L I BR A '7' Y “mummy, gin; u u 132 M1." -‘ cc URI t: This is to certify that the thesis entitled L0 ERO‘I‘ICO EN LA NARRATIVA DE AGUILERA-MALTA presented by Angela Maria Valle has been accepted towards fulfillment of the requirements for Ph.D. degree in §P§n13h Major pr ssor Date AUEUSt 7, 1978 0-7639 OVERDUE FINES: 25¢ per day per item .1 u ; (.fi‘a. r W: ,=_ ‘ Place in book return to move "$95!” 4 charge from c1 rculatton records mmwQ- ——“ arm wwwht «.4. Ar“—Q- ._ '... 0 79-"7.517 1"! 1 f- 11"” r' .F_ -.f. n ' Jr“ u'nt . _-~ ll . 5.4. .,;\.\ t f‘ '1'”-.- A 7“! ," 'll‘r.~\ 3“" ",. .r L. F..IC .-.. L‘. .1. z i , 2's. ."'..' l LE f '..".- ‘. ” LT." . n u guru (‘Tf“' '!" H 'N '." “H h. n It Cit] . 0 ~‘:.". [- ‘,_.ee! - r- S?! 'v.’ . li.|_;. . 107‘, Uni ' MIC . Ilms 300 N ZE EB ROAD, ANN ARBOR, MI 481% © Copyright by ANGELA MARIA VALLE 1978 LO EROTICO EN LA NARRATIVA DE AGUILERA—MALTA por Angela Maria Valle A DISSERTATION Submitted to Michigan State University in partial fulfillment of the requirements for the degree of DOCTOR OF PHILOSOPHY Department of Romance Languages 1978 7—. 3“ J «M? ABSTRACT LO EROTICO EN LA NARRATIVA DE AGUILERA—MALTA por Angela Maria Valle E1 escritor ecuatoriano, Demetrio Aguilera—Malta, es reconocido ante todo como integrante de ese grupo de escritores que durante los afios treinta buscaban reformas politicas y sociales en la América Latina. Indudablemente, ese aspecto de compromiso literario es funda- mental en su obra. Sin embargo, en este estudio se analiza uno de los elementos mas originales de su narrativa: lo er6tico. Aguilera—Malta concibe de lo er6tico como una fuerza esencial de la Vida. Mas especificamente, el autor 1e confiere una dimensién ética que permite que el erotismo como la religion, redima al hombre. En la introducci6n de este estudio se examina e1 concepto del ero- tismo y se termina sefialando que Aguilera-Malta se vale del erotismo como elemento vital, ético y estético con el proposito de abarcar 1a realidad integral del hombre. En el primer capitulo se considera los cuentos de Lg§_gue_§g gag (1930), donde se encuentra 1a germinacion del erotismo en Aguilera- Malta. A base de estos cuentos, que revelan e1 ambiente primitivo y las costumbres de los cholos de la costa ecuatoriana, se analiza ademés e1 principio ético en la forma que lo presenta Aguilera-Malta, como aspecto fundamental del hombre en sus actuaciones sociales, y se esta- blecen, con respecto a la realidad objetiva, dos aspectos importantes del erotismo-—el positivo y el negativo. En cuanto a la subjetiva, se manifiesta la participaci6n animista de la naturaleza en los sentimien- tos er6ticos. Angela Maria Valle En el segundo capitulo se nota que en Dgn_§gyg (1933) y L§_i§1§ virgen (1942) se proyecta e1 erotismo primitivo de los cuentos, pero con la participacion de otros elementos. En EEEHEEXE se ve e1 ero— tismo como elemento de procreaci6n y como fusion totémica. Mientras que en La isla virgen rigen 1a atraccién erotica de la isla para el blanco, y la necesidad del amor como medio de conducta en el hombre. En el tercer capItulo se indica 1a sublimacifin del amor er6tico en En_nuevo mar para el_rey (1965), y en La_caba11eresa del sol (1964). Estas obras presentan 1a conquista espafiola y la independencia de los pueblos americanos como procesos hist6ricos desde el punto de vista objetivo. Aguilera-Malta emplea lo er6tico en la primera novela para enfatizar y hacer mas Intimo e1 impacto racial y cultural de Espafia en América. En la segunda, lo er6tico humaniza al protagonista y hace traslucir e1 furor de la libertad en Bolivar y en los que compartIan sus ideales. En el cuarto capitulo, con Siete lunas y_siete serpientes (1970), se realiza la integracion del erotismo. El conflicto del bien y del mal 1e sirve a1 autor para desarrollar un proceso er6tico mas complejo. Por medio de lo er6tico, se integran e1 mito y la magia, la realidad y la fantasia, e1 presente y el pasado. la vida y la muerte. En el quinto capitulo, que trata §1_secuestro del general (1973), se estudia la desintegracion del erotismo. Esta desintegraci6n es un medio de expresién por el cual Aguilera—Malta revela 1a decadencia y la eXplotaci6n de un pueblo bajo 1a dictadura. Este acontecimiento politico, 1a falta de escrfipulos de sus dirigentes, 1a ignorancia y la explotaci6n del pueblo describen una realidad objetiva. E1 autor se vale de la falta de erotismo 0 de su elaboracion para sugerirnos lo Angela Maria Valle absurdo de esta realidad. Finalmente se considera Jaguar (1977), 1a filtima novela de Agui- lera Malta, donde se llega a la culminacién del erotismo en Aguilera— Malta. Ademés de utilizar los elementos er6ticos ya citados, tanto 1a realidad objetiva como la creada se ajustan a la actitud quuica del protagonista. El autor usa e1 erotismo para expresarnos la relaci6n Intima que existe entre lo vital y estético. Hace hincapié en que la salvacion del hombre puede obtenerse por medios vitales y estéticos, para la cual es necesario e1 erotismo como equilibrio fisico y emo— cional, ya que las dos realidades se complementan. Se concluye que 1) e1 erotismo en Aguilera-Malta se basa en prin- cipios éticos, 2) es un elemento estético mediante el cual logra e1 autor 1a integraci6n de los diversos niveles de la realidad, y 3) le sirve para obtener 1a fusién artistica y vital como expresién integral del ser humano. El erotismo usado como elemento artistico constituye una gran contribucién de la obra de Aguilera-Malta. Y sin lugar a dudas lo califica como el mayor cultivador del erotismo estético de la litera— tura hispanoamericana. A mi madre Genoveva AGRADECIMIENTO Deseo expresar mi gratitud al profesor Donald A. Yates por su acertada direcci6n y estimulo en la realizaci6n de este trabajo. También agradezco la generosa c00perac16n del Sefior Demetrio Aguilera- Malta quien me brind6 su tiempo y me dio acceso a materiales biblio- gréficos. Del mismo modo quedo agradecia por sus valiosas sugerencias a los miembros del comité Dr. Kenneth Scholberg, Dr. George Mansour y Dr. David Bailey, y al Dr. Reloy Garcia. INDICE GENERAL I O INTRODUCCION O O O O O O O O O O O I O O O O O O O O O O O O 1 II. LOS CUENTOS Y LA GERMINACION DEL EROTISMO. . . . . . . . . . 8 III. PROYECCION DEL EROTISMO PRIMITIVO: DON GOYO Y.LA ISLA VIRGEN O O O C O O O O O I C O O O C O C O O O O O C C O O O 30 IV. SUBLIMACION DEL AMOR EROTICO: gig NUEVO MAR PARA g}: REY Y_LACABALLERESADELSOL.................. 62 V. INTEGRACION DEL EROTISMO: SIETE LUNAS‘X_SIETE SERPIENTES. . 87 VI. DESINTEGRACION DEL EROTISMO: EL_SECUESTRO DEL GENERAL . . . 122 VII. CULMINACION DEL EROTISMO: JAGUAR. . . . . . . . . . . . . . 142 VIII. CONCLUSION . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169 IX. BIBLIOGRAFIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 172 INTRODUCCION La narrativa hispanoamericana en las filtimas tres décadas viene gozando de gran interés en el mundo de la critica, debido a su preocu- pacion por los problemas del hombre y por su acentuado carécter de experimentacion estética. Entre 1a pléyade de narradores de este periodo merece especial consideracién e1 ecuatoriano Demetrio Aguilera-Malta, quien ya en los afios treinta lucha por reformas politicas y sociales.l Pero su obra ahonda mas allé de los problemas del ser humano. Este escritor es un asiduo experimentador del arte. La obra de Aguilera-Malta puede valorarse como la mas importante y versétil de la época contemporanea de su pafs. Tiene a su haber poesia, ensayo, documentos cinematogréficos y goza de gran reputacién en el teatro. Pero donde mejor se ha expresado es, sin lugar a duda, en la narrativa. En sus novelas ha logrado desentrafiar 1a realidad y captar la vida del ambiente y de sus personajes con el propésito de entregarnos 1a vision mas completa de la realidad. La frase corta, la ountuacién arbitraria, el uso de metéforas, simbolos v alegorias transforman sus obras en expresiones de hondo sentido humano. E1 mito, 1a magia, 1a leyenda y el lenguaje consiguen en su narrativa 1a mas alta eXpresién literaria. Pero e1 elemento mas original y el que separa su obra de la de sus contemporaneos es su cultivo del erotismo. Para acercarnos a1 concepto complejo y dificil de definir que es 1 2 e1 erotismo, conviene que examinemos ciertos comentarios al respecto, ya adelantados por la critica. Indicaremos después lo que el erotismo representa para Aguilera-Malta y terminaremos sefialando 1a importancia que tiene dentro de su obra. A pesar de la evidencia de las expresiones er6ticas que se des- prenden de todas las épocas y civilizaciones e1 erotismo sigue siendo un tema prohibido en la vida actual. Existe una tendencia a ignorar o tachar de pornografico a1 erotismo debido a su implicacion sexual. Si consideramos lo sexual como elemento vital en lo er6tico, veremos que su importancia es amplia y de gran complejidad. Lo Duca, director de la Biblioteca Internacional de Erotologia, hace hincapié en que "el instinto sexual da a1 hombre la mas precisa expresion de si mismo y lo une solidamente a los fen6menos cosmicos, cuasi misticos de la vida."2 De lo er6tico, dice Georges Bataille, "se puede considerar en él un aspecto de la vida interior o, si se quiere, de la vida religiosa del hombre."3 Tanto ésta como el erotismo requieren una experiencia per- sonal e individual. Esencialmente lo er6tico es para Aguilera-Malta el amor concebido como fuerza de la naturaleza, que contribuye a la creaci6n de la vida misma. Dice que es de donde emanan todas las vibraciones estéticas y humanas basadas en un principio profundamente ético. Antes de seguir adelante necesitamos aclarar que lo er6tico se diferencia en aspectos fundamentales de lo pornografico. Esto es si entendemos que la pornografia es la explotacion del impulso sexual como instrumento comercial 0 de diversi6n, separado de cualquier principio ético. Una obra o cosa es pornogréfica en cuanto esta alejada de 10 personal, social 0 religioso, y se acerca mas a una funci6n mecénica que a un acto humano o humanizado. Mientras tanto e1 erotismo es el impulso sensorial y no 3610 sexual del hombre que abarca todo el ser fisico, emocional y espiritual. Si partimos desde el punto de vista de que el arte, o la creacién en este caso, es un elemento integral de la realidad del hombre, encon- tramos que el erotismo también juega un papel importante y vital como campo de accion para el escenario natural y humano. Lo Duca sugiere que "el erotismo, en el extremo limite de su sublimacién, engendra un estado general de tension, una suerte de vibracion interior propicia a las creaciones del espiritu; esa noci6n interesa a todo el dominio del arte."S Este mismo critico afirma: Ni los espiritus distinguidos logran separar el erotismo de la pornografia; no han observado que el erotismo reina cuando puede ser sugesti6n o alusiGn, y llegar incluso hasta la obsesi6n; cuando e1 sexo se descubre como obsceno—— y no simbolico, es decir decorativo --, entramos en el mundo cerrado y triste— mente limitado de la pornografia.6 Cassell's Encyclopedia of World Literature es mas especifica a1 referirse a1 erotismo como una técnica artistica: The criterion is whether the work affords aesthetic satisfaction as a whole, not merely sensual stimu— lation. Full aesthetic pleasure involves elements of physical as well as intellectual, spiritual and emotional reaction, and it may be through heighten- ing the physical reaction that a piece of writing is raised to the category of a work of art just as it may be through the heightening of the spiritual or intellectual reaction that it is so raised.7 For 10 tanto podremos decir que el erotismo, que puede concebirse como un eje del ser humano, puede ser también un campo de accién artis— tico para el hombre. E1 erotismo se manifiesta en la obra de Aguilera-Malta como ele— mento vital y estético. Como elemento vital, e1 erotismo surge como un z. proceso de madurez sujeto a grados de intensidad, en lo concerniente a1 individuo y a su capacidad de desarrollo er6tico. Este proceso de madurez constituye en el hombre una gran responsabilidad moral. De este estado de madurez dependen sus acciones. For 10 tanto e1 erotismo puede servir como medio de equilibrio entre e1 aspecto fisico y emo— cional del hombre. Dentro del erotismo, en lo vital, se puede concebir aspectos posi- tivos y negativos. En lo positivo abarca a1 ser humano en toda su integridad. Es la fuerza regeneradora del hombre y de la sociedad. Mientras que lo negativo existe cuando e1 erotismo no alcanza una com- pleta integracién en el ser humano. Es aqui donde cabe 1a aberracién. Esto se manifiesta a veces por medio de la impotencia que, siendo causa de una despreocupacién o miedo de enfrentarse a lo er6tico y no por enfermedad o edad avanzada, es un aspecto negativo en el hombre. For 10 tanto diremos que en lo vital. e1 erotismo en este escritor se puede concebir como un principio moral y religioso del ser humano. En Aguilera-Malta e1 erotismo es también un elemento estético muy importante. Este autor escribe dentro de una antigua y rica tradicion er6tica.8 Su erotismo comprende la realidad integral del hombre, ya sea ésta 1a captada por los sentidos, la creada por el hombre, o la que esta recreada magicamente por medio de mitos, leyendas y religiones de las civilizaciones antiguas y modernas. Por lo tanto e1 erotismo como instrumento estético es el elemento mas importante de su obra. Esta representado en las siguientes palabras del autor: Es una t6nica en mi obra y uno de los logros que trato de obtener... Fuerza creadora y mitica, ancestral y actual a1 propio tiempo. plantea o exhibe e1 origen de la existencia en todas sus facetas. Porque puede generar no 3610 valores 5 biolégicos sino también estéticos y misticos. En fin, para decirlo de una vez, tiene mfiltiples resor- tes para manifestarse y para estimular la creacion; por eso resulta tan importante para los artistas, captadores del mundo del que crean o recrean.9 En este trabajo nos proponemos analizar la importancia del erotismo como elemento vital, ético y estético en la narrativa de Aguilera—Malta. Para este estudio hemos seleccionado las ocho obras mas representativas en lo que se refiere a este tema. En el primer capitulo consideraremos los cuentos de L2§.92£.§2.X§E2 porque en ellos se encuentran las semillas del erotismo en la obra de Aguilera-Malta. Aqui e1 autor nos manifiesta temas, simbolos y elemen- tos er6ticos que se utilizaran en el desarrollo del tema. Los cuentos nos exponen e1 principio ético como aspecto fundamental del hombre en sus actuaciones sociales, y también nos sefialan multiples aspectos del erotismo. En el segundo capitulo trataremos del erotismo como elemento de procreacion y como fusion totémica en Don Goyo. Refiriéndonos 3.2% isla virgen, discutiremos e1 significado de la atraccién er6tica de una isla primitiva para el blanco, y comentaremos la sugerencia del autor de que el amor es necesario como medio de conducta en el hombre. Estas dos novelas establecen dos elementos importantes en la expresi6n er6tica: e1 vital y ético. En el tercer capitulo indicaremos la sublimacién del amor er6tico en dos novelas historicas, Un nuevo mar para el rey y La caballeresa del sol. En estas novelas sefialaremos que Aguilera-Malta usa e1 ero- tismo para hacer mas intimo e1 impacto racial y cultural de Espafia en América y para humanizar al protagonista y demostrar e1 furor de la libertad. 6 En el cuarto capitulo, con Siete lunas y_siete serpientes vemos como el autor logra integrar por medio del erotismo los diversos nive- les de la realidad: e1 mito y la magia, 1a realidad y la fantasia, e1 presente y el pasado, la vida y la muerte. En el quinto capitulo, que trata E1 secuestro del general, veremos c6mo Aguilera-Malta usa 1a desintegracién del erotismo para revelarnos la decadencia y la explotacién de un pueblo bajo una dictadura. Finalmente en el sexto capitulo demostraremos que el erotismo en Aguilera-Malta llega a su culminacién en Jaguar. Aqui e1 erotismo es el medio de indicar 1a relacién intima entre lo vital y lo estético. La obra nos sugiere que la salvacién del hombre puede conseguirse por medios vitales y estéticos para 10 cual es imprescindible e1 erotismo para el equilibrio fisico y emocional. NOTAS 1 Como miembro de la célebre Generaci6n del Treinta, Aguilera—Malta colabora con Joaquin Gallegos Lara, Enrique Gil Gilbert en la publica— cién de un libro de cuentos titulado L9§_gge_§2.y§n. La publicacién de este libro conmueve a la sociedad tradicional ecuatoriana por su crudo realismo y por la forma en que se pone énfasis en el sexo y en la violencia. A la vez presenta una nueva vision de la realidad cuyo proposito es dar a conocer las injusticias sociales del pais. 2 Lo Duca, Historia del erotismo, traduccién de Juan José Sebreli. (Buenos Aires, 1970), p. 10. 3 Georges Bataille, El erotismo (Barcelona: Editorial Mateu, 1971), p. 39. 4 Entrevista con Aguilera—Malta. Esta entrevista se realizé en la ciudad de Méjico, el siete de enero de 1977, donde tuve la oportunidad de discutir con el autor su concepto del erotismo y su significacién en su narrativa. 5 Lo duca, p. 11. 6 Ibid., p. 8. 7 Cassell's Encyclopedia gf_Wor1d Literature (New York, 1973), p. 214. 8 Ver Lo Duca, Historia del erotismo. 9 Entrevista. CAPITULO I LOS CUENTOS Y LA GERMINACION DEL EROTISMO Los cuentos de Aguilera-Malta que aparecen en Lg§_qgg'§g.yag_ (1930)l tienen gran importancia en el desarrollo de su narrativa. En estos cuentos se perfila desde ya la gran originalidad de este escritor. Se revelan caracteristicas y cualidades que mas tarde formaran parte de una rica y compleja obra literaria. Sin embargo, e1 elemento que uni- fica y domina el escenario de los cuentos es el er6tico. El critico italiano Giuseppe Bellini afirma: [...] 1a nota di accentuato erotismo, sono gia vivi nei racconti de Lg§_gue_§e_y§g, In essi la fauna umana dell'Ecuador é presente come emanazione di un mondo germinativo e urente, che si manifesta in forme incontrolate e incontrollabili nel possesso delle cose e degli esseri. Per tal modo il«man- gleroi7 che, ne El cholo que se fue pa Guyaquil, si reca alla citta, di cui ha sentito tanto pare lare, esprime il desiderio di conoscerla in forme di possesso sessuale, non altrimenti da quel che avviene nella realta tra il Nemesio Melgar e la Nerea de El cholo del cuerito e venao. Una nota erotica pervade tutte 1e cose e la natura sembra partecipare anch'essa delle azioni degli uomini, intervenire quasi nei loro accoppiamenti, o comun— que fare da sfondo non insensibile.2 Los cuentos tratan del cholo ecuatoriano que vive a lo largo de la costa del Pacifico entre los manglares. El verdadero origen de estos seres primitives se desconoce. Segfin e1 escritor ecuatoriano José de la Cuadra, probablemente pertenecen a grupos de aborigenes anteriores a la invasién de los Incas, o tal vez sean restos de alguna inmigracién asiética venida del mar amarillo. "Sus rasgos faciales-- 8 9 ojos oblicuos, p6mulos salientes: —-su color, su corta estatura, 1e prestan semejanza con los chinos de las riberas mencionadas."3 E1 ambiente primitivo, 1a naturaleza exuberante y el cholo como prota- gonista estén presentes en la gran mayoria de las narraciones de Aguilera-Malta. En estos primeros cuentos se presenta un primitivismo que obedece a la ley del instinto y la intuicién con todas sus creencias y supers— ticiones. Aqui convive el hombre, la naturaleza, las plantas y los animales en un mundo caracterizado por la inocencia y las leyes natu- rales. Ajustandose a una realidad pura y descarnada, y copiando fotogré- ficamente e1 lenguaje de la region, Aguilera-Malta nos presenta 1a actua- cién del hombre frente a una sociedad primitiva en relacifin intima con la naturaleza, donde el alimento y la c6pula son los elementos mas importan- tes de su vida. La mujer de estas islas es una chola recia y sensual, con muslos hechos de "pechiche".4 Es tipica de la regién. El hombre es fisicamente fuerte, pescador y manglero de profesion. Aguilera-Malta toma a1 hombre en un sentido especifico -- e1 del "macho". Afirma e1 autor: "Este tipo de macho que yo presento en mi obra es evidentemente una expresion de las mas altas de lo er6tico, entendiendo a1 'macho' como una representaci6n cabal del hombre".5 Mientras tanto, la mujer para Aguilera-Malta es la duefia de una gran fuente erotica. Dice que aunque de actitud aparentemente pasiva, es la mujer la que inculca en el hombre una ternura, una compasién, un ideal -— que lo diferencia de los animales -- por medio de una atrac— c16n sexual que para ella representa "una solucion econ6mica, social y humana".6 10 E1 hombre es por naturaleza un individuo condicionado para la aventura, tanto social como emocional, debido a1 ambiente y a su proxi- midad a la naturaleza. En 10 social su misidn es la bfisqueda del pan cotidiano, en cuya travesia es la canoa, a1 garete del agua y la co- rriente, 1a brfijula de su vida. En lo emocional es la mujer e1 vehi— culo que 1e sirve al hombre para enfrentarse a uno de los aspectos mas importantes: e1 er6tico. En un lenguaje coloquial, pero artistico. lleno de un profundo erotismo, nos describe Aguilera-Malta el desper- tar del hombre a los "secretos de la carne": "Fruta en sazén a1 fin, e1 latigazo de esa carne. El temblor de la caricia ignota." (215) A1 analizar los cuentos de Aguilera-Malta, no seguiremos e1 orden en que aparecen en L2§_qgg_§g_yan, ni tampoco su orden cronolégico de publicacion. Agruparemos estos ocho cuentos de acuerdo a sus temas y a su complejidad er6tica. E1 amor en los cuentos se manifiesta en dos niveles: 1a sublima— ci6n del amor y el amor como un proceso de madurez en el hombre. "E1 cholo que se fue pa Guayaquil," (1930) trata del cholo que se enamora de la ciudad vecina a las islas. E1 acto de posesion er6tico de la ciudad no emana de lo fisico. Es un suefio, una ilusi6n, una obsesi6n que poco a poco va enloqueciendo a Tomas Leit6n. Es un néc- tar que lo embriaga. Ve a esa gran ciudad misteriosa inalcanzable como la mujer amada. Aguilera-Malta hace hincapié en la dificultad de con— seguir e1 verdadero amor como una cosa comfin y cotidiana. Dice que es patrimonio 3610 de los que son acreedores a él. Para Tomas Leit6n, 1a conquista de la ciudad.amada constituye un gran sacrificio, porque deja sus islas, su ambiente, su propio medio. Primero surge para él 1a visién de la esperanza dibujada por esa ll naturaleza reveladora: "Y 11eg6. La vision de balandras innfimeras—- millar de agujas tejiendo e1 blanco vestido de las nubes--fue su pri— mera vision." (161) Con una imagen plastica de la vibora Aguilera-Malta nos presenta 1a angustia y la incertidumbre de la aventura, y junto a ellas, e1 deseo, 1a vacilicion entre la vida y la muerte: En la balandra salié Tomas Leit6n. Dej6-- con un gesto de pena-- las viejas islas verdes grises. Se enrosc6 a su garganta la rabo de hueso de la angustia. Tuvo miedo. Quiso gritar. Dese6 arrojarse por la borda. Hundirse en el mar. En réfaga de recuerdo se le apret6 e1 corazén... Pero... A115... En su cerebro primitivo. La guitarra del deseo. La eterna cancién. --iGuayaquil!... iGuayaquill... (160) En su cerebro primitivo y confuso no puede concebir c6mo la vida lo priva de poseer a la ciudad amada como a una hembra: "Deseaba poseerla. En una posesion extrafia y estfipida. Ser duefio de ella. Dominarla. Golpearla si fuera preciso." (163) Ese era e1 verdadero amor, la sublimaci6n de sus suefios, el mundo que habia creado, alla 1ejos de sus islas y en su tierra. A1 no poder alcanzarlo, en un arre— bato sexual, se lanza a1 mar en busca de alivio. E1 agua actfia aqui como un elemento de desahogo sexual. En "El cholo del cuerito e venao" (1929) vemos el amor desarro- llado como un proceso de madurez. El punto de partida en este cuento es la atraccién sexual entre Nemesio y Nerea, cuya uni6n aparece artis— ticamente sugerida por el autor: La canoa tuvo agitacién de correntada. Los vestidos saltaron, tal que lisas cabezonas. Los cuerpos florecieron. Arriba e1 sol--como una raya de oro——c1av6 sus dientes rubios en las carnes brin- cadoras... Y fue... (59) E1 acto de posesién del hombre es casi una ofrenda sagrada a la naturaleza: 12 Sobre ella y sobre el mar. En el talamo verde de las aguas. Ante los mangles enormes-—bufeos encadenados a las islas. Arropados con brisa y con horizonte. Fue... (60) Este primer impacto sexual produce reacciones diferentes en el hombre y la mujer. En Nemesio despierta un sentido de aventura sexual: Claro. El queria que todo fuera asi. Tal que un suefio. La cosa rapida. Violenta: iel relémpagol... 0diaba la mardita vida siempre iguar. No 1e gustaba la casa, ni la comida, ni la mujer de todos los dias. Queria cambiar. Cambiar siempre... Sugirié: -—Vos debés hacer lo mesmo. Todo er mundo aqui te quiere. Podés cambiar de hombre como e carzén. (60) Este deseo de aventura de Nemesio, luego del acto sexual, esta sugerido acertadamente por la frase "Hacia frio". Esta y otras frases relacionadas son usadas por el autor para indicar e1 grado de intensin dad emocional de sus personajes. En Nerea, este mismo impacto sexual resulta en un compromiso, en una fidelidad que surge de un profundo sentimiento emocional. Nerea 1e express a Nemesio en forma primitiva, su confesi6n de amor: -—No. aSabés vos? Me habis fregao. Pues bien: o contigo 0 con naide. zQue la primera y la firtima? Ta bien... Si querés lérgate. Yo siempre te espe- raré. Yo siempre te seré fier como er cuerito e venao... Como er cuerito e venao que te espera bajo er tordo pa que t6 lo cubras... Pa que tfi lo calien— tes... (61) Asi Nerea se convierte en el centro er6tico, en la fuerza motriz de la conquista. En sus palabras hay gran seguridad; hay una entrega voluntaria. E1 cuerito de venado es aqui un simbolo er6tico, donde 1a pasién, la inocencia y la astucia de la mujer se concentran para trans- formar lo sexual en algo profundo. En Nica, otra de las amantes del cholo, Nemesio encuentra una mujer en la cual las dédivas de la naturaleza 1e proporcionan sus l3 sensualidades: "-—Caray que tenés fuerza... --Claro. Er verde y la lisa no me fartan nunca." (61) La fuerza del vocabulario, aunque pri- mitivo, 1e sirve al autor para aumentar e1 estimulo sexual. E1 "verde" es una derivacién de la familia del banano que simboliza e1 6rgano sexual masculino y la "lisa" un alimento sensual estimulante. Ademés constituye una representacién plastica en la que la vista y el olfato ayudan a proyectar esa sensualidad. Asi, como fuerza natural, e1 ero— tismo convive entre las plantas, los animales y el hombre. Esta nueva experiencia sexual carece de valor para Nemesio y comienza 1a sublima— cion de ese recuerdo vivido que tiene de Nerea. Se percibe esto en una frase que persiste en la mente del cholo, pero que todavia no la ha hecho suya: "iAh! c6mo 1e brincaba 1a frase azul de la Nerea. 'Como un cuerito e venao'." (61) Junto a Gertrudis, otra de las tantas amantes del protagonista, Nemesio disfruta 1a maestria sexual de la perita mujer, para quien estas actividades son cotidianas: "LSabés vos? Eres lo mejor que hei conocio... -—Ja, ja, ja... Ya me lo han dicho. -—Paece que me batieras como a un molinillo." (62) Sin embargo, este goce, solamente sexual, no impide que se siga proyectando en el cholo el recuerdo de la Nerea, dondo e1 deseo y la angustia vibran a1 unisono como una llamada inte— rior: "Pero alla —-Mardita sea -—allé no sabia donde. Pero muy aden— tro de si mismo. Le gritaba la voz. La pobre voz de Nerea. 'Como un cuerito e venao'." (62) For 10 tanto e1 autor nos demuestra que lo sexual es 3610 el punto de partida de lo er6tico, es decir e1 medio, pero no e1 fin. Nemesio experimenta una satisfaccién fisica con las otras mujeres. De ellas, e1 finico recuerdo que le queda, es un aniquilamiento humano: l4 zCuantas fueron?... La Merela, la Margarita, la Nicasia, 1a Mamerta, la Cusumba... No las recordaba todas. Se 1e metieron en la vida. Tal que un relémpago. Lo chuparon. Lo aniquilaron. (62) En cambio en Nerea encuentra ternura, pasién y amor. Este grado de intensidad er6tica esta dado por la frase clave "como er cuerito e venao." Nerea usa e1 articulo determinado que implica una afirmacion mas categ6rica y personal. Cuando surge como pensamiento de Nerea en la mente de Nemesio, 1a frase esta entre comillas y lleva un articulo indefinido, "como un cuerito e venao". Esto puede significar la magni— tud que va adquiriendo el amor de Nemesio por Nerea, en la mente del cholo. A1 final del cuento, deja de ser un recuerdo y vuelve a ser "como er cuerito e venao," pero esta vez sin comillas porque se ha integrado en su ser; ha logrado esa fusion er6tica, esa comunién reli— giosa de los dos seres que el autor presenta aqui a fuerza de vocabu— lario: Y esa noche la historia vulgar. Los eslabones iniciales de la vieja cadena de la nueva vida... Ah. Como calent6 e1 cuerito e venao. C6mo lo cubrié. Como lo torn6 incendio de carne. Vibra— ci6n de marejada... (63) Aguilera-Malta nos manifiesta aqui lo que podriamos llamar la sublimacion del amor er6tico y constituye un aspecto positivo del ero- tismo. La explotacién sexual es otro tema en el que ahonda Aguilera-Malta en su narrativa. En "El cholo de la atacosa" introduce 1a prostitucién, mientras que en "El cholo que se castr6", la explotaci6n sexual se emplea como un proceso de experimentaci6n en el hombre. La explotacién sexual representa aqui lo negativo del erotismo. En "El cholo de la atacosa" (1930) se usa e1 sexo como un instru— mento de explotacién de parte de la mujer. Esto no obedece a razones 15 econ6micas, sino a la carencia de ciertos sentimientos humanos. "La atacosa" puede copular con muchos hombres en pocas horas: Pero otro dia... --zSabés vos? aSabés vos Nemesio? Hemoj ejtao e suerte. Er martes andabamo po er Guayas como diez echandonos unos tragos. Arguien dijo que er conocia a una mujer que servia pa todos... Y asi jué... Nos llev6 onde una que 1e decian 1a atacosa. iY caray! Por poco nos mata... (47) Su actitud sexual se acerca mas a la de los animales. Se la domina solo cuando esta sujeta sexualmente por el hombre: "Dominébala afin. Afin tenia su carne en carne de ella. Pensarase un mangle cla- vando cien raices en la orilla. Pero..." (46) El sexo 1e sirve de instrumento de explotaci6n de su propio cuerpo. Se niega a aceptar el amor que le ofrece Nemesio, con el cual 1e pro- porciona una ayuda economica diferente. El sexo se revela aqui como un elemento de perversidad, sin escrfipulo ni aspiracion alguna. Es una enfermedad contagiosa que constituye una de las peores lacras de la sociedad. Es una completa falta de valores éticos sexuales. En "El cholo que se castr6" (1929), 1a explotaci6n sexual es mas bien un proceso de experimentaci6n en el hombre. En este proceso Nica— sio Yagual rompe con los c6digos éticos, sociales y humanos. A1 fra— casar en su atento de regeneracién, e1 cholo se castra. E1 protagonista aparece como poseso de una fuerza diabélica. Aguilera-Malta nos demuestra, en una imagen de gran erotismo, las 11a- mas devoradoras de la pasi6n y el infierno, que perpetfian la explota— ci6n de la mujer ante e1 apetito sexual del hombre: La lengua se hizo roja. Una extrafia lengua que avanzé por la ramada. Que se prendi6 en la cubierta. Que se arrim6 a las velas y a los mastiles. Que se irguié desafiante sobre la soledad del mar. [...] La arrincono. En la popa. Casi envueltos en el l6 vestido rojo de las llamas. Ella grité. Corri6. Trat6 de arrojarse por la borda. Pero... E1 desgraciado se acerco mas. El desgraciado la cogi6. La apret6 a su cuerpo. E1 desgraciado 1e c1av6 dos ojos que eran dos machetazos... --Tenés que ser mia... [...] El humo la ahogaba. El humo 1a hacia perder nocion de todo. Tornabale fiesta nupcial, la lla- marada de muerte. Los brazos de él entre tanto la acogian pro- picios y potentes. Las llamas extendian sus labios rojos para besar sus cuerpos duros de mangles. Salt6 con ella a1 mar. Tal que bufeo nad6. Brinc6 sobre las crestas de las aguas violentas. Puso en sus labios la risa ir6nica del domador. (211-213) Esa lengua ardiente y destructora que se yergue "desafiante sobre la soledad del mar" es el simbolo del dominio desenfrenado del sexo masculino que en este cuento simboliza la fuerza negativa de lo er6- tico. Esta es la pintura pléstica de los excesos a que puede llegar un erotismo desfigurado, falto de todo principio ético. Aguilera-Malta hace un recuento de la vida de Nicasio Yagual. Con una puntuacién arbitraria pero acertada, el autor divide las dos etapas mas importantes del ser humano: la nifiez y la pubertad. Dice: "La mujer, la primera canoa de verdad. Para e1 violento estero de la vida." (215) Primero, "La mujer, la primera canoa de verdad," Percibimos en esta parte el primer contacto fisico del nifio. La madre es la canoa. e1 objeto de esta primera aventura emocional, La unién de la boca del nifio con el seno de la madre proporcionan los primeros sentimientos er6ticos del hombre. En la segunda parte, "Para e1 violento estero de la vida", se insinfia la violencia del acto sexual ante lo er6tico y ante la vida. Los principios morales bajo los cuales esta primera aven- tura se realiza, van a determinar, en el caso de Nicasio, su integracifin emocional y debido a esto su actuacién como miembro de la sociedad. l7 Esta es también una experiencia personal e individual, con la cual e1 autor quiere sefialar la responsabilidad moral del hombre como indivi- duo dentro y fuera de la sociedad. Aqui como en toda la obra de Agui- lera-Malta, e1 lenguaje 1e sirve para hacer esta experiencia mas pro— pia y mas intima: Tal que un machetazo son6 un grito. Unas cha- parras corriron asustadas. E1 viento se 11ev6 el secreto. El secreto ya propio de Nicaso Yagual. (215) Nicaso Yagual inicia su aventura rompiendo c6gidos morales y sociales. E1 primero es el familiar al abusar de la prima, lo que 1e trae como consecuencia un desafio con su propio tio y la muerte de éste a manos de Nicasio. Se convierte entonces en un asesino de su propia sangre y la deshonra de su familia. Esto poco le interesa a Nicasio; ve en su prima 5610 el objeto sexual: "La chola vibraba como un machete de carne. Las fiangas se empujaban. Las rocas parecian cami— nar." (216) Nicasio tiene una vision donjuanesca; 1e interesan las conquistas pasajeras: En vision de relémpago, se vio sobre potros v J sobre mujeres. Tirando e1 lazo y el machete [...] Mas hombre que siempre y que nunca. (216-17) Luego burla la confianza del patr6n, se aprovecha de la esposa con 10 cual falta a un c6digo social, e1 del trabajo. Ahora la perse— cuci6n no es la de la conciencia, la de sus creencias atévicas (como la muerte del tio), sino la persecucién de la justicia--la policia. Estos percances lo hacen reflexionar. Es un hombre fornido de la region; piensa en reformarse; en dedicarse a los quehaceres cotidianos: Su pasado de don Juan de las islas. zAhora? La tranquilidad. La paz. El refugio bienhechor del cuerito e venao. El silencio. La mas preciada voz del que luch6. Pescaria. Cogeria lisas y parbos, roncadores y chaparras corvinas y cazones. Tenderia las redes-- 18 en abrazo brutal—~sobre la carne m6vil de las aguas vibrantes. Donde nacié moriria. Su amada canoa en marcha veloz--llevarialo a los recovecos mas oscu— ros de las fiangas... (219) Sin embargo 1a realidad es otra. Nicasio necesita poco para encen— derse sexualmente. Al ver a la Peralta, provocativa y dominante, deja todo y se lanza a cazarla: Olvid6 sus pescados y sus redes. Su silencio y su paz. Explor6--con ojo avisor-—la selva monocorde de las fiangas. Se introdujo tal que anzuelo de angustia en las agallas grises de las islas. [...] Y 1a encontr6. Sola. En su canoa de pechiche. Tal que una aparicién. Regadora de cromos y de ruidos. Pegabale el viento los vestidos tenues a1 cuerpo triunfal. Los pechos saltones parecian sonreir. Las caderas opulentas tenian desdenes de domina- cion. (220) For primera vez Nicasio se encuentra con una mujer de su propio temperamento, tanto en su destreza fisica como sexual. Es un verdadero desafio el que se le presenta: -— Si. De que te tenga en mi tordo. Y te haga gritar... —- Ja, ja,... Te vo a quitar lo que te cuelga... -- aDe verda? LY entonces qué dejas pa vos? (222) En este humor un poco primitivo y grotesco de los dos, notamos que el deseo y la necesidad son mutuos. Es casi un anticipo a su entrega posterior. Pero en Nicasio hay algo que lo detiene. Quiere reformarse, organizar su vida como hombre respetable de su raza, como un "macho". Nicasio siente un impulso extrafio que lo doblega, no puede comprender e1 goce que lo embriaga; esta acostumbrado a sus conquistas pasajeras y por eso no se da cuenta de lo que 1e pasa. Ahora algo raro pero pla— centero llena su vida: Algo le gritaba dentro, no sabia d6nde. Algo lo volvia un estfipido. Lo amarraba a la imagen de esa mujer. Lo inmovilizaba en la prieta canoa de pechi— che. Lo hacia rodar como una ola mas entre la fiesta 19 de las olas chilladoras. Lo hacia huir ante la Peralta que lo andaba buscando... Y es que sabia que--para él-—esa no era lo mismo que las otras. Que la deseaba de una manera distinta. Con deseo perenne, extrafio. Un deseo que no tuvo jamas... (224) Las caricias y los estimulos sexuales ahora no son producto de la violencia, del deseo de poseer a la mujer, como lo habia hecho otras veces. Se siente cubierto por la pasion, por el calor sexual, cosa que habia pasado por él desapercibida antes, cuando queria S610 dominar. El tacto aqui es muy importante porque afiade otra dimension a1 estimulo er6tico que él desconoce: Sinti6 que un cuerpo ardiente y duro lo arro- paba como una llamarada. Hizo un esfuerzo mas. Quiso apartarla. Inconsciente golpe6. Pero... Sint16 una mano atrevida que 1e exploraba par- tes intimas...sint16 que su carne 1e hacia trai- ci6n. Sintié que los soles se le adherian por todo el cuerpo... Incendiéndolo... Y no pudo mas ... Abri6 los ojos... —- Ta bien, pué. (225) El autor pone énfasis en la palabra "sintié" debido a que por pri- mera vez e1 personaje siente 1a gratificacién erotica, y no puramente sexual. Sin embargo, por carecer de ella y no haberse desarrollado como en un ser normal, se confunde entre e1 placer desconocido y la culpabilidad de una posible reforma; entre sus creencias cristianas y paganas. La primera 1e promete un infierno y la segunda lo arrastra como una fuerza atavica. Al entregarse Nicasio a la Peralta, 1a naturaleza demuestra com- placencia como si defendiera un derecho natural: "Se dijera que los mangles bailaban en la orilla. Las canoas parecian ayudar..." (225) La traicién de su prOpio cuerpo lleva a1 cholo a una soluci6n il6gica, inmoral, condenada por todas las religiones, su propia 20 castracién. Era 1a finica manera de evitar 1a tentacion sexual. El autor anuncia la castracién del cholo mucho antes de suceder. Condena la actuaci6n de Nicasio como una negaci6n ante la vida, ante los principios morales y ante lo er6tico como principio vital: Rojos los cuerpos vibrantes y los machetes brin— cadores. Rojo el cielo. Rojo el mar. Rojo e1 sol. (222) Esta muerte esta sutilmente sugerida, en diferentes niveles, por el color rojo. Primero un escenario plastico "Rojo los cuerpos vibran- tes y los machetes brincadores," que indica la muerte corporal y el acto sexual. Luego tres aspectos importantes del hombre: e1 espiri- tual sugerido con "Rojo el cielo"; e1 vital con "Rojo el mar" y el pasional con "Rojo e1 sol". La palabra "Rojo" indica muerte, pero lleva implicito una antitesis en "cielo" (vida terrenal) y en "sol" (pasién). Al final del cuento, Aguilera-Malta indica con la palabra "Corre" que el ciclo vital del individuo es eterno: E1 cholo corre con su trofeo infitil en la mano... Corre. Corre. Corre. Hasta que vacila y cae... Una jaiba se acerca perezosamente. Un camaron brujo parece reir. A115 a lo lejos silba--con su aleta cortante como un pufial de carne--la tinto- rera audaz. La peralta ha encontrado el cadaver mutilado de Nicasio Yagual. Y no comprende--ni podra com- prender nunca--la tragedia del pobre cholo que se castr6. (226-27) El misterio de la muerte y lo incierto del destino del hombre esta manifestado en el asombro e incomprensi6n de "La Peralta" ante 1a desgracia del pobre cholo. Aguilera-Malta parece decir ademés que con ser e1 erotismo una de 21 las fuerzas esenciales de la vida, su desarrollo contribuye a una especie de salvacién humana, donde las frustraciones pueden eliminarse proporcionando al individuo una estabilidad emocional. Entonces vemos que el autor condena la explotacién de la fuerza er6tica como aspecto negativo y exige su desarrollo como camino y adaptaci6n humana. Ademés de los temas ya mencionados que constituyen tanto los aspectos positivos como negativos del erotismo respectivamente, encon- tramos otros que luego adquieren gran importancia en el desarrollo de este estudio. En "El cholo que se veng6" (1928) tenemos 1a traici6n amorosa. (Es e1 pecado que se castiga mas severamente entre las sociedades pri- mitivas.) Melquiades y Andrea estaban comprometidos fisica y moral- mente para casarse. Sin embargo, Melquiades tiene que alejarse por cuestiones de trabajo y Andrea se larga con otro hombre. Percibimos por medio del monologo del cholo 1a desilusién y el sufrimiento moral de los amantes: -- Si hubiera sio otro... iAh! ...Lo hubiera desafiado ar machete a Andres y lo hubiera matao ... Pero no. Er no tenia la curpa. La finica cur- pable eras vos que me habias engafiado. Y tfi eras la finica que debia sufrir asi como hei sufrio yo... (137) En este monologo la naturaleza se hace presente para reflejar las emociones del cholo y al mismo tiempo parece protestar e1 acto de la traicion: Una ola como raya inmensa y transparente cay6 a sus pies interrumpiéndole. E1 mar lanzaba gritos ensordecedores. Para oir a Melquiades ella habia tenido que acercarsele mucho. Por otra parte e1 frio... (137) Melquiades no trata de vengarse de Andrea, porque conoce a su rival y sabe que la hara sufrir. E1 finico repudio de Melquiades es un 22 rechazo verbal: Estas fea; estés flaca; andas sucia. Ya no vales pa nada. $610 tienes que sufrir viendo c6mo te hubiera ido conmigo y como estas ahora zSabés vos? Y andavete que ya tu marido ha destar esperando 1a merienda, andavete que sin6 tendras hoi una paliza... (138) For 10 tanto vemos que el hombre es victima de sus propias accio— nes, y que la conducta debe sujetarse a principios morales para el bien social e individual. En "El cholo de las pata e mulas" (1930) se revela e1 pesimismo del hombre ante la vida simbolizado por la inhabilidad de enfrentarse a lo er6tico. A pesar de que Mamerto desea ardientemente e1 carifio de Nica, el miedo de perderla lo detiene. Pero sobre todo es la falta de carécter para consumar el acto sexual lo que le impide 1a realizacién de sus deseos: "LY si Nica le cogia odio? 581 $610 iba a gozar de ella un momentito? zPor qué puej entonce no esperar? Dia llegaria." (197) Este pesimismo se ve reflejado también en la naturaleza, donde los arboles y los elementos atmosféricos se unen para indicar e1 triste y limitado porvenir del cholo: Oscurecia. -— ... Mardita sea... ——Oscurecia mas y mas. Las manchas grises de los arboles confun- diénse en las manchas grises de las nubes. Gris el cielo. Gris el agua. Todo gris. (196) Mamerto posee la capacidad de percepci6n erotica, pero le falta el arranque necesario para ponerlo en préctica. Este sentimiento er6- tico esta eXpresado de diferentes maneras. Se indica con el deseo de ir a marisquear. Se observa en la vision plastica de Nica bafiéndose, que le sirve a Mamerto de estimulo sexual directo. E1 autor logra comunicarnos estos sentimientos por medio de elementos er6ticos, espe— cialmente el agua: 23 iAh! Como era de linda la Nica. Como 1e bai— laba toitita la carne. C6mo a1 echarse agua con un matecito parecia irse pa dentro e1 estero. [...] Y esper6. Espero varios afios. Desnudandola con los ojos cada vez que la veia. Sorbiendo un poco del aire que ella sorbia. Ardiendo bajo e1 sol que a ella quemaba. (197) Los estimulos sexuales constituyen en Mamerto una ilusion y no la consumacién de un hecho. En sus pensamientos revela una violencia interior, pero no expresada con acciones. Es interesante notar en esta cita el uso de un instrumento musical para indicar e1 contraste entre la violencia fisica y el sentimiento intimo del personaje: Hubiera deseado saltar. Brincarle encima. Tirarse sobre ella y sobre el mar. Pulsarla como guitarra de carne. Hacerla vibrar. Hacerla sonar. (197) Esta falta de accion obedece a veces a creencias supersticiosas que tienen su efecto en la siquis del hombre expuesto a este ambiente: iMamerto! iMardito nombre! zPor qué se lo bian puesto? iMamerto! iSonaba a salivazo! iMamerto! (198) "Mamerto" significa tonto, que desde ya impone un sello negativo en su vida. Esto, unido a1 poco esfuerzo que le es caracteristico para estas actividades er6ticas, trae como consecuencia su fracaso. Agui- lera-Malta ha sabido sugerirlo muy bien: iAhI Si las mujeres fueran tar que pata e mulas. Que las coge er primero que las desea. iAh! Si fueran tar que pata e mulas. Sobre todo pa ér. Pa ér que las divisaba dende lejos. Que solo tenia que meter la mano en el agua. (199) La frustracién 1e llega a Mamerto cuando sabe que Nica se ha ido " —-aLargao? Fue como si 1e machetearan e1 craneo. La san- con otro: gre 1e brinco. Todo 1e dié vueltas." (198) Asi que, segfin Aguilera-Malta, cierto grado de agresividad es necesario para enfrentarse a1 erotismo y a la vida. En "El cholo que odié la plata" (1930) se expone la eXplotacién 24 del cholo por el gamonal. Aguilera-Malta introduce aqui un elemento de otra cultura la del blanco: "--Pues bien. Los blancos me quitaron todo. Y --no contentos con esto-- se me han tirao a mi mujer... --Si, de verdé. Tenés razén... Los blancos son unos desgraciados..." (29) La explotacién del cholo por el blanco constituye un abuso social y personal. El autor hace hincapié en que la explotacién del cholo no viene solo del blanco, sino del que adquiere dinero y poder. Asi en este cuento se realiza la desintegraci6n ética del individuo por la ambicién del dinero. Olvidando su amistad con Guayamabe, Banch6n abusa de su hija: zSabe usté don Guayamabe? Don Banchén se esta comiendo a la Chaba, su hija. La lleva pa er Posudo... Creo que la muchacha no queria... Pero ér 1e ha dicho que si no lo botaba a usté como a un perro... (30) Aguilera-Malta usa e1 sexo aqui para indicarnos 1a destruccién de la familia de Guayamabe y por lo tanto de la sociedad. La ambicién de la plata ha tomado precedente a un principio ético, la amistad: "La plata. iLa mardita plata! se le enrosc6 en el corazén, tal que una equis rabo de hueso. iAh 1a plata!" (31) For 10 tanto la explotacién social en este cuento es un aSpecto negativo del erotismo, porque viola principios éticos. Dice e1 cholo: " --La plata esgracia a los hombres..." (32) En "El cholo del tibrén" (1930) es donde mejor se ilustra los temas universales de la vida y la muerte en relaci6n a lo er6tico. Aguilera- Malta demuestra aqui que la vida y la muerte son partes de un mismo pro- ceso y que muchas veces la muerte puede darle mas valor a la vida. Este mismo concepto, pero en términos diferentes, lo expresa e1 critico Bataille a1 decir que la reproduccién es la discontinuidad del ser y que 25 es la muerte la que le da continuacion al hombre. Asi que en Aguilera- Malta la muerte parece ser un preludio de amor. Melquiades 1e dice a Nerea: "iQueria matar pa gozarte! [...] iDesiando morir o hacerte mia!" (89) Aguilera-Malta lo explica asi: Como e1 erotismo es tan vital, como la muerte esta tan cerca de la vida, como son dos instantes de un mismo proceso, quiza subconscientemente o intuiti- vamente, en este caso Melquiades, quiere fijar mas, detener un poco mas el tiempo, e1 instante sexual. Lo hiciera quizé por esta cercania o yuxtaposicion de dos momentos aparentemente contradictorios de la existencia, pero que en realidad no S610 son concomitantes, sino que también estan perfecta- mente unidos y se identifican entre si. Es decir la muerte no es algo separado de la vida y puede en degerminado momento hasta darle mas valor a la vida. Al parecer, en este cuento, la vida, (indicada por el deseo sexual) y la muerte constituyen el secreto del hombre. Nerea con un "Callate", quiere ignorar e1 crimen de Melquiades: Melq.— [...] Yo incendiaba la noche con la llamarada e mi odio. Nerea— iCéllate! Melq.- Salté de mi canoa. Sembré de espumas e1 arp6n de mi rabia. Hice ruido. Un ruido extrafio que me asust6 a mi mismo. Ustedes gritaron: ier tibr6n! ier tibr6n! Nerea— iPor Dios callatel Melq.— Er quiso huir. Pero er mar con sus dedos de olas 1e apret6 todo er cuerpo. Y fué mio. Y ar no vorver ér mas nunca a la vida, fuiste mia vos tamién. Nerea- iAh! iDesgraciao! 3N0 me lo habias dicho nunca, desgraciao! [...] Nerea- iSi, desgraciao! Ya vienen tus hijos... Y ellos no saben... Melq.— No deben saber... (90) Notemos que para acercar mas estos dos instantes el autor ha esco- gido el pretérito del verbo ser. Esto quiere decir que tanto la muerte como la posesién sexual es permanente en el hombre. Aguilera—Malta da a comprender que el amor y la muerte pueden ser 26 una obsesi6n. Asi dice de la pasion amorosa: "Hambre de amor me encendia la sangre." (89) "Yo incendiaba la noche con la llamarada e mi odio." (90) Refiriéndose a la muerte lo expresa casi en la misma forma: "zNo lo ves? Yo si. Tiene los ojos llameantes. Me contempla. Me llama... Si, ya voy..." (91) La naturaleza, aqui, se hace presente con el titubear de un candil que puede simbolizar la fragilidad del amor y de la vida: El viento mueve e1 candil como una castafiuela. De vez en vez se empinan los camellos oscuros de las islas y se arropan con vaporosas tfinicas de nubes... (89) Mientras que la muerte se insinfia como algo frio e injusto: Hace mas frio. Y el candil escupe una alegria injusta sobre las cafias de la casa choluna. (91) En este cuento el agua tiene dos funciones. Primero, e1 autor usa el agua en una noche negra para sefialar e1 asombro del hombre ante la muerte: Melq.— Y te vide venir con er. A bafiarte en la sombra e la noche negra. Temblando. Te vi acercar a la orilla. Te vi hundir en el agua tu prieto cuerpo e pechiche. Te vi coger bejucadas de espumas en la mano... Er también baj6. Y er también temb16. (89—90) Segundo, el hombre no puede luchar contra lo inexorable de la muerte: Melq.— Er quiso huir. Pero er mar con sus dedos de 0133 1e apret6 todo er cuerpo. Y fué mio. Y ar no vorver ér mas nunca a la vida, fuiste mia vos tamién. (90) E1 autor implica ademas, en esta cita, que la muerte del uno es la vida del otro. For 10 tanto, la vida y la muerte son en efecto dos instantes de un mismo proceso y la existencia del hombre transcurre en un ciclo vital. 27 Los aspectos positivos y negativos del erotismo los encontramos también en otro tema: la violencia. La violencia es un elemento dominante en la narrativa de Aguilera- Malta. Aqui 1a consideraremos desde el grado de intensidad que se presenta con respecto a1 acto sexual. La violencia es el medio de conquista, de poseer a la mujer, de sembrar el amor y el odio. Refiriéndonos a1 aspecto negativo en "El cholo que se veng6", e1 contacto sexual sirve para intensificar e1 dolor de la traici6n amorosa. Convierte el amor en odio y el castigo en sufrimiento moral, mientras que en "El cholo que odié la plata" e1 acto sexual es una forma de explotaci6n humana y econ6mica de la mujer. En "El cholo de la atacosa" e1 deseo de posesion del cholo es un atento para controlar la prostituci6n. Por otro lado, en "El cholo que se castré" la serie de rupturas del acto sexual obedecen a violaciones de principios éticos. En "El cholo del tibr6n" e1 contacto sexual 1e sirve a1 autor para acercar mas la vida a la muerte. Con lo que Aguilera-Malta insiste en que tanto e1 acto sexual como la muerte son acciones violentas. En lo positivo, en "El cholo del cuerito e venao" e1 acto sexual basado en la violencia es una necesidad fisica y emocional. Es la primera aventura del hombre frente a la vida y a la perpetuacién de la especie humana. Pero una vez consumido el acto, esta violencia se transforma en amor, en fuerza positiva. Los otros actos sexuales de Nemesio --sin violencia-- pasan como simples aventuras de goce fisico y de gran vacio emocional. A1 usar la violencia en diferentes niveles Aguilera—Malta implica que es necesario cierto grado de arrojo y agresividad para enfrentarse 28 con la vida y con 10 er6tico. Sin embargo insiste en que los excesos de ésta pueden llevar a la desintegracion del hombre y de la sociedad. Podemos decir que en estos cuentos se manifiesta 1a germinacién del erotismo en Aguilera—Malta, ya que en ellos se destacan l) temas principales que desarrollaré en sus futuras obras; 2) las actitudes de sus personajes que se rigen de acuerdo a ciertos principios éticos, sean estos positivos o negativos; 3) la presencia del simbolo y ele— mentos er6ticos indispensables en el desenvolvimiento de su estética y 4) la dominaci6n aqui, como en toda su narrativa, del erotismo, con— cepto que mas que ningfin otro unifica estos cuentos. NOTAS l Demetrio Aguilera—Malta, Los g___se* van (en colaboracién con Joaquin Gallegos Lara y Enrique Gil Gilbert) (Guayaquil: Zea & Pala— dines, 1930). Subsiguientes referencias a esta obra se harén con el nfimero de la pagina en el texto entre paréntesis asi: ( ) 2 Giuseppe Bellini, "Magia e realta nella narrativa di Demetrio Aguilera-Malta", Studi di_Letteratura Ispano—Americana, (Milano), 1972, p. 12-13. 3 José de la Cuadra, El_montuvio ecuatoriano, (Buenos Aires, 1937), p. 31. 4 Arb61 tipico de la region. 5 Entrevista. 6 Entrevista. 7 Entrevista. 29 CAPITULO II PROYECCION DEL EROTISMO PRIMITIVO: Don Goyo y L§_isla virgen En las novelas Don Goyo (1933) y La isla virgen (1942) se sostiene e1 erotismo primitivo de los cuentos en cuanto al ambiente y a la comu- nién de hombre y naturaleza. Pero en Don Goyo y L§_isla virgen, Agui— lera-Malta combina con este erotismo primitivo otros elementos, creando asi un erotismo mas complejo. En Don Goyo se ve e1 erotismo como medio de procreacién y como fusién totémica, mientras que en La isla virgen, Aguilera—Malta pre— senta 1a atracci6n erotica de la isla para el blanco, y la necesidad de cultivar cualidades morales, como el amor, la amistad, 1a compasi6n, como medios de conducta en el hombre. .QQEHEQXE es una novela de estructura lineal con excepcién de dos escenas retrospectivas que describen los antecedentes de dos persona- jes principales de la novela: Don Goyo y Cusumbo. La obra se divide en tres partes: "Cusumbo," "Los mangles se van" y "Don Goyo." En la primera parte aparece 1a vision de Don Goyo ante un grupo de pescadores. En una escena retrospectiva e1 autor nos da e1 pasado de Cusumbo, en el que se pone de manifiesto la estrecha relac16n entre hombre y animal. Con respecto a Cusumbo, Aguilera—Malta comenta la herencia de las deudas de su padre con el patron. Ademas menciona los amores de Cusumbo y la Nica, y lo que estos amores significan para el cholo. Pronto llega 30 31 lo inevitable: la Nica se convierte en la amante del patr6n, y Cusumbo mata a los dos. Cusumbo vuelve a su viejo oficio de pescador. Conoce a Gertrfi, 1a hija de Don Goyo, quien rechaza las pretensiones del cholo por no ser manglero. Durante un viaje a Guayaquil, Cusumbo contrae una enfer— medad venérea. En el hospital no le dan las atenciones debidas y tiene que acudir a los remedios caseros de Don Goyo. Esto puede signi- ficar e1 triunfo del mundo primitivo sobre el avance de la civiliza- cién. En "Los mangles se van," e1 asunto principal son los mangles. E1 autor indica 1a relaci6n especial entre e1 mangle y el cholo y se ve como el blanco convierte e1 mangle en objeto de explotacién. Ante esto protestan los cholos y hasta los mismos mangles. Don Goyo defiende e1 mangle dando a entender que la desaparicién de este arbol significa la desaparici6n del cholo. Ademés Don Goyo se impone como figura mitica y patriarcal de las islas. Incluso la naturaleza parece someterse a su voluntad. Por filtimo sabemos que Cusumbo se convierte en manglero y se cuentan los amores de éste con Gertrfi. En la tercera parte titulada "Don Goyo" se describe la pobreza del cholo que ahora se dedica otra vez a la pesca, debido a que Don Goyo ha prohibido el corte del mangle. El autor indica e1 monopolio del mangle por el blanco y la explotacién del cholo. Mediante otra escena retrospectiva el lector se entera de que Don Goyo fue el primer hombre que lleg6 a las islas, y se dan detalles de sus dos matrimonios. A1 final muere Don Goyo junto al mangle mas viejo de las islas. La muerte de Don Goyo representa la muerte de ese mundo primitivo 32 y la eXplotacion del mangle es la destruccion completa del cholo. En Don Goyo, e1 erotismo se concibe dentro de una sociedad orga- nizada. Aguilera-Malta entreteje elementos paganos y cristianos, los humaniza y los transforma en mitos er6ticos. Aguilera-Malta considera e1 mangle un t6tem y hace de él un prin- cipio social y religioso, cuyo eje es lo er6tico, especificamente e1 acto de procreacion. Asi en una fiebre sexual desenfrenada, el mangle que es el t6tem, surge esparciendo la semilla germinadora de este uni- verso primitivo: --De repente, empezaban los mangles a clavarse integros, como un millén de sexos... Era una fiesta extrafia la de estas agitaciones nupciales. Se estiraban los maridos nervudos. Jadeaban estruendosamente, en un desbordamiento de virilidad. Parecian catanudos verticales, catanudos enormes, catanudos tornados remezén de lujuria y furor de correntada. Después, e1 espasmo. La semilla. La semilla humilde, loca. Que iria a flotar, abandonada sobre el océano. Hasta encontrar otra isla madre-hembra. A la cual pudiera sacarle vida. Para regarla con la lluvia de la savia que adquiriera.1 Este acto de fecundacién es sagrado y humano a1 mismo tiempo y, mas que nada. misterioso para esta gente primitiva. Leit6n, un viejo habitante de este lugar dice del mangle: Es que tenia extrafias fuerzas desconocidas de los hombres. Una especie de ramazones elasticas e invisibles, que se adentraban sobre la carne de todos. For 105 ojos, por la boca, por los cabe- llos. Que se enraizaban en la vida [...] --Todoy me ha dolido cada hachazo pa tumbar mangle, como si me lo pegara yo mejmo. (102) Es decir que el mangle esta compenetrado con esta gente primitiva. Estas sensaciones producen en ellos un sentido religioso. Estas sensa- ciones representan ademés una fuerza erotica vital. Don Goyo paulatina- mente va adquiriendo aspectos y caracteristicas de este elemento vegetal. 33 Es una posesi6n de amor; es una comunién de sentimientos que 10 con- vierten en semidiés de las islas: E1 sol y el agua cayeron cotidianamente sobre su cuerpo como si cayeran sobre una roca indiferente. P136 espineros, machac6 ostiones, se adhirio a los lomos resbalosos de las ramazones enlodadas con las plantas de los pies. Los gegenes, los gfiitifes, los zancudos, las mantablancas se le prendieron como nubes en todo el cuerpo. Y él ni siquiera se movié. Sentia que estaba cambiando. Cambiando totalmente. Cuando se miraba en las aguas. Cuando se desnudaba integro y se pasaba la mano por todo el cuerpo, en mimoso acariciar, se notaba distinto. Adivinaba retorcer de carnes tumultuosas bajo la piel brillante. Se encontraba cierto parecido agradable con el palo mas recio de esos lados. Y, poco a poco un halito de poder, de vigor, de sen— tirse invencible 1e iba saturando los rincones del espiritu. (154) Esta fusion totémica con el mangle lo inviste a Don Goyo de gran poder viril y espiritual. Es decir que de la naturaleza misma toma esta fuerza er6tica-religiosa para el conocimiento y conquista de esta regién de las islas. Su medio de lucha es el amor y por él trata de desentrafiar esa realidad primitiva. Las islas, como una recompense al hombre que tanto habia luchado con ellas, se van entregando una por una como la entrega de la hembra al macho, de la mujer a1 ser amado: De pronto, las islas se dieron. Fué en una entrega de hembras lujuriosas. Quisieron resarcir a1 hom- bre que habia luchado tanto con ellas. Y que habia vencido por fin con su fe y su tesén. Empezaron, poco a poco, a mostrérsele tal cual eran. Lo guiaron con sus deseos intangibles por los lugares mas secretos que tuvieran. Se volvieron propicias a todos sus esfuerzos. Lo empezaron a querer, en su despertar de suefios milenarios. Los tesoros marinos parecieron surgir a flor de agua de entre las intricadas fiangas sumergidas. Todo se volvié claro y facil. El, solitario, dej6 de estarlo. Todo ese ambiente, antafio hostil y desconocido, lo cuid6, lo vigilé, 1e dijo mil cosas, le difi muchos consejos. Como no lo hubiera hecho nunca el mejor amigo. (154-55) Afin cuando mas tarde llegan otros pobladores y las islas siguen 34 entregandose, 1e reservan sus secretos mas intimos a Don Goyo. Esta relacién er6tica con la tierra—hembra, este acto de posesién carece de violencia fisica. Es una conquista mutua, es un deseo de darse com— pletamente. Al escoger e1 mangle como simbolo de la semilla germinadora de la vida, e1 autor logra varios prop6sitos. Primero, hace un paralelo entre la fusion de hombre y naturaleza, y la idea de procreacién en el hombre. Con esto sefiala ademés que el erotismo se desprende de la naturaleza. También, el que los cholos pueden identificarse con el mangle por ser un arbol auténtico de la regién, y poseer cualidades especiales, sugiere otro valor simbolico para el mangle. Tercero, el mangle 1e sirve ademas a1 autor para introducir el mito cristiano de la creacifin y la historia de Cristo que, unido a los elementos paganos, 1e sirve a Aguilera-Malta para elevar el erotismo a una experiencia religiosa vital y humana basada en principios éticos. Don Goyo se fortalece por medio de la fusion totémica con el man- gle y se convierte en un ser casi divino, capaz de conquistar las islas. Su deseo de fecundidad se ve insinuado por la naturaleza. A pesar de este anhelo de fecundidad, siente Don Goyo un deber de fide- lidad con las islas. Debia permanecer solo y aislado como ellas. Pero record6 lo que habia tenido que luchar a su llegada para vencer la naturaleza hostil. Entonces Don Goyo como gesto de compasién decide ayudar a los nuevos pobladores. Asi se da cuenta de la inmensa satis— faccién que trae la comunicacién con seres de la misma especie. Un semidiés mas humano que divino, Don Goyo siente la fuerza sensual de su naturaleza. El acto sexual ya no es como antafio una necesidad biolé— gica sino que aparece unido a1 deseo de compartir su vida, a un sentido de bienestar y, naturalmente, a lo mas vital, la procreacién: 35 [...] sintié por primera vez e1 vacio de su cama. El cuero de venado 1e pareci6 demasiado grande. El frio de la noche, demasiado fuerte. Su lujuria, encendida, intolerable. Y también lleg6 a una conclusion. Necesitaba una mujer. Una mujer que durmiese siempre con él, sobre todo cuando a él 1e diera la gana. Una mujer que lo cuidase. Que le diera algunos hijos. Que 1e tuviera siempre lista la merienda. Y las piernas abiertas y propicias a la caricia viril. (163) Como Adan en la creacién, se deja seducir por una mujer. Es la esposa de don Quinde quien le sirve de estimulo sexual. En las noches como en una vision que transmite en sus pensamientos imagenes sensuales que lo incendian: [...] sentia it y venir a la mujer de don Quinde. Y, poco a poco, su carne se iba encendiendo. Hubo un momento en que crey6 verla desde su casa, cami- nando sobre el estero, completamente desnuda, como una canoa valumosa. Y que lo llamaba a él para que la tripulase. Con toda la fiebre de sus afios solitarios. (163) Entonces se lanza, tal como lo habia hecho con las islas, a la conquista de la mujer. En el fervor sexual de Don Goyo, Aguilera-Malta parece querer demostrar que para el amor hay que ser dedicado ardiente y constante. Insinfia también que los seres humanos son diferentes en el grado de intensidad de sus sentimientos y actitudes: Don Goyo sonreia, acariciado en su orgullo de fertilidad y de vigor. Y nuevamente la emprendia con la Margara. La mujer de don Quinde, a1 verla pasar, no podia ocultar un suspiro de envidia: (2381 todos los hombres fueran como don Goyo! ISi don Quinde no se cansara tan prontod77 Y, a veces, en sus supremos enfurecimientos de lujuria exaltada, quiso obligar a su marido a ser c0pioso, abundante. A sacar fuerza de donde no habia tenido nunca. --Vos debés aprender de don Goyo. iEr si que ej un hombre de verdad! (167—68) Mientras e1 acto sexual en Don Goyo se manifiesta como una expe~ riencia religiosa, como un goce sexual y principalmente, como un deber de procreacién, el pueblo lo percibe como un acto sagrado. Parece 36 haber un culto a lo sexual y a lo er6tico: Fué una sola fiesta. Ayuntados, [Don Goya y Mérgara] en un angustioso jadeo, estuvieron varios dias, en que 8610 se separaban para comer o hacer lo imprescindiblemente necesario. Se habian olvidado del resto de la humanidad. Los vecinos, muchas veces habian intentado acercarse. Pero, a1 divisar el grupo retorciente. Dandose cuenta de la fiebre amorosa que les habia entrado, se retiraban com- prensivos. Musitando unas frases de rfibrica. Y en tanto, 1a pareja infatigable, ya sobre el cuero de venado, ya sobre el piso de cafia, sobre la tierra dulce o sobre la canoa, seguia su placer galopante. Don Goyo habia dicho maliciosamente que estaba haciendo la entrada. Como nada menos que todo un macho. (167) Con la Margara engendra a un hijo y se esmera en darle 1a educa- ci6n necesaria para subsistir en esos lugares primitivos, como un deber que le impone su conciencia de hombre y de padre. Viene luego una hija, a la que considera una traicién de su propia carne. Sin embargo es el despertar de un nuevo amor, de algo que no habia sentido antes. Ella tiene que ganarse e1 carifio de su padre. Hay igualdad de sexos en el aprendizaje necesario para vencer las dificultades del ambiente, pero Aguilera—Malta quiere sefialar aqui la diferencia emocional de estos dos seres. Para Aguilera-Malta la mujer posee todos los atributos er6ti- cos, es la participante activa en las cuestiones amorosas. E1 autor crea la imagen del hombre primero y luego la de la mujer, no por medio de un acto sobrenatural como el 30plo divino, sino por un acto sexual humano. A1 considerar a la hija como una traicién de su carne, Don Goyo esta implicando que la mujer es la causante del pecado. Sin embargo, él es el creador, e1 padre y el seducido por la mujer, por- que ella conquista su amor. Aqui lo que vemos no es una condenacién a la mujer sino una vacilacién entre lo cristiano y lo pagano, entre lo que es y debe ser la mujer de acuerdo a las creencias cristianas. La nota en que termina es positiva porque el amor de hija agrega una 37 dimensién mas de amor en Don Goyo. Aguilera-Malta pone énfasis en la importancia de la creacion del hombre y la mujer como medio de pro- creacion, y lo indica mediante un descanso sexual entre e1 nacimiento de los dos primeros hijos. ya que después los otros hijos nacen sin interrupcién. Don Goyo, como Jesus, muere por la injusticia del mundo. Su ago- nia esta descrita de la misma manera que la fusién totémica con el man- gle, representando aqui un acto de fidelidad "religiosa": Y, de improviso, empezé a experimentar una cierta tranquilidad y dulzura. Crey6 ver a los mangles acercandose paulatinamente a él. Crey6 que le extendian las ramas potentes en tono de caricia. Y después, sintié que esas ramas lo elevaban suave- mente, transporténdolo a través de todas las islas. Su paso era saludado con reverencia. Un cuchi- cheo de admiracién y de afecto hervia de los rin- cones més ocultos, en los recovecos del fango. Y parecia que una enorme multitud de mangles empeza- ban a seguir a los que llevaban en sus ramas a1 viejo cholo. Don Goyo era feliz. (187) La apariencia de Don Goyo, muerto, colgado del mangle, nos recuerda 1a crucifixi6n de Cristo: Estaba sumergido en el agua. Totalmente desnudo. Prendido de las ramas vigorosas del mangle caido. Tenia los ojos abiertos. La boca iluminada por una extrafia risa que imponia. Los mfisculos se habian esponjado. E1 cuerpo daba una impresién rotunda de fuerza y lozania. Prieto, rugoso, formidable, parecia confundirse con la carne del colosal habitante de las islas. -—;Don Goya}... (200) Al final 1a desaparicion de Don Goyo del atafid, también coincide con la resurreccién de Cristo: [...] Don Goyo se habia largao. Con atafi y too. Lo bujcamo un rato. Pero quién encuentra a un defunto en Cajcajal y de noche... Mafiana lo iremoj a bujcar, si usté quiere... Na Andrea lo qued6 mirando fijamente, larga- mente. Y le hab16: -- No. don Leit6n. No lo bujquemoj maj. zPa qué?... 38 iToo eso tenia que ser! (206) Este t6tem no es individual sino clénico y con la llegada del blanco y su eXplotaciGn, viene la protesta del arbol mas viejo, e1 mangle. Como miembro del clan, e1 mangle siente e1 deber y la nece- sidad de servir a1 hombre de su clase, pero no a1 blanco destructor de los suyos. Con la queja del mangle, Don Goyo sugiere 1a pesca, pero el pescado protesta también y el viejo Leit6n llega a la conclusién de que es tan duro eXplotar e1 mangle como el pescado. El mangle repre- senta aqui la experiencia religiosa er6tica y el pescado es simbolo del nombre de Cristo. A1 prohibir la explotacién del mangle y del pescado, Aguilera-Malta ha querido elevar lo er6tico a la categoria de experinecia religiosa y condenar su explotacién. En Cusumbo, personaje principal de la primera parte de la novela, e1 erotismo sigue siendo la fuerza regeneradora del ser humano. Se manifiesta como una experiencia individual y primitiva como en los cuentos. Cusumbo se caracteriza por una gran sensualidad y habilidad de espiritu. Siendo e1 erotismo una fuerza de la naturaleza, ésta 1e sirve a Cusumbo de estimulo sexual y de identificacion con lo que esta a su alrededor. Del arrozal anhela e1 sentido de utilidad y fecundi- dad: --iSi yo fuera arrozal}... Dar alegria a los montes. Alimento y cobijo a los hombres. Sentirse uno y muchos. Grano de arroz entre los dientes. Paja de arroz sobre las chozas y las balsas. iAh, las espigaSE... (20) En las faenas cotidianas del ganado, Cusumbo esta expuesto a las calurosas demostraciones sexuales de plantas y animales, que directa o indirectamente lo preparan para las funciones er6ticas. En una imagen sencilla pero palpitante de erotismo y por medio de un vocabulario 39 preciso y cotidiano, Aguilera-Malta logra un efecto extremadamente sen— sual: Los cuernos, altos y desafiantes, obedecian gus— tosos. E1 potrero se abria maternal. El mill6n de lenguas verdes lamia las ubres colgantes y pr6digas y las virilidades entusiastas. (20) En esta imagen los sentimientos juegan un papel muy importante. En las mafianas cuando Cusumbo ordefia las vacas, el contacto con las ubres y el sonido del liquido blanco, que a su vez simboliza 1a viri— lidad del hombre y una fuente de alimento, afiade una dimensién mas a su sensualidad. Naturalmente que la accién misma de ordefiar, nos pro- porciona una visién pléstica de lo er6tico: El olfato maternal. olfato: En cuclillas. Con el tarro entre las piernas, apretaba con sus dedos vibrantes los jugosos racimos de carne. E1 chorro espumoso salia con fuerza sobre el amplio recipiente. (22) se nos manifiesta como estimulo sexual e identificacién En la primera cita e1 toro distingue a la hembra por el Las distancias se acortaban insensiblemente. Pronto e1 hocico del toro estuvo cerca del sexo de la per- seguida. (32) En la segunda, la vaca reconoce a su hijo por el olfato también: Las vacas entraban en aluvién. Metian su hocico como mejor podian entre cafia y cafia de las sepa— raciones, y por ahi lamian tiernamente a sus hijos, mugiendo dulcemente. (21) Pero lo que conduce a Cusumbo al despertar de su verdadero apetito sexual es el presenciar 1a c6pula entre e1 "Fajado" y la "Jaboncillo". Un esfuerzo mas. Y e1 “Fajadon'salté sobre la I‘Jaboncillo”. Se oy6 un sordo mugido de alegria y de dolor. El “Fajado” 1e hundic’) su carne atorni- 11ante. Hubo un jadeo angustioso. LatlJaboncillosr se estremeci6. Cay6 a1 suelo, en desperdicio absurdo, un hilillo de la leche engendradora. 40 Todo fué rapido. Tal que relémpago de carnes agi- tadas. Vibraron mugiendo. Electrizados. En medio de los at6nitos potreros. De los arboles inclina- dos. De las aguas empinadas. Asi--tornados S610 marejada de mfisculos-—se hun- dieron en el verde del jainero. Siguieron por las torchas mas dificiles. En un esfuerzo titanico de fecundidad. Y Cusumbo, at6nito, extético, empezaba a compren- der. (32-33) Desde este momento sinti6 los ardores de su prOpia carne. Comenzé a identificarse él y sus compafieras con el> Y, casi gritando: -—Ser6 verdad que me estoy volviendo loco? <7 (59-60) Esta locura, esta confusi6n no representa un amor, ni siquiera un deseo sexual, es la ambici6n que como una enfermedad lo desespera. Cree que la ambici6n puede transformarlo a 61 y a la isla. Esta ambi— ci6n significa un aspecto negativo del individuo, de la vida y de la sociedad. Aguilera—Malta usa "alegria" en lugar de una palabra intima 48 para expresar la relaci6n de Néstor con la tierra y "dedos" en lugar de sexo para expresar 1a pasi6n sobre el campo. Aqui "alegria" es satisfacci6n de dinero y "dedos" 1a ambici6n de éste. En el caso de la cosecha del choclo, tampoco es un amor por la tierra 0 un deseo de fecundidad, sino un interés monetario: Néstor rejuvenece. —-Es que la cosecha me vuelve otro. Como si yo mismo estuviera cargado de frutos... Palpa su triunfo sobre la isla. Se le antoja un triunfo definitivo. Coge, poseido de excitaci6n sobre humana, las pr6digas mazorcas. Las estrecha sobre sus manos nerviosas, como un anticipo del oro del mafiana. (147) Cuando Néstor habla de la c6pula de la tierra y 61, son s6lo pala- bras huecas, producto de un momento de lucidez. A la Isla no la ve como un objeto de conquista, sino que mas vale como un desafio a su ambici6n. La tierra 36 1e presenta fecunda y dispuesta como una mujer a los placeres sexuales, pero a Néstor 1e interesa 3610 el producto de la cosecha: Por fin, lleg6 la siembra. Asom6 e1 espeque viril, hundiendose en la tierra virgen, violandola para echar la semilla fecunda. (69) A través de toda la novela se nota en Néstor una dualidad entre su amor por la tierra y su interés monetario. Habla de vencer, de luchar, de fundirse con la tierra, pero su pensamiento y sus acciones estén dominadas por el dinero. Desea a todo trance recuperar su herencia y su reputaci6n donjuanesca. Guayamabe, mayordomo de la hacienda y gran conocedor de esos lugares, 1e proporciona consejos, pero Néstor los ignora. En el trato de la gente su habilidad es minima. En el caso de Melgar (pe6n diestro en las armas), en lugar de usar su autoridad para calmar los animos y evitar una muerte, le falta la paciencia y se convierte en asesino. Asi a la vista de todos rompe con otro c6digo 49 humano, religioso y moral. Su primera reacci6n a1 crimen es de triunfo y orgullo: Le arde la sangre, otra vez. Los ojos se 1e agrandan. Las pupilas cobran brillos felinos. Triunfa de nuevo e1 aplomo de su orgullo invenci- ble. Se vuelve a los hombres at6nitos. Les habla con voz recia, dominante: --Abran un hueco en la loma. Alli metan a este hombre!... (71) Hay un momento de remordimiento, luego surge e1 dominador de antafio: [...] aY si acaso me quisieran llevar a la Cércel? Qu6 va! Eso seria un absurdo. Tengo un apellido muy sonoro, que arranca desde la Colonia. Mis famiw liares valen mucho. Seria una mancha para media sociedad portefia. Casi tengo 1a seguridad de que la mayoria aprobaré lo que he hecho. 5C6mo iba a dejarme faltar e1 respeto? LC6mo iba a dejar que se haga lo que quieran aqui, en la isla? Mi volun- tad es la ley, la finica ley!... (73) Este orgullo falso de que se encuentra poseido Néstor le hace pen— sar que matar es un deber. E1 autor ir6nicamente hace este comentario: "Ahora piensa que, incluso ha cumplido un deber, el mejor de los debe— res: el deber de matar." (74) Néstor cree que su actitud animal obedece a una herencia primitiva. Asi como los cholos estén dominados por fuerzas atévicas, 61 tambi6n piensa que la isla quiere devorarlo. La isla representa para 61 la fuerza negativa que arrastra al hombre, no por tratarse de la natura- leza maldita, sino por condicionar a1 individuo sicol6gicamente. Sin embargo no se da cuenta que su pesimismo es el que lo esté estrangu- lando. Junto a esta fuerza negativa, aparece e1 aspecto positivo encar- nado en Guayamabe, mayordomo de la hacienda. Este surge como una posi— ble salvaci6n para Néstor; como el guia conocedor de la tierra. Néstor 50 desea plantar algod6n, pero Guayamabe se opone porque sabe que la isla es buena para ganado. Desde e1 punto de vista er6tico esto es muy sim— b6lico. Néstor quiere mantener 1a isla blanca, con apariencia de vir— ginidad. Rechaza la idea del ganado por su demora en obtener ganancia y porque tal vez, inconscientemente, esto signifique 1a falta de desa— rrollo er6tico en el personaje, ya que el ganado tiene implicaci6n sexual. A la mujer 1a sigue deseando como una necesidad fisica. Afin después, cuando llega don Merelo, el padre de Esperanza, lo va a visi- tar con la idea de poder encontrar una mujer asequible y no un amor. Reconoce 1a necesidad de las caricias y el amor, sin embargo e1 deseo sexual pasajero, 1a ambici6n del dinero, e1 pensar que no puede regre— sar a la ciudad lo vuelve loco. Su falta de integridad en momentos de desesperaci6n 1e hace pensar en el suicidio. Para Guayamabe lo que 1e hace falta a Néstor, entre otras cosas, es paciencia para dominar la tierra y conquistar el amor. Ante todo dice hay que ser bien hombre: "Aunque creyera... yo no me iria... zPara qu6 soy hombre, entonces?" (150) Esperanza surge en la vida de Néstor como un medio de conquista y desafio, de amor y tentaci6n. Es una mujer sensual, valiente, amante de la libertad y la sencillez; segura de si misma. Asi como la isla, ella se presenta ante Néstor como un desafio: --Cuando yo quiera un hombre, tendré que ser como mi padre. -- 5Como su padre? -- Si. Hombre como 61. Capaz de dominar por estos lados. Capaz de ganarme, si posible fuera, a machetazos. (169) Sn imponencia, sensualidad y valentia, nos recuerda la Peralta en 6" "E1 cholo que se castr N6stor se la imagina a Esperanza: [...] a esta mujer de tan violentos 0108, y senos y muslos desafiantes, de qu6 otro modo podria 51 conquistarsela? Y su imaginaci6n ya la sugiere en algfin recoveco de los mangles, fierro en mano, defendiéndose; ya la sugiere tendida en la canoa balumosa, vestida solamente con sus besos. (170) Ella lo seduce y 61 por primera vez confiesa su amor a una mujer: -- Es raro, rarisimo lo que me esté pasando. Al mirarla, hace un instante, me ha parecido ver mi destino. Yo, por siempre, encadenado a sus son- risas a sus ojos, como un ciego asido a un rayo de luna, como una ilusi6n danzando tras sus pies mara- villosos... Qu6 tiene usted, qu6 ha podido infil- trarme en el cuerpo y en el a1ma?... Le aseguro que no podr6 ya estar tranquilo. Le aseguro que me devoraré e1 incendio que siembra usted con sus ojos. Esperanza!...iEsperanza!... [...] Si, iEspe- ranza! Con usted me ha pasado lo que no me ha pasado con nadie! Es usted la que ha venido a sacudirme. La soledad de la isla y de los esteros insondables tiene ahora un sentido. Por fin! Por fin soy algo més que el deseo de reconquistarme!... Comprende! Comprende usted lo que estoy diciendo? Esperanza! Esperanza!... A ratos 1e pareceré que no estoy en mis completos sentidos, que me estoy volviendo loco... Pero no! 3N0 estoy loco!... Era un torrente --eso es todo!-- era un torrente y por fin encontr6 mi cauce. (173) E1 ardor de este amor, como toda la fuerza er6tica en la obra de Aguilera—Malta, se encuentra reflejada en la naturaleza: Arde e1 sol! Grita la montafia. Parece que la tierra se convirtiera en un mar enorme de olas mul- ticolores! Parece que los dos se estuvieran aho- gando definitivamente, sin esperanza!... (174) Con esto comienza a desarrollarse en Néstor una pasi6n, un senti- miento de amor, desconocido hasta entonces para 61. Como una clara visi6n ve a Esperanza proyectarse en el estero. Esta atracci6n sexual es tan voluptuosa que es dificil para Néstor distinguir entre lo er6- tico y la fuerza devoradora de la isla, debido a su falta de experiencia er6tica: Lo siento distinto, como si fuera un desconocido. Lo ve lleno de colores dinémicos, que cambian con las réfagas de viento y con los rayos solares. Y 52 sobre el estero, la ve a ella caminando, por magia prodigiosa, sobre las olas diminutas. C6mo 1e cantan los ojos iluminados y los labios oferentes! C6mo 1e vibran los senos y los muslos de anzuelo! C6mo parece aduefiarse del ambiente! C6mo parece meterse, a través de todos sus senti- dos, hasta el fondo de su alma! Va delante de 61, en desafio inexplicable. [...] Y 10 curioso es que lo envuelve con sus réfagas de carne, con el ritmo impetuoso de su belleza de atena. E1 extiende los brazos, en absurda llamada. Voces ignotas y palabras inefables 1e tiemblan en los labios. Hay instantes en que parece querer avanzar a lo largo de la embarcaci6n veloz y arro— jarse también a1 agua, tras ella... Pero lo detiene la sfibita conciencia de sus actos. Y de nuevo piensa que es la isla que lo tienta, que es la isla que enhela arrojarlo a1 fondo del estero, que es la isla que pretende gozarse en su agonia y por eso 1e crea la cautivante imagen de la amada. (174-75) Aguilera-Malta se vale del suefio para explorar el subconsciente y las ansiedades sexuales de Néstor, el desafio de la mujer amada, y muy profundo, en su pensamiento, e1 miedo de la derrota y el fracaso. Su pesimismo es més fuerte que sus sentimientos intimos y sexuales. Es 1a huella sicol6gica dejada por la pobreza inesperada y por el vacio moral y emocional de su juventud. Este dilema de Néstor se refleja en su aspecto fisico. Afin Guaya- mabe ve en la cara de Néstor un semblante de muerte. Cree que la isla lo esté agarrando verdaderamente a Néstor: Tal vez ni existe Esperanza; tal vez, 61 no ha ido nunca donde don Merelo. Todo es una ficci6n que le ha creado la vengativa San Pancracio. Ella es la finica cierta, la finica aut6ntica. E1 suefio de esa mujer encantadora, no es més que eso: un suefio! Su enemiga implacable 10 ha creado para atormentarlo, para gozarse en su suplicio, para ver si la infiere una nueva derrota. No contenta con causarle los fracasos econ6micos, quiere penetrar medularmente en su existencia; quiere agotarlo, extenuarlo, exterminarlo. Y quien sabe si Esperanza no es més que ella misma. Quien sabe si ha tomado la forma de 53 esa mujer adorable, para tenderle nuevas redes, para aduefiarse integramente de sus pensamientos, para-- por colmo supremo-- hacerse querer de quien la odia. (182) La isla aqui puede simbolizar la muerte, y ya se ha sefialado que el acto sexual es una "pequefia muerte". Entonces inconscientemente su reacci6n a la maldita isla, es realmente e1 temor a enfrentarse a lo er6tico. Se percibe en Néstor un deseo de cambiar, debido a la influen- cia de Esperanza. Sin embargo su orgullo, y el recuerdo de sus riquezas y placeres lo siguen dominando. Esto se manifiesta a través de la obra en el conflicto entre la ambici6n y el amor. Néstor esté convencido de que la isla lo busca para destruirlo, para liquidarlo. En su coraz6n la llama del verdadero amor no ha brotado raices todavia y en cambio ha surgido e1 odio como instrumento de desafio con la isla. Hay 8610 un momento en que Néstor se identifica con la isla y esto es como un anti- cipo a la uni6n er6tica con Esperanza. Guayamaba agrega un tono de sin- "-- Todos los hombres servi- ceridad y arrojo a1 comentarle a N6stor: mos para todo, Patr6n. Es cuesti6n de acostumbrarse. Y en estas tie- rras hay que saber de todo, si queremos vivir en ellas. Pruebe y veré." (278) Néstor se inicia en estas faenas con la pesca, que desde ya es significativo por considerarse el pescado un estimulante afrodisiaco. Con lo que posiblemente Aguilera-Malta quiere indicarnos el acerca- miento a una experiencia er6tica en Néstor. Luego se realiza la fusi6n er6tica entre los amantes que para el autor es el camino de la fecun- didad y de la vida: De improviso, se encuentra junto a ella. La ve en el plan de la canoa—-como lo sofiara un dia--vestida finicamente con sus besos. Le tiemblan las manos y los ojos en el contacto 54 inefable del cuerpo maravilloso, en la fusi6n de sus respiraciones, en la amalgama de sus deseos. Tiene noci6n de infinito. Sabe cuales son los caminos de la creaci6n y de la vida. Le fluye e1 rio de los at6mos que se hacen carne y de los espasmos tibios que ahogan fecundando. Hélitos de divinidad y de ensuefio, de humanidad y de materia, mezclados 6vidamente entre las puntas de los pezones o entre e1 vibrar de los labios. [...] Abandonados al sol, a1 agua y al viento, vesti— dos con el anhelo que se realiza, los arrastra el destino, otra vez, hacia la isla. (307—08) Con esta fusi6n er6tica Aguilera-Malta esté demostrando que es posible la transformaci6n del individuo por medio del erotismo si hay sinceridad y buena voluntad, pero Néstor pone en peligro la vida de Esperanza por ir a vigilar las bellotas de algod6n. Tal vez esta acti- tud no haya sido intencional, pues Néstor carece de la sensibilidad necesaria para separar e1 interés del amor. En sus delirios de locura muchas veces confunde las bellotas con los senos de Esperanza. For 10 tanto la p6rdida del algod6n por la helada y el rapto de Esperanza por Melgar (hijo del pe6n asesinado por Néstor) lo lleva a su fin. A1 entregarse a la tierra se siente fundido con ella, no como medio de fecundidad sino de un proceso de fosilazaci6n: --...Siempre Ella!... Fijate!... Ahora, todos estén con Ella, en Ella hundidos!... No la ves?... Mirala!... Su cabeza se compone de todas las cabe- zas de los muertos! Aluviones de ojos y de dientes, de vientres despedazados y de gusanos hambrientos se mezclan a las algas marinas y a las vellosidades tiernas de sus rincones sudorosos!... Quisiera no acercarme 3 Ella!... Le tengo p6nico al mundo desar— ticulado que pulula en su existencia!... Me tengo miedo a mi mismo que ahora soy parte de ella!... Pero no puedo oponerme!... Siento que la sangre que circula por mis venas, ya no es mia!... Siento que el aire que respiro no sale de mis pulmones!... Que mis ojOs empiezan a verlo todo entre las nubes verdes!... Que se me endurecen las carnes como si las fueran integrando fibras vegatables!... 0u6 soy? ... LD6nde me arrastras? ... Si ya no me opongo!... Si ya no puedo resistir!... Aqui esta mi soberbia 55 aplastada!... Aqui estén mis suefios encadenados para siempre!... Aqui estén mi rancia estirpe y mi anhelo aventurero hechos cadéveres!... Soy tuyo y eres mia! Mia!... Mia, por fin!!!... (312-313) Pero esta muerte tiene una profecia vital: --...Es Ella!... S610 ella!... Por fin, me ha ven- cido! Me ha vencido para siempre!... He estado ciego! Todos los mios han estado ciegos!... La lucha con mi casta ha terminado!... Los que vengan en pos de mi, nacerén de la tierra! Fluirén lo mismo que un rio, lo mismo que la savia de los 6rboles!... (312) Asi demuestra el autor que el orgullo y el dinero son superficiales y que el hombre persiste a través del proceso vital. En Pablo tenemos e1 paralelo de Néstor. Es un hombre de la isla, experto en el manejo de las armas; a veces llegan a ser una obsesi6n como el dinero en Néstor. Siembra pénico en la isla por su actuaci6n de pirata. Mata a cualquiera, roba para subsistir y abusa de las muje- res para satisfacci6n fisica: [...] Ese si que friega! Figfirate! Cuando ve una mujer dizque se pone como loco el verraquisimo. Dizque en seguida quiere cubrirla, sin respetar a nadie. Y cuando se le resiste, le da bejuco 0 plan. A veces, dizque las arrastra, agarrando- las de donde puede, hasta dejarlas transijadas, molidas, para poderlas montar més f6cilmente, como si fuera un burro hechor... (189) Su mal comportamiento es atribuido, por la gente del lugar, a fuerzas diab6licas; posiblemente a su contacto con los Tin-Tines. Aguilera— Malta personifica sus crimenes con la velocidad del viento: Silba el viento mat6n, entre las hojas de bijao. Parece erizar 1a superficie salobre del estero grande. Corre, como un condenado sobre la melena oscura de los mangles. Y sacude a los hombres con su frio penetrante. (195) A diferencia de Néstor, Pablo anda casi siempre pr6fugo de la justicia por perjuicio del cholo a manos del blanco; trata luego de 56 vengar la muerte de su padre, y se pone a cazar a su asesino, Néstor. En estas andanzas se enamora de Esperanza, la amada de Néstor, a quien rapta al final de la novela. Vemos pues que en los dos su finica redenci6n puede ser el amor. El secuestro de Esperanza por Pablo no es un triunfo er6tico sino un crimen més en su vida. Este paralelo le sirve al autor para demostrar que la diferencia de culturas no es lo que precipita al individuo a1 fracaso. Es més bien la falta de prin- cipios morales, la inhabilidad de un desarrollo emocional lo que pro— vocan su inestabilidad en la sociedad. En los amores de Tej6n y la Margara lo er6tico se manifiesta de un modo esponténeo. Tej6n es un hombre trabajador, fuerte e incapaz de faltar a las leyes morales o humanas. La Mérgara es una chola humilde, sencilla y sensual como las mujeres de su tierra. La atrac- ci6n sexual entre Tej6n y la chola se cultiva de una manera sincera y saludable. A Tej6n su imaginaci6n 1e sirve a veces de estimulo sexual: E1, siente que la hacen cosquillas en todo el cuerpo, como si estuviera nadando boca arriba. Quiere arrojarse a cogerla. Pero estira la mano y ella se 1e escapa, igual que si se tratara de un cardumen de chaparras, que le dieran vueltas, vertiginosamente. (27) En esas sociedades primitivas donde la fuerza er6tica brota de la misma naturaleza, donde el hombre y la naturaleza estén en perfecta armonia no faltan los estimulos sexuales: E1 Tej6n las conoci6 enseguida: eran las hijas de don Mite. Al verlas, se olvid6 instanténeamente, del encargo y de todos los mayordomos del mundo. Fue como si 1e dieran un machetazo en la cabeza; porque se le qued6 prendida en el lomo del mangle, con los ojos abiertos, muy abiertos, abarcando, en ansia infinita, la visi6n maravillosa... [...] La tela delgadita se les pegaba al cuerpo, dibujéndoselo. Y cuando esto ocurria, e1 Tej6n 57 se ponia pélido, tembloroso sin saber que hacer. No se cansaba de seguir mirando, con una mirada devoradora, angustiosa. Gotas de sudor 1e corrian continuamente por el rostro. Las manos se le tor- cian, apretando e1 vacio. Volvian a surgir trozos de la conversaci6n: —-Vea que se me esté hinchando e1 cuerpo. Fijate, fiafia! -—Es que ya es tiempo, pues. Las mujeres somos como los bototillos... que tienen que hincharse para dar lana. -—Asi ha de ser, fiafia... (28—29) El agua y el viento intervienen para acentuar los rasgos sensuales de las muchachas. Aunque primitiva la conversaci6n de ellas demuestra un gran conocimiento de su propia sexualidad, manifestada con pureza y sencillez. Esto agrega otra dimensi6n més al estimulo sexual de Tej6n: la auditiva. La desnudez de las muchachas y especialmente de la M6r- gara parece suministrarle a Tej6n sus primeros goces sexuales. E1 autor con gran sutileza lo sugiere por medio de verbos de acci6n y con la intervenci6n de todos los sentidos. Aguilera-Malta por medio de una rara transparencia del agua revela 1a virginidad y pureza de las chi— cas: Se detuvieron sobre un pequefio banco de arena. Acercaron un tarro de agua dulce, que tenian medio oculto en uno de los brusqueros. Se metieron detrés de 6ste. Y-—pensando que nadie las miraba-—se fue— ron quitando los camisones. El Tej6n crey6 que se iba a caer mangle abajo. Estuvo pasando los ojos, atontado, por las tres, hasta que los detuvo en la menor, en la Margara. Vea que estaba buenaza la M6rgara! Parecia que la hubieran trabajado en 6bano, 0 en coraz6n de cascol 0 de balsamo. C6mo debia de ser de dura y de tibia! C6mo temblaria si 61 1e pasara las manos hirvientes, por encima! En tanto, el agua dulce se deslizaba sobre el cuerpo de la muchacha, déndole extrafias transparen— cias. El Tej6n ya no pudo soportar mfis. Inconscientemente, se apret6 a1 palo zambo. Le extendi6 los brazos enfebrecidos. Pas6 sus labios ansiosos sobre la corteza agresiva. Y sinti6 que 58 se dormia, con los ojos abiertos. C6mo 1e daba vueltas el manglar, e1 estero, la isla! Queria gritar; queria saltar; queria revol— carse sobre la arena menuda o sobre la tierra hoja— rascosa, como un saino rijoso; queria, también, agarrar un machete y empezar a cortar las ramazones més complejas, los brusqueros més intrincados, los més altos bejucales de zapén de paloma 0 de plazar- tes! (29-30) A veces el reflejo de las piernas de la Margara en el agua acelera la pasi6n sexual de Tej6n: Se 16 acerc6, se le acerc6, casi hasta tocarla. Ella, aunque lo hubiera querido, no pudo ale- jarse. Una voluntad més fuerte que la suya la amarraba a1 lado de este hombre, como si 1e hubie- ran adherido los pies con muyuyo 0 con goma de zapote. Sentia la respiraci6n de 61, que la envolvia, como una llamarada; sentia sus ojos cla— vados en los de ella, igual que anzuelos inevita- bles. (31-32) A pesar de sentirse enamorado, Tej6n se encontraba atado a su tra— bajo y a la esclavitud del blanco que lo explotaba. Sin embargo este amor, este gran erotismo era lo que lo ayudaba a vivir, a diferencia de N6stor que poseia un vacio en su vida. Era un nuevo renacer lo que se le presentaba a Tej6n junto a la Mérgara: Habia pasado el encanto. Una angustia terrible 1e puso la boca amarga. Tenia néuseas. Se dijera que le rodaban piolas por las venas. Hubo un instante en que todo pareci6 haberse tefiido en sangre. El pozo se agrand6. Lo sinti6 como un estero. El tenia las carnes fuer- tes, las manos callosas, los dientes de acero. Pero sentia rabiosos deseos de soltar una légrima ... Y e1 trabajo? Y e1 Mayordomo? Y el Blanco? Y 1a montafia?... C6mo sudaba! Era igual que si se estuviera bafiando. Y bien. Daba lo mismo. Todo daba lo mismo! Qu6 hora seria? E1? Pero era 61? La M6rgara! Siempre, la Mérgara! La tenia tre— pada sobre su nuca. Y reia. Reia sobre las pier- nas... Igualito que si toda se hubiera vuelto piernas!... C6mo ardia e1 sol! Era un nuevo sol, un sol distinto! Es que habia comido carne salada de puercos «alzados»? Y C6mo corria el viento, el viento que alborotaba las hojas verdes y las hojas grises de los 6rboles! (32) 59 Era una esperanza y una pasi6n. Era una alegria y consuelo saber que se uniria a la M6rgara. Pero tambi6n era un deseo insatisfecho y una angustia la espera: Y 61 espera, espera, y seguiré esperando! No 1e importa que la Mérgara demore para estar a su lado: Tiene 1a certeza de que eso llegaré algfin dia. No sabe cuando ni c6mo, pero est6 seguro de no equivocarse. Para entonces guarda toda su fiebre, todas sus palabras y todas sus caricias. El, sera como una repunta de aguaje en el invierno. (33) Como en los cuentos cuando se le presenta una crisis al cholo su mayor preocupaci6n es el alimento y el sexo. Tej6n, picado de culebra con su pierna y pudriéndose, se desespera: C6mo trabajaré entonces? C6mo podré empufiar e1 rab6n de la socola o la peinilla de la despapada? C6mo podré ladearse en el hacheaje, cuando tenga que destrozar los troncos gruesisimos? Y——esto peor, mucho peor afin,-- C6mo podré hacer, para portarse como un hombre con la Mérgara, en el instante febril de las caricias? (33) En Tej6n se concibe una "madurez" er6tica paulatina y gran rescate en el amor. La Margara 1e demuestra su carifio pero no se le entrega. Sus actuaciones estén controladas por sus creencias atévicas. Los dos est6n listos para el abrazo sexual. En un momento de locura pasional, 61 se precipita en un asalto fisico, pero éste no se lleva a cabo sin 1a participaci6n de la Mérgara: Le ha brincado al lado. La ha apretado a su cuerpo, furiosamente. Ha querido fundirla, despe- dazarla junto a 61. Sus manos piratas la han saqueado. Primero por la garganta estremecida, por los senos clamantes, por el vientre ondulado, por los muslos tensos... --Asi no, Tej6n, asi no! Pero no puede protestar mas. Poco a poco, se va abandonando. Cada vez la electriza mas la caricia incesante. Parece que su cuerpo buscara un acomodo de respuesta 60 a las 6vidas manos; parece que temblara su carne, como una canoa balumosa. Y que, de pronto, toda ella se volviera una hamaca propicia para el cuerpo del hombre. (39) Aguilera-Malta nos sugiere, con la aprobaci6n de la Mérgara, que si hay e1 consentimiento de los amantes, las caricias intimas son jus- tificadas, deseadas y afin necesarias para llegar a la cristalizaci6n del momento er6tico. Estos sentimientos sexuales estén compenetrados en la naturaleza del hombre por lo cual lo er6tico es vital. Con la muerte de don Mite, su padre, la Mérgara a pesar de su preocupaci6n por las hermanas siente que su deber de hija ha terminado. Esto demuestra una responsabilidad moral para con el hombre que ama. Luego viene 1a huida de Tej6n que trae para M6rgara una nueva vida: Ella siente que se enciende, que vibra como bord6n en fiesta, respondiendo a las 6vidas cari- cias de las manos febriles. No han tenido conciencia del momento en que han caido, del momento en que sus ropas mugrientas y pobres han volado de los cuerpos, del momento mara- villoso en que se han prodigado la caricia suprema. (130) E1 camino de los amantes es duro y pedregoso, pero la dicha de ser libres de la esclavitud del blanco, de estar juntos alivia todo sufri— miento. En esta obra, Aguilera-Malta condena e1 predominio de la ambici6n y el orgullo a costa de un desarrollo er6tico necesario para el balance emocional del hombre y la continuidad de la especie. Néstor fracasa a causa de un acto anti—vital: la ambici6n desmesurada. Mientras tanto Aguilera-Malta alaba la armonia del hombre y la naturaleza y el desa- rrollo er6tica en Tej6n y Margara. Concluimos diciendo que en estas dos novelas Aguilera—Malta hace hincapié en dos conceptos positivos importantes: 1a idea del erotismo como necesidad para la preservaci6n de la especie y el gran m6rito del amor . NOTAS l Demetrio Aguilera-Malta, Don Goyo. (Madrid: Editorial Cenit, 1933). Subsiguientes referencias a esta obra se harén con el nfimero de la pégina en el texto entre par6ntesis asi: (103—04) 2 Demetrio Aguilera-Malta, La isla virgen (Guayaquil: Vera CIA. Editores, 1942). Subsiguientes referencias a esta obra se harén con el nfimero de la pégina en el texto entre par6ntesis asi: (44) 61 CAPITULO III SUBLIMACION DEL AMOR EROTICO: g3 nuevo mar para el rey y La caballeresa del sol. A1 discutir los cuentos de L2§_322 fig 3&2 de Aguilera-Malta habia- mos indicado que el fendmeno de la sublimacidn del erotismo tiene sus semillas en dos de ellos: "El cholo del cuerito e venao" y "El cholo que se fue pa Guayaquil". En el primer cuento sobresale la fidelidad y abne- gacidn del amor de Nerea. En el segundo, el deseo de posesiOn sexual de la ciudad surge como una obsesion que poco a poco va enloqueciendo a Tomés Leitbn. En las dos novelas La caballeresa del sol (1964) y en U3 nuevo mar para e; 522 (1965) lo primordial es la fusidn de ideales que, aun cuando parte de una atraccidn fisica alcanza un plano mAS elevado: el espiritual. g2 nuevo mar parg e; rey es una novela histdrica de la serie de los Episodios Americanos.1 A pesar de ser la tercera en el orden cronoldgico, 1a examinaremos aqui primera por razones temAticas. En esta obra Aguilera- Malta hace un recuento de la vida del conquistador espahol Vasco Nunez de Balboa, de sus esfuerzos y ambiciones. La novela se divide en cuatro par- tes. En la primera, "El esgrimidor," se distingue el espiritu de lucha de Balboa. Su conocimiento de la regi6n lo convierte en el jefe del grupo, y es luego nombrado Alcalde de la Colonia Santa Maria 1a Antigua del Darién. E1 Bachiller Enciso cesa en sus funciones de gobernador y vuelve a Espana. En la segunda parte, "Anayansi," se narra la entrada de los espaholes a Coyba, que coincide con las profesias de los oréculos de dicha tierra. 62 63 Balboa pide a Anayansi, la hija del cacique Careta, como rescate y la convierte en su amante. Por medio de Anayansi, tiene Balboa noticias del Mar del Sur y desde entonces vive obsesionado por la idea de su des- cubrimiento. En la tercera parte, "Un nuevo mar para el rey," nos tras- ladamos momenténeamente a Espafia. Enciso se cree destinado a descubrir ese Mar del Sur. Sin embargo, el rey confia 1a expedicidn a Pedrarias, quien se dirige inmediatamente a la Antigua. Mientras tanto, Balboa, con la ayuda de los indios, descubre el mar y toma posesién de 61 en nombre de los reyes de Espaha. A su regreso, encuentra Balboa a1 Inspector Arbolancha, mandado por el rey para las investigaciones del caso. Una vez comprobada la falsedad de las informaciones, Arbolancha regresa a Espaha con documentos favorables a Balboa. Desafortuna- damente, el nuevo gobernador ya ha salido para la Antigua. Balboa es nombrado por el rey Adelantado del Mar del Sur y Gobernador de las Provincias de Panama y Coyba. Cuando llega Pedrarias a la Antigua y se entera del descubrimiento del Mar del Sur, encarcela a Balboa. En la dltima parte, "Pedrarias," se destaca el sufrimiento de los nativos a manos del nuevo gobernador. Pedrarias se niega a concederle a Balboa e1 titulo enviado por el rey. Se opone ademAs a que descubra nuevas tierras, y en la primera oportunidad le acusa de desleal ante la autori- dad y ante el rey. Pedrarias hace decapitar a Balboa en la plaza pfiblica. En g§_nuevo mar para 91 rey se desarrollan los personajes y las situaciones en mayores detalles que en los cuentos. Balboa es un aventurero valiente, experto en las armas y de gran fuerza fisica. Posee habilidad para gobernar, lo que le proporciona enemigos y lo hace vulnerable a las calumnias. En lo personal es compasivo con la gente y 64 hasta con los animales. Quiere poseer a Anayansi sexualmente como tantas veces lo habia hecho con las otras mujeres. Pero no puede por el respeto que tiene por ella. AguileraeMalta nos revela en un mona- logo interior este conflicto. El autor hace hincapié en la necesidad de la uniOn sexual de Balboa y la princesa india como bienestar fisico y emocional del personaje y de la comunidad: Descontento de 31 mismo, se increpaba constantemente. gPor qué no lo hago? aPor qué no voy, ahora mismo, y la traigo? Por las buenas, si no se opone; arrastréndola por los cabe- llos, si ofrece resistencia. aPor qué? gPor qué no lo hago? E1 otro ser burldn que habia en 31 mismo, se mofaba de sus vacilaciones. Os desconozco, senor Alcalde. Estéis igual que cuando os acercasteis a la primera moza, alla, en vuestro lejano Jerez de los Caballeros, casi borroso en el recuerdo. 5E3 que os habéis vuelto un hombre de leyes y subterfugios, como el bachiller Enciso; iHacedlo, antes que cualquiera de los vuestros se,os adelante! E80 03 calmeria y ayudaria a que sigéis administrando mejor Santa Maria la Antigua del Darién. aHacedlo inmediatamente, sin titubeos! iHacedlo! No podia. La mirada misteriosa y profunda de Anayansi lo desar- maria. Lo perseguiria durante mucho tiempo, quiza toda la vida. Claro que algo raro le estaba ocurriendo. Su actitud-- a pesar de todo --resultaba inexplicable. LSeria e1 ambien- te enervante, dulzdn, acogedor del Darién, casi balsamico? 50 seria esa especie de magnetismm que irradiaba la hija del Cacique? Este contacto sexual entre el conquistador espahol y Anayansi liga a Balboa a esa nueva raza. Su comportamiento con los nativos hace que el nfimero de indios catequizados vaya aumentando. Balboa llega a conocer bien a los indios y a sentir por ellos cariho y proteccién. Esto se evi- dencia cuando las siete mujeres de Torecha, uno de los caciques asesinados, quieren ser enterradas con su marido. Los otros espafioles tratan de sedu- cirlas, pero 61 y el obispo las protegen. Sin embargo, hay momentos cuan- do algo o alguien se Opone a sus propositos o desafia a la tribu de Coyba, entonces Balboa es implacable. Asi cuando Pacra, uno de los caciques indios, se niega a ser su aliado lo hace destrozar por los perros. Otro at 65 de los notables atributos de Balboa es su fiedlidad a1 rey y a Espafia. Afin en momentos dificiles, cuando se ve traicionado por Encina y por los emisarios que envia a Espaha, se niega ante Anayansi a ser jefe de su tribu, porque para 61 sobre todo esta su patria. Anayansi es la princesa de la provincia de Coyba. Es baja de esta- tura, humilde y delicada. Segfin 1a tradicion de su tribu, esta destinada a ser la esposa del vencedor de los juegos florales dedicados al sol. Tarona, e1 triunfador en las fiestas, es hermoso y valiente, pero Anayansi no lo ama. Mientras tanto, la atraccion sexual por Balboa es evidente. Estos personajes tienen en comfin una gran compenetracién de ideales. Balboa la quiere a Anayansi no 5610 para acompanarla en el lecho, para verla bailar 0 para que lo atienda en todo, sino "También para mirarla, para sentir su presencia cerca, para experimentar e1 halo de su ternura sumisa, para saber que podia confiar en ella, como nunca habia confiado en nadie, para sentirla, como si fuese una parte de 81 mismo." (105) A Balboa y Anayansi los une un amor sagrado. Cuando tienen que separarse por largo tiempo, debido a los peligros y dificultades con que Balboa tropieza en sus andanzas, piensa 3610 en el feliz momenta de unirse otra vez: "--No sabes cuénto te he extrahado. No ha habido un ‘momento en que dejara de pensarte. -- gY yo? iAhora sdlo vivo por ti y para ti!" (171). Cuando Pedrarias le ofrece la mano de su hija en gesto de amistad, Balboa piensa en Anayansi, su mujer amada. Sin embargo cree Balboa que deben sacrificarse en bien de los demés, y ella espera resig- nada la decision de su amado. Aguilera-Malta usa aqui e1 erotismo como elemento estético para su- gerirnos 1a fusién de dos razas: 1a espafiola y la indigena. Se vale del acto sexual como elemento de fusidn, con el propdsito de ahondar en nues- 66 tros sentimientos lo intimo y profundo de este proceso cultura. La atraccién sexual deja de ser fisica para fundirse en alma y espiritu. Puede mAS que todas sus creencias religiosas y su propia voluntad. Asi lo expresa Aguilera-Malta en una entrevista: Anayansi le facilita todos los caminos, 1e ayuda en todo a1 propio tiempo que se entrega. Tal vez lo hace porque se sien- te parte de ese hombre, como 61 la siente parte de 31 mismo. No mira a Balboa como a un dominador, ni un usurpador, sino que lo ve como a un igual, como a un ser con quien se funde desde el sexo hasta la vida, hasta las aspiraciones, incluso sacrificando valores para ella de tanta transcendencia, que arrancan de su estirpe, de sus ancestros, de los vinculos con su pueblo, y aun con el hombre de su propia raza a quien iba a unirse. Me parece que en U3_nuevo mar para el rey, el sexo tiene una importancia decisiva. Casi estoy a punto de pensar que si no hubiera sido por su relaci6n con Anayansi, Balboa no descubre e1 Océano Pacifico. 3 E1 erotismo en esta novela se presenta en varios niveles: religioso, ético, fisico y estético. En el religiosa, desde un principio aparece implicito e1 espiritu pagano y cristiano. Los concursos florales, que se llevan a cabo con carécter ceremonial, son ofrecidos al dios Sol y al mismo tiempo e1 triunfador en estas fiestas debe elegir a la joven de su gusto. A1 entregarse fisicamente a1 vencedor, la doncella cumple con un deber religiosa, pero que carece de amor. Podemos hacer un paralelo entre el sacrificio de Anayansi y los sacrificios humanas ofrecidos a los dioses paganos en tiempo de los Incas. En esta ocasidn e1 sacrificio no se lleva a cabo debido a la llegada de los espaholes. La joven princesa a1 ver a Balboa siente una atraccidn irresistible. No sabe si es un dios 0 un hombre. Esta confusi6n que revela Anayansi entre dios y el hombre es interesante por la asociacidn que establece e1 autor entre lo espiritual y lo humano con un mismo grado de intensidad. En la sumersidn de Anayansi en el rio vemos algo similar. For un lado nos sugiere 1a purificacién 67 del bautismo cristiano, y por otro e1 estimulo sexual, como preparacidn para una experiencia religiosa, si consideramos a1 erotismo como lo hace el autor, un acto religioso. En el primer caso es una purificacidn espiritual para la vida eterna, y en el segundo, una manera de rescatar la vida. Es importante que AguileraiMalta haya agregado una dimensi6n cristiana antes de que se efectura la fusién fisica de los personajes. Esto quiere decir que el mestizaje fue fisico y espiritual a la vez. El acto de sumersiOn manifiesta un carécter de confesidn, de comunidn y afin de absolucién para cumplir con una responsabilidad moral, la de Anayansi con su pueblo. Al mismo tiempo la decisién de Anayansi es personal; va a entregarse a1 hombre que ama. Otra manera de expresar esta actitud religiosa es la veneracidn con que se acerca Balboa a Anayansi. Es 1a actitud del fiel ante la Virgen Maria, pero también, la del hombre ante la beldad femenina como culto er6tica. "Se habia arrodillado a1 pie de ella. Seguia pronunciando su nombre, con mayor dulzura afin: -- Anayansi, Anayansi, Anayansi ..." (93) Sin lugar a duda, es en la orquidea donde logra AguileraiMalta, por medio de asociacidn de simbolos, la fusidn de lo espiritual y la sublima- cidn del amor er6tica. Balboa ve en el color y en la forma de la orqui- dea una similitud con el Espiritu Santo. La réplica que manda hacer de oro de esta flor les sirve de guia y proteccidn a los amantes, como las 'medallas y crucifijos que usan los catélicos. Es también una proteccidn y prueba de lealtad del indio que lleva el mensaje de Anayansi a Balboa para que no acuda a la llamada de Pedrarias. Pero e1 momento culminante de esa fusidn es cuando Balboa coloca 1a orquidea de oro en el pecho de Anayansi. Simboliza la uni6n del amor humano y divino. Esta fusidn se 68 ve también en la forma de la orquidea. Por un lado tiene la forma de la paloma que simboliza e1 espiritu Santo y por otro es simbolo del Organo de la mujer. "Leoncico", e1 perro de Balboa, afiade también un toque religiosa, por considerarse al perro, segfin e1,simbolismo cristiano, un guardién del sacerdote. En este caso, Balboa es el sacerdote espiritual que ha logrado un sin nfimero de conversiones a la fe cristiana. Este aspecto religioso esta implicado ademés en la fe de Anayansi al creer que el Bios cristiano 0 el pagano de su pueblo pudiera salvar a Balboa de la pena de muerte. En estas manifestaciones vemos fundido lo er6tico y espiritual al nivel religiosa. En lo fisico, e1 estimulo sexual de Anayansi emana de la naturaleza. En este caso es el agua tibia del rio, donde la corriente al rozar con la piel le proporciona las caricias er6ticas que ella anticipara con Balboa: "Se desnudo. Vio su imagen reflejada en el enorme espejo liquido. Cerrd los ojos. Se hundio en el agua tibia y agradable. Le parecid que el 'milldn de dedos del Darién la recorria, en una especie de caricia antici- pada." (92) En Balboa este estimulo surge de la contemplacidn de la belle- za misteriosa y exotica de Anayansi. Percibimos la fuerte atracciOn sexual que existe entre los dos y también la c6pula de dos personajes que comparten un mismo goce y que se entregan completamente convirtiéndose en un solo ser: E1 vaivén era mas rapido. Parecia mentira que lo tuviera encima de ella, leve y agil, como una pluma en remolino. De pronto, un placer enervante, una felicidad desconocida principié a conmoverla. Casi sin darse cuenta, ella, tam- bién, empezd a balancearse. En ese instante, tuvo la con- ciencia clara de quién era 61. Era un hombre. ;Su hombre! (94-95) Esta atraccidn deja de ser fisica, y produce la sublimacidn del amor 69 er6tica. Anayansi una vez unida fisicamente a 61, 103 ideales de Balboa se convierten en intereses propias. Le da e1 apoyo necesario para la conquista del Mar de Sur, adn sacrificando su propio carino. Acepta 1a separacidn de Balboa y la posible union de éste a la hija de Pedrarias, para el bien de la conquista. Anayansi logra asimilar, por todos los medios posibles, la cultura espanola para ayudar a indios y espaholes. Lo ético se trasluce en la transformacidn de actitudes de la socie- dad indigena para con los espanoles; en la ayuda militar que la presta Balboa a los indios como aliados suyos y en la asimilacidn cultural y la transformacion de Balboa y Anayansi como seres humanos unidos por un solo ideal. Tenemos la nueva ruta espiritual y comercial que toma desde ese momento e1 Nuevo Mundo con el descubrimiento del Mar del Sur. Con respecto a lo estético, e1 simbolo es muy importante en la obra de AguileraeMalta. Refiriéndonos a la estructura, las cuatro partes en que se divide esta novela constituyen los simbolos esenciales en el desa- rrollo del tema. "El esgrimidor," ademés de representar 1a destreza de la espada con que el espanol lucha en la conquista, sugiere e1 falo- simbolo sexual que el autor utiliza para demostrarnos 1a penetracidn del espahol en América. La parte titulada "Anayansi," emplea el nombre de la princesa india que aqui simboliza la América virgen. En la raiz linguis- tica de la palabra "Anayansi" esta implicita una nueva cultura. "Un nuevo mar para el rey," simboliza una nueva via espiritual y comercial para Espaha; el agua simboliza la vida y a la vez es un elemento er6tica. "Pedrarias," viene de "piedra" y simboliza desmembramiento, desintegra- cidn siquica, muerte y aniquilamiento-cu&11dades del personaje Pedrarias, gobernador de Santa Maria la Antigua, que se manifiestan en su actitud para con Balboa. 70 Como ya sefialamos, Aguilera-Malta se vale de la uni6n de los drga- nos sexuales para simbolizar la penetracidn del espafiol en el Nuevo Mundo. La.Am6rica es la tierra hembra que atrae al macho, que seduce, y Anayansi es simbolo de esta tierra virgen. Ella, como el indio, se da cuenta que el espanol no es el dios que habian creido a1 principio: "Los segundos empezaron a pasar, en vértigo. Como en un sueno, lo vio despojarse de las diversas partes de la armadura. Le parecio, entonces, que principiaba a dejar de ser un dios." (93) La primera actitud de Anayansi, como la del indio, es de miedo ante e1 desconocido, "Penso, con temor, que le arrancaria cuanto llevaba puesto; que la golpearia, 1a'mor- deria, la clavaria las unas." (93) E1 espanol desea someter a1 indio para poseer a la America, en este caso a Anayansi. Esta hambriento de poder y riqueza. AguileraeMalta aprovecha asi 1a atracci6n sexual para indi- carnos 1a posibilidad de impedir la conquista: Sintid que su corazdn acelero los latidos. La respiracidn de 61 se acercaba, se acercaba, envolviéndola. De pronto, tuvo la boca de 61 contra su boca, beséndola. Inconscien- temente, sin responder a esos besos, apret6 los labios. La boca hambrienta siguid por su cuello, por sus senos, por su vientre, Al poco tiempo 1a mano de 61 seguia bajando has- ta llegar a sus muslos. Con suavidad los roded, acercéndose a su lugar mAS intimo. Estremecida, abrid los ojos nuevamen- te. Lo tenia casi encima de ella. Con rapidez, volvié a ba- jar los pérpados. Le parecid que la corriente del Darién la arrastraba hacia el mar. aCdmo oponerse? El --con su enorme cuerpo-- seguia subiendo, siempre suavemente, so- bre ella. Persistia en besarla, ahora por todo el cuerpo. Y, entre besos, continuaba repitiendo su nombre, como si fuera otra caricia mAS: --Anayansi...Anayansi... (93-94) E1 falo ademés de simbolizar la fuerza er6tica de la naturaleza, simboliza el arma de fuego que utiliza e1 espanol para veneer a1 indi- gena. Ese desgarro fisico que sufre Anayansi es el impacto de la conquista en la tierra virgen de América: 71 Era infitil resistir. aQueria resistir? 8610 se abandonaba. El calor de su cuerpo la entibiaba. De improviso, tuvo un crispamiento. El 1e estaba abriendo los muslos. 3Con las manos, con las piernas? Empezaba a introducirle, con cierta delicadeza, pero firme, inflexiblemente, e1 sexo ardiente, nervudo, dentro de su propio sexo. Estuvo a punto de perder e1 sentido. LSe estaba hundiendo dentro de una revesa del rio? (94) E1 indigena, representado aqui por Anayansi, trata de defenderse, de impedir el avance del espafiol, pero la actitud de éste es decisiva. AdemAs el conquistador poseia e1 arma de fuego, elemento que intimidd y sometid a1 indio. Aguilera-Malta equipara e1 acto sexual con la muerte. El pri- mero da paso a1 mestizaje y la segunda sintetiza 1a gloria y fama del espahol. Sin embargo, a1 usar e1 coito para manifestar este evento histérico, Aguilera-Malta 1e esta dando mAS importancia al mestizaje que a1 triunfo del espafiol: Por un instante, tuvo e1 empulso absurdo de gritar, de defenderse, de huir, de, por lo menos, cerrar las pier- nas para que 61 se detuviera. Lo hizo. Infitil. No se detuvo. Continuo entrando en ella. Le dolia como si la estuviese desgarrando o como si esa parte de 61 fuese 1a mAS ardiente. La sensacidn pasd en segundos. Ya lo sentia adentro. Integramente. (94) Es decir que una vez sufrido e1 impacto de la cultura extranjera, 1a América sigue debiliténdose tanto por la explotacién de las riquezas llevadas a Europa como por la matanza de sus habitantes. Sin embargo la pasidn y la codicia del espafiol sigue aumentando: "Una oleada de estremecimiento empezd a irradiarle por todo el cuerpo desde ese centro de 81 misma. Tenia la garganta seca. Y 61 1a seguia besando, besando con pasién." (94) Al indicar por medio de la c6pula 1a compatibilidad de los amantes, Aguilera-Malta implica una fusi6n perfecta del mestizaje. Esto constitu- 72 ye hasta cierto punto un toque idealista de parte del autor, pero que simbolicamente es la sublimaciOn de un ideal. Este largo pasaje que hemos discutido, y que hemos presentado en fracciones, como descripcién del acto sexual mismo, es una bella expresién poética de uno de los actos mAS importantes del hombre. For 10 tanto, el que AguileraeMalta haya usado e1 acto sexual para simbolizar 1a fusiOn fisica, moral y espiritual nos demuestra su propésito artistico de disipar e1 sentido mitico que se le ha dado a1 sexo, y elevarlo a un plano espiritual y est6tico. L3 caballeresa del sol, como g2_nuevo mar para gl_rey, es una novela histérica, y es la primera de la serie de Episodios Americanos. Se relata 1a lucha de Bolivar por obtener la Independencia de Hispanoamérica y también las dificultades y adversidades que mani- festamos en los ardientes y arrebatados amores de Bolivar y Manuela Séenz. Como en H2fl9§£.2§£§.§l.£21: esta novela esta dividida en cuatro partes: "Torbellino," "El triangulo," "La Coronela" y "Derrumbe". En "Torbellino" se habla de los amores de Manuela y Bolivar, y el impacto en la sociedad tradicional de su 6poca, la entrada triunfal de Bolivar a Quito, y Guayaquil como punto estratégico en la entrevista de Bolivar y San.Martin. "El triéngulo" nos pone al corriente de los pormenores de Thorne y su conocimiento de los amores de Manuela y Bolivar. En el cuadro politico San Martin parte para Europa y Bolivar sale a completar 1a liberacidn de Ecuador. Se narra la lucha del Perfi y la falta de cooperacién de Santander, Vice-presidente de la Gran Colombia. "La Coronela" nos detalla la llegada de Bolivar a1 Callao, e1 regreso de Manuela a la Magdalena y el obstAculo que ella representa en este 73 ‘momento politico. Se hace hincapié en la gran contribucidn de Manuela a la causa de la Independencia y su papel de Coronela en los ej6rcitos patriotas. Se hace mencidn de la derrota de Bolivar: mientras tanto Sucre da la batalla definitiva y Bolivar sigue para el Alto Pero. La dltima parte, "Derrumbe," narra el fin de las guerras de Independencia y la separacién de Bolivar y Manuela. Se discute el programa guber- namental de Bolivar y el pronunciamiento de algunos intentos para asesinar a1 Libertador. Luego viene la desintegracién de la Gran Colombia, e1 destierro y la muerte de Bolivar. Como en U2_nuevo mar para 31,331, e1 erotismo en esta novela 1e sirve a Aguilera-Malta para revelarnos los triunfos y desilusiones de la Independencia e indicarnos e1 profundo anhelo de libertad en BoliVar, simbolizado en las relaciones intimas del Libertador y Manuela. Tal como Balboa, Bolivar posee un gran espiritu de lucha. La libertad de Hispanoamérica es su meta, pero constituye también su gloria personal. Su credo politico esta expresado a través de toda la obra. Cree firmemente en un gobierno republicano con un presidente vitalicio, y en la uniOn y consolidacién de la Gran Colombia, 61 gran anhelo de su vida. En Bolivar se trasluce e1 estadista, el militar, e1 taumaturgo y el poeta. Es sonador y en sus ojos hay un fuego sobrehumano. Con el mismo ardor con que siente 1a lucha politica, experimenta las pasiones humanas. Es un hombre carismético, tanto entre los que lo rodean como entre las ‘mujeres. Se le atribuye una fama donjuanesca. Aguilera4Malta, que ha revisado muchos documentos de esta 6poca, nos da su punto de vista: [...] digan lo que digan, por mAS que le atribuyan a Bolivar un donjuanismo, y un deseo sexual incontenible que le obli- gaba a requerir cuando realizaba alguna conquista, cuando tenia algfin 6xito, la presencia de algunas mujeres, mucho 74 me temo que eso no sea del todo cierto. Bolivar era un hom- bre para quien Manuela fue casi como una madre en los 61- timos tiempos. 4 Bolivar era un hombre egoista en sus relaciones personales y en la politica. Manuela, en uno de esos momentos de soledad y desesperacidn, lo comenta: "Usted no sea asi, itan egoista! 8610 pensando en usted mismo 0 en sus ambiciones politicas. Nunca en la pobre Manuela, que vive, esperéndolo!"5 En efecto muchos 1e han atribuido a su egoismo el que José de San Martin le dejara campo libre en la liberacién de Sudamérica. Manuela, a diferencia de Anayansi, es una mujer de grandes controver- sias. Es hija natural de un espanol, hombre severo que engana a su madre y la obliga a ella a casarse con James Thorne a cambio de nombre, honra y proteccidn. Manuela es inteligente, pero de poca educacidn. Se desborda en ella la hermosura y la sensualidad. Posee ademés un carécter violento. Esto se manifiesta el dia de la llegada de Bolivar a Quito: Empezaba a dar sehales de creciente impaciencia. Sus ojos negros parecian agrandarse. Sus mejillas se encendian mAS y mAS. Su sonrisa se estaba transformando en un gesto agresiva. La agitacién aceleraba el ritmo de sus senos, que parecian a punto de escaparse del escote. (21) También se revela esta en el sin ndmero de separaciones de su amado por cuestiones politicas. Tiene poca tolerancia para la critica absurda de que es objeto. En la sociedad de su tiempo y especiaLmente en Quito abunda 1a hipocresia de las viejas encopetadas de la sociedad. La en- vidia es tal vez el gran enemiga de Manuela. Sus actitudes e ideales simbolizan e1 comienzo de una nueva era en el campo politico y social. Los realistas 1a ven como una rebelde y los patriotas la consideran su aliada: 75 Fuese de ello lo que fuese, la Caballeresa del Sol les habia ganado una partida, en esta ocasién, a la riqueza, al poderio y al abolengo. Y tal cosa para los jdvenes pa- triotas resultaba una especie de signo precursor de nuevos tiempos. (l8) Manuela es combatida por sus relaciones amorosas con el Libertador. Sin embargo, poco a poco los amigos de Bolivar, y principalmente las mu- jeres, se dan cuenta que ella lucha por un ideal comfin, y por el hombre que ama. Al final 56 adhieren a la lucha con ella. Uno de los que rechazan su conducta es su hermano José Maria que la tacha de "amante de turno de Simfin Bolivar". Manuela logra convencer a su hermano que un ideal y un amor son mAS fuertes que el honor, que la sociedad y que la vida misma: Me reprochas que haya dejado de ser la luchadora por la Independencia que antes era. 5De verdad, lo crees? 3N0 me has visto luchar sin descanso en estos dias? asabes t6 que ayud6 a Simon Bolivar a conocer la gente de Quito y de Lima, tal como es, no como finge ser? LSabes que a1 propio San Martin se 10 he descrito en la forma que lo conoci, a través de mis relaciones y amistades? Te asegu- ro que si Bolivar no me hubiera tenido cerca de 61, itodo 1e hubiera resultado mAs dificil! 3L0 he ayudado! iY ayu- déndolo he ayudado a nuestra Causal --Pero, ya no eres t6 sola. Nunca volveras a ser tfi sola. Serés siempre la sombra del Libertador. [...] --;Qu6 importa ser 0 no ser una figura de primer plano? Lo importante es que triunfen los patriotas. [...] --Estés loca, Manuela. --Si. Estoy loca. Loca de amor. aHas amado asi alguna vez? zPuedes comprender, ahora, lo que me esta ocurriendo? LAd- viertes la tempestad que sacude mi existencia? LCrees que podria cambiar? ZCrees que no vale la pena vivir y morir por Simon Bolivar? (137-39) En una entrevista Aguilera-Malta define la posici6n de Manuela y su conducta. En efecto la considera como una de las grandes heroinas de nuestra Independencia: 76 Desgraciadamente los latinoamericanos no tenemos esa sol- tura y esa elegancia que han logrado en otras culturas. Por ejemplo, los ingleses que han exaltado a la Hamilton, no han tenido temor, ni verguenza en exhibir sus amores con Nelsdn. Manuela Saenz tiene muchos enemigos, especialmente en algunos sectores de nuestros hermanos de América Latina, y la verdad es que por ella conocemos gran parte de la historia de la Independencia. Porque ella salvo los archivos, los llevaba de un lado para otro a lomo de mula, ayudada por sus negras. Y fue ella quien atendid siempre a Bolivar, en sus enfermedades y fracasos: casi a raiz de haberlo conocido, Bolivar se agravd y tuvo que quedarse en Quito, y ella pr6cticamente atropellando los perjuicios y todo se constituyd en su enfermera. AdemAS tuvo una serie de actos de valor y de entereza para defender a su amado. Manuela ha sido muy calumniada. No se creen.muchas de las cosas que de ella se afirman. Pero yo he revisado muchos documentos y con orgullo puedo decir que esa paisana nuestra era una mujer extraordinaria. A pesar de que de las memorias de O'Leary se han 'perdido' los textos que se referian a ella, existen las memorias de Bousingolt donde se nos da una imagen de ella ajustada a la verdad. 6 Desde antes de conocer a Bolivar, Manuela ya habia luchado por la causa libertadora, y por sus m6ritos habia sido condecorada por San Martin con la mAS alta distincidn militar, "La Orden del Sol". Asi como Anayansi con Balboa, Manuela es la confidante de Bolivar. En la intimidad de la alcoba, la hace participe de sus problemas y ambiciones, de sus sufrimientos y angustias politicas y emocionales. Tanto es asi que estas preocupaciones muchas veces se interponian en sus relaciones personales. Manuela fue ademés la enfermera tierna y abnegada del Libertador. Sin embargo, en la politica era 61 quien decidia e1 curso que debia seguirse. Bolivar y Manuela estaban unidos por un mismo ideal. Lo sexual, como y la ha indicado e1 autor, viene 3 posteriori. En Bolivar encuentra Manuela 1a personificaciOn de la libertad por la que venia luchando. Nos la proyecta en un momento de divagacidn personal. "El 77 representa todo lo que mAS admiras y amas: e1 valor, la libertad, la gloria. Ese hombre es como un emblema vivo. Igual que un estandarte que tuviera sangre y caminara". (24) Bolivar, asi como Balboa con Anayansi, se da cuenta que ya no son dos personas, sino que Manuela es una prolongacidn de 61. En esta novela, como en Q2 nuevo mar para ellgey,.Aguilera4Malta usa lo er6tica como elemento est6tico y vital. Aqui le sirve para expresar la magnitud e intensidad de las ideas de libertad en Bolivar y en la sociedad de su tiempo. A la vez, por medio de lo er6tica, logra e1 escritor ecuatoriano humanizar a Bolivar, un personaje que se ha querido presentar bajo todo punto de vista como un ser sobrenatural. En La caballeresa del sol, la libertad sexual no es un libertinaje, sino un elemento simbdlico de libertad humans. Es una compatibilidad fisica y emocional; es el amor en su concepto mAS amplio. Lo sexual constituye una de las libertades humanas mAS importantes, si se basa en un principio moral. For 10 tanto, al usar Aguilera4Malta lo er6tico como elemento est6tico y vital, puede enfocar mAS facilmente e1 impacto de las nuevas ideas en una sociedad tradicional y despdtica, desde un contexto politico y social. Sin embargo el interés de AguileraeMalta es mAS humano y est6tico que social. Su propdsito es revelarnos en Bolivar las relaciones intimas que existen entre el personaje y su ideal, 1a libertad. Esto esta proyectado en los amores de Bolivar y Manuela como simbolo de una comunidn de ideales. A través de toda la obra, vamos a ver un paralelo er6tica-politico hasta el final en que se sublima el amor er6tico y la libertad se convierte en un ideal. Antes de conocer a Bolivar, Manuela habia luchado por la causa 78 libertadora con José de San Martin, otro paladin de la libertad. El 'mismo ideal existia ya en ambos protagonistas antes de su encuentro en Quito. La continuacidn de la lucha por la libertad aparece sugerida en la corona de laurel que Manuela le tira a Bolivar desde el balcén de la casa de Larrea el dia de su llegada a la capital. Este gesto es como un desafio para el Libertador. En la ardiente mirada que se cruzan queda desde el principio implantado, entre los dos, e1 ideal de libertad. Manuela piensa que algo de la fuerza de Bolivar, de sus ideales, de su gloria empieza a ser suyo. Mientras tanto Bolivar se identifica con Manuela por la condecoracidn que lleva en el pecho: --5Qu16n es esa dama? --;Cuél? --La de la Condecoracidn del Sol. --;Ah! Es Manuela SAenz de Thorne. La que le arrojo la corona de laurel. Rid, de buena gana. --Ya recuerdo. Y, sin detenerse a pensarlo, se excusd con don Juan y se encamind al encuentro de ella. Manuela lo mird venir. Y, por extrana paradoja, ya no tuvo miedo, ni recelo, ni angustia. Todo lo contrario. La fue invadiendo un total dominio de si misma, como si tuviera que enfrentarse a un hecho irremediable que no modificaria en nada su existencia. Le pareci6 lo mAS natural que 61 se acercara. Le dijera alguna frase amable. Le ofreciera e1 brazo. Y, después, tomAndola del talle, la llevara, casi volando, a1 compas de la mdsica. (35) El que la haya reconocido por "La Orden del Sol," manifiesta su co- munidn de ideales, desde el punto de vista politico. Para hacer dicho sentimiento mAS intimo y humano, AguilerarMalta lo presenta en una danza er6tica que demuestra 1a compenetracidn de sus pensamientos: E1 ritmo contagiosa de la mfisica empezaba a establecer un vinculo entre sus sentidos y los perturbadores movimientos de la bella. Y, por si fuera poco, aquel en cuyo honor haciase la fiesta se estaba aproximando. Olvidado del mundo circundante, parecia tener pupilas 3610 para el enfebrecido 79 cuerpo; para las agitadas formas que ponian un magnetismo en el ambiente. Y no se detuvo en eso. Con gesto inusi- tado, las manos se le unieron, una y otra vez, en un aplauso sin control. Los suyos, por su parte, hicieron lo propio. Ellos si, perfectamente conscientes de su accidn. La pieza musical estaba terminada. La bailarina parecid despertar. Miro a su derredor. Los hombres aplau- dian. Hasta don Juan, que habia empezado a hacerlo, casi sin darse cuenta. Y no 3610 103 hombres. También algunas jdvenes se estaban dejando llevar por el entusiasmo colectivo. Pero, hubo algo que la paralizd de asombro. Las damas provectas se habian encogido de hombros, como diciendo: 5Qu6 vamos a hacer? Y, con delicadeza, estaban agitando, lo mismo que los otros, las heladas palmas de sus manos. (37-38) Este entusiasmo colectivo que surge aqui, se ve mAS tarde proyectado en la atraccidn carismAtica que emana de Bolivar como lider del ej6rcito patriota, a lo que el pueblo y sus compatriotas reaccionan positivamente. For 10 tanto, la presencia de Bolivar en un momento dado, es indispensa- ble para el triunfo de su bando. Este paralelo er6tico-politico esta visible también en la huida de los amantes la noche de la fiesta. Primero, esta huida es una indicacidn de la guerra sin cuartel que se avecina en el campo politico de una manera abierta y decidida. Segundo, la libertad sexual implica ya nuevos valores en una sociedad tradicional. No serén las viejas instituciones politicas y religiosas de Espana las que seguirén esclavizando a1 criollo. El hombre americano es mAS liberal en todos los aspectos y por lo tanto se convertira en el duefio de su propio destino. Ademés esta huida obedece a otra ne- cesidad imperante de los amantes: la falta de amor en sus vidas, lo que Manuela reconoce desde el principio. Bolivar habia perdido a su esposa a raiz de su matrimonio y a Manuela la habian obligado a casarse. Asi el amor era entre ellos otro factor importante desde un 80 punto de vista personal. A medida que pasa el tiempo, 1a pasidn desen- frenada entre Bolivar y Manuela va disminuyendo y las relaciones intimas se expresan en un sentido de compasiOn y ternura. El viejo amor apasionado y violento, hecho de nervios y sentidos, donde los v6rtices bioldgicos jugaron un papel preponderante, fue sustituido por la profunda solidaridad humana; por la ternura analg6sica, hecha de identidad y sacrificio. (386) La envidia y ambicidn por el poder de Santander se opone a la aprobacidn de los programas politicos de Bolivar, que a la larga trae como consecuencia la desintegracién de La Gran Colombia. Esta separa- cidn politica, que Bolivar habia tratado de evitar, adn a costa de su vida, esta simbolizada por la separacidn amorosa definitiva de Bolivar y Manuela. En lo politico con la muerte de Bolivar la libertad se convierte en un ideal y el amor er6tico se eleva a un plano espiritual simbolizado en Manuela. El despotismo en la novela se desprende de las acciones del padre y del esposo de Manuela. E1 padre de Manuela se muestra insensible a los problemas de América. James Thorne, su esposo, considera a Manuela una propiedad sobre la cual tiene todos los derechos, asi como los tiene sobre sus embarcaciones de negocios. Thorne se inclina a1 partido rea- lista no por conviccidn, porque es un inglés, sino porque los realistas le facilitan todas las oportunidades para sus negocios. Mientras tanto Manuela le interesan los problemas de su pueblo; el triunfo de los patriotas y la transformacidn de la sociedad. En 10 personal esta diferencia de partidos politicos y de actitudes hacia los aconte- cimientos de la 6poca, se revelan en la frialdad de las relaciones sexuales entre Manuela y Thorne. Manuela, en una carta dirigida a Thorne 1e hace saber que es m6s digno ser la querida de un hombre como 81 Bolivar que la esposa de un extranjero a quien no la une nigdn lazo de amor. Con esto AguileraeMalta senala claramente que el amor y la comunidn de ideales tienen precedencia a1 dinero, al deber y al honor. Ademés el lazo de amor que une a Bolivar y a Manuela demuestra que en la politica la.Am6rica necesita un gobierno propio. Este paralelo er6tico-politico se observa también en la estructura de la novela. En el titulo, La_caballeresa del sol, esta implicada la lucha por un ideal. La protagonista es una mujer por tratarse de la li- bertad. Ademés 1a palabra "Sol" representa un pasado americano: el dios de los Incas. Se puede interpretar también como simbolo de pasi6n y vida. Tanto en "pasi6n" como en "un ideal" se comunica 1a idea de libertad. Las cuatro partes en que se dividen 1a obra son simbolicas. "El torbellino" encierra una serie de dificultades politicas por las que atravesd Bolivar para obtener el mando general de los ej6rcitos patriotas, y que culmind con la entrevista en Guayaquil y el exilio voluntario de San.Martin. Por otro lado revelan los amores apasio- nados entre Manuela y Bolivar. En "El triéngulo," desde el punto de vista politico, Bolivar es el simbolo de libertad, Thorne representa e1 despotismo y Manuela e1 espiritu de libertad como un nuevo valor social, politico y cultural. En lo er6tico significa la union sexual de Bolivar y Manuela y el fracaso de Thorne como esposo. En "La Coronela," Manuela sobresale como una figura politica de gran trascendencia en las guerras de libertad. Es a ella a quien le confia Bolivar los archivos y documentos. En "El derrumbe," se refiere a la sublevacidn de los diferentes pueblos, debido al descontento de la guerra y la p6rdida de poder de 82 Bolivar en el gobierno por oposicidn de Santander a sus programas gubernamentales. En lo personal, su salud se quebranta hasta el punto de evitar su participacidn en las luchas, y en lo sexual disminuye 1a pasidn y se sublima el amor er6tico. Esto demuestra una vez mAS que lo er6tico y lo politico son elementos constantes y paralelos a través de toda la obra. Sin embargo, donde aparece este furor de libertad y erotismo mejor expresado, es en un dialogo donde los amantes usan por primera vez t6rminos militares para expresar su relaci6n amorosa, lo que nos sugiere una relacidn intima entre lo politico y lo er6tica: --;Ah, general! Dicen que usted es temible en las batallas. --;Qu6 cree usted? --Pienso que es mAS temible en instantes como éstos. --3Por qué? --Porque en ellos tiene todas las armas a su favor. --Yo diria lo contrario. Es usted quien tiene todas las armas a su favor. --Se engaha, general. --Estoy seguro de no enganarme. Usted es una mujer hermosa, inteligente y hecha de fuego. --Ya ve. Su artilleria ligera entrd en acci6n. --Le hablo en serio. --;Artilleria pesada? zDespliegue de caballeria por el flaco izquierdo? La voz de 61 tomb un acento extraho. Aunque imitaba el tono buridn de su interlocutora, sus palabras estaban encendidas de pasidn. --;Y la infanteria y todas las armas que tenga a‘mi alcance! iNecesito ganar esta batalla! --Vencedor de Carabobo, Boyaca y Pichincha: zsu decisiOn es definitiva? --Definitiva. Entonces... sdlo me queda 31a retirada o la rendicidn! --;Y qu6 va a hacer? Meditd unos instantes. Mormurd: --No lo 86 todavia. --0jala que lo sepa esta misma noche. [...] --Decidete, de una vez. zRetirada o rendicidn? D6bilmente, murmuro: --Retirada... El Libertador no se dio por vencido. Le clavd los ojos hipnotizantes. --;No me est63 traicionando? 5N0 sabes que, a1 hacerlo, te traicionas a ti también? 83 --Es que estoy llena de dudas... Yo.... "3R8tirada O o o o ? No pudo mAS. No fueron sdlo sus labios. Fue todo su ser que asintid, desfallecido: --;Rendic16n! (40-45) AguileraeMalta usa el agua para presagiar los acontecimientos politicos y personales de sus protagonistas. En un sueho ve Thorne la imagen de Manuela caminando sobre el agua con direccién a Bolivar y no a 61. Esto puede simbolizar e1 fracaso politico y amoroso de Thorne. En otra ocasidn.Manuela esta a punto de suicidarse en el salto de Tequendama, debido a problemas personales y a la ausencia de Bolivar. Las aguas se agitan y del fondo del agua surge el Libertador y la salva. La agitaci6n de las aguas significa en lo politico las dificultades por las que atravesaba Bolivar y el deseo de sus enemigos por arrebatarle el triunfo. Desde e1 plano est6tico esta escena es un anticipo a la filtima en que Manuela, después de la muerte del Libertador, se hace morder de la vibora, y los amigos de Bolivar la salvan para preservarla como espiritu de libertad, después de la muerte del Libertador. La vibora introduce un instrumento diabdlico y de destruccién en la novela, tanto en lo politico como en lo er6tica. En el primer capitulo la imagen de la vibora aparece como simbolo de la pasidn explosiva de que puede ser objeto una persona, cuyo exceso constituye un aspecto negativo del erotismo: --;Ave'Maria Purisima! --Sin pecado concebida. --5Y no afirmaban que eso habia acabado? --Sdlo Dios lo sabe. --AdemAS que si asi fuera, acémo se explica que esta noche no suelte a1 Libertador? --E11a se da abasto para todos. 84 [...] Los nervios parecian a punto de dominarla. Los sentia retorciéndose en sus mdsculos, como si quisieran escapérsele. Se dijera que constituian millares de mi- nfisculas viboras enloquecidas, que clavaban sus agudos coLmillos en toda ella. aTenia fiebre? Ardia. Lande empezaban y ddnde terminaban las subyugantes llamas? E1 roce de las telas sobre ciertos rincones de su suerpo la crispaba. Por un momento, se imagind que eran los labios de 61, hambrientos de caricias, que la recorrian integra- mente, en inefable exploracidn. Y, después, regresaban a sus lugares mAS sensibles. 3Era demasiado! De un momenta a otro, podia estallar la explosion de sus sentidos. Esta- ba a punto de gritar... (44) Politicamente, este sentimiento era una reaccién a la critica y a la calumnia de una sociedad tradicional, decadente. Entonces, este aspecto negativo simboliza en lo politico y social un elemento des- tructivo. En el Tequendama, 1a imagen del remolino que se proyecta en el agua en forma de vibora es una senal de decepcidn personal en Manuela, pero también es una manera de arrebatarle los triunfos a Bolivar. A1 final de la novela e1 simbolo es obvio: con la muerte de Bolivar se fue la vida y el ideal de Manuela. Sin embargo su salvaci6n de la mordida de la culebra significa para los partidarios de Bolivar la supervivencia del espiritu de libertad. Mientras tanto, entre los enemigos de Bolivar ella significa un peligro constante. La naturaleza aqui no tiene la participacidn animista de los cuentos; es mAS bien un elemento simbdlico y estilizado. El cdndor con sus alas desplegadas en las altas montanas es el simbolo de libertad. Los Andes se presentan como una belleza finica, pero a1 mismo tiempo como un obstéculo para la conquista americana. Estos mismos volcanes encierran la gran pasi6n de los amantes, y sus picos en esas noches heladas de los pAramos andinos se levantan como senos de mujeres desafiantes. Por dltimo, los caminos pedregosos recorridos por los 85 amantes en sus aventuras indican las mfiltiples complicaciones en la lucha por la conquista amorosa y de libertad. Entonces vemos que el paralelo politico y er6tico se presenta en todos los niveles de esta novela. Para teminar, debemos indicar que estas dos novelas, aunque sean superficialmente diferentes, tienen muchas similitudes. Esto se puede ver tanto en la estructura como en la naturaleza de sus personajes, y sobre todo en la sublimacidn del amor er6tico y en el uso del erotismo como elemento est6tico y vital. N O T A S 1 Episodios Americanos. Intrigado por los Episodios Nacionales de Galdds, AguilerarMalta ha logrado encarnar en sus Episodios Americanos la 6pica del Nuevo Mundo. Demetrio AguileraeMalta, g3 nuevo mar para el rey; Balboa, Anayansi y el Océano Pacifico (Episodios Americanos III) (Madrid: Gua- darrama, 1965) Subsiguientes referencias a esta obra se harén con el ndmero de la pAgina en el texto entre par6ntesis asi: (89-90) 3 Entrevista 4 Entrevista 5 Demetrio AguileraeMalta, La caballeresa del sol, El gra amor de Bolivar (Episodios Americanos I) (Madrid: Guadarrama 1964) Sub- siguientes referencias a esta obra se hardn con el numero de la pégina en el texto entre par6ntesis asi: (140) 6 Entrevista 86 CAPITULO IV INTEGRACION DEL EROTISMO: Siete lunas y_siete serpientes En Siete lunas y_siete serpientes (1970), Aguilera-Malta logra una integraci6n casi total del tradicional concepto del erotismo. Tanto en lo temético como en lo est6tico, es evidente que el autor ha buscado una amplia integraci6n de la realidad por medio de lo er6tico. Sefialaremos primero la integraci6n er6tica del protagonista y luego la de la sociedad. Dentro de lo er6tico, discutiremos la inte- graci6n er6tica del mito y la magia, de la realidad y la fantasia, del presente y el pasado, y de la vida y la muerte. Analizaremos también el idioma er6tico tomado de un fondo primitivo y cultural que cobra innegable fuerza vital. Con Siete lunas y_siete serpientes regresa Aguilera—Malta al ambiente primitivo de las islas del litoral ecuatoriano. Vuelve tam- bién a la vida y costumbres del cholo, elemento humano tan importante de su obra. En estas islas es donde el autor aprendi6 a comunicarse con la naturaleza y donde fue participe de ciertas experiencias supers- ticiosas, contagiado por las creencias de sus habitantes.1 También de este lugar brota esa expresi6n esponténea y vital de su erotismo, ya que 61 lo percibi6 tan natural y necesario entre los habitantes de las islas. Recordemos que estas islas son 61 escenario de L2§.SEE ES van, de Don Goyo Y.L§ isla virgen. Pero en Siete lunas y siete ser- pientes, junto a lo mitico, m6gico y er6tico, que aparece ya en los 87 88 libros mencionados, Aguilera-Malta hace que el lector tenga una parti- cipaci6n activa en su creaci6n. Debido a la complejidad de la novela dar6 S610 103 puntos més importantes de la obra. La novela esté estructurada a base de mitos y leyendas que se tejen entre si por medio de sus personajes, con el fin de presentar diferentes aspectos de la realidad. El primer capitulo, segfin e1 autor, constituye 1a clave de la novela. En una escena de gran ero- tismo nos revela los elementos importantes que se van a desarrollar a través de toda la obra-— 1a magia, la presencia atévica y la brujeria. Plantea en estas primeras paginas dudas que quiere transmitir a1 lec— tor: las que median entre 10 real natural y lo imaginario, entre 10 real natural y lo mégico, y entre lo que esté captado por los sentidos y lo inventado. El elemento unificador de la novela es la historia de Candelario Mariscal. Este personaje aparece camino a la casa del brujo Bulu-Bulu en busca de soluci6n a sus problemas sexuales con la difunta Chepa. El Brujo 1e sugiere e1 matrimonio como remedio a sus extrafias relaciones con la difunta. Estos acontecimientos se narran en forma retrospectiva a manera de conversaciones entre e1 Brujo y Candelario. El autor crea ademés un ambiente misterioso al incorporar las creencias del pueblo con respecto a la actitud diab6lica de Candelario. Por medio de este mismo m6todo de retrospecci6n describe las relaciones con el cura Céndido, su padrino. Se describe tambi6n el incendio de la Iglesia ocasionado por la borrachera de Candelario. Se habla de su amor por la Chepa Quindales y el rechazo de ésta que da origen a1 asesinato de sus padres y a la violaci6n de Clotilde. Sabemos que la Chepa esté muerta por boca de Casimiro Caliche, su esposo, y que viene todas las noches a 89 aniquilar sexualmente a Candelario. Se menciona e1 levantamiento mili— tar de Candelario y su deseo de transformar a la ciudad en un cemen- terio. Junto a la trama principal se desarrolla la historia de Chalena. Es el prototipo de eXplotador que aparece frecuentemente en la litera— tura hispanoamericana, y que ya hemos visto en los cuentos y novelas anteriores de Aguilera—Malta. Pero aqui representa también una explo- taci6n vital. En Siete lunas y siete serpientes, Chalena con la ayuda de El Coludo consigue monopolizar el agua y explotar asi a1 pueblo. Esto esté contrarrestado por Juvencio Balda, Clotilde y los animales de la montafia que logran construir una ciénaga para liberar a1 pueblo del explotador Chalena. A1 final se ve a Chalena y a El Coludo planeando nuevas artimafias para acaparar almas. Percibimos tambi6n los diélogos entre Céndido y el Cristo Quemado, este filtimo se presenta en un crucifijo entre los piratas, y luego por un milagro se presenta en forma viva. Se comentan las aventuras de Juvencio Balda y la llegada de un nuevo cura al pueblo, e1 padre Gau- dencio. Ademés nos informamos de las brujerias de Bulu-Bulu y su com— petencia con el m6dico enterrador Carranza. Aparece también una fuerte critica de los poderes civiles, militares y religiosos del pueblo. A1 final de la novela, e1 autor no nos da soluciones, sino que deja implicito que la lucha entre e1 mal y el bien es eterna. Sabemos que el matrimonio se llevaré a cabo a1 dia siguiente, pero no asistimos a1 acto. Vemos entonces que la novela tiene una estructura abierta, muy a tono con la t6cnica de la novela contemporénea. Para presentar estos acontecimientos de una manera simulténea Aguilera-Malta se sirve de la fragmentaci6n del tiempo y del espacio. Usa e1 mon6logo interior 90 y el fluir de conciencia para indicarnos las reflexiones de las per- sonajes y su estado siquico respectivamente. A1 hablar de la integraci6n er6tica en esta novela, debemos tener presente dos aspectos importantes del erotismo ya mencionados: e1 negativo, que rompe con los c6digos 6ticos del individuo y la sociedad, y el positivo, que tiene sus simientes en un principio 6tico como medida de control y equilibrio fisico y emocional del hombre y su ambiente. Estos dos aspectos aparecen intimamente ligados al conflicto universal del bien y del mal, con lo que afirmamos una vez més que el erotismo en Aguilera-Malta se basa en principios 6ticos. En los cuentos, lo 6tico surge como producto de las creencias de una sociedad comunal. En 293.§gyg_y'La_i§l§_virgen, ademés de este c6digo 6tico primitivo, se ve la necesidad imperante de la preserva— ci6n de la especie. Mientras que en las novelas hist6ricas lo 6tico o la falta de ello esté integrado en el concepto de conquista y libertad de los pueblos americanos. Pero en Siete lunas y siete serpientes, Aguilera-Malta usa e1 conflicto del bien y del mal para desarrollar un proceso er6tica mis complejo. Establece asi el autor un nuevo dogma teol6gico a1 implicar que tanto Jesfis como el Diablo poseen cualidades humanas y poderes sobrenaturales para ganar a sus fieles, lo que a su vez provoca una rivalidad entre ellos. Mientras el Diablo concibe que el pobre no puede pecar por falta de bienes, impulsa a sus dirigentes a la destrucci6n de la naturaleza, y por medio de ésta a la eXplota- ci6n del hombre y su ambiente. Por otro lado Jesfis predica la verda- dera fe cristiana, e1 perd6n de los pecados para conseguir la rege- neraci6n del hombre y de la sociedad. La integraci6n er6tica en Candelario, personaje unificador de la 91 novela, se verifica por medio de un proceso de regeneraci6n. El ori- gen de Candelario es desconocido, se lo cree hijo de "El Coludo" y de "La Mula Pancha". Desde el principio, esto contribuye a1 misterio y a la ola de miedo con que se proyectaré Candelario ante el pueblo. 06n- dido, su padrino, 1e prodiga todo el amor y el ambiente necesario para contrarrestar la pobreza de su origen. Asi Aguilera-Malta establece desde el principio que la naturaleza del hombre es misteriosa y que hay una fuerza diab6lica que puede impulsarlo. Candelario se cria en el COUVEDtO de su padrino. Un dia llevado por el efecto del alcohol incendia la iglesia y el cura Céndido lo echa del convento, "'IMaldita la hora en que te recogi! iMalnacido! inalfi que te mueras lo més pronto! iQue no te vuelva a ver en los dias de mi vida! iCapaz de que te mato! iLargo de aqui!'"2 E1 mal entendimiento de parte de su padrino produce en Candelario un sentimiento de culpabilidad que lo aleja de todo contacto con la Iglesia y Dios, "iPalabrita! Iba a decir 'palabrita de Dios', como se usa en estos rumbos. {No pudo! lNo podia hacerlo desde que su padrino lo sac6 de la iglesia a puntapiés!" (46) Desde este momento Candelario se levanta en armas contra toda la humanidad. A las mujeres las viola por diversi6n: A las hembras ni siquiera tenia que conquistarlas ni hacer un simulacro de conquista. Decir 'Esa pitahaya me la como yo' y echarle las espuelas encima, era un acto simulténeo. Si eran solteras o viudas, no habia ningfin problema. Se les metia en la cama. Las tumbaba en 61 plan de una canoa. Las montaba sobre la yerba. Las gozaba en la red de paja de una hamaca. O sobre el lomo de un caballo. 'zSabias t6, Canchona, que no hay como comerse a una hembra en un caballo? Los caballos, cuando les tiembla el cuero, hay veces, ayudan.‘ Si eran casadas, 1a cosa se complicaba un poco. 0 se les metia en la cama y el marido tenia que salir corriendo. 0 despachaba a 6ste para el Otro Barrio. zSeria para enviarle esa alma a1 Papacito? (123) 92 La fuerza diab6lica de la que parece estar poseido Candelario, 1e sirve a veces para sus trucos mégicos. Asi se manifiesta en el control sexual que ejerce en los individuos que quiere hacer c6mplices de sus aventuras, como en los acontecimientos que se narran en los capitulos nueve y once. Candelario se apodera de la balandra de unos pescadores. Mata a uno sin motivo y obligo a1 otro a que lo acompafie en sus crime- nes, amenazéndolo con encadenarlo de los "gfievos": El mismo, zse escaparia de aquella cadena invisible que lo tenia aprisionado? Para convencerse, una vez més, intent6 retroceder. Al instante, sinti6 un sacud6n en los testiculos. Era cierto, pues. Lo tenia agarrado del més delicado de sus sitios. No podia hacer nada. Aunque quisiera, itodo era infi- til! Como se habia retrasado, el Coronel se volvi6, susurréndole: --tCarajo! aVas a quedarte alli, pegado? Nuevamente sinti6 e1 templ6n doloroso entre las piernas. (105-6) Candelario por otro lado se habia enamorado de la Chepa, hija de los viejos Quindales. Sentia por ella un amor tierno y sensual, mien- tras que a las otras "Anhelaba tan s6lo atornillar su sexo al otro sexo". Sin embargo, con Josefa Quindales pretendia la fusi6n total: No. A Josefa la acostaria en el plan de la embar— caci6n. Se arrodillaria a su lado. La miraria, sin hacerle nada. Durante horas. Después, levan- taria sus cabellos para dejérselos caer. Tal vez -- si ella intentase defenderse --ni osaria des- vestirla. Acaso, la besaria. En la boca. En el cuello. Pudiera ser que sus manos traviesas baja- ran un poco. Hasta su rostro. Pero, nada mis. Seguiria beséndola. Miréndola. Acariciéndola. Sin que avanzara el itinerario de sus besos ni el centro de exploraci6n de sus manos. S6lo hasta donde ella permitiese. Sin forzarla. Sin preten- der que los hechos se precipitaran. Todo vendria de suyo impetuosa agua de torrente. Sin duda, al final --LEse dia? zOtra dia? zOtra semana? zOtro mes? zOtro afio? -- llegaria a desnudarla. Haria un asedio sin prisa ni descanso. Hasta sentir en su cuerpo la fusi6n total del cuerpo de ella. Introducido. Integrado. Anulando los limites 93 entre ambos. Eso vendria-- iclaro que vendria!—— més tarde. Cuando la Chepa no se Opusiera sino, més bien, lo desease... (48-49) La Chepa lo rechaza por temor a desgraciarse por lo que decia la gente de 61. Candelario no pierde las esperanzas de conseguir su amor. El amor de la Chepa lo habia humillado y al mismo tiempo ejercia un control increible sobre 61: Tenia rabia consigo mismo. Nunca habia estado tan estfipido. Jamés habia vacilado en esa forma. Se sentia como balandra sin méstil y sin velas. A1 garete y en vaciante de aguaje. Queria hablarle. Decirle tantas cosas. Irse a1 abordaje. Igual que con todas las muchachas anteriores. iY nada! iParecia que 1e habian puesto un bozal con siete nudos! zQu6 tenia 1a Chepa que las otras no tuvieran? LES que, de verdad --al revés de lo que siempre 1e ocurria-- era 61 quien se orinaba de miedo? (49) Sin embargo, e1 rechazo definitivo de la Chepa convierte su amor II___ 10 en odio y venganza. El sexo surge aqui como un arma de desquite finico importante era perforar a la Chepa", (68) entonces 1a penetraci6n se transforma en una satisfacci6n de odio. Aguilera-Malta consigue justificar la actuaci6n de Candelario con el zoomorfismo, transforman- dolo en hombre-caimén. Asi pierde toda sensibilidad humana. Dice el autor: "Lo finico que llevaba al frente, como cebo, era e1 par de tes- ticulos." (68) For amor mata a los padres de Josefa (Chepa) y viola a Clotilde, su hermana. El "cuerito e venado" que en los cuentos fuera simbolo de amor y fidelidad, aqui se vuelve simbolo de sacrificio para Clotilde: Loco, la mir6. Se 1e acerc6. Ella no pudo moverse. La carg6. La tendi6 en el cuerito de venado. Mientras 1a muchacha se hundia en el pasivo nudo de la inconsciencia, se le subi6 encima. La cabalg6. Después, metamorfosis del caimén. Saltando en el tr6bol de corazas verdes. Arremolinéndose contra los 6rboles. Tumbéndolos 94 con la cola. Destrozando e1 tronco con las fauces. Estriando la corteza con las garras. E1 caimén esté loco. (71-72) Este desquiciamiento de Candelario trajo la locura de Clotilde, a quien 1e dio por demostrar un deseo sexual insaciable a los hombres, a los cuales luego de poseerla los castraba como medio de protecci6n para las otras mujeres. Entonces podemos ver claramente, que la incom- prensi6n del padrino y la p6rdida del amor de la Chepa hacen que Can— delario, tanto en los acontecimientos de los pescadores como en la violaci6n de Clotilde, use e1 sexo como elemento destructivo, con el cual rompe todo c6digo 6tico, social y humano. Para condenar afin més la explotaci6n sexual, el autor afiade otra dimensi6n er6tica negativa: las relaciones sexuales de Candelario con la difunta. Aguilera-Malta no especifica si estas relaciones obedecen a un castigo de "El Coludo" o una manera de sujetar e1 apetito sexual de Candelario y transfor— marlo en hombre de una sola mujer. Lo que si se manifiesta es la rup- tura de un principio vital, porque las relaciones sexuales de Cande- lario con la muerta lo aburren y es un desperdicio de energia vital que lo conduce a1 aniquilamiento fisico. Ademés 1e impide e1 contacto sexual con mujeres vivas y 1e previene asi e1 rescate de la vida como medio de perpetuaci6n de la especie: La imagen de Dominga-— con sus caderas ondu- lantes --volvi6 a rondarlo. LPor qu6 estaba demo— rando tanto en acostarla? zAcaso Bulu-Bulu deja- ria por ello de curarlo? zO es que tenia miedo de la Otra, de la difunta--difuntisima-- Chepa Quin- dales? La verdad es que esta hembra cada dia estaba mas caliente. Jamés se imagin6 que una muerta pudiera tener esas ganas insaciables. iEra eso! iLe tenia miedo a la grandisima puta difunta! Desde que lo habia tomado por su cuenta, no habia podido acercarse a ninguna otra. Con algunas habia llegado-- ide dia, c1aro!-- hasta a encuerarlas. Hasta a tenerlas boca arriba. Con las piernas 95 abiertas. Esperando que 61 se manifestara. El, por su parte, estaba armado. Como siempre. De improviso, le ocurria algo tremendo. Sentia un beso helado en las partes viriles. E1 miembro se 1e desinflaba como vejiga rota. Y, de inmediato, quedaba en la babosa cércel de la impotencia. iEra Ella! iEstaba seguro! iEso que la Condenada se contentaba 3610 con hacerle una caricia y, en vez de ello, no le clavaba los dientes frios en el b61ano! En cambio, de noche, apor qu6 deseaba envolverlo en sébanas de fuego? aPor qu6 parecia taladrarlo o, por lo menos, tatuarlo con herrajes que cada vez lo marcaban més hondo por dentro? iEstaba fregado! 3E1! Candelario Mariscal. Rom- pedor de culos. Sembrador de miedos. L6tigo alzado para morder todas las carnes. iEl, no podia librarse de esa muerta! tMuerta—argolla! iMuerta—cadena! iMuerta—imén! iMuerta—vasija! Muerta-muerta-muerta. Muerta que tenia metida dentro de 61. Muerta donde 61, a su vez, metido estaba. (155-56) Vemos entonces que el sexo aislado de todo sentimiento vital y er6tico encadena, mientras tanto el sexo como parte integral del amor libera, engrandece, aglutina, une y se convierte en una libertad humana, como ya lo habiamos visto en los cuentos. Candelario acude a1 Brujo Bulu-Bulu en busca de remedio para su problema sexual. E1 Brujo le recomienda e1 matrimonio cristiano e indirectamente le ofrece a su hija como medicina. La gran sensualidad de Dominga sugiere anticipadamente, (por medio del agua y en una ima- gen de gran erotismo) la fusi6n procreadora: Las caderas insinuantes circulaban. De aqui para a116. De a116 para acé, pala de canalete. zYa la hembra le estaba bogando dentro? Le segui- ria bogando hasta convertirlo en su mar, su rio, su estero? (159) Dice el autor "El Coronel 1a mir6 de abajo arriba. Como pesén- dola. Como evaluéndola. La muchacha, d6ndose cuenta de ello, atiz6 la candela que tenia entre las piernas." (159) Al hacer que Candela- rio fuera a1 Brujo para que lo aliviara de la difunta Aguilera-Malta 96 logra dos cosas importantes. Primero, la soluci6n de un problema er6- tico con otro, con la diferencia que este filtimo, e1 del matrimonio, esté basado en un principio 6tico, social y religioso. Dominga reconoce los instintos malos de Candelario, pero se compromete a ayudarlo para conseguir su salvaci6n. Por otro lado usando su fuerza diab6lica Can- delario hace que el padre Gaudencio 10 case en su iglesia. Con sus amenazas consigue que todos asistan a la boda, con 10 cual se verifica la integraci6n racial entre la familia del Brujo y el pueblo. Pero més que nada recibe el perd6n de su padrino y su participaci6n en el matri- monio. For 10 tanto Aguilera-Malta 1e adjudica la regeneraci6n al per- sonaje y con ella 1a transformaci6n de todo el pueblo. Segundo, tene- mos la preservaci6n de la especie, sugerida por el autor por medio de un acto religioso, a manera de invocaci6n de fecundidad por los ante- pasados de Bulu-Bulu. En este mismo acto religioso se verifica la integraci6n del presente y el pasado, de la vida y la muerte con la metamorfosis del Brujo en tigre para transportarse a1 otro mundo. Aqui la muerte sirve de puente entre la vida y la eternidad. En la integraci6n er6tica de la sociedad percibimos que, como dice e1 autor, la vida no es otra cosa que producto de una relaci6n er6tica, donde el hombre y la naturaleza estén entrelazados por un puente de erotismo y que existe una particular dosis de erotismo en toda rela- ci6n humans. Dice también que el erotismo es humano, es sublime, es hermoso y que es un elemento fundamentalmente creador.3 Este erotismo unificador de la obra de Aguilera-Malta, presenta manifestaciones posi— tivas y negativas, como lo habiamos sefialado a1 principio. En lo posi- tivo esté el amor en sus mfiltiples niveles y luego las manifestaciones negativas en las que lo er6tico no se desarrolla o su desvio constituye 97 una crisis social. Para comenzar, dejemos constancia que el erotismo es el aspecto mas importante de una sociedad por constituir e1 equilibrio fisico y emocional del individuo. En el amor sublimado observamos que Agui- lera-Malta enviste de sentimientos er6ticos a sus personajes religio- sos con el prop6sito de demostrar que el erotismo es un elemento natu- ral y necesario en el hombre. S610 su desarrollo puede conducir a una sublimaci6n divina, en que el amor humano se sustituye por el amor de Dios. En este caso e1 autor equilibra 1a profundidad del amor divino y el humano, y asi eleva el sexo a un nivel mistico y sagrado. Lo vemos claramente en C6ndido. Aguilera-Malta crea primero la perfec- ci6n del ser humano en el Cristo Quemado. Este aparece humanizado en la novela. Posee gran humildad reflejada en su imagen despintada y que como dice e1 autor "va de mal en peor". Las llagas abiertas, afin sangrantes, dejan traslucir el sufrimiento de Cristo por la humanidad. Dentro de esa humildad caben los milagros y la actitud mesurada de Dios con respecto a los actos del hombre. C6ndido es un sacerdote sencillo, bueno y caritativo. A veces se olvida que el amor divino requiere paciencia, entendimiento, habilidad de perdonar y gran amor por el pr6jimo. Afin hay momentos en que se deja dominar por la ira. En su relaci6n con Céndido, el Cristo Quemado sirve de mediador entre el amor de Dios y las pasiones humanas. Es importante notar que Aguilera—Malta pone en boca del Cristo Quemado la encuesta de los sentimientos de Cén- dido hacia las mujeres: LNunca te gustaron las mujeres, Céndido? --Qu6 pregunta! iDeja de jorobarme! --Cont6stame aNunca te gustaron? --zQu6 crees t6? —-Soy yo quien pregunta. iReSp6ndeme! 98 Qued6 un momento pensativo. Después, lo mir6 directamente. A 103 ojos. Aclar6: -- Me gustaron demasiado. —- LDe veras? —- Y en forma extrafia. -- No me digas. iExplicate! —- Pues, primero las mir6 completas. -- No entiendo. -- Esté claro. Completas. Con cabeza. Cuerpo. Y extremidades. Ademés vestidas. -- zDespués, no? -- No. Las segui viendo completas. Pero total— mente desnudas. -— iAh, vaya! -— Al poco tiempo, perdieron la cabeza. Mejor dicho, las mir6 s6lo desde el cuello para abajo. M63 tarde... —- Les miraste s6lo las extremidades. —- No. iS6lo e1 sexo! -- iCéndido! zQu6 es lo que estés diciendo? —- Lo que oyes. Como 31 el mundo estuviera integrado por hombres completos y mujeres que finicamente fueran lo que tienen entre las piernas. Se convirti6 en algo obsesionante. Atormentador. Que me estaba volviendo idiota. Por dondequiera que miraba, surgian aquellas visiones. Sexos. Sexos. S610 sexos de mujer. Lo mismo que una sarta de moluscos velludos. Girando incansables a mi derredor. Esto, como era natural, me llev6 a la masturbaci6n. Empec6 a masturbarme cada vez que pude. Como un poseso. -- iQu6 escondidas tenias esas aficiones! (40-41) En este diélogo muestra Aguilera-Malta que el erotismo es un sen- timiento natural en el hombre. A veces puede llevarlo a la masturba- ci6n. Sin embargo, no es un desvio, sino un estimulo necesario en el ser humano. La insistencia con que pregunta e1 Cristo Quemado acerca de los sentimientos er6ticos en Céndido, lejos de ser una profanaci6n, revela 1a importancia de este aspecto y se trasluce cierta picardia er6tica en el Cristo que lo humaniza més. Al introducir 1a confesi6n de Céndido con el cura del pueblo, da a entender e1 autor que este sen- timiento es puramente humano y no divino. Indica ademés que el hombre es capaz de controlar estos instintos sexuales a través del amor, en este caso la sustituci6n del amor humano por el divino. Sin embargo, 99 es claro que cuando e1 deseo sexual se convierte en una obsesi6n, y esta separado del amor, puede tener consecuencias negativas en el hom- bre: —- Un buen dia, desesperado, me confesé. Con el Cura de mi pueblo. Me dijo muchas cosas. Que no era un caso raro. Que 1a mayoria de los muchachos lo hacian. Lo raro era la forma en que se producia el estimulo. Tal vez me estaba tentando e1 Demonio. Para salvarme, debia recurrir a la gracia de Dios. Me aconsej6 que entrara al Seminario. Dud6 mucho. A1 fin, me decidi. (41-42) Observemos que el Cristo Quemado no sugiere ninguna medida de cas- tigo ni represi6n para Candide por sus sentimientos er6ticos. Es e1 cura del pueblo el que 1e sugiere e1 Seminario. A1 final del diélogo la pregunta del Cristo Quemado se queda sin contestaci6n, lo cual puede significar para el autor, que el erotismo puede sublimarse, pero no como una soluci6n vital, sino més bien como una sustituci6n de un amor por otro, ya que lo sexual en Aguilera-Malta es lo vital. En el cura Gaudencio 1a represi6n sexual es un sacrificio constante, que también 10 ha hecho sustituir un deseo por otro: el sexo por la comida: Por otra parte, el hombre tenia sus m6ritos. Por ejemplo, se abstenia del pecado de la carne. Y eso que a veces afirmaba: 'Es lo que més me cuesta, Filem6n. Me gustan-- iperd6n, Sefior!-- me gustaban mucho las mujeres. Y aunque todavia me sigan gus- tando-- iotra vez, perd6n, Sefior, pero es la verdad -- cierro los ojos para que pasen sin que yo las vea.‘ E1 pecado de la gula si, no podia vencerlo. 'Es lo que me queda, Filem6n. Comer. Todo lo demés esta vedado. Comer.‘ (343-44) E1 uso de lo er6tico expone que el hombre puede redimirse de sus pecados y conseguir la salvaci6n por medio del amor, sea éste divino o humano como en C6ndido y Candelario respectivamente. Observaremos entonces que la salvaci6n del hombre es posible por medio del amor; que a Cristo 1e interesa el ser humano integral y no 100 S610 su aspecto religioso. Sin embargo queda implicito que tanto la sublimaci6n del amor como la fuerza diab6lica carecen de una fuerza vital para la continuidad de la especie. El acto sexual es el finico que puede rescatar la vida. Esto a su vez implica que el erotismo es una fuerza natural que asegura la supervivencia del ser humano. En la conducta de Juvencio se da e1 amor_post-mortem, ya que se encuentra obsesionado con el cadaver de Diamantina. Su espiritu sen- sitivo lo lleva a enamorarse de un cad6ver por sus atracciones fisicas, a tal extremo que se manifiesta en la desviaci6n de su libido, o lo que el autor llama "confusi6n de sentimientos". Con esta frase Aguilera— Malta condena el aspecto anti-vital de esta clase de relaciones, pero sin negar la sublimaci6n de un sentimiento inspirado en una atracci6n fisica. A1 comparar el autor la relaci6n de Juvencio y el cadaver con el artista y su escultura esté d6ndole a la belleza fisica un valor est6tico y no vital. Nos 10 demuestra mejor al sugerir que el hombre a través de la muerte logra eternidad, asi como el artista se inmorta— liza con su obra. La uni6n de lo grotesco del cadéver, que se consi- dera feo y repugnante, con la escultura 1e sirve a1 autor para elevar la muerte a un nivel est6tico. Asi dejamos indicado que el amor pg§£:_ mortem bajo ningfin aspecto quiere simbolizar, en esta novela, una des— figuraci6n er6tica del hombre o su cultura, sino que el autor lo usa para conseguir un efecto est6tico. Entre Juvencio y Clotilde existe un amor idealizado. Unas veces obedece a un sentido de compasi6n, como cuando Clotilde en sus momentos de locura se le ofrece fisicamente, y Juvencio esté interesado 5610 en mandarla a la ciudad para que se cure. Sin embargo sabemos que luego de su regreso Clotilde le ayuda a Juvencio a recuperarse de los maltratos 101 de la gente de Chalena. A veces parece atraerlos un deseo fisico, pero no es asi. Cuando uno de ellos piensa en algo intimo, el otro huye, como en el caso de Clotilde, o recuerda sus antiguos amigos como lo vemos en Juvencio. La violaci6n de Clotilde por Candelario, imaginada por Juvencio, contribuye tambi6n a la separaci6n de los amantes. Agui- lera-Malta usa esta violaci6n para presentar e1 conflicto de los valores 6ticos culturales, el del honor, y el principio 6tico humano: Tengo que impedir esa boda. Candelario Mariscal tiene que casarse contigo. LPor qu6? El fue quien te hizo mujer, ano? A mi nadie me ha hecho mujer, todavia. Pero... Aunque fuera e1 finico hombre sobre la tierra. Aunque me estuviera derritiendo por ganas de tener hombre, ijamés me uniria a 61! Es decir, ano te importa que se case con otra? A mi, apor qu6? Ah. LY a vos no te importa? A mi, tam- poco. aPor qu6 tenia que importarme? (341) Sin embargo, debemos observar que este conflicto constituye en el per— sonaje un escape a la realizaci6n total del amor. En Chalena nos manifiesta el autor e1 aspecto negativo del ero— tismo. Simboliza la explotaci6n social y vital en Santoront6n, lugar principal donde se desarrolla 1a novela. Su ambici6n de poder, riqueza y su pacto con el Diablo surge como consecuencia de la falta de carifio de sus primeros afios. La madre lo abandona a muy temprana edad y el padre, un piloto degenerado, 1e niega apellido y paternidad. "Gfievin, Gfiev6n" es el nombre con que suele llamarlo su padre. Esta frase sexual en su origen, 1a vemos aqui usada en forma despectiva, lo que parece haber creado en Chalena una negaci6n hacia lo er6tico—sexual. Debido a esto concentra todo esfuerzo en la acumulaci6n de dinero, dejando poco o nada para las relaciones amorosas. Con la ayuda de "El Coludo" se convierte en el gran explotador de la sociedad. Al intro- ducir Aguilera-Malta la fuerza diab6lica, aumenta e1 miedo colectivo 102 del pueblo, que ya lo habiamos visto en Candelario. Esta fuerza dia- b6lica es un arma para facilitar 1a eXplotaci6n. La homosexualidad de Chalena 1e hace rechazar e1 coito y se declara abiertamente contra todo lo que est6 relacionado con la procreaci6n. Toma el agua, un ele- mento natural, como medio de explotaci6n del pueblo y de enriquecimiento personal. (El uso de la naturaleza como arma de explotaci6n, ya lo habiamos visto con el mangle en Don Goyo y'La isla virgen). "El Coludo" 1e ayuda a tapizar los techos de las casas del pueblo con zinc. Le manda una lluvia torrencial que se concentra en los techos de su propiedad. Este acto misterioso unido al sonido que produce la lluvia a1 caer sobre los techos de zinc, aumenta e1 terror de los santoronte— fios y disminuye su habilidad de protesta. Chalena coloca un candado en los tanques de agua, que simboliza su negaci6n ante la vida. Luego comienza a exigir del pueblo dinero, prendas valiosas y por filtimo hasta el cuerpo de sus mujeres a cambio de agua. Lo ir6nico es que Chalena es impotente, lo que desea es prevenir cualquier posibilidad de procreaci6n: -- iQu6 bueno que se decidieron! Salustiano y Rugel les darén todo el agua que quieran. Pero, no lo olviden. Ustedes me pertenecen. Para comer. Para trabajar. Para beber. Para pelear los mia- deros con sus hembras. Para todo. iTienen que pedirme permiso! iUstedes estén prestados a ustedes mismos! iRecu6rdenlo siempre! iNada de lo que tienen es suyo! iTodo es mio! iSolo mio! (145) Otra forma en que se manifiesta su espiritu destructor de la natu- raleza es el capricho de querer sembrar en la mano de un nifio un rosal. Tambi6n observamos, esta actitud, més tarde cuando 1a sed acecha a los animales de la montafia, y se levanta en armas contra ellos para exter— minarlos. Vemos claramente su actitud negativa ante lo sexual por medio 103 de la destrucci6n de los elementos naturales. Aguilera—Malta hace evi- dente su protesta ante esta carencia er6tica pulverizando al personaje con el juego del sapo grande y el sapo pequefio. Se vale del vocabu- lario para desintegrarlo. Su transformaci6n en sapo le sirve al autor para desfigurar al personaje, atribuy6ndole una boca més grande que la panza. Esta simboliza su ambici6n y le da un aspecto de animal capado. Lo que el autor nos sugiere aqui, es que la falta del desarrollo er6- tico desvia al individuo y lo convierte en un elemento negativo para la sociedad. Diremos entonces que en la integraci6n er6tica de la sociedad, el amor es indispensable fisica y emocionalmente como elemento estabili— zante del individuo, y que la falta de desarrollo er6tico es un arma de destrucci6n personal y colectiva. Aguilera-Malta expresa que la 6tica, la 6pica y lo er6tico se entrelazan en su obra. Dice que son inseparables de la verdadera belleza, y que estén unidas de una forma arm6nica y sonora. Insiste en que el fin moral debe ser lo principal y que la ficci6n mitol6gica que se entrelaza con el hombre y su mundo est6 apoyada en las creencias religiosas de su pueblo.4 Conviene sefialar la gran complejidad simb6lica de que se vale e1 autor para lograr la integraci6n er6tica como elemento est6tico, ya sea en el mito y la magia, en la realidad y la fantasia, 0 en la vida y la muerte. Para darnos el concepto del amor en sus diferentes nive— les usa simbolos er6ticos que se yuxtaponen para proyectar, en este caso, el amor sublimado y su eternidad a través de la muerte. En una combinaci6n de imégenes er6ticas nos presenta, a manera de un nudo atado, los dos amores del hombre en la tierra: la mujer y la patria. 104 Estos dos sentimientos parten de un interés tangible. E1 primero, es la atracci6n fisica de los senos de Diamantina que producen en Juven- cio una fuerte atracci6n fisica que llena todo su ser, y que lo hace vivir momentos de gran emoci6n: Tus senos, Diamantina. Tus senos. Toda t6, pero tus senos. LSabes que un tiempo vi el mundo a través de tus senos? Cuando interceptaste mi ruta, tus senos me horadaron los ojos. Desde entonces qued6 daltoniano. Viviendo un laberinto que no me pertenecia. Pasé noches enteras sofiando tus senos, Diamantina. Cércel de senos. Cadena de senos. Venda caleidosc6pica de senos. Globos de alabastros he volado en ellos. Con ellos. Ahora estén verdes. Verdes y amarillos. Toda mi ciudad se ha vuelto verde. Verde y amarilla. Lo que Ella es. Lo que es en Ella. Verde. Amarilla. De plétano verde. De p16tano amarillo. La fruta bautizo en dientes careados de ricos prematuros. Verde cuando verde. Amarilla cuando madura. Tus senos sin uso. Entonces, sin uso. Apenas, para humillar el encuentro con los 6vidos. Los 6vidos como yo. Sin uso. Después 103 has usado-—corre en chismes de asfalto-- en los labios de muchos hombres. zAhora 3610 en los labios de tus hijos? Tus hijos que debieron ser mios. (229) Notemos que el autor escoge los senos, por simbolizar la leche, la vida y su preservaci6n. La sublimaci6n de este amor se manifiesta en la afioranza de los goces intimos por tratarse de un cadéver. Vemos claramente que este amor a pesar de su sublimaci6n parte de una atrac- ci6n fisica. En el amor de la patria sucede lo mismo. El interés es material en un principio, representado aqui por los productos impor- tantes de exPortaci6n: e1 cacao y el banano. Al mismo tiempo que estos productos unen e1 pasado y el presente de la ciudad, por su importancia respectivamente, nos dan una imagen pléstica er6tica del sexo masculino y femenino. Hemos visto entonces que el amor ya sea de la patria 0 de la amada arranca de la naturaleza. En ciertos casos, como el de la ciudad, y el de Juvencio y Diamantina, se sublima. E1 105 autor concibe estos como una clase de amor, pero no como el indispen- sable para captar la vida, en la que la fusi6n completa constituye la actividad més importante del ser humano en la tierra. Para eternizar a1 hombre, hace Aguilera-Malta un paralelo entre e1 sacrificio de Cristo hecho con el prop6sito de salvar a1 hombre y el de Juvencio por Diamantina. El sacrificio divino esté sugerido en la novela por el simbolo "INRI" que los judios colocaron en la cruz después de su crucifixi6n. En este simbolo estén también implicitos los motivos de su crucifixi6n y su redenci6n para salvar 1a humanidad. Como Jesfis, Juvencio y Diamantina también son acusados, por sus com- pafieros y maestros, de fornicaci6n siendo inocentes. Su finico delito es amarse. Aguilera-Malta a1 hacer hincapi6 en que Diamantina no puede ser castigada porque esté muerta, manifiesta que la humanidad ya posee una manera de salvaci6n: la muerte. Sin embargo es claro que cada individuo tiene que alcanzar su propia salvaci6n: Y cuando empezaron a destrozarla, estuvo a punto de lanzarse contra quien lo hacia. Se contuvo a duras penas. Sali6 de la morgue. Loco. Corri6 hasta el cercano cementerio. Un cementerio de b6vedas blancas y palmeras verdes. Verdes palme— ras para abanicar e1 suefio post—mortem bajo el sol caliginoso. Alli arranc6 a llorar. Deses- perado. Tuvo la sensaci6n, por un instante, de que quienes estaban bajo tierra. 0 en los mauso- leos brufiidos. O yaciendo sobre las planchas del Anfiteatro Anat6mico—-especialmente su muerta-- eran los verdaderos vivos. Los que ya tenian una vida eterna, sin zigzag, hecha definitivamente. En cambio, los que se movian, pululando como ver- mes, para encontrar e1 destino de los otros y el propio destino, eran los aut6nticos difuntos. (254-55) Usando el simbolo de sacrificio "INRI", Aguilera—Malta une el amor y el sexo a1 decir "Ya tenia e1 INRI colgado entre los senos. 0, tal vez, més abajo. Entre las piernas." (233) La uni6n de estos dos 106 6rganos vitales: e1 coraz6n y el sexo por medio de "INRI" simboliza el amor, 61 sacrificio y la salvaci6n del hombre; la sangre que emana de ellos es el sacrificio vital y espiritual. Ademés logra con esto ele- var el sexo a un nivel mistico y espiritual. Vemos entonces la inte- graci6n er6tica del amor divino y humano, de la vida y la muerte por medio de la salvaci6n. Los colores usados en las imégenes er6ticas tienen funciones espe- cificas tambi6n. Refiriéndose al banano indica su proceso de madurez por medio del color verde-amarillo. Se puede interpretar e1 color verde como la 6poca de corte para la exportaci6n del banano, que en el hombre seria e1 despertar de la inocencia a los sentimientos er6ticos. En Diamantina y Juvencio, e1 verde sefiala su inocencia y el amarillo su experiencia sexual en la mente sublimada de Juvencio. El autor desata e1 nudo amoroso que atara al comienzo. Nos aclara que las sospechas de los estudiantes son falsas y que Juvencio y Dia- mantina son inocentes. Tal vez se refiera aqui a la inocencia del hom— bre ante el pecado original. Sefiala 1a imposibilidad del amor entre Juvencio y Diamantina debido a sus relaciones anti-vitales, porque ella es un cadaver, "Mejor dicho, estaban presos-- cada uno por su lado-- en la invisible cércel de un gran amor guillotinado". (234) A la ciudad 1a hace participe de los sentimientos er6ticos al decir "Y la ciudad afin no estaba verde. 0 no estaba completamente verde. Quizé un poco sepia. Olor de cacao. aEstaban hechos de cacao, todavia, los hombres y las cosas? zDiamantina, tambi6n, de cacao? T6, Juvencio, atambién de cacao?" (234) El cacao 1e impregna un sello de pasi6n y ensuefio a la ciudad y a su gente. Esta es una nota positiva y de sublimaci6n del amor, a1 fundir a la ciudad y al ser humano en una misma pasi6n de 107 ensuefios. Junto a1 recuerdo de los amores de Juvencio y Diamantina, aparecen intercalados los diélogos realistas acerca de la construcci6n de la ciénaga para salvar al pueblo. Esto afiade una dimensi6n er6tica mis. Hace un parelelo entre la imégen de los senos de Diamantina y los dos cerros para construir la ciénaga, con la diferencia que en la imégen de los senos, e1 estimulo er6tico que se produce en Juvencio, se sublima y no pasa de ser més que un ideal. Mientras que en la imégen de la ci6naga el agua simboliza la vida y el semen, liquido indispensable para rescatar la vida. Es interesante 1a aclaraci6n que hace uno de 105 per— sonajes: "Las ci6negas aqui siempre las hizo Dios. Los hombres, nunca." (234) Es una revelaci6n de las creencias del pueblo ante la naturaleza y ante la vida. Sin embargo, a1 hacer posible la construcci6n de la ciénaga por el hombre, los animales y los érboles, Aguilera-Malta sugiere la integraci6n er6tica de los elementos naturales como medio de preservaci6n vital. Logra también la integraci6n er6tica del ideal y de la realidad en lo temético y estructural. Los recuerdos de Juven- cio y Diamantina se dan en un mon6logo interior que sugiere una irrea- 1idad por ser el pensamiento de un solo personaje. Mientras que el diélogo acerca de la ciénaga presenta la participaci6n de dos perso— najes, indicando asi una realidad. Mientras en Juvencio la muerte se usa como medio de trascendencia espiritual, en los acontecimientos amorosos de Candelario y la difunta Chepa, la muerte lo precipita a la bfisqueda de su propia salvaci6n. El aniquilamiento sexual, ocasionado por las visitas apasionadas de la difunta Chepa, 1e produce aburrimiento por limitarse a una explotaci6n sexual. For 10 tanto se ve obligado a buscar satisfacci6n sexual dentro 108 de un c6digo 6tico: e1 matrimonio con Dominga. La pasi6n sexual tanto en la difunta Chepa como en Dominga, la hija del Brujo, se presenta con el mismo grado de intensidad. En Dominga emana de la influencia de elementos naturales como la luna, cuyo efecto se percibe dentro y fuera de ella. Sus pensamientos se concentran en una divagaci6n er6tica del amado: A la noche siguiente. Cuando 61 empezara a acari- ciarla. Cuando se le subira encima y le clavara su puntal de carne. zSeguiria satisfecha? LLe agradaria? Eso, si. Casi estaba segura de que le agradaria. Descubriria, por fin, aquel secreto -- zera secreto? --que la estremecia muchas veces. (240) Sn erotismo culmina en la salvaci6n de Candelario y la preserva— ci6n de la especie. En la Chepa por el contrario, sus esfuerzos resi- den en succionar fisicamente a Candelario y prevenir asi la uni6n sexual del individuo como fusi6n vital. Vemos entonces la integraci6n de la vida y la muerte a través del erotismo. A1 mismo tiempo Agui- lera-Malta convierte un aspecto negativo del erotismo en positivo por medio de un principio moral: e1 matrimonio. Tal vez donde Aguilera-Malta logra més la fuerza de su integraci6n er6tica es en el mito, 1a magia y la leyenda. Candelario por medio de una caracteristica mégica proyecta el miedo. Se cree que es hijo de "El Coludo" y "La Mula Pancha", con lo que surge e1 mito de las rela- ciones sexuales entre e1 Coludo y la mula. Se prepaga en el pueblo 1a curiosidad acerca de la contextura del 6rgano viril del Coludo. Si posee o no vida, o si es palo quemado destinado a la nada: LC6mo podria ser aquello? aSe convertiria en Bestia de llameante lengua, con cola, alas y cuernos? zAumentaria de tamafio, hasta transfor- marse en un gigante? £0 1e creceria 5610 1a herramienta, para darle por atrés a la Zafada? 109 A fin de cuentas, zc6mo seria la herramienta del Mandiga? aNegra y nervuda, como un tronco de chonta? aLarga y huesuda, como vibora pachona? ZSe encenderia, tiz6n en noche oscura? Z0 seria blanda y resbalosa, semejante a una lisa cabezona? ... (78) De aqui emana tambi6n la vacilaci6n entre la existencia del infierno y la posible salvaci6n del hombre. El miedo facilita las actividades destructoras de Candelario, la explotaci6n del pueblo por Chalena, y al final de la obra, contribuye tambi6n a la regeneraci6n del pueblo, al hacer que todos participen en la boda. Asi como el miedo, la locura tiene un efecto tambi6n. La locura de Clotilde, por ejemplo, a1 propagarse se transforma en un elemento m6gico. Las mujeres del pueblo la usan como medio de ocupaci6n; en los hombres produce una obsesi6n sexual bajo la cual se entregan a Clotilde, afin a costa de los 6rganos més intimos. La aparici6n fisica de Clo- tilde es otro misterio. La imaginan de acuerdo a sus propios senti— mientos er6ticos. Las mujeres piden su castigo por inmoral y se unen para defender la posible castraci6n de sus esposos por Clotilde. Lo interesante aqui es el uso de la violencia sexual para revelarnos una realidad siquica-er6tica. En Clotilde esta locura tiene una impli— caci6n negativa, pués ella en su imaginaci6n castra a los hombres para proteger a las otras mujeres. Por medio del mito Aguilera-Malta nos indica 1a relaci6n entre el hombre y la naturaleza. Siete lunas y_siete serpientes comienza con el mito del Tin-Tin que se dedica a prefiar a las mujeres. Asi es como aparece en boca del pueblo. Sin embargo, este mito er6tico, como lo presenta Aguilera—Malta, afiade un aspecto 6pico a la lucha del hombre en su enfrentamiento con la vida. Implica a su vez cierta agresividad del hombre en la conquista sexual. Pero aqui e1 mito de 110 103 Tin-Tines produce un estado emocional en Dominga. Al observar la ' recibe una fuerte d6sis de estimulo sexual: lucha de estos "sétiros' Dominga, casi sin darse cuenta, apret6 las piernas. En defensa prematura. Cruz6 las manos sobre el sexo. Tiritaba de miedo y angustia. 5Qu6 iria a pasar? Anhelaba que sus gritos toca- ran a rebato. No podia. Sfibita parélisis 1e habia invadido el cuerpo. Apenas si alcanz6 a poner sus manos donde las tenia. Experimentaba la sensaci6n de cien lazos potentes anudéndola a1 suelo. aQu6 iria a pasar? Uno de los Tin-Tines tenia que ven— cer. Estaba segura. Tal vez mataria al otro. Lo dejaria en el suelo. Después, subiria. O brinca- ria por la ventana. Entraria a saltos. A saltos menudos. Hasta e1 rinc6n donde ella tenia tendido su petate. Alli, con el sexo. S610 con el sexo. Sin usar las manos. Ni los brazos. Ni 1a boca. 8610 con el sexo, levantaria o rasgaria el toldo. aLa quedaria mirando? zLe pasaria las rasposas manos por el cuerpo? aUtilizaria los labios de ventosa al recorrer su piel, centimetro a centi- metro? LO no perderia el tiempo en tareas prepa- ratorias y se 1e arrojaria encima, incontenible? Tal vez ella no dispondria del 6nimo necesario para establecer una clara cronologia de los actos preci- pitados. Seria algo simulténeo. El sentirlo cubriéndola. El tener que abrir los muslos contra su voluntad. El experimentar-- como un machetazo ardiente-- el empuje del espeque de carne dentro de si misma. El dolor. El pénico. La desespera- ci6n de sufrir e1 desgarramiento de sus partes intimas. El frotamiento vertiginoso del pequefio monstruo... Este, en una especie de danza diab6lica, se le iria enredando en su interior. Casi hasta la mitad del cuerpo. Y alli las lluvias pegajosas de savia humana, bafiéndola en inundaciones minimas. Sin acariciarla. Sin lograr que ella, en ningfin momento, vibrase al unisono. a0 vibraria en alguna ocasi6n? 50, a despecho de su voluntad, respon- deria, carne a carne, sexo a sexo, en un instante inefable, a la c6pula salvaje? (ll-12) Adquiere mayor complejidad este mito con la intervenci6n de la serpiente. Asi se entabla una lucha entre e1 Tin-Tin vencedor y la "X-Rabo—de-Hueso": Se agitaba r6pidamente al derredor del Tin-Tin. E1, principi6 a esquivarla. A tratar de doblegarla con impactos de su b61ano. Infitil. Se diria que la 111 X—Rabo-de—Hueso tenia alas. Daba vueltas en torno del pene inverosimil. El prefiador debia hacer esfuerzos inauditos para defenderse de los amagos constantes. El cr6talo se enroscaba. Estiraba su cuerpo sim6trico. Elevaba la cabeza a la altura de los ojos del hombrecillo. Lo amenazaba con los comillos agresivos que parecian multiplicarse. Otras ocasiones, los anillos policromos—— verda- deros resortes con escamas-- vibraban. Cambiaban de posici6n, arritmicos. El Tin-Tin esgrimia su sexo. Su mejor instrumento de defensa. Un momento- pareci6 que iba a vencer. Usando el g1ande-— empu- fiaba e1 pene a guisa de mandoble, con ambas manos --dio un golpe en la cabeza del ofidio. Lo envi6 a1 suelo. E1 cr6talo se extendi6 en estertor ag6- nico eléctricas jibas diminutas a lo largo del cuerpo. E1 Tin-Tin se inclin6, dispuesto a rema- tarlo. Levant6 e1 miembro viril para asestar el filtimo golpe. La X-Rabo-de-Hueso-— rayo hecho escamas-— se irgui6 nuevamente. Antes de que su adversario pudiera retroceder. 0 defenderse. Le clav6 los colmillos. Dando un alarido, e1 Tin-Tin, sin soltar e1 miembro, a largos saltos-- para morir después de poco tiempo-- se atornill6 en la selva. (12-13) En una lucha de carécter 6pica es derrotado e1 filtimo de los Tin— Tines, y la vibora va en busca de Dominga para poseerla: "Le hundi6 la cabeza entre los senos. Se prendi6 de uno de ellos. Al propio tiempo, 1e cascabele6-- con su huesuda cola --entre las piernas." (14) El mito de la serpiente, como se encuentra entre la gente primi— tiva de estos lugares, es que la serpiente persigue a las mujeres pari— das porque 1e gusta la leche. Coloca su rabo en la boca del nifio, y se prende del seno de la madre. Aguilera-Malta transforma éste en un mito er6tica en el cual la X-Rabo-de—Hueso 1e sirve a Dominga de estimulo sexual. Asi como en la doctrina cristiana la serpiente simboliza la tentaci6n, aqui aparece como una tentaci6n sexual en un fondo mitico. Al unir e1 autor los senos y el sexo de Dominga por medio del cuerpo de la serpiente sugiere una tentaci6n sexual y espiritual. En §ig£e lunas y siete serpientes, 1a serpiente implica también la idea de un 112 ciclo vital. La X-Rabo-de-Hueso visits a Dominga siete noches conse- cutivas. Estas a su vez coinciden con el ciclo de la menstruaci6n de la mujer, y su disposici6n a la fertilidad. Ademés, el acto de ente— rrar Dominga a la serpiente todas las noches indica la fusi6n er6tica entre la vibora y la tierra hembra que es un ciclo sexual. También 1a resurrecci6n de la serpiente cada dia durante siete noches es el ciclo vital por el cual cualquier forma de vida, sea animal 0 vegetal, vuelve a la tierra para integrarse y surgir en una nueva forma. Vemos pues que existe una completa integraci6n er6tica entre el mito, la magia y el hombre. Aguilera-Malta crea un lenguaje de gran fuerza er6tica. Se vale de simbolos e imégenes tomados de la naturaleza y su mundo primitivo para comunicarnos un sentimiento er6tica. Asi, a1 referirse a1 amor de Clotilde por Juvencio nos dice: "Pero, zy si no puedo contenerme? zSi esto que me hierve dentro jaiba de fuego arafiéndome todo se me sale?" (274) La palabra que da la fuerza er6tica en esta imagen es "jaiba" que el autor usa para simbolizar e1 6rgano sexual de la mujer. En otras ocasiones 1a metéfora escogida es otro marisco. "--Y que se ha puesto buenaza 1a condenada. --Como para batirle 1a ostionera." (222) Notamos que las palabras escogidas como simbolos son en si sexuales por tratarse de un marisco que se lo considera como elemento estimulador. Ademés estas palabras son muy cotidianas en la vida de esta gente. La proyecci6n del sexo insaciable de Clotilde es quizé el senti- miento er6tico més fuerte expresado por el autor en esta novela. En una imégen pléstica integra el sexo devorador de Clotilde visto por los hombres del pueblo, el de los animales simbolizado por los perros 113 y la fuerza de la luna reflejada en el agua. Estos elementos juntos producen una sensaci6n de deseo, angustia y muerte sexual: Que tenia un sexo insaciable-- zc6mo iba a no serlo, 3i era de varias hembras superpuestas? —-. Un sexo enroscante. Anfibio. Un sexo que poseia dientes caf6-azu1es. Dientes que mordian, como muerden los perros a la luna reflejada sobre el agua. Que pro- ducian un rosario de estremecimientos imposibles de contar. Estar con ella era estar con una mujer del otro mundo. Pero, eso 3e pagaba. Tenia un precio. Dejar las partes viriles en manos de ella. (94) Esta sensualidad tambi6n est6 implicada en sus personajes. Can- delario hablando de Dominga dice: "Y e1 atractivo perfil de hembra en saz6n 3e ilumin6 ante e1 baile de las llamas. Como 3e habia inclinado, los rojos dedos de estas parecieron introducirse por su escote." (44) Esta es una combinaci6n de im6genes, la de la vida simbolizada por el fuego y la sexual confundida entre las llamas y el calor de la hembra. Tambi6n Aguilera-Malta encuentra a veces en una simple met6fora el medio de comunicar un acontecimiento intimo: "Cada vez que la veia 1e parecia m63 bien hecha. M63 maciza. M63 meneona. M63 revolcadora. Dominga. Como para hacerle salter un_mejill6n en_el_ombligo." (158) Asi también cuando e1 Cristo Quemado indica e1 deseo de Clotilde de huir del amor de Juvencio: "La paloma queria volar." (275) 0 cuando e1 autor quiere sugerir la impotencia de Chalena: "zY no decian que a Cris6stomo ya no le florecia el arbusto frente a las mujeres?" (55) Otras veces, Aguilera-Malta hace que la naturaleza comparta los senti- mientos sexuales de sus personajes. L03 hombres enloquecidos por Clo— tilde encuentran refugio sexual en el agua: Estos, por su parte, estaban que 'se lamian los bigotes'. En los dias caliginosos, cuando e1 Sol les culebreaba por dentro y por fuera, se tiraban en la arena, a orillas del mar. Las olas les llegaban a los pies. Ni 3e movian. La imagen de 114 Clotilde en cueros, les rondaba—- bejuco de cien nudos batea de chirigua blanda llama torturante que iba y venia ufias de gato clavadas en todo el cuerpo marejada perenne contagiada en la sangre olas calientes espuma tefiidora de todos los sen- tidos --Clotilde, Clotilde, Clotilde. (222) En esta cita e1 autor evita 1a puntuaci6n gramatical en dos o tres lineas para intensificar e1 fluir de los sentimientos er6ticos ocasio— nados por los recuerdos de la presencia sensual de Clotilde. Las im6- genes er6ticas, reflejadas en los elementos naturales, son a veces maneras por medio de las cuales e1 autor anticipa acontecimientos impor- tantes en el desarrollo de la novela: "Abajo, el mar estrellaba sus carcajadas en la orilla. Florecian sus dientes de olas. A veces, lujurioso, extendia sus manos verdes para acariciar las curvas desnu- deces de las playas." (46) E1 mar anuncia aqui e1 rechazo de Cande- lario por la Chepa, y el prop6sito que 63te tenia a1 asistir a la fiesta en casa de Chalena, conquistar a la Chepa. Por medio de la naturaleza puede también Aguilera-Malta proyectarnos e1 deseo de la fusi6n er6tica. Este deseo a su vez en una imagen extendida aparece reflejado en la confluencia de los rios. E1 autor hace asi a la natu- raleza c6mplice de este sentimiento intimo: Las caderas insinuantes circulaban. De aqui para all6. De a116 para ac6, pala de canalete. zYa 1a hembra 1e estaba bogando dentro? zLe seguiria bogando hasta convertirlo en su mar, su rio, su estero? De pronto, pens6. zPor qu6 buscar en la ciudad-— la Gran Ciudad-de-dos-Rios. De dos Rios en un Rio. De un Rio que hace un Mar. De un Rio que hace un Golfo -- lo que le bailaba enfrente, sacudiendo sus raices? (159—60) Este deseo de fusi6n sexual puede ser visto como un medio de sal- vaci6n en algunos personajes. Es asi como en la naturaleza misma encuentra 1a fuente de la salvaci6n Clotilde: 115 No 36 nada. LD6nde ir? zD6nde hundirme para recu- perarme? S610 en la muerte. La buscar6 dentro del mar resonante atafid liquido. 0 ir6 a la montafia. leamaré a los tiburones o a las viboras? aMe tender6 en la tierra-- tierra yo misma —-para que crezcan en mi 103 espineros? LIr6 desangr6ndome en ella reintegr6ndome hasta el fin? Morir, morir muriendo. E3 lo que puede salvarme. Lo finico. (274) Asi tambi6n Clotilde desesperada por calmar "la sed sexual" de Juvencio, usa un elemento natural a1 quererse convertir en agua: --Tengo sed. Le pas6 e1 brazo bajo el cuello. Le levant6 la cabeza. Lo apret6, suavemente, contra su seno. iPobrecito! Tendido alli. Herido alli. Sufriendo alli. Por un momento olvid6 cuanto la rodeaba. La emoci6n 1e arborece6 1a garganta. E1 bebi6 mir6ndola. Los ojos. Los grandes ojos sedientos. iSi ella pudiese volverse agua para calmar la sed de esos ojos! (269) Vemos entonces que en estas im6genes, el agua es el campo de acci6n de los sentimientos er6ticos. A continuaci6n citaremos un p6rrafo donde el agua y el fuego, e1 sexo y la sangre se integran en una fuerza diab6lica como preludio de la violencia sexual: La noche de los Quindales llovia lujuria en el mar y en la montafia. El multimill6n de ojos zoom6rfi- cos tejia met6foras de f6sforo. Clavados en los nervios verde-sepias, presentian la llegada. zEra, de verdad, e1 representante de El Coludo? Dentro de la piel de saurio-- caim6n apocaliptico -- El Despechado 3e estrujaba las arterias. Caymantapa- chaca. El agua 3e encrespa. Caymantapachaca mana- jaycapi. La sangre se enciende. Caymantapachaca manajaycapi canta. E1 pufial en las fauces. Cay- mantapachaca manajaycapi canta tigrashpa ricuhua- shachu. El pufial de marfil-- Redoma del viento. Remolino del iris. Imanes del sexo. --La lengua de vidrio. La sangre de humo. La voz de metal. Candelario. Candela-rio. Mar-iscal. Candelario. Candela-mar. --Fuego-agua. Sexo-sangre. Hombre saurio. Candela-rio-mar. Tatuajes rfitilos. En los ojos: La Chepa desnuda. En la boca: las fauces hirvientes. En las garras: la ruta a1 infierno. En el sexo: la fuente del mal. La Chepa desnuda. Las fauces hirvientes. La ruta 116 a1 infierno. La fuente del mal. --Pufial en las garras, colmillos y sexo. Pufial de marfil, de acero y coral. Caymantapachaca manajaycapi canta tigrashpa ricuhuashachu. De hoy en adelante, jam63 volver6 el rostro para verte. (67) La fragmentaci6n de las palabras indican e1 rompimiento siquico en las acciones absurdas del personaje. Las palabras quechuas aumentan la excitaci6n sexual de Candelario, por simbolizar la naturaleza candente del lugar. Por medio de dos antitesis, el autor aisla la proximidad de la vida y la muerte " --Fuego—agua. Sexo-sangre". Aguilera-Malta usa también otros simbolos de la naturaleza. E1 tigre, por ejemplo, en Siete lunas y siete serpientes e3 e1 puente entre la vida y la muerte, porque Bulu-Bulu 3e transforma en tigre para anunciar a sus antepasados e1 matrimonio de su hija. Estos aclaman la fertilidad de Dominga en una serie de ritos religiosas: 'iOh, Tigre! 30h Tigre, ayfidanos! iSe casa 1a hija de Bulu-Bulu, en Balumba! 30h, Tigre! iHaz que sea fecundada desde la primera noche! iCanoa balumosa de pechiche es su cuerpo! 30h Tigre! iQue tenga siete hijos! iQue viva para verlos! iY que vea, tambi6n, los hijos de sus hijos! 30h, Tigre, ayfi- danos! 30h, Tigre!’ (287) Sin embargo, e1 Tigre cobra m6s importancia er6tica por ser aqui e1 simbolo del falo conductor de la vida por medio de la muerte sexual. La figura del tigre la vemos asociada también con la fuerza diab6lica. Clotilde recuerda la terrible noche de su pesadilla sexual cuando Can- delario la viola y mata a sus padres. Ahora es el tigre el que la desea sexualmente: Ahora, e1 tigre también quiere trep6r3eme. Corro. Y e1 detr6s de mi. Sus ojos me dan suefio. Voy a acostarme. Quedar6 inm6vil. Como muerta. E1 3e acercar6. Lanzar6 un bramido de desafio. Lucha- r6n dentro de 61 las dos hambres. Vencer6 el ham- bre de celo. Me bailar6 e1 torbellino de fuego y 6bano. Después, me c1avar6 las garras y los dientes. 117 Cien cuchillos blancos har6n surcos en mi piel. 50 respetar6 m6s que la comida—hembra la hembra- hembra? Me dormiré. Voy a dormirme. Me duermo. Me estoy durmiendo. Ya estoy dormida. El tigre baila. El tigre baila sobre mi. Sus barbas me hacen cosquillas en el cuello. Sus ojos taladr6n los mios. Su cara enorme crece en mi retina. Brama y rie. Y baila. Baila sobre mi su baile bestial. [...] Aqui estoy esperando que el tigre me desgarre. zQu6 puede importarme? Despu63 que el Hijo de El que Sabemos me hizo lo que me hizo, todo me da igual. aMe ha desgarrado e1 tigre? zMe falta algo? zEstoy completa? Detr6s del tigre viene e1 caim6n. 50 ser6 nuevamente el Hijo de El que Sabemos? aNo dicen que 61 siempre toma forma de caim6n? 50 ser6 un caim6n caim6n y no un hombre caim6n? (268-69) Haremos hincapié en que para Aguilera-Malta, 1a mayfiscula, como 61 nos 10 ha manifestado, da jerarquia. For 630, el "Tigre" que representa la vida lo escribe con mayfiscula, pero el de los pensamientos de Clo— tilde, que simboliza la fuerza diab6lica, est6 escrito con minfiscula. El Tigre lo veremos luego desarrollado con m6s complejidad a1 hablar de Jaguar, 1a filtima novela de Aguilera-Malta. E1 rosal, generalmente simbolo de vida, amor, pasi6n y fertilidad, en Siete lunas y_siete serpientes aparece como simbolo de destrucci6n. E1 rosal plantado por Chalena en la mano de Tol6n es una indicaci6n de la actitud negativa de Chalena ante la juventud: Hasta Tol6n, e1 hijito de la Muda y el Cojo, habia aceptado cargar un pufiado de tierra—- por algfin tiempo --en su mano derecha. Alli 3e dejaria sembrar un rosal. Le daria un potrillo, para com- pensarlo. iUn potro! (141) Esta imagen proyecta por un lado la muerte de Tol6n, debido a1 veneno de las raices que 3e 1e incrustan en la mano. Por otro, Chalena ir6— nicamente 1e ofrece un potro, simbolo de pasi6n, pero 3610 para verlo. Esto tiene su paralelo con la acci6n de Chalena con el agua. Quiere 118 controlar el agua para que la gente 3e seque y asi acabar con la vida. Sin embargo pide que 3e 1e entregue a las mujeres a pesar de su impo- tencia: Continuaba regando el Rosal. Ante ellos-- cuerpo reseco ojos resecos ostiones difuntos -—ante ellos. Tol6n sofiaba-— dormido o despierto -- con el Potro. Chalena sofiaba—— dormido o despierto —-con el Rosal. La Muda sofiaba-dormida o despierta-con Tol6n flore- cido. Los santorontefios-- dormidos o despiertos --seguian sofiando con agua. Agua. Agua. (143) Mientras Chalena 3e vuelve loco porque ha perdido su rosal, cuando Juven- cio se lo arranca de la mano a Tol6n, e1 hijo de la Muda entusiasmado invoca su libertad sexual en la palabra "Potro": Ojos de Tol6n brillantes. Potro de vidrio y espuma. De vidrio y sangre. De vidrio negro. De sangre verde. De humo y selva. Potro de alas. Potro de alisimas. De cuatro. De diez. De cien alas. Alej6ndose. Alejandisimo. Alejandisisimo. Dando vueltas. Bola de vidrio. Dando vueltas mariposa. Bola de jaboncillo. Mariposa de mangle tierno. 'Ay mi rosal.‘ 'Ay mi potro, mi potrito, mi potrito! (180) El uso del rosal como destrucci6n est6 sefialado en el lenguaje también. Asi Aguilera-Malta une la palabra rosal con diferentes palabras y con— sigue darnos un proceso de transformaci6n simb6lico. "Arbusto vivo. El Rosal. E1 Rosal-cilicio. Rosal-raiz. Rosal—pufial. Rosal colmi- llo." (179) Vemos entonces que el rosal, que generalmente simboliza la ferti- lidad, la pasi6n y el amor se convierte en un elemento de destrucci6n. Esto también lo hemos visto en el agua y en el tigre. Aguilera-Malta hace un paralelo entre estos elementos naturales y el sexo. Sugiere asi que el sexo puede ser la salvaci6n del hombre, si se lo usa como equilibrio en el individuo. De otra manera, constituye la perdici6n y destrucci6n del hombre. 119 Aguilera—Malta tambi6n juega con las im6genes de las lunas, las serpientes y el nfimero siete. De este filtimo nos ha dicho que tiene una fascinaci6n por ser e1 nfimero c6ba1a por excelencia para 61. Prin— cipia siendo e1 simbolo sexual masculino, pero dice que se encuentra en todas las viejas culturas. Tenemos los siete dias de la semana, los siete Sabios de Grecia, los siete pecados capitales, y las siete mara- villas del mundo para citar s6lo unos pocos. Sin embargo en Siete lunas y_siete serpientes su implicaci6n es sexual. Candelario, hablando de sus futuras relaciones con Dominga, se dice a 3i mismo "Con ella te va a faltar e1 6nimos para darle gusto al siete." (356-57) La luna por otro lado 3e proyecta en forma de luz, como una fuerte influencia en las disposiciones sexuales de la mujer. En un di6logo funde Aguilera- Malta, e1 deseo de la luna, 1a tentaci6n en la serpiente y el triunfo del hombre como duefio integral de ese erotismo. Bulu-Bulu dice a1 comienzo de la novela: -—Voy a prenderle fuego a la montafia. Su mujer lo mir6, asombrada. -- LPor qu6? —- Asi acabar6 con todas las serpientes. Lo entendi6. -- LY las lunas? -— En sus ojos borrar6 todas las lunas. -- En ella est6n las serpientes y las lunas. -- 0 la guardar6 dentro de la tierra. En las vasijas de los Bulu-Bulus muertos. -- Mejor, ayfidame a buscarle un hombre. -- LUn hombre? —- Si. un hombre. S610 un hombre 1e quitar6 las serpientes y las lunas. For 10 tanto Aguilera-Malta consigue una completa integraci6n de la realidad y la fantasia, de la vida y la muerte, del mito y la magia. Concluiremos diciendo que en esta obra, como en toda la narrativa de Aguilera-Malta, 1) e1 erotismo 3e basa en un principio 6tico, 2) es 120 un elemento est6tico mediante el cual logra e1 autor la integraci6n de los diferentes niveles de la realidad, y 3) le sirve para conseguir la fusi6n de lo artistico y vital como una expresi6n integral del ser humano. NOTAS 1 Entrevista. 2 Demetrio Aguilera—Malta, Siete lunas y_siete serpientes. (Méjico: Fondo de Cultura Econ6mico, 1970). Subsiguientes referencias a esta obra 3e har6n con el nfimero de la p6gina en el texto entre par6ntesis asi: (23) 3 Elsa M. Castro Guerrero, "Demetrio Aguilera-Malta: Mi vida es una aventura." (E1 Universo. Guayaquil, Ecuador. 6-11—77), p. 2. 4 Ibid., p. 2. 121 CAPITULO V DESINTEGRACION DEL EROTISMO: El Secuestro del General La novela que sigue a Siete lunas y siete serpientes es El Secues- tro del General (1973). Aunque las dos obras tienen en comfin la basica t6cnica narrativa, Aguilera-Malta representa aqui una desintegracidn er6tica. En la primera predomina la armonia, mientras que en la segun- da sobresale lo gotesco. Demostraremos en §l_Secuestro del General la desintegracidn er6tica del personaje y sus consecuencias politicas y sociales y haremos hincapié en cdmo e1 autor presenta el erotismo de una manera absurda para proponer mitos, creencias o supersticiones que perversa- mente van en contra de 10 natural, presentando asi una versidn caricaturesca de la realidad. Aguilera-Malta ha declarado que ademAs de utilizar en El Secuestro del General las t6cnicas narrativas de Siete lunas siete serpientes, aporta algunas novedades.1 Manifiesta que es una alegoria de la Muerte, representada por un dictador militar esquelético, en algfin pais subdesarrollado de Am6rica Latina. Expresa que no es la muerte habitual, sino la Muerte que trata de destruir los ideales, apetitos creadores y fuerzas vitales y positivas de la humanidad. Afirma ademAs que el secuestro del "Gorila en turno" rompe el equilibrio del pais y todo se desquicia. El peligro inminente produce una catarsis en la cual los gobernantes y los oligarcas parecen tal como son en la realidad. Continda diciendo, que en la novela la violencia, 1a 122 123 sexualidad desbordada, la voracidad insaciable de riqueza y poder se enfrentan a las fuerzas progresistas, y este conflicto genera un ambiente que revela a todos con sus verdaderas caracteristicas. Segdn su perspectiva hay un sentido de humor, que a veces llega a la caricatura y al esperpento y que confiere a la narracidn un tono de opereta tragicdmico. El Secuestro del General tiene sus antecedentes en Tirano Banderas (1926) del espafiol Ramon del Valle-Inclén y mAs especifica- -mente en §l_Senor Presidente (1946) del guatemalteco Miguel Angel Asturias. Pero a la dictadura, aspecto bien conocido en.Am6rica Latina, Aguileradfialta 1e une el tema del secuestro, fendmeno caracte- ristico de la realidad actual. Sin embargo, esta novela no manifiesta una separacidn completa con sus otras obras, sino que m63 bien proyecta una visidn diferente de la realidad. En El Secuestro del Geneggl, como en casi toda la obra de Aguilera-Malta, sobresale la preocupaci6n social ya manifestada en £96,922 fie Egg, en Canal Zone y en Siete lunas y siete serpientes. En El Secuestro del General, esta preocupaci6n social 3e expresa por medio de una preocupacidn politica. Sin embargo debemos hacer hincapié en que el propdsito del autor no es de afiliacién politics 0 de protesta social, sino m63 bien artistico y 6tico. El Secuestro del General, a diferencia de Lg§_332.§e'y§g, 222 £219: Lg isla virgen, Siete lunas y siete serpientes y Jaguar, se desarrolla en una regi6n montanosa, cuyo ambiente parece muy estilizado en contraste con la exuberancia del trdpico tan caracteristico de sus otras obras. Esta estilizacidn sehala desde el principio la carencia 124 de vida y emociones reales que predominan a través de toda la novela. La accidn se desarrolla en Babelandia, la capital de dicho pais imagina- rio, y en Laberinto un pueblo situado en las faldas de un volcén. El Secuestro del General trata del secuestro de un jefe militar, JonAs Pitecantropo, Jefe de las Fuerzas Armadas. Es la mano derecha del dictador de Babelandia, Holofernes Verbofilia. E1 secuestro 3e lleva a cabo en visperas del homenaje que 3e 1e tributa a Pitecantropo por sus servicios prestados a1 pais. Los secuestradores son un grupo de guerrilleros revolucionarios, los Amautas, cuyo jefe es Ffilgido Estrella. Estos guerrilleros amantes de la libertad han recurrido a1 secuestro como instrumento de lucha contra la dictadura. Como rescate piden: la libertad de los presos politicos, doscientos entierros de primera elegidos por ellos y una libra de los huesos de Holofernes Verbofilia. Lo absurdo de este rescate manifiesta una vez m63 la forma caricaturesca en que se desarrolla la novela. Al final de la obra declaran que habian hecho estas demandas absurdas solamente para promover su causa y derrocar al r6gimen de Verbofilia. Una vez secuestrado e1 general, 103 Amautas lo encierran en una jaula y lo es- conden en un créter volc6nico, de donde no saldra nunca. A medida que pasa el tiempo y los Amautas van apoderandose de Babelandia, los miembros del gobierno de Holofernes Verbofilia tratan de negociar su libertad individualmente. Sin embargo, fracasan en sus intentos, sus planes 3e dan a conocer por televisidn y el dictador muere de un ataque al corazdn. Los Amautas por otro lado capturan a los miembros del gobierno y los encierran con Pitecantropo. Estos guerrilleros se declaran victoriosos y se proclama la esperanza para el hombre. 125 Aguilera-Malta sugiere que lo importante no es cambiar un sistema por otro, sino que hay que cambiar al hombre, su manera de expresidn y hasta su idioma. Junto a1 secuestro se desarrollan otros temas como la dictadura, encarnada en Holofernes Verbofilia: el amor, representado por'Maria, Ffilgido Estrella, Eneas Roturante y el cura bueno Tedfilo Brillo; 1a lujuria, simbolizada por Poligamo y Pepita Santoro. Los nombres de los personajes evidentemente son simbdlicos. Ademés se presentan otros temas encarnados en personajes como Harpona y Simbad, entre otros. Debido a la complejidad de la obra mencionaremos aqui 3610 103 puntos de importancia para nuestro estudio. En El Secuestro del General, Aguilera-Malta nos presenta e1 conflic- to del bien y del mal representado por Dios y el Diablo. Se vale de este conflicto para indicar la desintegracién del erotismo en lo religioso, vital y simbdlico. E1 personaje principal es Jonés Pitecantropo, el "Hombre Gorila" que simboliza la fuerza destructora del ej6rcito y la obsesi6n del poder militar. Sus primeros recuerdos de juventud son los de un simio, cuya vida transcurre entre los Arboles bajo la proteccidn de su madre. A1 igual que las fieras, ataca y mata para obtener su alimento. Asi e1 autor deja establecida desde el principio 1a actitud primitiva y cruel del personaje en sus primeros anos: Un buen dia, e1 alimento logrado por mis esfuerzos: e1 brote tierno de bambfi. Pelarlo, como si se tratara de una flor despetalada. Morder la pulpa sépida. Después, enfrentarme a las bestias y a los hombres. Huir de éstos. Tratar de atacarlos en momentos propicios. Apresar a alguno. No darle tiempo ni oportunidad de gritar o defenderse. Subirlo a las altas ramazones. Apretarle e1 cuello, hasta que broten sus ojos y su lengua cuelgue. Entonces, arrojarlo a los suyos. 126 Porque nosotros no matamos por hambre. No repugna 1a carne. Matamos solamente por el gusto de matar... 2 Su origen 3e remonta a la familia de los gorilas, por la actitud salvaje, o tal vez una combinacidn de ésta y lo diabdlico. Se manifiesta en la comparacidn que hace entre 61 y su padre: Eramos diferentes. LSeguiremos diferentes? Yo tengo las piernas arqueadas y cortas, de arco en descanso, hechas 3610 para apretar el vientre de Esquino Cascabel. Mi padre las tenia igualmente cortas, pero curvas, como un arco listo a disparar. 3M1 padre! iUuuua! iUuuua! iUuuuua! Lo recordaba destacéndose en el verde sepia de la selva, descomunal bellota de azabache. Yo tengo vellos, como todos los hombres. Sdlo muestro mi pelambre ancestral si estoy furioso. Una pelambre gris-total, reseca, gruesa. Mi padre, en cambio, tenia gris 3610 la espalda. Lo demés era negro, de tiniebla madura. Negro azul reluciente. Hasta sus coLmillos sarrosos eran negros. Cuando andaba parecia columpiarse en una hamaca verde. En.mi memoria surge como un rey. Aun su copete negro parecia el borldn de una corona. iUuuua! iUuuua! iUuuua! Lo seguia su cortejo de hembras. Muchas hembras gordas, felices de oscilantes tetas y largos pezones. (27-28) De sus aventuras Pitecantropo deduce que lo que se impone en la vida es la fuerza fisica, esto a su vez acrecienta su ambicidn: "Al final, el aprendizaje definitivo de los saltos. Los saltos, cada vez mayores, con algunos compafieros. De una rama a otra. [...] De pronto e1 descubrimiento del banano. El imAn del banano. Banano-imén. La fiebre del banano. Banano—febril. Y 103 saltos mAS largos y m63 cerca de los hombres. De un campamento a otro. De una ciudad a otra. De una ribera del oc6ano a otra... Un buen dia, amanecer en Babelandia. Y otro buen dia, tener a los babelandeses en las palmas de las manos." (28) Pitecantropo llega a ser e1 militar m63 importante del gobierno. Su ambicidn est6 simbolizada por el olor a banano. Este lo enloquece y lo trasforma completamente. 127 AguilerarMalta hace uso do la falta de erotismo y de la explotacidn de 63te para sefialarnos 1a deshumanizacidn del personaje. En El Secuestro del General, asi como en Don Goyo, Lg isla virgen, Siete lunas .y siete serpientes, 3e usa un elemento natural como medio de explota- cidn. (En este caso e1 banano). Aqui esta explotaci6n se presenta en diferentes aspectos. El banano, como fruta, constituye una fuente de enriquecimiento econ6mico para beneficio personal del general privando a1 pueblo al mismo tiempo de las m63 minimas necesidades. La codicia de Pitecantropo por esta fruta 3e revela en la manera de comerla: la devora. For 10 tanto su interés en el banano es monetario. El banano es también simbolo del 6rgano masculino y como tal imprescindible en la procreacidn. Por lo tanto, en El Secuestro del General el autor sugiere tambi6n una explotaci6n sexual. En Pitecantropo el sexo como sus otras ambiciones era sefial de fuerza y poder. "3Qu6 noche lo esperaba entre las piernas de cualquiera de las Odaliscas! aNoche? Noche, no. Con ellas noche, no. 8610 un momento. Las mujeres después del acto me fastidian. Sdlo sireva para 'eso'. Y para reforzar mi fama de macho. Macho. machin. Machdn. Machete." (64) Para Jonés Pitecantropo, e1 acto sexual carece completamente de sensibilidad. Es una actividad biologica que ni la "puta de turno" puede aguantar: Un estremecimiento sacudié 1a elegante residencia de las Odaliscas. Llegaba e1 automdvil de Jonas [...] Fue a {la habitacidn de una de las Odaliscas] En un santiamén, que- d6 con todo a1 aire. Se tendid en la cama. Espero. Pite- cantropo irrumpid, como una tromba. Las puertas estaban abiertas-~microplaza de toros para llevar a1 astado donde se queria--. Empezd a desvestirse desde la escalera, arro- jando, a un lado y a otro, cuanto lo cubria. Cuando lleg6 al aposento de la que esperaba, ya 61 tambi6n estaba en cueros. No se detuvo. No saludd. Ni siquiera puso un ros- 128 tro amable, y menos sonrié. Se 16 arrojé encima, como quien 3e 'echa un clavo' en una piscina, desde un trampolin. La agredida gimid: --;Ay, bruto! N0 ofrecio disculpas. No varid de actitud. Ni siquiera pronuncid una palabra. Con las rodillas, le abrid las pier- nas, rudamente. Cerro 103 ojiculos, para no mirarla. En el sexo de ella clav6 su propio sexo, como quien da un marti- llazo. La joven ya no pudo contenerse. Con 103 puhos cerra- dos, 1e golpe6 la cara. El, entonces, sonrid, lo mismo que si recibiera una caricia. Expresd una estdpida frase hecha: --;Aguanta, como aguantd la difunta! Despfiés hizo, casi mecanicamente, su bioldgica ofrenda a Venus. Para la Odalisca en turno fue como si una locomotora Is an- duviese encima, hacia atrés y hacia adelante, varias veces. (75-76) Vemos entonces que aqui e1 sexo no conduce a una excitacidn er6tica, ni mucho menos a una fusidn vital, sino que es una reafirmacidn del sen- tido del "macho" del personaje. Sin embargo no es el macho responsable que vemos en los cuentos, sino el asociado con la fuerza animal del hom- bre. Diremos entonces que Aguilera-Malta crea un paralelo entre la ex- plotaci6n del banano y la explotacidn sexual. Mientras en Siete lunas y siete serpientes lo erdtico sirve de rege- neracidn, en esta novela sehala la falta de relaci6n intima en el perso- naje y la fuerza dominadora de su ambici6n. Asi proyecta Pitecantropo su actitud tirénica hacia 103 diplométicos, los miembros del gobierno y el pueblo en general: ;Y 81 asesinaba a los presentes? 381 103 iba atravesando, uno por uno, hasta alfombrar con sus cadéveres las orde- nadas piedras grises? 50 31 3610 obligaba a arrodillarse a 103 sefiores y, ante 1a impotente angustia de ellos, hacia el amor biolOgico a las damas? L0 filtimo seria més pla- centero. For up instante 'se-mird', atacéndolas. Arrancéndo- le las espesas telas taciturnas. Despedazando sus encajes intimos. Haciéndoles aparecer la flor melosa entre las pier- nas. Cabalgéndolas. A la fuerza, la renovada fuerza, para do- mar la resistencia. Un momento frend las im6genes adversas. gY si alguna sonreia ante su asalto? iPobre iluso! Todas 3e 129 entregaron a ti con rabia, con dolor, 'con repugnancia. El amor jamés seré pan de tu mesa. 8610 la fuerza es tuya. 8610 el dominio conseguido por actos de terror. Las mujeres para ti siempre serén postreras conquistas de combate. (l6) Aguilera-Malta emplea el'mondlogo interior para revelarnos con im6genes erdticas e1 estado siquico del personaje. E1 autor hace hincapié en la falta de valores humanos del general y su negacidn hacia lo vital. Pitecantropo teme la reciprocidad de su tirania en el pueblo. De- bido a esto, mantiene a su familia en una isla cercada de bananos, lejos del mundo civilizado para protegerla de todo y de todos. Las quince hijas y su esposa se encuentran desprovistas de las mas elementales necesidades del ser humano. Este grado de protecci6n primdtivo es la finica expresidn de amor que emana del general. Aguileradnalta utiliza simbolos er6ticos para darnos una imagen plastica de la situacidn desde el punto de vista politico y vital. En lo politico la isla sbmboliza 1a patria, y las hijas indican la opre- sidn del pueblo por su condicidn de virginidad impuesta. En lo vital, la isla es la matriz donde se concibe e1 ser humano, y el agua a su alrededor, e1 semen necesario para su fecundacidn. El banano que cerca la isla expresa 1a potencialidad viril latente en la naturaleza. Sin embargo, las mujeres, asi como la patria, son victhmas de la tirania. En ellas se revela la opresidn erdtica que implica una falta de libertad humana y también simboliza una opresidn politica. For 10 tanto e1 autor sugiere en esto cierta ignorancia de parte de estos seres humanos que ven en el general an finica salvaci6n. Estos personajes representan simbdlicamente al pueblo que obedece ciegamente por no tener conoci- 130 mientos de sus derechos. Como se ha manifestado, Aguilera-Malta usa simbolos er6ticos para indicar 1a existencia de elementos vitales en la naturaleza. L03 presenta separadamente con el pr0p6sito de demostrar 1a falta de una relaci6n intima, como es la fusi6n er6tica. Este aislamiento manifiesta 1a ausencia del amor que en esta novela simboliza la falta de libertad humans. El Secuestro del General propone el fin de la 0presi6n, (simbo- lizado por el hallazgo de la familia de Pitecantropo) y la manera de libertar a1 pueblo. La libertad se ve obviamente ilustrada en el diélogo entre el cura bueno y Pitecantropo en el que se comentan la injusticia de la dictadura y el ultraje de los derechos del hombre: --;Qu6 gobierno? 5E1 del Dictador y su pandilla? 5E1 que ha entregado casi todo lo que el pais produce a las superdesarro- lladas Naciones-Pulpo en turno? 5E1 que reparte 3610 entre 61 y los suyos las migajas que sobran? --El pais est6 progresando. Hay carreteras, puentes, edificios. Cada vez m63 obras pdblicas,‘m63 ... Lo interrumpi6: --;Esa es la defensa y justificaci6n de la Dictadural... ;Qu6 orden? zEl mutismo y quietud de cérceles y tumbas? LLa castracifin mental y fisica de cuantos tienen ideales y desean mejorar 1a condici6n humans? LE1 de los satisfe- chos, que acumulan para si la energia, la inteligencia y el trabajo de 103 otros? 5E1 de los de arriba, que, para subsistir, necesitan volver polvo a 103 de abajo? -- Un oficial no deberia expresarse de esa forma. --;Qu6 patria? aLa que esconde su desdicha tras la dema- gogia? zLa que utiliza 1a defensa de sus limites, como un pretexto para solucionar conflictos politicos internos? [...] -- Nosotros si creemos en la patria. Una patria grande, inte- gral y trascendente. Una patria de todos. No 3610 de quienes la explotan, la estrangulan 0 devoran. --;Hay dos patrias? --Una 301a. La nuestra. La verdadera. La que ansiamos incorpo- rar al progreso del mundo, como parte de 61. Una patria para vivir. N0 para morir, como la que ustedes est6n usufructuando. (216) 131 A pesar de la manera absurda en que nos presenta 1a realidad e1 autor termina con una nota positiva: e1 posible triunfo de la libertad sobre la dictadura. Holofernes Verbofilia, asi como Pitecantropo, pertenece a las fuerzas del mal. E3 simbolo de la dictadura, es un mito, no porque no exista, sino porque el pueblo casi nunca lo ve. Es un esqueleto que carece de articulaci6n. Habla por medio de "cassettes". Ve 3610 cuando se lo permite e1 301, o cuando la cuenca de sus ojos son alumbradas con velas. Esta falta de visualidad simboliza a la vez su incapacidad para gobernar y la ausencia de sentimiento er6tico en el dictador. Su esposa Harpona tiene que acudir a una boa disecada, para encontrar refugio sentimental en los recuerdos er6ticos que los anillos de la serpiente 1e produjeran muchos afios pasados, cuando ésta adn tenia vida: --Melopea, aPor qu6 no eres como antaho? --;C6mo? --Lo sabes. Adoro tus anillos adormideras envolviéndome. La selva anidada en tus escamas... -- Bien ves que no puedo. Ademés, zde qu6 te serviria? -- For 10 menos, olvidaria transitoriamente a‘mi hijo. Tendria, siquiera, una ilusi6n fugaz. -- Hay tantas serpientes en el mundo... -- 5N0 lo entiendes? Te necesito a ti. Se apagaban las luces verdosas del ofidio. Sus diez varas desondulabén- se. Igual que el mar, cuando deshace las olas en su solar de arena. La Dictadora arrastraba la escamosa pie1-- ya 3610 piel -- rellena de algod6n. Sin cesar. Sin cansarse. Proyectando intermitentemente entre las sombras su grito congelado: --;Ay, Simbad! iAaaayyyy! (l4) Harpona es tal vez el personaje mAs acabado de la novela. En ella se perciben deseos er6ticos, sentimientos profundos sin realizarse. Su continua desesperaci6n por Simbad, su hijo, nos muestra un amor tierno y delicado. 132 En estos sentimientos de Harpona, Aguilera-Malta sehala la existencia de los ideales de libertad que existian antes de imponerse la dictadura. De esta manera Aguilera-Malta n03 ha sefialado por medio de la desintegraci6n er6tica e1 padecimiento de la patria bajo la dictadura, simbolizada en la desintegraci6n de Harpona en todos los aspectos-- como madre, como esposa y como mujer--. Esta e3 otra manera de indicar 1a deshumanizaci6n de un pueblo. Laberinto, por otro lado, es un pueblo ca6tic0 simbolizado en la novela por un laberinto de hormigas. En 61 conviven el amor y el odio, e1 bien y el mal, la ignorancia y el conocimiemto. Mientras en Babelandia se critica la dictadura, en Laberinto 3e rechaza e1 fanatismo religioso y la explotaci6n del pueblo. Epifanio Santoro es un comerciante que ha hecho fortuna estafando a1 pueblo con la venta de leche. Ha robado y matado vacas ajenas. Aqui e1 elemento de explotaci6n es el Toro-Padre llamado Napoledn. ‘Mediante un sistema de adoctrinamiento sexual, Epifanio San Toro trata de extraer del toro toda la fuerza viril haciéndole cruzar con tantas vacas como fuese posible, afin contra sus propios deseos. En "Napole6n" se manifiesta la explotaci6n sexual a1 nivel animal. Hay un paralelo entre Jon63 Pitecantropo y Epifanio Santoro: los dos explotadores del pueblo y los dos obtienen ganancias personales. Pepita Santoro, 1a hija de Epifanio Santoro, representa el aspecto degenerador de la sociedad. Su gran apetito sexual le ha causado sus muchas viudeces. Se queja de Poligamo, el cura diab6lico, por no haberle propuesto encuentros amorosos y por no haber sido testigo del crecimiento de su miembro. Proclama su libertad sexual oponiéndose a la idea del pueblo de que Maria, la novia de Ffilgido Estrella, debe 133 permanecer virgen. Dice: "5C6mo era posible que en un pueblo tan civilizado hubiese una mujer que se mantuviera inc6lume durante tanto tiempo? Le parecia que si 'eso' no cumpliera su funci6n y su destino. Lo mismo que si una persona, a pesar de tener un normal aparato digestivo, no comiera nunca. En el caso de la virgen resultaba peor adn, ya que no 3610 dejaba de comer sino que impedia que comieran los demés." (120) El apetito sexual de Pepita Santoro se habia desarrollado a tal extremo que las précticas de su padre con el toro la conmovian: Se ponia a temblar, también, cuando miraba, emocionada, 103 trabajos de su padre. Sobre todo, para lograr que Napole6n hundiera y batiera lo que debia en la chocolatera de la hembra. Claro que 103 temblores de la poliviuda eran en otros lugares y por otros motivos. Cuando 3e producia e1 atornillamiento--minimo terremoto de carne rubricando de fuego 103 pastizales hdmedos-- se asia a1 brazo de Epifanio. Lo apretaba, nerviosa. For up instante, loca--loca, se imaginaba disputandole a la vaca las caricias del impetuoso Napole6n. Desde luego, ella no esperaria pacientemente la embestida del macho potente. Se mostraria desnuda-- gesto 1e importaria a1 vacuno? aVulva arriba o vulva abajo? --en cadencia peristéltica sobre el muelle lecho verde. Cuando 3e disponia a poner en practica las tremendas experiencias y ya estaba a punto de encuerarse y trasponer la cerca, 3e dominaba. ;Qu6 loca era! 3L0ca--loca--loca! 5C6mo podria enfrentarse sexualmente con 103 500 kilos de ese motor zool6gic0? (204-205) De esta manera Aguilera-Malta evoca lo sexual para sefialar el estado de decandencia social en que se encuentra el pueblo. Para contrarrestar esta decandencia los Amautas intervienen, secuestran al toro, para libertar al pueblo de la explotaci6n de San Toro, simbolizada en el toro. "Cuando 3e abrieron las puertas del corral y, poco a poco, se fueron alejando de su persistente olor carac- teristico, Napole6n tuvo una transici6n. L0 invadid la elegria. E1 134 regusto de la libertad. No quiso platicar. Emprendi6 un trote juguet6n, de dicha plena, que con dificultad podian seguir sus secuestradores." (209) Los Amautas prometen castrar a1 toro si no se pone en libertad a 103 prisioneros y se deja en paz a Maria. Epifanio ordena que les den todo lo que pidan con tal de recuperar a1 toro. Asi 3e destaca e1 interés personal de Epifanio sobre 61 del pueblo. La lujuria esta simbolizada en.Poligamo. Es e1 cura pecador cuyo 6rgano viril crece a medida que satisface su apetito sexual. Como cura debe ser modelo y ejemplo para el pueblo. Sin embargo, se aprovecha de los fieles para sus conquistas: En tanto, en Laberinto se comentaba que el Cura ya casi no podia moverse de la Iglesia. Por las noches, el Miembro Descomunal, como una vibora sin fin, llena de lazos, atravesaba todo el pueblo. Llegaba a la casa de Ludivina. Se metia por la ventana. Buscaba a la joven. Y se daba gusto con ella. 506mo podia realizarse esa uni6n a la distancia? ZCOn qu6 estimulo? zEn qu6 forma? Aparentemente, era imposible. Sin embargo muchos laberinticos aportaban detalles. Contaban que, a1 principio, 3e habian tropezado con ese Miembro Elastico, similar a1 caucho. Habian bailado sobre 61. En ocasiones, hasta habian intentado golpearlo. Cortarlo. Vano empeno. E1 Miembro 0ndu1ante subia a los techos, decorandolos con sus mdltiples lazos. O quedaba guindando de 103 érboles, hasta caer directamente sobre la casa de Ludivina. O desaparecia. Otros contaban que era verdad que el Miembro 3e metia en la casa. También era cierto que llegaba hasta la cama de la Embarazada. Pero no se metia por donde sabemos. Simplemente, 3e 1e enroscaba a la cintura. La vestia con sus multiples anillos y la llevaba hasta su propia cama--la del cura-- alla en la Sacristia. (159) El crecimiento de este 6rgano viril es una manifestacidn diab6lica. Aguilera-Malta usa este elenento grotesco para revelarnos lo absurdo de la religion en este pueblo. La apariencia del cura e3 tan calamitosa que el autor nos sefiala asi la acci6n del Demonic: "A primera vista, 135 destaca e1 Miembro. Era ya imposible de llevar. Lo arrastraba, lleno de lazos y rollos, como una manguera contra-incendios. M63 que el ‘miembro de un Hombre, 1e parecia ver a1 hombre de un.Miembro." (172-73) Todos se lanzaron contra ese miembro que era la deshonra del pueblo" Armados de garrotes, piedras 0 armas blancas, se le echaron encima. No 1e dieron en la cabeza, ni en el cuerpo, ni en las extremidades. Le dieron en lugar m63 efectivo. E1 Miembro. Le dieron hasta cansarse. E1 Miembro--ante el asombro de ellos--se fue muriendo, muriendo, muriendo. Muy lentamente. Tuvo algunos e3tertore3[...] Quién sabe si dentro de si mismo 63te mantenia una batalla contra aquel sexo implacable. Al fin, vencid su voluntad. E1 largo miembro cabezudo qued6 seco rigido, con una apariencia de bejuco estirado. Asimismo qued6 seco y rigido el cura lascivo." (175-176) Este miembro escrito con mindscula es el 6rgano del cura, pero el que esta con maydscula, es el que resucita, trepa por las paredes de la iglesia convertido en vegetal seco, similando coronas de espinas. El autor nos sefiala una antitesis de 103 simbolos cristianas. E1 6rgano del cura a1 integrarse a la tierra surge en un vegetal seco que es simbolo de muerte. La muerte es la proyecci6n del pecado que lleva a Jesds a1 calvario. La manera como usa los simbolos cristianos e3 absurdo y grotesco a la vez. Aguilera-Malta usa el elemento sexual para personificar el hombre en el pecado. En el hombre se encuentra lo bueno y lo malo. Asi nos 10 revela Aguilera-Malta en una imagen groteSca "Y a ningfin hombre 33 1e despoja de su tiembla--tiembla. --;Ah6! Se 1e puede quitar hasta 103 gfievos. Pero 'aquello' nunca." (176) Usa e1 6rgano viril como conductor 136 de la vida y del pecado a1 mismo tiempo. Asi da 3 entender Aguilera- Malta que el hombre puede escoger el bien 0 e1 mal. La fuerza diab6lica 3e presenta tambi6n en las relaciones de Ludivina con su padrino Poligamo, de cuyas relaciones resulta un monstruo en lugar de un nino: 63te causa la muerte de la madre a1 nacer. La uni6n entre Poligamo y Ludivina no es el resultado de una fusi6n er6tica. Es mAS bien N3.Prudencia, la madre de Ludivina, la que la precipita a1 pecado entregéndosela al cura: La piel se le estaba templando. Templando. Pronto e3ta116 en sangre y mfisculos despedazados. Primero, asom6 un cuerno. Después otro. Se movieron de un lado a otro. Abrieron una tronera, cada vez mayor, en el vientre. No se quejaba ya. Sus ojos vidriosos mdraban fijamente. L03 cuernos seguian moviéndose, frenéticos. Emergid el cuerpo del extrano ser. Era verde--verde-- azufre--de la oreja a1 rabo. Termin6 de liberarse. Dio un salto y se alej6 brincando en un solo pie. Dona Prudencia, espantada, seguia abrazando a su hija. --iLudivina! iLudivina! Esta no la escuchaba. Ya no la escucharia jamAs. (164) Al sefialar 1a intervenci6n de Na.Prudencia en el asunto, Aguilera- Malta esta sugiriendo la implicaci6n de la sociedad en el pecado y por lo tanto 1a desintegraci6n 6tica de la misma. Se insinda también una critica de los valores de la Iglesia, en el celibato de Poligamo. E1 sexo es usado como simbolo diab6lica para enfatizar e1 grado de lujuria de la sociedad. Sin embargo, 1a ignorancia del pueblo permite que se admire a Poligamo por el tamano de su falo. La fuerza del bien est6 representada por Ffilgido Estrella, Maria, Eneas Roturante, Te6filo Brillo, el cura bueno y 103 Amautas. Maria y Ffilgido representan el amor y la libertad respectivamente. Ffilgido est6 locamente enamorado de Maria. El pueblo crea un mito por el cual tienen que defender la virginidad de Maria a sangre y fuego. 137 L03 laberinticos siguen a 103 amantes por todas partes. Quieren proteger a Maria a toda costa. "--Seguiremos acechéndolos, a 301 y sombra. --L0 que debiamos hacer e3 castrarlo. Asi ella, aun en contra de su voluntad, estaria a salvo. --Al fin y al cabo, Dios es quien da y quita. LY cdmo nos quitariamos de encima ese pecado? -- ;Y 31 ellos pecan? 5N0 seria mayor pecado? Esa virgen es del pueblo. Debe vivir y morir inmaculada. Para la salvaci6n de todos." (57-58) Al senalar la castracidn de Ffilgido para proteger la virginidad de Maria, Aguileradnalta esta sugiriendo que la ignorancia sirve para perpetuar e1 crimen. El mito que en Siete lunas y siete serpientes sirve para revelarnos otro aspecto de la realidad, aqui lo usa el autor para presentarnos lo absurdo y negative de la vida. Tanto la castraci6n como la virginidad llevan implicitas 1a negaci6n vital que el autor condena desde el punto de vista humano. En Maria y Fdlgido Estrella tenemos 1a finica pareja en que florece el amor. Sin embargo permanecen separados por celos del pueblo. Maria prefiere sacrificarse con esta separaci6n para que viva su amado. SimbOlicamente, podemos decir que aqui el amor 3e sacrifica por la libertad. La separaci6n de los amantes es necesario para mantener a flote los ideales de libertad. "E1103 saben lo que esta pasando entre nosotros. Nos asiran con sus garras y nos llevarén quién sabe donde. Tengo miedo. Miedo de no poder controlarme. Miedo de prenderme a su cuello. De apretarlo contra mi. De cubrirlo de besos. De sentirlo tan cerca, que no pueda establecer 103 limites. Ni siquiera saber d6nde termino yo y d6nde comienza 61. Quiero vivir en 61. Y que 61 viva, también, en mi. E3 10 justo. Lo humano, natural y verdadero. L0 dem63 e3 pura sombra, 138 injusticia y falsedad. FUndidos somos vida. Separados, muerte." (138-139) Aguilera-Malta usa los sentimientos er6ticos en'Maria para eXpresar el furor de la libertad y de la lucha contra 1s ignorancia: Remolino de seres--llamss. V6rtigo de ansiedad y dicha. Principio y fin de todo. Dos y uno, a1 mismo tiempo. Y, de pronto, las voces. Las voces que desde hacia poco la rondaban los oidos. 'ZCon himen 0 sin himen f10reciente?' 'gVale tanto el himen?’ ‘zEres m63 pura, porque no te pulsen totalmente?’ 'Es que 3610 alli comienzan y terminan los atributos de ser virgen?’ 'Estas completamente segura de serlo? ;Y 31 por alguna circunstancis-- fuera de cualquier contacto con un hombre -- no 10 fueras?‘ 'Quizé defiendes mejor dicho, lo defienden otros -- algo que no existe. Y 31 existe, avale tanto?‘ 'De todos modos, zes ridiculo que todo un pueblo est6 cuidéndote eso!‘ Entonces, apor qu6 la religi6n 10 ha convertido en simbolo? LQué debo hacer? La duds me consume. La duds y el amor. Estoy srdiendo. Si aqui estuviera Ffilgido, lo probable es que lo arropara con mis llamas. Incendio 103 dos, saldriamos corriendo. Hasta la plaza grande. La inundaria gritos: 'iMiren! iAqui estoy! Ya nadie tendra que defenderme. iMe liber6, por finl'... (139) Esta es una critics a la Iglesia que ha hecho de la ignorancia un emblema religiosa. Hace hincapié en que la dnica manera de liberar al hombre e3 terminar con la ignorancia. Ademés Aguilera-Malta proclama el amor como una forma de 1iberaci6n humans. Asi e1 curs bueno le dice a Ffllgido Estrella: -- A.Maria podrés seguirla amando siempre. Aunque sea un amor que ahora circunscriben tantos limites. En cambio, puedes tener otros amores. Inclusive, amores que te vayan haciendo cada vez mas digno de ella. -- gCuéles? -- Por ejemplo, el amor a todos los seres de este mundo. No 3610 para que tengan una vida superior. También para que se superen a 3i mismo. -- No tengo inclinaciones religiosas. 5E3 lo que insindas? -- Cualquier camino es bueno. 139 --- zAun el de las armas? (181) En Eneas Roturante, e1 prometido de Ludivina, Aguilera-Malta nos ‘manifiesta e1 perd6n como sefial de luz, salvacidn y libertad. Eneas ama s Ludivina, 63ta lo traiciona con Poligamo. Herido Eneas, se dirige sl curs para vengarse. Piensa en todos 103 males que 63te represents para la sociedad. El miembro le crece porque no tiene voluntad propia y se deja dominar por el sexo; siempre ha estado de parte de 103 explotadores y malvsdos. Sin embargo, lo que desea Eneas es vengarse de la traicidn amorosa. A1 verlo sufrir tanto s1 curs con ese miembro 10 perdona y se da cuents que dentro de si mismo Poligamo efectivamente ‘mantiene una batalla contra aquel sexo implacable. "Como para confirmarlo, e1 Miembro actu6 Le dio una tremenda sacudida. No tuvo tiempo de ponerse en pie. Qued6 tendido en el suelo. lbs 3 reincorporsrse, cuando recibi6 un tir6n m63 fuerte, todavia. Clam6 angustisdo: --fM6tame! gTe 10 ruego!" (174) Este clamor del curs 1e hace ver que no es la destrucci6n de la sociedad lo que le imports sino 1a venganzs personal. Aguilers-Malta usa este rencor amoroso pars demostrarle s Eneas que el perd6n ennoblece y el pecado esclavizs: "De alli arrancabs un nuevo amor. Amor que recorria el diapssdn de 10 inhibido, que trasuntaba slgo asi como la luz de una esperanza. El deseo de reencuentro, pero no 3610 en si mismo sino en todos. La bdsqueda de un nuevo rumbo era su destino. Parecia que le hubiesen prendida alas de acero. O que los c6ndores-- sus recientes amigos de los riscos-- estuvieran a punto de llevarlo a nuevos horizontes." (178) Aguilera-Malta usa la idea de la Trinidad para encarnar en Ffilgido Estrella, Maria y Eneas Roturante el amor, 1a libertad y el perd6n, valores humanos que conducen a la salvaci6n del hombre. Esta 140 salvaci6n aparece simbolizada por los c6ndores que llevan a cada uno de estos personajes a1 crater de un volcén. Este crater evoca los tolss, lugares sagrados donde 103 Incas enterraban a sus muertos. En la tols conviven 1a sabiduria y la ignorancia. La primera simbolizads por el curs bueno, que es la figura del Jesds que vemos en Siete lunast siete serpientes, y por los Amautas, simbolos de libertad. La segunda, representada por Pitecantropo que esta preso en el fondo del créter. También se encuentran aqui la vida y la muerte. La vida es el amor, la libertad y la salvaci6n. La muerte esta sugerida por el crater que simula 1s tols. Por dltimo tenemos 1a fusi6n de espiritu y materia, de lo mineral, vegetal y humano. Aguilera-Malta deja en claro que lo bueno y lo malo se encuentran en la tierra y que la libertad es la finics salvaci6n del hombre. Usa lo er6tico unas veces para demostrar e1 furor por la libertad, y otras pars senalar 1a desintegraci6n de lo politico, social y humano. Lo er6tico que en Siete lunas y siete serpientes habia servido de elemento de regeneraci6n, aqui por medio de lo grotesco, el autor, n03 sefiala su desintegraci6n, y nos da asi 1a visidn de una realidad absurda. N O T A S 1 Fabiola Hernandez, "Mis novelas buscan las realidad inte- gradora: Aguilera-Malta." (El Dia. M6jico. 12-3-73), p.9 2 Demetrio Aguilera-Malta, El Secuestro del General (M6jic0: Joaquin.M0rtiz, 1973). Subsiguientes referencias a esta obra 3e har6n con el nfimero de la p6gina del texto entre par6ntesis asi: (28) 141 CAPITULO VI CULMINACION DEL EROTISMO: Jaguar Con Jaguar, (1977) el erotismo en Aguilera-Malta llega a su m6s alts expresi6n vital y est6tica. En Lg§_gge_§e_y§2, y en las novelas discutidas en este trabajo e1 autor trata 103 diferentes aspectos er6— ticos que constituyen e1 meollo tem6tico y artistico de su obra. En Jaguar, por medio de estos elementos er6ticos, Aguilera-Malta nos demuestra la relaci6n intima que existe entre el mito, el hombre y la naturaleza. Sefialaremos primero 1a funci6n del erotismo en la expresi6n de la realidad vital y luego en la representaci6n de la realidad est6- tica. Indicaremos adem6s la estrecha relaci6n que existe entre las dos realidades y la forma en que el autor usa e1 erotismo pars presentarnos esta realidad integral. Jaguar 3e desarrolla en el ambiente primitivo de las islas de la costa ecuatoriana, donde los hombres est6n llevados por una rara mito- logia, producto de sus creencias y supersticiones. En este marco ex6- tico y ritual, evocado ya por Aguilera-Malta en otras obras como 293 Goyo, Lg isla virgen y Siete lunas y_siete serpientes, cada personaje trae consigo su propia historia. L03 habitantes de estas islas son seres sencillos que viven y se alimentan casi exclusivamente de la pesca. Las expresiones est6n cargadas de un vocabulario primitivo y profundamente er6tico que agrega una frescura innata a sus historias y 142 143 leyendas. Esta novela puede ser leida f6cilmente, de un solo tir6n, como una historia de aventuras en la que el lector 3e identifica con un hombre que sabe desde muy temprana edad que va a ser muerto por el tigre. E1 protagonista comparte con el lector ese terror constante que le acecha y al mismo tiempo exige su compasi6n. En Jaguar vemos muchas de las conocidas caracteristicas aguileria- nas. El autor cuents la narraci6n que avanza alternando los diferentes hilos argumentales, utilizando e1 proceso de retrospecci6n como en el episodio de la balandra de Na Nicasia; usa 1a simultaneidad de las escenas, asi como en la llegada de 103 cuatreros a la fiesta; y se vale del zoomorfismo-antropom6rfico para interpretar la complejidad m6gica, mitica y tot6mica del tigre. Aguilera-Malta ha manifestadol que Jaguar es la obra que le ha costado m6s trabajo a pesar de su apa— rente facilidad. N03 dice que su preocupaci6n ha sido que el m6todo no se advierta, sino que se lea como cualquier novela de aventuras, a diferencia de otras novelas contemp0r6neas en las que a veces e1 pro- cedimiento 3e convierte en la finalidad de la obra. La novela n03 relata la vida de un joven moreno que llega a las islas huyendo del tigre. Aguayo, apodado el Zambo, e3 fisicamente fuerte, eXperto en el hachar, valiente y muy querido por todos. Su valor desaparece cuando 3e 1e presenta e1 Tigre. Aguayo tiene amores con Domitila, hija de don Mite, hombre de esos lugares. Domitila es una chola hermosa, sensual y de sentimientos primitivos. Le preocupa a ella e1 problema del Zambo, e1 miedo, que lo est6 afectando sicol6— gica y fisicamente. Se da cuents que su amado es valiente. L0 habia demostrado el dia de su santo cuando su primo e1 cuatrero Sebor6n, fue 144 vencido por Aguayo. Esta manifestaci6n de valor fisico 1e gana la admiraci6n y respeto de todo el pueblo. A sugerencia de Guayamabe, e1 mayordomo, e1 Zambo decide servirle de carnada a1 Tigre y asi ter- minar con su persecuci6n. Para huir del felino e1 Zambo se dirige a la ciudad de Guayaquil. En la travesia, Sebor6n, e1 gran enemigo de la pareja, muere en las garras del Tigre. Luego este trata de detener 1a canoa en que van 103 amantes. M63 tarde, en casa de Don Mite, se encuentran inconscientes Domitila y M6rgara, su hermana. Por Domitila sabe Don Guayamabe que el tigre los atac6 y se llev6 a1 Zambo. Se organiza 1a bfisqueda entre los del caserio dirigida por el mayordomo. Este mata al tigre para recuperar e1 cad6ver del Zambo. A la par con el relato principal y de manera retrospectiva, 3e desarrolla la leyenda de Na Nicasia y su marido. Se describen 103 excesos sexuales de esta mujer y el castigo que sufre ella y sus c6m— plices. De la misma manera 3e cuentan las relaciones de Domitila y su primo, las actividades de 103 cuatreros, asi como el encuentro de Sebor6n con el Zambo. Se dan a conocer los acontecimientos del Cojo Banch6n: el amor a la bebida, e1 accidents con el tibur6n y su pata de palo, y la fertilidad de su mujer. Se hace tambi6n referencis a las relaciones de Banch6n con el Cantinero Ventosa. Se narra e1 acci— dente de Parrales y la leyenda misteriosa de la antigua "Viuda--sin—- Calzones", la cual 3e reforms y se incorpora a la sociedad mediante su matrimonio con Parrales. Estos son 103 acontecimientos m6s impor- tantes de la obra que hay que sefialarse para los fines de nuestro estudio. Segfin Aguilera-Malta, el tigre americano e3 tratado por primera vez, en su obra, como t6tem en la narrativa americana. Para este 145 escritor e1 t6tem es un simbolo que aglutina a las organizaciones pri- mitivas, principalmente c16nicas, desde 103 comienzos tribales, pero que persisten durante toda nuestra prehistoria hasta nuestros dias. Dice que el t6tem es el dios protector, e1 nexo, 1a representaci6n. Afirma que en su obra, sl principio, e1 Tigre es el mito, es el miedo, e3 e1 diablo. E3 la presencia del tigre naturalists 0 del tigre un tanto surrealista que todos, 0 por lo menos algunos, llevan dentro. En Jaguar e1 Tigre e3 e1 t6tem protector que mata por amor, para que Aguayo no se vaya de las islas. Continfia diciendo Aguilera—Malts que el Jaguar es un simbolo adem63 de un mito y, como es un injerto con 10 tot6mico, comienza a pesar sobre la vida del Zambo como algo adverso, ante el cual siente miedo y llega e1 momento de entrega, de fusi6n.2 E1 autor 3e vale del mito del Tigre para demostrarnos la relaci6n que existe entre la realidad objetiva y la creada por el hombre. En el nivel objetivo Aguilera-Malta nos presenta la filosofia del hombre. Toma lo er6tic0 como medida de conducta en el hombre y en la sociedad. E1 autor desde el principio establece que la vida, en este caso el optimismo del hombre, es el finico que puede disipar la muerte. En la realidad objetiva la muerte est6 sugerida por el Tigre: —-N0, Tej6n. No es nada de eso. E3 que... LY por qu6 no atizan 1a candela? --S6lo te esper6bamos para irnos. --Mientras nos vamos, hay que atizarla. Asi ahuyentaremos a1 Manchado y puede que nos deje regresar tranquilos.3 Para establecer e1 principio 6tico, Aguilera-Malta crea la idea del infierno, representado aqui por la balandra de Na Nicasia. Para su prop6sito, e1 autor, pone 1a balandra en el agua (63ta simbolo de vida) para manifestarnos que el infierno est6 en la tierra. Na Nicasia es la mujer devoradora de hombres. Usa e1 sexo como medio de explotaci6n 146 social y personal: "--Pues, como te contaba, esa vieja condenada podia zarsndear las pichas de tres hombres a la vez. Y esto sin usar las manos [...] --Sin usar las manos. Pars<