en la trama. Luego, vienen los personajes colectivos: los agraristas y posteriorrnente, los nuevos zapatistas, hombres que se organizaron para pelear por hacer validero el Articulo 3° constitucional; los campesinos y los campesinos de origen étnico o indigenas que trabajan la tierra; los cristeros “una bola de campesinos que carecen de disciplina militar, de estrategia, pero guiados en su lucha por la mano de Cristo Rey... defendiendo a la santisima virgen" (Ruiz Abreu 108). Los profesores rurales encargados de predicar los nuevos proyectos de nacién, culturales y educativos. “Se podria decir que la revolucién ya habla Iogrado la Reforma Agraria. pero que faltaba ensefiar a las masas a cemo hacer cumplir Ias leyes, y educarlas también para la nueva vida de un Mexico moderno” (Ortega-Aguilar 17), y ésta era la tarea de los educadores. Los ingenieros, hombres que tenian la misidn de mejorar la vida de los pobladores del campo y de las condiciones terrenales para su mejor aprovechamiento. Los personajes que no pueden faltar son los clérigos, quienes hasta los afios 1960 fomentaron la teologia de la liberacién, pero antes su discurso habla sido contrarreformista y de fortalecimiento de la inmovilidad del pueblo y sumisidn frente a la hegemonia. AI igual que sus comparsas, los hacendados ricos que mantenian al pueblo pasivo a través de la religion, los créditos, Ia tienda de raya y la violencia fisica. Otros personajes son: los revolucionarios arribistas que se enriquecieron aprovechandose de la ideologia agraria. El cabecilla acomodaticio al servicio exclusivo del dinero que arrastraba a las masas para conseguir sélo beneficios personales, en general hombres que se aprovechaban del momento para medrar en su provecho. La Iista puede continuar, sin embargo, éstas son las figuras mas representativas que corren por las novelas de la lucha por la tierra y que vamos a poder apreciar en el anélisis de estas cuatro novelas. Ademas de Ias propuestas Iiterarias: criollismo, realismo, novela histérica, me refiero al concepto de “nacién como una comunidad imaginada inherentemente limitada y soberana", propuesto por Benedict Anderson (1993) que dice: Es imaginada porque aun‘ los miembros de la nacién mas pequefia no conocerén jamas a la mayoria de sus compatriotas, no los veran ni oiran siquiera hablar de ellos, pero en la mente de cada uno vive la imagen de su comunidn [...] La nacién se imagina limitada porque incluso Ia mayor de ellas, que alberga tal vez a mil millones de seres humanos vivos, tiene fronteras finitas, aunque elésticas, mas allé de las cuales se encuentran otras naciones [...] Se imagina soberana porque el concepto nacio en una época en que la llustracién y la Revolucién estaban destruyendo la . legitimidad del reino dinéstico jerarquico, divinamente ordenado [...] Por I'Iltimo, se imagina como comunidad porque, independientemente de la desigualdad y la explotacién que en efecto puedan prevalecer en cada caso, la nacién se concibe siempre como un compafierismo profundo, horizontal. En L'Iltima instancia, es esta fraternidad la que ha perrnitido, durante los ultimos dos siglos, que tantos millones de personas maten y, sobre todo, estén dispuestas a morir por imaginaciones tan limitadas. (5) Tomo este concepto, especialmente la parte referente a la “fraternidad", ajustandolo a la realidad de México, para destacar la necesidad de los grupos campesinos por sentirse parte de una comunidad y pelear por la defensa de su inclusién, aun cuando esto implicaba la conservacién de los sistemas de vida colonial. También, para revisar los proyectos de construccién de la nacién modema mexicana que estaban presentes en los proyectos agrarios que fueron tomando forma a partir de la Revolucién armada de 1910, los cuales se ooncretaron con la redaccién de la Reforma Agraria en 1915 y se fijaron por setenta y cinco afios en la Constitucién Politica de 1917. Estos se hicieron realidad en el restablecimiento del sistema ejidal, el cual velaba por la organizacién y el beneficio en comunidad. Estas Iegislaciones fueron construyendo comunidades de tipo agrario, al dictar Ias caracteristicas que un ciudadano debia tener para reclamar sus derechos sobre la tierra. Entonces, estas leyes primeramente promovieron la idea de la unidn ejidal, y como tal, se afianzaron en las comunidades rurales. Luego, en 1992 con la actualizacién a la Reforma Agraria surgieron grupos que defienden sus derechos como comunidad que son y como miembros de ésta, pero sobre todo por saberse ciudadanos de la nacién y reconocer sus derechos constitucionales. También, cabe agregar que estos escritores promueven la idea de la vida en comunidad en sus obras, al A presentar rasgos que unen a sus pobladores, por describir sus modos de vida a partir de los cuales defienden su inclusién como parte de una comunidad y por tener Ias mismas metas. Por tanto, por ser parte de la comunidad luchan unidos por defender sus derechos de la tierra, los cuales son, en realidad, sus derechos como comunidad agraria a la que pertenecen. El tema agrario en mi investigacion atraviesa diversas disciplinas y campos de estudio“: literarios, antropolégicos, socio—econémicos e histéricos que analizan la problematica de la reparticion de la tierra en Mexico, y c6mo esta lucha ha desembocado en movilizaciones y movimientos armados histéricos y contemporaneos. Para tal proposito acudo a varios tratados histéricos y agrarios sobre México, entre los que destacan los de Héctor Aguilar Camin, Lorenzo Meyer y Francois-Xavier Guerra, principalmente. México es sin duda un pais de tradicién agrarista a pesar de su crecimiento urbano y su industria a partir de la década de 1940. Por tanto, este proyecto en el que propongo delimitar la existencia y funcién de los discursos agrarios con herramientas de teorias Iiterarias e histéricas, constituye otra forma de dar a conocer la deuda histérica que el Estado tiene con los trabajadores del campo quienes siguen clamando por la restitucién de sus tierras. Estructura de la tesis. Este trabajo de investigacién consiste, ademés de esta introduccién, de cinco capltulos seguidos de una conclusién general, ya que cada capitulo cuenta con su propia conclusién. El Capitulo 1, “Ambiente literario y origenes de la ‘6 é lucha por la tierra en México", es un panorama literario de principios del siglo XX, afios en los cuales los discursos agrarios comenzaron a ser tematica nuclear de manifestaciones Iiterarias como la novela de la Revolucién Mexicana, la indigenista y la cristera. Se define el eje tematico agrarista reformista y contrarreformista que guia a Ias novelas analizadas en este estudio como aquel que remite a pensar en la lucha por la tierra como motivo principal. También, se destaca la propuesta de un proyecto politico que promueve el nacionalismo y la modernidad de la nacién con la pretensién de modificar sus relaciones sociales y estructuras economicas en el medio rural. Se precisan Ias caracteristicas que confonnan la tematica agraria en las novelas a analizar, los personajes que la protagonizan, los rasgos estilisticos que las enmarcan, y algunos autores que la cultivaron. Ademas, se expone el contexto histérico descriptivo de las formas de reparticién de la tierra en México desde tiempos prehispanicos, hasta Ia implantacion de la reforma liberal con Benito Juarez. Por Ultimo, se describe la escena politica del agrarismo en México y sus antecedentes. El Capitulo 2, “Tierra: La revolucién agraria en México", es una revisién del contexto histérico sobre la problematica de la tierra a partir de la postrimeria del porfiriato hasta la culminacién del periodo armado de la Revolucién Mexicana en que Gregorio L6pez y Fuentes contextualiza su obra Tierra. La revolucién agraria en México (1932). El anélisis se enfoca en la relacién de dependencia que se genera en la vida de Ias haciendas de principios del siglo XX entre los terratenientes y el clero, frente a los trabajadores del campo quienes demuestran su poder al sublevarse por recuperar sus derechos sobre la tierra en las filas de ‘ la Revolucidn de 1910. Finalmente, hay un espacio designado a hablar del héroe agrarista por excelencia en México, Emiliano Zapata y su legado. El Capitulo 3, “Maria Chuy 0 el Evangelio de Lazaro Cérdenas: el cardenismo mas allé del reparto", reintroduce el tema de la constante lucha por la tierra dentro del contexto de la secuela de la cruenta Cristiada y la revolucién cultural que inicio en los afios veinte y que continuo con Lazaro Cérdenas al privilegiar el Articulo 3° constitucional referente a la educacién, junto al Articulo 27 sobre la tenencia de la tierra. Representa Ia propuesta cardenista de la educacién de las masas como el instrumento perfecto para calmar los animos de los rebeldes, secularizar a la nacién y lograr Ia modemizacién que se deseaba para México. La novela también analiza la participacién del maestro rural y de la mujer en la politica educativa nacional como lideres. Con Io anterior, estas obras pretenden llegar a entender la segunda rebelién Cristera como la continuacién del suefio liberal juarista y sus implicaciones culturales como parte preponderante del conflicto por la tierra, tras la imposicién de estos dos articulos constitucionales. Finalmente, estas novelas dan énfasis a la presencia de la escuela rural en la formacién de una identidad nacional, ya que funciono como mensajera de los ideales de la Revolucién que se exponen en esta novela. El capitulo 4, “Cuando Cérdenas nos dio la tierra: el desencanto de la lucha agraria en la novela”, esta dedicado al proceso de la reparticién fisica de Ias tierras en lo que represento ser Ia mayor dotacién de tierra hecha durante el siglo XX. Se analizan Ias maneras en que esta novela representa la participacion de los funcionarios publicos cardenistas: los ingenieros y los maestros rurales, '8 A quienes tenian la misidn de construir y exponer los proyectos de nacién como emisarios del gobierno. Se incluye un repaso de las fonnas de reparticién de la tierra desde los tiempos de la Colonia, dando especial atencién a la manera c6mo se presentan la Reforma Agraria y la obsesién que el pueblo ha tenido por la imposicién de ésta. Se estudia Ia funcién de la Virgen de Guadalupe como simbolo religioso imperante en la construccion de identidades y por tanto, de la identidad en comunidad. Ademas, se evidencia la participacién del clero, el cual predicaba en contra de la reforma de la tierra, rechazaba la imposicién de la educacién socialista y amenazaba con la excomunién a los seguidores de estas nuevas exigencias politico-culturales del Estado. También, se describe el cardenismo como un triunfo a la reforma de la tierra, el cual brindo la oportunidad al campesino de ejercer control sobre su destino, pero a la vez, como el fracaso del sistema del ejido que en apariencia coadyuvo a mantener el supuesto marasmo de las masas. El capitulo 5, “Mi corazén es la tierra: la colonizacién agraria", implica una mirada centrada hacia el futuro del pais en el incipiente proceso de modemizacién. En este capitulo se incluye un analisis sobre Ias propuestas promulgadas como apoyo a la Reforma Agraria en México: la colonizacién y la industrializacién del campo con la Revolucién verde, expuestas en esta novela. También, en la novela se incorpora el tema de la tierra como fuerza telurica que controla a sus residentes, quienes continISIan clamando por la propiedad de la tierra. Por otra parte, se describen Ias acciones de los personajes caracterizados como el Mesias, quienes estaban encargados de implantar Ias promesas del ‘9 fi Estado. Otros dos aspectos importantes de esta obra son destacar la inclusién del género femenino en la vida agraria, y distinguir el concepto de “los muchos Méxicos” que apoyan la critica que se hace a la reubicacién de los trabajadores de la tierra. Por ultimo, este estudio cierra con la conclusic’m general que el anélisis de estas novelas de discursos agrarios arroja en cada capitulo, en los que se busca resaltar la presencia y vigencia de la tematica de la lucha por la tierra. También, se espera demostrar que éstas son novelas que intentan defender el derecho del campesino a la tenencia de la propiedad y a la educacién. Al igual que buscan Ilamar la atencién de los estudiosos a la revisién de las novelas del siglo XX que desarrollan estas tematicas agrarias, Ias cuales tienen la intencién de mostrar la evolucion de este problema en la narrativa en la espera de lograr un mejor entendimiento en la vida nacional. Finalmente, este estudio se propone como base para la revisién de nuevas propuestas Iiterarias que tengan un fundamento en el problema agrario de la tierra, como las nuevas producciones que estén relacionadas con la emigracién de campesinos a zonas urbanas 0 al extranjero, con Ias guerrillas rurales, con la apertura de mercados globales, con la ecologia y los problemas ambientales que afectan a todo el mundo, pero principalmente a la gente del pueblo en su ambiente rural. 20 Notas. ' Con la nocién de sujeto subaltemo me refiero L'Inicamente a “la posicién social que cobra cuerpo y came en los oprimidos” (campesinos o indigenas), ademas de funcionar “como metafora de una o varias negaciones” de méritos 0 de derechos que les impiden ascender y acceder a instituciones de poder. Por otra parte, el sujeto hegeménico sefiala a aquel grupo que histéricamente ha disfrutado de una posicién superior dentro de una jerarquia social de acuerdo con el planteamiento del Grupo Latinoamericano de Estudios Subalternos (Rodriguez 2001 ). 2 “We propose to look at Central American literature as an ideological practice of national liberation struggle, emerging from a complex set of cultural relations and institutions given by tradition and encoding new forms of personal, national, and popular identity" (Beverley ix). 3 Wolfgang Vogt y Laura Patricia Romero, “Xicotencatl, la primera novela histérica de Hispanoamérica." Literatura de Ias revoluciones en Mexico (Guadalajara: Universidad de Guadalajara, Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, 1996). ‘ Para la fundamentacién tedrica de este trabajo recurro a varios estudios interdisciplinarios en el ambito agrario propuestos por: Rodolfo Stavenhangen, Eric Wolf, Jesus Silva Herzog, a las publicaciones del Centro de Estudios Histbricos del Agrarismo en Mexico (CEHAM), a las del Instituto Nacional de Estudios Histéricos de la Revolucién Mexicana (INEHRM), principalmente. También acudo a algunos trabajos dedicados a estudios culturales de autores como: Octavio Paz, Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camin, Lorenzo Meyer, Antonio Castro Leal, Francois- Xavier Guerra, Lesley Byrd Simpson, John Womack, Friedrich Katz, Benedict Anderson, primordialmente. 21 CAPITULO 1. AMBIENTE LITERARIO Y ORIGENES DE LA LUCHA POR LA TIERRA EN MEXICO El mundo contemporéneo esta surcado por la psicosis de reforma agraria. (Eric Wolf 1971: 10) 1.1. El ambiente literario mexicano de principios del Siglo XX. En Ias primeras décadas del siglo XX, varios escritores mexicanos: José L6pez Portillo y Rojas, Emilio Rabasa, Federico Gamboa, entre otros; sintieron fascinacién por narrar el modo de vida y las tradiciones culturales del medio rural. Esta atraccién por el contexto campestre en que vivian los trabajadores de la tierra, lleva a la critica tradicional a considerar a la narrativa mexicana de la primera mitad de este siglo, como una narrativa de corte rural (Ortega-Aguilar 1). Sin embargo, varios criticos han reaccionado ante esta escueta caracterizacién, entre ellos Francoise Pérus quien sefiala Ia insuficiencia de este juicio, al destacar la presencia de Ias novelas de tema minero en la misma época. Por su parte, Dionisio Bertin Ortega-Aguilar hace un anélisis de la novela proletaria de corte urbano, con Io cual se observa que la literatura de este periodo no es exclusivamente rural, puesto que esta tendencia comparte terreno con otros géneros narrativos de tono urbano por el contexto geografico en que se suceden. Ademas, basta ver una antologia literaria que cubra este periodo literario para darse cuenta de que las producciones de corte rural predominaron por las tendencies realistas y naturalistas que reflejaron en la novela el interés por la vida en el campo y sus habitantes. Posteriormente, con el desarrollo del 22 A movimiento revolucionario de 1910 se avivé el interés por estas teméticas, debido a Ias caracteristicas de corte socio—politico y agrario que distinguieron a esta lucha. Los escritores mexicanos contemporéneos a esta época adoptaron temas sobre Ias situaciones que vivian los grupos étnicos y trabajadores del campo a quienes se les prometieron mejoras de vida con la imparticion de una justicia equitativa y la entrega de tierras como derechos ganados en la Revolucion. El incumplimiento de estos ofrecimientos llevo a masivas oleadas de violencia en ambientes rurales. Peones, bandidos y asesinos saqueaban y destruian propiedades completas. Acciones de este tipo fueron descritas en textos literarios como Bandidos de Rio Frio (1891) de Manuel Payno, El Zarco (1901) de Ignacio Manuel Altamirano, Los de abaio (1915) de Mariano Azuela. Posteriormente, esta inquietud dio lugar a la creacién de un tipo de literatura socio-polltica de corte realista denominada indigenista1 que, al igual que la novela criollista, es otra respuesta cultural ante el proyecto creador de un estado modemo que excluia a los grupos étnicos de sus derechos como ciudadanos dejéndolos unicamente como simbolos nacionales. No hay que confundir la novela indigenista con la novela indianistaz, porque la representacién que esta Oltima hace de los grupos indigenas es exética, idealizada y romantizada tendiendo a olvidar con ello, Ia explotacién en que algunos de ellos viven. En cambio, la novela indigenista3 hace una representacién del indigena mas verosimil describiendo Ia realidad en la que vive, su idiosincrasia, sus problemas, Ia naturaleza hostil que lo domina, Ias injusticias sociales y los 23 A pesares que acongojan al mundo indigena como son vistos por el autor quien no es miembro de estas etnias. Estos personajes son presentados como arquetipos de grupos indigenas y generalmente se muestran como una masa colectiva que es explotada por parte del terrateniente, el administrador, el politico, los gobernantes y mandatarios, y por algunos de ellos mismos (Nielson 193). En Mexico, Gregorio L6pez y Fuentes impulsa Ia novela indigenista con su obra El M, donde infonna de las injusticias cometidas en contra de un grupo de indigenas en sus intentos por constituir una sociedad ecuanime. Sin embargo, retrata a los representantes de esta etnia como unos salvajes que son flojos, sucios, toman y se procrean.4 Este tipo de literatura atrajo la atencibn dentro y fuera del pais en un momento histérico en el que la causa social del indigena y del campesino era observada internacionalmente ante la integracién econémica, Ias guerras y revoluciones originadas como parte de los proyectos de modernidad. Los estudios sobre la novela del realismo, la novela criollista y el indigenismo tratan los valores culturales de los grupos desposeidos e indigenas respectivamente, asi como la marginalizacién y explotacién que han sufrido desde la conquista espafiola. Sin embargo, Joseph de Anda afirma, al examinar el motivo del indio en The Indian in the Works of Gregorio Lepez y Fuentes (1969), que este tipo de literatura también representa la nostalgia de un pasado en que los grupos histéricamente marginados fueron duefios de sus tierras. Por tanto, estas obras también tienen una fuerte relacion con los problemas agrarios que se han vivido en México. Otra tendencia literaria que cautivo la atencién nacional y mundial dando impulsos muy fuertes a la literatura mexicana de nuestro siglo, es la novela de la Revolucién Mexicana.5 Esta narrativa retrata el modo de vida de la gente del campo, Ia causa agraria y la lucha armada principalmente, convirtiéndose en portavoz de la gente cuyos sufrimientos, por primera vez, fueron dados a conocer. Peones, indios, obreros, campesinos, hombres y mujeres contaron, poco a poco, sus angustias, a través de la representacibn que hicieron de ellos los autores de la literatura de la Revolucion Mexicana. Varios autores han participado en la definicién de este, tan extenso y extraordinario, género literario. Estos acuerdan en que configura un conjunto de relatos cuyo cosmos narrativo tiene que ver con aquella agitacién del pais y que no tiene una limitacién cronolégica final. Las siguientes enunciaciones me parecen muy completas para definir el género. Carlos Monsivais dirige la pregunta: éQué es la narrativa de la Revolucién Mexicana? Un género de intencic’m realista y simbélica, un método para aprehender el desquiciamiento o la rectificacién del pais, una renovacién estilistica impensada. El género recrea el tiempo politico y militar (1910-1940), que abarca la'caida de la dictadura de Porfirio Diaz al pleno aquietamiento institucional (la cuestién indigena, la Guerra cristera, la Reforma Agraria, Ia Expropiacién Petrolera y—capitulo concluyente—la cormpcién politica y economica que definio al regimen del presidente Miguel Alemén); y es al mismo tiempo testimonio, denuncia, recreacidn. (1989, 724) 25 A Sugiere, por tanto, el inicio y la clausura del ciclo sustentandose en los motivos teméticos que aparecen en las novelas. Por otra parte, Lannin A. Gyurko sostiene que: Many of the novelists take either a decidedly negative or a markedly ambivalent perspective on the revolution, as they emphasize its excesses, its blood lust, and, many times, the betrayal of its initial ideals of land, labor, and educational reforms. The narrative vision, critical and pessimistic, is often at odds with the official historical record, which is far more Manichean, in contrasting the tyranny of the Diaz epoch with the reformist and egalitarian society that emerged as the result of the revolution. (246) Este critico se enfoca en el caracter temperamental que reflejan estas obras, Ias cuales basadas en los hechos histéricos y los resultados de tan gran convulsién, no pueden mas que dar a conocer su decepcién. Por su parte, Emmanuel Carballo concluyo que: La novela de la Revolucién es un movimiento literario de acusada personalidad nacionalista, un ajuste de cuentas con el pasado inmediato decimonénico en lo que toca a temas, estructuras y estilos; una reflexién socio—politica sobre el nuevo estado de cosas y una aventura literan'a, en la cual Ias innovaciones se hicieron a gran altura y sin que hubiera abajo una red protectora que nos permitiera, en este campo, ser contemporéneos de nuestros contemporéneos. (2) 2" A Con lo cual destaca la originalidad literaria y cultural de alcance universal que surgio de este movimiento armado. Existe una gran cantidad de definiciones sobre este género, como escritores, autores y criticos dedicados al estudio de la Revolucion Mexicana y sus obras. De igual forma, hablar de autores que tratan el periodo revolucionario de 1910 y que han dejado un legado en la cultura y las artes, es una tarea complicada por su extensibn. Listo algunos de ellos de forma aleatoria sin ningun criterio especifico: Lepez Portillo y Rojas, Heriberto Frias, Mariano Azuela, Martin Luis Guzmane, Francisco L. Urquizo, Rafael F. Munoz, Nellie Campobello, José Rubén Romero, José Mancisidor, Mauricio Magdaleno, Gregorio L6pez y Fuentes, Agustin Vera, Miguel M. Lira, Juan Rulfo, Agustin Yanez, Carlos Fuentes, Vicente Lefiero, Fernando del Paso, Elena Garro, Rosario Castellanos, Elena Poniatowska, Samuel Ramos, José Vasconcelos, Luis Cabrera, Alfonso Reyes, Leopoldo Zea. En la masica y en la plastica los hermanos Revueltas, Manuel M. Ponce, Blas Galindo, Pablo Moncayo, Candelario Huizar, Clemente Orozco, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Gonzalez Camarena y muchos mas. De éstos, Mariano Azuela es considerado por la critica como el fundador y gran exponente de este tipo de novela con su obra Los de abajo. En ésta, Azuela retrata de una manera muy dinémica una revolucibn local y violenta, parte de la Revolucién Mexicana, con toques irénicos al tratar de examinar y cuestionar los motivos y las metas de los lideres revolucionarios, asi como los de sus seguidores, mientras presenta Ias brutalidades que cometen, y la explotacién del 27 A campesino.7 Sin embargo, no fue sino hasta 1924 cuando Ia critica reconocio el mérito de Los de abajo y fue este hecho el que dio inicio al legado de la novela de la Revolucién Mexicana, “Ia cual ha opacado por completo a otras fonnas narrativas de la época, como por ejemplo: la novela vanguardista, Ia novela indigenista, Ia novela urbana proletaria y la novela colonialista" (Ortega-Aguilar 8).8 También, en lo cultural florecieron movimientos, como el muralismo que pretendian forjar Ia identidad de la nacion frente a modelos extranjeros, incluso géneros musicales como el corrido mexicano. Por primera vez, se incluyen los representantes de las etnias y clases bajas como protagonistas en estas fonnas artisticas populares alejéndose de los modelos europeos que pintaron la época porfirista. Al respecto, Gyurko agrega que entre todas las naciones latinoamericanas que han vivido una revolucién, ninguna ha producido una basta, compleja y original produccién donde se relata el movimiento revolucionario, “la bola", sus protagonistas, asi como la originalidad del movimiento (244). Después entre 1930 y 1940, la etapa fecunda del criollismo, del realismo y la novela indigenista entro en la llamada “crisis y renovacibn” de sus Ietras. “El resultado fue un surgimiento de una atmésfera parricida, Ia demolicién de varios idolos, pero esencialmente se produjo una busqueda de experimentalismo ilimitado y audaz" (Bellini 525). En esta etapa, aparece Ia novela cristera que trata sobre la convulsién politico-social y religiosa de los cristeros en 1926, y su vuelta en la década de los afios treinta; la cual pretende dejar testimonio de los participantes de esta revuelta describiendo sus modos de vida en comunidad, su 28 identidad religiosa y el problema de la reparticién de la tierra. Algunos ejemplos de esta narrativa son: La Virgen de los cristeros (1934) de Fernando Robles, Héctor novela historica (1930) y J_ae_| (1935) de Jorge Gram, Los cristeros (1937) de José Guadalupe de Anda; iAy Jaliscol... '.No te rajesl (1938) de Aurelio Robles Castillo. En los afios cincuenta, México inicio una ambicionada etapa de modernidad caracterizada por el rapido crecimiento industrial, el acelerado desarrollo de las grandes urbes, la vida cosmopolita de las ciudades y los proyectos de modernizacién de la nacién que reflejaban un pais en plena evolucion. Sin embargo, varios autores mexicanos de este periodo no se alejaron completamente de la exposicién de la vida rural en sus obras, como Juan Rulfo, quien con su coleccién de cuentos El llano en llamas y su excepcional novela Pedro Paramo (1955) sincretiza el mundo de los vivos y los muertos en un ambiente campestre magico, donde solo basta que el cacique cruce los brazos para que el pueblo perezca. Ademés, éste muestra la cruda realidad de los campesinos como seres totalmente indefensos para sobrevivir en un medio hostil. Con el paso del tiempo Ia novela de la Revolucién Mexicana se fue urbanizando y cosmopolizando con nuevas expresiones lingijisticas y adoptando otras tendencias Iiterarias que han ido conformando su versatilidad. Este es el caso de algunas novelas de Carlos Fuentes, en donde se mantiene Ia conexién ancestral que se da entre el hombre con su tierra. También, hay Ias obras que contraponen los dos ambientes: el rural y el urbano, en que los protagonistas cansados de tanto engafio y de vivir de promesas hechas por los grupos en el poder, emigran a la ciudad con miras a un futuro mejor al que el campo les ha proporcionado. Un claro y buen Iogrado ejemplo de esto es otra de las obras de Magdalena Mondragén, Yo como pobre (1944) que retrata la miseria y las condiciones infrahumanas de los pepenadores de la ciudad de México, individuos que emigraron del campo y que se aposentaron en los basureros citadinos para sobrevivir a las inclemencias de la vida urbana y la pobreza. Héctor Aguilar Camin y Lorenzo Meyer explican que la recurrencia del legado cosmogénico campestre y rural en la novela mexicana del siglo XX es como consecuencia de vivir “bajo la sombra de la Revolucién Mexicana”9, movimiento a partir de la cual México comenzo la construccién de su identidad cultural. Es en este escenario literario que los discursos agrarios comienzan a formar parte de la narrativa mexicana que describe la vida del campo y sus personajes en su lucha por la tenencia de la tierra durante la primera mitad del siglo XX. 1.2. Los discursos agrarios en la novela de la primera mitad del siglo XX. Teniendo en cuenta este contexto Iiteran'o, expongo a continuacién Ias caracteristicas propias de lo que reconozco como “discursos agrarios" en Ias novelas que conforman mi estudio. Observo que estas obras incorporan explicitamente discursos agrarios en sus péginas con dos configuraciones que parecen oponerse: el reformista y el contrarreformista. A esto se afiade que la tierra aparece como protagonista principal en un amplio abanico semantico que va paralelo a la propuesta de un proyecto politico que promueve el nacionalismo 30 y la modernidad de la nacién con la pretensién de modificar sus relaciones sociales asi como Ias estructuras econémicas en un medio rural. Entiendo como “discursos agrarios" a aquellos registros que incluyen, en su retérica, Ia referencia a la Reforma Agraria de 1915 y, en el caso especifico de este trabajo, al Articulo 27 constitucional mexicano de 1917. Los discursos agrarios que distingo en Ias novelas que analizo aqui, contienen Ias siguientes caracteristicas: (1) una variedad de agentes rurales que se distinguen entre ellos por su relacién con el poder economico y politico; (2) la lucha ideolégica que genera la lucha por la tierra; (3) la funcién social de la tierra como una medida de justicia e igualdad; (4) el proyecto de una identidad nacional que se deriva de (3); (5) la funcién econémica de la tierra (6) la funcién politica de la tierra; (7) la funcién testimonial de la tierra; (8) la funcién multigenética que posibilita la inclusion de géneros considerados “menores” por el canon de la literatura oficial; y finalmente (9) el tema predominante de la violencia fisica. En el marco de lo que reconozco como “discursos agrarios" distingo la presencia de personajes especificos que promueven el agrarismo de desde diferentes perspectivas: los representantes politicos, funcionarios publicos, trabajadores de la tierra, campesinos indigenas, campesinos que no se reconocen oomo pertenecientes a una etnia especifica'o, hacendados y el clero. Asimismo el discurso agrario que analizo en estas novelas incluye la contienda ideolégica o fisica que surge a raiz de la implantacién o impedimento de la aplicacién de la reforma de la tierra en el medio rural. Por otra parte, el térrnino i 31 agrarismo quiere decir “la lucha por la tierra,” en la cual es ineludible Ia insercién de los discursos agrarios asi como Ias formas de produccién de la tierra como: la hacienda, el latifundio y el ejido. Por lo tanto, la tierra se plantea como la protagonista principal de estos discursos y sus agentes y, entonces, se le otorgan varias funciones que se pueden rastrear en el analisis textual de estas novelas. Hay que tener en cuenta que la funcion social de la tierra, dentro de los discursos agrarios de reforma y contrarreforma, corresponde al escenario fisico territorial para la reproduccion de un sector importante de la sociedad en condiciones ideales de justicia y equidad. Dicho sector se asocia con los trabajadores de la tierra y sus familias. Ademas, aunque parezca obvio hay que destacar la funcién econémica que concieme a la capacidad de produccién agricola y ganadera como sustento familiar y parte de la economia local, nacional y, en algunos casos, internacional. Simultaneamente, no se puede ignorar la capacidad turistica de la tierra como escenario de actividades recreativas y fuente de divisas. Entonces, la funcién politica de la tierra reconoce la necesidad de una reforma agraria eficaz que la lleve a un futuro con mayor justicia (Baltazar Cisneros s/n). De esta manera observo que los proyectos politicos que se desarrollan en estas novelas proponen, tedricamente, el mejoramiento de las condiciones de vida de grupos especificos en una comunidad rural o provenientes de ella. Ademas, dichos proyectos, promueven una identidad nacional que difunde la idea de igualdad entre los habitantes, y garantiza asi el amparo de una serie de derechos minimos relacionados principalmente con la tierra. Estos proyectos tenian como objetivo contribuir a la 32 tecnologizacién del medio rural al incorporar la agrotecnia, el uso de fertilizantes y maquinas para mejorar la produccién del campo y entrar en la economia mundial de Ias exportaciones agricolas. AI mismo tiempo con esto se pretendio modificar Ias relaciones sociales del campo al otorgarle aI campesino la capacidad de ser un trabajador independiente, aunque con apoyos econémicos del Estado y como miembro de una comunidad campesina por ser ejidatario. Ademas de las situaciones historicas a las que hacen continua referencia estas novelas, en ellas se mezclan elementos de culturas occidentales y amerindias, originarias del México previo a la colonizacién. Creo que esta mezcla, reconocida por el lector, produce la idea de que estas novelas demuestran o ilustran aspectos de las tradiciones mexicanas asi como la conciencia religiosa del cristianismo con el que se asocian los trabajadores rurales. Asimismo, Ias novelas que incluyen los discursos agrarios que discuto aqui, incluyen el registro testimonial que describe el origen colonizador hispénico, el independentista y el de la guerra de reforma como antecedentes catérticos que desencadenarian en la Revolucién de 1910. En mi opinién, el foco de los discursos agrarios contenidos en estas novelas se localiza en la vida de la comunidad rural, la cual incluye personajes que se relacionan por la adquisicion, el mantenimiento o la carencia de poder. Ademas, observo que Ias novelas con discursos agrarios que analizo en este trabajo, interpolan elementos populares y géneros menores, como Ias leyendas, y las expresiones musicales que Ie dan un toque popular y regional a sus obras. Quizé una de las caracteristicas mas sobresalientes de los discursos agrarios en estas novelas es el despliegue de 33 actos de violencia fisica que constituye el origen y causa de estos movimientos agraristas o, como algunos estudiosos los llaman, proyectos de Estado. Voy a abordar ahora el estado de la cuestién en cuanto al agrarismo como tema literario, con especial énfasis en el Mexico de la primera mitad del _ siglo XX. En primer lugar, cabe sefialar la poca atencién que ha recibido este tépico como temética especifica e independiente de otras manifestaciones Iiterarias en la época que nos ocupa. Luis Alberto Sénchez en Proceso y contenido de la novela hispano-americana (1953) describe la novela agraria latinoamericana como parte del “Capitulo XIX — La novela social." Sénchez menciona que muchas de estas novelas son naturalistas, costumbristas “y, de hecho, deben ser incorporadas casi todas [...] bajo los rubros de la novela indigenista, novela antiimperialista y la novela de la Revolucién Mexicana. [lncluye] novelas del aZI’Jcar, del café, del chicle, del jengibre, del cobre, del petréleo, etc.” (566).11 En este abanico de posibilidades, Sénchez define la novela agraria como la novela “cuyo teatro es casi siempre el campo" 0 el ambiente rural “con mayor interés en las intenciones y problemas [que]... intervienen en su nacimiento y desarrollo el indio, la explotacién del gamonal nativo y extranjero, [novela que] reacciona ante la influencia de la Revolucién mexicana" (567). lncluye como rasgos caracteristicos: “la fuerza de la tierra, la comunidad de problemas, la analogia de las pasiones... en un sélo gran protagonista colectivo... un gran dolor... una raza, una clase, una regién” (568). Es importante analizar la definicion de Sénchez en su contexto ideologico: costumbrista, naturalista e indigenista. Naturalista porque pretende ser un reflejo 34 lo mas cercano posible a la realidad. Costumbrista porque describe Ias costumbres de lo que la sociedad criolla mexicana ve como propio de las clases populares. lndigenista porque su protagonista se suele asociar con el indio. El indio, para Sénchez, es el sujeto de la tierra, la posee, la trabaja, la mantiene, y vive de ella. Hay que tener en cuenta los antecedentes politicos de este critico quien, ademas de ser profesor y critico de literatura en su pais, era considerado uno de los grandes pensadores del APRA, partido politico que inicio el pensamiento socialista en el Peru a principios del siglo XX. Una década después, aparece el estudio de Edna Coll lnierto de Temas en las Novelistas Mexicanas Contemporaneas (1964) en donde dedica un capitulo breve al analisis de las producciones de contenido agrario en obras de escritoras mexicanas. En dicho capitulo, titulado “La novela del rancho 0 de la tierra", Coll afirma que “la novela ranchera ha sido cultivada con bastante éxito por varias novelistas mexicanas” (36), entre las cuales se cuentan Rosa de Castafio, Nellie Campobello, Concha Villarreal, Magdalena Mondragén, Tina Sierra, Carrnelinda Pacheco de Haedo y Patricia Cox. La autora agrega que la pasién exagerada que estas expresan en sus relatos afecta el realismo y la seriedad de la verdad que desean exponer. Sin embargo, los elementos folcléricos regionales y el amor a la tierra son constantes enriquecedoras en sus obras. El estudio de Coll concluye sefialando que las quejas sociales que exponen, como la lucha por la tierra, el maltrato a las clases sin poder, y el machismo, principalmente, llegan a agobiar al lector por la extensién de tales propuestas. Por su parte, Harry L. Rosser en Conflict and transition in rural Mexico: The fiction of social realism (1980) dedica el capitulo “Consecuences of agrarian reform: Mondragén, Magdaleno, Barriga Rivas, Azuela” al reconocimiento del tema de la reforma agraria en las obras de varios novelistas mexicanos. Rosser asegura que este conflicto ha sido parte de las plataformas politicas de los gobiernos surgidos de la Revolucién y que han sido avalados por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) a lo largo del siglo XX. Ademas, agrega que estos autores intentan, a través de muy variados estilos literarios, observar el problema de la tierra desde una perspectiva humana, dando a conocer cémo se ven afectadas las personas al exigir sus derechos de tierra y, cemo sufren la traicién al ver los resultados de las fallidas propuestas agrarias en sus comunidades. También, a través de estas obras examina como ha evolucionado tal problematica en el pais donde la nacionalizacion y la distribucién de tierras han mantenido el status quo, en que sélo algunos actores se benefician a expensas de los otros, las clases bajas. Otro tratado sobre el tema, aunque alejado de la realidad latinoamericana, forma parte de la introduccién de Agrarianism in American Literature (1969) del norteamericano M. Thomas Inge donde el autor plantea el desarrollo del agrarianismo desde el siglo VII a. C. hasta Ias producciones de William Faulkner para poder explicar la tradicién literaria conocida como Nashville Agrarians en el sur de los Estados Unidos. Este autor expone cinco criterios que definen los componentes de la tradicién agraria estadounidense. Retomo estos elementos para poder ampliar los criterios del estudio de los discursos agrarios en la novela 36 a en México; aunque no en su totalidad porque estén basados en la espiritualidad y no en la pragmatica del agricultor y su lucha, porque aparentemente este tipo de novela se refiere a los propietarios legales de las tierras que trabajan. Con esto considero esto como una de las grandes diferencias entre la novela agraria estadounidense y la mexicana: 1. The cultivation of the soil, the mother of all arts, has within it a positive spiritual good and instills in the cultivator such virtues as honor, manliness, self-reliance, courage, moral integrity, and hospitality. These follow from his direct contact with physical nature, the medium through which God is directly revealed and which serves to remind man of his finite nature and dependence on God. It is an occupation singularly blessed by God, since He was the first husbandman, having wrought order and creation out of confusion and chaos, and it was the first employment ordained by Him of Adam, the first man. 2. Only farming offers complete independence and self-sufficiency, because regardless of the state of the national economy (provided the farmer and not the bank owns his land), his basic needs of food and shelter are provided thought his cooperative relationship with nature. The standard by which an economic system is judged is not how much prosperity or wealth it produces, but how effectively it encourages freedom, individuality, and morality. 3. The farmer has a sense of identity, a sense of historical and religious tradition, a feeling of belonging to a concrete family, place, and region, 37 ., . h which are psychologically and culturally beneficial. His life is harmonious, orderly, and whole, and counteracts tendencies in modern society toward abstraction, fragmentation, and alienation. 4. Industry, capitalism, and technology, and the thriving metropolises they have created, are often destructive of independence and dignity, and encourage corruption, vice, and weakness. 5. Agricultural communities, where the brotherhoods of labor and cooperation bring about increased understanding, provide a potential model for an ideal social order. (Howell, 1996: 9) Pienso que estos estudios proveen un marco de reflexién inicial para el anélisis que propongo sobre los discursos agrarios en la novela mexicana y de igual forma, destacan su importancia como tematica L’Inica. En México, la atencibn puesta a esta problematica y a la retérica asociada a ella comenzo a aparecer en los I'Iltimos afios de la dictadura de Porfirio Diaz, y hoy en dia todavia tiene vigencia. Teniendo en cuenta Io anterior, considero que la tematica agraria cimento sus ralces en la novela mexicana de finales del siglo XIX, y continuo su presencia hasta solidificarse con la novela de la Revolucién Mexicana. Sin embargo este proceso no se detuvo alli. Mas bien continuo y dio lugar a la novela cristera, Ias novelas que retratan Ias guerrillas rurales y recientemente, podria tomar fuerza nuevamente ante la conmemoracién del centenario de la Revolucién en el 2010 con novelas de caracter revisionista sobre la representacién de este movimiento. Algunos ejemplos decimonénicos, donde ya atendemos a un intento por dar a conocer el descontento nacional de 38 la reparticién de la tierra, aparecen en las siguientes obras: Fuertes y débiles y La parcela (1898) de José Lopez Portillo y Rojas; La bola (1887) de Emilio Rabasa, y Mariano Azuela con su novela Mala yerba (1909), Andrés Pérez maderista (1911). Sin embargo, el momento mas claro en que surgen estas producciones es después de mas de una década de haberse desencadenado el movimiento armado de la Revolucién de 1910. Creo que esto se debe al hecho de que una de sus banderas ideolégicas fue el movimiento agrarista y las ideas revolucionarias habian creado una conciencia social inclinada al anélisis de los problemas nacionales. La textualizacién de discursos agrarios en la narrativa mexicana, se encuentra en la coleccién de cuentos del Llano en llamas (1953) de Juan Rulfo, donde los protagonistas son grupos marginados del campo y gente desheredada sin tierras. Por ejemplo, en “Nos han dado la tierra" un grupo de campesinos camina a través del llano desierto para llegar a las tierras que el gobierno les ha repartido, Ias cuales no son de calidad cultivable. Se les despoja de sus caballos y sus arrnas, para evitar cualquier sublevacién por descontento. No les queda ningt’m medio para defender sus derechos mas que su lenguaje sincrético, pero nadie los escucha. El representante del gobierno que esta con ellos, no viene a oir sus quejas, sino a oficializar el reparto de las tierras que el gobierno les prometio. El relato terrnina, al igual que sus esperanzas, cuando éstos observan la esterilidad del llano “costra de tepetate” (114) que les toco en la reparticién. Otros cuentos de esta coleccién rebelan las injusticias que vivieron muchas de 39 Ias familias campesinas por cuestiones agrarias en el Mexico de principios del siglo pasado: “Guadalupe Terreros” y “Luvina”, entre otros. Cabe agregar que hay una gran cantidad de novelas mexicanas de diferentes épocas y géneros literarios que incluyen en sus paginas la lucha por la tierra y sus discursos agrarios. La aparicién de este tipo de novelas de tematica agraria tiene que ver, sin duda alguna, con el cuestionamiento de la realidad que se estaba viviendo en el campo, y con el resultado de estructuras sociales y econémicas que no se alteraron en lo mas minimo durante décadas, y siglos; y que estaban afectando a grupos marginados mayormente. Por tanto, estas producciones de caracter agrario, bien, pueden ser consideradas como el testimonio de la voz subalterna de las comunidades rurales que claman su derecho ancestral por la tierra, hecho a través de la gente letrada. Sin embargo, estas obras también develan la voz dominante de los terratenientes porque ambos grupos estén vinculados por la tierra misma. Este tipo de novelas, del mismo modo, tiene correspondencia con la creacién de instituciones gubernamentales creadas para solucionar confiictos centenanos como la Confederacién Nacional Campesina (CNC 1933); y con la implementacién de Iegislaciones relativas y adyacentes al Articulo 27 constitucional; asi como de los avances tecnolégicos incorporados al desarrollo tecnolégico del campo como frente al futuro. Todo lo que he comentado aqui forma parte de la configuracién de lo que reconozco como la novela mexicana de discursos agrarios de la primera mitad del siglo XX, la lucha por la tierra, pero cada novela tiene sus peculiaridades 4O propias que aportar como se vera en los siguientes capltulos. Para comprender mejor el contexto en que surgen Ias novelas que integran discursos agrarios, asi como los hechos que pretenden representar, expongo a continuacion una breve relacién de los antecedentes histéricos de la lucha por la tierra en el México postindependentista hasta su entrada en el siglo XX. 1.3. Antecedentes histéricos de la lucha por la tierra en Mexico. Para 1810, afio en que Mexico declaro su independencia de la tutela espafiola, la iglesia se habia apoderado de grandes extensiones de tierras que, aunque fértiles, no eran fuente de riqueza para el pais y tampoco producian excedentes de consumo para el pueblo. Eran bienes muertos, por lo que la burguesia naciente decidio expropiar estas tierras y ponerlas a la venta, para ser propiedad privada, oferta que excluia totalmente a los grupos indigenas. Muchas de las haciendas de los peninsulares o “gachupines” que dejaron el pais pasaron a manos de criollos (espafiol nacido en las colonias) y mestizos (hijo de la union entre un espafiol y un nativo), todos descendientes de europeos. Miguel Hidalgo y Costilla, sacerdote criollo quien llamo a la lndependencia el 16 de septiembre de 1810, abogo porque se les regresaran sus tierras a los grupos indigenas, sin éxito alguno. Entonces, al verse sin medios para vivir de la tierra, los grupos indigenas se tuvieron que emplear en las haciendas como peones. El clero continuaba siendo el duefio mayoritario de la Republica Mexicana cuando se promulgo la Constitucién de 1857. Marcada con un fuerte caracter liberal, expresa su desacuerdo con esta institucién a través de la prohibicién del 41 voto (Art. 5), la supresién de la jurisdiccién eclesiastica (Art. 13) y la desamortizacidn de los bienes inalienables (Art. 17). Al afio siguiente, se desencadeno la Guerra de Reforma entre los conservadores que desconocian la constitucién y los liberales que la defendian. También, se vuelve a arremeter contra el poder de la iglesia con la promulgacién de las Leyes de Reforma bajo la direccién de Benito Juarez donde se establece la separacién entre la lglesia y el Estado.12 En 1856 con la creacién de la Ley de Desamortizacién de Fincas Rasticas y Urbanas Propiedad de las Corporaciones Civiles y Religiosas, mejor conocida oomo Ley Lerdo por su autor, Miguel Lerdo de Tejada, se pretendio reducir Ias extensiones de tierra que poseia la iglesia que no eran utilizadas para su funcién social, por lo que fueron confiscadas y vendidas para evitar la propiedad privada de la tierra (Powelson 228). Esta ley en lugar de aliviar el problema que pretendia, propicio que las tierras fueran compradas por los grandes terratenientes del pals, y que los indios y campesinos quedaran, una vez mas, en el desamparo por no tener cemo pagar por el pedazo de tierra en venta que hubieran querido comprar. Las relaciones sociales no habian cambiado, los grupos indefensos, etnias y campesinos siguieron viviendo Ias injusticias de la élite terrateniente. También se procedio a dividir la tierra en pequefias unidades llamadas parcelas (posteriormente se conocerian con el nombre de ejidos‘a), para dar la oportunidad a los miembros de la comunidad de ser pequenos propietarios y de que se alejaran del sistema comunal. Mas, instaurar como unica forma de propiedad terrenal la propiedad individual, significaba para los 42 pueblos la pérdida de montes y solares comunales y otros espacios como: escuelas, cérceles, hospitales y campo santos, y sobre todo, atentar contra lo que eran estos grupos, una comunidad (Guerra l, 265). Uno de los objetivos de otorgar derechos individuales a la comunidad era disminuir el poder con que contaban como grupo y que podia representar un peligro para el Estado. Posteriormente, durante la era del Porfiriato (1877-191 1 )1“, nacida en la penultima década del siglo XIX y con el bloqueo de las reforrnas promovidas por el Lic. Benito Juarez; florecio la paz en el Mexico independiente, y es que durante el Porfiriato el lema de “pan 0 palo” resulto en la sumisién y obediencia de la mayoria de la poblacién. Sin embargo, Diaz se enfrento a la multiplicacién de levantamientos indigenas y campesinos basados en el ancestral problema de la propiedad de la tierra que bajo la dictadura no hizo mas que agudizarse, ya que en este tiempo se formaron grandes latifundios.15 Esto sucedio gracias al establecimiento de la Ley de Ocupacién y Enajenacién de Terrenos Baldios disponibles en el territorio nacional (1883). Con esta ley gran parte del territorio nacional paso a manos del dominio privado. Por eso, no sorprende que en Tierra. La RevoLucién Agraria en Mexico la novela de Gregorio LOpez y Fuentes se hable de que el patrén haya ganado el litigio sobre unos terrenos cuando siempre ha tenido a la justicia de su lado: “éPero cuando ha perdido el amo un litigio por terrenos?” (13) exclamaban sus trabajadores. Este tipo de estructura rural establecio Ias normas institucionales socio- politicas y econémicas que rigieron el acceso y uso de tierra como recurso productivo en Mexico hasta mediados del siglo XX. También, determino el modo 43 de vida, la jerarquia social, y la laboral de millones de personas del campo, y la de sus predecesores (Stavenhagen 3). Este problema agrario se ha agravado por el répido crecimiento de la poblacién, la tecnologia, los valores dominantes y las aspiraciones sociales. La globalizacién. Ello se evidencia en México donde la lucha por la tierra lleva poco mas de cinco siglos de historia. En este punto, es fundamental distinguir la lucha por la tierra de la lucha por la reforma agraria. En primer lugar, la lucha por la tierra en Latinoamérica ha existido desde 1492. En segundo térrnino, la lucha por la tierra ha surgido desde Ias filas de los trabajadores, ya que son ellos quienes se han sublevado contra el sujeto que ejerce el poder. En cambio, en la lucha por la reforma agraria participan diferentes instituciones politicas, historicas, sociales y econémicas controladas por grupos hegeménicos con el fin de solucionar el problema de la tierra para beneficio del medio rural y, como consecuencia, el de la nacidn. Una de las funciones principales de estas organizaciones ha sido la de prevenir levantamientos armados que los grupos desposeidos ven como la unica posibilidad para remediar el problema predial por su propia mano. En México el proceso de la reforma agraria, como tal, inicio a finales del siglo XIX y se concretizo como legislacién en 1915; y aunque no se ha concluido 0 ha sido traicionado repetidamente, es un tema al que se le continua buscando soluciones alternativas. El problema de la propiedad de la tierra remite al tiempo de la preconquista cuando los grupos prehispanicos ampliaban sus territorios conquistando a otros pueblos y dominando a sus habitantes para ser sacrificados oomo parte de Ias guerras floridas. Sin embargo, esta preocupacién 44 por la retérica agrarista, su legislacién agraria y las revueltas, definitivamente, tuvo su mayor auge durante la Revolucién Mexicana que se Ie dio un caracter agrario; y posteriorrnente, con Lazaro Cérdenas incremento. El gran logro de este movimiento fue la redaccién de la Reforma Agraria en 1915, gracias a la cual se distribuyeron algunos ejidos y propiedades hasta 1992, cuando se refonnulo el Articulo 27 constitucional, en el que se omite Ia obligacién del Estado de proveer tierras a los trabajadores del campo como un derecho constitucional, entre otras modificaciones mas. Sin embargo, la desigualdad en la distribucién de la tierra y el estandar infimo de vida de la poblacién rural subsiste, y aunque se abolieron sistemas de subyugacién (la hacienda), ahora se han desarrollado otros sistemas de subordinacién y dominacién econémica, debidos al comercio global, que afectan directamente a los grupos del campo, lo cual continua creando tensiones y conflictos por la tierra que se multiplican dia a dia. Después de la Revolucién Mexicana, la retérica agraria se mantuvo en la legislacién oficial de la nacidn, e incluso en la intemacional, con la promulgacién de la Declaracién Universal de los Derechos Humanos en los afios de 1950. En ésta el acceso a la tierra y a la alimentacién se consideran derechos fundamentales del hombre. En los afios ochenta, el tema de la reforma agraria desaparece casi completamente de las politicas nacionales, Ias cuales pasan a sustentar, como prioridad, eI fomento de la agroindustria volcada hacia los mercados transnacionales. Los grupos mas dinamicos de agricultores son los que supieron aprovecharse de las técnicas y semillas de alto rendimiento 45 introducidas por la Revolucion verde. Adolfo Ruiz Cortines inicia la Revolucién verde, estrategia de desarrollo tecnolégico en la agricultura con el fin de elevar Ia productividad de los cultivos. Una década mas tarde, el tema vuelve a ocupar el escenario, aunque con contenidos muy distintos a su enfoque inicial. La Reforma de la tierra es entendida como privatizacion de la propiedad con un acento muy marcado en la acumulacién de bienes para su exportacién. La tierra regresa a manos del “mercado”, o dicho de otra manera, a manos de los grandes intereses economicos, lo cual genera nuevamente una fuerte concentracién de tierras en unos cuantos propietarios. En general, se puede afirmar que la creacién, modificacién y evolucién de las leyes agrarias en Mexico han dependido de varias instancias: el sello personal que cada presidente le marco, Ia situacién nacional e intemacional y los actores que la fomentaron como se vera a oontinuacién. El gobierno del General Lazaro Cérdenas fue netamente agrarista con un reparto de casi 20 millones de hectareas con lo que se disolvio el latifundio y con la puesta en practice de su polltica de nacionalizacién de los bienes naturales del pais (en los capltulos 3° y 4° se analiza gran parte de su obra). El desarrollo del sector agrario durante el gobierno de Manuel Avila Camacho (1940-1946) fue minimo, sélo se reconoce la publicacién del COdigo Agrario de 1942, documento que rigio por veintinueve afios hasta que fue sustituido por la Ley Federal de Reforma Agraria (1971 ). En el sexenio de Miguel Aleman Valdés (1946—1952), se incremento la inversién del gasto publico para el desarrollo rural y la produccién agricola. En lo legislativo, se implantaron medidas “antiagraristas” como el amparo, que perrnitia a los 46 pequefios propietarios contar con certificados de inafectabilidad de sus propiedades, disposicidn elevada a rango constitucional en la fraccion XV del Articulo 27 constitucional. Con Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958) se promueve el programa de colonizacién y la tecnologizacién de la tierra con la Revolucién verde (mas en el capitulo 5). Décadas de politica anticampesina y represién rural de los gobiernos contrarreformistas no lograron acabar con las demandas de los trabajadores del campo, quienes poco a poco han ido levantandose para dejar oir sus quejas centenarias. Han surgido grupos que atacan estas propuestas neoliberales de reestructuracién de la sociedad rural. Este es el caso del Ejercito Zapatista de Liberacién Nacional (EZLN), movimiento campesino que prueba que los herederos agraristas de Zapata siguen vivos. El EZLN aparece en el escenario nacional el primero de enero de 1994, mismo dia en que entra en vigor el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos. Canada y México; en el estado de Chiapas (considerado el estado con los lndices de pobreza mas altos del pals). La declaracién de este grupo fue: No tenemos nada que perder, absolutamente nada, no tenemos un techo en que vivir, ni tierras que cultivar, no tenemos trabajo, nuestra salud es infima, no tenemos comida, no tenemos educacién, no tenemos el derecho de elegir a nuestros representantes de manera Iibre y democrética, no tenemos independencia de los intereses extranjeros, no gozamos de justicia ni nuestros hijos. Por esto, hoy decimos: iya basta! (Sub-Comandante Marcos 1994) 47 Otro grupo es “El Barzon”, quien primeramente era un grupo de campesinos que se vieron impedidos a pagar los créditos bancarios, pero ahora es un movimiento nacional urbano y rural. Hay una gran cantidad de movimientos agrarios, estos son sélo dos de ellos. Sélo queda decir que esta es la situacién agraria que han vivido los trabajadores del campo y los grupos indigenas por siglos en Mexico. La lucha por la tierra y por el cumplimiento de una reforma agraria ha desencadenado conflictos socio-economicos, histéricos y culturales que dia a dla se registran en los medios de comunicacidn y que también podemos observarlos en los discursos agrarios que se desarrollan en la narrativa mexicana. Gregorio Ldpez y Fuentes es uno de los fundadores de la tradicién agraria en la novela mexicana de la primera mitad del siglo XX. Con su novela Tierra. La novela de la revolucién mexicana expone la lucha armada por la tierra y la creacién de Iegislaciones que surgieron para apoyar al campesino y procurar una vida digna para los trabajadores del campo como se expone a continuacién. 48 1.4. Notas 1 A partir de los anos veinte, la protesta social por la suerte del indio y el reclamo de sus derechos en la literatura, también tuvo gran difusién en las naciones andinas: Peru, Ecuador y Bolivia. José Carlos Mariategui en su obra: Siete ensjavos de interpregcit'm de la realidad peruana (1928), concibe el problema del indio como victima de las circunstancias sociopoliticas de los paises respectivos. Esta situacién de injusticia se describe ampliamente en la literatura indigenista. 2 A. Cornejo Polar (1980) apunta como novelas ejemplares del lndianismo a Enriguillo (1882) de Manuel Galvan; Cumanda (1879) de Juan Leon Mera. Ademas, agrega su comentario sobre Aves sin nido (1889) de Clorinda Matto de Turner. Otras obras que propagaron la inferioridad del indigena son: Continente enfermo (1899) de César Zumeta en Venezuela; Nuestrg America (1903) de Carlos Bunge en Argentina; y El feroz pueblo enfermo (1909) de Alcides Arguedas en Bolivia. Sin embargo, hubo obras y ensayos contestatarios a estas posturas racistas como: Lg creacibn de lapedagggia nacional (1910) Franz Tamayo, y Pachamama (1942) de Guillermo Francovich, entre otros. 3 Algunas obras consideradas indigenistas son: El diosero de Francisco Rojas Gonzalez, _E_l_ resplandor (1936) de Mauricio Magdaleno, Los dia_§ terrenglg (1949) de José Revueltas, Balun Canan (1957) de Rosario Castellanos. También, es el caso de Huasipungo (1934) del ecuatoriano Jorge lcaza, y El mundo es ancho v ajeno (1940) de Ciro Alegria. ‘ Ver estudio de David L. Nielson The Word, the Beast. the lndigr; Animal Codes in the Literary Characterization of the Native American in Cumanda, Huasipungo and El lndio (1996). Hay una gran cantidad de autores y criticos, mexicanos y extranjeros, dedicados a la clasificacibn de tan extenso acervo. Entre ellos estén: Max Aub, Carlos Fuentes, Luis Leal, Carlos Monsivais, por mencionar algunos. 6 Este autor formo parte del Ateneo de la Juventud y participo en la Revolucibn junto a Pancho Villa. Este trata de explicar el momento histérico armado a través de sus novelas El aguila y la semiente (1928) y La sombradel caudillo (1929). Junto con él, otros como Rafael F. Munoz, José Ruben Romero describen en sus obras el desencanto, la desesperacién y la amargura que la Revolucibn provoco en el pueblo. 7 También crea una galerla de personajes inolvidables. “Azuela presenta la revolucién como un huracan en el que las vidas humanas estén reducidas a ser hojas llevadas por el viento” (Daves 247). En esta obra Demetrio Macias, un campesino, inicia la revuelta como una revolucibn personal, para vengarse del cacique quien ha quemado su casa y ha abusado de su mujer. “Lo mismo pasarla con la novela proletaria, sus posibilidades se cerraron, y quedaria parcialmente abandonada dentro de la corriente general de la literatura mexicana que habia favorecido a la novela de la Revolucién Mexicana y a la novela indigenista como expresién de literatura nacional, olvidando no sclo a la literatura proletaria, sino también a la novela vanguardista; al grupo Estridentista, tardiamente recuperado, a la novela colonialista, y otras manifestaciones Iiterarias” (Ortega-Aguilar 8). José Revueltas y Luis Spota continuaron discutiendo la tematica proletaria en sus obras décadas mas tarde. De esta literatura hay muchos otros ejemplos, en realidad no desaparecio ni podria desaparecer (lbid. 15). ° Concepto propuesto por Hector Aguilar Camin y Lorenzo Meyer para explicar un hecho comun 1abue se comparte en todos los ambitos de la vida en Mexico: La Revolucién Mexicana. En este trabajo no se analiza la presencia de grupos indigenas y de sus miembros per se, ya que su participacién ha sido reconocida y estudiada ampliamente como parte de la novela indianista e indigenista. Sin embargo, se reconoce su existencia como trabajadores de la tierra que han sido y como parte de la comunidad que pelea por su derecho a la tierra. Por tanto, este trabajo tiene como foco los grupos campesinos, quienes también trabajan la tierra y luchan por su derecho a ella, pero no se reconocen como parte de una etnia por su condicibn mestiza principalmente. Ambos grupos comparten el desempei‘io de la misma labor en el medio rural y el abuso de los grupos en el poder. Sin embargo, a los grupos campesinas se les ha reconocida como ciudadanos y por tanto, poco a poco han hecho valer sus privilegios constitucionales que a 49 los indigenas no se les han respetado hasta la fecha. Sylvia Bigas Torres en La narrativa lndigenista mexicana del siglo XX (1990) expone estas situaciones ampliamente. Sénchez incluye como novelas agrarias a: Aves sin nido de Clorinda Matto de Turner; Lg Charca de Zeno-Gandia; Francisco de Suarez Romero; La parcela de LOpez-Portillo; fl resplendor de Mauricio Magdaleno; Beba, El terrui’lo y Raza de Cain de Carlos Reyles, Corién de Daniel Belmar, El mundo esafncho v ajeno de Ciro Alegria. Huasipungo de Jorge lcaza, entre otras. '2 Ley de nacionalizacién de los bienes eclesiasticos, ley del matrimonio civil, ley de laicizacién del registro civil, decreto sobre la secularizacién de los cementerios, decreto sobre los dias festivos, ley sobre la libertad de cultos, decreto de la secularizacién de los hospitales y de los establecimientos de beneficencia y la supresién de todas las comunidades religiosas. Con todas estas leyes se logra suprimir gran parte del poder en derecho civil que mantenla el clero (Guerra 32). '3 Los ejidos tienen un caracter de organizacién civil por eso se procedio a su reparticibn. Después quedaria establecido en la Constitucién de 1857 que ninguna organizacién civil o religiosa seria propietaria de extensibn que no fuera para el uso publico (Powelson 228). “ Esta dictadura duro 34 anos, exceptuando el periodo del gobierno de Manuel Gonzalez (1880- 1884). 15 Sobre estos levantamientos campesinos ver Leticia Reina, Las rebeliones campesinas en Mexico (1819-1906). (Mexico: Siglo Veintiuno, 1984). 50 CAPITULO 2. TIERRA. LA REVOLUCION AGRARIA EN MEXICO. La reforma agraria es un paso revolucionario, pasa el poder a otras manos, Ia propiedad y el estatus, de un grupo a otro en una comunidad. (Rodolfo Stavenhagen 104) 2.1. Gregorio L6pez y Fuentes, la propiedad de la tierra. Gregorio Lepez y Fuentes (1897-1966) mantiene un lugar privilegiado dentro de la literatura mexicana, latinoamericana, y recientemente en la literatura chicana de los Estados Unidos (Gyurko 242). En sus obras presenciamos un México rural en constante lucha por la tenencia de la tierra y que refleja Ias injusticias que los desheredados han padecido. Sin duda alguna, el ambiental rural de la Huasteca veracruzana en que crecio el autor motivo varias de sus producciones. También vivio en la capital mexicana donde ingreso a la Escuela Normal para Maestros. El autor comenzo a escribir poemas en la revista Nosotros y luego publico su primer libro de poesia La siringa de cristal (1914). Ademés, se enlisto en las filas de la Revolucion como carrancista, pero afios después, decepcionado de Carranza, se retiro de la vida nacional, para dedicarse (Inicamente a su carrera Iiteraria y periodistica.1 Otro de sus aportes a la formacién cultural mexicana fue su participacién como Secretario de Educacién Publica y vocal en la Comisién Nacional de los Libros de Texto Gratuitos junto con Martin Luis Guzman (De Anda 80). Desempefio activamente esta labor, hasta su repentina muerte el 12 de diciembre de 1966. 51 En Tierra. La revolucién agraria en México (1932)2 LOpez y Fuentes reproduce los diez afios mas convulsos de la vida del pais a principios de siglo: los ultimos afios de la dictadura de Diaz, el desarrollo del movimiento armado zapatista durante la Revolucién, hasta la muerte del “caudillo de la revolucién del sur", Zapataa; dictandonos siempre Ia direccién de como pensarlos de acuerdo con la carga emocional que les imprime, especialmente al romantizar a la figura de ‘Zapata’ (White 91). También, el autor descubre Ias relaciones sociales en el campo y las injusticias que vivieron los campesinos e indigenas en las haciendas; pero a la vez, demuestra la fuerza que estos grupos tuvieron al ser la base popular de la Revolucién, y la fuerza que obligo a la creacién de Iegislaciones agrarias. Sin embargo, al enmarcar su obra en un periodo de diez afios, 1910-1920, apoya Ia idea que el gobierno posrevolucionario propagaba acerca de la lucha armada zapatista por la tierra, segun la cual tal lucha habla finalmente concluido. Se habian repartido tierras y habian surgido nuevas alianzas, perfectamente planeadas, entre el nuevo Estado y los agraristas de Morelos “donde la idea del agrarismo ya era algo arraigado en la conciencia de los campesinos” (195). Por tanto propongo que, como escritor y comunicador, Lepez y Fuentes rescata la imagen heroica de Emiliano Zapata y su lema: “Tierra y libertad”, con el fin de afianzar estas asociaciones politicas y ganar confianza con el pueblo quien seguia exigiendo sus derechos sobre la tierra. Con esto creo que el autor representa su interés por la pacificacién del pais y su reconstruccién. Para entender la representacién que de estos ideales nos ofrece Lepez y Fuentes, analizo en este capitulo los discursos histérico-literarios que 52 exponen el origen, Iogros y fallos del movimiento agrarista en México. Exploro también la reparacién de la imagen heroica de Emiliano Zapata por parte de la novela y sus agentes, como parte del proyecto de la reconstruccién de la nacion posrevolucionaria en la que participa el autor con su novela. 2.2. “A la sombra de la Revolucién Mexicana.” La legalidad de la escritura. La época del Porfiriato se caracterizo por su estabilidad y desarrollo politico-econémico. Sin embargo, el sector rural estaba muy lejos de esto y de ser un lugar bucélico. El campo testimoniaba una sociedad injusta donde regia el latifundismo en detrimento de los grupos indigenas y campesinos. Las haciendas se multiplicaron y pasaron a ser los centros de la vida rural mexicana. Su sostén dependia de la explotacién de los peones acasillados, lo cual ocasiono muchos conflictos que desencadenaron en la Revolucién en 1910. Este movimiento armado represento una esperanza para la prosperidad de las comunidades rurales y para un cambio en la jerarquia social, que sin embargo, no sucedio como los trabajadores del campo lo esperaban. lncluso recordaban con nostalgia cuando iniciaron su lucha porque nada les faltaba. “Habia que comer [...] Ahora todo falta. Por andar en las armas nadie trabajaba” (155). Esta novela comienza en el significativo afio de 1910 con un grupo de peones que “se dirigen al sitio donde comenzaran los trabajos de alambrar los terrenos, nueva propiedad del patrén [don Bernardo]. Van a prolongar el cercado, que viene siendo como el enorme brazo del amo, deseoso de abarcar toda la tierra” (14). Esta cita informa sobre el latifundismo que rigio por siglos en 53 Mexico, en el que grandes extensiones de tierra fueron arrebatadas a sus dueftos originales. Estos constantes atropellos llevaron a los grupos afectados a levantarse en armas para exigir sus derechos sobre la tierra y como ciudadanos. Sin embargo, pese a sus esfuerzos los campesinos de esta novela continuaban cuestionando los cambios que se habian Iogrado con la revuelta porque sus vidas no se habian alterado en lo mas minimo y el patrén seguia con su hacienda. —Lo bueno hubiera sido no dejar que el patrén regresara a la hacienda o que se le hubiera puesto Ia condicién de damos tierras y Iibertad de trabajarlas. —Eso no podia ser. La propiedad es sagrada. El que tiene chiche, mama, y el que no, se cria sanchito ...... —Mire, compa, yo he oido algo de eso de las tierras, que fueron de nosotros y que nos han quitado los abogados. Tengo la idea, pero no sé discursear. iQué desgracia la de no conocer las letras! (91) La Revolucion Mexicana, que histéricamente se considera, principio con la rebelién maderista el 20 de noviembre de 1910, y termino con la muerte de Obregén en 1927, fue uno de los grandes acontecimientos sociales del siglo XX. Marco nuevos rumbos en la vida del pais en lo socio-econémico, politico y cultural.4 Al contrario de otras convulsiones en el mundo, su obra constructiva sigue vigente. / Mientras en otros paises se derrumban Ias estatuas, se cancela la memoria revolucionaria y se le rechaza incluso como obstaculo, la 54 Revolucion Mexicana se mantiene viva en las instituciones creadas por su impulso popular. I Es cierto que lo que mas marco Ias conciencias del siglo XX mexicano fue el estallido del 20 de noviembre de 1910. Pero la Revolucién no se agoto en el simple hecho del enfrentamiento armado. (Bailén Corres l, 5) En Tierra. La revolucién aqraria en México, la novela reconstruye una rebelién liderada por Antonio Hernandez, quien se vuelve el defensor en su regién. “Bien saben [los de arriba] que si maltratan a uno de nosotros tienen que vérselas con Antonio 0 con cualquiera de los jefes, que ya ‘les perdieron el miedo a los animales’” (90), agrega un colono. Su lucha tenia un caracter local hasta que se unieron a las fuerzas zapatista. Muchos de sus integrantes no tenian un conocimiento claro de la razén de su lucha a un nivel macro nacional, sclo tenian como referente el derrocamiento del dictador, Porfirio Diaz. Por eso, una vez depuesto éste seguia abierta la pregunta entre los miembros de Ias filas revolucionarias o “la bola”: “Bueno, y ahora, Lqué peleamos? Don Porfirio ya se fue ...... / [A lo que le responde otro] Alla nos lo dira el jefe [Zapata]. Por ml, ni cuidado, que bien me gusta el trote” (95). Inclusive, la ignorancia de un jefe revolucionario local lo lleva a gritar: “iMuera Madero, por cientificol, [Mientras otro de la fila sorprendido le aclara a quien respaldaban] gMadero? iSi es el que sostiene a ustedes. zapatistas!” (93). Era gignorancia o conocimiento?, puesto que los zapatistas pronto se dieron cuenta de que Madero no tenia como agenda prioritaria el problema de la tierra, sino la democracia. Sin embargo, los campesinos segulan tomando parte de la bola atraidos mas por preferencias 55 personales que por agendas politicas. Por ejemplo: les cautivaba mas el general vencedor, Pascual Orozco, hombre alto y serio, quien tomo Ciudad Juarez; y Zapata “moreno, alto, vestido de charro, con unos bigotazos negros” (82); que “Pancho Madero, el apéstol de la democracia. ese hombre bajito... [que] A simple vista nadie daria tres cacahuates por él. Pero iqué hombre! [exclamaban] Tiene un corazén que no le cabe en el pecho. iPara haber tirado a don Porfirio!” (81 ). No obstante, el yo narrativo de este texto defiende que a nivel local 0 regional, estos revolucionarios si tenian un cometido bien claro. Dentro de su rebeldia ciega, exigian la devolucién de sus tierras y liberarse de Ias injusticias a que estaban sometidos en las haciendas. Por eso, se amparaban bajo los lemas agraristas de Emiliano Zapata: “Justicia, tierra y libertad”, y “La tierra es de quien la trabaja.” Zapata exigia la restitucién de las tierras y asi lo da a conocer el ‘Zapata’ de la novela en su propuesta agraria que comunica: —Pero el senor Madero nos sale ahora conque hasta dentro de algunos afios podran cumplirse esas promesas hechas a los campesinos. Nos sale con que debemos entregar Ias armas, que don Porfirio ya se fue, que para dar garantias estén los federales. iComo si nosotros hubiéramos peleado sélo para quitar a don Porfirio! gY las tierras? aVan a seguir en manos de los ricos? gY nosotros vamos a seguir de esclavos de los terratenientes! Vamos a luchar otra vez y hasta recuperar Ias tierras que nos han quitado... para recuperar Ias tierras robadas a los pobres es necesario pelear. /Asi lo comunica a sus hombres. Ellos esparcen por el 56 rumbo Ias primeras noticias de las finalidades de la nueva revolucién. Los peones, en el campo, comentan la nueva: revolucién agraria, la lucha por la tierra. El trabajo resulta menos duro. La tierra toda es una promesa de bienestar. Zapata deja de ser general para convertirse en una bandera. / iTierra! Todos quieren luchar por la recuperacién de las tierras. La gran ambicién, poseer un pedazo de tierra, mueve de entusiasmo hasta a los nin'os. (85) La gente confiaba en que finalmente se lograria la restitucién de sus tierras gracias a la lucha armada, pero habia que cn'stalizar estos derechos para otorgarles su legalidad. Efectivamente, la Revolucién trajo consigo propuestas que se forrnalizaron en un gran conjunto de discursos legales que tenian como meta lograr una sociedad igualitaria y apta para entrar en competencia en la economia mundial del nuevo siglo. En Tierra. La revolucién agraria en MM se propagan los discursos agrarios de la época desde los cuales que utilizan, a su vez, elementos de la legalidad en cuanto a la reparticién de la tierra y del trabajo en las comunidades ejidales. Francisco I. Madero inicio esta cadena de proyectos, proclamando el Plan de San Luis en 1910 en amparo de las clases afectadas ganando la confianza de Emiliano Zapata porque este ultimo habia vivido en came propia los estragos e injusticias que el ‘Zapata’5 personaje relata en la novela: Tenia diez afios cuando en Anenecuilcos, mi tierra, tuve una leccion inolvidable. Vi a mi padre regresar muy triste a casa... el hacendado nos va a quitar Ias tierras... y con ellas lo sembrado... Desde entonces he 57 pensado en la tierra. Por eso, apenas fui hombre, movi la cuestién de los linderos ejidales. (100) Debido a esta realidad, y después de haber apoyado a Madero con tanto entusiasmo, Zapata rompe todo lazo con él porque no habia cumplido con lo propuesto en el Plan de San Luis, y por considerar que no habia motivos para que los campesinos siguieran levantados en armas. Sin embargo, era inminente que la lucha por la tierra iba a continuar. Los zapatistas buscaban el derecho a la propiedad, no la democracia del pais. De esta forma lo da 3 conocer ‘Zapata’ a uno de sus fieles seguidores, Antonio, basandose en los lineamientos del discurso legal que marcaba el Plan: Abusando de la ley de terrenos baldios, numerosos pequefios propietarios, en su mayoria indigenas, han sido despojados de sus terrenos [...] Siendo de verdadera justicia restituir a sus antiguos poseedores los terrenos de los que se les despojo de un modo tan arbitrario, se declaran sujetos a revisién tales disposiciones y fallos y se exigira a quienes los adquieren de un modo tan inmoral, o a sus herederos, que los restituyan a sus primitivos propietarios, a quienes pagaran también una indemnizacién por los perjuicios sufridos. (98) Antonio al igual que muchos seguidores de Zapata, gente indigena en su mayoria y campesinos del sur de Mexico, “todos de calzén y camisa y con sombrero” (82), nunca habian oido hablar de semejante Plan, pero se comprometieron a continuar con su lucha hasta recuperar Ias tierras que les habian quitado. El autor reconoce que era necesaria la presencia de un caudillo 58 que liderara la causa y aleccionara a los desheredados sobre sus derechos, por eso reconoce la participacion de Zapata y su poder como campesino que fue. Estos trabajadores de la tierra “Habian sofiado con que al triunfo de la revolucién maderista quedarian en libertad para consagrarse a sus propias ocupaciones: sembrar a tiempo, escardar en su oportunidad y recoger los frutos antes de que, por atender trabajos ajenos, se echaran a perder” (89). Sin embargo, después de haberse levantado en armas, s6lo les quedaba el convencimiento pasajero de que sus dias habian mejorado mientras seguian labrando los terrenos de su patron. Sabian que el triunfo a la democracia se habia Iogrado, pero “los generalotes porfiristas”, poco a poco comenzaban a formar la nueva hegemonia que acababan de derrocar, como diputados y legisladores del nuevo gobierno con las mismas promesas vacias de siempre. Cuando yo esté en la Cémara dirigiré mis esfuerzos al mejoramiento de este desventurado rincén, cuyos representantes jamés vinieron a darse cuenta de sus necesidades... Yo gestionaré para ustedes todo lo que les hace falta para una vida mejor y... ique viva la Revolucién! (87). Estos vivas otorgaban legitimidad temporal a la causa por ser esta en nombre de la Revolucién. El autor critica a los representantes del Estado porjustificar sus actos en nombre de la “Revolucién” como concepto vacio con fines proselitistas unicamente, por eso quiere dejar claro en su obra que el tiempo de la Revolucion habia llegado a su fin en 1920, y que una nueva etapa tenia que empezar con los nuevos gobiernos posrevolucionarios y la puesta en préctica de los verdaderos Iogros alcanzados por esta revuelta. 59 Entonces, como respuesta al incumplimiento de las promesas maderistas sobre el problema de la tierra, el 28 de noviembre de 1911, Zapata proclamo junto con su equipo de intelectuales, Otilio Montafio y Pablo Torres Burgos, el Plan de Ayala en el que desconocia al gobierno de Madero, exigia la restitucion de las tierras y se pedia el reconocimiento del revolucionario como defensor de la restitucién de las tierras y no como bandido. Con la formulacién escrita de este Plan la tierra seria expropiada por el Estado para repartirla al pueblo y a quienes fueran sus antiguos duer‘los.7 Con esta accidn se “da inicio a una guerra sin cuartel, contra todo y contra todos” (Krauze 1999). Zapata repartio predios en Morelos en franca pugna con los terratenientes.8 En Tierra. La revolucién agraria en Mexico la promulgacién del Plan de Ayala se completa entre gran algarabia e imagenes milenarias9 que predicen los cambios que se aproximan: [...] dianas, musica, gritos, aplausos. Parece que el volcan ha hecho erupcién [...] el pequei‘io ejército, encabezado por el general Zapata, comienza a desfilar. Todos tienden el brazo por sobre el papel y juran morir por la revolucidn agraria [...] Sobre los volcanes coronados de nieve se esta forrnando una tempestad. (108) La furia de la naturaleza remite al concepto de milenarismo1o el cual plantea el preambulo de una cadena de violencia a punto de desatarse, la Revolucién habia comenzado. Mas adelante, Venustiano Carranza se incorporo a la creacidn de decretos firrnando la Ley 6 de enero (1915)11 forzado por Ias diferentes facciones revolucionarias del pais, lo cual le ayudo a solidificar su poder ante la nacidn al 60 mismo tiempo que trataba de reducir el monopolio de Zapata. El decreto ordenaba la devolucién de las tierras comunales a los pueblos, conocidas como ejidos.12 En Tierra. La revolucién agaria en México Lupez y Fuentes documenta esta etapa de reparticién en el capitulo XIX correspondiente al afio de 1915 dandole un toque periodistico a su obra porque menciona a sus fuentes inforrnativas y asegura que “Don Felipe Santibafiez, quien fue comisionado agrario en Yautepec, proporciono al autor muchos de los datos que figuran en este capitulo” (145) como una nota al pie de pégina; y enfatiza que: A falta de leyes especiales, el Gobiemo de la Convencién esta procediendo en forma practica para con los pueblos que necesitan tierras. La tarea es dificil y asi Io entiende el comisionado agrario enviado a Yautepec, primero porque muchos archivos con los datos necesarios, han sido destruidos, y, luego, porque numerosas haciendas se hallan en poder de los mas fuertes jefes, quienes destinan los productos al sostenimiento de la revolucién. (145) Estos planes y decretos sentaron la base para la reformulacién del Articulo 27 de la Constitucién Mexicana de 1917, el cual sefiala que corresponde a la naciOn el dominio territorial y sera ésta quien otorgue la propiedad privada a los particulares. En su redaccién propone el fraccionamiento de los latifundios, el desarrollo de la pequefia propiedad, el fomento de la agricultura y la prevencién de los recursos naturales.13 La presencia de elementos de estos discursos legales documenta la ficcion agrarista que se desarrolla en Tierra. La revolucién agraria en Mexico con 61 varios objetivos. En primer lugar, el autor reconoce el triunfo de la escritura legal como uno de los méximos Iogros surgidos de la Revolucién. Sin embargo, enfatiza que sélo participo la hegemonia en su creacién y en su practica. Los grupos analfabetas quedaron fuera de estos proyectos como participantes directos, pues unicamente se les veia como futuros beneficiarios de ellos; aunque la realidad fuera otra. Por tanto, el autor tiene que hacer mencién de los asesores legales de Zapata quienes participaron en la elaboracién del Plan de Ayala junto con su lider; ya que este plan no fue una iniciativa de Zapata, sino una reaccién contra el Plan de San Luis de Madero. Ademas, afianza la idea de que la lucha zapatista fue reconocida como tal y vista como un peligro para la nacién, sélo cuando se expreso por escrita en este Plan. En segundo lugar, Lupez y Fuentes destaca el poderio de los de abajo en su capacidad de convocatoria masiva y los presenta como fuerza catalizadora que condiciono la creacién de estos acuerdos. Ademas, la mencién de cada proyecto le funciona al autor para criticar a esta cadena fallida de decretos que no lograron su cometido, dotar de tierra al trabajador del campo y que sin embargo, funcionaron para el proselitismo de los poderosos y para su beneficio personal. Los textos legales presentados en la novela no corresponden a los textos originates per se, pero si mantienen su contenido original que el autor nos da a conocer como contexto histérico de su obra. 62 2.3. Emiliano Zapata, el héroe revolucionario y el ejido. Otro elemento que sin duda documenta la ficcién agrarista en esta novela, es la presencia de la figura epitome de la Revolucién agraria en Mexico, Emiliano Zapata, “el jefe de la revolucion agraria del sur". Lopez y Fuentes reevalua la imagen de este héroe, su lucha agraria y su amor por la tierra, a través del ‘Zapata’ mitico. La obra del autor se publica en los afios treinta cuando para este y el gobierno posrevolucionario la lucha zapatista por la tierra habia concluido, por lo menos en el Estado de Morelos donde se repartieron grandes extensiones de tierras expropiadas a los hacendados. Sin embargo, reconoce que la lucha por la imposicién de la Reforma Agraria y nuevas formas para la solucién al problema agrario debian seguir buscandose. A este personaje Io romantiza haciéndolo mas humano, bondadoso, carismético y solidario con sus seguidores y su causa: la lucha por la tierra. Hasta antes de los afios treinta, la imagen que la nacién difundla de Zapata estaba marcada de aspectos negativos. Se le veia como un barbaro que habia tenido como polltica la quema de Ias cosechas de sus enemigos, el robo o la muerte; ademas de haber sido una amenaza al progreso nacional. Por esto, la insistencia de Lupez y Fuentes en demostrar que la lucha zapatista habia culminado su ciclo junto oon estos aspectos negativos que lo caracterizaron. Ahora la figura que rescata el autor es positiva porque Zapata ya habla muerto, ya habia concluido la etapa armada, y ahora el nuevo estado posrevolucionario buscaba la reconstruccién de la nacidn aliandose con los agraristas astutamente para tener control sobre ellos. La 63 imagen de ‘Zapata’ esta caracterizada con ese costumbrismo local de las personas del campo que dan sentido a la vida empiricamente, por eso: Si llegaban a consultarle algo, todo lo resolvia con la lugica del campo, esa lugica sujeta a reglas contenidas en cuentos familiares: un cuento para cada caso, con los motivos etemos del campesino: el buey, la mula, el tiempo, la lluvia, el pobre, el rico, etcétera. (180) L6pez y Fuentes crea un paralelo de éste en la figura de Antonio, ya que ambos comparten un sinfin de semejanzas en sus vidas. Ambos eran gente del campo, peones acasillados, sufrieron infamias por parte de los hacendados, fueron presa del reclutamiento forzado o leva y fueron luchadores incansables por los derechos de quienes trabajaban la tierra. Ambos murieron de forma muy diferente, lo cual les otorga su singularidad como personajes. Zapata murio a manos de un traidor en una celada en la Hacienda de Chinameca“, y Antonio murio en el campo de batalla. Sin embargo, el pueblo logro mantener viva su lucha por “la tierra y la libertad”, en la novela con Cecilio Hernandez, hennano de Antonio y sus seguidores; y en la vida de Mexico, con los incansables campesinos, grupos y organizaciones que han mantenido vivo el espiritu zapatista hasta nuestros dias porque “Zapata deja de ser un general para convertirse en una bandera [de todos los tiemposj” (102). En el relato, ‘Zapata’ y Antonio se desarrollan a manera de un bildungsroman. Ambos van creciendo ideolégicamente y dando a conocer su modo de vida en el campo en tiempos de rebelién. Luego oomo lideres dan a conocer su agenda politica a sus seguidores, a la par del desarrollo de las 64 plataformas politicas de su lucha y de sus Iogros obtenidos; los cuales al principio de su levantamiento eran muy vagos hasta que se ooncretaron en el Plan de Ayala. Los dos inician una lucha por la propiedad logrando la reimplantacién del ejido. Asi, lo informan: “[van] a ser devueltos, legalmente, los ejidos de los pueblos” (146).15 En este punto cabe agregar que el ejido no emana de la Revolucién Mexicana como se conoce; sino que es una institucién espafiola transplantada a la Nueva Espafia por las Leyes de indias en el afio de 1523 (Unanue Rivero).16 El ejido, por tanto, fue establecido en lo que hoy es Mexico, practicamente 400 afios antes de la Revolucién. Entonces, lo que en realidad se logro fue volver a adoptar este sistema de tenencia para prevenir la formacién de latifundios nuevamente. Los hacendados al verse amenazados por la expropiacién emigraron a la ciudad 0 al extranjero, otros trataron de vender sus propiedades, como fue el caso de “don Bernardo [quien] queria vender sus terrenos, pero no hubo quien los comprara, por estar pendientes Ias solicitudes de restituciones y dotaciones de ejidos” (200). Los hacendados menos afortunados murieron en la revuelta quedando sus tierras a merced de los oportunistas y del gobierno. En este poblado se dio inicio a la reparticién fisica de la tierra. Los trabajadores federales encargados de hacerlo llegaron. Sin embargo, se enfrentaban a varios obstaculos. El comisionado comienza por fijar linderos. Hasta esa tarea resulta dificil. Durante tantos afios que los hacendados han usufructuado Ias tierras de los pueblos, éstos han olvidado Ia tradicién de los Iimites. El sentido 65 comun aoonseja recurrir a los mas viejos del lugar [archivos vivientes de la rancheria, como don Procopio] para que sefialen los sitios donde tenninan los terrenos de un pueblo y donde comienzan los terrenos del pueblo vecino. (146) Lopez y Fuentes de manera muy sutil expone el incremento ilegal de las tierras de los hacendados sin ningun control estatal, al decir que “han olvidado la tradicién de los Iimites”, lo cual fue un olvido planeado con alevosia y ventaja. Por eso, ahora tenian que acudir a los conocimientos de los moradores del lugar, ya que se carecia de todo documento legal que amparara el tamafio de Ias propiedades. Se pide la participacion del viejo Procopio y de otros para la delimitacién de los terrenos en su calidad de testimonios vivientes. lncluso, el mismo personaje de ‘Zapata’ participa en esta delimitacién de terrenos. Sin embargo, en esta localidad habia pocos ancianos vivos, ya que “por una cuestién de tierras, todos los viejos fueron sacrificados en una matanza en la plaza de la poblacién. Fueron once Ias victimas de entonces” (146). Otros ya habian muerto o los habian desaparecido intencionalmente para destruir toda esa historia que testimoniaban sobre Ias tierras y sus verdaderos duefios. Otro de los grandes Iogros de este movimiento armado fue la destruccion del sistema semifeudal de la hacienda y el sistema inhumano del peonaje abriendo con ello otros horizontes para los campesinos. El autor enfatiza que esto iba a darse a largo plazo cuando los trabajadores de la tierra oomenzaran a former parte de los mandos de decisién como paso con Cecilio, hermano de Antonio, quien ahora era el encargado de la comitiva de reparticién de tierras. El 66 campesino se habia beneficiado con lo anterior, pero muchos de ellos no entendian los Iogros de su lucha porque su vida continuaba de igual forma. Esta idea se asevera en [@919 de Lupez y Fuentes, donde un miembro de la comunidad asegura que: [...] oyo decir muchas veces, en el pueblo, que los campesinos habian recibido tierras para su mejoramiento econémico, y al entrar nuevamente en contacto con los de su raza se convencia de que las tierras no lo son todo. Muchas tribus, como la suya, poseian sus tierras desde tiempos remotos y, sin embargo, continuaban en la pobreza y en la ignorancia. (248) No sélo era Ia reparticién de la tierra lo que iba a elevar el nivel de vida del trabajador de campo. Ahora que la lucha armada habia terminado, habia que educar al campesino para integrarlo a la vida nacional. Esta propuesta coincide con la agenda del autor oomo educador que fue. El escritor recrea la vida en la hacienda de don Bernardo para presentar los cambios que Antonio y su familia van experimentando a la par de los Iogros impuestos por su lucha en la Revolucién junto a ‘Zapata’. De igual forma, expone la defensa del status quo o contrarreforma que los grupos hegeménicos trataron de aplicar al sentirse agredidos; ya que se consideraban agricultores por el simple hecho de poseer titulos de propiedad, aunque estuvieran ausentes de las labores directas del campo. Lupez y Fuentes demuestra que estos grupos contaban con aliados en el poder y ellos mismos participaban en la politica, por eso los éxitos alcanzados iban a darse a largo plazo. Por ejemplo, las 67 autoridades locales de los ejidos fueron la base de la Confederacién Nacional Campesina (CNC), y ésta era una fraccion del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Las alianzas entre los poderosos desataron el crecimiento de la corrupcién en contra de los menos afortunados. Esto se observa repetidas veces en gran parte de la obra de L6pez y Fuentes, como se destaca en Mflpg, mtrero y llano (1951) cuando un duefio de una pequefia propiedad se dirige al presidente municipal con estas palabras: — (,NO seria posible, sefior presidente, dar garantias al campo? Los lideres, al servicio de los politicos, se han metido a comisarios ejidales, y estén torciendo la buena intencién de los legisladores, al invadir las tierras, preferentemente Ias cultivadas, por lo que son pocos los agricultores que se aventuran a sembrar, pues no tienen seguridad de que cosecharan... Yo tengo la amenaza de una invasién porque el diputado quiere quitamos esas vegas para dérselas a los partidarios. [Pero] El presidente municipal temla al politico que le dio el puesto; el politico solo era un terrateniente del cacique de toda la sierra... [que tenia a su cargo] individuos armados que compraban reses robadas... asi como otros [que] manejaban a los campesinos para amenazar con invasiones a los terratenientes, no sin el poderoso argumento de dar tierras a los pueblos... Lo que la Revolucién supuso que era una sencilla dotacién de tierras, se habla convertido en chicana de politicos. El cacique a su vez no era mas que otro eslabén, aunque mas pesado, en la gran cadena de la alta politica. (65) 68 Era un hecho que se habian alcanzado garantias para los trabajadores del campo y de la ciudad, la renovacién de la Constitucién Politica y la creacién de la Reforma Agraria eran prueba de ello, ahora quedaba llevarlos a la practica. Sin embargo, “Lo mas grave es que los generalotes porfiristas no ha[bia]n sido mandados a echar gallinas, en lugar de conservarlos con mando de tropa” (83). La defensa del status quo y la contrarreforma eran una realidad. 2.4. El latifundio y la hacienda como formas de control.17 El hacendado y la vida en las haciendas son elementos de gran importancia en la caracterizacion de las novelas de discursos agrarios de la primera mitad del siglo XX, tiempo en que continuaban estableciéndose estos latifundios.18 El hacendado era el gran terrateniente, el jefe, el juez del destino de sus trabajadores, el padre de ellos; pero va adoptando diferentes actitudes de acuerdo con su situacién social y la del entomo. Era patemalista si no estaba en peligro, en cambio, era un despiadado cuando se sentia amenazado su poderio (Rematore1968). Entre este personaje y los trabajadores de la tierra se establecio una relacién servil regida por la lealtad o la amenaza fisica. En esta hacienda “[el patrén] a todos les va dando el tratamiento de ‘hijos’, pero en ninguno de los peones hay ese dejo de oonfianza que justifique el tratamiento" (73). Aqui, el respeto era sélo temor infundado, ya que el poder del patrén se veia amenazado por las cuestiones pollticas y rurales que se estaban desencadenando. 69 Desde el Porfiriato se habla agudizado la acumulacion de terrenos arbitrariamente en manos de unos pocos propietarios con lo que se formaron haciendas que contemplaban Ias tierras mas productivas para cosechar. Lepez y Fuentes describe ampliamente una de estas propiedades donde moriria traicionado el héroe agrarista, Zapata. La casa de la hacienda, en Chinameca, es como muchas casas de hacienda en el Estado de Morelos: verdaderas trampas o mejor dicho, verdaderas fortalezas. Caserén enorme de buenas paredes. Un portal inmenso. Habitaciones para el patrén, para el administrador, para los empleados y para las visitas. Una gran cuadra para coches y caballos. Y frente a la casa, un espacio cuadrangular, tan grande, que en él se hace el tianguis. Ese rectangulo esta bardeado por una tapia, algo asi como un tecorral mejor construido que la generalidad de los tecorrales. A derecha e izquierda, la barda tiene anchas puertas. (190)19 También, muchas haciendas contaban con su propia iglesia, y su moneda de circulacién; ambas eran significativas formas de control moral y de endeudamiento porque este dinero sélo tenia valor dentro de sus inmediaciones. Tierra. l_.a revolucién agLaria en México inicia cuando un grupo de casi cien campesinos camina en el montezo, para delimitar las nuevas posesiones del terrateniente, Don Bernardo Gonzalez. “Mientras caminan, van hablando de las cosas nimias de la vida: la carestia del frijol, la falta de lluvia y que las vinJelas estén haciendo victimas” (13). La falta de comestibles, Ias inclemencias del tiempo y, por ultimo, Ias enferrnedades explican el ambiente de pobreza e 70 insalubridad en que vivian estos peones. En este ambiente de injusticia, los campesinos discuten entre ellos Ias infamias que los de arriba cometen a manera de preambulo de lo que deparaba a la nacion mexicana en 1910: -— Que el patrén gano el litigio sobre los terrenos de la cafiada. iY qué terrenos! — LPero cuando ha perdido el amo un litigio por terrenos? - Déjense de cosas: siempre llueve donde hay lodo... (13) Ademas de que el patrbn se daba el gusto de celebrar la ultima cosecha cuando ni siquiera habia metido mano en la tierra, sus “trojes estén repletas [mientras] Ias de los [verdaderos] trabajadores estén vacias” (65). El patrén se sentia un todopoderoso mas por la extension de sus tierras y sus centenares de trabajadores que por el capital que generaban estas. Su poderio era de tan grandes dimensiones que requeria de servidores para que actuaran como su brazo derecho, desarrollando con ello una division jerérquica social descendente basada en Ias funciones del trabajo, y regidas por la fidelidad, el compadrazgo, el adeudamiento y el temor infundido. En este casco de hacienda, el amo “Tiene todo el continente de un cacique [que si los arrnara seria un problema para él y para el gobierno]. Los peones casi se arrodillan [ante él]” (38). El sistema legal y la justicia siempre habian estado a su servicio brindandole la oportunidad de beneficiarse a pesar de los cambios que se estaban dando en el Estado. En este juego de poderes se da una correspondencia mutua para pasarse los altos mandos, como sucede cuando el regimen porfirista ha sido derrocado: 71 El patrén propone la instalacién de un club, el “Club Francisco I. Madero”. Suenan los aplausos a causa de tan feliz iniciativa. El candidato [que antes porfirista] felicita a don Bernardo, y, a renglén seguido, Ie ofrece la presidencia del club. Don Bernardo acepta encantado. (85) Asi, se decidia la democracia del pueblo. Lupez y Fuentes demuestra que ni con la lucha encamizada de 1910 se pudo erradicar la organizacién social y corrupcién hegeménica que habia imperado en el Mexico rural y que pervivio hasta los anos treinta cuando publico su obra. La tradicién y el orden feudal prerrevolucionario se perpetuaron porque los lideres “reformistas” eran Ias mismas personas que velaban por la defensa del status quo. Defenderse de este orden no era nada facil, si no se contaba con el apoyo del sistema legal. Esto paso con “Rumulo Reyes [quien] tenia su ranchito... sus vacas, trabajaba para él, pero en un pleito con el patrbn se quedo sin nada. Todo se lo comieron los abogados en provecho del amo, que adquirio de todos modos la propiedad” (39). Esta era la razén por la que muchos preferian no reclamar sus derechos, ya que su escasa educacidn no les perrnitia defenderse, y principalmente porque no tenian al sistema de su parte. Esto contribuyo a la corrupcién de los servidores publicos, pues los hacendados contaban con proteccién Iegislativa y judicial para preservar sus propiedades y tener el absoluto control sobre sus trabajadores. Asi, “engrandecian sus tierras a costa de los ejidos de los indios 0 de los rancheros, duefios de pequefias propiedades” (De Anda 102). Contaban con cualquier maniobra para conseguir su cometido y fueron expandiendo sus haciendas a expensas de los pueblos circunvecinos y de las leyes agrarias. 72 Dentro de las inmediaciones de la hacienda existia un escalafdn. El administrador se encargaba de velar por los intereses de su senor, quien Ia mayoria de las veces se encontraba en la capital u otras ciudades urbanas disfrutando de lo percibido en sus posesiones. El capataz representaba a su patron frente a sus peones. “Es el unico que porta arma de fuego. Una pistola... El capataz no trabaja. Se concreta a ver y a exigir que los demas trabajen” (17). Otro era el mayordomo, que se encargaba de la tienda de raya y de mantener endeudados a los trabajadores. Los que se oponian a las reglas de la hacienda eran reclutados forzadamente para formar parte de la leva en las fuerzas revolucionarias. Con esta muestra al hacendado: Se Ie considera amigo del gobierno al ceder de sus trabajadores algunos que vayan a ser el sostén de Ias instituciones. Otros han sido enviados por manifestarse inconforrnes con seguir trabajando en la hacienda. Otros por convenir asi a los intereses del amo, por ejemplo; en la disputa de propiedades. Pero el amo jamas dice tales cosas en las remisiones de los reclutas. El alega desinteresados deseos de contribuir para el mantenimiento del orden y la paz. (26) La leva funciono a los propésitos de los terratenientes para desaparecer definitiva o temporalmente a elementos no deseados en su territorio. Otro grupo, parte fundamental de la lucha por la tierra y la manutencién del status quo fue la iglesia: la duefia de las almas. Con este grupo Lupez y Fuentes contextualiza el abuso espiritual de la religién y la vergonzosa complicidad del clero con las estructuras feudales. La iglesia enfrentaba el 73 dilema de tener que proteger a los Iugarefios de los latifundistas terratenientes cuando ésta era la principal aliada del regimen. La iglesia habia perdido sus derechos sobre la propiedad, por eso ahora tenia que defender a quienes Ia sustentaban. Al parecer, el clero habia abandonado su vocacién catecumena y ahora sus prédicas estaban al servicio de los intereses hegeménicos y propios. Las haciendas tenian su iglesia con varios objetivos, entre los cuales la fe del hacendado era el ultimo, si es que la habia. El padre era un aliado del patron y muchas veces la confesién funciono como una arma muy efectiva para enterarse de los robos, abusos y planes de los moradores en contra del hacendado. En esta hacienda el ‘curita’ venia de vez en cuando a bautizar y casar al por mayor en “una economia notable de tiempo” (50), sacando veinte reales por cada servicio, y negando la confesién por ser de manera individual, y seguramente, sin tarifa fija por el auxilio moral. La actitud del cura frente a sus feligreses es mecanica, sus votos eclesiasticos al parecer se han velado; “echa bendiciones de derecha a izquierda” (56). Ademas, “habla en nombre de Cristo y recomienda humildad, amor al préjimo y algo mas. Viéndolo, se antoja pensar qué seria de Jesus con una pistola de cilindro, calibre treinta y ocho, en la cintura, y arreando por los caminos una acémila, que lleva en los lacrados lomos dos mil pesos” (61 ). Inquiere el narrador al ver tamafia corrupcion. La visita del cura a la comunidad tiene varias funciones. Por una parte, la econémica, ya que éste personaje lucra con la fe de los creyentes. Por otra, este acto social en la comunidad representa un ejercicio de poder frente a los parroquianos (Halperin 1993: 24), pues su presencia les recuerda que existe una 74 justicia divina y que por tanto, tienen que respetar al préjimo. La imparticién de los sacramentos mantiene a la gente dentro de los preceptos que marca Ia doctrina, asi Ia iglesia pasa a controlar sus almas y sus destinos. Ademas en esta ecuacién de poder, cacique y clero, cada uno maneja su poderio a través del temor divino que desconocen y de la represién terrenal que vivian en las haciendas: castigos fisicos, hambres y represalias. Ambos representan las mas altas jerarquias del poder local. Su relacion esta regida por la complicidad y apoyo mutuo con lo que logran mantener su estatus de poder frente al pueblo. Lupez y Fuentes recrea la relacién corrupta que se daba entre estos representantes de la hegemonia, donde no habia miramientos especiales por la vestimenta. Aqui los dos son hombres que conocen sus jugadas, pero que estén obligados a mantener su teatro frente a los demas. Don Bernardo “Ie besa la mano al sacerdote. No le han importado el altar, ni los santos, pero en cambio si le importa su politica; dar a conocer su reverencia por el cura, pues Ie conviene que sus peones, tomandolo como ejemplo, respeten y teman al sacerdote” (52). Pero una vez fuera de la vista del pueblo, se descubren como son sin temor alguno. pues los dos se necesitan: “- iAh, curita, tragén de pollos! iYa vino otra vez a explotar mis pobres indios! /— gPobres? (;Y por quién estan asi? iHacendado negrerol...” (53). Ambos personajes contribuyeron a mantener a los trabajadores del campo en este marasmo: la vida en la hacienda facilito este sistema de control. La miseria y la falta de tierras llevaba a los trabajadores del campo a buscar amparo en las haciendas, en lo que se conoce oomo el sistema de 75 peonaje en el que estos grupos desheredados tenian que cumplir con una jomada laboral, y a cambio contaban con la autorizacién para sembrar una porcién de tierras del patrén para su propio favor. Vivir como pebn acasillado en las haciendas era una especie de semiesclavitud porque are un sistema de servicio forzado por deuda. Familias enteras vivian en Ias haciendas, el hombre trabajaba Ias tierras de su patrén y su mujer y su descendencia servian en la casa mayor, y ya después, cuando el tiempo lo perrnitia podian dedicarse a su propia cosecha, lo cual era casi imposible. Se les daba un cuarto para vivir dentro de la hacienda y estaban retenidos por préstamos constantes y forzados que les haclan. La cuenta iba acumulandose por gastos ocasionados por enferrnedades, por compra de ropa y alimentos, asi como por los casamientos y las defunciones. Estas deudas se trasmitian de generacién en generacién y el peén junto con su familia eran, propiamente, parte de la hacienda; incluso cuando la hacienda se vendia su precio incluia Ias deudas de estos trabajadores. Tierra. l_.a revolucidn agraria en Mexico describe ampliamente este tipo de vasallaje vigente a principios del siglo XX, de una manera muy fiel que horroriza por el abuso del patrbn y sus empleados. Por ejemplo, Antonio aparece cubierto de sangre después de haber sido interrogado acerca del atentado perpetrado contra el administrador de la hacienda, “Tiene una mancha de sangre seca desde la oreja izquierda hasta los pies” (31 ). Otro caso es el de “Cecilio, el hennano menor de Antonio... [quien] ha sido golpeado a cafionazos por el administrador por negarse a decir quienes... tienen armas... Ademas, se le ha amenazado con enviarlo de recluta en caso de que se obstine en seguir callado” 76 (73). La tortura fisica y las amenazas eran fonnas efectivas de control dentro de las haciendas, al igual que los adeudos, porque el miedo que les infligia, los subordinaba (Strode 122). Otra forma de controlar a los peones era por medio de “la tienda de raya” Ia cual los proveia de productos -maiz y el frijol que ellos mismos habian cultivado— a crédito para que sus familias medio vivieran, y ahi mismo se les daba su salario, conocido como “la raya”. Al endeudarse en estas tiendas, los peones tenian que seguir trabajando para el mismo patrén, aunque les diera un trato infimo o liquidar su deuda, Io cual era practicamente imposible. Los trabajadores: Ve[n] con claridad el estado de sus cuentas. Desconfiados meten los ojos en las contabilidades. Han trabajado y no han pedido tanto para deber lo que el empleado dice figura en los libros. EI empleado les aclara: -- un peso que te doy, es un peso que me debes; y otro peso que te apunto, (gno hacen en total tres pesos? (41) Esta explicacion no se podia cuestionar sin sufrir algun castigo. En esta hacienda uno de sus moradores, Urbano Tlahuica, decidio marcharse para ir a jomalear por otras partes, fastidiado de verse siempre en la misma pobreza, sin salir nunca de una droga contraida por sus padres [...] Su actitud fue como un grito de rebeldia” (42). Sin embargo, fue obligado a regresar a la hacienda para cumplir con su deuda. La unica forma de librarse de una deuda era desapareciendo la Iibreta de cuentas o pagando. Durante la fase armada de la Revolucion muchas haciendas fueron saqueadas y lo pn'mero que se buscaba 77 eran estas libretas que se quemaban para terrninar con todo rastro de las deudas contraidas. El suministro de alcohol también mantuvo a los trabajadores del campo en su marasmo. Se les daba de tomar después de sus jomadas diarias y en dias festivos para que olvidaran sus pesares de manera temporal, mientras disfrutaban de los efectos de la borrachera. Por ejemplo, en esta hacienda: En obsequio de los trabajadores, el patron ha mandado instalar expendios gratuitos de aguardiente y de tepache. Que se emborrachen siquiera, ya que por atender Ias exigencias del amo se quedaron sin sembrar a tiempo, sin limpiar oportunamente sus labores y, en resumen, sin cosechar nada, porque al venirse encima el tiempo de lluvias lo poco que se habia Iogrado se perdio en la mata. Se alegran con el aguardiente y se olvidan que los va a maltratar el hambre. (66) Este es un problema que arraigo en muchas comunidades rurales, donde Ias fiestas pasaron a ser otro medio opresivo, pero a diferencia de los castigos fisicos, este por lo menos lo disfrutaba eI trabajador. Algunas haciendas también dedicaban un espacio a la escuela, a la cual asistian los preferidos del patrén o ahijados, hijos de los administradores y muy pocos hijos de empleados porque dedicaban su tiempo a trabajar para la hacienda. Los profesores eran pagados por el patrén y por tanto, controlados por ellos mismos. La mayoria de la peonada de las haciendas no sabia leer ni escribir, lo cual no Ie importaba a los patrones, y no era que los campesinos no quisieran progresar, sino que no tenian acceso a ninguna institucién educativa o 78 los medios para acceder a la educacién. La hacienda de don Bernardo no tenia escuela en sus dominios, con la intencién, perfectamente proyectada, de mantener a sus trabajadores en el atraso al negarles tal derecho. Los hacendados sabian que la educacién basica por minima que fuera, les brindaria Ia posibilidad de una vida mejor a sus peones, o por lo menos, les pennitiria conocer sus derechos, lo cual implicaba un peligro a sus intereses. Por eso, don Bernardo explica a una citadina cuando esta lo cuestiona sobre el abrir una escuela para los trabajadores en su hacienda: “iNi pensarlo, mi querida Agustina! La escuela me los echaria a perder. iQuién los aguanta sabiendo leer y escribir! Lo primero que se les ocurriria: pedir tierras y aumento de jomal” (67). Con este comentario, don Bernardo afirma los derechos que por ley tenian ganados estas clases trabajadoras, los cuales les eran negados porque los peones los desconocian. Por tanto, se evita tener una escuela y un profesor rural porque su funcién era primordialmente la de educar en conocimientos civiles, sociales y agricolas. y también educar en sus derechos a los campesinos en su calidad de ciudadanos, lo cual no iba a favorecer a la hegemonia.21 Sin embargo, con José Vasconcelos, durante los afios veinte, se fomento la expansién del sistema escolar en el campo como proyecto nacional para la integracidn de los sectores rurales del pais a la vida modema, ya que estaban aislados de los avances econémicos y culturales que se vivian en las grandes ciudades. Durante casi dos siglos, la vida y el trabajo en Ias haciendas fueron una forma efectiva para controlar a grupos indigenas y campesinos, y también para 79 que los terratenientes y la iglesia mantuvieran su estatus social y econdmico. Muchos trabajadores del campo habian crecido bajo este regimen y nacido dentro de las inmediaciones de las haciendas, por lo que ni siquiera sabian que habia algo mas alla de sus limites. Estaban tan acostumbrados a hallarse de este modo que no veian la posibilidad de una vida mejor, por lo que no cuestionaban el patemalismo en el que se refugiaron por siglos y antes bien, llegaron a defenderlo. La pobreza de su patron significaba su pobreza y su riqueza por lo menos sustento y trabajo seguro. Sin embargo, se experimentaron cambios en estas haciendas o comunidades rurales que vinieron del exterior. Por eso, cuando Antonio Hernandez regresa a la hacienda después de haber sido obligado a integrarse a la leva, se presenta con nuevas ideologias, Ias cuales por efectos del alcohol y de la fiesta del pueblo por poco se le olvidaron. “;Cabal, que se me olvidaba, sefior administrador! No haberles dicho lo mas importante: Ya comenzo Ia bola: don Pancho Madero se ha levantado en armas” (71 ). Ahora habia que unirse a la causa de Zapata para luchar por “justicia, tierra y libertad”, con lo que se acabaria el sistema de las haciendas. Es en este punto que el patemalismo de las haciendas se vuelve sclo un mito, y la posibilidad de independencia del trabajador del campo una realidad. Una década después se festejaban los triunfos: Menudeaban los cohetes [...] La musica toca una diana. Todos se arremolinan en tomo de los recién llegados. Sin pérdidas de tiempo se dirigen a los terrenos que fueron del amo y de los que la peonada ha tomado posesién hace tiempo. La autoridad sélo viene a ratificar esa 80 posesién [...] Al terrninar el recorrido por los linderos, se hace saber que los conduefios disfmtaran en comunidad Ias aguas del estero y los montes de la cafiada. (202) La lucha por la tierra estaba dando sus frutos. La Revolucion habia traldo beneficios y la devolucion de las tierras, asi lo da a conocer el autor. Sin embargo, Ia lucha por la tierra no habia terrninado con estas reparticiones simbélicas ni con la muerte de Zapata a la que no podian dar crédito sus seguidores. La lucha apenas habia comenzado. 2.5. Conclusién. En Tierra. La RevoluLciOMgraria en México se revisa la lucha armada y los discursos agrarios que dieron forma a la Reforma Agraria implantada en México en tiempos de la Revolucién. Manuel Pedro Gonzalez en su obra: Trayectoria de la novela en Mexico (1955), afirma que hasta ese entonces, 1955, nadie habia superado a Lupez y Fuentes en la presentacién que del agrarismo realizo en su obra (255). Postura muy acertada porque este autor logra sintetizar la Revolucién Mexicana a través de diez afios, la lucha agrarista de forma cronolégica con todas sus facetas legislativas, y su héroe Emiliano Zapata, asi como la vida de los campesinos en la hacienda. La figura romantizada de un Zapata heroico por si misma sintetiza la lucha agraria en Mexico, lo cual enaltece aun mas el caracter agrario de esta novela. Zapata peleo por la tierra, en un sentido religioso, por la tierra que fue y que es para los zapatistas y para todos los campesinos, como Io fue en la 81 cosmogonia azteca, una madre que protege y provee. En la asociacion de la tierra como la madre se esconde el sentido de la lucha zapatista, el que explica sus actos y el énfasis de su lucha. La tierra es el origen y el destino, la madre que guarda el misterio del tiempo, la que transforrna la muerte en vida, la casa eterna de los antepasados. La tierra es madre porque prodiga un multiple cuidado, nutre, mantiene, provee. cobija, asegura, regenera, consuela. ‘Zapata no peleaba por las tierritas’, decia Villa, ‘sino por la madre tierra’. Por tanto, Zapata mantiene un dialogo vital con la tierra, es mitico por eso sus alianzas no duran. (Krauze 1999) Lupez y Fuentes demuestra el poder que los trabajadores de la tierra podian tener como grupo, y que gracias a Zapata habian despertado de su letargo para demandar lo que se les habia quitado por siglos. Por tanto, enfatiza que el mito del patemalismo benevolente o la lealtad al patrén, eran sulo eso, unos mitos que habian comenzado a desaparecer cuando se derroco el sistema sei’iorial tradicional de la hacienda, se aniquilo el sistema del peonaje y con ello la tienda de raya. Por tanto, con su obra resalta que la lucha armada zapatista por la tierra habia culminado y que ahora reinaba la conviccidn de que habria un futuro mejor que se daria a partir de la distribucion de ejidos y de la preservacién de la leyenda viva de Zapata. El pueblo reconoce que ha muerto el héroe, pues “No hay nada. Sélo el silencio perfecto de los campos” (213). Finalmente, cabe mencionar que la extensa reparticién y redistribucién de tierras en el estado de Morelos en la década de los afios veintes fue un gran triunfo a la lucha agraria, 82 IOK RETURNS ‘0 seguia habiendo pUGblos que continuaban viviendo Ias mismas injusticias. Inside at the Circulation Desk Outside on the south circle drive [open24/7) lucha por la tierra implicaba nuevos retos que habia que enfrentar, como la ACCOUNT . , . _ .. . EyioYevineipIorg 10300" del trabajador del campo para la mejor explotaCIon de sus tierras y la Click 'My Account' Enter your name, library card , . _ . barcode and PIN (firsttimezyou 3318 en practIca de la Reforma Agraria. Elfin de la lucha armada Inauguro la will be prompted to selecta PIN) 0"“ 5m" sencia de discursos agrarios en la narrativa como se vera en los siguientes ENEW ITEMS (rental items must be renewed by phone) . Go to www.elpl.org "tUIOS' Click “My Account” [Enter your name, library card barcode and PIN (first time: you will be prompted to select a PIN) IClick “Submit” )CIick "Checked Out ltems' )Check boxes of items to renew )Click “Renew Selected” r call 517-351-2420, ext. 0 Renew Items up to 3 times at 1 week each time. You may renew up to 3 days prior to the due date to get a full extra week from the original due date. No renewal if item is on hold. use HOLDS (even an ' 83 pero seguia habiendo pueblos que continuaban viviendo Ias mismas injusticias. La lucha por la tierra implicaba nuevos retos que habia que enfrentar, como la educacion del trabajador del campo para la mejor explotacién de sus tierras y la puesta en practica de la Reforma Agraria. Elfin de la lucha armada inauguro la presencia de discursos agrarios en la narrativa como se vera en los siguientes capitulos. 83 2.6. Notas 1 Publico Claros de selva (1922) su ultimo libro de poesia, y en el mismo aI‘Io su primera novela: El vagabundo, a la que le siguieron varias producciones narrativas: El alma del poblacho (1924). Ademas, fungio como periodista y editor de periédicos muy importantes de la época como _E_l Grafico y El Universal. Otras de sus obras son: Camgamento (1931 ), iMi general! ( 1934), y g in_di_o_ (1935) obra galardonada con el premio Nacional de Literatura Mexicana el mismo aI‘Io de su aparicién como “la mejor novela del afio.” Después publico, Arrieros (1937), Huasteca (1939), Cuentos campesinos de México (1940), Acomtmjticio (1943), Peregrinos inméviles. Cartas de ninos (1947); Entresuelo (1948); y MilpaL potrero v llano (1951) (DeAnda 80). Gregorio LOpez y Fuentes, Tierra. La revoluciéna flia en México, segunda edicién. (Mexico, D. F.: Ediciones Botas, 1946). Todas las citas corresponden a esta edicién. 3Asi se conoce a este protagonista de la Revolucién de 1910, por haber liderado a los campesinos e indigenas del sur del pals. El reclamo constante de Zapata, de origen campesino, fue que se devolvieran a los pueblos Ias tierras comunales invadidas por las haciendas. Muere en la hacienda de Chinameca, el 10 de abril de 1919. ‘ La Revolucién de 1910 estallo con un sinnumero de objetivos que se fueron definiendo en el transcurso de su lucha: implantar el sufragio efectivo al derrocar a Diaz, Ia nacionalizacién del subsuelo, la destruccién del sistema de haciendas y latifundios, el impulso a la educacibn, Ia dotacién y devolucién de tierra a los campesinos, la promocién a la industria y el reconocimiento de derechos laborales de la clase obrera. Otro objetivo fue reducir eI poder de la iglesia como ya se habia estipulado en Ias Leyes de Reforma de 1850. También, se pretendia aseverar la identidad del mexicano frente al mundo por lo que surge un renacimiento cultural del tema de lo mexicano, se manifiesta el protagonismo indigena en la cultura, el cual se incorporo con gran fuerza al panorama social convirtiéndose en tema central del arte, donde se expuso su modus vivendi, sus tradiciones culturales y sus pesares (Aguilar Camin & Meyer, 1994). 5El entrecomillado es para distinguir al personaje de “’Zapata en la novela, del héroe histérico Emiliano Zapata. 6Anenecuilco, regidn de Morelos, venia acarreando problemas de propiedad desde tiempos de la Colonia. Ya en el COdice Mendozino, se presenta esta comunidad como tributarios de los Aztecas(Krauze,1999). 7“Las tierras, bosques y aguas que han sido usurpados por los hacendados, los CIentIf cos y los caciques, mediante la tiranla y la venalidad de la justicia, seran restituidas inmediatamente a los pueblos o a los ciudadanos que detenten los titulos correspondientes a dichas propiedades de las cuales fueron despojados por la mala fe de sus opresores. Conservaran esas posesiones a toda costa mediante la fuerza de las armas [...] La gran mayoria de los pueblos y de los ciudadanos mexicanos no son duefios de mas tierra que la que pisan, y sufren los horrores de una existencia miserable sin poder mejorar su situacion social ni dedicarse a la industria ni a la agricultura porque unos cuantos monopolizan Ias tierras, los bosques y las aguas. Por consiguiente, esas propiedades seran expropiadas, indemnizando a los poderosos duenos con la tercera parte de dichos monopolios, para que los pueblos y los ciudadanos de Mexico puedan tener ejidos, colonias, solares y tierras cultivables. Asi podra remediarse en todo respecto Ia falta de prosperidad y de bienestar de los mexicanos. / Las propiedades de aquellos hacendados, cientificos o caciques que directa o indirectamente se opongan al presente Plan seran expropiadas por la nacidn" (Halperin 1993: 69). 8 Sin embargo, el Plan no se pudo poner en practica por su rigidez, y tres aflos mas tarde (1914), Zapata promulgo un decreto mas factible, en el que la tierra podia ser legada de padres a hijos, y Ias propiedades de enemigos de la Revolucién serian nacionalizadas (lbid. 69). °Para mas informacién sobre estas imagenes ver Ia tesis doctoral de Daniel J. Napo, Looking back to the end of time: Milenn ail imagen in selected novels a_nd corridos of the mexican revolution, 1890-1947 (2003). "’El concepto de “Milenarismo” viene del latin millenium (mil anos) y se ref ere a un fendmeno histérico que busca la redencién colectiva de un grupo, donde el poder, Ias riquezas y Ias 84 jerarquias han sido desiguales. En Robert M., “Brazil’s Canudos as a millenarian movement”, Journal of Millennia__l Studies, 2. http://www.milIe.org/publicatinsf|umal.htmI. Carranza estaba en una situacién muy complicada al ser atacado por Villa desde el norte y por Zapata en el sur, Io cual lo obligo a decretar en 1915 la Ley 6 de enero que a pesar de lo imprecisa, incomplete y defectuosa sirvio a sus propésitos. En cuanto se promulgo el decreto mejoro decididamente Ia fortuna de Carranza. Villa sufrio una derrota aplastante en la batalla de Celaya en marzo de 1915. Siete dias mas tarde, a los once meses de promulgado el decreto, eI gobierno de los Estados Unidos y varias republicas hispanoamericanas reconocieron a Carranza como jefe del gobierno. Esta ley pretendia restablecer el patrimonio territorial de los pueblos despojados y crear nuevas unidades con terrenos colindantes a los pueblos que se expropiarian para el efecto. Los beneficiarios de esta ley eran los "pueblos", concepto que la misma ley no definia con exactitud. Ademas, el campo mexicano incluia otros sectores sociales a quienes la ley les era indiferente, entre ellos: medieros, arrendatarios, peones agricolas y acasillados que, inconformes con Ias refonnas carrancistas, recurrieron a la violencia (Halperin 1993: 72). ‘2 Este acuerdo no era de ninguna manera un documento ideado para resolver el problema agrario de Mexico, ni garantizar la paz. Al contrario, trajo mecanismos para la consolidacién de la corrupcibn, porque dejo el sistema de las haciendas sin tocar, aumentando con ello la anarquia y el caos aI coincidir con el momento de la derroca de Huerta, quien hizo muy poco por la restitucién de la tierra (Stavenhagen 1970: 388, Halperin 1993: 7). '3 Los nucleos de poblacién que carezcan de tierras y aguas o no tengan en cantidad suficiente para las necesidades de su poblacién, tendran derecho a que se les dote de ellas, tomandolas de las propiedades inmediatas, respetando siempre la pequena propiedad agricola en explotacién... [lncluyendo que] Los templos destinados al culto publico son propiedad de la Nacién... (Halperin 1993: 74) Este articulo no derogaba Ia propiedad privada, sino que la restringia a la utilidad publica, y prohibia Ia adquisicién de tierras por parte de Ias instituciones religiosas para evitar la repeticién del hecho histérico del monopolio eclesiastico. En cuanto a la reparticién de tierras enajenadas después de 1856, declaraba que Ias tierras serian devueltas a sus propietarios originales. Asi como la reparticion de ejidos a las comunidades necesitadas. Sin embargo, estas medidas revolucionarias estaban supeditadas a una serie de clausulas en Ias que se condicionaba quienes tenian derecho a recibir tales tierras, lo cual no significo que fueran todos aquellos que Ias necesitaran o que pudieran probar que habian sido suyas. No obstante, una vez nombrado presidente constitucional, Carranza mostro poco interés en poner en practica los principios agrarios y laborales, cuestiones primordiales que fueron planteadas en la Constitucién Politica de los Estados Unidos Mexicanos del 5 de febrero de 1917. 1‘ En los ultimos anos han surgido teorias revisionistas que cuestionan la muerte de Zapata como se conoce hasta ahora, agregando que su muerte fue en realidad en una cantina de Jamiltepec. Para mas sobre el tema, ver los estudios del investigador Tomoo Terada Zavala. ‘5 Los ejidos se caracterizaron como: 1. lnalienables, 2. lmprescriptibles, 3. lnembargables, 4. Intransmisibles, 5. No hipotecables, 6. No arrendables, 7. lngravables, 8. No sujetos a cesién, 9. No explotables en aparcerla, 10. No sujetos a explotacién indirecta, 11. No sujetos a explotacién por terceros, jornaleros del ejidatario, quien si utilizaba mano de obra ajena, perdia la parcela y la cosecha. Manuel Ignacio de Unanue Rivero, “La reforma al Articulo 27 constitucional”. Nota: Ponencia presentada en la Mesa Agraria el pasado 18 de Febrero del 2003, que se Ilevo a cabo en el marco de Ias "Mesas del Dialogo para una Politica del Campo" entre gobierno y campesinos. ‘6 “Los Exidos sean en tan competente distancia, que si creciere la poblacién, siempre quede bastante espacio para que la gente se pueda recrear y salir los ganados sin hacer dafio. Los ejidos eran terrenos poseidos en comun por un poblado donde lei‘laba Ia poblacién, se recreaba y pastoreaba su ganado. Estaban ubicados a la salida de los mismos, de ahi el origen de la palabra ejido, que viene del latin Exitus, salida Ordenanza 129 de poblaciones (1523) "Ley XIII: "Que se senale Exido competente para el pueblo. Leyes de indias tomo ll, libro IV, titulo VII, tercera ed. '7 Hacienda viene del latin facienda, del gerundio facere: Hacer, producir, acumular. Entonces, hacienda significa lo que hay que producir y acumular (Powelson 223). 85 '8 Andrew Irving Rematore en The hacendado in the Mexicg novel (1968) discute ampliamente el analisis de este personaje en un amplio periodo de la literatura mexicana. ‘9 “Las haciendas... también disponlan de corrales, caballerizas, trojes, bodegas, trapiches, empacadoras, pasturas, herreria, carroceria, carpinterla, taller mecanico, planta de energia eléctrica, algunas veces escuelas y muchas otras, cuartel. Ademas casillas para peones, obreros y artesanos, pequenas pero con todo lo necesario”, relata Ricardo Lancaster Jones en Haciendas de Jalisco y aledanos (Guadalajara: Financiera Aceptaciones 1974): 47. Este eterno peregrinar en busca de la tierra prometida, es un motivo antiqulsimo de caracter blblico presente en las novelas rurales, en las que siempre hay un grupo que continua Ia busqueda de esa tierra prometida. 2‘ En el tercero y cuarto capltulos se tratara ampliamente Ia figura del maestro rural quien también es un personaje elemental de la puesta en marcha del agrarismo. 86 CAPITULO 3. MARIA CHUY oEL EVA_NGELIO DE LAZARO cARDEIgAs: EL CARDENISMO MAs ALJ DEL REPARTO. Y ahi estaba Maria Chuy, recibiendo una clase practica del dolor humano, que a través de todos los tiempos y todas las edades y de todas Ias naciones clama ITierra! iTierra! y libertad para el que la trabaja y la riega con su sudor y la fertiliza con su sangre. (Robles Castillo 67) 3.1. Aurelio Robles Castillo, el campo en la posrevolucion. EI afio de 1920 marca el fin de la etapa armada de la Revolucién. Nuevas alianzas politicas institucionales surgen para mantener la estabilidad hegemonica y acabar con el caudillismo que habia caracterizado la vida politica mexicana. Ademas, se crean nuevos planes para el destino y resolucion de la cuestion agraria, Ia cual no estaba totalmente resuelta a pesar de haberse establecido el Articulo 27 constitucional y la Reforma Agraria. EI clamor de la lucha por la tierra seguia vivo. Los problemas agrarios irresueltos terrninaron mezclandose con fanatismos religiosos que desencadenaron en dos rebeliones cristeras. En este tiempo, también se privilegio el Articulo 3° constitucional, puesto que la educacién de las masas se vio como el instrumento perfecto para calmar los animos de los rebeldes, secularizar y lograr la modernidad que se deseaba para Mexico. Los gobiernos posrevolucionarios invirtieron mas en las escuelas que en el agrarismo (Butler 80). Apoyandose en este marco socio- histérico de México, Aurelio Robles Castillo en Marla Chuy 0 el Evangelio de Lizaro Cérdenas (1939f, da a conocer su abierto apoyo a Ias reforrnas 87 cardenistas y sus implicaciones culturales como parte preponderante del conflicto por la tierra. También, condena los abusos de la iglesia como principal obstaculo para el avance del pais. Sin embargo, propone una alianza Estado- lglesia como medio accesible para atraer al pueblo y lograr su apoyo. Ademas en esta novela se destacan los discursos educativos y agrarios que se propagaban como elementos imprescindibles para elevar el nivel de vida del México rural e instaurar un nuevo orden posrevolucionario acordes al otro México, el urbano. Aurelio Robles Castillo2 es un autor poco conocido y estudiado. Su nombre aparece escasamente en diccionarios o antologias Iiterarias mexicanas contemporaneas a su tiempo o recientes, a pesar de que escribio varias novelas.3 Sin embargo, se le reconoce su participacién como director de cine de peliculas famosas de la época de oro del cine mexicano.‘ Por su parte, Angel Arias UrIutia hace un amplio estudio sobre otra de sus novelas iAV, Jalisco... no te rajes! o la guerra Santa (1938)5 en su obra mados de novela: Ias novelafi ge Ia gt_Ierra cristera (2002), pero no hace ningun comentario sobre la vida del autor. Del mismo modo, Alvaro Ruiz Abreu enlista esta obra como una de las novelas claves de la revuelta cristera, y se refiere a ella varias veces en La cristera. gna literwnegga 1928-199; (2003), pero sobre Robles Castillo, eI escritor, no se comenta nada. En su obra mncos. novela social (1936), el autor ofrece Ia siguiente dedicatoria en la que pretende librarse de la critica exponiendo que es un escritor empirico: 88 A los que me lean: No soy ni espero llegar a Literato; este mi libro plagado de faltas, lleva el fondo social que la vida me ha ensefiado. El Autor. Ademas de su vocacién por las letras, al parecer Robles Castillo fue ingeniero, pues asi es como firma la dedicatoria que hizo en su obra Benito Juarez y su yo: verdades histéricas mexicanas (1967). A pesar de los pocos datos biograficos que se conocen sobre el autor, se puede tener Ia seguridad de que Robles Castillo sintio una gran admiracibn por los politicos de ideologia liberal de todos los tiempos, admiracién que se asoma en varias de sus obras. Ademés, reconocio la funcién social de los servidores publicos: maestros e ingenieros como herramientas necesarias para forjar cambios en Ias actitudes de las masas sociales. Como liberal que se proyecta, también, advirtio en la religién Ia negacién del progreso, pero principalmente, manifiesta su credo en la politica del presidente Lazaro Cérdenas, la cual estaba atestiguando en vida cuando escribio su obra: Maria CI‘IULO el Evangelio de Lazaro Cérdenas a finales de los afios treinta. Su fe por “ese hombre joven y vigoroso [cérdenas]" (85), y la labor agraria de este gobierno se reflejan explicitamente en esta obra. Marla Chuy, maestra ruraIG, es la co-protagonista de esta novela. A través de su historia se da 3 conocer Ia participacién de la mujer en los proyectos sociales y modemizadores posrevolucionarios. Especificamente, su intervencién fue como educadora en los ambientes rurales. Sin embargo, este medio también la obligo a tomar parte activa en la lucha por la tierra y velar por los intereses de 89 los menos afortunados. De igual forma, su presencia en el medio rural la Ilevo a sufrir Ias injurias y degeneraciones de los bandos mrales: cristeros, federales, agraristas y la misma gente del pueblo a quienes pretendia ayudar. La historia de esta profesora, quien intenta implantar los criterios de la educacién socialista en un ambiente bastante conservador, corre paralela a la lucha por la tierra que lidera el agrarista Pancho Paredes. Otro aspecto que se sefiala en esta novela es la presencia del clero en los asuntos politicos locales relacionados con la lucha por la tierra. Por tanto, el presente capitulo revela la lucha que se da entre la hegemonia latifundista y clerical declarada contra los representantes del estado secularizador en la etapa historica de la segunda Cristiada; a la vez que se acentua que la secularizacién, la educacién y la reforma de la tierra, juntas, Ilevarian a Mexico a tener presencia mundial como una nacidn modema y estable. Robles Castillo pinta la vida de los campesinos de la comarca de Los Altos de Jalisco como una especie de ensuefio donde los hombres trabajan en arrnonia con la naturaleza y en sus talleres, disfrutan de sus sencillas diversiones tocando musica y paseando en la plaza, esto con la finalidad de criticar su herrnetismo a todo lo extemo. El escritor reconoce que este ambiente cerrado tenia que acabar y expresa su confianza en que con la aplicacién de los Articulos 3° y 27 constitucionales se podia Iogrado. Por otra parte, en esta novela se continua exponiendo la queja de los desposeidos y el clamor de los que han sufrido a manos de la hegemonia y su principal aliado, la lglesia. Por tanto, el autor expone dos de las grandes dificultades para el desarrollo 9O arménico de los pueblos rurales en el Mexico de los afios treinta. La primera se refiere a la carencia de educacién, ya que el “poderoso auxiliar de los intereses creados era el analfabetismo indigena [y el de los trabajadores de la tierra]” (5). La otra era Ia efectiva puesta en marcha de las promesas revolucionarias. Por tanto, estas dos tematicas que caracterizan a esta novela se estudian al albor de la segunda Cristiada, ya que este movimiento de caracter agrarista marco la vida mexicana de los afios treinta y sus relaciones socio—culturales y politicas también. Un aspecto estilistico muy importante de Maria Chuy 0 el Evangelio de Qzaro Cérdenas es que el autor trabaja su obra en pares. Revisa dos discursos politicos: el articulo 3° y 27; a través de las actividades de dos lideres: Maria Chuy y Pancho. Luego seran Pancho y Arturo. Ademas, la educacién socialista versus la educacion moral, cristeros contra agraristas; representantes del campo junto con citadinos; Cérdenas el pater versus la madre-tierra; Maria Chuy y su madre, Maria Chuy y Delfi; entre otros pares mas, y también atendemos a la superposicién de planos espaciales: campo versus ciudad; asi como el México rural contra el Mexico modemo; y Mexico versus el mundo. Todo esto se presenta al narrar la historia de una maestra rural comprometida con su profesién a pesar de las trabas y peligros que enfrenta, mientras trata de llevar a cabo su labor educativa y tennina viéndose envuelta en la lucha por la tierra al apoyar a los desheredados. Con lo anterior, se puede afirmar que la educacién y la lucha por la tierra estén estrechamente relacionadas, ya que el individuo o analfabeta que ignora 91 sus derechos por falta de conocimientos esta mas propenso a sufrir el quebrantamiento de Ias leyes y los despojos de sus propiedades a manos de cormptos representantes de la hegemonia. Inclusive, esta ignorancia o lealtad, los lleva algunas veces a defender las propiedades y riquezas de sus explotadores para quienes trabajan sin importar Ias consecuencias. Mientras que el alfabeta puede, mas o menos, defenderse de las arbitrariedades y tiene Ia oportunidad de escalar en la jerarquia social posrevolucionaria; aunque es importante aclarar que no por saber leer y escribir se Iibra de las injusticias de los de arriba. Robles Castillo amplia esta situacién en su novela para demostrar que a través de la educacién se pretendia acabar con la relacién de poder vertical que reinaba en Ias comunidades rurales, especialmente con la iglesia. 3.2. La otra revolucién, la cultural. El general Lazaro Cérdenas (periodo presidencial 1934-1940) aplico estrictamente los Articulos 3°, 27 y 127 referidos a la educacién, Ia propiedad del suelo mexicano, y los derechos de los trabajadores, lo cual se consiguio en gran medida mediante la expropiacién petrolera (1938), la masiva reparticién de tierras, asi como por las Iegislaciones en pro de los derechos de los campesinos y obreros. Reformo el Articulo 3° otorgandole un caracter socialista que intento aplicar en el medio rural para continuar el combate contra el fanatismo iniciado por Plutarco Elias Calles.7 Cérdenas expreso su ideal de esta forma: “Hagamos de cada cantina una escuela y de cada iglesia una universidad” (Cérdenas 1986). Durante su periodo presidencial, se enfrento a un nuevo brote cristero, 92 conocido como la segunda Cristiada de corte puramente agrario con dos bandos: los que reclamaban Ia entrega efectiva de las tierras y los que defendian Ia propiedad privada. Esto ocasiono que el trabajo de maestro rural fuera uno de los mas arriesgados y peligrosos de la época. Los maestros se expusieron a vivir los peores ultrajes, a perder Ias orejas o la vida porque la sociedad estaba en un estadio de fanatismos ciegos.8 Por ejemplo: “Un maestro habla sido sorprendido en el camino a su deber. Murio tras lento martirio: sus partes sexuales arrancadas, los ojos saltados, Ia lengua cortada” (108). El presidente Calles habia obligado a terratenientes y empresarios a sostener centros de educacién basica dentro de sus inmediaciones para el beneficio de sus trabajadores. Cérdenas dio seguimiento a esta resolucién, por esto Maria Chuy habia sido enviada a trabajar en una hacienda, como lo afirma el Jilguero, arriero que llevo a esta maestra a su destino: gY que no sabe que yo soy culpable de que Ud. vaya a “Cuarenta?—Y se reia el arriero de buena gana—. Pues ha de saber que en mi pueblo pedimos al senor Presidente Ias tierras de “La Esperanza” y qu’el hacendado pagara una escuelante, y ya esta, a usted le toco [le explicaba a Maria Chuy]. (31) Tierras y educacién, eran algunos de los derechos ganados en la Revolucién, por eso continuaban exigiendo su cumplimiento. Maria Chuy llega acompai’lada de su madre a la regidn de los Altos de Jalisco. La descripcién de las dos mujeres es un contraste entre dos generaciones que han presenciado momentos histéricos distintos, lo cual las 93 llevan a enfrentar Ias situaciones de la vida de forma diferente y a tomar otros roles jerarquicos como: la fuerte y la débil, o la activa y la pasiva. “En la chica se notaba decisién y autoridad. En la madre se veian claramente Ia debilidad y la bondad infinita. La hija se llamaba Maria de Jesus Gonzalez, por nombre de colegio y carifio Maria Chuy. La sefiora era dofia Soledad Alvarez viuda de Gonzalez, dofia Chole” (12). Maria Chuy habia sido enviada a ‘Cuarenta’, territorio peligroso por la presencia de los “populares” o cristeros, como castigo por no haber cedido a los deseos ilicitos del Director de Educacién. Ella conocia el peligro, habia escuchado infinidad de historias llenas de crueldad y salvajismo, pero no hallaba otra opcion mas que aceptar el reto. “Si no hubiera habido ‘Cuarenta’ se le hubiera destinado a cualquier otro pueblo de los Altos. Reducirla por hambre o por miedo, era el deseo del superior jerarquico" (31). El programa educativo cultural de Cérdenas buscaba la modernidad del campo, reformar la conducta de los campesinos, formar asociaciones agrarias para exigir derechos sobre la tierra y para cultivar, acciones en las que la mujer se contemplaba, por primera vez, como miembro de la comunidad. Robles Castillo manifiesta su franco apoyo a los programas socio-politicos de Cérdenas en su obra, pero también demuestra Ios fracasos que enfrento, debido a sociedades rurales como la de ‘Cuarenta’, donde las conductas patriarcales y el fanatismo religioso reinaban. Por eso, destaca que el proceso educativo se convirtio en una lucha entre el pueblo y el Estado, especificamente, entre Maria Chuy y Delfi; en la cual el pueblo combatia por mantener sus tradiciones, mientras que el Estado proponia cambiar estas tradiciones. lncluso, el autor 94 reconoce a través de esta maestra que las mejores armas para luchar contra el herrnetismo del pueblo, eran haciendo uso de sus simbolos religiosos. La escuela rural mexicana es un producto Iegitimo de la Revolucién Mexicana, de donde surge el nuevo misionero del siglo XX: el maestro rural y representante del Estado. Los profesores tenian otras ocupaciones dentro de la comunidad, ademas de educar y de llevar a cabo Ias actividades establecidas por la Secretaria de Educacién Publica (SEP), sin que por ello se les pagara extra. Era una forma de hacerse aceptar y formar parte de la comunidad que los mantenia. Llevaban los archivos, eran escribas, interrnediarios, responsables de las fiestas patrias; formaban alianzas y organizaciones en pro de los intereses de los campesinos, y otras veces, en contra de las invasiones extranjeras, del mismo Estado y de la clase hegemonica. Eran personalidades de importancia en la comunidad y, por este mismo hecho representaban un peligro para la hegemonia de la entidad. También, usaron los conocimientos que tenian de las tradiciones para acercarse a las personas y poder aplicar Ios proyectos estatales que fueron modificando de acuerdo a las necesidades del ambiente, de los estudiantes, de la comunidad y la de ellos mismos. Maria Chuy dependia del hacendado de la regidn, Don Alfonso Gallardo y Tronooso, un terrateniente absentista. Esta se enfrentaba a un enorme reto. promover la educacidn socialista en una sociedad conservadora y destruida por Ias guerras agrarias y religiosas como la de Los Altos. Ella confiaba en que sus credenciales Ie abririan Ias puertas de la comunidad, ya que venia con Ordenes muy precisas de la federacién: “Que pasara a ‘Cuarenta’, formara un censo 95 escolar, estableciera su escuela donde pudiera, rindiera sus informes y cobrara sus sueldos al hacendado” (60). Sin embargo, no fue asi, ya que desde su llegada los habitantes del lugar se referian a ella como: “La ‘maistra'... una ‘quema santos’, marimacho y fea” (36). No s6lo esto, pues también Ie gritaban: “iMuera la maestra bolchevique! iMuera esa pu...a!” (81). Ademas del mal trato, se queria asignarle un programa docente contrario a su plan socialista, uno que contribuyera al hermetismo de la comunidad, y propagara Ia educacidn tradicionalista y religiosa que Delfi, Ia hermana del senor cura, impartia en el pueblo. Maria Chuy reconoce que esta ante una sociedad “enyerbada por las prédicas fanaticas” (98). Esta sociedad desconocia todo lo extemo, por eso no podian cuestionar el modo de vida que tenian en su comunidad. En este ambiente, muy pocos campesinos veian la escuela como medio para progresar, por eso, una vez que aprendian a leer, escribir y sumar, no volvian mas a las aulas. El programa educativo de Maria Chuy incluia, ademas de estos conocimientos basicos, Ia educacién de los padres y promulgaba la civilizacién y la higiene de las personas. En general, los maestros rurales componian piezas teatrales cortas con las que atacaban problemas sociales como el alcoholismog; satanizaban a caracteres, como el hacendado eI usurero y el cura, y también en ellas pedian por tierras y mejoras para los trabajadores del campo. Maria Chuy componia canciones corales: “Eran cantos a la siembra, a la lluvia, a la cosecha; tenian paganismo encantados y una realidad del paisaje que sorprendia” (178). En cambio, Delfi sostenia una educacién basica basada en la doctrina religiosa y el catecismo del Padre Ripalda‘o, con canciones corales 96 morfinémanas de Agustin Lara. Ambas son diferentes, representan ideologias heterogéneas, cada una encama un esquema que busca apoyar intereses de terceros. La primera educa en pro del individuo, de los nifios, de los trabajadores de la tierra, de la familia, de las mujeres: “Educado[s] en severa disciplina dentro de la bondad de la nueva pedagogia, buscando estimulo de independencia y liberacion de la mujer a base de capacidad de la misma. Educacidn del caracter dentro de Ias nuevas normas sociales sin vasallajes” (59). Queria demostrarle al pueblo que lo que los mantenia en la pobreza mental y material era “la vida de holgura que hacendados y curas llevan como antitesis de las doctrinas de Cristo, como la negacion de la iglesia cat6lica y sus dogmas econémicos” (95). En cambio, la educacién promovida por Delfi buscaba sustentar la dependencia total y la subordinacién de los individuos del campo con los jerarcas del pueblo: los sefiores terratenientes, los hacendados y la lglesia. Con este tipo de ensefianza demostraba a los habitantes de ‘Cuarenta’ que la educacion resultaba un verdadero Iujo al que no todos podian acceder, y sélo les quedaba la religion oomo consuelo de su heredad. Por eso el arraigo a la religibn cat6lica se acelero; porque bajo los preceptos cristianos para Dios todos son iguales (Betanzos Pifién 157). Esta lucha entre Maria Chuy y Delfi por el poder educativo es muy significativa porque como Io afirma Mary Kay Vaughan: “La escuela llego a ser la arena de la disputa por el poder, Ia cultura, los conocimientos y los derechos” (7). También, Vaughan agrega que es en la escuela donde se precisan las politicas culturales, las cuales define como Ias politicas que describen la identidad nacional y la ciudadania (4). Por eso, el 97 maestro rural resulto ser un enemigo de los hacendados y el clero por las grandes movilizaciones que lograron organizar en sus comunidades, cuando éstos fueron aceptados por el pueblo. La llegada de Maria Chuy significaba para los representantes de la oligarquia religiosa, del Estado a nivel local y de la hegemonia terrateniente; una amenaza para el sostenimiento de las doctrinas dependentistas y de subordinacién practicadas en su beneficio. Especialmente, pensando que Maria Chuy cree fervientemente en los ideales de la Educacion Socialista para el progreso, primeramente del individuo y luego el de la comunidad; pero, por otra parte, considera a la doctrina religiosa como la culpable del fanatismo servil que profesan las personas de ‘Cuarenta’.11 [Sin embargo,] Maria Chuy, contemplando aquellas gentes humildes recordo a Kant; aquellos pobres miserables para ser felices necesitaban un Dios; y quien busca el bien social no puede privar a las gentes de la felicidad; asi hablaba la razén practica. Y bien iqué caray! se pensaba la maestra “Ia razén practica que sea Ia responsable de la existencia de Dios.” (94) Maria Chuy defiende la educacién socialista, pero comprende la fuerza que tiene la religién en la vida de las personas, especialmente en la de los desheredados; y aunque no se cree ferviente cat6lica, respeta creencias como: la pureza de la mujer Virgen. Su desconfianza en la religién esta sustentada en el servilismo que ejerce en las personas de clase baja, pero ahora ella encuentra beneficios al 98 cumplir con algunos preceptos religiosos. Se da cuenta que puede crear lazos con la comunidad creyente y ganar control sobre ellos. Dona ChoIe nunca perdia una misa dominical. Maria Chuy rara vez cumplia con la ley de Dios. Esa vez a ruego de su madre y acompafiada de Pancho y Eduwiges acepto acompafiarla. iQué mejor oportunidad de demostrar a aquellas gentes lo contrario que de ella pensaban! (;No se habia fijado un programa y plan minimo de conciliacién? 5N0 cumplia a su vez un deseo de su madre, que se lo pedia como temiendo u obedeciendo una inspiracién. (92) Era imperativo quedar bien con la comunidad para crear alianzas con ella. De otra forma, seria enfrentarse a una lucha y constante obstaculizacién a sus proyectos educativos y sociales; ya que la comunidad defenderia sus practicas religiosas y culturales “a capa y espada”, como ya se habla visto en la cruzada cristera en 1926. Los trabajadores de la educacién y el Estado se fueron percatando de la dificil tarea que era imponer una educacién laica y, peor aun, querer secularizar el medio rural. lncluso, para 1935 Cérdenas cedio a este plan, y pidio a los maestros que se dedicaran mas a la formacién de una hegemonia nacional que a la desfanatizacién de los grupos rurales. Por su parte, los colonos demostraron su inconforrnidad y su rebeldia en contra de la educacién socialista, de una manera muy simple: no mandando a sus hijos a la escuela. Sin embargo, también adoptaron otras formas de agredir a los profesores y obstaculizar sus proyectos: ignoraban sus propuestas, hacian alianzas entre ellos para crear 99 habladurias, chismes y sabotajes en contra de los educandos. James Scott llama a estas actitudes sociales “Ias armas de los débiles” y Ias considera armas de gran poderio por la cantidad de seguidores y convenciones que podian acordar para crear presion (17). Estas armas les fueron efectivas para negociar con los grupos en el poder. lncluso, algunas veces lograron que se cerraran escuelas rurales porque nadie atendia a su instruccién, 0 se ponian de acuerdo para negar sus conocimientos cuando los inspectores de la SEP los visitaban haciendo quedar mal a los profesores. Sin embargo, también fue frecuente la aceptacion de los profesores en Ias comunidades, y esto facilito Ia puesta en marcha de sus proyectos educativos y sociales. Crearon ideologias para la liberacién de los sefiores feudales, de los engatlos de los curas y de los extranjeros explotadores. Estos adoptaron papeles de liderazgo frente a la comunidad, fundaron organizaciones o apoyaron a las que ya estaban establecidas, por ejemplo, Maria Chuy se integra muy bien en la comunidad agrarista, aunque no en la comunidad local. Ahi, ella enserlaria tejido de palma a las mujeres de los trabajadores de la cooperativa que los Paredes administraban. Ademas, se integra a la lucha por la tierra como lider para despertar el deseo combativo de los agraristas y recordarles que lo que hacia falta en ‘Cuarenta’ era: Agitacién y mas agitacién. La estabilidad econémica de ustedes con las pequefias industrias que trabajan les ha dorrnido eI deseo de la tierra, Ia incitacion a la lucha. Debemos —y digo debemos, porque ya me siento compafiera de ustedes-empezar a recorrer Ias haciendas y los poblados 100 cercanos, reunir gente, si se quiere, alrededor de un pendén Guadalupano, y darles a comprender la vida miserable que llevan, la falta de consideracién de sus verdugos y explotadores, que son los amos de Mexico, y sus perros, los mayordomos de aca... Qué importa que corra sangre -seguia—. Debemos agitar y Ilamar la atencién del pais y del senor Presidente de la Republica. Yo tengo fe en ese hombre joven y vigoroso, que empieza su gobierno cerrando los grandes centros de juego, donde los pro-hombres de la Revolucién desplumaban a la clase media obrera; yo estoy segura de que atendera nuestras peticiones y ordenara que, por primera vez en la historia de Los Altos, se haga justicia al pueblo... Debemos pues, compafieros, agitar, agitar y agitar. (85) Muchos profesores rurales clamaron por una pedagogia mas radical ligada a la reforma de la tierra. Esto se observa en el activismo social de Maria Chuy que despliega la posicién militante del autor a favor de la educacién como instrumento para despertar la conciencia y aspiraciones de las personas del campo. Sin embargo, conciente del arraigo de la religion en la comunidad, propone valerse de la fe de los desarraigados para acercarse a ellos. Lo anterior, ya se habia visto en otros movimientos sociales histéricos en los que se uso Ia imagen de la Patrona de Mexico, la Virgen de Guadalupe. Esto recuerda el hecho histérico cuando “los zapatistas, por ejemplo, tomaron como estandarte a la Virgen de Guadalupe; por tanto no obedecian al Ilamado de la historia sino el de su propia fe, de su propia idea de la historia que aparecia deformada y misteriosa” (Ruiz Abreu 136). Entonces, la escuela ademas de educar, cuestiono 101 Ias formas hegeménicas y fomento Ia agitacién social convirtiéndose en un espacio alentador para las demandas por la tierra y la justicia equitativa por parte de los grupos relegados. Con su novela el autor enfatiza la participacién activa de la mujer en la vida nacional de este periodo con esta maestra, y aunque sorprende verla entre hombres poderosos, y compitiendo con otras mujeres, esto se daba asi en la realidad. Varios criticos coinciden en sefialar a las mujeres oomo Ias principales promotoras de la revuelta cristera. “La maestra era Ia enferrnera, la jefe ecénoma, la madre de los huérfanos, Ia encargada en el taller de recargar los cartuchos vacios, era, después de Pancho, el alma de aquel clan de gentes bravas, honradas y buenas” (157). Sin embargo, aunque Maria Chuy es lider su intervencidn se complementa con la de su enamorado, Pancho, por lo que no es suficiente el co-protagonismo de Maria Chuy para considerar que rompe con los patrones femeninos establecidos en la cultura occidental. Al respecto, Elena Sénchez Mora en su estudio sobre la mujer en la novela cristera argumenta que “en ella Ia actividad sigue siendo atributo masculino, y aunque es verdad que hay varios personajes que salen de la esfera doméstica, se trata de papeles subordinados a la actividad masculina” (72).12 Ademas, aunque Maria Chuy se mueve en ambientes masculinos y no se considere a si misma creyente, no se aleja de la concepcién mariana que ha regido a los catOIicos como modelo positivo de la mujer. Guardaria “para ella y su madre lo mas preciado que el mundo en que vivimos cataloga: VIRGINIDAD. iPrimero muerta que manchada!” (16). A esto, Evelyn Stevens asevera que el 102 marianismo es una forma de ejercer control en la sociedad femenina latinoamericana al acentuar su funcion reproductiva y mostrar como modelos negativos a aquellas que se independizan y entran de lleno en la vida nacional, como sucede con esta maestra rural, y mas cuando toma partido en los asuntos agrarios, “cosas de hombres” dicen las personas del pueblo.13 Su participacién en la lucha cristera es activa, como lo fue la de muchas mujeres en esta revuelta, pero el autor no pretende continuar enalteciendo su intervencién a manera de un feminismo activista, por lo que tiene que bajarla de su pedestal al destacar que como mujer sigue pensando en su estabilidad y en encontrar un buen marido, Io cual alimenta eI marianismo que la sociedad tradicional ha propagado. En este punto cabe destacar que el autor esta en contra del fanatismo religioso, pero sin duda, apoya el ideal del “angel del hogar". Esto se observa cuando Maria Chuy y la comunidad estén rodeados por los cristeros y tratando de defenderse, una situacidn de bastante peligro; pero ella esta ocupada admirando a su enamorado e “incitandolo para que le declarara su amor” (157). Esta idea se refuerza cuando esta maestra rechaza la oferta de Cardenas, por la de un futuro con Pancho. “Maria Chuy, Ie ofrezco un puesto en la Secretaria de Educacién. Alli tendra Ia oportunidad de desarrollar algo bueno para la revolucién y para usted. Alli esta su futuro” (181 ). Entonces, aunque el autor registra Ia participacién de las mujeres como agentes histdricos que entran en terrenos politicos que les estaban vedados, reconoce que hay un punto en que los intereses del Estado pasan a un segundo término, y la vida personal de estas se vuelve su misidn principal. Por tanto, el nombre de la obra Maria Chuy 103 0 el Evangelio de L_a_zaro Cérdenas resulta muy significativo. Sin embargo, por primera vez en la literatura se describe ampliamente Ia participacién directa de ésta y otras mujeres en la cruzada cristera.14 3.3. La segunda Cristiada: la continuacién del suefio liberal. La presencia del clero a través de la historia de la lucha por la tierra en México y su inscripcién histérica en la narrativa es indiscutible, el movimiento cristero y la segunda Cristiada son cuenta de ello.15 Con Maria Chuy 0 el Evangelio de LéLzaro Cérdenas eI autor reprueba la inutilidad de estos levantamientos de fanaticos que terrninaron siendo una lucha en contra del pueblo, del desarrollo armbnico y de los proyectos de modemizacion del pais. Ademas, condena la alianza opresiva de la lglesia y la de los hacendados. Sin embargo, aunque parezca incongruente, el autor insiste en la idea de que la mejor forma de acceder al pueblo es por medio de la misma lglesia, sus preceptos y sus iméigenes.16 Para 1910, la lglesia, mas conservadora que antes, comenzaba a reponerse de los ataques reformistas y liberales que le habian restado poderio en el siglo XIX. Ahora la unica forma que tenia de controlar a Ias masas era a través de la prédica durante el servicio religioso de la eucaristia. Por tanto, los gobiernos posrevolucionarios arremetieron contra esta nuevamente para quitarle su jurisdiccién, la cual consideraban como la principal traba para el progreso social, eoonémico y moral del Mexico rural. Esta era la continuacién “[d]el suefio 104 liberal del siglo XIX”17 con el cual seria posible crear una sociedad modema surgida de la Revolucion. Durante eI gobierno de Calles se habia impuesto la “Ley Calles” para someter a la iglesia Catélica limitando sus funciones fuera y dentro de las iglesias.18 Estos desafios entre las dos maximas potestades, Estado y clero, desembocaron en una insurreccion que duro de 1926 a 1929 conocida como la guerra cristera, y cinco afios después volvio a cobrar fuerza en los atlos que van de 1934 a 1936, ahora con el nombre de la segunda Cristiada.19 La primer cruzada fue una reaccién de Ias fuerzas conservadoras frente a Ias corrientes modemizadoras de los gobiernos posrevolucionarios. Los sacerdotes que participaron en la guerra, en su mayor parte pertenecian al bajo clero, el alto clero se mantuvo distanciado por Ordenes del Vaticano.20 Por su parte, el pueblo, especialmente en las zonas rurales del centro de México, exasperado por las provocaciones que consideraba anticlericales de parte del gobierno, se levanto en su contra y busco por medio de una lucha, cruel y violenta, reconquistar su libertad religiosa y defender a su iglesia (Sauter de Maihold 472).21 [Estos] elementos dispersos organizados por los hacendados y clero, se unificaban... Elementos alcoholizados, degenerados por centurias de afios de esclavitud, de fanatismo, de abyeccién, fueron armados. EI crimen, Ia crapula, el martirio contra elementos gobemistas, fue santificado, fue sistema. lndulgencias plenarias alcanzaban hasta en su quinta generacién los que murieran por Cristo. Las gentes humildes empezaron a ver en esos engendros del mal a sus santos, a estimular a 105 sus hijos para seguir su ejemplo. Las madres les ofrendaban sus hijas y sus haciendas [...] La noche se inquietaba con... el chisporrotear de las hogueras donde se quemaban a los herejes en espantosos autos de fe. Las hordas cristeras caian a los poblados por sorpresa. Degollaban a los maestros rurales, les burlaban a sus esposas e hijas. Los ingenieros de la Agraria, empleados federales capturados, eran hachones lumlnicos que alumbraban Ias eras altefias. Los cascos de la caballada cristera estremecian los caminos, los pueblos. Callando el coro de los inocentes sacrificados, de Ias iglesias brotaban canticos religiosos, Ias bendiciones para los soldados de Cristo. (7) El pueblo de ‘Cuarenta’ vivia controlado por la lglesia. “Don Lalito —como lo llamaba la buena gente— oficiaba ilegalmente en su parroquia. Cosas de los “jacobinos” de Mexico, que habian reglamentado un sacerdote del culto cat6lico por cada cien mil almas cristianas” (54). Este tenla muchas influencias con el alto clero en la ciudad, y en el gobierno con un tal ‘Silvanito’, politico oportunista surgido de la Revolucién. Don Lalito se apoyaba en el Presidente Municipal y en Miguel, un politico oportunista. Estos controlaban al pueblo, por eso, cuando llegaron los ingenieros y maestros, “Ias autoridades eclesiasticas y civiles habian ordenado a hoteles y casas de huéspedes que se cerraran para los recién llegados. Que no recibieran impios... que los articulos de primera necesidad se elevaran exclusivamente para los intrusos, y de ser posible hasta se les negara su venta” (107). Ante esta corruptela y entendiendo la fuerza de la religién en la comunidad, el autor por medio de Marla Chuy aboga por la liberacién de estas 106 dependencias religiosas que iban “en demérito de su vida moral y econémica [...] debia romperse el cristal de la fé a base de mejor vida econémica, y educacién: medics de produccion y libros. Después, el cura se quedaria solo” (95). Por su parte, el campesino podria pensar y actuar libre de ataduras morales. La segunda Cristiada22 surge cuando Cérdenas ordena la implantacidn de la educacién socialista, que el autor apoya abiertamente y que le funciona para reprobar el barbarismo de los fanaticos cristeros a quienes, sin embargo, justifica reiteradamente porque era su fe la que los movia ciegamente a cometer los actos mas bajos en nombre de la religion.23 No sabian lo que hacian, dice a través de sus personajes repetidamente. Esta violencia la presenciamos en la novela con crudas descripciones que refuerzan lo aberrante de este fanatismo cuando se Ievantan los cristeros comandados por un tal Nicho asesinando “impunemente a los que firmaron la solicitud de tierras para el pueblo” (148). En ‘Cuarenta’, los cristeros buscaban a cualquier agrarista para acabar con él, luego, dirigieron su violencia “a los empleados federales: ingenieros de la agraria y maestros, para fastidiarlos ipara matarlos!” (14). Sacrificaron a Ias maestras recién Ilegadas “habian sido entregadas como presa a la chusma brava [...] Por fin habian sucumbido ante el exceso de brutales encontrones; se les habian arrancado los senos y clavado palos en los sexos” (148). Al Jilguero Io habian colgado “mutilado, completamente desnudo. Le faltaba la piel y los brazos. La cabeza asomando por la plaza, completamente desfigurada, estaba clavada en larga vara” (153). 107 Las atrocidades que cometian los cristeros, en realidad iban dirigidas contra los proyectos del Estado, es decir, el agrarismo y la educacién socialista, no contra sus semejantes, pero como éstos eran sus representantes tenian que acabarlos. Este tipo de enfrentamientos entre agraristas y cristeros fue una realidad catastrofica. La defensa por la tierra paso a ser el delito que estas bandas de asesinos persiguieron porque para los cristeros Ia propiedad privada era sagrada, por lo que defendian la no expropiacién (Abreu 192). Sin embargo, el agrarista, campesino que conocia sus derechos sobre la propiedad, se atrevia a exigir sabiendo que estas tierras alguna vez le habian pertenecido y demandaba el repartimiento de tierras aprovechables, como se analiza a continuacién. 3.4. El héroe agrarista. En Maria Chuy 0 el Evagqelio de Lazaro Cérdenas los discursos agrarios estén presentes en la lucha legal que llevan a cabo los Paredes por recobrar sus tierras y volver a ser agricultores. En esta lucha de objetivos agrarios se forrnan una serie de heroes y lideres que reflejan la dicotomia ciudad versus campo. Esta situacién se presenta a través de la superposicién de dos planos espacio- temporales y con dos figuras Pancho — el campo, y Arturo — la ciudad. Ademés, el aspecto citadino aqui tiene alcances mayores porque el autor intenta dar un . panorama no sclo nacional sino intemacional de lo que pasaba en el mundo. Por otra parte, también nos enteramos de los anhelos de los terratenientes, como don Alfonso Gallardo y Tronooso, y los de su hijo Arturo quien reaviva su deseo 108 por volver a la tierra y renovar su conexién con el medio ambiente rural. Otro aspecto que se deja ver, es la autoridad del narrador-autor que lo lleva a hacer varias intervenciones en capltulos enteros para explicar Ia situacién y antecedentes socio-econémicos e histéricos que vivio el pais, con el objetivo de presentados para evitar repetir los mismo errores, y apoyar a los verdaderos revolucionarios, como Cérdenas. La comunidad de ‘Cuarenta’ habia exigido que se pusieran en practica los Articulos 3° y 27 constitucionales por los que habian luchado los revolucionarios. Por su parte, la familia de los Paredes, partidaria de la independencia econémica, explicaba que la acelerada natalidad equiparada con la proporcién de tierras que poseian, los habia llevado a buscar otras formas de sustento cuando Ias oportunidades de ser agricultores les habian sido negadas: “La gallinita y los huevitos, Ia cria del buen potrillo, Ias lanitas de la borrega... [el trabajo en los talleres de cooperativas] en el tomo, ya haciendo piececitas de ajedrez, el obraje, Ios oficios; en fin, somos el grupo pobre de tierras, pero rico de mafias y oficios” (45). Robles Castillo destaca Ias ventajas de estas alternativas de trabajo, pero también Ias ve como responsables del olvido de la lucha agraria porque una vez que éstas tratan dependencia econémica, se olvidaban de las tierras y de su lucha. Ademas, otro de los problemas que se vivian en el campo era la emigracién. Por ejemplo, por causa de la escasez de tierras y por la guerra santa, el Jilguero, Pancho y Mateo se habian ido de braceros a los Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. Sin embargo, con Ias pollticas nacionalistas de privatizacién de Cérdenas se cerro 109 este programa con los Estados Unidos, y los Paredes se tuvieron que quedar en ‘Cuarenta’ cuando volvieron para ver a su madre en su lecho de muerte. Los ciudadanos de este pueblo veian los rios dorados de trigo en los campos de duefios absentistas, mientras que “los Paredes, muchachos trabajadores, esforzados, dignos de mejor suerte, pero encajados en aquellas tierras inhéspitas, entre aquel medio social de egoistas latifundistas” (67), no tenian tierras, ni podian comprarlas. “Y entonces fue cuando decidimos, entre todos los Paredes y gente que trabaja con nosotros, hacer la solicitud de tierras de las haciendas de los sefiores Gallardo y Troncoso, y que se mandara una maistra para la peonada” (48). Sin embargo, Ias represalias no podian hacerse esperar: Por el crimen de acogernos a las leyes del gobiemo—tras de buscar inutilmente que se nos vendieran las tierras que deseébamos la mayoria de éstos se quedo sin trabajo. Otros hasta murieron. Don Abraham les quito Ias tierras que les habia dado, les hizo efectivos todos los préstamos y les nego el pago de sus jomales. Les echo a los “populares” y los metio a la carcel. (64) Todos estos actos, sclo por el hecho de atreverse a negociar con la hegemonia terrateniente, que no aceptaba que el dinero es dinero sin importar quien lo poseyera, y por tanto, no podia hacer transacciones con los de abajo. En este ambiente, surgen tres heroes agraristas que mantienen su lucha de forma muy diferente, uno en el campo y otro en la ciudad. Pancho, Francisco Paredes, Io hace de forma activa en el campo, y Arturo Gallardo y Tronooso en 110 platicas, debates tedricos y promesas (161). Por ultimo, esta Lazaro Cérdenas, el presidente carismatico, el Mesias agrario de la sociedad mexicana. Los tres racionalizan la lucha por la tierra y por mejores condiciones de vida, y se basan en antecedentes histdricos y legales para dar a conocer el problema del campo en Mexico desde su propia perspectiva: uno que vive los problemas en came propia; el otro que los observa; y el ultimo que dicta las soluciones. Pancho es idealista, pero reconoce que hace falta apoyo, por lo que quiere expresarle a Cérdenas otras alternatives para el mejoramiento de vida del campesino sin tierras, como la actividad manual, la exportacién de artesanias, la industrializacién del campo: meter maquinaria, luz, cine, agua y molinos en Ias zonas rurales. Cree en la necesidad de modemizar la industria, aunque sea la pequefio rural, para el desarrollo de la nacidn a pequer‘la escala, este es su propuesta. Confia en que todo es posible trabajando en sociedades cooperatives. En cambio, Arturo viendo la pobreza del campo, no aceptaba la inclemencia de la que se hablaba: Aseguraba sin embargo, que la situacion de paria mexicano no tiene paralelo con la del europeo y el asiatico. Demostraba que en ninguna época el hambre y el frio asolaban a la raza. El latifundio, —él lo reconocia— la desnutria, la debilitaba, pero no la aniquilaba; el clima primaveral y deleitoso de Mexico, nunca obligaba a que el pensamiento sufriera ante la falta de carbén o lerla, como era la obsesién del pueblo pobre europeo. (127) 111 Esta falta de objetividad se debe a su desconocimiento de la vida del campo, él sclo va al ambiente rural para vacacionar después de haber viajado por otros continentes en los que se basa para dar a conocer sus juicios sobre el problema de la tierra. Pancho es liberal, ve a la lglesia como la principal traba para el desarrollo del pueblo, pero también el analfabetismo de las personas del campo y el desconocimiento absoluto de la realidad citadina, de ahi Ia limitada perspective de los campesinos sobre sus demandas. Sin embargo, Pancho al haber vivido en los Estados Unidos, tiene otras ideas. El lideraba el Comité Agrario comunitario, su jurisdiccién estaba en el México rural junto 3 Maria Chuy, quien era la encargada de dar forma a les peticiones escritas de los agraristas. Por su parte, el Jilguero se enfrento al centralismo de la ciudad de Mexico, donde registro a ‘Cuarenta’ en la Comisién de la Confederacién Campesina Mexicana (1933), y hablo con el mismo Cérdenas quien “ya habia ordenado al Jefe del Departamento Agrario que mandara una Delegacién y muchos ingenieros para que atacaran los latifundios de Los Altos” (105). Todo aseguraba el éxito de esta misidn. El reparto se llevaria a cabo. El otro héroe es Arturo, el médico, el intelectual. Sus intensos viajes lo llevaron a crearse una ideologia liberal cimenteda en la justicia, lo cual hace pensar que llevara sus ideas revolucionarias el campo por su activismo; pero termina siendo unicamente un héroe romantizado que idealiza la vuelta al campo como lugar edénico: “[Con] aquella tranquilidad de la Naturaleza, aquella musica 112 de les cascades y del rio... [donde] La soledad del lugar era turbada por los animales del monte que bajaban el agua” (130). El caracter fuerte y conservador de [su padre] don Alfonso, Io habia obligado a dejar sus cursos en Mexico; la inquietud de la Revolucion demécrata de Mexico y sus precursores sociales, habian encontrado tierra propicia en Arturo... se enlistaba en las huelgas estudiantiles... alentaba con el dinero que su padre le daba... a los compafieros de huelga, pagaba propagandes, compraba libros rojos, repartia banderas, y liberaba de les comisarias a los porristas de su bando [...] Le atraie ver el fendmeno psicologico de las multitudes iCémo se arrastran ante los hombres que llegan a querer” iQué pasién por Lenin... por Mussolini... Franco, un pobre titere de los grandes intereses intemacionales! (75) Sus ideas no congeniaban con las de les clases altas de Mexico. lncluso, en Paris se enfrento con los hijos de los henequeneros de Yucatan “que explotaban el suelo mexicano y la sangre de la raza maya... y promovian un discurso anti- mexicanista" (74). No pertenece a estas ideologias y tampoco comparte el pensar que forja Ia identidad cultural de estos grupos. Sin embargo, el liberalismo de este héroe fracasa porque idealiza su estencia en el campo pensandolo como lugar bucélico donde se ha paredo el tiempo, y no como lugar de ilegalided, de alianzas corruptas, y de enfrentamientos armados: la barbarie en pleno. Su pensar no se identifica con el ambiente que le ofrece el campo. No podia ver mas ella de los problemas sociales, pues lo “cegaba el carifio al terrui‘lo” (33), lugar en el que quiere encontrar la identidad que complementara 113 su vida. Sable lo que pasaba en el mundo, pero desconocia la situacién que se vivia en su patria. Consideraba que Mexico podia llegar a ser una gran nacién “trasformando Ias formas econémicas de la agricultura, aprovechando Ias riquezas naturales... y eliminando la situacion de coloniaje” (127), pero no daba pautas de cumo lograrlo. Todo queda en lo teorico porque no se habia dado cuenta de que la politica agraria estaba muy distante de las leyes y de la Constitucién. Durante su estencia en ‘Cuarenta’ se sintio identificado con Pancho y Maria Chuy, y fue a través de esta relacién que se percato de la necesidad de otorgar una liberacion econémica a sus empleados quienes todavia vivian dependiendo de los productos infimos de la “tienda de raya”, heredando deudas a sus descendientes y careciendo de una educacién digna. De no haber sido por su pertenencia a este grupo, es dudoso que se hubiera percatado de esta situacién. Su plan no era defender la tierra, sino entregarla. Para solucionar este problema pretendia repartir Ias tierras de su heredad entre los trabajadores que los habian hecho ricos, no era un plan mayor, él sélo queria resolverlo a una minima escala y sin conflictos de por medio. Sin embargo, fracasa porque su padre no se lo permite manejado por la misma sociedad hegeménice que no queria perder su autoridad frente al pueblo. Luego, su debilidad como héroe se agudiza cuando, mientras en ‘Cuarenta’ se disputan entre la vida y la muerte frente a los cristeros, y en la ciudad Arturo interpreta el lenguaje de las flores que Maria Chuy le mando con una carta: “Cada uno de estos pétalos rojos es un . significado ahora en mi vida. Aqui esta el “si”, el “no”, el “quiza” de todos los 114 enamorados...” (155). El autor ridiculiza la vida de los citadinos, especialmente aquellos que eran duefios ociosos de grandes propiedades en el campo, y Arturo, aunque liberal y con intenciones reformistas, no se escape de este ataque. Por ultimo, Cérdenas llega al poder cuando se estaba dando la espalde a los campesinos en nombre de la modemided de la nacien. Por tanto, este héroe agrarista comienza a responder a les demandas de los trabajadores del campo repartiendo tierras al por mayor. Sin embargo, sus Ordenes no procedian porque los ‘Silvanitos de la Revolucién’, primero buscaban su beneficio y por medio de “la mordida” daban “carpetazo a la mas justa de les solicitudes de tierra, como la de ‘Cuarenta’. Cérdenas representaba su “unica esperanza. Si este hombre grande y digno que tenemos ahora de Presidente no se descompone, Mexico estara salvado, y nosotros seremos de vuelta agricultores” (69). El Presidente se convirtio para el imaginario colectivo en la figure patemalista que resolverla todos los conflictos del campo. Esto fomento la dependencia de los trabajadores con el Estado y sus secretarias, un gran fallo para la trayectoria cardenista. Otro error seria el reparto de tierras por grandes cantidades, pero sin considerar su fertilidad. También, se enfrentaban a “la debilidad moral de los servidores del pueblo” (117), que era guiada por la corrupcién y los ‘Silvanitos’ que se valian de cualquier treta para cumplir con la ley agraria. Una de estas formas ilegales fue: Resolver la solicitud de tierras, rebajando el censo agrario. Que si en el pueblo habia trescientos treinta y dos hombres con derecho a tierra por ser todos agricultores, vecinos del lugar, mexicanos, etc., podia 115 resolverse el expediente dotando sélo a veintidés individuos... [con] tierras altas de las mas males, de les pegadas al pueblo. Que los de la Agraria bien sabian su negocio y arreglarian bien todo, pero que pedian veinte mil pesos por arreglarlo. (117) En ‘Cuarenta’ el plan era expropiar Ias tierras del latifundio de los Gallardo y Troncoso para former un ejido y repartirlo al pueblo como dictaba la ley, pero estas tierras “estaban situadas en la parte alta, pegadas a las partes rocosas y las grutas, donde la agricultura era un suefio" (136). Esto lo hacian los corruptos representantes de la agraria abusendo del analfabetismo de los campesinos y su desconocimiento de las leyes. Por eso los agraristas de este pueblo acuden a Cérdenas personalmente para darle a conocer Ias irregularidades de sus servidores y evitar a los intermediarios arbitrarios. Lazaro Cérdenas como personaje de este relato, es retratado como el mas indulgente de los politicos, el padre de los pobres: come frijoles de olla y tortillas.24 Un presidente socialista que “ha puesto a la Revolucién en marcha, hacia un verdadero porvenir para la masa del pueblo mexicano [...] Todo lo reviseba personalmente; de todo quedaba enterado y en el terreno dictaba sus Ordenes, siempre procurando hacer patria. Patria mexicana” (172). Durante su estencia en ‘Cuarenta’ se informaba de primera mano: Preguntaba todos los detalles de los latifundios, la superficie de las finces, su capacidad de riego; Ias peonadas que tenian, los sueldos que ganaban. Entro a las tiendas de raya y vio los libros de las cuentas 116 interminables... se notaba que su carifio era para los campesinos que deseban librarse [de esta dependencia econdmica]. (174) Para la comunidad de ‘Cuarenta’ su fallo fue hacer la entrega de “cuatro mil hectareas bastantes para atender Ias necesidades de todos los individuos que de acuerdo con la ley tuvieran derecho a tierra... se entregaban los metros cubicos de agua suficiente para el riego y Ias tierras dotadas” (177). Ademas de acordar con el Banco de Crédito Ejidal, Ia Secretaria de Defense, la SEP, el Banco Obrero, la Secretaria de agricultura y Fomento, el Departamento de Salubridad Publica, de dotar de los materiales, dinero, escuelas, doctor y requerimientos necesarios para hacer de ‘Cuarenta’ una zona digna para sus habitantes. Sin dude con estas referencias a la aplicacién de los programas cardenistas, y a la delegacién de responsabilidades en otros organismos estatales para una supuesta resolucién de los problemas en el campo; el autor sospecha del fomento de otro patemalismo, el del Estado. Sin embargo, era muy pronto para que el autor expresera esta critica abiertamente, pues era la época que estaba viviendo, los ultimos afios del gobierno de Cérdenas. Pasarlan algunos afios mas para que se vieran los Iogros y fallos de este politico en el campo. De igual forma que las politices de nacionalizacién, cuyas reacciones ye estaban saliendo a la luz. Es claro que el autor quiere hacer expresa su admiracién a este Presidente socialista y propagar que Mexico siempre tendra la oportunidad de prosperar con hombres como lo fue “el jefe de la nacidn; el sembrador de . México: LAZARO CARDENAS” (181). Por esto, denuncia a aquellos que se han 117 aprovechado de su posicién hegemdnica: una “serie interminable de Presidentes... que al posesionarse del poder... era aprovechado para llenar su escarcela con haciendas, cases y dineros de la Tesoreria de la nacidn” (14). lncluso, afirma que el reformista de Benito Juarez no se aguanto Ias ganas de poseer haciendas. De Santana y Porfirio Diaz no sorprende hacer mencion de sus innumerables latifundios. Luego, vendrian los revolucionarios, la gente de abajo convertida en caudillos transformados por la codicia: [Que] Acumulan latifundios, palacios, industrias, concesiones. Ante su ejemplo, se desbordan Ias ambiciones de los subaltemos; hasta los humildes capitanes se convierten en latifundistas: “El Quijote engorda”, y en la frenética carrera del vicio “Latifunditis” se olvidan del programa del pueblo y mistifican... Tal parecia que Mexico estaba predestinado a hacer siempre pesto de mediocres apetitos... Hasta que por suerte del pais, un verdadero revolucionario... Ilego [Lazaro Cérdenas]... Mandaba por primera vez en la Republice Mexicana un Presidente sin atender compromisos politicos; unicamente los que el pueblo le habia impuesto. (144) La segunda Cristiada termino con el reparto agrario y cuando el gobierno cardenista entrego armas a los cristeros quienes pasaron a former parte de la reserve militar federal. 118 3.5. Conclusién. Con Marie Chuy 0 el Qagqelio de Lanaro Cérdenas, Robles Castillo plantea con inusiteda fuerza el problema agrario, sus derroteros, sus soluciones y sus posibilidades para recorder que el Mexico rural contaba con riquezas incalculables que al explotarlas de manera organizada contribuirian a la economia nacional y a devolverle la autonomia econémica al campesino. Todos somos y deseamos ser agricultores, porque todos nacimos pegados a la tierra, unciendo la yunta, creando fuerza en la mancera del arado, despertando nuestras ilusiones con la cosecha future, implorando al cielo la lluvia, y temiendo el dolor de las heladas. (64) Ademas, con su obra el autor manifiesta esperanzas en el sistema educativo laico. Por tanto, en su obra refuerza los Articulos 3° y 27 constitucionales, los cuales Ilevarian al México rural a la integracién del México modemo posrevolucionario. La Revolucién habia Iogrado la Reforma Agraria, pero ahora habia que ensenar a las masas cumo hacer cumplir Ias leyes y educarlas también para los retos del México industrial y agricola. Los educadores de este tiempo pretendian cambiar conductas, crear alianzas y construir una identidad nacional y de integracién. Por eso Ias figuras de los agraristas, ingenieros y los maestros rurales son indispensables en el desarrollo de esta narrativa que proyecta los ideales del Estado. Por otra parte, el autor insiste en que la alianza entre los latifundistas y el clero eran los principales obstaculos para sacar adelante al medio rural y por ende, a la nacion. Sin embargo, justifica la entrega _ de los pobres en cuerpo y mente a la autoridad de la lglesia, pues “A falta de 119 bienes terrenales, con gusto se acogian a les ofertas del otro mundo. [La solucién era, a través de la educacién] transforrnarlos de esclavos en pequefios propietarios, hacerlos duefios de sus tierras, [y] de sus productos” (8). Por tanto, continua proponiendo como opcién la coalicion con la iglesia, puesto que ve que la solucién a un gran numero de los problemas del campo se lograria unificando ideologias que a la vez protegieran intereses reciprocos al crearse las alianzas. La revuelta agraria no unicamente peleaba por la tierra, sino que también por la igualdad social y cultural. Por eso, en Maria Chin el Evangelio de Lazaro Cérdenas es importante, después de la entrega de tierras, hablar de la continuacién del apoyo econémico y técnico para trabajarlas porque no sélo era la entrega, sino también obtener los medios para hacerlas producir: semillas, fertilizantes, agua, sistemas de irrigacién, herramientas, técnicas para la mejor produccién, la mecanizacién del campo, entre otras cosas, pero principalmente hacia falta dinero y una buena administracién. Sin un capital no era posible iniciar la produccion. Sin embargo, la dependencia econémica de los campesinos trajo otros problemas con el gobierno como deudas etemas. Robles Castillo expone abiertamente su admiracién por Lazaro Cérdenas: “Hacie poco, que la revolucién social de México habla impuesto en el Gobiemo como Presidente de la Republice a un verdadero revolucionario” (9). De igual forma, expone Ias irregularidades de los servidores publicos y por eso, elude a Mo engorda el 99.11% (1937), novela satirica de Jorge Ferretis, que habla sobre aquellos afios en que “la revolucién degenero en gobierno” el . institucionalizarse. Ademas, enfatiza que los heroes-personajes de esta narrativa 120 de discursos agrarios comienzan e ofrecer ideologies concretas que, por ejemplo, el héroe revolucionario no tenia bien definidas cuando inicio su lucha. Estos sofieban con imponer un México ideal, pero siempre se enfrentaban a un Mexico reel atacado por la corrupcién de los ‘Silvenitos’. Cabe mencionar que en este tiempo Ia figure del lider corrupto es lugar comun en la literature también. Finalmente, el autor mantiene su fe constante en que el reparto de tierras, la educacién y el trabajo en talleres por cooperatives (inicio de la proletarizacién), eran factores determinentes pare liberar al campesino econémicemente e independizerlo del sefiorio que profesebe a sus patrones y a la lglesia. Sin embargo, como se vere en el siguiente capitulo, ni Ias politices cardenistas, ni Ia educacion fueron suficientes pare devolver su posicién social eI campesino. La Revolucion habia triunfedo pero el trabajador del cempo seguia esperendo que se hicieran validas sus promesas y su vida cambiera. 121 3.6. Notes ‘ En Aurelio Robles Castillo, Marla Chuv o elflangelio de Lazaro Cérdenas (Mexico: Ediciones Botas, 1939). Todas las citas corresponden a esta edicién. 2 No hay uniforrnidad sobre sus datos biogreficos. “Se desconoce su lugar y fecha de nacimiento y defuncién" en Perla Ciuk, Diccionario de directores del cine mexicaag (Mexico: CONACULTA y Cineteca Nacional 2000: 519). Rosa Maria Sauter de Maihold en “La novela cristera en Mexico como testimonio histérico y como arrne ideolégica” afirme que nacio en 1897 en Guadalajara, Jalisco (Religibn y cultura 33:160. 1987: 486). En cambio, la base de datos bibliografica del Colegio de México tiene como fecha de nacimiento 1909 (COLMEX: http://biblio.colmex.mx/). Este imprecisién sobre el autor confirma la escasez del estudio de su obra. 3 Fue autor de Shuncos, novela socia_l (1936); Jungle, novela (1941 ); Los refugiados o Américo... oh mire miel (1943). Benito Juarez y su yo: verdades historices mexicanas (1967). También, se le atribuye Ia novela 1M Jalisco. note rajes! o la querra santa (1938), la cual es unicamente conocida como la pelicule del mismo nombre de 1942, que Ianzaria a le fame a Jorge Negrete como la figure del charro mexicano. También, se le reconoce su participacibn como director y guioniste de la pelicule El ametrelledora, secuela del filme anterior, en la cual participa Pedro lnfante, el otro epitome del charro cantor mexicano de la Epoce de oro del cine mexicano de los anos cuarenta. A través de este cine mexicano se buscaba la conformacibn de un modelo necionelista. lnformacion obtenida de la base de datos de le Bibliotece Daniel Coslo Villegas del Colegio de Mexico http://biblio.colmex.mxl y de le Bibliotece Central de Michigan State University http://www.lib.msu.edu/. ‘ Ciuk, op. cit, p.519. 5 Esta obra revela, también, un extenso contenido agrarista en sus pagines. 6 Hey varies novelas de maestros rurales y que tienen que ver con el tratamiento de lo agrario son: Los bragados (1942) de José Guadalupe de Anda; El maestro rural (1943) de Ciro C. Gallardo; Amaneceres (1937) de Fortino Lupez R; y Mes ella existe la tierra (1947) de Magdalene Mondragbn. También, esta el cuento de Jose Revueltas “Dios en la tierra" (1979). Otras de caracter agrario son: Chimeneas (1937) de Gustavo Ortiz Hernen, Alma mexicana (£1939?) de J. Randd; El bordo (1960) de Sergio Galindo; Las Brigidas de Montegrande 0 Los cristeros de Colima (1960) de J. Figueroa Torres; que combine la ciudad y el cempo. Les siguiente obras hen sido estudiedas, unicamente, como novelas cristeras, sin embargo, plantean el problema agrario y su problematica claramente: g Virgen de los cristefi (1934) de Fernando Robles; Los cristeros (1937) de José Guadalupe de Anda; De Los Altos (1947) de Guillermo Chao Ebergenyi. “Algunos escritores consideran a los escritores cristeros como enemigos de la Revolucién Mexicana; mas que enemigos fueron divulgedores de una ‘visién’ de la historia distinta a la revolucionaria” (Ruiz Abreu 97). 7 Samuel Ramos critico fuertemente a la educacibn socialista por verla como una copia extranjera que no podia ser aplicade en Mexico por el tipo de sociedad que la forma. Por eso, insto a que se volviere a los programas de les misiones culturales implementados por José Vasconcelos. Ramos dijo: “Hey que confesar que desde que Vasconcelos se ausento de la Secretarla de Educacién, parece que el espiritu y le inteligencia hen huido”, en “Veinte ahos de educacién en Mexico,” my (1939: 65). 8 Esta practice aberrante comun hecha por los cristeros ere para que el desafortunedo Iuciera su agravio, o la castracién para pagar por abusar de su condicién de macho, segun los agresores. Estes eran algunas de les formas pare marcarlos de por vida. 9 Para atacar el problema del alcoholismo Cérdenas cerro varies centines a lo largo y ancho del poets. Sin embargo, no dio resultado esta campana porque no pudo erradicar del todo este vicio. Es el catecismo de la doctrine cristiene escrito en 1616 por el padre Jerbnimo Ripelda de la Compania de Jesus, el cual todavia hoy se sigue usendo como referencia de todo buen creyente cat6lico. " Otre medida que Ignacio Garcia Téllez (1935), ministro de educacién, tomo en su lucha para ' acabar con los fanatismos fue crear un plan de AcciOn de la Escuela Socialista. Creo un calendario civico escolar pare reemplazer el calendario que estaba vigente que se besebe en las 122 fechas religiosas. En este nuevo calendario se dedicaron sesenta dias a la rememoracidn de heroes y representaciones de la naciOn y la modemided: Cuauhtemoc, Obregén y Zapata a la paroduccitm de la frutas, vegetales, metales y electricidad. En Mary Kay Vaughan (35). Sénchez More deduce les siguientes observaciones para la literatura latinoamericana y la mexicana basada en los estudios de personajes femeninos hechos por Guerra, Jequette, Leal, Monsivais, Saldivar, Stevens: 1) los personajes femeninos estan situados en posiciOn marginal y subordinade respecto a la posicién central de los personajes masculinos; 2) dentro de los personajes femeninos existen dos grandes divisiones situadas en extremos opuestos, una correspondiente al ‘Deber Ser’, y la otra eI ‘No-Deber-Ser’; 3) el modelo negativo o ‘No-Deber- Ser’ presenta el atributo esencial que caracterize al personaje masculino, la actividad, mientras que el del modelo positivo es justemente lo contrario, Ie pesividad; y 4) si un personaje femenino actua, lo hace en beneficio o a nombre de un personaje masculino. Sin embargo, como se observe en este novela y otras novelas cristeras hagen lo que hegan Ias mujeres siguen el modelo marieno, occidental En Mexico la mujer no tuvo acceso al voto sino haste 1952, 0 sea que todas les actividades socio-politicas en las que participo antes de este ano, no se veian con buenos ojos y, tampoco se les reconocieron los aciertos que tuvieron en las cuestiones socio-econémicas y polltices. En su estudio Sénchez More también agrega que en estas novelas existen rasgos misoginos, ya que las mujeres tienen cuelidades viriles, y los hombres que no son valientes se les llama “mujeres”. Esta caracteristica también aparece en las canciones populares que surgieron a raiz del movimiento cristero y ya se habian escuchado en los corridos musicales anteriormente, (Sénchez More 1989: 72). 3 En Ann Pescatello, Female and Male in latin America, (Pittsburgh: University of Pittsburgh Press, 1973: 89-101). 1‘Sénchez More agrega que en las novelas cristeras la perticipacién femenina se puede apreciar claramente, sus papeles son sobresalientes. lncluso algunas obras tenian como titulo el nombre de la protagonista. En cambio, en la novela de la Revolucién Mexicana es muy escaso el reconocimiento que se da al papel de la mujer. Sénchez More, op. cit, 72. 5Los relatos que surgieron a raiz de esta cruzada, tanto de ficcidn como testimonieles, fueron escritos por participantes directos que trataron de justificar la rebelién cristera, o bien de reprobar a6 Ia iglesia por su influencia reaccionarie sobre el pueblo mexicano. Sénchez Mora, op. cit. 8. 16Cabe mencionar que se reconoce le participacibn de la iglesia en beneficio del pueblo relegado en la independencia del yugo espanol en 1810, pues religiosos como Miguel Hidalgo y Costilla y José Marie Morelos y PavOn, incitaron a las masas a levantarse en arrnes y lucharon haste la muerte por forjar une patria. Ahora, Ia revisibn historiografica de estos hechos, he comenzado a proponer y develar intereses muy diferentes a los de les masas indigenas y campesinas que estos Iibertadores tuvieron. 7“El sueno liberal no es mas que treer a tierras americanas Ia Razon, la Libertad que hace del hombre un sujeto con derecho y obligaciones, y la educacién” en Ruiz Abreu op. cit., 38. 19 Prohibia los conventos, necionalizeba al clero, declaraba propiedad nacional los templos, suprimle los colegios religiosos, declaraba ilegales Ias procesiones y ritos fuera de la iglesia, vedaba el uso de sotenas y otros vestuarios religiosos fuera del templo, expulsaba de Mexico a I105 jesuitas, limitaba el numero de sacerdotes. Ruiz Abreu op. cit. 49. 9El clero tuvo que trabajar para convencer a los cat6licos de unirse a la defense de la lglesia, para Iograrlo “los cures promovieron procesiones, penitencias y todo tipo de expresiones que directa e indirectamente aludlan al sacrificio de Cristo por la humanidad”. Citado en Oscar Betanzos Pinch, “Les raices agraries del movimiento cristero.” Historia de la cuestién agraria en M_éxico. Modernizacién, lucha agraria v poder politico 1920-1934. v.4 Enrique Montelvo ed. (oMéxico: Siglo Veintiuno & CEHAM,1988:197). Jean Meyer no acepta la tesis histérica que afirma Ia participacién de los sacerdotes en la resistencia armada, ya que ellos no le aprobaron. En cambio, acepta que “una case es la historia y otra le imagen que de ella nos ofrece Ia literatura” donde los sacerdotes si participaron directa y . activamente. “’1 La historiografle reciente afirma que es dificil saber si los cat6licos verdederamente se sintieron agredidos en su libertad de culto, ya que sus practices cat6licas son muy individuales, 123 femilieres, locales. Alvaro Ruiz Abreu agrega que “la gente del pueblo es catOIice “a su manera”, practice la doctrina cristiane en sus fiestas, mas que en la Iiturgia; cree mas en milagros que en la Resurreccién" (54). Sin embargo, “los eltefios parecen tener una moral ortodoxa y practicer un catolicismo inflexible, y crearon una comunidad religiosa muy sélida” (202). Las multitudes indigenas son los grupos que si sufrieron el desconsuelo espiritual que los desahogaba temporalmente de sus vicisitudes. 22 “Fue en efecto, un levantamiento armado de poco alcance, caracterizedo por la aparicién de guerrillas en los estados de Durengo, Jalisco, Michoecan y Colima, que no propicio, como la uerra de 1926-1929, Ia solidaridad en forma masiva”. Ruiz Abreu, op. cit., 193. Aurelio Robles Castillo ye hable escrito una novela anticristere: iAy, Jalisco... note rajes! o la guerra Santa (1938). Para el autor es importante hacer un recorrido culinario de indole costumbrista a través de toda Marie Chuv 0 el Egngglio de Lazaro cardenas para curar el sentimiento de inferioridad que aquejeba a los mexicanos del campo. Por eso la insistencia en decir que Cérdenas come frijoles con los pobres, que carne con los ricos. 124 CAPITULO 4. CUANDO CARDENAS NOS DIO LA TIERRA: EL DESENCANTO DE LA LUCHA AGRARIA EN LA NOVELA. La nueve politica agraria es un plan de gobierno, éme entiende usted? Es un plan de gobierno que se presenta al pueblo en el momento en que se lanza el candidato, y se sostiene mientras dura la campafia y llegan les elecciones. Todavia, durante un tiempo, ya estendo el candidato en el poder, se habla de eso, porque le mayor dificultad de un candidato oficial es encontrar un nuevo plan, un nuevo motivo. (Blenco Moheno 21)1 4.1. Roberto Blanco Moheno, una revision a la reconstruccién nacional en el cempo. A partir de le segunda mitad del siglo XX, México entro en una etapa de modemided que se reflejabe en la vida cosmopolita de las ciudades y el rapido crecimiento industrial. Sin embargo, el dilema de la Reforma Agraria y la vida precaria en el cempo persistien. El surgimiento de nuevos movimientos arrnedos por cuestiones relacionadas con la tenencia de la propiedad continuaban dendose. Les mismas infamias sociales de décadas anteriores en el campo no habian cesado con la clausura de le Revolucién ni con la imposicién de los articulos de la Constitucién Mexicana de 1917 y la Reforma Agraria. Es en este contexto que la tematica de le lucha por la tierra continuo siendo tema de algunos novelistas mexicanos. Este es el caso de Roberto Blanco Moheno quien recupera Ia imagen y les politicas egrerias de Lazaro Cérdenas en su novela Cuando Cérdenas nos dio la t_ierra. Lie novela de le reforrne agraria (1952) como ' “Cérdenas” eI personaje, para exponer su admiracién por este hombre ilustre y 125 su lucha por hacer cumplir los estamentos de la Revolucion. En este novela presenciamos el testimonio de una reparticién de ejidos desde sus inicios, los enfrentamientos que se dieron por lograr Ia imposicién de la Reforrne Agraria en franca oposicién de la contrarreforrne; haste ver sus fallidos resultados. Sin embargo, esta historia termina sin cerrar Ias puertas a la esperanza de que la reparticién de la tierra se daria con éxito y la vida del campesino mejorerie con “Cérdenas”. Estos hechos son escritos para su narracién por un maestro rural, quien participa como asistente en la tarea de le distribucion al lado de un ingeniero de la comisién agraria, y como tel es testigo de todas las diligencias oficiales que se llevaron a cabo en la localidad. Ambos profesionales tuvieron gran influencie en la promocién del campo y es a través de estos dos personajes que se destaca, como ye se reviso en Marie Chuy 0 el evangelio de Le_zero Cardenas (1939); el fomento educativo en el medio rural que se dio en esta regencia. De igual forma se alabe el impulso al desarrollo agricola e industrial, y se enfatiza el tradicionalismo que ha imperado en les comunidades rurales con la veneracién de la Virgen de Guadalupe, el servilismo al Clero, le fidelided el petrén de la hacienda, al padre de familia e incluso a la figure de “Cérdenas”. Es decir, un patemalismo a diferentes niveles estructurales. Esta novela subraya, esimismo, la participacién del clero en el mantenimiento del status quo y su desacuerdo ante Ia situacién agraria nacional. Cabe recorder que hasta los afios de la Reforma la iglesia habla sido el mayor . terrateniente en Mexico. Desde este tiempo, sus representantes participaron 126 activamente en la promocién de una contrarreforma ejerciendo formas de enejenacion en los trabajadores de la tierra para que sirvieran fielmente a sus patrones en nombre del catolicismo, y sobre todo, en nombre de la Virgen de Guadalupe, que se pueden apreciar en esta novela. Este tipo de ensefianzas motivo la formecién de un grupo encabezado por Salvador Abascal en 1937, la Unién Nacional Sinarquista (UNS)2, que velaba por los intereses ya establecidos, y que estaba en contra del ejido, por tanto, promulgaba por la consolidacién de la pequefie propiedad. Esta situacién social refleja dos tipos de discursos presentes en la vida rural y descritos en este novela: los contrarrefom'Iistes que grupos conservadores trataron de promover para salvaguardar sus intereses y el reformista que promovia Cérdenas a través de la Reforma Agraria. En este lucha de poderes, se observa que cada vez mas los preceptos revolucionarios y sus agendas agrerias no tenian un final feliz, lo cual se reflejeba en la frustracién y la desilusién de los personajes inmiscuidos en imponer estas tarees reformistas. Ademas, aunque se treta de una novela rural, la descripcién de las actividades agricolas y la vida del campesino per se, han pasado a segundo término. Ahora este narrative se enfoca en aquellos representantes del gobierno federal que estén encargados de llevar a cabo los proyectos de la reforma de la tierra en el campo y en los obstaculos que enfrenten al tratar de ponerlos en practice: los maestros rurales y los ingenieros de la agraria. Roberto Blenco Moheno (1920-2001) fue periodista, escritor y politico autodidecta. Ademas, fue boxeedor amateur, futbolista y novillero. En su acervo 127 novelistico participan figuras y eventos historicos en los que no dejan de falter episodios relacionados con la Revolucién Mexicana.3 Sin embargo, a pesar de su extense obra pocos son los estudios dedicados a ella, los que mas hen sobresalido son aquellos que analizan su obra periodistica en varies revistas y periodicos como: Siemgre, Proceso y El Universal. Carlos Monsiveis en A gstedes les const_e. Antologla de la cronice en Mexico (1980) arremete contra Blenco Moheno al ponerlo dentro de la categoria de los reporteros funcioneles al sistema, una categoria de periodista-guifiol, el cual: Coincide socialmente con el momento de la aparicién en Mexico del muckraker“, el 'expositor de ruindades', eI reportero de denuncia que 'escerbe' en los basureros del capitalismo y en los primeros ahos del siglo hace posible el crecimiento del periodismo norteamericano. El es ajeno a la pasion denunciatoria y e la coherencia politice de Lincoln Steffens o Upton Sinclair; pero comparte con el muckraking varies caracteristicas: el disfraz de 'politica informative de clase' que mal oculta el acatemiento de les norrnes; el chovinismo; le indignacién moral ectuada de la mitologia liberal; la inconsistencia ideolégica. Pero si Blanco Moheno no es muckraker -‘escarba' poco y predica demasiado: es mas declemador que reportero- si anuncia el periodismo de esta indole.5 Este autor fue militante priista y luego en 1979 fue diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), por lo que de alguna forma sus escritos tienen la intencién clara de difundir la ideologia del partido. También, este el estudio de Ruth Bagget Zeneda The Mexjcen heritage versu_s_the Revolu_tion in th__e works of 128 Roberto Blenco Moheno (1965), donde anelize los conflictos que surgen entre las Iegislaciones e ideales surgidos de le Revolucién frente a la culture y las tradiciones de los ciudadanos como fuerzas que chocan, lo cual se puede apreciar en este novela. Blanco Moheno también incursiono en guiones de cine e incluso algunas de sus obras fueron llevadas a la pentalle grande como la novela que enmarca el presente capitulo: Qu¥ando Cérdenas nos dio la t_ierra. La novela de la reforma aggfl'a aunque con el nombre de Y Dios le llamo tierra (1960). En 1944 realizo el argumento de la pelicule mexicana Pogn amor. Su obra Jiceltegec fue pueste en escena en Belles Artes, y El guano poder estrenada en el teatro Lirico. En los ultimos afios, su nombre se ha agregado a la lista de autores de los estudios fronterizos y chicanos en programas universitarios que tratan la literature mexicana de los efios cuarenta junto con escritores como: Carlos Fuentes, Luis Spota, Rodolfo Usigli, Xavier Villeurrutie, Juan José Arreola, Octavio Paz, y Luis G. Basurto. En thndo Cérdenas nos dio la tierra. La novela de la reforma emana se presentan nuevas actitudes frente al problema de la tierra, como la constante desilusidn y la frustracién ante Ias medidas adoptadas por la politice agraria. En este obra, el cardenismo es propuesto como un triunfo a la reforma de la tierra, pero a la vez, como el fracaso del sistema del ejido que dejo a muchos campesinos en peores condiciones de les que ya vivian. También, se revisan les reforrnes radicales del repartimiento de la tierra del periodo cardenista, asi como . otros conflictos que complementaron esta etapa social, debida e la fuerte 129 oposicién de los estratos sociales mas conservadores del pals. Con lo anterior, se demuestra una vez mas que la novela rural y la problematica de la lucha por la tierra seguian siendo temetices y escenarios vigentes durante los afios cincuenta, cuando los estudios literarios habian vuelto su mirada hacia tendencias estilisticas y tematicas relacionadas con el ambiente urbano e iniciedas con la idea de que Mexico se convertirle en una necidn modema. Este ola urbane pretendia de manera consciente dejar de lado todo lo que promoviera la imagen rural que habia carecterizado al pals. Sin embargo, en la década de los ai‘los cincuentes varios escritores continuaban escribiendo sobre los motivos de la tierra, los cuales estaban tan vigentes, como lo ere la problematice rural de la tierra: Juan Rulfo, Carlos Fuentes, José Revueltas, Rosario Castellanos, entre otros mes. En este periodo toma lugar Cuando Cérdenas nos dio la tierra. La novela de lareforma agraria exponiendo los conflictos agrarios del cempo y las esperanzas que se tenian en “Cérdenas” y sus emisarios, pero también se enfatiza que era necesario fomentar une mentalidad liberal ajena a servilismos religiosos. 4.2. Las alianzas cardenistas: los reformadores del campo. Cuando Cérdenas nos dio la tierra. Le novela de la reforma agraria relata la historia de Efren Dominguez, ingeniero de la agraria, a su llegeda a una de les zonas que tenian peticiones y reclamos agrarios pendientes pare proceder e la reparticién de los ejidos para los trabajadores del campo y asi acabar con el _ latifundismo local. 130 Yo, senor, vengo a repartir la tierra de los ricos a los pobres. Yo... yo tengo necesidad de convocar a todos los hombres de la regidn y explicarles de lo que se trata. Y... iel latifundio se ha acabado, senor! El senor Presidente de la Republice. Ye sabe usted, gno...? Nadie puede tener mas de cien hectarees, con rigurosas excepciones. Y vengo a freccionar, a entregar a los hombres lo que es suyo. La tierra, ya usted sabe, es del que la trabaja. Yo, senor... iojale fuera yo inspector de escuelas! (8) Sin embargo, los representantes del poder local estaban ten acostumbrados a oir este tipo de discursos que les parecian unicamente “programas, como luego dicen, para una propaganda politice... no pese de ser escritura, palebras al viento” (20); por lo que no contribuirian con este objetivo de manera voluntaria. Estos personajes tenian que velar por sus propios intereses y sus propiedades como duei’ios que eran sin importar en que condiciones habian conseguido estas heredades. La misidn del ingeniero Dominguez ere entregar la tierra en forma de ejidos. Es decir, en una comunidad organizada donde, todos y cada uno, serian los duefios. Cabe agregar que para el presidente Cérdenes el ejido representaba le independencia del campesino, la organizacién de los trabajadores del campo y el fin de la hacienda. El ejido ya no es solemente une forma de propiedad territorial, ni una fase en la evolucién de los sistemas de trabajo; es la célula basice de la estructuracién revolucionaria que funciona como una organizecién 131 parcelaria o colectiva de acuerdo con les condiciones naturales, la calidad de les tierras, la precipitacién pluvial, la disciplina que imponen los sistemas de irrigacién, la variedad o uniforrnidad de los cultivos. el uso del crédito y la maquinaria, la cooperacion pare facilitar les ventes, etcétere. (Cérdenas 1978: 404) Los profundos cambios que la politice cardenista promovia se fueron haciendo posibles gracias a les acertadas alianzas con Ias bases populares que fonnaba. Estes relaciones encuentran cabida en esta novela con: los hacendados, los campesinos, los agraristas, los obreros y los trabajadores federales, como el cuerpo docente rural y los ingenieros representantes de la “Agraria”. En este obra, Efren Dominguez se presenta como el Mesias que promete mejoras a los desheredados: “Vengo a traer la justicia, esperada por cuatro siglos, desde que los conquistedores espai’loles robaron a los indios” (19). Dominguez “es joven, es inteligente, es honrado... es un hombre ilustrado... que no quiere nada para él” (62), sclo busca le satisfaccién de cumplir con su mision. Esta convencido de la causa y justicia de este movimiento. Este misidn que parecia utépica, se vuelve realidad porque se reparten les tierras y se forman los ejidos colectivos como estaba planeado. Sin embargo, esta situacién se vuelve caética ya que los recién beneficiados se sienten mas afectados por la politice agraria que por la miseria y el abuso que vivian antes de que estas reforrnas se materializaran. Las condiciones climaticas y los monocultivos de maiz fueron muy desalentedores “lo que han alcanzado a recoger apenas si les alcanza para corresponder la mitad de lo que deben” (138). Muchos de los campesinos a 132 quienes se les entregaron tierras, no estaban preparados para tomar Ias riendas de sus cultivos y lograr une vida independiente, ya que no podian alejarse de la tutela y Ordenes de sus patrones. Carecian de iniciativa, lo cual se habla previsto; por eso es que la reforma educativa fue otro de los proyectos nacionales con mas peso como se describe aqui. Habia que brindarles una formacién pedagégica a los campesinos para que alcanzaran su independencia, aunque los resultados demostraron que la educacién socialista no fue suficiente. Asi, en esta obra observamos que este ingeniero inmediatamente busca el apoyo de otro servidor federal, el profesor Marin, para cumplir con sus ordenes centrales. Cabe agregar que en esta época en la vida nacional, el ingeniero se convirtio en un aliado importantisimo para el gobiemo.6 Los ingenieros de le “Agraria” estaban comisionados para poner en practice los proyectos de distribucién en el campo. Tenian que desplazarse a les comunidades rurales con sus oficios expedidos por el Estado y los planos de la zona para iniciar la fonnacién de comités agraristas de donde surgirian les peticiones para los ejidos. En otros casos teniendo ya los fallos de las peticiones resueltos, llegaban a las comunidades para iniciar Ias mercaciones de les areas a repartir y de inmediato, proceder a la distribucién. Sin embargo, los ingenieros se toperon con infinidad de trabas al querer desempei‘iar sus tareas. Por ejemplo, en esta obra, Efren Dominguez se encontro con don Valentin Casares quien practicamente era duer‘lo de toda la comunidad; un Presidente Municipal que no tenia ningunas _ intenciones en cooperar con los proyectos estatales; Luz Cienfuegos, el lider del 133 ejército quien también se rehusaba apoyar la causa; el representante eclesiestico que dominaba al pueblo en lo moral y defendia los intereses materiales de los terratenientes; edemas el mismo campesinado temeroso a los cambios, y el grupo de metones, los camisas blancas. Otras de las dificultades a las que se enfrentaba eran la ausencia de programas de asistencia crediticia y la escasa asistencia de la tecnologia en el campo. El pico, el hacha, el machete, la coa, la yunta, y la pale, entre otras herramientas rusticas seguian siendo los unicos y fundamentales instrumentos de mas de la mitad de la poblacién rural. En este contexto, Ia idea de la reforma agraria que Dominguez venia a imponer toma impulso y esta caracterizada por el mesianismo del héroe que traera une mejor vida a los desheredados, al poner en practice los ideales de la Revolucién para el cambio social del México modemo a través de la reforma agraria. Para llevar a cabo su tarea, este protagonista precisaba crear alianzas con los poderosos de la comunidad: el presidente municipal, el jefe de la policla y el jefe de guamicién. Sin embargo, sclo contaba con el apoyo de los considerados “pobres”: el profesor Marin, el jefe de la comunidad agraria y su familia, algunos desheredados y peones acasillados. Por tanto, ante la abierta negative de los poderosos del pueblo a no ceder a la parcelacién de sus grandes extensiones de tierras, se ve obligado a amenazar a los terratenientes para poder continuar con su proyecto: “iY mafiana mismo empezaré a repartir la tierra! iY empezaré por la de usted [declaro al presidente municipal, Don Cosmell” (22). Luego, continuaria con las de Don Valentin Casares, uno de los . grandes latifundistas espar‘loles de la zona. “Les cosas... [iban] a ponerse fees, 134 amigo... Muy fees... iLo que se llama muy fees! (8). Es importante agregar que a varios ingenieros se les trato de comprar con las mismas tierras que tenian que repartir. Muchos se enriquecieron terglversando Ias leyes agraries y traicionando les promesas de la Revolucién en defensa de los terratenientes, muchos cedieron, Dominguez no. En este novela, otro personaje cleve en la implantacién del proyecto nacional cardenista fue el maestro rural. En la vida nacional, Cérdenas contemplo claramente lo que debia ser Ia funcién participative de este profesionista: El rol del maestro no he de concretarse en el recinto de la escuela. Su misién en el orden social exige su colaborecién para el cumplimiento integral del programa de la Revolucién. El maestro rural es un guia del campesino y del nifio y debe interesarse por el mejoramiento de los pueblos. El maestro he de auxiliar al campesino en su lucha por la tierra y el obrero en la obtencién de los salarios que fija la ley para cede regidn (Cérdenas 1978: 57). El maestro fomentaria Ia guia organizada, el asesoramiento legal y técnico para movilizar a los campesinos en su lucha por la tierra y asi lo destaca el autor. Esta novela se desarrolla en un pueblo veracruzano sin nombre7 donde hay un educador, el profesor Marin quien narra que: Vivia en las peores condiciones del mundo. Maestro de escuela, maestrillo pueblerino, era seguramente el mas pobre del lugar, y si dorla 135 Eulalia me daba el cuarto y la comida era mas bien por simpatia que por negocio. Y es que cobraba un sueldo miserable... cuando lo cobraba. (7) Ademes, este profesor no tiene ninguna fuerza frente al pueblo, a diferencia de Maria Chuy en el capitulo anterior, quien fue capaz de movilizar a todo un pueblo. El profesor Marin es temeroso, pesimista y se siente culpable de su condicién social; aunque gracias a su alianza con el ingeniero cambia su condicién de ser “huérfano de todo conocimiento, timido de naturaleza y torpe de entendederas” (11), a ser defensor del agrarismo y la educacién rural. La importancia de este profesor, débil de caracter, es que éste funge como el escritor de estas memories de la reparticién de tierras. Ademas, este personaje, poco a poco, va tomando parte de tal movimiento agrarista; a pesar de no tener un entendimiento claro de la situacién que vive el pais y de sentir el constante temor de no poder ser un aliado util a la causa. En este obra no importa hacer mencidn de les actividades educativas del profesor Marin dentro del aula, como lo fue Ia propaganda antirreligiose y forrnativa que vimos en Maria Chuy 0 el evangelio de Lazaro Cérdenas que se divulgo a través de la educacién, ahora interesa mas bien, enfocar este a la formacién de sociedades cooperatives para hacer valedera la reforma agraria. En este momento, la llamada “educacién socialista” alejada de la campafia antirreligiose se contemplaba como un instrumento para transformer el medio rural. Asi, el ingeniero Dominguez y el profesor Marin se unen para lograr une distribucién mas equitativa de la tierra, de los productos y de las utilidades producidas por el trabajo humano. Por estas . acciones, el profesor Marin es destituido por instrucciones de la jefatura de 136 Educacion por “su conducta intolerable y de su horrible ejemplo para la nifiez” (72). En comunidades como ésta en la que sirve el profesor Marin, la iglesia tenia gran fuerza sobre los pobladores en la propaganda para que se opusieran al reparto. Entonces, Ia funcién de este profesor fue la de fomentar la rupture entre el viejo y el nuevo orden. Sin embargo, éste y el ingeniero fueron muy cuidadosos en no atacar a la iglesia directamente para no echerse “un avispero encima” (117). La experiencia de les revueltas cristeres estaba muy presente. A la lucha agraria de Cuando Cérdenas nos dio la tierra. La novela de la reforma agraria, también se unen los miembros de la familia Martinez que eran los representantes agrarios de esta comunidad. Eran los “restos del Mexico chinaco, centauros de verdad, campesinos amantes de la tierra, honrados a lo terco, valientes por predestinecién, ausentes de la menor cultura, pero firrnes en su qué hacer redentor" (34). Don Pedro, el patriarca de los Martinez habia llegado a ser coronel en la Revolucién. Luego, “recibio de manos de Tejeda9, [gobemador agrarista de Veracruz], el encargo de hacer triunfar el agrarismo en la regidn” (35).9 Don Pedro no habia podido consolidar este cometido por la carencia de apoyo en la comunidad, y sobre todo, por no querer user la fuerza para hacerlo. Sin embargo, ahora se le presentaba la oportunidad con el apoyo del general de divisibn, Prisciliano sanchez, conocido de don Pedro en sus afios de juventud. Muchos de los grupos agraristas contaban con poder y arrnamento conferido por el Estado para llevar a cabo su lucha por la tierra, pero este poder . también los flew) a ser prepotentes, incluso a ser antagonistas frente el Estado y 137 los hacendados. En varies ocasiones “arremetieron contra el orden tradicional de la vida rural, imponiendo procesos administrativos novedosos y autoridades y personajes ajenos a la tradicién comunal” (Betanzos Pifién 177). Para muchos campesinos, hacendados y el clero, los agraristas se volvieron una amenaza. La importancia de Prisciliano Sénchez va mas alla de salvaguardar Ia reparticion de la tierra. La narracién de la vida de este personaje hecha por don Pedro nos lleva por un recorrido de las injusticias que vivio el campesino por su condicién subalterna, y como el enrolarse en las files de la Revolucién en condicion de lider agrarista, Io convirtio en un oportunista que repetie la historia de abusos que ellos habian vivido. Era otro caso mas de aquellos agraristas que habian traicionado la causa. Prisciliano ere producto de la violacién de su madre por el patrdn de la hacienda. Ambos habian trabajado toda su vida para la hacienda Casablanca, y vivian del sistema de la tienda de raya. Su condicién econémica no ofrecia ninguna esperanza de mejorar sus vidas. El abuso fisico a Chona, su madre, lo llevo a meter al patron, y a huir al monte, donde luego se unio a las fuerzas revolucionarias, les cuales le dieron una capitania y con ello, un mejor estatus social y econémico. Asi, siendo parte de la hegemonia, la cuestién agrarista dejo de ser su cometido. Ademas de que no entiende el por que repartir tierras a quien, asegura, no Ias quiere. Sin embargo, una deuda pasada con don Pedro, quien lo dejo escapar cuando tenia Ordenes de fusilerlo, Io compromete a apoyar el plan de devolucién de tierras. “Puede repartir usted la tierra a los peones, sujetandose a la ley... Después... después no se meten, . porque después ese tierra va a volver a sus duenos, como tiene que ser” (103). 138 Prisciliano pensaba de esta forma después de haber visto los pocos resultados positivos de la lucha revolucionaria y demasiada corrupcién en los representantes de la hegemonia surgida de la Revolucion. “éCrees que después de romperme la madre en el monte me iba a conforrnar con andar de zonzo como tu, capitaneando nifios locos? gCrees que voy a irrne al monte otra vez, para que todo quede como quedo en la bola pasada, para perder lo que he ganado? (104). Prisciliano y don Pedro son la contraparte uno del otro, uno ascendio al poder militar por oportunista, y este ultimo, se alejo de la Revolucién cuando esta se institucionalizo. Estes alianzas demuestran que la politice nacional se arreglaba muchas veces por medio de conocidos, amistades y deudas pendientes. lncluso, de igual forma que la lucha revolucionaria se habia distinguido por ser un entramado de luchas locales de caracter personal, esta lucha agraria continuaba siendo ejemplo de algo personal. Sebastian, el representante de la comunidad agraria e hijo de don Pedro, se habia robado a Martha, la hija de don Cosme, el presidente municipal. Esta situacion crea desavenencies entre padre e hijo. Para don Pedro, Sebastian no podia ser lider agrarista al ester unido con la hija de uno de los contrarreforrnistes del pueblo. “—Sebastian: dile a la gente si tu vas a pelear con Cosme Aguilar para que cada uno de estos hombres tenga un pedazo de tierra, o si tu vas a pelear con Cosme Aguilar para que note estorbe con su hija. iDlselo a la gente, Sebastian!” (92). Sebastian deja el cargo de jefe de la guerrilla agrarista afirmando con este hecho, que les luchas por la tierra se _ den a un nivel personal y no como acuerdo local mandado por el Estado. Sin 139 embargo, el plan agrarista continuaba en marcha. La reparticién de la tierra se Ilevaria a cabo. Los agraristas se reunirlan en la escuela y respaldados por el General Prisciliano Sénchez, se Ilevaria a cabo “el gran movimiento reivindicador de la peonada cuatro siglos miserable” (96). Ciento cincuenta hombres llegaron. “—Cada uno tendre su pedazo de tierra. iNo mas esclavitud, no mas robos de los amos, no mas tienda de raya disfrazada o no!” (128). Sin embargo, primero habia que enfrentar a las fuerzas hegeménicas contrarreformistas que harian hasta lo imposible por mantener el status quo que los sostenia. 4.3. La alianza por la contrarreforma. La parcelacion de los latifundios en ejidos significaba la resteuracién de los derechos de los campesinos y la modemizacién del campo, por lo que varios grupos conservadores y representantes de la hegemonia local no iban a perrnitir que esto se diera facilmente, entre ellos estaban los hacendados y el clero. Exigirles su cooperacién para ceder sus tierras para ser repartidas entre los que les necesitaban, representaba una tarea bastante conflictiva que Blanco Moheno presenta en su obra. Por ende, en Cfindo candies nos dio la t_ierra. La novela de la reforma agraria podemos atestiguar abiertamente Ias dos posturas que se contraponen frente a la legislacién de la tierra: reforma y contrarreforma. Con esta dualidad el escritor quiere exponer que no importan les buenas intenciones del Estado cuando se presenta una fuerza mes poderosa en el camino, es decir, el clero. 140 En la vida del pais, la iglesia habia estado presente en muchos ambitos de la vida nacional, por tanto, el punto de transicién entre el viejo orden y la promovida modemided del pais tenla que estar relacionado con la presencia de este grupo que continuaba dominando Ias mentes de los mexicanos de todos los estratos sociales, principalmente los del campo. Angel Arias Urrutia en Cruzados de novela: Ias novelas de la ggerra cristera (2002) destaca la existencia de dos grupos de religiosos de acuerdo a las intervenciones que el clero ha tenido en la vida del pais en este tema que se repite: Por un lado, sacerdotes fueron Hidalgo, Morelos, Matamoros y muchos mas que en el centro de la Republice lucharon hasta la muerte por forjar una patria y se sacrificaron por un ideal noble; por otro, también los he habido que con denuedo y pasién hen peleado por defender privilegios e intereses contrarios a la causa de los desheredados. (199) Es decir, unos forjando la patria y otros apoyando la opresién de los desheredados para mantener su posicion dispensada dentro de la hegemonia.10 El dominio politico de la iglesia habia acabado después de la guerra de Reforma (1856), por lo que el haberse terminado sus posibilidades de controlar al pals de forma directa, esta institucién buscaba otros medios de hacerlo silenciosamente con sus feligreses o a través de alianzas especifices con los terratenientes como lo representa Blanco Moheno en su obra. Estes coaliciones no permitian que se diera el nuevo orden que Cérdenas anhelaba. Ademas, el cure asegura que es Imposible “hacer propietario el pebn, hijo de peon, nieto de pebn, que no _ quiere... que no quiere ser propietario” (116). No es que fuera imposible lograrlo. 141 sino que el escaso contacto del medio rural con la ciudad y la poca o nula educacién que tenian los trabajadores del campo les impidio avanzar y adquirir una conciencia laica y conocer sus derechos. Aunado a esto, cabe mencionar que la vida en el campo giraba en tomo a les actividades eclesiasticas. Se asistia a misa frecuentemente, se rezaba el rosario, se caminaba en las peregrinaciones en pro de diferentes santos patronos, se hacian ejercicios espirituales, penitencias, y ayunos, entre otras actividades que fomentaban “el crecimiento espiritual” y mantenian viva une estrecha union entre el individuo y la religién. Entonces, como se observa en este obra, la iglesia de alguna forma continuaba siendo la duefia de las almas y de las tierras porque a les divergencias politicas y sociales se les unla el matiz religioso que ha imperado en las creencias y en muchos aspectos de la vida de los cat6licos mexicanos. A medida que avanza la novela, se observa cuanto ha penetrado el clero en la vida socio-politica, econémica y moral de las personas del campo. Por eso, ante el problema de la tierra, “Fue el padre lglesias el que abordo el asunto con una decisién viril extraordinaria: -(;Qué vamos a hacer para impedir ese berbaridad del reparto de les tierras, don Cosme?” (66). La hegemonia tenla que luchar, cada uno en su terreno para evitarlo. El padre ‘con la ayuda de Dios’ se dedicaria a declarar sermones negativos, “mas de oredor politico que de sacerdote confesor” (81); para manejar a la comunidad en contra del movimiento agrario, la figure de Emiliano Zapata, los maestros y los ingenieros. Es decir, atacaria a todo aquel que pudiera amenazar la estabilidad eclesiastica y a sus benefactores, los terratenientes. Su sermén del domingo, apoyado en la 142 veneracién guadalupana, resulto ser “Un manifiesto descarado contra les instituciones civiles, una proclama de contrarrevolucion, un empujon a la violencia en contra de les autoridades constituidas...!” (114), afirma el profesor Marin. Es un sermén alejado de la fraternidad, como se vera: iNuestra Santisima Patrona, la Virgen de Guadalupe, ha sido ofendidal... [Sebastian Martinez y ese anarquiste que se llama ingeniero son enemigos de la Patrona Dulcisima de Mexico! iDebo olvidar ahora toda consideracion; debo olvidar ahora que me esta prohibido inmiscuirme en political (81) Para continuar con su predica, se refiere a los tiempos de la Colonie alebando la implantacién de la iglesia como salvadora de les almas de los indigenas. Sin embargo, este discurso que ateca la actitud liberal de la reforma de la tierra, pareciera que esta describiendo le condicién contemporanea de estos trabajadores de la tierra, quienes viven en la misma tiranla de la que habla el sacerdote, supeditados a los hacendados. El padre no reconoce que la misma situacién tiranica y abuso de la hegemonia a los grupos desheredados, se seguia viviendo. La pobreza y miseria eran Ias mismas, los nombres de los personajes, el tiempo y el espacio Io diferente. El padre lglesias continua con su doctrina: La raza indigena vivia victima de una espantosa tiranla antes de la llegada de los conquistadores espafioles. No crean ustedes las mentiras de mesones y judlos, aliados contra la Santa lglesia, que dicen lo contrario. Los indios nuestros eran unos miserables esclavos bajo el peso 143 terrible de sus caciques y sus dioses sanguinarios. Nadie era duerlo de nada, excepto el cacique, que todo lo poseia. El indio era el esclavo del guerrero y del maldito sacerdote de la idolatria... Nacia en la mayor pobreza y en la mayor pobreza moria... La tierra no era del indio, sino del cacique, del rey de los indios. El indio trabaja como un burro —el espar‘iol es el que trajo la bestia de cerga para aliviar al indio, recuérdenlo, hijos mios— y solemente recibia una pequefiisima parte de lo que cosechaba, la indispensable para no morir de hambre y servir de esclavo, 0 de soldado, en guerras espantosas. ILa tierra no era del indio, repito! La tierra era del rey, de Moctezuma en la época en que llegaron los espafioles. iMoctezuma, el mas sanguinario de los tiranos que recuerda la historia, era el duefio de la tierra y de los hombres, de las mujeres y de los nifios! (82) Extiende su discurso alebando a los conquistadores “estos santos varones ensefiaron a nuestros indios les industrias mas nobles, los oficios mas productivos, los modos mejores para cultivar la tierra, una lengua dulce y culta, llena de belleza y, sobre todo, ila Presencia de Dios!” (83). Este apartado no dista mucho de explicar Ias actividades que tenia encomendades el ingeniero en el campo, sélo que en lugar de traer el espiritu moral, queria imponer un espiritu revolucionario y liberal acorde con el tiempo que les habia tocado vivir. También, este sermon religioso alentaba la violencia fisica11 alejendose de la doctrina cristiane del ‘amor al préjimo’; ya que consideraba que iba “contra el espiritu de nuestra santa Religién lo que el gobierno [queria] hacer” (67). 144 Asimismo, se expone Ia idea de que existe un Dios, ser supremo quien ha decidido oomo han de vivir los sujetos en la tierra, unos afortunados en los bienes materiales y otros carentes de ellos (Arias Urrutia 199). Lo peor del caso es que en esta época habia tanta gente fanatica, un fanatismo religioso, que llevaba a los ciudadanos a preferir el catecismo y a rechazar la instruccién laica que promovia el Estado y la oportunidad de progresar al adopter Ias medidas agraristas y tecnolégicas para la explotacién del campo. El escritor culpe a la iglesia del conforrnismo que ha envuelto por siglos a los trabajadores de la tierra, y que todavia persiste en algunas comunidades rurales que se hen resignado al estancamiento. “Nos gusta eI latigo. Odiamos la libertad” (122). Por ejemplo: el padre lglesias les recuerda a sus fieles que “la pobreza es buena y una bendicién directa de lo Alto, porque conduce a la vida espiritual eterna, llena de goces. gNo fue pobre nuestro Senor Jesucristo? Y sin embargo, de ser pobre, gpretendio alguna vez quitar el rico lo que tenla?” (84). Y los exhorta a “iDefender la tierra, la propiedad, el orden, es defender a la Santisima Virgen de Guadalupe!... iQue la celera de Dios caiga sobre los que olviden estas palabras!” (85). Con estas amenazas los feligreses, faltos de instruccién académica y educados sélo bajo Ias ensefiazas cristianes, por supuesto que iban a temer a faltar e estos seres supremos y a les promesas de una vida mejor en el otro mundo. Por eso, Cérdenas trato de implantar la educacién socialista para cambiar esta mentalidad colonial, por la de un estado laico. Sin embargo, su fracaso demostro que la iglesia seguia manteniendo su poderio, por lo menos frente a los desheredados. 145 En este punto, es indispensable comentar sobre el culto centenario a la virgen de Guadalupe que se venera en Mexico, del que se vale el padre lglesias para Ilamar la atencién de sus feligreses e infundarles temor para mantenerlos supeditados y fieles a les ensefianzas “cristianas”. En su sermén el padre lglesias habla de las apariciones en el Tepeyac a Juan Diego, y este hecho lo aplica a la vida diaria de los campesinos con el siguiente mensaje: La virgen de Guadalupe toma a su cargo a Mexico, lo hace su pais favorito, hace a sus hijos predilectos a todos los mexicanos. Quiere decir, entonces, que lo que ocurra en Mexico no dependera de los hombres, sino de la Santisima Virgen de Guadalupe, nuestra patrona. LEn Mexico hay pobres y hay ricos? La Virgen de Guadalupe asi Io quiere, asi lo ha querido siempre, y iElla sabre, en su infinite sabidurla por qué! / iY vienen estos hombres perversos... tratando de cambiar de revés la vida mexicana! (83) Con este sermén el cure educa a su feligresia a mantener el status quo y defenderto de ser necesario. En sus prédicas no se velaba por el bienestar del que no tenla, sino por defender al que ya lo tenia todo. Por su parte, el hacendado don Valentin Casares consideraba que para calmar los animos agraristas sulo se necesitaba ganar tiempo mientras se comunicaban “todos los hacendados del Estado. Luego, nos comunicaremos todos los de la Republica. Juntaremos por lo pronto, el dinero necesario para que el gobemador se haga guaje. Si la cosa sigue adelante, junteremos millones para llenarle la trompa a Cérdenas y terminar con esto” (68). Andrew Irving 146 Rematore en The hacendado in the Mexican novel (1968) afirme que esta figure ha ido evolucionando a la par de la historia del sistema socio-econémico de la tierra y su lucha, y sobre todo, esta condicioneda a esta misma historia. En este caso, don Valentin se siente victima de la reforma agraria porque es practicamente el dueno de toda la comunidad, la cual esta a punto de fraccionarse para los nuevos ejidatarios. Casares extendio sus propiedades repitiendo los mismos esquemas porfiristas: invadio ranchos ajenos, tomo tierras de los pueblos y Ias comunidades indigenas y se reservo el control del reparto agrario. Este no podia perrnitir que lo despojaren de sus propiedades, lugar de refugio, centro de su autoridad y simbolo de su poder. [El] gachupin Casares... tiene peones, queridas, hijos, hijas, asesinos a sueldo, caballos, bueyes, un cure, seguramente, muchos idiotas agradecidos. Tiene de aliado al prejuicio, al miedo, a la cochina historia de nuestro pais, que no es mas que un robo superando al otro robo. (11) Don Valentin pretendia entorpecer la junta agraria para iniciar la reparticién ejidal, por medio de la violencia y terror con su cuedrilla de camisas blancas.12 Don Cosme, otro de los hacendados de esta comunidad, “ranchero rico y abusador” (62), tenla el cargo de presidente municipal. La defensa de sus propiedades se mezcla con la huida de su hija con Sebastian Martinez, el lider del agrarismo local. La pérdida de su hija hace que ya nada Ie importe, ni la tierra ni la politice, pero asegura que esta reparticién sera todo un fiasco. Hecendados y sacerdotes defendian la misma causa, mantener el status quo que les permitia gozar una vida holgeda con grandes privilegios, y que 147 ahora veian amenazada por la presencia del ingeniero, representante de “Cérdenas”. Betanzos Pifién, al respecto, agrega que “La hegemonia es fragil porque consiste en un pacto temporal entre los legisladores y sus receptores los cuales pueden ser erosionados facilmente por procesos historicos y agenciales” (174). El clero ya habia pasado por esta experiencia, y sabia que esto podria repetirse, por eso se escudaban en el guadalupanismo, la base religiosa del patriotismo' mexicano. Mas no eran los unicos que alimentaban este regimen establecido opresivamente. Muchos de los campesinos apegados a la religién, y a les tradiciones que los dominaban, dudaban en rebelarse y exigir sus derechos. No se atrevian a pedir ni un pedazo de tierra porque esto terminaria Ias relaciones con sus patrones y su conducta cristiane podria verse afectada. Preferian mantener la situacién como estaba: ser fieles a su iglesia, a su patrén, a la pequefia propiedad y a la agricultura de subsistencia. Mary Kay Vaughan en Mal Politics in Revolu_tion. Teachers, Peasants. and Schools in Mexico. 1930-1940 (1997) se refiere a lo anterior como “La inexplicable resignacién del campesino” quien por sentirse protegido y parte de una comunidad aceptaba estas arbitrariedades (8). Asi, se pasaba la vida en lo que Ruiz Abreu describe como una sociedad ranchera: [Este] es la que vive apegada a la tierra, a sus bondades y sus penurias, en la que manda la autoridad eclesiastica antes que la civil, y en la que reina la fidelidad a sus tradiciones, eI temor a Dios, el recato sexual, la figure del hombre con la voz firme que debe ser respeteda en cada familia. (303) 148 Los campesinos y peones acostumbrados a esta vida monotone “secundaban afanosamente al amo; ellos comprendian bien que la pobreza del patrén prolongaria la suya propia y aun cuando hubieran querido emigrar a otra finca, bien sabian que no caerian en mejor situacién” (Abreu 153). Este era el orden que el campesino conocia y el que queria defender para no alterar su modo de vida y sus tradiciones cristianas. 4.4. De los Iogros y las frustraciones del agrarismo cardenista. A lo largo de todo el territorio mexicano, se logro llevar a cabo Ia dotacién masiva de tierras a pesar de la abierta oposicién a la reforma de la tierra y, en general, a les reforrnas cardenistas. Entre los opositores se encontraban: inversionistas extranjeros, industriales, comerciantes, el clero y los terratenientes, pero también hubo grupos de campesinos que apoyaban el anticardenismo. Sin embargo, a pesar de todos los obstaculos que se le presentaron al protagonista, Efrén Dominguez, y a su comité agrarista, este ve realizada la reparticién de los ejidos y la pueste en marcha de les pollticas de préstamos con la Ilegada del delegado oficial del Banco Ejidal para otorgar los créditos a los campesinos. Los nuevos ejidatarios expresan su admiracién ante tel hecho: “LDOnde nos ibamos a imaginar que les haciendas se iban a repartir? Cuando el barbén mando mater a Zapata dimos por enterrada la historia ese” (111) Los terratenientes efectados de este pueblo iniciaron una campafia en contra del gobierno y en varies ocasiones esta se tomo violenta. Varios 149 episodios cruentos se vivieron en el campo repetidamente: “Came macheteada o quemada, nifios sin manos, mujeres sin senos, borbotando sangre” (125). La obstaculizacién de las leyes de reforma 0 el acondicionamiento de estas al favor de terratenientes e inversionistas extranjeros les permitio, a una gran mayoria, sobrevivir y mantener sus pertenencias intactas a pesar del esfuerzo cardenista y el fortelecido agrarismo. Pese a los inconvenientes, el ingeniero Dominguez comenzo la reparticién teérica de la tierra y la promesa de que todos recibirian créditos necesarios para cubrir los gastos de subsistencia familiar y los de las cosechas, mientras la tierra producia. Ademas, esta localidad recibiria cinco tractores “para iniciar Ia mecanizacién de los cultivos [...] para que se den cuenta de les enorrnes ventajas que tiene la agricultura modema [...] Se acabaron Ios intereses criminales, el robo del sudor del pobre...” (129), vociferaba el ingeniero. Entre la algarabia, surgen los cuestionamientos de don Céndido, un pebn de la hacienda: “g,[...] de dunde va a salir ese dinero? [...] ¢Como se va a cobrar ese dinero [el gobierno]? [...] gY si alguien, por puro flojo, no trabaja, con qué va a pager?” (129). Efrén Dominguez no concebia que se pudiera dar el caso de que alguien no fuera a trabajar una porcién de tierra que ahora le pertenecia, que lo Iiberaria de les injusticias de los hacendados y que le darle Ia oportunidad de llevar una vida digna. Sin embargo, muy pocos hombres contrajeron todas las responsabilidades que la tierra demandaba, edemas de trabajarla fisicamente. Arturo Warrnan en “La reforma agraria mexicana: una visién de largo plazo” explica los compromisos que esta forma de reparticién implicaba: 150 El ejido, entidad dotada de personalidad juridica, asamblea de socios y autoridades representativas, era también la autoridad publica encargada de vigilar el cumplimiento de la concesién. Las parcelas que se entregaban para disfrute particular a los ejidatarios quedaban sujetas a condiciones restrictivas: la tierra debia ser cultivada personalmente por el titular, no podia mantenerse ociosa, venderse, alquilarse ni usarse como garantia; era inalienable pero podia ser heredada por un sucesor escogido por el titular siempre que no hubiese sido fragmentada. El incumplimiento de estas condiciones implicaba sanciones que anulaban sin compensacién los derechos de goce de la parcela y la pertenencia al ejido. (s/n) El compromiso con la tierra comenzo con la reparticion del ejido “Cinco de Mayo” que hizo duerlos a cada campesino. Dias después, llego el dinero: iCientos de pesos en les manos de hombres que nunca habian visto tanto dinero junto! / [Sin embargo,] sucedieron las cosas fees. Y unos se cesaron, con borchinche y musica. Y otros jugaron a los albures el dinero y hasta Ia fiaca yunta de bueyes. Y otros pescaron borracheras espantosas... (134) Muchos de los nuevos ejidatarios no habian entendido el compromiso que tenian con sus tierras. Sin embargo, quedaban esperanzas porque no todos habian malgastado su crédito. Varios campesinos convencidos de que les tierras eran de su propiedad Ias trabajaron incansablemente, pero los resultados fueron desalentedores. “El fantasma de la miseria se habia apoderado del entomo [una 151 vez masl” (138). Las cosechas no habian producido como se esperaba, y ahora estaban de por medio los préstamos que el Estado habla hecho. Lo mas desalentedor del caso, fue enterarse que otro personaje, don Céndido, negaba sus derechos como nuevo ejidatario yendo a ver don Valentin para regresarle la tierra que le habian repartido y ponerse a sus Ordenes, explicando que: El habia agarrado la tierra para quitarse de lios. Pero que no la tomaba como suya, porque no es ningun ratero. Que la tierra seguia siendo de su verdedero duefio, y que él seguia de pedn, oomo antes, en el pedazo que le tocabe trabajar. Hasta el dinero que Ie dio el delegado del Banco se lo entrego a don Valentin... (139) Estes formas de resistencia al progreso estaban dirigidas a la defensa de la tradicién y las relaciones sociales que se deben en las sociedades agropecuarias donde la hacienda y la iglesia eran los puntos de referencia de sus vidas. lncluso, tanta era la presidn moral para quienes se les repartian tierras que habian sido expropiadas a sus antiguos patrones, que hubo que legislar estos hechos para liberar de culpe la conciencia de los compensados para que aceptaran sus tierras sin temor moral y Ias trabajaran. Arias Urrutia presenta uno de estos dictamenes: En 1926, el Comité Episcopal elabora un documento en el que se justifica la moralidad de la expropiacién por parte del Estado por utilidad publica, quedando libre de cualquier responsabilidad moral el campesino que recibe tierra expropiada. Sera el Estado quien debe cargar con ella 152 cuando la expropiacion no este justificada o cuando otorgue tierras a quien no debe. (61) La utilidad de estas Iegislaciones fecilitaba Ias relaciones tripartitas entre los beneficiedos (campesinos), la lglesia y los hacendados (como una entidad) y el Estado, a la vez, que perrnitia a este ultimo continuar con el fraccionamiento de los ejidos sin los impedimentos que la moral de los individuos manifestaba. Sin embargo, ante estas muestres de lealtad con sus patrones, con sus convicciones religiosas, y por la seguridad de tener un sustento minimo y un trabajo fijo; el maestro reconoce que intentar cambiar una mentalidad que ha imperado por casi 400 afios, no se podia dar de la noche a la mafiana. Por tanto, esta novela encierra un sinnumero de emociones en las que imperan el temor por vislumbrar nuevos mmbos, la desilusién de no ver cambios radicales en las vidas de los campesinos a pesar de les constantes promesas y garantias heches; y la frustracién por no conseguir el éxito sin fracasar primero; aunque el sentimiento esperanzador de lograr sus objetivos los impulsa a continuar sofiando por una vida mejor. La frustracién de experimenter el fracaso oomo profesionista, lleva al ingeniero Dominguez a dirigirle una carta a “Cérdenas” el personaje, donde expone le imperiosa necesidad de emplear “una mentira grande” (122) para que el programa agrario cardenista no fracasara nuevamente. El profesor Marin interpola el borrador de dicho proyecto que trata sobre la veneracion a la Virgen de Guadalupe. Con esta carta también se trata de dar respuesta al “fendmeno social del pais, [donde] encontramos al pueblo, la mesa, los hombres-numero, 153 luchando siempre con un fervor heroico en contra de sus propios intereses” (119). Después de exponer algunos ejemplos de la historia en que la religién ha estado presente, como: el episodio de los indios de Tlaxcala con la Ilegada de Cortés, el cure Hidalgo durante la lndependencia, en Cuba con los esclavos, con lturbide, 0 con Porfirio Diaz; concluye que toda esta sumisién, conformismo y haste masoquismo, se debe a la “belle mentira inventada por los cures, los verdaderos conquistadores, para lograr el completo dominio de los indios [la veneracion de la Virgen de Guadalupe]” (119). El autor afirma a través del ingeniero que este ha sido un habilisimo recurso para el dominio espiritual que ha resistido ataques reformistas y liberales, y aunque ha disminuido su poder, no se ha perdido del todo. Ademas, reconoce la importancia de la religién en la vida de los colonos, le cual ha sido su refugio y la esperanza de una vida mejor en la otra vida. Por tanto, expresa por escrito una peticién que aunque la cree ridicule, encuentra esperanzas en ella. Pide a “Cérdenas”: Hacerse guadalupano... gNo podria usted, sei‘lor, tomar para si la imagen de la Guadalupane como bandera y decir a los hombres del campo, a los obreros, que la Patrona Morena quiere que se reperta la tierra, que se redima verdederamente a su protegido el indio? [...] [De otra forma] icolocar una horca en cede zone ejidal, colgar el que no quiere la tierra, colgar al que recibiéndola no la trabaje! [...] iEngafie usted a la gente, sefior Presidente, para hacer triunfar su verdad...! (123) Velerse de la fe de los desheredados, parecia el unico recurso para acercarse a ellos y mermar, de alguna forma, la presencia del clero en los asuntos socio- 154 politicos, econémicos y culturales del lugar, como ya se habia visto en otros movimientos sociales histéricos en los que se uso la imagen de la Patrona de Mexico. Esta carta ofrece un plan muy similar el planteado por la maestra rural en Maria Chuy 0 el evange_lio de La_zaro Cérdenas de Aurelio Robles Castillo, donde la protagonista asegura que para lograr el éxito de la reforma agraria Cardenista habia que “recorrer las haciendas y los poblados cercanos, reunir gente, si se quiere, alrededor de un pendén Guadalupano, y darles a comprender la vida miserable que llevan” (85). La imagen de la Guadalupane aseguraba garantias por el hecho de ser venereda por el campesino. Margarita Zires en “Los mitos de la Virgen de Guadalupe: su proceso de construccién y reinterpretacién en el Mexico pasado y contemporaneo” (1994) agrega, que esta garantia se da por la fuerza simbélica que tiene sobre sus devotos seguidores la Virgen de Guadalupe; pero sobre todo, por su capacidad de convocatoria que ha tenido por siglos. Su imagen puede movilizar a un gran regimiento, sclo por el hecho de tenerla al frente de su lucha, cualquiera que ésta sea: vocacional, libertadora o reivindicadora. Por su parte, Eric Wolf en “The virgin of Guadalupe, a Mexican national symbol” (1958) afiade que la Virgen de Guadalupe es un simbolo de la identidad nacional, es un punto de convergencia y de unidad entre los diferentes grupos sociales que fomIan al pais. Ademas, afirma que hablar en términos de la Virgen de Guadalupe es una forma cultural y une manera de hablarle aI mexicano (299). S6lo queda agregar que la venerecion a Nuestra Sei’lora de Guadalupe era, y es hoy en die, un signo inequivoco de la unidad 155 nacional. La Guadalupane es la patrona y madre de Mexico, la base del patriotismo mexicano. Posiblemente este plan basado en la veneracién de un simbolo religioso no ere tan absurdo como parecia, ya que Blanco Moheno y Robles Castillo Io proponen muy semejante, y la historia ha demostredo que ha funcionado para atraer a les masas. Cabe agregar que Lazaro Cérdenas tuvo que disminuir su plan de la educacién socialista, para dedicarse a organizar a los campesinos y obreros, y dejar a un lado Ia propaganda antirreligiose. Por lo que podemos asegurar que este Presidente estaba bien consciente de este temor religioso que invadia les mentes de los trabajadores creyentes. y esto iba a limiter sus propésitos reforrnistes. También, es importante destacar que los siguientes mandatarios nacionales que se presentaron como cat6licos y que, incluso, se les vio rindiendo honores a la Guadalupana, hen ganado la admiracién y el respeto de sus gobemados. Sin embargo, con esto no quiero decir que sus programas presidenciales hayan triunfedo del todo y sin obstaculos. Cuando Cérdenas nos dio la tierra. La novela de la reforma agraria termina resumiendo estos conflictos agrarios al unirlos en una sole escena donde los meximos representantes del movimiento agrario a diferente nivel: nacional, federal y local se unen recapitulando su funcién ante su tarea agrimensora. Asi, frente a la tumba de quien fuera el lider vitalicio de la comunidad agraria, don Pedro Martinez, se ven dos imagenes, “la flace figure de Efren... [y] Junto a él habia un hombre alto, corpulento, vestido con un pantalén de corte militar y una gruesa chamarra de vaquete... Observaba, también, la 156 tierra fresca bajo Ia cual empezeba su eterno suefio el lider agrarista. / Era Lazaro Cérdenas” (159). Habia concluido la vida de don Pedro Martinez al igual que las tareas agrarias en esta zone veracruzana con muchas emociones: tristeza, desilusién, pero la esperanza no podia morir. La vision de continuar con los trabajos agrarios continuaria tratando de evitar nuevas incidencias con grupos contrarreforrnistes, e incluso haciendo a un lado el ataque abierto al clero. La esperanza de former una clese campesina duen'a de sus tierras en franca independencia de los senores latifundistas seguia siendo una quimera de la Revolucién. La lucha tenla que continuar para hacer de este anhelo una realidad. 4.5. Conclusion. No fue sino haste que Lazaro Cérdenas tomo el mando presidencial que Mexico alcanzo cierta estabilidad y se pudo comenzar la reconstruccién posrevolucionaria conforrne a los principios de la Revolucién de 1910. “Cérdenas se mantuvo firme en el principio zapatista de que “la tierra es de quien la trabaja” y en la Constitucion de 1917 encontro el mecanismo concreto a través del cual se podia alcanzar Ia justicia agraria.13 Se consiguio una estabilidad social en el cempo al dar respuesta a les demandas centenarias de muchos campesinos a lo largo y ancho del pais. Ademas, se abrio la posibilidad de dar un estatus social, voz y voto a los campesinos, especialmente a aquellos que formaran parte de les organizaciones campesinas. Con estas acciones, Cérdenas pudo demostrar a nacionales y extranjeros que era un Presidente fuerte gracias al apoyo del 157 pueblo. Esta imagen es la que el autor pretende recuperar con su obra, cuando este politico y sus agendas agraristas estaban en el olvido. Si bien con la destruccion del latifundio se cumplio con la promesa de repartir tierras y se beneficio a poco mas de un millén de ejidatarios; quedaban cerca de tres millones de campesinos con derechos ya reconocidos o expedientes instaurados para quienes no habia tierras de buena calidad disponibles, o los tramites burocraticos no perrnitian la continuacién de las gestiones. Este numero de campesinos quedaron esperanzados a que el gobierno cumpliera sus promesas de repartirles un ejido, “era una mesa disponible para cualquier proselitismo politico” (Alanis Enciso 42). Ademas, se acuso a Cérdenas de varios fallos no previstos, debido a la acelerada reparticién que dejo una secuela de conflictos legales que en muchos casos tomo décadas resolverlos; aunque sin dude el reparto masivo alivio temporalmente la presidn por la tierra. Al cardenismo se la incrimino la baja productividad del campo mexicano, ya que no alcanzaba para su mercantilizacién al exterior, es decir, Ias zonas urbanas. Ademas, parte de este plan ejidal cardenista tenla como fin convertir al pueblo campesino en sujeto de decisién “en la produccién, la sociedad y la politice... pero se convirtieron en objetos de manipulacién de los bancos, las secretarias de Estado, los altos politicos del partido y el gobierno” (Escobar Toledo 481 ). Asimismo, estos trabajadores de la tierra estaban muy acostumbrados a la seguridad que el sistema socioeconémico de la hacienda les proporcionaba y a cobijarse bajo el manto clerical, lo que les impidio liberarse de estos yugos. La situacién de muchos jornaleros y ejidatarios continuo repitiendo 158 los mismos esquemas de miseria; puesto que el tamat’io de sus parcelas y la falta de créditos para trabajenas no les pennitieron prosperar. Su situacién no habia mejorado con estas leyes, antes bien, los habia comprometida con créditos federales que ahora estaban obligados a pager (Aguilar Camin y Meyer 1989: 35). También ante la politice de necionalizecién y la guerra mundial, la escasez de capitales para invertir en la produccién agricola y la desconfianza ante la escuela socialista aumento la carestia en los ultimos afios cardenistas. Cérdenas nunca acepto que hubiera fracasado, y une vez terminado su pen’odo afirmo: “En la actualidad aunque lo nieguen los enemigos de la Revolucibn, he aumentado Ia produccién, como ha aumentado también el consumo, siendo la produccion superior a cuando existian los latifundios” (Cérdenas 1978: 15). Efectivamente, tuvo muchos aciertos su regencia que se reconocen eun hoy en die con su masiva reparticibn de la tierra y la expropiacién petrolera, pero hacia falta Ia participacién del pueblo, liberado de servilismos, para que estas politicas hubieran triunfedo. A una distencia temporal de los hechos que narra en C_uando Cérdenaa nos dio la t_ierra. La novela de la reforma am, Blanco Moheno recupera Ia tematica de la reforma agraria, y sobre todo, la figure de “Lazaro Cérdenas” como personaje, quien en el contexto real se encontraba en sus postrimerias en la vida politice. Este obra fue publicada en tiempos del periodo presidencial de Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958) en que el centralismo politico, el desarrollo del sector industrial y el acelerado crecimiento urbano eran los principales indicadores de la modemided de México. Por tanto, les exigencias agrarias 159 habian ocupado un ultimo lugar en las plataformas polltices. A los trabajadores del campo sélo se les usaba para Ias campaflas polltices. Ademas, los nuevos gobiernos pretendian incorporar al campesino a la vida nacional convirtiéndolo en parte del proletariado, o a través de las nuevas colonizaciones se resolveria el gran problema de la tierra. anndo Cardenas nos dio la tierra. Le novela de la reforma aggria despliega las practices politicas del presidente “Lazaro Cérdenas” en franco apoyo a la reivindicacién de los campesinos y al discurso nacionalista que se produjo en esta época de la nacionelizacién de los bienes mexicanos. La novela se ajuste ideologicamente a les propuestas de Cérdenas con respecto a la Reforma Agraria nacional de forma muy complete, tratando de hacerla agradable al interpolar pequefias histories que se desarrollaron bajo la sombra del confiicto agrario. Blanco Moheno va mes ella de mostrar un episodic que la problematica de la lucha por la tierra presencio, aI enfetizer la presencia de la fuerza contrarreformista, donde sorprende ver a los campesinos a favor de este orden neocolonial. Ademas, atestiguamos los resultados fallidos de la aplicacién de la politice cardenista en una zone veracruzana, lo cual es de gran relevancia porque este estado ha sido reconocido por su agrarismo emprendedor. De igual forma, no se detiene en presentar unicamente discursos de contenido agraristas e histdricos, sino que también presenta discursos contrarreformistas poniéndolos en boca del representante de la iglesia, el cure del pueblo. El autor cumple asi, con su funcion social como escritor y politico, al retomar la reivindicacién de la reforma de la tierra y sus protagonistas como escenario total de su obra. 160 En su novela, Blanco Moheno propone el cardenismo con gran optimismo, pues expone la posibilidad de que éste pudo haber acabado con la fuerte oposicién de los estratos sociales mas conservadores del pais: Ia iglesia, los terratenientes, los lideres militares y el presidente municipal quienes no permitian liberar las mentes de los desheredados. Asi como la posibilidad de recuperacion de los valores individuales del campesino y Ias pertenencias materiales que un die fueron suyas. Juzga que para lograrlo. “Cérdenas” tenia que parar le propaganda antirreligiose a través de la educacién socialista, y mas bien, enfocar ésta a la formacidn de sociedades cooperatives. Por tanto, no descarta Ia posibilidad de renovar la alianza Estado y Clero. Es importante mencionar que todas las luchas socio-politicas y econémicas en Mexico hasta los afios cardenistas, tuvieron un matiz religioso que disminuyo considerablemente con la gestién de Manuel Avila Camacho. Esto me lleva a enfetizer la gran variedad de personajes representantes de la hegemonia y la subaltemidad: el Estado, la iglesia, la sociedad terrateniente, y por otro lado, la sociedad campesine que trabaja sus tierras, y la que es jomalera. El autor comparte la politice cardenista de que la modemided de la tierra tendria que partir de la modemided del campo y enfatiza la importancia de la educacién oomo complemento del programa agrario para combatir la mentalidad colonial sustentada por las creencias religiosas. “El cambio nacional debia estar “en manos de la sociedad (y su Estado) y no de Dios (y su lglesia)” (Gilly 426- 427). Sin embargo, el autor simpatiza con estos trabajadores del campo porque entiende que pasaria mucho tiempo para acabar con la mentalidad colonial que 161 los todavia los controlabe. lncluso, como medida extrema propone la alianza con la institucién colonial de la iglesia y el Estado a fin de lograr un control pacifico y exitoso en boca de su héroe, el ingeniero. Finalmente, resulta interesante destacar que la presencia fisica de “Lazaro Cérdenas” es minima. Sin embargo, su presencia recorre cede una de las paginas a través de su credo agrarista y de las opiniones puestas en boca de los personajes, Ias cuales evidencian el triunfo, Ia esperanza y el fracaso de estas ambiciosas politicas cardenistas. Esto le permite al autor destacar los argumentos reformista versus los contrarreformistas de forma directa en las escenas que se narran, en los dialogos que se producen, y en los discursos politicos, histén'cos y religiosos que se exponen a lo largo de la novela. En A gstedes les consta. Antologia de la crénica en Mexico de Carlos Monsiveis confirma la admiracién que Blanco Moheno sentia hacia Cérdenas por velar en favor de los desheredados: “Lazaro Cérdenas el amigo de los campesinos, el jefe, el padre de nuestros verdaderos hombres" (60). Este fue uno de los hombres que sofiaban con imponer un México ideal en el campo, pero que los intereses de los poderosos no se los perrnitieron. Este novela se cierra con la incertidumbre de saber si los campesinos agraciados tomaran una segunda oportunidad o si se tiraran a las manos de sus opresores por vivir una vida facil, aunque en la pobreza. El temor a lo nuevo los lleva a querer mantener el orden que conocen. Ademas, su conformismo los oblige a seguir soluciones de otros que proponer. Con esta obra se demuestra que el campesinado mexicano ha sido presa facil del proselitismo y la religién que los he dominado por mas de un 162 siglo en la politice mexicana. Por tanto, el autor exhorta a continuar les politicas agrarias irresueltas en el cempo porque todavia hay mucho por hacer. Sélo queda por decir que las politicas cardenistas: la reparticién de les tierras, los créditos y la educacién no fueron suficientes para devolver el valor moral y los derechos de gozar de una mejor vida a los grupos campesinos que todavia hoy se siguen buscando. 163 4.6. Notes 1 En Roberto Blanco Moheno. Qflndo Cé_rdenas nos dio la tierra. La novela de la reforma agraria. Mexico: Editorial Diana, 1975. Todas las citas corresponden a esta edicién. “La oposicién principal a la politice agraria vino de la Unidn Nacional Sinarquista (UNS), organizada en mayo de 1937 como una agrupacién de claras resonancias fascistas, encabezade por Salvador Abascal, antiguo seminarista que deseaba implantar en México una teocracia. La UNS adquirio pronto importancia en las zonas rurales del centro del pais donde Ia lucha cristera estaba fresca” (Meyer 1979: 35, Alanis Enciso 41). La UNS se constituye en fuerza opositora relevante, aunque no represento un peligro para el cardenismo. 3 Fue autor de Jicaltepec: casi una novela (1943), Salvador flz Mirén (1947), [Este Mexico nuestro! (1962), Un son que capta en el rio (1962), iPuro cuento! (1978), En este pueblo no case _r1ad_a (1978), _Ya con esta me despido: mi vida. pero la de los demas (1986). Varies obras de corte ensayistico: Crénice de la Revolucién Mexicafl (1957), Ju_érez ante Dios yante loa hombres (1959), Autopsia del periodismo mexicem (1961 ), El cardenismo (1963), Zapata (1970), l_.a corrupcién en México (1979), entre otras obras mas, entre las que se destacan también un gran numero de ensayos publicados en revistas mexicanas en las que fue colaborador: flay, Arena, E_st_g, Mariana, Siemgre, Impacto y Proceso. 1 El término muckraker viene del inglés, y se refiere a los periodistas, autores, fotégrafos, y directores de cine que exponen los conflictos que corrompen los valores americanos, como: la corrupcién, el crimen corporativo, les condiciones infrahumanas y de abuso en que viven los trabajadores, los pobres, y los presos, entre otros temas similares. Sin embargo, este término adopto una nueva semantica de caracter negativo, en la que este periodista esta encargado de cubrir Ias faltas de los poderosos. Sacado y traducido de: httpzllen.wikipedia.org/wikilMuckraker. Este tipo de prensa, asegura Monsivais, evolucionaria ante los acontecimientos de la matanza de Tlatelolco en 1968. En Carlos Monsivais 1981: 60. 5 Monsivais, op. cit., p.60. 9 Nieto—Caraveo en “Agronomia y Medio Ambiente: ¢Un siglo de revoluciones?” define esta profesién y su funcién como sigue: El ingeniero es un profesional que sabe utilizar los recursos que provee la naturaleza, el suelo, el agua y la energia para trensfonnarlos eficientemente en productos vegetales y animales. Es el profesional capaz de mejorar la calidad de vida de sus semejantes en un contexto de respeto por la naturaleza y por el hombre, sujeto principal de la actividad productive. La funcién del lngeniero Agrénomo es hacer que la interaccibn entre el accionar del sistema social y los recursos naturales resulte mas eficiente, econbmica y distributive. (7) 7 La carencia de nombres propios para estos pueblos rurales tiene la finalidad de perrnitimos pensar que podria haber sido cualquiera comunidad rural de Mexico en miras de desarrollo gracias a la aplicaclbn de las pollticas cardenistas. Es muy importante Ia mencién de Adalberto Tejeda en este contexto agrarista del periodo cardenista. El habia sido gobemador de Veracruz (1928—1932) quien impuso un agrarismo total que llevo al estado de Veracruz a ser reconocido como el estado mas agrarista de la nacidn por muchos aflos. El agrarismo de Tejeda era muy similar al de Cérdenas, quien en este tiempo era Gobernador del estado de Michoacan. Expropio tierras feudales para la consolidacibn de ejidos controlados por el centro estatal. Esto Io distinguio de Cerdenas, quien creo cabeceras municipales para aligerar el centralismo mexicano que controlabe todos los sectores sociales desde el Distrito Federal. Los estudiosos de Tejeda creen que el control estetal fue la cleve para el éxito de sus politicas agraristas. Impuso el arrendamiento forzoso, el cual constituia la fuente principal de consecucién provisional de tierras para miles de campesinos a la espera de recibir terrenos ejidales, para ejidatarios necesitados de mes tierras 0 para campesinos que no querian ejidos o no podian convertirse en ejidatarios por distintas razones, pero estaban interesados en errendarlas a bajo costo. También, este personaje trato de desterrar a la iglesia para implantar una conciencia liberal en los ciudadanos. Destituyo a muchos representantes municipales corruptos con lo que fortelecio eI control central del Estado veracruzano. En David A. Skerritt, “El papel de Adalberto Tejeda en la cuestién agraria.” La Palabra y el Hombre 32 (1979): 15-24. 164 9 En otro apartado de la novela se habla del coronel Tejeda, “iun loco como Cérdenas!” (Blanco Moheno 102). °En la segunda mitad del siglo XX, en 1968, Latinoamérica atestigua varios cambios activos en la iglesia a favor de los desheredados. A este movimiento se le denomino: Teologla de la Liberacién, el cual busco a través de la fe cristiane interpretar el significado de les clases sociales, Ia pobreza y la justicia social a partir de la experiencia de los pobres para, de igual forma, ayudarlos a mejorar sus vidas. Es importante hacer mencién de que la presencia de la iglesia continua vigente en la literatura, aunque el papel que esta juega he ido evolucionando considerablemente en el aspecto social y politico. José Luis GOmez-Martinez en su obra Teoloqia y pensamiento de la Iiberacién en la literatura lberoa_merica_rla (Madrid: Milenio, 1996); destaca el problema de la indiferencia 0 el compromiso de la lglesia cat6lica con los pobres y oprimidos de esta regidn del mundo. El autor distingue obras como El cristo de espaldas de Eduardo Caballero Calderén (1952), El dia sefialado de Manuel Mejia Vallejo (1966), Nicodemus de Gonzalo Canal Ramirez (1968), fliembra de Cemilo de Fernando Soto Aparicio ( 1971 ), m die en la vida de Manlio Argueta (1980); y La casa de los eapiritua de Isabel Allende (1982), en las que, por un lado, se presenta una lglesia lejos del pueblo, de parte de los opresores, y por otro, una lglesia que labora en pro de los pobres. “Dentro de la segunda categoria, se encuentran dos tipos de personajes contestatarios, que encaman dos posibles formas de responder en contra de les injusticias a las que esta sometido el pueblo: se tiene a los cures guerrilleros, que optan por luchar contra la violencia con mes violencia, y estén los que prefieren un camino mas pacifico, de conciliacién”. En Mercedes Ortega Gonzalez-Rubio, Teolggia de la I__iberaci6n en la literatura lberoamerica_n_e (Universidad de Toulouse). http: //casadeasterion. homestead. com/v6n24teo. html 1Ye se habian dado casos en que los representantes de la iglesia habian incitedo a varios campesinos y cristeros a atacar de la forma mas cruenta y barbara a los representantes de la agraria, profesores y agraristas para que cedieran a sus propositos. La iglesia podia ser muy radical cuando se trataba de defender su poderio que le quedaba. 2Para defender sus propiedades los terratenientes crearon pequerlos ejércitos, los guardias blancas (quienes eran también cat6licos); para disperser a los campesinos asentados en las proximidades de las haciendas y para quitarles su calidad de sujetos de reparto agrario. Algunos fueron muy despiadados en sus practices defensivas, en Oscar Betanzos Pinch 1988: 230. 13Ana de lta, Mexico: lmpactos del Procede en los conflictos agrarios y la concentracibn de la tierra, Centro de estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (SECAM, 2003: 11). 165 CAPITULO 5. MI CORAZON ES LA TIERRA: LA COLONIZACION AGRARIA. Que se planten los hombres sobre la tierra y que crezcan igual que los arboles; que sus pies se hundan hechos raices y sus pensamientos traten, como Ias hojas mas altas, de besar Ias nubes 0 de alcanzar las estrellas; que nunca le ha hecho dafio al hombre mirar hacia lo alto ni abarcar nuevos horizontes. (Mondragon 1)1 5.1. Magdalena Mondragén y la defensa del progreso rural. Varios estudiosos concuerdan que en la década de los afios cincuenta, Mexico entro en una etapa de modemided con el crecimiento del sector industrial y el establecimiento del centralismo politico en el Distrito Federal. El plan nacional era crear una imagen modema del pais ante el mundo para cancelar la imagen campestre y rural que desde el siglo XIX habia caracterizado a este pais y que se habia reafirmado ante el estallido de la Revolucién de 1910. En la literatura, por otra parte, se inicio una tendencia hacia los temas urbanos dejando a un lado los temas de asunto rural. De esta manera vemos una vez mas la actualizacién de la oposicién entre campo y ciudad. Sin embargo, varios escritores continuaron escribiendo sobre los motivos de la tierra: Juan Rulfo, José Revueltas, Rosario Castellanos, Magdalena Mondragén, entre otros mas. Esto represento el regreso a una tematica y una época que parecian clausurados para la novela contemporanea, un mundo literario que para muchos ya estaba acabado, pero que la realidad presentaba otra fisonomia. 166 Magdalene Mondragénz, dramaturga, poetisa y periodista, en sus producciones examina Ias injusticias que viven los grupos mes débiles en relacion aI poder de posesién y usufructo de la tierra, asi como la problematica agraria y sus repercusiones. En general, Ias obras de esta autora representan una protesta en contra de las injusticias sociales que les clases campesinas hen venido experimentando tras haberse terminado el movimiento armedo de 1910; el cual, les brindo algunas esperanzas de mejoria en sus vidas. Por esta razén, la autora reconoce que la esperanza campesine: “En su tremenda batalla con la vida, el campesino jemas pierde la esperanza, y siempre tiene ‘a flor de Iabio’ esta frase optimista: ‘Puede que I’otro afio’” (Coll 254). Esta expresién, edemas de dar titulo, a una obra de la autora, refleja el anhelo optimista de alcanzar una vida préspera el préximo afio, ya que en este no se pudo lograrlo. Vito Alessio Robles parece estar de acuerdo con este optimismo campesino, y en “Himno a la madre tierra” agrega que en el vasto acervo cultural de la autora se deja oir: Un hermoso himno a la madre tierra, escrito con alma y con garra singulares. En todo él palpitan Ias ansias populares por la posesién del pejugal3 que ha de redimir a los humildes de la tragedia secular de la miseria y de la esclavitud, para elevar a los obreros y a los campesinos a la categoria de hombres en la mas sana, en la mas noble acepcién de la palabra. (15) Teniendo en cuenta Ias opiniones sobre la esperanza campesina, presento a continuacion los principales elementos que reafirman esta idea en la narrative de 167 Mondragén. Especificamente en la novela que encabeza este capitulo, M1 cora_zén es la t_ierra (1967) se despliega la propuesta de colonizacién de nuevas tierras en el sur mexicano en los ai’Ios cincuenta, la cual vino a funcionar como apoyo a la Reforma Agraria de 1915. Este marco politico e histérico le sirve de pretexto a la autora para novelar la vida de un ingeniero que funciona como héroe civilizador con rol mesianico. Este es un elemento fundamental para cumplir con la esperanza campesine que he comentado anteriormente. “Este héroe, en su vida numada, va embelleciendo los pueblos y fomentando el progreso. Su unico ideal es construir. En este peregrinacién incansable por los caminos de Mexico...” (Coll 267).‘1 Mas, pese a sus esfuerzos por intentar controlar a la naturaleza, la voragine cobra vida y lo devora sucumbiendo con él, no unicamente su vida y sus suefios, sino la posibilidad del éxito de estas polltices. Por tanto, es posible aseverar que el tropo de la tierra, su ejercicio y su lucha vuelven a cobrar terreno en las Ietras del Mexico posrevolucionario, ya que la queja del incumplimiento de les promesas hechas para lograr una verdadera reforma agraria estaba vigente. Mondragon revive este clamor agrarista al cuestionar la politice de colonizacion en su obra. “Magdalene Mondragén (1913-1989) conocio Ia verdadera vida de la sociedad mexicana, la auténtica vida, la vida de les vastas masas desposeidas” (Gonzalez 1951: 351 ). Efectivamente en su natal Torreén, Coehuila, Mondragén fue testigo de las luchas que se dieron por la posesién e invasién de tierras en los suburbios de su ciudad con los grupos conocidos como “paracaidistas.”5 168 También, la autora presencio cémo éstos fueron desalojados de sus precarias cabanas por los supuestos “propietarios legitimos”, grupos que amparados por las clases en el poder hen tenido a su favor la interpretacién arbitraria de las Iegislaciones. lgualmente su contacto con el campo y el ambiente rural Ie permitieron crearse un juicio de la problematica de la reparticién de la tierra. Vito Alessio Robles agrega que la autora: Pudo ver cémo muchos trozos del desierto se transformaron en tierras ubérrimas y surgio Ia riqueza, no para los que les trabajaban bajo un sol ardiente, sino para potentados ausentistas que gozaban del fruto de su trabajo en las grandes ciudades... también cumo aquellos hombres cuyas vidas no valian la pene de vivirlas, se lanzaban a los campos de la lucha fretricida para conquistar un pedazo de tierra. Se entero cumo Ias leyes dictadas a favor de los humildes eran burladas y eran sclo inefectivas tejadas de aire. Palpo y sintio la desesperacidn de los hombres de la gleba6 que preferian la muerte rapida en los combates a la lenta y tormentosa de la miseria, de la inanicion de sus hijos que se morian de hambre, sin el alimento material y también sin el espiritual de les escuelas. Se indigno ante el espectaculo de la gran desigualdad social existente en Mexico, irritante para todos los espiritus nobles. (17) lgualmente, Harry L. Rosser (1980) revise y comenta la extense obra de la autora y concluye que: She strongly identifies with the underprivileged masses of her nation, looking to the day when their lot will be substantially improved. Her 169 characters serve as her mouthpiece, conveying her indignant reactions to oppressive situations as well as her suggestions for dealing with them. She does not affiliate herself with any particular program or ideology: her militancy appears to spring from personal outrage over man’s inhumanity to man, and her optimism form an inner spirit that compels her to reach out to the many unfortunate people who wake up her nation. (57) Asi, Mondragon, mujer caracterizada por su altruismo aplicado a la defensa de las clases desprotegidas, despliega en sus obras una variedad de problemas irresueltos que continuan Ilenando Ias paginas de los periédicos y los medios de comunicacién ectuales: pobreza, discriminacién étnica, falta de escuelas, y sobre todo la lucha por la implementacién de la Reforma Agraria, Ia cual esta estrechamente relacionada con estos temas en sus novelas. Lo anterior justifica mi eleccién de Mi corazén es la tierra para ser revisada como novela que construye un discurso agrario a favor de los desheredados. Para entender lo que observo como un proselitismo de los discursos agrarios y de la lucha por la tierra a favor del campesino, es importante destacar la labor de Mondragén de varies décadas en el ambito literario y periodistico, por los que fue acreedora a varios premios, a pesar de sus fuertes declaraciones sobre la muerte de la libertad de prensa en Mexico. Mondragdn fue una de les primeras periodistas en cubrir la fuente infonnativa de la presidencia de la republica durante el gobierno de Lazaro Cérdenas. Acompario al Presidente en sus giras, lo cual reafirmo sus conocimientos sobre la injusta vida de los trabajadores del campo, y es muy probable que esta relacién con Cérdenas la 170 haya contagiado del espiritu agrarista que distinguio al mandatario (Hernandez Elguezabal 8). Posteriormente, durante el periodo presidencial de Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958) en el cual se aprobo el derecho de voto a la mujer y se fomento su participacién en la vida social mexicana, Mondragon intervino activamente. Esta dirigio el periodico S6|o para ellas fundado por el PRI, que tenia la finalidad de difundir y dar a conocer la participacién femenina en México. Otro de sus aciertos fue la propaganda que hizo de la ensefianza gratuita a menores de escasos recursos en su ciudad natal, Torreén. Esta ciudad ha reconocido la generosidad e interés de la escritora por el progreso intelectual de sus habitantes. En 1969, la escritora dono un acervo literario y artistico invaluable por su riqueza cultural a la Universidad de Coahuila: escultures, éleos, libros, objetos de arte, artesanias, entre otros objetos valiosos. “El legado cultural de Magdalena Mondragén, es un ejemplo que debe emularse por instituciones y personas” afinnan sus paisanos coahuilenses. Dicha herencia nos queda a través de sus obras, sus fundaciones culturales y la creacién de la medalla que lleva su nombre, la cual reconoce la labor periodistica en México. Edna Coll en Injerto t_lg Temas en Ias Novelistas Mexicanas Contemmraneas (1964) ratifica que “Los criticos la consideran como una de las mujeres que con mas acierto han cultivado la literatura dramatica en Mexico... [Por lo que] esta entre las figuras de primera importancia en la literatura mexicana actual” (271 ). Con el estudio de Mi cora_zén es Meme busco demostrar la continuidad de los discursos agrarios que he analizado en los capltulos previos y que toman 171 forma en la narrativa de la segunda mitad del siglo XX, época en que se privilegio lo urbano en detrimento de les politicas del campo. En este novela toman forma los acuerdos alternativos promulgados para dar apoyo a la Reforma Agraria, como la propuesta de colonizacién con la que intentaban cumplir la reparticién de la tierra. La autora critica arduamente esta politice y ejemplifica algunos de sus fallos demostrando la versatilidad que distingue al pais, que L. B. Simpson denomina como “los muchos Méxicos.” Sin embargo, la escritora apoya la entrada del progreso tecnolégico en el campo, dando a conocer Ia llamada “Revolucién verde” (estrategia de desarrollo tecnologico en la agricultura con el fin de elevar Ia productividad de los cultivos propuesta por Adolfo Ruiz Cortines).7 Asimismo, como promotora de la participacion femenina en la necién, asevera el reconocimiento de la inclusién del género femenino en la vida agraria. Ademas, continua dando a conocer los reclamos de los grupos subaltemos debidos a la violacion de les leyes agrarias establecidas y a la explotacién por parte de los inversionistas nacionales y extranjeros. De igual forma, es interesante observar el romanticismo que envuelve al protagonista y el sentimiento mesianico que lo caracterize. Estos, entre otros, temas se revisaran en la obra Mi cora_zén es laMa para continuar destacando la presencia de los discursos agrarios en la novela mexicana del siglo XX. 172 5.2. El Mexico posrevolucionario y la novela agraria de la segunda mitad del siglo XX. En Mi cora_;6n es la tierra, Mondragén desarrolla con extrema amplitud el plan de colonizacion ruizcortinista donde un joven ingeniero es el encargado de establecer nuevas colonies en el sur de Mexico hasta que accidentalmente muere. Se explica y juzga tanto este plan y sus antecedentes oomo si estuviera dandose un inforrne periodistico o una catedra de historia que pierde calidad como texto literario en mi opinién. Las pocas situaciones climaticas suceden rapidamente, pero otras son dialogos que ocupan paginas enteras que resultan tediosos por su extenso contenido teorico. Por tanto, la divisibn que separa la historia de la ficcién se llega a perder porque gran parte del contenido contextual esta basado en lo que conocemos hoy como historia de México. Sin embargo, Ia autora nos indica cémo pensar estos acontecimientos de acuerdo con la carga emocional que les imprime. Sobre esto, Coll erlade que les novelistas tienen una tendencia narcisista al crear, ya que les interesa dar detalle de todo, por ejemplo: les modes, el folklore, Ias costumbres, Ia politice, entre otros detalles que llevan a constantes disgresiones en sus textos. Por su parte, Thaddeus J. Semacki (1965) agrega: “Her novels are a worthwhile supplement to sociologist for use in case studies of cultures, and economist who are interested in studies of cultures, and economist who are interested in studies of low income peoples” (56). Este narcisismo de la autora por la historia y lo cultural justifica la presencia ampliamente detallada de los programas de reubicacién de la época, los infortunios de sus habitantes y sus tradiciones. También, lo anterior se podria 173 asociar con la influencia del periodismo en su escritura y pensamiento, atributo que puede ser enriquecedor en sus obras, pero a la vez negativo porque pierden la calidad Iiteraria por la inmensa cantidad de datos tedricos en ellas. Sin embargo, Mi cora__zén es la t_ierra es una joya de la literatura por su riqueza tematica y estilistica. El programa de colonizacién de Ruiz Cortines no era una medida naciente, sino que estaba basado en la ley de colonizacién aprobada en 1946 durante la presidencia de Manuel Avila Camacho, la cual vino a reemplazer a la de 1926 dictada bajo el regimen de Plutarco Elias Calles. La ley de 1926 declaraba de utilidad publica la colonizacion de propiedades agricolas privadas o libres que se encontraran en las condiciones de ser colonizadas por nacionales o extrenjeros. Se expropiaban Ias tierras que no estuvieran actives y se tenia que indemnizar a sus duefios. Para iniciar la colonizacion, los terrenos tenian que haber sido acondicionados con la construccién de caminos, obras de riego y haber cubierto otras necesidades para habitarlos y asegurar el éxito econémico y una buena explotacién de la agricultura. A cambio, el colono se comprometia a cultivar la tierra ajustandose a los sistemas modernos y al reglamento que la Secretaria de Agricultura y Fomento dictara para cada colonia. Cada agricultor tenia un plazo para pagar por la propiedad asignede, y una vez quuidada ésta, se le otorgaba su titulo; en ciertos casos se llegaba a condonar el adeudo (Cuadros Caldas 370). Para esto, en 1950 el Departamento de Asuntos Agrarios y de Colonizacién mando deslindar areas selvaticas con el fin de anular los titulos de propiedad expedidos a grandes latifundistas durante el Porfiriato y 174 proceder a su reparticién. Con esto el gobierno logro mantener buenas relaciones con los, entonces, nuevos terratenientes capitalistas que apoyaron el plan de colonizacién de selves, tierras marginales y regiones fronterizas desocupadas, para asi dar una respuesta rapida a los campesinos que exigian tierras, y asi sus propiedades quedarian ilesas. Una vez terminada Ia gestién de Adolfo Ruiz Cortines, el nuevo Presidente, Adolfo Lupez Mateos (1958-1963), se enfrento a una crisis nacional en los ambitos: econémico, social y politico. Lo anterior fue ocasionado debido a las recientes caidas exportadoras y al resurgimiento de los movimientos agrarios del norte de la Republica. En el ambito intemacional, el triunfo de la Revolucion Cubana obligo a los gobiernos latinoamericanos a reconsiderar el hito agrario para evitar posibles movimientos rurales inspirados en el modelo cubano. Por su parte, Estados Unidos aprobo en 1961 el programa para el desarrollo social “Alianza para el Progreso” (Alpro) con la finalidad de aplicar medidas especificas para mejorar la calidad de vida rural de la gente del campo y para optimizer el uso de la tierra. Ante este panorama, el credo agrarista volvio a protagonizar los discursos politicos, pero poco se hablo de la reparticién de tierras en ellos. Mas bien, se fomento Ia produccién agropecuaria con la llamada “Revolucion Verde” y se continuo impulsando la politice de creacién de nuevos centros de poblacién ejidal, 0 sea, la colonizacién bajo el principio tacito de respetar Ia propiedad privada terrateniente y de las comunidades indigenas (Moguel 137). También, Lazaro Cérdenas regreso al escenario polith tratando de mantener vivo el espiritu de lucha de la Revolucién y la Reforma Agraria con tintes socialistas.8 175 En cuanto al seguimiento de la politice agraria, Lupez Mateos promovio la igualdad del hombre y de la mujer en cuanto a su derecho agrario de poseer la tierra en el nuevo COdigo Agrario, lo cual no se habia contemplado anteriormente. Otro hecho sin precedentes de este periodo, fue Ia invitacién que Lupez Mateos hizo a todos los ex-presidentes para asumir responsabilidades apoyadas en la unidad de la “familia revolucionaria” y acabar con la confrontacién politice entre cardenistas y alemanistas. Este contexto es el escenario en que Mondragén desarrolla su obra, Io cual me permite dar un seguimiento a las propuestas agrarias que el Estado habia venido desplegando y que estén presentes en la narrativa mexicana. Es importante destacar que esta novela fue publicada en el afio de 1967 durante la regencia de Gustavo Diaz Ordaz (1964-1970), época que heredo crisis anteriores, pero mas agudas con la visible divisién de la “familia revolucionaria.” Este presidente reconocio que el problema del campo era el mas grave de todos los ambitos de Mexico, y se planteo “entregar de una vez y en el menor tiempo [posible] todas las tierras afectables con la intencion de pesar en lo inmediato a una nueva fase de desarrollo agropecuario, pues la reforma agraria, 0 es integral 0 no es reforrne agraria” (Moguel 183). Ademas considero la colonizacién como la posible solucién a los problemas mrales, y argumento que no se podia seguir engafiando al campesino con la promesa de que se le darian tierras, ya que el aumento acelerado de la poblacién condicionaba este accidn. Fue tel su interés, afirrnan los estudiosos de este periodo, por hacer frente a la continuacién de la Reforma que el afio de 1965 fue considerado el “Afio de la Reforma Agraria.” 176 También, planteo la necesidad de industrializar el campo para ofrecer otras actividades a los campesinos que no fueran beneficiados con tierras, porque tarde o temprano no habria mas tierras para proveer. Se expropiaron algunos latifundios de la burguesia terrateniente, esto para cumplir con las exigencias de algunos grupos campesinos. Ademas, esta gestién se distinguio desde su inicio por la represion y el hostigamiento a las fuerzas campesinas, proletarias y estudiantiles.9 El hecho mas sangriento de ellos fue el 2 de octubre de 1968 en que militares y paramilitares disolvieron a sangre y fuego una multitudinaria manifestacion estudiantil en la Plaza de Las Tres Cultures de Tlatelolco, Ciudad de Mexico, con un saldo de decenas de muertos, centenares de presos y desaparecidos.1o Este era el panorama histérico y cultural en que sale a la luz esta novela, Io cual nos permite teorizar sobre Ias motivaciones que la autora tuvo aI rescatar los temas rurales de los cuales se comenzaban a elejar los escritores para tomar a “la bestia con un millén de cabezas” (Enrique Congrains Martin, flnifio de jgnto al cielo), como el contexto primordial de sus obras. 5.3. La segunda mitad del siglo XX: un examen al progreso social en el campo. Mi coragtSn es la tierra da un seguimiento a la colonizacién de nuevas comunidades rurales como altemativa emergente para reemplazer y aplazar el cumplimiento de una verdadera reforma agraria y con ello satisfacer demandas agrarias centenarias. Asi como a la implementacién de cambios técnico- agricolas e industriales que se aplicaron al campo mexicano, para asi entrar de lleno al mercado internacional. Los temas que anteriorrnente revisamos en otras 177 novelas que tienen que ver con el agrarismo quedan implicitos y resumidos en el programa agrario de colonizacion en esta obra. Las figuras hegemonicas y trabajadores del campo que llenaron sus paginas en la primera parte del siglo XX: el hacendado, el campesino, el cure, entre otros; se han contagiado del cosmopolitismo que se celebra en las grandes urbes. El hacendado goza de sus riquezas en la ciudad y en el extranjero, mientras que la pobreza y marginacién del campesinado se mantenian estaticas. Sin embargo, se dan dos situaciones parelelas. Primero, el campesino que forma parte de la nueve colonizacion sigue en el campo, aunque no sea en el mismo lugar en que nacio y es presa del nuevo telurismo, la industrializacion rural. La siguiente, se presenta en la emigracién masiva a las ciudades donde este arriero se edhiere a les clases proletarias y continua su lucha, ahora, frente a los lideres sindicales en las industries. For eso, surge la contraparte de estas tematicas rurales de corte agrario; la relative al crecimiento industrial y de poblacién que ya se estaba dando en les ciudades y que se reflejaba en la literature urbane 0 en la literatura proletaria. Por su parte, el clero mantiene su distancia en lo que a la politice se refiere, y en esta obra sélo funge como dador del sacramento del matrimonio. Ademas, estas relaciones contemporaneas entre hegemonia y trabajadores del campo se rigen de forma muy diferente a lo que hemos presenciado anteriorrnente en otras novelas; Ias fonnas patemalistas, las deudas y el control fisico han cedido en gran proporcién. Ahora, las nuevas alianzas se adoptan en nombre del progreso; a través de un lider letrado, un profesionista, y por medio 178 del banco; y se den de forma mas o menos voluntaria. pocos son los casos que denuncian el uso de la fuerza fisica en este novela. Magdalena Mondragon advirtio que el México rural estaba cambiando y que la industrializacién citadina estaba dominando e invadiendo el campo. Por una parte, ésta reconocio la necesidad de hacerlo para beneficio del trabajador de la tierra. Admiro el trabajo y el esfuerzo realizado en pro de las nuevas comunidades, asi como la implementacién de nuevas fonnas econémicas y agricolas, y los honro en su obra. Por esto, creo un homenaje a los hombres a quienes se les encomendo la tarea de colonizar nuevos territorios nacionales como parte de su trabajo.11 Estos pasaron por un sinnumero de sacrificios e incluso pagaron con sus vidas por su desempefio. Por otra parte, Ia autora critico este plan ya que protegio abiertamente la propiedad privada y la no-expropiacién de tierras a antiguos terratenientes y a los modernos propietarios capitalistas que se habian enriquecido gracias a la Revolucién de 1910. También, reconocio los fracasos de estas medidas emergentes que seguian brindando unicamente esperanzas a los pobladores del campo de que algun dia volverian o serian duerlos de sus tierras, Ias cuales terrninaron con la muerte de su héroe, el ingeniero Segrien. Sin embargo, su gran critica la enfoco a las injustas expropiaciones hechas a grupos subaltemos denunciando con ello los monopolios que han explotado a los menos afortunados. Por ejemplo, los grupos Mayas a quienes admiro por su forma de vida y tradiciones; y a grupos campesinos que fueron reubicados con lo cual su forma de vida y tradiciones fueron transculturizadas. Ademas, con su obra responde con un gran sarcasmo 179 al cuestionamiento hecho sobre los resultados del movimiento revolucionario: LQué he pasado con la lucha campesine y sus héroes agrarios en la época modema? Su respuesta es sorprendente. Se habian convertido en colonies de reubicados: Colonia Emiliano Zapata, Colonia Reforma Agraria, entre otras mas con nombres alusivos a los heroes que habian peleado por los derechos de les cleses campesinas. Estes colonies fueron algunos de los resultados de la revuelta de 1910. 5.4. La esperanza campesina, eI mesianismo agrario de los ingenieros. En este nueve epopeya de colonizacién, el caudillo vuelve a ser el ingeniero agrénomo, quien ahora lidera a sus encomendedos en pro de un beneficio comunitario, y en general de la nacidn. Estes figuras estan cargadas de un gran romanticismo que los hace sentirse el Mesias en la busqueda y conforrnacién de la tierra prometida frente a sus fieles seguidores, los campesinos. En la contraportada de la obra los editores afinnan la existencia de estos ingenieros: Los personajes figuran con sus nombres auténticos... El ingeniero Segrien, personaje central, existio verdederamente... [Y no sclo esto,] M_i man es la Tierra es un libro escrito sobre hechos reales, con personajes veridicos, en que el hombre se agiganta al dominar a la naturaleza, que, muchas veces, también, lo vence. Pero de esta lucha surgira un Mexico mejor (Mi cora_zén es la tierra s/n) 180 La participacion de estos personajes, auténtica o no, termina siendo una personificacién de todos aquellos que se desemperlaron en el mismo cargo 0 en actividades tecnolégicas en el campo mexicano.12 Estos profesionistas estaban preparados para hacer frente a los nuevos retos que la modernidad demandaba. Ellos entendian todo lo que se referia a la practice de la agricultura, herramienta apropiada para que las personas del campo mejoraran su produccién, y el gobierno pudiera llevar a cabo Ias nuevas disposiciones de la “Revolucién Verde” y de la colonizacion. Ya desde el primer parrafo de esta obra nos encontramos con un personaje joven y sofiador; recientemente graduado que ha aceptado su mision de colonizar nuevos pueblos, para asi cumplir como profesionista y como héroe a su patria. Cuantas esperanzas al mirar la tierra... y cuenta belleza la de la tierra... / Esto pensaba el ingeniero Domingo Segrien mientras jugaba con la tierra entre sus dedos, examinando si era gruesa o delgada; si se podia sembrar en ella maiz, cane, sandia, frijol... Lo que fuere el alimento del hombre, su beneficio, su vida... (8) Segrien se siente un hombre competente para dominar la tierra en beneficio de sus compatriotas. Luego se unirian a él otros ingenieros: Neira, Segovia, Castro, Dominguez, todos con nombres propios e igualmente apasionados por su carrera. Creen en su misidn y estan dispuestos a sacrificarse por ella. Son sofiadores. No estan corrompidos por la codicia del poder porque no son duefios, sino trabajadores del Estado. Todos ellos estan 181 dedicados a propagar y predicar la politice que el gobierno ha dictado porque son representantes institucionales. Son la hegemonia frente a los campesinas e ind igenas de los lugares donde pretenden crear un mundo mejor para vivir, siempre y cuando sus moradores se apeguen a lo estipulado por los de arriba. Esto otorga un caracter utépico a su obra colonizadora. Edna Coll apunta que los personajes que las novelistas mexicanas contemporaneas crean, edemas de estar sujetos a una trama y al punto de vista de sus autores, encierran reacciones culturales y sus ideas frente aI momento social que el pais vive. Sin embargo, comenta que la idealizacién de sus caracteres demuestra una tendencia femenina que les lleva a fracasar en la creacion de sus personajes masculinos, ya que no consiguen darles vida propia. “La novelista esta tan dentro de ellos que éstos resultan demasiado afeminados y poco verosimiles” (Coll 36). Esto se observa en el romanticismo que envuelve los pensamientos y las acciones de los ingenieros, especialmente en el colonizador del siglo XX, Segrien. Era un idealista. Siempre lo habia sido. Y a escondidas hacia versos. Malos, clero esta, pero le gustaba hacerlos. No podia evitar ser romantico. Por Ias tardes le agradaba contemplar Ias nubes hinchadas de luz roja y el sol agonizante... Y le placia quedarse dorrnido sintiendo [la luz] sobre sus parpados. (18) La nueve aventura del ingeniero Segrien inicia con una visibn mesianica de su tarea: 182 Miro pensativamente la tierra que escurriase en tibia cascade a través de sus dedos, y las venas de sus brazos pletéricos y fuertes. Como sus venas recorrian su brazo, surgirian caminos en las selves 0 en los desiertos y serian estos caminos la vida de Mexico. Llevarian sangre nueve a les ciudades, y a los lados de las carreteras [y rios] se levantarian los pueblos en los que los hombres y los hijos de estos hombres y muchas generaciones mas, gritarian con vigor para ser oidos en un eco vital de uno al otro extremo del pais. Y los hombres seguirian sembrendo para recoger Ias cosechas mariana... Para ellos, para sus hijos, y los hijos de sus hijos. (8) Como todo un mesias, sus esfuerzos estaban orientados a revitalizar su cultura y garantizar una vida digna y justa en una tierra virgen. Ademas, encama la esperanza de recuperar los derechos perdidos de los grupos subaltemos que las clases hegeménicas les han arrebatado, y busca una realizacidn perfecta y pacifica de su obra encomendada alejeda de todo rasgo de violencia. Mirtha Lischetti en “Movimientos Prepoliticos en el Siglo XX; Mesianismos y Milenarismos” destaca que el mesianismo crea conductas peculiares en ciertos individuos basadas en la conviccién profunda de tener un papel capital en beneficio de la humanidad entera y, por lo tanto, se presenta como un mesias ante los demas. Lo grave de esta conducta, inquiere la autora, es que “este comportamiento puede acompafiar a un delirio profético caracterizado por suefios de transformacién radical de la realidad.”13 En Mi coraaén es la t_ierra no estamos ante el caso de presenciar lideres de movimientos armados, pero si de 183 una lucha terrenal, no divina; sino con la tierra misma que como “hembra habia que dominar” (10). Asi, lo afirma el ingeniero Segrien, el Mesias de esta colonizacién: “El combate estaba trazado con precisién matematica. La lucha seria llevada de norte a sur; de oriente a poniente. Primero Chapacao1‘1 situado en Veracruz, y otros pueblos en el norte; luego la lucha en el despoblado Quintana Roo, Campeche, Tabasco...” (9). Habia que preparer el camino para la venida de los jefes del poder agrario. En el caso de estos ingenieros, su delirio mesianico los lleva a softer despiertos en la culminacién de las colonies para entonces dirigirse a otras tierras virgenes con el mismo quehacer, sembrar al maximo en las selves y los desiertos hasta tocar los limites urbanos. Segrien casi podia experimenter “la satisfaccién de [encamar] un dios en pequefio, creador de pueblos. Eso era él y otros ingenieros jovenes como él” (14), porque “todo auténtico ingeniero - pensé—, se siente un poco Dios, un poco creador de cosas” (88), a pesar de les condiciones infimas que el medio les ofrecia. La dedicacién de los ingenieros de esta colonizacién a su trabajo es comparada con la de los colonizadores, los soldados, los investigadores, los revolucionarios que tuvieron que sacrificarse en nombre de su profesién. Todos ellos estan dispuestos a hacerIo por el progreso del campo de muy variadas formas. Se enfrentan al hambre, a la furia de la naturaleza, al peligro, al dolor, a la desercidn de sus seguidores, a la muerte. Por ejemplo, Neira se tire de un helicéptero para salvar a su tripulacién: el jefe del agrario, extranjeras y otros. Sus superiores apoyaron su decisién de inmediato. 184 Después de todo, se dijeron, era el menos importante, el mas indicado para saltar... iy el mas joven! Lo mismo pensaba Neira. Alla en el helicéptero, era un modesto ingeniero, pero en tierra, en la selva, en el desierto, era un conductor de hombres. (41) Una vez a salvo, recibio el reconocimiento por su hazer'ia heroica. El ingeniero Castro ya hasta tenia cierta apariencia de apostol por llevar barba, edemas era un héroe, habia rescatado a dos nii’los a punto de ahogarse en el rio, afinnan sus compafieros. Segovia se sacrificaba dejando a su familia por grandes periodos de tiempo por seguir su profesién. Por su parte, Segrien completo su heroicidad dando muerte a un tigre. También, estuvo a punto de sacrificar su amor por Margarita, su future esposa, pero a cambio dio su vida, puesto que el amor para estos ingenieros no era Ia prioridad de su mision, asi lo aseguran ellos mismos.15 Segrien también muestra sus sentimientos como hombre enamorado. En mi opinién, el despliegue de esta imagen, ofrece el lado humano de estos heroes mesianicos y busca crear una asociacion 0 mm simpatia con el lector. “Se sentia como un adolescente aturdido, estupido y emocionado” (144), ante la Ilegada de Margarita. Sin embargo, la muerte del héroe provocada por la picadura de una arena, una viuda negra, trunca su felicidad y con ella las promesas hechas a las colonies nacientes. Nadie lo podia acreditar, “era dificil pensar en su muerte. iSe hacia este imposible! iPero, si apenas hacia une hora, iba caminando, lleno de vida por aquellos campos!” (219). Con su muerte, culmina su lucha por los 185 derechos de los trabajadores del campo y por la tenencia de la tierra, ahora sclo quedaria su legado en la fundacidn de las colonies.16 5.5. El romanticismo de la colonizacién agraria: la reubicacién. La tarea de colonizacién implicaba el movimiento de grandes contingentes a nuevas tierras, es decir, su reubicacion. De esta forma es como define esta politice el ingeniero Segrien, quien afirma que la fundacién de les nuevas colonies era simplemente una tarea de reubicacién: Tan diferente a la colonizacién que llevo a cabo la conquista espafiola y tan distinta de la que hace muchos ei‘ios pusieron en practice, en Norteamérica, los ingleses, los franceses y los italianos. En la actual colonizacién de Mexico, no hay mixtures de razas, sino redistribucién de hombres. (23) A partir de la cita anterior, observemos que para estos ingenieros jévenes esta aventura era como adentrarse en un nuevo “Eldorado”, tierra que prometia increibles riquezas. Parece tratarse mas bien de la busqueda del locus amoenus, todo un paraiso, alguna vez lo pensaron, pero el ingeniero Segrien se pregunta si “(es cierto que alguna vez existio el paraiso?” (10), porque ahora todos vivian una verdad que los decepcionaba porque semejaba el infiemo mismo. El lugar idilico se habia convertido en un locus tern'bilis: destruccién, desercién, la lucha con la tierra y por la tierra. Las nuevas tierras podrian ser el paraiso, pero se requeria del trabajo del hombre para transforrnar el lugar por el que paserian varies generaciones. Ellos estaban conscientes de que “no se 186 colonizan zonas tropicales, desérticas o selvaticas meramente con sonrisas y manos de sefiorita" (21 ). Mucha de la tarea correspondia a las familias quienes contribuian a la colonizacién con la urbanizacién de la zona, la cosecha del huerto familiar y la milpa, y procreando nuevos colonos. A cambio de estos esfuerzos laborales, se heria valer el lema de Emiliano Zapata, bandera del movimiento revolucionario de 1910: “La tierra debe ser de quien la trabaja” (23). En Mi cora;6n es la tierra el ingeniero Segrien explica con pasién y gran detalle el programa de colonizecién partiendo desde tiempos de la Conquista hasta los dias de su participacién activa, a su suegro Jorge, quien Io desconocia por completo y era un escéptico total de tal proyecto. La presencia de este personaje como receptor de esta politice funciona muy bien, ya que los demas protagonistas son ingenieros, campesinos o politicos que lo estan presenciando directamente, por lo que conocen el programa de alguna forma, pero el lector probablemente no. Margarita, quien tampoco lo conoce, no muestra mucho interés sobre el tema. A ella sclo parece preocuparle el concepto puro del matrimonio y la fidelidad a su amado. El punto cleve de este programa era buscar una distribucién equitativa de la poblacién campesine en toda la Republice para evitar la superpoblacién de ciertas zonas y para aprovechar los recursos naturales de todo el pais. La falta de vies de comunicacién y las condiciones geograficas y climatices habian mantenido aislados y deshabitados estos lugares por siglos. Las colonies se iniciaban con ayuda financiera y técnica del gobierno que luego pagarian los acreedores.17 Estos recibian cincuenta hectareas para 187 trabajarlas a un precio simbolico, y algun dia se les entregarian sus titulos de propiedad. El gobierno se aseguraba que los beneficiarios fueran mexicanos, especialmente en los lugares fronterizos del sur con Guatemala y Belice. De Ias cincuenta hectarees que les cedian a cada familia, cuatro se destinaban para el huerto familiar y la crianza de animalitos. En medio del huerto se levantaba la casa, modesta... Las cuarenta y seis hectareas restantes, eran para cultivos que se Ilevaban a cabo de acuerdo con estudios previos hechos por gente especializeda. Asi, en Chapacao, se sembraria el algodén. (15) Sin embargo, Ia ayuda del gobierno no era suficiente se requeria de mas ganado, arboles frutales, maquinas para hacer tabiques, medicines, articulos de primera necesidad en sus cooperatives, para evitar ser explotados por otros vendedores como los felluqueros18 quienes venian a enriquecerse a costa de los colonos. Este reubicacién implicaba poner en contacto a gente de todas partes de México y con muy diferente cultura porque a pesar de encontrarse dentro del mismo pais, Mexico es “Muchos Méxicos” como lo afirma L. B. Simpson (1952). En este Simpson explica que los accidentes naturales y las condiciones climaticas a lo largo y ancho del pais hen determinado Ias formas culturales y habitos de vida de los mexicanos: facciones, rasgos distintivos, comida, vestido, habla, artesanias, festividades, entre otros.19 Por lo que un mexicano del norte, del sur, de la costa del pacifico 0 del Golfo, del centro, etcétera, frente a otro compatriota, es muy diferente como mexicano el uno del otro. También, en el sur 188 los ciclones, la selva, la harina de maiz. En el norte el desierto, el simun y la harina de trigo, entre otras notables diferencias que se enfatizan en la obra. Se aprecian los rasgos culturales y regionales que distinguen a cada parte de Mexico. Por ejemplo: Ias costumbres de los surefios eran barbaras para los nortefios, como la de anticiparse a la lune con las nines antes de que estas menstruaran (65), o la de preparer la comida del bautizo con la misma agua con que se habia bafiado el cuerpo del difunto para asi aligerar sus pecados (79). Todo era visible, “El contraste entre los que llegaban y los residentes, are notable. Los nortefios, rapidos en la accidn y la palabra. Los surefios, lentos y sofiadores en el hablar [el sur vivia en el atraso]” (45). lncluso, Segrien recuerda que al estar en la capital con los “mexicanos”, es decir en el centro, hablar del norte era algo fantastico, les parecia algo exotico. Por su parte, “Margarita no pod ia menos de observar, con cierta curiosidad, estas costumbres tan diferentes a las del norte. lndudablemente, el mundo que ahora vivia su esposo, are un mundo fascinante” (186). Al respecto, Hector Aguilar Camin y Lorenzo Meyer an A la sombra de la Revolgcion Mexjcana (1989) agregan que los muchos Méxicos que conviven en el Mexico modemo comparten un hecho comun, y es que estén todos “A la sombra de la Revolucién Mexicana: talisman y esfinge, vertedero de certezas y contradicciones, madrastra incumplida para algunos y para otros paraguas o resguardo innegable de la vida politice y social del México del siglo XX” (14). En efecto, en Mi cora_zén es la t_ierra los colonos vienen de diferentes partes del pais, pero participan del suefio de ser propietarios de sus tierras. Comparten los 189 mismos deseos y su amor por la tierra. Las diferencias regionales también se distinguian en muchos de los acontecimientos nacionales e histéricos, los cuales eran ajenos para algunas areas de Mexico. Por ejemplo, en el sur se dice que “nadie conocio al cura Hidalgo ni la libertad. [Ya que] Las companies extranjeras explotaban inicuamente a los chicleros, [y henequeneros] y en muchas haciendas los hombres eran mercados, como Io fue [el ultimo esclavo en el sur] Y eso ocurrio mucho dejpués de 1910 fecha en que dicen que hubo una gran revolucién” (64). Como se aprecia, Ias noticias de algunos eventos histéricos no tuvieron difusién en algunas zonas, y por tanto, ni se conocieron 0 hi les afecteron de ninguna forma. Con la incorporacién de estos sujetos, también, se trataba de limar asperezas entre norte y sur, puesto que iTodos eran hombres de Mexico” (137). Mondragén enfatiza estas peculiaridades de los “muchos Méxicos”, oomo parte de la gran critica que hace a la reubicacién y a les implicaciones que conlleva el anular Ias formas culturales oriundas de los reasentados. El caso mas irénico de esta reubicacibn fue la reconcentracion de grupos campesinos zapatistas de Morelos, en el sur de Mexico. gAcaso Emiliano Zapata no habia luchado por los derechos de esta localidad? gDénde habia quedado esa batalla agraria? Otro problema que la novela ataca es la colonizacién hecha en zones sagradas de culturas prehispanicas, como sucedio en varies zonas mayas. Se tomaron ejidos de comunidades Mayas ya establecidos, y los incorporaron a las nuevas colonias, cuando ellos ya eran dueI‘ios del predio y sembraben 190 libremente a pequeria escala y a su gusto. Ahora tenian que apegarse a lo que los encargados de este plan dictaran. En la vida nacional, el programa de colonizacién se enfrento a una cantidad de problemas por lo que no se puede hablar de triunfos. Fue un programa muy costoso porque era necesario urbanizer Ias zonas, Ias cuales estaban muy retiradas de las principales cabeceras municipales. Tenia que trabajarse Ia fertilidad de la tierra, Ias condiciones climaticas eran muy drasticas, y las deserciones continues. Sin embargo, cuando se triunfo en dicha tarea y Ias tierras llegaron a hacerse productivas, los influyentes e inversionistas extranjeros las acapararon como habia venido sucediendo por siglos. Esto lo observamos en la novela durante la primera parte de la obra correspondiente a la etapa de colonizacién que hacen estos ingenieros en Chapacao de la cual no se dan a conocer muchos detalles culturales del proyecto, lo unico que parece interesar, es inforrnar sobre el interés extranjero por este regidn ya urbanizada. Posteriormente, este lugar se convertiria en un sitio estratégico para el comercio y la industria importadora y exportadora de intereses regionales, nacionales y foraneos por su cercania con los puertos. En cambio, en la segunda parte de la obra se trata la fase de colonizacién en el sur de Mexico y se habla de la transculturizacién que sufren los pueblos urbanizados por tel proyecto. La vida de los grupos indigenas representaba una realidad socioeconémica ajena a los intereses religiosos, politicos y econbmicos de los nuevos inversionistas, por eso deslindaban tierras sin considerar a sus verdaderos duefios y sus costumbres. Esta ha sido la queja centenaria de estos 191 grupos y ahora de los defensores de los derechos humanos. Ademas, se destaca el abuso cometido por los extranjeros, quienes edemas de apropiarse de las mejores tierras, también se habian llevado plantas de henequén para experimenter con ellas, Io cual efecto la produccién local de la fibre. También se habla de otro grupo de inversionistas extranjeros en la industria chiclera y cumo abusaban fisicamente de sus trabajadores. Sin embargo, se reconocen Ias contribuciones hechas por ellos, “A los extranjeros debemos no unicamente [el] acaparamiento de tierras, sino nuevos cultivos como la linaza, la avena, Ia vainilla y el impulso a la ganaderia y sus derivados” (162). Todo lo anterior, remite a la propuesta agraria que hace esta novela, en la cual hablar de la Reforma Agraria era tan delicado y riesgoso como Ias mismas tareas llevadas a cabo en la urbanizacién de les colonies. Por esto, se habla de ella en una situacién llena de peligro cuando los ingenieros y los visitantes extranjeros, entre ellos Robert Kennedy, estan en un helicéptero que esta a punto de sucumbir.20 Nadie mejor que el propio jefe del Agrario, maxima autoridad del campo, para explicar cémo la Reforma Agraria (de la época) estaba permitiendo el incremento de la produccién agricola. Esto era muy positivo para la nacidn, ya que Mexico como pais agropecuario necesitaba elevar la produccibn en el campo para desarrollar una fuerza industrial que pudiera entrar en competencia mundial. También, este reconoce que la relacion hombre-trabajo-tierra comenzaba a former parte de la preocupacién mundial que se observaba: 192 [En una ole de] congresos, asambleas y conferencias; el intercambio de estudios, ingenieros, agrénomos, sociélogos, economistas; la concurrencia de médicos, maestros, técnicos; Ia proliferacién de escuelas especializedas, centros de capacitacién, incremento de la ensefianza agricola desde Ias escuelas primaries. (33) El Estado pretendia former trabajadores del campo capacitados para la mejor explotacién de la tierra quienes junto con “la maquinaria, los fertilizantes, los implementos necesarios, la electricidad, mejores carreteras, [y] mercados faciles” (33) favorecieran la agricultura. Ademas, condicionados por la presencia de inversionistas extranjeros se tiene que afirmar constantemente que la colonizacién no tenia fines comunistas, esto porque estaban los antecedentes intemacionales de la Guerra Fria (1947) y la Revolucién Cubana (1959) mas o menos cercanos, asi como el gobierno cardenista que se habia inclinado al socialismo. lgualmente, este jefe enfatiza que el sistema agrario mexicano no era similar al de Cuba, porque en Mexico seguia existiendo la propiedad privada, el ejido, Ia pequefia propiedad y la propiedad comunal que no habia en ese pais caribei‘io. La culminacidn de esta explicacién queda inconclusa debido a les fellas mecanicas que el helicéptero experimentaba. Entonces, Mi cora_zén es la tie_rra_ se enfoca en la representacién de las medidas estratégicas que se tomaron para resolver el problema agrario. También, explica c6mo este programa de colonizacién pretendia impulsar Ia aperture de mercados y su fortalecimiento con la industria, aunque muchas veces éstas eran extranjeras. Esto nos lleva a hablar sobre el telurismo y la 193 voragine de la tierra, y su relacién directa con la industrializacion y la entrada del capitalismo; ya que esta colonizacion tenla otros propésitos comprendidos: la invasién de la tecnologia y la inversién extranjera que a continuacién se analizan a la luz de los discursos agrarios expuestos en esta novela. 5.6. La Revolucién Verde y la industrializacion. La modemided que distinguio a les grandes urbes, también tuvo su parte en el campo, ya que se pretendia el mejoramiento de les técnicas para lograr una maxima explotacién de los productos agricolas para el consumo y la exportacién; la ampliacién de la infraestructura de transportes para una mejor distribucién, y el mejoramiento de obras hidraulicas. Este proceso de apertura del campo se le conocio como la “Revolucién Verde” caracterizado por el mejoramiento genético de une diversidad de semillas. Esta revolucién ya no era mas una pelea fraternal fisica, sino que la lucha era ahora contra la naturaleza, fuerza antagénica, para alcanzar los estandares economicos y de calidad que las industrias en las ciudades tenian. Mondragén revise esta fase agraria con optimismo, presentando los avances que en esta materia se estaban produciendo en el campo. No era sélo darles hectareas de tierra a los campesinos, sino que también habia que educarlos para la mejor explotacién de los frutos que la tierra estaba dando en las colonies: algodén, maiz, sisalena, el arbol del chicle (121). Algunos de los ingenieros encargados de la tarea de colonizar eran graduados de la Narro (la Escuela Agricola Narro de Saltillo en el estado de 194 Coahuila 21; otros venian de la Universidad Auténoma de Chapingo (antes Escuela Nacional de Agriculture fundada en 1854), la cual es conocida por su espiritu agrarista con el lema de “Ensei‘lar la explotacién de la tierra, no la del hombre”; 0 de la escuela de ingenieria dependiente de la Universidad Nacional de México. Es importante la mencion de estas alma mater porque han sido, son y seran unas de les mas prestigiadas instituciones en el area de lnvestigacién agricola en el ambito nacional e internacional. y la autora reconoce este aporte educativo. Por ejemplo, en la Narro se experimentaba con el trigo y el maiz. Se hacian injertos pare superar el tamafio de los frutos hasta convertirlos en monstruosas creaciones por su tamai’io y calidad. Por su parte, Segrien graduado de la misma “sofio con tierras fértiles, llenas de productos gigantescos, que servirian, uno de ellos, para alimentar a toda una familia... [como] Ias sandias [producidas] en el desierto... de 54 kilos. [Que] Al hundir su boca en esta herida gigantesca, era como si el rostro se bafiara en un Iago de sangre dulce...” (8). Otro de los contribuyentes a esta experimentacién era el ingeniero Segovia quien en sus propiedades cultivaba arboles frutales, y las prohibidas plantas de omato, ya que no producian; también experimentaba con cruzas de arboles tratando de lograr una mejor calidad de los productos: “Arboles de guanabana de un verde denso; mangos gigantescos de sabor a papaya o meldn; chicozapote y zapote gordos y relucientes; orquideas extrafias” (46). Esto era una prediccién a los futuros productos geneticamente modificados, los transgénicos, que han ido aplazando a los productos organicos.22 También, 195 estos ingenieros estaban buscando otras fonnas productivas que apoyaran el desarrollo del campo. Habia porquerizas de experimentacién y la cria de pavo gigante. Se comenzaba a reemplazer la madera por un tabique bareto y sumamente resistente que “Por secretos especiales, el ingeniero Alberto Salfati habia Iogrado hacer, con el polvo de piedra del sascab y otras substancias [...] Esta era la esperanza, para los colonos, de obtener fondos de reserves monetari[as]” (184). Este auge productivo en las nuevas colonies y su accesibilidad a principales cabeceras y puertos llamaban la atencién a numerosos inversionistas extranjeros para establecer empresas en el pais. Por otra parte, la entrada de la mecanizacién enseguida tuvo sus efectos, debilito el control colectivo que los campesinos ejercian sobre los procesos de produccién y los frutos de su propio esfuerzo. El tractor amenazo sus formas de vida rustica, pero a cambio ofrecio prestigio social. Manejar un tractor otorgaba a los campesinos un estatus social que nunca tuvieron cuando arreaban una mula o jaleban de la coa y la yunta. EI campesino podia andar en condiciones infimas de vestido, pero el dominar uno de estos artefactos Ie daba valor socio-economico frente a los demas de su comunidad. Ademas, la intromisién de la tecnologia a la selva virgen y a les areas mayas modifico los modos de vida de los nativos, quienes trataron de yuxtaponer sus tradiciones a las nuevas, aunque terrninaron hallando beneficios en las novedades.23 En la nueva Colonia de Calderitas, por ejemplo, la gente no queria dejar “sus viejos jacales. Y Ias cases nuevas, flamantes, con ventanas y 196 puertas abiertas, continuaban deshabitadas” (176). Entonces para convencer a esta gente, se tuvieron que implementar medidas drasticas y violentas. Era como revivir Ias injusticias de la época de la Conquista Espafiola frente a los grupos indigenas porque los ingenieros se dieron a la tarea de derrumber sus jacales. “Era la unica forma de que se adaptaran a la civilizacién” (177). Afirrnaban los ingenieros, quienes se vieron en peligro de ser linchados por tales acciones?"1 El linchamiento representa otro tipo defensa que han adoptado los grupos subaltemos para hacer veler Ia ley con sus propias manos. Scott James (1985) describe estas formas como una de las armas de los débiles. Los ingenieros tenian que lograr Ia integracién de estos individuos a las comodidades que la vida moderna les ofrecia por la fuerza o transculturandolos al ir reemplazando sus modos de vida por otros nuevos, poco a poco. En otras colonias, la adaptacién se dio facilmente “los hombres acariciaban Ias maquinas como antes, los campesinos, lo hacian con sus caballos” (179). lncluso la fauna resintio la invasién de la tecnologia. Los cigerrillos comenzaban a hacer competencia con las Iuciémagas y “al paso de las maquinas [para desmontar y los tractores], los venados, los conejos, los pajaros, huian despavoridos” (177). Sin embargo, los cambios e innovaciones introducidos en el medic rural, no fueron del todo negativos para las comunidades: Ias obras de riego, el acceso a los medios de comunicacidn y vies de transporte, los productos al cuidado de la salud; los beneficiaron considerablemente. Ademas, la implementacién de medios de comunicacién y la creacién de vies de transporte en comunidades rurales logro disminuir la fuerza y el poder de los grandes terratenientes, y 197 representantes locales, al perrnitir una comunicacién mas directa entre el centro y el pueblo. Esto ayudo a eliminar intermediarios en los asuntos de la tierra. Con esto se trataba de evitar la anarquia en las colonias, Ias cuales por su lejania llegaban a controlarse solas porque como decian los colonos “en la selva, le ley es del hombre, no el hombre de la ley” (130). Otro aspecto que se puede advertir en esta novela al igual que observé anteriormente en Maria Chum el Evangelio de lizaro Cérdenas (1939) de Aurelio Robles Castillo, es la inclusién de les mujeres en la vida productive del campo. Durante su sexenio, Adolfo Ruiz Cortines tuvo la mision de promover la participacién femenina en la vida nacional. Sin embargo, esta promocién fomento el fendmeno de la emigracién de las mujeres a las ciudades, ya que en el campo tenian muy pocas oportunidades de superacién economica. Esta transicion modifico Ias relaciones comunitarias, disminuyo la industria rural doméstica y coadyuvo a la descomposicion de la familia campesine al arrojar indiscriminadamente a mujeres y nifios a les grandes ciudades. Todo lo anterior puede ser vistoicomo parte del desarrollo de les industrias en las ciudades y de la industrializacién del campo. Entonces, para frenar este fendmeno, se considero a la mujer como sujeto con derechos agrarios al igual que los grupos indigenas, aunque cabe aclarar que de ninguna manera hen alcanzado a ser equitativos con los derechos de los representantes del género masculino.25 El plan sexenal consistia en atraer a la mujer a la vida activa con objetivos bien establecidos, ya que existia la necesidad de mas mano de obra bareta en las nuevas industrias agricolas y en el campo. Para integrar a la mujer a la vida 198 productive habia que ensefiarla a manejar la maquinaria. Por esto, en la novela cuando “El ingeniero Segrien vio a una mujer madura, de cabellos ya un poco canosos, sentada en el tractor [...] empur‘Iando el volante, con gesto seguro. decidido [...] / [Segrien] sonrio satisfecho. Ya podia irse tranquilo” (181). Su misidn de Mesias en la fundacién y establecimiento de la colonia se habia cumplido, ya podia retirarse a continuar con otras tareas o morir. Ya habia cumplido con su parte adoctrinando a sus colonos para “que produc[ieran] y que se ensefi[aran] a poner el corazén sobre la tierra” (130). 5.7. Conclusion. Con la revisién del programa de colonizacion en el sur mexicano visto como respuesta a la Reforma de la tierra surgide del movimiento armedo de 1910, Mi cora_zén es la tierra contribuye a delinear el desarrollo de los discursos agrarios presentes en la narrativa mexicana de la primera mitad del siglo XX. Con este programa se intenteba detener la emigracién al norte y a las grandes urbes y educar a los campesinos “a entregarse a la tierra, puesto que ialli estaba la tierra, en sus manos; pero la tierra no era todo: iSe necesitaban hombres!” (19) para trabajarla. Por tanto, la autora promueve Ia idea de que el remedio para el desarrollo rural es la modemizacién de la agricultura, la educacién e implementacién de la tecnologia para el mejor aprovechamiento de les tierras productivas en el suelo mexicano. Sin embargo, a través de toda la obra se continua con la idea principal que mantienen Ias novelas que desarrollan discursos agrarios, Ia denuncia constante del destituido en México, y mas aun, 199 se agrega la idea del reubicado. Con lo anterior, se asevera que la Reforma Agraria no significaba la entrega de tierras improductivas 0 el establecimiento de nuevas colonies en lugares disponibles, sino que se requeria de la devolucién de tierras y la entrega de ellas en un area familiar para el colono para alentar el compromiso del hombre con la explotacién de la tierra. También, es interesante el desarrollo del aspecto antropocéntrico que acompafia a la obra, el cual transmite el pensamiento de que el hombre esta sobre la tierra para dominarla y para disponer de ella segun su gusto y necesidad. Sin embargo, aunque Ia autora apoya la industrializacién del medio rural, quiere demostrar que la Madre naturaleza, fuerza telurica, puede determiner el sino del hombre y sus modos de vida culturales y sociales, y para demostrarlo acaba con la vida del ingeniero Segrien con herramientas de la misma naturaleza, Ia picadura de una arafia. Finalmente, en esta obra se continua con el clamor de que la tierra significa libertad, justicia y dignidad humane. “No habra paz en México mientras esos miles y miles de hombres no tengan la tierra que necesitan para vivir. Esto ).26 Observemos que la posesién de y la mejoria técnica salvaran a México” (168 la tierra y el manejo de la tecnologia se presentan como los dos elementos necesarios para el progreso de la necién mexicana. Por lo tanto, Ia obra de Mondragbn se convierte en la expresién de los desheredados y la cronica de la vida de los pobres y Ias injusticias que el Estado prometia erradicar con la reparticidn de tierras y la reubicacién. 200 5. 8. Notes. 1En Magdalena Mondragén, Mi corazén es la tierra (Mexico D. F .: La prensa, 1967). Todas las citas corresponden a esta edicidn. 2Ademas de su magnanimidad, Magdalena Mondragén es considerada“ una precursora en el diarismo” en Mexico. Erika Cervantes, “Una precursora en el diarismo. Magdalena Mondragén,” Cimacnoticias 21 de octubre de 2003 Mexico D.F. m://www.cimacnoticias.com/noticiast3oct/sOB102105.html. Desde muy joven comenzo a publicar en la columna periodistica “Sin Malicia” y cuentos dominicales en Torreén. También, trabajo como corresponsal dentro y fuera de la Republice mexicana. En sus crénicas rescata la vida de las mujeres, los nifios y los pobres de Mexico, asi como Ias injusticias sociales que el Estado prometio erradicar. Mondragén no sclo se destaco en el campo del periodismo, sino que también fue autora de varies novelas, algunas todavia inéditas, y dos volumenes de poesia. Su produccién he traspasado fronteras y es precisamente en el extranjero donde sus obras han sido homenajeadas. La produccién critico-literaria sobre sus novelas es escasa, a pesar del gran acervo cultural que lego a las letras mexicanas. En 1955 recibio el Premio Nacional de Literatura con su novela Tenemos sed (1954). Yo como pobre (1944) fue considerado el libro del mes en Nueva York en 1947. Otras de sus novelas son: Puede que’l otro a_fig (1937), Norte barbaro (1944), La sirena llevaba el mar (1946), Mas ella existe la tierra (1947), IPordue me da la gala! (1953), El dia no llega (1950), Habla un esgia (1961) publicada bajo el seudonimo de Vera Seminoreff, Mi corfiazén es LaCtierLa. Asi como once obras de teatro, entre les que figuran: Souvenir (1938), El mundo perdido (1945), Cuando Eva se vuelve Adan y Torbellino (1947). También publico cinco volumenes de poesia, y un ensayo: Qa DLesidentes dagrisa (1948), y une crénica de viajes: Saludos a la vida. Crénica de un viaja flededor del mundo (1960). Se tiene informacibn de la existencia de dos novelas inéditas: iQu_é crezcan los hombresl, y Uno muere una vez. 9 La palabra “pejugal”, pequefia parcela, se refiere a una superficie de tierra que se le entregaba al capataz de una hacienda por sus servicios. Sin embargo, aqui se refiere a la entrega de un pedazo de tierra a todos los campesinos en general. Esta cita es tomada de Tenemos sed (1956) de la misma autora, con lo cual se puede observar que hay unidad tematica y argumental en sus obras porque esta bien podria ser la historia del isngeniero Segrien de Mi corazon es la tierra. 58e les conoce como “paracaidistas” a las personas que se aposentan en un terreno baldio o desocupado en el que construyen sus casas con material de desperdicio, y luego Ie exigen al gobierno la titulacién de esas propiedades que reclaman como suyas. Gleba se ref ere a una extensibn de tierra, y también a los trabajadores de la misma. Norman E. Borlaug Director del Programa lntemacional de Trigo en su discurso pronunciado en ocasién de la entrega del Premio Nubel de la Paz en 1970 hablo sobre La Revolucién Verde Paz y Humanidad: En circulos intemacionales se bautizo con el nombre de Revolucién Verde al importante incremento de la produccién agricola que se dio en Mexico a partir de 1943, como consecuencia del empleo de técnicas de produccibn modemas, concretadas en la seleccién genética y la explotacién intensive permitida por el regadlo y basada en la utilizacibn masiva de fertilizantes, pesticides y herbicides para efecto de aumentar la produccibn de maiz, trigo y frijol. [En estos anos] los suelos de México se encontraban empobrecidos y el uso de fertilizantes quimicos era practicamente desconocido. La importancia de esta revolucién radico en que mostraba perspectives muy optimistas con respecto a la erradicacién del hambre y la desnutricién en los paises subdesarrollados. Los resultados en cuanto a aumento de la productividad fueron espectaculares. En Mexico, baste citar como ejemplo al trigo; su produccidn paso de un rendimiento de 750 Kg por hectarea en 1950, a 3,200 Kg en la misma superficie en 1970. Pero los aspectos negativos no tardaron en aparecer: problemas de almacenaje desconocidos y perjudiciales, excesivo costo de semillas y tecnologia complementaria, la dependencia tecnolégica, la mejor adaptacién de los cultivos tradicionales eliminados o la aparicibn de nuevas 201 plagas. Por lo que fue muy criticada desde diversos puntos de vista que van desde el ecolégico al econbmico, pasando por el cultural e incluso nutricional. Muchos ”cientificos sociales” en varios paises han interpretado esta Revolucién Verde como un ”complot de los Estados Unidos (patrocinado por la Fundacién Rockefeller) en connivencia con la oligarquia mexicana” con el objeto de que Mexico y otros paises se hicieran dependientes del capital internacional. una vez destruidas la agricultura tradicional y Ias bases nacionales de recursos genéticos en semillas. Sin embargo, la Revolucién Verde ha ganado une batalla temporal en la guerra del hombre contra el hambre y la miseria. Ha dado al hombre un breve respiro. Si se difunde e implementa plenamente, esta revolucibn puede suministrar suficiente alimento durante Ias préximas tres décadas. Empero, el temible poder de la reproduccién humane debe también disminuirse; de otra manera, el éxito de la Revolucibn Verde sera efimero afirmo Borlaug. http: //www. pa. gob. mx/publica/pa070216. htm 11Sobre esta reapericién en el escenario politico y sus declaraciones, el general Antonio Rios Zertuche declaro publicamente que: “el ex presidente, respetado por todo el mundo por su gestién gubernamental y por la expropiacién petrolera, ha bajado del pedestal de honor en que se encontraba, para ascender, como cualquier lider callejero, al ridiculo... tratando de ganar adeptos para ir a combatir a Cuba... e indicando que las conquistas de la Revolucién se defienden con Ias armas en la mano... [también Ia invitacién que hizo a un grupo de campesinas] para que forrnaran una republica independiente y se hicieran de los buenos oficios del socialismo intemacional, representado en America por Fidel Castro Ruz, para garantizar su propia seguridad” (Moguel 162). 9 Algunos de estos movimientos aplastados por la violencia fueron la toma del cuartel militar de Ciudad Madera, Chihuahua, Ia gestacién de la guerrilla guerrerense, movilizaciones en Michoacan, en Durango. Sin embargo, casi simultaneamente se sofocaba un movimiento y surgia una nueva fuerza militante. Es indispensable mencionar que estos acontecimientos cargados de violencia y exigencias se desarrollan como parte de la trama 0 son el marco historiografico de un gran numero de obras narrativas. Por ejemplo, la obra de Carlos Montemayor, Las armas del alba (Mexico, D. F .: Editorial Planeta Mexicana, 2003) relata los aocontecimientos de la toma de Ciudad Madera. EHay una gran produccion Iiteraria y critica sobre este hecho histérico. 1C1abe mencionar que Magdalena Mondragbn también contribuye a la nacidn con la creacién de la primera colonia de periodistas en Lomas de Sotelo, en la Ciudad de México, y otra igual en Tamaulipas. Y aunque estas no fueron construidas en zonas rurales o selvaticas, ella también tuvo su lapso de Mesias en estas fundaciones, aI igual que los ingenieros a quienes da vida en su obra. 12 Sin embargo, hubiera sido interesante saber si estos nombres especif cos existieron para daeslindar las motivaciones de la autora al honrar a estas f guras concretas. 3Lischetti continua: “en esta ultima perspective se puede afirmar que ciertos lideres de movimientos armados que hicieron su aparicibn an América Latina durante la segunda mitad del presente siglo fueron vistos 0 se presentaron como “Mesias” que harian realidad la “nueva 1sociedad y la nueva historia. Hacia 1900, Chapacao y el Tulillo eran haciendas al norte de El Ebano que el estadounidense Edward L. Doheny compro para instalar ahi la Mexican Petroleum Company. A principios de 1901 comenzo a perforarse el primer pozo petrolero del pais en El Ebano y, poco después, llegaron a San Luis de paso para la Huasteca Theo Gesterfield y M. Williams, gerente y apoderado de Waters Pierce para contratar manantiales de petrbleo." ...Y los veneros de petrbleo... " ttg: //omega. ilce. edu. mx: 3000/sites_/estados/Iibros/sanluis/html/sec 70. html Edna Coll afirma que el locus del amor, con frecuencia constituye el tema mas importante para el novelista, sobre todo para la mujer escritora (19). Sin embargo, en esta obra dicho tema cobra importancia unicamente en los capltulos VIII y IX, cuando la novelista necesita de otros personajes para desarrollar tedricamente el plan de colonizacibn y para demostrar Ias adversidades que vivian los ingenieros en estas tareas. En este caso el ingeniero Segrien se niega la oportunidad de amar, al pensar que no es de hombres tener a su amada en una vida tan numada, pero Ias circunstancias lo llevan a casarse con su novie Margarita en un santiamén. 202 19 Su muerte recuerda la muerte del campesino mordido por una vibora en Tierra. La revolucién agraria en México de Gregorio LOpez y Fuentes. Esto se semeja bastante al programa propuesto durante el sexenio del presidente Carlos Salinas de Gortari en la década de los noventa, Ilamado Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL), el cual fue creado con la finalidad de combatir la pobreza rural. También, con esto se pretendia acabar con el patemalismo gubernamental para trabajar en conjuncidn con los pueblos. Asi, éstos ponian la mano de obra y el gobierno el material para la construccién de obras sociales que beneficiarian a los habitantes de las comunidades. 1:Estos venian a ser los modernos duenos de “les cases de raya.” 9La indumentaria es parte importante de los marcadores de clase y procedencia. “Los sombreros de los hombres decian su procedencia. Los habia claramente de Guanajuato; otros, de Michoacan; los de ala ancha, del norte. Abundaban los laguneros. Todos eran hombres que habian llegado a Chapacao” (21). También, se imita la pronunciacién de los habitantes del sur g)uienes trocan el fonema ls/ por /j/: “gNo ve laj avijpaj?” (48). Este tipo de informecién apoya Ia insistencia de Mondragén por presentar datos fidedignos en su obra. Robert Kennedy efectivamente visito algunas zonas en Mexico. Es interesante el relato de esta visita porque despliega implicitamente Ias intenciones de expansién imperialistas en Mexico, especialmente en las nuevas colonies porque se trataba de tierras recién urbanizadas con gente dispuesta a trabajarlas. 21La Universidad Autonoma Agraria Antonio Narro fue fundada el 4 de marzo de 1923 con el principal objetivo de preparer a los jévenes en una disciplina profesional para Ias labores del campo. Antonio Narro Rodriguez y su hermana Trinidad Narro Rodriguez viuda de Maas fueron sus patrocinadores. La escuela tardo tres anos en iniciarse, debido a les dificultades propias de dicha empresa, a la cual se sumaron los trastomos provocados por la lucha armada y politice gue en ese entonces sacudia al pais. La Revolucién Verde es criticada por no producir cosechas organicas, es decir, sin agroquimicos, ni beneficiar al pequerlo productor. 23También, esto se observa en los nombres de los lugares de les colonias, los cuales se conocen mejor con su nombre original que con el que le implantaron para honrar a los hombres ilustres del México contemporaneo: La Colonia Mi Lucha ahora era Venustiano Carranza, Aguas Verdes Miguel Hidalgo, Silbituc ahora Emiliano Zapata. 2“Cabe mencionar sobre el linchamiento que habia sido, y es actualmente, una forma de castigo ejemplar inhumano y practicado colectivamente por una comunidad que lo adopta inconscientemente y de manera repentina ante la euforia de los testigos presenciales quienes también participan del acto. ”Guillermo Foladori an Al ocio del trabajo, Polémica en torno a les teorias del campesinado, (BMéxico ENAH/INAH 1981. 71). ”Si deseas Ia paz, cultiva la justicia, pero aI mismo tiempo cultiva los campos para producir mas pan; de otra manera no habra paz”. Ya que desde hace mucho tiempo se sabe que el hambre y Ias convulsiones sociales van juntas (Borlaug 1970). 203 CONCLUSION GENERAL Me decia mi prenda amada no trabajes con ese hombre nomes nos esta robendo... mejor métete a agrarista anda con el comité que te apunten en la lista qué no ves a mi compadre a tu hermano y a su yemo 'tan sembrando muy a gusto Ias tierras que les dio eI gobierno, se me revento el barzén y sigue la yunta andando. (El berzén, andnimo)1 La literatura de tema rural tuvo su auge a principios del siglo XX y se desarrollo ampliamente ante el estallido de la Revolucién Mexicana. Lo interesante de muchas de estas novelas es que despliegan el tema de la lucha agraria que tiene como origen la creacién de la Reforma Agraria en 1915, la cual esta documentada a través de los discursos socio—historicos y politico- econémicos presentes en ellas para destacar dos puntos primordiales. El primero de ellos vela por la defensa de los derechos agrarios de las clases trabajadores del campo: campesinos o indigenas, al exponer que la lucha por la tierra era una realidad viva en la posrevolucién. Estes obras reconocen que los derechos que habian alcanzado los campesinos no eran una realidad de su vida diaria..El segundo punto, muestra que estos discursos literarios revelan propuestas politicas nacionales que tenian como objetivo promover la reconstruccion y la modemided del Mexico posrevolucionario, a través de les cuales se pretendia modificar Ias relaciones sociales y las estructuras 204 econémicas en el medio rural para beneficio de los trabajadores del campo en primer término, y del pais en general. Consiguientemente, aI desarrollar estos dos puntos, estas obras abogan por el agrarismo que implica Ia lucha y reperticién de la tierra, pero también por la necesidad de implementar tecnologia en el campo para su mejor explotacion. Ademas, los cuatro autores estudiados en este trabajo, parecen exponer en sus novelas que la mejor manera de hacerlo es a través de una educecion integral -cultural, laica y agricola—. Estos escritores demuestran a través de sus narrativas, que hay esperanzas en el campo y en su gente, a pesar de la desilusién que se siente ante los resultados de las propuestas agrarias nacionales llevadas a la practice. For tanto, este tipo de literatura muestra una dura realidad para los personajes que son trabajadores del campo y las posibilidades que los proyectos agrarios y de nacidn les trajeron en su intento por mejorar su calidad de vida a partir del aumento cualitativo de la produccién de la tierra, por una parte. Por la otra, estos textos ejemplifican la lucha contrarreformista de los grupos en el poder, quienes también defienden su potestad apoyandose en la arbitrariedad de la aplicacion de les leyes, su relacién social con los campesinos, y su poder moral y econémico frente a ellos. Con la exposicién de dos posturas: la posicién de los grupos en desventaja versus la posicién de los grupos en el poder, al mismo tiempo que la reformista versus Ia contrarreformista; los autores terrninan con el caracter univoco de la lucha por la tierra al exponer Ias dos caras del problema, ya que esta lucha ha sido vivida por ambos grupos. Unos pidiéndola y los otros defendiéndola. También, con esta dualidad los autores intentan 205 entender algunas de les situaciones que interpretaban en sus obras, como la de que gran parte de la poblacién campesine continuaba apoyando a sus opresores y aceptando injusticias sociales una vez que habia ganado ciertos derechos agrarios. También, es importante destacar que estas novelas presentan un gran interés por los acontecimientos histéricos, puesto que quieren comunicar que la lucha por la tierra ha sido una parte significativa de la historia de México. Cada autor vuelve a recrear la historia de la problematica agraria y sus antecedentes para recorder la vigencia de este conflicto que no acaba de resolverse. Los motivos que retoman estas novelas trascienden de lo puramente histérico, ya que a través de ellos se esboza la reforma agraria, las formas de vida campesina, Ias relaciones entre el Estado, la educacion, la religién en el ambito rural y Ias “armas de los débiles.” Por tanto, estas obras contribuyen a entender Ias politicas del Estado, Ias tensiones socio-econémicas y politicas prerrevolucionarias, revolucionarias y posrevolucionarias, y conflictos mas contemporaneos como los movimientos zapatistas y barzonistas que estén estrechamente ligados a la propiedad de la tierra. Ademas, la revisién de estos movimientos sociales en la literatura refuerza la idea de que éstos hen sido parte de la forjacién de la identidad nacional mexicana porque de ellos han surgido fuentes creativas y culturales, como es el clero caso de la produccion Iiteraria y artistica de la Revolucion Mexicana. Los cuatro autores de este trabajo proyectan diferentes perspectives del agrarismo paralelas al desarrollo de la historia mexicana. Lupez y Fuentes con 206 Tierra. l_.a revolgcién aflna en Mexico consolida el agrarismo al presentar los acontecimientos que desencadenaron la Revolucién de 1910, los hechos violentos, sus politicas y su desarrollo, durante eI periodo de diez afios haciendo gran énfasis en el sistema de vida de la hacienda. Robles Castillo con Mari_a Chuy 0 el Evagqflo de Qzaro Cardenas destaca una problematica agraria que se habia mezclado con el fanatismo religioso, Ia cual, en la historia se intento frenar con la imposicion de la educacién socialista y la reforrne de la tierra con la Ilegada de Lazaro Cardenas al poder. Por su parte, Blanco Moheno con Cuando Cérdenas nos dio la tierra acentua Ia lucha reformista de la tierra y sus protagonistas, al mismo tiempo que insiste en las complejidades y consecuencias de las alianzas contrarreformistas en este mismo periodo presidencial. Finalmente, Mondragén con Mi cora_zon es la tierra avanza para mostrar que la lucha por la tierra seguia vigente al presentar la reforma de la tierra en relacién con otras politicas alternatives y de apoyo como la colonizacion y la revolucién verde. Si bien todas estas obras promueven una idea de la modemided de la nacidn, demuestran avances en materia agraria y el derrocamiento de algunas formes de la vida rural, como la hacienda y su tienda de raya, el fin del latifundio con la pueste en marcha del ejido; concluyen que la redistribucién de la tierra se habia dado de manera muy parcial y que el Mexico modemo continuaba progresando a expensas del bienestar del Mexico rural. Los proyectos de modemizacién del campo, Ias explotaciones de los recursos naturales, el turismo y la industrializacidn del campo seguian acorralando y despojando a los 207 campesinos de sus tierras. La modemided parecia amenazar los modos de vida costumbristas y asi se destaca en estas novelas. También, con sus obras los autores pretenden denunciar la condicién de los trabajadores del campo que no habia cambiado mucho después de su participacion en la revuelta de 1910. Los campesinos mexicanos continuaban sin tierras y sujetos a las mismas condiciones sociales de explotacién que vivieron desde tiempos del porfiriato, aquietados ahora por los discursos demagégicos de los nuevos lideres posrevolucionarios, quienes seguian prometiendo mejorias como base de su proselitismo. Asi, con estas novelas se extendia el mensaje a las clases altas y los grupos en el poder para que tomaran accidn inmediata en la resolucién de los problemas rurales. No solo se trataba de entregar la tierra o reubicar a los trabajadores del campo, también habia que proveer medios economicos y educacién para su mejor explotacién, y sobre todo aplicar Ias Iegislaciones y derechos alcanzados. Con sus novelas estos autores crean una tradicién agraria pueste al servicio de los intereses y las esperanzas del pueblo, y al mismo tiempo intentan funcionar como vehiculo de agitacibn al exhortar a los campesinos a mantener viva su lucha agraria. También, alimentan Ias pretensiones de la construccién de la patria y expresan un nacionalismo al confiar en la cimentacién de una nacidn emergente y en las propuestas de sus dirigentes. Entonces, cada autor al situar su novela en determinada época pronuncia su credibilidad en las politicas agrarias del momento que describen, oomo sucede con la recuperacién del héroe agrarista por excelencia, Emiliano Zapata, o la admiracién a los 208 presidentes Lazaro Cérdenas y Adolfo Ruiz Cortines, por un lado. La unica obra que no establece esta idea es la de Lupez y Fuentes porque en ella descubre Ia inviabilidad del gobierno de Francisco I. Madero en lo concerniente a la lucha por la tierra que alentaba Emiliano Zapata y por tanto, en su novela se rechaza al nuevo gobierno revolucionario, el maderista, por lo que recupera la figure de Zapata porque apoya su lucha en pro del trabajador del campo. Por otro lado, es significativo el periodo en que son publicadas estas novelas porque tienen como agenda demostrar que la lucha por la tierra sigue vigente. La novela de Lopez y Fuentes fue publicada en 1932 cuando se dio un gran apoyo a la agricultura en el norte del pais, pero el sur estaba siendo abandonado a su suerte. El caso de Robles Castillo es unico porque presenta su obra en 1939 al final del gobierno cardenista cuando Ias politicas radicales de este presidente habian entrado en una fase moderada y comenzaban a verse sus resultados, mismos que este autor estaba atestiguando. Con la obra de Blanco Moheno se recupera la imagen de Cérdenas y se promueve el agrarismo a mediados del siglo XX cuando el lema del Mexico moderno opacaba los problemas que se vivian en el campo y cuando Lazaro Cardenas estaba intentando regresar a la escena politice. Finalmente, Mondragén publico su obra en 1967, dos afios después de proclamado el “Ano de la Reforma Agraria.” En este periodo el gobierno de Diaz Ordaz estaba promoviendo el agrarismo, aunque marcado por la represién y la violencia, por lo que Mondragén revise el programa de colonizacién ruizcortinista que buscaba pacificar al pais con la reubicacién y la efectiva reparticién de la tierra. 209 Ademas, estas novelas miran al futuro y obedecen a la cruzada vasconcelista de educacién que buscaba recrear y descubrir una cultura nueve y apartarse de la establecida durante el siglo XIX al acabar con el porfirismo. Por tanto, son novelas que defienden el derecho del campesino a la tenencia de la tierra y a la educacién, por eso se convierten en un prolongado lamento por la tierra perdida, y un perpetuo pesimismo al observar que la situacién socio- econbmica del campesino no he mejorado del todo, y que la pueste en marcha de proyectos educativos y agricolas en los medios rurales no ha sido tarea facil. En este punto cabe recorder que gracias a la Revolucién Mexicana, se legitimo Ia reparticién de les tierras como derecho del mexicano a través del Articulo 27 de la Constitucién de 1917 y la Reforma Agraria de 1915. Entonces, se procedio a fraccionar grandes latifundios, se restituyo a las comunidades rurales con pequefias extensiones de tierra y se aniquilo eI sistema de la hacienda. La Reforma Agraria pretendia aliviar la pobreza, aumentar la equidad, incrementar la produccién y fomentar Ias inversiones en el campo. Sin embargo, el fracaso de esta reforma expresado en estas novelas se debe en parte, a que no se hen llegado a hacer cumplir Ia redistribucién o dotacién de la tierra como lo disponian estas Iegislaciones, ya que si asi se hubiera hecho los mas perjudicados hubieran sido los representantes de la clase hegemdnica que controlan el poder y el dinero de la sociedad mexicana. También, cabe agregar que en el territorio mexicano no todas las tierras son propicias para la agricultura, y como muchos estudiosos afirman, ya no hay tierra y territorio que 210 repartir. Ademas, el crecimiento poblacional en el medio rural y urbano que sigue creciendo, Io cual agranda mas esta problematica. Durante los afios ochenta, se abandono totalmente el discurso agrario oficial del escenario politico, y no fue sino hasta la década siguiente que volvio a aparecer durante el mandato de Carlos Salinas de Gortari con las reformas al Articulo 27 constitucional en 1992. Este articulo ya habia sido reformedo, adicionado o derogado quince veces en algunos de sus parrafos desde 1917. Esta nueve reforma, conocida como la “eutanasia de la Reforma Agraria”, implico la suspensién del reparto de tierras como derecho constitucional; privatizo y suprimio el ejido creado en 1934. No obstante, a pesar de estas transforrnaciones no hay desarrollo en el campo, el subempleo y la pobreza han alcanzado niveles vergonzosos. Esta crisis del campo y su pretendida modemizacion agricola en estos tiempos de globalizacién y expansién de mercados, han colaborado a la destruccién de la economia campesina, usurpando derechos de pueblos y comunidades rurales, y lanzando a sus habitantes al hambre, a la pobreza, el peonaje, a la emigracién a las grandes ciudades 0 al extranjero y a la muerte. Es importante comentar que en el aspecto cultural estas situaciones sociales han motivado el surgimiento de otras tematices Iiterarias y formas culturales que encuentran cabida en la literatura fronteriza, chicana y la de los paracaidistas o campesinos en las ciudades que estén estrechamente relacionadas con el discurso agrarista de estas novelas. También, es significativo mencionar que en Ias ultimas décadas del siglo XX las nuevas 211 tendencias literan'as de tema rural y derechos de los trabajadores del campo tienen gran resonancia con las cuestiones ecolégicas. La ecologia se ha aunado al problema de la propiedad de la tierra, ya que debido al progreso industrial, a la urbanizacién y al, no menos mencionado, “calentamiento de la tierra”; se esta creando e imponiendo un nuevo estado de conciencia en la humanidad que se caracterize por el altruismo, la solidaridad, Ia cooperacién, la responsabilidad de todos los ciudadanos hacia Ia Madre tierra y hacia Ia necesidad de su conservacién. Una de estas obras es la de México sediento (1998) de Francisco Martin Moreno, que trata sobre la sequia que acecha a la Ciudad de México, y que enfatiza el regreso del individuo de la ciudad a sus origenes ancestrales, es el movimiento que lleva al hombre de la ciudad aI campo para su salvacion. El problema agrario ha sido estudiado desde diferentes areas de especializecién. Sin embargo, la exposicion de este problema en la literatura ha sido opacada por otras tematicas socio-culturales que dan cuenta de su presencia, pero no lo ponen como tematica unica. Por tanto, uno de los principales objetivos de este trabajo ha sido rescatar el discurso agrario como tematica Iiteraria que sigue estando presente y actual en Ias Ietras mexicanas, hasta incluso hoy en die, ya que la cuestion de la lucha por la tierra y por el establecimiento de la Reforma Agraria continua siendo tema de debate en la sociedad y la politice. Todavia falta mucho para que se resuelva. Muchos grupos subaltemos hen ido surgiendo del anonimato para exigir sus derechos sobre la tierra, y cada vez mas, sus apariciones son mas radicales. Paul Friedrich efinna que “desde los afios ochenta mencionaban que ‘Ios coeficientes de tierra per 212 capita’ se acercaban a los peligrosos niveles que procedieron a la Revolucion Mexicana” (12). Este dato indica que el agrarismo continua presente en la vida del pais azteca y en sus expresiones culturales, y mas aun, ante la vispera del centenario de tan importante movimiento que marco la vida del pais en todos sus ambitos, Ia Revolucién Mexicana de 1910. Por ultimo, es necesario agregar que estas novelas documentan que para los trabajadores de la tierra Ia propiedad legal de los terrenos, representa la tierra prometida y la esperanza de que esto traera un orden social justo e igualitario a sus vidas, y asi es como lo presentan estos autores. En estos relatos, la posesién de la tierra representa poder, libertad y la esperanza de una vida mejor. La propiedad brinda una identidad nacional, por lo que la Reforma Agraria no es sélo un tema de los sin tierra, sino que es una lucha de toda la sociedad que aun no he culminado. Concluye asi este proyecto de destacar, enfetizer y exhortar al estudio de los discursos agrarios en la literatura mexicana con el lema del grupo nicaragI'Jense de Accién sobre la tierra que reza: “No hay paz con hambre y no habra paz sin tierra” (11 agosto 2004). La reforma de la tierra y sus expresiones socio-culturales y politico- histéricas estén en vigor en la vida mexicana en las Iegislaciones, Ias plataformas politicas, Ias noticias, en la literatura, la pintura y el cine, en la lucha por la tierra, entre otros tipos de manifestaciones mas; por lo anterior, y después del analisis de estas novelas, me atrevo e asegurar que en el Mexico del nuevo milenio queda mucho por hacer en materia agraria para alcanzar un mejor nivel de vida de les personas del campo y con esto, el de la nacion. AI igual que 213 continuar el rescate y estudio de novelas y otras formas culturales: cuentos, corridos musicales, folletos, murales, retablos, entre otros; que tratan Ias problematicas agrarias prerrevolucionarias, revolucionarias, Ias de la posrevolucién y las del nuevo milenio. Su revision es de suma importancia ya que esta problematica ha funcionado como catalizador de grandes movimientos socio-econémicos e histén'co-culturales. Ademas, el estudio de la cuestién agraria y sus discursos en la novela puede ampliar sus horizontes al analisis de la literatura de otros paises latinoamericanos que han experimentado situaciones bastante similares en su desarrollo como naciones soberanas e independientes y que se reflejan en su literatura. 214 Notas 1 Cancién andnima de los tiempos de la Revolucibn Mexicana. En algunas partes de Mexico le Ilaman barzén al cuero que esta amarrado al palo con el que el campesino dirige la yunta de animales, para abrir surco y sembrar. El titulo de la cancién fue adoptado como el nombre del grupo El Barzon A. C. Unidn Nacional de Productores Agropecuarios, Comerciantes, Industriales y Prestadores de Servicios. Asociacién que propega el lema de “Debo no niego, pago lo justo”. http:/lwww.elbarzon.org/ 215 BIBLIOGRAFIA Obras citadas. Abreu Gémez, Emilio. “Prélogo.” Tierra. La revolucién agraria en Mexico. Mexico: Editorial Mexico (1933): 5-8. Aguilar Camin, Hector; y Lorenzo Meyer. A la sombra de la Revolucién Mexicana. Mexico: Cal y Arena, 1994. Aiton, Arthur Scott. Antonio de Mendoza. First Viceroy of New Spain. Durham: Duke University Press, 1927. Alanis Enciso, Fernando Saul. E_lgobiemo digeneral Lazaro Cérdenas 1934- 1940. Una vision revisionista. Mexico: Cuademos del Centro, El Colegio de San Luis, 2000. Alonso Velez, Carlos Javier. The Novela de la Tierra: TheQiscogrse of ma ALtocmhonous. Diss. 1984. Anda, Gustavo de. El verdedero Cérdenas. Mexico: lmpresiones Vega, 1988. Anda, Joseph de. 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